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Universidad Distrital Francisco José de CaldasSeminario Comunicación- Educación I
Relatoría de la sesión Nº 2 del jueves 19 de mayo de 2011
Relatores: Elsa Galindo
María Ivonne Guerrero
Jackson Rodríguez
Docente: Tomás Vásquez
Texto: La Educación desde la Comunicación – Jesús Martín Barbero.
La sesión se inició con una introducción al texto de Jesús Martín Barbero en
la cual se plantearon los aspectos básicos desarrollados en el libro, de la
misma manera se hizo una referencia a la forma en que estaba distribuida la
exposición.
La exposición se realizó atendiendo a los diferentes capítulos del texto e
incluyó un video a manera de ejemplificación, una actividad de reflexión sobre
el tema visto, una discusión grupal y aportes del docente del seminario.
1. Alfabetizar en Comunicación. (Capítulo 1)
En los primeros párrafos del libro se exponen los conceptos de Comunicación y
Educación como campos que a través de sus modalidades alternativas en
cuanto a contenidos y vehículos, están haciendo una presencia estratégica,
haciendo un contrapeso específico a las ofertas comunicacionales que vienen
de parte de las megacorporaciones, que desde sus intereses promueven un
modelo de opinión pública mundial y una manipulación y distorsión informativa.
Estas emergentes posibilidades de comunicación y de re – educación son
posibles por medio un lenguaje común de datos que se nutre de nuevas
experiencias en el manejo de textos, imágenes y sonidos que ahora en las
pantallas suplen necesidades y fomentan un nuevo tipo de relación, siendo las
redes y movimientos sociales el nuevo espacio, aunque en estado embrionario,
de un compromiso emancipador de los sujetos y las sociedades y el
establecimiento definitivo de un nuevo espacio ciudadano en el que la
virtualidad y el no lugar serán el escenario donde se desarrollen las ideas y
relaciones humanas.
En tal sentido, se plantea que la educación y el modelo escolar tradicional
establecido, se han visto rebasado por los proceso propios de la sociedad red,
que ahora está trasladando el quehacer del aprendizaje afuera del aula y
atravesando todos los ámbitos de la vida del individuo. La educación debe ser
enfocada a la óptima capacitación del sujeto desde los ámbitos primarios a los
superiores y propendiendo por una capacitación que corresponda a sus
aspiraciones, pero atendiendo al sustrato siempre importante y configurativo de
la transmisión cultural y la afirmación de lo propio y lo local en el estalecimiento
de la formación ciudadana.
En cuanto a la tecnología y la escuela, estas representan un distanciamiento
entre sí, desde la perspectiva de complementación. La tecnología se encuentra
aún afuera del modelo pedagógico sin que se pueda establecer un puente
evolutivo entre nuevas modalidades escolares y las tradicionales
organizaciones alfabetizadas de corte enciclopedista. La mentalidad escolar se
encuentra fuera de la cultura tecnológica.
De esta manera, el autor propone retomar de manera juiciosa y analítica, para
asumir los desafíos pedagógicos, los conceptos pedagógicos de Paulo Freire
por medio del concepto PALABRA GENERADORA y su poder para hacer del
LENGUAJE palabra y acción, valiéndose también del valor simbólico e
identitario de las significaciones sedimentadas del mismo lenguaje en pro del
rescate de la cultura. Así mismo, se expone la culturación dominante como un
factor de incidencia importante en nuestras sociedades, lo que ha desvirtuado
los valores, lenguajes y tradiciones orales locales. Es aquí donde se debe
propagar la comunicación desde la cultura como un proceso social, dando la
batalla desde el estadio cultural latinoamericano.
La historia de América Latina a sufrido un fenómeno de incomunicación
propiciado por la estructura de dominación privilegiada. Evidenciando esto, el
autor recurre al modelo de Freire y la palabra generadora para que la presencia
del lenguaje se configure por la acción apuntando a la conformación de
sociedad y que el papel del lenguaje a través de la expresión sea la vía para
establecer estructuras mentales, colectivas y sociales desde la cultura
autócotona.
En síntesis, el autor concluye este primer capítulo proponiendo una nueva
educación, emergida desde la toma de conciencia de los oprimidos y su
compromiso con una conciencia crítica hacia la construcción de una educación
desde la cultura y una pedagogía que brinde garantías en el acceso a la
expresión y creación cultural asumida como proceso de lucha social. Una
educación praxis, dialectizadora de la palabra.
2. El libro y los medios: Crítica de la razón dualista (Capítulo 2).
Nos plantea Jesús Martín Barbero en éste aparte del libro que las nuevas
formas de leer, escribir y representar la realidad propias del siglo XXI no
pueden ser reducibles a la aparición de las tecnologías modernas sino que
corresponden a una reestructuración axiológica de los lugares, funciones,
prácticas culturales, saberes e imaginarios de la sociedad. El concepto de
experiencia ha variado para las nuevas generaciones y ya no se reduce a la
linealidad de la palabra impresa y es deber de la escuela asumir la tecnicidad
como dimensión estratégica de la cultura que le permitan la inserción de
nuevos campos de experiencia que van desde la escritura topográfica hasta
las comunidades virtuales a los ámbitos de la enseñanza y el aprendizaje.
En los últimos años se ha debatido por parte de los intelectuales del país
sobre la crisis de la lectura como producto del mundo audiovisual al cual se le
ha caracterizado como un espacio cargado de frivolidad y especularización y
producto de manipulación consumista, simulación política, masificación y
homogenización, en contraste con el libro al que se describe como espacio de
pensar vivo, crítico e independiente, de crítica y reflexión. No obstante, es
innegable el papel estratégico de los medios en nuestra época, en especial, el
de la televisión, la cual ha sido duramente criticada y culpada de la violencia,
el vacío moral y la degradación cultural ( cuyos asientos reales están en la
incapacidad de las instituciones sociales de cumplir sus roles) y de su
complicidad con el manejo del poder; desconociendo, no obstante su papel
como escenario de encuentros de las frustraciones y orgullos de los
ciudadanos, como espacio de la visibilidad de dimensiones claves del sentir de
las comunidades y como elemento de construcción de imaginarios e
identidades individuales y colectivos. Ante la posición apocalíptica de la
escuela y de los intelectuales frente a la televisión y a sus efectos en los niños
y jóvenes consumidores cuya única solución posible sería la de apagarla,
Barbero nos propone en su obra dos opciones: dejar la televisión pública en
manos de la sociedad civil con el objetivo de construir a través de ella
imágenes de la diversidad cultural de nuestra nación, espacios alternativos de
comunicación, y que la escuela- que hasta ahora se ha mantenido al margen-
forme una mirada crítica en los estudiantes hacia los medios, que les permita
distinguir la información independiente de aquella sumisa al poder político o la
sensibilidad frente a la cursilería. Así mismo nos plantea Barbero en éste
capítulo la pluralización de alfabetos y lecturas como una característica de
ésta época. El acceso al saber que solo tenía cabida a través de la escritura
fonética, se realiza también hoy a través de diversas redes, tramas de la
imagen y sonoridades electrónicas, lo cual plantea a la escuela el desafío de
asumir la televisión y las computadoras como archivos generadores de
nuevos usos y no como simples instrumentos. El papel del libro es ahora el de
servir a una primera etapa de alfabetización y articularse con el mundo
audiovisual que constituye la segunda etapa de dicho proceso, permitiendo la
formación de ciudadanos que no solamente lean periódicos sino también
videojuegos, videoclips, televisión e hipertextos. Es tarea fundamental de la
escuela a éste respecto el asumir los medios como dimensión estratégica de la
cultura.
De otro lado, a través del texto se señala a la ausencia de políticas
culturales y comunicativas en la educación como la causa de muchas de las
falencias de la escuela frente al manejo de las tecnologías y de inclusión de
nuevos campos de experiencia y de formación ciudadana. De acuerdo con
Barbero, en nuestra nación se han mantenido separadas la comunicación , la
educación y las tecnologías – las cuales deberían estar trabajando
mancomunadamente para contribuir a mejorar los procesos de enseñanza-
aprendizaje conforme a las nuevas necesidades y transformaciones de nuestra
sociedad actual- , la escuela y otras instituciones sociales se han centrado
más en los llamados efectos ideológicos y morales de los medios ( los cuales
son siempre percibidos como negativos) que en la asunción de un ecosistema
comunicativo que incluye nuevos lenguajes, escrituras, representaciones y
narrativas; la ciencia y las tecnologías son concebidas como simples elementos
de ilustración y difusión y no han sido tenidos en cuenta en su papel de
productores de verdadero conocimiento, y los diversos proyectos educativos
no incluyen los relatos y estéticas audiovisuales que configuran la literatura
cotidiana de las mayorías, las nuevas lecturas del mundo.
Las diversas transformaciones sociotécnicas de los medios que les han
permitido extender aún más su papel preponderante en la actualidad son
claramente visibles en la televisión satelital y en la prensa en red, el
ecosistema comunicativo emergente se compone de nuevas máquinas y
medios, nuevos lenguajes, escrituras y saberes y una hegemonía de la
experiencia visual. La función de los medios se ha orientado a la
transformación de la cultura de masas en una cultura segmentada, y
corresponde a la escuela la labor de mediar entre los diferentes procesos
que se están generando en la sociedad y la función de los medios como
agentes de producción de los mismos.
3. Reconfiguraciones Comunicativas del Saber y del Narrar (Capítulo 3).
La última parte del libro hace referencia a los cambios que se han presentado a
través del tiempo con respecto a qué es valorado, lo que ha producido un
cambio en lo que se reconoce en la escuela como importante, ahora se tiene
en cuenta las sensibilidades, la reflexividad y la creatividad, se han modificado
las maneras de pensar y de sentir, donde el comunicar es compartir
significación y el participar es compartir la acción.
Si al inicio del desarrollo humano lo importante fue la fuerza que luego fue
desplazada por la máquina, ahora es la revolución tecnológica fundamentada
básicamente en el conocimiento lo que se identifica como un valor, ligado
estrechamente con el concepto de innovación que es el nuevo nombre de
creatividad e invención que genera progreso económico, social y político.
En la actualidad hay un contraste entre lo que el alumno observa en la escuela
y lo que ve fuera de ella, pues mientras se encuentra con un profesor que sabe
perfectamente la lección causando en el estudiante la incertidumbre ante el
desfase de lo que el medio ambiente transmite, denominado saberes mosaico.
La escuela expresa un rechazo a todo lo externo atrincherándose en su propio
discurso, sintiéndose atentado por el medio que rodea al estudiante y opta por
estigmatizar desconociendo la complejidad social y epistémica de los
dispositivos y procesos que rehacen los lenguajes, las escrituras y las
narrativas.
Existen saberes por fuera de los libros por la aparición del texto electrónico,
pero lo que mejor explica ese exterior es la hipertextualidad como un nuevo
modelo de organización y aprendizajes y el maestro insiste en que los
conocimientos deben entrar exclusivamente por medio de la lectura.
Al introducir nuevas áreas de conocimiento en la escuela se presenta lo que se
denomina saltos de secuencia, escapándose de las demarcaciones sociales
que se imponen de acuerdo al común de la gente, denominado
destemporalización.
Se debe volver a pensar en el orden y el caos, no como conceptos
contradictorios sino conceptos contenidos uno dentro del otro, pues con las
últimas investigaciones han determinado que el caos tiene una explicación
matemática, es decir que tiene un orden. A partir de esta idea se puede hablar
ahora de una consecuencia de fomentar el saber, como un multiplicador del
riesgo y la sociedad sigue estos parámetros, hasta el punto de la creación de
teorías que lo que buscan es reducir el riesgo de quiebra, nuestra sociedad
actual basada en la industrialización está amenaza estructuralmente.
Los profesionales no solo deben contentarse con aprender su saber, sino que
también debe ser un investigador que produce, usa y aplica conocimientos
acertadamente para la identificación, resolución y arbitraje de problemas.
Sobre el tema de conocimientos no es ilógico pensar que también surgen
diversidades en los tipos de conocimientos, ya no es un único saber en un
único individuo, sino que hay distintos tipos de conocimientos que poseen los
seres humanos.
La imagen ha sido acusada desde tiempos remotos de ser parte del engaño, de
manipulación, persuasión religiosa o política, expulsándola del campo del
conocimiento y confinada al campo del arte, pero con los nuevos cambios que
se han dado se debe repensar ese concepto, pues articula la observación y la
abstracción basadas en los procesos de digitalización y tramado de interfaz,
camina ahora de la mano con la computadora, instrumento que genera
tecnicidad procesando información que utiliza la abstracción y los símbolos.
La Oralidad Cultural
Se debe interpretar la diversidad cultural no solo como la diversidad étnica,
racial o de género, sino también la heterogeneidad que se configura entre los
indígenas de la cultura letrada y los de la cultura oral, la audiovisual y la digital,
que cuando se fusionan se enriquece entre la variedad que conduce a tener
distintos puntos de vista. Y ahí se habla de nuestra Latinidad que se incorpora
a la modernidad sin olvidar su cultura basada en la oralidad que está también
llena de otros saberes y lenguajes que no se deben eliminar, como está
sucediendo en la escuela al darle más importancia al libro que a lo tradicional.
La oralidad se puede buscar en las plazas de mercado, donde hay aún ese
contacto con el otro ser que tiene algo que contar desde sus conocimientos
tradicionales que están siendo amenazados por culpa de los supermercados
donde la frialdad de un intercambio comercial se fundamenta en el pagar sin
interaccionar con el otro, solo se recibe la mercancía y se parte sin saber más
de lo que se llegó sabiendo. El narrar hace parte de nuestra cultura, que no
solo está basada en cuentos de miedo y violencia, sino que también está el
chisme, el refrán y el chiste. Y en el orden de estas ideas, se debe tratar el
tema de las novelas como un espacio del interaccionar con otros que tiene
como excusa el capítulo del día anterior para entablar conversación con los
demás, y el vallenato como una base fundamental de la transmisión de
vivencias ocurridas, muchas veces dolorosas otras graciosas que son crónicas
latentes atravesando el tiempo a pesar de que se modifique como ha sucedido
en los últimos años llevando la autenticidad de lo popular a la alienación de lo
masivo, con ayuda de cantantes como Carlos Vives fusionando diversos tipos
musicales e introduciéndola al medio urbano y nacional.
Las oralidades son una manera efectiva de hacer visible a un individuo entre un
mundo arrasado por la tecnicidad, individuo que tiene derecho a informar y ser
informado, hablar y ser escuchado a participar. Es el hacerse visible
socialmente en su diferencia, entonces las redes deben jugar un papel no de
división y exclusión social sino integrador en esta nueva reconstrucción.
Por último se habla de la evolución de la visualidad en el tiempo aunque
siempre se ha ligado como ya se había dicho con algo dañino, siempre en
oposición a ella: iniciando con el cine donde constituye una nueva figura y
formación de la ciudad, después la televisión con la llegada de la videoficción
introducida al hogar sin tener que salir de él. El cine cataliza la experiencia de
la multitud mientras que la televisión cataliza la experiencia doméstica.
Terminada la exposición, se aplicó un ejercicio práctico sobre la escuela y el
manejo de las imágenes y se debatió sobre el papel de los medios de
comunicación en la educación, así como de la manera en que las instituciones
escolares hacen uso de las tecnologías, se concluyó que la educación del siglo
XXI está más allá de las aulas , los saberes están por fuera del modelo
vertical de comunicación que aún se maneja en la escuela y se requiere con
urgencia reconfigurar las miradas en el campo de la educación y la
comunicación.
Para finalizar, el docente Tomás Vásquez puntualiza en algunos aspectos
como:
a. La importancia de la “oralidad” (función fática del lenguaje) en la
construcción de identidades. Aún por encima del legado que nos ha
dejado el libro, la oralidad se erige como elemento clave dado que al
contrario del libro no es excluyente y ha sido parte de diversas culturas
a través de la historia.
b. Las telenovelas, las canciones ( vallenatos, rancheras) narran a
manera de crónica situaciones de la vida cotidiana en donde se refleja la
diversidad cultural a través del uso de variados símbolos y aunque en
sus comienzos fueron narraciones de tipo local, hoy día tienen un
tratamiento político y estético que las hace universales.