Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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ESPECIES DE ESPACIOS
GEORGES
PERE
M
NT
E
S N S
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ESPECIES E ESP CIOS
GEORGES
PERE
Traduccion de Jesus
amarero
MON
T S I
NOS
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Primera edici6n: Abril, 999
Segunda edici6n: Octubre, 2 1
lntroducci6n: Jesus Camarero
Edici6n original: Espi ces d espaces, Editions Galilee Paris 1974
Edici6n espanola propiedad de i t e r a ~ u r a
y
Ciencia S. L
\
Diseno: Elisa Nuria Cabot
Ilustraci6n: lmitaci6n de Lucio Fontana
I.S.B.N.: 84- 95776-07-3
Deposito legal: B-36387-2001
lmprime: Novagrafik
S
A. Barcelona
Impreso en Espana
Printed in Spain
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para Pierre etzler
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ESCRIBIR Y LEER L ESPACIO
l
espacio y el tiempo.
l
tiempo y
el
espacio. Dos cate-
gorias que
sirven para explicar toda realidad, dos coorde-
nadas que se entrecruzan para decir un a/go antes indefi-
nido, inexistente. Todas las preguntas posibles pueden ser
respondidas p r media de estos dos ejes: aunque unas rea-
lidades sean mas temporales y otras m s espaciales,
el
registro espaciotemporal, Ia hibridaci6n o amalgama de
ambos es Ia dimension de un concepto filos6fico que per-
lnitira resolver
el
dilema p r media de un binomio, de dos
terminos contrapuestos pero complementarios e insepa-
rables, porque una realidad no puede ser explicada, ni
siquiera pensada, sin requerir Ia presencia de esta doble
idea.
Hay realidades que se desarrollan o tienen Iugar en
el
tiempo, es decir, tienen un comienzo y un final. Son obser-
vadas en un continuum, en una duraci6n, sin un comienzo
o un fin evidentes o visibles
yen
desarrollo o mutaci6n per-
manente. Asf, el tiempo parece est r presente en Ia reali-
d d cotidiana del hombre, aunque bien es verdad que de
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una manera un tanto inasible, inaprensible, inmaterial. l
tiempo es una noci6n sin referencia, una idea que tiene un
mont6n de palabras para no referirse a ningun objeto con
creto (en
l
sentido
mas
referencial), sino a sensaciones
o aprehensiones de una experiencia impuesta
por
las
cos-
tumbres humanas, obligadas a
su
vez
por l
devenir c6s-
mico implacable (nochejdfa, veranojinvierno, etc.), y no
tanto
por
un acto intelectivo, pragmatico o experimental.
Un
reloj es una maquina que no produce nada o que no
s
refiere a nada, so/amente es una citra o conjunto de cifras
de una abstracci6n (las horas, los minutos, los segundos)
porque lo rea/mente material que esta ocurriendo en ese
instante del decir Ia hora, de ~ m a r c a r el tiempo, es l mo
vimiento astral o astron6mico de unos objetos 1/amados
Tierra, Sol, Luna, etc., l sistema en que nuestro planeta
esta
inmerso y cuyo devenir temporal, precisamente,
es
a/go irreal, inaprensible
por
lo menos para l s r humano,
para
l
terrfcola de a pie .. ((;cuanto tiempo ha transcurri
do
desde l Big Bang? (;en que momenta preciso de ese
acontecimiento nos encontramos ahora? (;Cuanto nos que
da de
esa
expansion continuada producto del Big Bang?).
Por lo demas, nuestra noci6n del tiempo tampoco ~ ajus-
ta parametros demasiado claros: un minuto de un acci
dente de trafico puede parecer una vida entera, mientras
que una experiencia superficial o banal desaparece ense
guida de nuestro consciente. Sin embargo parece clara
que l tiempo se asimila a una percepci6n de nuestra exis
tencia que podrfa s r identificada con categorras como Ia
duraci6n, Ia consecutividad, Ia ilaci6n, Ia causa-efecto, Ia
ordenaci6n, Ia deducci6n, Ia seriaci6n, etc.
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Par otro /ado, el espacio es una dimension, una exten-
sion, una materialidad, una realidad, una configuracion,
una estructura, Ia induccion, Ia diseminacion, Ia fragmen-
tacion ..
Todo
tiene Iugar en el espacio, todo
es
el espacio
o todo es espacio u ocupa
un
espacio
(Ia
tear/a de los agu-
jeros negros ha demostrado que
el
vac/o tambien ocupa
su Iugar junto lo demas), Ia materia y Ia antimateria; el
1/enojvac/o es el espacio dinamico o Ia dinamica de un
espacio siempre en transformacion como Ia materia que
es), porque no hay principia ni fin, sino cambia incesante
y transformacion evolutiva o involutiva de una materiali-
dad. La ordenacion del espacio (
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encajaba anteriormente con otras partes en un todo supe
rior inidentificable a/ dia de
hoy.
Par tanto no se puede
concebir e/ espacio como totalidad sino como fragmento,
iniciando asi una dinamica extensional que hace que todo
to
espacial se asimile
to
fractal, de modo que pensar el
espacio es establecer ya de entrada
un
ordenamiento en
las ideas que responda esa fragmentaci6n propiamente
dicha del objeto espacial.
.
La vision del fragmento, su ana/isis y enunciacion, asi
comota sintesis de esa fraccion que se opera sistematica
y continuamente en
Ia
realidad, son un tema topico en
Ia
literatura perequiana. Desde
Ia
primera nove/a, Las Cosas
Ia fragmentacion del devenir narrativo de unos personajes
en una historia,
Ia
fragmentaci6n de
un
mundo concreto,
se hace a partir de Ia presencia en el texto de cerca de un
millar de objetos diferentes, enumerados todos
elias sin
arden taxon6mico, pero con una cuidada y prudente dosi
ficacion.
mundo que algunos representan como una to
talidad o a/ menos, bajo Ia forma de un mensaje tras
cendente de una totalidad, no es sino el conjunto de mul
tiples casas u objetos que surgen por doquier, sin arden
\
aparente, aunque a veces se les pueda dar
una
,ordena-
cion (veanse las teorias de Baudrillard o Moles a respec
to).
ales
el primer desafio que Perec plantea a/lector.
Pe-
ro de hecho, toda su obra se plantea como una parcelaci6n
de fragmentos diferentes que no tienen por que constituir
un
todo, aunque el todo exista, es decir, hoy podemos ya
tener Ia vision del conjunto cerrado de Ia obra de Perec,
pero sus obras, en tanto que son cada una de elias una
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unidad diferenciada en re/aci6n a /as otras, constituyen
1
1na red intensfsima y significante en Ia que cada elemen
aha guardado su sentido de forma aut6noma. No hay vo-
luntad de crear un todo, sino dispersion enriquecida de
obrasjespacios diferentes y casi autarquicos donde
el
es
t:ritor performa un proyecto singular.
Como
seve el paso del tiempo apenas si //ega a signi
ficar en Las Cosas
y,
del mismo modo, apenas si tiene va-
lor una interpretacion diacr6nica de Ia producci6n pere
quiana. AI final de Ia vida de Perec Ia vida
t ,es
un tiempo
es un espacio?), o poco antes, aparece La Vida instruc-
ciones de uso: las obras acumuladas durante anos,
los
ex-
perimentos que enriquecieron el taller oulipiano se funden
,n un crisol majestuoso
y
gigantesco;
es
Ia organizaci6n
pautada mediante formulas 16gico-matematicas lo que per
tnite
gestionar ese
mundo aparentemente ca6tico de Ia
,
1cumulaci6n objetal; Ia sfntesis organizada
y
sistemica de
los objetos, de los personajes, de las historias,
es
decir,
del cOmulo fragmentario, queda rea/izada
y
resuelta pie
1amente en un edificio-novela de nove/as don de cabe to
do donde
se
relaciona todo; pero
ese
todo es relativo, es
apenas una metafora del mundo, porque el todo es ina
JJarcable y porque el texto literario solo puede pretender
emular con cierto desvio ademas) Ia realidad
en
que
se
.
.
tnsp1ra.
De este modo, aunque sea ligeramente, queda enterado
ef
lector que fescribe
Ia
lectura de
La
Vida instrucciones
e uso, asf
se aproxima y //ega
a
aprehender
el
fragmen
t
a,
no se sabe
si
para apropiarselo en una sintesis demen
te y paranoica, o
si
para determinar aOn mas exactamen-
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te
su
pequena partfcula de existencia. En cualquier caso,
recorrer el cosmos fragmentario
de
un espacio, que es el
nuestro, mediante otro espacio, que es el de Perec, no pa
rece en absoluto una aventura desdenable ni tampoco inu
til, porque lo importante del recorrido
es
precisamente
desplazarse por todas cada una de sus partes, disper
sarse, diseminarse, sin perderse ..
Pero tambien esta Ia reflexi6n sobre el vacio, en el capi
tulo dedicado a apartamento que, parad6jicamente, es
donde
se
vive), con una meticulosa descripci6n de esa
configuraci6n espacial que es donde realizamos nuestra
vida o que es
Ia
referencia de muchos de nuestros movi
mientos, acciones, decisiones .. Formular Ia idea del vacio
es lo mismo que denunciar
Ia
cumulaci6n o proliferaci6n
objetal. Poco cuenta
el /ado desde el que contemplamos
Ia realidad: tan pronto esta rep/eta como se vacia horroro
samente, su entidad puede depender hasta del estado
de animo del lector. La dinamica del vacio supone un ho
rror que enseguida demanda Ia presencia de a/go. La dina
mica de Ia plenitud sufre por a repleci6n y el empacho y
lucha por desembarazarse de a/go. En ambas se trata de
los mismos componentes que entran sa/en del espectro
conceptual. Y Ia respuesta no esta precisamente en el 8 1-
bito objetal, sino en el propio individuo; de ahi que el vacfo
existencial-personal de Perec en una importante etapa de
su vida,
asi
como su vivencia de una epoca de desarro-
1/ismo sean los factores determinantes
de
Ia aparici6n
pa
nica de los objetos.
Y
sto
tiene que ver tambien con cierto rasgo autobiogra
fico que sa/pica muchas de las paginas del libra. Ademas
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de los episodios mas especificamente autobiograficos, -
mo
Ia aventura dual de W o
el
recuerdo de Ia infancia, hay
muchas obras -mayores
menores
de
su
producci6n que
contienen elementos de aquel/os fragmentos de espacio
que podrfan
ser
definidos como vivenciales, que real
mente tuvieron como protagonista perceptivo a Perec
que son trasladados a/ texto en virtud precisamente de
aquella vivencia o experiencia vital. De este modo, Ia elu
cubraci6n te6rica del espacio queda asociada felizmente
Ia representaci6n de unas vivencias de ese mismo espacio.
species de espacios es
un espacio que habla del
es-
pacio. Es un texto que
es
un espacio tejido alrededor de
multitud
de nociones configuradas habitualmente como
espacio. No
es
precisamente
el
espacio c6smico o astro
n6mico, sino mas bien
ese
espacio tan cotidiano y fami
liar de nuestro
habitat
mas bien urbana) que adquiere
aqui estatuto
de protagonista, que se convierte en obje
to de estudio
y
de elucubraci6n. Curiosamente ese espa
cio se hace objeto en
este
libra o jus o antes de Ia escri
tura de este libra, pero lo normal es que el espacio con
tenga en su
seno
o en su perfmetro
multitud
de objetos,
que se convierten tambien en objeto
junto
a espacio que
los abarca, para ser aprehendidos, escritos, representa
dos, leidos, gozados, manipulados
o,
incluso, destrufdos
en el sentido de olvidadosn
.
Ellibro, a/ principia, aparece como disperso, como un in
tento de recoger los fragmentos diseminados de una tota
lidad, que sin embargo no existiria
mas
que como idea
va-
ga fluctuante. Despues, Ia minuciosa estructuraci6n je-
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rarquica que ordena os capitulos sin numeraci6n, porque
Ia jerarqufa ya incluye Ia ordenaci6n cualitativa) extiende el
libro como una alfombra, de modo y manera que ellector
visualizador de estos espacios fragmentados pueda reco
rrer el espacio del libro tan libre y creativamente como le
apetezca. No hay limite para el lector-andarin que es
tuviera afectado
por
un acceso de bulimia espacial: como
ellibro recorre todos los espacios, desde Ia pagina donde
ese lector se encuentra obviamente) hasta
Ia
esencia del
espacio-espacio, pasando por una tipologia mas bien urba
na pero globalizadora, entonces lo unico que hay que ha
cer
es
dejarse llevar a traves de los innumerables fragmen
tos de espacio en que se estructuran los diferentes tipos
de espacio.
Semejante tecnica no requiere pianos
ni
bnJju/as, ni tam
poco un programa de mano, ni un una guia,
ni
siquiera el
indice que a pesar de todo se inc/uye), unicamente basta
con dejarse 1/evar es decir, con
leery
leer, aqui y alia, ha
cia de/ante .. o
atras, empezando por
el
final si se desea
y retrocediendo secci6n por secci6n hasta el inicio. No se
olvide que ellibro es un volumen, un espacio en el senti
do ffsico y material, un conjunto de signos acumulados
por
medio de reg/as complejisimas y depositados en
un
sopor\
\
te-cofre tridimensional que se puede manipular maravillo-
,
samente bien
por
el
lector visualizador y manipulador),
que puede trabajar con las infinitas partes de aquel obje
to y realizar
asf un
ejercicio absolutamente estetico.
Par-
que en el espacio no hay secuencia, sino extension, y el
recorrido siempre puede variar, a menos que situaciones
o condiciones muy especiales lo impidan de modo muy
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severo. Esa extension fragmentada, diseminada, dispersa,
no es mas que Ia reproducci6n o representaci6n descrita
detalladamente del mundo y de las cosas pero de un
modo que pone
a
descubierto cierta deshumanizaci6n de
ese
entorno en el que eJ hombre ha perdido un protago-
nismo que siempre hubiera debido conservar.
problema, claro esta, no es del libro mismo que se
limita a representar un estado de las cosas de ahi
su
ca-
racter marcadamente socio/6gico), sino del hombre con-
temporaneo que es el sujeto i,todavia lo es?) y el pre-
sunto protagonista de una actuacion rebajada en sus
ex-
pectativas
yen
los modos de su actuacion. Pero
el
espa-
cio sigue siendo Ia extension y Ia transformaci6n,
es
decir,
un devenir permanente y extensional de Ia materia, o su
manifestaci6n mas radicalmente representada. i el tiem-
po es una invenci6n artificial y autoimpuesta que se anade
a todo acto humano incluso
se
pretende a veces aplicar-
la a las cosas o cual
es
un sintoma de un estado de sub-
jetividad que raramente podria evitar acabar en
Ia
/ocura),
si
parece inevitable dotar de un tiempo a esa ttduraci6n,
que
es
e/ diferir el comienzo el final del acto de Ia lectu-
ra esquema que hay que combatir por obsoleto y contra-
producente), entonces parece que hay un tiempo de Ia Jec-
tura que el lector emplea para consumir el libro ...
Pero hay libros como este en que esta operaci6n no
basta. El libro no
se
acaba en Ia ultima pagina felda o nu-
merada como ultima: muy a contrario, cada punto de in-
sercion de Ia mirada del lector resulta
ser
un comienzo
inesperado de Ia lectura que, ademas, no tiene por que
acabar en
un
punto determinado, porque este punto no
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existe y puede no existir tam poco
Ia
voluntad del lector de
terminar, en ese Iugar preciso, su lectura. No se trata basi-
camente de un modo distinto de leer, sino de saber apro-
vechar estrategicamente Ia facultad del leer, consumiendo
adecuadamente e/ objeto intelectual de
este
libro.
ama-
queta poco convencional,
Ia
tipografia variable y nada mo-
n6tona, Ia amplitud del soporte poco saturado de signos,
Ia
brevedad o
justo
desarrollo de los principios alii expues-
tos, Ia
misma
jerarquia modular de Ia tipologfa espacial ..
Todo ella ayuda construir sin duda un libra diferente. El
ultimo capitulo, titulado
JJrepertorio
de a/gunas palabras
utilizadas en
esta
obra
,
es
un recenso nada gratuito de
terminos que aparecen en el texto una sola vez cada uno
de elias, salvo las cccerezas,, que aparecen en dos pagi-
nas distintas
.
Como si de La vida instrucciones de usa se
tratara,
Ia
lista de terminos nombres comunes, propios y
terminos varios, como ellibro mismo) parece haber orga-
nizado a/go en
el
momenta de
Ia
escritura, o tambien
es
posible que su aparici6n a/ final no sea
mas
que otro uego
especular y perequiano, pero en cualquier caso define bas-
tante bien el caracter taxon6mico de una escritura libera-
da de las constricciones habituales del narrar, dejando a
mismo tiempo a/ descubierto /as posibles entradas o
~ -
tos de acceso de una lectura extensiva y multipuntual, -
ya multidireccionalidad
es
el
factor
mas
importante
Ia
ho-
ra
de construir un nuevo modo de consumo de lo literario
que pasa por acercar a/ lector a Ia escritura.
Esta
inflexion operada sobre el
acto creativo moderno
define tambien una caracteristica de Ia literatura rea/men-
te nueva: que escritura y lectura no tienen por que
ser
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actos antag6nicos aunque puedan
est r
separados de l-
guna manera) y que el lector esta //amado a ser mucho
m s activo y protagonista, compartiendo con el
utor a ac-
tividad escritural. Con lo cual no habria ya un escritor y un
lector, sino dos escritores:
el
utor
y
el
lector.
J SUS
C M RERO
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Figura 1.
apa
del oceano extraido e
a
caza del Snark e
Lewis Carroll)
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ESP CIO
ESP CIO LIBRE
ESP CIO CERR DO
ESP CIO PRESCRITO
FALTA
DE ESP CIO
ESP CIO
CONT DO
ESP CIO VERDE
ESP CIO VIT L
ESP CIO
CRITICO
POSICION
EN
ELESP CIO
ESP CIO DESCUBIERTO
DESCUBRIMIENTO DEL ESP CIO
ESP CIO
OBLICUO
ESP CIO VIRGEN
ESP CIO EUCLIDI NO
ESP CIO EREO
ESP CIO GRIS
ESP CIO TORCIDO
ESP CIO DEL
S U E 1 ~
B RR
DE
ESP CIO
P SEOS
POR
EL ESP CIO
GEOMETRI DEL ESP CIO
MIRADA
QUE EXPLOR
EL
ESP CIO
ESP CIO
TIEMPO
ESP CIO MEDIDO
LA
CONQUIST DEL ESP CIO
ESP CIO MUERTO
ESP CIO DE UN INST NTE
ESP CIO CELESTE
ESP CIO IM GIN RIO
ESP CIO
NOCIVO
ESP CIO BL NCO
ESP CIO DEL
INTERIOR
EL
PE TON
DEL ESP CIO
ESP CIO QUEBR DO
ESP CIO ORDEN DO
ESP CIO
VIVIDO
ESP CIO
BL NDO
ESP CIO DISPONIBLE
ESP CIO RECORRIDO
ESP CIO PL NO
ESP CIO TIPO
ESP CIO EN TORNO
TORRE
DEL ESP CIO
ORILL S DEL ESP CIO
ESP CIO DE UN M N N
MIR D PERDID EN EL ESP CIO
LOS
GR NDES
ESP CIO
LA EVOLUCION DE LOS ESP CIO
ESP CIO
SONORO
ESP CIO LITER RIO
LA
ODISE EL ESP CIO
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pr o o
El objeto de este libro no es exactamente el vacfo sino
mas bien lo
que
hay alrededor o dentro. Pero
en
fin al
principia no hay gran cosa: la nada lo
impalpable
lo
pnicticamente inmaterial: la extension Io exterior lo
que es exterior a nosotros
aquello
en medio de lo cual
nos desplazamos el medio
ambiente
el espacio del en
torno.
El espacio. No tanto los espacios infinitos aquellos cu
yo mutismo a fuerza de prolongarse acaban provocando
algo que parece
miedo
ni siquiera los ya casi domestica
dos espacios interplanetarios intersiderales o intergalac
ticos sino espacios mucho mas pr6ximos al menos en
principia: las ciudades por ejemplo o los campos o los
pasillos
del metropolitano
o
un
jardfn publico.
Vivimos en el espacio en estos espacios en estas ciu-
dades en estos campos en estos pasillos en estos jardi
nes. Parece evidente.
Quiza deberfa ser efectivamente
evidente. Pero no es evidente
no
cae
por
su peso. Es real
evidentemente
y
en
consecuencia es verosfmilmente ra-
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cional. Se puede tocar. Incluso se puede
uno
abandonar a
los suefios. Nada, por ejemplo, nos impide concebir ca
sas que
no
sedan ni las ciudades ni los campos (ni las
afueras); o los pasillos
del metropolitano
que serfan al
mismo tiempo los jardines. Nada tampoco nos impide
imaginar
un metro en plena campo (he visto ya incluso
publicidad sobre este tema pero - como
decir?-
era
una
campafia publicitaria
1
. Lo que es seguro en
todo
caso, es
que en una epoca, sin
duda
demasiado lejana como para
que
alguien
de nosotros haya
guardado
un recuerdo sufi-
cientemente preciso, no habfa nada
de
esto: ni pasillos,
ni jardines, ni ciudades, ni campos. El problema no es
tanto
el de sabe
como
hemos llegado, sino simplemen
te reconocer
que
hemos llegado,
que
estamos aquf: no
hay un espacio, un bello espacio, un bello espacio alrede-
dor, u bello
espacio
alrededor de
nosotros
hay cantidad
de pequefios trozos de espacios, y uno de esos trozos es
un pasillo
de
metropolitano, y otro de esos trozos s un
jardfn publico; otro (aquf entramos rapidamente en es-
pacios mucho mas particularizados), de talla mas
bien
modesta en
su origen, ha conseguido dimensiones colo-
sales y ha terminado siendo Parfs, mientras que un espa-
cio vecino, no menos dorado en
principia,
se
ha
conten
tado con ser Pontoise. Otro mas, mucho mas grande y
vagamente
hexagonal,
ha sido
rodeado de
una
lfnea de
puntas (innumerables acontecimientos, algunos de ellos
particularmente graves,
han
tenido
su
unica raz6n
de
ser
en el trazado de esta lfnea de puntas) y se decidi6 que
1 Nota de
T
En el original "en pleine campagne se opone a campagne
publicitaire", juego de significances que se pierde en espafiol.
24
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todo lo
que
se encontraba
dentro
de
la
lfnea de
puntas
estarfa pintado de
violeta
y se llamarfa Francia, mientras
que
todo
lo
que
se encontraba fuer de
la linea
de puntos
estarfa pintado de un color
diferente
pero fuera de dicho
hexagono no se tendfa a colorear de un modo uniforme:
tal trozo de espacio querfa su
propio
color y
tal
otro que
ria
uno
distinto de ahf el famoso
problema
topol6gico
de
los
cuatro
colores, todav{a sin resolver
en nuestros
dfas) y se llamarfa
de
otra
manera
de hecho,
durante no
pocos afios, se
ha
insistido
mucho
en
pintar de violeta
-al
mismo tiempo que se les llamaba Francia- trozos de
espacio que no pertenecfan al susodicho hexagono, e in
cluso a
menudo
estaban muy lejos, pero en general no se
han
consolidado demasiado).
En resumidas cuentas, los espacios se han multiplica
do fragmentado
diversificado. Los hay de todos los
tamafios especies, para todos los usos y
para
todas las
funciones. Vivir es pasar
de un espacio a
otro
hacienda lo
posible para
no
golpearse.
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0
SI SE PREFIERE:
ACTO
UNO
Una
voz off):
Al norte,
nada. Al sur, nada.
Al
este, nada.
Al
oeste, nada.
En
el
centro,
nada.
Cae el tel6n.
Fin del
acto
uno.
ACTO DOS
Una
voz off):
AI norte,
nada. Al sur, nada.
Al
este, nada.
Al
oeste, nada.
En
el
centro, una tienda de
campafia.
Cae el tel6n.
Fin
del
acto
dos.
ACTO
TRES Y
ULTIMO
Una
voz off):
Al norte,
nada. AI sur, nada. Al este, nada.
Cae el tel6n.
AI oeste, nada.
En
el centro, una tienda de
campafia,
y
delante de
la
tienda,
un
ordenanza
dando crema a
un
par
de
botas
jCON BETUN
LION NOIR
Fin
del acto
tres ultimo.
(Autor
desconocido.
Aprendido
hacia
1947, recordado
en
1973.)
27
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
28/147
0 TAMBIEN:
En Paris, hay una
calle;
en esta
calle
hay una casa;
en
esta
casa
hay una
escalera;
en esta escalera hay una habitacion;
en esta habitacion, hay una mesa;
sobre
esta
mesa
hay
un
tapete;
sobre este tapete hay una jaula;
en esta jaula, hay un
nido;
en
este nido hay un
huevo;
en este huevo hay un pdjaro.
l
pdjaro hizo caer el
huevo;
el huevo hizo caer el nido;
el nido hizo
caer
la jaula;
Ia jaula hizo
caer
el
tapete;
el tapete hizo
caer
Ia mesa;
Ia
mesa
hizo
caer
Ia habitacion;
Ia
habitacion hizo
caer Ia
escalera;
Ia escalera
hizo
caer Ia casa;
Ia
casa
hizo
caer
Ia calle;
Ia calle hizo caer Ia ciudad
de
Paris
2
~
Canci6n infantil de Deux-Sevres
(Paul Eluard, Poesie involontaire
et
poesie intentionnel e).
2
N
de
T.
Se ha
introducido la forma verbal perifnistica hizo caer a lo
largo de toda la segunda parte, ya que asf
se
asegura el
ritmo
de
la compo
sici6n manteniendo la repetici6n del verbo en cada verso, tal como ocurre
en
el original frances a pesar de que, semanticamente, no siempre el con
texto del texto espafiol preferfa esta forma.
28
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
29/147
a
p gin
J icris pour me parcourir
enri
Michaux
Escribo ..
1
Escribo: escribo . .
Escribo: escribo ..
Escribo
que
escribo ..
etc.
Escribo: .trazo palabras sobre una pagina.
Letra a letra
un
texto
se forma se afirma se consolida
se fija cuaja:
una lfnea
estrictamente
h
r
1
z
n
t
a
1
se
deposita sabre la
29
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
30/147
hoja blanca, ennegrece el espacio
virgen,
le da un senti-
do,
lo vectoriza:
de
izquierda
a derecha
d
e
a
r
r
1
b
a
a
b
a
J
0
Antes no habfa nada, o casi nada; despues, no
demasia-
do, unas lfneas, pero suficientes para
que
haya un arriba
y un abajo, un principia y un fin, una derecha una
izquierda,
un an
verso y
un
reverso. , ,
2
El espacio de
una
hoja de papel modelo reglamentario
internacional, usado en la administraci6n, de venta en
todas las papelerfas
mide 623,7 cm
2
Hay que escribir
30
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
31/147
un
poco
mas de
dieciseis paginas para ocupar
un metro.
cuadrado. Si el formato medio de
un
libra es 21 x 29,7
em
desollamos todas las obras impresas conservadas en Ia
Biblioteca Nacional y extendemos cuidadosamente sus
paginas unas
junto
a otras, podriamos
cubrir
enteramen-
te la Isla
de
Santa Elena o el lago
de
Trasimeno.
Tambien podriamos calcular Ia cantidad
de
hectareas
de bosque que fue necesario talar para
producir
el papel
necesario con
que imprimir
las obras
de
Alejandro
Du-
mas padre)
quien
recordemoslo, se hizo
construir una
torre cada
una
de cuyas piedras llevaba grabado el
titulo
de
uno de sus libros.
3
Escribo: vivo
en mi
hoja
de
papel, la cerco, Ia recorro.
Suscito espacios
en
blanco, espacios saltos
en
el senti-
do: discontinuidades, pasajes, transiciones).
aparte. Remito a
una
nota a pie de
pagina
3
Escribo
en el
margen
Parrafo
Cambia de
hoja.
3. Me gustan mucho los renvfos a pie de pagina, incluso si no tengo
nada de particular que precisar.
3
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
32/147
4
Pocos acontecimientos hay
que
no dejen al menos
una
huella escrita. Casi
todo,
en un momento u otro, pasa
por
una
hoja de papel,
una pagina de
cuaderno,
una hoja
de agenda o no importa que otro soporte de fortuna
un
billete de metro, el margen de
un
peri6dico,
un
paquete
de cigarrillos, el dorso de un sobre, etc.) sobre el que se
inscriben, a velocidad variable y segun tecnicas diferen
tes
en
cada Iugar, bora y
humor,
los
mas
diversos com
ponentes de la vida ordinaria: en lo
que
a mf concierne
(pero sin
duda
es
un
ejemplo demasiado bien buscado,
ya
que una de
mis
principales actividades es precisamente
la de escribir), desde una direcci6n
tomada
al vuelo, una
cita
anotada a toda prisa, un cheque, un sobre o un
paquete, basta la redacci6n laboriosa de
una
carta admi
nistrativa, rellenar con gran fastidio
un
formulario (de
claraci6n-de-impuestos, hoja-de-baja, petici6n-de-co
bro-automatico-de-recibos-de-gas-y-de-electricidad, ho
ja-de-suscripci6n, contrato, arriendo, acta, recibo, etc.) o
la lista de las compras mas
urgentes
(cafe, azucar, serrfn
para el gato, libro de Baudrillard, bombilla
de
7 5 wa
tios, pilas, ropa, etc.), desde la resoluci6n de crucigramas
de Robert Scipion que no son moco de pavo basta
copia de
un
texto
por fin en limpio, desde notas tomadas
en
una
conferencia cualquiera hasta un
garabato instan
taneo de algo
que podrfa
ser
util un
juego de palabras,
.
un
chorro de palabras4, un juego de letras o eso que lla
mamos
normalmente
una idea), desde un trabajo
4.
Nota
de T
Se
pierde
en espafiol el juego de palabras jeu de mots
(juego
de
palabras/chorro
de
palabras)
32
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
33/147
literario (escribir, sf, ponerse ante
lamesa
y escribir, po-
nerse
ante
la maquina y escribir, escribir durante
todo
un
dfa, o
durante
roda una noche, esbozar
un
proyecto,
poner
grandes I y pequefias a hacer bocetos, poner una
palabra
allado
de
otra
mirar
en un
diccionario, recopiar,
releer, rayar, desechar, reescribir, clasificar, encontrar,
esperar a que llegue, tratar de arrancar algo que se parez-
ca a un texto a algo que
siempre
parecera un
embadurna-
miento
inconsistente conseguirlo,
no
conseguirlo, son-
reir (a veces), etc.) hasta un trabajo sin mas (elemental,
alimenrario
5
:
en
una
revista que proporciona en el do-
minio
de las ciencias
de
la
vida
life
sciences ,
el
sumario
de casi todas las demas marcar los tftulos susceptibles de
interesar a investigadores para
quienes se me ha encarga-
do conseguir la documentaci6n bibliognifica, redactar -
chas, reunir referencias, corregir pruebas etc.
Et coetera.
5
si
comienza el espacio, s6lamente con palabras con
signos trazados sobre la pagina blanca. Describir el es-
pacio: nombrarlo trazarlo, como los dibujantes
de
por-
tulanos que saturaban las costas con
nombres
de puer-
ros,
nombres
de cabos,
nombres
de caletas, hasta que la
tierra
solo se separaba
del mar por
una
cinta de texto
continua. El alef, ese lugar borgesiano
en que
el mundo
entero es simultaneamente visible (acaso no es un alfa-
beto?
5.
N.
de T
Se
pierde en espafiol el juego de palabras elementaire / ali-
mentaire del original frances.
33
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
34/147
Espacio inventario espacio inventado: el espacio co
mienza
con ese
mapa
modelo
que en
las
antiguas edi-
ciones
del Petit Larousse
representaba en
60
cm
algo
asf
como
65
terminos
geograficos
milagrosamente juntos
deliberadamente
abstractos:
aquf
el desierto
con su
oa
sis
su ued
y
su chott aquf
la
fuente
y el arroyo el
to-
rrente
Ia rfa
el
canal el afluente
el
rio el estuario la
desembocadura
y el
delta aqui
el mar y sus islas su
archipielago sus islotes sus arrecifes sus escollos sus
batientes
su cordon de litoral y aquf el estrecho
y el
istmo
y la penfnsula y
la
ensenada y la bocana
y
el
golfo y la bahfa y el
cabo
y
la caleta y
la punta y
el
pro-
montorio y la
peninsula aquf
la laguna
y
el acantilado
aquf
las dunas aquf la playa y las albuferas y las maris-
mas aquf
ellago
y
aquf
las montafias el pico el glaciar
el
volcan las estribaciones la ladera el
puerto
de
mon-
tana el desfiladero
aqui
la llanura
y la meseta
y
el
collado y la colina;
aquf
la
ciudad y su
rada y
su puer-
to
y su faro ...
Simulacra
de espacio
simple pretexto con nomenclatu-
ra: pero
ni siquiera
hace fal
ta
cerrar los ojos
para que
ese
espacio suscitado
por
las palabras espacio de diccionario
unicamente
espacio solo de papel se
anime
se
pueble
se Ilene: un largo tren de mercancfas arrastrado
por
una
locomotora de vapor pasa
por un
viaducto; gabarras car- \
gadas de grava
surcan
los canales; pequefios veleros
ma-
niobran en
el lago;
un gran
transatlantico
escoltado
por
remolcadores penetra
en la
rada; unos nifios
juegan
al
bal6n en la
playa;
por
las sombrias sendas
del
oasis
un
arabe tocado
con un gran sombrero de paja vaal
trote
en
su asno ..
34
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
35/147
Las calles de la ciudad estan llenas de autom6viles. Una
ama de casa con un paiiuelo en la cabeza sacude
una
al-
for:nbra por la ventana. En los jardines de las afueras
de-
cenas
de jardineros
podan
arboles
frutales.
Un
destaca-
mento militar
presenta
armas
mientras
un
oficial
con
faja tricolor descubre la estatua de un general y la inau-
gura.
Hay vacas en los prados viticultores en las vifias lena-
dares en
los bosques cordadas de
alpinistas
en las
mon-
taiias. Hay un cartero
que sube
penosamente
con
su
bi-
cicleta por
una
carretera llena de curvas.
Hay
unas la-
vanderas
en la
orilla del
rfo y
unos
peones
camineros
en
la orilla de los caminos y unas granjeras que dan de
comer a las gallinas. Hay unos nifios
que
salen al patio
de la escuela en fila de a dos.
Hay
una mansion de fina-
les de siglo completamente sola en medio de grandes
edificios
de
cristal. Hay
unas
pequefias
cortinas de
vichy
en las ventanas
unos consumidores
en las terrazas de los
cafes
un gato
que
se
calienta
al sol
una
senora
cargada
de paquetes que llama
a un taxi un
centinela que
man-
ta guardia ante un edificio
publico.
Hay
unos
basureros
que
Henan unos
volquetes unos
revocadores de fachadas
que
instalan
un
andamio.
Hay nodrizas en las plazole-
tas libreros a lo largo de los paseos; hay cola ante la pa-
naderfa hay un sefior que pasea a su perro otro que lee
su
peri6dico sentado
en
un
banco
otro mira
a los
obre-
ros que estan demoliendo una manzana de casas. Hay un
agente que regula el trafico. Hay pajaros
en
los arboles
marineros
en el rfo pescadores junto a los ribazos. Hay
una tendera
que
levanta
la
persiana metalica
de su tien-
da. Hay vendedores de castafias poceros vendedores
de
35
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
36/147
peri6dicos.
Hay
gente
que vaal mercado
Los lectores estudiosos
leen
en las bibliotecas. Los
pro-
fesores dan sus clases. Los estudiantes
taman
apuntes
Los contables
alinean
columnas de cifras.
Los aprendices
de pasteleros envuelven
con
nata filas enteras de
petisus
Los pianistas componen sus gamas Sentados ante su me-
sa meditabundos y concentrados los escritores alinean
palabras.
Imagen de Epinal. Espacio
tranquilizador
6
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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l c tn
Durante
mttcho
tiempo me
coste
por
escrito
Parcel
Mroust
1
Generalmente la pagina
se usa
en
el
sentido de su ma-
yor dimension. Lo
mismo que la cama.
La
cama
(o, si se
prefiere, el
catre
6
es
un
espacio
rectangular, mas largo
que
ancho,
en
el cual, o
sabre
el cual,
uno
se
acuesta nor-
malmente en
sentido
longitudinal.
No
se
encuentran
camas a
la italiana mas
que
en
los
cuentos
de hadas
(Pulgarcito y sus hermanos, y las
siete
hijas del Ogro,
por ejemplo) o en condiciones absolutamente inhabitua-
les
y
generalmente graves (exodo, tras
un
bombardeo,
etc.).
Incluso cuando
se
usa
la
cama en su
sentido
mas
frecuente, si
tienen que
dormir
varios
juntos en
ella, es
casi
siempre
un
signo de
catastrofe: la
cama
es
un
ins-
trumento
concebido para el descanso
nocturno
de
una
o
dos personas, pero
no
mas.
6 N. de
T.
N6tese
el
juego de significantes y
significados entre los
ter-
minos Ia
page (la pagina),
le
lit (la
cama) y le
page (el catre).
Dicho
juego se pierde en
el
trasvase al espafiol.
37
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
38/147
La cama es pues el espacio individual por excelencia, el
espacio elemental del cuerpo la cama-m6nada),
que in
cluso el hombre mas acribillado de deudas tiene derecho
a conservar: los del juzgado no pueden llevarse vuestra
cama; esto
tambien quiere decir
y
se
puede
verificar
perfectamente en
la
practica-
que
solo tenemos una ca
ma, que es nuestra cama;
cuando
hay otras camas
en la
ca
sa o en el apartamento, decirnos
que
son camas para las
amistades, o camas adicionales. Solo dormimos bien, al
parecer, en nuestra propta carna.
2
Lit=
tle
Michel Leiris
Cuando lef Vingt ans apres, L lle mysterieuse y jerry dans
l' le lo hice tumbado
tripa
abajo
en
mi cama. La cama se
convertfa en cabana de tramperos, o bote salvavidas en
pleno oceano ternpestuoso, o
baobab
amenazado
por
un
incendio,
tienda
levantada en el desierto, anfractuosidad
propicia a unos centfmetros de la cual pasaban unos ene
migos con las manos vacfas.
He
viajado
mucho
al fondo
de
mi
cama. Para sobrevi
vir llevaba unos azucarillos que robaba en la cocina y
que
escondfa bajo rni
almohada me picaba
...
. El
miedo
-incluso
el
terror-
estaba siempre presente a
pesar de
la
protecci6n de las mantas
de
la almohada.
La cama: Iugar de la amenaza informulada, lugar de los
38
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
39/147
contrarios, espacio del
cuerpo
solitario atestado de sus
serrallos effmeros, espacio prescrito
del
deseo,
lugar im
probable del arraigo, espacio
del
suefio y
de la nostalgia
edfpica:
Heureux
qui
peut dormir sans peur et sans remords
Dans le lit paternelJ
massif
et venerable
Oit tous les siens sont
nes
aussi bien
qu
ls sont morts
ose Marfa de Heredia Trophies)
Me
gusta
mi
cama. La
tengo
desde hace
poco
mas
de
dos afios.
Antes
pertenecfa a
una de mis amigas
que se
mud6
a
un apartamento tan
minusculo
que su
cama,
a
pesar
de
tener unas dimensiones
absolutamente ortodo
xas, apenas entraba en
la
zona prevista
para
recibidor;
e n t o n e ~
me
la cambi6 por
la que yo
tenfa
y que era
lige
ramente mas
estrecha.
Un dfa escribire -ver el capftulo
siguiente- la
histo
ria,
entre
otras,
de
mis
camas).
Me gusta mi
cama.
Me gusta
estar
tumbado
sabre mi
cama
y mirar el techo placidamente.
De
buena gana le
dedicarfa lo esencial
de mi
tiempo y
principalmente de
las mananas) si ocupaciones consideradas
mas urgentes
me resultarfa fastidioso hacer la lista) no me lo
impidie
ran tan a menudo.
Me gustan
los techos, me
gustan
las
molduras y
los
rosetones: a
menudo me
sirven
de
musa y
la marana de
las florituras de estuco me remite facil-
mente a esos otros laberintos que
tejen
los fantasmas, las
39
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
40/147
ideas y las pala bras. Pero ya
nadie
se
ocupa de
los techos.
Los hacen desesperadamente rectilfneos o, peor aun, los
adornan con vigas presuntamente falsas.
Una tabla ancha
me
sirvi6
de
cabecera
durante mucho
tiempo. Salvo los alimentos s6lidos
normalmente no
tengo
hambre cuando
estoy en
la
cama), allf
tenfa reuni-
do todo
lo
que
era indispensable,
tanto
en el
dominio de
lo necesario como en el de lo futil: una
botella
de agua
mineral, un vaso,
un par de
tijeras para ufias (desgracia
damente melladas),
una
coleccion
de
crucigramas del ya
citado
Robert
Scipion (aprovecho la ocasi6n
para
hacerle
un
minusculo reproche: en la
4 a
cuadrfcula
del citado
crucigrama, por lo demas excelente, de forma implfcita
ha escrito neanmoins con 2 M, lo cual, evidente-
mente, desvirtuaba
por
completo el horizontal corres
pondiente (que
decentemente
no
podia
escribirse asom
noir ) y
comprometfa
sensiblemente
la
soluci6n
del pro-
blema), un paquete de pafiuelos de papel', una
brocha
de
pelo duro que me permitfa dar al pelaje de mi gato que
ademas era
una
gata) un lustre que causaba admiraci6n a
todo
el mundo, un telefono, gracias al cual podfa
no
solo
informar a
mis amigos
sobre
mi salud
sino responder a
innumerables corresponsales
de
que yo no era la Societe
Michelin, un aparato de radio completamente transisto-
rizado que
difundfa
todo el santo dfa, si estaba de humor,
diversas musicas de genero interrumpidas con informa-
ciones susurradas concernientes a los
embotellamientos,
unas cuantas
decenas
de
libros (algunos
que me
habfa
propuesto leer y no conseguia leer, otros que relefa sin
cesar),
albumes
de comics, pilas de peri6dicos, un equi-
po completo de
fumador, diversas agendas, libretas
de
apuntes, cuadernos y hojas sueltas, un despertador, evi-
40
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
41/147
dentemente,
un tubo de Alka-Seltzer (vacio), otro de as-
pirinas medio lleno o, si se prefiere, medic vacio), otro,
tambien,
de cequinyl (medicaci6n antigripal: casi
intac
to),
una
himpara, por
supuesto,
varios prospectos que
siempre
olvidaba
tirar
a la basura, cartas, rotuladores, bo-
ligrafos
unos
y otros agotados a
menudo ...
), apices, un
sacapuntas,
una goma
(estos tres ultimos articulos desti-
nados precisamente a la resoluci6n de los citados crucigra-
mas), un guijarro recogido
en
la playa de Dieppe, otros
peguefios recuerdos y un calendario de correos.
4
Algunas banalidades mas:
Pasaruos mas de un tercio
de
la
vida
en una cama.
La cama es uno de esos extrafios lugares en
que
se
esta en
posicion grosse modo horizontal. Las otras tienen un uso
mucho mas especializado: mesa de operaciones, banco de
sauna,
tumbona, playa, divan
de
psicoanalista
..
Tecnicas del suefio:
la
noci6n de que el acostarse es algo
natural
es
completamente
inexacta
(Marcel
Mauss,
"Les
techniques du corps",
en ociologie
et Anthropologie p. 3 78;
el parrafo, por
desgracia demasiado
sucinto, podria ser
citado en su totalidad.)
Leer:
FLUSSER,
V Du Lit. Cause commune 2, no
5,
21-27
1973).
4
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
42/147
_
Y la hamaca?
_
Y el jerg n?
_
Y los cat res?
_
Y las camas-
armaria? _ Y los divanes profundos como tumbas? _Y los
camastros? ;_Y las literas del tren? ;_Y las camas de c m-
pafia?
_
Y los sacos de dormir sobre colchonetas neum -
ticas colocadas sobre un alfombrilla?
4
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
43/147
l habitaci n
1
Fragmentos
de un trabajo en curso
Conservo
un
recuerdo excepcional, incluso creo
que
pro-
digioso,
de
todos los lugares donde he
dormido
salvo los
de mi
primera infancia- basta que acab6 la
guerra -que
se
confunden
todos
en
la
grisalla
indiferenciada
de
un
dormitorio de
colegio. Para los
demas me basta
simple
mente cuando
estoy acostado, con cerrar los ojos
y pen
sar con un mfnimo de aplicaci6n en un Iugar
dado
para
que casi
instantaneamente
todos los detalles de la
habi
taci6n, el
emplazamiento de
las
puertas y
ventanas, Ia
disposici6n de los muebles, me vuelvan a Ia
memoria
para que con precision
tenga
Ia sensaci6n casi ffsica
de
estar acostado
de
nuevo
en
esa habitaci6n.
Asf:
Roc Cornualles)
Verano de 1954.
43
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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Cuando se abre la puerta la cama esta inmediatamen-
te ala izquierda. Es
una
cama
muy estrecha, y la habita-
cion tambien es muy estrecha la anchura de la
cama
mas
la
anchura de
la puerta o sea
apenas un
poco
mas de un
metro
cincuenta
centfmetro mas
o menos) y
no
es mu-
cho mas
larga que ancha.
En
la
prolongacion
de la cama
hay un peguefio guardarropa.
Al
fondo una ventana
de
guillotina.
A la derecha,
una
mesa
de
aseo con encimera
de marmol
una
palangana
y
una
jarra
de
agua que creo
no utilice demflsiado.
Estoy casi
seguro
de que
habfa
una reproducci6n en-
marcada en la pared
de
la izquierda enfrente
de
la cama:
no
importa que
estampa era, pero guiza se trataba
de un
Renoir
o un Sisley.
El suelo
estaba
revestido
de
linoleo. No
habfa
ni mesa,
ni
sofa,
aunque
sf
quiza
una silla
junto
a la
pared
izquier-
da: donde tiraba
mi
ropa antes
de
acostarme; creo que
nunca llegue a sentarme en ella: solo iba a la habitaci6n
para dormir.
Estaba
en el tercero y ultimo piso de la casa,
debfa
tener cuidado al subir
las escaleras
cuando
volvia
tarde para no
despertar
a
mi
casera y a
su
familia.
Estaba de vacaciones, acababa de terminar el bachille-
rato; en principia debfa vivir en
una
pension que acogfa a
bachilleres franceses enviados por sus padres para que per-
feccionaran el manejo
de
la lengua inglesa. Pero la pension
estaba llena y habfa sido alojado en
una
casa particular.
Todas las mananas
mi
casera abrfa la puerta y deposita-
ba al pie de mi cama un tazon humeante de morning te
que, invariablemente, yo bebfa frfo. Siempre
me
levanta-
ba tarde solo una vez o dos conseguf llegar a tiempo para
to
mar el copioso
bre kf st
que se servfa en Ia pension.
Hay
que recordar que fue
aquel
verano cuando como
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
45/147
consecuencia de los Acuerdos
de
Ginebra y de las nego-
ciaciones con
Tunez
y Marruecos, el planeta enrero cono-
ci6 la paz por
primera
vez despues
de
varios decenios:
esta si
tuaci6n
no se
prolong6
mas que unos pocos dfas y
no creo que se haya vuelto a
producir
desde entonces.
Los recuerdos se aferran a
la estrechez
de
aquella cama,
a la estrechez de
aquella
habitaci6n, a la actitud tenaz de
aquel
te
demasiado fuerte y demasiado frio:
aquel
vera-
no
me eche unos cuantos tragos de p nks de ginebra con
una gotita
de
angostura
ligue mas
bien
infructuosa-
mente) con
la hija
de
un hilandero
que habfa regresado
recientemente de
Alejandrfa, decidf hacerme escritor, co-
gf el vicio de tocar en unos armonios de
campo
la unica
melodfa que he conseguido aprender en toda mi vida: las
54 primeras notas
-con
la mano derecha, mientras que la
izquierda
renunciaba
a
seguir
las mas
de
las veces-
de un
preludio
de
Juan
Sebastian
Bach
..
El espacio resucitado
de
la habitaci6n basta
para
reani-
mar, para devolver, para reavivar los recuerdos mas fuga-
ces, mas anodinos, asf como los mas esenciales. La unica
certidurnbre
cenestesica
de mi
cuerpo
sabre
la cama, la
unica
certidumbre
topografica de la cama en la habita
ci6n, reactiva mi memoria le da una agudeza, una pre-
cision
que
casi nunca tiene en otras situaciones. Del mis
mo modo
que una
palabra
sacada
de
un
suefio restituye,
apenas escrita, todo un recuerdo de aquel suefio, aquf, el
solo hecho de saber casi sin
tenerlo
que buscar,
simple
mente
echandose
unos instantes
y cerrando los ojos) que
la
pared estaba
a
mi
derecha, la
puerta
cerca
de mf
a la
izquierda levantando el brazo
podfa
tocar el picaporte),
la
ventana
enfrente, hace
surgir instantaneamente en
45
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
46/147
desorden
una
oleada
de
detalles cuya vivacidad
me
deja
patidifuso:
aquella
chica con maneras de mufieca, aquel
ingles inmensamente alto
que
tenfa la nariz ligeramente
torcida le volvf a ver en Londres
cuando
fui a pasar tres
dfas al final
de
aquella
estancia pseudo-lingiifstica:
me
llev6 a
un
pub inundado
de
verdor que desgraciadamen
te, no he
vuelto
a
encontrar
jamas y a un concierto-paseo
en el
Albert Hall donde
estoy orgulloso
de
haber ofdo,
casi con seguridad bajo la direcci6n de Sir John Barbi
roli,
un
concierto para arm6nica y orquesta especialmen
te escrito para Larry Adler .. ), los marshmallows, los
Rock
rocks pirulfs decorados, especialidades
de
los balnearios;
el mas conocido es el
Brighton
Rock que es, ademas un
juego
de
palabras -hay un risco en Brighton y hay acan
tilados en Etretat- el tftulo de
una
novela de
Graham
Greene; en el
mismo
Rock era diffcil escapar
de
el), la
playa gris, el mar frfo y los paisajes
de
sotobosque, con
sus viejos puentes de piedra, propicios para la aparici6n
de
duendes o fuegos fatuos ...
Forgue,
sin
duda el espacio de la
habitaci6n
funciona
en mf como
una
magdalena proustiana este proyecto se
realiza bajo su invocaci6n evidentemente: y no quisiera
ser
otra
cosa
que
el
estricto
desarrollo
de
los parrafos
6
y
7 del primer capf ulo de Ia primera parte Com bray) del
primer volumen Ducote de chez Swann)
de
A
la re her he
du temps perdu,
por
ello me propuse hace varios afios ya
realizar el inventario, tan exhaustivo preciso
como
fuera posible, de todos los Lugares donde he dormido. Al
dfa de hoy
practicamente
no he comenzado todavfa a des
cribirlos;
sin embargo
creo que mas o menos los he con
seguido repertoriar todos: hay alrededor
de
doscientos
46
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
47/147
cada afio apenas si se afiaden ya una media docena: me
he vuelto bastante
casero). Todavfa
no
he decidido
el
modo definitive
de clasificarlos.
Seguramente no por
orden
cronol6gico. Sin
duda tampoco por
orden
alfabe
tico aunque
todavfa sea el unico
arden
cuya
pertinencia
no hay que justificar). Quiza
segun
su disposici6n geo
grafica, lo
cual
acentuarfa el aspecto gufa de
esta
obra.
0 bien probablemente segun una perspectiva
tematica
que
podrfa
desembocar en
una suerte de
tipologfa
de
los
dormitories:
1.
is
habi
taciones
2. Dormitories y camaretas
3. Habi taciones
ami
gas
4.
Habi aciones
de amigos
5.
Lechos
de fortuna divan, moqueta
..
copnes,
alfombra, hamaca, etc.)
6 Casas de
campo
7.
Chalets de alquiler
8. Habi
taciones
de hotel
a) hoteles mfseros,
bien
provistos, amueblados
b) palacios
9. Condiciones
inhabituales: noches
en tren, en
avi6n, en cache; noches en un barco; noches
de
guardia;
naches en comisarfa; noches en una
tienda de
cam-pafia; naches
de
hospital; naches
en
blanco, etc.
En algunas de
estas habi taciones
he
pasado varios
me-
ses, varios afios;
en
la mayorfa solo he pasado algunos
dfas o algunas horas;
quiza
resulta
temerario por mi par-
te pretender acordarme
de
cada una
de
elias:
~ c u l
era el
47
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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dibujo del papel
pintado
de aquella habitaci6n del hotel
Lion d Or,
en Saint-Chely-d Apcher
(el
nombre -mucho
mas sorprendente cuando
se
dice que
cuando se escribe
de este cabeza de partido de Lozere se me habi a
metido
en
la cabeza,
por
razones
que
ignoro,
desde
mi
clase
de
tercero y habfa insistido mucho para que nos pararamos
allf)? Pero las mayores revelaciones las espero evidente
mente de los recuerdos resurgidos de aquellas habi tacio
nes.
2
Pequeno problema
Cuando
en una
habitaci6n
dada se
cambia de sitio
la
cama, (Se puede decir que se cambia la
habitaci6n,
o
que?
(Cf. topo-analisis).
3
Vivir en una habitaci6n (que es? Vivir en un
sitio
eS
apropiarselo? Que es apropiarse de un si tio?
;_A
partir
de que
momento
un
sitio
es
verdaderamente de
uno?
2Cuando se han puesto a
remojo
los tres pares de calce
tines en un
barrefio
de plastico
rosa? ;_Cuando se han re
calentado unos
espaguetis en un camping-gas?
;_Cuando
se han
utilizado
todas las perchas descabaladas del
guar
darropa? ;_Cuando se
ha
clavado en la pared una vieja
postal que representa el suefio
de Santa
Ursula de Car-
48
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
49/147
paccio? ~ u a n d o se han experimentado allf las ansias
de
la espera o las exaltaciones de la pasi6n o los tormentas
del
dolor
de muelas? ~ u a n d o se han vestido las venta-
nas con cortinas al gusto y colocado el papel pintado y
acuchillado el
parquet?
Pequeno pensamiento placido
no
1
Cualquier
propietario de
un gato dini con raz6n que
los
gatos
viven en las casas mucho mejor
que
los
hombres. Incluso
en los espacios mas
horriblemente
cuadrados saben
encontrar
los ri ncones propicios.
P e q ~ e f i o pensamiento
placido no
2
El
tiempo que
pasa mi Historia) deposita residuos
que van apilandose: fotos dibujos, carcasas de
boli-
grafos-rotuladores ya secos
desde
hace
tiempo,
car
petas vasos perdidos y vasos no devueltos, envoltu-
r s
de
puros,
cajas gomas, postales
libros, polvo
y
chucherfas: lo que yo llamo mi fortuna.
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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el p rt fllento
Durante dos afios
tuve
a una anciana como vecina.
Hacfa
setenta afios que vivfa en el edificio,
era
viuda des
de hacfa sesenta. Durante los
ultimos
afios de
su
vida,
tras haberse roto el cuello del femur, nunca fue
mas
alla
del descansillo de su piso. La
portera
o
un
muchacho del
edificio
le
hacfan las compras. Varias veces
me par6
en
la
escalera para preguntarme que dfa era. U n dfa fui a
bus-
carle
uha
loncha
de
jam6n.
Me
ofreci6
una manzana
y
me
invito
a entrar
en
su casa. Vivia
entre
muebles
extrema-
damente
oscuros y pasaba las horas
muertas
sacandoles
lustre.
2
Hace
algunos afios a
uno
de
mis
amigos se le ocurri6
la
idea
de
vi
vir un mes
entero
en un aeropuerto internacio
nal
sin
salir de el o
por
lo
menos
ya
que
todos los aero
puertos internacionales son identicos
por
definicion, salir
solo para
tamar
un avian
que
le condujera a otro aero
puerto internacional). Por lo
que
se, nunca
lleg6
a reali-
5
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
52/147
zar aquel proyecto, pero no veo que habrfa podido impe
dfrselo objetivamente: lo esencial de las actividades
vita
les y la mayorfa
de
las actividades sociales puede llevar
se a cabo sin demasiados problemas en el
ambito
de un
aeropuerto internacional: allf encontramos profundos so
f s y asientos no demasiado inc6modos e, incluso a me
nuda
salas de descanso donde los viajeros
en
transito
pueden
echar un suefiecito;
alli
encontramos aseos, ba
fios-duchas y frecuentemente saunas y bafios turcos; allf
encontramos peluqueros callistas, enfermeras, masajis-
tas-kinesiterapeutas,
limpiabotas
talleres de
planchado-
en-un-minuto
que
tambien tienen la
bondad
de reparar
las suelas y hacer una copia de unas Haves, relojeros y
6pticos; allf encontramos restaurantes, bares y cafeterias,
comerciantes de cuero y perfumes, floristas, libreros,
vendedores
de
discos, comerciantes de tabacos y confite
ros, comerciantes de esrilograficas y fot6grafos; allf en
contramos tiendas de alimentacion, cines, correos, servi
cios de secretarfa volante y por
supuesto
una caterva de
bancos puesto que
en
nuestros dfas es practicamente
imposible
vivir sin tener
relacion con un banco).
El interes de tal empresa radicarfa sobre todo en su exo
tismo: un
desplazamiento mas aparente que real
de
las
costumbres y de los ri tmos, pequefios problemas de adap
tacion incluidos. Lo cual sin duda se haria pesado
muy
pronto;
a fin
de
cuentas, serfa demasiado facil
y
en
con
secuencia, poco convincente:
un
aeropuerto visto desde
este angulo no es otra cosa que
una
especie de galerfa
comercial: un
simulacra
de barrio; y ofrece poco mas o
menos las mismas prestaciones que un hotel. Asf pues no
se podrfa sacar de tal empresa ninguna conclusion prac
tica, ni
en
el sentido de la subversion, ni
en
el sentido de
52
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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la
aclimaracion.
Como
mucho podrfa
servir
de rema de
reportaje o como
punto
de
partida
para un
dialogo
co-
/
m1co mas.
3
Una habitacion
es
una pieza en la que hay una cama;
un comedor es una
pieza
en la que hay una mesa y sillas
y a menudo
un
aparador; un salon es
una
pieza en la que
hay
unos
sillones y
un divan;
una
cocina
es una
pieza
en
la que hay un fogon y una toma
de
agua; un cuarto de
bafio es una pieza en la que hay una toma de agua enci
ma de una
bafiera; cuando solo hay
una ducha
se llama
aseo; cuando solo hay
un lavabo
se llama cuarto de aseo;
una entrada es
una pieza
en la que al menos
una
de las
puertas da al exterior del apartamento;
accesoriamente
se
puede encontrar
un perchero;
una habitacion de nifios es
una pieza en la
que
esta
un nifio;
un
escobero es
una
pieza en la
que se
meten
las escobas y
la
aspiradora;
una
habitaci6n de servicio es una pieza que se
alquila
a un
estudiante.
De esta enumeracion -que podrfa continuarse facil
mente- se pueden sacar estas dos conclusiones
elementa
les que propongo a tftulo de definiciones:
1
Todo
apartamento esta
compuesto de
una
cantidad
variable pero limitada de piezas;
2. Cada pieza tiene una funci6n
particular.
Parece diffcil o parece incluso irrisorio poner en duda
53
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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estas evidencias. Los apartamentos esnin construidos por
arquitectos
que tienen
ideas
muy
precisas sobre que
debe
ser una entrada,
una
sala de estar living-room, recepci6n),
una habitaci6n
de
los papas,
una
habitaci6n del nifio,
una habitaci6n de la criada,
un pasillo, una
cocina o
un
cuarto de bafio. Sin embargo, al principia todas las pie-
zas se parecen poco o
mucho,
no vale la pena
tratar de
impresionarnos con historias de m6dulos y otras pampli-
nas: solo son una especie de cubos, digamos que son unos
paralelepfpedos rectangulares; y por lo menos siempre
hay una
puerta
y todavia a menudo, una ventana; tienen
calefacci6n, pongamos que por radiadores, y estan equi-
pados con
uno
o dos enchufes
muy raramente
mas,
pero
no quiero
empezar a hablar de
la mezquindad
de los
con-
tratistas
porque
no terminarfa nunca). En suma, una
pie-
za s un espacio maleable.
No
se,
no quiero
saber,
d6nde
comienza y
d6nde ter-
mina lo funcional. Lo que me parece
en todo
caso es que
en
la division
modelo
de los
apartamentos
de hoy, lo
fun-
cional funciona
segun un procedimiento
unfvoco, se-
cuencial, y nictemeraP: las actividades cotidianas corres-
ponden
a fases horarias
y
a cada fase horaria corresponde
una de las piezas
del
apartamento. V ease a
continuaci6n
un
modelo apenas caricaturesco:
07.00
La madre se levanta
y
va
a preparar
el desayuno a la
07.15
El nino se levanta y va al
7. jEsta es la frase mas bonita del libro
5
COCINA
BANO
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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07 30
El padre se levanta y
vaal
B NO
07.45
El padre y el nifio toman el
desayuno en la
COCIN
08 00
El
nifio coge su abrigo en la ENTR D
y
se
va
a
la
escuela
08.15
El
padre coge su abrigo
de la ENTR D
y se va a
la
oficina
08 30
La madre se asea en el B NO
08.45
La madre coge el aspirador en el ESCOBERO
y realiza la limpieza pasa
por
todas
las piezas
del apartamento
pero
renuncio a enumerarlas)
09 30
a madre coge la cesta de la compra en la COCIN
y su
abrigo
en la
ENTR D
y se va al mercado
10.30
La
madre
vuelve del mercado y
deja su
abrigo
en
la ENTR D
10 45
La madre prepara la comida en la COCIN
12 15
El
padre vuelve de la oficina y cuelga
su
abrigo en la
ENTR D
12 .30
El padre
y la madre comen en el
COMEDOR
el nifio come
en la
escuela)
13.15
El padre coge su abrigo en la
ENTR D
y
vuelve a la oficina
13 30
La madre friega los platos en la
COCIN
14.
00
La madre coge su abrigo en la ENTR D
y
sale
de
paseo o a hacer compras
antes
de ir
a buscar al nifio a la
salida de la escuela
16.15
La
madre
y el nifio vuelven y
dejan
sus abrigos en la
ENTR D
55
-
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16.30
El nifio toma
su
merienda
en
la COCINA
16.45 El nifio va a
hacer
los deberes a su HABITACION
18.30 La madre prepara la cena
en
la COCINA
18.45 El padre vuelve de la oficina y
deja
su abrigo
en
la
ENTRADA
18.50 El padre va a lavarse las
manos en
el
BANO
19.00 Toda
la familia
cena en el
COMEDOR
20.00
El nifio va a lavarse los dientes al
BANO
20.15
El nifio va a acostarse a
su
HABITACION
20.30
El padre y
la
madre van al
SALON
ven la
television, o bien escuchan
la
radio
o
juegan
a cartas, o el
padre
lee el peri6dico mientras la madre
cose,
en
fin, se
entretienen
hacienda
algo
21.45
El padre y la
madre
van
a lavarse los
dientes al
BANO
22.00
El padre y la madre van a acostarse a su HABITAOON
Como se
puede ver en
este modelo, del
que
me gusta
rfa
subrayar
su
canicter
ficticio y a la vez problematico
sin por ello
dejar
de ser consciente de su precision ele-
mental nadie
vive
exactamente
asf, por supuesto, pero es
asf
y no de otro modo
como los
arquitectos y
los
urba
nistas nos ven vivir o quieren que vivamos , como se
puede
ver entonces, por un lado el salon y la habi taci6n
apenas tienen mas importancia que el escobero en el
escobero se
guarda
el aspirador;
en
la habi taci6n
est
an los
cuerpos extenuados: lo cual remite a las
mismas
funcio
nes de recuperaci6n
y
de mantenimiento)
y
por otro la-
do, mi
modelo no
se
modificaria practicamente
si
en
lu-
6
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
57/147
gar
de
tener, como aqu1, espacios separados por paredes
que delimitan una
habitaci6n, un
salon, un comedor, una
cocina,
etc.,
se considerara la
posibilidad, como
se hace
hoy muy a menudo, de un espacio presuntamente
unico
y pseudo-modulable habitaculo, estancia, etc. :
entonces
tendrfamos no
una cocina
sino un
rincon-cocina,
no una
habitacion
sino
un rincon-descanso, no un comedor sino
un
rinc6n-comida.
Es facil
imaginar
un
apartamento
cuya
disposicion
res
ponder1a,
no ya
a actividades
cotidianas, sino
a funciones
de
relaciones:
no
es
de otro modo ademas como
se reali
zaba el
reparto modelo
de las piezas
llamadas
de recep
cion
en las
mansiones
particulates del
siglo XVIII
o en los
grandes
apartamentos
burgueses
de
finales
de
siglo: una
serie de salones
en
hilera,
encabezada
por un
gran
vesti
bula
y cuya especificacion se apoya en variaciones
mini
mas
que giran
todas
alrededor de la nocion de recepcion:
gran .salon, pequefio salon,
despacho
del sefior,
camarfn
de la sefiora, sala de fumar, biblioteca, billar, etc.
Hace falta sin duda
un
poquito mas
de imaginaci6n
para
representarse
un apartamento
cuyo reparto estuviera fun
dado
sabre funciones sensoriales: es facil concebir lo
que
podria
ser un
gustatorio
o
un
auditorio,
pero
a
que podria
parecerse
un
vistatorio,
un
fumatorio, o un
palpatorio
..
De un modo apenas mas
transgresivo se
puede pensar
en un reparto
basado
no
ya en
ri tmos
circadianos sino en
ritmos h e p t a d i a n o s ~
esto
darfa apartamentos
de siete
piezas lL1madas
respectivamente:
el lunetorio, el marte-
8. Un habitat basado en
un
ritmo circa-anual puede darse en algunos
casos de at;Jrrunados
que
disponen
de
suficienres residencias como para
7
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
58/147
torio, el miercoletorio, el juevetorio, el viernetorio, el sa-
badotorio y el
domingotorio.
Estas dos ultimas piezas,
n6tese, ya existen, comercializadas
abundantemente
bajo
el
nombre de
segundas residencias o casas
de
fin de
semana.
Noes
mas
estupido imaginar
una
pieza consa-
grada
exclusivamente al lunes
que construir
chalets que
solo
sirv n para
sesenta dias al afio.
El lunetorio
podria
ser perfectamente una lavanderfa nuestros ancestros ru
rales hacian su colada el lunes) y el martetorio
un
salon
nuestros ancestros urbanos recibian normalmente todos
los martes).
Todo
esto apenas nos haria salir de lo fun-
cional. Mejor serfa,
de
paso,
imaginar
una
disposici6n
te
matica,
un poco
analoga a la
que
existia en los burdeles
tras su cierre, basta los aiios 50, se convirtieron en ca-
sas
para
estudiantes; varios
amigos mios
han vivido en
una
vieja asa de la calle Arcade: uno
de
ellos vivia en
la habitaci6n
de
las
torturas, otro en
el avi6n cama
en forma de carlinga, falsas ventanillas, etc.),
un
tercero
en
la cabana
del
rrampero paredes tapizadas
con
fal-
sos troncos, etc.); estos hechos
merecian
ser recordados y
particularmente al autor del articulo Habiter l inhabi
tuel
Cause commune, I, n 2, 13-16, 1972) que es
igualmente
el
estimado director
de la colecci6n
en que
aparece esta obra): ellunetorio por ejemplo seria la imi
taci6n de un barco; se dormirfa en hamacas, se limpiarfa
poder esforzarse en conciliar su sentido
de
los valores, su gusto por los via-
jes, las condiciones climaticas y los imperatives culturales. Los enconcra-
remos, por ejemplo, en enero en Mexico, en febrero en Suiza, en Marzo,
en Venecia, en abril en Marraquech, en mayo en Parfs, en
junio
en Chipre,
en julio en Beirut, en agosto en Dordofia, en septiembre en Escocia, en
octubre en Roma, en noviembre en la Costa Azul en diciembre en
Londres ..
58
-
7/26/2019 Perec, Georges - Especies de Espacios_2001
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el suelo echando agua encima y se comerfa pescado; el
martetorio por que no, conmemorarfa
una
de las
gran
des conquistas del
hombre
sobre la naturaleza, el descu
brimiento del
Polo
norte o sur, a elegir), o la ascension
del Everest:
la
pieza no
tendrfa
calefacci6n, se dormirfa
bajo espesas pieles, la alimentaci6n serfa a base
de
pem
mic n corned-beef los fines
de
mes, carne
de
los Grisones
los dfas faustos); el miercoletorio glorificarfa a los nifios
evidentemente: desde hace
algun tiernpo
es el dfa
en que
no
van a la escuela; podrfa ser una especie
de
palacio
de
Dame Tartine: las paredes serfan de alaju y los m u e h ~ s
de
plastilina, etc., etc.
4
De un espacio inutil
En
varias ocasiones he tratado de pensar en
un
aparta
mento
donde hubiera
una
pieza inutil absoluta y delibe
radamente inutil. Nose trataba
de
un trastero, no era una
habitaci6n suplementaria, ni un pasillo, ni un cuchitril, ni
un recoveco. Habrfa sido un espacio sin funci6n. No
habrfa servido
para
nada, no habrfa
remitido
a nada.
A pesar
de mis
esfuerzos me fue imposible llevar a cabo
este pensamiento esta
imagen
basta el final. El
mismo
lenguaje, me parece, se revelo incapaz para describir esa
nada, ese vacfo,
como
si s6lo se
pudiera hablar
de lo
que
es pleno, util y funcional.
Un espacio sin funci6n. No sin funci6n precisa, sino
precisamente
sin
funci6n;
no pluri-funcional
esto
todo
el mundo lo sabe hacer), sino a-funcional. Evidenternen-
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te no habrfa sido un espac10
destinado
unicamente a
liberar los otros cuarto
trastero,
armaria
empotrado,
guardarropa,
estanterfas, etc.) sino un espacio,
repito,
que no habrfa servido para nada.
A veces
llego
a no
pensar
en nada, y
ni siguiera como
el Amigo Pierrot a
la
muerte
de
Louis
XVI: de repente
me cloy cuenta de que estoy aquf, que el metro acaba de
pararse y que tras
abandonar Dugommier unos noventa
segundos
antes, aunque parezca
imposible,
ahora estoy
en
Daumesnil. Pero,
en este caso,
no he llegado
a
pensar
la
nada.
Como pensar
la nada?
Como pensar
la
nada sin
poner automaticamente
algo alrededor
de esa nada, lo
cual produce un
agujero,
en
el que
rapidamente
se va a
poner algo, una
practica,
una funcion, un
destino,
una
mirada,
una
necesidad,
una
ausencia, un excedente .. ?
Trate de seguir con docilidad
esta
idea
tan
difusa. Y en-
contre muchos espacios inutilizables, y
muchos
espacios
inutilizados. Pero no querfa nada inutilizable, ni
tampoco
nada inutilizado, sino algo que fuera
inutil.
Como pres-
cindir de las funciones, los ritmos, las costumbres,
como
prescindir
de
la necesidad?
Me imagine que
vivfa en un
apartamento
inmenso,
tan inmenso
que nunca consegufa
acordarme de cuantas piezas tenfa (lo supe
tiempo
atras,
pero
lo habfa olvidado y sabfa que era demasiado viejo
para
volver a
empezar
un recuento tan complicado): todas
las piezas servirfan
para
algo, menos una. La cosa era en-
contrar
esta ultima. En una palabra, no era mas dit cil que
encontrar,
en
el caso de los lectores de La ibfioteca
de a-
bel ellibro que tenfa la clave de los demas. Efectivamente
era algo muy
proximo
al vertigo borgesiano el hecho de
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querer representarse una sala reservada para la audici6n de
la Sinfonfa o 48 en do, llamada MariaTheresa, de Joseph
Haydn otra dedicada ala lectura del
bar6metro
o
ala
lim-
pieza de mi
dedo
gordo del pie derecho ..
Pense
en
el viejo prfncipe
Bolkonski que
cuando le
in-
quieta la
suerte
de
su
hijo,
busca
en
vano
durante toda la
noche de habitacH n
en habitaci6n con
una antorcha
en
la
mano
y
seguido de su
servidor Tikhone con
unas
man-
tas de piel la cama donde al fin cogeni el suefio. Pense
en una novela de ciencia-ficci6n
en
la que la noci6n de
habitat
habrfa
desaparecido; pense
en otro
relato de Bor
ges
El lnmortal) eo el que
unos hombres
que
habfan per-
dido la necesidad de vivir y de morir consrruyen palacios
en ruina y escaleras inutilizables; pense en grabados de
Escher yen cuadros
de
Magritte;
pense
en una
gigantes-
ca caja de Skinner: una
habiraci6n
enreramente negra,
un unico boron
en una
de las paredes; al
apretar
el boron
aparece
durante
un
breve
instanre
algo