Que Es Lo Virtual
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QU ES LO VIRTUALDIEGO CLARES COSTA
Introduccin
Comenc a informarme sobre los problemas de lo virtual, supongo que como muchos,
pensando en lo digital, en las nuevas tecnologas. De hecho, sta es la parte de lo virtual que ms he
querido tratar, pese a dejar claro en todo momento que no es la nica ni, por supuesto, la ms
relevante. En este ensayo pretendo subrayar dos cuestiones: que la virtualidad no se limita a lo
digital, y que no podemos hacer que nuestra vida actual se reduzca a lo virtual.
Tengo claro que algunas definiciones (y quiz algunos ejemplos) que expongo pueden generar
crticas. Igualmente hay cuestiones que he dejado abiertas, o que he nombrado pero en las que no he
querido entrar; creo que necesitan un anlisis separado, problemas como el de la corporeidad de los
datos (aunque he concluido mayormente mi visin al respecto), el lugar que ocupa la narracin oral
(y la relacin que ocupa con el receptor), o en qu consiste aquello que llamamos mente. En
cualquier caso, he pretendido hacer una explicacin conceptualmente precisa, y al mismo tiempo
comprensible para el lector ms lejano a algunos conceptos propios de la filosofa.
Cuestiones conceptuales
Cuando hablamos coloquialmente de lo virtual ni siquiera pensamos a qu nos referimos,
creemos estar hablando de algo no-real, o simplemente inmaterial, o de un tipo de experiencia
extraa que se encuentra en el limbo entre lo que existe y lo que no. En la historia del pensamiento
occidental, el trmino virtual se ha utilizado como opuesto a lo efectivamente real, o a lo in re (en
la realidad, corporalmente), como una potencialidad. Pero cuando hablamos hoy da de la red
virtual, de las mquinas virtuales, de las bibliotecas virtuales, de la comunidad virtual, del sexo
virtual, no parece que estemos hablando de algo irreal, y, ciertamente, el concepto virtual ha
quedado en un mbito que ayuda poco o nada a su comprensin. Han surgido en las ltimas dcadas
una serie de tecnologas que, si bien siguen teniendo corporeidad, consisten en representar
virtualmente la realidad actual; no se trata de tecnologas que nos proporcionen servicios
especficos (luz, agua, calor, movimiento, etc.), sino que recrean elementos reales en espacios
virtuales. Qu quiero decir con esto? Cmo puede ser que los espacios sean virtuales? Estaremos
de acuerdo en que para escribir en un papel necesitamos dicho papel y un objeto que escriba, por
ejemplo un lpiz; si queremos escribir necesitamos que existan estos elementos, y esto implica que
ocupen efectivamente un lugar propio in re, o en una palabra, que sean actuales. Puedo utilizar una
mquina de escribir; esta mquina utiliza papel y tinta, y el producto que me da (el papel escrito)
ocupa un lugar propio in re, del mismo modo que lo ocupa la mquina misma. Ahora bien, si utilizo
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un ordenador, con un programa de escritura y un teclado, no estoy realizando el mismo tipo de
tarea; cierto es que el ordenador ocupa un lugar propio in re, como herramienta tiene la misma
corporeidad que la mquina de escribir y que el bolgrafo, pero el producto que me proporciona,
aunque simula un papel escrito, no lo es; el producto que me da, de hecho, no ocupa siquiera un
espacio propio, no se encuentra como elemento separado in re, sino que ocupa un lugar virtual;
ocupa un lugar virtual porque su espacio real es el mismo que el del ordenador. El ordenador,
fsicamente, no me proporciona un producto, no me da algo que manejar fuera de l, sino que el
trabajo realizado repercute en aquello que el mismo ordenador me muestra. La pgina escrita es
real, pero es virtual en cuanto que no es, in re, una pgina escrita, sino un conjunto de pxeles cuya
corporeidad no cambia por ms que yo escriba en el ordenador.
Pongamos otro ejemplo. Digamos que voy a un concierto de un cuarteto de cuerda; el cuarteto
de cuerda interpreta una msica cuyo sonido explicamos por la vibracin de las cuerdas; los
instrumentos con sus cuerdas y los msicos que interpretan la msica se encuentran in re, existen
realmente en todo momento, de forma separada. Supongamos que yo entro al concierto con una
grabadora de casete, y grabo todo el concierto; si despus lo reproduzco para escucharlo,
igualmente tengo una mquina real que, con un elemento que ocupa un lugar propio in re (el casete)
y que se reproduce; el sonido se explica por la interaccin de elementos que ocupan un lugar propio
in re, y no un espacio virtual. Cuando yo uso una grabadora digital, que almacena internamente un
archivo, no obtengo un producto separado, ni el objeto resultante ocupa un lugar propio in re, sino
que se encuentra interno a mi grabadora; aunque yo pase mi archivo de audio de la grabadora a un
reproductor de mp3, o a un ordenador, dicho archivo no adquiere ninguna corporeidad, no ocupa un
lugar separado in re, sino que se trata de una agrupacin de datos internos a la mquina que se
modifican o no, sirviendo igualmente para almacenar una cancin que un texto. Es decir, el
producto se caracteriza por no ser independiente in re, por no ser actual. La facilidad del acceso a la
informacin, por supuesto, es infinitamente superior. Esto es as porque, al margen del tiempo que
tarde la mquina en procesar o del tiempo que tardemos nosotros en buscar, lo virtual es inmediato;
esto es as porque, como digo, no tiene espacio propio, no ocupa un lugar separado, y por lo tanto,
al no estar in re, no est sujeto a las limitaciones del espacio. Si atendemos a un ordenador,
podemos decir que su hardware permite mayor velocidad, o que un usuario tiene facilidad para
encontrar archivos velozmente, pero decir del software, de la parte virtual, que es veloz, resulta un
absurdo. Por supuesto que la parte de la mquina que se encuentra in re, que tiene corporeidad, que
ocupa un lugar, que tiene actualidad, se mueve con velocidad (o lentitud), pero no lo virtual.
Debemos entender de lo virtual que no tiene actualidad, que es esttico, y que por eso se puede
acceder a ello inmediatamente. Las limitaciones que podamos encontrar en lo virtual se deben
siempre a la limitacin de lo actual.
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Ahora bien, anteriormente he utilizado el trmino digital, que quiz en algunos casos pueda
confundirse con lo virtual. Que algo sea digital no es lo mismo que ser virtual; digital se refiere a
dgitos, es decir, a que est formado por cifras, mientras que lo virtual es algo ms abstracto. Que
algo sea virtual no significa que est formado por aparatos digitales, pese a que lo digital produce
virtualidad. Cuando nos referimos a lo digital, hablamos de las cosas reales, de los aparatos, pero
cuando decimos de algo que es virtual, no se trata de algo con corporeidad, tal como el aparato. Lo
virtual, realmente, no existira si no fuera interpretado; las pantallas funcionan, adems de por la
tecnologa, porque somos capaces de interpretar un puado de luces como si se tratara de un texto,
de un paisaje, o de un lugar interactivo por el que nos desplazamos; cuando jugamos a un
videojuego y nos movemos por la pantalla, in re solo estn sucedindose cambios de luz; lo que
hace que algo sea virtual es que somos capaces de imaginar, a partir de ello, una realidad que no
existe como tal. S que en este sentido queda abierto a lo virtual todo aquello que confunda nuestros
sentidos en determinado momento, tanto como el casete si creemos que estamos escuchando al
cuarteto de cuerda en directo, o una imagen de una persona en un cartel que creamos por un instante
que es actual, pero quiero matizar estos casos como confusiones, por un motivo: somos capaces de
darnos cuenta de que en estos casos nos confundimos, al igual que nos confundira, en vez del
casete o el cartel, un reproductor de mp3 o una pantalla; sin embargo, la confusin de lo virtual no
es de este tipo, sino intencionada, pues es necesaria para entender lo que estamos sintiendo a cada
momento; no podramos escribir en un ordenador si no creemos que realmente estamos escribiendo
en un sitio separado de la misma forma que con el lpiz y la mquina de escribir, nos volveramos
locos, no tendra sentido hacerlo. Sin embargo, los casetes y los textos escritos a mano s tienen
cierta virtualidad, en cuanto que son medios que transmiten un mensaje; hay que tener claro, y esto
es lo importante, que lo virtual es todo aquello que, siendo real, no tiene corporeidad; si yo narro
una historia, la historia, que no ocupa un lugar como tal, sino que es el producto de mi emisin
sonora [y, vamos a suponer, la interpretacin de sta por parte de un auditorio], es un elemento
virtual; si escribo una nota, lo que comunico no se encuentra fsicamente en el papel, sino que se
interpreta por la persona que encuentra la nota; si escucho una cancin de un casete, as como si la
escucho de un CD, o de un archivo en una memoria digital, la ordenacin de los sonidos como
msica, la identificacin de las notas y de los instrumentos, incluso la relacin con el compositor, es
algo que no ocupa lugar corpreo alguno, es un elemento virtual.
Para terminar con estas cuestiones terminolgicas, quiero sealar, sin entrar demasiado en el
tema, que hay otra confusin de lo virtual, esta vez con lo ciber, o ciberntico. En este caso es ms
interesante, porque muchas veces sustituimos virtual por el prefijo ciber- (ciberrealidad,
ciberactivismo, cibercultura, cibersexo, etc.), al parecer en el mismo sentido. Sin embargo, vemos
rpidamente que no se trata de lo mismo cuando lo utilizamos tambin para cibercaf, o
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ciberntica (como ciencia). El cibercaf no es un caf virtual, sino un local en el que se puede
acceder a la red virtual y a otras tecnologas; de igual modo, la ciberntica no es el estudio de las
cosas virtuales, sino de las tecnologas y la comunicacin. Por tanto, no hablamos de lo mismo
cuando nos referimos a lo virtual y a lo ciber. Adems, el mismo trmino ciber, derivado de
ciberntica, nos da una pista sobre ello: ste proviene del griego , el arte de gobernar
un navo (ciber significa gobernar o dirigir); en un sentido actual, nos referimos a la invencin y
control de las nuevas tecnologas, de modo que no hablamos propiamente ni de lo virtual, y
tampoco de lo digital en cuanto tal, sino a las nuevas tecnologas en general.
Falsedad y realidad en lo virtual
Muchas veces se critica de lo virtual que no es real, que es falso, que engaa, que produce
ilusiones y que es nada, que est vaco, por no tener corporeidad; que lo virtual es fro e impersonal.
Creo que este tipo de acusaciones son fruto una equivocacin fundada en la confusin entre lo real
y lo verdadero. No voy a negar que lo virtual es falso; de hecho, he defendido esta misma idea
anteriormente: lo virtual se basa en imaginar lo que no existe, y por tanto lo que creemos estar
haciendo cuando escribimos un texto a ordenador o jugamos a un juego es falso, no lo estamos
haciendo; pero esto no significa que no sea en algn sentido real. En la realidad estamos haciendo
algo, aunque no estemos haciendo lo que debemos creer que hacemos para poder hacerlo.
Lo virtual no nos miente, no nos engaa; culpar a una mquina de mentirnos resulta absurdo;
en lo virtual participan nuestros sentidos y nuestra imaginacin, de modo que no es ese malvado
artilugio el que nos engaa, sino que somos nosotros los que interpretamos lo que nos muestra.
Tampoco nos engaa nuestra mente; aqu no hay mentira, no hay traicin alguna a la realidad: solo
se trata de un juego, de intentar crear algo que podamos interpretar como lenguaje, msica, paisaje
o movimiento. Esa interpretacin es en un sentido falsa, por supuesto, pero casi todas nuestras
interpretaciones lo son, sin necesidad de que sean virtuales; la diferencia est en que lo virtual no
tiene una corporeidad propia en la que apoyarnos. Yo puedo decir que tengo en mi mano un texto
sobre la tecnologa, y se me replicar que eso es falso, pues en realidad es una masa compuesta de
papel y tinta, y que la interpretacin de que aquello es un texto sobre la tecnologa es solo ma; pero
en este caso hay que aceptar que, al menos, mi interpretacin se basa en una cosa corprea, que
existe de por s, que se puede identificar separadamente, y, por lo tanto, tengo un fundamento para
la misma. Del mismo modo, si digo que tengo en mi ordenador un texto sobre la tecnologa, alguien
me puede recriminar que es falso porque, en realidad, el ordenador est compuesto de un conjunto
de datos y maquinaria que funciona de cierta forma para producir una luz, y que la interpretacin de
dicha luz es solo ma; yo puedo decir que, al menos, me baso en esos datos o en esa luz, que los
puedo identificar y que son algo real, pero no podr decir que tengan una corporeidad propia,
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porque el mismo cuerpo al que me refiero participa de infinitas posibilidades. Lo explicar de otra
forma, quiz ms sencilla: el papel tiene corporeidad, ocupa un lugar propio in re, que no puede ser
invadido por ninguna otra cosa; no ocurre as con los datos del ordenador, que pueden almacenar
igual un texto, un sonido o una imagen, de modo que el hecho de que existan no determina lo que el
ordenador va a mostrar ni lo que voy a interpretar. Sin embargo, no puedo poner el odo en un papel
escrito, aunque lleve escrita una partitura, y pretender escuchar msica. El archivo digital, al estar
formado por datos, puede albergar cualquier cosa que la mquina con la que trabajamos est
capacitada para mostrar; que est capacitada implica que tiene un software, que analiza los datos y
los transforma de modo que los podamos comprender, y que puede modificarlos. Todo ello forma
parte de la mquina, el software no ocupa ningn lugar propio, sino que tambin est formado por
datos, que son del mismo tipo que los archivos. Todo este sistema no deja de ser real, y tiene la
corporeidad de la mquina, sin ninguna duda, pero no podemos dejar de darnos cuenta de que
interpretar una parte de esta mquina, de estos datos, como software, o como archivo, ya es una
interpretacin que no se corresponde con la actualidad de la mquina y que, por lo tanto, es virtual.
Podramos entrar mucho ms en la problemtica de los datos, pero ahora quiero centrarme en
la realidad y falsedad de stos. Mi conclusin al respecto es que, intentando precisar lo mximo
posible, el texto en el papel y el texto en datos son igualmente reales, y la interpretacin de los
mismos es falsa; esto no es lo que diferencia a lo virtual de lo in re, sino su actualidad. Cosa distinta
es hablar de la informacin virtual que recibimos, que s puede ser falsa (es decir, errnea) o
engaosa, al mismo tiempo que hablar de algo que no es real (por ejemplo, hablar de un suceso que
nunca ha ocurrido, o manipular unas declaraciones); en este caso estamos hablando de los peligros
de los contenidos virtuales, pues todos, por existir virtualmente, tienen por s mismos (es decir, sin
contrastar) igual veracidad.
La veracidad de lo virtual
Me estoy aproximando a un caso concreto de lo virtual, el de la informacin que podemos
encontrar en Internet, pero lo hago para ejemplificar que el hecho de que algo sea virtual y no in re
supone, en muchos casos, una diferencia importante en nuestra experiencia sobre ello. Mi primera
consideracin al respecto, que nos avisa de que puede existir un problema, es la siguiente: la
informacin virtual versa sobre lo actual, pero no se actualiza por s misma, es decir, est aislada de
lo que ocurre in re si no media un tercero actual (una persona). Esto es muy obvio en los casos de
los fake (sucesos falsos), y a menudo parece que se trata de asuntos sin demasiada importancia, que
se pueden comprobar rpidamente en la misma red y confirmar; pero tengamos en cuenta que slo
podemos hacer esto si alguien actualiza la red con la informacin correcta. Los casos de fake son
fcilmente comprobables mediante testimonios, informndose a travs de las personas [actuales]
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que han tenido experiencia del asunto en cuestin, y pueden asegurar si es un fake o no. Insisto,
puede parecer que no tiene mayor importancia, que, a fin de cuentas, lo virtual es un medio, que no
hay que creerlo a rajatabla, y as queda zanjado el asunto (con afirmaciones que se sumergen en los
tpicos), pero hay que fijarse en la formalizacin del problema para entenderlo: un suceso actual no
puede ser un fake; podemos imaginar asistir a un parto en que el nio nazca con algn problema, y
el mdico nos diga que estemos tranquilos, pues seguramente es un fake? Nunca algo actual va a
resultar un fake, no lo permite por definicin. Sin embargo, en lo virtual podemos encontrar casos
de fake con la misma facilidad y con la misma apariencia que una informacin verdadera. Aqu est
el problema de la veracidad: una informacin virtual verdadera y otra falsa son indiscernibles de por
s, no podemos conocer, por medio de la misma informacin, si se corresponde con algo actual. No
podemos ser indiferentes a ello, porque siempre nos movemos en un mundo de actualidad, y por lo
tanto tener una informacin errnea acerca de ello nos acarrea continuamente mltiples problemas.
Quiero aadir un caso de algo que, a mi parecer, aunque muchos pensarn que se da in re,
resulta ms bien una interaccin virtual: la narracin. Cuando yo cuento una historia, aunque sea
oralmente, aunque sea frente a un auditorio, lo que yo estoy contando no se da in re, es decir, no es
actual; la narracin por s misma, la historia que yo cuento, no ocupa ningn lugar, no est
sucediendo en el mundo, solo mi transmisin de cierta informacin, y la comprensin de la misma;
por lo tanto, si yo miento, si cuento algo falso, no podemos considerar que se trate de un fake in re;
como ya he dicho, eso no puede darse. Lo nico actual, o in re, en mi discurso, es que yo lo est
pronunciando, y esto nunca va a ser un fake; lo falso corresponde a la informacin que estoy dando,
pero dicha informacin, aunque se transmita actualmente, es del mismo tipo que la informacin que
podemos encontrar por Internet: es virtual. Como ya he dicho anteriormente, lo virtual no es
siempre digital, no hay que confundir estos trminos. Cuando narro, los sucesos que estoy
transmitiendo son virtuales; por lo tanto, lo veraz y lo falso, lo cierto y lo ficticio, son indiscernibles
de por s. Y remarco el de por s. Obviamente podemos contrastar, o podemos, por experiencia,
suponer que ciertos sucesos no son habituales, o, si hemos experimentado el suceso en cuestin,
identificar que algo se ha falseado o modificado, es decir, que dista de la actualidad; pero en ningn
caso podemos discernir lo veraz y lo falso disponiendo solamente de la informacin virtual.
Mi conclusin respecto a este tema es que lo virtual, por s mismo, no tiene ningn estatus de
verdad, si no se compara con los sucesos actuales a los que remite. Y si no remite a ningn suceso
actual (por ejemplo, una historia inventada) queda en el limbo de la ficcin. Cuando decimos de una
historia que es real o que es verdadera, o de una pelcula que est basada en hechos reales,
nos referimos a que remite a un suceso que se dio in re, con mayor o menor acierto. Cuando
hablamos de que, en Internet, en una red social, dos personas han discutido sobre la situacin
poltica de Senegal, lo decimos sin ninguna constancia de veracidad, aunque lo creamos;
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aparentemente, as ha sido, pero podra tratarse de un fake, si esas dos personas fueran actualmente
solo una intentando generar controversia. En definitiva, podemos imaginar miles de casos, y todos
conocemos alguno, en los que se refleja esta neutralidad de lo virtual de por s. No es una
neutralidad como la de lo actual, y eso hay que tenerlo en cuenta: en lo actual no tiene sentido
preguntarse si hay veracidad o no, mientras que en lo virtual es obligatorio hacerlo, porque de por s
no nos da ninguna garanta.
Conclusiones
Ha quedado claro que no es lo mismo hablar de lo virtual que de lo digital o lo ciberntico, y
que no podemos reducir la virtualidad a las nuevas tecnologas; la realidad virtual es un problema
propiamente humano, o, mejor dicho, de la racionalidad. Ser existentes racionales, o lo que es lo
mismo, pensantes, implica que generamos conceptos abstractos, que no existen en la actualidad,
sino que son virtuales. Todo nuestro pensamiento, desde el momento que es autoconsciente, es
virtual, porque estamos percibiendo ideas, conceptos, historias, reflexiones, etc., cosas que no
ocupan un lugar propio in re. Obviamente, no funciona igual un ordenador que una persona, de
hecho su funcionamiento no tiene nada que ver; sin embargo, ambos son elementos que generan
virtualidad. Pero para los humanos todo puede generar virtualidad, porque la llevamos con nosotros
all donde vamos; nuestra percepcin est infectada de virtualidad, y al conjunto ms importante de
la misma lo llamamos mente. Somos incapaces de quedarnos solo con lo que est in re.
La conclusin ms directa es acusar de ignorancia a todos aquellos que pretendan condenar lo
virtual en la tecnologa, pues no se dan cuenta de que ellos mismos necesitan de virtualidad. Pero
que sea la ms directa no significa que sea acertada; tambin he querido dejar claro que, pese a que
toda nuestra interpretacin que no sea puramente in re [lo cual es muy difcil] es en parte falsa,
aunque se remita a algo actual, no todo lo virtual tiene la misma veracidad. Tanto lo virtual como lo
actual es real, pero mientras que en lo actual (considerando las interpretaciones ms cercanas a la
actualidad, es decir, la experiencia directa de lo actual) no cabe cuestionar veracidad, en lo virtual
nos debemos obligar a ello, puesto que hay indiscirnibilidad entre lo veraz y lo falso (el fake). No
podemos ser indiferentes a esta problemtica, y por lo tanto entrar en el mbito de lo virtual exige
primeramente, si queremos comenzar a elaborar una tica de la virtualidad, una actitud crtica
constante. Lo virtual tiene que ser una herramienta til, pero siempre una herramienta para llegar a
lo actual; conformarse, por tanto, con la virtualidad es no usarla, sino aceptarla equivocadamente
como nico fin, un fin que nos es totalmente ajeno, puesto que no somos existentes virtuales (pese a
generar virtualidad), sino actuales. Pensar de forma positiva (es decir, sin crtica) en lo virtual, es
vivir ajenos a nuestra actualidad. Lo virtual no est, como algunos dicen, vaco, pero una vida actual
que se sustenta en la virtualidad s que lo est.