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6/9/2011
| Daniel Matus Sánchez
¿QUÉ ES EL DON PROFÉTICO?
Contenido
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................... 3
PROFECÍA ..................................................................................................................................................... 4
¿QUIÉNES ERAN LOS PROFETAS? ................................................................................................................. 7
FORMAS DE RECEPCIÓN Y COMUNICACIÓN DEL MENSAJE ........................................................................ 12
PROFECÍA CONDICIONAL E INCONDICIONAL .............................................................................................. 16
PRUEBAS DEL DON PROFÉTICO .................................................................................................................. 17
EL DON PROFÉTICO Y EL TIEMPO DEL FIN................................................................................................... 22
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................ 25
Introducción
En la actualidad utilizamos una gran variedad de medios para lograr una comunicación
efectiva y rápida. El uso de los celulares y principalmente los mensajes de texto, el internet,
servicios de mensajería electrónica, cartas, recordatorios etc. Los utilizamos con la
finalidad de compartir un mensaje a otra u otras personas. Así mismo Dios envía mensajes
a las personas con esta finalidad, los medios que Él utiliza son la Biblia, su hijo (Jesús) y
por medio de su espíritu, podemos recibir de una manera correcta sus mensajes. Otra de las
formas en que se comunica con nosotros es por medio de sus profetas.
Hebreos 1:1 nos dice que en tiempos antiguos Dios habló a los antepasados por medio de
los profetas y lo hizo muchas veces y de muchas maneras. Pero no solamente utilizó este
medio en el pasado, la iglesia del fin también tendrá este medio de comunicación.
Apocalipsis 12:17 describe como el dragón se enojó con la mujer, y fue a hacer guerra con
sus descendientes, los cuales cumplen con dos características: 1) obedecen los
mandamientos de Dios y 2) son fieles al testimonio de Jesús.
Una pregunta que sale de este pasaje es ¿Qué es el testimonio de Jesús? ¿A qué se refiere
con esto? Afortunadamente los mensajes de Dios siempre son completos, y en Apocalipsis
19:10 vemos claramente que el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.1
Perfecto, ya descubrimos que el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía, pero nos
queda una pregunta más. ¿Qué es el espíritu de Profecía?
1, Seth J. Pierce, Nuestras 28 creencias para jóvenes (España: Gema Editores, 2008), 137,138
“El don de profecía es uno de los dones mpas selectos de Dios en la familia humana. En
realidad sigue en importancia al don supremo del Hijo unigénito de Dios, y de su Espíritu
Santo, concedidos a un mundo extraviado por el pecado. Pero al dar a su hijo fue necesario
que Dios concediese otro don: el don de profecía. Esto era imperativo. Era necesario como
medio de comunicación por el cual Dios pudiese decir a un exangüe mundo perdido por
qué había dado a su Hijo único. Por este conducto (el don de profecía) Dios se mantuvo en
comunicación con el hombre desde la caída. Por este método de comunicación, ha dado
siempre mensajes de información, dirección, amonestación y súplica a toda la familia
humana”2
Profecía
La frase “espíritu de profecía” puede ser entendida en cualquiera de los dos sentidos:
a) Puede referirse al Espíritu Santo, quien comunica la revelación profética. (2 Pedro
1:2). Esta interpretación de la frase está de acuerdo con 1 Pedro 1:11, que destaca
que los profetas del Antiguo Testamento fueron inspirados por “el Espíritu de
Cristo”, y que de este modo dieron un testimonio proveniente de Él.
b) Puede ser entendida también como el genio o la esencia distintiva de la profecía. Es
decir, el genio mismo o el alma de la profecía es Jesús que da testimonio.3
La profecía es el don espiritual más destacado en el AT. Dios le dijo al pueblo de Israel,
“Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en
2 Cruz Ixcot Ordóñez, El don de profecía fuera del canon Bíblico (Montemorelos: 1982),4
3 Frank B. Holbrook, Fundamentación Bíblica para un profeta moderno, (EUA: Instituto de Investigación
Bíblica, 1982), 10,11
visión, en sueños hablaré con él” (Núm. 12:6). El registro del AT está repleto de las
palabras y obras de hombres y mujeres a los que se les dio el don profético.4
En las escrituras, un profeta es “uno que recibe comunicación de Dios y transmite sus
intenciones a su pueblo”. Los profetas no profetizaron por su propia iniciativa, “porque
nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombre de Dios
hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21).5
La Palabra “profeta” es traducción de la palabra hebrea näbî´ en la biblia hebrea esta
palabra aparece 28 veces y en la versión Reina Valera 1960 la palabra profeta se utiliza 241
veces. El equivalente griego a näbî´ es profh,thj (profetés).
Otra palabra que se usa para referirse a alguna persona que tiene el don profético, es
vidente, traducción del hebreo Roeh (Isa. 30:10) o chozeh (2 Sam. 24:11; 2 Reyes 17:13).
Los términos profeta y vidente se hallan íntimamente relacionados. La escritura lo explica
así: “Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así:”Venid y
vamos al vidente; porque al que hoy se llama profeta, entonces se le llamaba vidente” (1
Sam. 9:9). La designación vidente hacía énfasis en la recepción de un mensaje divino por
parte del profeta. Dios abría a los “ojos” o a la mente de los profetas la información que él
deseaba que éstos transmitieran a su pueblo.
4 George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia:
Gema Editores, 2007), 100 5 Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del séptimo día, Creencias de los
Adventistas del Séptimo Día(EUA: Publicaciones Interamericanas, 2006), 247
A través de los años, Dios ha dado revelaciones de su voluntad para su pueblo por medio de
individuos en los cuales se manifestó el don de profecía. “Porque no hará nada Jehová el
Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7; Heb. 1:1).6
Es importante notar que el Espíritu de Profecía es un espíritu. No es un ser humano, ni un
animal, vegetal o mineral. La única definición apropiada que podemos encontrar de esta
expresión sagrada se encuentra en la Biblia.
1Co 12:4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo…
1Co 12:7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
1Co 12:8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de
ciencia según el mismo Espíritu…
1Co 12:10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de
espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
Podemos decir entonces que el Espíritu de profecía es el don de profecía que concede el
Espíritu Santo. 7
En el Nuevo Testamentos se le concede a la profecía un lugar prominente entre los dones
del Espíritu Santo, en una ocasión colocándolo en primer lugar entre los ministerios más
útiles para la iglesia, y en dos ocasiones en segundo término (Rom. 12:6; 1 Cor. 12:28; Efe.
4:11). Anima a los creyentes a desear especialmente este don (1 Cor. 14:1,39).
6 Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del séptimo día, Creencias de los
Adventistas del Séptimo Día(EUA: Publicaciones Interamericanas, 2006), 247,248 7 Seth J. Pierce, Nuestras 28 creencias para jóvenes (España: Gema Editores,2008), 139
El Nuevo Testamento sugiere que los profetas cumplían las siguientes funciones:
Ayudaban a fundar la iglesia (Efe. 2:20,21).
Iniciaron el esfuerzo misionero de la iglesia (Hech. 13:1,2; 16:6-10).
Edificaban la iglesia (1 Cor. 14:3,4; Efe. 4:12).
Unieron la iglesia y la protegieron (Efe. 4:13,14).
Amonestaban acerca de dificultades futuras (Hech. 11:27-30; 20:23; 21:4,10-14).
Confirmaron la fe en épocas de controversia (Hech. 15:32).8
Reciben visiones del futuro.
Dan mensajes y amonestaciones para el presente.
Representan a Dios y hablan en su nombre.
Alientan a la iglesia y a los seguidores de Cristo.
Ayudan a la gente a mantener una conducta como Dios espera.9
¿Quiénes eran los profetas?
Debido a que un don debe tener uno que lo reciba, es necesario hacerse dos preguntas: 1)
¿Quién recibe el don de profecía?, y 2) ¿Cuál es el papel que desempeñan tales personas en
la iglesia de Cristo?
8 Asociación Ministerial de la Asociación General de la Iglesia Adventista del séptimo día, Creencias de los
Adventistas del Séptimo Día(EUA: 2006 Publicaciones Interamericanas), 248 9 Seth J. Pierce, Nuestras 28 creencias para jóvenes (España: Gema Editores 2008), 140
Hay cierto debate en cuanto a si el llamado profético y el otorgamiento del don profético
constituyen un “oficio profético” o si el don es estrictamente funcional. La Biblia registra
varias experiencias espectaculares de llamado y otorgamiento del don.
Moisés (Éxodo 3:4)
Eliseo (1 Rey. 19:19-21)
Isaías (Isa. 6)
Jeremías (Jer. 1)
Amós (Amós 1)
Pablo (Hech. 9:1-9)
Otros solo se les identifican como profetas sin registro de un llamado espectacular.
Aparecen en la historia, hacen su tarea asignada, y desaparecen. El silencio no anula la
posibilidad de una experiencia espectacular cuando recibieron el llamado, ni significa que
no tuvieran el don profético.
Sin embargo, todos los profetas verdaderos tienen una cosa en común. Aunque algunos son
reacios a asumir la responsabilidad que Dios desea colocar sobre ellos, se inclinan en
humilde obediencia ante Aquel que los llama. Esta actitud proviene de un corazón que fue
cambiado por el poder del Espíritu Santo.
El propósito del don profético es proporcionar un medio de comunicación entre Dios y la
humanidad. Debido a que los actos de Dios en la historia tienen un efecto significativo en
su pueblo, Dios intenta mantenerlos informados (Amós 3:7).
Las diversas funciones de este don, registradas en las Escrituras, son:
Guiar
Aconsejar
Exhortar
Instruir
Consolar
Revelar el futuro
Reprobar
Amonestar del juicio venidero
Llamar al reavivamiento
Puestos como intermediarios entre Dios y el hombre, como portadores de los mensajes
divinos para sus contemporáneos, los profetas ocupan un lugar muy importante. Llegaron a
ser mensajeros de Dios, haciendo su obra, motivados por el Espíritu Santo. “Para la iglesia
de Dios, que custodia su viña en la tierra hoy resulta de un valor especial los mensajes de
consejo y admonisión dados por los profetas que presentaron claramente el propósito eterno
del señor a favor de la humanidad. En las enseñanzas de los profetas, el amor de Dios hacia
la raza perdida y el plan que trazó para salvarla quedan claramente revelados”.10
En la guía de Estudio de la Biblia del primer trimestre del año 2009 se presentan las
siguientes funciones de los profetas.
1. Predicación de evangelio: El plan de salvación fue explicado a Adán y a Eva tan
pronto como hubieron pecado; en forma gráfica fue ilustrado en la prueba de
Abraham en el monte Moriah y en el servicio del Santuario instituido por Moisés.
10
Hulda Cosmes Salazar, El don de Profecía, (Montemorelos: 1979), 5
Mientras el pueblo del Antiguo Testamento miraba por fe hacia adelante, a la venida
del Mesías, el Nuevo Testamento mira hacia atrás, hacia la salvación lograda por
medio de Cristo Jesús. En ambos Testamentos el foco es lo que Dios ha hecho para
remediar la caída de la humanidad en el pecado.
2. Conducción del pueblo de Dios: Los líderes de la iglesia primitiva afrontaron
muchos problemas. Asuntos como la inmoralidad, la apostasía, la organización de la
iglesia, y numerosos otros temas, ocuparon el tiempo y la atención de la iglesia
primitiva. Los profetas y apóstoles guiaron y dirigieron al pueblo de Dios en
armonía con la voluntad revelada de Dios.
3. Reprobación del pecado: Los profetas fueron comisionados por Dios para resistir
la injusticia social, desarraigar la idolatría, protestar contra la inmoralidad, y
condenar la adoración formal y la hipocresía. A veces les pareció que sus voces eran
las únicas que disentían (1 Rey. 19:14); no obstante, sus protestas eran las protestas
de Dios, y fueron entregadas sin temor a las consecuencias.
4. Comunicación de la voluntad de Dios: Dios encargó a los profetas que entregaran a
su pueblo los mensajes que ellos habían recibido de él. A veces proclamaron las
palabras de Dios en un discurso ante un grupo de personas. En otras ocasiones,
entregaron sus testimonios en entrevistas privadas. Con frecuencia, a los profetas
se les dijo que escribieran los mensajes recibidos, a fin de que no solo la gente que
vivía en ese tiempo sino también todas las generaciones futuras pudieran escuchar
lo que Dios tenía para decir.
5. Predicciones de lo futuro: Unos ciento cincuenta años antes del tiempo de Ciro,
Isaías profetizó que un rey llamado Ciro traería de vuelta a los judíos desde
Babilonia y reconstruiría el Templo en Jerusalén. El cumplimiento de esta profecía
se encuentra en Esdras 1:1 al 4.
Jeremías predijo la duración del cautiverio en Babilonia; y Daniel predijo el
momento de la aparición del Mesías, casi seiscientos años antes de que naciera
Jesús. Ambas profecías proporcionan evidencias en favor de la inspiración de las
Escrituras.11
La profecía revela los actos creadores y redentores de Dios, tal como se centran en Jesús.
Proporciona una guía para ser estudiada y obedecida por los que han puesto su fe en la
esperanza eterna.12
“En tiempo pasado el Señor Dios del cielo reveló sus secretos a sus profetas, y lo sigue
haciendo todavía. El presente y el futuro son igualmente claros para Él, y muestra a sus
siervos la historia futura de lo que habrá de ser. El Omnisciente miró a través de las edades
y predijo mediante sus profetas el levantamiento y la caída de reinos, centenares de años
antes de que ocurrieran los eventos preanunciados. El eco de la voz de Dios se deja
escuchar a través de las edades, diciéndole al hombre lo que ha de ocurrir. Reyes y
príncipes ocupan sus lugares en el tiempo designado. Ellos piensan que están llevando
adelante sus propios propósitos, pero en realidad están cumpliendo la palabra que Dios dio
por medio de sus profetas. Desempeñan su parte en el desarrollo de los grandes propósitos
de Dios. Se suceden los eventos, y así se cumple la palabra que Dios ha hablado.”13
11
Gerhard Pfandl, Guía de Estudio de la Biblia (lecciones de la escuela sabática), primer trimestre de 2009, lección 7 12
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores, 2007), 118 13
Elena G. White, Alza tus ojos, (23 de Marzo. Dios, el revelador de los secretos).
Al leer en la Biblia, pareciera como si ser profeta perteneciera exclusivamente a los
hombres, pero al estudiar mejor la Biblia, encontramos que no solamente los hombres
pueden ser profetas, mencionaremos algunos casos de mujeres a las cuales Dios les
concedió el don profético.
En los días de los jueces de Israel, recordamos a Débora, mujer de Lapidot, quien no solo
fue una profetisa, sino que sirvió también como juez. A través de sus instrucciones, los
enemigos del pueblo de Israel, fueron derrotados (Jueces 4:4; 5:31). Otra mención que se
hace es sobre Hulda (2 Reyes 22:13-20; 2 Crónicas 34:22-28).
En el nuevo Testamento tenemos la historia de Ana, la profetisa que se encontraba en el
templo cuando Jesús fue presentado e incluso, el día de pentecostés, muchas personas,
incluyendo mujeres, recibieron el don de profecía.14
Formas de Recepción y comunicación del mensaje
La profecía consiste en la revelación de Dios y en la proclamación de lo que ha sido
revelado. La profecía se presenta principalmente por dos medios, podemos encontrarlos en
Números 12:6 “Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le
apareceré en visión, en sueños hablaré con él.”
A continuación estudiaremos estas formas en las que Dios se revela a los profetas:
14
J. N. Loughborough, Prophetic gift in the góspel church, (EUA: Pacific Press Publishing Association, 1978), 11
Visiones: El profeta en visión puede ver representaciones simbólicas de eventos que
sucederán en el futuro, o ver eventos reales como sucedieron en el pasado o están a
punto de suceder. Un profeta que está en visión puede hablar con Dios y los
ángeles; puede recibir información de las naciones, reyes y del pueblo; además
puede ser llevado más allá del tiempo tal como lo conocemos, aún más allá del gran
conflicto, en donde puede contemplar lo que ocurrirá en el más allá.
Sueños: Los mensajes recibidos en los sueños no son inferiores a los dados en
visiones; la diferencia está en que vienen cuando el profeta duerme.
Dios no solo se comunica con profetas por medio de sueños; sino que aún aquellos
que no son profetas pueden tener estos sueños. Por ejemplo Nabucodonosor, que
por medio del símbolo de una imagen, se le mostró el futuro de la historia del
mundo.15
Hemos visto las dos maneras principales de comunicación del mensaje a un profeta. Pero
hay una tercera y una cuarta maneras de cómo Dios se comunica con ellos; esta es por
medio de su propia palabra. En muchos lugares en los escritos de los profetas, los escritos
inspirados se refieren al método de Dios como “vino a mi palabra de Jehová”, aparte de
cualquier referencia a sueños o visiones. (cf. Jer. 1:4; Eze. 6:1; Ose. 1:1). Esto parece haber
sido principalmente una revelación audible del Señor al profeta.
Lucas presenta la cuarta manera de profecía, esta es la investigación. En la introducción de
su evangelio, presenta como fuente a testigos presenciales de la vida y el ministerio de
Jesús, junto con los ministros de la palabra. No hay referencia en su Evangelio a sueños y
15
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores, 2007), 119,120
visiones, aunque no están necesariamente excluidos, sino que hace una clara mención de
entrevistas, refiriéndose específicamente al hecho de que las cosas que fueron realizadas
por Jesús “nos las enseñaron”, es decir, se las transmitieron a él (Luc. 1:2). Entender que la
inspiración divina incluye no solo sueños y visiones dados por el Espíritu Santo, sino
también la guía del Espíritu Santo al recoger información por medio de la investigación,
debería ayudar a los lectores a aceptar el hecho de que, en algunos casos, los escritores
inspirados, tanto canónicos como no canónicos, usaron fuentes en sus producciones
literarias.16
Otro ejemplo de este método es Pablo, en el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo no solo
recibió información de otros oralmente (1 Cor. 1:10, 11) sino también en algunos lugares
citó de los escritos de autores paganos. Por ejemplo, en Hechos 17:28 cita del poeta Arato,
proveniente de Cilicia (c. 315-240 a.C.), quien escribió: “Con Zeus cada uno de nosotros
tiene que tratar, porque nosotros somos sus descendientes” (Phaenonlena 5, la cursiva fue
añadida). Podemos ver también 1 Corintios 15:33 y Tito 1:12, donde Pablo cita otras
fuentes, todo con el fin de enseñar verdades inspiradas.17
La comunicación de los mensajes proféticos fue hecha por varias maneras. Muchos les
fueron entregados oralmente a personas o a grupos de personas (2 Sam. 12:7-12; Hechos
21:10-12). Algunos fueron enviados por carta (Jer. 29; Apoc. 2; 3; las cartas del NT).
Ezequiel presentó muchos de sus mensajes a los cautivos por medio de la pantomima (Eze,
4; 5; 12).
Otros escritores inspirados utilizaron asistentes literarios al redactar los mensajes que
16
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores, 2007), 120 17
Gerhard Pfandl, Guía de Estudio de la Biblia (lecciones de la escuela sabática), primer trimestre de 2009, 38
recibieron de Dios. Por ejemplo, Baruc ayudó a Jeremías al registrar toda la instrucción que
el Señor le había dado al profeta (Jer. 36:1-4). Cuando el mensaje original fue destruido por
el rey Joacim, Jeremías le volvió a dictar los mensajes a Baruc, con algo más añadido
(Jeremías 36:32).
Al parecer Pablo también tuvo asistentes que le ayudaron a preparar sus epístolas. Tercio
fue el escriba para el libro de Romanos (Rom. 16:22). Algunas epístolas terminan con un
saludo de la mano de Pablo, dando a entender así que alguien le ayudó con el cuerpo de la
carta, por ejemplo, 1 Corintios, Colosenses, 2 Tesalonicenses, y posiblemente Gálatas. Esto
muy bien pudo haber sido el caso para otras epístolas.18
Es importante saber que los profetas son los inspirados y no las palabras, es decir, Dios
inspira el pensamiento del profeta para escribir o hablar lo que le ha sido revelado; y no las
palabras exactas que el profeta debe escribir o decir.
Herbert E. Douglass, en su libro Mensajera del Señor, lo explica de esta manera: “Dios
provee los pensamientos, y los profetas, al transmitir el mensaje divino, usan la capacidad
literaria que poseen, cualquiera sea. Eruditos con preparación presentarán un mensaje o
describirán un evento de manera muy diferente de cómo lo haría un pastor de ovejas. Pero
si ambos están inspirados por Dios, la verdad será oída igualmente por el educado y el
indocto. Esta es la manera como fue escrita la Biblia; todos los escritores usaron sus
mejores palabras para expresar fielmente el mensaje que habían recibido del Señor”.19
18
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores,2007), 121, 122 19
Herbert E. Douglass, Mensajera del Señor (Argentina: APIA, 2000), 16
Profecía condicional e incondicional
La idea de que toda profecía por un profeta verdadero se cumplirá, y de que la profecía que
no se cumpla muestra que un profeta es falso, no resiste el testimonio de la Escritura. El
propio hecho que las predicciones hechas por los profetas que han demostrado ser
verdaderos profetas no siempre hayan ocurrido obliga a la consideración de por lo menos
dos categorías de profecía: condicional e incondicional.
Profecía incondicional
Algunas profecías en la Escritura, por la misma naturaleza de su contenido, se cumplirán
sin tener en cuenta la respuesta de los seres humanos. Estas incluyen las grandes profecías
mesiánicas, las predicciones del fin de la historia humana como la conocemos, la
experiencia del pecado, y las predicciones de la tierra hecha nueva.
Profecía condicional
Las profecías que no se cumplen pueden ser denominadas falsas. Después de todo, uno
debe tomar en cuenta declaraciones tales como “Si el profeta hablare en nombre de Jehová,
y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con
presunción habló el tal profeta; no tengas temor de él” (Deut. 18:22). Jeremías escribió: “El
profeta que profetiza de paz, cuando se cumpla la palabra del profeta, será conocido como
el profeta que Jehová en verdad envió” (Jer. 28:9).
Por otra parte, en la Biblia existe un libro entero dedicado a una profecía que nunca se
cumplió, pero que era, no obstante, una profecía genuina. 20
Jonás. Su profecía era que en 40 días Nínive sería destruida, pero esa profecía no se
cumplió. ¿Podríamos decir entonces que Jonás fue un falso profeta? Por supuesto que no;
Jonás fue un profeta verdadero porque el mensaje que entregó fue exactamente lo que Dios
se había propuesto que dijera. La predicación de Jonás no se cumplió porque el pueblo a
quien estaba dirigida respondió con el arrepentimiento, proclamando ayuno y vistiéndose
de cilicio (Jon. 3:5).
La experiencia de Nínive ilustra el principio básico de la profecía condicional, tal como lo
declara Jeremías: “En un instante hablaré contra pueblos y reinos, para arrancar, y derribar,
y destruir. Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me
arrepentiré del mal que había pensado hacerles, y en un instante hablaré de la gente y del
reino, para edificar y para plantar. Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi
voz, me arrepentiré del bien que había determinado hacerle” (Jer. 18:7-10).21
Pruebas del don profético
Hacer pruebas a los profetas es muy importante, ya que no solo existen los profetas a
quienes Dios ha llamado, sino que también existen falsos profetas. Jesús ya lo había
advertido a sus discípulos, en Mateo 24:24 Jesús les dijo “Porque se levantaran falsos
cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán,
si fuere posible, aun a los escogidos”. Y ese problema se ha presentado siempre. En la
20
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores, 2007), 128 21
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores, 2007), 128,129
actualidad hemos escuchado de algunas personas que dicen ser profetas escogidos por Dios,
pero al examinarlos podemos darnos cuenta de que son falsos profetas, de los cuales Jesús
nos advirtió; pero no solo en nuestra época contemporánea se han presentado estos falsos
profetas, la iglesia temprano sufría por este problema también. Pablo aconsejaba a los
hermanos sobre este problema, en 2 Tesalonicenses 2:1,2 podemos notar esta advertencia
hecha a la iglesia.
Otros consejos a las iglesias los dan Pedro y Juan, en 2 Pedro 2:1 leemos “Hubo también
falsos profetas entre el pueblo de Israel; y así habrá falsos maestros entre ustedes. Ellos
enseñarán con disimulo sus dañinas ideas, negando de ese modo al propio Señor que los
redimió; esto les atraerá una rápida condenación.”(DHH). En este pasaje Pedro no solo
advierte de los falsos profetas, sino que hace memoria del pueblo de Israel y como es que
también ellos tuvieron falsos profetas. Juan por su parte aconseja a la iglesia de la siguiente
manera en 1 Juan 4:1 “Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar
inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios
o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas.” (DHH).
Estas son algunas advertencias sobre los falsos profetas, pero, ¿Cómo podemos darnos
cuenta si el profeta es verdadero o falso? ¿Cuáles son las pruebas que hay que aplicar sobre
ellos? A continuación haremos un listado de las pruebas que deben hacerse a un profeta
1. Está de acuerdo con la Biblia.
Un versículo que fundamenta esta prueba es Isaías 8:20. “¡A la ley y al testimonio! Si
no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.” (RV60). Un profeta
verdadero dice cosas que están en armonía con la palabra de Dios.22
Dios no incluye contradicciones conceptuales dentro de su sistema de comunicación. Ni
le da más tarde a los profetas un botón para “borrar” o eliminar”. La inmutabilidad de
Dios se reflejará en sus revelaciones a los seres humanos.23
La Biblia es la fuente de
verdad, la revelación autorizada e infalible de la voluntad de Dios, la reveladora de las
doctrinas, la norma de carácter, y la prueba de la experiencia religiosa, lo que se expone
bajo la pretensión de don profético debe estar de acuerdo con la Palabra.24
En Jeremías 28 se da un ejemplo de esta prueba aplicada a un profeta verdadero.
Jeremías profetizó que Israel serviría al rey de Babilonia durante setenta años (Jer.
25:11). Unos pocos años después del comienzo de los setenta años, Hananías hijo de
Azur pretendió decir otra cosa: “Me habló en la casa de Jehová delante de los
sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo: Así habló Jehová de los ejércitos, Dios de
Israel, diciendo: Quebranté el yugo del rey de Babilonia. Dentro de dos años haré
volver a este lugar todos los utensilios de la casa de Jehová [...] y a todos los
transportados de Judá que entraron en Babilonia, dice Jehová” (Jer. 28:1-4). Como esto
no estaba en armonía con lo que Dios le había dicho a Jeremías previamente, Dios le
dio otro mensaje a Jeremías: “Ahora oye Hananías: Jehová no te envió, y tú has hecho
confiar en mentira a este pueblo. Por tanto, así ha dicho Jehová: [...] morirás en este
22
Seth J. Pierce, Nuestras 28 creencias para jóvenes (España: Gema Editores 2008), 141 23
Herbert E. Douglass, Mensajera del Señor (Argentina: APIA, 2000), 30 24
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores,2007), 134
año, porque hablaste rebelión contra Jehová. Y en el mismo año murió Hananías, en el
mes séptimo” (Jer. 28:15-17).25
2. Es conocido por sus frutos
Mateo 7:15,20 es el texto que fundamenta esta prueba. El contenido del mensaje de un
profeta así como el resultado en su propia vida personal testificarán de su origen. El
estilo de vida de uno que tiene el don profético genuino estará en armonía con las
enseñanzas de la Biblia.26
3. Se cumplen sus predicciones
Profetizar el futuro no es la única obra que tiene un profeta, pero es necesario darle la
debida atención a las predicciones que hace. Pero necesitamos recordar que algunas
profecías son condicionales. Dios hizo provisión para este tipo de profecías. En muchas
se mencionan claramente las condiciones para su cumplimiento, el cumplimiento de la
profecía depende de la respuesta al mensaje profético27
4. Da testimonio de Jesús
1 Juan 4:1-3 es el versículo que sustenta esta prueba. Juan ofreció esta prueba adicional
de un profeta genuino. “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si
son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced
el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de
25
Gerhard Pfandl, Guía de Estudio de la Biblia (lecciones de la escuela sabática), primer trimestre de 2009, 42 26
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores,2007), 134 27
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores,2007), 135
Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios;
y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora
ya está en el mundo.”
Uno de los problemas en los días de Juan era la cuestión de la naturaleza humana de
Cristo. ¿Fue él realmente carne y sangre o, como pensaban algunos, solo pareció tener
un cuerpo? El comprender y confesar que Jesús fue verdaderamente humano llegó a ser
tan importante en los días de Juan que él declaró que eso era una prueba de un profeta
verdadero28
Esta prueba, en su sentido más pleno, abarca cada cosa que la Biblia enseña acerca de
Jesús: que es verdaderamente Dio y verdaderamente hombre, que existió desde la
eternidad, y que es la palabra de Dios hecha audible, etc. Esta prueba está muy
relacionada con la primera.29
Estas son las pruebas que deben aplicarse a los profetas para saber si son verdaderos o
falsos, cabe señalar que todas las pruebas deben cumplirse en el profeta, si una de ellas
falla es motivo para dudar sobre la autenticidad de este profeta.
28
Gerhard Pfandl, Guía de Estudio de la Biblia (lecciones de la escuela sabática), primer trimestre de 2009, 44 29
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores,2007), 135
El Don Profético y el tiempo del fin
El don profético no solo aparece en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento, sino
que está presente en el tiempo del fin. En la Biblia encontramos muchas evidencias para
apoyar esta posición. Pero antes de mencionarlas, es necesario recordar que Dios es
compasivo y muestra interés por el bienestar de su pueblo, especialmente en los periodos de
crisis. Al recordar los periodos de crisis que se mencionan en la Biblia podemos
rápidamente identificar a algún profeta,. Por ejemplo al mencionar el diluvio, rápidamente
viene a nuestra mente Noé, o la esclavitud en Egipto, inmediatamente pensamos en Moisés.
Siempre que existe un tiempo de crisis, Dios envía a alguien que tiene este don para
consolar o aconsejar a la iglesia. Por eso, creemos que en el tiempo del fin, en el cual
vivimos, hay personas en las cuales se manifiesta el don profético.30
Consideremos ahora sí, las evidencias que apoyan aún más nuestra posición.
Joel habla del abundante derramamiento del Espíritu de Dios sobre su pueblo en Joel 2:28
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizaran vuestros hijos y
vuestras Hijas; vuestros ancianos soñaran sueño, y vuestros jóvenes verán visiones. Y
también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.” La
profecía de Joel sobre el venidero don profético está colocada en el contexto de la lluvia
temprana y tardía (Joel 2:23-32). La lluvia temprana, se entiende por la que experimentó
Pedro, la lluvia tardía aún debe caer sobre el pueblo de Dios al fin del tiempo.
30
Herbert E. Douglass, Mensajera del Señor (Argentina: APIA, 2000), 39
Jesús dijo que aparecerían falsos profetas y que pedirían ser admitidos en su reino. (Mat.
7:15-23). Estos falsos profetas estarán activos al final de los tiempos mostrando señales y
prodigios e intentando engañar si fuera posible a los mismos elegidos (Mat. 24:24). El
hecho de que estos profetas del fin del tiempo se los llame falsos, sugiere que también
estarían presentes los verdaderos.
Pablo comienza 1 Corintios con la seguridad de que los dones espirituales estarán con los
seguidores de Cristo hasta el día en que él regrese. Recalca lo que les dice a los corintios en
su instrucción a la iglesia de Éfeso (Efe. 4:11-13). Dios le ha dado a su iglesia el don de los
ministerios espirituales que incluye apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.
Evidentemente, Pablo tiene su vista puesta en el día cuando Jesús regrese, cuando el deseo
de Cristo para la iglesia será realizado finalmente.
Además, Juan confirma la enseñanza bíblica de que el don profético no solo se extendería
más allá de sus días, sino que se manifestará en la iglesia del tiempo el fin. Presentando un
cuadro profético de la batalla espiritual (gran conflicto), Juan vincula a la iglesia con el
símbolo de una mujer hermosa. Las fuerzas del mal (el gran dragón), se pararon para
destruir a su hijo cuando naciera, pero fue arrebatado para el trono de Dios. Al no lograr
destruir al hijo, el dragón se vuelve contra la mujer intentando destruirla durante los siglos
que siguieron a la ascensión de Jesús. Finalmente, intenta destruir al remanente de su
simiente al fin del tiempo. El remanente de esta mujer tiene el testimonio de Jesucristo. En
apocalipsis 19:10 se aclara el significado del testimonio de Jesucristo. “Yo soy siervo tuyo,
y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios”. Y Juan interpreta:
“Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. El espíritu de Profecía se
relaciona con el profeta en Apocalipsis 22:9, donde el ángel que lo asiste repite su
declaración anterior pero substituye “testimonio de Jesús” por “profeta”: Yo soy consiervo
tuyo, de tus hermanos los profetas”. De esta manera, Juan aclara que el remanente que tiene
el testimonio de Jesús también tiene el don profético.31
31
George E. Rice, Teología, fundamentos bíblicos de nuestra fe Tomo 6, Los dones espirituales (Colombia: Gema Editores,2007), 139,140
Bibliografía
Bible Works.
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