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Orientaciones para la intervención pedagógica
en Educación InicialCiclo operativo 2021 - 2022
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Orientaciones para la intervención pedagógica
en Educación InicialCiclo operativo 2021 -2022
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Directorio
Delfina Gómez ÁlvarezSecretaria de Educación Pública
Gabriel Cámara y CerveraDirector General del Consejo Nacional de Fomento Educativo
María del Pilar Farrés González SaraviaDirectora de Educación Comunitaria e Inclusión Social
Manuel Ricardo Bravo ValladolidDirector de Educación Inicial
Héctor Robles VázquezDirector de Planeación y Evaluación
Juan Martín Martínez BecerraDirector de Operación Territorial
Luis Carvajal PérezTitular de la Unidad de Administración y Finanzas
Pedro Antonio López SalasDirector de Cultura y Difusión
Yazmín Lizbeth Vargas GonzálezDirectora de Asuntos Jurídicos
Albina Francisca Morales RojasTitular del Órgano Interno de Control
Orientaciones para la intervención pedagógica
en Educación InicialCiclo operativo 2021 -2022
Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Edición Consejo Nacional de Fomento Educativo
TextoMónica Tatiana Alba RomeroKenia Arias Aguilar Magdalena Cázares Villa Ulises Colorado Nájera Ma. Esther Cortés Miguel Nelva Monserrat Maguey Campos Guadalupe del Consuelo Ramírez Vidal
Cuidado editorial Rose Mary Espinosa Elías
Diseño de portada e interioresRosa María Díaz Álvarez
DiagramaciónRodrigo Amadeus Olvera García
Primera edición: 2020Segunda edición: 2021
D.R. © Consejo Nacional de Fomento EducativoAv. Universidad 1200,col. Xoco, alc. Benito JuárezC.P. 03330, Ciudad de Méxicowww.gob.mx/conafe
Impreso en México
CICLO OPERATIVO
2021-2022
ÍndiceIntroducción 7Educación Inicial en el marco del COVID-19 9Semáforo de riesgo epidemiológico 10Estrategias para la intervención con las familias ante la nueva normalidad 11
Microsesión en espacio abierto 11Microsesión en espacio cerrado 18Acompañamiento a la crianza en el hogar 19
Recursos para fortalecer la intervención pedagógica con las familias 24
Programas de Aprende en Casa. Educación Inicial 24Actividades para favorecer interacciones en el hogar 25Comunicación vía WhatsApp 26
Recomendaciones para organizar el Inicio del ciclo operativo 26Seguimiento a las actividades de Educación Inicial durante la intervención educativa 28Anexos 30
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Introducción
La pandemia generada por el virus SARS-COV2 (COVID-19), a la que nuestro país y el mundo entero le hacen frente, ha obligado a modi-ficar nuestra cotidianeidad y esto ha tenido profundas afectaciones en la vida de las niñas y los niños de la primera infancia. Debido a los riesgos para la salud, la Secretaría de Educación Pública, en atención a la instrucción del Consejo General de Salud, suspendió a partir de fines de marzo de 2020 todas las actividades presenciales de los servicios educativos y presentó alternativas a distancia con apoyo de diversos recursos de comunicación e información.En el caso específico de Educación Inicial del Conafe, a partir de abril de 2020 fueron suspendidas las sesiones presenciales con las fa-milias y en su lugar se ofrecieron actividades para realizar en casa para propiciar la interacción de los adultos con las niñas y los niños y promover prácticas de crianza de acuerdo con los derechos de las niñas y los niños. Lo anterior con la intención de no afectar las actividades que se realizan en los servicios educativos y, al mismo tiempo, proteger la salud, tanto de las familias como de las figuras educativas.De igual forma, se plantearon actividades de estudio para las figuras educativas, con la finalidad de continuar su formación al utilizar ma-teriales con los que ya contaban y otros que les fueron distribuidos en formato electrónico, a través de medios diversos.La evolución de la pandemia aún no permite regresar a las activi-dades presenciales. Como la prioridad es salvaguardar la salud y la vida de las niñas y los niños, es importante garantizar y materializar su derecho a la educación. Estamos en un contexto de enormes retos. En ese sentido, y en con-gruencia con la prioridad que para la Secretaría de Educación Públi-ca (SEP) significa la atención a los primeros años de vida de las niñas y los niños, el Conafe ofrece a las Promotoras Educativas (PE) este Cuadernillo de Orientaciones para la Intervención pedagógica en Educación Inicial, con el fin de guiar, durante la pandemia, la inter-vención pedagógica con las familias beneficiarias, en atención de las medidas que establece el Semáforo de riesgo epidemiológico.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
En este documento se plantean diversas alternativas de interven-ción pedagógica con las familias, así como algunos recursos didác-ticos para brindar soporte socioemocional a las niñas y los niños.De acuerdo con las condiciones sanitarias que prevalezcan en el país, en las entidades federativas y en las comunidades en donde se ofrece la Educación Inicial del Conafe, las familias acordarán las formas que consideren más adecuadas para implementar la con-tinuidad de los servicios de Educación Inicial. Ello implicará que la PE disponga de flexibilidad y capacidad de adaptación en su interven-ción educativa para brindar atención a la totalidad de familias, al cuidar su salud y la de la comunidad. Este Cuadernillo está organizado según los siguientes apartados:Estrategias para la intervención pedagógica con las familias ante la nueva normalidad. Aquí se describen las propuestas de intervención educativa que la PE podría implementar, de acuerdo con el semá-foro de riesgo epidemiológico que prevalezca en sus comunidades. En este mismo apartado se presentan los recursos en los que podrá apoyarse la PE, para dar información a las familias: fichas con activida-des para promover interacciones en el hogar, uso de Whatsapp para la comunicación, intercambio de recursos y evidencias con las familias, así como el seguimiento por parte de la estructura educativa.En el apartado Recomendaciones para organizar el inicio del ciclo operativo 2021-2022 a distancia, se brindan, paso a paso, las activi-dades que la PE desarrollará en la comunidad con el grupo de fami-lias a partir del inicio en octubre.En el apartado Seguimiento a la operación de la Educación Inicial, se describen las actividades que implementará la PE, junto con la es-tructura educativa, para recuperar evidencias e información acerca de la implementación de las Estrategias de intervención.Por último, en el apartado Anexos, se enlistan los diferentes recursos didácticos en los que la Promotora Educativa se apoyará para el de-sarrollo de las actividades durante la intervención pedagógica con las familias.
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Educación Inicial en el marco del COVID-19La pandemia por COVID-19 ha implicado, entre muchas otras cosas, realizar gran parte de las actividades en casa y disminuir el contacto social. Esta “nueva reali-dad” nos obliga a adaptar diversas actividades, entre ellas las relativas a la edu-cación.En los servicios de Educación Inicial del Conafe, la atención a las familias ha im-plicado diversificar las vías para acompañar la crianza de las niñas y los niños, y generar alternativas a distancia y presencial con sana distancia, que permitan mantener o incluso reforzar interacciones respetuosas y sensibles con las niñas y los niños, a través del juego, la lectura, la narración y el canto, sin descuidar las medidas sanitarias para salvaguardar la salud.Hoy sabemos que el riesgo de contagio por COVID-19 se puede disminuir al tomar las medidas básicas de prevención. Por ello, es necesario que las conozcas y las promuevas entre las familias. Revísalas en el siguiente cuadro:
Medidas básicas de prevención1. Lavar sus manos con agua y jabón frecuentemente2. Toser y/o estornudar en la parte interna del codo3. Mantener sana distancia (de 1.5 a 2 metros)4. Usar cubreboca, asegurándose que la nariz y la boca estén protegidas
El Semáforo de riesgo epidemiológico es un referente central para el desarrollo de cualquier iniciativa que involucre la promoción de actividades fuera del hogar, así como la reunión de varias personas. Dada su importancia, la PE deberá estar atenta al color en que el semáforo se encuentre en su entidad federativa e inclu-so en la localidad donde desarrolla su actividad.El color del Semáforo de riesgo epidemiológico determinará la posibilidad de realizar diversas formas de intervención pedagógica (a distancia o presencial), toda vez que presenta las indicaciones en torno al uso de los espacios públicos y las condiciones en las que es posible reunirse en espacios abiertos y/o cerrados. Es de suma impor-tancia establecer formas y vías de comunicación permanente con las familias para el desarrollo de las actividades. Debes tener presente qué representa cada color del Semáforo de riesgo epidemiológico, así como las consideraciones del mismo, para cuidar tu salud y la de las familias.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Semáforo de riesgo epidemiológico
ROJO• No salir si no es estrictamente necesario.• Se permitirán únicamente las actividades econó-
micas esenciales, asimismo se permitirá también que las personas puedan salir a caminar alrededor de sus domicilios durante el día.
NARANJA• Si pueden, quédense en casa.• Se abrirán los espacios públicos al aire libre con un
aforo reducido (cantidad de personas), siempre to-mando en cuenta las medidas de cuidado máximo para las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave por COVID-19.
AMARILLO• Pueden realizarse más actividades con precaución.• El espacio al aire libre se utiliza de forma regular, y
los espacios públicos cerrados se pueden abrir con aforo reducido. Estas actividades deben realizarse con medidas básicas de prevención y máximo cui-dado a las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave por COVID-19.
VERDE• Pueden salir con prevención y precaución.• Se permiten todas las actividades, incluidas las es-
colares.
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Estrategias para la intervención con las familias ante la nueva normalidadAcompañar la crianza de las niñas y los niños en la “nueva normalidad” involucra sal-vaguardar la salud, tanto de las familias como la de las figuras educativas. En virtud de ello, te presentamos varias alternativas para la atención de las familias, organizadas de acuerdo con el Semáforo de riesgo epidemiológico, las cuales utilizarás según el color en el que se encuentre tu entidad, municipio y/o localidad.Es fundamental que acuerdes con las familias las estrategias a utilizar. Incluso es posible usar más de una con todos o algunos participantes, pues lo importante es dar continuidad al servicio educativo y mantener activos e interesados a cada uno de los participantes para fortalecer las prácticas con las que cuidan, atien-den y educan a las niñas y los niños más pequeños.
Microsesión en espacio abiertoCaracterísticas de las microsesiones en espacio abierto
La microsesión es una alternativa presencial para acompañar la crianza de las ni-ñas y los niños cuando las medidas de distanciamiento social permiten la reunión de personas en espacios abiertos (aire libre), con un aforo restringido, guardando la sana distancia (de 1.5 a 2 m entre cada persona) y utilizando cubrebocas.Tal como su nombre lo indica, la microsesión es una sesión de Educación Inicial re-ducida, tanto en participantes (máximo cinco familias) como en el tiempo de dura-ción (50 minutos) para dialogar de manera presencial sobre la crianza de las niñas y los niños.La atención de las familias a través de microsesiones en espacio abierto implica organizar subgrupos y agendar, con el acuerdo de todos los participantes, el día y horario en los que les corresponde acudir. La PE agenda, al menos, un encuentro semanal con cada subgrupo. Para evitar el contacto entre las niñas y los niños y de esta forma disminuir la posibilidad de contagios, se recomienda convocar preferentemente solo a los adultos. Las microsesiones se combinan con los programas Aprende en Casa. Educación Inicial, puesto que son un recurso complementario.
La intervención educativa de la Promotora Educativa (PE)Las microsesiones en espacio abierto promueven interacciones sensibles y cari-ñosas con las niñas y los niños, lo cual enriquece las prácticas de crianza de las
Semáforo en color naranja
Si puedes, quédate en casa.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
familias. Por ello, se entablará un diálogo sobre estas a partir de las aportaciones de los programas Aprende en casa. Educación Inicial. Posteriormente, con el plan-teamiento de algunas preguntas sobre la crianza, se dará paso a la promoción de prácticas de crianza apegadas al enfoque de derechos en los hogares, con apo-yo de algunos recursos (frases o ideas acerca de las niñas y los niños pequeños y la crianza, así como imágenes). Dichos recursos generarán la discusión entre las madres, padres y cuidadores.Uno de los momentos clave de las microsesiones es el Diálogo sobre la crianza: en aproximadamente 25 minutos se propicia que cada participante exprese sus experiencias en la crianza de sus hijos. Asimismo, con el apoyo de las Fichas de la sección “Ideas para acompañar la crianza” incluida en el material Acompañando la crianza. Guía para el desarrollo de las sesiones de Educación Inicial, se otorga información sobre aspectos para enriquecer el desarrollo de las niñas y los niños. La siguiente tabla muestra una propuesta para organizar el tiempo y contenido de la microsesión en espacio abierto:
Microsesión en espacio abierto (al aire libre)
Bienvenida y recomendaciones sanitarias 5 minutos• Dar la bienvenida a los participantes, agradecer su asistencia puntual y el
uso de cubrebocas.• Recordar las medidas de prevención de contagio por COVID-19.• Dar la bienvenida con una canción y promover saludos con señas (guiñar
un ojo, balancear la cabeza, evitar siempre el contacto con las manos).Nota: Para presentar las medidas de prevención de contagio por COVID-19, se puede elaborar una lámina a utilizar con todos los subgrupos de familias.
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Contenidos de los programas Aprende en Casa. Educación Inicial.10 minutos• Recuperar los comentarios, dudas o inquietudes de las madres, padres o
cuidadores en torno a los contenidos de los programas Aprende en Casa. Educación Inicial.
• Hacer preguntas abiertas a todos los participantes o dirigidas a alguien en especial: ¿Qué le resultó útil de la información que observó durante esta semana en los programas de Aprende en Casa. Educación Inicial?
• Partir de un comentario u opinión de lo que, como PE observaste, para des-pués promover que los participantes comenten sus puntos de vista o com-plementen más datos sobre lo que observaron. Ejemplo: “En el programa, hablaron de…, dijeron que…, lo cual me ayudó a comprender que las niñas y los niños pequeños…, ustedes, ¿qué opinan de ello?”.
Diálogo sobre la crianza con adultos25 minutos• Recuperar las experiencias de crianza de las familias, ¿qué han hecho?,
¿qué se les ha dificultado para criar a sus hijas e hijos con paciencia, ofre-ciendo explicaciones?, ¿qué oportunidades tuvieron para jugar o compartir actividades con ellos?
• Ofrecer información sobre un tema de interés de las familias, de tal modo que, con nuevas u otras ideas, amplíen sus referentes para el cuidado, atención y educación de las niñas y los niños, a partir del diálogo sobre la crianza.
Cierre de la sesión 10 minutos• Invitar a las familias a externar un compromiso en torno a algo que puedan
realizar en los siguientes días para fortalecer la interacción que establecen con las niñas y los niños.
• Sugerir que continúen viendo los programas de Aprende en casa. Educa-ción Inicial.
• Recordar al grupo el día, horario y lugar de la siguiente reunión a campo abierto.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Enseguida se muestra un ejemplo con actividades para una microsesión en es-pacio abierto:
Microsesión en espacio abierto (al aire libre)
Bienvenida 5 minutos
• Bienvenida a las familias: Les agradeceré su asistencia y puntualidad. Les pediré que completen con una palabra lo siguiente: Hoy me siento… con-tento, entusiasmado, preocupado, entre otros.
• Recordatorio de las medidas sanitarias que es necesario realizar durante el desarrollo de la sesión: sana distancia, uso de cubrebocas, aseo de manos.
Contenidos de los programas Aprende en Casa. Educación Inicial 10 minutos
• Experiencia de las familias con los programas Aprende en casa. Educación Inicial. Preguntaré a las familias: ¿Qué les gustó? ¿Qué les fue útil? ¿Qué dudas les quedaron?
• También aclararé las dudas de las familias y, si no sé algo, lo anotaré para preguntarle a mi Supervisor de Módulo.
Diálogo sobre la crianza 25 minutos
1. Leeré a las familias la siguiente frase:“Cada niño es reflejo de su hogar,Si le das confianza, será confiable.
Si lo respetas, será respetuoso.Si le demuestras amor, será un gran ser humano.”
2. Les pediré su opinión, me apoyaré en las siguientes preguntas: (15 minutos)¿Qué opinan de la idea que les comparto?, ¿están de acuerdo?, ¿no están de
acuerdo?, ¿en qué?, ¿por qué?Si las hijas y los hijos son reflejo del hogar, ¿cómo describirían a sus hijos?
Como padres, ¿qué estamos “mostrando” en el hogar a nuestros hijos?, ¿lo que mostramos es lo que queremos para ellos?
3. Le diré a las familias que no se trata de sentirnos culpables o señalar nuestros errores. La intención es que todos revisemos qué hacemos con nuestros hi-jos, que nos esforcemos en darles lo mejor de nosotros desde que son be-bés, así ellos aprenderán a escuchar y convivir con los demás.
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4. Para compartir con el grupo ideas sobre diferentes prácticas, se puede re-tomar de la ficha informativa “Las niñas y los niños en los primeros años”,1 información como la que presentamos enseguida. Podría ser en una hoja de papel bond o en tiras de papel. Puede solicitarse a algunas madres, padres o cuidadores que den lectura a las ideas que se retomaron:
ü Los recién nacidos y los niños pequeños se desarrollan y aprenden más rápidamente cuando reciben amor, afecto, atención, alimentos nutritivos y un buen cuidado de la salud.
ü No hay otra riqueza más valiosa en la familia, la comunidad y la sociedad en general, que la capacidad para relacionarnos mutuamente en una cultura del buen trato, el respeto, la cordialidad y el compromiso de res-petarnos mutuamente y construir caminos de salida a los conflictos que se presenten.
ü Cuando la niñez tiene oportunidades de participar activamente en pro-cesos comunitarios donde se respetan sus ideas y su voz, desarrollan una gran capacidad para poder escuchar y respetar las ideas de otras personas y buscar interacciones entre las diferencias para construir nue-vas posibilidades.
ü Es por ello que los papás, mamás y otros adultos en los espacios fami-liares e instituciones deben comprender la importancia del buen trato y desarrollar las habilidades para responder a los esfuerzos comunica-cionales del recién nacido o niños pequeños, en aras de un desarrollo saludable.
5. Después de cada idea, las madres, padres o cuidadores pueden dar su opi-nión en torno a lo que les aporta para enriquecer su crianza.
6. Cerrar la sesión compartiendo con el grupo una idea, a manera de énfasis (5 minutos). Ejemplo:
Es importante tener presente que nuestras hijas e hijos observan con mu-cha atención todo lo que hacemos en el hogar: la manera en que nos diri-gimos unos a otros, la actitud que presentamos ante diferentes situaciones cotidianas (una discusión, las preocupaciones, el enojo, la alegría). En pocas palabras, perciben y aprenden esas mismas maneras en que nos relacio-namos al interior de nuestra familia. Por ello es importante detenernos un momento a pensar qué queremos que nuestros hijos “vean” de nosotros en casa.
1 Incluida en el material: Acompañando la crianza. Guía para el desarrollo de las sesiones de Educación Inicial.
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Cierre de la sesión 10 minutos
• Pediré a cada participante que, considerando las ideas que revisamos, es-tablezcan un compromiso a realizar con su familia para tratar de modificar algunas actitudes o conductas que consideren les pueden ayudar a cons-truir relaciones más respetuosas y/o cariñosas con sus hijas e hijos.
• Agradeceré a las familias sus comentarios, les recordaré el día y horario de la siguiente sesión, que no olviden realizar su compromiso y ver los progra-mas de Aprende en casa. Educación Inicial.
Es necesario cuidar con el grupo la escucha atenta, el respeto a las opiniones que cada persona brinde y no juzgar a nadie por lo que expresen y compartan duran-te el desarrollo de la microsesión.Por último, al final de la sesión, será importante que la PE elabore algunas no-tas sobre lo ocurrido en esta, básicamente en torno a las ideas que aportaron las madres, padres o cuidadores durante el desarrollo de la misma. Lo ante-rior servirá para documentar el proceso del grupo en cuanto a las concepcio-nes acerca de las niñas y los niños, sobre sus diferentes prácticas de crianza y contar con referentes para que, al final del ciclo operativo se revisen y valoren los avances y aspectos que será necesario seguir fortaleciendo para arribar a prácticas de crianza que favorezcan el desarrollo de las niñas y los niños. Lo ante-rior, en el marco del enfoque de derechos. Recursos didácticos para el desarrollo de las sesiones a campo abiertoPara apoyar el desarrollo de las microsesiones en espacio abierto, la PE contará con material que le ayudará a propiciar el diálogo con las familias, por ejemplo: imágenes, frases, enlaces donde podrán descargar videos, así como Fichas de actividades e informativas (algunas de ellas incluidas en el material Acompañan- do la crianza. Guía para el desarrollo de las sesiones de Educación Inicial), cuyos contenidos podrán compartir con las familias. Estos recursos se especifican en el apartado Anexos de este material.
Productos y/o evidencias de la Microsesión en espacio abiertoDe acuerdo con los recursos que utilice la PE en el desarrollo de la microsesión, es posible que se derive algún producto por parte de las madres, padres o cuidado-res. Será necesario que se conserven algunos, ya sea a través de fotografías o de manera física. Estos productos darán soporte a las notas que realice la PE al final de cada sesión. Habrá que solicitar autorización a los integrantes del grupo para tomar fotografías como evidencias de la sesión.
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Tanto las notas como las evidencias que se recaben deberán organizarse al fi-nal de la semana y compartirse con el Supervisor de Módulo cuando realice su visita de acompañamiento a la comunidad. Esto con la finalidad de que, al com-partir estos insumos, puedan ser identificadas las áreas de oportunidad en la in-tervención que realiza la PE, así como avances o dificultades presentadas y, de manera conjunta, plantear alternativas de mejora.En el apartado de Seguimiento a las actividades de Educación Inicial se describen con mayor detalle las tareas que implicarán al Supervisor de Módulo y demás fi-guras que conforman la estructura educativa, dar seguimiento a las estrategias implementadas.
Consideraciones para las microsesiones en espacio abiertoPara realizar las microsesiones en espacio abierto es importante realizar lo si-guiente:
ü Organizar subgrupos de máximo cinco familias. ü Agendar con el consenso de las familias los días, horarios y lugar al aire libre para realizar la microsesión.
ü Asegurar que, en la elección y acuerdo del lugar donde se reunirán los sub-grupos, se respete la sana distancia y que las familias se sientan seguras y confiadas de que no estarán en riesgo de contagio.
ü Preparar con anticipación los recursos que apoyarán el desarrollo de las acti-vidades de la microsesión: carteles, imágenes, textos, Fichas informativas o de actividades, entre otros.
ü Asistir puntualmente en los días y horarios convenidos con los subgrupos de familias.
ü Solicitar a las familias su autorización para tomar una o dos fotografías du-rante la microsesión y explicar que ello servirá para llevar un seguimiento de lo que conversan.
ü Tomar notas de lo que sucede durante cada microsesión, de tal modo que sirva a la PE para contar con información sobre lo que requiere cada familia.
ü Mantener comunicación con el Supervisor de Módulo, compartirle las eviden-cias de las actividades realizadas con las familias (notas y/o fotografías), así como las dudas que surjan sobre la atención de los subgrupos, de tal forma que cuente con información que le permita asesorar a cada PE del Módulo a su cargo.
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Microsesión en espacio cerrado Características de las microsesiones en espacio cerrado
Las microsesiones en espacio cerrado tienen las mismas características de la mi-crosesión en espacio abierto; la diferencia radica en el lugar donde se realiza: al aire libre o en un espacio cerrado. Su desarrollo lo determina el color del Semáforo de riesgo epidemiológico. Estas sesiones podrán realizarse en un espacio cerrado, pero considerando el mismo número de familias (máximo cinco). Su duración será de 50 minutos y se cuidará la sana distancia y el uso de cubrebocas durante el desarrollo de las mis-mas. La intervención educativa será igual a la que se propone en la microsesión en espacio abierto.Dependiendo de los acuerdos con las familias, se podrán realizar una o dos sesio-nes a la semana, por subgrupo, en esta modalidad. La microsesión es una alter-nativa presencial para acompañar la crianza de las niñas y los niños cuando las medidas de distanciamiento social permitan la reunión de personas en espacios cerrados amplios, con un aforo restringido, guardando la sana distancia (de 1.5 a 2 m entre cada persona) y utilizando cubrebocas.
Consideraciones para las microsesiones en espacio cerrado Para las microsesiones en espacio cerrado, es importante que la PE realice lo siguiente:
ü Agendar, con el acuerdo de las familias, los días, horarios y lugar para realizar la microsesión.
ü Asegurarse de que, en la elección y acuerdo del lugar donde se reunirán los subgrupos, se conserve la sana distancia y las familias se sientan cómodas y confiadas de que no estarán en riesgo de contagio.
ü Preparar con anticipación los recursos que apoyarán el desarrollo de las acti-vidades de la microsesión: carteles, imágenes, textos, fichas informativas o de actividades, entre otros.
ü Asistir puntualmente en los días y horarios convenidos con los subgrupos de familias.
ü Solicitar a las familias su autorización para tomar fotografías durante la mi-crosesión y explicarles que ello servirá para llevar un seguimiento de lo que conversan.
ü Tomar notas de lo que sucede durante cada microsesión, de tal modo que sirva a la PE para contar con información sobre lo que requiere cada familia.
Semáforo en color amarillo
Hay más actividades, pero con precaución.
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ü Mantener comunicación con el Supervisor de Módulo, compartirle las evidencias de las actividades realizadas con las familias (notas y/o fotografías), así como las dudas que surjan sobre la atención de los subgrupos, de tal forma que este cuente con información que le permita asesorar a cada PE del módulo.
ü Tomar notas de lo que sucede durante cada sesión, de tal modo que sirva a la PE para contar con información sobre lo que requiere cada familia.
ü Mantener comunicación con el Supervisor de Módulo, y compartir las eviden-cias e informes de los avances y dificultades en la implementación de esta estrategia.
Acompañamiento a la crianza en el hogarCaracterísticas del Acompañamiento a la crianza en el hogar
El Acompañamiento a la crianza en el hogar es otra Estrategia de intervención que se propone a las PE para que, desde el hogar, las familias puedan enriquecer el ambiente en que se desarrollan las niñas y los niños, y favorecer interacciones respetuosas, cariñosas y sensibles con sus sus hijas e hijos. Lo anterior, partien-do de que es posible movilizar ideas y acciones arraigadas en los adultos, de tal forma que logren cambiar la manera en que conciben a las niñas y los niños, así como la manera de relacionarse con ellas y ellos, lo cual incidirá, sin duda, en su desarrollo.En esta Estrategia de intervención, la Promotora Educativa acordará de antemano con las familias los días y horarios en que le permitirán acercarse a sus hogares, de tal modo que la familia se sienta cómoda con su presencia. La PE organizará las actividades que realizará durante la visita. Este acompañamiento en el hogar tiene una duración máxima de 50 minutos y preferentemente se realizará al aire libre, en un espacio en el que sea posible establecer un diálogo entre la madre, padre o cuidador y la PE. La visita de acompañamiento en el hogar se realizará para atender aquellas fa-milias que no asistan a las microsesiones, así como aquellas que la PE considere es necesario atender en esta modalidad. Podrían agendarse dos visitas de acom-pañamiento en el hogar por día, las veces en que no se realice microsesión.
La intervención de la Promotora EducativaLa Promotora Educativa establecerá un diálogo con la madre, padre o cuidador y destinará los primeros 10 minutos para comentar con ellos sobre los contenidos de los programas Aprende en Casa. Educación Inicial, principalmente sobre los
Semáforo en color amarillo
Hay más actividades, pero con precaución.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
aspectos que les hayan sido significativos o las dudas que les hayan surgido. Lo anterior, en el caso de las familias con posibilidades de ver estos programas.Posteriormente, promoverá el diálogo en torno a sus acciones de crianza y pre-sentará otras opciones de crianza a fin de contar con referentes que enriquezcan sus propias prácticas. Para realizar este acompañamiento, la PE contará con una organización del tiempo y actividades a realizar durante la visita, lo cual le ayuda-rá a guiar su intervención.La información que se lleva a las familias debe ser breve y se puede organizar de acuerdo con los intereses de los miembros de las mismas e, incluso, de aquello que se observe que se requiere fortalecer con ellos. Durante la visita es importan-te respetar los intereses de juego de las niñas y los niños, evitar en todo momento que sean obligados a participar, animarles y, si es necesario, ofrecerles realizar otra actividad. La intención es que, tanto los adultos como los niños, pasen un momento agra-dable que los impulse a jugar los siguientes días. A continuación, se muestra la organización del acompañamiento en el hogar a manera de ejemplo:
Tiempo Actividad
Madres, padres y cuidadores Niñas y niños
10 minutos Bienvenida
• Saluda a los miembros de la familia, saluda por su nombre a la niña o niño: ello ayudará a que se sienta confiado con tu presencia.
• Pregunta acerca de lo que pudieron realizar durante la se-mana, si tuvieron oportunidad de ver algún programa de Aprende en casa. Educación Inicial, qué les resultó útil, a qué jugaron o en qué actividades involucraron a las niñas y los niños.
• Indaga con la familia sobre cómo han estado, qué han ob-servado en su hijo… tú puedes hacer referencias sobre lo mucho que ha crecido, incluso algo que hayas observado: si balbuceó o intentó saltar. Ello te ayudará a que la familia te comparta algo o a que, en otra ocasión, observen un poco más y comenten algo al respecto.
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Tiempo Actividad
10 minutos ¡A jugar!
• Prepara uno o dos juegos o actividades para compartir con la familia, de tal modo que favorezcas la interacción con la niña o el niño.
• Puede ser un juego de palmadas, armar un rompecabezas, jugar con algún juguete que tengan en casa, entre otros.
15 minutos ¡Algo para recordar! ¡Juego libre!
• Comparte con la madre, padre o cuidador el con-tenido de alguna de las Fi-chas informativas o de ac-tividades. De preferencia, elige alguna que refuer-ce lo que se abordó en el programa de Aprende en casa. Educación Inicial, o que trate sobre alguna si-tuación que tú consideres importante reforzar, pro-ducto de la observación o indagación con la familia. Ejemplo: En alguna ocasión que los visitaste, observas-te que la niña o el niño te-nía un golpe en la frente y te refirieron que jaló un mueble y le cayó un obje-to encima. Puedes plantear algunas sugerencias para que el lugar sea más seguro.
• Solicita a los padres que acerquen los juguetes de la niña o el niño o aquellos ob-jetos con los que le gusta ju-gar y que se los ofrezcan.También infórmale a la niña o el niño que, mien-tras juega, tú conversa-rás con sus padres.Si es necesario, dedica unos minutos hasta que el pequeño logre encontrar algo de su interés para ju-gar. A veces las niñas y los niños necesitan ayuda de un adulto para iniciar un juego. Sólo después, com-parte con los adultos la in-formación que preparaste.
5 minutos ¡Palabras para la familia!
• Lee en voz alta a la familia un libro. También puedes narrar-les una historia que conozcas o inventes. Incluso te puedes apoyar en títeres. La intención es que la familia disfrute de tu presencia porque les otorgas un momento agradable, don-de tu voz enriquece el ambiente de cada hogar.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Tiempo Actividad
5 minutos ¿Qué haré?
Guía a los adultos a expresar un compromiso o idea para reali-zar en los siguientes días y que esté encaminada a ofrecer una atención sensible y cariñosa a las niñas y los niños.
5 minutos Despedida
Agradece a la familia la atención de recibirte en su casa. Co-méntales que volverás en una semana, primero despídete de la niña o el niño por su nombre y después, de los demás miembros de la familia.Si tienes oportunidad y conoces una canción de despedida, compártela con la familia.
La PE seleccionará con anticipación la ficha que compartirá con la familia, consi-derando la manera en que les presentará la información. También, preverá algún cuento o lectura que ofrecerá a la familia.Es necesario practicar la escucha atenta, respetar las opiniones que cada perso-na brinde, sin juzgar lo que expresan y comparten durante el desarrollo del acom-pañamiento en el hogar.Por último, al final de la visita será importante que la PE elabore algunas notas so-bre lo ocurrido en la visita; estas se fundamentarán en las ideas aportadas por las madres, padres o cuidadores sobre la información que se les compartió. Lo ante-rior servirá para documentar el proceso del grupo en cuanto a las concepciones acerca de las niñas y los niños sobre sus prácticas de crianza y para contar con referentes con el fin de revisar y valorar los avances y aspectos hacia el final del ciclo operativo. Esto permitirá proseguir con el fortalecimiento de las mismas a fin de alcanzar prácticas de crianza, en el marco del enfoque de los derechos de las niñas y los niños.
Recursos didácticos para el desarrollo de la visita de acompañamiento en el hogarPara apoyar el desarrollo del acompañamiento en el hogar, la PE contará con material para la intervención, específicamente con Fichas de actividades e in-formativas, cuyos contenidos podrán compartir con las familias, algunas de ellas incluidas en el material Acompañando la crianza. Guía para el desarrollo de las
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CICLO OPERATIVO
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sesiones de Educación Inicial, y en el apartado de Anexos de este material. Previo a su visita, la Promotora seleccionará la ficha que compartirá o desarrollará con la familia y preparará con anticipación material extra que requerirá para su visita.
Productos y/o evidencias de la visita de acompañamiento en el hogarDerivado de la intervención realizada durante el acompañamiento en el hogar, es posible que se genere algún producto por parte de las madres, padres o cuida-dores. Será necesario que se conserven algunos de estos a través de fotografías o de manera física, para dar soporte a las notas que realice la PE. Será importante solicitar autorización a los padres para tomar fotografías como evidencias del desarrollo de la visita.Tanto las notas como las evidencias que la Promotora recabe, deberán organi-zarse al final de la semana y compartirse con el Supervisor de Módulo, cuando realice su visita de acompañamiento a esa comunidad, de tal manera que, al compartir estos insumos, puedan identificar áreas de oportunidad en la interven-ción que realiza la PE y, de manera conjunta, plantear alternativas de mejora. En el apartado de Seguimiento a las actividades de Educación Inicial, se descri-ben con más detalle las tareas que implicarán al Supervisor de Módulo y demás figuras que conforman la estructura educativa, para dar seguimiento a las estra-tegias implementadas.
Consideraciones para la visita de acompañamiento en el hogarPara realizar el acompañamiento en el hogar es importante realizar lo siguiente:
ü Organizar el calendario de visitas con las fechas y horarios. ü Preparar las visitas de la semana, anotar lo que se abordará, por ejemplo: si, para saludar, la Promotora utilizará una canción, elegir cuál cantar; ubicar el nombre de la niña o el niño de ese hogar, para que, con toda certeza, la Pro-motora lo llame por su nombre; elegir un juego para jugar con la familia; pre-parar la información que compartirá con la familia y cómo la presentará.
ü Asistir a la visita en la fecha y horario convenidos con la familia y ser puntual. ü Adaptarse al espacio que la familia ofrezca. Incluso si solo la madre recibe a la Promotora en la puerta, hay que ajustarse a ello y aprovechar el tiempo con-cedido para indagar cómo están ella, su bebé y su familia; recomendarle ver los programas de Educación Inicial de Aprende en casa y, en la medida de lo posible, sugerirle involucrar a su bebé en las actividades cotidianas: cantarle, jugar con él y, si es necesario, explicarle en la siguiente visita algunas activida-des que puede hacer con él.
ü Solicitar a la familia autorización para tomar una o dos fotografías durante la visita y explicarles que ello servirá para llevar un seguimiento de lo que conversen.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
ü Tomar notas de lo que sucede durante cada visita, de tal modo que sirva para ofrecer información más cercana a lo que requiere cada familia.
ü Mantenerse en comunicación constante con el Supervisor de Módulo, de tal manera que tenga conocimiento de lo que sucede con las familias y pueda ofrecer alternativas que ayuden a desarrollar, de la mejor forma, las visitas e incluso, si fuera el caso, para utilizar otras vías de comunicación.
Recursos para fortalecer la intervención pedagógica con las familiasProgramas de Aprende en casa. Educación Inicial
Aprende en casa es un programa educativo a distancia de carácter nacional, que la Secretaría de Educación Pública impulsa en respuesta a las medidas de distanciamiento social, derivadas de la emergencia sanitaria por Covid-19.La Educación Inicial tiene un espacio en Aprende en casa. En la barra televisiva se ofrecen contenidos sobre cuidados prenatales, desarrollo de las niñas y los niños, así como crianza compartida para las madres, padres y cuidadores, los cuales se difun-den durante 30 minutos. Actualmente se pueden consultar los programas en la plata-forma de YouTube. Los contenidos de los Programas de Aprende en Casa. Educación Inicial guardan congruencia con los enfoques que sustentan el Modelo de Educación Inicial del Conafe e, incluso, un equipo de figuras educativas colaboró en la construcción de algunos programas.Si en el arranque del ciclo operativo de Educación Inicial la entidad federativa continúa el Semáforo de riesgo epidemiológico en un color diferente al verde, será necesario promover con las familias la observación de la programación de Educación inicial, el desarrollo de las actividades sugeridas y seguir las recomen-daciones que se ofrecen.Consideraciones para acompañar a las familias con Aprende en Casa. Educa-ción Inicial
ü Observar con atención Aprende en Casa. Educación Inicial, procura poner en práctica aquello que beneficie la vida de las niñas y los niños. Esto también permitirá a la PE tener mayores elementos para conversar con las familias sobre la crianza.
ü Asegurar formas de comunicación con las familias (estando el Semáforo en rojo), indagar cómo están e invitar a las y los participantes a ver la progra-
Semáforo en color rojo
No salgas si no es estrictamente necesario.
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mación de Aprende en Casa. Educación Inicial. Para ello será muy importante acordar con los participantes la forma de comunicación que convenga en cada caso (recados escritos, perifoneo, llamadas telefónicas, entre otras).
ü Consultar con las familias quiénes tuvieron oportunidad de ver Aprende en Casa. Educación Inicial, indagar qué les interesó y qué les resultó de mayor utilidad.
ü Invitar aquellas familias que aún no ven los programas a hacerlo, orientándolos sobre el medio por el cuál se transmiten, a fin de motivar su interés; hacer énfasis en los contenidos importantes para criar a las niñas y los niños.
ü Tomar notas de lo que le interesa a cada familia, lo que les resulta útil y sus dudas sobre los programas, de tal forma que esta información pueda com-partirse con el Supervisor de Módulo y, con ese referente, ofrecer alternativas para apoyarlas.
Actividades para favorecer interacciones en el hogar
El hogar representa el espacio en el que se desarrollan las interacciones de las niñas y los niños, desde la gestación y a lo largo de su vida con los adultos, cui-dadores, hermanos o hermanas, abuelas o abuelos. Es el lugar donde las niñas y los niños experimentan los primeros intercambios de miradas, caricias o pala-bras con sus cuidadores primarios. Por ello es fundamental ofrecer a las familias ideas a partir de las cuales puedan propiciar y fortalecer estas interacciones con sus hijos y favorecer el vínculo afectivo y la confianza, de tal manera que el hogar constituya el lugar en que se sientan seguros, cómodos, queridos y cuidados, y sea el lugar donde más disfruten estar. Estas son algunas de las actividades que la PE debe promover de manera constante:Observar, jugar, leer, cantar, narrarDe manera natural, las niñas y los niños exploran los objetos y lugares de su al-rededor; se interesan por conocer qué hay, para qué sirve, cómo funciona, quién lo usa; exploran e inventan otros usos; buscan la atención de las personas de su alrededor; requieren que los escuchen, que conversen con ellos, que estén cerca de ellos.Lo anterior forma parte de la vida cotidiana del hogar y, en estos días de contin-gencia sanitaria y confinamiento, es importante que los miembros de la fami-lia aprovechen la oportunidad para convivir con los más pequeños: observar lo que hacen, disfrutar de sus juegos, tener apertura para ofrecerles explicaciones, consolarlos cuando se frustran, leerles algún libro, cantar, narrarles una historia
Semáforo en color rojo
No salgas si no es estrictamente necesario.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
inventada o que recuerden. Lo importante es que se diviertan y ofrezcan a los más pequeños oportunidades para sentirse cómodos, con posibilidades para apren-der más palabras, conocer nuevas cosas y disfrutar a la familia.La PE podrá sugerir a las familias de manera periódica diversas actividades que podrán implementar en sus hogares e involucrar a todos los miembros. Para ello, contará con fichas que describen actividades para realizar en casa.En el apartado Anexos, la Promotora Educativa consultará el listado de recursos que se sugieren para proponer a las familias.
Comunicación vía WhatsAppEl uso del teléfono celular ha sido uno de los medios más efectivos para mantener comunicación, tanto con la estructura educativa de Educación Inicial como con las familias que cuentan con este medio. Ello ha permitido intercambiar mate-riales, recursos y enlaces de consulta para que las familias implementen diver-sas actividades en el hogar y promuevan interacciones respetuosas, sensibles y cariñosas.Este recurso seguirá implementándose entre la estructura educativa y, en los casos en que sea necesario, entre las familias, a fin de tener comunicación permanente e intercambiar información relacionada con la operación de Educación Inicial.
Recomendaciones para organizar el inicio del ciclo operativoActividades para organizar el inicio del ciclo operativo1. La PE reunirá o visitará a las madres, padres o cuidadores que conforman el
grupo de Educación Inicial para presentarse con ellos e informar sobre la ma-nera en que se operará en este periodo de contingencia. Les compartirá las opciones de intervención educativa para que las familias determinen la Estra-tegia de intervención más pertinente, de acuerdo con el Semáforo de Riesgo Epidemiológico de la entidad.
2. La PE acordará con las familias las Estrategias de intervención que implemen-tará de acuerdo a la semaforización de la entidad, y establecerán los días y horarios en que se desarrollarán las actividades con cada familia.
3. La PE definirá (de común acuerdo) formas de comunicación pertinente con las familias, de acuerdo con las medidas sanitarias y protocolos que prevalezcan en las comunidades, acordes a la semaforización en que se encuentren para informar sobre la manera en que se operará la Educación Inicial del Conafe en la nueva normalidad.
4. La PE elaborará un Plan de Intervención en el cual organizará los días, horarios y estrategias que implementará con las familias.
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5. La PE integrará el Comité de Participación Comunitaria (CPC).6. Coordinarse con el CPC para establecer acuerdos en torno a:
a. Promover la participación de las familias de la comunidad en Educación Inicial.b. Organizar a las familias para garantizar la salud e higiene de los participan-
tes a través de la difusión de cuidados y contar con los insumos básicos en las microsesiones en espacio abierto y espacio cerrado.
c. Gestionar apoyos para el desarrollo de las acciones en Educación Inicial.7. Durante las primeras dos semanas, la Promotora Educativa aplicará el ins-
trumento de diagnóstico sobre las prácticas de crianza con cada una de las familias. La estrategia podrá variar, dependiendo del color del semáforo de la entidad, reunir a un grupo pequeño de madres o padres o aplicar el instru-mento durante la visita al hogar.
8. Elaborar, con asesoría y acompañamiento del Supervisor de Módulo, el Plan de Intervención de la PE, con los días y horarios en que se implementarán las actividades derivadas de las Estrategias de intervención que se hayan esta-blecido con las familias en cada comunidad.
9. Preparar materiales para el desarrollo de las actividades.
Actividades a partir de la segunda semana de octubre1. Recabar información sobre la vida de las niñas y los niños en el periodo de
contingencia. Identificar el estado socioemocional de las familias y recuperar información sobre las actividades desarrolladas durante el periodo de receso.
2. Realizar el Diagnóstico sobre las prácticas de crianza con cada una de las fa-milias durante las dos primeras semanas, iniciado el ciclo operativo, en aten-ción de la sana distancia y las medidas sanitarias correspondientes.
3. Implementar las estrategias pertinentes para la intervención educativa, acor-dadas con las familias, tomando en cuenta las características particulares de estas y la comunidad, respetando siempre las recomendaciones sanitarias y protocolos correspondientes al color de la semaforización en que se encuentre la entidad.
4. Recabar semanalmente evidencias de la intervención educativa que realiza la PE con las diferentes familias, así como elaborar un informe mensual sobre la participación, logros y dificultades de la implementación de las actividades.
5. Enviar las evidencias e informes de los avances y dificultades identificadas en el desarrollo de las actividades, a partir de la intervención de la PE (cada quince días las evidencias, y de manera mensual, el informe), con apoyo de los Supervisores de Módulo, en la plataforma que se destine para ello.
6. Retomar los programas de Aprende en Casa. Educación Inicial.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Seguimiento a las actividades de Educación Inicial durante la intervención educativaEl seguimiento en Educación Inicial permite identificar diversos aspectos y situa-ciones que se presentan en la implementación de las diferentes acciones que se derivan del Modelo en sus diferentes fases, lo que otorga información valiosa para tomar decisiones pertinentes en la operación. Ante el escenario que se vive en el país, en el cual es arriesgado el contacto cer-cano, la movilidad y convivencia con las personas, las acciones de seguimien-to se ven impactadas de manera drástica. Sin embargo, es necesario encontrar maneras que permitan recuperar información y evidencias de la operación de la Educación Inicial. Dado lo anterior, se describen las principales acciones que permitirán brindar se-guimiento a las actividades de la Educación Inicial en los siguientes aspectos:
a. Seguimiento a las prácticas de crianza de las familias.b. Seguimiento a la intervención de la Promotora Educativa.c. Seguimiento a las actividades que se realizan con las familias.
a. Seguimiento a las prácticas de crianza de las familias.Instrumento de diagnóstico de las prácticas de crianzaEl seguimiento de las prácticas de crianza de las familias aporta elementos para conocer, con el grupo de madres, padres, embarazadas y cuidadores, sobre las ideas que se tienen acerca de la crianza de las niñas y los niños. Esto se lleva a cabo a través de la aplicación del instrumento denominado Diagnóstico de prác-ticas de crianza, el cual tiene como propósito recuperar información acerca de las acciones de crianza que realizan madres, padres, cuidadores y embarazadas, y sobre la participación de la comunidad en el cuidado y atención de las niñas y los niños, así como algunos cuidados que se tienen durante el embarazo. Dicho instrumento se encuentra en el material Acompañando la crianza. Guía para el desarrollo de las sesiones de Educación Inicial y se aplica a cada familia para indagar sobre las acciones de crianza que realiza. Este instrumento se aplica al inicio y al cierre del ciclo operativo, con la intención de conocer el impacto en las acciones de crianza de las familias (cambios en sus prácticas de crianza), una vez que asistieron a las sesiones de Educación Inicial.Dicha aplicación se realizará durante las dos primeras semanas del ciclo ope-rativo. La PE valorará, junto con las familias, la mejor manera de llevar a cabo la aplicación, de tal modo que no se ponga en riesgo a las familias. El instrumento se aplica por familia y, con esta información, la Promotora Educativa podrá comple-tar el apartado de información grupal.
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La información que resulte de la aplicación del instrumento deberá ser enviada al Supervisor de Módulo para que la concentre y la suba al Sistema.
b. Seguimiento a la intervención de la Promotora EducativaOtra actividad a la que se brindará seguimiento es a la intervención de la Promo-tora Educativa en el desarrollo de las Estrategias con las familias. Lo anterior, para conocer el desempeño de la Promotora y fortalecerlo a través de la asesoría que le otorgue el Supervisor de Módulo y el Coordinador de Zona.Para realizar este seguimiento, se cuenta con la herramienta denominada Instru-mento de registro de observación de sesiones.Cada vez que las figuras realicen seguimiento de la intervención de la Promotora Educativa se apoyarán en este instrumento y, posteriormente, lo subirán al SIIINA-FE en el Módulo de Educación Inicial correspondiente.
c. Seguimiento a las actividades que realizan con las familiasRecuperación de evidenciasDerivado de la implementación de las Estrategias de intervención de la Promoto-ra Educativa con las familias, será necesario que recabe evidencias tales como testimonios de los padres, madres o cuidadores, en torno al desarrollo de las se-siones y fotográficas (con previa autorización de las familias) de las actividades que la Promotora realiza en las diferentes estrategias implementadas. También pueden ser evidencias fotográficas de algunas producciones que pudieran ela-borar los padres, como parte de las microsesiones o de la visita de acompaña-miento en el hogar.La Promotora Educativa enviará al Supervisor de Módulo las evidencias de mane-ra quincenal, clasificadas por fechas (los días viernes), y los informes, de manera mensual. Este último será el responsable de subirlas al banco de evidencias en la cuenta de Classroom que le sea otorgada por parte del Conafe. Elaboración de informesAdemás de las evidencias que deben recopilarse derivadas de la intervención, la PE elaborará, de manera mensual, un breve informe en el cual, además de des-cribir las actividades desarrolladas, comparta los principales logros y dificultades enfrentados en su intervención educativa con las familias, tanto en lo académico como en lo operativo. En estos informes será necesario que la Promotora Educati-va reporte de manera permanente el número de madres, padres, embarazadas, cuidadores, niñas y niños que atiende.La Promotora Educativa enviará mensualmente estos informes a su Supervisor de Mó-dulo para que, de manera conjunta con los Coordinadores de Zona, Coordinadores Académicos Regionales y Estatales, fortalezcan la intervención de las Promotoras. Esto
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
permitirá subsanar las dificultades que estén enfrentando. Si el Supervisor de Módulo requiriera apoyo de las figuras de la estructura, también podrá recurrir a ellas.
AnexosPara apoyar el desarrollo de las diferentes Estrategias de intervención educativa, la Promotora contará con Fichas de actividades, Fichas informativas y Fichas con Experiencias de crianza. Es importante aclarar que, si bien la PE contará con estas fichas, será necesario que realice algunos ajustes para presentar la información a las madres, padres, embarazadas, cuidadores, niñas y niños, considerando la utilización de algunos materiales que se mencionan en dichas fichas u otros que la PE decida utilizar para el desarrollo de sus actividades. Es necesario cuidar el sentido con el que es-tán planteadas las actividades o información de las fichas, ya que se encuentran enmarcadas en pautas de crianza en el marco de los derechos de las niñas y los niños.Además de las fichas, la Promotora Educativa contará con otros recursos como imágenes, canciones, textos y frases, que también podrá utilizar para el desarrollo de las estrategias con las familias.A continuación, se incluye el listado de fichas y demás recursos para apoyar el desa-rrollo de las Estrategias de intervención pedagógica de la Promotora Educativa:
Fichas para conocer con las familias (informativas)-El sostén emocional-Apego y vínculo afectivo-Interacciones entre adultos y niños-Como papás ¿las prácticas de crianza nos tocan?-¿Por qué es importante leer con tu bebé?
Fichas para compartir experiencias con las familias (de experiencias) -¿Abuelita yo?-Mi regalo de amor-Ser papá, una decisión en la vida-Sembrando el presente... Mi experiencia de ser padre
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CICLO OPERATIVO
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Frases Infancia
Los niños no son propiedad de los padres, ni de nadie más.Somos todos los adultos de la comunidad los responsables de ellos.Su protección y cuidado nos compete a todos
Cada niño es reflejo de su hogar.Si le das confianza, será confiable.Si lo respetas, será respetuoso.Si le demuestras amor, será un gran ser humano.
Frases que expresan los adultos…No le hables, él no entiende, está chiquito.Yo soy adulto, por eso te lo digo.Cuando crezcas, entenderás.Tú no puedes participar en las conversaciones de adultos.
Adultocentrismo…El adulto siempre tiene la razón.Los adultos piensan que son superiores a los niños.Los adultos tienen la última palabra e ignoran la opinión de los niños.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Imágenes
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CICLO OPERATIVO
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Ideas para acompañar la crianza.
Fichas de actividades, Fichas informativas
y Fichas con Experiencias de crianza
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El sostén emocional se da en el m
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arios. Este vínculo se establece desde el m
omento del nacim
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lazo emocional íntim
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bebé. La estabilidad y la previsibilidad en el víncu-lo con sus cuidadores le perm
iten al niño construir una relación de apego seguro.La constitución de la confianza básicaEn un nivel em
ocional, la confianza básica* es un logro que se da com
o resultado de numerosas in-
teracciones satisfactorias entre el bebé y sus cui-dadores prim
arios. El niño que ha construido su confianza básica puede luego explorar el m
undo, crecer, separarse e individuarse. La confianza se relaciona con la seguridad que un niño tiene de saber que sus cuidadores son sensibles a sus ne-cesidades físicas y em
ocionales, y que van a estar disponibles si los necesita. Un niño que se siente se-guro respecto de los adultos que lo cuidan no igno-ra los riesgos de aventurarse alejándose un tanto de ellos, pero avanza de todos m
odos sabiendo que tiene dónde respaldarse en caso de necesidad.Los vínculos afectivos estables y contenedores redu-cen el m
alestar emocional y potencian los sentim
ien-tos positivos en el niño. La expectativa que tiene el niño sobre lo que se puede esperar de los dem
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iento y seguridad en ellos.
Fuente de consulta:Arm
us Marcela, et. al., D
esarrollo emocional.
Clave para la Prim
era infancia. Argentina: UNI-C
EF- Fundación Kaleidos, 2012. 11-12.
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38
hora de la comida, durante el baño y en el juego,
entre otras situaciones de la vida diaria.La calidad del sentido de identidad de cada niño tam
-bién es resultado de la calidad de sus vínculos, por lo que es im
posible desarrollar este sentido sin vincular-se con los que com
parten sus vidas, de tal forma que
dependen además de ellos para desarrollar un sen-
tido positivo de sí mism
os. El cuidado de alta calidad es cuando los adultos son atentos, sensibles, y cari-ñosos. Esta percepción de las necesidades del vínculo tem
prano, permite generar estrategias de prevención
en salud, mejorar los aprendizajes, otorgar m
ejores posibilidades de desarrollo psíquico a los niños y a sus padres en la crianza de estos.Por lo anterior, las relaciones prim
arias entre las per-sonas cercanas a la niña o el niño y la niña o el niño m
ismo deben centrarse en el desarrollo de vínculos
de seguridad y afecto, para así favorecer la regula-ción de los diferentes ritm
os del bebé; por ejemplo,
la hora del sueño, entendida como la m
anera de sostener la instrucción de las prim
eras normas de
relación con los adultos, como la producción y la
recepción de señales sociales y de afecto.
Toma en cuenta que…
ü
Los bebés nacen a la espera de una relación muy
cercana con sus cuidadores. ü
Las niñas y los niños van desarrollando su auto-nom
ía cuando juegan, exploran y, descubren, acom
pañados de un adulto atento y cercano, pero sobre todo am
oroso.
Fuentes de consulta:Brazelton, T. y B. C
ramer (1993), La relación m
ás tem
prana. Padres, bebés y el drama del apego
inicial, Barcelona, Paidós.
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hora de la comida, durante el baño y en el juego,
entre otras situaciones de la vida diaria.La calidad del sentido de identidad de cada niño tam
-bién es resultado de la calidad de sus vínculos, por lo que es im
posible desarrollar este sentido sin vincular-se con los que com
parten sus vidas, de tal forma que
dependen además de ellos para desarrollar un sen-
tido positivo de sí mism
os. El cuidado de alta calidad es cuando los adultos son atentos, sensibles, y cari-ñosos. Esta percepción de las necesidades del vínculo tem
prano, permite generar estrategias de prevención
en salud, mejorar los aprendizajes, otorgar m
ejores posibilidades de desarrollo psíquico a los niños y a sus padres en la crianza de estos.Por lo anterior, las relaciones prim
arias entre las per-sonas cercanas a la niña o el niño y la niña o el niño m
ismo deben centrarse en el desarrollo de vínculos
de seguridad y afecto, para así favorecer la regula-ción de los diferentes ritm
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Las niñas y los niños van desarrollando su auto-nom
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oroso.
Fuentes de consulta:Brazelton, T. y B. C
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inicial, Barcelona, Paidós.
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nen la confianza del niño hacia sus padres o cuida-dores, al m
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po que profundizan y refuerzan las relaciones de apego.G
racias a las experiencias repetidas de juegos cara a cara y a la serie de situaciones de angustia y consuelo, los bebés aprenden lecciones de vital im
portancia sobre la reciprocidad, la relación cau-saefecto y la confianza. En lo específico, aprenden que las interacciones con los dem
ás son de ida y vuelta (reciprocidad), aprenden que ellos m
ismos
pueden afectar el comportam
iento de los demás
(relación causa–efecto) de manera constante y
previsible (“cuando lloro, consigo que me venga a
levantar en brazos”) y aprenden que pueden contar con determ
inados individuos y confiar en que ellos (por lo general, sus padres o cuidadores) darán res-puesta a sus señales y requerim
ientos. Todas estas lecciones desem
peñan un papel importante en el
desarrollo social temprano y el proceso de form
a-ción de las relaciones de apego.
Toma en cuenta que…
ü
Es importante que los padres o cuidadores se re-
lacionen de manera sensible con las niñas y los
niños en distintos tipos de actividades como la
alimentación, las actividades cotidianas y en los
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entos antes de ir a dormir.
ü
Las relaciones de apego seguras con los padres o cuidadores preparan a las niñas y los niños para in-teractuar de m
anera positiva con otras personas.
Fuentes de consulta:Lam
bd Michael E. en La prim
era infancia en perspectiva I. Relaciones de apego. La calidad del cuidado en los prim
eros años. 2007. The O
pen University, Reino Unido.
41
Estas actividades cotidianas favorecen y mantie-
nen la confianza del niño hacia sus padres o cuida-dores, al m
ismo tiem
po que profundizan y refuerzan las relaciones de apego.G
racias a las experiencias repetidas de juegos cara a cara y a la serie de situaciones de angustia y consuelo, los bebés aprenden lecciones de vital im
portancia sobre la reciprocidad, la relación cau-saefecto y la confianza. En lo específico, aprenden que las interacciones con los dem
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ismos
pueden afectar el comportam
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(relación causa–efecto) de manera constante y
previsible (“cuando lloro, consigo que me venga a
levantar en brazos”) y aprenden que pueden contar con determ
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ientos. Todas estas lecciones desem
peñan un papel importante en el
desarrollo social temprano y el proceso de form
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Toma en cuenta que…
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Es importante que los padres o cuidadores se re-
lacionen de manera sensible con las niñas y los
niños en distintos tipos de actividades como la
alimentación, las actividades cotidianas y en los
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Las relaciones de apego seguras con los padres o cuidadores preparan a las niñas y los niños para in-teractuar de m
anera positiva con otras personas.
Fuentes de consulta:Lam
bd Michael E. en La prim
era infancia en perspectiva I. Relaciones de apego. La calidad del cuidado en los prim
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42
se relacionan con la manera en que los adultos de-
muestran su cariño a los niños, con cóm
o les ponen lím
ites, cómo m
antienen comunicación con ellos,
qué valores les transmiten y qué actividades reali-
zan juntos. También tienen relación con las prácti-
cas de alimentación y los cuidados para conservar
su salud.Todas estas prácticas, los adultos las van apren-diendo en su experiencia de ser papás. Se ven in-fluidos por la educación que reciben o aprenden de otros adultos.En algunos casos, los adultos cuestionan cóm
o fueron educados ellos por su fam
ilia y modifican su
actuar con los niños.En síntesis, un adulto cría a sus hijos basado en:•
Los miedos que experim
enta ante las exigencias de la crianza.
• Las expectativas. Es decir, en lo que piensa que su hijo será en el futuro.
• Sus experiencias de la infancia.
• Su tem
peramento.
¿Por qué los papás tienen que saber de prácticas de crianza?Las prácticas de crianza van cam
biando con el tiempo
y se ven influidas por el avance tecnológico. Por ejem-
plo, al incluir alimentos industrializados en su consum
o cotidiano, las fam
ilias modifican trascendentalm
ente la m
anera de alimentación y ello puede traer conse-
cuencias muy negativas para la salud.
Por ello, ser papá requiere conocer sobre todos es-tos tem
as, pues como papá se tiene una enorm
e responsabilidad: guiar a cada hijo por la vida.M
uchas veces los estilos de educar son diferentes entre una m
amá y un papá. Eso es positivo porque
sus hijos aprenden a conocer esas diferencias y aprenden a que cada uno tiene que respetar el es-tilo del otro.No existen recetas m
ágicas para criar a los hijos. C
ada niño es distinto, pero lo importante es ponerse
de acuerdo, porque la crianza se aprende en equipo; entre adultos que conviven con niños, sin im
portar si los padres están separados o viven juntos.¿Y dónde se aprende a ser papás?Ser papá se aprende en el cam
ino, con la experien-cia y asum
iendo con responsabilidad los errores. Lo im
portante es pensar siempre si lo estam
os ha-ciendo bien o es necesario cam
biarlo.
43
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44
Sabías que… C
omenzaré diciendo que los bebés leen desde que
nacen, y esto puede resultar muy extraño para un
adulto. ¿Cóm
o que leen si aún no saben las letras, si apenas pueden ver, si adem
ás no necesitan leer?C
laro, los bebés no leen letras ni números, ni los car-
teles de las calles, pero desde que salen del vientre de la m
adre necesitan comenzar a entender de qué
se tratan todas las cosas que ocurren a su alrededor. Así van aprendiendo a pensar, a hablar, a reconocer el m
undo en el que vivimos. D
urante mucho tiem
po
se pensó que los bebés no tenían capacidades para ver, com
prender, percibir lo que les rodea. Sin embar-
go, ya está claro para todos los que trabajamos con las
niñas y los niños pequeños que desde el principio de la vida ellos están sensibles y receptivos, es decir, aten-tos o interesados a todos los estím
ulos, a la voz de la m
amá, del papá, de su abuelita, a los colores, a la luz,
a los modos cariñosos de acom
pañarlos. Cuando un
bebé se encuentra con el rostro de su madre, que lo
mim
a, le canta, lo prepara para darle el pecho o el biberón am
orosamente, ya están ocurriendo en su
mente m
uchas cosas importantes. En principio reco-
¿Por qué es importante leer
con tu bebé?Se vincula con las fichas para conocer con las fam
ilias:• Al encuentro con la lectura• Leer en la Prim
era InfanciaSe vincula con las fichas para hacer con las fam
ilias:• Los libros y los sonidos• M
e gustan los libros
¿Qué querem
os?M
adres, padres y cuidadores…Reconozcan la im
portancia de la lectura con los bebés.
Fichas para conocer con las familias
3. Educación y recreación noce
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45
Sabías que… C
omenzaré diciendo que los bebés leen desde que
nacen, y esto puede resultar muy extraño para un
adulto. ¿Cóm
o que leen si aún no saben las letras, si apenas pueden ver, si adem
ás no necesitan leer?C
laro, los bebés no leen letras ni números, ni los car-
teles de las calles, pero desde que salen del vientre de la m
adre necesitan comenzar a entender de qué
se tratan todas las cosas que ocurren a su alrededor. Así van aprendiendo a pensar, a hablar, a reconocer el m
undo en el que vivimos. D
urante mucho tiem
po
se pensó que los bebés no tenían capacidades para ver, com
prender, percibir lo que les rodea. Sin embar-
go, ya está claro para todos los que trabajamos con las
niñas y los niños pequeños que desde el principio de la vida ellos están sensibles y receptivos, es decir, aten-tos o interesados a todos los estím
ulos, a la voz de la m
amá, del papá, de su abuelita, a los colores, a la luz,
a los modos cariñosos de acom
pañarlos. Cuando un
bebé se encuentra con el rostro de su madre, que lo
mim
a, le canta, lo prepara para darle el pecho o el biberón am
orosamente, ya están ocurriendo en su
mente m
uchas cosas importantes. En principio reco-
¿Por qué es importante leer
con tu bebé?Se vincula con las fichas para conocer con las fam
ilias:• Al encuentro con la lectura• Leer en la Prim
era InfanciaSe vincula con las fichas para hacer con las fam
ilias:• Los libros y los sonidos• M
e gustan los libros
¿Qué querem
os?M
adres, padres y cuidadores…Reconozcan la im
portancia de la lectura con los bebés.
Fichas para conocer con las familias
3. Educación y recreación noce
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amá,
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46
tes, y es muy bueno que les perm
itamos usarlos de
esa manera. Tam
bién es importante crear un tiem
-po para leérselos, sentados en el regazo, m
irando juntos cada ilustración. C
uando, por ejemplo, le de-
cimos al niño: “¡M
ira esto! Este pajarito salió de su nido y va a buscar com
ida”, estamos activando la
mirada conjunta, le estam
os enseñando a detener-se, a ligar lo que ve con una historia, a construir un sentido, y esos pasos com
partidos son sumam
ente im
portantes en la construcción del pensamiento,
en el aprendizaje del lenguaje, en el desarrollo de la im
aginación. Cuando lees con tu bebé, aunque sus
tiempos de concentración sean breves y lo notes
inquieto, estás logrando que aumente su inteligen-
cia y ayudando a que crezca en su vida emocional.
Leer con tu bebé es uno de los regalos más ricos
que puedes hacerle para su crecimiento. Un gran
escritor e ilustrador de libros para niños, Maurice Sen-
dak, escribió lo siguiente: “Cuando m
i padre me leía,
yo me recostaba sobre él y m
e volvía parte de su pe-cho o de sus brazos. Y yo creo que los niños que son abrazados y sentados en las piernas –deliciosam
en-te acariciados– siem
pre asociarán la lectura con los cuerpos de sus padres, con el olor de sus padres. Y eso siem
pre te hará lector. Porque ese perfume,
esa conexión, dura para toda la vida”. Tan impor-
tante como eso es leerles a las niñas y los niños
desde la más tem
prana infancia.
Toma en cuenta que…
ü
Para un bebé, un libro es en principio un jugue-te, así com
o las palabras son juguetes, y está muy
bien que así sea. Los bebés se acercan a los libros chupándolos, sacudiéndolos, observándolos, bal-buceando, dialogando a su m
odo con los persona-jes o las circunstancias que los libros plantean. Poco a poco el libro va dejando de ser un objeto-jugue-te, para convertirse en un objeto estético particular, m
ás ligado a la cultura escrita.
Fuentes de consulta:C
onafecto 0Autora del artículo: M
aría Emilia López
Para la redacción de este artículo se consultóla siguiente fuente:TO
MAD
O
DE
http://ww
w.derecho.uba.ar/ex-
tension/archivos-jardin/JMD
-BIBLIOTEC
AS-PA-RA-BEBES-literatura-que-se-acuna.pdf (C
on-sultado el 18 de sepiem
bre de 2014)
47
tes, y es muy bueno que les perm
itamos usarlos de
esa manera. Tam
bién es importante crear un tiem
-po para leérselos, sentados en el regazo, m
irando juntos cada ilustración. C
uando, por ejemplo, le de-
cimos al niño: “¡M
ira esto! Este pajarito salió de su nido y va a buscar com
ida”, estamos activando la
mirada conjunta, le estam
os enseñando a detener-se, a ligar lo que ve con una historia, a construir un sentido, y esos pasos com
partidos son sumam
ente im
portantes en la construcción del pensamiento,
en el aprendizaje del lenguaje, en el desarrollo de la im
aginación. Cuando lees con tu bebé, aunque sus
tiempos de concentración sean breves y lo notes
inquieto, estás logrando que aumente su inteligen-
cia y ayudando a que crezca en su vida emocional.
Leer con tu bebé es uno de los regalos más ricos
que puedes hacerle para su crecimiento. Un gran
escritor e ilustrador de libros para niños, Maurice Sen-
dak, escribió lo siguiente: “Cuando m
i padre me leía,
yo me recostaba sobre él y m
e volvía parte de su pe-cho o de sus brazos. Y yo creo que los niños que son abrazados y sentados en las piernas –deliciosam
en-te acariciados– siem
pre asociarán la lectura con los cuerpos de sus padres, con el olor de sus padres. Y eso siem
pre te hará lector. Porque ese perfume,
esa conexión, dura para toda la vida”. Tan impor-
tante como eso es leerles a las niñas y los niños
desde la más tem
prana infancia.
Toma en cuenta que…
ü
Para un bebé, un libro es en principio un jugue-te, así com
o las palabras son juguetes, y está muy
bien que así sea. Los bebés se acercan a los libros chupándolos, sacudiéndolos, observándolos, bal-buceando, dialogando a su m
odo con los persona-jes o las circunstancias que los libros plantean. Poco a poco el libro va dejando de ser un objeto-jugue-te, para convertirse en un objeto estético particular, m
ás ligado a la cultura escrita.
Fuentes de consulta:C
onafecto 0Autora del artículo: M
aría Emilia López
Para la redacción de este artículo se consultóla siguiente fuente:TO
MAD
O
DE
http://ww
w.derecho.uba.ar/ex-
tension/archivos-jardin/JMD
-BIBLIOTEC
AS-PA-RA-BEBES-literatura-que-se-acuna.pdf (C
on-sultado el 18 de sepiem
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rollo
48
tonces me decidí a acom
pañar a mi hija en este
sendero, despojada ya de los temores de quien es
madre por prim
era vez. Y así surgieron las primeras
recomendaciones: “alim
éntate sanamente, no te
desveles, toma tus vitam
inas, no se te pasen las re-visiones m
édicas, haz ejercicio, duerme todo lo que
puedas porque después ya no será lo mism
o”; ¡uf, y m
uchas más! A lo que m
i hija solo respondía: “Sí, m
amá… ya lo sé”.
Por lo tanto, pensé que, en lugar de darle instruc-ciones y m
ás instrucciones, sería mejor poner en
práctica algunos consejos, así que comencé a pre-
pararle la comida que se le antojaba, claro está, en
la medida en que el trabajo m
e lo permitía; acom
-pañarla a cam
inar y aprovechar para pasear a Ca-
mila, una preciosa e inquieta perra pitbull, y a Puca,
la french poodle consentida de la familia.
La escuché y toleré cuando repentinamente se po-
nía de mal hum
or o triste sin saber por qué. “Son las horm
onas”, le decía. A veces, la situación así lo am
eritaba, le besaba la frente o la abrazaba para reconfortarla y consolarla.D
icho sea de paso, yo hubiera querido que fuera niña; sin em
bargo, desde los tres meses le com
u-nicaron que era varón, pensé: “¡Hum
mm
, bueno lo que sea, pero que nazca bien!”.Y siguieron las recom
endaciones: “Trata de estar tranquila, acaricia tu panza, háblale… ”. Una vez con-firm
ado el sexo, empezó la tarea de buscarle nom
-bre; durante algún tiem
po su tema favorito fue ese:
“¿Qué te parece este o aquel?” “El que a ti te guste”,
le decía yo. Y por fin un día se decidió: “¡Se llamará
Santiago!” Y desde ese instante se dirigió a su bebé con ese nom
bre.Por fin llegó el m
omento. Tuve la m
aravillosa opor-tunidad de estar presente en el parto reafirm
ando los lazos afectivos abuela-hija-nieto. C
reo que es un acierto que en los hospitales públicos se brinde apoyo em
ocional en tan importante acontecim
ien-to. Santiago arribó a este m
undo en un ambiente
lleno de amor por parte de sus progenitores, su tío
y sus familiares m
ás cercanos. Entonces sí, empezó
la prueba de fuego para la recién estrenada abuela. Una de m
is funciones es, sin duda, la de ser sostén para la construcción de la m
aternidad de mi hija,
tal como lo hizo m
i madre conm
igo. Por ello, estu-ve presente en el desarrollo de las habilidades con las que m
i hija se adaptó a los ritmos de sueño,
alimentación y vigilia de Santiago; en las activida-
des para entender el significado de su llanto y la im
portancia de responder, con empatía y am
or, a sus dem
andas.No faltaron, por supuesto, las opiniones de am
igas, conocidas, tías, prim
as, abuelitas: “Si no lo llenas con el pecho le puedes dar fórm
ula; si tiene cólico le pue-des dar un té; de vez en cuando es bueno dejarlo llo-rar por un rato; no lo cargues dem
asiado porque lo puedes em
bracilar*; envuélvelo como taquito para
que pueda dormir”. A lo que yo, con el conocim
ien-to propio de quien trabaja en Educación Inicial, le
49
tonces me decidí a acom
pañar a mi hija en este
sendero, despojada ya de los temores de quien es
madre por prim
era vez. Y así surgieron las primeras
recomendaciones: “alim
éntate sanamente, no te
desveles, toma tus vitam
inas, no se te pasen las re-visiones m
édicas, haz ejercicio, duerme todo lo que
puedas porque después ya no será lo mism
o”; ¡uf, y m
uchas más! A lo que m
i hija solo respondía: “Sí, m
amá… ya lo sé”.
Por lo tanto, pensé que, en lugar de darle instruc-ciones y m
ás instrucciones, sería mejor poner en
práctica algunos consejos, así que comencé a pre-
pararle la comida que se le antojaba, claro está, en
la medida en que el trabajo m
e lo permitía; acom
-pañarla a cam
inar y aprovechar para pasear a Ca-
mila, una preciosa e inquieta perra pitbull, y a Puca,
la french poodle consentida de la familia.
La escuché y toleré cuando repentinamente se po-
nía de mal hum
or o triste sin saber por qué. “Son las horm
onas”, le decía. A veces, la situación así lo am
eritaba, le besaba la frente o la abrazaba para reconfortarla y consolarla.D
icho sea de paso, yo hubiera querido que fuera niña; sin em
bargo, desde los tres meses le com
u-nicaron que era varón, pensé: “¡Hum
mm
, bueno lo que sea, pero que nazca bien!”.Y siguieron las recom
endaciones: “Trata de estar tranquila, acaricia tu panza, háblale… ”. Una vez con-firm
ado el sexo, empezó la tarea de buscarle nom
-bre; durante algún tiem
po su tema favorito fue ese:
“¿Qué te parece este o aquel?” “El que a ti te guste”,
le decía yo. Y por fin un día se decidió: “¡Se llamará
Santiago!” Y desde ese instante se dirigió a su bebé con ese nom
bre.Por fin llegó el m
omento. Tuve la m
aravillosa opor-tunidad de estar presente en el parto reafirm
ando los lazos afectivos abuela-hija-nieto. C
reo que es un acierto que en los hospitales públicos se brinde apoyo em
ocional en tan importante acontecim
ien-to. Santiago arribó a este m
undo en un ambiente
lleno de amor por parte de sus progenitores, su tío
y sus familiares m
ás cercanos. Entonces sí, empezó
la prueba de fuego para la recién estrenada abuela. Una de m
is funciones es, sin duda, la de ser sostén para la construcción de la m
aternidad de mi hija,
tal como lo hizo m
i madre conm
igo. Por ello, estu-ve presente en el desarrollo de las habilidades con las que m
i hija se adaptó a los ritmos de sueño,
alimentación y vigilia de Santiago; en las activida-
des para entender el significado de su llanto y la im
portancia de responder, con empatía y am
or, a sus dem
andas.No faltaron, por supuesto, las opiniones de am
igas, conocidas, tías, prim
as, abuelitas: “Si no lo llenas con el pecho le puedes dar fórm
ula; si tiene cólico le pue-des dar un té; de vez en cuando es bueno dejarlo llo-rar por un rato; no lo cargues dem
asiado porque lo puedes em
bracilar*; envuélvelo como taquito para
que pueda dormir”. A lo que yo, con el conocim
ien-to propio de quien trabaja en Educación Inicial, le ci
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e m
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50
fesión y de mi trabajo en Educación Inicial. Ningún
padre es perfecto, pero yo como abuela tengo la
responsabilidad de cuidar a las nuevas generacio-nes para que la sociedad reciba ciudadanos sanos m
entalmente, y, sobre todo, felices, que a eso veni-
mos a este m
undo.* Em
bracilar: acostumbrar a un niño a que lo car-
guen o a estar siempre en brazos de un adulto.
Fuentes de consulta:C
onafecto 2D
elia Gutiérrez C
ovarrubias. Originaria de San
Luis Potosí. Es licenciada en Psicología y pa-sante de M
aestría en Preescolar. Cuenta con
28 años de servicio en Educación Inicial como
Supervisora de Módulo y en el área de form
a-ción. D
esde hace 15 años es maestra de las li-
cenciaturas de Educación Inicial y Preescolar en la Escuela Norm
al Particular.
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s ni
ños.
Ni s
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cuan
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doce
ncia
me
sent
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riños
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mat
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toda
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mam
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perim
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man
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mát
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Yo e
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cida
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que
ser m
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impl
icab
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an re
spon
sabi
lidad
y y
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me
sent
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sufi
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men
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repa
rada
” —si
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s fa
mili
as
5. E
mba
raza
das
51
fesión y de mi trabajo en Educación Inicial. Ningún
padre es perfecto, pero yo como abuela tengo la
responsabilidad de cuidar a las nuevas generacio-nes para que la sociedad reciba ciudadanos sanos m
entalmente, y, sobre todo, felices, que a eso veni-
mos a este m
undo.* Em
bracilar: acostumbrar a un niño a que lo car-
guen o a estar siempre en brazos de un adulto.
Fuentes de consulta:C
onafecto 2D
elia Gutiérrez C
ovarrubias. Originaria de San
Luis Potosí. Es licenciada en Psicología y pa-sante de M
aestría en Preescolar. Cuenta con
28 años de servicio en Educación Inicial como
Supervisora de Módulo y en el área de form
a-ción. D
esde hace 15 años es maestra de las li-
cenciaturas de Educación Inicial y Preescolar en la Escuela Norm
al Particular.
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mili
as
5. E
mba
raza
das
52
papel. Con el paso del tiem
po, un día, sucedió, tenía la “sospecha” de estar em
barazada y pasé varios días con dolor intenso en el cuello y la espalda, de-bido a la tensión de no saberlo con certeza. Peor aún, ¿cóm
o lo diría y cómo lo tom
arían mis padres
y mi herm
ano?, además todos creían en el “ideal”
de la familia, en que se debía desarrollar en el m
ar-co del m
atrimonio y yo era soltera.
Pasé varias noches intranquila, en espera del re-sultado de m
is análisis, el cual fue positivo. En ese instante m
e sentí la mujer m
ás afortunada y ben-decida del m
undo, di gracias a la vida por este regalo y desde ese m
omento m
e comprom
etí con-m
igo mism
a a cuidarme y a cuidar a ese ser que
se estaba formando dentro de m
í. Todo lo demás
pasó a segundo término —
los miedos respecto a
mi fam
ilia y mi inseguridad acerca de poder asum
ir la responsabilidad de ser m
adre— porque tenía la
certeza de que haría lo que fuese necesario para que estuviéram
os bien mi bebé y yo.
Sin duda, fueron las circunstancias las que me lle-
varon a ser madre soltera, y m
i familia m
e apoyó desde el m
omento en que les com
partí la noticia, a pesar de que no fue en las condiciones que ellos hubiesen deseado para m
í y para mi bebé. Así fue
como com
enzó mi experiencia, am
ando intensa-m
ente a mi bebé durante su gestación.
Los cambios en m
i cuerpo se fueron notando con-form
e avanzaba el embarazo, era extraño ver que
crecía mi vientre y la m
anera en que se iba prepa-
rando mi organism
o para recibir a este nuevo ser. Al principio m
e frustraba ver cómo perdía m
i figura, pero con el paso de los m
eses, aprendí a disfrutar enorm
emente de m
i “pancita”: la acariciaba y pla-ticaba todo el tiem
po con mi bebé de lo que hacía
durante el día, de cuánto lo quería y cómo desea-
ba conocerlo. También, en algún m
omento tuve te-
mores ante las posibles com
plicaciones tanto en la form
ación del bebé como en m
i salud, ya que los m
édicos diagnosticaron mi em
barazo como de
alto riesgo, por lo que me m
antuve en revisiones constantes.Si bien trataba de asistir a las revisiones m
édicas, la verdad es que descuidé m
i alimentación, es decir,
yo tenía que cubrir mi jornada de trabajo de ocho
horas diarias y solo evité tener ayunos prolongados, sin em
bargo, reconozco que no presté la atención suficiente para llevar una dieta específica, con ali-m
entos balanceados y todo lo que recomiendan
los médicos. Eso de los antojos tam
poco fue con-m
igo, quizá un poco de helado de vez en cuando, pero, en general, no com
ía más de la ración a la
que estaba acostumbrada antes de m
i embarazo,
también trataba de alim
entarme todos los días con
un poco de fruta y verduras, huevo, carne y pesca-do, adem
ás de tomar ácido fólico y vitam
inas.Llegué a las 36 sem
anas con nueve kilos arriba de m
i peso, lo cual estaba en el rango considerado com
o “normal”. Sin em
bargo, he de confesar que, por no descuidar el trabajo, m
e olvidé de disfrutar más
de
mi e
mba
razo
. Fue
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ien
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ui
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cion
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53
papel. Con el paso del tiem
po, un día, sucedió, tenía la “sospecha” de estar em
barazada y pasé varios días con dolor intenso en el cuello y la espalda, de-bido a la tensión de no saberlo con certeza. Peor aún, ¿cóm
o lo diría y cómo lo tom
arían mis padres
y mi herm
ano?, además todos creían en el “ideal”
de la familia, en que se debía desarrollar en el m
ar-co del m
atrimonio y yo era soltera.
Pasé varias noches intranquila, en espera del re-sultado de m
is análisis, el cual fue positivo. En ese instante m
e sentí la mujer m
ás afortunada y ben-decida del m
undo, di gracias a la vida por este regalo y desde ese m
omento m
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a a cuidarme y a cuidar a ese ser que
se estaba formando dentro de m
í. Todo lo demás
pasó a segundo término —
los miedos respecto a
mi fam
ilia y mi inseguridad acerca de poder asum
ir la responsabilidad de ser m
adre— porque tenía la
certeza de que haría lo que fuese necesario para que estuviéram
os bien mi bebé y yo.
Sin duda, fueron las circunstancias las que me lle-
varon a ser madre soltera, y m
i familia m
e apoyó desde el m
omento en que les com
partí la noticia, a pesar de que no fue en las condiciones que ellos hubiesen deseado para m
í y para mi bebé. Así fue
como com
enzó mi experiencia, am
ando intensa-m
ente a mi bebé durante su gestación.
Los cambios en m
i cuerpo se fueron notando con-form
e avanzaba el embarazo, era extraño ver que
crecía mi vientre y la m
anera en que se iba prepa-
rando mi organism
o para recibir a este nuevo ser. Al principio m
e frustraba ver cómo perdía m
i figura, pero con el paso de los m
eses, aprendí a disfrutar enorm
emente de m
i “pancita”: la acariciaba y pla-ticaba todo el tiem
po con mi bebé de lo que hacía
durante el día, de cuánto lo quería y cómo desea-
ba conocerlo. También, en algún m
omento tuve te-
mores ante las posibles com
plicaciones tanto en la form
ación del bebé como en m
i salud, ya que los m
édicos diagnosticaron mi em
barazo como de
alto riesgo, por lo que me m
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édicas, la verdad es que descuidé m
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yo tenía que cubrir mi jornada de trabajo de ocho
horas diarias y solo evité tener ayunos prolongados, sin em
bargo, reconozco que no presté la atención suficiente para llevar una dieta específica, con ali-m
entos balanceados y todo lo que recomiendan
los médicos. Eso de los antojos tam
poco fue con-m
igo, quizá un poco de helado de vez en cuando, pero, en general, no com
ía más de la ración a la
que estaba acostumbrada antes de m
i embarazo,
también trataba de alim
entarme todos los días con
un poco de fruta y verduras, huevo, carne y pesca-do, adem
ás de tomar ácido fólico y vitam
inas.Llegué a las 36 sem
anas con nueve kilos arriba de m
i peso, lo cual estaba en el rango considerado com
o “normal”. Sin em
bargo, he de confesar que, por no descuidar el trabajo, m
e olvidé de disfrutar más
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bía
tran
s-cu
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o ya
la m
ayor
par
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e m
i em
bara
zo y
no
me
habí
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dica
do s
ufici
ente
tiem
po, y
tam
poco
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i be
bé e
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stac
ión.
Sin
em
barg
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raté
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hace
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guna
s co
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en lo
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, y p
or o
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pen-
saba
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yo
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tonc
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que
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dí q
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e irí
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mis
pap
ás y
me
inst
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ía c
on m
i beb
é en
la r
ecám
ara
que
ocu-
paba
cua
ndo
viví
a co
n el
los.
Lo q
ue h
ice
ento
nces
fu
e de
cora
rla p
ara
reci
bir
a m
i beb
é, y
afo
rtun
a-da
men
te n
o lo
hic
e so
la, o
tro
prim
o m
ío m
e ay
udó,
ju
nto
con
su fa
milia
, a p
inta
r y a
rreg
lar e
l cua
rto.
Yo
mis
ma
esco
gí lo
s co
lore
s y
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enef
a, c
orté
la t
ela
para
las
cort
inas
y p
repa
ré lo
s de
talle
s pa
ra la
lle-
gada
de
mi h
ijo. P
ara
este
mom
ento
, el m
édic
o m
e ha
bía
confi
rmad
o qu
e se
ría u
n va
rón.
Una
preo
cupa
ción
late
nte
que
tení
a er
a pe
nsar
en
quié
n cu
idar
ía d
e m
i beb
é un
a ve
z qu
e te
rmin
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a y
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que
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arm
e al
trab
ajo,
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ue te
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que
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todo
el
lo. L
a pr
imer
a op
ción
que
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ré fu
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que
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ños,
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ía. F
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. Ta
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que,
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or M
a-
54
ría (y sus hermanas), m
i bebé experimentaría dis-
tintas maneras de crianza, aunadas a las m
ías y las que al interior de m
i familia se consideran com
o viables o aceptables, ¡vaya que habría riqueza y va-riedad en ellas!, pero eso era algo a lo que no m
e podía adelantar hasta no vivirlo.Por otro lado, com
o ya sabía que sería un varón, co-m
encé a pensar en posibilidades de nombres tales
como M
atías, Mateo o Santiago. M
i familia quería
que lo llamara Justo Eduardo, y de hecho lo nom
-braban así durante los últim
os meses de gestación.
A mí no m
e convencía del todo ese nombre, pero
era una opción. Más o m
enos al llegar a la semana
36 de embarazo organicé un baby show
er con ami-
gos y familiares; en esa reunión puse un cartel para
que los invitados pusieran sugerencias de nombres
para mi bebé, y Justo Eduardo fue el que obtuvo
más votos, seguido de Santiago. Ya en los últim
os días antes del nacim
iento de mi hijo, en una char-
la informal, escuché a m
i hermano m
encionar el nom
bre de Iker, me gustó, indagué qué significaba
y busqué otro nombre a m
anera de complem
ento, tras lo cual elegí Iker Alejandro, que según yo sona-ba bien, esperando que en su m
omento estuviese
de acuerdo con el nombre que elegí para él.
Durante las últim
as semanas de m
i embarazo, tuve
algunas complicaciones y m
e internaron en dos ocasiones, sentí m
ucho miedo de que algo saliera
mal, lo que desafortunadam
ente se acrecentó con las historias que escuché durante m
i estancia en el
hospital. En ese periodo me sentí nerviosa, preocu-
pada y, conforme avanzaban las sem
anas, estaba m
uy alerta a cualquier cosa que sentía: si se movía
mi bebé, si experim
entaba alguna sensación que llam
ara mi atención, cualquier cosa. Fue entonces
cuando me m
udé a la casa de mis papás.
Una madrugada m
e sentí un poco extraña, no esta-ba segura si se había roto la fuente, pues si bien no había líquido en abundancia, sí sentía que no era “norm
al”, entonces le pedí a mi herm
ano que me
llevara al hospital y tomé una pañalera en la que ya
había guardado algunas cosas que emplearía lle-
gado el mom
ento de mi ingreso, tales com
o paña-les, un cam
bio de ropa para el bebé, jabón neutro, sandalias, una toalla de baño, cepillo y pasta dental.D
ada mi condición, nos fuim
os a urgencias. La doc-tora decidió hospitalizarm
e y algunas horas después, determ
inaron realizar una cesárea; me llevaron al
quirófano y al fin el pequeño Iker Alejandro nació a las 37 sem
anas y media de gestación, por lo que
fue prematuro y con bajo peso: tan solo 2.8 kilogra-
mos. Los doctores decidieron que tenía que estar
un tiempo en observación, así que apenas logré ver
a mi hijo en el quirófano, ya que lo llevaron a una in-
cubadora, fue hasta horas más tarde que m
e per-m
itieron ir a conocerlo.C
uando llegué a los cuneros me señalaron el lugar
en que se encontraba mi bebé y yo m
e acerqué m
uy emocionada; m
i corazón latía acelerado, nun-ca había experim
entado algo igual. Ahí estaba Iker, con
sus
ojito
s ce
rrad
os, a
pena
s un
as lí
neas
hor
i-zo
ntal
es lo
s de
linea
ban,
tení
a ve
llo a
bund
ante
por
to
dos
lado
s: al
rede
dor d
e su
s or
ejita
s, en
sus
bra
zos,
sus
pier
nas,
incl
uso
alca
ncé
a ob
serv
ar u
n re
mol
ino
en s
u es
pald
a. M
e so
rpre
ndí m
ucho
al v
er lo
osc
uro
de s
u ca
bello
, lo fr
ágil
que
se v
eía
tras
el c
rista
l, fue
un
a em
oció
n m
uy g
rand
e.Lu
ego
inte
nté
amam
anta
r a
mi
bebé
per
o tu
ve
algu
nas
dific
ulta
des
por
falta
de
estim
ulac
ión
en
el p
ezón
, la
verd
ad e
s qu
e re
cono
zco
que
me
fal-
tó in
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ació
n ac
erca
de
toda
s la
s bo
ndad
es d
e la
lact
anci
a, lo
cua
l lam
enté
muc
hísi
mo.
No
tuve
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ra o
pció
n qu
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fórm
ula
y el
uso
del
bib
erón
, sin
em
barg
o, a
l al
imen
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a Ike
r ap
rove
chab
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da
mom
ento
par
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aric
iarlo
, pla
ticar
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osas
, ole
rlo,
darle
bes
itos
y ha
cerle
sab
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impo
rtan
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ra
para
mí.
Me
enca
ntab
a ar
rulla
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on c
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que
yo
mis
-m
a in
vent
aba,
el m
omen
to d
el b
año
era
sin
duda
el
que
más
dis
frutá
bam
os y
a qu
e Br
uno,
mi s
obrin
o,
me
ayud
aba
a pr
epar
ar lo
nec
esar
io y
des
pués
ju-
gába
mos
los
tres
.Re
cuer
do q
ue m
ucha
s ve
ces
escu
ché
a am
igas
o
fam
iliare
s de
cirm
e: “D
uerm
e m
ient
ras
pued
as, p
or-
que
ya n
acie
ndo
tu b
ebé
no s
erá
igua
l”. Ef
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a-m
ente
fue
así, p
ero
es a
lgo
que
no m
e pe
só e
n ab
-so
luto
, pie
nso
que
cual
quie
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a qu
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gas
por t
u be
bé s
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ve li
gera
, ya
que
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nico
que
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, su
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u fe
licid
ad. A
l men
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ara
mí,
tene
r a Ik
er e
ntre
mis
bra
zos,
verlo
cre
cer d
ía a
día,
ole
r y d
isfru
tar s
u ar
oma,
pod
er a
braz
arlo
, dar
le
besi
tos,
tene
rlo e
ntre
los
braz
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, bañ
arlo
y
alim
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erie
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más
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enta
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é qu
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n m
ucho
s re
tos
y qu
e qu
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té p
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rada
pa
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dos,
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en
abso
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que
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ré re
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y en
frent
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s po
r él, m
i raz
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Fuen
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56
Mi experiencia com
o padre… ¿C
uál es la primera im
agen que viene a mi m
ente de cuando era niño?Recuerdo a m
i madre cargándom
e, sonriendo y yo m
irando hacia atrás, contento, con una amplia son-
risa. Esa sensación la tengo muy presente. Tenía dos
o tres años, con el tiempo se confirm
ó con una serie de fotografías en blanco y negro –algo viejas- don-de m
i madre m
e cargaba. ¿Y de mi papá?, ¿qué re-
cuerdo? Lo recuerdo lavando el carro, con una mi-
rada cariñosa hacia mí y m
is hermanos. C
orríamos
cuando teníamos tres o cuatro años del carro a la
casa, y llenábamos la cubeta con agua. D
espués, re-petíam
os el viaje hacia mi padre con tan poca agua
que nuevamente había que llenar la cubeta. C
on él, tam
bién vivimos m
omentos herm
osos.Podría hacer m
uchos esfuerzos para recordar más
mom
entos, algunos alegres como los que les com
-
Ser papá, ¿una decisión en la vidaSe vincula con las fichas para conocer con las fam
ilias:Ejercicio de la paternidad y la crianza de las niñas y los niñosSe vincula con las fichas para hacer con las fam
ilias:• Soy papá• Paternidad. M
itos y realidadesSe vincula con las fichas para com
partir experiencias con las familias:
-Un abrazo de mi hijo, m
ás que poderoso, ¡mágico!
-La participación no duele -Sem
brando el presente
¿Qué querem
os?M
adres, padres y cuidadores…-C
onozcan la experiencia de un padre que se involucra en la crianza.
Fichas para compartir experiencias con las fam
ilias 6. H
ombres en la crianza
mom
ento
s, al
guno
s al
egre
s co
mo
los
que
les
com
-pa
rto,
y p
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to e
l tra
ba-
jo c
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los
amig
os o
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s, la
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ón o
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depo
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ter
min
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n po
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me
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lla. R
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r-do
que
me
preg
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cre
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lejo
s de
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?, ¿q
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es q
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lla c
rezc
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jos
de ti
?, ¿c
rece
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mo
indi
vidu
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ados
nos
har
á fe
lices
com
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ja y
pap
á?”.
Deb
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acer
alg
o, p
ues
nadi
e lo
har
ía
por m
í, e in
clus
o lle
garía
un
mom
ento
en
que
deja
-ría
de
cree
r que
las
cosa
s po
dría
n se
r de
otro
mod
o.
Cre
o qu
e el
mom
ento
que
det
onó
mi p
ater
nida
d fu
e cu
ando
lloré
con
mi h
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n br
azos
, rec
onoc
í que
no
sabí
a qu
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cer c
on u
n se
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peq
ueño
e in
defe
n-so
, y q
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nía
mie
do d
e se
r pap
á. E
se in
stan
te d
e te
mor
e im
pote
ncia
, me
dio
el c
oraj
e su
ficie
nte
para
ca
mbi
ar. A
lgo
en m
í me
dijo
: “Si
no
sabe
s, ap
rend
e”.
Cua
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ones
una
cam
isa
viej
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anta
lón
muy
usa
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has
sent
ido
que
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ieta
por
to
dos
lado
s? E
so e
ra lo
que
me
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ría: e
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bajo
, m
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mis
tade
s e
incl
uso,
mis
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udio
s co
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zaro
n a
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e pe
queñ
os” p
orqu
e al
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cía
que
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vent
o en
mi v
ida
esta
ba o
curr
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o, y
que
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s lu
gare
s m
e qu
itaba
n tie
mpo
par
a as
imila
rlo, c
om-
pren
derlo
e in
corp
orar
lo. E
so n
uevo
que
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rría
se
llam
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“pat
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dad”
. ¿Po
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pie
nso
que
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vant
e es
to q
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ompa
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prim
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gar,
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ahor
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que
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dad,
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scie
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o in
cons
cien
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mbr
es, a
l ten
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ijos,
pode
mos
con
tinua
r la
vida
com
o si
los
hijo
s no
es-
57
mom
ento
s, al
guno
s al
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s co
mo
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que
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lem
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tinua
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com
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es-
58
tuvieran, o podemos optar por ver el m
undo desde el lugar de quien acaba de nacer y, al hacerlo, m
u-chas cosas que antes eran im
portantes dejan de serlo y, quienes lo hem
os hecho, experimentam
os algo así com
o un vuelco de 180 grados en nuestra vida. ¿En qué estaba? Ah, sí, en que observaba que m
i vida de forma irrem
ediable se acercaba a una disyuntiva: seguir igual o saltar a un lugar que no conocía. ¿Q
ué hacer? Si hacía lo primero de seguro
tendría una mejora laboral, lo cual a su vez m
e hu-biera im
pulsado más alto en el estatus y al m
ismo
tiempo aum
entarían mis ingresos.
…ahora com
prendo que la sociedad, consciente o inconscientem
ente, no te prepara para ser papá, e incluso se organiza para que no asum
as tu rol.Y lo segundo m
e haría un buen papá, pero me de-
cía: “¿Eso le importa a alguien?”, y respondía: “¡Por
supuesto que a nadie le importa, solo a m
í, a mi pa-
reja y a mi hija!”. Pero, la verdad, a nadie le interesa
(salvo a instituciones y escuelas o programas com
o los del C
onafe que desean acercar a los papás con sus hijos). La paternidad es im
portante socialmente
hablando, pero, al mism
o tiempo, es poco valorada.
Entonces me dije: “A nadie le im
porta, pero a mí y a
mi fam
ilia sí”. Eso fue suficiente, y salté. ¿Cóm
o pue-do transm
itirles, estimados lectores, lo que sentía el
día que decidí cambiar m
i vida y asumir no solo m
i paternidad sino m
i vida mism
a? Ese día tenía mie-
do, no quería llegar a la oficina ni tampoco dejar a
mis am
igos, ni a mi salario seguro ni a m
i proyecto
de vida como profesional en el cual había inverti-
do tanto. Ese día iba más callado que otros días, no
sonreía. Y todo el trabajo que había sido tan impor-
tante, en un instante dejó de serlo. De hecho, todos
los amigos que eran tan im
prescindibles, de la no-che a la m
añana dejaron de serlo. Las instruccio-nes de m
i jefe también se esfum
aron. ¿Has vivido algo así? Es sim
ilar a la experiencia de dejar una si-tuación o personas que no te perm
iten crecer, o de dejar un trabajo que te agrada, pero no es lo tuyo. Es parecido a entrar a un cam
ino que no conocías, que no te habían dicho que existía y que incluso puede tener peligros porque no se espera que lo re-corras. Esas decisiones que te im
pulsan sin pensar, que te cam
bian de golpe, que te hacen sentir vivo y que te perm
iten por un instante entender la pala-bra vivir con “gozo”, “sentido” o “significado”. Eso sentí esa m
añana. A partir de ese día se acabó el sala-rio seguro. D
esde entonces, he tenido que inventar m
uchos proyectos y escribir mucho para traer algo
de dinero a casa. Cam
bié mi profesión totalm
ente, m
e volví “experto” en temas que nunca estudié en
la universidad, como “m
asculinidades”, “violencia fam
iliar”, “hombres agresores” y otros tem
as como
paternidad. Incluso he viajado para platicar de esos asuntos… ¡Y hasta m
e pagan! Pero sobre todo asu-m
í mi paternidad, y lo he hecho desde entonces,
incluso con hijos que no son biológicamente m
íos....N
o era ella la que me lo pedía, sino yo, el que de-
cidió educarla al darle parte de mi tiem
po, de mi
esfuerzo, de mis ganas de estar vivo....
He p
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ino ríes, lloras, juegas, te diviertes y al final, ya no eres el m
ismo que inició la historia.
Me he divertido en m
i paternidad. Ahora veo que
lo que hice no solo fue para divertirme, fue en par-
te por mi hija y en parte por m
í.
Fuentes de consulta:C
onafecto 1Roberto G
arda Salas. Director de Hom
bres por la Equidad, AC
. Economista con M
aestría en Sociología. Especialista en tem
as de género, m
asculinidades, paternidad y violencia mas-
culina. C
orreo electrónico:
roberto.garda@gm
ail.com
Para
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62
pude haber tenido. Recuerdo que decía mi m
adre “recoge tus juguetes que si llega tu papá y ve el re-gadero te va a pegar”, “no hagas ruido porque está tu papá y se enoja”, “ve de una vez al m
andado que si te m
ando cuando llegue tu papá, él se puede m
olestar”. Todo ello de manera cotidiana, m
i ma-
dre controlaba mi com
portamiento con la herm
o-sa posibilidad de que m
i padre apareciera, sublime
ilusión, pues como dije él casi nunca estaba y en
realidad pocas veces me dirigió siquiera la palabra.
Supongo que habría más frases que m
e ofreció mi
mam
á al respecto de mi padre que se fueron intro-
yectando para construir en mí el disfraz de respeto
que en el fondo como dije era tem
or.No todo fue m
alo, muy a favor m
ío, los regaños reales fueron escasos por parte de m
i padre, por lo cual prefiero recordar aquellas veces, cuan-do yo tenía com
o 3 o 4 años y me pude acercar
amorosam
ente a él, pedirle me prestara su peine
y casi con su consentimiento peinarlo o despeinar-
lo a placer, sin que él dijera nada en lo absoluto, tan apacible, tan tranquilo. Yo de pie en el sillón, atrás de ese gran hom
bre que fue mi padre, pei-
nando su escasa cabellera, según yo para que lu-ciera bien, pero m
uy en mi interior creando un hilo in-
visible pero muy sentido entre su corazón y el m
ío. M
i reflexión hasta aquí es que, más de las veces o
por lo menos en m
i caso, se conoce a papá no tan-to desde papá, sino a través de la percepción que m
amá tiene de él: que si a lo m
ejor hoy no viene,
que si a la mejor está m
uy cansado, que si trabaja dem
asiado, que no le hables porque… En conclu-sión, en m
i caso me relacioné con m
i padre mu-
chas veces a través y con permiso de m
i madre, no
la juzgo por ello, son mis percepciones de una rea-
lidad que seguramente tiene varias interpretacio-
nes. Me queda hasta el m
omento algo de claridad,
al respecto de que mi papá estuvo m
ás ausente que presente en m
is primeros años de vida, porque
paradójicamente aun estando, algunas veces, sim
-plem
ente no estaba disponible. Por m
i carrera, por mi vida en sí y por un conjunto de
cosas complejas y sencillas que han m
arcado mi
existencia, creo que como padre he sido diferente
a lo ya descrito. Hace poco más de 11 años, nació
mi hija C
arolina Isabel. Cuando supe que iba a ser
papá, sentí un torrente de emociones que com
bina-ban gusto, alegría, euforia, pero, sobre todo, m
iedo a no poder darle a m
i hija todo lo que yo creía que necesitaba. Si hay algo que aprendí de m
i padre fue el ser responsable económ
icamente hablando,
en ese entonces mi trabajo era ciertam
ente tem-
poral, cubría un interinato como psicólogo en Edu-
cación Especial. La inestabilidad financiera agravó el m
iedo que ya sentía ante la inminente posibili-
dad de ser padre. Gracias a la vida en tiem
po, me
encontraba en mi proceso psicoterapéutico y, con
todo ese miedo y otras em
ociones encontradas, un buen día le pregunté a m
i terapeuta ¿Cóm
o es po-sible que esa persona que va a nacer pueda am
ar-m
e? Si tengo tantos defectos, si no sé cuidarme ni a
mí m
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me
decí
a qu
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me
preo
cupa
ra, q
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situ
ació
n la
bora
l po
día
espe
-
63
pude haber tenido. Recuerdo que decía mi m
adre “recoge tus juguetes que si llega tu papá y ve el re-gadero te va a pegar”, “no hagas ruido porque está tu papá y se enoja”, “ve de una vez al m
andado que si te m
ando cuando llegue tu papá, él se puede m
olestar”. Todo ello de manera cotidiana, m
i ma-
dre controlaba mi com
portamiento con la herm
o-sa posibilidad de que m
i padre apareciera, sublime
ilusión, pues como dije él casi nunca estaba y en
realidad pocas veces me dirigió siquiera la palabra.
Supongo que habría más frases que m
e ofreció mi
mam
á al respecto de mi padre que se fueron intro-
yectando para construir en mí el disfraz de respeto
que en el fondo como dije era tem
or.No todo fue m
alo, muy a favor m
ío, los regaños reales fueron escasos por parte de m
i padre, por lo cual prefiero recordar aquellas veces, cuan-do yo tenía com
o 3 o 4 años y me pude acercar
amorosam
ente a él, pedirle me prestara su peine
y casi con su consentimiento peinarlo o despeinar-
lo a placer, sin que él dijera nada en lo absoluto, tan apacible, tan tranquilo. Yo de pie en el sillón, atrás de ese gran hom
bre que fue mi padre, pei-
nando su escasa cabellera, según yo para que lu-ciera bien, pero m
uy en mi interior creando un hilo in-
visible pero muy sentido entre su corazón y el m
ío. M
i reflexión hasta aquí es que, más de las veces o
por lo menos en m
i caso, se conoce a papá no tan-to desde papá, sino a través de la percepción que m
amá tiene de él: que si a lo m
ejor hoy no viene,
que si a la mejor está m
uy cansado, que si trabaja dem
asiado, que no le hables porque… En conclu-sión, en m
i caso me relacioné con m
i padre mu-
chas veces a través y con permiso de m
i madre, no
la juzgo por ello, son mis percepciones de una rea-
lidad que seguramente tiene varias interpretacio-
nes. Me queda hasta el m
omento algo de claridad,
al respecto de que mi papá estuvo m
ás ausente que presente en m
is primeros años de vida, porque
paradójicamente aun estando, algunas veces, sim
-plem
ente no estaba disponible. Por m
i carrera, por mi vida en sí y por un conjunto de
cosas complejas y sencillas que han m
arcado mi
existencia, creo que como padre he sido diferente
a lo ya descrito. Hace poco más de 11 años, nació
mi hija C
arolina Isabel. Cuando supe que iba a ser
papá, sentí un torrente de emociones que com
bina-ban gusto, alegría, euforia, pero, sobre todo, m
iedo a no poder darle a m
i hija todo lo que yo creía que necesitaba. Si hay algo que aprendí de m
i padre fue el ser responsable económ
icamente hablando,
en ese entonces mi trabajo era ciertam
ente tem-
poral, cubría un interinato como psicólogo en Edu-
cación Especial. La inestabilidad financiera agravó el m
iedo que ya sentía ante la inminente posibili-
dad de ser padre. Gracias a la vida en tiem
po, me
encontraba en mi proceso psicoterapéutico y, con
todo ese miedo y otras em
ociones encontradas, un buen día le pregunté a m
i terapeuta ¿Cóm
o es po-sible que esa persona que va a nacer pueda am
ar-m
e? Si tengo tantos defectos, si no sé cuidarme ni a
mí m
ism
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i, inc
luso
, me
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: “El
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l po
día
espe
-
64
rar, pasaron 20 minutos aproxim
adamente, cuan-
do una sensación indescriptible se manifestó en m
i corazón, se sintió com
o un desasosiego, mi corazón
acelerado y desacelerado en fracción de segun-dos, eran las 12:00 pm
y algo dentro de mí dijo: “ha
nacido mi bebé”, a los 10 m
inutos de esa inespera-da sensación, una enferm
era me avisa que sin con-
tratiempos C
arolina Isabel había nacido. El acta de alum
bramiento afirm
a que nació a las 12:05 del día. C
uando pude verla, después de los procedimientos
de chequeo y protocolarios de un hospital general, m
i esposa me dijo “cárgala”, yo, con algo de tem
or, le dije: “no porque traigo las m
anos sucias”, ella in-sistió y una em
oción de ternura indescriptible y jam
ás vivida pasó por mi persona, y entonces la
cargué. Recuerdo que pesaba lo que una pluma,
o yo andaba entre las nubes, instintivamente nos
acurrucamos m
utuamente, ella abrazándom
e con el cuerpo, yo con los brazos, pero los dos con el alm
a. Ahí le di el primer beso en su m
ejilla, uno de los m
ás sentidos y significativos de mi vida.
Recién nacida, no todo fue miel sobre hojuelas, sin
embargo, el am
or de mi esposa en su rol de m
adre y m
i amor com
o padre facilitaron el cargarla, abra-zarla, platicar con ella, arrullarla, a pesar de estar cansado, después de una jornada de trabajo. C
on respecto al arrullo, com
parto que a Carolina Isabel
no le gustaban las canciones de cuna, puedo argüir que no eran de su agrado, pues lloraba con m
ás intensidad cuando las escuchaba. Había ocasiones
en las que, después de haber sido amam
antada am
orosamente por su m
adre, satisfecha entonces su necesidad de alim
ento, teniendo el pañal seco, cubiertas
sus necesidades
manifiestas,
simple-
mente no tenía el ánim
o de dormir, yo, com
o papá, asum
í acompañarla en este proceso, así que la m
e-cía, le cantaba, le platicaba, pero ella despiertísim
a. En m
uchas ocasiones, después de varios intentos y cuando em
pezaba a llorar tal vez por cansan-cio, ella o yo, la ponía en m
i pecho, acostada boca abajo. Yo acostado boca arriba y paulatinam
ente se nos iban cerrando los ojos hasta que los dos en su m
omento em
pezábamos a dorm
ir plácidamen-
te. Ahora comprendo intuitivam
ente que había una regulación de esta necesidad, de m
anera mutua,
tal vez sincronizando nuestros corazones, nuestras alm
as o a razón de otras situaciones que escapan de m
i entendimiento.
En el día había algo que los dos disfrutábamos m
u-cho, era que tocara la guitarra. M
i esposa me hizo
recordar que esto empezó en el em
barazo, en ese entonces yo había oído que era adecuado que a los bebés se les hablara y se les cantara. Aún así, yo lo hacía sin total consciencia de todos los bene-ficios, m
ismos que em
pecé a observar con claridad cuando m
i bebé se movía en la pancita de m
amá
con cierto ritmo y lo vi con m
is propios ojos, meses
después, cuando Carolina sonreía, palm
eaba y bai-laba al ritm
o de la música. Se notaba en su m
irada que el sonido de m
i guitarra le era familiar.
65
rar, pasaron 20 minutos aproxim
adamente, cuan-
do una sensación indescriptible se manifestó en m
i corazón, se sintió com
o un desasosiego, mi corazón
acelerado y desacelerado en fracción de segun-dos, eran las 12:00 pm
y algo dentro de mí dijo: “ha
nacido mi bebé”, a los 10 m
inutos de esa inespera-da sensación, una enferm
era me avisa que sin con-
tratiempos C
arolina Isabel había nacido. El acta de alum
bramiento afirm
a que nació a las 12:05 del día. C
uando pude verla, después de los procedimientos
de chequeo y protocolarios de un hospital general, m
i esposa me dijo “cárgala”, yo, con algo de tem
or, le dije: “no porque traigo las m
anos sucias”, ella in-sistió y una em
oción de ternura indescriptible y jam
ás vivida pasó por mi persona, y entonces la
cargué. Recuerdo que pesaba lo que una pluma,
o yo andaba entre las nubes, instintivamente nos
acurrucamos m
utuamente, ella abrazándom
e con el cuerpo, yo con los brazos, pero los dos con el alm
a. Ahí le di el primer beso en su m
ejilla, uno de los m
ás sentidos y significativos de mi vida.
Recién nacida, no todo fue miel sobre hojuelas, sin
embargo, el am
or de mi esposa en su rol de m
adre y m
i amor com
o padre facilitaron el cargarla, abra-zarla, platicar con ella, arrullarla, a pesar de estar cansado, después de una jornada de trabajo. C
on respecto al arrullo, com
parto que a Carolina Isabel
no le gustaban las canciones de cuna, puedo argüir que no eran de su agrado, pues lloraba con m
ás intensidad cuando las escuchaba. Había ocasiones
en las que, después de haber sido amam
antada am
orosamente por su m
adre, satisfecha entonces su necesidad de alim
ento, teniendo el pañal seco, cubiertas
sus necesidades
manifiestas,
simple-
mente no tenía el ánim
o de dormir, yo, com
o papá, asum
í acompañarla en este proceso, así que la m
e-cía, le cantaba, le platicaba, pero ella despiertísim
a. En m
uchas ocasiones, después de varios intentos y cuando em
pezaba a llorar tal vez por cansan-cio, ella o yo, la ponía en m
i pecho, acostada boca abajo. Yo acostado boca arriba y paulatinam
ente se nos iban cerrando los ojos hasta que los dos en su m
omento em
pezábamos a dorm
ir plácidamen-
te. Ahora comprendo intuitivam
ente que había una regulación de esta necesidad, de m
anera mutua,
tal vez sincronizando nuestros corazones, nuestras alm
as o a razón de otras situaciones que escapan de m
i entendimiento.
En el día había algo que los dos disfrutábamos m
u-cho, era que tocara la guitarra. M
i esposa me hizo
recordar que esto empezó en el em
barazo, en ese entonces yo había oído que era adecuado que a los bebés se les hablara y se les cantara. Aún así, yo lo hacía sin total consciencia de todos los bene-ficios, m
ismos que em
pecé a observar con claridad cuando m
i bebé se movía en la pancita de m
amá
con cierto ritmo y lo vi con m
is propios ojos, meses
después, cuando Carolina sonreía, palm
eaba y bai-laba al ritm
o de la música. Se notaba en su m
irada que el sonido de m
i guitarra le era familiar.
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amen
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l mes
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66
Educación Inicial, sentando las bases para ser (es-pero) un m
ejor padre también para m
i segunda hija, D
iana Sofía, con quien tengo otras anécdotas, pues a ella le tocó convivir con un adulto con un poquito de m
ás experiencia como padre, pero eso
será historia de otro artículo. “Hay algo parecido a una línea de hilo dorado que recorre las palabras de un hom
bre cuando habla con su hija, y gradualm
ente con el paso de los años llega a ser lo suficientem
ente largo para que pue-das tom
arlo en tus manos y tejerlo en una tela que
se siente como el am
or mism
o.”John Gregory Brow
n
José Torrecillas Lerma.
Es licenciado en Psicología por la Universidad Juárez del Estado de D
urango (UJED). M
aestran-te en Hipnosis y Psicoterapia Ericksoniana por C
entro de Hipnoterapia Humanística de D
u-rango (C
IUDAC
). Responsable de Formación de
Educación Inicial del Conafe de 2007 al 2019.
Educación Inicial, sentando las bases para ser (es-pero) un m
ejor padre también para m
i segunda hija, D
iana Sofía, con quien tengo otras anécdotas, pues a ella le tocó convivir con un adulto con un poquito de m
ás experiencia como padre, pero eso
será historia de otro artículo. “Hay algo parecido a una línea de hilo dorado que recorre las palabras de un hom
bre cuando habla con su hija, y gradualm
ente con el paso de los años llega a ser lo suficientem
ente largo para que pue-das tom
arlo en tus manos y tejerlo en una tela que
se siente como el am
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o.”John Gregory Brow
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José Torrecillas Lerma.
Es licenciado en Psicología por la Universidad Juárez del Estado de D
urango (UJED). M
aestran-te en Hipnosis y Psicoterapia Ericksoniana por C
entro de Hipnoterapia Humanística de D
u-rango (C
IUDAC
). Responsable de Formación de
Educación Inicial del Conafe de 2007 al 2019.
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Notas
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CICLO OPERATIVO
2021-2022
Notas
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Orientaciones para la intervención pedagógica en Educación Inicial
Notas
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CICLO OPERATIVO
2021-2022
Notas
Esta obra se terminó de imprimir en octubre de 2021, con un tiraje de 9,341 ejemplares en los talleres de
Orientaciones para la intervención pedagógica
en Educación InicialCiclo operativo 2021 - 2022
PORTADAS inicial.indd 2