Reglas sociales
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Reglas para ser un fan
Sociosemiótica de las Reglas Sociales
NIVIEMBRE 2012
2 [SOCIOSEMIÓTICA DE LAS REGLAS SOCIALES]
REGLAS PARA SER UN FAN – NOVIEMBRE 2012
Aremy Ávila Ejecutiva
Dulce Muro Periodista
Alejandra Torres Periodista de Moda
Getsemaní López Periodista
Karina Mejía Directora de Cine
Resumen Las reglas sociales conforman y guían nuestra sociedad, son expresiones características de una cultura, pues están en sí mismos cargados de sentido y apropiación. Las normas sociales constituyen entonces una narrativa del "nosotros", estructuran y reestructuran el sentido de comunidad. Es a través de socializaciones primarias en los núcleos familiares donde adquirimos las primeras pautas de comportamiento públicamente aceptado, aunado posteriormente a los aprendizajes en otros contextos. El escenario para decidir quién o qué tiene poder sobre nosotros, es la cabeza, espacio donde se instalan las reglas sociales. Son herramientas del poder. En este análisis sobresalen las voces de James Lull y Manuel Castells quienes definen reglas sociales (Lull) y poder (Castells). Ambos tratan con maestría las herramientas utilizadas para interioridad dispositivos para delimitar las formas de pensar, sentir, creer y actuar de los individuos. El dominio de la sociedad sobre la individualidad se muestra en el actuar diario y las representaciones de ese actuar. En este texto pondremos como objeto para el análisis semiótica, la serie "Soy tu fan" donde se encontraron diversas reglas sociales. Palabras clave Reglas sociales, análisis semiótica, Soy tu fan, sentido, comunidad, culturas, sociedad, pautas de comportamiento, herramientas de poder, poder. Abstract Social rules shape and guide our society, are characteristic expressions of a culture, as they are in themselves full of meaning and appropriation. Social norms are then a narrative of "us", structure and restructure the sense of community. It is through primary socialization in households where we acquired the first publicly accepted standards of behavior, coupled later learning in other contexts. The stage to decide who or what has power over us, is the head space where social rules are installed. They are tools of power. In this analysis projecting the voices of James Lull and Manuel Castells who define social rules (Lull) and power (Castells). Both try to master the tools used for interior devices to delineate the ways of thinking, feeling, believing and acting of individuals.
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REGLAS PARA SER UN FAN – NOVIEMBRE 2012
The dominance of society over the individual shown in the daily act and representations of that act. This text will like object for semiotic analysis, the series "I'm your fan" where they met various social rules. Keywords social rules, semiotic analysis, I'm your fan, respect, community, culture, society, behavior patterns, power tools, power. Introducción Metodológica El presente texto analiza las reglas sociales presentadas en la serie televisiva “Soy tu Fan” producida y distribuida por la cadena Once TV México bajo la guía conceptual de James Lull y Manuel Castells, como principales teóricos especialistas en la definición de los términos contenidos. El texto está constituido en dos partes, el primero expone características generales de la serie tales como ficha técnica y sinopsis. La segunda sección, presenta qué temporada, qué capítulo, cuáles minutos se analizarán y qué reglas sociales de entre todas las encontradas, se considerarán relevantes. Es importante aclarar que a manera de cierre de esta sección habrá una alusión al manual de Carreño por su pertinencia al tema. Marco Conceptual James Lull: Reglas Sociales Las reglas son exigencias, son formas de dirigir comportamientos, de establecer lo que está bien y lo que no, lo que está prohibido y lo que no. Existen reglas para todo y de distintas clases, reglas deportivas, burocráticas, sociales, que regulan la manera de hacer las cosas o para establecer un control, como por ejemplo, en el salón de clases. Incluso hay reglas para romperse y reglas para romper las reglas, así como reglas para sancionar a quienes rompen las reglas. Sin embargo, las reglas rara vez están formalizadas, y así, las reglas informales de conducta social constituyen la base cultural de las sociedades. Según Immanuel Kant, las reglas son ante todo, expresiones constitutivas. Es decir, trazan los posibles cursos del pensamiento y acción humanos, los cuales se reinterpretan para constituir una realidad y la guía de comportamiento social dentro de la misma. La regla es un principio estructurador mediante el cual le damos sentido a las representaciones simbólicas y a las pautas sociales a las cuales estamos acostumbrados por la rutina y cotidianeidad. Las reglas nos dicen qué existe, en qué medida y con qué relación, según lo expuesto por James Lull.
De esta manera, las reglas regulan la conducta social dentro de la realidad estructurada, guiando y sancionando los distintos comportamientos humanos, en maneras particulares, imponiendo también, sistemas de orden en la interacción social. Las reglas cumplen dos tareas básicas: dirigen el pensamiento y acción sociales, estableciendo lo que es normal, aceptable o correcto, y además especifican cómo debe llevarse a cabo la interacción social. Así, conducen a compresiones coordinadas interpersonales, que están en la base de la actividad social configurada y que la promueven. Las reglas logran construir toda esta realidad porque se basan en valores, mismos que muestran, valores culturales e ideologías que han logrado identificarse, legitimarse, concretarse y extenderse a través del tiempo y del espacio de la acción social. Las reglas dirigen nuestro comportamiento y son gestoras del imaginario de una sociedad “normal” o perfecta, que sin embargo no se alcanza nunca, pues siempre habrá manera de romperlas. Son matrices ideacionales percibidas de la organización social. Manuel Castells: El poder El sociólogo Manuel Castells, catedrático y reconocido escritor de “Comunicación y Poder” (2009) nos brinda una clara e inteligente definición de lo que es Poder. No podemos comenzar a hablar de poder sin antes mencionar a la comunicación, según Castells, ésta es sencillamente el resultado de compartir significados con la retroalimentación de por medio; y el poder siempre va de la mano de la comunicación, el poder es el medio para que la comunicación crezca e influya. El poder se ejerce contra algo o alguien porque ¿qué sería el poder si no hubiera a quien subordinar? No sería nada, se necesita de ambas partes de aquel que tenga el control ya sea por coacción o construcción de significado, y ese otro que recibe la acción. Quien tiene el poder es aquel que tiene la capacidad de sembrar un criterio en otro, de formar un juicio, de adaptar la mente de otro de acuerdo a sus necesidades o conveniencias. Pero más allá de saber quién o cómo originan los mensajes tenemos que entender cómo se procesa todo esto en las redes cerebrales. Todos sabemos que desde este siglo las redes sociales han sido de gran importancia para la comunicación en nuestra sociedad, estas redes incrementan la existencia de lo que Castells denomina como: “autocomunicaciones de masas” ya que aumenta la autonomía del sujeto y lo convierte tanto en receptor como en emisor, cosa que difícilmente se logra en otros medios.
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Aunque el poder está dividido en distintos sectores de la estructura social, sigue siendo el estado (como lo ha sido por muchos años) el elemento decisivo para la impartición de poder, que así mismo éste depende de otras fuentes de poder. Como en todo, siempre existe la contraparte de algo y la dominación no es la excepción, pero éstas no siempre se constituyen de la misma manera, están constantemente sujetas a la estructura social en que se desarrollan. Para concluir cito a nuestro autor: “El poder es una relación, no es una cosa, no es un ente. No hay el poder desencarnado, hay gentes, instituciones que establecen una relación de poder”. Ambos elementos: Reglas sociales y Poder La relación que existe entre el poder y las reglas sociales puede rescatarse desde diferentes perspectivas: Primero tenemos que ambos conceptos funcionan bajo una capa de invisibilidad que les otorga una apariencia inofensiva, e incluso esencial, ante el quehacer cotidiano. Sin embargo su verdadera naturaleza reside debajo de esta cubierta de inexactitud, pues su consolidación y dependencia mutua es lo que ayuda a que la otra prevalezca. Basándonos en la conceptualización anterior de ambos temas, podemos encontrar que el poder, que se cristaliza en las instituciones, utiliza a las reglas sociales como un instrumento con el cual consolidarse entre la sociedad y permanecer estable en la mente de los individuos. Las reglas sociales que acatamos diariamente no existen por casualidad y no fueron precisamente creadas para “sostener la armonía y el bien común”, sino por el contrario, obedecen intereses que poco tiene que ver con el bien social. Si bien las reglas sociales pueden compararse a un molde con el cual han “educado” nuestra lógica y nuestro pensamiento, las instituciones son las encargadas de recordar y recrear estas reglas sociales. Sin las reglas sociales que coordinen nuestra actividad social, cada individuo actuaría a placer, lo cual se confrontaría directamente con la ejecución del poder. La reglas sociales son ese contrato invisible que, con cada día que pasa, con cada acción que aprendemos a relacionar con su situación, vamos firmando lentamente hasta que llega el momento en que nuestro nombre completo está inscrito en dicho documento. En ese momento actuamos de manera automática, casi sin pensarlo, porque en realidad no tenemos la necesidad de hacerlo. Las reglas sociales conducen nuestro andar por la vida ahorrándonos la necesidad de cuestionar el estilo de vida que vivimos. El que tanto como individuos sociales como instituciones asuman una serie de reglas, confiere seguridad a las dos partes. La primera, en cuanto a estabilidad emocional y la segunda, en cuanto a conducirse de dichos individuos.
Las reglas sociales son el argumento que utilizan las instituciones para justificar la realidad que nos han mostrado como cierta, en consecuencia, sin las reglas sociales las instituciones se desmoronarían. Cuerpo del trabajo: Reglas sociales y poder Primera parte: Soy tu fan Soy tu fan es una serie de televisión que, al igual que todas las series, el humorismo—poco o mucho—que presenta se soporta sobre el rompimiento de reglas sociales. Sinopsis. Todos somos, en mayor o menor medida, fanáticos de alguien. Todos amamos irracionalmente a esa persona que no está a nuestro lado y que constituye el encanto inalcanzable de quien admiramos. Queremos ser el otro, estar con el otro. A veces nos conformamos con contemplarle a distancia; otras veces, buscamos un encuentro. Ser fan propone siempre una relación que por definición es desigual. Uno ama de antemano. Se enamora de una proyección, de algo que uno inventa. Soy tu fan no es una historia de grandes amores ni de ídolos inalcanzables, sino de personajes reales que nos muestran cómo podemos volver fanáticos de alguien que está a nuestro lado pero a quien, por alguna misteriosa razón, no podemos acceder. Es una historia de amor (no tan) clásica, repleta de soledades, encuentros y pequeñas grandes alegrías. Ficha técnica:
Soy tu fan
Género Comedia Romance Creador Dolores Fonzi
Constanza Novick Reparto Ana Claudia Talancón
Martín Altomaro Osvaldo Benavides Maya Zapata
País de origen Nicaragua Localización DF, México Idioma/s Español Temporadas 2 Episodios 14 Producción Producción Diego Martinez Ulanosky
Producción ejecutiva Pablo Cruz Constanza Novick
Emisión Cadena original Once TV México
MTV Latinoamérica (2011)
Duración 42 minutos aprox.
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REGLAS PARA SER UN FAN – NOVIEMBRE 2012
Fechas de emisión 28 de abril de 2010 al aire
PRIMERA TEMPORADA CAPITULO 1.
En el fotograma anterior se puede observar la regla social dicha en los diálogos y en la manera de comportarse de Charly diciéndole lo siguiente a su amiga Ro: Charly: “wey no manches dicen que te tardas la mitad del tiempo que anduviste con alguien en olvidarlo, yo llevo 20 días me falta un año y medio wey”, Ro: “estas jodida”. Norma social: Frente a la disolución de una relación amorosa provoca en ambos o uno de los interesados un periodo de luto caracterizado por: tristeza, lágrimas, descuido personal, aislamiento, en algunas ocasiones alteración del comportamiento, ansiedad, depresión, entre muchos otros efectos.
Duración: 0” 0´ a 1” 36´
En estos minutos observamos a Charly y a una de sus amgas, quien la convenció de salir a distraerse en un antro para presentarle a un joven. Charly se resiste a interesarse por él, no sonríe y apenas le habla. Su amiga le pide que la acompañe al baño y ahí le llama la atención sobre su comportamiento hacia el joven, la convence de sonreírle y prestarle atención. En el siguiente corte del capítulo podemos observar las siguientes reglas sociales:
• El baño es un espacio donde se puede hablar de asuntos íntimos y a él se acude en parejas o más.
• Coquetear con un hombre implica: sonreír, reír de sus bromas e interesarse por su vida y sus logros.
Duración: 16”21 a 18” 00´
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Es la primera vez que Charly conoce a la novia de su hermano, cuando ella se levanta por té para acompañar la cena, encuentra a su hermano y a su reciente pareja acostados en el sillón, besándose y acariciándose. Ella deja el té en la mesa y sube a la planta alta. Norma social: La sexualidad de una pareja no se ejerce ni se expone frente a la familia. En el primer capítulo de la serie se pueden observar infinidad de reglas sociales que hoy en día se ven reflejadas en la juventud, para tener más claro todas estas, pueden verificar el capitulo uno en la siguiente dirección : http://www.youtube.com/watch?v=o3-‐AnVaw_gU Segunda Parte: Reglas sociales y poder Vivimos en una sociedad que estableció arbitrariamente reglas que no siempre buscan en bien común, sino que fueron producto de la experiencia adquirida a lo largo de la historia de la formación de comunidades, esas reglas son la base de la cultura. Estas reglas tienen según James Lull la característica de no muchas veces no estar
Duración: 30”01´ a 31” 11´
por escrito, estar cargadas de representaciones simbólicas, basarse en valores, sancionar y premiar. Además de tener por objetivo el de dirigir los pensamientos y las acciones de los humanos, manteniendo así la normalidad, lo que está dentro de la norma, también especifica cómo debe llevarse a cabo la interacción social. El cumplimiento de estas normas legitima a quienes las impusieron—a la sociedad materializada en quienes las cumplen—otorgándoles poder sobre quienes no las respetan y sobre las normas mismas. El proceso es corto si se mira desde una perspectiva cíclica: Si respetas las reglas, repites modelos aceptados por la comunidad y te conviertes en uno de quienes las imponen. Este círculo se rompe cuando un grupo de personas eligen otros modelos de pensamiento y acción, entonces se crea otro círculo. El periodo de luto consecuencia del rompimiento con una pareja sentimental, por ejemplo, es una consecuencia de un estado de ánimo que tiene que ver en menor medida con las normas a las que nos referimos, sin embargo, los rituales y las características alrededor de este comportamiento son en efecto manifestaciones de la regla social ¿Qué sentir cuando terminas con tu pareja? ¿Qué hacer? ¿Cómo comportarte? Visto desde la sociología—no tanto desde la psicología—para esta etapa se ha acuñado un dicho popular en torno al ritual del quehacer de las amistades cuando algún elemento pasa por esto: “Sacar un clavo con otro clavo”, indica conocer a otro u otra para olvidar a la pareja anterior, esto muchas veces viene acompañado por la insistencia de las amistades por salir a fiestas, ir de compras, bares, cine u otras distracciones y por medio de estas, conocer más hombres o mujeres. En Soy tu fan, este ritual se representa fielmente y es el elemento que conduce la narrativa del capítulo. En el segundo fotograma observamos normas tales como el baño de mujeres como escenario de pláticas íntimas en donde sólo participan personas del mismo sexo y al que generalmente se acude acompañada en parejas o grupos más grandes. Es un ritual que a los hombres les llama la atención, les provoca curiosidad y han hecho tantas conjeturas para responderlo… Es innegable que pertenece a un código implícito entre mujeres: lo encontramos en niñas hasta en adultos aunque poco a poco se disuelve conforme la edad, aunque más lentamente la concepción de los baño como un encuentro con otra que excluye a los hombres. Hay que recordar que las reglas sociales que acatamos diariamente no existen por
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casualidad y no fueron precisamente creadas para “sostener la armonía y el bien común”, sino por el contrario, obedecen intereses que poco tiene que ver con el bien social. El baño es un espacio físico donde se establece comunicación, se refuerzan relaciones incluso relaciones asimétricas de poder. La acción narrativa desarrollada en el tercer fotograma expone un punto delicadísimo en el protocolo familiar implícito para la presentación de una pareja sentimental de alguno de los elementos. Es la familia el núcleo por excelencia donde se transmiten, adquieren y concentran las reglas sociales. Las pautas aprendidas en la familia son herramientas por las cuales los elementos con autoridad ejercen el poder que tienen sobre los integrantes sin poder, establecen una relación “el poder es una relación, no es una cosa, no es un ente. No hay el poder desencarnado, hay gentes, instituciones que establecen una relación de poder” (Castells, 2009). Entre un sinfín de códigos, están los que involucran la sexualidad y en especial los que tienen que ver con su ejercicio, su manifestación. Desde no tener sexo en público—una norma relacionada con la aceptación de quienes actúan en películas porno o las consumen—hasta no besarse y acariciarse frente a la familia son normas que regulan nuestra actuación ¿Qué hacemos? ¿Cuándo lo hacemos? ¿Cómo lo hacemos? ¿Qué es normal (es decir, dentro de la norma)? ¿Qué no lo es? Las relaciones de poder y normas de hace 20 años se han sustituido, modificado o deteriorado en este presente, es por lo tanto predecible que en algún momento sea un grupo minoritario el que las siga, pero eso no significa la destrucción de códigos de normas, sino el crecimiento de usuarios de otras, su fusión, su mutación incluso. La rebeldía, entonces, es una “re-‐imposición” de otros códigos, de otras normas. (Falta copiar lo del manual de carreño y que la buena dudu escriba la conclusión pero no sé si ambas partes van en conclusiones) Manual de Carreño Apartado “F”: Del modo de conducirnos cuando hacemos visitas. 5 — “Jamás permanezcamos ni por un momento con el sombrero puesto en la casa en que entremos, desde que tengamos que dirigir la palabra a cualquiera de las personas de la familia que la habita, que no sea un niño o un doméstico, aun cuando todavía no hayamos penetrado en la pieza de recibo.”
Carreño nos dice que es atentar en contra de la moral y las buenas costumbres el ingresar a una estancia en donde nosotros seamos los visitantes sin antes habernos quitado el sombrero. Es sabido desde tiempos muy antiguos que los accesorios que se colocan en la cabeza tiene un simbolismo más profundo que el de una simple decoración estética. Sucede que las coronas, penachos, diademas, tiaras y laureolas reflejan una posición social, la cual se relaciona directamente con la soberanía o el poder que puede ejercer la persona que porte dicho accesorio. Incluso se le puede asociar con el halo o aureola con que son representados las divinidades o santos en algunas religiones como la cristiana. El hecho de que nos desprendamos de este implemento cuando entremos a un complejo ajeno demuestra una forma de respeto y humildad con la nuestro anfitrión, ya que también es mal visto la presuntuosidad, la soberbia y la frivolidad. Sin embargo aquí surge una excepción importante: si nuestro receptor es un niño o un doméstico, podemos perder absoluto cuidado, ya que, según Carreño, estos individuos no son lo suficientemente importantes como para merecer nuestras muestras de respeto y humildad. Igualmente, desde tiempos remotos, los niños y los “sirvientes” son considerados como menos que una persona y, en muchos de los casos, éstos segundo incluso considerados mucho menos que animales. Los niños son menospreciados por su “falta de educación y comportamiento” ante un adulto. La ayuda doméstica es desfavorecida por la procedencia de su actividad, el color de su piel o su raza-‐ procedencia. La reproducción de ésta norma puede pensarse obsoleta en nuestros días ya que la mayoría de las personas han dejado de utilizar de manera cotidiana un sobrero, sobre todo los varones. Lo que hoy en día podemos reconocer son gorras, cachuchas u otro tipo de prenda mucho más informal que el sombrero del imaginario de Carreño. Aún con ello, los individuos de hoy no aplican la norma, en cuanto a separarse del accesorio, sin embargo y con dolorosa pena, en lo que a ignorar a niños o servicio doméstico se refiere, podríamos decir que se mantiene. Conclusiones El poder es fundamental en las reglas sociales para que éstas existan y se cumplan, ¿por qué? Pues simplemente porque debe haber un poder ejercido sobre un subordinado, en este caso la sociedad, que se ve oprimida por las convenciones sociales y las normas morales que se han ido creando a lo largo del tiempo. Aunque es cierto que es la misma sociedad quien gestiona sus propias reglas, pues se trata de una realidad construida en colectividad, existe un poder que nos hace seguir estas normas, quizá por encajar mejor en este grupo colectivo llamado sociedad; siguiendo desde las reglas o convenciones más simples, hasta las llevadas a lo legislativo, como parte de una sociedad y de una que se jacta de sus buenas costumbres, todos debemos aprender y adecuarnos a estas normas.
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