Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Ciencias y educación

Licenciatura en pedagogía infantil

IV Semestre

Reflexión: Un país silenciado por el gobierno corrupto.

En los últimos días los medios de comunicación han mostrado la situación crítica que atraviesa nuestro país, pero solo es hasta ahora que millones de personas se sensibilizaron por la causa que nos llama a todos y cada uno de los colombianos a luchar por lo que es nuestro. Esta historia no es nueva, que el gobierno decida y el pueblo se ha silenciado en pleno pie de lucha, pues hace ya 80 años vemos un claro ejemplo de corrupción de parte del gobierno en contra de la clase obrera, La masacre de las bananeras , en la que los trabajadores reclamaban sus derechos y condiciones favorables de trabajo, y en busca de proteger a la compañía por interés se tomó la decisión de fusilar a las personas que protestaban pacíficamente. Ahora bien al día de hoy se le da prioridad a las compañías extranjeras, siendo esto desfavorable para el desarrollo económico de nuestro país, dado que sus intereses favorecen a las familias de élite. No es nuevo que las decisiones siempre favorezcan a unos pocos, un ejemplo de ello es la decisión parcial de firmar el tratado de libre comercio con Estados unidos, la Unión europea, entre otros; esta decisión afecta enormemente la economía del país, porque las pequeñas empresas de nuestro país que han logrado dar a conocer sus productos se verán en desventaja con las grandes empresas internacionales que venden productos a baja costo y de considerable calidad, pues es más costoso para el país producir, pagar trabajadores, vender, exportar con tanta competencia en el mercado internacional.

Por otro lado la crisis económica se vive en los campos de nuestro país en donde nuestro campesinos producían alimentos sanos y diversos de la canasta familiar colombiana, de forma artesanal, natural, tradicional o simplemente por su estabilidad económica, ahora que el gobierno decidió implantar una política sintética del manejo de la producción de nuestros alimentos por medio de semillas transgénicas las cuales hacen desechable el trabajo del campesino colombiano, que nos ha brindado la oportunidad de ser un país en el cual se encuentra cualquier tipo de producto comestible en la canasta familiar, así como de calidad y sano. No quiero dejar de lado que hay quienes apoyan la iniciativa del paro

agrario, pues se sumaron a las protestas todo el sector público, que incluye transportadores, estudiantes y maestros, centros hospitalarios, transporte público, personas con que están de acuerdo y hasta mandatarios izquierdistas. Es critico vivir en Bogotá, porque siendo la capital del país las problemáticas del campo se nos vuelven ajenas, mientras haya un pan en la mesa, no nos importará el hambre de los demás, y esa es la principal problemática de este país individualista, para solucionar esas actitudes se debería reestructuras las políticas agropecuarias y las políticas que afectan a los campesinos que ayudan al progreso de este país conformista, se deberían implantar modelos en los cuales se le induzca al trabajador a crear empresas colombianas no a trabajar para otros países que lo único que quieren es vendernos productos que no necesitamos con su publicidad psicótica, claro está que primero se debería elevar el índice de empresas y el apoyo a las misma para que se dé a conocer sus productos de forma que la economía del país mejoré, ¿por qué no dar a conocer lo bueno de nuestro país? Mostrar la cara del trabajador colombiano, no la del violento guerrillero, como lo hacen ver los medios y su televisión con contenido netamente grotesco y sin cultura, mientras esto no suceda Colombia seguirá igual o peor, porque está en manos de personas que la quieren por conveniencia, porque su pueblo no tiene sujetos políticos y democráticos, tiene sujetos conformistas, individualistas, convenientes, silenciados, aterrorizados, o simplemente luchadores dados de baja.