Prólogo - UPM · Es en 1984 cuando conocí a Paco del Pozo, siendo estudiante en la ETSI...

In Memoriam Prof. Francisco del Pozo 3

Prólogo

Este libro de recuerdos recopila los testimonios de cariño y de amistad de algunos de los muchos compañeros y amigos de nuestro querido Paco. Son una pequeña muestra de una vida intensa en el plano personal y en el profesional, plena de alegría, de empuje, de absoluta dedicación a su trabajo sin dejar de lado su ilusión por disfrutar cada minuto con su familia y amigos.

A través de las palabras, los sentimientos, las fotografías, podemos volver a recordar su figura, su obra, su legado y los buenos momentos vividos a su lado. Como decía D. Gregorio Marañón:

“Los hombres fuera de lo común, tienen dos modos de ser ejemplares. Lo son mientras viven, con el espectáculo directo de su acción. Pero lo son de otra manera, después de dejar este mundo, cuando se les ve desde lejos, cuando su gesto se ha extinguido y queda solo la estela deshumanizada de su obra”

El libro está dedicado especialmente a su familia: a su mujer Charo, a sus hijos Elvira, Paco y Carlota, a su hermana Pilar, a sus cuñados, sobrinos y a sus nietos Leo y Nico.

Hasta siempre Paco.

Enrique

Madrid, Junio de 2018

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In Memoriam Prof. Francisco del Pozo

El fallecimiento, el pasado día 27 de enero de 2018, de nuestro querido amigo y compañero el Prof. Francisco del Pozo (Paco) nos llega como una inesperada y terrible noticia que produce un profundo dolor en todos los que le hemos conocido, apreciado y admirado.

El Prof. Del Pozo cursa estudios de Ingeniería de Telecomunicación en los años sesenta en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid (ETSIT-UPM). Su brillante carrera investigadora en el campo de la ingeniería biomédica se inicia al finalizar sus estudios en centros tan prestigiosos como el Imperial College de Londres, la Universidad de Yale (Connecticut, USA), la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Minnesota (USA), en este último caso junto al Prof. F. Halberg padre de la cronobiología, y la Universidad de New York (USA).

Su inmensa capacidad de trabajo, su vocación multidisciplinar y su iniciativa le llevan a compatibilizar desde 1976 hasta 1985 su labor investigadora en el departamento de investigación del Hospital Ramón y Cajal, en el que crea la Unidad de Bioingeniería, con su labor docente e investigadora en la Universidad Politécnica de Madrid, tanto en la ETSIT como en la Facultad de


Informática, fundando el Laboratorio de Informática y Cibernética Médica. Algunas de las líneas de investigación en las que trabajó en este periodo 1975-1985 fueron los dispositivos implantables cerebrales, las bases neurofisiológicas de la conducta, nueva instrumentación y técnicas de procesamiento de señales biomédicas, modelos cronobiológicos, modelos neurales de movimientos oculares y el análisis de marcadores de voz para detección de emociones.

En 1983 asume de forma interina en la ETSIT-UPM la primera Cátedra de Bioingeniería en España que consolidaría de forma permanente en 1986 como Catedrático y fundador y Director del Grupo de Bioingeniería y Telemedicina de la UPM.

Es en 1984 cuando conocí a Paco del Pozo, siendo estudiante en la ETSI Telecomunicación de la UPM, con motivo de solicitarle que nos ayudara a organizar unas jornadas de Ingeniería Biomédica que estábamos promoviendo desde el Grupo de Bioingeniería de la rama de estudiantes del IEEE de la ETSIT. Bajo su dirección inicié mis primeros pasos en la bioingeniería: el proyecto fin de carrera, la primera beca de investigación, la tesis doctoral, las estancias de investigación, las primeras clases, los primeros congresos nacionales e internacionales, etc. Desde el primer momento tuve el privilegio de compartir su


incansable capacidad de crear nuevos proyectos, titulaciones, líneas de investigación, de organizar congresos, de promover consorcios europeos y de aprender de su valiosa contribución en multitud de iniciativas de bioingeniería en la UPM, en España y en Europa.

Sus contribuciones docentes e investigadoras en el campo de la Ingeniería Biomédica han sido innumerables gracias a su incansable capacidad de creación en todos los ámbitos así como su gran espíritu emprendedor. En su faceta docente en la UPM, se puede resaltar la creación de algunos de los primeros programas de formación de grado y posgrado en España en bioingeniería, como la intensificación de bioingeniería en el título de Ingeniería de Telecomunicación (1984) y el título de Grado en Ingeniería Biomédica (2011). En la formación de postgrado el Programa de Doctorado en Ingeniería Biomédica (1987) y el Máster Universitario en Ingeniería Biomédica (2006).

Su ingente labor investigadora ha quedado plasmada en más de 160 publicaciones en revistas indexadas, 41 capítulos de libros, 334 publicaciones en libros de actas; su participación en 122 proyectos de investigación de los que dirigió 97 de ellos, tanto nacionales como internacionales; 14 patentes y la dirección de 22 tesis doctorales. Sería prolijo enumerar todas las líneas de investigación y laboratorios que creó y promovió en estas últimas décadas,


entre las que se pueden destacar bioingeniería en diabetes, telemedicina, imágenes médicas, neurociencia y envejecimiento activo y fragilidad. A lo largo de su dilata carrera profesional recibió multitud de premios y reconocimientos nacionales e internacionales.

A nivel nacional y siempre promoviendo la colaboración con otros grupos de bioingeniería en España, participó desde sus inicios en el CIBER-BBN (Centro de Investigación Biomédica en Red en Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina) del Instituto de Salud Carlos III, liderando el área de Bioingeniería así como siendo el investigador principal del grupo de investigación CTB-GBT de la UPM.

De igual forma, contribuyó desde sus orígenes a conformar la Asociación Española de Bioingeniería, constituida en 1981 y que pasó a denominarse en 1995 la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica (SEIB) formando parte de su Junta Directiva durante varios años como Vocal y Vicepresidente.

Una de sus contribuciones más importantes a la difusión de la Ingeniería Biomédica en España fue la organización en 1981 bajo el auspicio del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación (COIT), del “I Symposium Nacional sobre Ingeniería Biomédica” del que fue Secretario General. Dos años más tarde organizaría como Presidente del Comité


Científico el “II Symposium de Ingeniería Biomédica”, de nuevo junto al COIT, ambos en la ETSIT de la UPM.

A mediados de la pasada década se propone realizar su proyecto más emblemático y al que dedicó un gran esfuerzo y cariño: la creación del Centro de Tecnología Biomédica de la UPM. Un centro de investigación de prestigio internacional y que en la actualidad está constituido por más de 150 investigadores. Fue su Director desde 2008 hasta 2016.

Su incansable capacidad de trabajo le llevó a participar en los últimos años en el desarrollo de la iniciativa europea EIT Health (European Institute of Innovation&Technology in Health) integrando en el consorcio español a la UPM. En la actualidad dirigía varios proyectos financiados por el EIT Health.

El Prof. Francisco del Pozo ha sido uno de los pioneros principales de la Ingeniería Biomédica en España y un indudable referente para todos los que nos dedicamos a esta disciplina. Habiendo tenido el privilegio de trabajar con Paco durante casi tres décadas, puedo decir con cariño y admiración que he compartido una gran amistad y he aprendido muchas cosas de él, su ímpetu y la alegría con que abordaba todas las tareas que realizaba, así como su inagotable amor y entrega a su trabajo siempre desde una visión positiva y emprendedora.


Su ausencia nos deja una pérdida irreparable para toda la comunidad científica y académica en Ingeniería Biomédica pero a la vez nos deja un magnífico legado que nos anima a seguir la senda marcada por su liderazgo y su visión de futuro.

Gracias Paco.

Enrique J. Gómez Aguilera


Grupo de Bioingeniería y Telemedicina (GBT), ETSI Telecomunicación, Universidad Politécnica de Madrid -1991


Congreso Anual de la Sociedad Española de Ingeniería

Biomédica- CASEIB 2002

Congreso “X Mediterranean Conference on Medical and

Biological Engineering”- Ischia 2004


Fiesta de Navidad de GBT- 2002

Grupo de Bioingeniería y Telemedicina- 2008


Uno de los profesores que transformó la Escuela…

El profesor Francisco del Pozo –nuestro querido Paco- pertenece a ese grupo de personas que definieron la realidad de lo que hoy es y supone la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid. Sin su trabajo y esfuerzo, junto a sus más próximos colaboradores, es difícil concebir el relevante papel que la Ingeniería Biomédica desempeña en la Escuela y en la Universidad.

Aunque su incorporación a la Escuela fue más tardía, compartió con el mencionado grupo de profesores la realización de estudios de ingeniería de Telecomunicación en los años sesenta, de estudios pre y posdoctorales en prestigiosas universidades y centros de investigación europeos y de EEUU, y su condición de pioneros en España en algún ámbito del conocimiento. Ellos introdujeron en nuestro país otra forma de enseñar ingeniería, no sólo por la novedad de los contenidos que impartieron sino, sobre todo, porque las actividades docentes estaban imbricadas con la investigación y la trasferencia de tecnología, contribuyendo así a una transformación radical de las enseñanzas de estas disciplinas.

Su amplio legado está ahí: nuevas titulaciones, un centro de investigación que es referencia mundial en su campo, una fundación que mejora la calidad de vida de poblaciones vulnerables mediante la aplicación de las tecnologías de la información y las comunicaciones, el reconocimiento


internacional de la ingeniería española a través de la participación en numerosas actividades de I+D en programas de la Unión Europea, el cariño de sus compañeros y amigos… Su recuerdo siempre permanecerá entre nosotros,

Félix Pérez Martínez


En el recuerdo de nuestro querido Francisco del Pozo,… Paco.

Es difícil resumir en unas pocas líneas más de 50 años de vivencias compartidas con Paco del Pozo desde que iniciamos juntos la carrera de Ingenieros de Telecomunicación en la antigua Escuela de Conde de Peñalver hasta sus últimos días con nosotros. A principios de los años 70, el destino nos unió en el Proyecto de Biología Cerebral de Primates en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid bajo la dirección del Prof. José Manuel Rodríguez-Delgado quien nos atrajo, o más bien nos sedujo, en su regreso a España desde la Universidad de Yale, para formar parte de su equipo de investigación para trabajar sobre la comunicación electrónica con el cerebro. Esto nos inició de facto en el mundo de la Bioingeniería, que junto al reto tecnológico de trabajar con implantes transdérmicos y sistemas de biotelemetría y radioestimulación para la experimentación in vivo con Gibones y monos Rhesus, presentaba el aliciente de seguir las ideas cibernéticas de Wiener, Ashby y otros, sobre el control de máquinas y seres vivos, en un tiempo en que los ordenadores se conocían vulgarmente como “cerebros electrónicos” y los circuitos digitales compartían modelado con las estructuras neuronales. Estos trabajos iniciáticos tuvieron continuidad en el traslado en 1976 al


entonces recién construido Hospital Ramón y Cajal con la creación de la pionera Sección de Bioelectrónica en el Departamento de Investigación. Su devenir dentro del hospital fue muy importante para la visibilidad de la Ingeniería Biomédica en el entorno sanitario y la demostración de su potencial gracias a la interacción directa con los médicos en su propio contexto clínico. El sucesivo surgimiento de otros grupos en la Clínica Puerta de Hierro y el Hospital Gregorio Marañón en Madrid, así como en los ámbitos académicos de Sevilla, Valencia y Barcelona sirvió para crear una masa crítica en el sector y su reconocimiento creciente como disciplina.

A principios de los 80, Francisco del Pozo orientó su dedicación al ámbito académico en la ETSIT por lo que dejamos de tener el contacto cotidiano en el Ramón y Cajal, pero no por ello dejamos de mantener una relación próxima en muchas actividades al amparo del creciente desarrollo de la Ingeniería Biomédica, la Telemedicina y la e-Salud en todos estos años. Proyectos como Multimed o IT-Eductra fueron ejemplos de puntos de encuentro dentro de los programas europeos de investigación que a partir de 1989 con la acción exploratoria AIM tomaron un auge muy importante sobre las aplicaciones de las TIC en Salud que se ha mantenido hasta el actual Horizon 2020. Sin duda Francisco del Pozo y el GBT han sido actores principales y


referentes de primer orden en los proyectos europeos muy especialmente sobre Telemedicina y atención a crónicos.

Otro entorno de encuentro recurrente entre nosotros fue el ámbito asociativo profesional iniciado con la Comisión de Bioingeniería del Colegio y la Asociación de Ingenieros de Telecomunicación, en cuya fundación y actividades Paco del Pozo se implicó activamente, y que dio lugar entre otras cosas a la realización del 1er Congreso Internacional de Ingeniería Biomédica en 1981 al que siguieron varias ediciones más antes de los CASEIB. Estas actividades confluyeron con las de la Agrupación Española de Bioingeniería para formar la Asociación Española de Bioingeniería, que a su vez dio origen a la actual Sociedad Española de Ingeniería Biomédica, donde la presencia de Paco del Pozo y el GBT fue siempre muy activa.

Sin duda, el recuerdo de Francisco del Pozo, quedará vivo en nuestro recuerdo como pionero y referente del desarrollo de la Ingeniería Biomédica en España, pero sobre todo a nivel personal como amigo y colega. Parafraseando a Jean-Paul Sartre: puede haber habido tiempos más bellos, pero éste ha sido el nuestro, y en él Paco del Pozo nos ha acompañado en un gran trecho. Gracias Paco por todos los momentos que nos has regalado.

José Luis Monteagudo


Acto de clausura del III Simposium Internacional de Ingeniería Biomédica celebrado en el Hospital General Gregorio Marañón

de Madrid, bajo la presidencia del Consejero de Salud Pedro Sabando. A la izquierda Francisco del Pozo al que

acompañamos junto a Juan José Artells y Joaquín Márquez.


Recuerdos de Laura

Escribo estas palabras, palabras de memoria y de recuerdo, con la sensación de que podrían sonar vacías después de escuchar algunas de ellas una y otra vez; sin embargo, son palabras comunes, innatas a la figura de Paco del Pozo y que, por tanto, no carecen de significado sino que lo definen: ilusión, confianza, alegría, ganas de vivir y de disfrutar de la vida.

Son muchos los buenos recuerdos que, en estos días, he recuperado: desde los comienzos de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica (SEIB), entonces llamada Asociación Española de Bioingeniería (AEB), la Junta directiva de la SEIB, nuestra participación como expertos en la definición del proyecto “Galeno 2000”, las largas charlas sobre lo divino y lo humano en los congresos en que coincidíamos, también los bailes en algunos de ellos, hasta la gestación del Centro de Tecnología Biomédica (CTB) de la UPM.

Paco siempre creía profundamente en lo que hacía y por qué lo hacía, conseguía “embarcar” a todos los que le rodeaban en sus ilusiones y proyectos. Entusiasta y la vez responsable, se interesó por todas las facetas de la Ingeniería Biomédica, que ejerció con gran brillantez como


se pone de manifiesto en sus numerosas publicaciones y los proyectos de investigación nacionales e internacionales que dirigió.

Lo recordaré toda mi vida como un hombre valiente y entero, luchador y entusiasta, volcado en su trabajo y familia y gozador de la vida.

Laura M. Roa


Contribución al libro de Homenaje a Francisco del Pozo

Mi trayectoria personal se cruzó intensamente con la de Francisco del Pozo (Paco) hace unos doce años. Aunque habíamos coincidido con anterioridad en diversas actuaciones en la ETSI Telecomunicación había sido más esporádica y en esta glosa me voy a referir a este periodo en el que la relación fue muy intensa.

Desde 2006 Paco y yo habíamos hablado de la necesidad de reforzar la actividad de la UPM en temas convergentes entre las ciencias de la vida y la ingeniería. Mi visión procedente de los 10 años que había estado apartado de la UPM era también la misma. Es verdad que no teníamos en la UPM ni facultad de medicina, ni de farmacia, ni de biología, etc. ni de las titulaciones asociadas a las mismas; pero sí estábamos convencidos de que la progresiva tecnificación del diagnóstico y práctica clínica ofrecía numerosas oportunidades para enfocar esa convergencia desde un punto de vista institucional apostando decididamente por ello. El entusiasmo y la visión internacional manifestado por Paco en las reuniones mantenidas con el antiguo Rector Javier Uceda y conmigo mismo para explicar esa visión fueron decisivas.


De esta visión compartida se planteó la posibilidad de lanzar una “Iniciativa estratégica” que se denominó “Biotech” (abordando tanto aspectos de RRHH como de formación, equipamientos y acuerdos a largo plazo con otras entidades) y, sobre todo, la de crear como elemento central de la misma un Centro de investigación en Tecnología Biomédica (CTB) que felizmente se hizo realidad con las convocatorias de parques científico-tecnológicos y el proyecto de Campus de Excelencia Internacional de Montegancedo.

Paco entendía la creación de ese centro como lugar de encuentro y casa común de investigadores e instituciones no solo de la UPM sino de otros sitios. Me convenció de que no era posible crearlo sólo desde la UPM para poder abordar una investigación que era predominantemente multidisciplinar y para la que no disponíamos de todos los conocimientos necesarios; tampoco parecía adecuado hacerlo con una única entidad de referencia como sería el caso de un centro mixto (esta opción fue la elegida para el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas con el INIA). Le ayudé a desarrollar la idea y me comprometí a ello desde mi puesto de Vicerrector de Investigación en aquella etapa creando un “tándem” con perfiles complementarios para hablar con muchos investigadores y entidades públicas y privadas de esa idea y de la oportunidad de sumarse a ese objetivo.


Fruto de ese proceso fue la creación del CTB como un centro de investigación propio de la UPM pero con laboratorios conjuntos con otras entidades. Así, los laboratorios conjuntos con el CSIC, con la UCM, con la URJC, con el Hospital Ramón y Cajal, y las alianzas con diversos centros de investigación, hospitales, fundaciones etc. fueron posibles por su capacidad de ilusionar a grupos de investigación de otras entidades que encontraron en ese modelo de CTB el ámbito adecuado para desarrollarse.

La visión de Paco estaba también ligada a lograr una dimensión internacional para el Centro. No sólo por los proyectos internacionales financiados a través de convocatorias públicas como en los programas marco europeos (FP6, FP7 y luego H2020) sino también con universidades en otras partes del mundo. A ello se unió la posibilidad de arrastrar hacia la UPM grandes proyectos de investigación como fueron Blue Brain y HBP (aún vivos en 2018) en el ámbito de la neurociencia y que ha hecho del CTB un referente internacional, además de disponer de recursos y equipos que no hubiera sido posible obtener en las convocatorias nacionales.

Ejemplo de esa visión es el caso de los acuerdos con la Universidad de Colorado (Denver, EEUU) negociando conjuntamente con ellos en EEUU y con el apoyo de Alberto Calero, o su implicación con el MIT en el programa de


imagen médica junto a la Comunidad de Madrid de los que se benefició la UPM. Su empeño también en que la UPM entrase en EIT Health (Comunidad de Innovación y Conocimiento del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología) fructificó felizmente y esperemos que se consolide con ello una actividad innovadora creciente en tecnologías biomédicas.

Finalmente, desde un punto de vista personal aprendí mucho de él: de su visión a largo plazo, de su mentalidad abierta a la cooperación, de su capacidad de implicar y cooperar con otras personas, de su carácter emprendedor, de sus ideas de futuro hasta los últimos días.

Paso todas las mañanas delante de la puerta del CTB y sé que lo que allí se levantó se lo debemos fundamentalmente a él,… y de que su enseñanza sigue viva entre nosotros.

Gonzalo León


Paco del Pozo: un emprendedor de la ciencia y la tecnología

Conocí a Paco hace algo más de 10 años cuando mi grupo de investigación en Materiales Biológicos y Biomateriales recibió su invitación a participar en el arranque del Centro de Tecnología Biomédica (CTB). Desde nuestro primer contacto personal, pude apreciar en él las cualidades humanas que le han caracterizado y que todos los que le han tratado conocen tan bien: su afabilidad, cercanía, calor humano y trato personal, sumadas a una gran competencia técnica y visión de futuro.

A lo largo de mi experiencia profesional, Paco ha sido una de las personas más innovadoras y de mayor empuje que he encontrado. Sólo con esas cualidades se entienden los desafíos que fue acometiendo a lo largo de su carrera, culminados con la puesta en marcha desde cero del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid, que me honro en dirigir desde 2016, sucediendo a Paco tras su obligado retiro administrativo. Y digo administrativo porque Paco nunca se retiró. Como catedrático emérito siguió trabajando intensamente en el CTB abriendo nuevas líneas y proyectos de investigación, viajando y dictando conferencias y seminarios, supervisando el trabajo de estudiantes y colaboradores, en


definitiva, dándonos a todos el mejor ejemplo de dedicación y estudio, y ayudándonos con sus acertados consejos y puntos de vista. Entre otras tareas, Paco presidía el comité asesor senior del CTB, desde el que junto a otros tres experimentados científicos nos auxiliaba en la selección de las mejores estrategias para desarrollar y potenciar nuestro centro.

Un revés inesperado de la enfermedad que desde hacía pocos meses sufrió se lo llevó a finales del mes de enero. Hasta pocos días antes, habíamos intercambiado correos y conversaciones de trabajo. Paco siempre fue fiel a su “marca de fábrica”: trabajo intenso y dedicación atenta a todos los que lo rodeaban. Estoy seguro que cuando llegue al Cielo no dejará estas actividades. Todos seguimos contando con su ayuda. Descanse en paz.

Con cariño y agradecimiento,

Gustavo Guinea


Paco del Pozo

Paco, más que compañero ha sido mi amigo, por tanto lo que puedo decir de él, está siempre teñido del afecto con que nos hemos tratado.

Hemos coincidido tanto en aficiones profesionales, como en las particulares, tanto que cada día que enciendo mi ordenador lo veo junto con Charo y otros compañeros en la foto que nos hicimos en el puerto de Canencia un magnifico día de nieve, del año pasado, parte del grupo de caminantes, 10 aquel día.

He compartido con Paco la vocación por la Bioingeniería, cuando desde segundo de carrera nos reuníamos un grupo de amigos a leer las publicaciones del IEEE…los Monteagudos, Laso, Gil, Centenera, Menéndez de Luarca, Mula y algunos más que ya no recuerdo, estamos hablando del curso 65/66.

Pocos años después ya trabajando Paco en el INTA y José Monteagudo en Standard a principios del 72 llegó a España el Profesor Rodríguez Delgado con la idea de montar un Centro de Investigación en el nuevo Hospital Ramón y Cajal.

El profesor Rodríguez Delgado me ofreció trabajar con él, le dije que yo para eso no valía pero que tenía dos compañeros profesionalmente mucho mejores que yo y


que la investigación era donde debían estar. Esos compañeros Paco y José fueron sin duda la base de todo lo que hoy en día es esa gran oportunidad abierta, por ellos, en nuestra profesión, especialmente por Paco debido a la gran difusión del conocimiento generado en la Cátedra.

Muchos hemos tenido la suerte de continuar colaborando con Paco en ese mundo apasionante de la Bioingeniería. Muchos han sido los Proyectos Europeos que realizamos juntos y con Paco y su equipo hemos disfrutado de un trabajo en cooperación y confianza

Recuerdo incluso a finales de los 80 y principios de los 90 trabajando en el telecontrol de la Diabetes colaboré con Paco en la fabricación del Diacrono, un dispositivo en aquel momento era avanzado y único y que visto desde hoy es totalmente de museo, pero que indica la visión que Paco tenia de por donde se debía de ir.

Son muchas más las cosas que podría contar, pero me quedo sobre todo con la amistad, las aficiones, montaña, navegar, y compartir sentimientos e ideales.

Hasta sus últimos días estuve en contacto con Paco y como él creía que superaría esa fase…no pudo ser…

Gracias por todo Paco.

Rafael Lamas


Recuerdos de Carlos

Desde una perspectiva tecnológica, la práctica actual de la medicina puede analizarse como un conjunto de escenarios en los que convergen y se concentran productos, procedimientos y aplicaciones procedentes de la investigación, desarrollo e innovación en múltiples áreas de la ciencia, fundamentalmente física y química, y de la ingeniería -mecánica, eléctrica, electrónica, informática-. Esta amalgama solemos denominarla Bioingeniería o Ingeniería Biomédica, y la definíamos (no sé si actualmente sigue usándose) de forma muy general como “la disciplina que aplica los principios y métodos de la ingeniería a la comprensión, definición y resolución de problemas en biología y medicina”.

Listar algunas de las áreas en las que se divide la Bioingeniería nos sirve para dar un repaso a los avances tecnológicos en la práctica médica actual: Biomateriales, Biomecánica, Biosensores, Biotecnología, Efectos de los Campos Electromagnéticos, Ingeniería Clínica, Ingeniería de la Rehabilitación, Ingeniería de Tejidos, Procesamiento de Imágenes y de Señales, Telemedicina y alguna otra que seguro olvido.

Pues bien, reto a cualquier lector a que enumere una sola de las áreas en la que ‘Del Pozo F’ (o Del Pozo-Guerrero F)


no haya trabajado y publicado a un nivel excelente. Lo que seguro sí podrán hacer algunos lectores es incrementar la lista porque conozcan trabajos y publicaciones en otras áreas.

Lo anterior es la forma que he encontrado de resumir su ingente actividad científica, pero quedan fuera muchas otras cosas de su actividad profesional: Congresos, Jornadas, Talleres, creación de Empresas, Revistas, etc, etc, y al final el Centro de Tecnología Biomédica (CTB-UPM).

No tiene sentido enumerar las múltiples veces que mi camino se cruzó con su autopista; solo mencionaré que estuvimos juntos en la creación de tres empresas, publicamos algunas cosas, y coincidimos en muchas actividades.

Lo anterior está escrito pensando en el Paco catedrático de Bioingeniería (el primero de la Universidad Española), dejo para finalizar las “otras” cosas: la profunda amistad, los fines de semana en los Arribes del Duero, los paseos por la rivera de Moralina, Miranda do Douro, algún sueño imposible por la falta de tiempo,………. y que nos reímos mucho (creedme, mucho).

Carlos Hernández Salvador


Recuerdos de Rafael

El fallecimiento tan repentino e inesperado de Paco ha sido un duro golpe para su familia y para nosotros sus amigos y compañeros. Son muchos años desde que hicimos juntos la carrera y hemos coincidido regularmente en conciertos, cenas, excursiones, Mallorca etc. Y no me es fácil expresar mis propios sentimientos, así que me remito a los tres años que tuve la suerte de trabajar con él para ayudarle en el CTB provisional hasta su traslado al edificio actual.

Su objetivo de crear el CTB me cautivó por la necesidad de incorporar diversos profesionales y especialidades propias y externas a fin de integrarlos en un único Centro para facilitar sinergias entre diversos grupos biomédicos de I+D. El objetivo excedía del entorno tradicionalmente más técnico de nuestra ingeniería, a pesar de que ya incluía disciplinas de biomedicina también base de su background profesional, y creo que lo logró con creces.

Su iniciativa, capacidad personal, su dinámica emprendedora, la serenidad de su ejecutoria, su capacidad de trabajo y de negociación entroncándolo en la Escuela, con apoyo del Rectorado y financiación pública competitiva (CAM…) han hecho posible el éxito del CTB.

Paco ha seleccionado e integrado grupos heterogéneos de investigación de Universidades y Centros manteniendo un


nivel de armonía que se revelaba en todas las reuniones a las que asistía, y sé por experiencia propia que no es tan fácil en la Universidad como en la empresa privada donde la gestión es jerárquica por naturaleza.

En fin creo que Paco ha tenido la satisfacción de haber creado un Centro de Tecnología Biomédica y más todavía, de haber podido devolver a la Sociedad parte de lo que la Sociedad nos ha entregado.

Paco ¡Has cumplido!...Descansa en Paz.

Rafael Burriel Lluna


En Recuerdo de Francisco del Pozo Guerrero

“Las ideas no se muestran fecundas con quien las sugiere o las aplica por primera vez, sino con los tenaces que las sienten con vehemencia y en cuya virtualidad ponen toda su fe y todo su amor. Bajo este aspecto, bien puede afirmarse que las conquistas científicas son creaciones de la voluntad y ofrendas de la pasión.”

SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL

Conocí a Paco del Pozo, a través del Profesor de la Universidad de Yale José María Rodríguez Delgado con el que había estado trabajando primero en EEUU y después en el hospital Ramón y Cajal. Fue pionero en la implantación de electrodos cerebrales con el objeto de estimular eléctricamente zonas específicas cerebrales.

Recuerdo mi primera entrevista en el despacho 314 de la ETSIT. Desde el primer momento me sorprendió su pasión por la investigación, la capacidad para


saber escuchar, y el exquisito respeto a las opiniones de los demás. Paco ha sido un adelantado a su tiempo, intento con valentía, establecer marcos de colaboración multidisciplinares entre las más variadas disciplinas del conocimiento. Lo que le llevo, en no pocas ocasiones, a chocar con la burocracia asfixiante de la Universidad. Romper los perfiles estrictos de las diferentes especialidades (Ingeniería, medicina, biología, psicología, matemáticas…. Etc.) y centrar los objetivos en el conocimiento de los problemas biomédicos.

Dedicó una parte importante de la última década de su vida al diseño y puesta en marcha del Centro de Tecnología Biomédica (CTB), dedicamos muchas tardes juntos a planificar como debía ser. A la vez diseñó, el grado de Ingeniería biomédica y un master en la misma especialidad. Así como la participación en la red de investigación CIBER-BBN. Su trabajo en estos años fue incansable hasta conseguir que este nuevo centro fuera realidad, no sin superar multitud de problemas que surgían diariamente, en una parte importante gracias al apoyo del equipo rectoral dirigido por Javier Uceda.

En este centro se instalaron diferentes laboratorios, que de forma original no correspondían a una sola Universidad, sino que daban alojo a diferentes investigadores de al menos 3 universidades, varios hospitales y a investigadores


del CSIC. Esta fue otra idea avanzada de Paco, que rompía la competencia entre universidades y lo centraba en el criterio impulsor de su vida, las fronteras del conocimiento. Durante muchos años ha estado con nosotros, nos ha guiado, nos ha inspirado. Nos ha hecho quererle y respetarle. Esos maestros, los de verdad, que no sólo enseñaban una disciplina sino que daban ejemplo día a día con sus actitudes, su trabajo y sus principios. Su historia, la historia de su tiempo, esa historia que no se escribió y que compartió con las personas que tuvimos el privilegio de ser algo más que sus discípulos. Ha muerto un amigo, se ha ido demasiado pronto, cuando aún tenía un inmenso bagaje que comunicarnos, hasta los últimos días en la cama del hospital, estuvo corrigiendo textos y propuestas de investigación. Incansable hasta el último momento.

Nos hacen falta en este país personas como Paco, que sepan situarse por encima de lo cotidiano y permitan otear el horizonte a larga distancia. Paco vivirás siempre en nuestro recuerdo

Ceferino Maeztu


Recuerdos de Javier

Conocí a Paco hace muchísimos años, como estudiante de últimos cursos de teleco, pero solo empecé a trabajar con él hace unos pocos años, cuando yo ya llevaba mucho tiempo como profesor y decidí aproximarme al mundo de la bioingeniería. Así que realmente durante bastante tiempo nuestros caminos fueron paralelos y sin apenas contacto. Por fin colaboramos intensamente durante algunos años en la mayor parte de los proyectos que emprendió, y en los que le seguí por convencimiento en la necesidad de los objetivos, aunque no estuviéramos siempre de acuerdo. Luego, conseguidos estos, nuestra colaboración se atenuó mucho, aunque nuestra relación personal ya quedó establecida. Así que echo mucho de menos las conversaciones con Paco. Paco causó un gran impacto en mi vida, ciertamente. Por ejemplo, las líneas de investigación que desarrollo ahora se iniciaron en la época de mayor colaboración con él y en buena medida por su impulso, así que se trata de un caso de los muchos en los que su visión de las cosas propició una transformación del mundo en el que vivimos. Su visión era siempre heterodoxa, creativa, ambiciosa y arriesgada, siempre buscando como convertir la transgresión de los límites convencionales en oportunidad de progreso, de mejora. Y en buena medida lo consiguió. Creo que esa es la medida de las personas con grandeza.

José Javier Serrano


Recuerdos de José María

Conocí a Francisco (Paco) del Pozo en los años 70 del pasado siglo, cuando ambos nos incorporamos al interesante y prometedor laboratorio que el Prof. José Manuel Rodríguez Delgado había instaurado en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. Eran tiempos de desarrollo de la ciencia en nuestro país, la cual ha estado siempre en continuo vaivén, como hemos podido observar de modo repetido desde entonces. Nuestras especialidades eran complementarías ya que, por mi formación, mi trabajo en la UAM estaba destinado al estudio de las funciones cerebrales en monos, mientras el de Paco se orientaba al desarrollo de muy avanzada instrumentación en Neurociencias. En 1976 ya publicamos un primer artículo juntos, sobre la presencia de ritmos ultradianos en el comportamiento de Macacus Rhesus, trabajo que representó una pionera descripción de la presencia de estos ritmos en el comportamiento y capacidad de aprendizaje de los primates. Desde entonces hemos mantenido una sostenida colaboración científica; por ejemplo, en estudios (publicados en los años 80 y hoy clásicos) sobre la fisiología del núcleo del motor ocular externo y sobre su papel en el movimiento de los ojos, realizados a caballo entre Nueva York (junto al profesor Robert Baker), Sevilla y Madrid. Más recientemente,


retomamos nuestra colaboración científica, para afrontar el problema del análisis espectral on-line de la actividad eléctrica cortical durante pruebas de aprendizaje en ratones y ratas de laboratorio. Publicamos este artículo hace sólo cinco años, el cual ha tenido una considerable repercusión posterior, por habernos permitido el desarrollo de interfaces cerebro/entorno tomando como señal la actividad cerebral de carácter cognitivo presente en la corteza prefrontal de animales de laboratorio.

Paco del Pozo fue desde siempre un investigador incansable e intuitivo, capaz de desarrollar instrumentación muy avanzada en su momento y de resolver complicados problemas de experimentación. También fue una gran colaborador y amigo, siempre dispuesto a echar una mano en lo que fuese necesario.

Presumimos de científicos, pero sabemos poco de la vida y menos aún de su transcurrir. El tiempo a la vez nos hace y nos deshace y poco más podemos hacer que ser conscientes de su paso interminable. Suerte que todavía podemos guardar la memoria de que en un tiempo pudimos compartir nuestra vida y experiencias con gente inolvidable como Paco. Frágil como es, el recuerdo de ese tiempo ya pasado y de ese amigo ya perdido nos acompañará hasta que nosotros nos marchemos también.

José María Delgado García


Artículos mencionados en el texto

• Delgado-García JM, Grau C, DeFeudis P, Del Pozo F, Jiménez JM, Delgado JMR, Ultradian rhythms in the mobility and behavior of rhesus monkeys, Exp Brain Res, 25: 79-91, 1976.

• Delgado-García JM, Del Pozo F, Baker R, Behavior of neurons

in the abducens nucleus of the alert cat. I. Motoneurons, Neuroscience, 17: 929-952, 1986.

• Delgado-García JM, Del Pozo F, Baker R, Behavior of neurons

in the abducens nucleus of the alert cat. II. Internuclear neurons, Neuroscience, 17: 953-973, 1986.

• Jurado-Parras MT, Sánchez-Campusano R, Castellanos NP,

del-Pozo F, Gruart A, Delgado-García JM. Differential contribution of hippocampal circuits to appetitive and consummatory behaviors during operant conditioning of behaving mice. J Neurosci, 33: 2293-2304, 2013.


¿Te acuerdas de cuando estuvimos en la isla de Ischia?

Hola querido Paco,

La verdad es que se me hace difícil describir cuantas aventuras hemos vivido juntos, cuantas aparentes locuras, cuanto camino nuevo e inesperado hemos explorado… Cuántas cosas me has hecho descubrir y me has enseñado…

Aunque lo único que es difícil para mí es intentar resumir, porque la verdad que decir cosas de ti, me resulta muy fácil. Intentaré hacer memoria a ver si soy capaz de acordarme de todo lo bueno y lo compartiré contigo.

Sobre todo quiero intentar transmitir esa alegría que hemos compartido en tantas ocasiones juntos, a lo largo de tantos años, en tantos sitios del mundo, a este lado y al otro lado del océano y de los mares.

Seguro que hay muchas personas que pueden hablar mucho más acertadamente de tu sapiencia, de tus vastos conocimientos, de tus grandes logros profesionales y académicos, de tus méritos indiscutibles. Yo me quedo con lo corriente, lo cotidiano, ese día a día, de amigo, que he tenido la suerte de vivir y compartir contigo y en muchos casos también entre nuestras familias.


Esa parte “normal” de la vida, alejada de las cátedras y otras empresas que muchas veces eran los ratos que arrancábamos entre trabajo y trabajo, entre reuniones de proyectos compartidos.

¿Te acuerdas Paco de aquel viaje en la autocaravana al Puerto de Santa María? ¿Y el coche aquel pequeñito que alquilamos en Bruselas y nos recorrimos esas carreteritas belgas y holandesas disfrutando de cada momento? ¿Y en Costa Rica? ¿Y en Copenhague?

¿Y qué decir de Mallorca? Cuantos y cuantos buenos días hemos pasado y disfrutado juntos. Cuantos rincones nos has hecho descubrir apasionadamente, cuantas andanzas por esas tierras que tanto amabas.

¿Y la Semana Santa en Sevilla o en Mallorca? ¿Y la Feria de Abril? ¿Te acuerdas de cuantos buenos momentos hemos pasado juntos esos días? Cómo hemos disfrutado de la música también en muchos sitios del mundo…¿Te acuerdas de ese ensayo, casi interminable, del Mesías en la catedral del Palma?

¿Y qué me dices de tu faceta de “manitas”? Qué envidia cuando me enseñabas tu rincón del bricolaje o me contabas las cosas que te habías atrevido a hacer...ese montaje de esa caldera en tu casa de Mallorca…


Esa vitalidad que desbordabas…Todavía me acuerdo cuando me dijiste, casi ayer, la idea del Instituto y los planes para ponerlo en marcha….Pensaba que estabas un poco loco…Pero tus inquietudes estaban siempre vivas. Cómo me impresionó cuando lo visité por primera vez, seguías siendo ese visionario que conocí a principio de los 90, que era capaz de intuir ese futuro que después nos llegará a todos. Y siempre contento y con alegría.

Me quedo con todos esos recuerdos que nos acompañarán siempre.

Un abrazo, amigo.

Juan Reig


Recuerdos de Fernando

Don Francisco del Pozo, Paco, fue más que un compañero de trabajo, fue un amigo. Sólo puedo mostrar mi profundo agradecimiento por todo lo que hemos podido pasar juntos en la última década de su vida. Paco trasmitía: confianza, tranquilidad, seguridad, visión de futuro, ningún miedo a lo desconocido o lo difícil, ¡¡¡pero sobre todo una constante pasión por la ciencia!!!

Recuerdo que cuando le conocí me sorprendió su capacidad para generar proyectos pensando siempre a lo grande. Qué difícil es encontrar gente así en nuestro país. Paco pensó en hacer un centro de investigación rompiendo todas las barreras posibles. Es decir, destruyendo las pueblerinas fronteras mentales que existen entre las disciplinas científicas e incluso entre universidades. Paco las rompió creando un centro donde su ADN era la integración de disciplinas y la integración de investigadores de diferentes instituciones. De esta manera, ingenieros (industriales, telecos, informáticos, etc), médicos (neurocirujanos, neurólogos, psiquiatras), psicólogos (neurociencia cognitiva, clínicos), matemáticos, biólogos, físicos, se integraban en un mismo espacio. Este extraordinario caldo científico genero inmediatamente una productividad que superaba la suma de las partes. Todos empezamos a pensar más allá de lo que lo veníamos haciendo y Paco siempre


estaba detrás empujando para que cada vez hubiera más integración.

Sólo un visionario, sin miedos, podía generar semejante proyecto. Cuantas reticencias generó, pero también contó con muchos apoyos de otras mentes visionarias de una misma generación que querían lo mejor para los que venían después. No se luchó por una gloria personal sino por el beneficio futuro. Esa desbordante generosidad fue para mí la mayor de las enseñanzas. Recuerdo que un día dijo, “sólo quiero que se demuestre el valor de un equipo como la magnetoencefalografía en un centro como el CTB”. Nada para él, todo por el conocimiento… Lo más representativo de su profunda vocación científica era su cara de felicidad (se puede ver en la foto) con cada nuevo descubrimiento, pero inmediatamente después, un comentario mirando hacia el siguiente paso…

Por todo, sólo puedo expresar mi más profundo y emocional agradecimiento.

Las personas quedan por lo que han hecho y por las emociones y memorias que han generado en los demás. Ahí siempre estarás Paco y espero que nos mires con orgullo desde ahora.

Cuantos Pacos nos harían falta, ayer, hoy y siempre….

Fernando Maeztu


“El próximo estreno mundial”

Parece que fue ayer cuando nos encontramos, creo que por primera vez, preparando en 1983 el II congreso de Bioingeniería que organizamos en el antiguo hospital de San Carlos de Madrid. Yo estaba de presidente de la comisión de Bioingeniería del COIT. Siguieron otras citas en el hospital Ramón y Cajal mientras buscaba información para esa tesis doctoral que nunca acabé ya que me marché a trabajar a Paris y la dejé aparcada.

Afianzamos nuestra amistad en los noventa cuando empezamos a pasar fines de semana en los Arribes del Duero en la casa que Carlos y Pilar tienen en Moralina. Las tres parejas hacíamos largos paseos por las riberas a pie o en bici visitando los pueblos de los alrededores. Eran fines de semana lúdico-gastronómicos que se terminaban alrededor de la chimenea después de cenas gloriosas en casa Balbina en Miranda de Duero o en Moralina donde, a veces, acabábamos con unas nada silenciosas partidas de dominó al calor de la chimenea y convenientemente regadas. Dando lugar a animadas conversaciones sobre lo divino y lo humano.

Es a partir de esta época que descubrimos Carmen y yo a nuestro amigo Paco. Además de los paseos nocturnos a la luz de las estrellas de la Vía Láctea descubrimos el puente


Pino o de Requejo, construido sobre el Duero en 1914. Los molinos de agua, los puentes de piedra, las piedras “cinconas” o las compras en el ¨Corte Inglés ¨ de Torregamones. Todo ello sin olvidar los quesos de oveja de Fariza de nuestro amigo Alonso y de los vinos, mermeladas y quesos cabra de otros pueblos antes de llegar a Fermoselle.

A veces nos encontrábamos en ¨pi¨ en la ETSIT, donde preparábamos algún proyecto o explorábamos temas de interés mutuo como, nanotecnología, envejecimiento, inversiones y como levantar dinero para el CTB.

Uno de los viajes para organizar el CTB, en su incipiente creación, fue a Israel. Allí nos encontramos con inversores, investigadores, científicos,“start ups” y visitamos varias de las universidades punteras e incubadoras. Paco no solo descubrió otras metodologías y estructuras de funcionamiento sino que también le descubrieron a él. Son innumerables las personas que encontró y que le recuerdan con cariño y respeto, por su humanidad, sabiduría, conocimientos y curiosidad por descubrir nuevas avenidas. Como muestra adjunto una reseña de Nissim, ante la imposibilidad aquí de ponerlas todas. Estuvimos en su casa descubriendo la cocina oriental y nos ayudó con la agenda y reuniones del viaje.


Paco siempre estuvo preocupado por financiar adecuadamente el CTB. También estuvimos en San Sebastián, invitados por Tecnalia, para dar una charla sobre el CTB. Al lado de Tecnalia, en el 2011, se edificó el Basque Culinary Center donde bromeábamos con ir a presentar sus platos nuevos, los “estrenos mundiales” de Paco.

Éste es uno de los aspectos, quizás, menos conocido de Paco. Su amor por la cocina. Paco era un excelente cocinero y le encantaba cocinar y preparar platos nuevos para sus amigos. Los cuatro, Charo, Paco, Carmen y yo estuvimos durante muchos años compartiendo cenas en nuestras casas. En estos encuentros gastronómicos no solo disfrutábamos con buenos vinos, champagnes y compañía sino que además nos sirvieron para discutir de temas variopintos y conocernos mejor. Éstos se convirtiendo en encuentros regulares, en nuestras tertulias, en intercambio de experiencias y de recetas culinarias.

Paco o “Yul Brynner”, como el mismo se llamaba la última vez que nos vimos, sin perder su buen sentido del humor, se ha ido inesperadamente y demasiado pronto. Pero quiero pensar que está de viaje preparando su “próximo estreno mundial”

Paco, de alguna manera, lo seguiremos celebrando juntos…

Juan Carlos Castrosín


In memory of Prof. Paco del Pozo

We met few years back when you visited us in Israel. Curiosity, sincerity and openness are the words that best describe you. Thank you for giving us the opportunity to know you. As other said “Memories are timeless treasures of the heart”

Goodbye my Friend

Adiós mi Amigo

Nissim Darvish, Israel


Recuerdos de Leocadio

He tenido muchas dudas antes de escribir estas líneas sobre Paco. Me da un cierto pudor decir algo sobre alguien al que conocí hace no mucho tiempo y compartir espacio con colegas y amigos que lo conocían desde hace años, décadas, y con los que compartió vidas y trayectorias profesionales. Pero decidí hacerlo basado en razones personales, propias (no quería dejar de contar cómo era el Paco que yo conocí, desde mi particular perspectiva) y ajenas, pensando en que podría completar su imagen.

La primera vez que me reuní con Paco lo hice a través de Elena Villalba, por aquel entonces investigadora en mi grupo de investigación, en su despacho de Director del CTB. Había empezado a desarrollar dentro de mi grupo una línea para investigar el papel de las tecnologías en la solución de problemas debidos a la fragilidad en personas mayores y fui a exponerle las posibles alianzas y colaboraciones. Me encontré a una persona con la que, a los dos minutos, ya me hizo sentir como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, que sabía escuchar y que mostraba un sincero interés en lo que le contaba, más propia de un investigador junior con hambre de balón que de un investigador realmente senior, con un curriculum apabullante y, utilizando la expresión castiza, con gran parte de su pescado vendido. Quizá esa actitud de curioso


impenitente es la que caracteriza a los investigadores e innovadores de raza y nunca se pierde, pero no por ello dejó de llamarme la atención. De modo que cuando salí de allí, cargado de propuestas y proyectos, lo hice pensando: éste es uno de los míos y nos vamos a entender muy bien. Algunos de los proyectos salieron (la creación del Laboratorio Mixto Alberto Salgado Alba, la participación en el EIT-Health), otros se sacaron a trancas y barrancas y otros se quedaron en el camino. Pero lo que surgió de aquella reunión fueron muchos momentos intelectualmente inolvidables y una línea de afecto que fue creciendo y que nos convirtió en buenos amigos, más allá de los intereses profesionales. Una amistad que me abrió la oportunidad de conocer a una persona amable, cariñosa, respetuosa con el criterio del otro, pero de fuertes convicciones, que apreciaba la amistad en lo que ésta vale, culta, divertida y “disfrutona”. Un hombre de bien en el sentido machadiano de la palabra. Nos abrió a mí y a mi familia las puertas de su casa y de su familia y ya siempre nos quedará pendiente una visita a su casa de Mallorca, rodeado de sus parajes preferidos y con Charo, la mujer a la que unió toda su vida y a la que lo único que le reprochaba era que no le dejaba comer patatas fritas. O al menos, tantas como él hubiera querido.

La última vez que le vi fue en una comida con Ernestina y Fernando, pocos días antes de ingresar para recibir el que


sería su último ciclo de tratamiento. Nos había reunido para comentar el programa de trabajo para 2018 del Laboratorio Salgado Alba. Nos repartió trabajo a todos y él se reservó el mayor, advirtiéndonos que se encargaría de él “si puedo hacerlo”. Fue el Paco de siempre: jovial, cordialísimo, brillante, lleno de ideas y proyectos y riéndose de mis tonterías. Y con ese punto de elegante coquetería (“no me vas a conocer; estoy sin pelo”) que siempre tuvo. Cuando nos despedimos quedamos en que seguiría sus avatares clínicos por WhatsApp para no molestarle, como habíamos hecho en el primer ingreso. Ya nunca me contestó. La siguiente noticia que tuve de él la recibí recién aterrizado en Nueva York. Fue el WhatsApp que recibimos de Charo notificándonos su mala situación clínica. Poco después recibía un segundo WhatsApp que nos comunicaba, a modo de mazazo, que había fallecido. Desde entonces no consigo liberarme de una cierta sensación de orfandad intelectual y afectiva. Paco, cómo lamento que no nos hayamos conocido antes. ¡Cuánto nos hubiéramos divertido!

Leocadio Rodríguez


Panegírico Prodimed a Paco del Pozo

En 1980, el Rector Magnífico de la Universidad Complutense de Madrid, Doctor D. Amador Schuller, nos convocó a los Consejeros del Grupo Internacional WW Marpetrol, para exponernos un Proyecto de Integración de la Universidad con la Empresa, de cara a impulsar los desarrollos de la Universidad y darles una aplicación y utilidad social.

Junto con D. Rafael Portaencasa, Rector de la Universidad Politécnica de Madrid y Catedrático de la Escuela de Telecomunicación, efectuamos un llamamiento a todos los científicos españoles, obteniendo la respuesta de más de 20 científicos que reunimos en nuestras oficinas.

Después de escuchar las múltiples e interesantes ideas de unos y otros, al final prevaleció la expuesta por el entonces joven profesor, D. Francisco del Pozo Guerrero. Ello propició la apertura de un Centro de Bioingeniería en Cádiz, donde se acometieron los siguientes desarrollos:

• Sistema Hidroterapia para el Tratamiento de la Psoriasis.

• Sistema Ergonómico para Prevención de Ulceras de Decúbito

• Sensor no-invasivo de medición de la Glucemia


• Sistema de administración de insulina por iontoforesis.

• Bomba de insulina en colaboración con Laboratorios Lilly USA.

• …etc.

Contagiados por el entusiasmo de Paco del Pozo por la Telemedicina, pusimos en marcha en la Colonia de El Viso de Madrid, el Centro Darro, donde iniciamos las primeras experiencias en esta novedosa disciplina, estableciendo interconsultas médicas con especialistas de Madrid y EEUU, con envío en tiempo real de imágenes diagnósticas, gracias al extraordinario soporte técnico que nos brindaba la compañía americana Silicon Graphic.

Nuevamente de la mano de Paco del Pozo, acudimos a Bruselas donde fuimos de las primeras empresas españolas en liderar Proyectos Europeos, formando Consorcios con otros países para el desarrollo de Proyectos de Telemedicina como: InfoCare, MobCAre, IThaca, Melic, etc.

En 1997, Paco nos propuso un nuevo Proyecto: la publicación la primera revista española especializada en el campo de la Telemedicina, International Telemedicine que, con la colaboración de Telefónica España, se distribuía mensualmente junto con Diario Médico.


El catedrático Francisco del Pozo desempeñó la presidencia de Prodimed Teleasistencia, fue Consejero de Prodimed S.A. y asesor científico permanente de todos los Proyectos desarrollados por el Grupo WW MArpetrol S.A.

Su pasión por la Ciencia, su entusiasta creatividad y su incansable capacidad de trabajo, que supo transmitir y entusiasmar a los que le conocimos, nos deja un maravilloso legado y el entrañable recuerdo de su excepcional categoría profesional y humana.

Roberto García-Monzón y Díaz de Isla


Paco Maestro, Paco Amigo

Paco Maestro

Paco abre las puertas de su laboratorio y de su despacho, y te invita a explorar, a preguntar y a quedarte si resulta de tu agrado. Con la atención que el buen profesor pone en la instrucción de sus discípulos, te indica los libros, te acerca a las fuentes y te introduce en los círculos del saber. Con la misma amabilidad que aprecia los avances te corrige y reprende cuando es necesario, sin perder su semblante afable, sin quitarte el espacio. Aprender con él las ciencias de la imagen biomédica fue igual de apasionante que descubrir cómo debe ser el buen ejercicio de la profesión convertida casi en vocación. La lección más difícil, la toma de decisiones que implican a las personas, es la que más cuesta aprender, la que requiere un ejercicio de complicidad entre maestro y pupilo. Es la pendiente más empinada, pero también la más valorada a largo plazo.

Paco Amigo

Paco te brinda la oportunidad sin mayor razón ni justificación que la confianza que deposita en ti, y la resistencia es vana; es el amigo quien te pide que aceptes. Te escucha con un interés que va más allá de la obligación del profesor, e indaga en lo que te pasa por la cabeza y por el pecho, ejerciendo a modo de bálsamo que relaja la


tensión entre el cerebro y el corazón en los momentos críticos. Y al final te empuja. Te empuja y te lanza al vacío de la incertidumbre que sabe que no es tal, conocedor de que el pupilo puede volar y de que entenderá, aunque no sea inmediatamente.

Aun sabiendo que lo sabía, habría deseado tener una oportunidad más de mostrarle mi agradecimiento por sus lecciones y su amistad.

Juan José Vaquero


Recuerdos de Cristina

Paco,

No sé si llegaste a saber lo orgullosa que me siento de trabajar en el CTB.

Desde el primer momento en que me hiciste partícipe de este proyecto tan grande e importante, ¡un centro público de investigación en salud!, me mostraste tu espíritu inconformista, tu creatividad, tu sencillez.

A pesar del calor y del frío en los zulos y de todas las dificultades que a veces ni podíamos imaginar, nada te echó atrás, nada te hizo dudar, y me siento agradecida de haber trabajado junto a ti estos años, y haber conocido de cerca tu ilusión desbordante, optimismo y perseverancia.

Paco, para mi eres un referente a seguir y, como tú, trataré siempre de “unir” ¡¡siento que has dejado un gran legado!!

Muchas gracias por todo…

Cristina Heath


Recuerdos de José Miguel

Aunque se supone que debí de conocer a Paco en los inicios del Hospital Ramón y Cajal, mi primer encuentro consciente fue en tierras Sayaguesas en la casa de Carlos Hernández. Tanto Paco como yo compartíamos una característica, hablamos de todo y todo el tiempo posible. Cómo no, la ciencia y la investigación fue un tema común, de ahí a empezar a compartir ideas y colaborar fue muy rápido.

Por aquél entonces, segunda mitad de la década de los 80, teníamos algunos intereses comunes, yo estaba en un proyecto europeo de automatización de análisis citogenético digitalizando imágenes microscópicas y Paco con su equipo tenían herramientas que me podían ayudar.

Inmediatamente, además de incorporarle al proyecto europeo, su primera inclusión fue en una reunión internacional COMAC-BME en 1990 en Segovia, empezamos a pedir y conseguir proyectos de financiación española, FIS, Comunidad de Madrid, CICYT. Los proyectos empezaron por el procesamiento digital de imágenes microscópicas contando los intercambios de cromátidas hermanas (SCE), siguieron con el análisis de micronúcleos (CBMN) tanto en microscopia de campo claro como de fluorescencia hasta conseguir automatizar completamente un microscopio de fluorescencia que fuera capaz de


localizar, digitalizar y contar los MN con señales de sondas fluorescentes. Otro proyecto estrella consistió en la búsqueda de marcadores genéticos del cáncer de mama mediante CGH. El último proyecto consistió en el análisis genotoxicológico de la radiofrecuencia GSM para lo que el grupo de la ETSIT construyó un sistema, DUOCELL, que permitía irradiar células humanas con móviles simulando un uso real programable. De esta colaboración han surgido un número considerable de publicaciones destacando una muy citada, 272 veces hasta hoy, Applying watershed algorithms to the segmentation of clustered nuclei. Malpica N, Ortiz C, Vaquero JJ, Santos A, Vallcorba I, García-Sagredo JM, del Pozo F.- Cytometry 28:289-297, 1997

Pero como la genética es transversal y da para mucho, hubo proyectos fin de carrera dedicados a la construcción de árboles genealógicos o a la objetivación de malformaciones a través del reconocimiento facial.

Uno de los proyectos más interesantes e ilusionante y que nos obligó a compartir muchas horas fue el de la revista International Telemedicine, dirigida por Paco en la que yo figuraba como codirector. Fueron casi tres años intensos en los que conseguimos con gran empeño y no menor esfuerzo sacar a la luz diez números entre 1997 y 1999.

Durante estos 30 años transcurridos lo más importante no ha sido el aspecto científico, lo importante ha sido el lado


humano. El conocimiento mutuo, las conversaciones en los descansos, las confidencias detrás de una taza de café, los paseos sayagueses o mallorquines con la familia …..

Hasta siempre Paco, ha sido un honor conocerte y compartir tiempo y experiencias.

José Miguel García Sagredo


¿Una persona a quien nunca vi enfadada? Paco.

Conocí de verdad a Paco cuando al terminar el mandato de Javier Uceda como Rector yo volvía a mi Escuela y decidí incorporarme al CTB para realizar mis tareas investigadoras.

Él era el Director del CTB… bueno mucho más que el Director. Recuerdo desde ese primer día en el CTB su dedicación a ese centro. ¡Como creía en él! ¡ Cómo lo mimaba! ¡Como lo hizo crecer ¡Cuanta dedicación! desde el primer día hasta siempre…

Pero lo que a Paco le gustaba no era la gestión, creo yo,-. sino la investigación y es que la Biomedicina iba unida a Paco y Paco a la Biomedicina. Y me invitó a trabajar en un proyecto de EIT-Health: Paphos,... Qué difícil cerrarlo sin ti…

¡Cuánto disfrutamos analizando esos datos! Johny todavía me lo recuerda. Y ese viaje a Grenoble, perdimos la conexión en París, y llegamos casi cuando nos teníamos que volver y recordaremos de ese viaje dos cosas: su entusiasmo, la alegría de presentar juntos esos resultados donde tanto trabajo habíamos puesto, pero sobre todo recordaremos la experiencia del viaje con Paco. Como fue capaz de sacar lo mejor de nosotros, seguir trabajando de madrugada y sin haber dormido, no sentir el cansancio.


Es que ese entusiasmo que Paco transmitía, ese sentir positivo, su sonrisa SIEMPRE, es lo que más echaré de menos. Por eso siempre fue estupendo trabajar contigo, aunque fuera poco tiempo. Y por eso siempre al pasar por tu despacho recordaré tus manzanas, y tu sonrisa. ¡Gracias Paco!

Ernestina Menasalvas


Recuerdos de Antonio

Es inevitable que agradezca a Paco tres cosas fundamentales. En primer lugar el hecho de darme la oportunidad de trabajar en el mundo académico; y en segundo y tercer lugar el apoyo que me prestó y la confianza que depositó en mí, especialmente en los momentos más críticos. Con él he estado trabajando durante doce años y medio; desde mis inicios profesionales como ingeniero en el GBT, pasando por los años que, ya en el CTB, dediqué a los proyectos, la elaboración de propuestas (FP7, AAL, H2020…), la caza de fondos europeos de evento en evento (Bruselas, Lyon, Helsinki, Budapest...), los hearings, las plataformas tecnológicas (NESSI, ARTEMIS), hasta la etapa más reciente de mi actividad profesional, que he dedicado a la investigación. Durante este tiempo me concedió una libertad y un margen de acción muy amplios, me guió a través de decisiones audaces que me enriquecieron profesional y personalmente, y jamás me trasladó un solo reproche. Él le sugirió a Javier que mi colaboración podría añadir valor a la propuesta que venía pergeñando, y, una vez iniciado el proyecto e-Glance, me permitió seguir trabajando en ello, lo que finalmente ha resultado en mi tesis doctoral. A él le hubiera gustado verme culminar mis estudios de doctorado y a mí, por supuesto, me hubiera gustado que así hubiera sido.

Antonio Cobo


Recuerdos de Consuelo

Aunque de nombre conocía a Francisco del Pozo, Paco como le gustaba que le llamáramos, desde hacía muchos años, como catedrático de Teleco que trabajaba en temas relacionados con imágenes, tema de interés común, no le conocía personalmente. Fue en el verano del año 2008 cuando coincidimos.

Como director del CTB, me recibió cuando me incorporé a dicho centro. Desde el primer momento, me pareció una persona muy cercana que irradiaba alegría y optimismo. Después con el tiempo y fruto de nuestro trabajo juntos, fui descubriendo muchas otras cualidades de él, su generosidad, su empuje, su capacidad de trabajo, sus ganas de seguir aprendiendo y de hacer cosas nuevas.

Fue un auténtico placer trabajar con él y en su nombre debemos seguir trabajando para que el CTB llegue a tener la excelencia a la que él siempre aspiro y por la que trabajó hasta el final.

Consuelo Gonzalo


Recuerdos de Elena

Querido Paco:

Estas son sin duda las líneas más difíciles que te escribo…llevo muchos días dándole vueltas y vueltas, y es que es muy difícil transmitirte por escrito lo que siento. Te fuiste tan rápido, que todavía me sorprendo muchas veces diciéndome a mí misma “Se lo comento a Paco”, “Seguro que Paco sabe qué hacer”, “Qué contento se pondrá Paco cuando le diga que nos han dado el proyecto”; ¡O el artículo! Estarás muy orgulloso de nosotros, nos aceptaron nuestro artículo, la verdad es que va todo muy bien en tu laboratorio, nos dejaste tanto, tantas ideas, tanta ilusión, tantos proyectos que escribir… ¡ay! cómo te echo de menos. También quería contarte que me han aceptado en el Ciber, como tú querías. Estos últimos meses me he acordado mucho de ti, de porqué estudié Bioingeniería, del orgullo que ha supuesto para mí que contaras conmigo en tu último proyecto, en tu laboratorio final. Sabes que estuvimos muchos años buscando oportunidades para trabajar juntos, cuando por fin lo conseguimos, y empezamos a crear algo precioso… te has ido, pero no del todo, sigues conmigo, con nosotros, siempre estás ahí, porque Paco, Paco eres mucho Paco, y eso quedará siempre. No soy capaz de encontrar palabras para decirte lo que me has enseñado, lo que me has inspirado, y sigues haciéndolo. Por todo eso, y mucho más, nunca te irás….

Un fuerte abrazo y muchos besos, querido Paco.

Elena Villalba Mora


Recuerdos de Ernesto

Estimado Paco,

Siempre estaré en deuda contigo por confiar en mí sin apenas conocerme y sin más aval que el de mi trabajo; por tu afabilidad y tu trato durante el tiempo que trabajamos juntos y por estar siempre dispuesto a colaborar y a abrirme puertas cuando lo necesité. Fue un placer y un honor trabajar contigo, y tu labor tanto profesional como humana queda en el recuerdo

Un abrazo fuerte, y gracias por todo.

Ernesto Pereda


Recuerdos de Manuel

Hace muchos años que Paco y yo nos conocíamos, al impartir docencia en la UPM y también en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación.

Durante los últimos años nuestra relación se hizo más estrecha, ya que empezamos a colaborar en temas de acústica, y además nos unió otra circunstancia, y era que nos jubilábamos los dos, yo un año antes que él, estas dos situaciones provocaron que tuviésemos muchos temas para tratar tanto profesional como personalmente.

Cómo afrontar la jubilación, como ir preparándonos para esa nueva etapa y dejando los cargos de responsabilidad que teníamos, con el fin de que pudiésemos afrontar de la mejor forma posible una situación desconocida para nosotros.

Deseo dejar constancia de que hablamos de nuestras familias, de nuestra dedicación a ellas, de cómo en esta etapa nuestra esposa y nuestros hijos eran la parte más importante para nosotros, y la preocupación por compatibilizar esa dedicación, y la continuación de la actividad investigadora, aunque en con otros tiempos y a otros ritmos.


El Profesor Francisco del Pozo, fue un pionero ya que entendió, adelantándose mucho en su tiempo, a que la ingeniería tenía mucho que aportar a la medicina, con enfoques totalmente diferentes y que podían ayudar en numerosas patologías.

Esto le condujo a crear la carrera de ingeniero biomédico y el centro de investigación en tecnologías biomédicas, algo que supuso un gran esfuerzo y mucha complejidad.

Su dinamismo y fortaleza le permitió llevar al éxito ambos importantes proyectos, y también saber transmitir el testigo en el momento oportuno, lo que le hizo crear escuela, no sólo su creación sino también a dirigirlo acertadamente durante los años que él consideró que podía ser útil en estos proyectos.

Hay un tipo de enfermedades para las cuales la medicina tradicional no ha tenido solución, como son las debidas a problemas o trastornos neurológicos, en su caso puso su empeño en la enfermedad de fibromialgia, en la que trabajamos juntos poniendo lo mejor de nosotros mismos al servicio de estos enfermos para conseguir una mayor calidad de vida.

Las alternativas tecnológicas que buscamos se encuentran en un estado incipiente, pero con grandes posibilidades de futuro, los dos nos estábamos muy ilusionados con estos trabajos en los que participábamos conjuntamente.


La vida impone cuando se inicia y cuando se acaba, y nosotros poco protagonismo tenemos en ello, y en este caso su camino ha terminado demasiado pronto y teniendo muchas cosas por hacer, pero no me cabe la menor duda que ha dejado alumnos que podrán seguir sus pasos, y en alguna de nuestras conversaciones en las que hablábamos del final del camino, estábamos de acuerdo que la vida no se acaba hasta que no se pierda nuestro recuerdo, y que nuestros alumnos nos recordarían en un futuro, por lo que considerábamos que seguiríamos vivos todavía.

Mi respeto y afecto al compañero y amigo.

Manuel Recuero


Recuerdos de María Jesús

Querido Paco,

Hacía frío y como en otras ocasiones estabas muy constipado, pero esa mañana me había enterado que nos habían adjudicado el proyecto de difusión de Ciencia, y como era lógico, estaba pletórica y solo necesité un segundo para convencerte que quería hacer en ese mismo momento una foto del “pequeño” grupo que comenzaba esa andadura en el CTB. El mismo segundo que necesité para convencerte que ese proyecto que yo tenía claro en la cabeza y que podía parecer una locura inicialmente, podría convertirse en una bonita realidad.

No hay palabras que puedan expresar la gratitud que siento por dejarme crecer, por creer y confiar en mí, por saber escuchar, por no ponerme piedras en el camino, y quitarme las que eran sólo eso, piedras. Por recibirme siempre con una sonrisa y afrontar los problemas del día a día con sosiego, optimismo, mano izquierda e ilusión.

Muchas gracias por hacerme sentir parte de un equipo y por enseñarme a querer tanto al CTB. Se me ha hecho corto el camino, a pesar de los kilómetros recorridos.

Querido Maestro, allí donde estés, GRACIAS por enseñarme tanto, en estos años.

Un abrazo,

Mª Jesús Pioz


http://www.ctb.upm.es/wordpress/wp-content/uploads/2016/02/UPJM-proyecto2.jpg


Recuerdos de Rafael

Aparte de que somos de la misma promoción, mi recuerdo hacia él siempre con cariño a la escuela ya que yo también fui profesor no numerario en la cátedra de Matemáticas III con Rafael Portaencasa. Yo daba la parte de Estadística y cuando Paco entró como profesor no numerario, creo que en 1980, nos repartimos los grupos y le facilité algunos de los problemas que yo ponía.

Hubo aprecio entre nosotros. Luego, en 1985, yo dejé la escuela ya que no podía atender las clases por razones de trabajo y solo nos veíamos en alguna reunión de la promoción.

El año pasado, ya jubilados realizamos con él y con Charo su esposa, una buena caminata con otros compañeros. Nada hacía presagiar su estado y posterior y rápido fallecimiento por lo que cuando me lo dijeron me sorprendió mucho.

Estuve, con otros compañeros viendo el centro de investigación hace unos días. Me impresionó y me gustaría que llevase su nombre como homenaje a un buen compañero que era de los mejores de mi promoción.

Rafael Ruiz Sanchidrián


Recuerdos de Rocío

Querido Paco,

Allá donde estés, te debes sentir muy orgulloso, porque gracias a ti, a tu forma de ser, a esa capacidad de aguante casi inhumano, y sobre todo, a la ilusión y pasión por tu trabajo, conseguiste sembrar en muchos de nosotros el amor por la investigación.

Gracias por confiar en los que te rodeaban, gracias por tener la puerta siempre abierta, gracias por recibirme siempre con una sonrisa, y gracias, especialmente por darme la oportunidad de crecer personal y profesionalmente a tu lado.

Muchas gracias, Paco.

Rocío López


Recuerdos de Xavier

Aunque había tratado con él anteriormente, no tuve el placer de conocer a Paco de verdad hasta que empecé a trabajar con él su laboratorio, y aparte de su figura como investigador de gran calado, que ya conocía, descubrí a una persona que siempre mostraba preocupación y cariño sincero por todas las personas que estábamos a su alrededor. Este cariño lo he visto reflejado en las numerosas reuniones con socios dentro y fuera de la Universidad, donde siempre se le escuchaba con atención y con aprecio personal por lo que ha contribuido a quienes se han cruzado en su camino, aportando siempre una visión un punto más allá de lo que nos preocupaba a los demás, más centrados en lo inmediato y en la siguiente entrega. Paco era el ejemplo que siempre ponía cuando salía a colación el tema de la jubilación forzosa a determinada edad, puesto que su aportación como profesor emérito a la Universidad y al sistema de investigación en su conjunto siguió siendo tanto o más activa que en su trayectoria anterior. Para mí ha sido muy importante que Paco me diera la oportunidad de entrar en su laboratorio y aportar mi experiencia previa en un nuevo campo como es el del envejecimiento, dándome todas las facilidades para que saliera adelante en este empeño, y siempre le estaré agradecido. Aunque su pérdida ha supuesto un golpe muy


duro, siempre le recordaré y le tendré como ejemplo en la forma de ejercer el liderazgo transmitiendo pasión por lo que se hace y con una preocupación personal por quienes rodean a uno. Un abrazo muy fuerte a toda la familia.

Xavier Ferré


In Memoriam de mi gran maestro y amigo Francisco del Pozo Guerrero, de parte de tu discípulo Juan Rodolfo Maestre Rendón.

Existen personas y almas tan grandes y privilegiadas en esta vida, que al nacer, otorgan una inmensa dicha y felicidad en todo su alrededor, y durante su trayecto, tienen la virtud de mejorar y cambiar positivamente muchos destinos solo con su presencia, una acción o con un invaluable consejo; son seres de luz que tienen una resonancia tan infinita y grande en este universo (de forma constructiva y laudable); sus acciones realizadas tienen una trascendencia y un efecto perdurable e invaluable en los hilos del destino, que cuando parten causan desasosiego y un pesar inconsolable en quienes lo apreciamos. Así de prodigioso es y fue el destino de nuestro querido y respetado Paco (Pater Comnitatis - Padre de la comunidad)

En lo personal para mi Paco, es como un grandioso árbol de la vida, que siempre concedió protección y frescura para quienes nos acercamos a él, proporcionó una sombra confortable sobre el inmenso sol abrasador de la incertidumbre, brindó alimento y apoyo para las diferentes especies y seres coexistentes en su hábitat, otorgó oxígeno y bienestar de forma generosa en su entorno, y generó


raíces tan profundas que brindan estabilidad y continuidad de sus pensamientos y acciones en esta vida y desde su propia alma.

Tu injerencia y trascendencia llega a diferentes regiones del mundo mundial (frase que el utilizaba, que con respeto y estimación le recuerdo), y hasta México, lugar de donde soy originario; tu virtud, conocimiento, admiración y sabiduría, propiedades y enseñanzas que tuve la dicha de recibir de tu parte durante mi proceso de formación doctoral, como maestro y mentor; dichas virtudes y aportaciones se esparcirán a través mi mente y mi persona, como parte de una semilla que ha generado de ese gran señor y gran árbol de vida Francisco del Pozo.

Mi respeto, cariño y admiración por siempre y para siempre mi gran maestro y amigo Francisco del Pozo Guerrero.

P.D. Nuestros seres queridos no se van de nosotros si los mantenemos en nuestra mente y en nuestro corazón, pues ese es el lugar tan especial donde nos acompañaran por siempre.

Juan Rodolfo Maestre Rendón


Recuerdos de Guiomar

Paco, te voy a estar siempre muy agradecida.

Gracias por confiar en mí todos estos años.

Guiomar Niso

Prólogo - UPM · Es en 1984 cuando conocí a Paco del Pozo, siendo estudiante en la ETSI...

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