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SUMARIO Año XXXIII - Nº 20 - Diciembre de 2014

Publicación Oficial del Old Christians Club

6 Rugby Guzmán Barreiro: Balance de la temporada

12 Rugby Balance positivo para el rugby azul en 2014

14 Rugby V Seven Nocturno

18 Fútbol Una temporada irregular

20 Club Azules Adventure Race

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Tiraje: 3.000 ejemplares

REVISTAProducción: DUPLEXDirección: Ellauri 710 bis / 301Director: Conrado Ferber ArtagaveytiaAdministración: Gabriela KönckeCoordinador: Juan Diego FerberEditor Periodístico: Juan SamuelleColaboran: Inés Ferber y Andrea CoppesFotografía: Rosina de los Reyes, Duplex.Depto. Comercial: Beatriz Rizzi (094 243345) Conrado Ferber Rivera (098 814035)Foto Tapa: Gentileza IMAGINE ContenidosDiseño Gráfico y Diagramación: Juan Diego FerberInformes o publicidad: 2710.8638 / 2710.8428info@duplex.com.uy - www.duplex.com.uyImprenta: Impresora Polo S.A. , D.L. Nº 338398

Sede - Campo San PatricioCno. Gonzalo Rodríguez S/NTel: 2695.8494

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JUNTA DIRECTIVAPresidente: Sr.Julio LestidoVicepresidente: Sr. Alejandro RegulesSecretario: Sr. Alejandro CarvalhoTesorero: Sr. Fernando HareauGustavo ZerbinoJuan José PolPía SarubbiEduardo Lenoble

Suplentes:Federico InciarteJuan Cruz SeccoMarcelo AlonsoCecilia PalmaIgnacio NogueiraJuan Martín LlovetIgnacio PazDaniel de Castro

COMISIÓN FISCALGustavo IoccoSantiago LageEduardo Cerrutti

24 Azules por el Mundo Horacio “Negro“ Filippelli

30 También Importa Un jugador clave en cada partido

36 También Importa Nunca es tarde

42 ¿En qué andás? Martín Decia

48 Hockey Balance de la temporada

50 Ojo al Piojo El cuento navideño del reno Rudolph

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“Nos faltó muy poquito; fue impresionante lo de la hinchada”

Guzmán Barreiro: balance de la temporada 2014 en el rugby

Apenas por tres puntos cayó Old Christians Club (OCC) ante Carrasco Polo Club (CPC) en la final del Campeonato Uruguayo de rugby de este año. La cosecha del título no se produjo, pero se estuvo muy cerca. “Nos faltó un poquito”, afirmó Guzmán Barreiro, Head Coach del equipo. Con él dialogamos sobre esa final, sobre la temporada que va concluyendo (se viene la etapa de los partidos de seven) y sobre otros temas relacionados con el equipo principal, el resto de los equipos y otros aspectos: el aporte relevante de la hinchada, los retos establecidos para 2015, cómo se aproxima el Club al estilo de juego y los resultados buscados, cómo fueron las cosas en juveniles, las actividades que se vienen y mucho más.

¿Qué balance has realiza-do de la temporada 2014?

“En líneas generales, el balan-ce es positivo; más allá de los resultados alcanzados, entien-do la temporada ha sido bue-na para el plantel principal en varios aspectos. Por un lado, crecimos en cuanto al tama-ño del plantel, teniendo un altísimo número de jugadores por entrenamiento y presen-tando a lo largo del año siem-pre tres equipos en las tres competiciones. Por otro lado, la cantidad de entrenadores también creció, aspecto que tenemos que seguir desarro-llando y mucho para asegurar la continuidad del proceso. Por último, los tres equipos del plantel principal llegaron a las finales de cada uno de los tor-neos que disputaron, marcan-do continuidad en la presencia en etapas definitorias”.

Hablando del equipo de primera división, y pun-tualmente de la final con-tra CPC en el Charrúa, ¿qué balance has hecho?

“El desempeño del equipo fue irregular a lo largo del año, nos costó muchísimo encon-trar continuidad y mantener el nivel de juego luego de realizar buenos partidos. Más allá de lo mencionado anteriormente, de a poco fuimos encontrando nuestro ritmo y llegamos al fi-nal de la temporada alcanzan-do un buen nivel, y con cada partido, el equipo fue tomando cada vez más confianza. Espe-cíficamente sobre la final, fue un partido muy parejo, muy cerrado, donde el que se equi-vocó menos se llevó el triunfo. No estuvimos finos, cometi-mos varios errores y CPC logro capitalizarlos en puntos. En este tipo de partidos, son los detalles los que hacen la dife-rencia, y en esta ocasión en-tiendo nos faltó muy poquito para llevárnoslo”.

¿En qué medida algunas ausencias que hubo por le-siones incidieron en el po-tencial del equipo?

“Es verdad que tuvimos una ausencia de gran nivel

y que varios jugadores que jugaron estaban lejos de su 100%, pero son todas cosas que sabíamos de antemano y que el plantel estaba pre-parado para suplir. Nada de esto sirve como excusa para explicar el resultado final”.

Tendrás una mención es-pecial, me imagino, para la hinchada del Club que desde las tribunas em-pujó una vez más con mucha fuerza…

“Fue impresionante lo de la hinchada, los planteles sintie-ron el apoyo del Club entero que se mostró unido como nunca lo había visto antes. Me quedo con dos imágenes muy buenas, la primera cuando la hinchada llega al Charrúa en el inicio del partido de la In-termedia, los jugadores no se lo esperaban y sé que lo va-loraron muchísimo; la otra, al final, después de la derrota, lo único que se escuchaba era a la hinchada del Club cantan-do y alentando a los jugado-res por el esfuerzo que habían

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realizado. Fue todo muy bue-no, siempre con mucho respe-to y enfocado en el Club y no en el rival. Las personas encar-gadas realizaron un excelente trabajo y creo lo que se generó para este partido da muestras del buen momento que vive el Club en la parte humana”.

¿Qué cosas hay que mejo-rar poniendo el foco ya en la temporada 2015?

“Como todo, es un conjunto de cosas. En cuanto al jue-

go, tenemos que seguir pu-liendo el sistema que que-remos utilizar de forma de poder aplicarlo consistente-mente en cada partido que tengamos en el año. Por otro lado, seguir perfeccio-nando las destrezas indi-viduales de los jugadores, enfocándonos tanto en las generales (que todo jugador debe tener) y en las parti-culares (aquellas específi-cas de cada posición o rol); estas últimas representan un interesante desafío, ya

que son un gran diferencial. En relación a la parte física, continuar trabajando como lo venimos haciendo has-ta ahora, sabiendo que es un aspecto clave y sobre el cual sustentamos el sistema de juego. Por último, y no por eso menos importante, seguir fomentando la unión del grupo y el aspecto hu-mano. Uno de los grandes diferenciales de este plantel radica en la unión que exis-te, por lo que hay que se-guir alentándola”.

“Con cada partido, el equipo fue tomando

cada vez mas confianza“

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Un nutrido equipo de trabajo

Cada uno tiene un estilo de juego ideal, ¿lo que se mostró este año por par-te del equipo está más cerca del tuyo?

“En algunos momentos nos acercamos a lo que espero del plantel, pero como comen-té anteriormente, nos costó

mucho poder mantenerlo. En este sentido, estamos en el camino, cada jugador conoce la idea macro, todos conocen a lo que queremos llegar, pero aún falta mucho camino por recorrer. También, y conocien-do como conozco a cada uno de los jugadores, sus fortale-zas, debilidades y su poten-

cial, sé que se encuentran aún bastante lejos de su techo, por lo que el foco debe ser lle-var a cada jugador y a cada equipo a desempeñarse al máximo de sus posibilidades, dentro del estilo buscado”.

¿Qué actividades tienen programadas?

“En el corto plazo, tenemos tres o cuatro sevens que va-mos a disputar, por lo que rá-pidamente hay que ponerse a entrenar de cara a esos com-promisos. A mediano plazo, tenemos el inicio de la pretem-porada 2015 y junto a ello lle-vamos adelante cada año un trabajo de acondicionamiento previo que lo jugadores deben realizar antes del comienzo de la misma. En relación a la pre-temporada, resulta esencial el trabajo individual que los

El plantel de entrenadores y otros profesionales que comanda las actividades del Plantel Superior se integra de esta manera: el Prof. Ignacio Marchesano se encarga de la preparación física, de cancha y de gimnasio, con todo el plantel; Enrique Ferrari además de realizar análisis de video también es parte del Departamento Médico trabajando en el gimnasio y en las recuperaciones de los jugadores; el Dr. Gonzalo Rodríguez es la cabeza del Cuerpo Médico del Club; José Astigarraga es el manager, motor del plantel principal

en todos los aspectos,principalmente de coordinación, gestión y relacionamiento con la URU y con otros equipos; Alejandro Espiga es manager del plantel principal ayudando a José Astigarraga en tareas varias; los entrenadores principales son Guzmán Barreiro y Guillermo Storace quien, además de su labor como entrenador, también está involucrado en aspectos de coordinación, gestión y relacionamiento con la URU y con otros equipos; finalmente los asistentes son Federico Demarco, Matías Salvo, Hilario Canessa, Juan Pintos e Ignacio Inciarte.

Para Barreiro el equipo esta cerca de su estilo de juego ideal.

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jugadores realicen, de modo de asegurar que lleguen des-cansados mentalmente a esa instancia y completamente recuperados de las distintas lesiones. Previo al comienzo de la temporada, ya tenemos pactados dos partidos amisto-sos con equipos de Argentina, a los que se sumaran al me-nos dos partidos más y una clínica con entrenadores de Argentina que vienen a brin-darnos capacitación”.

¿Qué balances realizas de los otros equipos del plan-tel superior este año?

“La Intermedia tuvo una prime-ra parte del año no muy buena, muy irregular y con un nivel que no conformaba. Ya en la segunda mitad de la temporada y con el agregado de los juve-

niles que volvieron del Mundial el equipo se asentó y encontró su ritmo, logramos mantener el esqueleto del equipo por varios partidos y así el nivel fue su-biendo. Luego de una semifinal durísima, realizamos una bue-na preparación y nos llevamos la final con un muy buen des-empeño del equipo y alcanzan-do un interesante resultado. La Pre Intermedia, en cambio, tuvo un año bastante parejo, desempeñándose a buen nivel en la mayor parte del año, aun-que lamentablemente tuvimos nuestro peor partido en la final y no logramos llevarnos el cam-peonato. El balance es positivo, los equipos llegaron a etapas definitorias y los jugadores de-mostraron que están para ser parte de la Primera División en cualquier momento, lo que es muy bueno ya que aumenta la

competencia interna y presenta un lindo desafío para la próxi-ma temporada. Por otro lado, y algo muy positivo, fue que podemos utilizar jugadores de M19 en algunos partidos de es-tos planteles, aspecto que sir-vió para foguear a los juveniles y de a poco empezar a intro-ducirlos en el plantel principal”.

En juveniles, como se des-tacará más adelante en esta misma nota, hubo muy buenos logros, más allá de los títulos, ¿hay un futuro mejor que el presente para el rugby del Club?

“Cada año que pasa, el trabajo se realiza sobre jugadores que estuvieron un año más bajo el mismo proceso, por lo que cada año se espera sea mejor que el anterior en ese sentido.

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El equipo de las juvenilesEl coordinador de las juveniles es Guzmán Barreiro, el manager es Juan Sartori (“coordinando todos los aspectos de ambas divisiones, Juani es un actor clave para asegurar que toda la parte administrativa y organizativa de los planteles esté en orden”, destacó Barreiro), el preparador físico es Enrique Ferrari (“trabajando con ambas categorías; Quique es una figura esencial para que la estructura funcione y tenga el desempeño que alcanzó”, expresó Barreiro) y los técnicos son: en M17 Martín Espiga, José Astigarraga, Patricio Cattivelli, Héctor Berruti, Pablo Galeano, Federico Favaro y Santiago Bomio; y en M19 Juan Pablo Horta, Javier Otegui, Felipe Horta, Andrés De León, Álvaro Terra y Alejandro Ubilla.

Guzmán Barreiro dijo que “los cuerpos técnicos de las divisiones juveniles

fueron claves en el buen año que tuvo el Club, no solo asegurándose que la misma línea de juego fuera llevada adelante en cada división, sino que además, y quizás es lo más importante, trabajando mucho en el aspecto humano y en la formación de grupos”.

Agregó que “un aspecto muy importante y que fue de gran ayuda fue lograr que gran parte del cuerpo técnico que trabaja en el Colegio se repita en la M17, dando un sentido de continuidad importante y ayudando a los jugadores a que se adapten mejor al Club”.

“Se aprecia un Club unido desde las bases, con todos los planteles orientados en la misma dirección y el trabajo en divisiones juveniles es muy importante para que esto suceda”, concluyó.

Este año fue muy bueno y creo la clave fue lo mencionado anteriormente, el paso de los jugadores bajo la misma línea año tras año. El trabajo del Co-legio viene siendo muy bueno

y estamos trabajando junto a ellos para seguir mejorando y alineando lo que queremos de los jugadores, tanto en la par-te técnica como física, así que esperamos que las condiciones

vayan mejorando año a año”.

¿Cómo ves el aporte del OCC a las distintas seleccio-nes nacionales este año?

“En este tema, veo dos reali-dades, por un lado las selec-ciones juveniles y por otro el seleccionado mayor. Para las juveniles, entiendo que el aporte es bueno, hay muchos jugadores siendo parte de los distintos planteles, aspecto que es muy positivo para el desarrollo del jugador y que continua la tendencia al alza de jugadores del club en los seleccionados juveniles. En cuanto al seleccionado mayor, en todas sus variantes, creo que el aporte no es suficiente. Las razones pueden ser varias, pero desde mi punto de vista, me gustaría ver más jugado-res del plantel principal en las selecciones mayores”.

Barreiro ve como muy positivo el trabajo en conjunto con el colegio.

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Un buen año en todas las divisiones

Más allá del análisis expuesto en la entrevista con Guzmán Barreiro, Head Coach del principal equipo de rugby del Old Christians Club (OCC), este fue un año en el que se alcanzaron varias metas. Por un lado, el equipo de Primera División fue vicecampeón del Uruguayo, habiendo ganado poco antes la primera edición de la Copa Uruguay. OCC también fue Campeón Uruguayo en la Intermedia. La Pre Intermedia, por su parte, fue vicecampeona del Uruguayo. Asimismo, el Club fue Campeón Uruguayo en juveniles con la M19 (que también fue el mejor de todos en el Valentín Martínez). Y con la M17 ganó uno de los dos torneos del año, habiendo conquistado el Apertura 2014.

Balance positivo para el rugby azul en 2014

El partido final por el Campeo-nato Uruguayo de rugby en la Primera División, el sábado 15 de noviembre ante 4.000 es-pectadores, se disputó en el Estadio Charrúa ante Carras-co Polo Club (CPC). Referee: Alejandro Longres; asisten-tes: Francisco Pesce y Rodol-fo Croci; TMO: Eduardo Blen-gio. El "Caballito" triunfó 13 a 10 y volvió a ser campeón tras lograrlo antes por últi-ma vez en 2012. En 2013 el campeón había sido Old Boys Club (OBC) y el último título Uruguayo cosechado por OCC sigue siendo el del año 2007.

Con un marco espectacular por la fiesta protagonizada por las hinchadas, la siguien-te fue la secuencia de anota-ciones: CPC se puso 7-0 con un try de Gonzalo Campomar y conversión de Jerónimo Et-cheverry. Luego Etcheverry con un penal estableció el 10-0. Antes de concluir el primer tiempo el marcador se puso 10-7 mediante un try de Juan Echeverría y la conversión de Federico Favaro para OCC. Ya en el segundo período Polo es-tiró a distancia a 13-7 con un

nuevo penal anotado por Et-cheverry. Posteriormente Fa-varo con un penal decretó el 13-10, a la postre definitivo.

Dado este resultado, en el Uruguayo que se disputa des-de 1951 Polo acumula ahora 27 títulos, seguido por Chris-tians con 16, Old Boys con 15, La Cachila 5, Montevideo Cricket y Trouville 3, Colonia Rowing Club 2 y Los Cuervos 1 (la suma de títulos da 72 en 64 años porque en algunas edicio-nes el título fue compartido).

Formaciones de la final

Carrasco Polo: Rodrigo Sán-chez, Arturo Ávalo, Oscar Du-rán, Manuel Rega, Carlos Pro-tassi, Santiago Hernández, Juan Diego Ormaechea, Gon-zalo Campomar (C), Francis-co Vecino, Jerónimo Etche-verry, Rodrigo Méndez, Alejo Parra, Nicolás Freitas, Santia-go Gibernau y Rodrigo Silva. Suplentes: Ignacio Conti, Tia-go Buckstein, Santiago Revi-lla, Juan Álvarez, Santiago Inciarte, Álvaro Aquistapace, Matías Aguirre y Diego Pons. DT: Diego Ormaechea.

Old Christians: José Astigarra-ga, Martín Espiga, Juan Eche-verría, Jorge Zerbino, Juan Pablo Horta, Rodrigo García, Martín Sciarra, Miguel Horta, Manuel Martínez (C), Andrés De León, Santiago Arocena, Paul Johnson, Felipe Horta, Santiago Bomio y Federico Fa-varo. Suplentes: Homero For-moso, Juan Bermudez, Igna-cio Demarco, Mateo Tarabal, Javier Otegui, Matías Beer, Matías Arocena y Emiliano Gioia. DT: Guzmán Barreiro.

El camino previo

En semifinales del Uruguayo, vale recordarlo, OCC eliminó a Trébol al vencerlo 18 a 13, en tanto CPC hizo lo propio con Old Boys ganándole 32 a 16. Aquel domingo, 2 de no-viembre, se produjo una si-tuación que corresponde elo-giar: la hinchada azul invitó a los hinchas del rival de tur-no a vivir la previa del parti-do juntos, chorizada median-te, en el Parque Rivera, en una linda demostración de convivencia deportiva.

Antes, en los play off, OCC

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había vencido 32 a 7 a Mon-tevideo Cricket y Old Boys había hecho lo propio por 17 a 16 ante Los Cuervos.

A propósito de este repaso, en la tabla de posiciones de la fase regular del año quedó primero CPC con 60 unidades, Trébol llegó a 52, OCC sumó 49, OBC 41, Los Cuervos 27, MVCC 18, PSG 9 y Champagnat 9.

Los cruces OCC-CPC

Los dos partidos entre ambos finalistas por el Uruguayo se definieron en la hora a favor del equipo de Polo, pero los dos de la flamante Copa Uru-guay fueron para los azules. A propósito, recordamos que el sábado 18 de octubre se cerró la Primera Copa Uru-guay - Carlos Páez Vilaró - Blue Cross & Blue Shield Uru-guay, que se disputó entre los clubes de Primera y Segunda División de rugby local, en una buena innovación. En el Estadio Charrúa, en la final, OCC le ganó a Carrasco Polo con mucha luz, por 33 a 16, y así se quedó con la primera edición del segundo torneo en importancia de la temporada.

Otros logros

El día de la final del Uru-guayo, en el cotejo preli-minar en el Charrúa, OCC se consagró campeón de la Segunda División (Interme-dia) al vencer en la final a Carrasco Polo por 26 a 0.

En otro orden, OCC se consa-gró Campeón Uruguayo 2014 en la categoría M19, el sá-bado 1º de noviembre, tras derrotar 17-13 a Old Boys Club en el clásico por la final del torneo. El partido se dis-putó en el Estadio Charrúa. Corresponde subrayar que el plantel M19 fue campeón

invicto, nunca perdió en el año en ninguno de los tor-neos, siempre lideró en cada competencia, realizando una gran temporada según eva-luó Barreiro, quien citó ade-más que fue la primera M19 campeona del Uruguayo des-de el año 2005.

La M19, además, el fin de semana del 9 y 10 de no-viembre fue campeona en el Valentín Martínez, torneo en el que se impuso a Carrasco Polo (organizador del tor-neo) en la final por 13 a 0.

En otro orden, el sábado 18 de octubre en la final del Urugua-yo de la categoría Pre Interme-

dia Old Boys Club venció a Old Christians Club por 15 a 6.

En tanto, la M17, dijo, tuvo un excelente año, contan-do con un plantel muy nu-meroso y de gran calidad. Logró ganar el Campeona-to Apertura. “En relación a esto, llevó adelante durante todo el año una propuesta de juego muy interesante, alcanzando picos de rendi-miento muy altos a lo largo del año, lo que asegura bue-nos años por delante”, dijo Barreiro. En esta división no hay final, corresponde acla-rar, existiendo un campeón por cada torneo.

El Plantel de la M19 logró terminar la temporada

de forma invicta.

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V Seven Nocturno en el OCCPucará de Argentina es el nuevo campeón

Pucará de Argentina fue el campeón de la Copa de Oro en la 5ª edición del Seven Nocturno organizado por el Old Christians Club (OCC), tras derrotar en la final a Old Boys Club por 12 a 10, en otro gran espectáculo de rugby en las instalaciones del Club.

Como es clásico ya, en el Cam-po Deportivo San Patricio se dieron cita esta vez 18 equi-pos, quienes iniciaron la com-petencia a las 14:30 en seis series de tres equipos cada

una, culminando las activida-des en la noche y en el marco de una jornada espectacular, con un estado del tiempo ex-celente y mucha gente partici-pando y observando un rugby seven de alto nivel.

Por Argentina estuvieron

presentes en esta oportuni-dad ocho clubes: Hindú, La Plata Rugby Club, Pucará, Olivos, Delta, Newman, Li-ceo Militar y Champagnat.

Los equipos locales fueron 10: el anfitrión Old Chris-tians con dos formaciones,

Fotos:Francisca Zubirí

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Old Boys, Círculo de Tenis de Montevideo, Carrasco Polo Club, PSG, Montevideo Cric-ket Club, Los Cuervos, Trébol de Paysandú y Los Ceibos.

Este novedoso torneo, ca-racterizado por concluir en la noche, se desarrolló en forma paralela a otra actividad de-portiva internacional impul-sada por el Club, el IV Play Off de Hockey, en ese caso en instalaciones del Colegio, del cual informamos en otro seg-mento de esta edición.

Pucará, el flamante cam-peón, confirmó su potencial dado que venía de ser el

campeón de rugby seven de Buenos Aires (en el torneo de la URBA) “y nos deleitó con la presencia de gran-des jugadores como Manuel Montero (jugador actual de Los Pumas) y Diego Palma (jugador de Pumas Seven en varias oportunidades), quien fuera nombrado mejor juga-dor del torneo”, comentó Da-niel de Castro, directivo del OCC e integrante del equipo organizador del torneo.

La Copa de Plata se la adju-dicó Carrasco Polo tras ven-cer en la final a Liceo Mili-tar por 33 a 12 y la Copa de Bronce quedó en manos de

Trébol de Paysandú que derro-tó a Los Cuervos por 22 a 19.

Lo que dijeron los medios

En su crónica El País comen-tó que “en lo estrictamente deportivo y competitivo, el torneo mostró un alto ni-vel con la presencia de los equipos argentinos, pero también con varias sorpre-sas de clubes uruguayos”.

El Observador, por su parte, indicó que “fue un torneo muy fuerte, con una de las mejores listas de equipos que puedan verse en el medio local”.

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Premio “Marcelo Pérez del Castillo”

“Queremos destacar el Pre-mio Fair Play “Marcelo Pérez del Castillo” (idea de un socio anónimo del Club) entregado al equipo de Trébol de Paysan-dú. El mismo fue entregado por Álvaro y Estela (hermanos de Marcelo) y Teresa Favaro (mujer de Álvaro). El mismo estuvo cargado de emoción y se recordó al gran capitán que tuvo el Club cuando el ac-

cidente de los Andes, porque quedó físicamente en la mon-taña luchando hasta el final pero su espíritu, fuerza y gran corazón vive y vivirá con nosotros por siempre”, reflexionó de Castro.

En otro orden, comentó que “el Club deportivamente no pudo repetir el nivel de años anteriores, por diversos mo-tivos, y lamentablemente no estuvimos en la definición, pero también entiendo que

el nivel del torneo es cada vez más exigente, lo cual nos obliga a prepararnos más para adaptarnos a esta disciplina bien distinta a la de 15 que se juega todo el año”.

La organización fue uno de los puntos altos del torneo. Año a año se va arrimando más gente al grupo organizador y lo interesante es ver gente de varias generaciones, sacrifi-cando horas de familia, de es-tudios, con reuniones duran-

de Castro resaltó la gran ayuda de los chicos del club para la organizacion del evento.

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te el mes previo hasta altas horas para poder armar este gran evento del Club, destacó.Señaló también que “el día estaba espectacular, un poco caluroso para jugar, pero se pudo disfrutar de la piscina, el volley y las canchas de fút-bol tenis que se armaron al costado de la cancha princi-pal de rugby. Eran las 10 de la noche y la gente seguía disfrutando de esas activida-des extra que se armaron”.

Un Tercer Tiempo notable

“Otro punto para destacar, y en el cual pensamos mucho, es en tratar de que todos los equipos se queden al Tercer Tiempo, en el que reunimos al rugby y al hockey, a to-dos los equipos y este año

se quedaron más de 700 personas, y otro tanto más participaron en la Fiesta de Cierre”, comentó de Castro.

El directivo pidió “destacar como siempre el aporte de los chicos del Club, intentamos darle el mejor servicio a todos los equipos que participan por-que entendemos que es clave y es lo que lo hace diferente a nuestro torneo. Los chicos lle-gan temprano para armar toda la logística del día, se prepara todo con anticipación, carpe-tas personalizadas con toda la información, logística de la hi-dratación, frutas, hamburgue-sas, como para que cuando lleguen los equipos no tengan que hacer nada más que jugar y disfrutar del Club”.

“Para nosotros es muy im-

portante el feedback que nos dan los equipos, tanto uru-guayos como argentinos, una vez que termina el torneo; la verdad es que sobran los ha-lagos, pero también sabemos que tenemos detalles para corregir, porque además nos gusta subirnos la vara para seguir mejorando”, expresó.

“Por último, pero no menos importante, está el apoyo de los sponsors, porque el presupuesto aumenta edi-ción tras edición y sin el aporte invalorable de las empresas sería imposible seguir vigentes, y también queremos destacar el apo-yo de los medios de comu-nicación que nos dan esa cobertura que es clave para la difusión”, indicó.

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Una temporada irregularBuenas y malas en el fútbol del OCC

El fútbol del Old Christians Club tuvo un año complicado. Por un lado, el equipo Mayor, en la Divisional B, estuvo cerca de jugar en la ronda por el ascenso, ¡por poquito no se dio! Si bien quedó arriba en la ronda de la Permanencia, sin que peligre quedarse en la categoría, la meta del ascenso se trasladó para 2015. Eso sí, en lo humano, fue un gran año. En el caso del Juniors, lamentablemente se produjo un nuevo descenso; ¡ya vendrán tiempos mejores!

Rafael Bermúdez y Gusta-vo Varela, integrantes de la dupla técnica que comanda al equipo del OCC Mayor en el fútbol de la Liga Univer-sitaria, expresaron que a la hora de hacer un balance de la temporada 2014, que acaba de concluir, lo ideal era dividir al mismo en dos aspectos: por un lado, lo humano, lo relativo a la ca-lidad de las personas invo-lucradas, y por otro el as-pecto deportivo.

En lo que respecta a lo hu-mano, “¡es totalmente posi-tivo!”, manifestaron, citando que “el tener que compartir un año más con muy buenas personas, de muchas gene-raciones que pasaron por el querido Christian Brothers College, nos llena de orgullo”.

Rafael añadió que “hubo un promedio de 24 jugadores durante el año en las prác-ticas, con jugadores que no entraron en la mayoría de

los partidos y estaban igual al firme todos los martes y jueves. La verdad es que lo repetimos siempre con mi compañero de dupla técni-ca, Gustavo Varela: ¡es muy lindo compartir buenos y malos momentos con bue-nas y educadas personas, como lo son los integrantes del fútbol del OCC!”.

“Refiriéndome al segundo punto, lo futbolístico, no se logró el objetivo que nos ha-

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Las estadísticas de 2014En la fase inicial del torneo de la Divisional B el Old Christians Club Mayor culminó en el 11° puesto entre 16 equipos con 21 unidades (con 6 triunfos, 3 empates y 6 derrotas), las mismas que el 10° que fue U. Veronés, pero un escalón abajo porque ambos tuvieron saldo cero en materia de goles, pero OCC Mayor anotó y recibió 19 y U. Veronés hizo 22 y recibió 22. En el último juego el equipo igualó 1 a 1 con Salesianos que fue el primero en las posiciones con 32 unidades acumuladas. El OCC Mayor quedó a solo tres puntos de Crandon, el 8° en las posiciones y último de los ocho clasificados para la lucha por el título y los ascensos.

En total, considerando ya todo el año, los partidos jugados fueron 22 con 9 triunfos, 4 empates y 9 derrotas, 33 goles a favor y 31 en contra, totalizando 31 unidades.

En el caso del Old Christians Juniors, lamentablemente por distintas circunstancias no tuvo un buen año; en la Divisional E disputó la Permanencia sin lograr mantenerse en la categoría, descendiendo, por lo que en 2015 militará en la F de la Liga Universitaria. A la barra de este equipo, ¡a meterle con todo el año que viene que ya habrá revancha y volverán los buenos logros!

bíamos trazado a principio del año, que era el ascenso, debido a diferentes razo-nes, aciertos y desaciertos del cuerpo técnico y de los jugadores”, admitió.

“En resumen, el OCC logró mantenerse en la Divisional B, lo cual le llevó mucho trabajo en el año 2013, por lo tanto es un mérito no menos impor-

tante, pero no era lo que to-dos queríamos, que era subir a la A”, manifestó Rafael.

Expresó también que “los jugadores y nosotros sa-bemos en nuestro interior que el OCC tendría que ha-ber terminado más arriba en este campeonato. ¡Pero eso es lo lindo del fútbol, es bastante impredecible!”.

Finalmente, indicó que “es cierto que se estuvo pe-leando arriba y por muy poco no se jugó la ronda por el titulo, no fuimos lo suficientemente regulares durante el año, pero siendo realista este plantel está to-talmente capacitado para lo-grar un ascenso en el 2015 a la Divisional A”.

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“La convocatoria y la repercusión de esta nueva experiencia fue excelente”

Azules Adventure Race II

Daniel de Castro, directivo del OCC e integrante del equipo organizador de la Azules Ad-venture Race II, consultado sobre esta nueva experiencia reflexionó que “de alguna for-ma confirmamos que puede ser una actividad que perdure en el tiempo, la convocatoria y la repercusión fueron excelen-

La 75 (integrada por Juan Martín Pittaluga y Pedro Lombardi) en la categoría Caballeros; Surf’s Up (con Ignacio Marchesano y María Cantón) en la categoría Mixtos; y ATP Pinar (conformada por Gerardo Di Conza y María Elena Mezzera) en la categoría Masters; esas fueron las duplas triunfadoras en el marco de la segunda edición de la ya totalmente impuesta Azules Adventure Race. En realidad, corresponde una precisión: todos los participantes deben ser considerados ganadores en esta instancia porque el aporte de todos ellos enriqueció esta nueva instancia.

tes, a pesar de que se realizó en noviembre cuando ya la gente tiene más actividades, y pese a que el clima en el día previo y durante las primeras horas de la carrera nos jugó una mala pasada. Tanto los corredores como sus familia-res, amigos y la gente del Club que viven la carrera de alguna u otra forma te agradecen tan-to que te dan ganas de seguir adelante con la organización”.

Todos los detalles

La actividad este año se de-sarrolló el sábado 22 de no-viembre. Los resultados se pueden observar en el cua-dro de podios adjunto a esta nota. Este año se formaron tres categorías, al igual que el año pasado: Caballeros, Mixtos y Masters (para duplas cuya suma de edades de los participantes sea mayor a 90

Fotos:IMAGINE contenidos

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años). El formato de la carrera también fue muy similar, las duplas largaron desde la sede del Club y todo el tra-yecto se realizó en los alrededores de esa zona, recorriendo aproximadamen-te unos 30 kms de bicicleta, 15 kms de trekking y unos 3 kms de kayak en el arroyo Pando, explicó de Castro.

Dijo, al respecto, que “lo más com-plicado para los corredores este año fue que largamos a las 9:30 AM bajo lluvia y el terreno ya tenía 25 mm de agua acumulada en las horas previas, el barro estaba muy bravo y comía mucha pierna. Por suerte la lluvia aflojó cerca de las 10 AM e increíble-mente cuando empezaron a llegar los primeros competidores, sobre las 13 PM, el sol estaba a pleno”.

Los participantes “recibieron la re-mera con la cual compiten, hidrata-ción antes, durante y después de la carrera, este año la gente de GIANT se sumó brindándoles servicio para las bicis en la previa de la carrera y también les ofrecimos un gran “Ter-cer Tiempo”, bien característico del OCC, previo a la entrega de premios”.

“Los equipos estabanmucho más preparados”

De Castro indicó que “a pesar de la época del año, la adhesión fue muy buena, participaron cerca de 80 corredores y a diferencia de la primera edición lo que notamos fue que los equipos estaban mu-cho más preparados, la carrera es muy exigente y mucha gente que corrió el primer año y quizás no la disfrutó tanto seguramen-te este año no se animó. Dentro del grupo organizador tenemos ese dilema, si mantenemos la exigencia para un público más acotado de gente o si bajamos la exigencia para que puedan parti-cipar más corredores, lo evalua-remos durante el año; lo que sí nos gusta es ver en el Club gente que quizás no la ves durante el año participando de otras acti-vidades (fútbol, rugby, hockey), pero que con esta actividad se acercan a disfrutarlo también”.

Apoyos varios y todos trascendentes

Desde la organización se mar-có un especial agradecimiento a todos los sponsors del Club, a los que apoyan todo el año y en particular a SCOTIABANK, SEMM y GATORADE. Puntual-mente para la carrera se arrimó la gente de GIANT (rubro bici-cletas), SALUS y nuevamente la gente de ATLANTIKAYAKS que dieron una mano enorme en el tramo de kayaks.

De Castro citó que “hay que agradecer también a IMAGINE CONTENIDOS por la realización de fotos y por el excelente vi-deo que nos arman para poder verlo en la propia entrega de premios. Este año nos acom-pañó también LA COSTA FM (88.3) realizando una cobertu-ra en vivo de la carrera a través de un ex alumno del Colegio, Alejandro Spera, en estudios y con la ayuda de Ale Carvalho

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en exteriores siguiendo el minuto a minuto. Fue una idea que surgió en los días previos y la verdad que tuvo una repercusión muy buena. También estuvo la gente de FOX SPORTS cubriendo todo sobre la carrera”.

Por otra parte, “la gente del Club siempre aparece cuan-do de ayudar se trata y este evento no fue la excepción, cerca de 40 personas estu-vieron colaborando en toda la logística, chicos y chicas de todas las disciplinas”.

De Castro pidió “reconocer el trabajo de Haroldo Gia-noli (Coordinador de los Puntos de Control), Joaquin Viana Guelfi (alumno del Colegio que lleva adelan-te el control de los PC y el

relevamiento con los tiem-pos de cada equipo), Virgi-nia Fynn (en el Check In), Pilar Carvalho que reclutó más de 20 chicas de hockey para dar una mano, juga-dores de rugby y de fútbol, como siempre la ayuda del gran “Pichón” Núñez, y la de los Directivos Juan José Pol, Ale Regules, Juan Cruz Secco, Lalo Lenoble, Alejan-dro Carvalho y la de nuestro Presidente Julio Lestido que siempre está al firme”.

“También quiero hacer una mención aparte para mi hermano Nacho, el gran responsable de la Carre-ra y el que le dedica junto a Federico Fynn (padre del Colegio) varias horas para armar el recorrido y la Hoja de Ruta, un laburo con un

nivel de detalles impresio-nante, que por cierto según dicen los Corredores que estuvieron en ambas edicio-nes hace que “cada año sea más divertido el recorrido”.

Cómo seguir disfrutando…

Quienes no pudieron parti-cipar de esta fiesta, además de observar esta nota en la revista del Club, pueden disfrutar de un nuevo video en Youtube, como el elabo-rado el año pasado. Se pudo ver el material ya en la en-trega de premios, como se mencionó. Es un muy buen resumen, muy esperado siempre por los corredo-res, está colgado en www.youtube.com/watch?v=-1xvtbahTEA&list y realmen-te… ¡vale la pena verlo!”.

Ahora los organizadores de la “Azules Adventure Race”, creada en 2013 en el marco de las actividades conme-morativas del 50° Aniver-sario del Old Christians, ya ponen el foco en una ter-cera edición, para 2015: “Ya quedamos comprome-tidos, intentaremos seguir mejorando la organización estando encima de los de-talles y escuchando las su-gerencias de los corredo-res”, adelantó de Castro.

A propósito de los aportes esperados y siembre muy bien valorados, indicó que “la gente nos puede escribir al mail de la organización (occadventure@gmail.com) y nos pueden seguir vía twitter (@azulesadventure) donde durante el resto del año también les vamos co-municando sobre otras ca-rreras de aventura que hay en Uruguay”.

Pese al mal clima las repercusiones fueron excelentes

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Azules por el Mundo: Horacio “Negro” Filippelli

“La formación valórica que se nos dio en el Colegio nos hace levantarnos una y otra vez”

Horacio Filippelli Fernández tiene 52 años; fue alumno del Colegio y jugador del Club. A los 19 años integró la primera tripulación uruguaya en cruzar el Atlántico en regata. Se casó en 1995, con María de los Ángeles Figueroa Lea-Plaza. Desde 1997 viven a Chile y tienen cuatro hijos: María Pilar (18 años), Agustín (16), Antonio (14) y Manuel (11). De profesión agrimensor, actualmente es Gerente del Departamento de Tecnología en Securitas Chile. Es un buen ejemplo de los “Azules por el Mundo”, destacado en mar y tierra. Nos contó sobre su vida y de aquel inolvidable viaje desde Ciudad del Cabo a Punta del Este.

¿Qué apodo tenés?

Me dicen “Negro” por el co-lor de piel más oscura. Una anécdota divertida respecto a mi sobrenombre fue cuan-do fui a visitar a Billy Surraco a Estados Unidos y fuimos a un parque y me llamaban “Negro” y su señora gringa no entendía cómo dejaba que me dijeran así, a ella le so-naba “Nigro”, además había negros de verdad y nos mi-raban como para matarnos.

¿Cómo surgió la posibili-dad de vivir en Chile?

Por venir a estudiar un Post Grado en la Universidad Adol-fo Ibáñez. Por estar casado con una chilena tenía la posi-bilidad de trabajar y estudiar, así que tomé el Executive MBA que son tres años y me per-mitía trabajar. Cuando terminé el MBA era fin del ‘99 en ple-na crisis en el Río de la Plata y en Chile yo tenía trabajo, así que me fui quedando y vinie-ron más hijos, colegios y sobre todo mi familia chilena que es muy grande. Mis hijos tienen entre dos y tres primos de la

misma edad cada uno y yo dis-fruto mucho la familia grande.

¿A qué te dedicás?

Principalmente a rabajar mu-cho, no soy trabajólico, pero ocupa la mayoría de mi día. Los fines de semana los res-peto mucho, trato de no lle-varme el notebook a casa y dedicarlos más a familia, de-portes y asados, un clásico fa-miliar y –como buen urugua-yo– la parrilla es mía.

¿De qué nacionalidad son tus hijos?

La nena es uruguaya y los varones chilenos, aunque por legislación son todos uruguayos. Increíblemente mi hija, que nació en Mon-tevideo y a los seis meses ya se vino a Chile, se siente más uruguaya que Artigas; la sangre tira y no es broma.

¿Cómo se vivió en tu ho-gar el reciente partido Chile-Uruguay?

Divertido, los varones por competencia se ponen en con-

tra mí, pero después se ríen porque también son mitad uruguayos y están pendientes de los jugadores uruguayos en Chile, cuando juega la se-lección, pero no son de ningún equipo uruguayo. Uno es de Colo Colo y los otros de la U. Católica, salvo la nena –y ahí volvemos a su “uruguayitis”– que se declara de Nacional.

¿Con qué frecuencia visi-tás Uruguay?

Poco, voy ahora en diciem-bre después de tres años sin ir. Cuando vivía mi ma-dre iba cada tres meses, pero después muy poco.

Además de la familia y los amigos, ¿qué es lo que más extrañás de Uruguay?

La pizza y la figazza del Cos-ta Azul. Lo que más se extra-ña, sin duda, son los amigos y la familia. Y no tanto por verlos, porque incluso estan-do allá uno tiene poco tiempo para encontrarse con amigos y familiares, pero es en los momentos difíciles que a uno le gustaría estar presente.

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¿Qué costumbres o dichos chilenos has incorporado a lo largo del tiempo?

Las comidas, por ejemplo para el desayuno y el té como palta con tomate. Los pescados y mariscos de to-

das las formas, el caldillo de congrio, machas a la par-mesana, ostiones al pilpil y los vinos… aquí comencé a comer más picante, el mer-ken es un ají típico mapu-che, ahumado, es algo que en casa se usa mucho y

que hasta el de 11 años lo come, sin llegar a extremos mejicanos. Dichos algunos son muy acertados y los uso, como “me da lata”(que embole) o “al tiro” (ya mis-mo). En general usan mu-chos modismos. Es muy

“Efectivamente la siesta de mis padres fue la que me acercó a la náutica”.

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Amante y experto en navegar “por culpa de la siesta” de sus padres

difícil para los extranjeros adoptarlos y aplicarlos co-rrectamente, “¿cachai?”…

¿Entre qué años fuiste alumno del Colegio?

Del ‘69 al ‘81, desde prime-ro inferior que se llamaba a sexto (sin mujeres).

El Colegio fue para mí…

Uff… mucho hasta el día de hoy. Como muchos he tenido que pasar por situaciones muy malas y la formación valórica que se nos dio en el Colegio nos hace levantarnos una y otra vez. Esto no lo digo como

frase de Rocky sino porque de verdad en mi época el Cole-gio fue un excelente formador para la vida, con la mano dura de los Brothers (los curas), la formación religiosa, los valores y el hecho de haber sido sólo de varones que entre en broma y en serio no te dejaban pasar una, hasta el día de hoy fueron un cimiento muy firme para mi carácter y personalidad.

Jugaste al rugby en el Co-legio, ¿por qué en el pues-to de hooker?

Sí, creo haber empezado en cuarto de Primaria siempre en los forwards. Lo de hooker

fue por mi estatura, en esa época se ponía de hooker al más bajo para que se meta entre las patas del scrum contrario; no empujaba, pero me pisoteaban bastante.

¿Qué te enseñó el rugby?

El trabajo en equipo, el sen-tido de pertenencia, la segu-ridad en uno mismo y sobre todo, que sin sacrificio no hay ganancia y eso es apli-cable a todo orden de la vida.

¿Jugaste en el Club?

Sí, unos años después de salir del Colegio hasta como los 24 jugaba o in-tentaba jugar, porque per-chaba mucho en Interme-dia (con mayúscula, gran división). Era muy divertido porque jugábamos antes de los partidos de Primera, así que nos quedábamos de hinchada para los partidos de Primera y hacíamos un bochinche fenomenal.

¿Qué es lo que más dis-frutás del yachting?

Yo practico vela competitiva, no tanto el crucero o travesía como le llaman en Chile. Me gusta la competencia, la adre-nalina, practicándolo de esta forma necesita mucha con-centración y preparación y eso me hace enfocarme y olvidar-me del resto del mundo y por varias horas o días. Al igual que el rugby, es un deporte de equipo donde se generan la-zos muy fuertes entre tu equi-po y los otros competidores.

Consultado sobre cómo y cuándo nació su vínculo con los deportes náuticos, Horacio Filippelli contó que “nació por la siesta”. “Efectivamente la siesta de mis padres fue la que me acercó a la náutica. Le comentaron a una vecina que a mi hermano y a mí no había cómo sacarnos del

agua en verano y no podían dormir la siesta, y la vecina les propuso que si nos gustaba tanto el mar que nos llevaran a la escuela de vela. Tenía 12 años, me encantó y hasta el día de hoy trato de navegar lo más posible y en todo tipo de embarcación”.

En el verano de 1982 cruzó, junto a su hermano, el océano Atlántico en velero

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Junto a tu hermano Leo-nardo fueron los prime-ros en cruzar el océano Atlántico en un velero. ¿En qué año fue?

Eso fue el verano de 1982, fuimos la primera tripulación uruguaya en cruzar el Atlán-tico en regata. Éramos seis tripulantes en un barco de 40 pies (12 metros). Yo tenía 19 años y mi hermano 22.

Partieron desde Ciudad del Cabo y llegaron a Punta del Este, ¿cuánto duró esa travesía?

Fueron 27 días sin escalas, pasando por una isla que se llama Trindade, al nor-te de Rio de Janeiro. Este punto de pasada obligada era para mantener la flota

unida y que las rutas fueran similares, ya que no había GPS para saber dónde es-taba cada barco.

¿Cómo fue esa experiencia?

Increíble, pero me pondría los pelos de punta que un hijo mío la haga. A los que agradezco de por vida ha-berme dejado ir es a mis padres, nunca supe si real-mente eran conscientes de a qué nos íbamos a enfren-tar y dejaron ir a sus únicos dos hijos en el mismo bar-co… ellos siempre nos dije-ron que iba a ser una gran escuela para nosotros, y lo fue, pero el riesgo y la in-certidumbre –ya que en esa época las comunicaciones eran muy malas– fueron in-mensas, como las olas en

que anduvimos. Cuando lle-gamos a territorio urugua-yo y a través del faro del Chuy todavía no podíamos comunicarnos por radio con Punta del Este. Tuvimos que pedirle al farero que llamara por teléfono para avisar que estábamos llegando. A tra-vés de La Paloma nos oían tan mal que pensaban que éramos otro participante y nos contestaban en inglés, o sea, desde que salimos hasta que llegamos nadie supo de nosotros.

Vivieron algún momento especialmente complica-do, ¿cómo sortearon ese escollo?

La comida. En esos años po-cos barcos tenían heladera y desalinizador. Los alimen-

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En la Copa de la AmistadLe preguntamos a Horacio Filippelli si asiste anualmente a la Copa de la Amistad entre Old Christians y Old Boys de Chile. “Sí, trato de ir, pero como vienen siempre el fin de semana del 12 de octubre por lo general tengo regatas esos días, así que llego el domingo o los veo en la noche”, contó. Y añadió: “Salvo cuando fueron los 30 años del accidente, que jugó mi hermano y

ahí participé de todas las actividades. Otra actividad que espero no se haga recurrente es quedarme de enfermero, primero de Peti Mutio y después de Pancho Marquez, por suerte se recuperaron bien los dos, traté de ir todos los días a la Clínica Las Condes por si necesitaban algo, aunque acá a todos los Old los atienden mejor que en casa”, respondió.

tos refrigerados se conser-varon más o menos 10 días con hielo seco y al agua se le ponía unas pastillas para que no se pudriera, que le daba un gusto espantoso. Al día 20 ya no nos quedaba mucho por comer y partía-mos las galletas tipo obleas para creer que eran dos y racionamos lo poco que nos quedaba, llegamos justo el día que ya no había nada para comer, bajé siete ki-los. Lo otro complicado fue-ron las calmas. Siempre se

tiende a pensar que lo malo navegando son tormentas o mucho mar pero peor es la calma, la inactividad, no moverte, el sol a plomo so-bre tu cabeza, eso es deses-perante. Tanto era el aburri-miento que leí “Cien años de soledad” y como hacíamos guardias lo leímos todos y después lo comentábamos como si fuera la telenovela, Aureliano Buendía, la vieja que no se moría nunca…

¿Alguien había intentado realizar este viaje antes que ustedes? ¿Alguien lo concretó después?

Sí, antes que nosotros esta misma regata la corrió Da-vid Griffith (uruguayo) como tripulante de un barco suda-fricano, él marcó el desafío para que a la siguiente regata hubiera un barco uruguayo. Después vino el Uruguay Na-tural, una hazaña mucho ma-yor porque dieron la vuelta al mundo en la regata White-bread Round World Race.

Alguna anécdota que re-cuerdes de ese viaje…

Un día nos cruzamos con una ballena, fue increíble, uno de los tripulantes la vio y ninguno le creímos y al ratito al lado del barco sale tirando el chorro caracterís-tico; nos quedamos paraliza-dos, no atiné ni a buscar la máquina de fotos. Otra fue llegando a Uruguay, nos cru-zamos con un carguero que

además llevaba pasajeros. Como no tuvimos oportuni-dad de hablar con nadie fue-ra del barco por el poco al-cance de radio nos pusimos a conversar con el capitán y mientras conversábamos fue arrimándose a nosotros y nos pasa por la proa para que los pasajeros saquen fo-tos, en una maniobra como si fuera una lancha pero te-nía 200 metros de eslora, nos dejó helados y luego si-guió un rato al lado nuestro aplanándonos las olas.

¿Qué deportes practicás actualmente?

Como deporte sólo vela, ahora estoy aflojando un poco porque llegué a compe-tir en tres categorías de bar-co distintas simultáneamen-te. Como paseo voy algunos fines de semana de invierno a esquiar, más para acompa-ñar a mis hijos porque las ro-dillas ya están un poco flojas.

¿Tenés alguna camise-ta, trébol o distintivo del Club que te acompañe siempre?

Sí, tengo la camiseta con auspicio del Bank Boston y todavía la uso para navegar, tengo la corbata, la camisa conmemorativa que hicimos en mi generación para los 25 años, el Trébol de Plata. Me falta el mate con el tré-bol, así que quien lea esto… ¡bienvenido!

“Me falta el mate con el trébol, así que quien lea esto… ¡bienvenido!”

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Un jugador clave en cada partido

“A través de la hinchada también podemos dar ejemplo de muchas cosas”

Al finalizar el año, además de destacar la actuación y la entrega de nuestros jugadores y de los cuerpos técnicos en las distintas categorías, vale la pena rendirle un tributo a la hinchada. “Los Cuñados” volvieron a acompañar con su ingenio habitual, demostrando que el Club está muy bien representado dentro y fuera del campo de juego. Dos referentes, Tomás Fonseca y Alejandro “Bucle” Inciarte, nos contaron cómo viven la pasión desde la tribuna.

El alma de “Los Cuñados” es Tomás Fonseca. Tiene 32 años, está casado con “Michi” y es padre de Paz María (4), Tomás (2) y un bebé en camino. Du-rante nueve años coordinó el rugby en el Colegio y varias temporadas a las juveniles del Club. Multifacético, estu-dió Medicina hasta quinto año y fue delantero en Wanderers y Cerrito. Tras dejar el fútbol profesional, jugó al rugby en el Club de 2005 a 2011, “con in-termitencias, titular indiscutido fui solo en 2008”. Trabaja en el Banco Itaú y está finalizando su tesis de la Licenciatura en Gerencia y Administración en la ORT. A pesar de su inten-sa actividad, siempre se hace tiempo para organizar y estar presente en la hinchada.

“La pasión por el Club nace ya de chiquito, porque mi tío (Alejandro Carvalho) fue pre-sidente del ‘90 al ‘94 y ahí lo acompañaba al Club. Yo fui al Colegio St. Andrew’s porque mi mamá es una de las due-ñas, pero solo tiene Primaria; en liceo fui al Christian. Des-de ahí siempre estuve con el Club y cerca de todo. Tam-bién fui directivo, vocal, en la presidencia de Pepe Nicola”.

El memorable 2007

Tomás recordó que el tema de la hinchada comenzó en 1998 con los hermanos Juan, Oscar y Luis Caviglia, muy fanáticos del Club. “Eran hinchadas muy chiquitas, sin organización, pero ahí ya nos juntábamos. Lo grande-grande sucedió por primera vez en 2007. Era el primer año que se jugaba una final donde no participa-ba (Carrasco) Polo. Después de 17 años consecutivos que ellos habían ganado, iban a jugar Christian-Old Boys una final; se cortaba la hegemonía de Polo. Ese año hicimos una movida muy grande. Es de las hinchadas más recordadas. Además de porque ganamos, fue la primera vez que hicimos cosas diferentes, marcamos el perfil de la hinchada: un per-fil sumamente alegre y cons-tructivo, sin relajar al rival ni al referee, tratando de disfru-tar, pasarla bien, mirar para adentro y alentar muchísimo a los jugadores”, dijo.

De esa final quedaron imá-genes imborrables como el ingreso a la cancha de Polo de un caballo montado por un hincha de OCC que se

disfrazó del soldado escocés William Wallace y pronunció su discurso. “Como jugába-mos con Old Boys, y joroba-mos que ellos son británicos y nosotros irlandeses del sur, disfrazamos a uno de noso-tros como la reina de Ingla-terra, tiramos una alfombra roja, caminó al medio de la cancha e hizo un kick off”.

Al entrenador azulgrana, César Cat, se le regaló un cuadro fe-licitándolo por haber llegado a la final, y se hizo un “macaco” con la mitad de la camiseta de OCC y la otra de Old Boys; to-dos gestos muy integradores.

El nacimiento de “Los cuñados”

A su vez, un grupo de chicos se disfrazó de alumnas del Bri-tish. “Ahí, en 2007, fue que le pusimos nombre a la hinchada. Sin ánimo de ofender, como algo divertido, le pusimos “Los Cuñados”. Porque nosotros ori-ginariamente éramos Colegio solo de varones, normalmente las chicas del British salían más con nosotros y se terminaban ennoviando. Por eso surge el nombre, como algo divertido, sin que nadie se ofenda”.

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Cada temporada la creatividad se agudiza para darle color a la tribuna. “En estos 26 años ganamos solo en 2007, pero siempre estamos en la final o cerquita. Todos los años par-ticipamos. En 2008 nos dis-frazamos todos de esparta-nos. Se jugó en la cancha del Christian. Javier Pérez bajó de un helicóptero disfrazado de astronauta con Eugenio Llo-vet y plantaron una bandera del Christian en el medio de la cancha y cayeron paracaidis-tas con banderas del Club”.

Pitufos y más

En 2009 la final se jugó con Polo en Los Teros. Esa hin-chada la organizó Tomás, hombro con hombro con “Pachi” Arocena, que había sido operado a causa de una lesión. La consigna fue dis-frazarse de Pitufos: calzas blancas, la remera azul del Christian y gorro (se man-daron a hacer 300). Con este atuendo hicieron un hacka en el medio de la can-cha. Además, Roque Álvarez

bajó en paracaídas disfraza-do de Edmund Rice, el fun-dador de la congregación de los Christian Brothers.

En 2010 y 2011 la definición de la URU fueron cuadran-gulares, no hubo partidos definitorios, así que no dio para armar hinchada. En 2012 tampoco se hizo hin-chada pues Polo había gana-do la Anual y el partido que se jugó no era definitorio. Si OCC ganaba se jugaba una final, pero no fue el caso.

“Ahí, en 2007, fue que le pusimos

nombre a la hinchada. Sin ánimo de ofender,

como algo divertido, le pusimos “Los

Cuñados” dijo Tomás

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Sin ofender

En 2013 se vuelve a clasificar para una final con Old Boys. “Surgió la idea de Déjàvu, de vestirnos de fantasmas. Al-gunos lamentablemente lo malinterpretaron y fue una lástima. Me gustaría aclarar que fue una broma. Nosotros les habíamos ganado en 2007 la final, y en 2008 y 2009 los habíamos eliminado de semifi-nales. Después no nos cruza-mos en instancias decisivas: en 2010, 2011 y 2012 algunos partidos los ganaron ellos y algunos nosotros. Como una broma pusimos el fantasma como que se asustan, fue por inventar algo. Ellos habían sa-cado el número 1 en el año 2013 y eran amplios favoritos”.

“Los Cuñados” contrataron una grúa que aparecía por atrás de la tribuna del Charrúa con un fantasma y humo azul. “No-sotros nos divertimos mucho, pero algunos lo interpretaron

como que festejábamos por adelantado, nada más lejos de la realidad. Lo único que que-ríamos era pasarlo bien, tra-tando de no ofender a nadie. En ese mismo partido hicimos una bandera gigante que de-cía: ‘Una camiseta nos separa pero el rugby nos une’, felici-tándolos por haber llegado a la final. Siempre tratamos de ha-cer esas cosas. Tenemos pro-hibido en nuestras canciones decir malas palabras, relajar o nombrar al contrario. Lamen-tablemente ese año perdimos y no salió del todo bien. Algu-nas personas se lo tomaron a mal, pero era algo sano, sin malicia”, comentó Tomás.

Agradecimiento al plantel

En 2013 cuando Old Boys ganó la final se lo aplaudió por ser campeón y se des-dramatizó el resultado, al igual que sucedió este año con Polo. Lo que valora la

hinchada es el esfuerzo de su plantel; eso es lo que se fes-teja y agradece. Si el resulta-do acompaña mucho mejor, pero lo divertido es juntarse.

“Lo que tiene esto de la hinchada, que cada vez ha ido creciendo más, es que nos juntamos de todas las generaciones y personas que quizá no estamos todo el día en el Club o vincu-ladas durante todo el año, pero para las instancias de la hinchada nos juntamos, y la pasamos bárbaro”, dijo.

Hay una logística muy grande detrás de cada movida. Hay muchos grupos de whatsapp a través de los que se comu-nican, se organizan y gene-ran las convocatorias, tam-bién se utiliza mucho twitter y facebook. Se forman varios equipos para ejecutar las distintas tareas: vestir las tribunas, preparar la Choria-zul, limpiar, etcétera.

“Se genera algo muy lindo dentro del Club, los jugadores sienten el apoyo y todo el mundo se termina involucrando un poquito más”

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La Choriazul, un clásicoEste año en semifinales se hizo una chorizada en el Parque Rivera en conjunto con la hinchada de Trébol, previa al juego. Fue muy disfrutada por ambas parcialidades. El día de la final, como se viene haciendo desde 2007,

se realizó la famosa Choriazul. Al igual que en 2013, el encuentro tuvo lugar en el jardín del fondo del gimnasio del Club y convocó a 600 personas. Desde allí, Av. Italia y Martínez Thedy, se partió en caravana hacia el Charrúa.

“Se genera algo muy lindo dentro del Club, los jugadores sienten el apoyo y todo el mun-do se termina involucrando un poquito más”, contó Tomás.

La final de todos

Este año decidieron no ar-mar disfraces muy comple-jos como en otras ocasiones y simplemente pusieron el hashtag #estafinallajuga-mostodos –Un equipo, un Club– para demostrarles a los jugadores el apoyo de todos.

“Teníamos miles de grupos de whatssapp donde viralizába-mos imágenes de todos vesti-dos de jugador con la camiseta de cuando cada uno jugaba. La movida fue impresionante. Se vio después reflejado el día del partido en la tribuna. Nos concentramos en ser hincha-da, alentar y cantar todo el partido. Teníamos trompetas y bombos contratados, conse-guimos banderas con sponsors –con el apoyo y la anuencia del Club–, 1.000 globos y mucho humo. Abrimos una cuenta y la gente depositó (muchos desde el exterior); tenemos un equipo de tesoreros de prime-ra, con Rodrigo López y Juan Diego Bonomi”, repasó Tomás.

Dijo que una de las cosas más grandes que pasaron fue contar con la presencia de “Bucle” Inciarte que vino de Angola y se puso al hom-bro la hinchada junto a él y al grupo de gente más grande.

“Fue un placer organizarlo junto con él porque es un en-fermo del Club y le encanta.

Y de las cosas lindas que tie-ne nuestra hinchada es que es intergeneracional. Es más fácil controlar habiendo per-sonas grandes –Rafa Rivera, Tino Canessa, Patricio Catti-velli, Juan Cruz Secco, Pan-cho Arocena, Nacho Nogueira, Nico Henderson, Facu Inciar-te, Mago Battro, Plimo Inciar-te, Chespo y tantos otros de quienes no me quiero olvi-dar–, hay un grupo muy gran-de que colabora”, añadió.

¿Cómo lo manejan si alguien se sale de su eje? “Es un ré-gimen dictatorial”, rió Tomás. “Lo tenemos controlado noso-tros, los grandes. A todos los jóvenes que están ahí, que son los que normalmente se pue-den desbordar por la pasión, yo los entrené y fui profesor de ellos en el Colegio; tengo cier-ta autoridad. Pero la verdad que entre todos tenemos claro el Club que queremos ser, el Club que somos, y la hincha-da que representa ese Club; tenemos bien claro cómo queremos que sea y creemos que lo cumplimos”, enfatizó.

Ejemplo desde la tribuna

La final congrega a muchas personas que no siempre son del “palo” del rugby o del Club. “Tenemos que tener todo controlado porque que-remos mantener el perfil que tiene la hinchada, que since-ramente nos ha ganado mu-cho reconocimiento en los úl-timos años. A pesar de algún malentendido que pudo haber en 2013, en general nos fe-licitan muchísimo. Nos han

mandado carta de la Unión de Rugby y de los otros clubes agradeciendo”, explicó.

“No pueden creer, como este año –cuando salió campeón Polo– que pasaron por enfren-te nuestro y los aplaudimos. Eso nos reconforta mucho. Nos marcan que estamos haciendo un buen trabajo con los juveni-les nuestros, que mandamos el mensaje correcto de qué es el rugby para el Old Christians. No nos toca estar adentro de la cancha, lamentablemen-te, pero a través de la hin-chada también podemos dar ejemplo de muchas cosas”.

“La más divertida, innovadora y familiar”

Alejandro “Bucle” Inciarte tiene 31 años, vive en An-gola desde agosto de 2010. Trabaja en una empresa su-dafricana-angoleña que im-porta y distribuye alimentos en Angola. Entró al Colegio en cuarto de Liceo y empezó jugando en la Sub17 B, que ya era del Club. Es seguidor del OCC “desde siempre” con su padre y “más a full” desde que empezó a jugar.

Define a los “Los Cuñados” como “la hinchada más diverti-da, innovadora y familiar. Ade-más, la excusa perfecta para juntar a todo el Club: rugby, fútbol, hockey, veteranos, di-rectiva, jugadores, etcétera”.

Un azul en Angola

Desde Angola, Alejandro con-tó que seguir al equipo a la distancia es bravo. “Me vuelvo

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La visión de jugadorPara Alejandro “Bucle” Inciarte, otro año espectacular de la hinchada fue 2007. “Yo lo viví desde adentro de la cancha, pero nunca más me voy a olvidar del calentamiento previo a la final, escondidos a 500 metros de la cancha, tratando de concentrarnos en el partido y sintiendo los ruidos de la hinchada.

Lo vi después en videos, pero cuando entró Wallace y la hinchada empezó a gritar se escuchaba fuerte desde donde estábamos y sin dudas que a los jugadores nos dio un empujón. ¡Entramos enfermos al partido! La final de 2008 también fue especial para la hinchada porque se jugó en OCC y le metimos mucho color”, recordó.

“Tenemos claro el Club que queremos ser, el Club que somos, y la hinchada que representa ese Club”

loco por whatsapp todos los fines de semana. En los par-tidos apretados generalmente los últimos cinco minutos no me aguanto y llamo a papá, el ‘Plimo’, ‘Mono’, el ‘Culo’ o al-gún otro que me va teniendo al tanto. Durante la semana, le mando mails o hablo con al-gún jugador o DT para que me cuente cómo viene todo para el fin de semana”.

Este es el primer año en el que viene seguido; está un mes en Angola y uno en Uru-guay. “Es la primera vez des-de 2007 que estoy presente en una final como hincha, los primeros años porque era ju-gador y después porque me vine para Angola y noviem-bre es un mes de mucho tra-bajo y se me complica para ir. Este año justo se dio que se casó el ‘Toro’ (mi cuñado, jugador del OCC) el día de la final y, por suerte, pude estar”, contó Bucle.

Le gusta mucho ayudar en el Club en lo que se precise, en particular en la hinchada. “Está bueno porque –como siempre dice Tomy– te junta con gen-te que no ves en todo el año y es un placer juntarse a traba-jar por el OCC con ellos. Hay muchos azules que meten mu-cho para que la hinchada salga como sale. Tomás es el alma de “Los Cuñados” y atrás em-puja a una banda de fenóme-nos del OCC que cada uno des-de su lugar disfruta del Club lo más que puede”, indicó.

Bucle siempre ha colaborado en la organización de la hin-chada, hasta cuando era ju-gador, “como en el 2007, un poco a las escapadas de los DT para que no se pensaran que me estaba dispersando de lo que era mi primer objeti-vo que era jugar. Siempre tra-to de ayudar con algo, juntan-do plata, organizando algo… el año pasado desde Angola

armé los grupos de whatsapp y me ‘encargué’ de la Choria-zul… en verdad lo único que hice fue elegir responsables para cada cosa y ellos hacían todo, yo molestaba desde donde podía…”, bromeó.

Este año estuvo todo el mes previo a la final en Uru-guay. “Estuvo muy bueno porque desde la semifinal con Paysandú que nos mo-vimos, entonces vivimos un mes espectacular”, afirmó.

Respecto a la final, dijo que la disfrutó mucho a su ma-nera, “que capaz que no es la más ‘normal’, me pongo muy nervioso porque todo salga bien y termino metién-dome en todo (¡y probable-mente molestando a todos!”.

A las 8 de la mañana ya se fue de su casa y empezó a organizar todo para estar a las 15 horas en el Charrúa para acompañar a la Inter-media, donde además jugó “Pique”, su hermano mayor.

“En el partido no pude estar un segundo quieto en el mismo lugar. Me pasa siempre aun-que no sea una final; camino por todos lados de lo nervioso que me pongo, supongo que son las ganas de estar aden-tro de la cancha. También dis-fruté mucho de compartir el día con mis amigos y familia, ¡pase muy bien!”.

Reconoció varios puntos al-tos en la movida de este año como el asado en el Parque

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“Nuestra forma de vida”Tomás Fonseca se pone muy nervioso y prácticamente no mira el partido. De la final atesora tres momentos: el haber ido a alentar a la Intermedia, “fue muy importante el mensaje como Club: es lo mismo un jugador de Intermedia, de Pre Intermedia o el mejor jugador de Primera. Son amigos nuestros y se rompen el lomo igual”; la salida del equipo de Primera que fue una fiesta y el final del partido.

“Alentamos a los jugadores hasta el final, porque valoramos su esfuerzo y agradecemos el año que fue espectacular: las tres categorías de primera división llegando a la final. Estaba el Club entero cantando: ‘es un sentimiento, no puedo parar’. Va más allá del resultado, es nuestra forma de vida, nuestra casa. Es donde la pasamos bien, donde disfrutamos más y esperamos que siga así por muchos años”.

Rivera previo a la semifinal junto a la hinchada de Tré-bol. “Tuvimos dos semanas de previa a la final. Normal-mente es una semana, ‘la mejor semana del año’, este año tuvimos ‘dos mejores semanas del año’. La sema-na previa a la final almorza-mos en mi casa con varios de la hinchada todos los días. Eso lo disfruté mucho”.

Destacó el hecho de que la Intermedia jugó la final con

Polo el mismo día. Siempre fue fan de la B, jugó mucho en Reserva y le pareció bue-nísimo que todo el Club jun-to viviera esas dos semanas tan intensamente.

“El jueves después de la semifinal hicimos un asado en el Club y contamos 200 personas que estuvieron durante la práctica de rug-by en la tribuna cantando y acompañando a los jugado-res. Creo que nunca antes

hubo tantos hinchas en una práctica. Fue mi primer año a full en la hinchada, inclu-yendo el partido. Creo que el año pasado fue parecido, pero yo nunca había visto tantas personas del OCC disfrutando, todos vestidos de azul y con buena onda como en esta final. Es es-pectacular la alegría de los más chicos y cómo se pren-den y disfrutan de todo”, concluyó.

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Nunca es tarde para festejar

Celebraron su graduación 42 años después de egresar del Colegio

La generación de 1972 era la única del Colegio Stella Maris que no había tenido graduación. La tristeza y conmoción causadas por el accidente de Los Andes llevó a que no se realizara la tradicional ceremonia, al finalizar los cursos de Cuarto de Secundaria. En el pasado mes de octubre, a instancias del Brother O’Donnell, los grupos A y B finalmente tuvieron su celebración.

Dos integrantes de la ge-neración de 1972, Héctor Lapido y Pedro Urrestarazu –ex alumnos de las clases A y B, respectivamente–, ex-plicaron a la Revista del Old Christians cómo se generó esta particular oportunidad de celebrar su graduación 42 años después de egre-sar del Colegio.

Héctor Lapido es arquitecto, tiene su estudio y es padre de dos hijos. Pedro Urresta-razu es consultor senior –se dedica a la lechería–, tiene cuatro hijos y dos nietos. Ambos tienen 59 años.

Pedro contó que debido a la conmoción que generó la noticia de la caída del avión en Los Andes se cortó abruptamente todo lo que venía siendo un año lectivo normal y, por supuesto, su graduación. “Antes y des-pués de ese año siempre lo que estiló el Colegio fue ha-cer una reunión con todos los alumnos, con todo su entorno familiar. Se hacía una cena de gala y se en-tregaban medallas y había premiaciones. Se hacía en el gimnasio del Colegio al finalizar las clases”.

“El accidente golpeó muy fuerte al Colegio. Lo hablá-bamos con el “Chato” (el Brother Eamon O’Donnell). Los Brothers realmente en-traron en una depresión muy grande. No solo era el tema de la pérdida de los chicos, sino que además venían los padres lloran-do, aun cuando estaban en clase, a pedir consuelo. Los Brothers salían a hablar con los padres, a consolarlos; había muchos hermanos en el Colegio. Era todo una conmoción, evidentemente el ambiente no estaba para hacer una fiesta. Realmen-te estaban para otra cosa, estaban para atender a los familiares”, recordó Héctor.

Tiempos más que difíciles

En el Colegio no había per-sona que no tuviera cierto vínculo con quienes habían sufrido el accidente o sus familias: eran amigos, veci-nos, hermanos o primos de compañeros de clase.

“Varios éramos vecinos de Punta Gorda y Carrasco. Ha-cíamos ‘cadena’ de viajes al Colegio entre varias familias

y Felipe Maquirriain y Guido Magri, por ejemplo, forma-ban parte de los compañe-ros de viaje. El día que cayó el avión estábamos con Ro-dolfo Mangino y nuestra ba-rra de amigos en lo de Man-gino, que vivía en Buceo. El día que nos enteramos que aparecieron Roberto y Nan-do, estábamos en el Club Carrasco, en una fiesta con amigos, entre las cuales es-taba Adriana, la hermana del ‘Músculo’. Durante todo ese tiempo estábamos ab-solutamente pendientes de todo. Cuando aparecieron fue una alegría casi que fa-miliar”, dijo Pedro.

Por su parte, Héctor con-tó que él y sus compañeros salían de clase e iban a la casa de Ponce de León, un radioaficionado que vivía en la calle Puyol y que estaba en contacto con Chile. Constan-temente se estaban procu-rando noticias de la búsque-da. “Nosotros terminábamos las clases de tarde e íbamos para ahí. Las puertas esta-ban abiertas, era todo gente en el jardín del fondo. Había unas escaleras que bajabas a una especie de estarcito y a un lugar donde estaba

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Ponce de León. Había unos parlantes y todo el mundo escuchando ahí. Había her-manos, primos, parientes y amigos. Era una cosa que la vivías todos los días a partir del accidente”.

“Eran apenas dos o tres años mayores que nosotros, esta-ban tres clases más arriba. Además eran jugadores, los veías todos los fines de se-mana, porque uno era hin-cha del Club. Y algunos eran tus ídolos, ‘Pancho’ Abal era un fenómeno, y era un re-ferente para cualquiera; lo eran todos. Fue una cosa muy fuerte, porque el pro-pio equipo quedaba acéfalo totalmente de tus ídolos de-portivos. No solo eran her-manos, primos de amigos o compañeros tuyos, sino que eran referentes de rugby y tipos mayores a los cuales los tenías como referentes. ¡Fue muy fuerte!”, agregó.

Una reunión anual como mínimo

En diciembre de 1972 la clase A realizó un asado con profe-sores y Brothers. Desde que egresaron cada clase realiza -como mínimo- un asado al año y están permanentemen-te en contacto, sobre todo gracias al correo electrónico.

Si bien el A se reúne más ve-ces al año que el B, la con-vocatoria en ambos casos es muy importante. Hay quienes viven fuera del país y vienen expresamente para estas ocasiones. Comentaron que lamentablemente se ha ido gente; en el A fallecieron seis compañeros y en el B tres.

Además, mencionaron que al celebrarse los 20, los 25 y los 40 años de su egreso del Colegio, se hicieron fiestas en el Club. También se hizo una reunión muy recordada en el

restaurante La Casa Violeta a la que concurrieron integran-tes de toda la generación; nor-malmente los asados los hace cada grupo por separado.

Semilla plantada por el Chato

A comienzos de este año, en un asado del grupo A surgió la idea de la graduación. “La se-millita que sembró el Brother O’Donnell en una charla con el grupo de ellos es lo que ori-ginó este revuelo”, dijo Pedro.

“En marzo nosotros hicimos un asado y surgió la idea de invitarlo al Chato, que lo tuvi-mos en Primero Inferior A y lo retomamos como entrenador de rugby en Tercero o Cuarto, y a dos profesores más: Raz-quin y Tito Verginella”.

Después de cenar y cantar algunas canciones de su in-

La foto que había quedado pendiente

de la generación 1972

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fancia y juventud, algunos integrantes del grupo dije-ron algunas palabras. El pri-mo de Héctor, Daniel Di Lo-renzo, mencionó que habían sido la única generación del Colegio que no había tenido la fiesta de graduación a raíz del accidente de los Andes.

El Chato tomó la palabra y dijo que lamentaba eso. Cuando se iba de la reunión le pidió a Héctor que le diera el listado de los que habían participado y fotos. Un par de días des-pués, cuando le llevó el ma-terial solicitado, el Brother le dijo que había estado pen-sando y que iba a organizar la fiesta de graduación, que ha-blaría con la Congregación. Un domingo a las 23.30 horas lo llamó a Héctor a la casa para decirle que había hablado y tenía el OK. Le pidió que le

prestara ayuda para la organi-zación y que hablara con el B.

Fue así que Héctor se contac-tó con Pedro, quien convocó a su grupo. Comenzaron las reuniones con el Colegio, en tanto O’Donnell retornó a Bue-nos Aires, donde reside ac-tualmente. Representantes de ambas clases se reunieron con la directora, Patricia Ponce de León, y con el gerente de In-fraestructura, Mantenimiento y Servicio, Eduardo Marchelli.

La posibilidad de cerrar el ciclo

El Colegio sugirió la fecha de la graduación, hacién-dola coincidir con la vista del Brother Provincial de Sudamérica. Por parte de la institución también nació la idea de entregarle a cada

uno una medalla con su nombre, como se hace en la actualidad, y se propuso los lugares para realizar el evento, así como la confec-ción del programa, en con-sulta con los dos grupos.

“Desde el primer momento tanto Patricia Ponce de León como Eduardo Marchelli to-maron el tema con un gran cariño y compromiso. En la primera reunión que man-tuve con ellos mostraron una gran comprensión al momento que se había vi-vido, así como con la idea del Chato de cerrar con esa ceremonia algo que por la inmensa tragedia que se había vivido había sido imposible llevar adelante, tanto por los Brothers como por nuestros padres, etc”, relató Héctor.

El Colegio sugirió la fecha de la graduación, haciéndola coincidir con la vista del Brother Provincial de Sudamérica.

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La misma esencia

“Trabajamos luego junto a Eduardo y debo decir que me transmitió una gran sensibili-dad al momento que había-mos vivido y queriendo que a través de esta ceremonia esta generación pudiera cerrar el ciclo que en su momento no fue posible realizar”, dijo.

La graduación

La ceremonia se realizó el 15 de octubre y comenzó a las 20 horas con una misa en el salón de actos del Colegio. Luego hubo unas palabras

de la directora, habló el Pro-vincial, el Brother O’Donnell y un miembro de cada gru-po, Daniel Di Lorenzo por el A y Pedro por el B.

A continuación se entre-garon las medallas, Héctor y Pedro fueron llamando a sus compañeros para que pasaran al frente y los pro-fesores se las entregaban.

Pedro mencionó que estaba presente Conrado Hughes, quien siendo muy joven fue su profesor de matemáticas.

“Él dijo: ‘Cuando veo invita-ciones soy muy selectivo y no me gusta ir a muchas, pero cuando me dijeron que era de ustedes me vine de cabeza’”.

“Después de la entrega de medallas, habló el presidente de Old Christians, Julio Les-tido, y nos dio unos tréboles para que repartiéramos. Para la ceremonia habíamos habla-do de armar algo. La directora en la primera reunión me dijo que si queríamos que llevára-mos alguna foto. Había dos en mi clase que eran fotógrafos,

La amistad y el compañerismo forjado en edades tempranas tienen condimentos especiales. “Esencialmente somos los mismos. En definitiva nos reconocemos hasta por la forma de caminar, nuestros tics, nuestra forma de hablar, de hacer chistes, de pararnos; aunque sea una sombra china la reconocés enseguida. Lo único que a algunos les habrá

ido mejor en la vida económicamente y otros habrán tenido más desgracias y otros menos”, señaló Pedro Urrestarazu. Héctor Lapido coincidió en que los comportamientos en los asados se mantienen: “Es increíble como las personalidades de alguna manera se mantienen a lo largo del tiempo, y cómo interactúan los grupos se mantiene igual”.

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“¡Menos mal que se van!”

Américo Plá y Álvaro Vizintín, entonces les dije a ellos si no armaban algo. Se mandaron un Power Point que está es-pectacular, con fotos inéditas de profesores dando clase, con música de las canciones que nos enseñó el Chato como Edelweiss y otras”, dijo Héc-tor. El video puede verse en https://www.dropbox.com/s/251rgje6xh033as/Video%20Graduacion%20Cbc.mov?dl=0

A continuación compartieron un lunch en el comedor y contaron con la presencia de Gustavo Zerbino, quien diri-gió unas palabras al grupo.

Entre nosotros

“Éramos como 45 entre los dos grupos, los que no fueron fue porque no pu-dieron. Fue a mitad de se-

mana para que coincidiera con la visita del Provincial, si hubiera sido sobre un fin de semana todavía hubié-ramos tenido más convo-catoria”, afirmó Pedro.

Si bien las graduaciones solían ser con los alumnos y sus respectivas familias, en este caso los grupos re-solvieron que participaran solo ellos. “Resolvimos un poco entre nosotros que fuéramos nosotros nada más. El Chato quería ha-cerlo con madres, con toda la familia, pero de repente generaba más complicacio-nes. Por la gente que no estaba, las madres algunas están, otras no, hay quie-nes se han separado y vuel-to a casar, entonces evitaba problemas sentimentales de cada uno”, explicaron.

El Colegio en las décadas del ‘60 y ‘70 no tenía varios grupos; hubo muy pocas generaciones que como la de 1972 tuvieran A y B. Si bien había actividades conjuntas y los cuadros de rugby eran en base a las dos clases, existió cierta rivalidad entre ambos grupos. “Hubo cierta rivalidad y eso fue muy divertido y anecdótico. Creo que el momento álgido fue cuando hicieron los vestuarios e hicieron las

dos clases abajo; estábamos una clase enfrente a la otra. Estaríamos en Cuarto de Primaria. Había un corredor de 1,20 mts, que en los días de lluvia era una batalla campal aquello”, rememoró Héctor Lapido. Por su parte, Pedro Urrestarazu contó entre risas: “Las dos clases teníamos un problema de conducta. Los curas cuando nos fuimos dijeron: ‘¡Menos mal que se van!’”.

Las repercusiones

“Lo pasamos bárbaro, fue una idea genial del Chato”, dijo Héctor. Ambos organizadores reconocieron que en la primera etapa de la convocatoria a sus pares hubo quienes dijeron que “no tenía sentido hacer una graduación, que ya había pasado, que había sido muy duro para el Colegio y para nosotros, que el tiempo había pasado, que ya no era para volver atrás sobre ese tema”.

“Pero era una idea del Cha-to, lo quería hacer, el Colegio apoyó y la idea siguió más allá de eso. Cuando hubo fecha y se largó: ‘Anótense porque hay que ver cuánta gente vamos’, se anotó todo el mundo”, observó Héctor.

La convocatoria fue sumamen-te exitosa, la ceremonia se vivió con mucha alegría y los organizadores recibieron una “catarata de felicitaciones”.

Héctor aseguró: “En la cere-monia yo los llamaba al fren-te y me saludaban a mí antes de agarrar la medalla. Solo de verles las caras cuando venían caminando a buscar la meda-lla, decías: ‘Valió la pena’. Aun los más escépticos, los que decían: ‘¿Para qué después de tanto tiempo?’ La cara de ale-gría cuando pasaban al frente fue grandiosa, todos decían: ‘¡Gracias!, ¡Vamo’ arriba!, ¡Qué bueno esto!’”.

“Lo pasamos bárbaro, fue una idea genial del Chato”

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¿En

qué

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dás?

¿En qué andás…?, Martín Decia

International Six Days Enduro: “Orgulloso de representar a Uruguay”

Martín Decia Escardó, ex alumno y padre de dos niños que estudian en el Colegio, nació el 15 de mayo de 1972, en Montevideo. Es contador público y asesor financiero. Está casado con Paola Campiglia. Tienen dos hijos: Jerónimo y Lara. Siempre estuvo vinculado al motociclismo, compitiendo en varios campeonatos nacionales de enduro y también en Argentina y Brasil. Hoy es el protagonista de este clásico espacio en la revista de nuestro Club y se lo ganó con creces: acaba de participar con gran suceso en una de las pruebas deportivas más exigentes en el mundo del motocilismo: la International Six Days Enduro (ISDE).

El ISDE (http://www.youtube.com/watch?v=cHABvqz6t_o) es una prueba que se encuen-tra bajo la disciplina del mo-tociclismo off road, llamada enduro. El enduro proviene del inglés endurance y significa resistencia, tanto para el piloto como para la moto. Se practica a campo abierto. La organiza-ción establece recorridos que deben ser completados en un tiempo máximo determinado.

En ese marco, explicó Martín, la ISDE “es la carrera más an-tigua del off road organizada por la Federacion Internacional de Motociclismo (FIM).Son seis días de competencia con un mínimo de siete horas por día arriba de la moto. Es celebrada desde 1913 y conocida como las olimpiadas del motociclis-mo, puesto que en esta carre-ra es la única en la que compi-ten pilotos profesionales, pero no hay dinero en juego, no hay premios en efectivo: los pilotos compiten por el orgullo de re-presentar a su país, no por un premio, aunque participan los mejores pilotos profesionales del mundo de la disciplina”.

Este año se realizó la 98ª edi-ción (en algunos años, por las guerras mundiales, no se desarrolló), del 3 al 8 de no-viembre en la provincia de San Juan, en Argentina, con la participación de 500 pilo-tos de 40 países, involucrando a más de 2.000 personas en diferentes actividades de or-ganización, con más de 1.000 auxiliares, en un espectáculo que fue observado por más de 20 millones de televiden-tes (en su mayoría Europeos) y que ameritó la cobertura de más de 100 medios de comu-nicación de todo el mundo.

“La experiencia fue espectacular”

¿Cómo evaluaste tu partici-pación en la ISDE conside-rando claro todo lo que ello implica, no solo el posicio-namiento final en tu cate-goría, la Champion Trophy?

“La verdad que al estar en la misma línea de largada con pilotos profesionales que son los mejores del mundo, nuestras expectativas como

equipo no eran las de hacer podio ni mucho menos. La idea era la de sumar expe-riencia y disfrutar perma-nentemente. En este senti-do, a pesar de lo duro de la prueba y que en más de en una oportunidad te daban ganas de largar todo, since-ramente la experiencia fue espectacular y la evaluación general fue muy positiva”.

¿Es la primera vez que participaste? ¿Qué tienes previsto para la próxima edición?

“Esta fue la primera vez que Uruguay se presenta como equipo en la ISDE. A pesar de ser una carrera con mu-cha historia, recién fue la se-gunda vez que se disputó en Sudamérica. En 2007 fue en Chile y este año en Argentina. La edición de 2015 será en es Eslovaquia. La verdad es que poder estar en una carrera de este tipo requiere de mucho esfuerzo, no solo económico, también de tiempo… a pesar de eso ya me picó el bichito de volver, así que quién sabe…”.

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para hacerlo sin penalizar. Otra diferencia es el tiempo de la carrera… en general los Dakar son de un mínimo de 15 días de competición. Por ultimo, en el Dakar se compite de forma individual mientras que en el ISDE se compite tanto a nivel individual como en equipos”.

¿Cuál era la rutina diaria de actividad durante los seis días de competencia?

“Nuestra hora de largada era sobre las 8 AM. Nos levantába-mos a las 5:30 para tomar un buen desayuno. Luego íbamos al paddock (punto de encuen-tro y largada, algo similar a los boxes) donde la organización le daba a cada piloto la hora exacta de largada y los hora-rios a cumplir durante el día. Al saber esto nos cambiábamos una hora antes de la partida, hacíamos unos ejercicios de estiramiento y entrada en ca-lor para luego entrar al parque cerrado a buscar la moto que la habíamos dejado el día an-terior. Dentro del parque nos inspeccionaban la indumenta-ria, para que sea la del regla-mento, antes de la partida”.

Más exigenciaque en un Dakar

¿Qué características dife-renciales tiene esta prueba comparándola, tal vez, con el Dakar que de pronto uno la tiene más presente dado el marketing de la misma, considerando sobre todo la doble exigencia, para el fí-sico y para la máquina?

“Si bien a simple vista pueden parecer similares, cuando va-mos más al detalle encontra-mos muchas diferencias. El Dakar es lo que se considera una carrera de tipo rally raid y el ISDE es una carrera de en-duro. Las horas sobre la moto en cada día de competencia son similares, pero la gran di-ferencia es que en el Dakar se enfoca más en una carrera de navegación y orientación. Otra diferencia es el lugar por donde se circula en la carrera. En el Dakar en su gran mayoría son lugares más amplios, puesto que también tienen que pasar otro tipo de vehículos como por ejemplo los camiones. En uno de los enlaces tuvimos que pasar por el filo de la mon-

taña, donde literalmente en-traba solo la rueda de la moto. Si uno quería bajarse e ir ca-minando con la moto a su lado era imposible, porque no había espacio físico”. En el ISDE, a diferencia de la mayoría de las otras disciplinas motociclistas, la única persona que puede to-car o mecanear la moto es el propio piloto. Por lo tanto, hay que estar muy fino y con mu-cha sensibilidad con la moto para no sobrecargarla y que te deje tirado. Es por esto que se dice que el ISDE es la prueba más exigente del mundo del motociclismo. La misma pone a prueba el físico y la fortaleza mental del piloto y al mismo tiempo pone a prueba la du-rabilidad de la máquina. En el Dakar los pilotos cuentan con el apoyo de un equipo mecá-nico, por lo tanto en una etapa pueden llegar con la moto rota y los mecánicos tienen toda la noche para arreglarla. Sin ir a una situación tan extrema, en el Dakar los mecánicos te cambian las cubiertas o el fil-tro de aire… en nuestro caso solo los pilotos pueden hacer esos cambios y para peor te dan solamente 15 minutos

La idea era la de sumar experiencia y disfrutar

permanentemente.

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¿En

qué

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dás?

¿Qué características tiene la moto que utilizaste?

“La moto es una todo terreno. Para el común de la gente y a simple vista es muy similar a una moto de cross. Pero más en detalle, observamos que tiene mayor protección para evitar roturas por causa de las piedras, rayos más grue-sos, en lugar de cámara llevan lo que se llama mousse para no pinchar, entre otras dife-rencias. No te olvides que son etapas de un mínimo de siete horas diarias y nadie puede to-car la moto, ni nadie te puede entregar nada (ni siquiera una palanca de freno), es por eso que llevamos una riñonera con herramientas, sunchos, poxili-na, etcétera y llevamos atado en la moto un juego extra de levas, palanca de cambios, fre-nos, filtros de aire auxiliares, entre otros repuestos”.

¿Qué te motivó a realizar este esfuerzo?

“Como dije antes, no hay un premio en dinero. Todos los pilotos que participan del ISDE tienen el premio de es-tar ahí, sinceramente es un espectáculo imponente. Yo me llevo como premio varias postales únicas que tengo gravadas en mi retina. Por supuesto algo que te llena de orgullo es el haber participa-do representando a mi país, cosa que te lo hacen sentir los espectadores que están observando en lugares cla-ves (muy difíciles, donde yo estaba más para abandonar que otra cosa) y te gritan… ¡bien uruguayo, vamos uru-guayo, vamos!... eso sin duda te da más energía para seguir. Además de lo anterior, el mayor premio es el saber que diste lo máximo que es-taba a tu alcance. Y a pesar de estar solo en el medio de la cordillera, el haber estado conectado permanentemen-te con mi familia y seres que-ridos sin dudas que fue algo indescriptible y fabuloso”.

Un merecido reconocimiento

¿Quiénes te han apoyado para que esta experien-cia haya sido posible?

“En Uruguay no hay mucho apoyo para el deportista del motociclismo. Es por eso que quiero agradecer doblemente a las empresas que apostaron a nuestro esfuerzo. Por suerte contamos con el apoyo de los cascos LS2 y también conta-mos con el gran apoyo de la gente de AYAX Toyota, que fue fundamental para poder llevar adelante este proyec-to. También contamos con el apoyo a Gustavo Zerbino. La verdad que su colaboración

fue fundamental para todo el equipo con sus charlas y apo-yo motivacional. Por supues-to un gran abrazo para él”.

¿Compitieron otros compatriotas?

“Para competir en el quipo Tro-phy representando a tu país tienen que ser seis los pilotos. El equipo estaba compuesto por otros cinco participantes: Laurent Lazard, Ricardo Cava-lli, Mateo Hadjiralis, Santiago Alonso y Fernando Suárez. La verdad que fue una muy gra-ta experiencia, puesto que se formó un gran grupo, nos apo-yábamos permanentemente y nos dábamos para adelante. Fueron 20 días intensos de convivencia, en los cuales hay que tomar decisiones difíciles y la verdad que el grupo se supo amoldar bien a cada situación”.

¿Con quién viajaste?

“Viajamos todo el equipo en varias camionetas. La idea original era que también nos acompañe un grupo de gran-des amigos de la época del Colegio. Lamentablemente a último momento surgió un im-previsto y no pudieron venir”.

El empuje de los seres queridos

Cuando uno compite en el exterior, sobre todo cuan-do hay que superar muchas adversidades y los apoyos son valiosos pero no so-bran, ¿en qué medida te da fuerza representar a tu familia, al país, a tu barra de amigos, al Colegio en el que te formaste…?

“Al estar tanto tiempo solo durante la competencia, en donde estas vos con tu moto y tu espirituali-

Martin Decia agradeció profundamente a las empresas que lo apoyaron

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¿En

qué

an

dás?

Lindos recuerdos de 14 años en el Colegio

dad, te comunicas perma-nentemente con tus seres queridos. Parece mentira, pero los tenés más tiempo presente del que te podes llegar a imaginar… en cada obstáculo, en cada trepa-da, en cada piedra, en cada río seco, en cada pozo, en cada duna y más que nada en cada caída tenés pre-sente a tus seres queridos y sin duda que son los que te dan más fuerza para se-guir adelante… no sabes de dónde sacas energía, pero tenés que seguir y dar todo lo que podes; ya no lo ha-ces por vos mismo, sino por todo lo que estas represen-tando: tu país, tu familia, tus amigos, tu Club…”.

El gesto delaustraliano y el Mosca

¿Cuál fue el momento más agradable, el más compli-cado y qué anécdota pue-des destacar?

“El momento más compli-cado fue sin duda en uno de los tramos que tenía

Consultado sobre qué recuerdos tiene de su etapa de alum-no del Colegio, Martín recordó que cursó allí los 14 años curriculares. En 2013 su generación cumplió los 25 años de egresados. “En tanto años, te podes imaginar, tengo grandes recuerdos y amigos del Colegio… particularmente de los Brothers me acuerdo de los nudos que le hacíamos a la sotana del Br. Kelly, de los dibujos del Br. O’Connell, de las puteadas que nos daba el Br. Dempsey y de los retiros en la casa de La Floresta con el Coco Mc Guinnes”.

Destacó que “seguimos en contacto con muchos compa-ñeros de aquellos años, la verdad que son muchos y por suerte nos vemos muy seguido. Incluso con varios de ellos todos los fines de año nos vamos de campamento al igual que lo hacíamos cuando estábamos finalizando el liceo”.

Contó luego que “una anécdota fue cuando queríamos ha-cerle una broma a las recientes chicas que habían ingre-sado a preparatorio. Fuimos a los baños del primer piso que tienen ventana hacia el patio (donde antes estaba la cancha de basketball) y la idea era de tirarles un balde

de agua a un grupo de chicas que estaban conversando pacíficamente en su recreo. Otro grupo de vándalos tenía la misión de hacernos señales desde abajo, cuando era el mejor momento para dejarlas empapadas. Al recibir la señal, ¡splash!, le vaciamos los baldes de agua al grupo de chicas… sin percatarnos que la señal era la de no tirar el agua y abortar la misión, puesto que en ese momento estaba saliendo el Br. Folley…cuando vemos llegar a nues-tro encuentro literalmente empapado al Br. Folley… ¡se pueden imaginar el final del cuento! Espero que mis hijos no lean esta parte del artículo… je, je, je”.

A propósito, sus hijos estudian en el Colegio. Ambos lo ha-cen desde jardinera. Jerónimo (10) y está cursando 4° año y Lara (8) y esta cursando 2°. “A ambos les gusta mucho el deporte y en este aspecto encuentran su lugar en el Co-legio. Jero no se pierde una práctica de fútbol ni de rugby y le encanta representar al Colegio todos los fines de sema-na en cualquier actividad. Lara ya está enganchada con el hockey y muy contenta con gimnasia artística. ¡Sería muy lindo verlos en su adolescencia vistiendo la camista azul!”.

que subir sobre la ladera de la montaña, unos 300 metros, aproximadamen-te. Tenía mucha pendiente y al no tener embalaje se requería de mucha técnica. Por la mitad del recorrido me quedé parado sin poder avanzar… intentaba, inten-taba, pero me era imposi-ble avanzar… con el calor del lugar y la poca energía que me quedaba me resul-taba cada vez mas difícil y estaba realmente extenua-do. Para peor no tenía lugar para dar vuelta la moto e intentar nuevamente con más embalaje, o sea que solo podía ir hacia adelan-te. Lograba avanzar de a muy pocos centímetros y la verdad que la cabeza ya me estaba empezando a jugar en contra. Por suerte ya cuando no le veía sali-da posible, veo que viene caminando subiendo por la ladera (dejando su moto en la base) un australiano y me ayuda a salir… ¡uf, menos mal, zafamos! Una anécdota que para mí fue increíble es que en un tra-

mo de enlace que ni se por dónde estábamos, luego de andar varios kilómetros por la montaña, nos derivan unos metros a lo que sería algo similar a un camino vecinal para pasar por un puesto de control. A medi-da que me voy acercando a la carpa de control veo algo muy parecido a lo que es una bandera uruguaya que flameaba más que la bandera del monumento en Tres Cruces… el calor y el cansancio ya me hacen ver cualquier cosa pensa-ba… sin embargo, en efecto era un orgulloso uruguayo que estaba viviendo en San Juan, el querido Mosca Gar-ces, que luego nos acompa-ñó toda la carrera ya siendo uno más del equipo. Un tipo entrañable y muy pintoresco. Otro momento muy especial para mí fue cuando voy a recibir en su llegada final a Fernando y nos damos un abrazo de alegría y llantos de felicidad. En ese mo-mento me dice: “¡llegamos Juanillo, llegamos…!”.

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Balance de la temporadaUn año atípico para el Hockey del Club

Lentamente va quedando atrás la temporada 2014. Y es tiempo de ir haciendo balances. Siendo realistas, a la hora de compartir un análisis del año en relación al Hockey del Old Christians Club (OCC) habría que arrancar diciendo que el equilibrio ha sido lo más difícil de lograr.

Este año resultó más compli-cado manejar las variables que se nos fueron presentando a lo largo del mismo... por mo-mentos quedamos conformes con los resultados y por mo-mentos ansiosos por encon-trarle la vuelta y poder atra-vesar ese sinfín de obstáculos que, como sucede con la vida misma, atentan con desestabi-lizar los objetivos trazados.

Si hay que decir cómo fue este 2014, lo denominaría así: un año atípico, sobre todo si ha-blamos de resultados en nú-meros y posiciones en la tabla.

“Nos estamos preparando para más”

“Si bien en lo deportivo no nos fue como hubiésemos deseado, sobre todo en la segunda parte del año, es-tamos muy conformes con los avances obtenidos y sin duda nos estamos pre-parando para más, con un equipo que promete resul-tados para el 2015”, nos comentó Diego Perez, el head coach del plantel su-perior de hockey del Club.

Atractivo…

Fue atractivo el numeroso grupo de jugadoras de la Sub

18, que se vienen logrando afianzar, con proyección ha-cia el plantel superior.

Es digno de admiración y res-peto el grado de perseverancia y responsabilidad de las meno-res, a pesar de los obstáculos deportivos que se les fueron presentando a lo largo del año.

Entusiasmo…

Se percibió, además, un entusiasmo que ha ido lle-vando a incrementar el nú-mero de socias y que ha hecho posible que, sumado a los retornos de muchas ex alumnas, se haya podido mantener por primera vez

Nota y fotos:Rosina de los Reyes

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una gran Intermedia B con jugadoras totalmente in-dependiente de las otras categorías.

Orgullo…

También debemos señalar con orgullo que jugadoras de Primera, por primera vez, hayan dirigido un equipo en el torneo “María Noel Quintana”, y que hayan logra-do la Copa de Plata en la categoría M 19 presentada.

Sensacional…

Fue sensacional la respuesta de ponerse al hombro la tarea de obtener los fondos para lograr financiar el primer viaje a Sudáfrica por parte de las jugado-ras del Club, trabajando juntas todas las categorías en busca de un objetivo común.

En ese sentido, vale recordar que son 38 las chicas que estarán viajando, del 19 de febrero al 5 de mar-zo del año que viene. “Este ha sido el año del Grupo Humano del OCC”, destacó al respecto Diego Pérez.

Dijo que “las chicas crecieron mucho como jugadoras, pero también lo hicieron como equipo dentro y fuera de la cancha. El trabajo fuera de la cancha, para este ob-jetivo, ha permitido que las diversas categorías hoy se unieran y se conocieran más aún, fomentando el com-promiso, la responsabilidad y el compañerismo, todos aspectos fundamentales para nuestro Club”.

Diversión…

Hemos tenido, además, un muy divertido cierre de año con el ya clásico campeonato interno, esta vez organizado por el PF Ignacio Dotta, con la novedad de que participaron las Mami Hockey y jugadoras invitadas que se suman el año que viene al Club.

Calidad internacional…

También, cerrando las actividades de este año, hubo un magnifico evento de calidad internacional, como lo viene siendo el Play Off, participando del mismo esta vez ocho equipos argentinos y otros ocho uruguayos.

Nuevamente, en dicha instancia, se consagró campeón el club Italiano, de Argentina, ganador de la Copa de Oro.

La Copa de Plata en el IV Play Off fue Old Girls, de Uruguay.Fue un día “a todo hockey”, en el que además todos tuvieron la posibilidad de participar en distintas acti-vidades recreativas en las instalaciones del Colegio, como Volley, Fútbol Tenis y competencias con anima-dores, por ejemplo, finalizando con un gran Tercer Tiempo en el complejo deportivo del Club.

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Alboroto en el salón.

Rudolph o Rodolfo es el nom-bre de uno de los nueve re-nos que, según la mitología de Navidad, llevan el trineo de Papá Noel por el mundo para repartir los regalos a los niños. Es el reno más popular no solo porque es el último en unirse al trineo, sino también por su especial nariz roja. Su historia forma parte de las le-yendas y cuentos de Navidad.

Érase una vez un reno llama-do Rudolph que, por haber nacido con una curiosa y pe-culiar nariz roja, grande y bri-llante, caminaba solitario por el mundo. Los demás renos se burlaban de Rudolph todo el tiempo, con frases como ‘pareces un payaso’, ‘tienes una manzana en la nariz’… Rudolph se sentía muy aver-gonzado y cada día se alejaba más de la gente. Su familia sentía mucha pena por él.

Las bromas sobre la nariz de Rudolph eran tan molestas y constantes que Rudolph acabó apartándose de todos. Vivía triste, encerrado en su casa, sumamente deprimido. Con el apoyo de sus padres, Rudolph decidió abandonar el pueblo donde vivía y em-

pezó a caminar sin rumbo durante días, meses, años...

Se acercaba la Navidad y Rudolph seguía solo por su camino. Pero una noche, en víspera navideña, en que las estrellas brillaban más que en otros días en el cie-lo, Papá Noel preparaba su trineo, como todos los años.

Contaba y alineaba los 8 renos que tiran de su trineo para llevar regalos a todos los niños del mundo. San-ta Claus ya tenía todo pre-parado cuando de repente una enorme y espesa nie-bla cubrió toda la tierra.

Desorientado y asustado,

El cuento navideño del reno Rudolph

Jaimito estaba en el salón de clase con sus compañeros, como la profesora llegaba tarde, los alumnos comenzaron a hacer alboroto.Cuando llegó la profesora vio el desorden que había y comenzó a interrogar a los niños.“Juanita, ¿Qué has hecho tú?”.“Yo dibujé en la pizarra”.“Pedrito, y tú, ¿Qué hiciste?”.“Yo tiré mi pupitre contra el suelo”.

“Jaimito, y tú, ¿Qué hiciste?”.“Yo tiré serpentina por la ventana”.“Aprendan de Jaimito que no es un malcriado como ustedes”.Comenzo la clase, pero al pasar unos minutos, tocan la puerta de la clase y entra una niña toda golpeada, la profesora le pregunta:“¿Quién eres?”.“Yo me llamo Serpentina”.

Papá Noel se preguntaba cómo lograrían volar el tri-neo si no conseguían ver nada. ¿Cómo encontrarían las chimeneas?, ¿Dónde de-jarían los regalos? A lo lejos, Santa Claus vio una luz roja y brillante y empezó a se-guirla con su trineo y renos. No conseguía saber de qué se trataba, pero a medida que se acercaban, llevaran una enorme sorpresa. ¡Era el reno Rudolph! Sorprendi-do y feliz, Papá Noel pidió a Rudolph que tirara él también de su trineo. El reno no podía creérselo. Lo aceptó ensegui-da y con su nariz iluminaba y guiaba a Santa por todas las casas con niños del mundo.

Y fue así como Papá Noel consiguió entregar todos los regalos en la noche de Navidad, gracias al esfuer-zo y la colaboración del reno Rudolph. Sin su nariz roja, los niños estarían sin regalos hasta hoy. Rudolph se convirtió en el reno más querido y más admirado por todos. ¡Un verdadero héroe!

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