Nesti Karaguni; La esencia reaccionaria de la teoría revisionista soviética de la «orientación...
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Bitcora Marxista-Leninista
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La esencia reaccionaria de la
teora revisionista sovitica de la
ORIENTACIN SOCIALISTA
1984
Nesti Karaguni
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EDITORES
Equipo de Bitcora Marxista-Leninista
Editado el 17 de Mayo del 2014
La presente edicin, sin nimo de lucro, no tiene ms que un objetivo,
promover la comprensin de los fundamentos elementales del
marxismo-leninismo como fuente de las ms avanzadas teoras de
emancipacin proletaria:
Henos aqu, construyendo los pilares de lo que ha de venir.
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Contenido
Introduccin de Bitcora (M-L)----------------------------------------------pg.01
La esencia reaccionaria de la teora revisionista sovitica de la orientacin
socialista--------------------------------------------------------------------------pg.04
Prembulo-------------------------------------------------------------------------pg.04
Apologistas y defensores del rgimen explotador-----------------------------pg.06
La negacin del papel y de la misin histrica del proletariado y su partido
marxista-leninista-----------------------------------------------------------------pg.13
Subestimacin de los factores internos y sobreestimacin de los factores
externos----------------------------------------------------------------------------pg.19
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Introduccin de Bitcora (M-L)
El presente documento del albans Nesti Karaguni analiza una de las teoras
ms descaradas que ha sumado el revisionismo moderno a su bagaje de teoras
antimarxistas. Hablamos de la teora de los pases de va no capitalista y
orientacin socialista. Esta teora sovitica no tena otro propsito que
embellecer propagandsticamente al pas que aceptaba ponerse bajo tutela del
socialimperialismo sovitico y aceptaba con ello otro puado de teoras como la
teora de la soberana limitada que legitimaba la intervencin sovitica en
cualquier pas si la Unin Sovitica crea que all peligraba el socialismo, o la
divisin socialista del trabajo que buscaba la especializacin econmica en
cada pas dentro del campo revisionista sovitico, propiciando que estos pases
desarrollaran una extrema dependencia de la extensa gama de material
industrial que ya haba logrado obtener la Unin Sovitica, etc. Teoras unas y
otras, que legitimaban, desde el punto de vista del revisionismo sovitico, la
explotacin y sometimiento que ejerca la Unin Sovitica revisionista y
capitalista sobre estos otros pases.
El autor identifica tres caractersticas claves para entender la teora, y el
significado de lo que conlleva el aceptar tal teora de los pases de va no
capitalista y orientacin socialista:
1) Defensismo de las relaciones de produccin capitalistas:
a) La creencia de que se puede transformar la sociedad desde el reformismo
econmico; por tanto usando el Estado burgus existente, y sin que
presuntamente haya una necesidad imperiosa de establecer la dictadura del
proletariado, por tanto tampoco la necesidad de acabar con la propiedad
privada.
b) La creencia de que se puede reducir que no acabar con el papel de los
monopolios extranjeros con la misma tibia frmula, pese a ello, como en el
revisionismo eurocomunista, el revisionismo chino, el revisionismo titoista, o el
actual socialismo del siglo XXI; se da cabida, de modo supuestamente
limitado, al capital extranjero y al capital de la burguesa nacional local que
supuestamente no daa al pueblo.
c) La justificacin de la propiedad privada en la economa a baja y gran escala, y
la creencia de que con la extensin del capitalismo monopolista de Estado se
establece la propiedad socialista.
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2
d) Confusin en las etapas de la revolucin y el pronstico de que se tardar
mucho en pasar de la etapa antifeudal, anticolonial, a la etapa por la
transformacin econmica del socialismo.
2) Negacin del papel del proletariado y su partido:
a) La tendencia comn a otros revisionismos como el chino, yugoslavo,
eurocomunista, y otros a negar el papel del proletariado como fuerza motriz en
el proceso tanto en la etapa antifeudal, antiimperialista, anticolonial,
antifascista, como en la socialista, alegando falta de nmero o incluso la
inexistencia del mismo en pases poco desarrollados.
b) Rechazo o distorsin del papel del partido marxista-leninista, y la promocin
en su detrimento de partidos burgueses y pequeo burgueses que lo suplen y se
presentan, o lo presentan, desde el exterior como afines al socialismo como el
Partido Baath en Irak, Siria o Egipto. Tambin encontramos la aglomeracin
de varias organizaciones y clases en un frente, y el establecimiento de este frente
como presunta plataforma desde la que nace el partido marxista-leninista o que
asumir el papel de vanguardia concerniente a un partido proletario vase el
Frente Sandinista de Liberacin Nacional en Nicaragua o el Frente Farabundo
Mart para la Liberacin Nacional en El Salvador. Que la dirigencia de un
partido que se considere marxista-leninista como unin de los elementos ms
conscientes y avanzados del proletariado, no puede tener en su mxima
direccin a elementos que de la noche a la maana dicen estudiar y aceptar el
marxismo-leninismo vase Fidel Castro en Cuba o Antnio Agostinho Neto en
Angola. Adase la variante de que, a partir de los golpes de Estado en el
ejrcito dejando a un lado que es una tctica antimarxista de toma de poder
por su inconexin con las masas se creaban de la nada partidos presuntamente
marxista-leninistas vase el Partido de los Trabajadores de Etiopa, la Unin
Socialista rabe en Libia, el Partido Democrtico Popular de Afganistn, o en el
caso de Burkina Faso en donde nunca se lleg ni siquiera a fundar un partido,
siendo comandado el proceso por una junta militar, que adems comandara la
transicin a su presunto socialismo.
c) Mala consideracin del carcter de la burguesa nacional en la lucha de
liberacin nacional no tomando en cuenta su dualidad y como posible su
desercin. Y una extensin de esta buena fe, creyendo que si sta ha
colaborado en la lucha anticolonial, antifeudal, antiimperialista, etc., por
extensin, debe de aceptar la introduccin del socialismo pese a que el
verdadero socialismo signifique su extincin como clase social explotadora.
3) Sobrestimacin del papel exterior en la revolucin:
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3
a) Negar que son las fuerzas interiores las principales en el desenvolvimiento de
la revolucin del pas, siendo la influencia exterior, positiva o negativa, un
aspecto secundario.
b) Presentar la ayuda sovitica como el principal factor para determinar si un
pas va en pro de la orientacin socialista o no. Presentar as mismo, que sin
esta ayuda, y la adecuacin a otras teoras como la teora de la soberana
limitada o su adhesin a los organismos militares como el Pacto de Varsovia o
el Consejo de Ayuda Mutua Econmica en lo econmico, es imposible sobrevivir
ante el cerco del imperialismo capitalista. Alegando que cuando un pas niega
dicha ayuda y tutela sovitica ha traicionado al socialismo vase el caso
de la Repblica Democrtica de Somalia o Egipto y sus virajes de la Unin
Sovitica a los Estados Unidos.
c) Negar el axioma marxista-leninista de que la verdadera ayuda de los pases
socialistas a otros pases socialistas solo puede ser un auxiliar en la economa. El
pas que construye el socialismo debe valerse de sus propias fuerzas. El olvido
de que el imperialismo no otorga crditos para ver la construccin del
socialismo, sino que toda inversin est calculada de antemano para obtener
suculentos beneficios, estableciendo en dicha relacin unos lazos econmicos,
polticos y culturales para influir en el pas deudor. En la mayora de las
ocasiones se ha comprobado pues tampoco una direccin revisionista como
desconocedores de la economa poltica marxista que no pueden ni otorgar una
economa sana y saneada a su pas, ni controlar la deuda a que se encadenan a
los diferentes imperialismos, por lo que deben de sacrificar el nivel de vida de
las masas obreras para pagar las grandes deudas vase el caso de la Polonia,
Yugoslavia, o la Rumana revisionista que incluso lleva a la autodestruccin de
tal rgimen.
*** Por todo, al respecto de esto que se ha visto a lo largo de la historia, y sobre todos en los regmenes prosoviticos de frica, Asia y Amrica, hay que recordar que:
La claridad en esta cuestin y el establecimiento de una neta lnea de
demarcacin entre el socialismo autntico y el pseudosocialismo, revisten una
importancia capital para el desarrollo con xito de la lucha de la clase obrera
y de las masas trabajadoras. Sin tener una clara imagen de la sociedad
socialista y sin atenerse a sus principios y leyes generales, la revolucin se
queda a mitad de camino. (Enver Hoxha; Informe al VIII Congreso del
Partido del Trabajo de Albania, 1981)
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Nesti Karaguni
La esencia reaccionaria de la teora revisionista
sovitica de la orientacin socialista
Prembulo
En su importante obra: El Imperialismo y la revolucin de 1978, al
desenmascarar la estrategia de los revisionistas y socialimperialistas soviticos
como la estrategia de un Estado saqueador que busca extender su hegemona y
dominacin a escala mundial, el camarada Enver Hoxha subraya entre otras
cosas, que:
La Unin Sovitica intenta abrirse paso para realizar sus planes
expansionistas neocolonialistas, presentndose como un pas que sigue una
poltica leninista e internacionalista, como aliado, amigo y defensor de los
nuevos Estados nacionales, de los pases poco desarrollados, etc. Los
revisionistas soviticos preconizan que estos pases, al ligarse a la Unin
Sovitica y a la llamada comunidad socialista, que es proclamada como la
principal fuerza motriz de la actual evolucin mundial, pueden avanzar con
xito por el camino de la libertad y la independencia, e incluso del socialismo.
A tal efecto han inventado asimismo las teoras del camino no capitalista de
desarrollo, de la orientacin socialista, etc. (Enver Hoxha; El
imperialismo y la revolucin, 1978)
Son innumerables los hechos que arrojan luz sobre la esencia reaccionara
antimarxista, oportunista y contrarrevolucionaria de estas teoras, que
reflejadas de manera sinttica en los principales documentos del partido
revisionista de la Unin Sovitica y de manera particular de sus congresos,
ocupan un lugar especial entre las publicaciones filosficas revisionistas y en la
actual propaganda socialimperialista sovitica. Se trata de principio a fin de un
cmulo de tesis que tienden a perpetuar el rgimen econmico, social y poltico
capitalista en una serie de pases ex coloniales y poco desarrollados,
embellecindolos con el calificativo de va no capitalista de desarrollo, incluso
de orientacin socialista, por la que supuestamente habran penetrado y
avanzan algunos de estos pases y a la que tenderan a penetrar y avanzar otros.
Estas teoras preconizan la conciliacin de clases y la va reformista de
transicin al socialismo, lo que sera factible segn ellas dentro del marco del
propio Estado capitalista, en el marco de las estructuras y de la superestructura
existentes, sin necesidad de revolucin, de destruir la vieja mquina del Estado
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burgus ni de instaurar la dictadura del proletariado. En lo que se refiere a las
fuerzas motrices, niegan la misin histrica y el papel hegemnico del
proletariado y de su partido marxista-leninista, llegando al absurdo de conceder
este papel a la burguesa y a sus partidos polticos. Simultneamente, el apoyo
de estos pases en la experiencia y en la llamada ayuda de la Unin Sovitica
revisionista y socialimperialista y de la comunidad socialista, as como la
supeditacin de su poltica a la de la Unin Sovitica, es considerada una
necesidad y la piedra de toque que determina el que estos pases hayan entrado
o no en la va no capitalista de desarrollo y de orientacin socialista.
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I
Apologistas y defensores del rgimen explotador
La teora marxista-leninista argumenta y la prctica ha probado que las
transformaciones revolucionarias socialistas en la base econmica, es decir en
las relaciones de produccin, y en numerosos campos de la superestructura,
comienzan a operarse nicamente con la instauracin de la dictadura del
proletariado. Esta, de manera consciente y organizada, bajo la direccin del
autntico partido marxista-leninista de la clase obrera y apoyada en las leyes
objetivas del desarrollo social, aplica profundas y amplias medidas
revolucionaras para la liquidacin del viejo rgimen econmico-social opresor y
explotador y para la construccin de la sociedad socialista sin clases
explotadoras, como primera fase de la construccin de la sociedad sin clases, el
comunismo.
En oposicin a estas enseanzas sobre la dictadura del proletariado, como
primer e imprescindible acto de la revolucin socialista, as como sobre su papel
determinante para la realizacin de transformaciones socialistas en la base
econmica y en la superestructura, los revisionistas soviticos, en sus teoras
sobre la va no capitalista de desarrollo y de orientacin socialista hacen
hincapi principalmente en las reformas econmicas.
Con la pretensin de que supuestamente la lucha de los pueblos por la
verdadera liberacin social pasa cada vez ms por la esfera de la economa, los
revisionistas soviticos tratan de crear una idea de que para pasar al socialismo
debemos comenzar no con la instauracin de la dictadura del proletariado, sino
con transformaciones en el terreno econmico, que realizara gradualmente el
Estado existente, a travs de una infinita serie de fases o etapas de transicin.
Este Estado, al que califican de democrtico revolucionario y en el que el poder
est supuestamente en manos del pueblo trabajador, estara dispuesto y en
condiciones de realizar, segn ellos, profundas transformaciones en todos los
terrenos de la vida y de crear las premisas imprescindibles para realizar tambin
la transicin al socialismo.
El modo en que tratan el problema del Estado los revisionistas soviticos es
enteramente antimarxista y burgus, tanto en la teora, como en poltica. Son
numerosos los hechos que demuestran que, independientemente de ciertas
reformas de carcter democrtico general realizadas en los pases ex coloniales y
en vas de desarrollo, en ellos predomina la propiedad privada sobre los medios
de produccin, tanto bajo la forma de propiedad de capitalistas particulares o de
grupos de capitalistas, como bajo la forma del capitalismo monopolista de
Estado. El poder poltico en estos pases se halla en manos de las clases
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burguesas y feudales y en muchos de ellos incluso en las de las camarillas ms
reaccionarias, antes asociadas a los imperialistas, que oprimen y explotan al
proletariado y a las masas trabajadoras. Las clases dominantes, en general,
estn estrechamente ligadas al imperialismo estadounidense, al
socialimperialismo sovitico o a otros imperialismos, cuyo capital, como
evidencian los hechos, mantienen an importantes posiciones en la economa
de dichos pases, y, de una u otra forma, se imponen incluso en su poltica. Es
natural que este Estado y toda la superestructura erigida sobre la base
econmica y que es reflejo de ella, independientemente de los calificativos que
puedan merecer, protegen la propiedad privada sobre los medios de produccin,
las relaciones econmicas levantadas sobre aqullas y est al completo servicio
de las clases dominantes.
Es sabido que el Estado, mientras exista, tendr siempre un acentuado carcter
de clase. Naturalmente que entre los nuevos Estados nacionales de los pases ex
coloniales y poco desarrollados existen algunos que son ms progresistas y
democrticos que los que han venido a sustituir la poca de la dominacin
colonial. Pero esto no significa que estos Estados se hayan convertido en
Estados por encima de las clases o al margen de ellas. Ellos, como cualquier
Estado, son Estados de una clase determinada y no en general del pueblo
trabajador, como pretenden los revisionistas soviticos.
Los revisionistas soviticos afirman que, en estos pases simultneamente a la
realizacin de reformas en el terreno econmico, habra cambiado tambin
gradualmente el propio Estado y que, por tanto, se podra pasar de la dictadura
democrtico-revolucionaria a un Estado de tipo socialista mediante las reformas
que deberan hacerse en el marco del rgimen econmico-social y poltico
existente, como la creacin de:
Nuevas instituciones democrticas revolucionarias de poder. (Nauchniy
komunizm; N.3, 1980)
Con la redaccin de una:
Legislacin que exprese los intereses de las masas. (Nauchniy komunizm;
N. 3, 1980)
Con el desarrollo de la lucha contra:
El burocratismo en el aparato administrativo estatal. (Nauchniy
komunizm; N. 3, 1980)
Con el reforzamiento:
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Gradual del aparato de Estado con cuadros autctonos fieles al pueblo.
(Pravda; Informe ante el XXVI Congreso del Partido Comunista de la Unin
Sovitica, 24 de febrero de 1981)
Y tambin:
Mediante la profundizacin de la democratizacin del poder y del ejrcito.
(Voprosi fillozofi; N.2, 1983)
Esto sera, segn ellos este Estado reformado que permitir, supuestamente de
manera consciente, la transicin al socialismo.
Puntos de vista semejantes al de los revisionistas soviticos y pretensiones sobre
la reforma del viejo Estado opresor y explotador, los predicaron ya en el pasado
los Bernstein, los Kautsky, y dems oportunistas. Pero es sabido que Lenin, al
desenmascararlos y demolerlos argument que las reformas que puedan hacerse
al Estado opresor y explotador burgus no son de tal magnitud que expresen los
intereses de las masas, sino que no afectan en absoluto la naturaleza de clase, el
rgimen econmico-social y la dominacin de las clases explotadoras.
Cambios en el viejo aparato de Estado burgus se realizan continuamente, a
fin de que el Estado se adece mejor a las nuevas situaciones, sobre todo para
hacer frente a los movimientos y luchas revolucionarias crecientes que
desarrollan el proletariado y los pueblos contra sus opresores. Pero los
cambios de esta naturaleza en el aparato de Estado no tienen por objetivo
crear las premisas para llevar a los pases ex coloniales ni a los dems pases
capitalistas al socialismo, como pretenden los revisionistas soviticos, sino que
se realizan en funcin del continuo fortalecimiento de la dictadura burguesa o
feudal-burguesa, para defender lo mejor posible los intereses y la posicin de
clase de las clases poseedoras de la sociedad.
Profundizando en sus prdicas antimarxistas sobre el Estado de orientacin
socialista de los pases ex coloniales, Estado que supuestamente estara en
condiciones de llevar a cabo profundas reformas econmicas y de conducir
gradualmente a estos pases al socialismo, que estara supuestamente en
condiciones de reformarse y transformarse gradualmente en Estado de tipo
socialista, los revisionistas soviticos llegan, por consiguiente, a otra
conclusin poltico-terica: dejan entrever que para pasar al socialismo en tales
pases no hace falta ni la revolucin proletaria, ni la destruccin del viejo Estado
burgus, sino que por el contrario sera, necesario conservar y fortalecer el
Estado existente. Esta conclusin se halla en flagrante contradiccin con lo
argumentado por los clsicos del marxismo-leninismo y que ha probado
plenamente la prctica revolucionaria, el que para pasar al socialismo es
imprescindible la revolucin y como su primer acto y victoria la destruccin
completa y hasta los cimientos del viejo Estado opresor y explotador.
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Engels ha dicho que el Estado burgus es una fuerza especial de represin del
proletariado por la burguesa. Por eso, para pasar a la sociedad sin clases, es
preciso que esta fuerza particular sea reemplazada por otra fuerza especial, por
el Estado proletario, como arma con la que el proletariado y sus aliados
aplastarn la resistencia de la burguesa y de las clases explotadoras. Pero esta
substitucin, ha argumentado posteriormente Lenin, no puede ser realizada con
arreglos ni reajustes del viejo aparato de Estado. Esto es posible
nicamente rompiendo y destruyendo este aparato desde los cimientos, lo que
solo es posible mediante la revolucin proletaria violenta:
La dictadura del proletariado no puede surgir como resultado del desarrollo
pacfico de la sociedad burguesa y de la democracia burguesa; solo puede
surgir como resultado de la demolicin de la mquina del Estado burgus, del
ejrcito burgus, del aparato burocrtico burgus, de la polica burguesa.
(Isif Vissarinovich Dzhugashvili, Stalin; Fundamentos del leninismo, 1924)
Atribuyendo arbitrariamente y con fines especulativos al Estado burgus de los
pases calificados de orientacin socialista caractersticas socialistas, que ni
tiene ni puede tener ni en la teora ni en la prctica, los revisionistas soviticos
le atribuyen al mismo tiempo actos supuestamente consecuentes y socialistas.
Afirman que este Estado, despus de:
Liquidar la pobreza y superar el atraso socio-econmico del pas. (Voprosi
fillozofi; N.10, 1978)
Adopta medidas y:
Pone conscientemente obstculos para que el capitalismo no se desarrolle.
(Voprosi fillozofi; N.10, 1978)
Liquidando gradualmente las:
Posiciones de los monopolios imperialistas, de la burguesa y de los grandes
feudales nativos, limitando la actividad del capital extranjero. (Pravda;
Informe ante el XXVI Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica,
Pravda, 24 de febrero de 1981)
Y creando y fortaleciendo el sector estatal de la economa. Segn ellos, en los
pases de orientacin socialista se sigue:
La lnea de creacin planificada de las premisas materiales y tcnicas de
desarrollo socialista. (Voprosi fillozofi; N.3, 1983)
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Basta nicamente con analizar por poco que sea estas declaraciones oficiales de
los polticos y de los tericos revisionistas soviticos para descubrir su posicin
antimarxista, antiproletaria, pro burguesa y reaccionaria.
En primer lugar, la creacin del sector estatal de la economa en los nuevos
Estados nacionales, que los revisionistas soviticos consideran como el factor
ms importante para la limitacin consecuente de las relaciones capitalistas y
para el surgimiento de las relaciones socialistas de produccin, tal como ha
demostrado con innumerables hechos la prctica no aporta ni puede aportar
ningn elemento de carcter socialista al terreno de las relaciones de
produccin. Engels ha subrayado que en los pases capitalistas la
transformacin de la propiedad en propiedad del Estado no suprime el carcter
capitalista de las fuerzas productivas ni las relaciones capitalistas, por el
contrario, lejos de ser abolidas llegan al lmite, a la cspide.
Tambin Lenin desenmascar a todos los oportunistas y revisionistas que para
evitar la revolucin, intentaban embellecer al capitalismo presentando al
capitalismo monopolista de Estado como un rgimen no capitalista. La creacin
del sector estatal por la va de las nacionalizaciones en las condiciones en que la
burguesa mantiene el poder poltico e impone su dictadura, representa una
forma particular de la propiedad burguesa, un capitalismo colectivo. Este
capitalismo estatal no cambia de ningn modo la naturaleza del rgimen
explotador existente, no suprime la explotacin del hombre por el hombre, ni el
paro forzoso ni la pobreza. La posicin y la situacin de los obreros en las
empresas estatales capitalistas es semejante, que la de los obreros de las
empresas privadas capitalistas:
El capitalismo de Estado, tal como ya lo ha probado una largusima
experiencia, es mantenido e impulsado por la burguesa, no para crear las
bases de la sociedad socialista, contrariamente a lo que sostienen los
revisionistas, sino para reforzar las bases de la sociedad capitalista, de su
Estado burgus, para explotar y oprimir an ms a los trabajadores. (Enver
Hoxha; Eurocomunismo es anticomunismo, 1978)
En segundo lugar, los revisionistas soviticos hablan de una supuesta
liquidacin de las posiciones de los monopolios imperialistas, de la burguesa y
de los grandes feudales nativos, pero no mencionan en absoluto ni a la
burguesa media ni a la pequea burguesa, sobre todo a la pequea burguesa
urbana. Hablan, al mismo tiempo, de la limitacin de la actividad del capital
extranjero, pero no de su liquidacin. Segn parece, tanto la burguesa media,
y la pequea burguesa nacional, como el capital extranjero, aunque un tanto
limitado, estaran presentes en el futuro rgimen socialista. De este modo
siempre segn los soviticos los pases de orientacin socialista pasaran
gradualmente al socialismo junto con la propiedad capitalista de Estado, con
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la propiedad privada capitalista media y pequea e incluso con el capitalismo
extranjero, es decir, de hecho sin ninguna modificacin radical en el terreno de
las relaciones de propiedad, con todo capitalista y con nada socialista.
En tercer lugar, los revisionistas soviticos pretendiendo que desde el triunfo de
la revolucin antiimperialista de liberacin y la proclamacin de la
independencia nacional en los pases ex coloniales y hasta que se produzcan en
ellos las premisas que den inicio a las transformaciones para pasar al
socialismo, se precisa un perodo prolongado, niegan de hecho la necesidad de
la revolucin socialista y sus preparativos, dejando el socialismo para un futuro
incierto y lejano. Afirman que el llamado curso consciente y gradual de la
orientacin socialista:
Determina el proceso de desarrollo no capitalista, como prolongacin en el
tiempo del proceso revolucionario. (Leninskaya Teoriya socialisticheskoy
revoljucii i sovremyenost; Moskva 1980)
La prolongacin en el tiempo de este proceso, segn ellos, planteara
supuestamente la necesidad de que el avance se efecte gradualmente, a
travs de numerosas etapas de transicin que permitan evitar que se:
Fuercen artificialmente las transformaciones sociales. (Mezhdunarodnaya
zhisny, N. 3, 1981)
Y esto hasta que alcancen un nivel que se acomode al socialismo y el
proletariado crezca y se desarrolle al punto de constituir la mayora de la
poblacin.
No es difcil comprender que estas concepciones son idnticas a la teora
oportunista de las fuerzas productivas de Kautsky y de otros oportunistas que
en el pasado desenmascar Lenin. Son semejantes a las teorizaciones y
deformaciones antimarxistas de los revisionistas yugoslavos en lo referente a las
etapas de la revolucin, a los momentos y las vas de transicin de una etapa a
otra, que trataban de imponer a nuestro partido a fin de que fueran aplicadas en
Albania. Para no quemar las etapas de la revolucin aconsejaban que no se
hiciera de manera inmediata el paso de la primera etapa democrtica a la
segunda etapa socialista de la revolucin; defendan la idea antimarxista, segn
la cual, puesto que ramos una democracia popular, la burguesa no debera ser
tocada, ya que de lo contrario, segn los titoistas, se quemaran las etapas;
proclamaban como camino de transicin de la primera etapa de la revolucin a
la segunda la va de las reformas y sacaban la conclusin de que la transicin de
una a otra etapa debe prolongarse en el tiempo. Es sabido como Lenin
desenmascar y refut la teora de las fuerzas productivas y como, al
descubrir la ley objetiva del desarrollo econmico y poltico desigual de los
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pases capitalistas en la poca del imperialismo, lleg a la conclusin y
argument que la revolucin puede estallar y triunfar tambin en algunos
pases, e incluso en uno solo, all donde el eslabn de la cadena imperialista sea
ms dbil, independientemente de si este pas no se halla entre los ms
desarrollados en lo que se refiere a las fuerzas productivas. El eslabn ms dbil
de la cadena imperialista ser el pas donde se exacerben todas las
contradicciones sociales y de clase y se cree una situacin revolucionaria, all
donde el proletariado haya creado su propio partido marxista-leninista y est
preparado para las grandes batallas revolucionarias. Lenin argument asimismo
que el triunfo de la revolucin democrtica de liberacin puede y debe servir
como etapa preliminar de transicin al socialismo, porque en el imperialismo se
crean condiciones tales que la revolucin, teniendo a la cabeza al proletariado y
a su partido marxista-leninista, puede desarrollarse de manera que pueda pasar
lo ms rpidamente posible de la etapa de la revolucin democrtico-burguesa a
la etapa de la revolucin socialista, instaurar la dictadura del proletariado y
construir el socialismo y el comunismo.
Estas enseanzas de Lenin las confirm la prctica de la revolucin de octubre
de 1917 en Rusia y la construccin del socialismo en la Unin Sovitica en su
poca y en la de Stalin. Esto lo confirma asimismo la revolucin y la
construccin del socialismo en Albania. Es sabido que la Albania de antes de la
liberacin era un pas relativamente atrasado desde el punto de vista
econmico-social y cultural. Era un pas esencialmente agrario, con una
industria casi inexistente y con un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas. La clase obrera era poco numerosa, dispersa, y no formada como
proletariado industrial, an no haba alcanzado madurez organizativa ni
poltica. Pero sin embargo este estado de cosas no impidi al Partido Comunista
de Albania, organizar y llevar a la victoria la lucha de liberacin nacional,
preparar las condiciones, organizar y dirigir, simultneamente la lucha por la
liberacin nacional, la lucha por el progreso social, instaurando en primer lugar
el poder popular, como dictadura de las fuerzas democrtico-revolucionarias,
pero que cumpla al mismo tiempo las funciones de dictadura del proletariado y
que introdujo rpidamente al pas por el camino de la construccin socialista.
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13
II
La negacin del papel y de la misin histrica del
proletariado y su partido marxista-leninista
Marx y Lenin han afirmado que entre todas las clases que hoy se enfrentan a la
burguesa, solo el proletariado, en tanto que clase ms progresista y
consecuentemente revolucionaria, puede y debe desempear sin titubeos su
papel hegemnico en todos los actuales procesos revolucionarios que
contribuyen a la destruccin del viejo rgimen de opresin y explotacin y a la
transicin de la sociedad al socialismo.
Los revisionistas soviticos, en oposicin al marxismo-leninismo y a la
experiencia del desarrollo prctico de la revolucin, por un lado tergiversan la
realidad pretendiendo que en muchos pases que acaban de proclamar la
independencia nacional an:
No se ha creado la clase obrera nacional. (Voprosi fillosofi; N.3, 1983)
Lo que no es en absoluto verdad, mientras por otro lado, especulando con el
hecho de que en muchos otros pases como estos existe un proletariado poco
numeroso y no organizado, extraen la conclusin antileninista de que el
proletariado no puede:
Asumir la misin hegemnica en la revolucin democrtico nacional.
(Mezhdunarodnova zhizny; N.3, 1981)
Al mismo tiempo tratan de probar que la preparacin de las premisas y la
transicin gradual al socialismo de los pases, calificados de orientacin
socialista ser obra no del proletariado y bajo su direccin, sino de aquellas
fuerzas frentes que dirigieron la lucha por la liberacin y la independencia
nacionales, o de aquellas fuerzas que actualmente se encuentran en el poder, sin
que sea necesario un nuevo alineamiento de las fuerzas de clase y sin dirigir el
rigor del combate y los golpes revolucionarios contra la burguesa, porque,
segn los revisionistas soviticos, una parte considerable de la burguesa de
estos pases habra asumido tendencias socialistas, habra abrazado la va del
desarrollo socialista y tendra la posibilidad de desempear tambin el papel
dirigente en este importante proceso de desarrollo y progreso. A la par, los
revisionistas soviticos hacen hincapi en su propaganda de que la llamada
orientacin socialista no puede realizarse sin la ayuda ni la experiencia
del socialimperialismo sovitico. Afirman que la orientacin socialista solo es
real en aquellos pases:
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Que aceptan y aprovechan la ayuda y la experiencia de los pases socialistas
[lase: de los pases revisionistas - Anotacin de N.K.]. (Voprosi fillozofi;
N.10, 1981)
De donde resulta que si no reciben esta ayuda y esta experiencia los pases
no podran marchar hacia el socialismo. As pues, la primera condicin
fundamental para que los pases vayan al socialismo, segn los revisionistas
soviticos, sera el factor externo.
Tambin en estas prdicas relacionadas con una de las cuestiones ms
cardinales de la estrategia y de la tctica, de la teora y de la prctica de la
revolucin, como es la de las fuerzas motrices de la revolucin, de su situacin,
alineamiento y de su papel en ella, se descubren abiertamente las posiciones
antimarxistas y neocolonialistas, enmascaradas con palabrera pseudomarxista
una nueva campaa civilizatoria sobre los pueblos subdesarrollados como
hacan los colonialistas de antao y el imperialismo occidental hoy.
El marxismo-leninismo nos ensea y la prctica ha confirmado plenamente que
la burguesa, al estar relacionada con la explotacin capitalista y siendo la
protagonista de esta explotacin, no solo no puede tener ni tiene tendencia
socialista alguna, por lo que no puede ser tratada como fuerza motriz del
proceso de transicin al socialismo y mucho menos como fuerza dirigente de
este proceso, sino que adems, objetivamente se alinea al frente de los enemigos
de la revolucin y del socialismo, inclusive a lo largo del desarrollo de la
revolucin de liberacin, democrtica y antiimperialista, debido a sus propias
posiciones econmicas y de clase. Se caracteriza por sus vacilaciones y sus
compromisos con el imperialismo y la reaccin interna, y por lo tanto no est en
condiciones de llevarla hasta el fin. Tampoco pueden jugar el papel dirigente de
la revolucin las capas de la pequea burguesa, puesto que tienen exigencias
limitadas, individualistas, estn bajo la influencia de la ideologa anticientfica y
dan bandazos ora a la derecha, ora a la izquierda, deslizndose hacia el
oportunismo y el aventurerismo. Tampoco las capas de la intelectualidad
pueden ser una fuerza independiente, porque proceden de diversas clases, por
naturaleza son vacilantes poltica e ideolgicamente y tampoco pueden
desempear un papel dirigente en la revolucin.
El papel hegemnico del proletariado en la revolucin es insustituible, porque
de todas las clases, capas y grupos sociales, en el capitalismo, es la, clase ms
progresista y consecuentemente revolucionaria. Y lo es porque no dispone de
nada, excepto de su fuerza de trabajo, que para no morir de hambre se ve
obligada a venderla a los patrones capitalistas, dueos de los medios de
produccin, siendo salvajemente explotada. La clase obrera realiza la
produccin material, soporta el peso de la existencia y del desarrollo social, pero
sin embargo no goza de los frutos de su trabajo. De este modo, su situacin
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material, poltica y la posicin que ocupa en la sociedad burguesa la obligan a
organizarse y a lanzarse a la resuelta lucha revolucionara para destruir el viejo
rgimen y construir la sociedad socialista. El proletariado trabaja y est ligado al
sector ms avanzado de la economa, a la gran produccin industrial y al estar
compuesto por centenares y decenas de miles de personas, se convierte no solo
en la clase ms progresista que aspira y lucha por establecer el modo ms
avanzado de produccin, el modo socialista, sino que dispone de grandes
posibilidades y de mejor organizacin para emprender acciones revolucionarias.
La conciencia para organizarse y realizar tales acciones se la da su teora
cientfica, el marxismo-leninismo que le aclara las condiciones de la lucha y de
la victoria. Crea asimismo su estado mayor dirigente, su partido combativo
marxista-leninista, que le inspira, le organiza y le dirige en la realizacin de su
gran misin histrica.
Debido a todas estas circunstancias tomadas en su conjunto, es al proletariado
al que le corresponde desempear su papel hegemnico en la revolucin, y no
solo en la etapa socialista, donde es indiscutible, sino tambin en la democrtica
de liberacin. Lenin, refirindose a la revolucin democrtico-burguesa de
Rusia de 1905-1907 subrayaba que el hecho:
De que el contenido burgus de esta revolucin no se puede extraer la
conclusin trivial de que la burguesa es el motor de la revolucin, de que las
tareas del proletariado en la misma son auxiliares, de que no es posible que la
revolucin la dirija el proletariado. (Vladimir Ilich Ulinov, Lenin; Prefacio a
la traduccin rusa de las cartas de K. Marx a L. Kugelmann, 1907)
Demostr que el proletariado tiene la posibilidad y debe ser hegemnico en la
revolucin democrtico popular, de carcter general antiimperialista y
antifeudal, porque ms que cualquier otra fuerza social est interesado y es
capaz de llevarla hasta sus ltimas consecuencias, a su triunfo definitivo y de
crear las posibilidades para su transformacin ininterrumpida y en un tiempo
relativamente breve en revolucin socialista. La fuerza y las posibilidades del
proletariado para desempear su papel hegemnico y dirigente en la revolucin
y para cumplir su misin histrica no depende de su nmero. El camarada
Enver Hoxha ha subrayado que:
El papel dirigente de la clase obrera lo desempea a travs de su partido,
que, tal como demuestra tambin el ejemplo de nuestro pas, puede ser creado
y encabezar la lucha revolucionaria incluso siendo la clase obrera poco
numerosa y no estando organizada. (Enver Hoxha; Cuestiones de la
revolucin y de la construccin socialista, 1979)
La direccin exclusiva e incompartible del partido marxista-leninista en la dura
lucha de clases contra la burguesa y la reaccin, en la lucha de liberacin
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nacional, en la revolucin y en la construccin del socialismo, es una necesidad
objetiva, de la que no puede ser excluido ningn pas, desarrollado o no desde el
punto de vista econmico y cultural. Esta exigencia adquiere una importancia
particular en nuestros das, cuando en diversos pases del mundo han aparecido
y aparecen situaciones revolucionarias. El partido marxista-leninista debe
necesariamente hacer consciente al proletariado de su misin histrica,
aclararle los objetivos de la lucha, as como las vas para su consecucin. La
revolucin y la construccin del socialismo son procesos conscientes, que se
realizan sobre la base de la ideologa cientfica marxista-leninista, y es el partido
proletario el que porta, elabora y transmite esta ideologa a la clase obrera y a
las masas trabajadoras. En la dura lucha de clases y en la revolucin, el
proletariado se enfrenta a numerosos y poderosos enemigos, a la burguesa y a
las clases explotadoras, a la reaccin y a los oportunistas y revisionistas, que
estn organizados en Estado y en partidos y que tienen experiencia de
dominacin y de represin de los movimientos revolucionarios. El proletariado
no puede oponrseles, vencerlos y salir victorioso sobre ellos sino acta como
una clase compacta, con su propio partido, en slida unidad de pensamiento y
accin. La lucha del proletariado contra sus enemigos es compleja y
multilateral. En esta lucha contrae alianzas con otras fuerzas sociales y arrastra
tras de s a stas. Pero para el xito de la revolucin es necesario que todos los
hilos del movimiento revolucionario se concentren en un nico e incompartible
centro dirigente, orientador y coordinador. Este nico centro y fuerza lo es
nicamente el partido marxista-leninista de la clase obrera, porque como ha
sealado Stalin, solo l es el destacamento de vanguardia y organizado de la
clase obrera, la ms alta forma de organizacin de clase del proletariado y arma
en manos de la clase obrera para la instauracin de la dictadura del
proletariado, para su continua consolidacin y perfeccionamiento, es una
unidad de voluntades incompatibles con la existencia de fracciones y que se
fortalece depurndose de los elementos oportunistas, revisionistas y
desviacionistas.
Los revisionistas soviticos, a fin de sabotear la organizacin y el desarrollo
revolucionario, niegan la direccin del partido marxista-leninista de la clase
obrera y atribuyen este papel a las fuerzas polticas no proletarias, como los
partidos de la burguesa nacional o de la pequea burguesa, que actualmente
estn en el poder en los pases que denominan de orientacin socialista. Con
su sofstica habitual pseudomarxista, considerando stos como:
Partidos de vanguardia de nuevo tipo, partidos de plataforma marxista-
leninista. (Leninskaya teoriya socialisticheskoy revolucii i sovremyenost;
Moskva 1980)
Como:
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Vanguardia marxista-leninista. (Mezhdunarodnaya zhizny; N.3, 1981)
Denominados como:
Partidos del socialismo cientfico. (Vapros tiosof; N.2, 1983)
Y:
Que expresan los intereses de las amplias masas trabajadoras. (Vapros
fillosof; N.4, 1981)
Colocan a estos partidos no solo a la cabeza de la revolucin democrtica, sino
que les encomiendan adems la misin de conducir estas revoluciones hasta el
fin, a la llamada transicin gradual al socialismo.
Pero son realmente estos partidos marxista-leninistas y expresan los intereses
de las amplias masas trabajadoras? Ni lo son, ni podran serlo. Es sabido que los
partidos expresan y defienden los intereses de determinadas clases y que son
creados para dirigir su lucha. Son uniones conscientes de los hombres ms
leales de estas clases. No puede haber partidos polticos que se hallen al margen
y por encima de las clases. Es imposible asimismo que un partido de una clase
determinada represente al mismo tiempo los intereses de la clase adversaria.
Entonces, cmo es posible que los partidos polticos de la burguesa nacional,
que detentan el poder en una serie de nuevos Estados nacionales, estn al
mismo tiempo a la vanguardia de los trabajadores y representen los
intereses de las amplias masas trabajadoras? Cmo es posible, pues, que
organizaciones o partidos polticos que representan a fuerzas sociales no
proletarias, como la burguesa nacional o la pequea burguesa, estn
pertrechados con las ideas del socialismo cientfico, y tengan una plataforma
marxista-leninista? Se trata de tentativas intiles de los revisionistas soviticos
para ocultar la procedencia de clase de los partidos en el poder en los pases
llamados de orientacin socialista. Lenin ha puesto en claro que los partidos
polticos no deben ser juzgados por los nombres o las etiquetas que lleven, sino
por las obras, por los intereses de clase que representan o defienden.
Adems, algunos partidos polticos de orientacin socialista se han formado
como resultado de la reorganizacin interna de los frentes antiimperialistas,
otros sobre la base de la colaboracin y los acuerdos entre los demcratas
revolucionarios y los llamados comunistas, es decir que estos partidos se han
formado como resultado de la transformacin de los frentes antiimperialistas en
partidos, o como resultado de la coalicin de diversas corrientes. Es evidente,
segn esto, que ninguno de ellos se ha formado, constituido ni funciona sobre
bases ideolgicas y organizativas marxista-leninistas. Estos partidos como antes
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el frente antiimperialista, estn integrados por individuos de diversas ideologas
y que representan fuerzas polticas y sociales distintas.
El partido poltico no puede nacer en un comienzo como partido no proletario y
despus transformarse en partido marxista-leninista. Lenin ha explicado, y la
experiencia demuestra que el autntico partido proletario se crea desde un
comienzo como tal. Si no se crea en un principio como verdadero partido
marxista-leninista y si no se mantiene consecuentemente en las posiciones del
marxismo-leninismo, no puede ser el partido de la clase obrera. En realidad, los
partidos polticos que estn en el poder en los pases calificados de orientacin
socialista representan a otras clases y capas sociales pero no al proletariado y
como tales no son marxista-leninistas.
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III
Subestimacin de los factores internos y sobreestimacin
de los factores externos
Los revisionistas soviticos, con la pretensin de que la orientacin socialista
es factible nicamente con la ayuda de la Unin Sovitica, pretenden afirmar
que el papel decisivo en los procesos de transicin al socialismo lo desempea el
factor externo. Es este un punto de vista idealista y subjetivo que confiere un
carcter absoluto a los factores externos y subestima el papel de los factores
objetivos internos en la revolucin y en la construccin del socialismo. Pero
Marx y Lenin han demostrado que lo determinante y esencial para el triunfo de
la revolucin y la construccin del socialismo son siempre los factores internos,
porque la causa del propio movimiento y desarrollo de las cosas y de los
fenmenos sociales son las contradicciones internas. Estas desempean el papel
determinante y decisivo en los procesos de desarrollo. La correcta solucin de
los problemas del desarrollo social es resultado de la accin de los factores
internos sociales progresivos, de la lucha revolucionaria y de la actividad
creadora de la clase obrera y de las masas trabajadoras de cada pas.
Indudablemente, en este sentido, desempean un papel tambin los factores
externos progresivos. Pero este papel no es ni puede ser determinante ni
principal. Los factores externos, como regla, juegan un papel auxiliar y
favorecedor o no y pueden influir, pero no directamente, sino nicamente a
travs de los factores internos. Por eso por ms propicias que sean las
condiciones internacionales y por grande que sea la ayuda de las fuerzas
verdaderamente revolucionarias de los dems pases, en el caso de que no hayan
madurado las condiciones internas objetivas, si faltan o no estn preparadas las
fuerzas revolucionarias internas debidamente y en la medida necesaria no
podrn realizarse las tareas que plantea el desarrollo social. Por otro lado,
incluso en una situacin internacional compleja, si en cada pas se crean las
condiciones objetivas y se preparan y actan debidamente los factores
subjetivos revolucionarios, apoyndose slidamente en las propias fuerzas, se
pueden y se deben alcanzar resultados positivos en la realizacin de las tareas
del desarrollo objetivo de la sociedad.
En la actualidad es claro que el socialismo en la Unin Sovitica y en los dems
pases del llamado campo socialista han degenerado por completo. En ellos ha
resurgido en todas las direcciones y terrenos el rgimen capitalista. El que los
revisionistas soviticos presenten la ayuda sovitica como el principal factor
de la llamada orientacin socialista tiene por objeto respaldar a la burguesa,
desmovilizar y apartar al proletariado de la lucha de clases y de la revolucin,
abrir el camino a sus intervenciones y a su actividad hegemonista y
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neocolonialista, incluso a la intervencin armada cuando lo requiere su propio
inters, tal como ocurri en Afganistn, Angola y otros pases.
Los revisionistas soviticos abundan tanto en su ayuda a los pases atrasados
que excede las ms elementales normas de modestia. En su literatura, y no se
trata solo de unos cuantos artculos, sino de toda una serie de libros, se habla
ampliamente de los intercambios comerciales, de los crditos otorgados, de los
estudiantes de dichos pases que han cursado estudios en la Unin Sovitica.
Esto, se hace naturalmente para presentar a la Unin Sovitica como amiga y
aliada de los pases atrasados, como pas que sigue supuestamente una poltica
internacionalista, a fin de atraer tambin a otros a su rbita.
De hecho, las denominadas ayudas y crditos que otorga la Unin Sovitica a
algunos de estos pases ex coloniales son una forma de exportacin de capitales,
que les asegura grandes ventajas econmicas y polticas, adems de servir a
fines propagandsticos. Mediante estas ayudas y crditos, y por otras vas, los
neocolonialistas soviticos se esfuerzan por suplantar en esos pases a los
monopolios de otros Estados imperialistas, apoderarse de los mercados y
ocupar posiciones estratgicas, expoliar las riquezas de estos pases e
imponerles su poltica. Los hegemonistas soviticos no escatiman los elogios
ms desenfrenados a los gobernantes de los nuevos Estados nacionales que de
una u otra forma estn atados al carro de la poltica de la Unin Sovitica.
Llegan al extremo de considerar a estos gobernantes como:
Revolucionarios destacados. (Vaprosi fillosoti; N.2, 1983)
Que:
Se esfuerzan por asimilar la teora del socialismo cientfico. (Vaprosi
fillosoti; N.2, 1983)
Como si la revolucin pasara por ensear el marxismo leninismo a su lder!; y
aaden que gracias a esto es que sus pases:
Pueden integrarse en el sistema socialista mundial. (Vaprosi fillosoti; N.2,
1983)
La vida se ha encargado de probar que las presiones, la corrupcin, las
intervenciones y otras actividades del mismo estilo, a las que recurren los
socialimperialistas soviticos tienen por objetivo realizar sus fines
neocolonialistas, hegemonistas y contrarrevolucionarios, en cualquier parte y en
los pases de pretendida orientacin socialista. Tratan de pasar por amigos y
aliados de los pueblos, pero fraguan continuos complots a espaldas suyas.
Cuando estos complots de los socialimperialistas soviticos son descubiertos y
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desenmascarados y no se acepta su tutela, como ha ocurrido en algunos pases
africanos, acusan a estos pases de desviarse del camino de la orientacin
socialista y a sus dirigentes de tomar decisiones apresuradas, de carcter
subjetivo. Este hecho evidencia que tanto la teora de la va no capitalista de
desarrollo como la de orientacin socialista han sido inventadas y son
propagadas por los revisionistas soviticos en funcin de sus fines
neocolonialistas y hegemonistas.
FIN
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Equipo de Bitcora (M-L)
Bitcora Marxista-Leninista