Rearme 09 2009

2
Compañeros y compañeras. ¿Que hacer frente a las elecciones presidenciales y parla- mentarias que se avecinan? La gran mayoría de los traba- jadores, estudiantes, pobladores se pregunta ¿participo o no de estas elecciones?, ¿me inscribo o no me inscribo para votar?, ¿vale la pena votar? A estos legítimos cues- tionamientos le siguen otros ¿es la democracia el ritual de cambiar autoridades cada cierto tiempo para que nada cambie y todo siga igual y en muchos aspectos peor? Estas preguntas encierran cuestiones trascendentes para los trabajadores. Entrañan la preocupación por lo políti- co, vale decir, la preocupación por el poder. En definitiva resulta necesario delimitar el tema y señalar en primer término que lo político indica la pertenencia a una socie- dad y que la palabra política viene del griego politikè que significa el “arte de gobernar la polis, la ciudad”. El problema político es concreto. Se trata de quien go- bierna, como gobierna y para quien gobierna. En una sociedad dividida en clases sociales antagónicas como la nuestra que se encuentra profundamente dividida entre burgueses y proletarios, entre explotados y explotadores, resulta que el gobierno está en manos de los representan- tes de la burguesía capitalista, de los representantes de la patronal. Los gobiernos dictan leyes, firman tratados internacionales, aplican una política económica, una política militar que defiende esos intereses. Pero se en- cubre esta realidad y todos los gobiernos dicen que “es- tán al servicio de todos los chilenos”, que representan el bien común y cosas por el estilo. ¿Por qué encubren el carácter de clase de sus gobiernos? Por una razón muy sencilla. Ellos –la burguesía- son una minoría social y los eventuales “electores” constituyen la gran mayoría social. El poder político que tienen las clases dominantes se basa en la fuerza y en gran parte en la ignorancia y el engaño. Para mantener a las mayorías en esta condición cuentan con un sistema de educación elitista y castrado. Es elitista porque pocos acceden a él y es castrado por que no desarrolla la capacidad critica de los estudiantes, porque selecciona los hechos de la historia como si esta transcurriera completamente en la esfera de las cúpulas sociales y resulta que las grandes gestas del pueblo pa- reciera que no forman parte de la historia ¿Dónde se en- seña la historia de las huelgas?, ¿la historia de la masacre obrera en la Escuela Santa María de Iquique en 1907? ¿Quién enseña la historia de la construcción de las cen- trales sindicales, de la revolución rusa, de la revolución cubana? Nada de eso se enseña. Los medios de comunicación hacen lo suyo. No infor- man, desinforman. ¿Cómo es posible que los diarios tengan como noticia, como portada lo que ocurre en los reality, en el football y los amores y desamores de los famosos? Esto no es casual. Como tampoco lo es la ex- plosión de drogas en nuestras poblaciones. El poder de las minorías sociales se asienta sobre la ignorancia, la desorganización, la apatía y la indiferencia de la mayoría social. Se apoya también en las extensas jornadas labo- rales que impiden a los trabajadores concurrir al cine, a las bibliotecas o las reuniones sindicales y políticas de clase. El resto lo hace la religión y la represión. Cualquier tra- bajador puede comprobar que se paga un alto precio al pensar distinto, al luchar por romper con las cadenas de la dominación. Ejemplos tenemos demasiados. El com- pañero Rodrigo Cisterna Fernández asesinado por cara- bineros en medio de la huelga de los forestales. Los com- pañeros Alex Lemún. Matías Catrileo, Jaime Mendoza Collio asesinados también por carabineros por participar en la recuperación de sus tierras. A estos crímenes se suma el ataque con armas de guerra a una sede universi- taria en los últimos días. Volviendo a lo inmediato, a estas elecciones. Es necesa- rio detenerse un momento para señalar en que condicio- nes se producen las mismas. UN POCO DE HISTORIA El año 1989 se inició la llamada “transición a la democra- cia”, o salida pacifica a la dictadura. Aparecía a la cabeza de este proceso un conglomerado de partidos políticos. Los partidos demócrata cristiano, socialista, partido por la democracia, partido radical; todos ellos concertados, unidos por un pacto. El origen de estas fuerzas políticas –salvo el PPD- puede rastrearse a lo largo de la historia de Chile, décadas por lo menos pero en esta ocasión y como antecedente inmediato señalo que en el año 1979, estando en pleno vigor la dictadura de Pinochet se pro- duce el derrocamiento revolucionario de la dictadura de Somoza en Nicaragua. La burguesía chilena, comienza a sudar angustia ¿Podrá ocurrir algo similar en Chile? Sus personeros concluyen que vale la pena evitarlo. Este he- cho es trascendente. Constituye la base de acercamiento, los primeros contactos entre políticos DC y políticos de derecha que aun apoyaban a Pinochet y sus crímenes. Luego se desencadena la crisis económica de los años 82 y 83, florece el PEM, el Pojh, la cesantía alcanza el 30% y el hambre era terrible. En este contexto se producen las primeras grandes, masivas movilizaciones contra la dictadura. Las jornadas de protesta que se alimentaban a si mismas, que no tenían una dirección política centra- lizada, pero que si tenían una clara orientación popular y clasista (respondían al llamado de los trabajadores del Cobre), amenazaban con provocar una dinámica de lu- cha callejera, de difícil contención atendida la existencia de la dictadura y la aparición de grupos armados. Las protestas forzaron acuerdos políticos entre camari- llas total y absolutamente ajenas a la lucha e intereses populares. En este clima se configura la Concertación de Partidos por la Democracia, conglomerado que a futuro gobernaría el país. Este acuerdo es básico: a) mantener la institucionalidad política generada por la dictadura (constitución del 80) con algunas refor- mas menores; b) sistema binominal de elecciones; c) los partidos políticos más extremos debían renun- ciar a sus posiciones. De esta manera el Partido Socia- lista para entrar en la concertación declaró que renun- ciaba a su lucha por la transformación de la sociedad y que respetaba la propiedad privada de los medios de producción; d) se prohíben los partidos que profesen el marxismo y las ideas revolucionarias; e) la política económica y antiobrera se mantiene in- tacta En las elecciones del año 1990 triunfa Aylwin. El pueblo acude masivamente a apoyar “el fin de la dictadura”. Las elecciones de ahí en adelante se desenvuelven con las si- guientes características: 1. compiten dos conglomerados principales (la concer- tación y la alianza) 2. ninguno de los conglomerados expone claramente cual es su programa político. Cuando aluden a él se aprecia que las diferencias de programa entre uno y otro son es- casas, mínimas y en todo caso no tocan los problemas esenciales de los trabajadores del país y si lo hacen es para decir que es bueno para la economía de Chile “eli- minar este u otro derecho de los trabajadores”; 3. la prensa se ha transformado en un factor político esen- cial. Existe lo que ellos informan. Lo demás no existe, no cuenta. Hay censura. La libertad de prensa no existe. Lo que existe es la propiedad monopólica de los medios de comunicación. 4. aumenta la no participación electoral. Las cifras ha- blan por si mismas: de 12 millones de chilenos mayores de 18 años de edad 8 de ellos está inscrito en los regis- tros electorales. De esos 8 millones 6 votan y de los 6 millones 1,5 millón vota blanco y 500 mil nulo. 4 millo- nes marcan una preferencia y representan exactamente el 33.3% de los chilenos en edad de votar. Ese 33.3% de electores se divide por mitades. Una mitad apoya a la alianza - el 16.6%- y la otra mitad vota contra la alian- za. Conclusión, estos gobiernos parecen de mayoría pero son de minoría. L 5. los que votan, lo hacen contra la derecha pero no a favor de la concertación. Votan por el mal menor y no por un programa político que realmente los represente. 6. la política se ha desprestigiado, se ha corrompido, se ha precarizado y farandulizado igual que el conjunto de Organo de la Tendencia Socialista Revolucionaria - mail: [email protected] POR EL REARME ORGANICO, POLITICO E IDEOLOGICO DEL PROLETARIADO AL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO

description

Periodico rearme 09 2009

Transcript of Rearme 09 2009

Compañeros y compañeras.

¿Que hacer frente a las elecciones presidenciales y parla-mentarias que se avecinan? La gran mayoría de los traba-jadores, estudiantes, pobladores se pregunta ¿participo o no de estas elecciones?, ¿me inscribo o no me inscribo para votar?, ¿vale la pena votar? A estos legítimos cues-tionamientos le siguen otros ¿es la democracia el ritual de cambiar autoridades cada cierto tiempo para que nada cambie y todo siga igual y en muchos aspectos peor?

Estas preguntas encierran cuestiones trascendentes para los trabajadores. Entrañan la preocupación por lo políti-co, vale decir, la preocupación por el poder. En definitiva resulta necesario delimitar el tema y señalar en primer término que lo político indica la pertenencia a una socie-dad y que la palabra política viene del griego politikè que significa el “arte de gobernar la polis, la ciudad”.

El problema político es concreto. Se trata de quien go-bierna, como gobierna y para quien gobierna. En una sociedad dividida en clases sociales antagónicas como la nuestra que se encuentra profundamente dividida entre burgueses y proletarios, entre explotados y explotadores, resulta que el gobierno está en manos de los representan-tes de la burguesía capitalista, de los representantes de la patronal. Los gobiernos dictan leyes, firman tratados internacionales, aplican una política económica, una política militar que defiende esos intereses. Pero se en-cubre esta realidad y todos los gobiernos dicen que “es-tán al servicio de todos los chilenos”, que representan el bien común y cosas por el estilo. ¿Por qué encubren el carácter de clase de sus gobiernos? Por una razón muy sencilla. Ellos –la burguesía- son una minoría social y los eventuales “electores” constituyen la gran mayoría social.

El poder político que tienen las clases dominantes se basa en la fuerza y en gran parte en la ignorancia y el engaño. Para mantener a las mayorías en esta condición cuentan con un sistema de educación elitista y castrado. Es elitista porque pocos acceden a él y es castrado por que no desarrolla la capacidad critica de los estudiantes, porque selecciona los hechos de la historia como si esta transcurriera completamente en la esfera de las cúpulas sociales y resulta que las grandes gestas del pueblo pa-reciera que no forman parte de la historia ¿Dónde se en-seña la historia de las huelgas?, ¿la historia de la masacre obrera en la Escuela Santa María de Iquique en 1907? ¿Quién enseña la historia de la construcción de las cen-trales sindicales, de la revolución rusa, de la revolución cubana? Nada de eso se enseña.

Los medios de comunicación hacen lo suyo. No infor-man, desinforman. ¿Cómo es posible que los diarios tengan como noticia, como portada lo que ocurre en los

reality, en el football y los amores y desamores de los famosos? Esto no es casual. Como tampoco lo es la ex-plosión de drogas en nuestras poblaciones. El poder de las minorías sociales se asienta sobre la ignorancia, la desorganización, la apatía y la indiferencia de la mayoría social. Se apoya también en las extensas jornadas labo-rales que impiden a los trabajadores concurrir al cine, a las bibliotecas o las reuniones sindicales y políticas de clase.

El resto lo hace la religión y la represión. Cualquier tra-bajador puede comprobar que se paga un alto precio al pensar distinto, al luchar por romper con las cadenas de la dominación. Ejemplos tenemos demasiados. El com-pañero Rodrigo Cisterna Fernández asesinado por cara-bineros en medio de la huelga de los forestales. Los com-pañeros Alex Lemún. Matías Catrileo, Jaime Mendoza Collio asesinados también por carabineros por participar en la recuperación de sus tierras. A estos crímenes se suma el ataque con armas de guerra a una sede universi-taria en los últimos días. Volviendo a lo inmediato, a estas elecciones. Es necesa-rio detenerse un momento para señalar en que condicio-nes se producen las mismas.

UN POCO DE HISTORIA

El año 1989 se inició la llamada “transición a la democra-cia”, o salida pacifica a la dictadura. Aparecía a la cabeza de este proceso un conglomerado de partidos políticos. Los partidos demócrata cristiano, socialista, partido por la democracia, partido radical; todos ellos concertados, unidos por un pacto. El origen de estas fuerzas políticas –salvo el PPD- puede rastrearse a lo largo de la historia de Chile, décadas por lo menos pero en esta ocasión y como antecedente inmediato señalo que en el año 1979, estando en pleno vigor la dictadura de Pinochet se pro-duce el derrocamiento revolucionario de la dictadura de Somoza en Nicaragua. La burguesía chilena, comienza a sudar angustia ¿Podrá ocurrir algo similar en Chile? Sus personeros concluyen que vale la pena evitarlo. Este he-cho es trascendente. Constituye la base de acercamiento, los primeros contactos entre políticos DC y políticos de derecha que aun apoyaban a Pinochet y sus crímenes. Luego se desencadena la crisis económica de los años 82 y 83, florece el PEM, el Pojh, la cesantía alcanza el 30% y el hambre era terrible. En este contexto se producen las primeras grandes, masivas movilizaciones contra la dictadura. Las jornadas de protesta que se alimentaban a si mismas, que no tenían una dirección política centra-lizada, pero que si tenían una clara orientación popular y clasista (respondían al llamado de los trabajadores del Cobre), amenazaban con provocar una dinámica de lu-cha callejera, de difícil contención atendida la existencia de la dictadura y la aparición de grupos armados.

Las protestas forzaron acuerdos políticos entre camari-llas total y absolutamente ajenas a la lucha e intereses populares. En este clima se configura la Concertación de Partidos por la Democracia, conglomerado que a futuro gobernaría el país. Este acuerdo es básico:

a) mantener la institucionalidad política generada por la dictadura (constitución del 80) con algunas refor-mas menores;b) sistema binominal de elecciones;c) los partidos políticos más extremos debían renun-ciar a sus posiciones. De esta manera el Partido Socia-lista para entrar en la concertación declaró que renun-ciaba a su lucha por la transformación de la sociedad y que respetaba la propiedad privada de los medios de producción;d) se prohíben los partidos que profesen el marxismo y las ideas revolucionarias;e) la política económica y antiobrera se mantiene in-tacta

En las elecciones del año 1990 triunfa Aylwin. El pueblo acude masivamente a apoyar “el fin de la dictadura”. Las elecciones de ahí en adelante se desenvuelven con las si-guientes características:

1. compiten dos conglomerados principales (la concer-tación y la alianza)2. ninguno de los conglomerados expone claramente cual es su programa político. Cuando aluden a él se aprecia que las diferencias de programa entre uno y otro son es-casas, mínimas y en todo caso no tocan los problemas esenciales de los trabajadores del país y si lo hacen es para decir que es bueno para la economía de Chile “eli-minar este u otro derecho de los trabajadores”;3. la prensa se ha transformado en un factor político esen-cial. Existe lo que ellos informan. Lo demás no existe, no cuenta. Hay censura. La libertad de prensa no existe. Lo que existe es la propiedad monopólica de los medios de comunicación. 4. aumenta la no participación electoral. Las cifras ha-blan por si mismas: de 12 millones de chilenos mayores de 18 años de edad 8 de ellos está inscrito en los regis-tros electorales. De esos 8 millones 6 votan y de los 6 millones 1,5 millón vota blanco y 500 mil nulo. 4 millo-nes marcan una preferencia y representan exactamente el 33.3% de los chilenos en edad de votar. Ese 33.3% de electores se divide por mitades. Una mitad apoya a la alianza - el 16.6%- y la otra mitad vota contra la alian-za. Conclusión, estos gobiernos parecen de mayoría pero son de minoría. L5. los que votan, lo hacen contra la derecha pero no a favor de la concertación. Votan por el mal menor y no por un programa político que realmente los represente. 6. la política se ha desprestigiado, se ha corrompido, se ha precarizado y farandulizado igual que el conjunto de

Organo de la Tendencia Socialista Revolucionaria - mail: [email protected]

POR EL REARME

ORGANICO, POLITICO E IDEOLOGICO DEL PROLETARIADOAL SOCIALISMO REVOLUCIONARIO

la vida nacional;7. la izquierda, los partidos de izquierda, los partidos que en décadas pasadas defendieron los intereses del pueblo desaparecieron o se desdibujaron, cruzaron la trinchera y hoy defienden a la empresa, las privatizaciones, los tratados de libre comercio con los EEUU.

8. los trabajadores, mapuches, estudiantes y la gran ma-yoría del pueblo no tienen ningún programa que defen-der en estas elecciones.

Esto ha sido así en las elecciones de Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y ahora.

A CAMBIAR LA HISTORIA

Y sin embargo, todo depende de ustedes, de los trabajado-res organizados. Los acontecimientos sociales y políticos no constituyen una fatalidad. La historia puede tener un curso distinto a condición que los trabajadores, los estu-diantes y todos los interesados en forjar una sociedad sin explotación, sin amos y sin miedo nos unamos férrea-mente en torno a un programa político que nos oriente y discipline nuestras luchas. Un programa verdaderamente de izquierda, que conjugue las demandas inmediatas con los intereses históricos de los trabajadores.

Pero que es un programa? Un programa político es la ex-presión de tres cuestiones fundamentales:

1. un diagnóstico de la situación nacional y de la situa-ción particular de los trabajadores y de las mayorías opri-midas en dicha sociedad;2. luego, ese programa se pregunta por las fuerzas mo-trices capaces de lograr los cambios que resulten necesa-rios. Fuerzas motrices son las clases sociales. Que peso social tienen los trabajadores en Chile. Que porcentaje de la población vive de un salario. Que porcentaje de trabajadores agrícolas existe. Que peso social tienen las llamadas “clases medias”. Estas clases, sus diversos estratos, ¿están organizadas? ¿que conciencia tienen?. Responder estas interrogantes nos lleva a contabilizar el activo social con el que cuenta el programa de transfor-mación revolucionaria de la sociedad. 3. las medidas concretas de transformación social.

Obviamente un programa político de los trabajadores y del pueblo será muy diferente de un programa político de los burgueses, de los capitalistas y patrones. A ellos no les interesa cambiar esta cruda realidad, al contrario les interesa usar el aparato de gobierno para perpetuarla. Los trabajadores y sus aliados naturales son los verdade-ramente interesados en transformar revolucionariamente la organización social y económica actualmente exis-tente.

El programa político de los trabajadores es un programa histórico que apunta a destruir el capitalismo, a expropiar a los capitalistas y a construir una sociedad realmente so-cialista comandada por los trabajadores, sin patrones, sin que nadie tenga que entregar su vida para que otros gocen de riqueza y privilegios. Ese es nuestro programa históri-co. Pero realizarlo es difícil. De ahí que la participación política de los trabajadores en este periodo en que aun no somos fuertes, en que estamos reconstruyendo nuestras organizaciones debe apuntar al fortalecimiento de la con-ciencia y de la organización de todo nuestro pueblo.

Somos partidarios de ensayar los puntos fundamentales de un programa, no definitivo, sino transitorio que nos ayude a fortalecernos, a luchar mas y mejor.

DIAGNOSTICO

1. en Chile el proceso de concentración de la riqueza en pocas manos avanza a pasos de gigantes. Tres familias son los súper dueños de Chile: Angelini; Matte y Luksic. Les siguen un centenar de dueños menores como el gru-po Claro, los Frei, los Piñera y otros;2. los dueños de Chile son socios de grandes capitalistas transnacionales;3. la inversión extranjera en Chile ha aumentado vertigi-nosamente a partir de los gobiernos de la Concertación, Estos gobiernos les garantizan “estabilidad” para sus ne-gocios;

4. ha aumentado la explotación de los trabajadores. Hoy en Chile se trabaja jornadas más extensas por menos sa-larios, los derechos laborales son una burla: huelga, sin-dicalización y negociación colectiva entre ellos. Apenas el 6% de los trabajadores negocia colectivamente y no más del 8% se encuentra sindicalizado. Se ha impuesto la flexibilidad laboral, la subcontratación y el suministro de trabajadores y el libre despido. 5. se ha privatizado la seguridad social y una serie de derechos se han convertido en viles mercancías; 6. aumenta la deserción escolar, la educación de mercado cierra sus puertas a nuestros hijos pero les abre las puer-tas de las cárceles y de los hogares de menores. La droga circula más fácilmente que el pan en nuestros barrios. El crimen y la barbarie se imponen incluso al interior de la vida familiar, de ahí los abusos frecuentes a niños y mujeres;7. se empobrece las antiguas clases medias. Hoy son simples asalariados sujetos a condiciones drásticas de explotación. Los profesores, empleados bancarios, los trabajadores de cuello y corbata viven endeudados, al crédito, sin salario suficiente .Muchos subcontratados y externalizados.8. Estos problemas se pueden resolver. La presencia de cobre, hierro, riquezas forestales, un litoral extenso, ri-quezas marinas, superficie agrícola considerable y un pueblo con una enorme capacidad de trabajo constituyen la base material para los cambios. 9. la concertación política no ha solucionado nuestros problemas y no los va a solucionar. Imposible que lo haga porque se trata de un proyecto que desarma al pue-blo, que desnaturaliza sus partidos y los compromete en la defensa del capital. Hasta el Partido Comunista hoy es parte de este juego que ha continuado con la política económica de Pinochet y sus asesinos y secuaces.10. la concentración de la riqueza ataca la democracia y la vuelve superflua. ¿Alguien cree que este es el gobierno de la mayoría? Mientras mas se concentra la riqueza me-nos democracia existe. Y recrudece la violencia contra los pobres que protestan. Se criminaliza la protesta y las luchas. Estudiantes, obreros y mapuches son golpeados y asesinados por defender sus legítimos e irrenunciables intereses. 11. el país entero se encuentra sometido a la lógica del mercado, a la lógica del capital , la Inversión extranjera, los TLC, el monopolio de la producción científica y téc-nica que tienen los países imperialistas, y los mandatos del FMI y el BM nos oprimen como una pesada loza que coarta nuestro desarrollo;12. el parlamento legisla a favor de unos pocos. El go-bierno ejerce poder a favor de unos pocos y en contra de los muchos. Las leyes permiten libre mercado, que nos inundemos de productos importados baratísimos elabora-dos con el sudor y la sangre de otros pueblos del mundo. Faltan viviendas, faltan escuelas, universidades públicas y gratuitas. Faltan hospitales y sobran AFPs. 13. por todo lo expuesto la tarea central del programa de los trabajadores es atacar a los dueños de Chile, a los in-versionistas extranjeros y a los monopolios que en reali-dad son quienes tienen el monomio del poder económico, social y político.

FUERZAS MOTRICES

Desde 1970 a esta parte los asalariados han crecido en Chile. A los trabajadores mineros e industriales se ha unido una enorme masa de trabajadores agrícolas y fores-tales que vivieron largas décadas de dominio latifundis-ta. En Chile se ha provocado una transformación social trascendente. Si bien es cierto se ha recompuesto la gran propiedad agrícola, el latifundio con su sistema semi-feudal de vasallaje ya no existe mas y este hecho liberó al inquilino convirtiéndolo en obrero agrícola, asalariado y dispuesto a luchar junto a los trabajadores de la ciudad. Los forestales y los compañeros de agrosuper así lo han demostrado.

Las antiguas clases medias se han proletarizado. La uni-dad de estos sectores, con estudiantes, pobladores, due-ñas de casa puede constituir una fuerza incontenible destinada a romper con el estado de cosas actualmente existente.

Los imperialistas, los capitalistas y sus políticos dirán

que nosotros atentamos contra el país, contra la libertad y contra la democracia. Ya se les escucha decir que so-mos violentistas. Nosotros diremos que el país, la liber-tad y la democracia para nosotros se llama pan, trabajo, tierra, cobre, educación gratuita y se llama vida. Porque no podemos permitir mas sus crímenes por falta de salud, por exceso balas. PROGRAMA

Como medidas inmediatas lucharemos por:

a) fin al sistema binominal de elecciones;b) libertad de expresión; libertad de prensa, fin al mo-nopolio de los medios de comunicación;c) libertad de reunión y manifestación publica;d) fin al DICOM, condonación de deudas y castigo de la usura bancaria e) derecho real a sindicalización, negociación colectiva y huelga;f) democracia en las empresas; que los trabajadores or-ganizados asuman el poder en la producción; fuera los jefes y los patrones; g) educación universal, gratuita, de calidad en todo Chile;h) derecho a la cultura y fin al consumismoi) por la transformación de las instituciones: fin a la constitución del 80j) por un nuevo estado, otra institucionalidad, reorgani-zación de las FFAA supeditas al interés del pueblo;

NUEVA ECONOMIA

1) renacionalización del cobre2) nacionalización del agua3) nacionalización del sistema financiero4) nacionalización de los grupos económicos5) devolución al estado de las empresas privatizadas por los milicos y por la concertación6) fin a las AFP. Seguridad social en manos de los tra-bajadores7) nuevo uso del suelo y una nueva cultura alimentaria, defensa del equilibrio medioambiental8) devolución de tierras a los mapuches. Reconoci-miento de pueblo a pueblo.

La política económica buscará garantizar en primer lugar el acceso a una alimentación suficiente, sana y equilibra-da para todos los habitantes del país; educación, salud y vivienda dejarán de ser artículos de comercio para os-tentar el lugar que corresponde como derechos humanos fundamentales. Derecho al trabajo y a la seguridad social. Desarrollo científico, tecnológico, artístico y cultural en todos los aspectos.

POLITICA INTERNACIONAL

Por la unidad de los pueblos del mundo contra el imperia-lismo, la guerra, el capitalismo, el genocidio y la masacre medioambiental que provocan las trasnacionales. Por una America Latina libre, socialista y soberana.

Compañeros. La pregunta es que hacer en estas eleccio-nes.

Primero. Los trabajadores deben elegir no a una persona. Deben apoyar un programa. El programa que realmente exprese sus necesidades, sus sueños, sus esperanzas. Uno debe elegir un programa que lo invite a luchar 365 días al año para transformar la realidad, para que no haya niños con hambre, drogados y encerrados como delincuentes. Esta democracia nos invita a movilizarnos un día cada 4 años para hacer una raya en un papelito, como si eso cambiara en algo las cosas. Segundo. En estas elecciones no hay programa que de-fender y no hay candidatura que apoyar. Seguramente los que votan nuevamente votarán contra la derecha, contra Piñera. Tercero. Todos nosotros quedamos autoconvocados para formular el programa de los trabajadores y el pueblo, el programa que nos ayude a retomar las calles de Chile exigiendo lo que nos pertenece.

TENDENCIA SOCIALISTA REVOLUCIONARIA