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Mis Frases Favoritas Ana Carolina De Regil Loeza 2012 Ceeac 01/01/2012

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Instituto ceeac | Ana Loeza

Mis Frases Favoritas Ana Carolina De Regil Loeza

2012

Ceeac

01/01/2012

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POEMAS Un Beso

Una cosa te pido No se si me la darás Búscala en este verso Escrito esta Si la encuentras Olvidarlo no podrás.

EL SILENCIO

El silencio. Son tan fuertes las palabras Con tú mirada que mi corazón se destroza. Es tan fuerte tú indiferencia Que mis ojos lloran. Te hablo y no me contestas Te observo y tus ojos se cierran, Tus brazos se cruzan y no comprendo Por que no me respondes. ¡Oh que pesar! observar que te cambias Y te preparas para la gran separación Y tú indiferencia continua y Tú boca no me responde. Adiós hermana el cielo te espera.

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MI AMISTAD

Mi amistad contigo es muy importante, Pero en tu corazón soy solo un andante, Por eso tengo miedo de confesar, Y es que solo tú me haces brillar, Por eso solo esperare hasta que tu quieras te amare. EL AMOR SIN QUERER El amor no es aquello que queremos sentir, El amor es aquello que sentimos sin querer.

SI TU CUERPO FUERA...

Si tu cuerpo fuera cárcel, Y tus brazos cadenas, Ese seria el mejor lugar, Para cumplir mí condena.

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REFRANES Más vale feo y bueno que guapo y perverso.

Nunca es tarde si la dicha es buena.

La palabra es plata y el silencio es oro.

Pedir celos es despertar a alguien que esta

durmiendo.

Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena.

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VERSOS

Acuérdate del día

acuérdate del mes

acuérdate del beso

que nos vimos la

primera vez.

Eres un payaso

eres un sangrón

pero siempre

será el dueño

de mi corazón

No quiero agua

no quiero coca

nomas quiero un

beso de tu boca

15 veces fui ala iglesia

15 veces me confesé

15 veces me di cuenta que

de ti me enamore

Los ratones para

vivir necesitan queso

y yo para vivir

necesito de tus besos

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CUENTOS Y LEYENDAS LA MADRE LOCA

Hace mucho, mucho tiempo, vivían en una aldea dos mujeres jóvenes que no habían tenido la suerte de tener ni hijos, ni hijas. Había un dicho según el cual "una mujer sin hijos era una fuente de desgracias para la aldea”. Un día, una señora vieja golpeó a su puerta para pedir comida. Las mujeres jóvenes la recibieron con mucha amabilidad y le dieron de comer y ropa para vestirse. Después de comer y extrañada por el silencio y la ausencia de voces infantiles, la anciana les pregunto: - ¿Dónde están vuestros hijos? - Nosotras no tenemos hijos, n hijas y por eso, para no causar desgracias a la aldea nos pasamos el día fuera del pueblo. Entonces, les dice la señora:- Yo tengo una medicina para tener hijos, pero después de haber dado a luz, la madre se vuelve loca. Una de la mujeres le contestó que aunque enfermase ella sería feliz por haber dejado un niño o una niña en la tierra. En cambio, la segunda le dijo que no quería enloquecer por un hijo. La señora vieja dio la medicina solo a la que se lo pidió. Después, algunos años más tarde la señora vieja regresó al pueblo y se encontró a las dos mujeres jóvenes. La que no había tomado su medicina le dijo: "Tu nos dijiste que quien tomara la medicina se volvería loca, pero mi hermana la tomó, tuvo una hija y no enfermó" Y la anciana le respondió: "Volverse loca no quiere decir que se convertiría en una persona que anduviera rasgándose las ropas o que pasara todo el día mirando a las nubes como si paseara por el aire; lo que yo quise decir es que una mujer que da a luz un niño o una niña estará obligada a gritar todo el tiempo, para a continuación no parar de reír, llorará por la criatura, le pegará, le amará… Eso es él ser madre y volverse loca.

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PORQUÉ LA GARZA TIENE EL CUELLO TORCIDO

Un día que el chacal estaba cazando vio una paloma que volaba sobre él. El chacal, gritándole le dijo: "Oye, paloma, tengo hambre. Tírame a una de tus crías". ‘No quiero que te comas a una de mis crías', dijo la paloma. ‘Entonces volaré hasta donde ti, y te comeré a ti también', contestó el chacal. Asustada la paloma, dejó caer a una de sus crías, y el chacal se escapó con ella entre sus tientes. Al día siguiente, el chacal amenazó a la paloma con el mismo destino, y otro bebé pájaro bajó a su garganta. La mamá paloma lloraba sin consuelo hasta que pasó una garza y al verle llorando le preguntó: ‘Por qué lloras? '.‘Lloro por mis pobres bebés', contestó la paloma. ‘Si yo no se los doy al chacal, él volará hasta aquí y me devorará también. '‘Eres un pájaro tonto, ' replicó la garza. ‘¿Cómo puede volar hasta aquí si no tiene alas? No debes hacer caso de sus tontas amenazas. 'Al día siguiente, cuando volvió el chacal, la paloma se negó a darle otra de sus crías. ‘La garza me ha dicho que usted no puede volar, ' le dijo. ‘Que la garza tan entrometida, ' murmuró el chacal, ‘ya verá como me las paga por tener la lengua tan larga. 'Cuando el chacal encontró a la garza que buscaba ranas en un estanque, el chacal le dijo: ‘Con ese cuello tan lago que tienes, ¿que haces para evitar que se te rompa por la mitad cuando sopla el viento? '‘Lo bajo un poco, ' dijo la garza, a la vez que bajaba un poco su cuello. ‘Y ¿cuándo el viento sopla más fuerte? '‘Entonces lo bajo un poco más. ‘dijo la garza, bajando un poco más su cuello. ‘Y ¿cuándo hay un gran vendaval? '‘Entonces lo bajo aún más, ' dijo la el pájaro tonto bajando la cabeza hasta el borde del agua. Entonces, el chacal saltó sobre su cuello y sonó un crujido al rompérselo por la mitad. Y desde ese día, la garza tiene su cuello torcido.

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Leyenda Chaga del "Árbol de la Historia"

Una historia Chaga cuenta que una muchacha un día salió con sus amigos a recoger hierba. Vio un lugar donde crecía de manera muy abundante, pero cuando puso su pie allí se hundió en seguida en el barro. Sus amigos intentaron sujetarle con sus manos pero ella continuaba hundiéndose más profundamente en el barro hasta que desapareció completamente. Sus amigas fueron a decírselo a los padres y estos pidieron ayuda a los vecinos y todos fueron al cenagal. Aquí un adivino aconsejó que se sacrificaran una vaca y una oveja. Cuando esto hicieron comenzaron a oír la voz de la muchacha, pero pasado un tiempo la voz fue oyéndose más lejana hasta que acabó por quedar callada. Más tarde, en el lugar en el que la muchacha se hundió comenzó a crecer un árbol que poco a poco llegó a tocar el cielo. El árbol servía de cobijo a los jóvenes que cuidaban el ganado cerca de él y cuando el sol calentaban se resguardaban bajo sus ramas. Un día dos muchachos subieron al árbol y llamaron a sus compañeros diciéndoles que estaban en un mundo anterior. Nunca más volvieron. Desde entonces, el árbol es conocido como el Árbol de la Historia.

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LAGO SAGRADO DE LOS ANTANKARANA

En el País Antankarana, en el norte de Madagascar, se encuentra el lago Antañavo. Cuenta el Pueblo Antankarana que hace mucho tiempo, donde hoy está el lago existía un gran poblado que contaba con su rey, príncipes y princesas, con grandes manadas de vacas y campos de yuca, patatas y arroz. En este pueblo, mezclados entre la población, vivían un hombre y una mujer a quienes sus vecinos no conocían. Se habían casado y tenían un niño de unos seis meses de edad. Una noche, el niño empezó a llorar, sin que la madre supiera qué hacer para calmarlo. A pesar de las caricias de la madre, de mecerle en sus brazos, de intentar darle de mamar, el niño no cesaba de llorar y gritar. Entonces, la madre cogió al bebé en brazos y fue a pasear con él a las afueras del pueblo, sentándose bajo el gran tamarindo donde las mujeres solían juntarse por la mañana y por la tarde para moler arroz, por lo que le llamaban ambodilôna. La madre pensaba que la brisa y el frescor de la noche calmarían al niño. En cuanto ella se sentó, el niño se calló y se quedó dormido. Entonces, suavemente volvió para casa, pero nada más cruzar la puerta, el niño se despertó y comenzó de nuevo a llorar y gritar. La madre salió de nuevo y volvió a sentarse en un mortero a arroz y, como por encantamiento, el niño dejó de llorar y volvió a dormirse. La madre, que quería volver junto a su marido, se levantó y se dirigió hacia casa. Nuevamente, en cuanto la mujer cruzó el umbral de la puerta el niño se despertó y comenzó a llorar violentamente. Por tres veces hizo la madre lo mismo, y tres veces el niño, se dormía en cuanto ella se sentaba en el mortero de arroz, y se despertaba cuando ella intentaba entrar en casa. L cuarta vez, decidió pasarse la noche bajo el tamarindo. Apenas había tomado esta decisión, cuando de repente todo el pueblo se hundió en la tierra desapareciendo con un gran estruendo. Donde hasta entonces había estadio el pueblo no quedaba sino un enorme agujero que de pronto comenzó a llenarse de agua hasta que ésta llegó al pie del tamarindo donde la mujer asustada sostenía a su hijo, apretándole entre sus brazos. En cuanto se hizo de día, la mujer fue corriendo hasta el pueblo más cercano para contarles lo que había sucedido ante sus ojos y cómo habían desaparecido todos los vecinos. Desde entonces, el lago adquirió un carácter sagrado. En él viven muchos cocodrilos en quienes los Antankarana y los sakalava creen que se refugiaron las almas de los antiguos habitantes de la aldea desaparecida bajo las aguas. Por esta razón, no sólo no se les mata sino que se les da comida en ciertas fechas. Tanto el lago Antañavo, los cocodrilos que en él

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habitan como el gran tamarindo ambodilôna son venerados y se acude a ellos para pedir ayuda. Así, cuando una pareja no acaba de tener hijos, acude al lago e invoca a las almas de los habitantes desaparecidos pidiéndoles que se le conceda una numerosa descendencia, prometiendo, a cambio, volver para ofrecerles el sacrificio de animales para su alimento. Cuando la petición tiene éxito, la pareja regresa al lago para cumplir lo prometido. Los animales sacrificados se matan muy cerca del agua, parte se echa en el agua y parte de su carne se reparte por las cercanías del lago para provocar que los cocodrilos se alejen lo más posible del agua porque piensan que cuanto más se alejen Mayor será la ayuda que proporcionarán. Cuando un Antankarana cae enfermo, se le lleva muy cerca del lago, se le lava con sus aguas y dicen que se cura. Está prohibido bañarse en sus aguas e incluso hasta meter en ellas las manos o los pies. Cuando uno quiere beber o tomar agua del lago, debe hacerlo con la ayuda de un recipiente dispuesto al final de una vara larga y sólo puede beberla a algunos pasos de la orilla. También está prohibido escupir en el lago o cerca de él, así como hacer sus necesidades en los alrededores. Se cree que quien violara estas prohibiciones sería devorado, pronto o tarde, por los cocodrilos.

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SIMBA Y FLORA

Había una vez hace mucho tiempo, en un bonito pueblo de nombre Zékièzou situado al oeste de BENIN, en país Yoruba, una muchacha llamada ZIMBA que tenía una hermana llamada FLORA. Simba era una muchacha que no respetaba a nadie. En este pueblo, todos los hombres y mujeres trabajaban, excepto ZIMBA que se pasaba el día jugando en el bosque y no volvía a casa hasta el anochecer. Después de cenar, sin hacer caso a la madre, cogía jabón y una esponja y se iba, ya de noche, a lavarse al río. La madre siempre le decía que no había que ir de noche a bañarse pero ella no hacía caso. Un día, Simba llegó a casa cuando ya oscurecía y vio que su hermana volvía de lavarse en el río, y le dijo: - Flora, tú ya te has lavado. ¿Puedes, por favor, acompañarme al río para lavarme? Flora, a pesar del miedo que le daba la oscuridad de la noche, le dijo que le acompañaba. Flora se fue a la casa a coger el jabón, mientras Simba llegaba al río. Pensando que su hermana estaba con ella le dijo: - Flora, por favor, frótame la espalda. Y le dio la esponja. Entonces, por detrás, alguien tomó la esponja y comenzó a frotarle, pero cuando de repente, ella se dio la vuelta para cogerla de nuevo, se llevó una gran sorpresa al ver que detrás de ella no esta su hermana sino un diablo, tan negro como la noche, que sonreía con desprecio y al que sólo sus ojos rojos le hacían visible. Aterrada, Simba comenzó a correr sin saber ni por donde iba. Corría entre los árboles, golpeándose con ellos, callándose y golpeándose con las piedras, levantándose de nuevo y rompiendo ramas mientras corría, hincándose ramas en los ojos, hasta que agotada calló al suelo sin sentido. Después de permanecer inconsciente durante cinco días y cinco noches, Simba abrió los ojos, perro... sus ojos estaban vacios. Simba se quedó ciega para siempre. Desde aquel día, los habitantes del País Yoruba saben que es muy peligroso ir una persona sola a lavarse por la noche, porque la noche pertenece a los diablos y demonios.

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BOMBAS YUCATECAS En la casa del compadre te vi bailar, mesticita. La forma en que te movías era en verdad exquisita. Cómo me mueva, al bailar es cosa que no te importa No te antojes, Tolomeo que no es para ti esta torta. Cuando vas para el mercado te sigo pasito a paso Cuando termines las compras dame un beso y un abrazo. Mira qué fácil lo pones. Ni siquiera lo has ganado. Ponte a trabajar primero y quítate lo azonzado. Me la paso trabajando todo el día como burro. Dame lo que yo te pido y también te des aburro