Tonantzin-GuadalupeIlhuícatl Miquitlalpan

ReflexionesLa Corona de Adviento

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Índice

ADEMÁSPortada:

Canonización de Rafael Guízar y Valencia.

COPYRIGHT ® Servizio Fotografico de "L´O.R."

Diseño de Portada: Arturo Pardo AyalaDiseño de Interiores: Ricardo Galindo, Lidia Binzhá, Arturo Rocha.

Mensaje del Rector

GRUPO EDITOR

PresidenteMons. Diego Monroy Ponce

DirectorLic. Arturo Rocha Cortés

EditorialLic. Ángel Roa Hernández

Jefe de FormaciónRicardo Galindo Melchor

ColaboradoresP. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio Ricardo Galindo Melchor - Martha Reta Hernández - Lenice Rivera Hernández - Iván Martínez Huerta - Arturo Pardo Ayala - Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez - Lic. Marcela Vallecillo Gómez - Lic. Samuel Jiménez Hernández - María Guadalupe Bustamante Rosas

Boletín Guadalupano es una publicación mensual y gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg. Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 5577-6022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo electrónico: basilicadegpe@aol.com. Página web: www.virgendeguadalupe.org.mx.

Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de Licitud de Contenido núm. 10545, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Licitud de Título núm. 12972, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de SEGOB, expedido el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2004-102812475400-106, expedido por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor, el 28 de octubre de 2004.

DiseñoArturo Pardo, Arturo Rocha y Ricardo Galindo

Formación Editorial Arturo Rocha y Ricardo Galindo

ImpresiónLitográfica Delta S.A de C.V.

Pascual Orozco 47, Col. San Miguel Iztacalco, C.P. 08640, Deleg. Iztacalco, México D.F., con

un tiraje de 10,000 ejemplares.

En portada

Oraciones

Actividades de Diciembre de 2006

www.virgendeguadalupe.org.mxVisita el sitio oficial de la Basílica de Guadalupe:

Cultura y Arte

4 Editorial

Juan Antonio de Alarcón y Ocaña

Iván Martínez Huerta

Sabías que...zaSción

Pbro. Gabriel Rodríguez M.

Guía de Documentos Novohispanos del Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe.

El más allá

Diác. Mario Bustamante

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FamiliaGuadalupana

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La Corona de Adviento

Lic. Ángel Roa Hernández

Oficialías de Actas y Asuntos Pre-Matrimoniales M.I. Sr. Cango. Pbro. Lic.Pedro Rafael Tapia Rosete

Mons. Diego Monroy Ponce saluda a todos nuestros peregrinos y lectores

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Tonantzin Guadalupe

Pastoral

GuadalupanoAcontecimiento

Conociéndonos

Santa María de Guadalupe "Esperanza nuestra" ús

Lic. Ma. Concepción M.C. de Jiménez

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Reflexiones

Retratos y Semblanzas

Diócesis de Tlaxcala Danzantes del Distrito Federal y Estados Universidad Iberoamericana

María Guadalupe Bustamante Rosas

Peregrinaciones

Carta de Fray Diego de Santa María. (Fin.)

Lic. Arturo Rocha Cortés

Ilhuicatl Miquitlalpan(La fiesta en la tierra de los muertos)

Liliana Jamaica Silva

Pbro. Luis García González

Lic. Marcela Vallecillo Gómez

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MENSAJE DEL RECTOR

M

uy queridos hermanos y hermanas. Este mes tan especial para nosotros, en el que honramos el recuerdode nuestros difuntos, los saludo con las palabras del Apóstol san Pedro: Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, por su gran misericordia. Pues al resucitar a Cristo Jesús de entre los muertos, nos dio

una vida nueva y una esperanza nueva.

La solemnidad de Todos los Santos y la conmemoración de los Fieles Difuntos son celebraciones aunque muy enraizadas en el corazón de nuestro pueblo, cada vez más se alejan de su genuino espíritu. Debemos señalar que son celebraciones litúrgicas, las que con una adecuada formación catequética y doctrinal nos ayudarán a comprender mejor el misterio de la esperanza cristiana y de la misma escatología.

El recuerdo de nuestros muertos debe llevarnos a orar por ellos; “es una idea santa y provechosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados” (2 Mac 12, 45). Pero también debe ser una oportunidad para mirar cómo anda nuestra vida y cómo van nuestras cuentas allá en el cielo.

Para el cristiano la muerte no es el fin, sino el principio de la vida. Esto lo podemos afirmar gracias a la resurrección de Cristo, pues para quienes creemos en Él, como dice san Pablo, si Cristo ha sido nuestra vida, nuestra muerte en Él será una ganancia. La muerte fue transformada por Cristo. Jesús, el Hijo de Dios, sufrió también la muerte, propia de la condición humana, pero a pesar de su angustia frente a ella (Mc 14, 33-34; Heb 5, 7-8) la asumió en un acto de sometimiento total y libre a la voluntad del Padre. La obediencia de Jesús transformó la maldición de la muerte en una bendición (Rm 5, 19-21).

Celebrar a nuestros difuntos es vivir en la comunión de los santos. Junto a los miembros de la Iglesia del cielo, a los de la Iglesia purgante, aclamamos con ellos aquí en la tierra una misma esperanza, Jesucristo nuestra vida y resurrección. Ya la Lumen Gentium en su número 49 nos habla de esta realidad: Todos, sin embargo, aunque en grado y modo diverso, participamos en el mismo amor a Dios y al prójimo y cantamos el mismo himno de alabanza a nuestro Dios. En efecto, todos los de Cristo, que tienen su Espíritu, forman una misma Iglesia y están unidos entre sí en Él.

Mis amados hermanos y hermanas: que el recuerdo de nuestros difuntos, además de acrecentar hacia nosotros su intercesión, nos anime a prepararnos a ese encuentro definitivo con el Señor. Encuentro que será repentino e imprevisto, pues nadie sabe ni el día ni la hora. Que en el gran día nos acompañen nuestras buenas obras, la oración de la Iglesia y la intercesión de nuestra Muchachita la Virgen María y de su esposo san José, patrono de la buena muerte.

En días pasados, la Providencia me permitió estar en Roma y participar en la canonización de san Rafael Guízar y Valencia, quinto obispo de Veracruz y primer obispo de Latinoamérica, declarado santo.

La santidad de don Rafael es la misma a la que estamos llamados todos los bautizados. Su testimonio de caridad hacia los pobres y su celo por la Iglesia distinguieron su vida sacerdotal y episcopal, aún en las peores circunstancias. Esta es precisamente la santidad que celebramos el día primero de noviembre, la que debe acompañarnos durante nuestra vida. Invoquemos la intercesión de los santos, especialmente aquellos cercanos a nosotros por ser de nuestro tiempo, por haber llenado con el testimonio de su vida el corazón de muchos y sobre todo por haber derramado su sangre en nuestra tierra, fecundandola con nuevas expresiones de santidad.

Unamos a estas celebraciones la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, culmen del año litúrgico; mientras que el tiempo de vigilia, oración y penitencia de la Iglesia nos introducen al ciclo del Adviento, y con él, a un nuevo año litúrgico.

Con ocasión del Año Jubilar Guadalupano, durante el mes de noviembre, y en los demás del año, además de festejar y acrecentar nuestro amor por la Dulce Señora del Cielo, tenemos oportunidad de alcanzar el privilegio de la Indulgencia Plenaria. Ojalá nos esforcemos en acopiar, para beneficio de nuestra vida espiritual, este rico tesoro de la gracia, conforme a la tradición de la Iglesia y lo dispuesto por nuestro arzobispo.

Los festejos jubilares de este mes estarán coordinados por el M. I. Sr. Cango. Juan Aranguren Ucieda quien, asistido por los Rotarios de la Villa, organizarán una Jornada Médica acompañada de conferencias. Por ser domingo este día de fiesta, mayor realce revestirá a nuestras celebraciones, pues cada una de ellas resaltará la importancia del acontecimiento que transformó el corazón de México. Al caer la tarde, nuestro atrio se vestirá de luces coloridas, en la ofrenda que años con año los Pirotécnicos de la República ofrecen a nuestra Madre y Señora.

El veintiséis de este mes, el Señor me concede un año más de vida, les ruego una oración para este servidor de ustedes. A las nueve de la mañana, durante la misa de Cabildo, agradeceré al Dueño de la Vida por la que ha puesto en mis manos. Les invito a que me acompañen a agradecer este don con el que me he proyectado como hombre cristiano y sacerdote.

Dios les bendiga.

Monseñor Diego Monroy PonceVicario General y Episcopal de Guadalupe

Rector del Santuario

El mes de septiembre afirmábamos que las fiestas patrias eran la antesala de un año por terminar. Ahora que estamos en el

umbral de éste, no queda más que recapitular y comenzar a “poner todo en la balanza”. No hay que esperar a que llegue el último día del año para hacerlo. A medida que pasan estos últimos sesenta días, la algarabía y la efervescencia del espíritu consumista y lo abochornador que antecede a la Navidad nos imposibilitan pensar en el verdadero sentido de las fiestas de fin de año, entiéndase en ellas: las Posadas, la Noche Buena y la Navidad, el Año viejo y el nuevo, el día de Reyes; incluso la misma fiesta de la Candelaria.

Ese poner todo en la balanza nos lo vuelve posible en el tiempo del Adviento. Durante cuatro semanas la voz de Isaías, de Juan y de María nos ayudarán en este recorrido hacía la noche santa de la Navidad, en la que Jesucristo, Verbo eterno del Padre, en la humanidad de nuestra carne, nos reconcilió con Dios, dándonos a conocer su amor, haciéndose nuestro modelo de santidad y participándonos de su naturaleza divina. Es el Adviento el tiempo propicio para entender el valor, el significado y la trascendencia de la encarnación del Hijo de Dios.

Si bien es cierto que la Navidad es alegría, también lo es que tiene a su alrededor muchos ruidos, gritos que la desorientan y la pervierten de su genuino sentido. Es verdaderamente triste que muchos que se dicen cristianos no comprendan el verdadero valor de la encarnación y el nacimiento de Jesús Salvador. Es necesario en este tiempo, buscar el silencio y lograr escuchar en él la voz del Señor, que con exigencia trastoca toda nuestra vida. Es por eso que se hace necesario vivir el Adviento con una nueva orientación, preparando la venida del Señor, según sus caminos: es enderezar lo torcido e igualar lo escabroso. Es necesario ver qué aspectos de nuestra vida tenemos que cambiar, qué cosas elevar o rebajar, cómo dice san Juan, y cuál es el sendero recto por el que debemos transitar.

La celebración histórica de la venida del Señor en la carne, nos mueve a centrar la mirada en el futuro y mantenernos alertas y vigilantes para esperarlo al final de los tiempos. En la tensión del ya, pero todavía no. Cristo día a día viene a nuestra vida; basta detener la mirada, ver a nuestro alrededor y ahí lo encontraremos; en el enfermo, encarcelado, abandonado, hambriento, en el más pobre, en el más débil, en el recién nacido. Nuestro Adviento debe girar y esperar en torno a todos ellos, seguros en la promesa de que Él vendrá de nuevo.

Es necesario que hagamos de este ciclo de Navidad un verdadero encuentro con los hermanos, semejante al que Cristo realizó con nosotros al encarnarse en el seno virginal de María, la mujer de la esperanza plena. Este es el único “comercio” que sí vale en este tiempo, pues Él comerció con el eterno Padre el precio de nuestro rescate: su Sangre inmaculada.

Es nuestro deseo que en este tiempo de gracia del Adviento, las balanzas de nuestra vida diaria, se inclinen rebosantes hacia las cosas buenas, hacia los valores que ennoblecen y enaltecen nuestra dignidad humana y cristiana. Unidos en la alegre esperanza de la Iglesia, digamos: "Ven, ven Señor, no tardes".

EDITORIAL

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on ésta colaboración concluimos la segunda carta de Fray Diego de Santa María a Felipe II, en la cual se ocupó del santuario de

Nuestra Señora de Guadalupe de México.

En estos folios finales, la materia guadalupana se ha visto agotada y ha pasado el jerónimo a abordar otros temas. Llama nuestra atención lo que afirma sobre los indios, a quienes tiene por "tan holgazanes, tan flemáticos y perezosos, hombres de tan poca codicia que se están todo el día holgando y toda la vida contentándose con dormir en una esterilla e traer las carnes de fuera...".

Advierte el monje que los españoles deberían de pagar con justicia el trabajo de estos indios y que "los hiciesen trabajar y ganar de comer y con esto se labrarían las tierras y baldìos que hay muchos, y las minas no serían desamparadas por falta de gente, en lo cual la Real Hacienda sería muy aumentada y [...] Dios Nuestro Señor servido..."

La creciente devoción a Nuestra Señora de Guadalupe en México traería a estos indios (y a los propios españoles, según hemos visto) otro tipo de beneficios: beneficios de índole espiritual y el haber facilitado a aquellas flacas gentes el acercarse al mensaje de Cristo, en una iglesia que, ya diría Sahagún diez años después, en 1585, parecía estaba erigida sobre falso y bien estropeada y arruinada. (Prólogo al Arte Adivinatoria, Ms. 1628 de la BNM).

Lic. Arturo Rocha CortésDirector del Boletín Guadalupanorocha@basilicadeguadalupe.org.mx

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* Carta de fray Diego de Santa María al rey Felipe II (24 de marzo de 1575), AGI, México 283.

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Acontecimiento Guadalupano

Carta de Fray Diego de Santa María(1575)* (fin)

Carta de fray Diego de Santa María a Felipe II (24 de marzo de 1575), AGI, México 283, f. 3r. © Archivo General de Indias. Prohibida su reproducción parcial o total.

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Acontecimiento Guadalupano

Paleografía

Acontecimiento Guadalupano

tan atentadamente Y les haze justicia de Suerte que lo lleban con Paçiençiaa lo menos yo entiendo que Van mejor gouernados que Por sus alcaldes qu[...] cossa Notoria no han querido Perder su Preheminençia y los han Elegido Es[...] año ey hazer sus offiçios Pero bien se be auer sido cossa muy açertada lo que se hafecho y para la conseruaçion deste offi[ci]o parece ser neccessario q[ue] sea fauorecido de la audi[encia]y VirreyLa mayor parte de los españoles se quexan de que no se les dan tierras en quelabrar ni yndios que les ayuden los quales son tan holgaçanes tan flematicos y perezosos hombres de tan poca cobdiçia que se estan todo el dia holgando y toda la uida contentandose con dormir e[n] vna esterilla E traer las carnes de fuera y los daños que de la / ociosidad subçeden e podrian susçeder no ay para que referirlos A V[uestra] M[a]g[esta]d, que son notorios y Pues los Españoles les pagan y quieren pagar su trabajo justo seria que los hiziesen trabajar y ganar de comer y con esto se labrarian las tierras y baldios que aymuchos y las minas no serian desanparadas por falta de gente e[n] lo qual laReal hazienda seria muy ahumentada y a mi juizio nr dios n[uest]ro s[eñ]or seruido iy y avnque se Podia Responder A Esto què como la gente española comen mocho mas que no los yndios y son para mucho mayor trabajo y quieren medirpor el suyo el trabajo y fuerças de los yndios y desta manera se moririan muchos dellos se puede responder que se podria modificar esta ley de suerteq[ue] se mañdase con muchas penas de los españoles que les diesen poco trabajoy el que los yndios pudiese pasar medianamente y que a los que en estoexçediesen les castigasen con castigo exemplar y con esto çesaria elyncobeniente_______ y no se tornarran tantos Hespañoles perdidos a Castilla [...]n[uest]ro s[eñ]or guarde Por muchos Años la C[atolica].R[eal]. Persona de V[uestras] M[a]g[esta]d p[ar]a

su seruiçio con ahumento de muchos mas Reynos y de uitoria contra los Enemigos de su sancta fee catolica como los capellanes y sieruos de V[uestra] M[agestad]

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C[atolica] R[eal] M[agestad]Vesa a V[uestra] M[agestad] l.[a] m[ano]. Su muy humilde Capellan y sieruo

fray diegode sta maria

deseamos En mexico 24 de marzo 1575

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Carta de fray Diego de Santa María a Felipe II (24 de marzo de 1575), AGI, México 283, f. 3v. © Archivo General de Indias. Prohibida su reproducción parcial o total.

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Acontecimiento Guadalupano

Paleografía

Acontecimiento Guadalupano

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A la Catholica Realmag[est]ad El Rey don Phe […] s[eñ]or,

A 1° de oct[ubr]e 1575 Al cons[ej]o de Indias

Eñ sus reales manos

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na vez más, la Iglesia Católica conmemora el día 2 de noviembre a todos los fieles difuntos; arrastrando

como cauda toda una serie de celebraciones con el mismo tema.

Para no caer en las consabidas repeticiones de cada año, vamos a tratar de filosofar al respecto sobre todo con lógica, siguiendo las disertaciones de un hombre bíblico como lo es el Rev. Padre Fray Antonio Salas O. S. A.

El hombre de hoy se pregunta ¿La muerte física supone la aniquilación total de mi vida? ¿Por el contrario existe una realidad ultraterrena? Tales interrogantes atestiguan la religiosidad del ser humano que acude humildemente al Dios que necesita.

Tal vez a través de diversos razonamientos podamos concluir que aunque el hombre nada capte más allá de su muerte, no por ello debe negar la existencia de realidades ultraterrenas, cierto que estas rebasan su capacidad cognoscitiva; pero sería absurdo suponer que sólo existe lo que el hombre conoce.

Con todas esas inquietudes de ultratumba el ser creado, el hombre, pugna por asir la mano del Dios trascendente que sale a su encuentro, con el fin de colmar su angustia existencial.

El ente racional constata día a día cómo la muerte le va poseyendo y esta convicción le hace respirar aires de tragedia.

Día de Muertos

U

ORACIONES

Mario Bustamante RubioDiácono Permanente

El más allá

Si su existencia se apoya en la fe, es lógico que busque soluciones válidas en orden a despejar esa incógnita existencial.

Ahora bien, cuantas veces actúa así, comprueba la misma cosa: todo lo que le rodea es para «dejar de ser», pero por otra parte la vida sigue; surge entonces una pregunta:

¿Cuál es el destino último de esa vida, que a el se le va escapando minuto a minuto? El enfoque religioso de su existencia, le da la respuesta ¡Dios! No en vano Dios es la fuente de la vida.

Su vinculación existencial con Dios, hace que el hombre se resista a pagar un tributo tan alto como ilógico.

En esta constante angustia y viéndose impotente ante una realidad que le trasciende, sólo encuentra una solución: ponerse en manos de la misma trascendencia y ¡confiar!

Es entonces cuando comienza a germinar la esperanza en un posible premio futuro y con ese aliciente va creciendo la ilusión de quien ve abierto el camino que le permite «vivir su vida» sin miedo a la muerte.

Ahora bien cuantas veces reflexiona el creyente sobre el galardón de una presunta vida más allá de su óbito personal, sabe que para conseguirlo debe atravesar antes un período intermedio, que se inicia inmediatamente después de su óbito, para terminar en el momento mismo de recibir el codiciado don de la autentica vida.

Toda esta especulación escatológica abocó ya desde el judaísmo a una clara esperanza resurreccionista.

El Nuevo Testamento ofrece soluciones inesperadas. El mensaje de Jesús convertido en Cristo y Señor merced a su resurrección invita a descubrir el sentido y valor autentico de aquella vida. Jesús instaura en cierto modo el Reino Escatológico de Dios.

Su resurrección se convierte en garantía válida para que cada justo pueda valorar su propia vida futura.

Esta se rige por tales criterios que el cadáver del individuo parece no tener acceso a ella, siendo la desintegración su destino final. Sin embargo el justo, más allá de su óbito, continúa

viviendo, aunque sin los condicionamientos de la materia. Se trata de una vida plena, con fuerza suficiente para alimentar el resurreccionismo cristiano. La resurrección consiste pues, en despojarse de una vida natural para revestirse de otra donde lo sobrenatural, donde Dios que es la vida, todo lo polariza.

Entonces el hombre poseerá la vida en plenitud. Su cuerpo dejará de estar condicionado por su carne.

Si Dios es manantial de vida, es lógico que la humanidad, cuando más se aleje de esa fuente, más lejos se encontrará de sus aguas, más bien dicho de la vida.

La experiencia cotidiana nos recuerda que nadie consigue conservar su vida en forma indefinida, ya que cada individuo va rindiendo antes o después, su correspondiente tributo a la muerte.

Oraciones

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E

Pbro. Gabriel Rodríguez Martín del CampoCapellán de coro de la Basílica de Guadalupe

Miguel CABRERA

Benedicto XIV (1751)Óleo sobre telaCol. Museo de la Basílica de Guadalupe

l Papa Pio XII, el 12 de diciembre de 1945 dijo en su mensaje radiofónico: “Mientras tu seas reconocida como Reina

y Madre, América y México están a salvo”.

El Papa Benedicto XIV exclamó al contemplar en 1754 la copia de la imagen de la Virgen de Guadalupe, pintada por Miguel Cabrera: “No ha hecho nada igual con otra Nación”.

El Papa Juan XXIII refiriéndose a la Virgen de Guadalupe dijo que su Carta Mestiza simboliza el beso de dos razas, entre el indio Juan Diego y el obispo Zumárraga, y que esto lo dijo el 12 de octubre de 1961.

El Papa Paulo VI dijo: “La devoción a la Virgen Santísima de guadalupe, tan profundamente enraizada en el alma de cada mexicano y tan

íntimamente unida a más de cuatro siglos de vuestra historia patria, sigue conservando entre vosotros su vitalidad y su valor, y debe ser para todos una constante y particular exigencia de auténtica renovación cristiana (Mensaje radiotelevisivo en 1970)”.

El Papa Pio XII en un radiomensaje directo recordó cómo “Las voces mexicanas la aclamaban continuamente y nunca cesaba el grito: Noble indita, Madre de Dios; noble indita, Madre Nuestra… Y cuando… resplandeció la corona… el grito fue mal contenido: ¡Viva la Virgen de Guadalupe, Emperatriz y Reina de México! Y recordaría en el mismo” “Que en la tilma del pobrecito de Juan Diego… pinceles que no eran de acá abajo, dejaban pintada una

FAMILIA GUADALUPANA

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Sabías que...

imagen dulcísima, que la labor corrosiva de los siglos maravillosamente respetaría”. Oración del Papa León XII: “En admirable imagen, oh Santa Madre Nuestra, el pueblo mexicano gozoso te venera; y tu gran patrocinio con gozo y gratitud experimenta, feliz y floreciente por ti así permanezca; y mediante el auxilio que benigna le prestas, la fe de Jesucristo fija conserve con tenaz firmeza”.

La Virgen de Guadalupe es patrona de todo el continente Americano. Con aprobación de los diferentes gobiernos de las Naciones Americanas fueron obsequiadas a la Basílica de Guadalupe, sus banderas correspondientes, que se encuentran al interior de la misma Basílica y otras al exterior, que son enarboladas, las externas, en días especiales.

Luis María Martínez, Arzobispo de México, siervo de Dios.Está introducida en Roma, su causa de Beatificación. A él le tocópresidir la inauguración del Jubileo del Año Santo Guadalupano del 25 de marzo al 31 de diciembre de 1938, concedido por primera vez a un país americano.

En 1939 y en 1941 recibió las banderas de todos los países del continente. Y le tocó iniciar las obras de la Plaza Mariana de las Amaricas el 12 de diciembre de 1950, y la inaguró el 25 de noviembre de 1952, acompañado por el presidente de la República Miguel Alemán Valdez.

Juan Pablo II fue un Papa Guadalupano: Beatificó y Canonizó a Juan Diego. Confió a la Virgen de Guadalupe su pontificado. Se levanta en su honor una estatua que lo representa en el atrio de la Basílica.

Jardín de la Ofrenda en la Basílica de Guadalupe: Alfonso Muray Kobory, arquitecto, es el autor del parque de la ofrenda, al oriente del Tepeyac, con una superficie de 12 000 metros cuadradros, en el que destaca el monumento a la Virgen de Guadalupe, recibiendo las ofrendas de los personajes más importantes, con el obispo Zumárraga, incluyendo a principes aztecas.

Reina del Trabajo: El 11 de diciembre de 1955 fue coronada la Virgen de Guadalupe como Reina del Trabajo en la Basílica, acto al que acudieron más de un millón de fieles en desfile continuo.

Testamento de San Juan Diego: Manuscrito del propio Juan Diego, fechado en 1548, que después de permanecer mucho tiempo en un

convento franciscano, pasó a poder de Lorenzo Boturini Benaducci, según lo indica en su obra Margarita Mexicana, que se encuentra en el Archivo de la Basílica de Guadalupe.

En la Cima del Cavario: Se yerguen tres cruces. En la cruz de en medio está colgado el Rey eterno. De pie, a su lado, está María, su Madre, la Madre de Dios por quien se vive. Está también el discípulo amado Juan y le dice a su Madre: “Mujer, he ahí a tu Hijo”, y la Virgen de Guadalupe lo tomó como a su Hijo suyo, igual que hiciera con Juan Dieguito; “Hijito mio, ¿no estoy yo aquí que soy tu Madre?”.

El apóstol Juan representaba a todo el pueblo cristiano, Juan Dieguito representaba a todos los Amadores de la Virgen Madre.

imagen dulcísima, que la labor corrosiva de los siglos maravillosamente respetaría”. Oración del Papa León XII: “En admirable imagen, oh Santa Madre Nuestra, el pueblo mexicano gozoso te venera; y tu gran patrocinio con gozo y gratitud experimenta, feliz y floreciente por ti así permanezca; y mediante el auxilio que benigna le prestas, la fe de Jesucristo fija conserve con tenaz firmeza”.

La Virgen de Guadalupe es patrona de todo el continente Americano. Con aprobación de los diferentes gobiernos de las Naciones Americanas fueron obsequiadas a la Basílica de Guadalupe, sus banderas correspondientes, que se encuentran al interior de la misma Basílica y otras al exterior, que son enarboladas, las externas, en días especiales.

Luis María Martínez, Arzobispo de México, siervo de Dios.Está introducida en Roma, su causa de Beatificación. A él le tocópresidir la inauguración del Jubileo del Año Santo Guadalupano del 25 de marzo al 31 de diciembre de 1938, concedido por primera vez a un país americano.

En 1939 y en 1941 recibió las banderas de todos los países del continente. Y le tocó iniciar las obras de la Plaza Mariana de las Amaricas el 12 de diciembre de 1950, y la inaguró el 25 de noviembre de 1952, acompañado por el presidente de la República Miguel Alemán Valdez.

Juan Pablo II fue un Papa Guadalupano: Beatificó y Canonizó a Juan Diego. Confió a la Virgen de Guadalupe su pontificado. Se levanta en su honor una estatua que lo representa en el atrio de la Basílica.

Jardín de la Ofrenda en la Basílica de Guadalupe: Alfonso Muray Kobory, arquitecto, es el autor del parque de la ofrenda, al oriente del Tepeyac, con una superficie de 12 000 metros cuadradros, en el que destaca el monumento a la Virgen de Guadalupe, recibiendo las ofrendas de los personajes más importantes, con el obispo Zumárraga, incluyendo a principes aztecas.

Reina del Trabajo: El 11 de diciembre de 1955 fue coronada la Virgen de Guadalupe como Reina del Trabajo en la Basílica, acto al que acudieron más de un millón de fieles en desfile continuo.

Testamento de San Juan Diego: Manuscrito del propio Juan Diego, fechado en 1548, que después de permanecer mucho tiempo en un

convento franciscano, pasó a poder de Lorenzo Boturini Benaducci, según lo indica en su obra Margarita Mexicana, que se encuentra en el Archivo de la Basílica de Guadalupe.

En la Cima del Cavario: Se yerguen tres cruces. En la cruz de en medio está colgado el Rey eterno. De pie, a su lado, está María, su Madre, la Madre de Dios por quien se vive. Está también el discípulo amado Juan y le dice a su Madre: “Mujer, he ahí a tu Hijo”, y la Virgen de Guadalupe lo tomó como a su Hijo suyo, igual que hiciera con Juan Dieguito; “Hijito mio, ¿no estoy yo aquí que soy tu Madre?”.

El apóstol Juan representaba a todo el pueblo cristiano, Juan Dieguito representaba a todos los Amadores de la Virgen Madre.

Familia Guadalupana

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Josefus de RIBERA / ARAGOMANIS

Imagen de la Virgen de Guadalupe (1778)Óleo sobre telaCol. Museo de la Basílica de Guadalupe

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racias a una cuantiosa suma heredada por el capitán Andrés de Palencia, desde principios del siglo XVIII, se

decidió convertir el entonces santuario de Guadalupe en colegiata.

Este cambio en la jerarquía eclesiástica significaba para la institución modificaciones tanto en su estructura material como en su recurso humano. Toda la primera mitad de esa centuria estuvo marcada por la promulgación de cédulas y bulas de los monarcas y Sumos Pontifices en turno. Estos documentos creaban,

modificaban y algunas veces rechazaban la fundación de una colegiata en el Tepeyac. Fue hasta el año de 1749 que la erección de la nueva institución pudo realizarse.

El título que recibió fue el de “Insigne y Real” por ser la primera de su tipo en América y ser apoyada directamente por el rey Fernando VI.

La erección de la colegiata fue realizada en la corte de Madrid, aprovechando la estancia en la Península del recien nombrado primer abad de Guadalupe y el arzobispo de México.

G

Iván Martínez Huerta Investigador del Museo de la Basílica de Guadalupemuseo@basilicadeguadalupe.org.mx

CULTURA Y ARTE

José de ALZIBAR (activo, 1750 - m.1803)Retrato de Juan Antonio de Alarcón y Ocaña (I abad de Guadalupe 1750-1757)1758Óleo sobre tela211.5 x 134.5 cm.Col. Museo de la Basílica de Guadalupe

Juan Antonio de Alarcón y Ocaña Primus abbas del Tepeyac

Cultura y arte

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Estos dos personajes juraron ante el rey, y demás personas de primer orden del reino, un buen servicio, lealtad a la corona y el apoyo mutuo entre instituciones. Juramento que nunca se cumplió, ya que la rivalidad entre ambos dirigentes religiosos fue grande y provocó muchos y variados desencuentros.

Juan Antonio de Alarcón y Ocaña fue nombrado primer abad de Guadalupe, en ese entonces el cargo se pronunciaba en latin y era conocido como Primus abbas.

La vida y labor de este importante dirigente novohispano han sido poco estudiadas, los primeros acercamientos a esta figura se realizaron a finales del siglo XIX y apenas lograron esbozar una reseña de su vida y grados académico.

Alarcón y Ocaña nació en Veracruz alrededor de 1690, era común tenerlo como originario de La Habana, debido a que su padre don Diego de Alarcón fue un capitán que sirvió en los presidios de la isla de Cuba por casi veinte años.

Gracias a la nueva documentación, cosultada sobre él, se puede afirmar que era originario del puerto mexicano y que además inició sus estudios en la ciudad de Puebla de los Ángeles para luego pasar a México y recibir los grados en la Universidad.

En las primeras décadas del siglo XVIII afianzó su prestigio en la ciudad de México y tejió relaciones con los personajes criollos más sobresalientes del lugar. Alarcón y Ocaña viajo entonces a España para doctorarse en la Universidad de Ávila y para agilizar los tramites de erección de la nueva institución que llevaban varios años detenidos. Logró visitar varias colegiatas españolas en donde obtuvo información de su funcionamiento y principales problemas, datos que le sirvieron para publicar una obra jurídica sobre la erección de la colegiata de Guadalupe.

El arzobispo Rubio y Salinas fue su principal rival, este dirigente al momento de llegar a la Nueva España se negó a reconocerlo como abad de uno de los principales lugares de culto en México.

Alegando que era más importante la catedral de México que la recien creada colegiata del Tepeyac. Por esa razón inició un pleito jurídico en su contra, que tenia el objetivo principal de

revertir la erección dada en Madrid y subordinarlo bajo su autoridad. Estos enfrentamientos duraron de 1750 a 1757, y tuvieron multiples escenarios. Desde la negativa de asistir a la ceremonia de toma de posesión del nuevo cuerpo colegiado en 1750 hasta desplantes en procesiones y reuniones privadas.

Uno de los hechos más sonados fue cuando el arzobispo de México hizo correr el rumor de la impureza de sangre del abad de Guadalupe, arguyendo su origen antillano. Asunto que fue demostrado como falso despues de una relación de meritos y servicios y un certificado de pureza de sangre presentados ante los tribunales correspondientes.

Tan polémico e importante personaje ha sido inmortalizado en este lienzo. La obra es del artista novohispano José de Alzibar, quien lo retrató de cuerpo completo y mirando al espectador, ataviado de sotana, con el bonete doctoral en la diestra y colocando la izquierda sobre un legajo de documentos, que seguramente es el impreso realizado en Madrid para la defensa de la autonomía colegial.

Resalta la extrema palidez en la piel del rostro y las manos, tal vez representadas así por petición expresa de los canónigos para contrarrestar los rumores de impureza de sangre que el arzobispo había lanzado en contra del abad.

José de ALZIBAR Retrato de Juan Antonio de Alarcón y Ocaña (detalle)

M.I. Sr. Cango. Pbro. Lic. Pedro Rafael Tapia RoseteArcipreste del Cabildo Colegiado de Guadalupe

Oficialías de Actas y Asuntos Pre-Matrimoniales en la Vicaría Episcopal de Guadalupe

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CONOCIÉNDONOS

a Arquidiócesis de México requiere una organización pastoral que favorezca la evangelización de las culturas y

responda a las diferentes situaciones y problemáticas de la Ciudad.

Esta enfrenta problemas peculiares que piden soluciones adecuadas surgidas de la experiencia y la creatividad pastoral. “Todo esto exige un estudio profundo y específico y una legislación canónica particular”1.

La Curia diocesana es el conjunto de “los organismos y personas que colaboran con el Obispo en el gobierno de toda la diócesis, principalmente en la dirección de la actividad pastoral, en la administración de la diócesis así como en el ejercicio de potestad judicial”2. Es el que hace las veces del Obispo diocesano en toda la diócesis avocándose particularmente a las áreas o al territorio de su competencia,

“exceptuados solamente los casos que el Obispo diocesano se hubiera reservado o los que por derecho requieren un mandato especial”3.

“La potestad de los Vicarios generales se refiere a toda la Diócesis, pero cada uno la ejercerá de manera especial en la porción de territorio (Vicarios Episcopales Territoriales), o respecto a aquellos asuntos administrativos o pastorales para lo que hayan sido nombrados (Vicario Episcopal del Área Administrativa, Vicario Episcopal de Áreas de pastoral, Vicario Episcopal de Guadalupe), o respecto a los fieles agrupados por sectores (Vicario Episcopal de Agentes de Pastoral)”4.

“Los Vicarios Episcopales son los que tienen la misma potestad ejecutiva ordinaria que, por derecho universal, compete al Obispo

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NOTAS

1 Cfr. Evangelización de las culturas en la Ciudad de México, II Sínodo Diocesano, Arquidiócesis de México, 1885 [ECUCIM], 3814 y 3810; Organización y Gobierno Pastoral de la Arquidiócesis de México [OGPAM], 1.2 OGPAM, 37.3 OGPAM, 444 OGPAM, 455 Cf. canon. 475 § 1, del Código de Derecho Canónico, 19836 Cf. c. 476; OGPAM, 477 Cf. OGPAM, 488 OGPAM, 79

Conociéndonos

Diocesano5 y son nombrados “para ciertos asuntos o respecto a los fieles de un mismo rito o para un grupo concreto de personas”6.

El Vicario Episcopal hace presente al Arzobispo en la Vicaría Territorial o Funcional que le es asignada y, como él es signo e instrumento de comunión y participación en ella.

Su encomienda es presidir, coordinar, promover y animar los proyectos pastorales, a los agentes de pastoral, las acciones específicas y las tareas de evangelización, tratando de ejecutar y llevar a la práctica fielmente y de acuerdo a las necesidades y posibilidades de su vicaría, los planes Arquidiócesanos y las determinaciones particulares del Arzobispo. Sus facultades específicas se describen en los nn. 145 – 1877.

“La Basílica de Guadalupe como parte integrante de la Arquidiócesis y por ser institución pastoral peculiar, queda constituida en Vicaría Episcopal, con carácter de Vicaría Funcional, con su propio Vicario Episcopal al frente, el cual forma parte del Consejo Episcopal para hacer más efectiva la corresponsabilidad y la coordinación pastoral de la Basílica en la pastoral de conjunto”8.

Mons. Diego Monroy Ponce, como Vicario General y Episcopal de Guadalupe, hace las veces, representa a y actúa en nombre del Arzobispo de México en esta Vicaría Episcopal y también tiene el encargo de ser el Rector del Santuario de Guadalupe y Presidente del Cabildo Colegial de Guadalupe. En el pequeño territorio de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe está la Vicaría Episcopal de Guadalupe, como Vicaría Sectorial del Peregrino de la Arquidiócesis de México.

Esta Vicaría en algunos asuntos funciona como las Vicarías territoriales de esta misma Arquidiócesis y para bien de los fieles que acuden a este Santuario, el Señor Arzobispo Primado de México ha querido que las Oficialías de Corrección de Actas y de Asuntos Prematrimoniales presten este servicio para los peregrinos y con efectos jurídicos para todo el Arzobispado de México.

Oficialía de Corrección de Actas

El objetivo de esta Oficialía es inscribir o

corregir las actas que miran al estado canónico de las personas que por alguna razón, solicitan la inscripción o corrección de algún documento eclesiástico elaborado y emitido solamente en la Arquidiócesis de México y de un modo particular los documentos elaborados y emitidos por la Parroquia de Santa María de Guadalupe, Capuchinas. Los documentos que se elaboran en esta oficina tienen efecto para todas las parroquias de la Arquidiócesis de México y para toda la Iglesia Católica Apostólica Romana.

Su elaboración se rige conforme al Código de Derecho Canónico de la Iglesia y por la forma y costumbres de la Oficialía de Actas de la Curia Central del Arzobispado de México.

Continuará...

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n la sección Santuario de Guadalupe también podemos encontrar los documentos de Lorenzo Boturini, italiano que realizó

importantes estudios en torno a la imagen de María de Guadalupe, y que ya ha sido objeto de estudios por investigadores mexicanos y extranjeros. Dicha documentación es de las décadas 30 y 40 del siglo XVII.

Para profundizar en el estudio de cómo iba incidiendo en la vida de los fieles el amor a la Virgen de Guadalupe, es fundamental el estudio de los testamentos, algunos del s. XVI, y que están ubicados en la serie testamentarías.

Aunque la creación de la Parroquia fue en 1702, sin embargo el Santuario de Guadalupe, que era una Vicaría de la Parroquia de Santa Catarina Mártir de México, tenía sus libros sacramentales. El Archivo tiene libros de bautismos desde 1596 y libros de matrimonios desde 1624. Los libros sacramentales a partir de 1698 se encuentran en la sección Parroquia. En la época novohispana eran muy importantes las asociaciones religiosas

de fieles en orden a alguna actividad, o para fomentar la devoción a la Virgen o a un santo, también englobaban a algún sector de la sociedad. Por eso ayuda mucho para comprender el culto guadalupano el estudio de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe (documentación a partir de 1674), de las mayordomías de los pueblos de indios que rodeaban a Guadalupe (documentación a partir de 1671), de la Cofradía del Santo Entierro de Cristo, fundada en el Santuario, (a partir de 1739), y de una Cofradía de Indios, cuyo dato más antiguo se remonta a 1678, y de la cual desgraciadamente hay poca información en este archivo. Para la vida del Santuario eran muy importantes las fundaciones de capellanías8, con cuyas rentas se sostenía una parte del Clero.

Las más importantes que tuvo el Santuario de Guadalupe fueron las fundadas por Catarina Collado Calderón en 1656 y que duró hasta muy entrado el siglo XIX, y las cuatro capellanías de confesionario que mandó fundar por cláusula

Pbro. Gustavo Watson MarrónDirector del Archivo Histórico INBG

E

(Cont.)

ARTÍCULO

del Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe

Introducción a la Guía de Documentos Novohispanos

Artículo

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testamentaria José Torres y Vergara en 1727. Expresión de amor a la Virgen es lo referente a la jura como Patrona de un determinado lugar. Hay una serie llamada Patronato en la que aparece alguna documentación sobre lo que rodeó la declaración de María de Guadalupe como patrona de Nueva España en 1747, pero anterior a ella hay dos expedientes referentes al pueblo de Zimapán, que hizo lo mismo en 17379. El expediente del Patronato de la Virgen para la Ciudad de México también en este último año se encuentra en el Archivo General de la Nación10.

El tema de los sermones ya ha sido objeto de estudios y publicaciones11, y aunque no hay muchos en este Archivo, son de fundamental importancia, pues expresan la Teología en torno a la Virgen de Guadalupe en esta época.

De esta sección quisiera finalmente resaltar el documento sobre la colocación de la primera piedra12 de la Iglesia que fue Colegiata13, Basílica y actualmente Templo expiatorio, así como el Programa impreso sobre la dedicación del nuevo y magnífico templo de Nuestra Señora de Guadalupe, 1709, recientemente restaurado, y cuya fotografía ilustra la portada de esta publicación.

La segunda sección es la Secretaría Capitular, trata sobre todos los asuntos de gobierno que llevaba el Cabildo de Guadalupe a partir del 22 de octubre de 1750, fecha en que dicho Cabildo tomó posesión, o también la que estaba dirigida al Cabildo, aunque versara sobre asuntos económicos. En esta sección, la persona encargada del cuidado de los expedientes y de archivarlos era el Secretario de Cabildo, quien además redactó una buena parte de ellos. Entre las varias series en que está subdividida quiero destacar algunas.

Obviamente tienen una importancia fundamental las actas de Cabildo, en ellas está contenida la historia del mismo; su organización; las comisiones que tenían sus miembros; la toma de posesión de los Abades, Canónigos y Racioneros; los eventos más importantes que hubo en Guadalupe; la construcción de nuevos templos; los intentos que se dieron en los primeros 40 años de la historia del Cabildo para que les aprobaran sus estatutos, cosa que no se logró; la relación de los Capitulares con el Arzobispo, el Cabildo de Catedral, la Nobilísima Ciudad, la Universidad y los distintos Tribunales; la organización de las fiestas de la

Virgen; los problemas del Cabildo tanto al interno como al externo; las donaciones que se hicieron a la Virgen y la fundación de capellanías y obras pías; los problemas económicos del clero y la manera como se intentaban resolver; las reparaciones a la Iglesia Colegiata; las obras materiales y artísticas que se ejecutaron. Podemos decir que toda la sección de Secretaría Capitular está resumida en dichas actas. El único libro de actas capitulares que falta es el que comprende del 13 de junio de 1770 al 22 de junio de 1774. Dicho libro fue pedido por el Arzobispado poco tiempo después de su redacción y nunca fue devuelto, por tanto el contenido de sus actas lo podemos encontrar en los borradores de Cabildo de dichos años.

En esta sección tenemos también la serie Reales Cédulas, que nos señalan las distintas determinaciones de la Corona en torno a la Colegiata, así como las provisiones del Cabildo que siempre estaban reservadas al Rey en virtud del Patronato regio14. Los escritos del Cabildo o de algún Capitular al monarca español se encuentran en la serie titulada correspondencia con el Rey.

Artículo

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Las cartas y oficios del Virrey y el Arzobispo al Cabildo y viceversa, son muy valiosas para conocer las determinaciones más importantes relativas a dicho cuerpo colegiado, al culto Guadalupano, a la vida del clero que servía al Santuario y a su subsistencia, y nos permite adentrarnos incluso en los hechos de la Iglesia novohispana o de los acontecimientos políticos que más influyeron en la vida eclesiástica. Ellos se encuentran en las cuatro series tituladas correspondencia con Virreyes, correspondencia con Arzobispos, Oficios del Virrey y Oficios del Arzobispo.

El Cabildo de Guadalupe tenía un apoderado o agente en la Corte de Madrid, que se encargaba de la tramitación de los asuntos de dicha corporación y tenía la obligación de informar los resultados de éstos, así como los hechos más importantes que ocurrían en España y en Europa que podían tener alguna incidencia en la Nueva España. Los documentos de la serie titulada apoderado en Madrid son interesantes para estudiar cuáles eventos europeos afectaron más la vida del clero novohispano, así como los distintos trámites administrativos que llegaron a buen o mal término en la Corte española.

En 1755 el Cabildo de Guadalupe propone al Rey que para ayudar al sostenimiento económico del culto guadalupano y del Santuario, puesto que éste no percibía diezmos como las Catedrales, ordene que los testamentos de sus vasallos en los territorios dependientes del Virreinato de la Nueva España, por legado pío y manda forzosa, apliquen un gravamen determinado por el testador, de acuerdo con su devoción, a María Santísima de Guadalupe15. En respuesta a esta petición el Rey Fernando VI, en Real Cédula dada en el Buen Retiro el 7 de diciembre de 1756, resolvió favorablemente a lo que solicitaba el Cabildo16.

Los asuntos relacionados al cobro de esta manda forzosa, que se realizó en Nueva España, Guatemala y Nicaragua, y la correspondencia de los Arzobispos y colectores en torno a ella se encuentran en la serie con el mismo nombre. Hacia 1807 el Cabildo deja de percibir rentas por este concepto17; en 1816 el Cabildo vuelve a pedir su reactivación18, a lo que accede el Virrey Juan Ruiz de Apodaca al año siguiente19, sin embargo a partir de esto ya no hay más documentación al respecto. En esta sección Secretaría Capitular tenemos un buen número de edictos convocando a

concursos a Canonjías y Raciones provenientes de todas las Catedrales de la Nueva España. Igualmente hay copias de los que la Colegiata envió a las Catedrales en torno a la provisión de sus Prebendas. Las series Abades, Canónigos, Racioneros, Ministros, Músicos y Médicos refieren los asuntos que afectaban directamente al personal que trabajaba en el Santuario, y la serie Cabildo, la que afectaba a este cuerpo. La serie Capuchinas cuenta con pocos documentos, pero son significativos pues manifiestan la instalación de esas religiosas y la atención que les brindó el Cabildo de Guadalupe a partir del 15 de octubre de 1787, fecha en que dichas religiosas se establecieron en su templo recién construido, cuya primera piedra se colocó el 14 de octubre de 1782.

Continuará...

NOTAS

8 Capellanía es la fundación hecha por alguna persona y erigida en beneficio por el ordinario eclesiástico, con la obligación de cierto número de misas u otras cargas.9 AHBG caja 81, exp. 68 y caja 83, exp.4510 Sobre la proclamación de la Virgen de Guadalupe como patrona de México. AGN, Bienes Nacionales, año 1737, volumen 519, exp. 5.11 Cf. Nueve Sermones Guadalupanos (1661-1758). Selección y estudio introductorio David A. Brading. Centro de Estudios de Historia de México Condumex, Chimalistac Ciudad de México, 2005. También la tesis de Francis Raymond SCHULTE, O.S.B. A Mexican Sprituality of Divine Election for a Misión: Its Sources in Publisher Guadalupan Sermons, 1661-1821, Pontificia Universitas Gregoriana, Istituto di Spiritualità, Roma 1994 (esta tesis próximamente será publicada en español). 12 AHBG caja 389, exp. 36.13 Colegiata se le llama a una Iglesia que tiene un Cabildo integrado por el Abad, Canónigos y Racioneros o Prebendados, y que no es Catedral. En Guadalupe había tres Canonjías a las que se accedía por concurso: Doctoral, que era el encargado de los asuntos jurídicos del Cabildo; Magistral que era el encargado de la cura de almas; Penitenciario, que absolvía los pecados reservados. Algunos expedientes de dichos concursos se encuentran en el Archivo Histórico del Arzobispado de México. La Colegiata de Guadalupe fue la primera en América y de ahí su título de Insigne. Basílica es una Iglesia no Catedral que está asociada a alguna de las Basílicas más importantes de Roma. La Colegiata de Guadalupe se comenzó a llamar Basílica a partir de mayo de 1904.14 La colación y canónica institución la confería el Arzobispo de México, y cuando éste no podía o estaba la sede vacante, lo hacía un Canónigo de la Catedral Metropolitana. La toma de posesión se hacía en un Cabildo en la Sala Capitular de Guadalupe.15 AHBG caja 337, exp. 54.16 AHBG caja 373, exp. 29.17 AHBG caja 343, exp. 24.18 AHBG caja 371, exp. 20.19 AHBG caja 371, exp. 24.

TONANTZIN GUADALUPE Y LOS INDÍGENAS

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Ilhuicatl Miquitlalpan(La fiesta en la tierra de los muertos)

“y aquí, en la tierra…como una pintura nosiremos borrando, comouna flor hemos de secarnossobre la tierra, cual ropajede plumas de quetzal, dezacuán, del azulejo, iremospereciendo, iremos a su casa”. 1

a celebración de todos los Santos y Fieles Difuntos, 1 y 2 de noviembre, se ha mezclado con la conmemoración del día de

muertos que los indígenas festejan desde los tiempos prehispánicos.

Los pueblos antiguos trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano.

El concepto de la muerte para el mundo indígena es de suma importancia. Era considerado como el pasar de la tierra de los vivos a la de los descarnados, y que después de la muerte, el alma viajaba a otros lugares para seguir viviendo. Es por eso que los entierros en ocasiones se hacían colocándoles vasijas, utensilios que eran utilizados en vida, juntamente con comida que le agradaba difunto.

Según la jerarquía que desempeñaban en la comunidad, se les enterraba con personas que les

hacían compañía, además de un xoloezcuintli (perro) que según las creencias antiguas ayudaba a cruzar un río que dirigía hacia el Mictlan (lugar de los muertos).

En el caso del huey tlatoani (el que habla la palabra con grandeza), se quemaba su cuerpo dentro de una importante ceremonia. Para ellos el más allá era trascender la vida para encontrarse en un espacio divinizado, ya fuere por sacrificio, accidente o muerte natural.

El hombre indígena consideraba cuatro moradas a las que el alma llegaba según lo que había realizado en vida:

Mictlan o lugar de los muertos, a donde llegaban los que morían comunmente. En esta morada gobernaban Mictlantecuhtli (Señor de la Muerte) y Mictecacihuatl (Señora de la muerte). Aquí abundaban los cuchillos de obsidiana, plantas,

Liliana Jamaica SilvaPastoral Indígena de la Basílica de Guadalupe

Códice Borbónico, p. 10

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Tonantzin y los indígenas

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espinosas, astillas de pedernal, magueyes, nopales y cactáceas que servían para seguir haciendo ofrendas (sacrificios) y alcanzar con ello otro nivel en el mundo de los muertos.

Tlalocan o Lugar de Licor de la tierra. Aquí llegaban los que morían ahogados, calcinados por un rayo, hidrópicos, leprosos y sarnosos. En este lugar nunca faltaban las mazorcas, calabazas, semillas en vaina, chiles, jitomates y flores. Cuando perdían la vida, a estos hombres y mujeres no los quemaban, sino los enterraban y les ponían semillas en el rostro y quijadas.

Ilhuicatonatiuh o Cielo del Sol, al que llegaban los guerreros que morían en combate, quienes acompañaban al sol desde su nacimiento hasta el medio día y las mujeres que morían en parto le acompañaban del cenit hasta su ocaso, porque así como el cielo se tiñe de rojo en el ocaso, ellas derramaban su sangre al dar a luz. También eran partícipes de este cielo los comerciantes que habían perecido en los viajes mercantiles.

Chichihuacalco o lugar del árbol nodriza, estancia a la que llegaban los que morían en la etapa infantil. Aquí se encontraba un hermoso árbol con muchas mamas o "chichis": (del verbo náhuatl chichi-"mamar"), del cual los niños se alimentaban, representando así una segunda oportunidad de vida.

Por esta razón, los indígenas han aprendido a convivir con la muerte y han hecho de ella algo significativo y festivo, esto se representa a través de las ofrendas en las que encontramos mucho colorido, aromas y elementos propios de la costumbre y tradición de los pueblos que evocan una armonía y convivencia de vivos y muertos, en la que no existe temor, es el retorno a la tierra de donde un día llegamos y a la cual debemos alimentar con nuestro cuerpo y sangre. Y que un día nos saldrán alas de mariposa para trascender hacia la personalidad divina-Dios como lo entendía San Juan Diego “¿Dónde estoy?¿Dónde me veo? ¿Acaso allá, donde dejaron dicho los antiguos, nuestros antepasados, nuestros abuelos: en la tierra de las flores, en la tierra del maíz, de nuestra carne, de nuestro sustento; acaso en la tierra celestial?” 2

En este mes la Pastoral Indígena de la Arquidiócesis de México y la Pastoral indígenas de paso de la I. y N. B Guadalupe, quiere compartir con todos ustedes la costumbre y tradición de los pueblos indígenas y hemos montado una ofrenda de muertos, haciendo una semblanza desde los tiempos antiguos y su forma de venerar la muerte, pasando por la etapa

colonial, hasta su momento actual. Contaremos con la presencia de la comunidad Mazahua de Michoacán (familia Salgado Samano), que colocara los elementos propios de su región, también la comunidad de San Andrés Mixquic (familia Camacho Ríos) nos acompaña trayendo con ella todo un legado de tradición ancestral.

Queremos rescatar la sabiduría de nuestra cultura y dignificar lo que durante mucho tiempo fue tachado como idolatría y sincretismo ocasionado con ello confusión, desconocimiento y hasta cierto punto miedo a la muerte.

En esta ofrenda encontraremos de alguna manera las “Semillas del Verbo” en que el hombre indígena comprende el sentido del sacrificio para alcanzar la vida eterna. Así Cristo haciéndose hombre, nos transmitió que era necesario que el Hijo del Hombre muriera para que el mundo tenga Vida, como el grano de trigo que cae en la tierra y muere para dar mucho fruto 3. Además, si Cristo no hubiera resucitado de entre los muertos, vana sería nuestra fe4.

NOTAS

1 Nezahualcóyotl2 Nican Mopohua n. 103 Cfr. Jn 12, 244 Cfr. 1 Cor. 15, 12ss

s sacerdote adscrito a la Basílica de Guadalupe. Tiene 50 años de edad y 22 de sacerdote. Nació en Churintzio, Diócesis de Zamora, Michoacán, el 18 de mayo de 1956, siendo el mayor de doce hijos del matrimonio formado por la Sra.

Rafaela González Pérez y el Señor Francisco García Alfaro, quienes también tienen otro hijo sacerdote.

Ingresó al Seminario Menor de Uruapan, Michoacán, a los trece años y se ordenó sacerdote un nueve de febrero de 1985, en la catedral de Zamora, por el Excmo. Sr. Obispo, José Saúl Robles Jiménez. En esta entrevista, nos habla con entusiasmo de su vocación, de su misión sacerdotal y de las situaciones que se dieron cuando le anunciaron su asignación a la Basílica.

P.- ¿Cuándo y en qué circunstancias se dio cuenta de su vocación al sacerdocio?

R.- Mi papá se dedicaba al béisbol y desde pequeño tuve los útiles para jugar el béisbol y decían que era líder, y como tenía todo, yo decidía si se jugaba o no. Para poder jugar recuerdo que siempre ponía la condición de que teníamos que ir a misa, y que esa misa la celebraba yo, jugando, por supuesto. Tendría unos cinco años; nunca fui monaguillo pero eso me gustaba mucho, hacer mi altar en el patio de la casa, y ahí se juntaban todos como si fuera en serio una misa […] mi anhelo siempre era ser sacerdote. Luego la Madre superiora del colegio decía que veía cualidades en mí para ser sacerdote y yo me reía porque sabía que sí. El señor cura del pueblo, Daniel Mosqueda Carrillo, se dio cuenta de esto y también me apoyó. Entonces me preguntaron si quería ir al seminario y fui con mucho gusto pues era lo que yo quería.

P.- ¿Cómo fueron los primeros años y su estancia en el seminario?, ¿cómo se fue consolidando su vocación?

R.- En primer lugar yo nunca tuve ninguna duda de mi vocación. Yo creo que esto fue definitivo. Desde el momento en que salí de mi casa con mis papás que me llevaban siendo un niño, yo dije: ‘voy al seminario porque voy a ser sacerdote, no voy a ver si puedo. Esa era mi convicción desde un principio. Al llegar al Seminario ví que todo me alegraba, me hacía sentir mucho más pleno y realizado y nunca me entendí ni me pude ver fuera del sacerdocio.

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Lic. Marcela Vallecillo Gómez Comunicación Social de la INBG

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Pbro. Luis García GonzálezPresbítero adscrito al Santuario

RETRATOS Y SEMBLANZAS

P.- ¿En dónde realizó su primer servicio como sacerdote?

R.- Mi primer servicio fue como Vicario Parroquial durante siete años en la Parroquia del pueblo de San José de Gracia, en Michoacán. Fue una experiencia demasiado rica. El señor cura me encargó a los jóvenes que era lo más difícil (en la pastoral), hicimos grupos juveniles y todo esto cristalizó en seis sacerdotes que ya están ordenados. Esa fue una experiencia muy hermosa, y todavía a 16 años de distancia, la gente sigue esperándome para párroco de ese pueblo. Me visitan aquí en la Basílica con mucha alegría. En 1992 lo nombraron párroco para el pueblo de Abadiano, Michoacán, donde también permaneció siete años. Con orgullo y alegría nos cuenta su historia en aquel lugar.

“Fue un trabajo arduo pastoral, estaba solo, tenía diez comunidades a mi cargo y creo que se atendieron bien porque la gente quedó muy agradecida. Yo entre más trabajo tengo, me siento más seguro, más pleno y más realizado. Para mí fue muy difícil atender tanta comunidad, diariamente y al minuto, pero tengo el gusto de poder decir que en mis 22 años de sacerdote, nunca he llegado tarde un minuto a una de mis responsabilidades”. Más adelante, en 1999, lo nombraron párroco para la Parroquia de San Felipe de Jesús en Sahuayo, Michoacán.

“Era una parroquia todavía más complicada por la diversidad de gentes que llegan de todas partes, con muchísimo trabajo. Se tenían 24 grupos parroquiales, no sé cómo le hice solamente con la ayuda de mi hermano que era profesor en el seminario de Zamora, él iba los fines de semana a ayudarme y salimos adelante con todo el trabajo.

P.- ¿Cuáles fueron las líneas de su trabajo en esa parroquia?

R.- La pastoral familiar, la pastoral juvenil, centros de catequesis, grupos de catequistas, grupos de encuentros matrimoniales, misioneros seglares, grupos de formación de monaguillos, pastoral social, cáritas, damas voluntarias combonianas, pastoral vocacional, pastoral litúrgica, por mencionar algunas. La gente allá es muy desprendida de su tiempo para el trabajo pastoral. El primero de julio de 2005, llegó a la Basílica de Guadalupe. Fue enviado por los obispos de la Región Pastoral Don Vasco, después de que realizaron una consulta y la elección entre varios candidatos, respondiendo a la petición que hiciera Mons. Diego Monroy, Rector del Santuario, de apoyar en el servicio ministerial durante tres años con un sacerdote de aquella región.

“Cuando el Señor Obispo me avisó, yo recordé lo que le pedí a la Santísima Virgen y a nuestro Señor el día de mi ordenación sacerdotal: primero, que me hicieran un buen sacerdote, y segundo, que si a bien lo tenía Nuestro Señor, algún día el obispo pensara en mí para ponerme en una capillita pero dedicada a la Virgen de Guadalupe […] ¡Y me proponen los obispos venir no a un capillita,

sino a la Basílica de Guadalupe!”.

P.-¿Cómo recibió esta noticia?

R.- Totalmente sorprendido. En primer lugar no lo esperaba porque no soy de esta Arquidiócesis, y en segundo lugar jamás pensé ni siquiera celebrar una misa aquí. El obispo me dijo, piénsalo, consulta (…) y por supuesto para mi era increíble aquello, una nueva experiencia, una nueva forma de vivir.

Estaba al pie de la Madre a quien tanto había amado, en un pueblo que es totalmente guadalupano del cual salí, entonces para mí era un privilegio, un gozo, una alegría, estar acá.

Tanto el obispo como mi mamá me decían que no entendían cómo es que iba a la Basílica. Por gracia de Dios, el Sr. Obispo presidió la celebración de los 50 años de matrimonio de mis papás y entonces al final les dio el aviso a mis papás y yo le dije: señor, yo si sé por qué voy a la Basílica. Mi mamá dice que no sabe por qué y usted le dará la respuesta como pastor. Pero, mire señor, en primer lugar a mi mamá y a mi papá no se les debe olvidar que soy el primero de la familia y que nací muy enfermo y que iba a morir, los médicos dijeron que no había remedio. Mi mamá se apuró mucho y mi abuelita le dijo ‘no llores ni te apegues a nada, ve y llévale ese niño al Santuario de la Santísima Virgen aquí en el pueblo, entrégaselo’. Dice mi mamá que ya era imposible llevarme pero no le quedó de otra que correr conmigo ante la Virgen de Guadalupe y decirle ‘Madre mía, yo sé que mi hijo no tiene remedio para los médicos pero para ti sí, tú me lo puedes aliviar y si me lo alivias yo te lo doy para lo que tú quieras’. En segundo lugar, le dije, señor Obispo, usted no lo sabe pero esta señora que es mi mamá lleva también 18 años en el pueblo evangelizándolo. Dos veces al día reza el Rosario, casa por casa, y traslada a la Virgen de Guadalupe sin fallar, y vaya y revísele su casa, con doce hijos. Y aquí está el señor cura que es testigo porque él ha estado en el pueblo todos esos años. Por lo tanto, entonces mamá, no me estés preguntando por qué. La Virgen en tus 50 años de matrimonio, te da este regalo: uno de tus hijos va a ir a servir a la Basílica de Santa María de Guadalupe, a quien tú has servido tanto y quién me dio la salud. Tu le dijiste que para lo que ella quisiera ¡y mira para lo que ha querido ahora!.

Ese es el Padre Luis (sonríe emocionado).

P.- ¿Y cómo le ha ido?

R.- Estoy feliz y encantado de la vida. Este es mi lugar. Yo veo que la gente queda bien llena con mi predicación porque me lo hacen ver, no hay un día que no. Al mismo tiempo, la confesión ha sido una experiencia tan maravillosa para mí que no la cambio por nada en esta Basílica ni en la vida. ¡Cuánta gente bien deshecha que ha llegado, totalmente rota de su alma, de su ser, y se va bien remendada!

Retratos y semblanzas

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PEREGRINACIONES

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María Guadalupe Bustamante RosasComunicación Social de la INBG

l próximo 11 de noviembre la Diócesis de Tlaxcala, vendrá en peregrinación a la Casita de la Virgen de Guadalupe

celebrando 47 años de vida.

Mons. Jacinto Guerreo Torres, Obispo de esta diócesis celebrará la Ceremonia Eucarística donde los peregrinos procedentes de las 67 parroquias, que conforman el estado de Tlaxcala y comunidades aledañas vienen a dar gracias a la Morenita del Tepeyac por las bendiciones recibidas en sus familias.

Alrededor de 15 mil personas vendrán en este Santuario, algunos de ellos llegan en autobuses, otros en bicicleta y otros tantos a pie. Cabe destacar que los peregrinos a pie salen de sus diferentes parroquias desde el dia ocho de noviembre por la tarde y los de bicicleta al día siguiente, después de escuchar la Santa Misa en sus respectivas Iglesias que marca el inicio a su peregrinar hacia el Tepeyac.

El punto de reunión en la ex Glorieta de Peralvillo es el día 11 de noviembre a las 8:00 de la mañana, mientras llega la hora de partir entonan cantos diversos en honor a la Santísima Virgen.

En punto las 9:00 de la mañana comienzan su peregrinar hacia la Basílica por Calzada de Guadalupe. Al celebrarse los 475 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, vendrán también en esta peregrinación diversas bandas de música y danzantes que ofrecerán con mucho amor su música y sus danzas a la Santísima Virgen al término de la Santa Misa, en el Atrio de la Basílica.

La preparación que tienen los fieles laicos que desean participar en peregrinación es a través de pláticas que les da un sacerdote donde les explican la importancia de tener una formación cristiana, espiritual y moral.

Su Plan Diocesano de Pastoral este año se ha dedicado a la formación de agentes de pastoral social y pastoral profética con el fin de transmitir a los diversos sectores de esta diócesis el mensaje evangelizador de Santa María de Guadalupe.

Mons. Jacinto Guerrero Torres, fue nombrado por S.S. Juan Pablo II obispo Coadjutor y Administrador "sede plena" de Tlaxcala el 5 de diciembre de 1990 y consagrado el 6 de enero de 1991.

XLVII Peregrinación Diócesis de Tlaxcala

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LVIII Peregrinación de Danzantes del Distrito Federal y Estados

Peregrinaciones

E n este Año Jubilar Guadalupano, cerca de 5 mil danzantes acompañados por sus familias procedentes del Estado de México,

Guadalajara, Querétaro, Guanajuato y el Distrito Federal, vendrán a venerar a la Morenita del Tepeyac el 12 de noviembre, a la Basílica de Guadalupe.

La primera peregrinación de danzantes fue en el año de 1531 encabezada por Fray Juan de Zumárraga en la cual también participaba el ahora Santo Juan Diego Cuauhtlatoatzin, pero con el pasar de los años se perdió esta tradición y se retomó en 1948.

En aquel año la peregrinación fue encabezada por el Capitán Félix Fernández Avilés líder de los danzantes de 1948 a 1994 y Fray Guadalupe Domingo, sacerdote que los acompañó varios años, así lo informó el Capitán José Guadalupe Hernández Zarco, líder actual de los danzantes, quien está al frente de esta peregrinación desde 1995 a la fecha. Actualmente son acompañados por el Padre Juan Ortiz Magos, encargado de

Pastoral Indígena en la Basílica de Guadalupe, quien se reúne con ellos en la Plaza de las Tres Culturas donde se organizan para emprender su peregrinar hasta el Santuario Mariano.

Cabe destacar que durante el recorrido ejecutan danzas, diversos cantos y además portan un cuadro con la imagen de San Juan Diego adornado con flores y rosas, el cual va al frente de la peregrinación.

Durante la Celebración Eucarística oficiada por el P. Ortiz Magos, traen como ofrenda danzas en honor a la Santísima Virgen de Guadalupe, que se realizan en el momento del ofertorio y que continúan en el Atrio al terminar la Celebración.

Los accesorios que portan los danzantes son penacho, escudo o macana, pulsera de hueso de fraile o cascabel –hecho con huesos de almendras- en manos y pies, y conchas de armadillo. Para esta comunidad es muy importante conservar estas tradiciones porque son parte de su origen indígena.

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María Guadalupe Bustamante RosasComunicación Social de la INBG

XXXVI Peregrinación Universidad Iberoamericana

Peregrinaciones

lo largo de 36 años la comunidad de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad México, viene a este Santuario Mariano a

dar gracias a la Virgen de Guadalupe por los bienes recibidos a lo largo de un año en salud y trabajo.

Administrativos, planta docente, alumnos y ex alumnos, vendrán el próximo cuatro de noviembre en su peregrinación anual, llenos de fe y amor. La Celebración Eucarística será oficiada por el Padre José Morales Orozco, Rector de la Universidad Iberoamericana.

En esta ocasión traerán una portada de flores con la Imagen de la Virgen de Guadalupe y el nombre de la institución, estandarte de la universidad y cada uno de los trabajadores portará un ramo de flores que depositarán en las jardineras -que se encuentran en el interior de la Basílica-, como ofrenda a la Morenita del Tepeyac. Los niños, -hijos de los trabajadores-, llevarán globos con la Imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe, los cuales soltarán al llegar al Santuario, en el Atrio. Traen también un cuadro de la Virgen Peregrina

de Guadalupe, nombre que recibe, porque cada año es nombrado un trabajador de la universidad para que se la lleve a su casa dónde es visitada por varias personas. El nombramiento del nuevo responsable se hace al término de la Celebración Eucarística y posteriormente se reúnen en la casa del anfitrión quien les organiza una comida.

Cada año se le invita cordialmente a la comunidad de la Universitaria para asistir a esta peregrinación, por medio de carteles colocados estratégicamente dentro de la institución y se publica en la revista interna llamada “Nuestra Comunidad”, editada por la Ibero.

La Universidad Iberoamericana asume el proyecto educativo de la Compañía de Jesús, y tiene como misión contribuir en un ambiente de participación responsable, apertura, libertad, respeto, crítica propositiva al desarrollo, difusión del conocimiento, y a la formación de profesionales e investigadores con calidad humana y académica, que se comprometan en el servicio a los demás para el logro de una sociedad más libre, productiva, justa y solidaria.

A

María Guadalupe Bustamante RosasComunicación Social de la INBG

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Lic. Ángel Roa Hernández

El Adviento como bien sabemos antecede a la Navidad. Es el tiempo de la Iglesia que nos prepara para recibir con espíritu de

reconciliación y esperanza la llegada de Jesús Niño. Esta preparación la vivimos de tres maneras:

Adviento Histórico. Es la espera en que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador. Va desde Adán hasta la encarnación, abarca todo el Antiguo Testamento. Escuchar en las lecturas a los Profetas, nos deja una enseñanza importante para preparar los corazones a la llegada del Señor. Acercarse a esta historia es identificarse con aquellos hombres que deseaban con vehemencia la llegada del Mesías y la liberación que esperaban de él.

Adviento Místico. Es la preparación moral del hombre de hoy a la venida del Señor. Es un Adviento actual. Es tiempo propicio para la evangelización y la oración que dispone al hombre, como persona, y a la comunidad

humana, como sociedad, a aceptar la salvación que viene del Señor. Jesús es el Señor que viene constantemente al hombre. Es necesario que el hombre se percate de esta realidad, para estar con el corazón abierto, listo para que entre el Señor. El Adviento, entendido así, es de suma actualidad e importancia.

Adviento Escatológico. Es la preparación a la llegada definitiva del Señor, al final de los tiempos, cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora, dando a cada uno según sus obras. La Iglesia invita al hombre a no esperar este tiempo con temor y angustia, sino con la esperanza de que, cuando esto ocurra, será para la felicidad eterna del hombre que aceptó a Jesús como su salvador.

Para ayudarnos a reflexionar sobre el verdadero sentido de este tiempo, es costumbre en nuestras casas, colocar en el centro de nuestra mesa familiar, una corona con cuatro velas; es la Corona de Adviento.

La Corona de Adviento

REFLEXIONES

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Tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos.

Su forma circular significa la perfección de Dios, el cual no tiene principio ni fin. Es símbolo de unidad y eternidad. Nos ayuda a pensar en los miles de años de espera desde Adán hasta Cristo y en la segunda y definitiva venida; nos concientiza que de Dios venimos y a Él vamos a regresar.

Lo verde de su follaje (pino, oyamel o hiedra) representan a Cristo vivo entre nosotros. Además su verde color nos recuerda la vida de gracia, el crecimiento espiritual y la esperanza que debemos cultivar durante estas cuatro semanas.

Las cuatro velas representan los cuatro domingos de Adviento. La primera, segunda y

cuarta vela que se encienden son de color morado. El color morado indica el espíritu de vigilia, penitencia y sacrificio que debemos observar durante este tiempo especial de gracia. El tercer domingo, llamado comúnmente de la “alegría”, precisamente representa el gozo que sentimos ante la cercanía del nacimiento de nuestro Señor.

El encendido progresivo de las velas, simbolizan la luz con que Cristo nos ilumina. Él viene a iluminar a los que estamos en la oscuridad del pecado. Irlas encendiendo, una a una cada domingo, bien nos explican, que a medida que se acerca la luz, las tinieblas se van disipando. Así pues conforme se acerca la llegada de Cristo, luz para nuestras vidas, se debe ir esfumando de nosotros el reinado del pecado sobre la tierra.

Se sugiere que la noche de la Navidad las velas moradas junto con la rosa, se sustituyan por unas de color rojo y una blanca al centro de la Corona. Las rojas indican el espíritu festivo de nuestra reunión, mientras que la vela blanca simboliza a Cristo, luz que vino a iluminar el mundo.

Reflexiones

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Bendición de la CoronaSe bendice el primer domingo de Adviento. Todos los miembros de la familia, reunidos en torno a la Corona inician esta breve celebración con un canto apropiado.

Papá o Mamá: Bendecir significa decir bien, es pedir la intervención de Dios mediante las palabras y gestos. Como padre de familia o madre según el caso, los invito a invocar la bendición de Dios sobre esta Corona de Adviento, de esta manera estamos subrayando la importancia de ella en nuestra vida. Vale la pena recordar que no es un elemento meramente decorativo.

En voz alta papá o mamá dice:

La tierra, Señor, se alegra en estos días y tu iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que están en las tinieblas del egoísmo, del dolor y del pecado.

Llenos de esperanza en su venida hemos preparado con gran cariño esta corona, la, hemos hecho con ramas verdes de nuestra tierra, para que nos acompañe en nuestro hogar en este tiempo de preparación de la venida de tu Hijo. Te pedimos Señor, que al ir encendiendo estas velas nos ilumines con el esplendor de aquel, que con su presencia ilumina nuestras oscuridades.

Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

Todos responden:

Amén.

El más pequeño de la casa se acerca a la Corona y enciende la primera vela. Mientras todos cantan algún villancico. Si se cree oportuno se pueden hacer algunas peticiones al Señor.

Reflexiones

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PASTORAL

urante el mes de noviembre innumerables peregrinos acuden a contemplar el rostro amoroso y maternal de la siempre Virgen

Santa María de Guadalupe, al recordar un aniversario más del paso a la gloria de sus seres queridos. Esta tradición mexicana de venerar a nuestros “muertos”, llama la atención del mundo, por las múltiples y variadas manifestaciones de nuestra cultura y la riqueza de nuestras tradiciones. Pero sobre todo por el amor, la confianza y veneración de los mexicanos a la ¡Virgen Guadalupe, esperanza nuestra!

El gran ejemplo de esperanza de la Virgen María lo encontramos ante todo en el momento de su

augusta soledad, después de la muerte del Señor. Ella, segura de las promesas reiteradas de Jesús de que había de resucitar, y segura como nadie del auténtico valor de la Redención, y del mensaje de su Hijo Jesús, sufrió la amargura de su desolación en medio de la esperanza sobrenatural del triunfo de su Hijo divino sobre la muerte, sobre el pecado y aun sobre la perfidia de los suyos.

Santa María de Guadalupe “la verdaderísima Madre del Dios por quien se vive”…(Nican Mopohua No. 25), invita a sus hijitos muy amados, a seguir el ejemplo de su esperanza a las promesas divinas, a pesar de los aparentes fracasos y de las múltiples tribulaciones que está vida temporal nos presenta.

Lic. Ma. Concepción Castillo de JiménezSecretaria Ejecutiva de la Pastoral General del Santuarioconcepción.jiménez@basilicadeguadalupe.org.mx

D

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Santa María de Guadalupe “Esperanza nuestra…”

El modelo y testimonio que hoy nos anima a perseverar en la oración, en la vida sacramental, en la adoración a Jesús Sacramentado y en la esperanza cristiana, es san Juan Diego Cuauhtlatoatzin, que ante la grave enfermedad de su tío Juan Bernardino y conociendo las enseñanzas de sus antepasados manifestó a la Virgen de Guadalupe su esperanza con las siguientes palabras: “…Puesto que en verdad para esto hemos nacido; vinimos a esperar el tributo de nuestra muerte…” (Nican Mophua No. 114). La Madre no abandona al hijo en la desventura, sino que lo conduce a Cristo y lo encomienda a su misericordia. La esperanza nos hace recordar que somos ciudadanos del Cielo, peregrinamos en este mundo hacia Cristo Jesús, que es la “Resurrección” (cf. Jn 11, 25). Él nos dice: “El que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás” (Jn 11, 25-26)

Ante las realidades que vivimos, resuenan en nuestro corazón hoy como ayer las palabras

amorosas y llenas de esperanza que Santa María de Guadalupe, palabras que daban respuesta a san Juan Diego ante su dolor y tristeza, mismas que hoy dirige a sus hijos: “…Por favor presta atención a esto, ojala que quede muy gravado en tu corazón, Hijo mío el más querido: No es nada lo que te espantó, te afligió, que no se altere tu rostro, tu corazón. Por favor no temas esta enfermedad, ni en ningún modo a enfermedad otra alguna o dolor entristecedor, ¿Acaso no estoy yo aquí, yo que tengo el honor de ser tu madre? ¿Acaso no estás bajo mi sombra, bajo mi amparo? ¿Acaso no soy yo la fuente de tu alegría? ¿Qué no estás en mi regazo, en el cruce de mis brazos? ¿Por ventura aun tienes necesidad de cosa otra alguna?...” (Nican Mopohua No. 118-119)

Hoy, como a lo largo de la vida de la Iglesia, María de Guadalupe nos acompaña y nos enseña como vivir en la esperanza y en la fe en Jesucristo nuestro Señor. Teniendo presente que la dulce Niña del Cielo es “camino seguro para llegar a Cristo”,

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Pastoral

imitémosla viviendo cada día intensamente el don de la fe para que todos crean y el don de la esperanza para que alcanzamos la gloria eterna.

La figura de María nos abre a esperar sin límites, porque la Virgen Madre aprendió a través de la acción de Dios en Ella, a esperar contra toda esperanza. Uno de los más frecuentes motivos de devoción a la Virgen María es precisamente la esperanza y la inmensa confianza que su valimiento infunde en medio de las dificultades de la vida terrena. Al saludarla en la “Salve”, como “Esperanza nuestra”, debemos pedirle no solamente que Ella sea nuestra esperanza, sino también que nos enseñe a imitar su inquebrantable confianza en las promesas divinas; asimismo en la oración del Avemaría el cristiano pone su esperanza en Ella para que sea su intercesora “ahora y en la hora de nuestra muerte”.

Con esta confianza ya sabemos a quien acudir y a quien encomendar el descanso eterno de

nuestros seres queridos que han dado el paso definitivo al cielo nuevo y a la tierra nueva (cf. Ap 21,1). Nunca nos sentiremos solos y abandonados pues estamos bajo la sombra y amparo de la “Señora del Cielo”, ahí en su regazo maternal estamos tranquilos y esperanzados. Ella es presencia sacramental del amor maternal de Dios, que suscita en nuestros corazones la oración de la ternura, del dolor y de l a esperanza:

Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, ¡Oh clemente¡ ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce siempre Virgen María¡. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Pastoral

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Oración Matutina de Laudes. Todos los días a las 8:30 hrs.Misa Solemne Capitular. Todos los días a las 9:00 hrs.Misa para "Etnias". Todos los domingos a las 16:00 hrs. Altar mayor.Misa Vocacional. Todos los domingos a las 15:00 hrs. Altar mayor. Rito Penitencial ComunitarioTodos los viernes de 11:00 -13:00 hrs, Nueva Basílica

Exposición del Santísimo en su capilla: Jueves 10:00 -17:00Santo Rosario: Lunes a jueves en el Altar Mayor 17:00 hrs. Viernes, sábados y domingos a las 17:30 hrs., Antigua Basílica.

Talleres Anuncio del "Acontecimiento Guadalupano", todos los días de 12:00 a 15:00 hrs. Tienda del Encuentro, atrio. Taller de Pastoral Indígena Sábados de 10:00 a 14:00 hrs. Centro de Pastoral

01 21:00 Velada de Adviento de Renovación 02 05:00 Parroquia María Madre de la Iglesia. Aragón

1ra. Sección 03 06:00 Parroquia de Santa Cruz Meyehualco 04 06:00 Comerciantes y Vecinos del Barrio de Tepito 05 07:45 Unión de Vagoneros Línea 6 del Metro06 06:00 Estrella Juventud Ciclista de San Esteban

Cuautempan, Pue.07 21:00 Adoración Nocturna de Tulancingo08 11:00 Diócesis de Tulancingo 09 05:00 Antorcha Guadalupana,Tamazunchale, SLP10 06:00 Tatatila, Ver.11 05:00 Antorcha Guadalupana, Altotonga, Ver.12 02:00 Trabajadores de la Construcción y

Concheros 13 07:00 San Agustín Calvario, Pue.14 07:00 Ciclistas de Dajiedhi Actopan, Hgo.15 09:00 Empresa Valezzi, S.A. de C.V.

17 06:00 Empresa Electropura 18 07:00 Ciciclista Toluca de Guadalupe y Tlaxcala19 12:00 Parroquia de Nuestra Señora de los

Desamparados de Toluca21 09:00 Aluminio Herreria 3 M, S.A. de C.V.22 07:00 Relevos de Concepción Cuautla, Tecali,

Pue.23 06:00 A pie de la Basílica de Guadalupe de

Huepoxtla Edo. de México25 10:00 Misa Solemne de Navidad Adoración del

Niño Dios 26 18:00 Mercado Reynosa, Tam. 27 09:00 Santiago Tolman, Danza de Moros y

Cristianos y Comerciantes29 06:00 Rinconada Llano Grande, Río Chico,

Calapa, Tlaxcala, Apan, Hgo.30 06:00 Apan, Hgo. 31 06:00 Sta. Catarina Ayotzingo, Chalco.

MISAS Y PEREGRINACIONES DE DICIEMBRE 2006Día Hora Día Hora

ACTIVIDADES PASTORALES

MISA POR RADIO Y TELEVISIÓN

Cadena RASA, 620 AM

Todos los domingos, 9:00 hrs.

XHTV, Canal 4 5 y 26 de noviembre de 2006

9:00 hrs.

MARÍA + VISIÓN SKY Canal 275

Todos los domingos,12:00 hrs.

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AYÚDENOS A QUE ESTE BOLETÍN LLEGUE A MÁS PERSONASDonativos a la cuenta 0518870065 del banco BANORTE a nombre de

Basílica de Guadalupe A.R.Informes: Lic. Ángel Roa Hernández Tel.: (0155) 5577 - 6022 ext. 161