Pasolini Salo

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Salò: una mirada sobre el mundo, por Pier Paolo Pasolini A finales de agosto de 1975, Gian Luigi Rondi le propone a Pasolini realizarle una entrevista. Acababa de terminar el rodaje de lo que fue su última película: Salò, basada en el libro de Sade Los 120 días de Sodoma. El autor de la Trilogía de la vida y la Trilogía de la Muerte acepta. Habla de su nuevo film, de su derrota frente al mundo, de la resignación, de la “visión” como origen del acto creativo, entre otras cosas. Dos meses más tarde, el 2 de noviembre de 1975, hallan el cuerpo de Pier Paolo Pasolini asesinado en una calle romana. Rondi: Pier Paolo Pasolini acaba de filmar Salò e le centoventi giornate di Sodoma. En un comienzo, se pensó que Sergio Citti dirigiría el filme. ¿Qué lo ha inducido a dirigirlo usted, en cambio? Pasolini: Una visión, como siempre. He "visto" los hechos de Sade en un marchito universo burgués. He "oído" el estruendo de un bombardeo, mientras una de las víctimas era obligada a comer los excrementos apenas evacuados por un verdugo sobre el piso lustrado. Saló era de Sergio Citti hasta que se me presentó esta visión, libre de la traba del conformismo en que habitualmente vivimos: después, se vol-vió mío. También porque Sergio se había desencantado del filme a causa de otra idea: los años cincuenta cotejados con los años setenta a través de la historia de un hijo con dos padres... Así, a cada uno lo su-yo. La idea formal —Sade en 1944—, poseía ya todo cuanto se suele llamar el contenido. Rondi: Sade y la república de Saló. ¿Qué relaciones hay entre am-bos elementos? Pasolini: Primera relación: la razón práctica dice que, durante la época de la república de Saló, era particularmente sencilla la realiza-ción de las actividades a que se dedicaron los héroes de Sade: una gran orgía en una villa custodiada por las SS. Segunda relación: Sade dice expresamente en una frase, no tan célebre como otras de sus expre-siones, que nada es más profundamente anárquico que el poder. Y, por lo que sé, nunca hubo en Europa un poder tan anárquico como el de la república de Saló: era la pura desmesura hecha gobierno. Las atribuciones que rigen para todo poder, se presentaban particularmen-te para Saló. Tercera relación: además de su carácter anárquico, lo que mejor caracteriza al poder —a todo poder—, es su natural capaci-dad de transformar los cuerpos en cosas. En este aspecto, la represión nazi-fascista fue maestra. Cuarta relación: aceptación no-aceptación de la filosofía y la cultura de la época. Tal como los héroes de Sade aceptaban el método de la Ilustración, por lo menos el mental o lingüístico, pero sin aceptar la realidad que lo producía, así, los secuaces de la república de Saló aceptaban la ideología fascista más allá de cualquier realidad. Su verdadero lenguaje era su comportamiento, co-mo sucedía con los héroes de Sade: y el lenguaje del comportamiento obedece a reglas mucho más complejas y profundas que las de una ide-ología. El lenguaje de las torturas sólo tiene una relación formal con las razones ideológicas que empujan a torturar. Sin embargo, en los personajes de mi filme, aunque cuente más en ellos el lenguaje no ver-bal, su verbalidad adquiere gran importancia. La película es entre otras cosas bastante verborrágica. Pero esa verborrágica verbalidad, es necesario precisarlo, tiene importancia en dos sentidos: 1) forma parte de la representación, al ser "texto" de Sade. Vale decir, por ser lo que los personajes de Sade piensan de sí mismos y de sus actos; 2) forma parte de la ideología del filme, pues los personajes, recurriendo aun a citas anacrónicas de Klossowski y de Blanchot, también son lla-mados a enunciar el mensaje que establecí y organicé para el filme: anarquía del poder, inexistencia de la historia, circularidad (no psico-lógica, ni siquiera en el sentido del psicoanálisis) entre verdugos y víc-timas, institución de una realidad que no puede ser sino económica precedente a todo (y el resto, es decir la superestructura, que sólo apa-rece como sueño o pesadilla). Rondi: ¿Cómo ha estructurado estas relaciones en función del guión? Pasolini: He escrito el guión con Sergio http://www.librosycine.com.ar/3 - El Extranjero Powered by Mambo Generated: 2 September, 2006, 15:11

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Entrevista a Pier Paolo Pasolini sobre su película Salo.

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Salò: una mirada sobre el mundo, por Pier Paolo Pasolini

A finales de agosto de 1975, Gian Luigi Rondi le propone a Pasolini realizarle una entrevista. Acababa de terminar el rodaje de lo que fue su última película: Salò, basada en el libro de Sade Los 120 días de Sodoma. El autor de la Trilogía de la vida y la Trilogía de la Muerte acepta. Habla de su nuevo film, de su derrota frente al mundo, de la resignación, de la “visión” como origen del acto creativo, entre otras cosas. Dos meses más tarde, el 2 de noviembre de 1975, hallan el cuerpo de Pier Paolo Pasolini asesinado en una calle romana. Rondi: Pier Paolo Pasolini acaba de filmar Salò e le centoventi giornate di Sodoma. En un comienzo, se pensó que Sergio Citti dirigiría el filme. ¿Qué lo ha inducido a dirigirlo usted, en cambio?

Pasolini: Una visión, como siempre. He "visto" los hechos de Sade en un marchito universo burgués. He "oído" el estruendo de un bombardeo, mientras una de las víctimas era obligada a comer los excrementos apenas evacuados por un verdugo sobre el piso lustrado. Saló era de Sergio Citti hasta que se me presentó esta visión, libre de la traba del conformismo en que habitualmente vivimos: después, se vol­vió mío. También porqueSergio se había desencantado del filme a causa de otra idea: los años cincuenta cotejados con los años setenta a través de la historia de un hijo con dos padres... Así, a cada uno lo su­yo. La idea formal —Sade en 1944—, poseía ya todo cuanto se suele llamar el contenido.

Rondi: Sade y la república de Saló. ¿Qué relaciones hay entre am­bos elementos? Pasolini: Primera relación: la razón práctica dice que, durante la época de la república de Saló, era particularmente sencilla la realiza­ción de las actividades a que se dedicaron los héroes de Sade: una gran orgía en una villa custodiada por las SS. Segunda relación: Sade dice expresamente en una frase, no tan célebre como otras de sus expre­siones, que nada esmás profundamente anárquico que el poder. Y, por lo que sé, nunca hubo en Europa un poder tan anárquico como el de la república de Saló: era la pura desmesura hecha gobierno. Las atribuciones que rigen para todo poder, se presentaban particularmen­te para Saló. Tercera relación: además de su carácter anárquico, lo que mejor caracteriza al poder —a todo poder—, es su natural capaci­dad de transformar los cuerpos en cosas. En este aspecto, la represión nazi-fascista fue maestra. Cuarta relación: aceptación no-aceptación de la filosofía y la cultura de la época. Tal como los héroes de Sade aceptaban el método de la Ilustración, por lo menos el mental o lingüístico, pero sin aceptar la realidad que lo producía, así, los secuaces de la república de Saló aceptaban la ideología fascista más allá de cualquier realidad. Su verdadero lenguaje era su comportamiento, co­mo sucedía con los héroesde Sade: y el lenguaje del comportamiento obedece a reglas mucho más complejas y profundas que las de una ide­ología. El lenguaje de las torturas sólo tiene una relación formal con las razones ideológicas que empujan a torturar. Sin embargo, en los personajes de mi filme, aunque cuente más en ellos el lenguaje no ver­bal, su verbalidad adquiere gran importancia. La película es entre otras cosas bastante verborrágica. Pero esa verborrágica verbalidad, es necesario precisarlo, tiene importancia en dos sentidos: 1) forma parte de la representación, al ser "texto" de Sade. Vale decir, por ser lo que los personajes de Sade piensan de sí mismos y de sus actos; 2) forma parte de la ideología del filme, pues los personajes, recurriendo aun a citas anacrónicas de Klossowski y de Blanchot, también son lla­mados a enunciar el mensaje que establecí y organicé para el filme: anarquía del poder, inexistencia de la historia, circularidad (no psico­lógica, ni siquiera en el sentido del psicoanálisis) entre verdugos y víc­timas, institución de una realidad que no puede ser sino económica precedente a todo(y el resto, es decir la superestructura, que sólo apa­rece como sueño o pesadilla). Rondi: ¿Cómo ha estructurado estas relaciones en función del guión? Pasolini: He escrito el guión con Sergio http://www.librosycine.com.ar/3 - El Extranjero Powered by Mambo Generated: 2 September, 2006, 15:11

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Citti, pensando siempre en función del filme dirigido por él, reservándome in pectore algunas ideas para mi posible filme: a Sergio no le convencía para nada la transposición. El guión siguió entonces una idea estructural pro­pia, autónoma respecto de la transposición. Y además, ésta no podía tener sentido sinoen cuanto fuese perfectamente mecánica. Debía cuidar que, en función del guión, no se tuviera en cuenta ni se tomara nada real referido a la república de Saló. Como he tenido oportunidad de decir a menudo, la estructura debía ser de carácter dantesco, lo que retoma, no sólo crítica sino también objetivamente, una intención del propio Sade. La construcción dantesca resulta, además, muy elemen­tal: se trata de una estructura vertical muy simple: un anti-infierno y tres círculos. Pero todo ello no puede sino obligar al filme a un ritmo de representación más que de narración, representación sacra, es decir representación maldita. Rondi: ¿Y la ideología del filme? Pasolini: Ya he hablado de ella al contestar a la segunda pregun­ta. Pero no confundamos ideología con mensaje, ni mensaje con sentído. El mensaje pertenece, en su aspecto ideológico, a la ideología; en su aspecto alógico, al sentido. El mensaje lógico es casi siempre escle­rótico, embustero, ocasional, hipócrita, aunque sea muy sincero. ¿Quién podría dudar de mi sinceridad cuando digo que el mensaje de Saló es la denuncia de la anarquía del poder y de la inexistencia de la historia? Y sin embargo, así enunciado, ese mensaje es esclerótico, embustero, ocasional, hipócrita, es decir lógico, pertenece al mismo sistema lógico que no encuentra anárquico al poder y que habla de la existencia de la historia y, aun más, plantea todo ello como un deber. La parte del mensaje que pertenece al sentido del filme es inmensa­mente más real, porque incluye también todo lo que el autor no sabe, es decir el carácterilimitado de su misma restricción sociohistórica. Pero ese aspecto del mensaje es inefable: no puede ser librado sino al silencio y al texto. Finalmente, ¿qué es el sentido de una obra? Es su forma; el mensaje, entonces, es formal: justamente por ello, cargado sin límites de todos los contenidos posibles en cuanto coherentes, en sentido estructural, entre sí. Hay ciertas tacitas de té... Rondi: ¿Y la representación? (Ideas de dirección, el  lenguaje, el estilo). Pasolíni: Justamente, la representación... las ideas de dirección... Aclararé algunos elementos estilísticos de carácter metonímico, típicos del filme: 1) Acumulación de caracteres cotidianos de la alta bur­guesía: trajes cruzados,décolletés con respetables pañuelos y decoro­sos zorros blancos, pisos lustrados, mesas sobriamente preparadas, colecciones de cuadros de un arte levemente degenerado —un poco de rebelión intelectual—, futurista y formalista; lenguaje corriente, bu­rocrático, preciso hasta la autocaricatura. 2) Reconstrucción oculta de la ceremonia nazi, su desnudez, su simpleza militarista y a la vez deca­dente, su vitalismo ostentoso y glacial, su disciplina como armonía ar­tificial entre autoridad y obediencia, etc. 3) Acumulación obsesiva hasta el límite —creo— de la tolerabilidad de los hechos sádicos, ritualizados y organizados, es cierto, pero a veces confiados también al raptus. 4) Corrección irónica de todo lo anterior, a través de un humo­rismo que por momentos estalla en detalles de declarada y siniestra co­micidad, y porel cual todo vacila de repente y se presenta como algo irreal o falso, justamente en virtud del satanismo de grand guignol de su propia autoconciencia. En tal sentido, la régie se expresa, sobre to­do, en el montaje: allí se produce el dosaje entre seriedad e imposibili­dad de la seriedad, entre un feroz y sangriento Thanatos y un Baubon vil (Baubon o Bauba era una divinidad griega, no del todo definida, que encarnaba a la risa liberadora, o mejor dicho, obscena y liberadora). A cada imagen, debo plantearme el problema de volver intolerante al espectador y, después, de desarmarlo. He tenido la tentación de titular a este filme Dada, pensando también en dudú (Canto / ese temita que me gusta tanto / y que dice dadá, dadá, da-dá-da-dá). http://www.librosycine.com.ar/3 - El Extranjero Powered by Mambo Generated: 2 September, 2006, 15:11

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Rondi: ¿Los intérpretes? Pasolini: Los elegí como es mi costumbre: las víctimas populares o pequeño-burguesas, son no-profesionales, reales; los señores y los poderosos loshe elegido, en parte entre los intelectuales aptos para ac­tuar (Paolo Uberto Quintavalle y algunos actores dedicados al dobla­je), y también entre personas que no debían actuar, sino sólo ser (Giorgio Cataldi y Aldo Valletti). También hay actores: Paolo Bonacelli, Elsa de Giorgi, Caterina Boratto, Héléne Surgere, Sonia Sauviange. Rondi: ¿Cómo ubicaría este filme respecto de sus filmes ante­riores? (¿Cómo ha llegado a él, cuál de sus discursos sigue y, eventualmente, qué otro discurso pretende inaugurar?) Pasolini: Éste es el filme de la adaptación. He terminado olvidan­do cómo era Italia hasta hace una década o menos, y, como no tengo otra alternativa que el exilio o el suicidio, he terminado aceptando a Italia tal cual es ahora. Un inmenso pozo de serpientes donde, salvo alguna excepción y algunas míseras élites, todo es serpientes, estúpidas y feroces, indiferenciables, ambiguas, desagradables. Y todo ello, a causa de: a) su degradante consumismo, un consumismo impuesto y, en segundo lugar, sectorialmente, b) la escuela obligatoria, que los ha frustrado, volviéndolos conscientes de su propia ignorancia y, a la vez, presuntuosos deesas cuatro tonterías moralistas y séudo-democráticas que aprendieron allí, c) la televisión, que les muestra los modelos de vida y los valores a través de un lenguaje que, al ser pura representación, no admite réplicas lógicas, d) una infinidad de otras causas, todas concurrentes, y todas nacidas de una misma matriz: el cambio de naturaleza del poder económico. Si las cosas son ahora así, ¿puedo hacer ya filmes como lo de la Trilogía de la vida? He estado en Oriente y no puedo volver allí. Aquí, te dan ganas de cortarles los cabe­llos a los cretinos con jeans, atildados y con barbas de menipeos y brah­manes; lo que siempre aparece ante tus ojos es el mismo rostro infeliz y vagamente siniestro que te mira, y no sabes si te está provocando, suplicando, si piensa pedirte ayuda o darte un puntapié. ¿Cómo repre­sentar la antigua alegría del sexo —la alegría del sexo de los tiempos de relativa represión, alegría que era puro reino interior, venganza contra el poder, arrobamiento respecto de él, burla—, a través de estos jóve­nes ahora infelices por las obligaciones que ha creado la falsa tolerancia? No queda otro camino que adaptarse, querido Rondi. Y como la adaptación es una derrota, y la derrota nos vuelve agresivos y hasta un poco crueles, aquí está Salò, o digamos, más bien, salaud. 24 de agosto de 1975        

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