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Clima familiar y prácticas educativas en
familias nucleares con hijos de 2 y 3 años
de edad en el nivel socioeconómico bajo,
medio y alto de la ciudad de Medellín
Marcela Quijano Moreno, Bibiana Reina Quintero, Sandra
Patricia Salazar Molina
Gloria Cecilia Henao López*
Universidad de San Buenaventura, Medellín 1 Facultad de Psicología, Grupo de Investigación Desarrollo y Diversidad
Colombia
*Tutora. Correspondencia: Gloria Cecilia Henao López. Dg. 75B No 1-289 casa 192 Kalamari I. Medellín, Colombia. E-mail: [email protected]
Resumen
Introducción: la presente investigación describe las prácticas educativas y el clima
familiar en familias nucleares con hijos entre las edades comprendidas de 2 a 3 años,
teniendo en cuenta lo diferentes niveles socioeconómicos, bajo, medio y alto en la ciudad
de Medellín. Método: Esta investigación se realizó dentro del modelo empírico analítico,
de tipo no experimental donde se efectuó un estudio en el ámbito familiar sin manipular
premeditadamente las variables, llevando a cabo un proceso de evaluación de variables y
buscando relaciones entre ellas. El proceso del estudio es de tipo transversal, y de esta
manera se describieron las prácticas educativas familiares y el clima familiar y se
establecieron comparaciones entre estas, en los diferentes niveles socioeconómicos.
Resultados: los hallazgos evidencian que en los diferentes niveles socioeconómicos (bajo,
medio y alto), no es clara la práctica de un único estilo educativo en las familias, además, al
comparar cada uno de los niveles socioeconòmicos se encontraron diferencias significativas
entre las prácticas educativas permisivas y autoritarias de las cuales hacen más uso las
familias evaluadas en el estrato medio y alto. Conclusiones: El clima familiar y las
prácticas educativas familiares son variables que se relacionan directamente proporcional
una de la otra y que dependen de diferentes factores sociales, tales como la estructura de la
familia, el número de hijos, las edades de estos, entre otras.
Palabras claves: Clima familiar, Contexto, Practicas educativas, familia
Abstract
Introduction: This research describes the educational practices and the family atmosphere
in nuclear families with children between the ages of 2 to 3 years, taking into account
different socioeconomic levels, low, medium and high in the city of Medellin. Method:
This research was conducted within the analytical empirical model, where non-
experimental study was conducted in the family without deliberately manipulate variables,
conducting an assessment process for variables and relationships between them. The
process of the study is transversal, and thus described the family educational practices and
the family atmosphere and comparisons were established between those in different
socioeconomic levels. Results: The findings show that at different socioeconomic levels
(low, medium and high), it is clear the practice of a single style of education in families, in
addition, to compare each of the socioeconomic levels were significant differences between
the practices permissive and authoritarian educational which families make more use
assessed in the stratum medium and high. Conclusions: The family atmosphere and family
educational practices are variables that are directly proportional to each other and depend
on different social factors such as family structure, number of children, the ages of these,
among others.
Keywords: Family Climate, Context, Practice educational, family
Introducción
La familia es de gran importancia para la supervivencia del individuo y el
modelamiento de su personalidad. “la familia desempeña –y lo seguirá haciendo- un rol
fundamental para la supervivencia y el desarrollo de la especie humana” (Dughi, Macher,
Mendoza y Nuñez, 1995, p. 27).
Según Escardo (1964), la familia “es una entidad basada en una unión biológica que
se consuma con los hijos y que constituye un grupo primario en el cada miembro tiene
funciones claramente definidas”; por lo tanto la familia como entidad inmersa en una
sociedad se constituye de acuerdo a los patrones e intereses culturales.
Alberdi (1999) nombra la familia como la institución social que acoge en primera
instancia al recién nacido y lo conecta, de manera condicionante, con la sociedad. Para este
autor, la familia se configura como un grupo primario, la socialización es el eje
fundamental sobre el que se articula la vida intrafamiliar y el contexto sociocultural con su
carga de roles, expectativas, creencias y valores (Molpeceres, 1994). Igualmente, Pons
(1998), plantea que “la familia es el primer marco de referencia, socializa, integra en la
sociedad, activa los controles sociales, y muestra cómo se desempeñan los roles sociales”.
Por otra parte, las practicas educativas como contexto de desarrollo
(Bronfenbrenner, 1987, Coll, 1988, Solè, 1997 y Bila, 1998), tienen una gran importancia
en la educación de la primera infancia; estas prácticas son abordadas como facilitadoras y
estimuladoras del proceso de desarrollo en los infantes, substancialmente a nivel social, en
la medida en que los preparan para adaptarse adecuadamente a la sociedad. Los estilos
educativos implementados en cada núcleo familiar, pueden ser modificados, de acuerdo a
las características de personalidad de sus integrantes; pues con estos, lo que se busca es
proporcionar un proceso de socialización y aprendizaje adecuado para la oportuna
estructuración de la personalidad.
Para el presente trabajo investigativo se retomaron los tres estilos educativos
expuestos por García y Román (2003):
Estilo autoritario: según García y Román (2003), este estilo mantiene valores bajos
en la expresión de afectos y comunicación, y altos en cuanto a la exigencia y el control;
prioriza el cumplimiento de las normas. Lo predominante es la existencia de abundante
normas y la obediencia estricta. Dedican esfuerzo a influir, controlar, evaluar el
comportamiento y las actitudes de sus hijos de acuerdo a patrones rígidos establecidos.
Estos padres dan gran importancia a la obediencia, a la autoridad, al uso de castigo y de
medidas disciplinarias y no facilitan el dialogo. Las normas que definen ellos como buenas
conductas son exigentes y su incumplimiento se castiga con rigor.
Estilo equilibrado: muy semejante al estilo acuñado por Baumrind (1972):
democrático; para García y Román (2003) este estilo presenta valores altos en expresión de
afecto y comunicación, pero altos también en exigencias y control; disciplina inductiva,
sensible a las necesidades de los hijos, flexible y equilibrada. García y Román (2003)
señalan que es básicamente un estilo que equilibra todos los aspectos en función de la
flexibilidad, adoptando las estrategias educativas a cada situación interactiva y
características concretas del destinatario. Esta práctica educativa desde Baumrind (1971) se
caracterizan por que los padres son afectuosos, refuerzan el comportamiento, evitan el
castigo y son sensibles a las peticiones de atención del infante; no son indulgentes, sino que
dirigen y controlan siendo conscientes de los sentimientos y capacidades; explican razones
no rindiéndose a caprichos y plantean exigencias e independencia. También se puede
definir el estilo democrático en función de la evitación de funciones arbitrarias, el elevado
nivel de interacción verbal, la explicación de razones cuando dan normas y el uso de
respuestas satisfactorias. Los padres democráticos marcan límites y ofrecen orientaciones a
sus hijos, están dispuestos a escuchar sus ideas y a llegar a acuerdos con ellos.
Estilo permisivo: García y Román (2003) abordan este estilo como característico de
una crianza sobre protectora con alto grado de expresión explicita de afecto, pero poco
consciente de sus normas de disciplina; excesivamente vulnerables con respecto al hijo
mostrándose débiles e incuso cómodos y excesivamente dependientes de cada decisión,
tanto del contexto como del destinatario y estado del adulto. Manifiestan una actitud
positiva hacia el comportamiento de sus hijos, aceptando sus conductas y usando poco el
castigo. Consultan al niño sobre decisiones; no exigen responsabilidades ni orden; permiten
a su hijo auto organizarse, no existiendo normas que estructuren su vida cotidiana; utilizan
el razonamiento, pero rechazan el poder y el control sobre su hijo.
Finalmente, el Clima Social Familiar, se define como el estado de bienestar
resultante de las relaciones que se dan entre los miembros de la misma familia. Dicho
estado refleja el grado de comunicación, cohesión, interacción, siendo esta conflictiva o no,
así como el nivel de organización con que cuenta la familia y el control que ejercen unos
sobre otros (Zavala, 2001). Según la Escala de Clima Familiar de Moos, elementos como
las relaciones, el desarrollo y la estabilidad en el ámbito familiar, son los factores que
describen una adecuado o no, clima familiar. (Moos, 1987).
Las relaciones describen el grado de comunicación y libre expresión dentro de la
familia y el grado de interacción conflictiva que la caracteriza. El Factor desarrollo hace
referencia a la importancia que tienen dentro de la familia ciertos procesos de desarrollo
personal, que pueden ser fomentados, o no, por la vida en común. y como ultimo
componente la estabilidad, brinda información sobre la estructura y organización de la
familia y sobre el grado de control que unos miembros de la familia ejercen sobre otros.
(Moos, 1987).
En nuestra sociedad se tiende asumir que los niños se desarrollan bien, cuando se
crían en el seno de una familia saludable y un clima familiar adecuado. Una familia será
saludable en la medida que funcione como un sistema abierto, con reglas, practicas
educativas y roles apropiados a cada situación, donde sus integrantes se comuniquen
tolerando las diferencias individuales, lo cual favorece la cohesión y promueve el
crecimiento de sus miembros (Huerta, 1999).
Entre los diferentes factores que intervienen en el clima familiar, se considera
pertinente mencionar tres. En primer término, las relaciones, las cuales si son favorables
entre los miembros de la familia, impulsan al niño a desarrollar sus autoesquemas. En
segundo lugar, las fases emocionales de la familia son primordiales para la comprensión del
desarrollo integral y equilibrado del niño. En tercer lugar, encontramos el factor que para la
presente investigación es el pilar teórico; las practicas educativas, las cuales inciden
directamente en el desarrollo del menor (Guerra, 1993).
Respecto a las prácticas educativas familiares Alonso y Román (2005) llevaron a
cabo una investigación con el propósito de relacionar las practicas educativas familiares
con la autoestima de los hijos pequeños; y el grado de acuerdo, entre la percepción adulta e
infantil con respecto al estilo educativo familiar. En ella participaron 144 familias de nivel
sociocultural bajo y medio bajo con hijos de 4 y 5 años y sus maestras. La exploración de
las prácticas educativas familiares se realizó con la escala de identificación de prácticas
educativas familiares PEF, (Alonso y Román, 2003a), la evaluación del auto-concepto con
el PAI: percepción del auto-concepto infantil (Villa y Auzmendi, 1990) y con la escala de
referentes conductuales de la autoestima en niños pequeños (Haltiwanger y Harter, 1988).
Y en el mismo año, Alonso y Román realizaron una investigación con el mismo propósito e
instrumentos de la anteriormente descrita, modificando la muestra y población, participaron
283 familias de nivel sociocultural medio y medio alto con hijos de 3, 4 y 5 años de edad. A
pesar de que sus muestras y población sean diferentes, los resultados arrojados en estas
investigaciones fueron similares, mostrando la existencia de una discrepancia entre las
percepciones adultas e infantiles, tanto en la valoración global del estilo educativo familiar
encontradas con las valoraciones específicas de situaciones o conflictos. Además los
análisis estadísticos confirmaron la correlación entre el estilo educativo familiar y la
autoestima de los hijos pequeños.
Otro estudio (López, Peña y Caro) analizó los estilos educativos paternos como
elemento clave de la socialización familiar y las tendencias de comportamiento paternas en
la educación de los hijos. Se llevó a cabo con 2965 familias que tenían niños de educación
infantil y primaria de 5 a 8 años. La técnica utilizada fue el análisis mediante la aplicación
de una encuesta, constituida por 45 preguntas. Los resultados obtenidos muestran que los
padres, en su mayoría, tienen una vocación democrática, combinada con una práctica
permisiva y, en determinadas áreas son autoritarios.
Con respecto al, “Clima familiar”, se encontró una investigación sobre factores de
estrés y ambiente familiar en familias de clase económica baja de la ciudad de Bogotá, el
objetivo de esta investigación era analizar la relación entre los factores de riesgo de estrés
reportados por ambos padres y las variables de ambiente familiar, identificadas tanto por
ambos padres como por los hijos/as de 10 y 15 años, clasificados en ajustados y no
ajustados. Este estudio constaba de una muestra de 300 familias de clase socioeconómica
baja de la ciudad de Bogotá. Los factores de estrés se midieron con una escala construida
especialmente para el proyecto: escala de factores de estrés, el ambiente familiar fue
calificado por los hijos de 10 y 15 años, en la escala de percepción de discordia marital de
Emery y O`Leary (1982). Los resultados logrados en esta investigación muestran que las
madres y los padres de ambos grupos reportaron los mismos niveles de estrés general y de
estrés en los campos económico-laboral, de salud y de entorno físico. La diferencia entre
ambos grupos se encontró en los factores de estrés familiar, los niños y jóvenes del grupo
de ajuste reportaron un ambiente familiar mas adecuado que los del grupo de no ajuste,
implicando mejor aceptación de parte de sus padres, mayor consistencia o acuerdo entre los
padres, menos discordia marital, mejor relación entre los hermanos, menor asociación con
pares desviados y mejor ambiente escolar.
En el año 2001, Escrivá, García & Pérez Delgado desarrollaron un estudio
nombrado “Clima Familiar y Desarrollo del Autoconcepto”. Este consistió en un estudio
longitudinal en población adolescente” a partir del cual los autores plantearon la
importancia del entrono familiar en el desarrollo del concepto personal. Este estudio
constituyó una aproximación a los cambios que se producen en los componentes
cognitivos, afectivos y comportamentales, así como las dimensiones de la vida familiar que
aparecen relacionadas con el concepto y los sentimientos acerca del yo. La muestra estuvo
conformada por 333 participantes varones y mujeres, con una media de edad de 15.08 años
en la primera evaluación y de 16.38 en el retest. Los resultados indicaron que las variables
personales, edad y sexo modulan el autoconcepto de los adolescentes, en relación al clima
familiar, los factores de cohesión, expresividad y organización familiar guardan relación
positiva con todas las áreas del autoconcepto, mientras que la conflictividad familiar es el
factor que mantiene la relación negativa.
Zavala (2001), en su investigación titulada “El clima familiar, su relación con los
intereses vocacionales y los tipos caracterológicos de los alumnos del 5to. año de
secundaria de los colegios nacionales del Distrito del Rímac” encuentra relación
significativa entre la estabilidad intrafamiliar y la elección vocacional de los adolescentes.
Respecto a la estructura familiar 39.2% de los evaluados vivencian inadecuados niveles de
comunicación, interacción y libre expresión al interior del seno familiar, en contraposición
a un 6.9 % que presenta buenas relaciones. El 47.6% de la muestra comunicó que no se
sentían apoyados por los miembros de su familia al momento de tomar decisiones o de
actuar, además de no encontrar oportunidades para el desarrollo de sus potencialidades, a
diferencia de un 15.8 % que referían tener buenas condiciones para desarrollarse. El 53.5 %
de los evaluados expresaron que el clima familiar que vivenciaron, presenta una estructura
inadecuada, caracterizada por la inestabilidad, mientras que ningún alumno refieriò
vivenciar un ambiente estable en su hogar.
En este mismo año, Mestre, Samper y Pérez, realizaron un trabajo empírico con
población adolescente española, cuyo objetivo central era evaluar la relación entre el clima
familiar y el desarrollo del auto-concepto, y observar su estabilidad o inestabilidad al cabo
de un año. La muestra estuvo formada por 333 hombres y mujeres entre los 15 y 16 años.
Para esto se utilizaron dos instrumentos, La escala de auto-concepto (Tennessee Self
Concepto Scale, Fitts, 1965, 1972; Garanto, 1984) y la escala de clima social en la familia
de Moos. Los resultados indicaron que las variables personales, edad y sexo modulan el
auto-concepto de los adolescentes. En relación al clima familiar, los factores de cohesión,
expresividad y organización familiar guardan una relación positiva con todas las áreas del
auto-concepto, mientras que la conflictividad familiar era el factor que mantiene una
relación negativa. En general un clima familiar en el que predomine un alto nivel de
compenetración y apoyo entre sus miembros, un alto grado de confianza para exteriorizar
emociones y una clara organización en la planificación de actividades y responsabilidades,
junto con un nivel bajo de conflictividad entre sus miembros, será el idóneo para un buen
desarrollo del auto-concepto.
En el año 2002 se realizo la investigación sobre la importancia del clima social
familiar en la adaptación personal y social de los adolescentes (Picharto, Fernández de Haro
y Amescua Membrilla). Esta investigación tenía el objetivo de conocer los elementos del
clima social familiar que inciden directamente en el adecuado desarrollo personal y social
de los hijos adolescentes. La muestra estuvo formada por 201 adolescentes de ambos sexos.
Se analizaron 10 variables de clima social familiar medido a través de la Family
Emvironment Scale de Moos(1988), y 5 variables de adaptación, utilizando el cuestionario
de adaptación para adolescentes de Bell (1973). Los resultados indicaron que los
adolescentes cuyo clima familiar era percibido como elevado en cohesión, expresividad,
organización, participación en actividades intelectuales e importancia atribuida a las
prácticas de tipo ético, o religioso así como niveles bajos en conflicto, evidenciaron una
mayor adaptación general que sus iguales cuyas percepciones sobre la familia van en la
línea inversa.
Vera & Morales (2005) desarrollaron un estudio relacionado con desarrollo
cognitivo, clima familiar y el estrés de la crianza, se llevó a cabo con 120 familias en
pobreza extrema de las zonas marginales de Hermosillo, México. Madres de 32 años en
promedio respondieron a una escala de funcionamiento familiar y estrés de la crianza,
mientras que los niños fueron medidos en desarrollo cognitivo. El objetivo fue evaluar las
diferencias significativas entre las mencionadas familias en función a las variables antes
mencionadas. Se clasificaron las familias con base a la medida de clima familiar con un
análisis de conglomerados. Los resultados indican tres tipos de clima familiar: disciplinado,
cohesionado y sin orientación. El clima sin orientación se asocia a una percepción negativa
del niño y a las medias más bajas en su desarrollo cognitivo. Finalmente el clima cohesivo
se vincula a menor estrés por la crianza en la madre y los puntajes más altos de desarrollo
cognitivo.
Método
Esta investigación se realizó dentro del modelo empírico analítico, de tipo no
experimental donde se efectuó un estudio en el ámbito familiar sin manipular
premeditadamente las variables, llevando a cabo un proceso de evaluación de variables y
buscando relaciones entre ellas. El proceso del estudio es de tipo transversal, y de esta
manera se describieron las prácticas educativas familiares y el clima familiar y se
establecieron comparaciones entre estas, en los diferentes niveles socioeconómicos.
Participantes y muestra: Familias nucleares de estrato socio-económico bajo, medio y
alto de la ciudad de Medellín, con hijos que se encuentre en el rango de edad: 2 y 3 años;
se realizó un muestreo a conveniencia con una unidad de análisis no probabilística,
tomando una muestra de 20 familias nucleares para cada uno de los estratos socio-
económicos (bajo, medio y alto), de la ciudad de Medellín, con hijos que se encuentren en
el rango de edad: 2 y 3 años.
Instrumentos: Para la evaluación de la interacción con sus hijos e hijas se utilizó la Escala
Abreviada para adultos (PEF- A2) de García y Román (2003): contiene una escala para
adultos, la cual recoge la percepción de los padres, madres, tutores o responsables
encargados de la educación de los niños y niñas pequeños en el entorno familiar. Las
percepciones se recogen a través de tres situaciones: Cuando inician algo nuevo, cuando
hay una ruptura de rutinas, cuando cuentan o muestra algo. Se obtiene un puntaje total para
cada estilo parental: autoritario, equilibrado y permisivo. Cada situación se evalúa
mediante 18 ítems para un total de 54. El coeficiente de Alpha para cada escala es el
siguiente: para el estilo autoritario de padres es de 0,85 y para madres de 0,85; para el estilo
equilibrado de padres es de 0,87 y de madres 0,89; y para el estilo permisivo de padres es
de 0,83 y de madres 0,81.
Escala de Clima Social de Moos (1987): De las escalas para la evaluación de Clima Social
de Moos, se ha seleccionado para la presente investigación la Escala social en la familia
(FES): está formada por 10 subescalas que describen tres dimensiones: relaciones,
desarrollo y estabilidad en el ámbito familiar.
Resultados
A continuación se describen los hallazgos obtenidos a partir de la aplicación de
instrumentos y el procesamiento estadístico de los datos.
Tabla N. 1. Caracterización de la muestra
Nivel
socioeconómico
Masculino Femenino Frecuencia
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Bajo 18 51.4 17 48.6 35
Medio 15 40.5 22 59.5 37
Alto 21 58.3 15 41.7 36
En la tabla No 1 se aprecia el número de sujetos participantes, agrupados por nivel
socioeconómico y género. Se puede apreciar, que en el nivel bajo participaron 18 hombres
(51.4%) y 17 mujeres (48.6%) para un total de 35 sujetos. El estrato medio se encuentra
representado por 15 hombres (40.5%) y 22 mujeres (59.5%) para un total de 37, y en el
nivel socioeconómico alto existe una muestra de 21 hombres (58.3%) y 15 mujeres (41.7%)
para un total de 36.
Tabla 2. Media desviación estándar y análisis comparativo del clima familiar
Nivel socioeconómico Bajo Medio Alto
Media Desv. tip. Media Desv. tip. Media Desv. tip.
Relaciones 38.31 2.48 38.86 2.12 38.61 2.23
Cohesiones 12.05 1.34 12.29 1.24 11.91 0.87
Expresividad 11.88 1.36 12.21 1.27 11.94 1.26
Conflicto 14.37 1.59 14.35 1.20 14.75 1.33
Desarrollo 64.28 4.00 64.29 3.87 66.80 2.77
Autonomía 13.77 1.88 13.94 1.73 15.47 1.38
Actuación 12.68 1.52 13.00 1.88 12.88 1.32
Intelectual Cultural 13.45 1.22 13.64 1.53 13.83 1.13
Socio Recreativo 11.45 1.55 11.18 1.35 11.19 1.23
Moralidad
Religiosidad 12.91 1.22 12.51 1.21 13.41 1.22
Estabilidad 26.14 2.40 25.86 2.43 26.41 2.66
Organización 12.51 1.17 12.54 1.50 12.58 1.53
Control 13.62 1,88 13.32 1.63 13.83 1.57
En la tabla No 2 se observan las puntuaciones medias y desviaciones estándar del clima
familiar, en cada uno de sus dimensiones. En la dimensión de “relaciones” se encuentra
que en el nivel socioeconómico medio hay una mayor comunicación y libre expresión
dentro de la familia 38.86 (2.12); mientras que en el estrato alto es de 38.61 (2.23) y el bajo
es de 38.31 (2.48). En la dimensión “cohesión” se puede apreciar que el nivel
socioeconómico medio muestra como los miembros de la familia se apoyan y ayudan entre
sí, 12.29 (1.24); a diferencia de este, en el estrato alto se presenta menor cohesión entre los
miembros de la familia. En el factor “expresividad” se evidencia que en el estrato bajo
11.88 (1.36) y alto 11.94 (1.26) existe una semejanza en cuanto a esta dimensión. En la
categoría “conflicto” el bajo estrato bajo presenta una puntuación de 14.37 (1.59), el nivel
medio de 14.35 (1.20) y el nivel alto 14.75 (1.33), puntuaciones que permiten inferir que en
este último se presenta un mayor conflicto entre los miembros de la familia. En la
dimensión “desarrollo” se observa que en el nivel socioeconómico alto, que se le da un
mayor grado 66.80 (2.77) de importancia a ciertos procesos de desarrollo personal, seguido
de este se encuentra el estrato medio 64.29 (3.87) y finalmente el estrato bajo 64.28 (4.00).
En “autonomía” en el nivel socioeconómico alto 15.47 (1.38) los miembros de la familia
tienen una mayor seguridad de sí mismos y toman sus propias decisiones mientras que en el
bajo 13.77 (1.88) existe una menor puntuación de esta dimensión. En cuanto “actuación” el
nivel socioeconómico medio 13.00 (1.88) se presenta un mayor número de actividades que
enmarcan una estructura competitiva mientras que en el alto 12.88 (1.32) y en el bajo 12.68
(1.52) aparece como menos relevante este habito. En el factor intelectual cultural” se
evidencia una puntuación diferente en cada uno de los estratos, bajo 13.45 (1.22), medio
13.64 (1.53 y alto 13.83 (1.13) sin embargo se considera que no es tan desigual el interés
por las actividades políticas, sociales, intelectuales y culturales en cada uno de ellos. La
dimensión “socio recreativa” presenta en el nivel socioeconómico bajo 11.45 (1.55) una
mayor participación en actividades recreativas, mientras que en el medio 11.18 (1.35) y en
el alto 11.19 (1.23) no se observan diferencias. En cuanto la práctica de “moralidad
religiosa” se logra identificar que el estrato medio 12.51 (1.21) le da una menor prioridad a
las prácticas y valores de tipo ético y religioso con relación al estrato alto 13.42 (1.22) en
donde se refleja una mayor puntuación. En la categoría denominada “estabilidad” se
presenta en el nivel socioeconómico alto, que unos miembros de la familia ejercen sobre
otros un mayor grado de control, seguida del nivel bajo 26.14 (2.40) y posteriormente el
estrato medio 25.86 (2.43). En la dimensión “organización” se presenta en el nivel
socioeconómico alto 12.58 (1.53) una mayor importancia al planificar las actividades y
responsabilidades familiares, y en estrato el medio 12.54 (1.50) y bajo 12.51 (1.17) no se
observa una diferencia relevante. En la última categoría denominada “control” en los
estratos alto 13.83 (1.57), medio 13.32 (1.63) y bajo 13.62 (1.88) se aprecia una igualdad en
la importancia que se la da a atender a reglas y procedimientos establecidos en la familia.
En esta tabla se aprecia que el estrato socioeconómico alto tiene una mayor utilización de
estas prácticas educativas familiares, mientras que el bajo recurre en menor grado a las
mismas.
Tabla N. 3. Media desviación estándar y análisis comparativo de las prácticas educativas
familiares.
Nivel socioeconómico Estrato Bajo Estrato Medio Estrato Alto
Media Desv. tip. Media Desv. tip. Media Desv. tip.
Estilo autoritario 31.74 14.14 34.10 13.25 27.69 12.56
Estilo externo autoritario 9.94 5.84 11.10 5.20 9.11 6.03
Estilo interno autoritario 10.82 4.81 11.86 5.19 9.50 4.68
Estilo T de norma autoritaria 10.97 4.99 11.13 5.31 9.08 5.09
Estilo equilibrado 52.45 11.72 47.81 7.65 50.00 7.59
Estilo externo equilibrado 17.88 5.29 16.08 3.68 17.25 4.62
Estilo interno equilibrado 17.77 4.23 15.48 3.99 16.55 3.01
Estilo T de norma equilibrada 16.80 4.45 16.24 3.41 16.19 3.26
Estilo permisivo 40.37 11.86 39.51 9.02 30.86 12.81
Estilo externo permisivo 15.74 5.19 14.32 3.26 11.63 5.46
Estilo interno permisivo 11.60 4.08 11.72 3.81 9.41 4.90
Estilo T de norma permisiva 13.02 5.16 13.45 4.51 9.80 4.51
En la tabla No 3 se presenta la puntuación entre la media desviación estándar y el análisis
comparativo de las prácticas educativas familiar; en esta tabla se puede apreciar una mayor
utilización del Estilo autoritario, en el nivel socioeconómico medio 34.10 (13.25), donde
mantiene valores bajos en la expresión de afectos y comunicación, y altos en cuanto a la
exigencia y el control; seguido del estrato bajo 31.74 (14.14) donde los padres dan
importancia a la obediencia, a la autoridad, al uso de castigo y de medidas disciplinarias y
no facilitan de una manera optima el dialogo, en el nivel alto 27.69 (12.56) no es muy
utilizada es comparación de los otros niveles socioeconómicos esta práctica educativa. En
el estilo equilibrado, el nivel socioeconómico bajo 52.45 (11.72), es el que más utiliza esta
práctica educativa, presentando valores altos en expresión de afecto, comunicación,
exigencias y control; de igual manera los niveles socioeconómicos alto 50.00 (7.59) y
medio 47.81 (7.65) utilizan con mayor frecuencia esta práctica educativa con relación a los
demás estilos de crianza. El estilo permisivo entendido como una crianza sobre protectora
con alto grado de expresión explicita de afecto pero poco consciente de sus normas de
disciplina; es más utilizado en el nivel socioeconómico bajo 40.37 (11.86) y medio 39.51
(9.02) que el nivel socioeconómico alto 30.86 (12.81).
Los resultados de esta tabla permiten concluir que: en el nivel socioeconómico medio, las
prácticas educativas más utilizadas son el estilo equilibrado 47.81 (7.65) y permisivo 39.51
(9.02); y las práctica menos manejada es el estilo T de norma autoritaria 11.13 (5.31).
En el estrato bajo la práctica educativa menos utilizada es el estilo externo autoritario 9. 94
(5.84) y la que predomina en su uso familiar es el estilo equilibrado 52.45 (11.72) seguido
del permisivo 40.37 (11.86), de igual manera que es utilizada en el nivel socioeconómico
bajo. En el nivel alto se evidenció una mayor utilización de las prácticas educativas de
estilo permisivo 30.86 (12.81) y menor utilización del estilo externo autoritario 9.11
(6.03).
Tabla N. 4. Comparación entre estrato socioeconómico Bajo, Medio, Alto y Clima Social Familiar
Nivel
socioeconómico
Bajo Medio Alto Bajo y Medio Bajo y Alto Medio y Alto
Media Desv.
tip.
Media Media Desv. tip. Media Z Sig Z Sig Z Sig
Relaciones 38.31 2.48 38.86 38.61 38.61 2.23 -0.98 0.32 -0.80 0.42 -0.26 0.79
Cohesiones 12.05 1.34 12.29 11.91 11.91 0.87 -0.93 0.35 -0.06 0.95 -1.06 0.28
Expresividad 11.88 1.36 12.21 11.94 11.94 1.26 -1.35 0.17 -0.47 0.63 -1.10 0.26
Conflicto 14.37 1.59 14.35 14.75 14.75 1.33 -0.45 0.65 -0.92 0.35 -1.71 0.08
Desarrollo 64.28 4.00 64.29 66.80 66.80 2.77 -0.46 0.64 -2.97 0.00* -3.45 0.00*
Autonomía 13.77 1.88 13.94 15.47 15.47 1.38 -0.43 0.66 -3.93 0.00* -3.68 0.00*
Actuación 12.68 1.52 13.00 12.88 12.88 1.32 -0.77 0.44 -0.32 0.74 -0.52 0.59
Intelectual
Cultural 13.45 1.22 13.64 13.83 13.83 1.13 -0.39 0.69 -1.32 0.18 -0.83 0.40
Socio Recreativo 11.45 1.55 11.18 11.19 11.19 1.23 -0.71 0.47 -0.52 0.59 -0.21 0.82
Moralidad
Religiosidad 12.91 1.22 12.51 13.41 13.41 1.22 -1.47 0.14 -1.53 0.12 -2.88 0.00*
Estabilidad 26.14 2.40 25.86 26.41 26.41 2.66 -0.50 0.61 -0.76 0.44 -1.16 0.24
Organización 12.51 1.17 12.54 12.58 12.58 1.53 -0.09 0.92 -0.18 0.85 -0.02 0.98
Control 13.62 1,88 13.32 13.83 13.83 1.57 -0.68 0.49 -0.68 0.49 -1.56 0.11
*p<0,05
En la comparación realizada entre el estrato bajo y medio, no existen diferencias
estadísticas significativas. En el estrato bajo y alto existen diferencias significativas en la
variable de desarrollo y autonomía. En el último comparativo en el estrato medio y alto se
observa una diferencia significativa en la variable desarrollo autonomía y moralidad
religiosa.
Tabla N. 5. Comparación Bajo, Medio, Alto / Practicas Educativas Familiares
Nivel
socioeconómico
Bajo Medio Alto Bajo y Medio Bajo y Alto Medio y Alto
Media Desv.
tip.
Media Desv.
tip.
Media Desv.
tip.
Z Sig Z Sig Z Sig
Estilo autoritario 31.74 14.14 34.10 13.25 27.69 12.56 -0.64 0.52 -1.28 0.19 -2.13 0.03
Estilo externo
autoritario 9.94 5.84 11.10 5.20 9.11 6.03 -0.89 0.36 -0.56 0.56 -1.58 0.11
Estilo interno
autoritario 10.82 4.81 11.86 5.19 9.50 4.68 -079 0.42 -1.00 0.31 -1.87 0.06
Estilo T de norma
autoritaria 10.97 4.99 11.13 5.31 9.08 5.09 -0.21 0.83 -1.88 0.06 -1.77 0.07
Estilo equilibrado 52.45 11.72 47.81 7.65 50.00 7.59 -1.82 0.06 -0.94 0.34 -1.18 0.24
Estilo externo
equilibrado 17.88 5.29 16.08 3.68 17.25 4.62 -1.07 0.28 -0.23 0.81 -0.92 0.35
Estilo interno
equilibrado 17.77 4.23 15.48 3.99 16.55 3.01 -2.90 0.00 -1.85 0.06 -2.02 0.04
Estilo T de norma
equilibrada 16.80 4.45 16.24 3.41 16.19 3.26 -0.56 0.57 -0.63 0.52 -0.50 0.61
Estilo permisivo 40.37 11.86 39.51 9.02 30.86 12.81 -0.33 0.73 -2.65 0.00 -2.89 0.00
Estilo externo
permisivo 15.74 5.19 14.32 3.26 11.63 5.46 -0.72 0.47 -2.38 0.01 -1.91 0.05
Estilo interno
permisivo 11.60 4.08 11.72 3.81 9.41 4.90 -0.24 0.80 -1.96 0.05 -2.18 0.02
Estilo T de norma
permisiva 13.02 5.16 13.45 4.51 9.80 4.51 -0.55 0.58 -2.32 0.02 -3.18 0.00
*p<0,05
En el comparativo del estrato bajo 17.77 (4.23) y medio 15.48 (3.99) se evidencia una
diferencia significativa en el estilo interno equilibrado. Existe diferencia significativa en el
estilo permisivo en el estrato bajo 40.37 (11.86) y alto 30.86 (12.81), en el interno
permisivo 11.60 (4.08), 9.41 (4.90) y en el IT de norma permisivo, 13.02 (5.16) y 9.80
(4.51) entre los estratos bajos y altos. En el estrato medio y alto existen diferencias
significativas en los estilos autoritarios, 34.10 (13.25) y 27.69 (12.56) interno
equilibrado,15.48 (3.99) y 16.55 (3.01) permisivo, 39.51 (9.02) y 30.86 (12.81) externo
permisivo e interno permisivo.
Discusión
El interés por la presente investigación surge a partir de la limitada información que
reportan los artículos científicos a cerca de la relación entre prácticas educativas familiares
y clima social familiar con niños entre 2 y 3 años de edad. La población estudiada se
encuentra en una etapa evolutiva de la primera infancia, en la cual, según Secadas & Pastor
(1984) pag. 13 “los niños suelen ser dóciles, porque el aprender les resulta ganancioso. Les
es útil la adaptación, por los demás, parecen dispuestos a prestar su cooperación sin
regateos. Atienden a instrucciones verbales para facilitar la coexistencia, se acomodan a las
normas sin necesidad de insistirles y son capaces de llegar a un acuerdo.”
Para efectos del análisis de resultados se realizó una división por premisas y finalmente
una recopilación de las evidencias obtenidas en la comparación de cada una de estas:
Prácticas educativas familiares
Alonso y Román (2005), López, Peña y Caro (2008) plantean, que las pautas
educativas no contradictorias y mejor definidas producen, en general, efectos positivos en
la socialización, desarrollo de competencias sociales, índices más altos de autoestima y
bienestar psicológico.
En relación con nuestra investigación encontramos que en la tabla No 5; no existe
un estilo de prácticas educativa definido en las familias, sin embargo cabe resaltar que el
estrato bajo tiene una puntuación mayor (52.45) en la utilización de la práctica del estilo
equilibrado. Paralelo a lo anterior las familias del estrato medio practican de manera
recurrente el estilo autoritario.
Según los planteamientos de López, Peña y Caro (2008), aún cuando todos los
padres defienden pautas democráticas, existe un grupo muy reducido de familias con un
estilo educativo definido. Esta conclusión resulta congruente con nuestros resultados, en la
medida que en los diferentes niveles socioeconómicos (bajo, medio y alto), no se evidenció
la práctica de un único estilo educativo en las familias, además, al comparar cada uno de los
niveles socioeconòmicos se encontraron diferencias significativas entre las prácticas
educativas permisivas (p= 0.004) y autoritarias (p = 0.033) de las cuales hacen uso las
familias evaluadas en el estrato medio y alto.
Clima Familiar
Escrivá, García & Pérez en su investigación aluden que los factores de cohesión,
expresividad y organización familiar guardan relación positiva con todas las áreas del
autoconcepto, mientras que la conflictividad familiar es el factor que mantiene la relación
negativa. En relación con los resultados de nuestra investigación no existen diferencias
significativas entre los estratos en estos mismos factores, por lo tanto podemos concluir que
en las familias encuestadas existe un equilibrio entre los factores de cohesión, expresividad
y organización, que puede incidir favorablemente en el clima familiar, proporcionando una
mayor adaptabilidad entre sus miembros.
Vera & Morales indican tres tipos de clima familiar: disciplinado, cohesionado y sin
orientación. El clima sin orientación se asocia a una percepción negativa del niño y a las
medias más bajas en su desarrollo. Esta afirmación resulta coherente con nuestros
resultados en donde observamos diferencias significativas en la categoría desarrollo entre el
estrato bajo y alto (0.003) y entre el estrato medio y alto (0.001), Este criterio es
fundamental en el clima familiar, siendo afín con el postulado de Huerta, (1999). En donde
propone que en nuestra sociedad se tiende asumir que los niños se desarrollan bien, cuando
se crían en el seno de una familia saludable y un clima familiar adecuado, adicionalmente
una familia será saludable en la medida que funcione como un sistema abierto, con reglas,
prácticas educativas y roles apropiados a cada situación, donde sus integrantes se
comuniquen tolerando las diferencias individuales, lo cual favorece la cohesión y promueve
el crecimiento de sus miembros.
Moos (1987) establece que el factor autonomía se encuentra enmarcado en una
dimensión global denominada “Desarrollo”, debido a esta relación directamente
proporcional nuestra investigación arrojo diferencias significativas en este criterio entre los
estratos medio y alto (0.000), y bajo y alto (0.000) , factor de gran influencia en el
desarrollo de los miembros de la familia ya que permite que estén seguros de sí mismos,
para la toma de sus propias decisiones.
A modo de síntesis se puede plantear que los procesos vinculados entre las practicas
educativas familiares y el clima familiar se desarrollan entrelazados y de manera incidente.
Los resultados obtenidos en nuestra investigación, dan evidencia de la pertinencia del
presente trabajo investigativo para futuras propuestas de intervención y avances teóricos
acerca de las temáticas presentadas.
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