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TEMAS DE PSICOANLISIS Nm. 2 Julio 2011

Ramn Echevarra Entrevista a Eugenio Tras

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2011 TEMAS DE PSICOANLISIS y Ramn Echevarra

EUGENIO TRAS Y EL PSICOANLISIS.

UNA ENTREVISTA

Ramn Echevarra

Nacido en Barcelona en 1942, Eugenio Tras Sagnier es el creador de una extensa obra

filosfica de excepcional importancia que abarca campos tan distintos como la tica, la

reflexin cvico-poltica, la reflexin histrico-filosfica, la teora del conocimiento, la

ontologa y, de manera preferente, la filosofa del arte y la esttica y la filosofa de la

religin.

Entre sus numerosos libros podemos destacar La filosofa y su sombra (1969),

Filosofa y carnaval(1970), Teora de las ideologas (1970),Metodologa del pensamiento


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mgico (1971),Drama e identidad(1973),El artista y la ciudad(1975),Meditacin sobre

el poder (1976),La memoria perdida de las cosas (1977), Tratado de la pasin (1978),Ellenguaje del perdn. Un ensayo sobre Hegel(1979),Lo bello y lo siniestro (1981),Filosofa

del futuro (1984),Los lmites del mundo (1985),La aventura filosfica (1987),Lgica del

lmite (1991), El cansancio de occidente (1992), La edad del espritu (1994), Pensar la

religin (1997), Vrtigo y pasin (1998),La razn fronteriza (1999), Ciudad sobre ciudad

(2001),El rbol de la vida (2003), El hilo de la verdad(2004),La poltica y su sombra

(2005) yEl canto de las sirenas (2007). En 2009 se publicaron los dos tomos de

Creaciones filosficas (tica y esttica y Filosofa y religin) en Galaxia Gutenberg, en laque se ofrece una seleccin de sus principales obras.

Eugenio Tras se ha autodefinido como un exorcista ilustrado que somete a la razn

filosfica a un permanente dilogo con sus sombras, y que halla en el lmite entre la razn

y sus sombras el mbito propio y personal de su exploracin filosfica (Jos Manuel

Martnez Pulet y Arash Arjomandi). Desde los aos ochenta su filosofa se identifica y se

reconoce como filosofa del lmite. Sobre este concepto angular el lmite que orienta

su reflexin, ha escrito:

El lmite es, siempre, un concepto resbaladizo y de doble filo, de una ambigedad aveces irritante (aunque siempre estimulante). Todo lmite es, siempre, unainvitacin a ser traspasado, transgredido o revocado. Pero el lmite es, tambin,una incitacin a la superacin, al exceso. Los romanos llamaban limes a una

franja estrecha de territorio, aunque habitable, donde confluan romanos ybrbaros, o ciudadanos y extranjeros. En las fronteras se producen siempreimportantes fenmenos de colisin y mestizaje; todo pierde su identidad pura ydura de carcter originario, agreste o natural. Y el hombre es fronterizo en raznde esa colisin que en l se forma: no es ni un animal ni un dios (ni tampoco undios animal, o un animal divinizado, segn el sueo dionisaco de Nietzsche). Enese carcter centurico estriba su peculiaridad; tambin, en cierto modo, sutragedia; pero asimismo su posible dignidad.

Y en otro lugar:

Somos los lmites del mundo. En razn de nuestras emociones, pasiones y usoslingsticos, dotamos de sentido y significacin el mundo de vida en que ha-bitamos. Abandonamos la simple naturaleza e ingresamos en el universo del


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sentido (lo que, tcnicamente, podemos llamar mundo). Pero a la vez constituimos

un lmite entre ese mundo de vida en el que habitamos y su propio ms all: elcerco de misterio que nos trasciende y que determina nuestra condicin mortal.Nuestra condicin limtrofe y fronteriza nos sita a infinita distancia de lanaturaleza (prehumana) y del misterio (suprahumano). Nuestra condicin marcasus diferencias en relacin a lo fsico (la vida vegetal o animal) y en relacin a lometafsico o teolgico (la vida divina). Profundizar en el reconocimiento de esacondicin humana de carcter limtrofe y fronterizo es, creo yo, el cometido de una

filosofa que aspire a ser, a la vez, la ms ajustada a las reflexiones de este cambiode siglo y de milenio, y que conecte con las grandes tradiciones de la filosofa desiempre.

Basten estas dos citas de tica y condicin humana (2000) para dar cuenta de lo mucho

que promete a los psicoanalistas la lectura de Eugenio Tras y sugerir la afinidades entre

su obra y el Psicoanlisis. Afinidad reconocida siempre por el propio Eugenio Tras.

Ni el paso de los aos ni algunos problemas de salud parecen haber disminuido la

capacidad de trabajo y la generosidad de Eugenio Tras, que ha aceptado responder

nuestras preguntas sobre su relacin con el psicoanlisis.

En tu libro de memorias, El rbol de la vida, cuentas que ya desde muy joven apuntabas

los sueos siguiendo las prescripciones del doctor Freud. El contexto sugiere que te

refieres a tu adolescencia. Sugiere tambin una afinidad precoz con el psicoanlisis.

Puedes precisarnos ms en qu momento de tu vida te encontraste con Freud y el

psicoanlisis? Recuerdas si fue a travs de lecturas, o por mediacin de alguien? Cules

fueron tus primeras lecturas y qu textos te han interesado o influido ms?

Tard en descubrir a Freud. Recuerdo una representacin en el curso Preuniversitario en

que interpretamos ante un pblico de amigos y familiares la versin teatral de El motn del

Caine, que luego fue una pelcula protagonizada por H. Bogart y Jos Ferrer. Este era el

abogado del almirante paranoico. Yo interpretaba ese papel, y en un momento dado

preguntaba: Conoce el jurado a Freud y sus doctrinas? Yo no saba an quin era Freud.

En los jesuitas de entonces no se hablaba de Freud. Slo en Preuniversitario nos ensearon

arte dramtico, redaccin, oratoria, y slo por esto les estar agradecido. Tambin porque


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indirectamente me permitieron or hablar de Freud.

Adems de Freud y de Lacan del que hablaremos despus-, qu otros psicoanalistas o

autores de la rbita del psicoanlisis te han interesado? Jung, Melanie Klein, Winnicott,

Bion? Tal vez Otto Rank? Leyendo el prlogo de Creaciones filosficas hablas del vivir

como nacer y renacer, de manera que uno piensa en Rank.

Todos me interesaron y a todos procur leer con atencin. Cit Envidia y gratituden mi

libroLo bello y lo siniestro. A Freud siempre, a Jung con intermitencia (y sobre todo a suestela en filosofa de la religin, especialmente el gran Mircea Eliade). Y desde luego El

trauma del nacimiento de Otto Rank, sus estudios sobre relatos de hroes, o el imponente

Talasa de Sndor Ferenzci.

Recuerdas cmo era la presencia del psicoanlisis en Barcelona durante tus aos de

formacin?

Sencillamente no exista. Ya lo he dicho: en el colegio se empezaba a hablar de filsofos,

novelistas, poetas. Entonces se puso de moda el gran libro de Charles Mller, de un jesuita,

Literatura del siglo XX y cristianismo. Fue un gran inductor y gua de lectura: Graham

Green, que devor con pasin, lo mismo que el torturado mundo de Julien Green (Mora,

Adrianne Mesurat), Sartre, Albert Camus, y muchos ms. Pero Freud apenas apareca.

Y tu encuentro con la obra de Jacques Lacan, cundo y cmo fue? A travs de quin?

Cules fueron tus primeras lecturas? Qu obras de Lacan te han interesado e influido

ms?

Descubr de pronto, hacia la segunda mitad de los sesenta, la literatura estructuralista, y

fue para mi una liberacin. Era un paso adelante en relacin al paisaje existencial y neo-

realista de los cuarenta y cincuenta. Hasta me tent hacer una tesis doctoral sobre Levi-

Strauss. Le con pasin a los lingistas, desde Saussure hasta Helmslev, o Jacobson. Y


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luego descubr la gran sntesis de ideas freudianas y metodologa estructural que propona

Jacques Lacan. Intent sin xito perderme en la selva de los crits, que luego fuerontraducidos, lo que era una necesidad dado su esoterismo, pese a mi dominio del francs.

Me interesaron mucho las ideas sobre la Letra, el estadio del Espejo, el inconsciente como

un lenguaje, la primaca del Significante, la reinterpretacin de la ecuacin

falo/castracin, la idea de Edipo revisitada, la primaca simblica, el nombre del padre,

etctera. Y tambin sus ideas sobre el silencio del psicoanalista.

Viste o conociste personalmente a Lacan? Asististe a la conferencia que dio en Barcelonaen 1972?

No le conoc personalmente. No conoc a ninguno de mis dolos de entonces. Slo tuve una

breve correspondencia con Michel Foucault.

Qu opinas de Jacques Lacan como persona o, si quieres, como personaje? Te lo

pregunto, porque Lacan ha sido visto por algunos como un personaje desmesurado, con

tendencia a extralimitarse. Por ejemplo, F. Roustang (Lacan, de lequivoque limpasse)

deca que en Lacan hay una especie de impotencia mental para pensar lo parcial, lo

limitado, lo relativo. Y Paul Bercherie, comentando lo anterior (Examen des fondaments

de la psychanalyse) deca: Para Lacan si la relacin amorosa es problemtica en el ser

humano, si el amor no llega casi nunca a su ideal fusional, entonces no hay relacin

sexual, el amor es una pura engaifa, los amantes se cruzan sin alcanzarse; si la

reflexin antropolgica viene a demostrar la importancia determinante de la

aculturacin (lingstica, cultural, social) en la estructuracin subjetiva, el individuo no

es sino un espejo, la psyche pierde todo su fundamento orgnico; si el descubrimiento

freudiano del inconsciente demuestra la existencia en el sujeto de otro pensamiento (),

entonces la conciencia y el pensamiento consciente no son ms que ilusiones; si de una

rica interaccin clnica se desprende el rol constituyente de la configuracin familiar en

la estructuracin singular de la subjetividad, el sujeto decae al estado de simple efecto, de

artefacto. Ests de acuerdo con esta caracterizacin? En todo caso, qu piensas del


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estilo personal de Lacan, tan diferente del tuyo?

Como he dicho, no lo conoc personalmente. Conozco poco el personaje, slo me ha

interesado su obra. Me resulta a veces insoportable su estilo, demasiado autocomplaciente,

y con una torturante mescolanza de citas elpticas y esotricas. He de confesar que el estilo

intelectual parisino, en ocasiones, me parece de una insufrible pedantera. Pero

traspasando esa selva de obstculos, la teora suya es renovadora e importante. O al menos

as me lo parece. Creo que a Lacan se le debe leer, lo mismo que a Freud, y a todos los

dems, con atencin flotante. Y a la vez aunque suene a paradoja, y es una paradoja- almismo tiempo A La Letra. Hay que lograr rebasar su excesiva autocomplacencia de

escritor, porque encierra muy inteligentes ideas. Me interesa como terico capaz de dar un

sesgo nuevo a la cura psicoanaltica. No lo conoc como persona, ni quise tampoco que eso

sucediera. Prefera sus escritos, y los mejores intrpretes de sus enseanzas.

En El rbol de la vida cuentas que comenzaste a analizarte con 34 aos. Tu anlisis lo

realizaste con Luis Mara Esmerado, analista argentino afincado en Barcelona, y dur

cuatro aos. El rbol de la vida llega hasta los primeros meses de 1975, es decir, antes de

cumplir tus 33 aos. No explicas, por tanto, qu te llev a al anlisis en aqul momento

de tu vida. Hubo crisis personal, malestar o angustia, o simplemente anhelo de

conocimiento? En todo caso, por qu entonces precisamente?

Lo emprend cuando tuve las garantas de haber encontrado la persona que se ajustaba a

mis demandas. Por supuesto que stas tenan que ver con una vocacin/profesin en la

que reza el lema Concete a ti mismo, el imperativo dlfico. Pero tambin por esclarecer

en un modo especfico y singularizado mi propio contexto familiar y social, de manera que

pudiese transformar mi ethos, mi conducta, en aspectos decisivos: en un avance hacia la

verdad propia, hacia el propio destino, y en direccin a un sentido de responsabilidad (o

sea, de libertad) que era mi mximo deseo. Mejoraron muchas cosas en mi vida. Siempre

digo que, junto al nacimiento de mi hijo, la aceptacin de la familia de la que procedo, y la

eleccin de mi actual esposa, Elena, el psicoanlisis ha sido la mejor de las aventuras


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vitales en que me he embarcado. Fueron cuatro aos muy intensos. Durante dos aos:

cuatro sesiones semanales.

Por qu escogiste un analista lacaniano? Por tu conocimiento de la obra de Lacan?

Por qu Lacan? De donde surge tu afinidad con su obra? De su raigambre filosfica?

En todo caso, te planteaste en algn momento otras opciones?

No era lacaniano, aunque en el curso de mi anlisis se fue acercando a Lacan, cosa que no

lament en absoluto. Era un gran profesional. Muri hace unos aos. El ao pasado se lehizo un homenaje promovido por su viuda y yo asist al acto en la mesa de presidencia.

En tu aportacin a La regla del juego, has valorado tu anlisis como una de las

experiencias ms importantes de tu vida. Tambin has expresado en varios lugares tu

reconocimiento a Luis mara Esmerado, tu analista. Mantuviste una relacin personal

con l, acabado el anlisis? Sabemos de tu amistad y tu colaboracin con Jorge Alemn,

has mantenido contacto con otros analistas aos atrs?

No tuve apenas relacin tras el anlisis con Luis Mara Esmerado. Solo en cierta ocasin

me invit a un ciclo de conferencias en un Casal barcelons. Cen con l, fue muy grato,

pero fue la ltima vez que le vi. Mi amistad con Jorge Alemn es muy grande. Tambin con

su socio, Sergio Larriera. Fui seis aos compaero de Clara Bardn, con quien me cas y

me separ, conservando una excelente amistad. Es psiquiatra y miembro de la Biblioteca

Freudiana, donde hace poco di una conferencia sobre msica y psicoanlisis. Tambin mi

hermana Mara Teresa Tras es psicoanalista. Como ves, estoy rodeado de gente amiga a

quien el psicoanlisis le importa.


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En El rbol de la vida has hablado de la hybris la obcecada extralimitacin, segn latraduces- como el mayor pecado vital existente. Y en otro momento, hablando de tu paso

por el Opus Dei, dices: sa fue mihybris. Corregirla ha sido tarea y misin de toda mi

vida. Cunta relacin hay entre tu experiencia personal de la hybris, de la

extralimitacin obcecada, y la filosofa del lmite que has creado?

Estrechsima relacin. Mi filosofa se abreva de fuentes griegas, de la sabidura trgica, de

la sabidura oracular, del concepto de lmite y medida de latica a Nicmaco, del conceptode Pras/Apeiron que atraviesa la filosofa presocrtica, desde los pitagricos a Platn. Y

sobre todo de Platn, como dejo claro enEl canto de las sirenas.

En cules de tus obras est ms presente el psicoanlisis?

Quizs enLo bello y lo siniestro, uno de mis libros mejor acogido por el pblico. Un libro

que ha interesado a la vez a generaciones de psicoanalistas y a especialistas de historia del


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arte, y que es mi ms paradigmtico libro de Esttica.

Los psicoanalistas hablamos de organizacin lmite de la personalidad y de

personalidades lmite. Hablamos de la salud mental como el reconocimiento de los lmites

(del self); de la necesidad de aceptar los lmites, las propias limitaciones; de poner lmites

a la ilusin de omnipotencia. Todo tratamiento psicoanaltico incluye el reconocimiento y

la elaboracin del propio narcisismo que tiene mucho que ver con esa obcecada

extralimitacin de la que t has hablado. A m me parece que todo esto conecta de alguna

manera con tu filosofa. Me parece evidente que la lectura de tu obra puede interesar yser aprovechada por terapeutas y analistas. Cmo lo ves? Puedes decirnos algo al

respecto? Cules de tus obras crees que pueden interesar ms a los psicoanalistas?

Creo que todas pueden interesar, pues se hallan impregnadas de ideas psicoanalticas,

sobre todo a partir de los aos ochenta, cuando tras la experiencia de casi cinco aos de

cura psicoanaltica, cura por la palabra- comenc a fraguar mi filosofa del lmite, la ms

ajustada al final de esa travesa con la que culminaron mis primeros cuarenta aos de

aprendizaje y andanzas. Pero sobre todo en Lo bello y lo siniestro, en Tratado de la

pasin, enLos lmites del mundo, en Ciudad sobre ciudad.

Freud siempre reconoci la ventaja de los artistas y de los escritores respecto a los

psicoanalistas en su aportacin al conocimiento psicolgico del hombre. Tambin seal

la importancia del conocimiento de la literatura y el arte como fuente de formacin de los

psicoanalistas. En este momento y de manera improvisada, qu obras o qu escritores te

han ayudado ms a comprenderte? Qu autores ayudaran a un mejor conocimiento

psicolgico del hombre?

Destacara al gran contemporneo de Freud Albert Schnitzler, sobre todo su Relato

soado, Ein Traumnovelle, que tan maravillosamente supo adaptar al cine Stanley

Kubrick en su pelcula ltima,Eyes wide shut, con Nicol Kidman y Tom Cruise. Freud no

le quera leer para no sentirse intimidado e influido por un escritor que trabaja ya la nocin


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de inconsciente y de sexualidad cercana a la freudiana, y por las mismas fechas en que

Freud se abra paso con La interpretacin de los sueos.

Lo mismo respecto del cine. Qu pelculas te han ayudado ms a entenderte y entender

la mente humana? De manera improvisada, cules recomendaras a alguien que

quiere ser terapeuta o psicoanalista?

La citada. En general todas las grandes obras de arte del cine son una ventana abierta a la

mente humana. Pienso en las grandes creaciones de los mejores realizadores: Fritz Lang,Hitchcock (sobre todo Vrtigo), Kubrick, Orson Welles, Francis Ford Coppola, David

Lynch (sobre todo cercano al espritu de mi libro Lo bello y lo siniestro). Y tantos ms.

Tus ltimos libros El canto de las sirenas y La imaginacin sonora han tenido como

tema la msica, un arte al que los psicoanalistas han prestado menos atencin que a

otros. Nos gustara que nos dijeras algo de cmo ves las relaciones entre la msica y la

emociones. Se sabe que los estmulos acsticos son, con los quinticos, los ms antiguos

de la vida perceptiva y emocional del nio. La vida intrauterina est presidida por los

dos sonidos rtmicos de los latidos del nio y de la madre. Hay una comunicacin

elemental entre madre e hijo a travs de estos dos sonidos, de estos dos corazones que,

como dice Pere Folch, difcilmente pueden llegar al acorde: a latir al unsono. Es la

creacin musical la transformacin de experiencias sensoriales y emocionales muy

primitivas?; de experiencias sensoriales ntimamente relacionadas con las funciones

corporales y la emociones?

Es la tesis que preside La imaginacin sonora. La msica es un universal antropolgico,

como lo es el lenguaje. La cultura musical invade todas las culturas. Su vnculo con el

cuerpo se atestigua a travs de la danza. La lamentacin, el treno, la cancin de cuna, el

himno, la marcha militar, el cortejo: todo esto es comn a todas las culturas. Incluso las

ms inesperadas presentan sorprendentes creaciones: la msica de las tribus pigmeas

compone un original modo de polifona.


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La msica parece ser un continente especialmente apto para que el auditor proyecte enella sus particulares situaciones internas movilizadas por la audicin; una forma

especialmente apta para hacer transformar lo interno en externo; un mbito entre lo

interno y los externo, lo que los psicoanalistas llamamos un objeto transicional. Se

puede decir que el significado de la msica es extramusical, que en s misma no significa

nada?

Quizs no significa nada la msica, pero est cargada de sentido. Y no solo emocional.Habla al cuerpo, lo excita; pero sabe hablar tambin a las emociones. Y desde luego

promueve Ideas, Ideas musicales, que se vinculan con el intelecto. La msica es cerebral y

corporal. Es una semitica cerebral de gestos, ademanes, danzas, formalizadas en danzas,

canciones, baladas.


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Un fragmento deLa poltica y sus sombraEl problema de Freud y del psicoanlisis proviene de la saturacin lingstica yconceptual que en el ms cercano pasado lleg a producir en el escenario de la cultura. Elexcesivo uso y el generalizado abuso de trminos y conceptos convertidos en emblemasculturales, o su prdida de sustancia en los hbitos coloquiales, ha ocasionado unautntico oscurecimiento de la significacin radical y crtica que tuvieron en sus orgenesy que an siguen poseyendo si se los sabe rescatar a tiempo. Cuestionados desde frentesde las ciencias humanas que se reputan novedosos, pero que constituyen verdaderasinvoluciones, lo cierto es que parece prevalecer en ciertos ambientes la idea de que ambos-el autor y su ms importante invencin- constituyen algo periclitado.

Hay un antes y un despus en la concepcin de la subjetividad a partir de Freud.Wittgenstein considera que el sujeto es un lmite del mundo. Freud, previamente, acert apensar el sujeto escindido entre la parte emergente del iceberg, al que denominaconciencia, y el fondo de misterio inconsciente que, sin embargo, accede al lugar limtrofeal que denomina preconsciente. El sujeto se halla, por tanto, dividido en su propio ncleo.

No es un sujeto sustancial, tal como fue pensado por la tradicin cartesiana. Ni estampoco un sujeto capaz de enajenarse y perderse, como en el idealismo alemn, paraque finalmente se reconquiste en una reconciliacin conclusiva del sujeto y la sustancia.

Ese sujeto es el sustento y el soporte (frgil, precario y quebradizo) de un sustratolingstico y textual que se da curso expositivo a travs de la expresin verbal de sueos,actos fallidos, lapsus, o de las formas neurticas comunes. Es posible desentraar los

mecanismos mediante los cuales tal forma verbal simblica se produce (los clebresrecursos de condensacin, desplazamiento e identificacin consignados en esa obramagna freudiana que constituye La interpretacin de los sueos). Mediante esasmodalidades perfectamente asimilables a las figuras retricas (metfora, metonimia,sincdoque, irona, hiprbaton, paranomasia, elipsis, etc.) se construye y deconstruye elrelato en el cual descubre el sujeto su propia identidad y condicin.

Pues nuestra naturaleza subjetiva no posee otra sustancia y materialidad que la tanetrea y sutil del entramado de narraciones que forman nuestra propia existencia. Y enesos relatos que nosotros mismos somos reconocemos, finalmente, aquellos dispositivos

fundacionales en y desde los cuales esas narraciones se constituyen. En este punto Freudavanza algo tan atrevido y revolucionario como la formalizacin de esos dispositivos

primeros en forma literaria, acudiendo a los grandes mitos urdidos por la granliteratura occidental, que tuvo en Grecia su patria natal.

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