Miranda

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7 Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 1783–1784 de Francisco de Miranda JOSELYN M. ALMEIDA Joselyn M. Almeida Joselyn M. Almeida es Profesora de Literatura Inglesa en la Univer- sidad de Massachusetts, Amherst. Su actividad investigadora se ha enfocado en las relaciones litera- rias, políticas, y materiales entre In- glaterra, Latinoamérica, España, y África a fines del siglo XVII y a lo largo del XIX. Sus libros y ensayos analizan la obra de escritores britá- nicos que se inspiraron en España y América como William Robertson, Robert Southey, James Montgo- mery, Charles Darwin, y Richard Robert Madden, y escritores e in- telectuales hispanohablantes que se dieron a conocer en Inglaterra como Francisco de Miranda, José Blanco White, Juan Manzano, y W.H. Hudson. Actualmente inves- tiga la relación entre el movimiento abolicionista y la representación histórica de España en Inglaterra. América sin nombre, n o 18 (2013) 7-22 DOI. 10.14198/AMESN2013.18.01 ISSN: 1577-3442 / eISSN: 1989-9831 CRUZANDO LA FRONTERA CON ROUSSEAU: EMILIO Y EL VIAJE POR LOS ESTADOS UNIDOS, 1783–1784 DE FRANCISCO DE MIRANDA JOSELYN M. ALMEIDA University of Massachusetts, Amherst [email protected] RESUMEN El presente estudio aplica el análisis de la geografía transnacional de la Ilustración desarrollado por Charles W. J. Withers con el fin de examinar las travesías atlánticas de Francisco de Miranda, precursor de la indepencencia hispanoamericana, en relación a Emilio, la obra pedagógica de Jean Jacques Rousseau. Durante su época como oficial del ejército español en Cádiz, Miranda participó en la lectura y difusión de Rousseau en España, extendiendo la red de lectores que desafiaron la censura de la Inquisición y crearon una esfera de opinión clandestina. El Diario del viaje por los Estados Unidos de América ilustra cómo Miranda transculturó las teorías de Rousseau sobre el empirismo, el viaje y la educación para desarrollar una epistemología criolla secular que afirmó su visión de la independencia, y aseguró su entrada a la República de Letras de la Ilustración como un sujeto americano. El modelo epistemológico que Miranda deriva del viaje coincide y a la vez diverge de la obra de jesuitas criollos como Francisco Clavijero y otros, quienes, como demuestra Jorge Cañizares-Esguerra, desarrollaron una epistemología patriótica dentro del marco religioso. Palabras clave: Ilustración, Francisco de Miranda, Jean Jacques Rousseau, Inquisición, Es- paña, Estados Unidos, América, Hispanoamérica, Indepencencia, Romanticismo. ABSTRACT Drawing on Charles W.J. Withers’s analysis of the transnational geographies of Enlighten- ment culture, this essay reconsiders the early Atlantic border crossings of Francisco de Miranda, forerunner of Latin American independence, in relation to Emile, Jean Jacques Rousseau’s revo- lutionary work on education. During his time as an officer in Cádiz, Spain, Miranda participated in the circulation and reading of Rousseau, extending a network of readers who challenged the Inquisition’s criminalization of forbidden books in what might be called a shadow public sphere. Miranda’s travel diary of his journey through the United States, Diario del Viaje por los Estados Unidos de América del Norte (The Diary of Francisco de Miranda: Tour of the United States, 1783- 1784) shows how he transculturated Rousseau’s theories on empiricism, travel and education, and political maturation to develop a secular creole epistemology that ushered and affirmed his vision of independence, and his entry into the larger Enlightenment republic of letters as a self-identified American. Miranda thus enacted a model of traveling knowledge-making that paralleled and di- verged from the work of Jesuits such as Francisco Clavijero and others who, as Jorge Cañizares- Esguerra shows, developed patriotic epistemologies within religious frameworks 1 . Keywords: Enlightenment, Francisco de Miranda, Jean Jacques Rousseau, Inquisition, Spain, United States, America, Latin America, Independence, Romanticism. 1 Publicado originalmente bajo el título «Border Crossing with Rousseau: Emile and Francisco de Miranda’s Tour of the United States, 1783-1784,» Joselyn M. Almeida, Atlantic Studies 9.4 (2012): 387-408. Reproducido y traducido con el permiso de Taylor and Francis (http://www. tandfonline.com).

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7Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAJoselyn M. AlmeidaJoselynM.AlmeidaesProfesora de Literatura Inglesa en laUniver-sidaddeMassachusetts,Amherst. Suactividadinvestigadoraseha enfocadoenlasrelacioneslitera-rias, polticas, y materiales entre In-glaterra,Latinoamrica,Espaa,y frica a fines del siglo XVII y a lo largo del XIX. Sus libros y ensayos analizan la obra de escritores brit-nicos que se inspiraron en Espaa y Amrica como William Robertson, RobertSouthey,JamesMontgo-mery,CharlesDarwin,yRichard RobertMadden,yescritoresein-telectualeshispanohablantesque sedieronaconocerenInglaterra comoFranciscodeMiranda,Jos BlancoWhite,JuanManzano,y W.H.Hudson.Actualmenteinves-tiga la relacin entre el movimiento abolicionistaylarepresentacin histrica de Espaa en Inglaterra.Amrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22DOI. 10.14198/AMESN2013.18.01ISSN: 1577-3442 / eISSN: 1989-9831CRUZANDO LA FRONTERA CON ROUSSEAU: EMILIO Y EL VIAJE POR LOS ESTADOS UNIDOS, 17831784 DE FRANCISCO DE MIRANDAJOSELYN M. ALMEIDAUniversity of Massachusetts, [email protected] presente estudio aplica el anlisis de la geografa transnacional de la Ilustracin desarrollado por Charles W. J. Withers con el fin de examinar las travesas atlnticas de Francisco de Miranda, precursor de la indepencencia hispanoamericana, en relacin a Emilio, la obra pedaggica de Jean Jacques Rousseau. Durante su poca como oficial del ejrcito espaol en Cdiz, Miranda particip en la lectura y difusin de Rousseau en Espaa, extendiendo la red de lectores que desafiaron la censura de la Inquisicin y crearon una esfera de opinin clandestina. El Diario del viaje por los EstadosUnidosdeAmricailustracmoMirandatransculturlasteorasdeRousseausobreel empirismo, el viaje y la educacin para desarrollar una epistemologa criolla secular que afirm su visin de la independencia, y asegur su entrada a la Repblica de Letras de la Ilustracin como un sujeto americano. El modelo epistemolgico que Miranda deriva del viaje coincide y a la vez diverge de la obra de jesuitas criollos como Francisco Clavijero y otros, quienes, como demuestra Jorge Caizares-Esguerra, desarrollaron una epistemologa patritica dentro del marco religioso.Palabras clave: Ilustracin, Francisco de Miranda, Jean Jacques Rousseau, Inquisicin, Es-paa, Estados Unidos, Amrica, Hispanoamrica, Indepencencia, Romanticismo.ABSTRACTDrawingonCharlesW.J.WitherssanalysisofthetransnationalgeographiesofEnlighten-ment culture, this essay reconsiders the early Atlantic border crossings of Francisco de Miranda, forerunner of Latin American independence, in relation to Emile, Jean Jacques Rousseaus revo-lutionary work on education. During his time as an officer in Cdiz, Spain, Miranda participated in the circulation and reading of Rousseau, extending a network of readers who challenged the Inquisitions criminalization of forbidden books in what might be called a shadow public sphere. Mirandas travel diary of his journey through the United States, Diario del Viaje por los Estados Unidos de Amrica del Norte (The Diary of Francisco de Miranda: Tour of the United States, 1783-1784) shows how he transculturated Rousseaus theories on empiricism, travel and education, and political maturation to develop a secular creole epistemology that ushered and affirmed his vision of independence, and his entry into the larger Enlightenment republic of letters as a self-identified American. Miranda thus enacted a model of traveling knowledge-making that paralleled and di-verged from the work of Jesuits such as Francisco Clavijero and others who, as Jorge Caizares-Esguerra shows, developed patriotic epistemologies within religious frameworks1.Keywords:Enlightenment,FranciscodeMiranda,JeanJacquesRousseau,Inquisition, Spain, United States, America, Latin America, Independence, Romanticism.1Publicadooriginalmentebajo elttuloBorderCrossingwith Rousseau:EmileandFrancisco deMirandasTouroftheUnited States, 1783-1784, Joselyn M. Almeida,AtlanticStudies9.4 (2012):387-408.Reproducido ytraducidoconelpermisode Taylor and Francis (http://www.tandfonline.com).8Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22El espritu de controversia que persi-gui a Francisco de Miranda a lo largo de su novelesca vida todava se hace sentir ca-si doscientos aos despus de su muerte. HistoriadorescomoCharlesEsdailere-sucitan la acusacin de aventurero que se lanzcontraMirandadurantesucarrera (2008, p. 370). Otros, como Karen Racine (2003) y John Maher (2006), exigen que se le reconozca como uno de los principales protagonistasdelmundorevolucionario del Atlntico. Hasta el ms breve resumen biogrficomuestralaextensininmensa desusrelaciones.En1782,sirvicomo oficialespaolenlabatalladePensacola durantelaGuerradeIndependenciade EstadosUnidos.Cuandoseembarcde BostonaLondresen1784,despusde suviajeporlanuevanacin,yaprevea el derrocamiento del imperio espaol en conversaciones con Alexander Hamilton, SamuelAdams,HenryKnoxyWilliam S. Smith2. Recorri Europa y vivi como favoritodeCatalinadeRusiaantesde dirigirseaInglaterrayentablarnego-ciacionesconWilliamPittparaobtener apoyo britnico e iniciar la gesta de la in-dependencia durante la crisis de Nootka Sound,en1790(Miranda,1929-50,vol. 15, pp. 10644). Resueltas las diferencias entre Inglaterra y Espaa sobre las rutas mercantilesenelnoroestedelPacfico,Pitt perdiintersenelasunto,yMirandapasa Francia. All fue general de la Repblica Fran-cesahastaquefueapresadoporlosjacobinos, quienes continuaran hostigndole con arrestos aun despus de su exoneracin. En 1798 regres a Inglaterra, reanud las negociaciones con Pitt y organiz una expedicin armada a Venezuela, queemprendien1806.Apesardelespecta-cularfracasodelainiciativa,Mirandavolvia Londres y retom la causa de la independencia hispanoamericana, logrando el apoyo entusiasta de la intelligentsia. Cuando Simn Bolvar lleg a Inglaterra en 1810 con la delegacin venezo-lanaqueincluaaAndrsBello,fueMiranda quien les gestion una audiencia con el Marqus de Wellesley (Lynch, 2006, pp. 5053).No sorprende por lo tanto que, a la muerte de Miranda de tifus en un calabozo de La Ca-rraca (Cdiz) en 1816, The Quarterly Review elogiaraalhombrequeelpueblobritnico conoca como el General Miranda desde la dcada de 1790, cuando haba luchado contra ellos en el ejrcito francs: [W]ecannotomittonoticetherecentdeathof GeneralMiranda,theauthorandtheleaderofthe firstattempttoobtain[SouthAmericas]political freedomHissincerityinthecausewhichhehad undertakencannotbequestioned,forthelastexer-tionhemadeforitssuccess,andwhichterminated in his own captivity and death, was made against the adviceofhismoreprudentfriends(Wellesleyand Jacob, 1817, p. 553). Nopodemospasarporaltolamuerterecientedel general Miranda, autor y lder del primer intento de obtener la libertad poltica de Amrica del Sur no sepuededudardesusinceridadporlacausaaque se dedic, pues el ltimo esfuerzo que hizo para que tuviera xito, y que le cost la libertad y la vida, fue contra el consejo de sus amigos ms prudentes.Sarah Andrews, su compaera, y sus hijos LeandroyFrancisco,viejosamigoscomo JeremyBenthamyJohnTurnbull,yfiguras como Richard Wellesley en Inglaterra y James MadisonenEstadosUnidosguardaronluto privado por su muerte (Robertson, 1969, vol. 2,pp.225228;Racine,2003,p.253).Circu-laba en aquel momento la historia del arresto de Miranda en Puerto Cabello despus de que Bolvar supervisara su captura y lo entregara a Domingo Monteverde en 18123. Desde Lon-dres, Jos Blanco White coment en el El Es-paol: Miranda se ve abandonado de todo el mundo, sin que haya ni uno que lo liberte [sic] de las manos de los espaoles (Blanco White, 1812,p.423)4.LadesgraciadeMirandaase-gurqueBolvarrecibieralaadmiracinde la segunda generacin de romnticos ingleses como Lord Byron, quien puso el nombre de Bolvar a su barco y en algn momento pens en dirigirse hacia Amrica del Sur, y escritores de menor estatura como James Scott Walker, quienenelpoemaTheSouthAmerican:a 2EltomoTheDiaryofFrancisco deMiranda:TouroftheUni-tedStates,ed.WilliamSpence Robertson(1928)reproduceel manuscrito original de Miranda; he utilizado el ttulo de Robertson paraesteartculo.Lascitasen espaolprovienendeFrancisco de Miranda, Colombeia, (1980), vol. 33John Lynch llega a la conclusin deque[Bolivars]readinessto writeoffMirandaandbetray himtohisenemieswasunwor-thy, no way to treat a precursor of the revolution who at that time haddonemoretoputSpanish Americaonthemapofinter-nationalawarenessthanhad Bolivar. This was a deep hatred, notapassingresentment,and theangercontinuedevenwhen heknewthefateofMiranda (LadisposicindeBolvar paradescartaraMiranday entregarle a sus enemigos fue indigna, y no la forma de tra-tar a un precursor de la revo-lucin que en aquel momento habahechomsqueBolvar paraponeralaAmricaes-paola en el mapa internacio-nal. Fue un odio profundo, no un resentimento pasajero, y el furor continu an despus de enterarsedeldestinoqueha-ba corrido Miranda) (Lynch, 2006, p. 281). 4VesePons,BlancoWhitey Amrica (2006) para un trata-mientoafondosobreelpapel de El Espaol en Latinoamrica.RetratodeFranciscodeMiranda.Martn Tovar y Tovar, 1874Miranda en la prisin de La Carraca, Arturo Michelena, 1896.9Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22MetricalTale(1816)intentlaquequizs fuera primera composicin con rasgos picos sobre el libertador5. Elconspicuosilenciodelosamigosde Mirandadespusdesucapturaymuerte, yelhechodequesuarchivode63tomos, tituladoColombeia,nosedescubrierahasta 1922,fueronparcialmenteresponsablesde que precursor se consagrara como el epteto porexcelenciaparareferirseasupersona6. Estettulohalagadoroscurece,sinembargo, lagranimportanciadelarchivomirandino para la historia literaria y poltica de la poca detransicinentrelaIlustracinyelRo-manticismoenelAtlntico7.Eltomoinicial del archivo, The Diary of Francisco Miranda: TouroftheUnitedStates,editadoen1928, poneenprimerplanolacontemporaneidad deMirandaconelmbitorevolucionariode NorteamricayEuropa.Loshistoriadores haninterpretadoelviajedeMirandacomo unepisodiodelainfluenciadelatradicin angloamericana en la constitucin venezolana o lo comparan con La democracia en Amrica de Alexis de Tocqueville (Bushnell en Maher 2006,pp.1921),interpretacionesquecon-sideranaMirandacomounagentepoltico dentro del marco de la historia nacional, bien seadeVenezuelaodeEstadosUnidos.La teorizacindelatransnacionalidadenlos campos de la historiografa y la crtica litera-riainvitanareconsiderarestetexto,central para la cultura del arco atlntico. El presente estudioaplicaeltrabajodeCharlesWithers (2007)sobrelasredesyespaciosgeogrficos de la cultura de la Ilustracin y el anlisis de laepistemologacriolladeJorgeCaizares-Esguerra(2006)paraexaminarcmoMiran-da, al cruzar el Atlntico, transforma la peda-gogadeJean-JacquesRousseauenEmilioal elaborar en su diario de viaje la epistemologa experimentaldelsujetocriollocomoexpre-sindeindependenciapoltica.Sieneltexto de Rousseau el viaje continental o grand tour funciona para consolidar la madurez cvica de Emilio con relacin a una idea continental de Europa, en el Viaje por Estados Unidos tanto elviajarcomolaescriturallevanaMiranda aelaborarunaideacontinentaldeAmrica. Esta idea establece un espacio para cuestionar lascategorasdenacionalidadyciudadana, precipitandosuabandonodeEspaa.El periplodeMirandaconRousseauporlas fronteras de Espaa y Estados Unidos contri-buyeareconceptualizarlaIlustracincomo unmovimentotransnacional, pluricntrico y migratorio que se desplaza a travs del viaje.Miranda y Rousseau en EspaaAlolargodelsigloXX,expertosen MirandacomoWilliamSpenceRobertson (1969),LauticoGarca(1961)yotroshan observadolainfluenciadeRousseauenel desarrollodesupensamiento.J.R.Spellre-sumelaopiningeneral:Ofthemanywho cameintotouchwiththeideasofRousseau, the most effective disseminator was probably FranciscoMiranda,theheraldofSpanish-Americanindependence(Delosmuchos queestuvieronencontactoconlasideasde Rousseau,FranciscoMiranda,heraldodela independenciahispanoamericana,fuetalvez sudivulgadormseficaz)(Spell,1928,p. 131)8. Garca subraya la influencia del Emilio, aadiendo que Miranda aplica fielmente es-tas frmulas roussonianas del viaje ilustrado con relacin a los viajes europeos de Miranda (Garca,1961,p.307).Lahistoriadelare-cepcindeltrabajodeRousseauenEspaa, sinembargo,sugierequeEmilioinfluyen Mirandadurantelosaos17801784,que culminaronensucompromisoconlagesta de la independencia. Dicha historia vislumbra loscontornosdelaIlustracinenelmundo hispano,elcual,segnWithers,hayquere-conceptualizarcomounareddesistemasy prcticasinterrelacionadosenvezdelmarco tradicional de centros y periferias:TheEnlightenmentas[]RepublicofLetters, astransnationalcosmopolitanismabovenational contextwasanactualspacedefinedbyitspracti-ces, languages, and networks, by what people did in particular places, by how Enlightenment ideas about reason, criticism, and tolerance were lived and wor-ked with (Withers, 2007, p. 72). La Ilustracin como [] una repblica de las letras, como un cosmopolitismo transnacional por encima delcontextonacionalfueunespaciorealdefinido por sus prcticas, idiomas, y redes, por lo que hacan las personas en lugares especficos, y por el modo en que se viva con las ideas ilustradas sobre la razn, la crtica y la tolerancia. En Espaa, los libreros que suministraban obrasprohibidasaloslectoresquelosfre-cuentaban formaron uno de estos sistemas en 5Sobre Byron y Sur Amrica, va-seHeinowitz(2010,pp.158-182); sobre James Scott Walker, Almeida (2013, pp. 101-122). 6Miranda no desapareci por com-pletodelarchivobritnico.Toda-va en 1858, Harriet Martineau lo recordaba como the great cham-pionofindependence(elgran campendelaindependencia). Vase Martineau (1858, p. 50). 7Enladcadade1810Miranda con en redes mercantiles, polti-cas y diplomticas britnicas para garantizar la supervivencia de los tomos. Antes de ser arrestado los haba enviado a Curazao en tres balesselladosalaatencinde unaempresa.Cuandollegaron, el gobernador los consc y pidi instruccionesparasudisposicin aLordHenryBathurst,entonces SecretariodeGuerraylasColo-nias.Bathurstordenqueenvia-ralostomosaLondres,donde guard el archivo bajo el sello del Foreign Ofce hasta su jubilacin en1827, cuando lo traslad a su biblioteca privada. William Spen-ce Robertson, el eminente estudio-somirandinodelaUniversidad deIllinois,investigsuparadero yorganizsuventaalgobier-novenezolano.VeseWilliam Spence Robertson, Introduction to TheDiaryofFranciscoMiranda, (Miranda,1929,pp.XIX-XXV). ElArchivodelGeneralMiranda sepublicde1939a1952,y reproducelaorganizacinyla ortografadeMiranda.Laedi-cin venezolana ms reciente del archivo,comenzadaen1977, utiliza el ttulo original de Miran-da, Colombeia,y traduce todos los documentos al espaol.8Salvo indicacin en sentido con-trario, las traducciones del ingls son de la autora.Lord Byron. Richard Westall10Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22Segn Rousseau, su protagonista, el hom-bredelanaturaleza,debaeducarsepara elegirla[religin]alaqueleconduzca elmejorusodelarazn(1971,p.371), convirtiendoaslafereligiosaenunasunto profundamenteindividual.Estaconviccin sientalasbasesparalaprofesindelvicario saboyano,quiendefinelafecomonacidade la experiencia propia y que se manifiesta a tra-vsdeunespritudeescepticismoreverente. Dichas ideas bastaban para que la Inquisicin censurara a Rousseau, mas el tribunal fue ms alladelafrmuladeproposicionestemera-rias, erroneas, herticas que se usaron contra otrosescritorescomoDiderotyelpopular Voltaire. La desobediencia religiosa que la lec-tura de Emilio poda engendrar se vincul con las consecuencias polticas de la epistemologa rousseauniana:RecelamosquedelmismoAutorsehayanintrodu-cidotalvez,oseintroduzcanenadelantealgunas otras obras, desde ahora las declaramos todas prohi-bidas como de Autor hereje [] y siempre erroneas, opuestasalareligin,alasbuenascostumbres,yal gobiernocivil,yjustaobedienciadebidaaloslegi-timossoberanos,ysuperiores;declarandoqueesta prohibicin se extiende a todos aquellos que tuviesen licencia de leer libros prohibidos (AHN, 2012, Inqui-sicin, Libro, 1319). Losinquisidorescomprendieronque, comoproyectopedaggico,elEmiliode Rousseauincitabaasuslectoresaexaminar ycuestionartodaslasjerarquas,noslolas eclesisticas. Los hombres no son, por natu-raleza, ni reyes, ni potentados, ni cortesanos, niricos,escribe.Todosnacierondesnudos y pobres, sujetos todos a las miserias de la vi-da, a los pesares, a los males, a las necesidades, atodaclasededolores;enfin,condenadosa muerte (Rousseau, 1979, p. 319). Estas ideas niveladoras,queresucitabanlasdoctrinasde los levellers ingleses, no eran aptas ni siquiera para lectores con licencia.No obstante, la popularidad de Rousseau crecientreaquelloslectoresquedesafiaron la censura inquisitorial en Espaa y Amrica. Losinquisidoresmencionantraduccionesde EmilioyelContratoSocialquecirculaban ya en 1764, que han traducido y leen en es-tosreynos(AHN,2012,Inquisicin,Libro 1319). En Madrid aparecieron en 1762 reseas sobreamboslibros,yenGalicialasautori-medio de corrientes opuestas: por un lado, la censura de la Inquisicin, ypor elcontrario, las reformas institucionales de las universida-des y las fuerzas armadas que tenan el respal-do de la corona. Miranda adquiere a Rousseau enelespacioinstitucionaldelejrcitoyel socialdelatertulia,unosambientesdonde hablarsobreobrasprohibidasnutraelpen-samiento frente a la amenaza de los procesos inquisitoriales y la crcel9.Aunque las reformas de Carlos III haban debilitadoelpoderdelaInquisicinalo largodelsigloXVIII,todavatenagarras, comomostrelprocesodelsabioperuano Pablo de Olavide en 1776, un acto que priv aEspaayAmricadeunodesuslderes msilustres(Prez,2005,pp.212213;De-forneaux, 1973, pp. 341364). Los ndices de obras prohibidas reflejaban la doctrina de la jerarqua inquisitorial, que controlaba el ac-ceso de los lectores a dichos textos10. En los escalonesmsaltosdesta,losinquisidores enjuiciabanysentenciaban,censurabanu otorgabanlicenciasparaobrasprohibidasa lectores selectos bajo la condicin de que no lascompartieranconaquellossinautoriza-cin(Perojo,2010,pp.191212).Losmue-lles de los puertos de mar se convirtieron en puntos de control para los revisores, quienes seasegurabandequeloscargamentosde libroscorrespondanalosinventariosde antemano aprobados por el tribunal. En caso dehallarunaobraprohibida,losrevisores confiscaban los tomos e iniciaban un proceso contraellibrero.Entreloscientosdeauto-resprohibidos,Rousseaudestacaportener dos entradas en el ndice del siglo XVIII, en 1756 y en 1764 respectivamente11. Los inqui-sidoressealanaEmilioespecficamenteen lasegundaentradaysucensuraabsolutase correspondeconotrasreaccionesextremas enEuropacontralamisma.CuandoEmilio apareceenFranciaen1762,sepublicauna ordendearrestocontraRousseau,yEmilio secensura,confiscayquemapblicamente en una hoguera. Al cabo de unos meses vuel-ve a quemarse en pblico, junto a El contrato social, en Ginebra; en Espaa sucede lo mis-mo en 1765 (Rosenblatt, 2007, p. 63). Hasta enInglaterra,dondeautorescomoDavid Hume,WilliamGoodwinyMaryWollsto-necraftrecibieronEmilioconentusiasmo, secriticelinnegabledesafodeRousseau contra la religin institucionalizada (Warner, 1944, pp. 786787).9VaseaHerr(1969,pp.154-163)paraunpanoramade cmolassociedadeseconmi-castransmitieronlaIlustracin; un tratamiento ms reciente que abordalaculturadelaprensa ylasbibliotecaspuedehallarse enJoaqunlvarezBarrientos, FranoisLopez,eInmaculada Urzainqui,Larepblicadelas letrasenlaEspaadelSiglo XVIII (1995).10En su estudio clsico sobre la In-quisicin,MarcelinDeforneaux identica cinco tipos de obras en elndice:1.Obrascontrarias alafecatlicaromana[]2) Obrasdenigromancia,astrolo-gaoquefomentanlasupersti-cin [] 3) Las obras que tratan, cuentan y ensean cosas de pro-posito lascivas, de amores y otras cualesquiracomodaosasalas buenascostumbresdelaIglesia cristiana [] 4) Las obras publi-cadas sin nombre del autor 5) Lasobrasqueatentancontrala buenareputacindelprjimo. Seclasicabaaautorescomo damnataememoriaeprohibi-dos para siempre, condenados, o annimos. Rousseau y la mayora delosphilosophespertenecin a la primera clasicacin. Vese Deforneaux, La Inquisicin y cen-suradelibrosenlaEspaadel sigloXVIII,(1973,pp.50-51); ademsFranciscoBethencourt, The Inquisition: a Global History, 1478-1834,trans.JeanBirrell (2009). 11Agradezco el tiempo y la ayuda quemebrindaronlosbiblio-tecariosdelArchivoHistrico Nacional,IgnacioPanizoSan-tos,Directordelaseccinde Inquisicin,EmilioJosSanz Hernndez, y Roco de la Nogal Fernndez.11Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22dadeseclesisticasllegaronaculparaEmilio delascostumbresalteradasdelajuventud (DomnguezOrtiz,2005,pp.316317).Co-modemuestraGermnRamrezAledn,la prohibicinllegtarde,pueslasideasde Rousseau se haban extendido entre las clases ilustradasdeEspaayAmrica(Ramrez Aledn,2012,p.213).Adems,latareade vigilar el contrabando de obras prohibidas se hacamsdifcilporelesfuerzoconjuntode loslibreros;enCdiz,porejemplo,Antonio Canis,JulinMutis,DuBertrand,Caila,So-lier y Cabanes se enfrentaron al tribunal ms deunavez.Uncomisionadoaconsejabaen 1780 que para iniciar un proceso se aceptara la denuncia de una sola persona para proceder en las diligencias, segn lo mandado [] que siendotantos,ytangraveslosasuntosque ocurran en la comisin se paraba en el reco-nocimientodelibrosprohibidos,ypinturas obscenas[]puesdeotramaneraseranin-numerablesestosexpedientes(AHN,2012, Inquisicin3721.189).Seincoaronprocesos contraextranjeroscomoDonJosefGannier, msicoquetrabajabaparaelTeatroFrancs yquefueencarceladoporleeraRousseauy prestarsuslibros(AHN,2012,Inquisicin, libro3721.133).Tambinpadecieronproce-sos judiciales criollos como Joaqun Morales, deSantiagodeCuba,oinclusoJuanMa-nuelAbadyQueip,obispodeMichoacn, (AHN, 2012, Inquisicin, libro 3721.132).ElcasoquetocaMirandadecercafue el proceso contra Don Manuel Villalta, nieto del Marqus de Casa Concha y criollo nacido enPer,quienejercaelrangodeteniente coronel en el regimiento de Miranda. En 1776 seacusaVillaltadetenerlibrosprohibidos y grabados obscenos, as como de defender opiniones herticas que, segn ciertos testigos, comentaba con Miranda (AHN, 2012, Inqui-sicin,libro3721.166).ElcasodeVillaltaes ilustrativo de las conversaciones que l y otros oficiales jvenes mantenan sobre los autores ledos en Cdiz por aquel entonces, y supone una constatacin de la poca en que Miranda ingresa en los libros de la Inquisicin. Villalta dabaelejemplodeunjovendestacadoque completabasueducacinatravsdelviaje; por encargo de Carlos III haba acompaado alMarqusdeOvandoenFranciaeInglate-rra. Desde el punto de vista de la Inquisicin, elviajedeVillaltaestabarelacionadoasu lecturadeautoresprohibidos,suprofesin deideaspolmicas,ylaacusacindeliberti-najequeesrecurrenteenelsumario.Varios testigosafirmaronqueVillaltahabavisitado aVoltaire,yunosealquehabavistosu librera,yparticularidaddesugabinete;con cuyas noticias fue verificando la que le haban dado del libertinaje de este reo, y no le volvi a tratar ms (AHN, 2012, Inquisicin, libro 3721.166).Otrosatestiguaronquelehaban sorprendidoinflagrantedelictoleyendoa RousseauylahistoriadelAbbRaynal.Las ideas imputadas a Villalta, si bien desfiguradas portestimoniosdesegundayterceramano, reflejansuslecturasdeVoltaireyRousseau. Villaltaneglaexistenciadelinfiernoyse mofaba de las imgenes del diablo, afirmando queesoeranicamenteparaamonestara lagente[]nohabainfiernoporquequin lehabavistoyasimismolosDiablosquese pintan con rabo y cuernos, esas pinturas eran una bobera (AHN, 2012, Inquisicin, libro 3721.166).Comosiesofuerapoco,enuna de las conversaciones que se le oy mantener con Miranda y el marqus de Ovando se pre-guntaba si el poder de la Inquisicin le vena por derecho natural o ley, y si era beneficioso operjudicialparalasletras.Segneltestigo, todos coincidieron sobre este ltimo punto. Villalta y los otros jvenes que emulaban lastertuliasdePablodeOlavideyJovella-nosformaronunentramadodecontactosa travsdelcualMirandaadquiriyestudi obrasprohibidascomolasdeRousseauy Voltaireenladcadade1770.Aunquela recepcindeRousseauyotrosautoresen Espaa nose da en espaciospblicos como tabernasycafs,dondessemanifiestala Ilustracin en Francia e Inglaterra, el entor-no de Miranda en Cdiz indica la presencia deunsistemaclandestinodelectoresy librerosqueengendrunaesferaumbra paraladifusineintercambiodeideas. Garca relata cmo la Inquisicin de Sevilla comienzaainvestigaraMirandaen1778,y seguidamente de 1781 a 1783 (Garca, 1961, pp. 379392). Los sumarios no han apareci-do, mas el Santo Oficio persegua a Miranda porlosmismosdelitosdeproposiciones [herticas] y retencin de libros prohibidos (AHN, 2012, Inquisicin, libro 2190.4). De todos los libros de Miranda, el de Rousseau encabezaba la lista de los prohibidos. Otros como Voltaire y el Robinson Crusoe de Da-niel Defoe (la novela cuya lectura Rousseau autorizaasualumno)hubiesenaumentado laspruebasencontrasuya12.Todoello 12Garca observa que Miranda no sentaelmismoentusiasmopor Voltairequetenaporotrosau-toresfranceses.VeseFrancisco de Miranda (1961, p. 329).12Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22trajocomoresultadounaordendearresto quecoincidiconlosotrosproblemasde Mirandaenelejrcito.JuanRoca,antiguo amigodeMiranda,leacusdeabusarde sussubalternosymalgastarlosfondosdel regimiento,ordenandosuarrestoen1779 (Miranda,1978,vol.1,pp.556582).Al cabodedosaos,JosdeGlvez,ministro de Indias, acus a Miranda de ser un agente ingls y suministrar planes de ataque a John Campbell,elgeneralbritnicoenlabatalla dePensacola.MirandafuedetenidoenCu-ba, donde serva como ayudante de campo a JuanManueldeCagigal,amigoyprotector suyo,quienlogrquesuarrestofuerapor pocotiempo(Hernndez,2006,pp.5497; Racine,2003,pp.2627;Robertson,1969, vol. 1, pp. 2229). La faccin de Glvez con-sigui otra orden poco despus. El contraste entre las respectivas suertes de Miranda y de Villaltanopodasermayor.Loscontactos de Villalta le ayudaron a superar el proceso inquisitorial y regres a Per como corregi-dordeAbacay,dondeestuvoalmandode unadivisindirigidacontralasfuerzasde TpacAmaru.Paraevitarunapersecucin poltica(ysinsaberlo,unprocesoinquisi-torial), Miranda se embarc de La Habana a Charlestonenabrilde1783,enunperegri-najequeplasmaralainterrelacinentrelas ideas roussonianas de la educacin, libertad individual y madurez poltica.No consultemos otro libro que el del mun-do: epistemologa, viaje, revolucinLasalidaapresuradadeCubayelpero-dodeincertidumbreypeligroqueMiranda enfrentabalollevaronareflexionarsobresu vida.Aunquenocitaunafuenteespecfica, Mirandaclaramenteseinspiraenlostemas narrativos de Emilio y el proyecto epistemo-lgico de Rousseau en la carta que le escribe a Cagigal el 16 de abril de 1783, poco antes de supartidaaEstadosUnidos.Esteprstamo temtico le permiti explicarse y elaborar un cuadro autobiogrfico que contraargumenta-ba la versin oficial de su vida, i.e., que era un fugitivo de la corona. Miranda escribe:EndirigirmealosEstadosUnidosdeAmrica,no solofueporsustraermealatropelaqueconmigo seintent,sinoparadaralmismotiempoprincipio amisviajesenpasesextranjeros,quesabeV.fue siempremiintencinconcludalaGuerra;coneste propio designio he cultivado los principales idiomas de Europa, que fueron la profesin en que desde mis tiernosaos,mecoloclasuerteyminacimiento. Todosestosprincipios(queannosonotracosa), toda esta simiente que con no pequeo afn y gastos sehaestadosembrandoenmientendimientopor espaciodetreintaaosquetengodeedad,quedara desde luego sin fruto ni provecho, por falta de cultura a tiempo. La experiencia y conocimiento que el hom-bre adquiere, visitando y examinando personalmente con inteligencia prolija el gran libro del universo; las sociedades ms sabias y virtuosas que lo componen; susleyes,gobierno,agricultura,polica,comercio, arte militar, navegacin, ciencias, artes, etc. es lo que nicamentepuedesazonarelfrutoycompletaren algnmodolaobramagnadeformarunhombre slido y de provecho (Miranda, 1978, vol. 2, p. 423). Unbreveanlisisintertextualdeestos temasmuestracomopresagianlapotencia-lidadrevolucionariadelviajeamericanode Miranda.Elprimero,elrazonamientode MirandaaCagigalsobresupropsito,la obramagnadeformarunhombreslidoy de provecho, recoge el lenguaje de Rousseau cuando ste formula su proyecto pedaggico alprincipiodeEmilio.Rousseaupropone unhombreeducadonicamenteparal segnlaeducacin[]delanaturaleza para contrarrestar la pedagoga que hace do-blesaloshombres,queconlaaparienciade proporcionarbeneficiosalosdems,jams hacennadaquenoseaenprovechopropio (1971,p.70).Elhombrenatural,seala,no ser educado para el orden social, donde to-das las plazas estn sealadas mas seguir el camino de la naturaleza [que] le llama a vivir la vida humana (1971, p. 71) y por lo tanto, podrdefendersecontralosaccidentesdela fortunaaligualqueelhombreslidode Miranda. Rousseau recalca la oposicin entre la naturaleza y la sociedad a travs de Emilio, y concluye que slo la naturaleza garantiza al hombrelalibertadcomoautosuficiencia,la virtudqueEmersonllamaraself-relianceun siglo despus. Escribe Rousseau, El hombre verdaderamente libre solamente quiere lo que puede y hace lo que le conviene [quiere]. Esa es mi mxima fundamental (1971, p. 129) 13. Laconsecucindeestaformadeseresvital para Rousseau frente a el espritu inquieto y revoltoso de este siglo (1971, p. 72). Aade: Confiisenelordenactualdelasociedadynore-flexionis que est sujeto a inevitables revoluciones, y no habis previsto ni prevenido lo que puede tocarle 13EloriginaldiceLhommevrai-mentlibreneveutquecequil peut,etfaitcequilluiplat[y haceloquequiere].Rousseau, Emile,ou,Dlducation(2013, p. 309)Jos de Glvez13Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22avuestroshijos.Elpequeoseconvierteengrande oviceversa,pobreelrico,vasalloelmonarca.Son tan raros los golpes de la fortuna que podis creeros exentosdeellos?Nosvamosacercandoalestadode crisis y al siglo de las revoluciones. Quin puede res-ponderos de lo que seris entonces? Todo cuanto han realizadoloshombres,loshombreslopuedendes-truir.Noexistenotroscaracteresindeleblesquelos que estampa la naturaleza, la cual no hace prncipes, ni ricos [] Considero imposible que las monarquas deEuropadurarenmuchotiempo.(Rousseau,1971, p. 283; mi nfasis). Rousseau esclarece la idea de la igualdad de los hombres en el estado natural y muestra que el orden social que la infrije es insostenible, va-ticinado as los desafos a la monarqua y al im-perio que se desencadenaron en el arco atlntico de 1776 a 1824. El protagonista de Rousseau es por lo tanto un hombre nuevo para una poca nueva. Al hacer un gesto tcito hacia Emilio en sucarta,Mirandatambininvocalavisindel filsofo ginebrino de un orden social mutable. El segundo tema roussoniano en la carta de Miranda es La experiencia y conocimiento que elhombreadquiere,visitandoyexaminando personalmenteconinteligenciaprolijaelgran libro del universo. La idea recapitula la impor-tancia del empirismo pedaggico que Rousseau exponeeneltercerlibrodeEmilio:Enlas primerasoperacionesdelespritulossentidos deben ser siempre sus guas. Ningn otro libro quenoseaelmundo[]Ponedasualcance lascuestionesydejadquellasresuelva.Que nosepanadaporqueselashabispropuesto, sinoporquelashayacomprendidoelmismo (Rousseau, 1971, p. 47). Este mtodo pedaggi-co fortalece la capacidad para la evaluacin y el juicio independiente del alumno, competencias del sujeto adulto en su libertad. Al insistir en el empirismo, Rousseau se opone al uso de la edu-cacinparareproducirlasjerarquassociales. Ausentelacapacidaddeunsujetodeformar juicios independientes por medio de la razn, la opinin sustituye al pensamiento, y as priva al individuodesulibertad.Declaraquelaiglesia eselmayorportavozdelaopinin,ysubraya queDondeprincipalmentesemuestrams tirnica la opinin es en lo que hace referencia a lacuestinreligiosa(Rousseau,1971,p.370). Elantdotoeseducaraunalumnoquehace uso de su razn, y no de la ajena (1971, p. 300). Rousseau interrelaciona la capacidad de racioci-nio y el juicio del individuo a la actualizacin de la igualdad del hombre independientemente de su posicin social, ya que a los ojos de un pen-sador desaparecen todas las distinciones civiles (1971,p.324).Elempirismoenfocadodeesta manera afirma el potencial humano de imaginar unarectificacinverdaderaalaigualdadde derecho vana y quimrica que Rousseau seala en el orden cvico (1971, p. 338), y establece un mtododisidenteyalavezsecularparainter-pretar el orden social y poltico. ElltimotemaroussonianoqueMiranda trata es el viajar con propsito para examinar personalmentelassociedadesmssabiasy virtuosas que lo componen; sus leyes, gobier-no, agricultura, polica, comercio, arte militar, navegacin,ciencias,artes,etc..Miranda haba escrito diarios de sus viajes por Espaa, y haba tomado notas de observacin del libro deJohnMarshall,TravelsThroughFrance andSpain(1776).Elpapeldeviajerocomo reportero desinteresado no era, sin embargo, elfindelaltimaetapalaeducacindeun individuodejuicioindependiente.Rousseau critica ese modo de viaje y el grand tour, que paralos1760sehabapopularizadohasta llegaralosestereotipos.Elfilsoforidiculi-zaaaquellosviajerosquemientrasqueun francs frecuenta a los artistas de un pas, un inglshacedibujaralgunaantigedadyun alemnllevasulbumacasadelossabios (1971, p. 621). El viajar con propsito, segn explicaenelquintolibro,esqueprimero estudielanaturalezadelGobiernoenge-neral,susdiversasformas,y,porultimo, elGobiernoparticularenquecadaunoha nacido,parasabersileconvienevivirenl (Rousseau,1971,p.624).Unapersonadebe elegir en plena consciencia si participar en el contratosocialonoporqueelhombreyel ciudadano, quienquiera que sea, no tiene otro caudal que dar a la sociedad que a s propio (1971, p. 283). Rousseau enfatiza la ciencia del derecho poltico como objeto de estudio para elviajero,einstruyeaelquepretendafor-marseunjuicioverdaderodelosgobiernos (1971,p.628)aexaminarcmosociedades particularesimplementanelcontratosocial parareconciliaralhombreenelestadodela naturaleza con la nacin como expresin de la soberana popular. Como los particulares se hansometidoalsoberano,ycomolaautori-dad soberana no es otra cosa que la voluntad general,veremosdequmodoobedeciendo cada hombre al soberano, solo se obedece a si mismo, y cmo es ms libre en el pacto social que en el estado de la naturaleza (Rousseau, Jean-Jacques Rousseau. Maurice Quentin de La Tour, 175314Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-221971, pp. 632633). La meta final del estudio dedistintosgobiernosesqueelalumnoin-vestigue el gobierno de su pas y se pregunte Qumeimporta?Qutengoyoquever con esto?14. El individuo se conciencia de su poder de eleccin y potencia para actuar, y de su derecho de consentir o negarse a participar en el contrato social mediante el anlisis de la legitimidad poltica del estado como derivada de la soberana popular.Cagigal se percat de los matices roussonia-nos en la carta de su ayudante de campo, y en su respuesta, resalt el valor que Miranda tena comosbditoespaol:Yoporobligaciny justicia, debo manifestar al Rey el distinguido mrito de sus servicios de Vmd. como testigo que soy de ellos y asimismo las ventajas que al Estadopuedanresultardesusconocimientos yconstanteaplicacin(CagigalenMiranda, 1978, vol. 2, p. 449). Miranda al servicio de la coronaeramuchomsvaliosoparaEspaa que el hombre que la carta auguraba. No obs-tante,CagigalapoyelviajedeMirandayle diovariascartasdepresentacin,incluyendo una para George Washington (Miranda, 1978, vol.3,p.85).Leconfessusinquietudesa FranciscoRendn,elcnsulespaolenFila-delfia,pidindolequetrataraaMirandabien, novayaasegregarsedelestado(Cagigal, enMiranda,1978,vol.3,p.86).Losriesgos considerablesqueCagigaltomporMiranda muestranquenuncaduddesulealtad,pero enlaadvertenciaaRendn,dejentreverla ansiedad que despert el eco del el espritu in-quieto y revoltoso de este siglo que repercuta a la distancia en las palabras de su protegido.De libros y batallas: el viaje y la seculariza-cin de la epistemologa patriticaLosncleosyredesbiblifilasenlos espaciosinstitucionalesysocialesdelaIlus-tracinquefacilitaronlalecturadeMiranda deRousseauyotrosautoresproscritosen EspaayAmricasemultiplicaronunavez cruzalacostaestedeEstadosUnidos.Las cartas de Cagigal y las introducciones que Ja-mes Seagrove le hizo en Carolina del Norte le proporcionaron un comienzo auspicioso, mas noexplicanlaconstelacindeloscontactos quehizoMiranda,ylosconocimientoscvi-cosypolticosqueobtuvoatravsdeellos. Recuerda el presidente John Adams: Duringourrevolutionarywar,GeneralMiranda cametotheUnitedStates,traveledthroughmany, ifnotallofthem,wasintroducedtoGeneralWas-hingtonandhisaids,secretaries,[]totheother general officer and their families [] He acquired the character of a classical scholar, of a man of universal knowledge,ofagreatgeneral,andmasterofallthe militarysciences[...]Itwasageneralopinionand report, that he knew more of the families, parties, and connections in the United States, than any other man in them; that he knew more of every campaign, siege, battle,andskirmishthathadeveroccurredinthe whole war, than any officer of our army, or any sta-tesman in our councils (Adams, 2010, vol. 10, p. 134). Durante nuestra revolucin, el General Miranda vino aEstadosUnidos,viajpormuchos,sinotodos ellos,fuepresentadoalgeneralWashingtonyasus ayudantes y secretarios [] a los otros oficiales y sus familias [] Adquiri la reputacin de un estudioso de los clsicos, de un hombre de conocimientos uni-versales,deungrangeneral,ymaestrodetodaslas ciencias militares [] La opinin general deca que l conoca ms sobre las familias, partidos y conexiones en Estados Unidos que ningn otro hombre en ellos; que saba ms sobre cada campaa, sitio, batalla y es-caramuza sucedida en la guerra que cualquier oficial en nuestro ejrcito, o poltico en nuestro gabinete.Adamsdesaproblosresultadosdelviaje deMirandaporlanuevarepblica,quepara l fueron una fuente de consternacin durante supresidencia,yaosmstarde,ensuvida privada15.Mirandainiciaralaprimeraron-dadenegociacionesconPittalcabodeseis aos de sus conversaciones con Henry Knox, entoncesSecretariodeEstado,yAlexander Hamilton,SecretariodelTesoro.Durante lasegundarondadenegociacionesen1798, Mirandaexplorlaposibilidaddeobtener ayudaadicionaldesusamigosenEstados UnidosdurantelapresidenciadeAdams. Fue all, despus de todo, que se cristaliz la ideadelograrlaindependenciadeEspaa; 14Compreseconeloriginal: quemimporte?Et,quypuis-je faire? [Qu puedo hacer al respecto?].Rousseau,Emile,ou, Dlducation (2013, p. 837).15Adams le explic a James Lloyd porquEstadosUnidosnopar-ticipenlaindependenciade Latinoamrica:HadMr.Pitt thoughtoftheconsequences ofopeninganavigablecanal acrosstheisthmustotheSouth Sea?Whowastohavejurisdic- Whowastohavejurisdic-tion and dominion of that canal? Whatwouldbetheeffectofan independent, free government in SouthAmerica?Couldcommon sense in South America not think ofanavy?[]Whereisthis thoughtlessboyleadinghisking and country? I am apprehensive you will think me as mad now as IthenthoughtPittandMiranda []ShouldIhaveanythingto dointhebusiness?No!Ifboth housesofCongress,andWas-hingtonandHamiltonshould allagreeinanaddresstome, advisingmetoengageinsuch aQuixoticattackofawindmill, I would have never put my hand toit(Habapenadoelseor Pitt en las consecuencias de abrir un canal navegable por el istmo hasta el Pacco? Quin tendra jurisdiccin y dominio de ese ca-nal?Culseraelefectodeun gobierno independiente, libre en AmricadelSur?Nopensara el sentido comn de Amrica del Sur en una marina? ... Adnde llevabaestemuchachoimpru-denteasureyyasupas?Soy aprensivoyustedmepensar tanlocoahoracomoenaquel entonces pens a Pitt y a Miran-da [...] Tendra algo que ver en el asunto? No! Si ambas cma-ras del Congreso, Washington y Hamilton y me hubiesen dicho que estaban de acuerdo y me hubiesen aconsejado a partici-parenesteataquequijotesco contraunmolinodeviento, nuncalohubiesehecho). Adams, Works, (1856, vol. 10, p.147).Mirandaviajporel nortedeEuropaencompaa de William Smith, el yerno de John Adams. Aos ms tarde, elnietodeAdamsparticip enlaexpedicindeMiranda en1806sinsuconocimiento. VasetambinAdams(1856, vols. 10, pp. 135, 157).15Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22en1792,Mirandaescribe,Pasaexaminar comparativamentelosEstadosUnidosdela Amrica. Aqu fue que en el ao de 1784 en la ciudad de Nueva York, se form el proyecto actual de la Independencia y Libertad de todo el continente Hispano-Americano (Miranda, 1982, p. 120). ElinformedeMirandaalrevolucionario ArmandGensonnhaoriginadointerpreta-ciones que de alguna u otra manera reiteran la influencia estadounidense sobre el desarrollo delnacionalismolatinoamericano,untema complejoquevamsalldelalcancedeeste artculo.ElmtodogeogrficodeWithers permite un anlisis ms matizado de las trasla-ciones textuales de la experiencia atlntica, las cuales sitan a Miranda en relacin a ncleos mltiplesdeconocimientoynospermiten apreciar cmo transforma el viaje pedaggico roussoniano durante una poca en que el viaje a Amrica con fines epistemolgicos se dedi-caba principalmente a la exploracin natural16. Lapredispocisinroussonianaalempirismo y a las ideas revolucionarias que Miranda trae aEstadosUnidosseincubaprimeroenla Ilustracin en Espaa y Amrica. En su afn empiristaypreferenciaporelconocimiento autptico,Mirandatambinseacercaalos jesuitascriollosFranciscoClavijero,Juande Velasco y Juan Ignacio Molina, quienes, como muestraJorgeCaizares-Esguerra,corrigen lasnarracionesdeviajerosEuropeosque viajabanaprisayfrecuentementeseapoya-banentraduccionesyopinionesdesegunda manoalescribirsobreAmrica(Caizares-Esguerra,2006,p.208).Clavijero,Velasco yMolinaforjan,segnCaizares-Esguerra, apatrioticepistemology(unaepistemo-logapatritica),lacualdefinecomoa discourseoftheancienrgimethatcreated and validated knowledge in the colonies [] theyarticulatedanoriginalanalysisofthe epistemologicallimitationsofthetraveler that foreshadowed many of our postcolonial insights (un discurso del ancien rgime que creyvalidelconocimentoenlascolonias [] articularon un anlisis de las limitaciones epistemolgicasdelviajero[europeo]que anticipanuestrasinterpretacionespostcolo-niales(2006,p.206).Apoyadosporlains-titucionalidad eclesistica, incluso despus de su expulsion en 1763, los jesuitas americanos sentaronlasbasesdesuepistemologaenlo autctono.LaadaptacinqueMirandahace deRousseaulepermiteensayarunavariante secularizada y peripattica de la epis-temologapatritica,lacualtrans-mutalarelacindelsujetocolonial alestudioyelconocimiento.Sial comienzodesujornadaMirandaes un sbdito leal espaol, a medida que seidentificaconloamericano(enel sentidohemisfricodeestapalabra), tambinefectalatransformacin delesquemadelviaje.Alconcebir EstadosUnidoscomopartedesu viajedeestudios,Mirandareclama paraelsujetoamericanoelespacio discursivodelviajeroylafuncin deproductorderelacionesepist-micasysocialesmediantesudiario, cartasyconversaciones.Elanlisisdeestas relaciones revela cmo la ruptura de Miranda conEspaanoesunaconclusininevitable, sinounprocesodealienacin(Bushnellen Maher,2006,p.18).Elcambiodesuauto-identificacin nacional manifiesta el desarollo epistmico,polticoycvicoqueculminaen laltimaetapadelapedagogadeRousseau, yenlaeleccinconscienteyvoluntariade participarorechazarelcontratosocialdesu pasnatalporqueenvirtuddeunderecho quenadiepuederevocar,alsermayorde edad y dueo de si mismo, tiene el derecho de denunciarelcontratoporelcualestligado alacomunidad,dejandoelpasdondevive (Rousseau, 1971, pp. 624625).Mirandasiguiunarutadesuranorte, llegando desde La Habana a New Bern, Ca-rolina del Norte, el 1 de junio de 1783. Viaj por tierra y mar a travs de Carolina del Sur, Pennsylvania,NuevaYork,Connecticut, Massachusetts,NuevoHampshireydere-greso a Massachusetts, donde se embarc pa-ra Inglaterra el 16 de diciembre de 1784. Sus investigaciones sobre las instituciones jurdi-cas,econmicas,socialesyeducativasdela nueva repblica evidencia la aplicacin cvica delempirismo,queenEmilioeselcriterio msimportanteparaelviaje.Dondequiera queseencontraba,Mirandaobtenacifras sobrelapoblacinlocalylosimpuestos, investigaba las leyes, las iglesias, la industria yelcomercio,laprensa,lanavegaciny lasmiliciasyarmas.Hizoexcursionespara examinarcamposdebatallacomoBreeds Hill,dondeocurrilabatalladeBunker Hill en Boston, West Point en Nueva York, ylasfortificacionesqueJamesMoncrieff, un destacado ingeniero britnico, construy 16Alexander von Humboldt se con-vierteenelviajeroprototpicoa las Amricas al comienzo del si-glo XIX; vese Mary Louise Pratt, Imperial Eyes: Travel Writing and Transculturation(1992)yJorge Caizares-Esguerra,Nature,Em-pire,andNation:Explorationsof theHistoryofScienceintheIbe-rianWorld(2006).EnEstados Unidos, el viaje de Lewis y Clark estuvo ligado inextricablemente a laformacindelpas.Observan Peter Onuf y Jeffrey L. Hantman, TheexpeditionsmythicWest providesamulticulturalcom-mon ground for Americans of all backgroundsandpersuasions,a placewherewhitepioneersand Indiansmadelove,notwar,a placewherethespiritofadven-ture remained unsullied by impe-rialisticimpulsestokill,conquer, andexploit(2005,p.2)(El oestemticodelaexpedicin ofrece un terreno comn multicul-tural para los estadounidenses de todos los orgenes y creencias, un lugar donde los pioneros blancos y los indios hacan el amor y no la guerra, un lugar donde el espritu deaventurafueinmunealos impulsosimperialistasdematar, conquistar y explotar).FranciscodeMiranda,Emilio Mauri16Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22enCharleston.Fuerecibidoenlos salonesyloshogaresdefounding fathers(fundadores)comoGeor-geClinton,gobernadordeNueva York,AlexanderHamilton,Henry Knox y John Hancock, jueces como AdeanusBurkeyacadmicoscomo lospresidentesdeYaleyHarvard, elDr.EzraStilesyelDr.Joseph Willard.Mirandatambindisfru-tdelasociedaddelasmujeres republicanas,comonarraRacine: Mirandaalwayslikedwomen.He especially liked smart women and he chose women smartly (a Miranda siemprelegustaronlasmujeres.En especiallegustabanlasmujeresinteligentes ylaseligiperspicazmente;Racine,2003, p. 47). Su relacin con la heredera Susan Li-vingston de Nueva York fue suficientemente seria para causar un revuelo.EldeseoevidentequeMirandatenade aprendertodosobrelanuevanacin,ysu conocimientodelafilosofa,lasletrasylos idiomasloconvirtieronenelhuespedideal, comoindicanlasnumerosascartasdepre-sentacinqueobtuvo.EnCarolinadelSur, losciudadanosDavidRamsayySalomon Hailing elogiaron sus modales, conversacin, esprituindagador,amorporlalibertady sentimientosliberales(Robertson,1969,vol. 1, p. 45). William Duer, quien le dio una carta depresentacinparaLordNorthdespus deconoceraMirandaenNuevaYork,es-cribi:HewillbefoundaveryInteresting Acquaintance,andIdoubtnotbyExchange ofUsefulInformationinMattersofScience and Politics, endeavor to Compensate for any valuable communications which you and my friendsmayimparttohimontheConstitu-tion,Commerce,andGovernmentofyour country(SeecontrarUd.conunsujeto muyinteresante,ynodudoquecompensa-rcualquierinformacinimportantequele brindesobrelaconstitucin,elgobiernoy elcomerciodesupasconinformacinpro-vechosaenmateriasdecienciaypoltica). HenryKnoxlopresentaJohnHancock como: a Spanish Gentleman who [] is desi-rous of seeing N. America and those Charac-ters who have materially contributed to effect arevolution,whichiscontemplatedthrough EuropewithAstonishment(uncaballero espaol que [] desea conocer Norteamrica ylospersonajesquehancontribudomate-rialmenteaefectuarunarevolucinquese contemplaportodaEuropaconasombro) (citado en Robertson, 1969, vol. 1, p. 45). ElrangodeMirandacomooficialenel ejrcitoespaoltambincontribuyalxito desuauto-representacin;desdesullegada en Carolina del Norte en junio de 1783 a ene-rode1784,antesdellegaraNuevaYork,se identificcomosbditoespaolydemostr sulealtadenFiladelfia.Mientrasinvernaba esta ciudad en 1783, Miranda se hosped con FranciscoRendn,elcnsulespaol.Habla de nuestro Rendn, anfitrin de una de las mejoresfiestasdelatemporarada,ydestaca favorablementelosmodalesylaeducacin deldiplomtico.Unapruebainesperadade lealtadsurgecuandoMarbois,elasistente delcnsulfrancs,empiezaunacampaa negativa de relaciones pblicas contra el ejr-citoespaol,aludiendoespecficamentealas operaciones contra los britnicos en Jamaica. MarboisrepitielrumorqueMirandahaba ayudado al enemigo. Miranda observ: Esta essudoctrinafavoritaylamximaquecon mayor ardor procuran inculcar en el espritu de los americanos (Miranda, 1978, vol. 3, p. 111). Cuando Rendn no supo qu responder a Marbois, Miranda sugiri una estrategia pa-ra protegerlo. Ambos intercambiaran cartas, unaenlacualMirandaexplicaracmolos francesesestabanutilizandolasacusaciones falsascontralparasocavarlaalianzaentre Estados Unidos y Espaa, y a la cual Rendn contestara confirmando la historia de Miran-da(Miranda,1978,vol.3,p.111).Aunque Miranda declar que su motivo principal era ayudaraRendn,tambinsebeneficiabade estaactuacinepistolar;porinfundadasque fuesenlasacusacionescontral,tendraque luchar por ms de una dcada para eximir su nombre(Racine,2003,p.27).Laproteccin mutuaqueMirandayRendnseofrecieron dependadelafedelcnsulespaolenla lealtad de Miranda. Al poco tiempo, Miranda le comunic a Cagigalque desde LaHabana se continuaban difundiendo rumores sobre su desercindelejrcito.Nopodanegarlos abiertamentesinincriminaraCagigal,quien lohabadejadoenlibertad,asquesemar-chdeFiladelfia,porltimapruebademi fidelidadencumplimientoconmipalabra, ymanifestarmsmilealtadaV(Miranda, 1978, vol. 3, p. 113).Miranda corra el riesgo de ser capturado comodesertordadalaalianzaentreEspaa William Robertson17Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22yEstadosUnidos,mastambinsehall enmediodeunacorrientehispanfilaal comienzodeladcadade1780.Aunquede magnitud ms pequea que los resurgimien-tos hispanistas en Alemania y Gran Bretaa al comienzo del siglo XIX, esta corriente sin duda facilit el viaje de Miranda. El Quijote deCervantesseconocapormediodetra-ducciones yeraan extraordinarilypopular characteramongallclassesofcitizensin theEnglishcolonies(unpersonajemuy popularparatodaslasclasesdeciudadanos enlascoloniasinglesasCox,1976,p.104). Igualmente conocida era la History of Ame-rica(1777)deWilliamRobertson,laque influy trabajos como el poema pico de Joel Barlow, The Vision of Columbus (1787), y la novela Reuben and Rachel (1798) de Susanna Rowson. Barlow, quien conocera a Miranda eventualmenteenPars,presentaunngel que gua a Coln por un desfile de los luga-res destacados de la historia estadounidense, Fair [. . .] Newport [] / and Boston, [] /BrightCharlestonsroofsandsparkling spires,[]BlestBaltimore,ylemuestra figuras como William Penn y el Gobernador Winthrop.ElcrticoRalphBauersostiene que Joel Barlow was interested in [] a he-misphericperspective(ratherthanimperial or nationalist) and a concern with the global meaningofAmericaforhumanhistoryat large (a Barlow le interesaba una perspec-tivahemisfrica(envezdeunaimperialista o nacionalista) y se preocupaba por el signi-ficadoglobaldeAmricaparalahistoriade lahumanidad;Bauer,1995,p.207).Bauer demuestra que dicha perspectiva hemisfri-ca tambin celebraba la resistencia indgena en poemas como La Araucana de Ercilla, que WilliamHaleyyVoltairedieronaconocer enFranciaeInglaterra(Fulford,2008,pp. 225252).HastaThomasJeffersonaconsej a su sobrino: Bestow great attention to this [Spanish],andendeavortoacquireanaccu-rate knowledge of it. Our future connection with Spain and Spanish America, will render thatlanguageavaluableacquisition.Then ancient history of that part of America, too, is written in that language (Dedica tiempo al estudio y conocimiento del espaol. Nues-traconexinfuturaconEspaaeHispano-amricahardeestalenguaunaadquisicin valiosa.Lahistoriaantiguadeesapartede Amrica tambin est escrita en ella (Jeffer-son, 2013, p. 32).Laimagendelviajeroroussonianoen EmilioqueMirandacultivdesmintilos rumorescontral,andespusdequeaFi-ladelfia y Nueva York llegara la noticia sobre un tal Juan Miranda, fugitivo por cargos de contrabando.Parasusanfitriones,Miranda era el viajero ilustrado que Rousseau describa y no un renegado, hecho comprensible cuan-do se toma en cuenta la popularidad de Emilio enEstadosUnidos.Losnorteamericanos conocan bien la caracterizacin positiva que Rousseau le da al viajero espaol, a quien des-taca porque el espaol estudia en silencio el gobierno, las costumbres, y la polica, y l es el nico de los cuatro [ingleses, franceses, ale-manes, espaoles] que saca del viaje observa-ciones tiles para su patria (Rousseau, 1971, pp. 620621). Observa Paul Merill Spurlin:NobookofRousseausappearstohavebeenmore advertisedmoreoftenbyAmericanbooksellers thantheEmileItwasavailableinEnglishin Philadelphiaasearlyas1763,inWilliamsburgin 1765,andinNewYorkCityin1773.Atonetime or another, it could be purchased from Rhode Island toGeorgia.Thebookwasontheshelvesoflibrary societies. Harvard had it by 1774. Patrons of certain circulatinglibrarieshadaccesstoittowardtheend of century [] It heads a list of books in a pay-book whichAlexanderHamiltonkeptin1776asacom-manderofacompanyofartillery[]JohnAdams hadinhislibraryaFrencheditionofEmileinfour volumes,publishedin1762[]NoahWebsterand John Quincy were both familiar with the book. And so were Enos Hitchcock, New England Clergyman, AaronBurr,MarthaLaurensRamsay,andothers (Spurlin, 1969, p. 74). Ningn libro de Rousseau se anunciaba en las libre-ras tanto como Emilio [] Ya en 1763 se consegua en Filadelfia en ingls, en Williamsburg en 1765, y en Nueva York en 1773; en una poca, se poda comprar desde Rhode Island a Geogia. El libro se encontraba enlassociedadesbibliotecarias.Harvardlocompra en1774,yparaelfindesiglo,lospatronosdebi-bliotecasdecirculacinyalolean[]Encabezala lista de libros que Alexander Hamilton tena en 1776 como comandante de artillera [] John Adams tena el Emilio en su biblioteca en cuatro tomos publicados en 1762 [] Noah Webster y John Quincy tambin lo conocan, adems de Enos Hitchcock, reverendo, Aaron Burr, Martha Laurens Ramsay y otros.La presentacin del tipo del viajero espaol enEmiliocreuncontextoepistemolgicoy 18Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22literario para la recepcin de Miranda, mas fue uno que l individualiz y reinscribi. Miranda ademsencarnabaelamorporlalecturayla curiosidadintelectualvalorizadosenlanueva repblica;laalfabetizacinylaprensa,como sostieneBenedictAnderson,contribuyerona laformacinnacionaldeEstadosUnidos.El intercambio de libros, folletos, conversaciones ycartasiniciaronydesarrollaronrelaciones socialesypolticasentreaquellosestadouni-denses que tenan los medios para aprender. LoslibrosyfolletosqueMirandaprest, regal,recibiyobtuvohablandesupapel comoproductorypropagadordelconoci-mientoyrevelanlafronteraabiertaytrans-nacional de la Ilustracin en Estados Unidos duranteladcadade1780.JohnVaughan, quienpasaserelpresidentedelaSociedad Filosfica Americana de Filadelfia, escribi a Mirandaquenopodaimaginarsuregresoa Espaa,yleaconsejquelatierraadecuada para que echara races era o Inglaterra o Esta-dos Unidos. En Carolina del Norte, Miranda le prest al marqus de Bretigny un volumen de poesa francesa; y de Robert Williams, un ldercuquero,recibiAnApologyforthe TrueChristianDivinity(1678)porRobert Barclayyunatraduccindel mismoal espa-ol. Williams le dio la traduccin ya que sen-ta que por fin haba encontrado a la persona adecuada para difundir el trabajo en castella-no, y le pidi que evaluara la calidad de la tra-duccin. En Nueva York, Mary Walton, espo-sa del representante Lewis Morris, le envi a Miranda mil gracias por el prstamo de la obra del seor Rousseau, que haba ledo con mucha atencin, y dese una memoria tan buena como la suya, para acordarme de todas lasbellezasqueseencuentranenestelibro (Miranda,1978,vol.3,p.578).Unacierta seoraMontgomeryledevolvidosdelos tres libros que Miranda le haba prestado, ya que se haba enamorado profundamente del tercer Helvecio y no puede concebir separarse de l, pero a cambio, ella le deja una historia delaltimaguerraenAmrica,escritapor unoficialquefuetestigodeloqueescribi (Miranda, 1978, vol. 3, p. 575). Este entusiasmo por la lectura y el apren-dizaje tena sus lmites, sin embargo. Las leyes que excluan a millares de afroamericanos de una cultura que por otra parte estaba dedicada a la difusin del conocimiento en la poblacin, erguan prohibiciones contra la lectura y el al-fabetismo tan severas como las inquisitoriales. Miranda se vio ante este hecho cuando cono-ci a Phyllis Wheatley en Boston entre el mes de septiembre y el 5 de diciembre de 1784, el da que la escritora muri. Wheatley haba lo-grado un reconocimiento internacional por su poesa, pero Miranda la encontr [sufriendo] elmismodescuidoquelostalentospadecen en todas partes y muriendo en la indigencia (Miranda,1978,vol.3,p.306).Apesarde queWheatleysehabaganadosulugarenel mundoletradoqueanimalaconcienciade la nueva repblica, Miranda atestigu cmo el abandonodesutalentoreflejabaunaactitud social que impona su propia clase de silencio. SimedianteloslibrosMirandaestableci relacionespolticasysociales,lasobserva-cionesempricasquehizoencamposde batallaypaisajesensudiarioaumentaron supercepcindesimismocomoamericano enelsentidomsampliodelapalabra.Esta auto-identificacin se hizo evidente en Nueva York.DespusdevisitaraFortClintonen febrero, Miranda revisa la artillera y comenta sobrelasinstruccionesdeHenryKnoxpara memorializar la batalla:Hanadoptadoelestilodeponerunainscripcina todas las piezas que han tomado del enemigo [] en que se lee el paraje, o sitio donde fue tomada [] en-tre ellas se ven tambin cuatro pequeas piezas de an-tigua construccin [] que junto con dos morteros viejos de marina, componan todo el tren de artillera con el que comenz el ejrcito americano a disputar la independencia de este continente (Miranda, 1978, vol. 3, p. 144).Comolugaresdememoria,loscamposde batalla significan el telos de la nacin que siem-pre se confirma en el presente del espectador, al mismotiempoqueinvitanalaretrospeccin. SegnMaryFavret,laescriturahistricaa finales del siglo XVIII autoriza la apropiacin del campo de batalla por el espectador, as co-mo su reinterpretacin personal de la historia. Landscapes of historical significance came to offergreaterplaytoimaginativeremembran-cethandidthemoralexemplarsofclassical history-writing;thesesites[]anchoredan intenseengagementwithtemporallydistant experience.(Lospaisajesconsignificado histricoofrecanmsamplitudparalame-moriaimaginativaquelosejemplosmorales de la historia clsica; estos sitios [...] anclaron unencuentrointensoconexperienciasaleja-das en el tiempo (Favret, 2010, p. 213)). Mirandaen1806,porautor annimo,EE.UU.,1806.Col. Alfredo Boulton19Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. ALMEIDAAmrica sin nombre, no 18 (2013) 7-22EnelcasodeMiranda,laguerradela independencia no estaba alejada en el tiem-po, por lo que su apropiacin de la historia de Estados Unidos a travs de este encuen-troconelpaisajeleimpactacomopartici-pante. Para l, la inscripcin memorial del campodebatallaindicaunlugarespecfico que se registra como espacio nacional y a la vez marca un evento que tiene ramificaciones continentales,eldisputarlaindependencia deestecontinente.Suapropiacindela historia nacional de Estados Unidos reafirma suidentidadcomoamericanocontinentaly marca la escisin respecto a su identificacin con Espaa, ya que Fort Clinton representa ellugardondelafiliacinconInglaterra (lamadrepatria)seconvirtidedestino inalterableenunaeleccin.Dosmesesms tarde,Mirandaexteriorizasuidentificacin conelpaisajecomounamericanoensu descripcindeCohoesFallsenAlbany.Es-cribe:Lashierbasdelcampoexhalabanun olortanaromtico,losmontespresentaban unaspectotanferaz,lostrigosydemsse-menterasparecantanbellosyfrondososy elterrenotanricoquesemeantojabaestar en la isla de Puerto Rico, Cuba u otra parte denuestrocontinente(Miranda,1978,vol. 3,p.181).Lashierbasdelpas,queWalt Whitman luego celebrara como una metfo-raicnicadelapoesaamericanaenLeaves of Grass (1855), ocasionan la revelacin que elpaisajedespiertaenMiranda,enlacual desapareceladistanciaentreNuevaYork, Puerto Rico, Cuba, o en otra parte de nues-trocontinente.Elefectodedjvullevaa Miranda a sentir en su persona la unidad del espacioamericano,nuestrocontinente,y al nombrar sus topnimos, a proyectarse so-bre un imaginario hemisfrico transnacional que integra a Amrica, norte y sur. Conclusin: en la mesa con EmilioElperiplodeMirandaconRousseauen ViajeporEstadosUnidosrevelaqueelpaso delaIlustracinalRomanticismoenelarco atlntico se despleg como proceso cultural a travs de geografas e idiomas diversos. No es elproductodeunsoloevento,localotexto, sino de la interseccin de sucesos y relaciones textuales y sociales que repercuten en nuestro presente de manera asombrosa, como conclu-ye Withers (2007, p. 242). Por ejemplo, en el conocido ensayo The North American (El norteamericano) Richard Rodrguez escribe:HispanicsarechangingthecontouroftheUnited States because we are north-south people. The Uni-ted States has traditionally written its history east to west, has begun its story at Plymouth Rock and has ended up at Venice Beach, a country that has unders-tood itself in one direction only. Suddenly, there are millionsofAmericanswhoseethemselvesalonga north-south trajectory. That is a revolutionary regard (Rodrguez, 2003, p. 63).Loshispanosestncambiandoelcontornoestado-unidenseporqueestamosorientadoshaciaelnorte y el sur. La historia de Estados Unidos se ha escrito tradicionalmentedeesteaoeste,comenzandoen PlymouthRockyterminandoenVeniceBeach, comprendindose el pas en una direccin solamente. De repente hay millones de americanos que se ven a smismosenunatrayectoriadenorteasur.Estaes una reflexin revolucionaria. Miranda se convierte en uno de los prime-rosamericanosquedirigensuviajeporesta trayectoria de norte a sur, amplificndo as elfondohistricodelareflexinqueRo-drguez describe. Mas hay otro sentido en que la reflexin revolucionaria de Miranda todava es palpable y se registra cuando vuelve sobre Emilio al final de su viaje. En octubre de 1784, un mes antes de partir a Londres, cen con la familia Tracy, dueos de una compaa navie-ra. Miranda escribe: Tuvimos nuestra buena: comida en el estilo Americano, con algo de la doctrinarousseauianaenlaconversacin,y aadeentreparntesis:ElEmiliocompare-cienlamesa(1980,vol.3,p.327).Nunca sesabrconcertezasilareferenciaenigm-ticaindicaquelosTracylemostraronuna copiadellibroolodiscutieronenconexin alviajedeMiranda,posibilidadesfactibles dada la popularidad extraordinaria de Emilio enaquellapoca.Quedaclaro,sinembargo, que al igual que el protagonista de Rousseau, Mirandadesarrollunaepistemologadel viajequegerminsurealizacinpoltica,y suscitsutransformacindesujetocolonial aunoquelibrunaluchaincansableporun espacio que le permitiera vivir su verdad. Las travesasatlnticasquehizoalolargodesu vidanosrecuerdanqueLalibertadnoest enningunaformadegobierno,peroesten el pecho del hombre libre, y la lleva consigo a todas partes (Rousseau, 1971, p. 649).20Cruzando la frontera con Rousseau: Emilio y el Viaje por los Estados Unidos, 17831784 de Francisco de MirandaJOSELYN M. 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