PAISAJES FAMILIARES DE LOS REGANTES · Z^ La expresión "desmoralización" es utilizada por Pierre...

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PAISAJES FAMILIARES DE LOS REGANTES ANDRÉS PEDREÑO

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PAISAJES FAMILIARES DE LOSREGANTES

ANDRÉS PEDREÑO

Este capítulo se ocupa de las estructuras demográficas y familiaresen las que se encuadran los regantes. Ello se hace desde la tripleperspectiva que configura la composición o ciclo vital de las familias,de las relaciones de éstas con la explotación y con las actividades noagrarias y por último con su proyección en el futuro de la explotación.Cuestión esta última, la de la sucesión de las explotaciones, clave paraentender el propio momento actual no sólo de la relación familia-explotación en sus distintas estrategias familiares, sino también delfuturo a corto plazo de la propia actividad agraria.

Cuando en nuestro análisis hablamos en términos de paisajesfamiliares y demográficos de los regantes estamos tratando de mostrar ysubrayar las modalidades de inserción de la agricultura en el entornosocial. Todas ellas tienen en común su alejamiento de lo que habíanproyectado idealmente las tecnocráticas políticas que promovían laexpansión del regadío en la España de los años 50 y 60. Entonces, elregadío era definido como parte de la cuestión nacional, en cuanto quesu ampliación exigía una política hidráulica de regulación de lascuencas fluviales e inclusive de construcción de trasvases de agua, conel objetivo de poblar el desierto -las áridas y semiáridas tierras delcentro y sur de España-, asentando y arraigando la población pararalentizar la sangría migratoria.

La política anudada sobre la cuestión del regadío comoproblemática nacional, sin embargo, en nada tomó en consideración lainserción de las estructuras agrarias en la estructura social, de tal formaque el formidable éxodo rural-urbano que se intensifica a lo largo de ladécada de los 60, vino a desmentir cada uno de los mitos del regadíocomo cultivo social. Sin cuestionar las desigualdades profundas de ladominación económica y simbólica de los hombres y(muy especialmente)mujeres del agro españo.l, el regadío y su política apologista no pudieronevitar la "gran desbandada" de estas clases en declive que vieron en laemigración la única oportunidad de salir de un mundo social cuyos

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patrimonios estaban quedando desvalorizados (y dificilmentereconvertibles) en el nuevo orden social definitivamente urbano eindustrial (Camarero, 1993).

Este capítulo ofrece un lienzo del paisaje (demográfico y familiar)tras la gran desbandada generalizada de la España regante, única salidaa la que pudieron aspirar las gentes de campo para contrarrestar ladesmoralización provocada por el circulo guebrado de la reproducciónsocial de su mundo21: huida de los jóvenes y mujeres del campo,celibato de los agricultores, envejecimiento y despoblación rural,desvalorización simbólica del mundo campesino -los paletos- en elorden urbano-industrial, etc.

Como bien ha mostrado una tradición de investigación de lasociología rural, la quiebra del círculo de la reproducción social delorden agrario tradicional se vincula con la reformulación de lasestrategias laborales y vitales de las mujeres rurales, mediante las cualesconsiguieron alejarse progresivamente del papel subordinado quetradicionalmente le había asignado el orden campesino, bien mediantesu inversión en la adquisición de capital escolar, bien mediante susalarización proletarizada (Camarero, Sampedro y Vicente-Mazariegos,1992).

La desagrarización de las familias rurales y la individualización delas explotaciones agrarias son otros dos rasgos sociales característicosdel agro español contemporáneo. Ello ha conducido a una mayordiversificación de las opciones laborales de los miembros de la familiaagraria, apareciendo el fenómeno de la agricultura a tiempo parcial(Etxezarreta, 1985) y/o de la pluriactividad familiar (Arkleton, 1990;Sampedro, 1996). En este contexto, las trayectorias laborales yformativas de las mujeres se han reformulado en profundidad, aunque amenudo el carácter simbólicamente invisible de sus trabajos -porcarencia de un estatuto de reconocimiento y valorización social- hace

Z^ La expresión "desmoralización" es utilizada por Pierre Bourdieu en E! Baile de losSolteros (para referirse a una de las posibilidades de la acción social de las clases endeclive (como los campesinos) la cual conduce a"la desbandada, como suma de huidasindividuales", frente a otra posible de "movilización que conduce a la búsqueda colectivade una solución colectiva de la crisis" (Bourdieu, 2004: 241). Lo de "el círculo quebrado"es[á extraído del título de la fundamental obra de Camarero, Sampedro y Vicente-Mazariegos (1991).

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que persistan en su condición de "sujeto pendiente" (Camarero y otrós,2005; Oliva y Camarero, 2005).

En paralelo al declive de la agricultura familiar ha emergido unaagricultura salaria! que se extiende según dos lógicas: 1) por el déficitde mano de obra creado por la desvinculación de los cónyuges e hijosde las explotaciones agrícolas, especialmente en aquéllas más rentables,que son las que fundamentalmente van a recurrir a fuerza laboralexterna como opción de asalarización del trabajo de las explotacionesZZ;y 2) por la formación de grandes empresas agrícolas, las cualesconforman sus relaciones sociales de producción sobre el trabajoasalariado (Pedreño, 1998 y 2000).

En la actualidad, la agricultura salarial forma una parte importantedel paisaje del regadío español, siendo especialmente pujante enaquéllas orientaciones productivas para exportación que tienen un altovalor añadido, tales como las frutas y hortalizas en fresco, dado suvirtualidad para moldear la nueva norma de consumo postfordistacaracterizada por parámetros alimentarios basados en la diferenciacióndel producto, la demanda de calidad y salud, etc.23.

La composición social del jornalerismo agrícola de la nuevaagricultura salarial se caracteriza por 1) la presencia de mujeresjóvenes, especialmente en la fase de manipulado y confección delproducto agrícola en los denominados almacenes, que han servido dedestino habitual en estas regiones agroexportadoras para las estrategias desalarización proletarizada de las mujeres ntrales24, y 2) por una abultada ycreciente inserción de trabajadores inmigrantes extracomunitarios, hasta elpunto que las labores más intensivas en trabajo de estas agriculturas

ZZ Merece la pena insistir con Gómez Benito y González (2002a) en que este déficit demano de obra familiar en las explotaciones no se debe tanto a su ausencia o inexistenciacomo a una determinación decidida de contratar trabajo externo asalariado, creando asícondiciones sociales de posibilidad para estrategias de individualización y movilidadsocial de los miembros del grupo familiar, los cuales podrán desvincularse de las tareas dela explotación e invertir en estrategias de adquisición de títulos escolares o insertarse enmercados de trabajo extraagrarios.^ Para una aproximación a esta forma de globalización agoalimentaria, así como a lospaisajes salariales que extiende en diferentes lugares de la geograFa mundial -en el casoespañol tiene un importante polo productivo en las regiones de la vertiente mediterránea-,puede consultarse Pedreño y Quaranta (2003).24 Véase, por ejemplo, para el caso valenciano Candela y Piñón (2005) y para el casomurciano Pedreño (1999b).

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salariales (la recolección, la plantación, etc.) se han conformado comoun auténtico nicho laboral de y para inmigrantes extranjerosextracomunitarios.

1 PAISAJES DEMOGRÁFICOS DE LOS REGANTES

Dada la dinámica de invisibilización simbólica del trabajo femeninoen las explotaciones agrarias a la que anteriormente hacíamosreferencia, no debe sorprendernos que en el paisaje demográfico de losregantes, los titulares de las explotaciones sean fundamentalmentevarones. Sólo el 3,5% de los titulares de la muestra son mujeres. Ello sedebe a un doble motivo, en primer lugar, pero no por ello másimportante, por la desvinculación mayor que tienen las mujeres de laactividad agraria, y en segundo lugar, y como explicación de loanterior, por la mencionada invisibilidad social de la mujer en laactividad agraria, relegada en categorías subsidiarias como ayudafamiliar. Por ello, aunque sea la mujer quien en algunas explotacioneslleve el peso y actúe en la práctica como titular, este atributo sueleocuparlo formalmente el varón. Tampoco está previsto para lasexplotaciones un régimen de cotitularidad. Cuando hoy en plenadesagrarización de las familias rurales, las investigaciones constatan quelas mujeres emprendedoras rurales son aún "un sujeto pendiente"(Camarero, 2005; Oliva y Camarero, 2005), comprobamos la fuerza de lainercia que tienen las disposiciones sociales o habitus inculcados por loscondicionantes materiales de vida y los principios de educación familiarcaracterísticos del universo de las explotaciones familiares agrícolas, encuanto sistema de posiciones sociales desigualmente estructurado por ladiferenciación de género (y que secularmente ha posicionado a la mujerde forma subordinada).

Por ello en este apartado, con objeto de tener una mayor proximidada la realidad real de gestión y dirección de las explotaciones, no seconsideran únicamente los titulares sino que también se incluyen enesta posición los cónyuges siempre y cuando tengan una implicación enla explotación.

La pirámide de población de los regantes titulares (gráfico 1) reflejael pronunciado proceso de envejecimiento de este colectivo, en el quelas cohortes de edad por encima de los 54 hasta los 70 años sobresalendestacadamente, mientras que las cohortes de los 44 hacia los 20 años

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se estrechan progresivamente hasta prácticamente desaparecer en lascohortes de 25-29 años y 20-24 años.

GRÁFICO 1ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA DE TITULARES Y CÓNYUGES

IMPLICADOS

75 y más

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55-59

45-49

35-39

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I

n Varones

q Mujeres

16-19

l2 9 6 3 0 3 6 9 12

Si examinamos la estructura demográfica en los diferentes paisajesdefinidos (gráfico 2), se observa que:

- El paisaje hortofrutícola Mediterráneo y Suratlántico aparecemarcado por un envejecimiento pronunciado de los regantes, yaunque en un principio pueda sorprender este hallazgo, lo ciertoes que, si lo comparamos con los otros dos paisajes, este es elpaisaje donde se ha consolidado un agudo problema desobreenvejecimiento.

- También el paisaje hortícola y frutícola de Interior estáenvejecido, observándose una mayor participación femenina enlas explotaciones.

- El paisaje extensivo e industrial de Interior dibuja una pirámideen la que las cohortes de mayor edad no sobresalen tanto como

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en las anteriores, mientras que las de edades más jóvenes noson tan estrechas. Mientras las anteriores pirámides tienen unaestructura claramente regresiva mostrando una clara crisis dereproducción, en este caso se trata de una estructuraestacionaria. Es decir, en este paisaje los procesos de recesiónhan tocado fondo y quedan en la actividad fundamentalmenteexplotaciones productivas o marginales y por ello su estructurademográfica aunque envejecida resulta más estable.

GRÁFICO 2ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA DE TITULARES Y CÓNYUGES

IMPLICADOS SEGÚN PAISAJE

Hortofrutícola Mediterráneo y Suratlántico (A)

75 y más

70-74

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50-54

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30-34

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75 y más

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25-29

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n Varones

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0 2 4 6 8 10 12 14

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Si nos detenemos en la estructura demográfica de quienes residen enlas familias de regantes (gráfico 3), esta estructura vuelve a hablarnosdel envejecimiento que afecta a estas familias.

GRÁFICO 3ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA DE RESIDF,NTES EN FAMIL[AS

DE REGANTES

Sin embargo, aparecen otros elementos de interés, al diferenciar por

75 y más

65-69

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45-49

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25-29

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I

^

3

n Varones

q Mujeres

6 9 12

paisajes (gráfico 4) Precisamente el paisaje demográficamente másrecesivo para los titulares, el Hortofrutícola Mediterráneo presenta unabase más juvenilizada, es decir, hay jóvenes que residen en estasfamilias. Por el contrario, en el caso del Interior Extensivo e Industrialno se observa población en la base. Ello indica el vaciamiento familiarde este paisaje, poblado fundamentalmente por regantes solteros oregantes cuyos hijos han abandonado la localidad.

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GRÁFICO 4ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA DE RESIDENTES EN FAMILIAS

DE REGANTES

Hortofrutícola Mediterráneo y Suratlántico (A)

7^ ^ má.

65-69

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Extensivo e Industrial de Interior (C)

75 y más

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35-39

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q Mujeres

14 12 10 8 6 4 2 0 2 4 6 8 10 12 14

Si observamos estas estructuras en función del grado de implicaciónque tienen los residentes en las familias de regantes en la explotación,(gráfico 5), vemos que si en las anteriores pirámides familiaresaparecían dos cohortes que sobresalían en la base (los de 20-24 y los de25-29). Desde el punto de vista de su implicación, esas cohortes tienenuna nula o baja implicación. Menos aún en el caso de las mujeresjóvenes. La mayor implicación, e incluso la implicación temporal, seincrementa entre los varones en las cohortes entre 55 y 69 años.

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GRÁFICO 5ESTRUCTURAS DEMOGRÁFICAS DE LOS RESIDENTES EN

FAMILIAS DE REGANTES EN FUNCIÓN DE SU [MPLICACIÓNEN LA EXPLOTACIÓN

75 y más

70-74

65-69

60-64

55-59

50-54

45-49

40-44

35-39

30-34

25-29

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6 3 0 3

q Varón Implicado

q Varón temporal

n Varón no implicado

n Mujer Implicada

® Mujer temporal

0 Mujer no implicada

126 9

Estas estructuras no presentan diferencias significativas entre losdistintos paisajes (gráfico 6). En el paisaje Mediterráneo-Suratlántico,en el que tienen más peso los jóvenes, la relación es claramente de noimplicación. En el paisaje de Hortícola y Frutícola de Interior, estarelación no es tan drástica observándose una relativa implicación dealgunos de los miembros que están en posición de hijos. En el extensivoe industrial del Interior, la implicación de los varones es algo mayor, sibien esto es debido a su ausencia. Es decir, están sólo quienes tienenalguna implicación, el resto, dicho gráficamente, se han ido. En los trespaisajes las mujeres están desvinculadas de la explotación.

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GRÁFICO 6ESTRUCTURAS DEMOGRÁFICAS DE LOS RESIDENTES EN

FAMILIAS DE REGANTES EN FUNCIÓN DE SU IMPLICACIÓNEN LA EXPLOTACIÓN POR PAISAJES

Hortofrutícola Mediterráneo y Suratlántico (A)

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Hortícola y Frutícola de Interior (B)

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q Varón Implicado

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Extensivo e Industrial de Interior (C)

75 y más

70-74

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45-49

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35-39

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O Varón Implicado

0 Varón temporal

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n Mujer Implicada

® Mujer temporal

fJ Mujer no implicada

4 12

1.1. EI paisaje demográfico de los implicados en la explotación

Las figuras anteriores muestran la progresiva desvinculación de losmiembros familiares, sin embargo constituyen sólo parcialmente elpaisaje demográfico de la actividad familiar. Las siguientes figurasmuestran sólo a aquellos familiares realmente implicados, conindependencia de que residan en la misma vivienda del titular regante.

Así puede comprobarse que el sobreenvejecimiento de los titularestiene su compensación mediante la participación en la explotación dehijos en edades intermedias que residen independientemente. Estoshijos, únicamente varones y no titulares completan, los huecos de unabase demográfica insuficiente.

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GRÁFICO 7ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA DE FAMILIARES IMPLICADOS

SEGLJN HOGAR DE RESIDENCIA

75 y más

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12 9 6

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q Varones en hogar

® Varones en otro hogar

© Mujeres en hogar

n Mujeres en otro hogar

3 9 126

En los paisajes Mediterráneo-Suratlántico y Frutícola y Hortícola deInterior, precisamente los más recesivos, este complemento, laparticipación de los hijos resulta fundamental. Ello es especialmentepatente en el primero. Por el contrario en el paisaje Extensivo eIndustrial de Interior no existe esta complementariedad. No hay aportevital fuera del hogar del titular. Como se ha dicho anteriormente, aquílos hijos en la medida en que se han desvinculado de la actividad se hanido a otros lugares de residencia. De hecho los miembros jóvenes y enedad intermedia, con alta proporción de célibes, residen en la medida enque cuidan a sus progenitores y en esa misma medida están implicadosen el mantenimiento de la explotación. Obsérvese como indicio de estola mayor importancia que tienen las mujeres implicadas en edadesintermedias.

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GRÁFICO 8ESTRUCTURA DEMOGRÁFICA DE FAMILIARES IMPLICADOS

SEGÚN HOGAR DE RESIDENCIA POR TIPO DE PAISAJE

Hortofrutícola Mediterráneo y Suratlántico (A)

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Hortícola y Frutícola de Interior (B)

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Extensivo e Industrial de Interior (C)

75 y más

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55-59

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O Varones en hogar

® Varones en otro hogar

O Mujeres en hogar

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2. LA ESTRUCTURA DE LAS FAMILIAS DE LOS REGANTES

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Es una premisa clásica de los estudios sociales del mundo agrariodemostrar la influencia de la estructura familiar sobre la organizaciónproductiva y económica de la explotación. La explotación se constituyeasí en función o variable dependiente de la estrategia familiar. Estasupeditación de la explotación a la estructura familiar posibilitaba en lassociedades tradicionales la reproducción tanto de la explotación comodel grupo familiar, dada la unidad indivisible de ese binomioeconómico-social. Las transformaciones que han venido operando enlas sociedades contemporáneas desde al menos los años 50, hanquebrado ese vínculo, abriendo progresivamente fallas en el tradicionalbinomio familia-explotación. De esta forma, la explotación ha dejadode ser la infraestructura productiva que garantiza la reproducciónbiológica y social de la familia.

El nuevo contexto se caracteriza por la desagrarización de lasfamilias, la individualización de la explotación y la diversificación delas estrategias económicas familiares también individualizadas. Comoresultadu de estos cambios, han venido emergiendo variadas formas decomposición social de las familias. EI presente estudio sobre los

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regantes del campo español hoy constata la heterogeneidad de sussituaciones familiares. Así, se han podido construir las siguientesmodalidades de familia del regante titular: a) vive solo; b) soltero jovenen familia; c) soltero mayor en familia; d) pareja sola; e) pareja conhijos menores de 16; f) pareja con mayores de 16; g) pareja con hijosmayores y menores de 16 años; h) extensa; i) monoparental.

El propósito de este apartado es abordar la caracterización de esascomposiciones familiares en relación con las características de laorganización productiva y económica de la explotación, según lasvariables de: a) Posición de la explotación en la estrategia económica delregante: titular no implicado, pluriactivo, complementario, productorgrande, productor pequeño y marginal; b) Unidad de DimensiónEconómica; c) Orientación Técnico Económica (OTE), es decir, el tipode cultivo; d) Estructura de los ingresos familiares, y papel ocupadopor la explotación en la misma; e) Vinculación al trabajo de laexplotación por otros familiares no residentes en la vivienda;f) Implicación del titular en la explotación en ténninos de exclusividado pluriactividad, y g) Organización familiar de la explotación.

Nos interesa analizar cómo se está reformulando el papel de laexplotación en el interior de las estrategias seguidas por las diferentescomposiciones familiares de los regantes. Dada la ruptura del binomiofamilia-explotación, no podemos leer esta relación en términos decausa-efecto. Por ello utilizaremos el concepto sociológico deconfiguración25 para enfatizar la apertura habida en las interaccionesentre familia y explotación.

Del comportamiento de las diferentes variables seleccionadas en sudistribución por la estructura familiar de los regantes (véase tablas 1-7),

se derivan tres configuraciones familia-explotación: una primeracaracterizada por familias envejecidas con explotaciones marginales(apartado 2.1), una segunda compuesta por solteros para quienes laexplotación tiene un papel relevante (apartado 2.2), y una tercera

ZS En la medida que la explotación ha dejado de ser la función exclusiva de la familia (y ala inversa, pues pazafraseando a Marx, en la agricultura tradicional era la familia quien

pertenecía a la explotación), el término de configuración -extraído de la sociología deNorbert Elias-, sugiere una comprensión más abierta, relacional y procesual del complejode interdependencias y estrategias que vinculan (y/o desvinculan) a los diferentesmiembros del grupo familiaz respecto a la explotación.

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definida por tratarse de parejas jóvenes que tienen una relaciónambivalente con la explotación (apartado 2.3).

2.1. Envejecimiento y marginalidad de la explotación

Esta configuración se caracteriza por regantes que conforman unhogar caracterizado por el envejecimiento (regantes que viven solos, enparejas solas o en familias monoparentales) cuya relación con laexplotación es ocasional -titulares no implicados, complementario 0marginal-.

Si nos fijamos en las dos posiciones minoritarias, es decir, lostitulares no implicados y los marginales, observaremos que:

- La figura del regante no implicado es alguien que vive solo, enpareja sola o en familia monoparental, es decir, en situacionesfamiliares prototípicas de un estadio de edad avanzado. Aparecenasí dan dos tipos de hogares: por un lado, uno que se caracterizapor un hogar individual, por tratarse de solteros o viudos queviven solos, y por otro lado, aquellos que únicamente acogen a lapareja (sin hijos) o forman una familia monoparental(normalmente viudo o viuda en cuyo hogar residen los hijos).

- Los regantes marginales, sin embargo, no se vinculan a unacomposición familiar tan evidente como la anterior, aunqueclaramente puede apreciarse que las situaciones familiarescaracterizadas por un grado menor de envejecimiento (solterosjóvenes en familia, y las diferentes situaciones de parejas conhijos), aparecen muy exiguamente en dicha categoría, de dondese infiere que este tipo de regante se vincula también básicamente asituaciones familiares envejecidas. Tal y como nos muestra latabla 1, más de un tercio de los regantes que están solos, enparejas solas y familias monoparentales tienen una vinculación

- de titular no implicado o marginal con la explotación.

En cuanto a la posición restante, la de aquellos regantes quemantienen la explotación como una estrategia económicacomplementaria, se trata de regantes que están solos o en parejas solas(porcentajes del 23,6% y del 31,3%, respectivamente), lo cual nos viene aremitir a una configuración familiar anciana cuyo ciclo vital los hacebásicamente dependientes de la recepción de pensiones de jubilación.

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En definitiva, en esta configuración familia-explotación, el ciclovital del titular como el de la familia viene definido por un estadio deenvejecimiento que determina una progresiva desvinculación de laexplotación (y una posición perimetral de la misma en la estrategiaeconómica familiar).

La dimensión económica de la explotación es una vaziable que amenudo ha sido utilizada por los estudiosos para fundamentarexplicaciones unidimensionales, en el sentido de convertirla en la únicavariable considerada para explicar la implicación del regante en laexplotación. Sin embargo, esta variable no se puede desvincular deotras que tienen que ver con el ciclo familiar (composición, recursosdisponibles, opciones estratégicas, etc.).

Como se observa en la tabla 2, la presente configuración familiar secaracteriza por la tenencia de las Unidades de Dimensión Económica(UDEs) más bajas (con <6). Así es para más de la mitad de los regantessolos (casi un 60%), los que están en pareja sola (60,7%) y en situación

de monoparentalidad (54,3%).

Aquí la explotación es un mero complemento a la pensión (caso delos jubilados) o a un ingreso extraagrario (en el caso de los colectivosmenos envejecidos), cuando no meramente una actividad que semantiene para autoabastecer al hogar de ciertos productos alimentarios.

Esta configuración tiende a utilizar su explotación fundamentalmentecon cultivos marginales, aunque también puede aparecer algún cultivo deárbol (como cítrico). Como puede verse en la tabla 3, las composicionesfamiliares con relación a la orientación técnico-económica (OTE) de laexplotación parecen distribuirse entre dos extremos constituidos por loscultivos marginales y los frutales cítricos. En el primero, tienden aconcentrarse las situaciones familiares de "solo", "pareja sola" y"monoparental". En el segundo extremo, los frutales cítricos, los cualesdestacan por la versatilidad de posibilidades que este cultivo tiene pazasostener diferentes estrategias familiares -de hecho, todas lascomposiciones familiares de la tabla tienen un peso significativo en estecultivo-.

El origen de las rentas familiares se distribuye más o menossimétricamente entre dos modalidades (tabla 4): familia pensionista y

familia agraria. Prácticamente un 80% de los regantes de esta configuraciónfamiliar se agrupan en estas dos categorías de ingresos. Ello nos está

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mostrando que en la misma se concentran básicamente pensionistas, asícomo explotaciones individuales cuyos titulares componen un colectivoseguramente envejecido.

' La concurrencia de familiares no residentes en la vivienda en lostrabajos de la explotación (tabla 5) siendo muy exigua para todas lasconfiguraciones familiares, sin embargo se observa que la misma estáestrechamente relacionada con el ciclo de edad del regante titular (amayor edad del regante, mayor posibilidad de concurrencia defamiliares no residentes, y a la inversa). Por ello esta opción seincrementa considerablemente en el caso de los hogares solos, deparejas solas y monoparentales, en los cuales uno de cada dos titularesdice tener trabajando en su explotación a familiares no residentes. Porello puede afirmarse que la participación de este tipo de trabajo es másprobable en las explotaciones individuales con titulares caracterizadospor su envejecimiento, en las cuales seguramente concurren hijos y/ohijas de estos regantes propietarios envejecidos.

Los regantes de esta configuración tienden a caracterizarse por laexclusividad agraria y dedicación baja a la explotación (tabla 6). Esto escoherente con la cazacterización que venimos . realizando de estaconfiguración familia-explotación, según la cual se trata de regantesenvejecidos que son fundamentalmente dependientes de los subsidiosestatales, y cuya explotación tiene una escasa dimensión económica (menosde 6 UDEs), y cuya orientación técnico-económica es la de cultivos querequieren de pocas exigencias de trabajo (como el cítrico o los cultivosmarginales).

El análisis de las composiciones familiares según la organizaciónfamiliar de la explotación es una primera aproximación a las estrategiasdel grupo familiar (tabla 7). Los regantes que están solos -sin familia-tienen mayoritariamente una relación parcial con la explotación, aunquesiendo menos numeroso también es significativo el número de regantesa tiempo completo.

Por otro lado, casi la mitad de los regantes que están en parejas solasestán dentro de la categoría parcial con familia no agraria, y un pocomás de un cuarto son regantes a tiempo completo con familia noagraria. Esta composición familiar es un ejemplo paradigmático de unproceso progresivo de individualización de la explotación e inclusodesvinculación parcial por desagrarización de la familia. Una dinámica

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similar cabe inferir de la composición regantes en familiamonoparental, pues un tercio de estos regantes lo son parcialmente ycon familia no agraria.

En definitiva, esta configuración familia-explotación recoge dosmodalidades de organización familiar de la explotación, unamayoritaria, que es un regante que trabaja sólo en la explotación, sinimplicación de ningún miembro de la familia y con baja dedicación, yotra, menos numerosa pero con una presencia suficientemente significativa,de un regante a tiempo completo, solo y sin implicación de ningún familiar(al menos de familiares residentes en la vivienda, pues como hemosvisto, si es significativa la concurrencia de familiares no residentes en lamisma vivienda).

2.2. Soltería del titular y preeminencia de la explotación

Esta configuración se caracteriza por estar compuesta por célibes enfamilia paterna (solteros jóvenes en familia y solteros mayores enfamilia) para quienes la explotación ocupa una papel relevante en suestrategia económica, siendo realmente productor o cultivador (tabla 1).Esta configuración representa la versión más extrema del fenómeno dela explotación individual.

Ha de tenerse en cuenta que la distribución de las composicionesfamiliares cuyos regantes titulares se posicionan como productores ocultivadores -y para quienes, por tánto, la explotación tiene unaimportante preeminencia- adopta un esquema de una nítidapolarización entre los regantes solteros en familia y los que tienenpareja con hijos. Así, el polo de los solteros en familia aparecerelacionado de una forma muy estrecha con la categoría de productoresgrandes, aunque hemos de matizar esta afirmación, pues estaconfiguración aparece nítidamente segmentada por edad: más de lamitad de los solteros jóvenes son productores grandes, pero estavinculación se reduce a un cuarto en el caso de los solteros mayores(con más de 40 años). Por otro lado, los regantes en parejas con hijos secaracterizan por una diversidad de situaciones cuyo denominadorcomún consiste en el hecho de que aproximadamente la mitad seposicionan como productores (grandes y pequeños).

Si comparamos las configuraciones familiares de los regantespluriactivos y de los productores, se observará que la pluriactividad es

317

una opción que disminuye considerablemente entre los solteros (sobre todoentre los solteros jóvenes, pues en el caso de los mayores sí que tiene unapresencia significativa) y tiende, por el contrario, a ser una opciónestratégica importante para aquellos regantes que viven en pareja con hijos.

Desde el punto de vista de la dimensión económica de la explotación(tabla 2), las situaciones familiares de celibato tienden a posicionarse enlas UDEs más altas (estratos de 6-12 y sobre todo en el de 12-40UDEs). Esta tendencia es especialmente evidente en el caso de lossolteros jóvenes en familia, los cuales casi la mitad de los efectivosestán en explotaciones por encima de las 12 UDEs. El grupo de lossolteros mayores está diferenciado entre quienes tienen menos de 6UDEs y aquellos cuyas explotaciones están por encima de los 12 UDEs.Esta dualización seguramente explica el que, tal y como se aprecia en latabla 1, los solteros mayores estén polarizados entre pluriactivos ymarginales (un 40,3%) y productores grandes y pequeños (un 42,6%).

En cuanto a la orientación técnico-económica (tabla 3), estaconfiguración se vincula fundamentalmente tanto a los frutales cítricoscomo a los cereales. Este segundo cultivo -el cereal- es muysignificativo, pues es la seña de identidad agrícola del paisaje extensivoe industrial del interior. Si examinamos con mayor detenimiento el casode los solteros jóvenes, que anteriormente veíamos que se posicionabafuertemente como productores, observaremos que tienen una presenciarelevante en las siguientes orientaciones: resto agricultura general,horticultura (aire libre y resto), viñedo, frutal no cítrico, cítrico,ganadería, policultivo, y agricultura y ganadería.

El viñedo y el olivar, dos cultivos muy característico ŝ de la Españamediterránea, se distribuyen al igual que los cítricos de una forma muyversátil por las diferentes composiciones familiares. Se observa, sinembargo, un comportamiento interesante: los solteros jóvenes tienenuna representación muy exigua en el olivar, y sin embargo, su presenciase incrementa significativamente en el viñedo. Conforma junto con elcitrico y el cereal, la trilogía paradigmática de esa configuraciónfamiliar de los solteros jóvenes productores.

Desde el punto de vista del origen de las rentas (tabla 4), los solterosaparecen vinculados de forma muy estrecha a la categoría de familiasagrarias, siendo especialmente pronunciado esta ligazón en los solterosjóvenes en familia. En estas estrategias económicas se ha consumado elproceso de desfamiliarización de las explotaciones, apareciendo la

318

explotación individual encabezada por un titular soltero, productor, ypuede ser o bien joven o bien maduro.

Respecto a la concurrencia de familiares no residentes en la vivienda enlos trabajos de la explotación (tabla 5), ésta es muy exigua. Apenas uno decada ocho titulares solteros afirma tener un familiar no residente en lavivienda trabajando en su explotación.

Los regantes solteros tienden a aproximarse al polo de la exclusividadagr^ria con dedicación alta (tabla 6). Concretamente es la figura del solterojoven productor la que más estrechamente se vincula con laexclusividad agraria y dedicación alta. Por el contrario, los solterosmaduros se distribuyen de una forma más o menos equitativa entre lastres lógicas más significativas de vinculación a la explotación(exclusividad agraria-dedicación alta, exclusividad agraria-dedicaciónbaja y pluriactividad con dedicación secundaria a la explotación).

Respecto a la organización familiar de la explotación de los hogarescaracterizados por la soltería se caracterizan por una presencia muyimportante de regantes a tiempo completo con familia no agraria (comopuede verse en la tabla 7, casi un tercio en el caso de solteros mayores,aproximándose a la mitad en el caso de los solteros jóvenes). Esto escoherente con la figura del soltero productor titular de una explotaŝiónindividualizada que venimos constatando. Dos variantes respecto a estepatrón se observan cuando diferenciamos por la edad del titular: en elcaso de los solteros mayores, más de un tercio son regantes parcialescon familia no agraria; en el caso de los jóvenes, aparece una franjaminoritaria pero con cierto peso de regantes a tiempo completo confamilia mixta vinculada (es decir, que miembros de su familia sededican a la explotación de forma estable y no estacional). En defmitiva,el análisis del comportamiento de esta variable de organización familiar dela explotación nos vuelve a mostrar a los regantes solteros jóvenes enfamilia como productores-cultivadores.

2.3. Parejas jóvenes y ambivalencia de la explotación

Esta configuración se caracteriza por familias jóvenes, formadas porregantes que viven parejas con hijos26 para quienes la explotación tiene

Z6 Dentro de las parejas con hijos se han distinguido a su vez cuatro tipos distintos: parejas conhijos menores de 16 años; parejas con hijos mayores de 16 años; par^ejas con hijos mayores ymenores de 16 años y familias extensas, estas últimas cuando ttay ascendientes y descendientes.

319

significados diferenciados en la estrategia económica (tabla 1). Por unlado, aquellos para los que es una actividad complementaria como lospluriactivos. Este grupo está compuesto en más de la cuarta parte porparejas con hijos. Por otro, para los que es una actividad relevante (esdecir, los productores grandes y pequeños) quienes alrededor de lamitad presentan esta configuración. Este vínculo ambivalente con laexplotación estructura fuertemente al resto de variables, como se verá acontinuación.

En efecto, si atendemos a la dimensión económica de la explotación(tabla 2), observaremos una distribución dual de los regantes respecto ala variable. Por un lado, las familias que tienen menos de 6 UDEs, y porotro, las que están por encima de las 12 UDEs. Esta dualización escoherente con el vínculo ambivalente respecto a la explotación quecaracteriza a esta configuración: a menor dimensión económica de laexplotación, mayor pluriactividad del regante27, y, por el contrario,cuando la dimensión económica es mayor, los regantes tienden a aparecercomo productores.

Todas las diferentes situaciones que agrupamos bajo la denominaciónde regantes en parejas con hijos, se polarizan claramente entre las quetienen explotaciones de menos de 6 UDEs y las que, por el contrario,tienen más de 12 UDEs: a) casi un 40% de los que tienen parejas con<16 tienen menos de 6 UDEs, y un 47% están por encima de las 12UDEs; b) más de la mitad de los que están en parejas con hijos mayoresde 16 años tienen menos de 6 UDEs y un casi 30% tienen explotacionespor encima de las 12 UDEs; c) un poco más del 40% de los regantes enparejas con tanto mayores como menores de 16 años tienen menos de6 UDEs y un porcentaje similar se encuentra por encima de las 12 UDEs, yfinalmente, d) un 43% de los regantes . en familias extensas tienenmenos de 6 UDEs, mientras que un tercio se sitúa por encima de las12 UDEs.

En cuanto a las modalidades de cultivo de la explotación (en OTEs),tal y como puede observarse en la tabla 3, esta configuración familia-explotación se vincula en casi un cuarto de los efectivos con laorientación de cítricos (especialmente las composiciones de pareja con

Z' Como se ha visto en el capítulo de "actividad, dedicación y pluriactividad de losregantes titulares", la pluriactividad se incrementa en explotaciones inferiores a 6 UDEs,donde más de un tercio de los titulares tiene ocupaciones no agrarias.

320

hijos mayores de 16 años y pareja con hijos mayores y menores de 16).Junto a este cultivo, aparecen también con una importante presencia losfrutales no cítricos. Se trata, en definitiva, de dos cultivos muysignificativos del paisaje mediterráneo, así como del frutícola de Interior,cuyos requerimientos de trabajo, estacionalidad, organización de laproducción, etc., posibilitan estrategias económicas tanto de pluriactividadcomo de empresarialidad (estrategias diferenciadas que según venimosseñalando polarizan a esta configuración familiar). Igual observación cabehacer de la horticultura (en conjunto, es decir, sumando la OTEhorticultura al aire libre y resto horticultura en invernadero), otro cultivoprototípico del paisaje mediterráneo, especialmente importante en aquellasregiones que se han especializado en el desarrollo de un complejo intensivode exportación (como las provincias de Almería, Murcia y Alicante): setrata de una orientación técnico-económica que está muy vinculada a lacomposición familiar de regantes en pareja con hijos. Finalmente, el cultivoindustrial y la ganadería se concentran de forma muy significativa en lascomposiciones de parejas con hijos.

Desde el punto de vista del origen de las rentas (tabla 4), las parejas conhijos tienden a dualizarse en el eje familia agraria-familia no agraria. Estorefleja la tensión que vive la agricultura familiar española desde hace unasdécadas con la progresiva diferenciación entre familia y explotación.

En cuanto a la concurrencia de familiares no residentes en lavivienda en los trabajos de la explotación (tabla 5), solamente uno decada ocho titulares de esta configuración afirma tener un familiar noresidente en la vivienda trabajando en su explotación.

La actividad del titular en esta configuración familia-explotación sedecanta hacia el polo de la pluriactividad con dedicación secundaria a laexplotación (especialmente las parejas con hijos menores de 16 años ylas parejas con hijos tanto mayores como menores de 16), es decir, seproduce una relación que es justo la inversa de la que hemos señaladopara los solteros (tabla 6). Dicho esto, también hemos de señalar que losregantes de las diferentes situaciones de parejas con hijos aparecenpolarizados entre, por un lado, la exclusividad agraria-dedicación alta, ypor otro, la pluriactividad con dedicación secundaria. Esta segundaobservación es coherente con lo dicho con anterioridad respecto a estetipo de configuración que se polariza entre regantes productores conexplotaciones bien dimensionadas y regantes pluriactivos con explotacionescon una pequeña dimensión económica.

321

Finalmente, el análisis de la organización de la explotación de laconfiguración familiar de los regantes en parejas con hijos (tabla 7)revela dos tendencias estrechamente relacionadas.

La primera, una tendencia hacia la desagrarización de la familia,corroborada por el hecho de que todas las situaciones familiares queagrupamos en esta configuración muestran que casi la mitad de losregantes en pareja con hijos tienen una familia no agraria. Sin embargo,el hecho de que la otra mitad sean regantes en los que la familia tienealgún tipo de vínculo con la explotación (en las diferentes acepciones:absoluta, estacional, mixta vinculada o mixta estacional), nos obliga aintroducir este matiz a la tesis de la desfamiliarización agraria: todavíaun porcentaje muy significativo de familias de regantes -sean cónyuges,sean los hijos o ambos- tienen implicación en las explotaciones (comose ha visto en otro capítulo de éste libro, esta vinculación se eleva enrelación a la dimensión económica de la explotación ^n UDEs-).

Una segunda, correlativa a aquéllas explotaciones desfamiliarizadas(familias no agrarias) o explotaciones individuales. Aquí aparece unacierta polarización entre los regantes a tiempo completo (casi un terciode los regantes en parejas con hijos menores de 16 años, en el resto delas composiciones es una presencia menos cuantiosa), en cuanto figuraprototípica del titular de una explotación individual, y los regantes atiempo parcial (alrededor de un cuarto dé los regantes en las diferentescomposiciones familiares), figura híbrida y ambivalente de titularparcialmente desvinculado de una explotación individualizada.

322

TABLA 1COMPOSICIÓN FAMILIAR Y RELACIÓN DEL REGANTE CON

LA EXPLOTACIÓN

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Titulares noimplicados 15,6 7,8 17,0 0,6 7,1 2,0 6,9 19,2 9,8

Pluriactivos 11,5 14,6 22,6 10,5 29,7 26,6 33,4 22,1 14,4 20,3

Complementarios 23,6 9,3 31,3 0,8 16,9 5,4 13,0 18,7 18,6

ProductoresGrandes 12,3 57,4 22,0 11,8 37,7 18,2 26,5 23,5 24,1 20,0Productores

Pequeños 14,3 24,4 20,6 11,5 22,5 21,8 26,2 24,9 6,6 18,5

Marginales 22,7 3,6 17,7 17,9 8,7 9,3 6,5 9,5 17,0 12,8

Total 100 ]00 100 100 100 100 100 100 100 100

TABLA 2COMPOSICIÓN FAMILIAR Y DIMENSIÓN ECONÓMICA DE LA

EXPLOTACIÓN (EN UDES)

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<2 28,8 5, I 15,8 28,1 19,5 22,3 16,3 18,7 21,5 22,7

2-6 28,8 22,1 33,7 32,6 20,1 29,2 26,0 24,6 32,8 28,6

6-12 17,9 24,7 22,2 17,4 13,7 19,5 16,1 21,6 18,3 18,3

12-40 18,3 42,5 23,0 17,9 33,2 22,6 33,3 26,2 21,4 23,6

>40 6,I 5,6 5,4 3,9 13,6 6,4 8,3 9,0 6,1 6,8

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

323

TABLA 3COMPOSICIÓN FAMILIAR Y ORIENTACIÓN TÉCNICO-

ECONÓMICA DE LA EXPLOTACIÓN

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Marginales 22,7 3,6 17,7 17,9 8,7 9,3 6,5 9,5 17,0 12,8

Cereales 5,4 12,0 13,9 5,1 4,6 3,8 6,8 5,1 3,7 5,2

Arroz 1,5 1,6 1,7 0,3 I,1 1,7 1,5 1,9 1,3

CultivoIndustrial 0,9 1,5 2,5 4,0 3,3 7,6 2,1 1,9 3,0

Forrajeras 1,6 0,7 3,6 1,7 0,9 1,6 1,2 3,2 3,3 1,8

RestoAgriculturaGeneral 5,1 11,3 13,2 6,0 6,1 6,0 5,3 5,1 6,4 6,2

Horticulturaaire libre 2,2 3,7 2,0 3,5 5,8 4,0 3,3 2,3 2,6 3,6

RestoHorticultura 2,1 3,2 2,0 1,8 5,8 3,1 3,8 0,9 5,8 2,7

Viñedo 3,4 10,4 4,3 4,9 6,0 4,3 8,5 5,7 5,2 5,2

Frutales no

cítrico 5,3 9,6 2,9 7,7 11,4 11,5 7,7 11,5 11,2 9,4

Frutalescítricos 21,8 12,0 15,9 20,7 12,4 23,5 20,9 16,6 16,4 19,8

Frutos Secos 2,1 1,4 2,2 1,9 0,9 1,2 1,3 1,6 1,5

Olivar 11,0 3,2 6,0 11,1 9,3 8,2 7,1 10,9 7,8 9,5

Resto Leñosos 4,9 6,4 2,2 5,6 4,9 6,7 5,7 5,1 1,5 5,6

Ganadería 0,8 8,1 5,5 1,8 3,1 3,4 7,0 5,4 5,0 3,3

Policultivo 6,5 6,7 6,3 5,5 10,5 7,2 4,6 10,0 8,9 7,1

Agricultura yGanadería 2,6 6,2 0,8 0,7 5,4 1,9 l,l 3,6 1,4 2,]

Total 100 100 100 100 ]00 100 100 100 100 100

324

TABLA 4COMPOSICIÓN FAMILIAR Y ESTRUCTURA DE INGRESOS

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FamiliaPensionista 38,2 0,7 22,6 36,4 2,2 15,5 6,1 14,4 24,4 21,4

FamiliaAgraria 40,1 69,6 49,3 4Q6 43,5 48,6 49,8 52,2 46,2 45,9

NegocioFamiliar 0,3 0,7 2,2 1,6 3,2 3,3 3,2 2,9 3,4 2,5

Noagraria 9,6 13,3 14,0 6,4 28,2 16,8 23,1 17,5 7,6 14,4

AgrariaPluriactiva 1,5 5,9 1,5 6,7 2,3 5,0 3,9 1,7 2,8

PluriactivaAgraria 1,6 2,2 I,0 3,0 2,0 1,4 0,1 1,9 1,5

AgrariaPensionista 3,6 3,1 2,0 4,7 3,9 3,0 2,6 3,9 5,0 3,8

PensionistaAgraria 4,3 1,8 7,3 4,8 1,7 2,8 1,2 2,6 l,9 3,4

Diversa no •agraria 3,1 0,1 2,8 1,5 3,7 0,3 3,4 1,1

AgrariaDiversa 0,8 1,8 0,4 3,0 4,8 4,3 3,7 2,2 4,5 3,3

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

325

TABLA 5TRABAJO EN LA EXPLOTACIÓN DE OTROS FAMILIARES NO

RESIDENTES EN LA VIVIENDA

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Trabajanenla Sí 30,8 12,4 I1,0 35,6 28,7 ]6,1 8,1 13,1 24,4 23,5

explota-ción otrosfamiliazesno residen- No 69,2 87,6 89,0 64,4 71,3 83,9 91,9 86,9 75,6 76,5tes en lavivienda

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

326

TABLA 6COMPOSICIÓN FAMILIAR Y PLURIACTIVIDAD DEL TITULAR

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Exclusividad

agraria ydedicación alta 18,3 55,3 33,5 20,5 37,9 31,2 33,9 36,4 23,9 28,9

Exclusividad

agraria ydedicación altacon otro trabajoagrario 4,1 7,0 2,2 1,7 5,7 4,0 4,0 5,0 3,9 3,5

Exclusividadagraria ydedicación

media 10,4 3,5 7,4 15,2 3,9 6,5 3,0 3,4 7,2 8,7

Exclusividadagraria ydedicaciónmedia con otrotrabajo agrario 2,2 6,9 2,1 1,6 4,5 4,4 4,8 1,7 5,4 3,1

Exclusividad

agraria ydedicación baja 49,0 26,9 49,3 2,1 25,6 9,1 23,0 46,1 30,6

Pluriactividadcon dedicación

principal a laexplotación 0,8 5,5 3,0 1,2 5,7 2,6 4,3 1,9 1,4 2,5

Pluriactividadcon dedicación

secundaria a laexplotación 15,3 21,8 25,0 10,5 40,3 25,7 40,9 28,5 12,1 22,7

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

327

TABLA 7COMPOSICIÓN FAMILIAR Y ORGANIZACIÓN DE LA

EXPLOTACIÓN

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Regante TC sinfami(ia 35,8 1,9 1,8Parcial sinfamilia 64,2 3,4 3,2

Regante TC confamilia no agraria 43,6 31_,6 28,5 31,4 15,5 20,2 14,2 15,4 21,9

Parcial confamilia no agraria 9,0 34,4 48,3 25,9 26,7 21,5 28,5 34,6 32,3

Regante TC confamilia agrariaabsoluta 3,9 2,9 4,2 10,0 3,6 2,2 2,6 6,5 4,1

Regante TC confamilia agrariaestacional 4,6 l,l 7,4 16,1 11,6 13,3 4,9 5,8 8,9

Parcial confamilia agrariaabsoluta 3,9 2,9 4,6 3,8 1,5 3,2 2,1 9,0 3,1

Parcial confamilia agrariaestacional 4,7 6,9 12,7 6,3 8,8 3,6 5,3 6,5

Regante TC confamilia mixtavinculada 24,8 11,6 9,3 7,1 14,0 10,4 5,6

Parcial confamilia mixtavinculada 4,8 8,8 9,1 7,3 9,9 1,8 4,5

Regante TC confamilia mixtaestacional 1,3 0,9 8,6 7,2 12,8 2,6 4,4

Parcial confamilia mixtaestacional 4,1 I,l 7,7 9,3 7,3 3,4 3,7

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

328

3. ORGANIZACIÓN FAMILIAR DE LA EXPLOTACIÓN

La organización familiar de la explotación se define por unadivisión del trabajo estructurada socialmente por las diferentesposiciones que ocupan en la misma el titular regante y los integrantesde su familia. Una primera línea de diferenciación básica segmenta alos regantes entre los que tienen una dedicación parcial a la explotacióny los que la tienen a tiempo completo (TC). Una segunda diferenciacióndistingue a los regantes con y sin familia. Finalmente, se aprecia unaheterogeneidad de situaciones en la relación de las familias de losregantes con la explotación, pues entre las dos posiciones que cabríasituar como extremas (desvinculación absoluta o familia no agraria, yvinculación plena o familia agraria), se dibujan una serie de situacionesintermedias: agraria estacional, mixta vinculada y mixta estacional. Laexplicación sobre la construcción de esta variable "organizaciónfamiliar de la explotación" puede consultarse en el anexo C.

Este apartado trata de explorar el comportamiento de diferentesvariables definitorias de las lógicas organizativas que adoptan lasfamilias de los regantes: 1) la vinculación con la explotación; 2) ladimensión económica de la explotación; 3) el origen de las rentas, y4) la pluriactividad del titular.

El modo de vinculación del regante con la explotación indudablementedetermina la posición del titular en la división familiar del trabajo agrícola-parcial o a tiempo completo-, siendo más relativos los efectos de estavariable sobre las posiciones de los miembros restantes de la familia. Loque acabamos de decir se evidencia perfectamente con los regantespluriactivos: la variable explica buena parte de las formas de organizaciónfamiliar de la explotación cuyo titular tiene una dedicación parcial a laexplotación -a excepción de la de parcial sin familia-. Igual consideraciónpuede hacerse con los regantes productores, pues se relacionanfundamentalmente con aquellas formas organizacionales cuyo titular sea unregante a tiempo completo. Por tanto esta variable, tal y como quedaplasmada en la tabla 8, posibilita una aproximación a la lógica dediferenciación entre regantes parciales y TC.

Los regantes parciales se diferencian a su vez según el grado devinculación del grupo familiar, distinguiéndose dos modalidades:

- Cuando la familia tiene alguna modalidad de implicación en laexplotación (familia agraria absoluta, familia agraria estacional,

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familia mixta vinculada y familia mixta estacional). Como puedeobservarse, en esta situación más de la mitad de los regantes sedefinen como pluriactivos o complementarios. Ello quiere decirque en estas formas de organización familiar, la explotaciónaparece como secundaria para la estrategia económica de lafamilia, aunque garantiza algún tipo de renta complementaria auna actividad principal extraagraria o a algún subsidio estatal, loque hace que la familia, normalmente el cónyuge, invierta ciertogrado de esfuerzo en la misma para su mantenimiento. Esteesfuerzo nunca implica una inversión de tiempo de trabajoexclusivo ni del titular ni en la mayor parte de las ocasiones de lafamilia, a excepción de la familia agraria absoluta (en la cualseguramente se trata de una pareja sola, en la que el titular sededica parcialmente a la explotación, mientras su cónyuge lohace plenamente). La dimensión económica de la explotación deestos regantes parciales (tabla 9) es pequeña (en más de la mitadde los efectivos, se trata de explotaciones con menos de 6UDEs), por ello justamente su dedicación secundaria. De hecho,el origen de las rentas de los regantes parciales (tabla 10) se vinculafundamentalmente con la categoría de familia pensionista.

Cuando la familia está totalmente desvinculada de la explotación.Aquí se producen idénticas relaciones con la explotación(pluriactivos y complementarios), aunque también cobre un pesosignificativo la categoría de marginales. Aquí la explotación esmás secundaria aún para la estrategia económica familiar, puessu mantenimiento solamente exige la movilización parcial delregante titular. La estrategia de ingreso económico está enestrecha relación con los subsidios estatales (pensión). El casoextremo de estos regantes parciales es la modalidad de "parcialsin familia".

Para los regantes TC la explotación tiene un papel más relevante enla estrategia familiar. Por ello se relacionan fuertemente con lamodalidad de vinculación como productor. A su vez, la diferenciacióninterna de los regantes TC también depende de la vinculación del grupofamiliar. Es interesante hacer notar que la vinculación del regante comoproductor es determinante para la dedicación plena del titular enporcentajes muy altos, aunque esta influencia no está tan clara a la horade explicar las diferentes formas de implicación del grupo familiar. El

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que esto sea así nos muestra que la posición del productor agrícola en laexplotación ya no explica la posición del resto de su familia, como eraprototípico en la agricultura tradicional, sino que ambas esferas estánmuy diferenciadas, apareciendo así diversas combinaciones variablesligadas a estrategias de individuación de los diferentes miembros de lafamilia del regante titular (siendo estas estrategias las que determinan eltipo de vinculación establecida por los diferentes miembros de lafamilia con la explotación).

La dimensión económica de la explotación se incrementa en el casode los regantes TC (tabla 9). Así, puede observarse que la mitad de losefectivos trabajan en explotaciones por encima de las 12 UDEs. El quesu grupo familiar sea no agrario o agrario absoluto no parece dependerde la dimensión económica de la explotación, pues ambas modalidadestienen porcentajes similares en cuanto a las explotaciones mejordimensionadas (las que están por encima de las 12 UDEs). Sin embargo,cabe constatar que los regantes TC con familia agraria absoluta tienden atener explotaciones con mayor dimensión económica (casi un cuarto delas mismas poseen explotaciones por encima de las 40 UDEs). Uncomportamiento a la inversa parece caracterizar a los regantes TC confamilias con una dedicación no absoluta a la explotación, que seconcentran básicamente en el estrato de 12-40 UDEs.

Desde el punto de vista del origen de las rentas (tabla 10), losregantes TC aparecen estrechamente relacionados con una estrategiade obtención de rentas ligada fundamentalmente a la actividad de suexplotación. En efecto, todas las modalidades de organizaciónfamiliar de la explotación encabezadas por un regante TC sostienenuna estrategia familiar agraria (es decir, obtienen más del 69% desus rentas de la explotación), en porcentajes por encima del 50% enprácticamente todos los casos (el intervalo de las familias agrariasviene definido por los dos extremos: por un lado, un 71,4% de losregantes TC con familia agraria absoluta, y por otro, un 48,6% delos regantes TC con familia no agraria). La explotación tiene unaimportante centralidad en la estructura de ingresos de estas familias,pero la explotación ha dejado de definir el destino del conjunto delos miembros del grupo familiar, pasando a ser un ámbito exclusivodel regante titular. En este proceso de individualización de laexplotación, pueden concurrir puntualmente determinados miembrosde la familia (más el cónyuge que los hijos).

331

La diferenciación regante parcial y regante TC también se relacionaestrechamente con la pluriactividad (tabla 11). En efecto, la variablepluriactividad polariza fuertemente las diferentes formas de organizaciónfamiliar de la explotación entre las opciones de, por un lado, exclusividadagraria y dedicación baja, y por otro, exclusividad agraria y dedicaciónalta. Sobre esta polarización se posicionan de forma diferenciada losregantes parciales y los regantes TC. Así, los regantes parciales,caracterizados por su sobreenvejecimiento y por estar recibiendo algúnsubsidio del Estado (pensión), tienen una vinculación exclusiva con laexplotación pero su dedicación es baja u ocasional. Mientras que, losregantes TC tienen una fuerte implicación, tanto en el caso de familiasagrarias absolutas como en los contextos de individualización de laexplotación (caso de regantes TC con familia agraria estacional omixta).

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4. LA CUESTIÓN DE LA SUCESIÓN DE LA EXPLOTACIÓN:LAS BASES SOCIALES DEL NUEVO "DESPEJAMIENTO DETIERRAS"Zg -

La sucesión de la explotación agrícola es una cuestión de graninterés para entender las estructuras y estrategias familiares de losregantes. Esto se debe a que se trata de un proceso que, por un lado,revela el estatuto de la explotación en las opciones estratégicasadoptadas en el interior de los hogares familiares de los regantes, y porotro, también se juega la propia reproducción social de la explotaciónagrícola.

En las sociedades rurales tradicionales, las familias campesinastenían un conjunto de prácticas y estrategias muy elaboradas con lafinalidad de salvaguardar ante todo la integridad del patrimonio. Laregulación social de la herencia del patrimonio en el mundo campesinorespondía a tal fin, como mostró Bourdieu en sus estudios sobre elBearne: "Conjunto de bienes muebles e inmuebles que forman la baseeconómica de la familia, patrimonio que ha de mantenerse indiviso a lolargo de las generaciones, entidad colectiva a la que cada miembro de lafamilia ha de subordinar sus intereses y sus sentimientos, la "casa" es elvalor de los valores, respecto al cual todo el sistema se organiza. Bodastardías que contribuyen a limitar la natalidad, reducción del número dehijos (dos por pareja como media), reglas que regulan la herencia de losbienes, celibato de los más jóvenes, todo contribuye a asegurar lapermanencia de la casa. Ignorar que ésa es también la función primerade los intercambios matrimoniales significaría vedarse la comprensiónde su estructura" (Bourdieu, 2004: 44) Así, pues, las estrategiassucesorias estarían íntimamente asociadas a las estrategias matrimoniales, ytambién a las estrategias de fecundidad o a las estrategias pedagógicas,en fin, al "conjunto de las estrategias de reproducción biológica,cultural y social, que todo grupo despliega para trasmitir a la generaciónsiguiente, mantenidos o aumentados, los poderes y los privilegios que élmismo ha heredado" (Bourdieu, 2004: 204-205).

Z$ La expresión "despejamiento de tierras" fue utilizada por Marx en su estudio delproceso de expulsión de los campesinos de la campiña inglesa en los siglos XVII y XV[IIpara la transformación de sus tierras en pastos y cotos de caza en beneficio de propietariosterratenientes.

337

El declive de estas prescripciones campesinas en torno a la sucesiónde la tierra en el contexto de la crisis de las sociedades ruralestradicionales, se vincula con una reestructuración profunda de losequilibrios de género generada por la movilidad social, ocupacional yterritorial de los individuos de esa sociedad crecientemente abierta almercado: "... el hecho esencial es, sin duda, que esta sociedad, antañorelativamente cerrada sobre sí misma, se ha abierto de forma clara haciael exterior. De lo que resulta, en primer lugar, que los primogénitos,atados a un patrimonio que no pueden abandonar sin deshonor, tienen amenudo más dificultades para casarse -sobre todo, cuando se trata depequeños hacendados- que sus hermanos menores que han abandonadola tierra y se han marchado a la ciudad o a las aglomeracionespróximas. Pero el éxodo es, esencialmente, algo femenino, porque lasmujeres están mucho mejor pertrechadas que antaño para enfrentarse ala vida urbana y siempre aspiran, y cada vez más, a alejarse de laservidumbre de la vida campesina" (Bourdieu, 2004: 68)z9.

Los estudios sobre la agricultura familiar en España han venidoprestando una atención específica a la problemática de la sucesión de laexplotación agrícola30. Gómez, González y Sancho (1999) handestacado el carácter familiar que mantiene el elemento patrimonial delas explotaciones, por lo que "no sólo los sistemas de herencia tradicionalessiguen vigentes, condicionando la transmisión de las explotaciones, sinoque además la misma profesión de agricultor sigue siendo hereditaria enla mayoría de los casos" (Gómez, González y Sancho, 1999: 45).

Para estos investigadores "lo novedoso respecto a situacionestradicionales es que el sistema (y los derechos) de herencia (de lapropiedad territorial) priman sobre el sistema (y los derechos) desucesión de la explotación. Esta primacía de los derechos de herenciasobre los derechos de sucesión (González, 1993), genera "efectos

Z9 En la sociología española, la tesis del papel de las mujeres en el éxodo rural y en lacrisis de reproducción social de la explotación agrícola ha sido objeto de fecundasinvestigaciones por parte de Josechu Vicente-Mazariegos, Luis Camarero y Rosario

Sampedro: Vicente-Mazariegos, Porto, Camarero y Sampedro (1993), Camarero,Sampedro y Vicente-Mazariegos (1991) y Sampedro (1996).

30 Véase a este respecto la línea de investigación de los sociólogos Juan Jesús González yCristóbal Gómez Benito expresada en producciones bibliográficas tales como González(1993), Gómez Benito, González y Sancho Hazak (1999) y Gómez Benito y González

(2002a).

338

perversos" en forma de conflictos entre hermanos "por el predominiodel criterio igualitarista (reparto en partes iguales) frente al criterio demérito (trabajar dentro de la explotación)" (Gómez Benito y González,2002a), es decir, un conflicto de intereses entre los sucesores -hijos quetrabajan en la explotación- y los coherederos/as, -hijos que nomantienen ninguna participación productiva en la explotación-. Esteconflicto mostraría que "el sistema de herencia no está al servicio de tareproducción de la explotación ni de la profesionalización, lo que es unindicio de la pérdida de centralidad de la explotación en la estrategia delgrupo familiar. En esta situación, la tierra se considera ante todo un capital(y no un medio de producción) con valor en sí mismo, que puede sermovilizado en cualquier momento para objetivos no agrarios por cualquierade sus propietarios" (Gómez, González y Sancho, 1999: 46).

Por nuestra parte, queremos situar nuestras preguntas de análisis enel contexto que venimos subrayando de desagrarización familiar eindividualización del trabajo en la explotación, y por ende, la progresivadiferenciación entre los ámbitos de la explotación, la familia y losindividuos. Desde estas consideraciones, nos preguntamos sobre ^quésignificado se le otorga en las familias de los regantes al hecho de lasucesión de la explotación?, ^está apuntando ese proceso familiar a unareproducción de la explotación en su funcionalidad productiva?, ^noserá que la cuestión sucesoria de la explotación ha quedadodesvinculada de la reproducción de su función productiva, estando asímás bien ante la sucesión no tanto de la explotación ^n cuanto capital-, sino del valor de la tierra -en cuanto renta-?

En la encuesta la cuestión sucesoria tomaba la siguiente forma depregúnta: ^Quién se hará cargo de la explotación en el futuro? Lasvariables dependientes que se han tenido en cuenta para analizar cómolas mismas influyen en las respuestas a esa pregunta han sido lassiguientes: 1) tipo de vinculación con la explotación; 2) la orientacióntécnico-económica; 3) la dimensión económica; y 4) el tipo de paisaje.Las tablas resultantes de estos cruces (tablas 14-17) se han restringido alos regantes mayores de 50 años, criterio que parte del supuesto segúnel cual los regantes más jóvenes aún no se habrían planteado la cuestiónsucesoria de la explotación.

El modo de vinculación con la explotación apunta directamente alnúcleo de las preguntas que nos planteábamos anteriormente relativas asi en la sucesión está implícita la reproducción de la función productiva

339

de la explotación. Atendiendo a la tabla 12, es interesante fijarse en losproductores (tanto grandes como pequeños), ya que en esta categoría seencuentran las explotaciones más productivas y profesionalizadas: uncuarto de los productores grandes (y un poco menos de los pequeños)afirma que no hay nadie para hacerse cargo de la explotación, al tiempoque un 38% de los productores grandes y un 30% de los pequeños seagrupan en torno a las respuestas que expresan una clara incertidumbre("todavía no lo sé...", "no sabe").

El resto de categorías de los regantes menos profesionales (titularesno implicados, pluriactivos, complementarios y marginales), sin embargo,expresan respuestas afirmativas más de un tercio de los mismos. Con locual podemos ya fijar el siguiente aserto: a mayor profesionalidad delregante menor probabilidad de sucesión y mayor incertidumbre sobre elfuturo de la misma, mientras que los menos profesionales tienen unamayor certidumbre sobre la sucesión de la explotación. Es decir, el queuna explotación tenga una funcionalidad productiva juega en contra delas posibilidades de sucesión de la misma. Cuando, por el contrario, lasexplotaciones tienen un menor valor como capital productivo crecen lasprobabilidades de sucesión, ya que los sucesores están interesados enotras funciones sociales postproductivas (de carácter cinegético-turístico-recreativo-urbanístico).

Los efectos perversos señalados por los trabajos de Juan JesúsGonzález y Cristóbal Gómez Benito generados por el privilegiootorgado a los criterios de herencia más que a los sucesorios a la horade dirimir sobre el legado de la explotación a los hijos, quedanrelativizados en los resultados de nuestro análisis. Ese conflicto sediagnostica por parte de los citados autores sobre la base del supuestode una divergencia de intereses entre los usos productivos de laexplotación (defendidos por el sucesor de la explotación, esto es el hijoque ha permanecido trabajando en la misma) y los "otros" usos(cualesquiera que sean) defendidos por los coherederos (hijos o hijasdesligados de la explotación).

Lo que nuestro análisis muestra es que ese conflicto entra en declivedesde el momento en que las explotaciones productivas son las quepresentan un mayor grado de incertidumbre respecto a su sucesión, esdecir, la mayor productividad de la explotación en la medida que exigeuna dedicación plena a la misma deviene en un magno obstáculo para lasucesión, pues no hay nadie que quiera "heredar" la dedicación que

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exige el mantenimiento de la productividad de la explotación. Por elcontrario, son las explotaciones menos profesionales las que aseguranque la explotación se repartirá entre varios hijos del titular (en más de untercio de las diferentes categorías no profesionales: no implicados,pluriactivos, complementarios y marginales). Pero tampoco podemossiquiera decir que los "efectos perversos" derivados de la primacía de laherencia sobre la sucesión se concentrarían en estas categorías, puesjustamente es aquí donde los usos postproductivos tienen una mayorsignificación, y donde por tanto también disminuyen las posibilidades deconflicto vinculadas al criterio meritocrático -que sería el mecanismodefendido por los hijos que sienten que su trabajo en la explotación lesotorga una mayor legitimidad sobre la sucesión, conflicto que solamente sedaría en aquéllas explotaciones que aún mantienen cierta productividad, lascuales seguramente son muy minoritarias en estas categorías que hemosvisto son las menos profesionalizadas-.

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Pequeños 23,2 22,3 9,5 1,2 0,4 19,6 1,3 0,5 21,4 0,7 100

Marginales 22,2 12,3 4,7 2,2 0,7 34,3 2,5 0,4 19,8 0,9 100

Total 22,3 18 5 9,3 1,8 0,8 27 1 1 5 0,5 17,6 0,6 100

341

Hasta qué punto la dimensión productiva de la explotación ha quedadodesvinculada de la cuestión de la sucesión de la explotación (e inclusive,como veíamos en el apartado anterior, parece jugaz en contra suya), nos lomuestra el comportamiento de la variable de dimensión económica (tabla 13).En efecto, todas las categorías de explotación definidas con relación a la UDEse mueven en porcentajes muy similazes entre los que asegtu^an no tener anadie como sucesor y los que están bajo el signo dé la incertidumbre:akededor de la mitad para todas las categorías, exceptuando las de más de40 UDEs que se reduce a un 38,2% (sumando las respuestas de "no haynadie para hacerse cargo", "todavía no lo sé; pero alguien habrá" y"nosabe"). La dimensión económica de la explotación cada vez juega un papelmenor a la hora de garantizar la sucesión.

Otra respuesta que concentra importantes y significativas adhesionesentre los regantes de todas las categorías de dimensión económica es la de"sí, la explotación se repartirá entre varios hijos del titular". Esto ocurrepara más de un tercio de los regantes, excepto para los de 12-40 UDEs quese reduce a un cuarto. Por tanto, en estas situaciones donde se garantiza lacontinuidad de la explotación -hecho que no debe identificarse, comoveíamos anteriormente, con la continuidad de su función productiva-, éstaqueda fragmentada al repartirse más.

TABLA 13SUCESIÓN SEGÚN LA DIMENSIÓN ECONÓMICA DE LA

EXPLOTACIÓN

<2 2-6 6-12 12-40 >40 Total

No hay nadie para hacerse cargo 24,2 18,9 20,4 22,6 15,4 21,0

Todavía no lo sé, pero pienso que15,5 17,8 18,6 21,5 21,0 18 5

habrá alguien para hacerse cargo,

Sí, un hijo del titular 9,5 7,8 8,4 1 l,l 15,8 9,6Sí, una hija del titular 2,0 1,6 1,5 1,5 0,6 1,6

Sí, un yerno/una nuera 1,0 0,8 0,5 0,9 0,7

Sí, la explotación se repartiráentre varios hijos del titular 29,5 30,3 28,2 20,8 23,9 27,1Sí, otro familiar del titular 1,3 1,5 1,5 1,0 1,5 1,4Sí, otra persona no familiaz 0,4 0,2 0,9 0,6 0,5 0,5

No sabe 15,3 20,9 19,6 19,8 21,2 19,1No contesta 1,3 0,3 0,5 0,1 0,5

Total 100 100 100 100 ]00 100

342

También la orientación técnico-económica incide en la probabilidadde sucesión de la explotación (tabla 14). Según su mayor o menorposibilidad de sucesión, las diferentes orientaciones técnico-económicasse distribuyen de la siguiente forma:

- ALTA (más de un 38% de los regantes de estas orientacionesafirman tener sucesor): marginales, forrajeras, resto horticultura,frutales no cítricos, frutales cítricos, olivar, y agricultura yganadería.

- MEDIA (entre un 35% y un 38% de los regantes afirman tenersucesor): cereales, arroz, cultivo industrial, resto agriculturageneral, resto leñosos y policultivo.

- BAJA (menos de un 35%): horticultura aire libre, viñedo, frutossecos y ganadería.

De esta clasificación puede inferirse que las probabilidades desucesión disminuyen conforme se incrementan las exigencias dededicación de las diferentes orientaciones. La ganadería tiene una bajasucesión, justamente, por la alta dedicación que exige, mientras que elolivar o el cítrico aumenta las probabilidades de sucesión por tratarse decultivos con exigencias de trabajo muy estacionales (reducidas a larecolección), cuyos cuidados son fácilmente externalizables, etc. Denuevo volvemos a constatar en el comportamiento de esta variable, lacrisis de sucesión de la función productiva de las explotaciones.Algunas excepciones se encuentran a esta regla general: es el caso de lahorticultura en invernadero (resto horticultura) cuya probabilidad desucesión se relaciona con la alta productividad que tiene estasorientaciones en las regiones mediterráneas.

4.1. Geografía de los paisajes familiares de los regantes y de laincertidumbre sucesoria

Atendiendo a la distribución territorial de las composicionesfamiliares y. de los modos de organización familiar de la explotaciónsegún los diferentes paisajes definidos (tablas 17 y 18, y gráfico 9),emergen una serie de rasgos significativos que perfilan a cada uno deellos respectivamente.

El paisaje Hortofrutícola Mediterráneo y Suratlántico se caracterizapor (tabla 15 y gráfico 9): 1) una presencia significativa del colectivo deregantes solos; 2) una baja proporción de solteros en familia; 3) un peso

343

muy importante de las parejas solas; 3) una representación muy numerosade parejas con hijos, sobresaliendo de forma destacada el estrato de lasparejas con hijos mayores de 16 años, y en menor medida de las parejas conhijos menores de 16 años, parejas con hijos mayores y menores de 16 años yfamilias extensas; y 4) exiguo peso de las composiciones monoparentales.En definitiva, en este paisaje aparecen dos tendencias polarizadas. Por unlado, un importante peso del tipo de configuración de familiasenvejecidas en explotaciones secundarias o marginales. Y por otro lado,también con un significativo protagonismo, el tipo de configuración deparejas con hijos.

Desde el punto de vista de la modalidad de organización familiar dela explotación (tabla 16), el paisaje hortofrutícola Mediterráneo ySuratlántico es un paisaje donde el proceso de desagrarización de lafamilia está muy avanzado, y por ende el proceso correlativo deindividualización de las explotaciones. Es indicativo de esto la elevadaproporción de regantes con familias no agrarias, y también los menoresporcentajes que alcanzan las configuraciones de regantes con algunamodalidad de familia agraria (absoluta, estacional o mixta).

EI paisaje hortícola y frutícola del interior se caracteriza por (tabla 15y gráfico 9): 1) al igual que en el anterior paisaje comentado, los regantessolos tienen una presencia significativa; 2) la soltería crece tímidamenterespecto al paisaje anterior, pero se mantiene en proporciones bajas; 3) lasparejas solas adoptan también aquí un peso muy importante; 4) tanto lafamilia extensa como la pareja con hijos >16 adquieren una representaciónnumerosa; y 5) la baja presencia de las composiciones monoparentales.Este paisaje presenta, por tanto, unos rasgos muy similares al paisajeMediterráneo y Suratlántico, pues también se detecta la polarización yaseñalada para ese paisaje, entre configuraciones familiares envejecidas y lasque están protagonizadas por parejas con hijos.

En cuanto a la organización familiar de la explotación (tabla 16),también el paisaje Hortícola y Frutícola de Interior se asemeja a lascaracterísticas del paisaje Mediterráneo-Suratlántico, inclusive paraahondar aún más los indicadores de desagrarización familiar y deindividualización de las explotaciones.

El paisaje extensivo e industrial del interior presenta lossiguientes rasgos familiares (tabla 15 y gráfico 9): 1) similarproporción de regantes solos que en los anteriores paisajes; 2)crecimiento importante de los solteros, que se convierte en un hecho

344

diferenciador respecto a los otros dos paisajes; 3) las parejas solas bajanun poco respecto al resto de paisajes, pero siguen manteniendo un pesosignificativo; 4) las parejas con hijos tienen similares distribuciones,destacando al igual que el paisaje mediterráneo y suratlántico las parejascon hijos mayores de 16 años; y 5) las composiciones monoparentalesadquieren una cierta presencia, tímida pero significativa. El tipo deconfiguración de caracterizada por la soltería de los productores estaríarepresentado fundamentalmente en el paisaje extensivo e industrial delinterior.

Atendiendo a la modalidad de organización familiar de la explotación(tabla 16), el paisaje extensivo e industrial de Interior sigue unas pautasdistintas a los anteriores. El proceso de desagrarización de las familiasestá mucho menos acentuado, inclusive se incrementa significativamentelas modalidades de regantes con familia de alguna forma vinculada a laexplotación.

Respecto a la distribución por paisajes de las posibilidades desucesión de la explotación, observamos en la tabla 17 que los paisajesMediterráneo-Suratlántico y hortícola-frutícola de Interior concentran losmayores porcentajes de regantes que aseguran no tener a nadie para lasucesión, y cuando lo tienen, se apunta a un reparto importante de la misma(entre varios hijos). En el paisaje Extensivo e Industrial de Interiordisminuye considerablemente el porcentaje de los que no tienen a nadiepara la sucesión de la explotación, aunque el reparto de la misma se hacemayormente entre varios hijos. Por tanto, el denominador común quecaracteriza a todos los paisajes es la incertidumbre respecto a la sucesión.

Esta crisis del derecho de sucesión de la explotación es la expresiónmás profunda de la quiebra de la rtiralidad campesina. Las nuevasfunciones postproductivas de la tierra cancelan la consideración que lamisma tenía como factor de producción en el orden agrario tradicionaL Lasincertidumbres respecto al relevo generacional de la explotación estánindicando justamente ese proceso de cambio. Los envejecidos regantesmiran a su alrededor buscando qué hacer con esas explotaciones que comoenfatiza una afortunada expresión de Bourdieu, parecen tener "prohibida lareproduccións31. En las últimas décadas, una parte importante del mundorural experimenta un nuevo proceso de "despejamiento de tierras", para la

" Expresión con la que titula el estudio contenido en la tercera parte de su libro E/ baile

de los so/teros (Bourdieu, 2004).

345

implementación de nuevos usos socioeconómicos según una hipótesis queya se anunciara a principios de los años 90 en términos de "reconversiónrural" (Camarero, 1992), y que el curso de la acción histórica haconfirmado plenamente.

En efecto, la conjunción del proceso de reconversión postproductivodel espacio rural (potenciación del uso turístico, del ocio y de la nuevaresidencialidad) con el proceso paralelo de progresiva desagrarización,conlleva como resultante la conversión del mercado de la tierra en unvalor activo según la hipótesis señalada por el economista José ManuelNaredo, y que aquí compartimos plenamente: "El mercado de la tierracomo factor de producción agraria se ve contaminado por elsolápamiento del mercado de la tierra como activo, en el queintervienen las expectativas de cualquier cambio de uso. Y tenerse bienpresente que la adquisición de tierras agrícolas para fines cinegético-turístico-recreativos puede hacer que esas expectativas se haganrealidad en buena parte sin necesidad de declararlas urbanizables,mientras se mantenga una situación. poco restrictiva al respecto. Elcaso de la proliferación de segundas residencias sobre terrenos rústicosconstituye un ejemplo extremado de ese proceso" (Naredo, 1991).

Esta conversión del mercado de la tierra en activo es uno de losfactores que explican el vertiginoso crecimiento de las zonasurbanizadas en España en los últimos años. Según un mapa recientesobre los cambios de usos del suelo en España realizado por elInstituto Geográfico Nacional mediante satélite, entre 1990 y 2000,el suelo urbanizable aumentó en 170.384 hectáreas, es decir, un25,5%. Este crecimiento ha sido especialmente intenso en lacomunidad de Madrid y la costa mediterránea.

Uno de los pilares de este boom inmobiliario es el que hadefinido un modelo turístico de urbanizaciones cerradas y camposde golf, especialmente en la vertiente mediterránea. El principalrasgo identificatorio del nuevo modelo turístico es su ruptura respectoal tradicional de "sol y playa", lo cual le permite desvincularse delespacio costero (ya muy saturado urbanísticamente) para adentrarseen las tierras del interior, que una vez despejadas de sus tradicionalesproducciones agrícolas se reconvierten a la oferta de "urbanizacionesdistinguidas en primera línea de golP'. Por ello ya algunos enjuiciancríticamente el proceso en términos de "la huerta inmobiliaria"...

346

TABLA 14SUCESIÓN SEGiÍN ORIENTACIÓN TÉCNICO-ECONÓMICA DE

LA EXPLOTACIÓN (% FILA)

P56: ^QUIÉN SE HARÁ CARGO DE LA EXPLOTACIÓNEN EL FUTURO?

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Marginales 22,2 12,3 4,7 2,2 0,7 34,3 2,5 0,4 19,8 Q9 100

Cereales 18,5 12,3 11,1 1,4 0,2 16,3 4,8 1,2 33,7 0,6 100

Arroz 34,1 17,7 13,4 24,1 10,7 100

Cultivo 100Industrial 25,2 33,3 I1,5 2,2 1,7 18,6 1,1 6,4

Forrajeras 20,7 7,7 11,7 3,5 24,5 31,9 100

RestoAgricultura 100

General 18,6 19,9 11,4 I,l 0,7 22,1 0,6 0,4 25,3

Horticultura 100aire libre 3Q8 23,6 12,8 13,8 2,8 1,7 12,5 2,0

Resto I 00Horticultura 31,9 21,7 12,6 3,6 19,4 2,6 8,2

Viñedo 19,3 29,7 8,4 0,9 0,7 21,3 17,7 2,0 100

Frutales no 100cítricos 27,8 14,5 11,6 l,l 26,9 1,0 1,0 15,8 0,4

Frutales17 3 17 1 7 g 2,g 1,2 35,3 0,9 16,9 0,8 100

cítricos

Frutos Secos 36,8 13,4 4,6 20,5 22,4 2,3 100

Olivar 20,1 22,5 6,3 l,l 1,4 39,5 2,2 Q4 6,5 100

Resto20,2 25,7 10,0 1,5 1,1 21,8 2,3 0,6 16,0 0,9 100

Leñosos

Ganadería 20,2 11,8 16,7 3,4 0,9 12,8 Q4 33,8 100

Policultivo 29,1 22,3 1Q1 0,4 0,5 21,9 2,2 0,9 12,6 100

Agriculturay Ganadería 21,4 10,2 20,3 0,8 1,7 I5,5 0,8 29,3 100

Total 22,3 18,5 9,3 1,8 0,8 27,1 1,5 0,5 17,6 0,6 100

347

TABLA 15PAISAJES DE LAS COMPOSICIONES FAMILIARES

(% COLUMNA)

HortofrutícolaMediterráneoy Suratlántico

Hortícola yFrutícola

de Interior

Extensivo eIndustrial de

InteriorTotal

Solo 4,9 4,9 4,2 4,8

Soltero joven en90 2,9 4,8 1,9

familia,

Soltero mayor enfamilia 2,0 4,5 7,1 3,3

Pareja sola 33,8 31,9 27,6 32,6

Pareja con <16 9,3 12,0 12,4 10,4

Pareja con >16 30,9 21,7 25,9 27,7

Pareja con ><16 7,2 4,4 5,6 6,2

Extensa 9,1 16,4 9,6 11,2

Monoparental 1,9 1,3 2,8 1,8

Total 100 100 100 100

348

GRÁF[CO 9COMPOSICIÓN FAMILIAR POR PAISAJE AGRARIO

100%

90%

RO%

70°^0

60%

$0%

40%

30%

?0%

10%

0%

Hortofutícola

Mediterráneo y

Suratlántico

........... . ..........................................................:.............

Hortícola y Frutícola Extensivo e Industrial

de Interior de Interior

q Sólo OSolterojoven en familian Soltero mayor en familia ® Pareja sólaq Pareja con < I 6 0 Pareja con > I 6q Pareja con ><16 n Extensa® Monoparental

349

, TABLA 16PAISAJES DE LAS DIFERENTES FORMAS DE ORGANIZACIÓN

Familiar de la explotación

HortofrutícolaMediterráneo y

Suratlántico

Hortícola yFrutícola de

Interior

Extensivo eIndustrialdeInterior

Total

Regante TC sinfamilia 1,8 1,8 1,4 1,8

Parcial sin familia 3,3 3,1 2,9 3,2

Regante TC confamilia no agraria 19,5 25,3 26,2 21,9

Parcial con familiano agraria 35,3 29,7 22,4 32,3

Regante TC confamilia agrariaabsoluta 4,0 2,8 8,6 4,1

Regante TC confamilia agrariaestacional 9,0 10,0 5,7 8,9

Parcial con familiaagraria absoluta 3,1 2,8 4,1 3,1

Parcial con familiaagraria estacional 7,0 5,4 7,0 6,5

Regante TC confamilia mixtavinculada 4,2 6,6 11,2 5,6

Parcial con familiamixta vinculada 4,9 4,4 2,7 4,5

Regante TC confamilia mixtaestacional 3,9 5,7 3,4 4,4

Parcial con familiamixta estacional 4,1 2,5 4,6 3,7

TOTAL 100 100 100 100

350

TABLA 17LA SUCESIÓN DE LA EXPLOTACIÓN EN LOS DIFERENTES

PAISAJES

P56.- ^QUIÉN SE HARÁ CARGO DE LA EXPLOTACIÓNEN EL FUTURO?

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HortofrutícolaMediterráneoy Suratlántico 23,6 22,0 8,2 1,9 Q9 30,3 0,9 0,4 1 l,l 0,8 100

Hortícola yFrutícola deInterior 22,4 12,8 11,6 1,4 0,5 20,4 2,6 0,7 27,2 0,3 100

Extensivo eIndustrial de[nterior 14,6 13,9 9,4 2,3 Q6 27,4 2,1 0,5 29,0 0,2 100

TOTAL 22,3 18,5 9,3 1,8 0,8 27,1 1,5 0,5 17,6 0,6 100

ANEXO CGENERACIÓN DE LA VARIABLE ORGANIZACIÓN AGRARIADE LA FAMILIA DEL TITULAR

Esta variable explora la configuración de las familias de los titularesen función de la ocupación de sus miembros en la explotación y delgrado de dedicación. La combinatoria de situaciones, tanto por elnúmero de miembros, estructura y composición familiar, así como porlos distintos grados de vinculación agraria de los familiares es enorme.

351

Por ello se ha buscado una clasificación de compromiso que fueraamplia y que a la vez agrupara los casos menos frecuentes en categoríashomogéneas.

Finalmente se ha optado por una clasificación en 12 categorías.Dicha clasificación comienza por el nivel de dedicación del titular endos clases, tiempo completo y tiempo parcial, y se completa según elcomportamiento total del resto de los miembros en cuanto a ocupacióny dedicación, asignando finalmente los casos compuestos en cuanto a ladedicación y ocupación en la explotación dominante de los familiares.

La definición de tiempo completo para el titular deviene de sudeclaración en la pregunta 45, cuando señala que trabaja principalmenteen el ámbito de la agricultura o ganadería o bien cuando su actividadprincipal es la agricultura. Por el contrario cuando la actividadagraria es un complemento de otras actividades, o cuando su trabajoen la explotación es ocasional se ha considerado como tiempoparcial.

Atendiendo únicamente a los mayores de 16 años, las familias sehan considerado:

- No agrarias, cuando nadie de los residentes, a excepción deltitular, tiene relación con el trabajo en la explotación. ^

- Agrarias absolutas, cuando todos los residentes, a excepción deltitular, tienen relación con la explotación, declarando en lapregunta 50 que realizan labores diversas o algunas tareasdiariamente.

- Agraria estacional, cuando todos los residentes, a excepción deltitular, tienen relación con la explotación declarando que sólorealizan tareas de temporada.

- Mixtas, cuando no hay concordancia en ocupación y dedicacióna la explotación entre los distintos miembros.

En las familias mixtas se investiga, en primer lugar si alguno tienededicación no ocasional con la explotación (realiza labores diversas oalgunas tareas diariamente) en ese caso la familia pasa a llamarse"mixta vinculada", si por el contrario nadie tiene vinculación estable, esdecir sólo ocasional se denomina "mixta estacional". (En la familiamixta estacional siempre hay al menos un miembro que no tienerelación con la explotación).

352

Las categorías finales han sido:

1"Regante a tiempo completo Titular que se dedica principalmente a lasin familia" agricultura y reside solo.

2"Parcial sin familia"Titular con poca dedicación agraria y quereside solo.

3"Regante a tiempo completoTitular que se dedica principalmente a la

con familia no agraria"agricultura y que nadie de su familia tienerelación con la explotación.

4"Parcial con familia noTitular con poca dedicación agraria y que

agraria"nadie de su familia tiene relación con laexplotación.

Titular que se dedica principalmente a la5"Regante a tiempo completo agricultura y que todos los miembros decon familia agraria absoluta" su familia tienen vinculación estable con

la explotación.

Titular que se dedica principalmente a la6"Regante a tiempo completo agricultura y que todos los miembros decon familia agraria estacional" su familia tienen vinculación ocasional

con la explotación.

7"Parcial con familia agrariaTitular con poca dedicación agraria y que

Absoluta"todos los miembros de su familia tienenvinculación estable con la explotación.

8"Parcial con familia agrariaTitular con poca dedicación agraria y que

estacional"todos los miembros de su familia tienenvinculación ocasional con la explotación.

Titular que se dedica principalmente a la9"Regante a tiempo completo agricultura y que los miembros que secon familia mixta vinculada" dedican a la explotación lo hacen de fomia

estable y no estacional.

Titular con poca dedicación agraria y que10 "Parcial con familia mixta los miembros que se dedican a lavinculada" explotación lo hacen de forma estable y no

estacional.

Titular que se dedica principalmente a la11 "Regante a tiempo completo agricultura y que alguno de los miembroscon familia mixta estacional" que se dedican a la explotación lo hacen de

forma estacional.

12 "Parcial con familia mixtaTitular con poca dedicación agraria y que

estacional"alguno de los miembros que se dedican a laexplotación lo hacen de fonna estacional.

353