Número 0

Ernesto Molano Devia Número 0 – Sep. 2011


Tinjacá, Ráquira, Sutamarchán, Sáchica, Villa de Leyva, Gachantivá, Santa Sofía


Valle Mágico es un conjunto, una suma, de lugares y momentos capaces de hacerte sentir en contacto con la Divinidad. Y es que la Divinidad no es más que todo lo creado y lo que aún no lo ha sido. Existen lugares en esta Tierra donde los seres podemos sentir y vivir esa presencia divina, son lugares llenos de fantasía, de fuerza, de historia, de sabiduría. Son aquellos espacios donde respiras aromas ancestrales y hasta percibes sentires del pasado que aun sobrevuelan el presente y que sabes permanecerán hasta los tiempos lejanos de las nuevas realidades.

He sido afortunado y he podido conocer muchos lugares llenos de fantasía, de ensueño, de historia, entre ellos destaco Machu Pichu y Tierra Santa. En el primero, quizás el santuario más importantes de uno de los grandiosos imperios de América, tuve la oportunidad de hacer contacto con mi ancestral indígena andino, en el segundo inicié, como dice la canción, a puro dolor el proceso de dejar de creer. Ambos lugares marcaron el derrotero que habría de seguir.




Después de deambular durante varios años por estas tierras de la esquina noroccidental de Suramérica, llegué a Zaquencipá. Entré bordeando el cerro sagrado de Furca, en cercanías de Ráquira para descender a Tinjacá, la cual me brindó el espacio para encontrar y disfrutar mi divinidad. Pocos lugares podrían proveerme secretos ancestrales de América y a la vez conectarme con la historia religiosa de occidente de la manera que lo hicieran Jerusalém y el Valle del Jordán diez años atrás.




Quiero expresar en este Número Cero de Valle Mágico mis objetivos y razones para escribir estos textos acompañados de fotografías obtenidas en mis visitas a los espectaculares lugares que existen en Valle Mágico, deseo poder expresar mis vivencias, mis experiencias, mis encuentros y revelaciones en una serie de crónicas que han de incluir las diferentes poblaciones que hoy conforman esta región. Ha sido mi viaje personal en su etapa más crítica, deseo compartir con ustedes esa magia que he recibido en este lugar como agradecimiento por todo lo que he sido, soy y seré. Gracias Valle Mágico. Ernesto Molano Devia Druida Andino Tinjacá, Septiembre 19 de 2011




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