PREGÓN BaezaCofrade 2007

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PREGÓN BaezaCofrade 2007

Manuel D. Lozano Guerra

Estimados señores del staff de BaezaForosCompañeros SanedrinesForeros registrados que hacéis esto posibleUsuarios invitados que os limitáis sólo a leerInternautas cofrades todos

Hoy se hace realidad un nuevo proyecto de BaezaForos, parece que fue ayer cuando me registré en el foro, un foro que por aquel entonces era .tk, pequeñito, con pocos usuarios pero que era engrandecido por el respeto, el saber estar, por el cariño que demostraban en sus mensajes los Baezanos ausentes y sobre todo por el amor a Baeza y sus costumbres, en especial a nuestra Semana Santa, por parte de todos los foreros. Por aquel entonces era un mundo totalmente nuevo para mí, pero hoy puedo decir que de esos foreros desconocidos hoy no solo nos une el foro, sino una gran amistad. El tiempo pasa y a día de hoy y como todos sabemos puedo decir que “nuestro” foro es una de las paginas web más consolidadas en todos los sectores de nuestra ciudad. Pero el principal motivo de mi intervención hoy aquí es presentar nuestro I Pregón “BaezaCofrade”, este proyecto que surgió hace unos meses tiene como finalidad que cada año uno de nuestros foreros proclame a través de este medio nuestra Semana Mayor, que cada año desde cualquier punto del mundo cualquier persona pueda sentir lo que sentimos nosotros durante esa Semana Mágica y todos recordar emocionadamente pasadas Semana Santas pero con la alegría de que de nuevo llegará la primavera y con ella volveremos a vivir y sentir otra Semana Santa en nuestra particular Jerusalén Baezana.

¿Y quién mejor que nuestro forero y amigo Cruz_Guía sea el encargado de ser el primer pregonero? Y así va a ser, nuestro querido amigo ha aceptado este proyecto con gran valor e ilusión y hoy aquí tenemos la prueba. Sé que nadie saldrá defraudado ya que nuestro amigo es un gran capillita y un gran conocedor de la Semana Santa pero ante todo un Baezano

de “pro” y gran embajador de nuestras tierras allí donde se encuentra. Nuestro amigo Manuel Dionisio Lozano Guerra nació en Baeza el 21 de Noviembre de 1968 y fue Bautizado el 8 de Diciembre en la iglesia de Santa Cruz. Está casado felizmente con Mónica Garrido y es padre de dos maravillosos mellizos María Teresa y Manuel. Siempre ha sido un enamorado del mundo cofrade, ya desde nacimiento nació fervoroso, también es hermano de la Oración del Huerto, las Escuelas, Vera Cruz, Tres Marías, Virgen del Alcázar, Stmo. Cristo de Burgos (Sevilla), Hermandad del Silencio (Sevilla), desde 1982 forma parte de la Adoración Nocturna Española y destacar que es socio fundador de la Tertulia Cofrade “El Capirote” de Baeza y Costalero Fundador de las cuadrillas de La Oración en el Huerto, La Fervorosa y Vera Cruz, actualmente solo porta en la noche de Domingo de Ramos a su Cristo de la Oración en el Huerto y cada 15 de agosto a nuestra patrona la Virgen del Alcázar.

Ha sido miembro de la Agrupación Arciprestal de Cofradías. Desde el año 1982 forma parte de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Oración del Huerto de Baeza en el que ha desarrollado diferentes cargos: Tesorero, Secretario, Vocal de Cultos, encargado durante varios años de realizar el boletín “Getsemaní” hoy en día desarrolla el cargo de Vocal de Formación y forma parte de la junta directiva de la Tertulia Cofrade “El Capirote” de Baeza.

Como todos ustedes pueden ver nuestro amigo Cruz_Guía es un gran cofrade y estoy seguro de que con su pregón nos emocionará a todos.

Llegó el momento que todos esperamos, amigo Cruz_Guía; es la hora de colgar el nick, es la hora de Pregonar…

José García ChecaCapillita Mayor

A mis compañeros del C.N.O.M. Acceso y Troncal, por permitidme año tras año que siga cumpliendo con mis obligaciones de cofrade y nazareno, y muy en especial a Sergio Pérez, José, Sergio Miragaya, Javi, David y Mauro.

A mis siete hermanos y cuatro sobrinos por estar siempre a mi lado y compartir tantas cosas buenas.

A Mari Tere y Paco por acogerme como hijo en su casa. A Tere y Andrés por ser tan generosos y haberme dado el don de la vida y que hoy cumplen 39 años de unión matrimonial. A los cuatro Gracias por darme el don de la Fe y el Amor.

Y por supuesto a mi esposa y mis hijos, porque son cada día, sin duda, los pregoneros de mi vida y hacen que Baeza siempre esté más cerca de mí. Gracias, Mónica, por darme la mano esa inolvidable Madrugá.

¡AVE MARIA PURÍSIMA!

Por esas circunstancias de la vida que nos hace cambiar nuestro domicilio, con todo lo que conlleva, ahora, cuando regreso a mis orígenes y emprendo el camino hacia Baeza, me encuentro con mi primera salutación de bienvenida a casa, por parte de esa imagen bellísima de la Inmaculada Concepción (no podría ser otra en mi vida), que en medio de Despeñaperros y nada más entrar en sus dominios, me detiene el caminar para que me postre ante Ella y, una vez más, recitarle la más bonita de sus oraciones y que tantas veces le rezo al cabo del día:

¡Ave María Purísima!Sin Pecado Concebida.

Dios te salve, María, llena eres de gracia,el Señor es contigo,

Bendita tú eres entre todas las mujeresy bendito es el fruto de tú vientre, Jesús.

Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores,

ahora, y en la hora de nuestra muerteAmén.

Gracias Madre, por volverte a ver, por traerme a esta tierra predilecta tuya, a esta Tierra de María Santísima, y que Tú en agradecimiento por ver a estos hombres y mujeres cómo te quieren, te aman y te pasean sobre sus hombros, les bendices día a día con tu infinito amor y divina protección.

Con esta oración,Miembros del Staff de BaezaForosMiembros del SanedrínCompañeros del ForoBaezanos, Cofrades y Amigos todos,

Con esta oración, repito, he querido abrir mi Pregón, soslayando el encabezamiento de protocolo más propio de un acto académico, que de una asamblea de cofrades que siempre se inicia con las Preces de rigor. Además sirva como dedicatoria a los ausentes, a los baezanos de la diáspora, que tantos momentos pasamos conectados para saber, hablar y conocer las novedades que se producen en nuestra ciudad y que gracias a este foro estamos al día. Gracias a todos y cada uno de vosotros que opináis, comunicáis y mostráis las noticias y fotos de nuestra milenaria Baeza.

Y al comenzar este acto; que deseo quede convertido en el ya tradicional Pregón de la Semana Santa de BaezaCofrade, y después de ofrendarlo a María Santísima de la Concepción y renovar mi “… voto y juramento a creer, confesar y defender que la Santísima Virgen Madre de Dios, por un privilegio especial del Altísimo, atendiendo a los méritos previstos de su Hijo Nuestro Señor Jesucristo, fue preservada de la culpa original que todos contraemos al nacer.

Declaro que como católico, apostólico y romano creo en todos los misterios que Nuestra Madre la Iglesia nos propone, muy especialmente en este de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.

Así lo creo, así lo prometo, así lo espero”.

(Protestación de Fe, Hdad. de El Silencio)

Antes de nada, quiero agradecer muy sinceramente las amables y elogiosas frases que ha tenido para conmigo mi presentador, Capillita_Mayor; aún recuerdo la gran cantidad de incienso que gastaste en el Vía+Crucis Cuaresmal, que con motivo del CXXV Aniversario Fundacional realizó la Hermandad de El Huerto, pero mereció la pena el perfumar nuestra feligresía, ¿verdad?

Cómo bien sabéis, hoy me encuentro ante vosotros como consecuencia de una “genial” idea de mi presentador –desde el primer momento consideré que él como padre de la criatura, debería ser el que la llevase a la pila bautismal- cuando, siendo el día cuarto del noveno mes del pasado año, se le ocurrió la brillantez de crear un hilo en nuestro foro, para abordar dicha propuesta. Ni que decir tiene que enseguida surgieron las voces aplaudiendo tan genial cometido, pero, claro, cómo dice el refrán “¿quién le pone el cascabel al gato?”, así comenzaron a surgir nombres y nuestro amigo Albayasa tuvo la gran ocurrencia de incluir en la lista de candidatos a un tal Cruz_Guía. Y así es como, por el cariz democrático de nuestro foro, fue designado Cruz_Guía, y en consecuencia la persona que bajo ese alias entraba anónimamente en el foro, para realizar el Pregón de Semana Santa de BaezaCofrade en su primera edición.

Obviamente podía haber declinado la invitación, lo que considero democráticamente correcto. He de confesar sin embargo, que me lo pensé una sola vez, coincidiendo con el trayecto que va de mi lugar de trabajo a mi hogar, ya que de siempre he considerado que todo en la vida se ha de recapacitar despacio; pero tomé mi decisión en una sola jornada, para no perder más tiempo que el necesario y de este modo dar paso a la acción.

A todos ellos y a vosotros que vais a estar leyendo estas torpes palabras que emanan de lo más dentro de mi, GRACIAS.

En el interior de cada baezano existe un concepto propio de la Semana Santa de Baeza: una Semana Santa íntima; una Semana Santa cordial; una Semana Santa misteriosa; una Semana Santa profunda … y como quiera que cada baezano lleva consigo su Semana Santa, lo que voy a intentar pregonar es “mi Semana Santa”.

Cuando comencé a vislumbrar este pregón, me vino a la cabeza un mar de dudas, de preguntas que me surgían por haber aceptado este compromiso con los cofrades.

¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí si yo no soy un teólogo; ni soy tampoco un ilustre hermano mayor, ni un significado periodista, ni mucho menos un sabio antropólogo o sociólogo? Soy simplemente un cofrade que vive la Semana Santa desde el Lunes de Pascua, con un inmenso amor a Baeza, teniendo todos sus sentidos golosamente abiertos, y con una fe y una sensibilidad que Dios me ha dado y a las que no renuncio.

Acto seguido me pregunté, ¿pero, qué baezano no tiene hecho o está listo para hacerlo, su personal Pregón de la Semana Santa? Como el Centurión, inmediatamente me dije: “Señor, yo no soy digno”, cómo voy a osar compararme con el que mejor pregonó, Cristo, ningún pregonero ha podido acercarse a su extraordinaria sencillez, si fue Pregonero de su Pasión y de su Muerte y de su Resurrección: “He aquí que subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre va a ser entregado a los Sumos Sacerdotes y Escribas, y lo condenarán a muerte, y lo entregarán a los gentiles, para que lo escarnezcan, lo azoten y lo crucifiquen, pero al tercer día resucitará”.

Ahora me encuentro ante unos folios en blanco, sin saber qué decir ni qué escribir, y de alguna manera, me asemejo a esos cofrades

justo antes de comenzar a montar un altar para sus sagrados titulares; con el tiempo todo comenzará a tomar forma: la alfombra, sobre la que posará sus plantas el Sagrado Titular, quedara limpia y estirada, las velas, con las que alumbrar la tibia esperanza, se posarán en los candeleros,…

Después pensé en lo que ha ido evolucionando nuestra Semana Santa y por ende nuestras hermandades. Ahora hemos pasado de tener un Pregón de Semana Santa a poder escuchar además el del Costalero o el de la Hermandad de El Rescate, por cierto quiero desde aquí alentar a la Sra. Pregonera con la que me unen lazos familiares, y este año nos sumamos nosotros. Hemos pasado de un único cartel anunciador de la Pasión Baezana a tener además del de la Agrupación, el del Capirote, los de algunas corporaciones y este año además podremos disfrutar del que edita nuestro foro, con una bella instantánea de mi amigo Lastruci. A todo esto, hay que añadir los distintos actos culturales que realizan nuestras corporaciones, el enriquecimiento que se está llevando a cabo en los enseres, y lo que es más importante, sin olvidar el aumento tanto en la formación y caridad que las mismas realizan durante todo el año.

Al pasar ya de lleno al argumento de este Pregón, quisiera se me permitiera por una sola vez y sin que sirva de precedente, levantarme el antifaz por unos instantes e identificarme con ese niño lleno de recuerdos semanasanteros, que desde su ya lejana infancia siempre ha vivido dentro de su cofradía el amor a Nuestro Señor que ora en Getsemaní. Y así, este pregonero vuelve a pasar al anonimato cubriéndose el rostro con el antifaz azul y vuelve a ocupar el sitio de este cortejo interminable que se forma en Baeza desde la Cruz de Guía que

saldrá de San Andrés, el próximo Viernes de Dolores, hasta el último músico de la banda que acompañará al traslado de El Niño.

Hoy comenzamos a vislumbrar una nueva Semana Santa, aunque para algunos “locos” comienza el Lunes de Pascua; de esta forma, y en el momento en que pasen los fríos del invierno, Baeza volverá a estrenar con una esperanza renovada, con una temprana Cuaresma esa particular visión de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Preparemos, pues, nuestros sentidos, los cinco, para aguardar la ansiada llegada de nuestra Semana Mayor. Y así, agudizaremos la vista, para ver la maravilla de esa obra efímera que pasa por nuestras patrimoniales calles. El tacto, para poder santiguarnos ante Dios hecho hombre y su bendita Madre. Olfato, para oler esa sublime mezcla de incienso, claveles, rosas y nardos que como columnas se elevan hacia el cielo. El oído, con el que escuchar el rachear de las esparteñas, el sonido de un solo de corneta acompañado de un redoble de tambor. Y por último el gusto, ¡cómo olvidarnos del gusto!, para saborear nuestra cazuela y hornazos, nuestro bacalao, todo ello lo encontraremos hecho en casa para cuando pasemos por ella para tener algo con que reponer las fuerzas.

Faltan quince días, el atuendo azul es sacado del armario, fiel y leal guardián ¡Que emoción el volverlo a tocar!

Y al llegar al salón, comienza la primera ceremonia: se extrae la vestidura sagrada de su bolsa protectora y se extiende, con cuidado, sobre el sofá, ante la admiración del más pequeño, que sueña revestirse con ella y pasear su ansiedad y amor junto al Galileo por nuestras calles.

Recuerdo que ya hace algunos años, (ahora recapacito y me doy cuenta que no son

algunos sino bastantes) cómo se cosía el hábito de un nazareno del Domingo de Ramos, túnica de terciopelo azul.

Mi madre, siempre está la madre detrás de un cofrade, y mi “Chacha Magdalena” cortaron una túnica grande para Andrés, que en el cielo estará corriendo de un lado para otro por medio de las filas, organizando con su cetro la procesión; y de los recortes lograron el milagro de hacer dos pequeñas, una fue para Manuel Javier y la otra la mía. Aún recuerdo, como mi madre con sus suaves manos cosió mi “sagrada túnica” porque os he de confesar que tengo bastantes túnicas pero esa pequeña y vieja es la mía, con el paso de los años se han ido vistiendo con ella desde mi hermana hasta mis sobrinos, pasando por mis primos y ahora se la pondrán mis hijos.

Pasan los últimos días de la Cuaresma, y cada noche, antes de dormir, una fuerza misteriosa me lleva con sigilo a su encuentro. Y allí está ella, mi túnica sagrada, proclamando con orgullo su pasión cofrade. Una última mirada, un recuerdo nazareno, un suspiro, un leve temblor de piernas, y, tras apagar la luz, una caricia furtiva al terciopelo del antifaz, bajo el que se derramarán las lagrimas más nobles y apasionadas de su existencia, caminando junto a Aquel que marcó nuestra vida con su rotunda afirmación al Padre. La ansiedad germina en la sangre como semilla impaciente, deseosa de dar su fruto.

Y por fin ese día, el Domingo, el Domingo de Ramos.

Al hacer la visita y llegar a la puerta del templo, nos encontraremos una mañana limpia y florecerá en nuestro rostro una explosión de azahares. Y al entrar en su casa y encontrarlo a Él, orando sobre un monte de claveles se encoge el alma ¡Qué hermosa

sensación llegar hasta Él y mirarlo con ternura, mientras huele la iglesia a flor húmeda, a madera añosa, a humedad de siglos, a cera virgen y a terciopelo!

En el huerto tan prendíoy cautivo te han llevaocon el corazón herío

y tu cuerpo maltrataóesos bárbaros judíos.

Saludos nerviosos a unos y a otros; comentarios con los hermanos de siempre. El tiempo no avanza, parece estar suspendido de hilos invisibles. Piensa el cofrade sin saber porqué en su túnica que yacerá extendida en el lecho, mientras espera abarcar un cuerpo estremecido de cofrade.

Se escuchan los cohetes, Jesús está entrando en Baeza y lo hace por San Ignacio a lomos de una burra jamás antes montada, porque todo debe ser nuevo e inmaculado para nuestro Salvador. Es necesario darse prisa para darle la bienvenida y acoger entre nosotros a su Madre, para estar junto a ella en los peores momentos.

Eres la belleza en flor,Esperanza pura,

tu pena, faro de amor,tu socorro, la ternuray Caridad del pecador.

Y el mediodía será rotundo y deslumbrante; turquesa y oro su terno celeste. Cantarán los querubines un ángelus de aguamarina y fuego por las plazoletas de los olivares; rito de luna y sangre de agonía; los mismos que llorarán la siguiente noche junto a la cruz del martirio, recogiendo el último aliento.

La sobremesa, tensa, lúcida; con destellos repentinos, inenarrables de eternidad e infinitud; con la ansiedad impidiendo el normal latido cardíaco. Un breve retiro al dormitorio, suenan Amargura, Rosario de Montesión, Caridad del Guadalquivir, Las Saetas del Silencio, La Madrugá, Silencio Blanco, Costalero, Bulerías de San Román,…; mientras el humo purificador y santificador impregna, invade, toda la casa, se saborean esas lagrimas de la Madre hechas incienso.

A media tarde se le hará necesario buscar otro encuentro; irá hasta nuestra Catedral donde el misterio eucarístico se hace cuerpo y sangre de Cristo en la encarnadura del divino Anfitrión y del Ungido del Amor.

En esa bendita escenaconsagrando pan y vino,

nos distes lección supremamostrándonos el camino,Señor de la Santa Cena.

Aún recuerda nuestro cofrade esa tarde de Domingo de Ramos que en comitiva, asistió a la primera salida como cofradía de esta joven corporación, depositando un ramo a los pies de María: ¡Paz te pedimos Señora para este mundo de injusticias!

Y de repente, sin previo aviso, sentirá tal pellizco en las entrañas que comenzará una serie de breves despedidas, anhelando estar lo antes posible junto a ella y anunciar el comienzo del rito.

Comienza por los más pequeños, con la túnica de terciopelo que él estrenara. Recuerda ese primer Domingo de Ramos (fue un 23 de marzo de 1975) cómo un día especial, ¡iba a salir de penitente!, cómo la

tarde se hizo interminable, preguntando constantemente la hora, asomándose para ver si llegaban sus primos, hasta que por fin oyó como se abría la puerta de la calle y Andrés carraspeaba su garganta y silbaba, ¡era la hora!; en su mente se suceden meteóricas las imágenes de los seres queridos que se fueron; de su infancia; de otros Domingos de Ramos. Tras ceñir la cintura infantil con el cíngulo, el cofrade se vuelve a aislar para dar gracias al Padre por permitirle, una vez más, vestir el Habito Cofrade y poder pasear su fe; y así da comienzo una de las vivencias más ricas e impresionantes, la más anhelada del año.

Emprende la ceremonia enlazando, torpemente, cada botón con su ojal de la camisa, blanca; besa la Cruz, guía de su deambular por la vida, que pende de su cuello; vuelve el bajo del pantalón; estira los calcetines; anuda los cordones de los zapatos. Pero él sabe que es ahora en verdad cuando comienza a vestirse; minutos de oración y recogimiento. Toma en sus brazos, con delicadeza, la Túnica Sagrada; y su mente, bloqueada ahora, le impide pensar; sube lentamente, con sumo cuidado la cremallera de la espalda; pone en su lugar el cuello de la inmaculada sudadera, mientras el sólo de un corneta rompe el nervioso silencio. Dobla milimétricamente el cíngulo, de tal forma que coincidan las blancas borlas de los extremos, lo ciñe y aprieta con las fuerzas justas y necesarias para que no se afloje; ¡los guantes y el rosario que no se me olviden! exclama con preocupación. Abre la puerta de su particular templo y el cofrade se ve reflejado en los ojos de los suyos, sabe que está preparado; traga saliva instintivamente y toma un sorbo de agua para aliviar la sequedad de garganta.

¿Qué hora es? Pregunta con ansiedad mal contenida, cómo si necesitara de esa

seguridad, aún sabiendo que es la hora más deseada durante todo un año.

¡Nos vamos! sentencia el cofrade, y al decirlo siente un vértigo indefinido en algún lugar de sus entrañas, mientras vuelve a girar el carrusel de su mente, dibujándose en su pantalla, un getsemaní sobre el que reza una imagen de Jesús, a la que cuanta más devoción se le profesa, más trabajo cuesta mirarla; que el amor asusta a veces por su grandeza.

Ya en el portal se colocan los capirotes, también los guantes, que se ajustan cuidadosamente a la mano. El último beso cofrade se da con infinita ternura sin poder evitar hacer muecas de emoción, recordando cuando el besado era él. Baja el antifaz a sus jóvenes acompañantes; a continuación lo hace con el suyo. Abre la puerta y salen a la calle.

Desde los pequeños ojillos del caperuz, se puede ver una tarde que grita pasiones por el altavoz del cielo. La gente camina despacio, cojeando levemente, pues son zapatos nuevos, con el traje de los días señalados, y miran a los encapuchados con curiosidad, comentando algo en voz baja cuando pasan por su lado, pero ellos han comenzado su retiro espiritual, íntimo pero a la vez público. Grita la primavera en las esquinas cuando los dos nazarenos se pierden en la distancia con la rapidez que les permite el vuelo de sus vestiduras. La gente bulle por la calle del Rojo; vuelan con tristeza las golondrinas junto a la torre. Ya pronto saldrá el Señor.

Y sin darse cuenta vuelven a oír los acordes del himno; pero esta vez anuncian el fin de la Estación de Penitencia; y un año más, todo está consumado.

Los nazarenos regresan a su hogar del mismo modo que partieron sin hacer ostentación de su condición penitente.

Al entrar en el portal se despojan de esa prenda, que hace posible mantener el anonimato; cogen una bocanada de aire con el orgullo de haber concluido su penitencia.

Suben y se desvisten con mucho cuidado, lentamente, pues saben que les resta un año por delante y no quieren que se acabe ese momento.

Pero, ¡cofrades baezanos!, ¿sabemos a lo que vamos, lo que hacemos y lo que representamos? Si es así ¿porqué desprestigiamos el Hábito al entrar con él en locales públicos?, ¿cuesta tanto esperar diez, veinte minutos cuándo hemos estado esperando ese día durante todo un año?, ¿o, acaso aún peor, no tenemos ese sentido de penitencia que implica vestirse de nazareno?

Y así, de esta forma he ido viviendo el Domingo de Ramos, aunque desde 1994 tengo el gusto de realizar mi Estación de Penitencia bajo el trono, por lo que he cambiado mi habito azul por una faja, una camiseta y las esparteñas, siendo miembro de la Cuadrilla de Hermanos Costaleros; en la cual y por esa que llaman ‘ley de vida’ nos faltan dos compañeros. Ya hace unos años se nos fue Manolo “Corcolla” y estas pasadas navidades José Luis; la cuadrilla saldrá completa un año más, pero siempre estará coja, nos faltará el mejor patero de la trasera y el más pequeño de los de abajo.

Qué sería de nuestras hermandades sin esos hombres y mujeres que sufren bajo las trabajaderas, ya sean costaleros u horquilleros porque no hay diferencia en el amor que se les profesa a los Titulares; cada uno a su estilo porta sobre los hombros al

que es el único y verdadero guía de su vida. Ellos, parte integrante de nuestra juventud baezana, han sido los que han terminado de dar un empujón a nuestras hermandades; ellos son los que han ido poco a poco, integrando las Juntas de Gobierno; ellos, en definitiva, son la savia nueva que ha brotado desde abajo, desde las más profundas raíces, hasta llegar a dar su aliento a esa flor, que por primavera sale: la Cofradía.

Pero ser costalero es algo más que ser miembro de una cuadrilla, es una divisa que te marca a fuego tanto en el cuerpo como en la vida, aún cuando se deja de bajar al mundo de la trabajadera, siempre, en tu interior, estarás levantando al cielo o a pulso, te seguirás mojando con el sudor del trabajo de tu compañero en el momento que desfallece; y esas lágrimas de emoción te refrescarán la cara, el saber que no puedes más, que no te quedan fuerzas, pero lo sigues dando todo a cambio de nada,

… costalero, si tus fuerzas ves fallar,clama al cielo, que allí mirándote está,

ese Hijo de la que meciendo vassobre tu costal.

Grita fuerte, dile que no puedes más,que tú quieres llevarla hasta su portal,vuestra Madre, a la que nunca jamás,

has de abandonar… (Costalero, Los del Guadalquivir)

Oirás cómo te dicen: estás loco, y tú, interiormente pensarás: estoy muy cuerdo. Te vas a matar ahí debajo, y en lo más profundo de tu alma, oirás una voz que te dice: voy a vivir, que el hombro con hombro te producirá una enorme satisfacción, el ir codo con codo te mostrará que es bueno dar sin recibir, soñarás despierto, amarás

profundamente,… aprenderás a rezar con el roce las esparteñas puestas en el caminar de la vida, siempre de frente.

Es la vida y sus incongruencias. Ayudas y te ayudan, nadie pide nada a cambio de nada, existe hermandad. Por ello es por lo que un hermano costalero, con una cierta experiencia debajo de las trabajaderas, te pide que acudas a la llamada y puedas sentir algo que no sabrás explicarte, pero que te llenará y hará que vuelvas a repetir la experiencia año tras año.

No hay mayor orgullo que el poder llevar sobre tus hombros a la Segunda Persona, o no hay mayor gracia que pasear sobre tus hombros a la Señora; este orgullo y alegría es por lo dicho y no como referente de una moda; sería además de absurdo, una de las peores modas de la historia, el pasear con veinte o treinta kilos encima, o como esa persona que con la faja enrollada bajo el brazo busca la pose y el lucimiento. Aquí se es costalero de tu Cristo, de tu Virgen, lo demás es ser costalero de nada; es más, no deberían ni denominarse con tan gran término.

Desde aquí, quiero aprovechar la ocasión para felicitar a todas y cada una de las hermandades que decidieron sustituir las ruedas por los cofrades, aún recuerdo en mi hermandad el gran apoyo de Paco y Víctor para sacar adelante tan divina locura; y por supuesto, no me puedo olvidar de un grupo de ellos que desde hace unos años luchan y se desvelan por la Semana Santa de Baeza y más en concreto, por la labor de estos anónimos cofrades; gracias a ellos los costaleros de Baeza podemos sentirnos orgullosos de tener un Pregón propio; me refiero a mis queridos amigos y compañeros de la Tertulia El Capirote.

Otro colectivo que no quiero dejarme en el tintero, entre otras cosas porque muy pocas veces se les ha hecho justicia, además de por el número que lo integra, es el de los músicos; muchas veces olvidados y denostados, pero no por ello menos queridos. En Baeza podemos dar gracias por la cantidad y calidad, tanto humana como profesional, de nuestras bandas de tambores y cornetas, agrupación musical y banda de música, ellos son los herederos de aquellas primeras formaciones musicales que tocaban por nuestra ciudad. Quién no recuerda a la O.J.E. o la Cruz Roja,… por recordar alguna. Hoy, podemos asistir a un concierto de una de ellas o al acompañamiento de un Titular más allá de nuestros límites, y todo ello como fruto del trabajo, de esfuerzos y sacrificios de todo un año

Músicos, que en definitiva son los que dan aliento y reaniman a las cuadrillas de costaleros al discurrir por nuestras calles. Son ellos los que, como un aguaor, te dan un sorbo más de fuerza para levantar los pesados tronos y hacer que se marque un buen paso; ellos, sin lugar a dudas, son el tercer pulmón de una cuadrilla.

¡Costalero del Señor!¿Quieres ser amigo mío?

Tendrás tanto de que hablarmepara aliviar el camino

tu y yo solos, costalero,como dos niños que

hacen uno de sus miedossi presienten un peligro.

Tus hombros para lo duro,mi labio para lo íntimo,

para el gozo de su carga.¡Costalero del Señor!

¿Quieres ser amigo mío?

Pasado el Domingo de Ramos, a algunos cofrades nos entra un poco de relajación, de saber que el trabajo ha estado bien hecho; para la mayoría de vosotros, la Pasión no ha hecho nada más que empezar.

Aun recuerdo como en la mañana del Lunes Santo se acercaban hasta San Andrés cofrades de Las Escuelas para recoger los claveles de nuestro paso y así engalanar las pequeñas y antiguas andas con las que procesionaban. Ese era un generoso acto para algunos, que estamos en la nómina de ambas hermandades, además de una doble felicidad ¡Lo que ha cambiado! Aún recuerdo el frío que pasamos cuando la Cofradía discurrió por las eras del Bondillo.

Misericordia y doloren tu cara se notaban,y en tu mirada el temorde un sufrimiento mayor

cuando en la cruz lo clavaban.

Y sin querer, ya estamos a martes, Martes Santo, Martes de Buena Muerte. Durante los primeros años pertenecí a su Banda de Tambores y Cornetas, y hace pocas fechas que un hermano de sudores, bajo el Olivo de San Andrés, Bartolomé, fue elegido como nuevo Hermano Mayor. Gran alegría y emoción me produjo el saberlo ya que con él me unen muchos lazos; además ambos fuimos adoradores en El Salvador ¡menudo grupo de jóvenes adoradores había! Y ahora también compartimos noticias y sensaciones por este foro ibérico.

Anochece el Martes Santo, en la Catedral han sonado los impresionantes versículos del Salmo 50: “Misericordia, Dios Mío”. Baeza se transforma para ver a Cristo Muerto, no se necesitarán palabras y así un año más nos

impondrá el ver salir a la Cofradía desde San Antonio, ordenada, sosegada y silenciosamente, por esa puerta por la que Cristo transmite esperanza de vida eterna a todos sus hijos.

Quisiera, Señor, al verte,aliviar tu desconsuelo,rezar contigo, tenerte

y acompañarte hasta el cielo,Cristo de la Buena Muerte.

Mientras el saetero aclara su garganta discurre el Miércoles Santo. La semana está mediada pero es el comienzo del fin, todo será una jornada, no habrá tiempo de espera ni descanso, todo será un discurrir de penitentes y nazarenos, músicos y capataces, mantillas y costales,... van camino del Divino Salvador para aliviar los azotes y secar las lágrimas de la guapa madre del Redentor.

A la columna te ataroncomo un pobre monigote,

en tu cara se mofarony tu espalda la sangraroncon el más cruel azote.

¡Corred! de una iglesia a una plazuela, de un templo inacabado a un silencioso convento, que durante unas horas perderá el silencio de la clausura, como queriendo perpetuar la entrada de tantos niños que hemos pasado por ese pasillo para acudir a recibir nuestras primeras lecciones de las hermanas de Sor Mónica; ¡la de veces que he pedido tu intercesión madre! y tú, como recompensa, pones en mi vida la mujer y compañera que en tu honor quiso la abuela que llevara tan bonito nombre.

Y allí estará “el Señor de la pelota”, como lo llaman Manuel y María Teresa, Jesús caído y abatido por el peso de mis pecados, mirándome a los ojos con la expresión boquiabierta, dolorida y magullada ¡No puedo evitar cantarte!

¡Señor mío! Que a mis pies te has caído por tres veces,toma mis brazos otras tres.

Detrás, llorando el desfallecimiento del hijo, intentando consolarnos acude presta la Madre del Palio Verde.

Del firmamento, Señora,eres divina alabanza,

y en la tierra, bienhechora,la más bella embajadorade la Gracia y Esperanza.

Jueves Santo. Jueves Santo, eres el día más cantado y alabado, porque eres uno de los tres que son relucientes y porque tres son las personas de nuestro Dios, por eso el Lucero del Alba no podría ser otra que la Reina de los Trinitarios, Madre de los Descalzos que ves a tu hijo preso, pide ante el Padre para que si caemos reos de tantas mentiras nos libere.

Eres, reina de bondad,de los cielos la esperanza,

el camino y la verdad,contigo todo se alcanza,

Madre de la Trinidad.

Cuando llega la tarde de este día señalado, día Eucarístico por antonomasia, el cofrade sale de su hogar para recorrer los

Sagrarios, para extasiarse de fe y corroborar de forma definitiva la grandiosidad de la presencia viva de Jesús entre nosotros.

¡Venga rápido, vamos!, no puede ser de otra forma, tenemos que volver a casa para ver bajar por la calle del Rojo al Señor de la Humildad; qué gusto da ver bajar a la cofradía con los púrpuras hábitos de terciopelo, no podían ser de otro color sino del sacramental, formando rigurosas parejas, y yo me pregunto ¿lo harán en honor de sus hermanos guardias?

Al pasar el Señor por casa y asomado al balcón, no puedo dejar escapar unas lágrimas, lágrimas por el recuerdo de un gran amigo “brujo”, Seba, que me dejo, un día de septiembre, para subirse al gran balcón del cielo. ¡Cuántas horas hemos pasado delante de tu Señor rezando al Santísimo!

Es tu humildad tan paciente,tu paciencia de grandeza,que sólo te haces presentecuando vas entre la gentepor las calles de Baeza.

Antes de terminar de pasar el palio calado de Ntra. Madre de los Dolores del Rosario, comienza el repicar de las campanas de la antigua colegiata, es hora de los Oficios.

Sin tiempo, hay que volver a cambiarse de traje. Ahora hay que revestirse de riguroso luto, de túnica negra y ancha faja y sandalias de esparto para acudir a La Cena del Señor.

Jesús de la Salud es eso; toda la Pasión del Maestro interpretada de una vez, como símbolo y misterio de la Humanidad que sufre y la Divinidad que quiere el sufrimiento; por eso, no es solo la imagen del dolor la que

camina, cuando la luna del Parasceve se hace su Madre y le besa el rostro.

Hasta la luna, al mirartedormido sobre la cruz,siente ganas de dejartepara así no despertarte,Cristo mío de la Salud

Y por ser devoto mi padre de ti, Señor de La Sangre, Tú que lo ves todas las tardes postrado a tus pies, a pesar del frío, lluvia, calor o trabajo él siempre sube a verte y hacerte una visita, por eso quiero cantarte:

Bajo tu cara divina,como el discípulo amado,quiero beber la más finaagua, pura y cristalina,

que mana de tu costado.

Noche de Santa Cruz, antes una y ahora dos son las hermandades del románico templo, Calvario y Vera+Cruz, Vera+Cruz y Calvario, mucho se ha dicho y escrito en los mentideros cofrades a cerca de la conveniencia o no de ser una o dos.

Mustio clavel doloríoquién pudiera ser sudario

pa tu cuerpo tan heríopor lo mucho que has sufrío

dulce Cristo del Calvario.

Señor del Calvario ante tu presencia me desposé. Tú fuiste quien certificó mi unión sacramental y fue D. José, quien hace unos días llamaste a tu presencia, el que ofició tu voluntad; recuerdo cómo te miraba pidiendo por nosotros dos.

Si tu divina saludes el mayor de los dones,¿cómo puedes verte Tú,

muriendo entre dos ladrones,en el árbol de la cruz?

Después, ya casados, pasamos a la capilla de la Vera+Cruz para la firma de la documentación; y allí, a tus pies, Madre, estábamos dos de tus costaleros, que como curiosidad os comentaré que ella ocupó mi mismo puesto, cuando me tocaba ir en la cuadrilla de la Virgen.

Contigo amanece el día,dando tu luz redentora

que nos alegra y nos guíaa esa tierra prometía

dulce Virgen de la Aurora.

Se me vienen a la mente tantos y tanto recuerdos de la Hermandad. Como, cuando siendo niños, mi padre nos levantaba y nos aupaba a una silla para ver pasar a la Vera+Cruz subiendo, de día ya, la calle del Rojo con todo el cortejo de hábitos franciscanos y sus arbóreas cruces. O, cuando salimos la primera vez como hermanos costaleros, en la parada que se hizo en la casa de María Luisa, mi abuela, un insigne costalero, y hoy Hermano Mayor de la Virgen, Paco, hizo un breve y emocionado discurso, terminando con la celebre frase: ”… y por los hijos de nuestros hijos, ¡Viva la Vera+Cruz!” O las vivencias que tuvimos cuando se celebró el 450º Aniversario Fundacional con la Exposición de Enseres, La Peregrinación de la Confraternidad, la Procesión de Gloria a San Francisco,…

Candelas de verdes ciriosque te van dando luz,se recrean con delirio

en la cruz de tu martirio,Cristo de la Vera Cruz.

Y ya estamos a Viernes Santo, cuando aún resuenan en nuestros corazones el cimbreo de las palmas y vemos como el Señor de Baeza camina su majestuosa estampa ante su pueblo. Y allí, estarán sus hijos viendo como Marcela, la Mujer Verónica, seca el sudor ensangrentado del Rabí.

Cuando pasas, NazarenoBaeza se hace silencioy ante tu rostro regio

todo el mundo se hace bueno.

La tarde corre, el cielo se oscurece y se llena de tinieblas, viento y nubes inundan los cuerpos. Jesús nos pregona su Séptima Palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu “(Lc. 23,46).

Es el puro escalofríoel tenerte que mirar,ver tu cuerpo dolorío

en esa cruz estremecíocasi a punto de expirar.

Este año no habrá que ir de San Antonio a San Pablo, pues como bien todos sabemos Las Tres Marías saldrán de su Casa Hermandad, otra gran decisión tomada por esta corporación que ya nos tiene acostumbrados a este tipo de empresas, pues no les bastó con el cambio del misterio, no les bastó con el cambio del paso, no les bastó con la remodelación de sus enseres. ¡Con la

de veces que nos hemos ido dejando los antiguos faroles de mano!

Como lirio dolorosodesde la cruz descendióa los brazos amorosos

de una Madre que, sin gozo,su Quinta Angustia cumplió.

Desconsuelo, desgarro es lo que vivimos cuando vemos a María que sostiene entre sus brazos a su Hijo inerte, quien puede confortarla en sus duros momentos, a pesar de que Ella sabía, desde que la visitó Gabriel, que este momento iba a suceder.

Eres, Angustias, consuelode todo el mundo cristiano,y en tu mano va de pañuelo

que te trajiste del cielopara los buenos baezanos

Ahora, el cofrade, acude hasta su Casa para acompañar en el duelo y dar la cabezá en el entierro, túnicas negras portan el cuerpo exánime. Pero en esta ocasión la Madre no va sola, va acompañada de esos buenos cofrades, que también saben estar en los malos momentos prestando su apoyo y ayuda, en cualquier época del año y ante cualquier necesidad.

El dolor se hace presente,el aire se vuelve frío,

cuando pasa entre la genteese cuerpo del Yacenteque produce escalofrío.

Noche cerrada, pero quién no acude, a pesar del cansancio acumulado de estas largas y duras jornadas, a la puerta de la Capilla del

antiguo Hospital de la Concepción para verte; quién no te ve, no ha visto la Semana Santa Baezana.

Contigo todo terminadespués de la vespertina

pero tu cara divinase queda y nos ilumina

Soledad de los carmelitas.

Mientras que el Señor permanece en el sepulcro cedido por su discípulo, en Baeza se lleva a cabo el día de recogida de pasos, enseres y traslados de imágenes a sus respectivos templos, y quien sabe si se plantean los primeros proyectos para la próxima estación. Y así cuando acudamos a la Vigilia Pascual observamos nuestras iglesias a oscuras y listas para vivir la noche santificadora, purificadora de los cristianos.

¡Se escuchan cohetes! ¡La banda de tambores va con la ligera! cada vez está más cerca El Niño de cada casa baezana anunciando que ha resucitado; no va perdido, sabe a dónde tiene que ir, tiene que proclamar a cada uno de nosotros, la buena noticia, que según estaba escrito, al tercer día ha resucitado, que la esperanza puesta en él es una realidad y lo tenemos que celebrar con vino y bizcochos.

Ahora el acompañamiento cofrade ha cambiado, se pasa del desconsuelo a la alegría, del duelo al gozo, de túnicas negras a la blancura del gremio del transporte, los cofrades sustituyen las primeras equipaciones de hábitos nazarenos por las segundas de ternos con corbata y atuendos femeninos.

Con ese divino amorque todas las penas quita,

te vemos subir, Señor,al cielo del Creador,y Baeza resucita.

A ti Madre, que conoces de mí todo; que sabes de mis alegrías y de mis penas, que conoces mis carencias y limitaciones, que recibes mis promesas y penitencias, que te he rezado infinidad de rosarios bajo tus andas; he querido guardarte un rincón especial en este pregón.

Porque Tú, Madre de los fervorosos, eres Reina y Señora de mi corazón, porque como dije en un hilo del foro “… estamos viendo a la Madre de Dios, porque Virgen solo hay una, La Fervorosa, y el resto son advocaciones”. Tú, que al grito de “¡fervorosos, al cielo con ella!” sientes como los corazones de tus hijos se agitan y te elevan a lo más alto para pasearte por tus calles. Tú, que llevas siete puñales en tu Inmaculado Corazón y lloras por nuestros tropiezos en esta vida ten compasión de este humilde pregonero.

Es curioso que mis dos Cofradías residan en la Parroquia de Santa María del Alcázar y San Andrés Apóstol, que ambas estén en capillas colindantes, que sean corporaciones cuyos orígenes son los mismos, y que ambas procesionen un único paso: el Señor Orando en el Huerto y el palio de La Fervorosa. Ni que decir tiene, que ambas han marcado mi discurrir cofrade en Baeza desde mi nacimiento y por familia: cofrade fervoroso, y por amor: fiel seguidor del que ora bajo el Olivo.

Así queda dicho y escrito. Gracias a cuantos los leáis.

Manuel D. Lozano GuerraPregonero BaezaCofrade 2007

BaezaCofrade 2011