Desde que el hombre y la mujer comenzaron a manifestar algo de sentido común, con frecuencia han estado añorando una

supuesta instauración de la Paz en el mundo, pero ¿qué es en realidad la Paz para sentir que la necesitamos tanto?

¿Pueden la Paz y la guerra subsistir en el mismo lugar?

¿O será posible conseguirla

participando en una eterna guerra?

La paz es en realidad una forma de energía muy sutil que le es inherente a toda

esencia humana. Ella no puede ser enseñada ni puede ser aprendida ni

comercializada ni impuesta y mucho menos, se debe predicar

a viva voz que se es un

“defensor de la paz”, cuando en la propia esencia

no se ha podido desarrollar y fortalecer adecuadamente.

Esta energía tan sutil, al ser parte de nuestra esencia, sólo puede ser experimentada, disfrutada, esparcida, dispersada y/o

extendida con el vivo ejemplo en la ejecución de las acciones.

Es una de las tantas energías inherentes que deben ser activadas, desarrolladas, manifestadas, practicadas, disfrutadas, fortalecidas, afianzadas, arraigadas y reconocidas en pensamientos, palabras y

acciones, luego con la sola presencia de esa persona pacifista, su energía se difundirá silenciosamente por donde quiera que vaya, porque con su sólo fortalecimiento, todas las demás: verdad, rectitud, amor, carisma, tolerancia, colaboración, honestidad, generosidad, disciplina, empatía,

consideración, confianza, responsabilidad, respeto, …, serán evidentes.

Por lo tanto, la paz en el mundo no debe ser

sólo un anhelo…

Ella debería ser ya un hecho.

Debemos entender de una vez por todas que su estructuración energética está contenida en cada uno de nosotros y nunca ha dependido de qué persona o qué país esté mejor armado.

Si en algún lugar de este planeta, y en algún momento

se hubiesen desarrollado energías de paz entre

sus pobladores, los actuales problemas y discordias

no existirían porque cuando ella es experimentada,

nadie puede notar su ausencia.

Por lo tanto, comencemos a activarla y desarrollarlacon nuestra voluntad, con nuestros buenos deseos

de transformación y sobre todo con nuestro ejemplo, para que pronto la disfrutemos por todo el planeta.

Elizabeth Vârga Ramírez

Om Shanti, Shanti, Shantii(Paz en tu cuerpo, Paz en tu mente y Paz en tu Alma)

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