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    Mastozoología Neotropical; 1 1): 17-28

    SSN

    0327-9383

    SAREM, 1994

    C O N S E R V A C IO N D E L A F A U N A D E T E T R A P O D O S

    I. UN INDICE PARA SU EVALUA CION

    Alfredo Reca*, Carm en Úbeda** y Dora Grigera**

    Dirección de Fauna y Flora Silvestre, San Martín 459, 100 4 Bueno s Aires, Argentina

    Centro Regional Universitario Bariloche, Universidad Nacional del Comah ue, CC 1336, 8400

    S.C. de B ariloche, Argentina

    ABS T RACT :

    This paper presents a methodology for ranking species according to conserva-

    t ion priorities based on exp licit quantifiable criteria. Species are ranked through a n index

    which is a sum of values assigned to 12 factors relevant to their survival: continental distri-

    bution national distribution extent of the use of habitat extent of the use of vertical space

    body size reproductive potential troph ic am plitude ab undanc e taxonom ic singularity sing u-

    larity extractive action and degree of protection of the species. The method w as applied to

    141 autochthonous tetrapod species of the Argentine

    Nothofagus forests. Results were com -

    pared to other qualifications by international and national organizations. The m ethod is objec-

    t ive and therefore repeatable and verifiable. I t can be updated a s new information becom es

    available. It is a useful guide for conse rvation and man agem ent and because of its simp licity

    can e xpedi tiously respond to concret requirem ents. If the ci rcumstances under which the

    method w as calculated persist it may becom e predictive.

    INTRODUCCION

    El conocimiento del estado de conservación

    de las especies de la fauna silvestre es básico

    para un m anejo sustentable de sus poblacio-

    nes. Se han realizado varios intentos para

    definir ese status. Algun os de ellos se sinte-

    tizan a continuación. La Unión Internacional

    para la Con servación de la Naturaleza y de

    los Recursos Naturales desde mediados de

    1960 publica regularmente sus Libros Rojos.

    Estos son inventarios internacionales de espe-

    cies amenazadas, categorizadas en base a

    información bibliográfica y a la opinión de

    especialistas recabada mediante formularios

    estandarizados (IUCN , 1988).

    En la m ayoría de los países en desarrollo,

    no se dispone de la información ne cesaria

    para conducir acciones de manejo de la vida

    silvestre. Se ha dicho que en Sud A mérica los

    problem as relacionados con la desaparición

    de las especies son de im portancia global y

    aunq ue la mayoría de los países han hecho

    mu cho para alentar los esfuerzos conserva-

    cionistas, la magnitud del problem a supera

    sus medios económ icos para resolverlo (Ma-

    res, 1986).

    Rapoport et al. (1986) propu sieron un índi-

    ce calificador del valor de conservación de

    las especies, en función de su distribución y

    de su abund ancia, como parte de un m odelo

    de aná lisis espacial para la delimitación de

    áreas de reserva.

    En Chile, la Corporación Nacional Forestal

    (CON AF) organizó en 1987, el Simposio Es-

    tado de Conservación de la Fauna de

    Vertebrad os Terrestres de Ch ile , reuniendo

    un nú mero de especialistas que ubicaron a la

    fauna ch ilena en las categorías definidas por

    la IUCN y fijaron prioridades para su manejo

    (Glade, 1988).

    En A rgentina, la legislación n acional vi-

    gente (Ley N acional 22421 /81), exige clasifi-

    car a la fauna en las siguientes categorías: en

    peligro, vulnerable, rara, indeterminada, no

    amenazada. La respuesta a esta exigencia fue

    el listado emitido por la D irección N acional

    de Faun a Silvestre (1983), realizado según la

    opinión d e dos especialistas y sin explicitar

    Recibido 24 Julio 1992 Aceptado 10 Noviembre 1992

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    . Reca, C. tleda y D. Grigera

    los criterios de la clasificación. Hasta el

    mom ento este listado no ha sido modificado.

    Independientem ente, varios autores han ca-

    lificado el estado de conservación de especies

    de distintos subconjuntos de la fauna argen-

    tina, mediante diversos m étodos.

    M artin et al. (1980-81) realizaron una prio-

    rización de av es y m amíferos argentinos en

    base a la cuantificación de opiniones institu-

    cionales. Christie (1984) propuso ordenar de

    m anera relativa y global a los vertebrados

    patagónicos, ejemplificando los criterios usa-

    dos con algunas especies. Martin et al. (1987)

    seleccionaron a un gru po de especies de ver-

    tebrados del Parque y Reserva Nacional

    Nahuel H uapi por la importancia de su con-

    servación o de su vu lnerabilidad.

    Con el mismo objetivo la Adm inistración

    de Parqu es Nacionales resolvió que para cada

    Parque, Reserva y Monumento Natural bajo

    su jurisdicción se deberá elaborar una lista de

    anim ales de valor especial en base a 12 cri-

    terios de selección (Administración de Par-

    qu es Nacionales, 1991). En todos los casos

    los criterios de calificación fuero n explícitos.

    Otros autores elaboraron índices de califi-

    cación basados en criterios explícitos y cuan-

    tificables y en calificaciones prev ias' realiza-

    das por instituciones nacionales e internacio-

    nales como la IUCN, la DNF S y otras. Pujalte

    et al. en prensa) y Balabusic et al. 1989)

    crearon un índice para detectar especies crí-

    ticas de aves y mamíferos del Parque N acio-

    nal Río P ilcomayo. C hani et al. (1989a,b,c,d)

    elaboraron un índice para la planificación d el

    recurso fauna y lo aplicaron a distintas situa-

    ciones. Reca et al. 1988) presentaron un

    índice y su aplicación a los tetrápodos del

    Parque y Reserva Nacional Nahuel Huapi.

    Reca (in litt.) elaboró un ín dice para la detec-

    ción de especies clave en la zona de imp acto

    de la represa Yacyretá. Vides Almonacid

    (1989 ) calificó a la avifauna del Parqu e Bio-

    lógico Sierra de San Javier, Tucum án.

    No obstante, en Argentina no existe aún un

    acuerdo para clasificar a su fauna de tetrápo-

    dos y determ inar cuales especies deben ser

    priorizadas para su conservación.

    En razón de los antecedentes expuestos se

    elaboró un método para calificar el estado de

    conservación d e las especies considerando las

    variables relevantes para su sobrevivencia y

    la necesidad de p restarles especial atención,

    basado en criterios objetivos, explícitos y

    cuantificables. Puede ser aplicado a la fauna

    de tetrápodos en su conjunto, sometiéndola a

    un tratam iento comú n y utilizando la infor-

    mación básica existente.

    M E T O D O S

    Se desarrolló un índice, llamado SUMIN,

    comp uesto por los valores de 12 variables

    que representan factores importantes para la

    sobrevivencia o para la conservación de las

    especies. Para cada especie a calificar, cada

    una de las variables (vi) asum e un valor nu-

    mérico dentro de un rango determinado, co-

    rrespondiendo el valor más alto a la situación

    más adversa para la especie. El valor del

    índice es la sum a de los valores asignados a

    cada variable:

    12

    SUM IN= E v i

    i = 1

    Se propone una sum a dado que se descono-

    ce una ecuación que represente las interac-

    ciones reales entre las variables. El índice

    puede tomar valores entre

    O

    y 30, implicando

    los valores m ás altos una m ayor necesidad de

    conservación. Los valores que p uede asum ir

    cada variable se describen en la Tabla 1. Las

    variables consideradas son las siguientes:

    1-

    Distribución Continental (DICON)

    La reducción del área geográfica de las espe-

    cies es uno de los dos factores principales

    que inciden en el proceso de extinción (Ra-

    pop ort et al., 1986). Se considera el área de

    distribución de la esp ecie a nivel continental,

    porq ue la contigüidad geog ráfica posibilita la

    existencia de flujo génico entre las

    poblacio-

    nes.

    2-

    Distribución Nacional (DINAC)

    Esta variable valoriza el tamañ o del área geo-

    gráfica ocupada p or las especies en el país.

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    INDICE DE EVALUACION DE FAUNA 9

    3

    Fig. 1:

    Distribución Continental DICON). Ejemplos de los valores que asume la variable de acuerdo al tamaño del área

    de distribución de la especie. El espacio sombreado representa el área de distribución.

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    . Reca, C. Úbeda y D . Grigera

    5 AREA NO

    MAPEABLE

    Fig. 2: Distribución Nacional (DINAC). Ejem plos de los valores que asume la variable de acuerdo al tamaño del área

    de distribución de la especie. El espacio sombreado representa el área de distribución.

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    Tabla 1:

    Variables que componen el

    SUMIN

    y sus valores posibles

    Se definen las condiciones que debe reunir una especie para que le sea asignado cada valor

    VARIABLE

    VALOR O

    VALOR 1

    VALOR 2 VALOR 3 VALOR 4

    VALOR 5

    DICON

    Todo el continente

    o su m ayor parte

    Aproximadamente la

    mitad del continente

    Menos de la mitad del continente,

    en forma continua o disyunta

    Restringida

    DINAC

    Todo el país

    o su m ayor parte

    Aproximadamente la

    mitad del país

    Menos de la mitad

    del país

    Restringida

    Muy localizada

    o endemismo

    Micro-

    endemismo

    AUHA

    Puede utilizar 4

    o m ás ambientes

    Puede utilizar 2 o 3

    ambientes

    Puede utilizar sólo 1 ambiente

    o necesita más de 1

    AUEVE

    Puede utilizar 4

    o más estratos

    Puede utilizar 2 o 3

    estratos

    Puede utilizar sólo 1 estrato

    o necesita más de 1

    TAM

    Menor de 25 cm

    o menor de lkg

    De 25 a 200 cm

    o de 1 a 12 kg

    Mayor de 200 cm

    o mayor de 12 kg

    POTRE

    Elevado

    Mediano

    Bajo

    A M T R O

    Omnívoras y

    herbívoras

    generalistas

    Herbívoras especialistas

    carnívoras generalistas

    y carroñeras

    Carnívoras

    especialistas

    A B UND

    Abundante o común

    Escasa

    Rara o muy rara

    SINTA

    Ausencia

    Pertenece a un género

    monotípico

    Pertenece a una familia o taxón

    de nivel superior mon otípicos

    SING

    Ausencia

    Presencia

    ACEXT

    No hay

    Por temor, repulsión, superstición,

    por ser considerada plaga o

    perjudicial, para

    aprovechamiento a pequeña

    escala o para uso de subproductos

    Caza deportiva y/o

    explotación comercial

    a mediana escala o

    por ser declarada

    plaga oficialmente

    Extracción por 2 o

    más de los motivos

    anteriores

    Explotación intensiva

    de piel, cuero,

    lana, carne, etc.

    PROT

    Protegida por 3 o más

    unidades de conservación

    Protegida por 2

    unidades de conservación

    Protegida por 1 unidad

    de conservación

    No protegida

    DICO N: distribución continental; DINAC: distribución nacional; ALMA : amplitud en el uso del hábitat; AUEVE : amplitud en el uso del espacio vertical;

    TAM : tamaño corporal; POTRE: potencial reproductivo; AMTRO : amplitud trófica; ABUND : abundancia; SINTA: singularidad taxonómica;

    SING: singularidad; ACEX T: acciones extractivas; PROT: grado de protección de las especies

    V

    V

     

    D

    T

    V

    H

    H

    W

    I

    C

    N

     

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    22 . Reca, C. Úbeda y D . Grigera

    Es de interés desde un punto de vista adm i-

    nistrativo e imp ortante para la conservación

    de la biodiversidad a nivel nacional.

    Las F iguras 1 y 2 ilustran las valorizacio-

    nes d e algunas distribuciones p osibles.

    3-

    Am plitud en el Uso del Habitat

    (AUHA)

    Esta variable se refiere a la aptitud de las

    especies para vivir en diferentes ambientes.

    Com o ambientes se consideran en sentido am-

    plio: selvas, bosqu es, arbustales, pastizales,

    estepas, semidesiertos, hábitats rupestres, pa-

    lustres y riparios, há bitats lóticos, lénticos y

    litoral m arino. La valorización se realiza te-

    niendo en cuenta el número de amb ientes en

    los que la especie puede vivir o necesita para

    su sobrevivencia: un animal capaz de utilizar

    varios ambientes de manera m ás o menos in-

    distinta, está en una situación de sobrevivencia

    más ventajosa que aqu el que sólo puede uti-

    lizar uno, o que dep ende de m ás de uno.

    4-

    Am plitud en el Uso del Espacio

    Vertical (AUE VE)

    Cu antifica la porción d el espacio vertical uti-

    lizado para alimentación y/o reproducción. Se

    reconocen los siguientes estratos adaptados

    de Ub eda et al. (1990). Para los ecosistemas

    acuáticos: superficie del agua, colum na de

    agua má s fondo, aguas someras más fondo y

    vegetación emergente. Para los ecosistemas

    terrestres: subsuperficie, superficie, vegetación

    herbácea h asta 1,5 m, vegetación entre 1,5 y

    8 m, y vegetación por encima de los 8 m.

    Para am bos ecosistemas se agrega el estrato

    aéreo.

    Para valorizar a esta variable se considera

    la actividad (alimentación o reproducción)

    para la cual la especie usa el menor nú mero

    de estratos. Los A nfibios son calificados te-

    niendo en cu enta el estadio en el cual la es-

    pecie está más restringida en el uso del espa-

    cio vertical.

    5-

    Tamaño C orporal (TAM)

    Esta variable es importante debido a qu e el

    tamaño del cuerpo de una especie está posi-

    tivamente relacionado con el tamaño del te-

    rritorio y con los req uerimientos ecológicos,

    e inversamente relacionado con la densidad

    (Harestad y Bunnell, 1979; Eisenberg, 1981;

    Crespo, 1982a,b; L indstedt et al., 1986). Ade-

    más, la extinción de una población, en un

    período de tiempo determinado, está inversa-

    mente correlacionada con el tamaño corporal

    (Eisenberg, op .cit.), entre otros factores. El

    concepto del truncam iento ecológico sugiere

    que los taxa m ás grandes deben considerarse

    m ás vulnerables (Bun nell, 1978). El may or

    tamaño tam bién hace más vulnerable a una

    especie al hacerla má s susceptible a la caza

    (Crespo, 1982a). Consecuentemente, la pro-

    tección de los animales grandes requiere un

    área mayor y su conservación deman da ma-

    yores esfuerzos.

    Esta variable es valorizada usando peso y

    longitud com o estimadores del tamañ o.

    6-

    Potencial Reproductivo (POTR E)

    Para evaluar el potencial reproductivo es tan

    importante considerar el tamaño de la cama-

    da como la edad de la primera reproducción

    de las hembras. No obstante, para simplificar

    la evaluación de esta variable se pu ede utili-

    zar la producción anual de crías (núm ero de

    crías por carnada por número de camadas por

    año) corno estimador del potencial repro-

    ductivo. Para dotar a esta variable de un sig-

    nificado biológico real, se adaptaron los

    valores de la m isma a la producción anual de

    crías de cada Clase de Tetrápodos (Tabla 2).

    Tabla 2:

    Clasificación del Potencial Reproductivo

    (POTRE) para cada Clase. En las celdas se

    indica el número de huev os o de crías anuales

    que corresponde a cada v alor.

    Valores de la variable

    Clase

    2

    Anfibios

    40

    0-250

    250

    Reptiles

    2 -10

    10

    Aves -3

    -7

    8

    Mamíferos

    2

    -5

    6

    7- Amplitud

    AMTRO)

    Aunq ue en términos de adaptación todas las

    estrategias de alimentación tienden a optimizar

    el balance energético (Pianka, 1982), desde

    la óptica de la conservación, muchas especies

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    INDICE DE EVALUACION DE FAUNA

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    situadas en los niveles tráficos altos son las

    má s afectadas por las acciones hum anas. El

    nivel tráfico tam bién está relacionado con el

    tamaño del

    home range

    éste es mayor para

    los carnívoros que p ara los herbívoros, e in-

    termedio en los omnívoros Harestad y

    Bunnell, 1979).

    Adem ás, según el concepto del truncamien-

    to ecológico, los especialistas son más vulne-

    rables que los generalistas (Bunn ell, 197 8).

    En esta variable se tienen en cuenta ade-

    más d e la diversidad de alimentos que consu-

    me una especie, el sitio y la forma de

    obtención.

    Para calificar a los Anfibios se consideró el

    estadío en qu e la especie ocupa el nivel tráfico

    más alto.

    8-

    Abundancia (ABUND )

    La reducción de la abundancia y la disminu-

    ción del área geográ fica de las

    especies son

    los factores principales en el proceso de ex-

    tinción (Diamond, 1984; Rap oport et al., 1986

    y otros). Esta va riable se refiere al tamañ o de

    las poblaciones dentro del país. Para

    valorizarla se utiliza una escala de abundan-

    cia relativa.

    A pesar de la relevancia de esta variable

    cabe señalar que los datos son de difícil

    obtención, al menos de manera uniforme p ara

    la totalidad de las especies y de mod o com -

    parable.

    9-

    Singularidad Taxonóm ica (SINTA )

    Un taxón q ue incluya una o pocas especies

    requiere un m ayor esfuerzo de conservación

    que uno m uy num eroso. La singularidad ge-

    nética es una variable qu e debe incluirse en

    el índice con la finalidad de resguardar de su

    desaparición a secuencias únicas de ADN pre-

    sentes en taxones mon otípicos.

    10-

    Singularidad (SING)

    Por m edio de esta variable se ponderan ca-

    racterísticas particulares de las especies que

    afectan su sobrevivencia o son relevantes para

    su conservación. Pueden ser caracteres

    etológicos, reproductivos, o demográficos (in-

    sularidad de las poblaciones, retroceso num é-

    rico).

    11-

    Acciones Extractivas (ACEX T)

    Se consideran acciones extractivas a todas las

    acciones humanas que imp lican remoción de

    individuos de las p oblaciones naturales. El

    impacto de estas acciones sobre las poblacio-

    nes puede ser bajo, m ediano, alto o m uy alto.

    Las extracciones de bajo imp acto son las de-

    bidas a temor, repulsión, superstición, uso de

    subproductos, explotación a pequeña escala o

    porqu e la espeCie es considerada plaga o per-

    judicial. Las extracciones de mediano im pac-

    to son resultado de la caza deportiva, explo-

    tación com ercial a mediana escala o al hecho

    de qu e la especie está declarada plaga oficial-

    mente. Las extracciones debidas a dos o más

    de los motivos expuestos provocan un impac-

    to alto. El comercio intensivo de p ieles, cue-

    ros, lana, carne, plumas, etc., es de mu y alto

    impacto.

    12-

    Grado d e Protección de las

    Especies (PRO T)

    Esta variable pondera el número de un idades

    de conservación que incluyen a la especie

    dentro del país. Aunque la eficacia de las

    unidades de conservación depende de su for-

    ma, tamaño y distribución en relación al ta«

     

    Diamond, 1975, 1984; Nilsson, 1978;

    Lovejoy, 1979; Shaffer, 1981; Margules y

    Usher, 1981; M argules et al., 1982; M iller,

    1982; Janzen, 1983; P atterson, 1987), para

    simplificar la aplicación de este criterio sola-

    mente se considera el número de unidades.

    Los rangos asignados a las variables actúan

    como ponderaciones imp lícitas.

    Distribución Continental, Distribución Na-

    cional, Acciones Extractivas_ y G rado de Pro-

    tección tienen los rangos más amplios debido

    a qu e son las variables más afectadas por las

    acciones antrópicas. Atendiendo a la conser-

    vación de las especies dentro de un país y

    desde un pun to de vista político-administrati-

    vo, es más importante la Distribución Nacio-

    nal que la Distribución Continental,

    por

    ello

    la primera tiene rango de valores mayor.

    Tod as las variables referidas a característi-

    cas biológicas (Amplitud en el Uso del Hábitat.,

    Am plitud en el Uso del Esp acio Vertical, Ta-

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    V

    V

    H

    N

    D

    r

    V

    H

    H

    R

    C

    N

    26

    24

    22

    2

    6

    4

    2—

    O

    01234567

     

    10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28

    VALORES DEL SUMIN

    UMIN NFS

    IUCN

    ITES

    APN

    Fig. 3: Comparación de los valores del SUMIN con las calificaciones de alto riesgo de: Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales, 1988

    (IUCN), Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, 1990 (CITES), Dirección Nacional de Fauna Silvestre de la República

    Argentina, 1983 (DNFS) y Martin et a l. , 1987 (APN ). Se indica el número de especies que obtuvo cada valor del SUMIN y las ca lificaciones de a lto riesgo de las organizaciones

    arriba mencionadas . Ejemplo: de las nueve especies que tienen un SUM IN de 12, tres son consideradas críticas por DN FS y una por AP N.

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    . Reca, C. Úbeda y D . Grigera

    sólo depend e de características inherentes,

    constantes, sino también de factores que fluc-

    túan en el t iemp o y en el espacio, es de es-

    perar que la curva se m ueva hacia los valores

    altos del SUMIN en situaciones de stress o de

    presión no selectiva. Cu ando actúan fu erzas

    selectivas, la curva puede moverse de la

    manera descripta o camb iar su forma. Si per-

    sisten las condiciones bajo las que el SUM IN

    fue calculado, la curva de d istribución p osee

    valor predictivo. Cuando se con oce la direc-

    ción en qu e actuarán las fuerzas selectivas, el

    valor predictivo del SUMIN se incrementa.

    La aptitud y coherencia del SUM IN queda-

    ron de m anifiesto al contrastar los resultados

    de su aplicación con otras calificaciones de

    aceptación general.

    Este método permite ordenar a las especies

    de acuerdo al valor de su índice. El ordena-

    miento resultante es orientativo. No se puede

    demostrar que u na especie en determinada

    posición sea más vulnerable que la que se

    encuentra en la posición siguiente, aunque es

    definitivamente más vulnerable q ue la situa-

    da m ás abajo en la lista.

    Analizando los valores de las variables, un

    administrador puede identificar rápidam ente

    e interpretar los factores determinantes de la

    vulnerabilidad de las especies. Varias espe-

    cies con el mismo valor del SU M IN pueden

    necesitar un manejo diferente.

    El índice puede ser usado para guiar accio-

    nes de conservación y man ejo y para confec-

    cionar Libros Rojos. Su sim plicidad lo hace

    expeditivo para responder a requerimientos

    concretos de manejo.

    En síntesis, este es un método relativamen-

    te simple, basado en criterios explícitos, es

    objetivo y adaptable a distintas situaciones y

    es de utilidad para detectar especies qu e re-

    quieren especial atención desde el punto de

    vista de su conservación.

    A G R A D E C I M I E N T O S

    Agradecemos muy especialmente a C . Che-

    hébar y a E. Ramilo de la Delegación Técni-

    ca Regional Sur (A dministración de Parques

    Nacionales, Argentina) por sus valorables opi-

    niones y observa ciones críticas. A. A.P. de

    D'Angelo y a C . Brión de la Universidad Na-

    cional del Com ahue por el apoyo brindado.

    Tam bién agradecemos a L. Sancholuz por la

    lectura crítica del manuscrito, y a los reviso-

    res anónimos por las sugerencias realizadas.

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