RESEÑA. DE mimos

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RESEÑA. DE mimos H. M. BELL: Cuestionario de adap- tación para adolescentes. Norma- lización española y adaptación de Enrique Cerdá. Editorial Herder. Barcelona, 1964. Muy bien presentado en el aspecto editorial y desde el punto de vista práctico contiene cada snecimen el manual de instrucciones, cuatro cla- ves de corrección para los cuatro as- pectos que en el cuestionario se ba- rajan completándose y dos cuestio- narios de aplicación. El doctor Cerda, traductor y adap- tador a los sujetos españoles del The adjustement inventar y, de Hugh M. Bell, ha conseguido con felicidad trasladar a nuestro idioma una prue- ba valiosa para comprobar el grado de ajuste personal del adolescente que, por serio, atraviesa una fase critica de su desarrollo, en la que fácilmente se desequilibra, aunque sólo sea temporal y rápidamente, precisamente por los cambios que su cuerpo y su espíritu experimen- tan. Las caracteristicas del cuestiona- nario son interesantes porque permi- ten valorar cuatro aspectos de la personalidad del adolescente en su coordenada individual y social. No puede perderse nunca el punto de referencia de la circunstancia am- biental, sea social en general, sea familiar en particular ; pero, a fin de cuentas, piedra de toque del todo personal que se desenvuelve en una circunstancia determinada. Los aspectos abarcados son los si- guientes 1. Adaptación familiar.— En ella se ha comprobado que los individuos que obtienen una nota elevada en esta escala tienen tendencia a estar mal adaptados a su medio familiar. Por el contrario, la presencia de no- tas bajas indican una adaptación fa- miliar satisfactoria. 2. Adaptación a la sal/íd.—Tam- bién aquí las notas bajas indican una adaptación satisfactoria, mien- tras que las elevadas muestran una adaptación poco consistente. El tra- ductor del cuestionario llama la atención sobre este aspecto diciendo que la denominación de adaptación a la salud debería interpretarse más bien como índice de salud. Sin em- bargo, en mi opinión, considero pro- pia la primera notación (sin descar- tar la segunda, pues también es verdadera), ya que el muchacho cuya salud se ha resentido de manera fre- cuente tiene ya una predisposición a la situación de enfermo, psicoló- gicamente característica y con gran- des posibilidades de que acuse ras- gos de inadaptación. El adolescente que presenta gran cantidad de notas de salud precaria no sólo hace una enumeración, sino que la «siente», y esto ya es una postura desajustada. 3. Adaptación social.—Es curioso que las respuestas numerosas en este aspecto son características de los in- dividuos sumisos y retraídos en su manera de establecer contactos so- ciales, en tanto que los sujetos que dan notas bajas arrojan un gran bagaje de agresividad en sus contac- tos sociales. 4. Adaptación emocional.—La pre- sencia de inestabilidad emocional se ve reflejada en sujetos que dan no- tas elevadas en el cuestionario ; por el contrario, la serenidad o equili- brio emocional es la tendencia acu- sada en los adolescentes que presen- tan notas bajas. La aplicabilidad del cuestionario se restringe a alumnos que cursan la enseñanza media y es válido para ambos sexos. La gran fidelidad de las medidas permite comparar a los in- dividuos entre sí ; por otra parte, el hecho de medir cuatro sectores de inadaptación hace posible tam- bién localizar las dificultades de adaptación en un campo determi- nado. Para facilitar la tarea de correc- ción se han adoptado las letras a), b), c) y d), correspondientes a las cuatro medidas de adaptación an- tes apuntadas, lo que permite al examinador, al tomar un cuestiona- rio ya cumplimentado, descubrir rá- pidamente las cuestiones particula- res referentes a cada uno de los sectores evaluados y que han sido contestados en sentido de Inadapta- do, o viceversa. Las instrucciones para administrar el cuestionario son claras y termi- nantes: El_propio sujeto se auto- administra la prueba, sin limitación de tiempo, no obstante lo cual se contesta generalmente en veinticin- co minutos el total de las medidas englobadas. Cada sujeto debe inter- pretar el contenido de cada cues- tión, pero puede preguntar al exa- minador para que le aclare el contenido o significado de algunas palabras. Se debe conseguir una co- laboración, tan completa como sea posible, de los adolescentes que veri- fican la prueba, asegurándoles la más estricta confidencia. Las claves de corrección o evalua- ción facilitan de manera sorpren- dente la puntuación, pudiendo ha- cerla en tres minutos. Esto es posi- ble gracias a las ranuras que ensam- blan con las diferentes respuestas de los cuatro apartados principales, ob- teniéndose la suma de totales co- rrespondientes a los mismos : la computación con las normas ya es- tandardizadas de sujetos permite ex- presar en gradaciones la puntuación obtenida, calificándose de «Excelen- te», «Buena», «Normal», «No satis- factoria» y «Mala». El autor aduce en su manual las tablas de puntuación del cuestiona- rio, así como los coeficientes de fia- bilidad y validez y, en último tér- mino, los coeficientes de intercorre- laciones entre los cuatro aspectos : familiar, salud, social y emocional. El doctor Cerdá, autor da la adap- tación española, utilizó una primera traducción como estudio piloto, ad- ministrándola durante algunos meses a más de doscientos adolescentes, con el fin de analizar aquellos item que fueran de difícil o dudosa com- prensión a causa del vocabulario usa- do o de la posible ambigüedad del texto. Este análisis le mostró la ne- cesidad de modificar el texto de ca- torce preguntas, y una vez realizada esta modificación, el cuestionario se redactó en la forma actual presen- tado por la Editorial Herder. Para su normalización científica, el cuestionario se administró a 553 ado- lescentes de edades comprendidas en- tre los doce y diecisiete años, con un ligero superávit de muchachas sobre muchachos. La forma de ad- ministración fué colectiva y, p o r tanto, autoadministrada, estando constituidos los grupos por veinte a treinta alumnos. El lugar de veri- ficación de la prueba fue las aulas de los propios colegios de enseñan- za media. La procedencia de los sujetos en los que se verificó la experiencia pertenec;an a la ciudad de Barce- lona como residentes o asistentes al colegio. El nivel cultural era el de estudiantes de bachillerato, cursado en colegios privados religiosos en su _ mayor parte. En cuanto al nivel so- cial de los individuos con quienes se realizó la adaptación, estaban encua- drados en un rango socioeconómico elevado y clase media acomodada. Solamente un grupo reducido de alumnos eran becarios pertenecien- tes a la clase económicamente débil. Añade después el traductor del cuestionario de la Stanford Univer- sity una serie de tablas de puntua- ciones que han de utilizarse para valorar la versión española del cues- tionario, haciendo algunas observa- ciones importantes derivadas de su experiencia. El indice de diferencia entre los niños americanos y españoles es poco significativo, lo que redunda en pro- vecho de la validez de la prueba. Las notas de mayor desadaptación total, dentro de los subgrupos de niños, se obtuvieron en el nivel de catorce- quince años, mientras que en las

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RESEÑA. DE mimos

H. M. BELL: Cuestionario de adap-tación para adolescentes. Norma-lización española y adaptación deEnrique Cerdá. Editorial Herder.Barcelona, 1964.

Muy bien presentado en el aspectoeditorial y desde el punto de vistapráctico contiene cada snecimen elmanual de instrucciones, cuatro cla-ves de corrección para los cuatro as-pectos que en el cuestionario se ba-rajan completándose y dos cuestio-narios de aplicación.

El doctor Cerda, traductor y adap-tador a los sujetos españoles del Theadjustement inventar y, de Hugh M.Bell, ha conseguido con felicidadtrasladar a nuestro idioma una prue-ba valiosa para comprobar el gradode ajuste personal del adolescenteque, por serio, atraviesa una fasecritica de su desarrollo, en la quefácilmente se desequilibra, aunquesólo sea temporal y rápidamente,precisamente por los cambios quesu cuerpo y su espíritu experimen-tan.

Las caracteristicas del cuestiona-nario son interesantes porque permi-ten valorar cuatro aspectos de lapersonalidad del adolescente en sucoordenada individual y social. Nopuede perderse nunca el punto dereferencia de la circunstancia am-biental, sea social en general, seafamiliar en particular ; pero, a finde cuentas, piedra de toque del todopersonal que se desenvuelve en unacircunstancia determinada.

Los aspectos abarcados son los si-guientes

1. Adaptación familiar.— En ellase ha comprobado que los individuosque obtienen una nota elevada enesta escala tienen tendencia a estarmal adaptados a su medio familiar.Por el contrario, la presencia de no-tas bajas indican una adaptación fa-miliar satisfactoria.

2. Adaptación a la sal/íd.—Tam-bién aquí las notas bajas indicanuna adaptación satisfactoria, mien-tras que las elevadas muestran unaadaptación poco consistente. El tra-ductor del cuestionario llama laatención sobre este aspecto diciendoque la denominación de adaptacióna la salud debería interpretarse másbien como índice de salud. Sin em-bargo, en mi opinión, considero pro-pia la primera notación (sin descar-tar la segunda, pues también esverdadera), ya que el muchacho cuyasalud se ha resentido de manera fre-cuente tiene ya una predisposicióna la situación de enfermo, psicoló-gicamente característica y con gran-des posibilidades de que acuse ras-gos de inadaptación. El adolescente

que presenta gran cantidad de notasde salud precaria no sólo hace unaenumeración, sino que la «siente», yesto ya es una postura desajustada.

3. Adaptación social.—Es curiosoque las respuestas numerosas en esteaspecto son características de los in-dividuos sumisos y retraídos en sumanera de establecer contactos so-ciales, en tanto que los sujetos quedan notas bajas arrojan un granbagaje de agresividad en sus contac-tos sociales.

4. Adaptación emocional.—La pre-sencia de inestabilidad emocional seve reflejada en sujetos que dan no-tas elevadas en el cuestionario ; porel contrario, la serenidad o equili-brio emocional es la tendencia acu-sada en los adolescentes que presen-tan notas bajas.

La aplicabilidad del cuestionario serestringe a alumnos que cursan laenseñanza media y es válido paraambos sexos. La gran fidelidad de lasmedidas permite comparar a los in-dividuos entre sí ; por otra parte,el hecho de medir cuatro sectoresde inadaptación hace posible tam-bién localizar las dificultades deadaptación en un campo determi-nado.

Para facilitar la tarea de correc-ción se han adoptado las letras a),b), c) y d), correspondientes a lascuatro medidas de adaptación an-tes apuntadas, lo que permite alexaminador, al tomar un cuestiona-rio ya cumplimentado, descubrir rá-pidamente las cuestiones particula-res referentes a cada uno de lossectores evaluados y que han sidocontestados en sentido de Inadapta-do, o viceversa.

Las instrucciones para administrarel cuestionario son claras y termi-nantes: El_propio sujeto se auto-administra la prueba, sin limitaciónde tiempo, no obstante lo cual secontesta generalmente en veinticin-co minutos el total de las medidasenglobadas. Cada sujeto debe inter-pretar el contenido de cada cues-tión, pero puede preguntar al exa-minador para que le aclare elcontenido o significado de algunaspalabras. Se debe conseguir una co-laboración, tan completa como seaposible, de los adolescentes que veri-fican la prueba, asegurándoles la másestricta confidencia.

Las claves de corrección o evalua-ción facilitan de manera sorpren-dente la puntuación, pudiendo ha-cerla en tres minutos. Esto es posi-ble gracias a las ranuras que ensam-blan con las diferentes respuestas delos cuatro apartados principales, ob-teniéndose la suma de totales co-rrespondientes a los mismos : lacomputación con las normas ya es-

tandardizadas de sujetos permite ex-presar en gradaciones la puntuaciónobtenida, calificándose de «Excelen-te», «Buena», «Normal», «No satis-factoria» y «Mala».

El autor aduce en su manual lastablas de puntuación del cuestiona-rio, así como los coeficientes de fia-bilidad y validez y, en último tér-mino, los coeficientes de intercorre-laciones entre los cuatro aspectos :familiar, salud, social y emocional.

El doctor Cerdá, autor da la adap-tación española, utilizó una primeratraducción como estudio piloto, ad-ministrándola durante algunos mesesa más de doscientos adolescentes,con el fin de analizar aquellos itemque fueran de difícil o dudosa com-prensión a causa del vocabulario usa-do o de la posible ambigüedad deltexto. Este análisis le mostró la ne-cesidad de modificar el texto de ca-torce preguntas, y una vez realizadaesta modificación, el cuestionario seredactó en la forma actual presen-tado por la Editorial Herder.

Para su normalización científica, elcuestionario se administró a 553 ado-lescentes de edades comprendidas en-tre los doce y diecisiete años, conun ligero superávit de muchachassobre muchachos. La forma de ad-ministración fué colectiva y, p o rtanto, autoadministrada, estandoconstituidos los grupos por veinte atreinta alumnos. El lugar de veri-ficación de la prueba fue las aulasde los propios colegios de enseñan-za media.

La procedencia de los sujetos enlos que se verificó la experienciapertenec;an a la ciudad de Barce-lona como residentes o asistentes alcolegio. El nivel cultural era el deestudiantes de bachillerato, cursadoen colegios privados religiosos en su _mayor parte. En cuanto al nivel so-cial de los individuos con quienes serealizó la adaptación, estaban encua-drados en un rango socioeconómicoelevado y clase media acomodada.Solamente un grupo reducido dealumnos eran becarios pertenecien-tes a la clase económicamente débil.

Añade después el traductor delcuestionario de la Stanford Univer-sity una serie de tablas de puntua-ciones que han de utilizarse paravalorar la versión española del cues-tionario, haciendo algunas observa-ciones importantes derivadas de suexperiencia.

El indice de diferencia entre losniños americanos y españoles es pocosignificativo, lo que redunda en pro-vecho de la validez de la prueba. Lasnotas de mayor desadaptación total,dentro de los subgrupos de niños, seobtuvieron en el nivel de catorce-quince años, mientras que en las

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niñas se dieron entre los dieciséis-diecisiete años, respectivamente. Ent o d os los sectores que explora elcuestionario y en todos los nivelesde edad, las notas medias son algomás altas en las muchachas que enlos muchachos, sin que sea una di-ferencia estadística significativa. Enresumen, consideramos valiosa la la-bor editorial y el trabajo del adap-tador del cuestionario de adaptaciónamericano.

ISABEL DÍAZ ASNAL

MEDINA DE LA FUENTE, Aurora : Cany Me, aventureros. Libro de imá-genes por Aurora Medina, ins-pectora central de Enseñanzaprimaria Edita : Hijos de San-tiago Rodríguez. Ilustriaciones :Francis Bartolozzi (1964). 48 pá-ginas + 2 lám. en col, pleg., 26centímetros. Cart. Grab. en col.intercal.

Dedicado a los padres y educado-res, Aurora Medina, tan experimen-tada en cuestiones de párvulos, hapublicado un libro al que llama «li-bro de imágenes». Can fi Me es unlibro de lectura de rico contenido li-terario, humano y sociológico estruc-turado sobre las bases más exigen-tes de una didáctica educativa di-ferencial.

Para enjuiciar el libro tenemosque partir de sus personajes y des-cender un poco de la altura de lapedagogía teorética a la ciencia di-dáctico-práctica, al tema de la lec-tura en el niño en edad pre-escolarpara el legislador, segunda infanciapara los psicólogos y niño de tres asiete años para todos, padres y edu-cadores.

Can y Me es un libro didáctica-mente mimado y poéticamente es-crito. Los nombres de los personajesestán ya, en el aspecto gramatical,concebidos dentro del mund o delpárvulo. Can, una sílaba, una pala-bra, una imagen, todo al mismotiempo vivo en un animal domés-tico conocido del niño : el perro.También una sílaba, una consonantebilabial, una vocal, una onomatope-ya, un corderito, Me. Ya siempre, alo largo del libro Can y Me. De losdos grupos de respuestas más im-portantes que han dado los psicó-logos a la lectura del párvulo, laautora ha elegido la finalidad social.El primer vínculo que liga al niñocon otro ser semejante a él suponeun afecto. En Can y Me, Aurora Me-dina ha elegido como p un t o dearranque de los intereses sociales delniño, la amistad.

Can y Me emprenden juntos laaventura, la peripecia de la vida. Canquiere salir al mundo, y mamá Cana,que guarda el rebaño, le encargaentonces la guarda del corderito Me.

Can, que ya conoce directamentela brizna de hierba y la mariquita,porque ha hablado directamente conellas, es el que va a enseriar a Me, el

corderillo recién nacido, el apriscoel campo. La autora mete de lleno,con u n a facilidad extraordinaria,desde el primer momento, en su pro-pio animismo, al niño lector. Inme-diatamente pone en juego sus sen-timientos sociales : Can enseña aMe el mundo circundante. Tras lapuesta en marcha de los sentimien-tos sociales del párvulo introduce unvocabulario con imágenes. Lo intro-duce de un modo sugeridor : «Me seasombra de ver cuántas cosas her-mosas había en todas partes.» Y sur-gen, en imagen y nombre, las cosas.Narración, diálogo, vocabulario es latrilogía de elementos didácticos deque se vale la autora para dar alniño el contenido y ejercicios lin-güísticos.

Can y Me no es sólo un libro deimágenes; es un libro despertadorde imágenes, animador de imágenes,acaparador de imágenes. Porque todoesto significa para el niño que lomaneja, palabra más justa que decirque lo lee. El niño maneja el libro,y va de la imagen a la cosa, de lacosa a su conocimiento, por mediode asociaciones sensoriales que leproporciona la imagen; va de los se-res al mundo ; del mundo real almundo de la fantasía. El niño ma-neja y lee el libro encontrándose ensu propio terreno. Y ese saber lle-varle a su propio terreno y que seencuentre en él alegre y contentocomo en un juego prueba cómo laautora sabe impulsar los interesesdel niño en la segunda infancia.

A la narración, diálogo, vocabula-rio, tenemos que añadir progresiva-mente acción y recreación de esemundo en el que la autora ha pues-to al párvulo para despertar su cu-riosidad y su observación, apeten-cias mentales características de estafase evolutiva.

Es preciso en esta edad saber esti-mular la acción. Can y Me es tam-bién un libro de aventuras, un librode creación infantil. Las aventurasson ingenuas, sencillas y conmove-doras. El animismo sigue; los pro-tagonistas van de viaje y por mediodel simple hallazgo del río se ponenen contacto con los anfibios, los pe-ces o los guijarros del fondo; gozande un delicioso baño y hasta surge,con este motivo, una situación dra-mática en la que aparecen en juegoauténticos valores humanos. A Mese lo lleva la corriente, y Can le sal-va. La autora, con el resorte del ani-mismo, aprovecha la peripecia dra-mática para inculcar hábitos en elniño. Son los pájaros los que le«amonestan» : «Me, tienes que serprudente» ; «Me, tienes que tenercuidado...» Pero el toque dramático,levantado a tiempo, es fuente deemociones suaves, que irán prepa-rando al niño para la vida y parasuperar sin maneras violentas lafrustración, aún más, para que lafrustración, al detener la emociónen su momento exacto, no llegue aproducirse.

Los ejercicios de lenguaje van gra-dualmente aumentando. A la narra-

ción vocabulario, preguntas sugerido-ras añade juegos y adivinanzas.

Siguiendo la evolución del mundodel párvulo, la autora pone al niñodespués en contacto consigo mismo.Y aparece un niño : Javier. Javierviene al aprisco y juega toda la ma-ñana con Can y Me. Y después loslleva a su granja. La vertiente glo-balmente humana entra de lleno enel mundo del niño : en la granja deJavier había de todo. Y las imáge-nes siguen animando ese mundo : lamamá de Javier, los hermanitos deJavier, el papá. La autora pone alniño en contacto con la familia. Elvocabulario, en consecuencia, se am-plía. A la narración, diálogo, voca-bulario, juegos y adivinanzas se aña-den los cromos.

Es preciso ensanchar el horizontedel mundo infantil, y Can y Me tras-ladan sus aventuras a la selva. Apa-rece aquí ya el aspecto religioso dela vida del párvulo, simbolizado porel misionero Juan. El misionero Juanllegó al aprisco «y vid. a Can tanbonito, tan gallardo y tan fiel» quese lo pidió a mamá Cana para quele acompañase a la selva. La amis-tad infantil se ensancha. En la selva,mientras cuidan al misionero Juan,se hacen amigos de la jirafa, delelefante, del camello, y al salvarlode una trampa, incluso del león. Laintroducción del niño en el mundoreligioso culmina con la virtud so-brenatural de la caridad. Can y Meacompañan al Polo Norte al misio-nero Juan, porque el misionero Luisva a morir y le pide que vaya. Trasun último toque al mundo real,helicóptero que los traslada al PoloNorte, los animales del Polo, el fríoy largo invierno, Can y Me vuelvena su casa, aterrizando en paracaídasante el asombro y la al egr la demamá Oveja y mamá Cana, p aravolver después a la selva con el pa-dre Juan, desde donde esperamosque Aurora Medina, que terminaaquí el libro, nos los haga visiblesen libros nuevos, para continuar estemagnifico instrumento educativo di-dáctico que ha puesto en manos delos niños y de los educadores de pár-vulos.

ENCARNACIÓN G. VALLADARES

Amo, Montserrat del: La hora delcuento. Servicio Nacional de Lec-tura. Madrid, 1964, 104 pp.

EI volumen noveno de la serie Bre-viarios de la Biblioteca Pública Mu-nicipal nos presenta un excelentemanual orientador de esa bellísimaactividad complementaria de las bi-bliotecas que se ha llamado «la horadel cuento». Complementaria y pre-paratoria al tiempo, pues que, comodice muy bien la autora, suele serun magnífico plano inclinado quepor la via de la fantasía y el interéslleva a los muchachos y los coniderteen lectores asiduos de las bibliotecasy de los libros en definitiva .

La experiencia de Montserrat del

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Amo se aprecia en los mil y mil de-talles prácticos (en realidad casitodo el libro es una continua expe-riencia práctica, entre la que vaquedando intercalada la doctrina, in-sensiblemente) que va desarrollandode una manera paulatina a lo largode sus páginas con la facilidad ysencillez de quien domina a fondola técnica que transmite

Detaquemos uno solo de los múl-tiples ejemplos que podrían citarseen aquella extraordinaria ambienta-ción que sugiere, así como al paso,en sesión dedicada a niños de hastacinco años. Es modelo de perspicaciapsicológica, de sensibilidad y de eseamor a los niños que impregna todoel volumen y explica suficientementeel éxito de su actuar en todas partes.

La narración como incentivo delectura, la preparación de «la horadel cuento», la matizada gradaciónde la misma por edades y sus intere-ses preponderantes y respectivos, elnarrador y sus cualidades a des-arrollar y cómo hacerlo, la elecciónde las narraciones y los factores aconsiderar, la lectura colectiva y sumetodología..., son otros tantos apar-tados y aciertos de tan excelente li-bro, que aún se completa con unaantología de posible utilización yuna escogida bibliografía sobre eltema del presente trabajo.

Excelente obra que debe estar enmanos de todo aquel de quien de-penda la formación de almas infan-tiles.

R. ESQUER TORRES

Jean CLAUDE CHEVALLIER, MichelAlzare, Claire BLANCHE BENVENIS-

TE, Jean PEYTARD: GrammaireLAROUSSE du français contem-porain. París, 1964, 496 pp.

Los libros, al igual que las perso-nas, envejecen. Y quizá aquéllos lohacen mucho antes que éstas. Perotambién la savia se renueva en laseditoriales de prestigio, con aporta-ciones de nuevos colaboradores quesigueii -en la brecha de un esfuerzo -en pro de la ciencia lingüística.

He aquí cuatro profesores univer-sitarios, de Lille, de Besaçon, de LaSorbona, que han tomado a su car-go la nada fácil tarea de redactaruna Gramática que fuese digna su-cesora de aquella Grammaire La-rousse du XX siécle, que publicadaen 1936 ha sacado de apuros a tan-tos opositores a cátedras de francésa lo largo de varias promociones.

Ni la Gramática, ni los estudios degramática, tienen desgraciadamenteen nuestro país demasiados adeptos.Podría uno preguntarse a qué fenó-meno se deberá la poca aceptaciónde esta clase de estudios entre nos-

otros. La respuesta no parece dificily puede contestarse con otra pregun-ta: &Cuántos hombres cultos tienenpreocupación por expresarse de for-ma impecable en sus escritos entrenosotros o cuántos escritores citan aRoca Pons, a Seco o a Gin Gaya oelogian a Fernández Ramírez en laforma que André Gide elogió, porejemplo Le Bon Usage, de Grévisse?

Confesaba Miguel Delibes, segúnme manifestaba hace poco, que ase-diado a preguntas por los filólogosy gramáticos norteamericanos en lasuniversidades en que daba conferen-cias o cursos no podía ni sabía darotra explicación al empleo de ciertasfrases en sus novelas más que la deque «así se usaba por los españoles».

Sin llegar a decir que «en cadafrancés hay un profesor de gramá-tica», sí podemos decir que esta cla-se de publicaciones despiertan entierra gala extraordinario interés eIncluso, en ocasiones, suscitan muysaludables polémicas. Pues bien, heaquí una obra cuidada, mimada ensu ejecución, admirablemente pla-neada y que representa por consi-guiente un extraordinario logro deun severo y acoplado trabajo enequipo.

Sus autores explican en el prólo-go la rigurosa concepción de la obra,ajustada a unos principios que, porejemplo, en lo que toca a la nomen-clatura, no se apartan de las ins-trucciones oficiales del Ministerio deEducación Nacional francés, eso sí,juiciosamente apostilladas en lospuntos litigiosos; que sigue un me-tódico plan de exposición de la ma-teria, pero que no impide el hechode poder insistir en puntos particu-larmente interesantes como son losaspectos estructural y semántico; yque haciendo honor al titulo elegi-do para el libro, se esfuerzan porpresentarnos una descripción actualdel Francés contemporáneo, dándo-nos además una contribución espon-tánea y viva de la lengua habladahoy en Francia, que es de primeramano en calidad y cantidad y queestá sacada de grabaciones hechaspor los propios autores.

Bastaría con llamar la atencióndel lector sobre los nombres igual-mente prestigiosos en la enseñanzaestampados en la primera página dellibro : el de una ciudad que descue-lla en su cultivo de la Lingüísticaaplicada, Besançon, y el de un ape-llido que honra al «Collége de Fran-ce», el no va más de la ciencia fran-cesa : Benveniste.

El libro está enriquecido con losejemplos tomados de autores tansignificados y significantes en losactuales tiempos como : Aragón, Sar-tre, Nathalie Sarraute, MargueriteDuras o Michel Butor, por no citarsino unos cuantos.

Nada que pueda interesar al estu-dioso, al erudito, al especialista osencillamente al estudiante universi-tario, ha sido descuidado aquí. Comoejemplo de ello, puede ver el lectorla parte dedicada a estudiar lasconstrucciones segmentadas, q u econstituyen tan interesante campode observación en el francés con-temporáneo, como ya habían hechonotar Saavageot, Bouton y otros.

En tres grandes apartados divi-den los autores su trabajo : 1) Ele-mentos que constituyen el discurso.2) Las partes del discurso. 3) Laversificación. Cada uno de elloscomprende de cinco a seis capítulosque estudian un tema determina-do. Nos ha encantado la claridadcon que se expone, por ejemplo, elamplio tema El sistema verbal, pá-ginas 281 a 389, y muy especialmen-te las páginas 326 y 327, en que sedetalla, muy inteligentemente, conejemplos de autores vivos, que to-davía nos topamos por la calleClaude Simon, Robbe Grillot, laconstrucción del verbo faire comocausativo.

Merecen a nuestro juicio un inte-rés muy particular para el lectorconcienzudo y que saboree realmen-te lo que tiene en las manos, lasbreves pero magistrales páginas 461a 468, en las que se estudia la versi-ficación en la poesía moderna, dis-tinguiendo con estupendos ejemplossacados de Eluard, de Saint JohnPersa, de Claudel, aspectos tan car-gados de sugerencias como son : re-lación entre ritmo y frase poética,importancia de los acentos o impor-tancia del superrealismo.

No se puede en el corto espacio deuna reseña hacer resaltar todos losméritos con que se adorna estaobra. A mi me ha cautivado suextraordinaria presentación, la bue-na técnica de mise en pages quepermite una lectura muy cómoda,la superabundante documentaciónreunida, y sobre todo la maciza se-guridad que acaba uno teniendo alterminar la lectura, de haber bebi-do en una no buena, sino inmejo-rable fuente.

La bibliografía breve, pero sufi-ciente y totalmente al dia. Los in-dices, muy cuidados y completos(uno de ellos de dieciocho páginas).Creemos que este magnífico libroocupará, pronto los anaqueles de labiblioteca de todo buen profesorpreocupado por estar al día en cues-tiones lingüísticas, y que servirá amuchos de nuestros licenciados be-carios hoy, mañana adjuntos o ca-tedráticos, como imprescindible ins-trumento de trabajo, inseparable, yaen sus afanes de superación, en sucamino ascendente por las rutas dela enseñanza.

JULIO LAGO ALONSO