Osvaldo Baigorria, El Hombre de La Vaca 2015

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El Hombre de la Vaca 2015 Publicado en 04/03/2015 por Osvaldo Baigorria Hace unos setenta años llegaba de Córdoba a la ciudad de Buenos Aires un morocho corpulento de 1.84 metros de estatura y 114 kilos de peso, ataviado con un fez violeta que le cubría la cabeza y una camisa rusa con condecoraciones que le cubrían el pecho, dispuesto a desafiar a las instituciones y a las costumbres porteñas con discursos proferidos a la orejas de una vaca lechera que pasearía por la calle Florida, la Costanera, el Congreso de la Nación, la Academia Argentina de Letras, la redacción del diario La Prensa y el Luna Park, entre otros lugares. “Hermana vaca, es probable que no seamos comprendidos. Pero tampoco lo fueron Cristóbal Colón y Domingo F. Sarmiento”, diría en voz alta a su acompañante vacuno. “Allí dentro, entre alfombras rojas y arañas que imitan una capilla de alcoba galante, está toda la gente de cogote gordo de la ganadería argentina, que ha mercado con las lonjas y las costillas de tus hermanas, vendidas a los frigoríficos sajones”. O, según el lugar elegido como blanco de su ataque: “Se denomina Estado a la cosa pública, por el ‘estado’ en que queda después de los decretos”. O: “La vida pública argentina inspiraría risa, si no se estuviera impuesto a tomarla en serio para no mancillar la propia dignidad”. Y también: “Somos

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Sobre Omar Viñole, prólogo reedición de "El Hombre de la Vaca"

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  • El Hombre de la Vaca 2015 Publicado en 04/03/2015 por Osvaldo Baigorria

    Hace unos setenta aos llegaba de Crdoba a la ciudad de Buenos Aires un morocho corpulento de 1.84 metros de estatura y 114 kilos de peso, ataviado con un fez violeta que le cubra la cabeza y una camisa rusa con condecoraciones que le cubran el pecho, dispuesto a desafiar a las instituciones y a las costumbres porteas con discursos proferidos a la orejas de una vaca lechera que paseara por la calle Florida, la Costanera, el Congreso de la Nacin, la Academia Argentina de Letras, la redaccin del diario La Prensa y el Luna Park, entre otros lugares.

    Hermana vaca, es probable que no seamos comprendidos. Pero tampoco lo fueron Cristbal Coln y Domingo F. Sarmiento, dira en voz alta a su acompaante vacuno. All dentro, entre alfombras rojas y araas que imitan una capilla de alcoba galante, est toda la gente de cogote gordo de la ganadera argentina, que ha mercado con las lonjas y las costillas de tus hermanas, vendidas a los frigorficos sajones. O, segn el lugar elegido como blanco de su ataque: Se denomina Estado a la cosa pblica, por el estado en que queda despus de los decretos. O: La vida pblica argentina inspirara risa, si no se estuviera impuesto a tomarla en serio para no mancillar la propia dignidad. Y tambin: Somos

  • una Repblica formada de aventureros. Detrs de la pared donde se educan espaoles y nativos se ven los carcelarios que acompaaron a Coln. Anotemos que poco hemos cambiado. Los asaltantes estamos ms apaciguados! Pero somos los mismos ladrones! Los mismos aventureros! Todos los hombres que sobresalen en este pas son malos.

    Mientras tanto, la vaca depositara tortas de abundante bosta en las calles, puertas, alfombras o escalinatas de los edificios, gracias a las inyecciones de pilocarpina, un potente laxante que se le haba suministrado minutos antes de la performance. Debe aclararse que su amo o cuidador era veterinario. Se llamaba Omar Viole. Escuch hablar de l por primera vez a fines de los aos 90. Una idea surgida en el caf-librera Gandhi de Buenos Aires me entretuvo por un tiempo en la bsqueda de informacin, autores y bibliografa para un proyecto que nunca fue formalizado: un extravagario argentino, segn la denominacin acuada por Mara Moreno. La antologa deba incluir a una serie de individuos excntricos que en algn momento de la historia argentina haban sido renombrados o discutidos y luego fervientemente olvidados. Los nombres fueron apareciendo a medida que se conversaba con quienes se sintieran atrados por esas figuritas difciles, al decir de Christian Ferrer. Recuerdo haber contactado y/o encargado trabajos a Brbara Belloc, a Alfredo Gieco y Bavio, a Florencia Abbate y a Soledad Vallejos, entre otras. El nombre de Omar Viole fue aportado por Horacio Gonzlez, si no me equivoco. El

  • resto de la serie estaba compuesto por Jos Posadas, uno de los fundadores del trotskismo argentino, conocido por escribir textos sobre la futura sociedad comunista y los platos voladores; Federico Peralta Ramos, oveja negra de una familia oligrquica que se habra gastado la Beca Guggenheim en una noche de juerga en el Hotel Alvear; el inclasificable Bonino, actor e inventor de un idioma propio; Enrique Badessich, predicador del amor libre y diputado del Partido Bromosdico Independiente; Charles de Soussens, pintoresco dandy de la bohemia portea; Vito Dumas, el navegante solitario; el elegante Vizconde de Lascano Tegui; el porngrafo y millonario Ral Barn Biza; el cacique-coronel Manuel Baigorria, que vivi veintin aos entre los ranqueles (finalmente, Barn Biza fue trabajado por Christian Ferrer, quien termin publicando una biografa sobre ese autor, y Manuel Baigorria fue inspirador de Correras de un infiel, novela de quien escribe). En cuanto a Viole, el periodista Mariano Wolfson reuni informacin que qued cajoneada junto al resto de esa antologa fantstica de seres extraterritoriales, asociados a cierto delirio pero tambin a una inclaudicable singularidad. En qu otra tradicin podra insertarse a Omar Viole? Si se quiere separar de modo tajante la historia de la cultura argentina en dos grandes tradiciones, una liberal-elitista y otra nacionalista-popular, se ver de inmediato que aparecen posiciones e intervenciones intelectuales que no calzan en ninguna de las dos. Viole estara en esa amplia zona del medio, pero al mismo tiempo en los mrgenes, con todo su discurso inclasificable, errtico,

  • fragmentario, por momentos incoherente, pese a los esfuerzos que pueden haber hecho algunos como Ernesto Goldar en ubicarlo como representante de cierta corriente popular o pre-populista entre los aos 30 y 40. De hecho, Goldar lo estudi en una antologa que prepar para Todo es Historia, titulada Los excntricos. Qu otro epteto podra calificar mejor a Viole, un autor que lleg a declararse anarquista cristiano, que se deca seguidor de Gandhi y admirador de Mussolini, y que propuso la nacionalizacin de un tipo de raza americana dentro de una programa de eugenesia que impidiera llevar a cargos pblicos a los hombres deformes, desnutridos o contrahechos puesto que desprestigian la nacionalidad.

    Si analizar la obra de esta figurita difcil es ms que complicado, al menos se pueden sealar algunos hechos destacables de su vida pblica. Nacido en 1904 en Bragado, provincia de Buenos Aires, vivi y estudi en la ciudad de Crdoba, donde fue mdico veterinario de la Municipalidad y presidente de la Sociedad Protectora de Animales. Escribi decenas de monografas mdicas y cientficas que muestran cierta heterogeneidad temtica (tuberculosis bovina, guerra bacteriolgica, deficiencias cardiovasculares en los intelectuales, etc.), adems de cuarenta y pico de libros segn consta en la Bibliografa includa en esta edicin, preparada por Ariel Fleischer, quien adems ha colaborado con datos y observaciones a la realizacin de este prlogo.

  • En Crdoba, Viole cre la revista Urotropina y una Universidad sin techo (funcionaba al aire libre en una plaza) de la que fue Rector y nico profesor, otorgando ttulos como Doctor en Dignidad y en Depravatius Causas. Quiso postularse en algn momento a gobernador de la provincia por su propio partido, el Pan, cuya plataforma se compona de un mix de propuestas progresistas, liberales y proto-fascistas, desde el voto de la mujer y el estmulo al cooperativismo hasta leyes antimonopolios y otras que castigaran la mentira como instrumento de usufructo personal, as como la prohibicin de designar legisladores a los ciudadanos mayores de 50 aos, el fomento intensivo al deporte y ciertas polticas eugensicas para promever la formacin de la unidad moral del pueblo argentino en los ideales de belleza, tomando de almanaque la eternidad. Con semejante programa, no lleg siquiera a conseguir su postulacin y su carrera poltica cordobesa fue abandonada, tras lo cual parece haber sentido el llamado a intervenir directamente sobre Buenos Aires.

    Entre fines de 1934 y principios de 1935 se inicia en esta ciudad la carrera de Viole como empresario de escndalos, segn su propia definicin. Amigo tanto de Salvadora Medina Onrubia como de Natalio Botana, director de Crtica, consigue apoyo directo de este diario para su campaa de conferencias y performances. En una de primeras las notas que se le hacen aparece fotografiado junto a una vaca, hablndole al odo al animal. Crtica anuncia: Omar Viole se va a Espaa llevndose como compaera a una

  • vaca lechera. El humorista cordobs, desengaado de los hombres inaccesibles, segn l, a sus elucubraciones filsoficas, asegura que el manso cuadrpedo que le proporcionar leche fresca durante su travesa tiene un espritu mucho ms comprensivo. La stira a la vaca atada de la oligarqua que realiza este loco suelto pronto ir ms lejos. En enero de 1934 camina por la Costanera con el mamfero y es seguido por unas ochocientas personas, segn los periodistas. Luego ofrece una conferencia en el teatro Avenida sobre La no existencia de locos y muertos y la no existencia de razas y realiza un strip-tease sobre el escenario hasta quedarse cubierto solo con un diminuto taparrabos. En marzo de ese mismo ao ofrece un espectculo de catch en el Luna Park, desafiando al luchador ruso Martn Zikoff, para demostrar, segn dijo en un reportaje, que el cerebro no est reido con el msculo; por supuesto que lleva a su vaca, a la que deja atada en un corner del cuadriltero. Luego de exclamar, entre abucheos y silbidos de los asistentes, que estos treinta mil crpulas que vienen a vernos risueamente son dignos de la ms alta lstima, lucha ferozmente con Zikoff, quien enardecido llega a atacar al rbitro y finalmente es descalificado, razn por la que se declara vencedor a Viole. En mayo protagoniza escndalos en la Academia Argentina de Letras y en el desfile militar en homenaje a la visita del presidente brasileo Getulio Vargas. Luego va con su vaca y sus discursos a la calle Florida y al Jockey Club, al edificio del diario La Prensa y a las escalinatas del Congreso nacional. Tiene problemas una y otra vez con la polica, que sin embargo nunca

  • termina de llevarlo preso, tal vez por la perplejidad que despertaba el carcter bufo de esas intervenciones y los festejos de un pblico ms dispuesto a rerse de Viole que a reir con l. Es clebre su altivo desafo a un efectivo policial que le ordena retirarse: Pero quin es el que molesta, yo o la vaca? Y ante la cndida respuesta es la vaca, la rplica de Viole: Entonces que la lleven detenida.

    Otras ciudades conocen tambin sus incursiones. En Montevideo intenta dar una conferencia en el teatro 18 de Julio pero los 10 centigramos de laxante administrados al animal producen tal cantidad de bosta en el escenario que el pblico interrumpe con gritos e insultos. En Mar del Plata, durante el verano de 1936, se pasea por la playa con su vaca, dejando cuantiosas deposiciones fecales sobre las arenas y las aguas del mar, mientras despotrica contra una sociedad decadente que comienza con la aparicin de mujeres que muestran sus nalgas y hombres andrgenos (sic) que salen en short a tentar a las pitucas.

    Moralista en genio y figura, a fines de la dcada del 30 se retira casi como un anacoreta a una isla del delta de Tigre, donde funda su Escuela de Meditacin. Tiene unos pocos discpulos, que reciben el ttulo de Hermanos Azules, pero muchos curiosos llegan a visitarlo y a soportar no sin incomodidad algunas de sus lecturas pblicas, como aquella de 1938 en que lee en voz alta a dos cerdos su Canto a la crueldad dorada de mi pueblo y arroja

  • azucenas a los animales. Ms tarde pide ingresar a la orden de los franciscanos, pero no llega a soportar el encierro en una comunidad monstica. Escribe y lee su largo poema Canto confesional a San Francisco de Ass a las vacas lecheras del convento de San Antonio a forma de despedida de la orden.

    El rito y la teatralizacin parecen fundirse en cada una de las acciones de Viole, en gestos que alteran la solemnidad de lo sagrado con la comicidad de la sobre-representacin y cruzan las fronteras entre la seriedad y la risa. Como muestras de ese estilo, se adjuntan algunas de sus frases, aforismos y apostillas, agrupadas para esta edicin bajo el ttulo de Violeadas. Adems, se agregan en el Eplogo seis textos tomados del libro Cien cabezas que se usan, donde son retratados Leopoldo Lugones, Alfredo Palacios, Natalio Botana, Oliverio Girondo y Juan Jos de Soiza Reilly, a lo que se suma una nota final titulada La cabeza del hombre perfecto, Diez aos despus de sus andanzas ms conocidas, Omar Viole se acerca en 1945 al peronismo a travs de los Centros Independientes. Comienza a escribir para el diario El Nacional que, junto al Partido Laborista y el Partido Independiente, trabaja por la candidatura de Pern. Incluso le ofrecen ser precandidato a diputado pero renuncia y se dedica a publicar el semanario Tanke. Su adhesin parcial al nuevo rgimen termina poco antes de mediados de los `50, cuando Viole vuelve a ser el mismo francotirador de siempre. Con nimo de revisar los aos en los que

  • adquiri ms notoriedad, escribe entonces El hombre de la vaca, que es al mismo tiempo relato de sus peripecias y condensacin de sus ideas. Muere en 1967, luego de haber dedicado los ltimos tramos de su vida a la pintura y la escultura. Dicho esto, debe aclararse que El hombre de la vaca, publicado en 1956 por la editorial Teocracia, probablemente no sea el mejor de los libros de Viole ni aquel donde se despliegan plenamente los recursos del autor, que pasa de la irona al sarcasmo, de la argumentacin al aforismo, de la apelacin mstica a la burla nihilista. Al contrario, el lector hallar como yo mismo he hallado- enormes dificultades para empezar a leer este libro y muchas ms para terminarlo. A tal efecto, propongo que, en el caso de que resulte tedioso, el lector saltee todos los captulos preliminares, las advertencias que, quiz remedando sin demasiada elegancia las ocurrencias de Macedonio Fernndez, demoran la entrada en materia. Entre ellos, las Palabras del Editor (que en realidad son palabras del autor), la Dedicatoria (absurda y solemne apelacin, sin pizca de irona, a Jess de Nazareth), las Dos palabras a cualquier hombre del mundo actual (en verdad, cinco pginas de divagaciones mstico-polticas), y otros captulos con los que lentamente Viole despliega su obra. Seguramente encontrar ms ameno entrar directamente a leer las andanzas de Viole a partir de la mitad del libro, en Un Hombre y una vaca en plena calle Florida y delante del Jockey Club. O tal vez un poco antes, en el captulo El Hombre de la vaca y la bendicin de las armas, donde el autor, conmocionado por las pruebas de la

  • bomba de hidrgeno en los aos 50, despliega su crtica al armamentismo y a la estupidez humana, siempre con su tono apocalptico y sus obsesiones geomtrico-matemticas. O quiz pueda acceder al libro en el captulo La edad en que deben ser educados los seres, donde Viole esboza su idea de que las personas no deben ser educadas antes de los treinta aos por razones de qumica orgnica, ya que en las primeras tres dcadas de vida una combinacin hormonal inadecuada impedira un pensar equilibradamente. En fin: no quiero demorar ni un segundo ms el apasionante y quiz riesgoso acceso del lector a las pginas de El hombre de la vaca. Solo restar insistir en que hay mucha obra del autor que qued olvidada o perdida en los meandros de la historia, como puede observarse en la Bibliografa adjunta, que en s misma es una muestra de la extravagancia y atipicidad de los ttulos e intereses de Viole. Buen provecho.

    (Texto completo del prlogo a El hombre de la vaca, Coleccin Los raros, Biblioteca Nacional)

    Bibliografa (preparada por Ariel Fleischer) Obra publicada

    1. Profilaxis contra la tuberculosis bobina. Morteros, Sin datos, 1924.

  • 2. Jos Enrique Rod. Crdoba, Imprenta Penitenciaria, 1932.

    3. Cabalgando en un silbido. Crdoba, Marzano, 1932. 4. La camiseta del jefe de polica. Crdoba, Editorial Tanke,

    circa 1933.

    5. A usted le sale sangre. Crdoba, Editorial Tanke, [1934]. 6. Veronal o la vaca que tomaba cocana. Crdoba?, circa

    1934. 7. Jess en una casa de departamentos. Crdoba, Editorial

    Tanke, [1934]. 8. Cmo vienen al mundo las palabras. Santiago de Chile,

    Editorial Ercilla, 1935. 9. El hombre que se depil la ingle. Buenos Aires, Editorial

    Claridad, circa 1935. 10. Cien cabezas que se usan. Buenos Aires, Editorial Claridad,

    circa 1935. 11. Alambres de yeso: Poemas en verso. Buenos Aires,

    Editorial Claridad, circa 1935. 12. Mi disconformismo filosfico. Buenos Aires, Editorial

    Claridad, circa 1935. 13. Lo que la vaca piensa de Buenos Aires. Crdoba, Editorial

    Tanke, [1935]. 14. La caligrafa de los juanetes en la arena de Mar del

    Plata. Buenos Aires, Editorial Tanke, 1936.

  • 15. Por qu soy amigo de Manuel A. Fresco. Buenos Aires, Editorial Tanke, 1936.

    16. El plagio en el parlamento argentino. Buenos Aires, Editorial Tanke, 1937. Prlogo de Elas Castelnuovo.

    17. El silencio de Dios. Buenos Aires, Ediciones Anaconda, 1937. Prlogo de Ramn Gmez de la Serna.

    18. Apstoles, canallas y vividores de la vida pblica argentina. Buenos Aires, Editorial Tanke, 1939. Prlogo de Juan Jos de Soiza Reilly.

    19. Leche de higos. Buenos Aires, Editorial Anaconda, 1941. 20. Caa de pescar. Buenos Aires, Sin datos, 1942. 21. El terror de los argentinos a la imaginacin

    creadora. Buenos Aires, Editorial Tanke Cuadernillos de la Escuela de Meditacin, 1942.

    22. Qu ideas ofrecen al pas los candidatos a la ms alta magistratura? Buenos Aires, Sin datos, 1943.

    23. Canto al Gran Matarife. Buenos Aires, Editorial Tanque, 1945.

    24. El hombre de la vaca. Buenos Aires, Editorial Teocracia, 1956.

    25. A John F. Kennedy. Buenos Aires, Imprenta Salaberry, 1961.

    26. Canto del inmigrante. Buenos Aires, Editorial Teocracia, 1963.

    Obra publicada pero no consultada

  • 27. No pisars mi sombra. 28. Escritos y cuentos camperos. 29. Psicologa de los que van al cine. 30. Mapa pomolgico de la Repblica Argentina. 31. Omar: Poemas tagorianos. 32. Las primeras experimentaciones de gentica vegetal en

    pocas del Virrey Cisneros. 33. Cristbal Coln de origen lutico. 34. Minucias en que perda el tiempo el Cabildo de Crdoba. 35. Biologa sentimental. 36. Las primeras intervenciones quirrgicas con anestesia local. 37. Inspecciones de carne en la poca del Virrey Sobremonte. 38. La guerra bacteriolgica o el exterminio de la humanidad

    por infecciones. 39. La agona del derecho. 40. Vidrio molido. 41. El vademcum del perfecto diputado. 42. El ojo que no tuvo paisajes. 43. El dolor de las imgenes. 44. Anafilaxis de fantasmas. 45. Psiquismo y deficiencias cardiovasculares en los

    intelectuales. 46. Mensaje a los desventurados que me conocieron como

    idiota. 47. La distancia entre el Ser y el Yo.

    Obra indita

  • 48. Tres poemas. 49. Buenos Aires se envenena! 50. La dinasta de los Crcanos. 51. Stefan Erzia. 52. El ltimo mulato (Pedro Fras). 53. La fecundacin artificial de las especies. 54. La anquilostomiasis en la Repblica Argentina. 55. El General Agustn P. Justo ante la historia. 56. La filosofa como ciencia de la soledad. 57. La distancia entre el hombre y la palabra. 58. Ernesto Sanmartino, len de sbana. 59. La estatura de la Sed. 60. La Argentina, pas sin honra.