Miguel González Moreno (Director) - Caja Rural Granada · RESUMEN Y CONCLUSIONES 103....

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Miguel González Moreno (Director)Marcos Miguel García Velasco

Elías Melchor Ferrer

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA

EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Fundacíon Caja Rural de Granada

PATRONATOPresidente: D. Antonío León SerranoVicepresidente: D. José Carrillo SantosSecretario: D. Víctor López Palomo

Vocales: D. Fernando López-Cózar SaavedraD. Javier E. Arques LlorensD. José Velasco Valverde D. Fulgencio Torres MoralD. José Rivas Rodríguez D. Dimas Rodríguez RuteD. Francisco Castillo Romero D. Mario Rodríguez MartínezD. Fernando Piñar Vargas D. Antonio Ruiz Rejón

Letrado asesor: José de Cueto López

EDITAFundación Caja Rural de GranadaC/ Don Bosco n° 2, 18006 Granada

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ISBN: 978-84-693-9067-2

Depósito legal: GR 4915-2010

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ÍNDICE

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 11

CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006-2010 17

I. La crónica económica de 2006: las primeras señales, para quien las quisiera ver 19

II. La crónica económica de 2007: el fi n de fi esta 21

III. La crónica económica de 2008: el año que vivimos peligrosamente 26

IV. La crónica económica de 2009: el largo y tortuoso camino de la crisis 33

V. La crónica económica de 2010: grandes y falsas esperanzas 36

VI. La crónica no escrita, por ahora: el futuro no es el pasado 38

CAPÍTULO II. EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN GRANADA (I): ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA 41

I. Una visión general de la actividad económica 43

II. La situación de los sectores productivos 45

II.a. Las ramas agrarias y pesqueras. 46

II.b. Las ramas industriales. 48

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ÍNDICE

II.c. La construcción. 50

II.d. Los servicios. 54

II.e. Una estimación del impacto del recorte del sueldo de los funcionarios en el crecimiento económico provincial. 57

III. Análisis de la demanda provincial 59

III.a. El cuadro macroeconómico 59

III.b. Otros indicadores de demanda 65

IV. El comercio exterior 70

CAPÍTULO III. EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN GRANADA (II):PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO 75

II.1. Precios 77

II.2. Mercado de trabajo 81

II.2.a. La población activa 81

II.2.b. Empleo 83

II.2.c. Parados 88

II.3. Sistema fi nanciero 94

CAPÍTULO IV. RESUMEN Y CONCLUSIONES 103

INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

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También en economía el paso del tiempo es inexorable: llevamos cuatro años sumidos en una grave y profunda crisis, cuyo fi nal aún está lejos de ser fechado. A pesar del tiempo transcurrido no es tarea fácil determinar su origen, identifi car con exactitud sus causas, delimitar sus consecuencias y vislumbrar con clarividencia las posibles vías de salida.

Sobre la crisis todo el mundo habla con profusión, sin parar; pero en verdad se dice muy poco, más bien nada. Para entender esta contradicción aparente es necesario recordar, sobre todo hoy en día, la distinción que hizo J.A. Schumpeter entre las numerosas personas que hablan y escriben de economía y los verdaderos economistas: “Lo que distingue al economista científi co del resto de la gente que piensa, habla y escribe de economía es el dominio de técnicas que clasifi camos bajo los tres títulos generales de historia, estadística y teoría”1. Este recordatorio del maestro austríaco no debe interpretarse como una defensa numantina y elitista de la fi gura del economista académico, pues como recientemente ha afi rmado el profesor A. Torrero, un auténtico conocedor del análisis económico y del intrincado mundo fi nanciero: “Los economistas sabemos poco de economía; sabemos poco de fi nanzas, sabemos poco en particular de las relaciones entre el sector real y el sector fi nanciero; y, naturalmente, no estamos capacitados para prever una crisis fi nanciera. Claro, sabemos poco de economía, pero somos los que más sabemos. Es decir, sabemos que no sabemos, y eso ya es mucho”2.

Si pasamos de la conocida sentencia socrática aplicada a la economía al método del mismo nombre, podríamos dibujar la anatomía de la crisis mediante el artilugio del planteamiento de un conjunto de preguntas esenciales, que son las que cualquier ciudadano se plantea en estos tiempos convulsos, y la subsiguiente búsqueda de las respuestas más adecuadas a los interrogantes expuestos. La forma de operar es archiconocida pero la tarea a emprender es un camino minado, por varias razones. Primera, por lo apuntado por el profesor Torrero, la complejidad de los fenómenos económicos supera el nivel de desarrollo del conocimiento económico. Segunda, vamos a analizar un proceso, la crisis económica, que está en pleno apogeo y en mitad de una tormenta nadie se plantea por qué se ha desencadenado, sino que lo primero es ponerse a cubierto y desear que escampe. Tercera, el principal escollo no es que se agolpan las preguntas; sino que, por ahora, para algunas de ellas carecemos de respuesta y, para otras, la respuesta disponible es parcial o insatisfactoria. Y cuarta, por un lado, ofreceremos nuestras respuestas, pues para una misma cuestión económica, como es

1 J.A. Schumpeter : Historia del Análisis Económico. Editorial Ariel, Barcelona, pág. 47.2 Conferencia Inaugural de las IX Jornadas de Política Económica, celebradas en Granada en octubre de 2009.

INTRODUCCIÓN

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habitual, disponemos de múltiples respuestas; y, por otro lado, trataremos de ser breves y pedagógicos, huyendo de la oscuridad lingüística propia de los economistas y tratando de acercarnos a aquello que tanto demandaba Ortega y Gasset: la claridad expositiva.

Teniendo como referencia las anteriores coordenadas, esta publicación tiene un objetivo: el estudio aproximativo del impacto de la crisis en la economía granadina. A tal fi n, la estructura temática adoptada es la siguiente. Tras estos párrafos introductorios, se abordarán las grandes líneas maestras que, desde un punto de vista internacional, han predominado en el escenario de la crisis económica y fi nanciera. Para ello hemos creído interesante y oportuno rescatar el epígrafe Panorama General de la sección Contexto Económico Internacional del Boletín de Coyuntura Económica de la Fundación Caja Rural de Granada desde el primer semestre de 2006 hasta el correspondiente a la primera mitad de 2010. En cada uno de ellos se ha analizado la crisis conforme se originaba y se desarrollaba a lo largo de este tiempo, si se nos permite la expresión, en vivo y en directo. Su ensamblaje, con leves correcciones de estilo y el añadido de algunas citas ilustrativas e instructivas, nos permite pasar de una economía analítica a una economía narrativa, cuyo propósito no es subrayar los aciertos o desaciertos, o incurrir en un inútil ya lo dijimos, sino ofrecer un relato de la crisis de primera mano.

Seguidamente, se aborda la incidencia de la crisis en los diversos ámbitos que confi guran la actividad y la demanda de la economía granadina: visión general, sectores productivos, demanda, comercio exterior y se ha llevado a cabo una estimación de las consecuencias del recorte salarial de los funcionarios en el crecimiento de la economía provincial. A continuación se extiende la mirada a tres aspectos esenciales de la economía granadina: mercado de trabajo, precios y actividad fi nanciera.

Como es tradicional, el estudio concluye con un breve, sistemático y selectivo capítulo destinado a recopilar las conclusiones más relevantes.

CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE

TIEMPOS CONVULSOS: 2006-2010

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

I. La crónica económica de 2006: las primeras señales, para quien las quisiera ver

“En nuestras grandes crisis históricas no han faltado nunca españoles esclarecidos capaces de prever y evitar el desastre inminente. Mas, para nuestra desventura, quienes tuvieron previsión carecieron de autoridad, y quienes gozaron de autoridad carecieron de previsión. Y algunos previsores callaron por cobardía”

Santiago Ramón y Cajal: Charlas de Café.

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 23. PRIMER SEMESTRE 2006

En el ámbito internacional se ha producido un cambio de papeles. Los Estados Unidos han sufrido una ralentización del ritmo de actividad, abriéndose las puertas a diversas especulaciones: ¿Nos enfrentamos a un pasajero desvanecimiento o más bien estamos ante el primer capítulo de una posible recesión? En cambio tanto Japón como la Eurozona emiten señales prometedoras; que, en el primer caso, puede ser el preludio del fi n de la defl ación, y en el segundo, la reanimación de Alemania y Francia abre nuevos y positivos horizontes económicos en la zona euro.

En los últimos años las noticias económicas tenían una misma procedencia: las buenas venían de Estados Unidos; y las malas se referían a Japón y a la Eurozona. Tras lo ocurrido en la primera mitad de 2006, este estado de cosas parece estar cambiando.

Desde 2001 la economía estadounidense, aunque con algún altibajo coyuntural, venía dando muestras de un pronunciado dinamismo compatible, en su caso, con el agravamiento de dos desequilibrios macroeconómicos: los défi cit exterior y público. A pesar de esta asimetría, la primera potencia económica mundial ha registrado una más que aceptable estabilidad de precios y, además, en más de una ocasión se ha acercado al pleno empleo.

Pero la alarma saltó el pasado 8 de agosto cuando la Reserva Federal, tras 17 alzas consecutivas del tipo de interés ofi cial, tomó la decisión de no alterar el nivel vigente: 5,25 por 100. ¿Por qué la autoridad monetaria modifi ca la política monetaria iniciada en junio de 2004, máxime cuando en julio se produjo un repunte de la infl ación subyacente y el encarecimiento histórico del petróleo hacia peligrar seriamente la estabilidad de precios? La razón de este cambio de rumbo es la aparición de algunos nubarrones en el panorama económico que pueden acarrear no pocas perturbaciones. A principios del verano se fueron conociendo algunos datos que dibujaban un cuadro preocupante: el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la desaceleración del consumo, el récord histórico alcanzado por el precio del petróleo, una creación de empleo menor de la prevista, y la amenaza de tensiones infl acionistas. Este rosario de hechos adversos se plasmó en el dato clave: en el segundo trimestre la tasa de variación interanual del PIB se cuantifi có en un 2,5 por 100, mientras que en los tres primeros meses de 2006 fue del 5,6 por 100. Esta brusca desaceleración del ritmo de actividad, provocada según todos los indicios por el frenazo de la actividad inmobiliaria y el retraimiento del consumo, es el motivo que parece estar detrás del cambio observado en la estrategia monetaria desplegada en los últimos años.

Si la economía estadounidense se deslizase hacia el estancamiento y se rompiese la precaria estabilidad de precios existente, podríamos enfrentarnos a una situación laberíntica para la

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

política económica: una economía estancada aquejada de infl ación, défi cit público, desequilibrio exterior y desvanecimiento del boom inmobiliario.

Pero como hemos señalado, las tornas económicas han cambiado. La economía japonesa parece que paso a paso está recobrando la fortaleza y el protagonismo que la caracterizaban en décadas pasadas. De forma lenta pero progresiva todos los indicadores señalan la salida del largo e interminable túnel de la defl ación y del estancamiento; buena prueba de ello es que por primera vez en mucho tiempo el Banco de Japón ha subido el precio ofi cial del dinero hasta situarlo en el 0,25 por 100 y, asimismo, después de las devastadoras consecuencias que tuvo la explosión de la burbuja inmobiliaria y bursátil ha subido el precio de la vivienda, hecho que no ocurría desde hacía 14 años. Esta pausada, y a veces titubeante, recuperación de la economía japonesa hay que valorarla muy positivamente. Por un lado, se está llevando a cabo en un contexto energético desfavorable para Japón, pues ha de atender a sus necesidades en unos momentos de continuas y desorbitadas alzas del precio del crudo. Y por otro lado, el resurgimiento económico japonés está teniendo lugar en un escenario comercial cada vez más difícil, pues a la tradicional competencia procedente de Estados Unidos y Europa, ha venido a sumarse la desplegada por dos economías emergentes: China e India.

El primer semestre de 2006 también nos ha traído una noticia hasta cierto punto inesperada: la recuperación de Alemania y Francia. Aunque, como es sabido, la Eurozona está compuesta por 12 países, su ritmo lo marcan y su estado lo conforman las dos principales economías europeas: la alemana y la francesa. En los últimos tiempos, por unas u otras razones, ambas se encontraban estancadas. Salvo el sector exterior, el resto de los motores de sus economías emitían serias y preocupantes señales de agotamiento: el consumo y la inversión. Este sombrío panorama se completaba con dos problemas añadidos: la escasa o nula creación de empleo y el grave desequilibrio observado en las cuentas públicas.

Lógicamente la parálisis de las economías germana y gala ha supuesto una pesada carga para el conjunto de la zona euro que, hasta ahora, contrastaba con el dinamismo de Estados Unidos y el sudeste asiático. Sin embargo, el cuadro de indicadores correspondiente a los seis primeros meses de 2006 apunta hacia un cambio de dirección en las dos potencias económicas europeas. Esta mejora obedece a varios factores: la mejora de las fi nanzas públicas; la preservación de la estabilidad de precios; el incremento del empleo; la recuperación del consumo; el relanzamiento de la inversión; y el esfuerzo exportador. Aunque sería irresponsable y prematuro lanzar las campanas al vuelo, lo cierto es que tanto la economía alemana como la francesa, en el primer semestre de 2006, han dado muestras de un dinamismo que hacía años que no se percibía en sus principales variables económicas.

Da la impresión que en los círculos económicos se valoran más los aires económicos positivos procedentes de Japón y de Europa, y menos los signos negativos que muestra la economía estadounidense. Parece ser que existe el convencimiento de que Estados Unidos está tomándose un respiro coyuntural y que mientras tanto el resto de potencias económicas compensarán ese receso. En el fondo se confía que si Estados Unidos cambiase de fase cíclica, ello se compensaría con un ciclo expansivo en Japón y en la Eurozona. Si esta confi anza está o no justifi cada sólo el futuro lo certifi cará.

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 24. BALANCE ECONÓMICO DE 2006

Una ojeada a lo ocurrido en el escenario económico internacional durante el año 2006 causa no poco desconcierto.

Por un lado, la economía estadounidense, que venía caracterizándose por su pronunciado dinamismo, ha dado muestras de un preocupante y amenazante agotamiento. Posiblemente los desequilibrios fi scal y exterior, la impasibilidad de la política monetaria y, sobre todo, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria han creado un clima de pesimismo e incertidumbre. Buena prueba de este ambiente económico enrarecido ha sido la declaración del anterior Presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, para quien la primera potencia económica mundial puede estar encaminándose hacia una recesión.

Por otro lado, las economías de la Unión Europea y de la Eurozona, que en los últimos años no se caracterizaban por su pujanza, parece que han tomado un rumbo expansivo. A este nueva orientación están contribuyendo la recuperación de la locomotora alemana, el afi anzamiento y la continuación del crecimiento en Irlanda y España, y el espectacular crecimiento que se percibe en algunos de los nuevos países integrados: Estonia y Eslovaquia.

Y, por último, Japón, como es costumbre, ofrece signos esperanzadores en unos casos y desalentadores en otros. De una parte, todo hace indicar que las tasas de crecimiento han dado la espalda a la recesión; pero, de otro, los índices de precios dejan bien a las claras que aún no se ha pasado la página de la defl ación.

Como se observa, 2006 ha sido un año de fuertes e inesperados contrastes. Si en el futuro predominarán los claros sobre los oscuros dependerá, creemos, del acierto de los responsables de política económica: ¿Qué dirección tomará la política monetaria en Estados Unidos, tendrá un signo alcista o bajista? Es decir, para la Reserva Federal qué es más prioritario el crecimiento económico o la estabilidad de precios? Y el Banco Central Europeo, ¿cómo dosifi cará su política de tipos? ¿Es consciente de la asimetría de sus decisiones? Esto es, en la toma de decisiones qué pesa más el apuntalamiento del crecimiento o la obsesión por situar la tasa de infl ación por debajo del 2 por 100. Pero la mirada de la política económica ha de centrarse no tanto en Estados Unidos y en la UE, como en el sudeste asiático, pues los aires de preocupación provienen de esta zona del mundo.

II. La crónica económica de 2007: el fi n de fi esta

“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto.”

Charles Dickens: Historia de dos ciudades.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 25. PRIMER SEMESTRE 2007

Como es sabido, en más de una ocasión las cosas no son lo que aparentan. A simple vista todo indicaba que las principales economías occidentales vivían en una balsa de aceite, hasta que en agosto del presente año se desencadena una crisis fi nanciera con motivo de las difi cultades que se detectan en el segmento de las subprime del sistema fi nanciero estadounidense: hipotecas de alto riesgo o hipotecas basura.

La pregunta surge de inmediato: ¿Cómo es posible que unas entidades que representan el 13 por 100 del mercado hipotecario de Estados Unidos hagan tambalearse al conjunto de la economía mundial, pasándose del optimismo al pesimismo? Frente a este panorama se han perfi lado dos actitudes. Para unos lo que viene ocurriendo desde el verano no es más que una corrección de los mercados tras una prolongada etapa de desenfrenada euforia y que, además, las turbulencias tienen un epicentro, Estados Unidos, y todo lo más, las ondas sísmicas llegarán muy debilitadas al resto de países. Y para otros estamos asistiendo al principio del fi n, es decir, el deterioro del clima fi nanciero es el pórtico de una gran crisis económica a nivel internacional que clausura un largo ciclo de bonanza económica, caracterizado por unos tipos de interés históricamente muy bajos, una notable estabilidad de precios, unas altas tasas de crecimiento, una expansión de los intercambios comerciales y fi nancieros, y en el caso de algunos países, una pronunciada creación de empleo.

Tal vez ni lo uno ni lo otro. Sería un tremendo error no calibrar certeramente la gravedad de la situación; pero en modo alguno nos hemos de dejar arrastrar por una visión apocalíptica, según la cual estamos abocados a una profunda recesión de consecuencias muy negativas.

Lo procedente ante un panorama confuso es tratar de arrojar un poco de luz sobre lo ocurrido:

• Primero, desde comienzos de 2007 en todas las economías más destacadas se detectaba una ralentización del nivel de actividad y un deterioro del nivel de confi anza en el futu-ro tanto de los consumidores como de los empresarios, ninguna de estas economías ha mostrado mejores registros macroeconómicos durante el primer semestre de este año que los alcanzados al cierre del anterior. De esta forma, la tormenta fi nanciera ha caído en un terreno macroeconómico que mostraba signos de agotamiento.

• Segundo, durante los pasados años, al calor del bajo precio del dinero y del boom inmobi-liario, las prácticas de ingeniería fi nanciera han creado y propagado a nivel internacional nuevos activos fi nancieros, sin duda muy rentables, pero también con un alto riesgo si se invertía la tendencia bajista de los tipos de interés.

• Tercero, la llamada crisis de las hipotecas basura no ha sido más que el detonante que ha hecho

estallar dos burbujas estrechamente ligadas: una inmobiliaria y otra bursátil. Ha sido el desper-tador que nos ha avisado del fi nal de un extenso ciclo expansivo y nos ha devuelto a la realidad: la economía tiene un comportamiento cíclico.

• Cuarto, hay indicios que revelan que estamos ante una situación delicada y no frente a una

corrección más o menos periódica y esperable de unos mercados eufóricos. Si sólo fuera una corrección, cómo explicar y justifi car las actuaciones monetarias urgentes y coordi-

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

nadas adoptadas por la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, consistentes en inyecciones cuantiosas y masivas de liquidez y en un cambio de rumbo de la política de tipos, llegando la autoridad monetaria estadounidense a adoptar la primera bajada del precio ofi cial del dinero en los últimos años. Éstas son pruebas evidentes de que se trata de controlar la extensión de una crisis fi nanciera a escala mundial.

• Quinto, hasta el momento ni las inyecciones monetarias ni la política de tipos están conte-niendo las consecuencias negativas de los vaivenes fi nancieros, pues la raíz del problema no es la falta de liquidez en los mercados, sino las sospechas sobre la verdadera solvencia de algunas de las entidades que operan en ellos. Y, en este punto, no olvidemos que la base sobre la que se asienta todo sistema fi nanciero es algo difícil de alcanzar y preservar, aunque muy fácil de perder: la confi anza.

• Sexto, las actuaciones de las autoridades monetarias lo que persiguen en verdad es que la crisis quede circunscrita al ámbito fi nanciero y no se traslade al campo de la economía real. Pero, más tarde o más temprano, las entidades volverán a guiarse por lo que en los últimos años han dejado aparcado: la prudencia fi nanciera. El endurecimiento de las con-diciones de crédito afectará a las decisiones de inversión y, por tanto, al ritmo de actividad y a la creación de empleo.

• Séptimo, por lo pronto la enrarecida atmósfera fi nanciera está modifi cando el comporta-miento de los agentes económicos: las entidades fi nancieras se han vuelto más precavidas, adoptando una estrategia más volcada en las operaciones de pasivo y mucho menos en las de activo; los empresarios postergan sus proyectos de inversión, hasta que se despejen las incógnitas que pesan sobre el futuro; los consumidores observan cómo se desmorona su confi anza, ensombrecida por la pesada carga de un endeudamiento creciente y por la ame-naza de que retroceda la creación de empleo; y las entidades fi nancieras internacionales han cambiado su discurso optimista: además de modifi car a la baja todas sus previsiones, se han vuelto unos defensores acérrimos de la ortodoxia en materia fi nanciera.

• Y octavo, no existe una crisis igual a otra, y menos en el mundo fi nanciero. Que fi nancie-ros sin que éstas hayan arrastrado a la economía mundial a unaprofunda recesión, no por ello se ha de concluir que la actual situación no es más que un período de inestabilidad que, aún dejando huella, no tendrá importantes secuelas en las variables reales (produc-ción, inversión, empleo, etc.) gracias a la rápida intervención de las autoridades moneta-rias. Aunque las circunstancias actuales son distintas a las del pasado, no olvidemos los efectos negativos que tuvieron el desplome bursátil de 1987, el efecto tequila mexicano (1994), la crisis asiática y la del rublo (1998), etc. Lo ocurrido en décadas pasadas nos enseña dos lecciones: una, en las épocas de euforia se da un proceso de amnesia y se ol-vida cómo históricamente han concluido los auges inmobiliarios y bursátiles; y dos, las autoridades fi nancieras y monetarias, basándose en su función supervisora y reguladora, deberían prevenir y no curar, es decir, conociendo el pasado, tenían que haber cortado des-de el primer momento determinadas estrategias fi nanciera que han propiciado las burbujas especulativas, y no parapetarse en consabidas recomendaciones y en asumir los costes que, en una economía de mercado, correspondería a las entidades y agentes que libremente han asumido excesivos e irresponsables riesgos.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

En cualquier caso, estemos ante turbulencias o frente a una crisis en toda regla, la verdad es que el clima económico está empeorando y el dato que predomina tanto en la economía fi nanciera como en la real es el peor de todos: la incertidumbre.

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 26. BALANCE ECONÓMICO DE 2007

El panorama económico internacional ha estado presidido por un cambio de ciclo económico, que se venía fraguando desde 2006, consistente en la fi nalización de una prolongada ola expansiva y en el comienzo de una época de incertidumbre no sólo económica sino también fi nanciera. El verdadero calado de la posible crisis dependerá de que la desconfi anza fi nanciera se materialice en una restricción del crédito que estrangule la actividad productiva y la creación de empleo.

Los hechos económicos son tozudos, por ello tratar de buscar eufemismos para evitar pronunciar la palabra crisis es una tarea inútil. Ralentización, desaceleración, … se agotan los sinónimos con tal de no admitir la realidad: estamos en crisis. La economía no es una cuestión de fe, por mucho que nos pongamos todos a desechar de nuestras mentes la palabra maldita, ni mucho menos por ello las cosas dejarán de ser lo que verdaderamente son, con independencia de nuestros deseos.

En el anterior número de este Boletín analizábamos la denominada crisis de las hipotecas basura, mostrando que, contrariamente a lo que se dice desde medios ofi ciales, ésta no es la fuente de nuestros problemas, sino que ha hecho las veces de espoleta de una situación económica que, desde tiempo atrás, era explosiva. Si no hubieran sido las hipotecas de alto riesgo hubiese sido cualquier otro acontecimiento.

El verdadero origen de la situación por la que atraviesa la economía internacional se encuentra en la etapa expansiva precedente. Normalmente, todo auge engendra su propio desplome. Desde la óptica económica los años pasados han sido excepcionales y, tal vez, irrepetibles. Una época desconocida de liquidez desembocó en unos tipos de interés históricamente muy bajos, tan es así que los tipos reales a corto llegaron a ser negativos, en consecuencia: ¿Quién ahorra? ¿Cómo no endeudarse para invertir? Sí, pero las decisiones de inversión implican un elevado endeudamiento a largo plazo, y ya en este horizonte el precio del dinero no es tan bajo, además de ser variable. Si se observa detenidamente, aunque la expansión ha sido duradera, se sostenía sobre pilares sumamente inestables: bastaba un cambio de tendencia en los tipos de interés o un endurecimiento de las condiciones crediticias, para que lo que parecía sólido se convirtiese en un castillo de naipes, como escribió Carlos Marx: “Todo lo sólido se desvanece en el aire”. En cualquier caso, el riesgo asumido era muy alto, máxime cuando en buen número de países el modelo de crecimiento que propició la liquidez y el abaratamiento del dinero se basaba en una estrecha vinculación entre el sector inmobiliario y el fi nanciero. Sirvan, a este respecto, los ejemplos de Estados Unidos o de España.

¿De verdad alguien pensaba que este patrón de comportamiento podía continuar por mucho más tiempo? Cómo no darse cuenta de la amenaza fi nanciera que suponía el boom inmobiliario. Cómo caer en la trampa de endeudarse barato a corto y caro a largo. Cómo sacrifi car un crecimiento en el largo plazo menos intenso pero más estable, por uno vertiginoso a corto. Cómo… La lista de cómos sería interminable.

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

No cabe, ahora, esgrimir ignorancia sobre las consecuencias de lo hecho en el pasado. La historia económica y fi nanciera ilustra hasta la saciedad cómo acaban los períodos en que se da un maridaje entre una euforia fi nanciera y una burbuja inmobiliaria. Ahí está el caso de Japón. Además, en estos años desde distintos foros se hacían, aunque desoídas y ninguneadas, llamadas de atención sobre las más que previsibles consecuencias de lo que estaba ocurriendo, entre ellos, modestamente, este Boletín de Coyuntura Económica. Acúdase a los anteriores números del mismo para comprobarlo. Hubiese bastado la lectura de ese pequeño gran libro del profesor Antonio Torrero: Crisis fi nancieras. Enseñanzas de cinco episodios (Ed. Marcial Pons, 2006), para percibir la gravedad de lo que podía ocurrir y de lo que aún está por llegar.

Así pues, dejémonos de circunloquios y aceptemos la realidad, hemos de afrontar una crisis que será grave, profunda y duradera. Como alguna del pasado y, por tanto, superable; siempre y cuando no se nieguen los hechos o en vez de buscar soluciones nos entretengamos en hallar falsos culpables foráneos. Además de no ajustarse a la verdad, esta actitud es poco inteligente, pues si de nuestros males económicos otros son los responsables, las posibles soluciones no estarían en nuestras manos sino en las de ellos.

El avance y la gravedad de la crisis económica internacional aconsejan que sin la más mínima demora se proceda a un diagnóstico certero de la situación, paso previo a la toma de decisiones. Da la impresión que en los actuales momentos impera la confusión, destinándose los esfuerzos a averiguar si son galgos o podencos, es decir, si la crisis es fi nanciera o real. A nuestro juicio no procede este diagnóstico, porque el origen de los problemas es precisamente la simbiosis entre la economía real (sector inmobiliario) y la fi nanciera (endeudamiento de las familias y las empresas, y alta concentración del riesgo de las entidades fi nancieras en el sector de la construcción).

Estimamos más adecuado establecer los canales a través de los cuales está desarrollándose y expandiéndose la crisis a un ritmo acelerado. En primer lugar, el epicentro es el sector inmobiliario, cuyo desplome, teniendo en cuenta sus extensas ramifi caciones por el conjunto de la economía, contagiará a numerosas otras actividades intensivas en mano de obra, por lo que tanto la capacidad productiva como el mercado de trabajo se verán seriamente dañados. En segundo lugar, el problema fi nanciero de fondo no es la tendencia de los tipos de interés, sino la falta de confi anza sobre el verdadero estado de las entidades, por ello los primeros movimientos estratégicos son de defensa buscando liquidez y reduciendo riesgos, de ahí la vuelta a lo que nunca debió olvidarse y abandonarse: la prudencia y el rigor en la asignación de los recursos fi nancieros. Lo que ocurre es que ese retorno a la ortodoxia se traduce en una restricción crediticia que impactará sobre la inversión y, por ende, sobre la capacidad de crecimiento y de creación de empleo. Y por último, junto al pinchazo de la burbuja inmobiliaria y a la restricción del crédito, aparece un tercer conducto por el que se expande la crisis: el deterioro del ratio endeudamiento/renta. Como hemos señalado, las decisiones de endeudamiento se tomaron para un período muy largo de tiempo, pero teniendo como referente los tipos de interés variables a corto, en cuanto el precio del dinero ha comenzado a despuntar, el creciente endeudamiento presiona sobre la renta disponible y el consumo, y el enfriamiento de esta variable planea negativamente sobre el PIB y el empleo.

Como se observa, la crisis internacional se despliega en múltiples direcciones, pero todas parecen confl uir en un punto: el estancamiento (paro) con infl ación. En el caso de que éste sea el destino, más que en un punto de llegada estaríamos ante un agujero negro, como así se demostró

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

en la crisis de los 70. Nuevamente, la desmemoria que ocasiona un boom inmobiliario nos ha hecho olvidar, aunque no a todos, las lecciones del pasado.

III. La crónica económica de 2008: el año que vivimos peligrosamente

“Las circunstancias dominan a los hombres. Los hombres no dominan las circunstancias”

Herodoto: Historias

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 27. PRIMER SEMESTRE 2008

Según dicta la sabiduría popular, después de la tempestad viene la calma. Pero lo ocurrido en la economía internacional desde principios de 2008, sin perder de vista el segundo semestre de 2007, muestra que también es válida la afi rmación contraria: después de los años dorados vienen los años de plomo. Ahora algunos se dan cuenta que durante la pasada etapa expansiva no era oro todo lo que relucía, y que detrás del auge inmobiliario, basado artifi cialmente en unas facilidades crediticias sin precedentes, y del boom fi nanciero, sustentado en una irresponsable gestión del riesgo, lo que verdaderamente había era una situación fi cticia, creada por una política monetaria de dinero abundante y barato y, en paralelo, por un abandono consentido por los reguladores de las más elementales prácticas y normas de la prudencia fi nanciera. El resultado de todo ello ha sido el estallido de la mayor crisis fi nanciera desde la Gran Depresión de 1929; sin olvidar,

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

como viene siendo habitual, que al unísono se está desarrollando y expandiendo una profunda y prolongada recesión en la economía real: desempleo masivo, destrucción del tejido productivo, desplome de la inversión, etc.

Más o menos desde el año 2000 en el escenario económico internacional se ha representado una comedia que no parecía tener fi n, y en caso de tenerlo éste era feliz. El argumento era de pura fantasía: con un barril de petróleo en torno a 10 dólares, las autoridades monetarias (Reserva Federal y Banco Central Europeo), para contrarrestar el pinchazo de la burbuja tecnológica en 2000, decidieron incrementar la liquidez del sistema y proceder a un abaratamiento sin precedentes del dinero. De manera que el tipo de interés ofi cial que en el año 2000 era del 6,5 por 100 en Estados Unidos y del 4,75 por 100 en Europa, llegó a lo largo de 2003 y 2004 a ser del 1 por 100 y del 2 por 100, respectivamente. Se confi aba en que los mercados fi nancieros, en un contexto globalizado, basándose en un cálculo acertado del riesgo y salvaguardando la solvencia, asignaran efi cientemente un dinero abundante y barato como jamás se había conocido.

Esta corriente monetaria en principio tomó dos direcciones paralelas que, con el transcurrir del tiempo, coincidirían, o más bien colisionarían. Por una parte, desde el punto de vista de la economía real, la expansión monetaria incentivó en varios países un modelo a todas luces insostenible: el crecimiento se asentaba del lado de la oferta en el sector de la construcción y del lado de la demanda en el consumo. Tanto en un caso como en otro el carburante que alimentaba ambos motores era el mismo: el crédito abundante, accesible y barato. Las entidades fi nancieras sacrifi caron la obligada prudencia en favor de los incrementos de las cuotas de mercado y de los benefi cios cortoplacistas; y los agentes económicos –empresas y particulares- se endeudaron muy por encima de sus posibilidades apoyándose en unos datos de partida a corto plazo (tipos variables reales negativos, larguísimos períodos de amortización, y excelentes expectativas laborales), pero de dudosa solidez y vigencia en el largo plazo. Tal fue la fi ebre desatada que en el caso de algunos países, por ejemplo España, buena parte del boom inmobiliario y de la euforia consumista tuvo que ser atendida con fi nanciación externa dada la escasez de ahorro interno, el resultado no se hizo esperar: un défi cit por cuenta corriente del 11 por 100 del PIB, el mayor del mundo en términos relativos.

Numerosas y acreditadas voces advirtieron de los riesgos de ese modelo de comportamiento, basado en fl ujos ingentes de dinero barato a corto y en la subida imparable del precio del bien al que predominantemente se habían dirigido tales fl ujos: la vivienda. Luego el argumento de la comedia descansaba en la trayectoria inversa de dos precios: el del dinero (a la baja) y el de la vivienda (al alza). No hace falta ser un experto para darse cuenta que en cuanto uno de los dos precios cambiase su tendencia empezarían las complicaciones, tanto para los irresponsables acreedores como para los inconscientes deudores. Pero muchos economistas clamaron en el desierto, la fi esta económica era del gusto de muchos de los invitados a ella (gobiernos, empresas, particulares, entidades fi nancieras, especuladores, inversores), en estas circunstancias toda voz crítica era sospechosa y por supuesto desdeñada por trasnochada (los ciclos habían desaparecido y la expansión nunca tendría fi nal); como ha afi rmado el profesor Antonio Torrero: “En ningún episodio (de crisis fi nanciera) han faltado voces de aviso, pero eran minoría en el fragor de la especulación, en la cual el propio mercado, en su ascenso continuo, constituía el mejor reclamo para alcanzar cotas cada vez más altas en los precios” .

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Si la debilidad e inestabilidad de los cimientos en que se basaba la economía real eran más que evidentes a los ojos de quien quisiera ver, aún más patentes eran los peligros que se avecinaban por el lado de la economía fi nanciera. En el caso de algunos países con un sistema fi nanciero menos regulado, la banca de inversión canalizó el dinero hacia unos activos nuevos creados ex profeso para alcanzar una alta rentabilidad, pero en unos momentos en que los tipos reales eran negativos, dichos activos sólo podían alcanzar una alta cota de rentabilidad si a la vez se asumía un altísimo riesgo: aparecen en escena las famosas hipotecas subprime, aunque ahora se las conoce por el genérico: activos tóxicos. La conexión entre la economía real y la fi nanciera estaba servida, el cortocircuito del sistema podría venir bien de un lado o de otro. Aunque estas prácticas fi nancieras se circunscribían a un país, ningún otro podía declararse ajeno a las mismas, puesto que los mercados fi nancieros están mundializados. Es más, cabría preguntarse si esas operaciones de alto riesgo fueron una exclusiva de Estados Unidos. Ciertamente en otros países la titulización de hipotecas concedidas a clientes de dudosa solvencia no era posible; pero, por ejemplo, cuál sería la respuesta que darían en la actualidad algunas entidades fi nancieras a la siguiente pregunta: ¿De cada diez créditos hipotecarios que su entidad concedió en 2004, 2005 ó 2006, cuántos aprobaría hoy en día?

Pero la comedia festiva que comenzó en torno al año 2000, fue decayendo cuando a principios de 2006 tanto la RF como el BCE, para contrarrestar el calentamiento de sus economías y las tensiones infl acionistas, cambiaron su estrategia monetaria y comenzaron a aplicar subidas graduales en el precio del dinero, de forma que en apenas dos años en USA los tipos de interés pasaron del 1 al 5,25 por 100 y en la Eurozona del 2 al 4 por 100. En el primer caso el precio del dinero se multiplicó por 5 y en el segundo se duplicó. Esta fue una seria advertencia, sin embargo se le hizo muy poco o ningún caso. La fi esta continuó. Hasta que la comedia se convirtió en drama: en el verano de 2007 estalló la crisis de las hipotecas basura. La elevación de los tipos de interés, de una parte, redujo la demanda de vivienda y también su precio y, de otra, puso de manifi esto la insolvencia de muchos de los endeudados. Unos, los menos, se dieron cuenta de la gravedad de la situación; pero otros, los más, continuaron con la fi esta, a ellos no les afectaba para nada los males de los demás. Qué verdad el dicho de que cuán atrevida es la ignorancia. Resulta que una expansión económica cuyo detonante es externo (alta liquidez mundial y tipos reales de interés negativos), en cuanto esa envolvente cambia drásticamente no afecta a tu economía nacional.

Comedia, drama. Pero según transcurría 2008, el grado de deterioro iba en aumento, asistimos a un panorama más que preocupante tras los excesos festivos de los años de bonanza económica: recesión, caída de la inversión, desequilibrio de las fi nanzas públicas y aumento del desempleo. Sin embargo, en septiembre se desencadena la tragedia: se declara la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers y las autoridades económicas estadounidenses tienen que acudir al rescate de la mayor aseguradora a nivel mundial, AIG. Algunos países europeos todavía pensaban que el océano atlántico nos inmunizaba de la epidemia fi nanciera que se había declarado en Estados Unidos. Todo era un espejismo, la metástasis había alcanzado a los sistemas fi nancieros de numerosos países: Reino Unido, Islandia, Alemania, Bélgica, Holanda, etc. Las inyecciones masivas de liquidez que venían practicándose intermitentemente desde hacía meses no surtían ningún efecto y los inversores huían en desbandada de los mercados de valores; mercados que han perdido ya la cuenta de los lunes, martes o jueves negros, y buscan refugio en otros mercados o en valores refugio (metales preciosos o activos públicos). Ante el más que previsible pánico

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

fi nanciero se adoptan medidas forzadas por el ritmo vertiginoso de los acontecimientos bursátiles: el 3 de octubre se aprueba el Plan de Rescate en Estados Unidos por un importe de 700.000 millones de dólares, y el día 8 los principales bancos centrales del mundo proceden a una bajada coordinada de medio punto del tipo de interés ofi cial del dinero: en USA pasa del 2 al 1,5 por 100, y en la Eurozona del 4,25 al 3,75 por 100.

Sin embargo, es tal el desconcierto reinante por las actuaciones aisladas de cada país, estableciendo distintos grados de protección para los depósitos bancarios y diferentes niveles de intervención en las entidades fi nancieras afectadas, y la ausencia de una respuesta coordinada de política económica, que la luz roja de extremo peligro se enciende en la semana del 6 al 10 de octubre en la que las principales bolsas del mundo se derrumban, lo que obliga a una propuesta de actuación conjunta los días 11 y 12 en torno a la Asamblea del FMI y a la Reunión de Jefes de Estado o de Gobierno de la Eurozona en París.

En los momentos de escribir estas líneas, mediados de octubre, las propuestas de actuación, dada la gravedad alcanzada por la crisis fi nanciera, van todas dirigidas en una misma dirección: la actuación pública directa (intervención en el capital) o indirecta (respaldo crediticio) en las entidades fi nancieras privadas. Hablemos claro, estamos ante una nacionalización total o parcial de entidades fi nancieras. ¡Quién lo iba a decir después de tantos años de alabanzas hacia el mercado!

¿Cómo entender todo lo que ha ocurrido, y lo que el futuro nos deparará? Más que utilizar un manual de economía o de historia fi nanciera, que también, habría que acudir a la Guía de Perplejos de Maimónides. Esa es la sensación que sentimos como observadores, y no olvidemos que también como posibles implicados de todo lo que está aconteciendo: perplejidad. Y esta perplejidad como mejor se manifi esta es en forma de preguntas sin respuesta, o mejor dicho, que cada cual las responda:

¿Dónde estaban las autoridades económicas y políticas, esas mismas que ahora se proponen refundar el capitalismo, en la etapa en que se cometieron los excesos que nos han llevado a la actual crisis económica y fi nanciera? ¿Por qué apremia actuar cuando los mercados bursátiles caen estrepitosamente y las entidades fi nancieras están al borde del abismo, y se asistió impasible cuando se encarecía vertiginosamente el precio de un bien básico y esencial como la vivienda? ¿Por qué en el primer caso se asalta la fortaleza del mercado y en el segundo era intocable? ¿Por qué esa desigualdad de trato en los mercados factoriales? Es decir, cuando se desata una crisis en el mercado de trabajo se deja que se ajuste vía precios (descenso o contención salarial) o vía cantidades (incremento del paro), y en cambio en los mercados fi nancieros solamente se es fi el a las reglas del libre mercado a la hora de generar y distribuir benefi cios, y en cambio en momentos como los actuales, si se nos permite la expresión, ningún palo quiere aguantar su vela, o mejor dicho, todos con nuestros impuestos aguantaremos las velas de algunos. No se nos invitó a la fi esta, pero sí tenemos que pagar el duelo y el entierro. Como contribuyentes estamos en nuestro derecho de preguntar: ¿Cuál será el coste de las intervenciones públicas? Cuando desaparezcan, no sabemos cuándo, las circunstancias que han dado lugar a la crisis: ¿Qué ocurrirá con el accionariado público de las entidades fi nancieras privadas? ¿Asistiremos a un nuevo capítulo de capitalismo popular?

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Pero lo más asombroso han sido los argumentos esgrimidos para explicar la crisis fi nanciera. Uno es que estamos ante un problema de liquidez y no de solvencia de las entidades. En tal caso: ¿Para qué y por qué respaldar con el aval del Estado a las entidades? ¿A dónde han ido a parar las inyecciones multimillonarias de liquidez? ¿Cómo es posible desligar la liquidez y la solvencia, máxime cuando la primera no es transitoria? ¿Cómo puede una entidad desarrollar su labor de intermediación fi nanciera si carece de liquidez? ¿Se puede ser solvente sin tener liquidez? Si no se cuestiona la solvencia: ¿Cómo se explican los planes de intervención directa en el capital de las entidades y el aval público en el mercado interbancario?

Igualmente llamativa es la petición urgente de intervención de los poderes públicos desde determinadas instancias, el denominado por algunos paréntesis en la economía de mercado. Imagínese el lector que J.M. Keynes resucitase y leyera estos párrafos editoriales:“Los inversores sólo confían hoy en intervenciones públicas directas en los bancos privados y en el control, lejano o próximo, de los poderes públicos” (El País: 11-10-2008).

“Es la hora de echar a un lado los dogmas y la política y concentrarse en las respuestas pragmáticas, lo que se traduce en más intervención gubernamental y mayor cooperación a corto plazo” (The Economist: 10-10-2008).

Los planes de ayuda del sector público, de un volumen astronómico, se han reclamado alegando que el sistema de mercado no funciona ahora efi cientemente. Esta afi rmación es una verdad a medias. El mecanismo de mercado sí funciona bien, lo que ha ocurrido es que no nos gustan los resultados cuando el mercado se ajusta. Esto es, cuando la expansión económica de estos años pasados han arrojado ingentes benefi cios para muchos agentes económicos nadie cuestionaba al mercado, más bien todo lo contrario, todo aquel que reclamaba una mínima actuación pública que impidiese la formación de una burbuja inmobiliaria era objeto de descalifi caciones. Ahora bien, cuando el mercado procede a un ajuste de la desproporcionada distancia que media entre la economía real y la fi nanciera, ya los resultados que arroja no se estiman adecuados. En este punto, es preciso acudir al baúl de los recuerdos económicos: privatización de benefi cios, nacionalización de pérdidas. Es como si el tiempo no hubiese pasado y, por encima de todo, lo ocurrido muestra y demuestra que poco o nada hemos aprendido de las crisis fi nancieras del pasado: Gran Depresión de 1929, crash bursátil de 1987, burbuja japonesa, crisis del Long-Term Capital Management de 1998, y burbuja tecnológica de 2000, por no irnos más atrás en el tiempo.

Probablemente los planes de rescate públicos tendrán un efecto placebo (alzas esporádicas e imprevisibles de las cotizaciones bursátiles, mejora transitoria del ambiente fi nanciero, tendencia bajista del euribor, etc.), pero no curativo de los problemas de fondo que están detrás de la crisis fi nanciera. En primer lugar, no es preciso dar muchas vueltas para al fi nal darse cuenta que la causa principal de este embrollo es la apuntada por J.K. Galbraith en referencia a lo ocurrido en la década de los 90: “Hoy por hoy, hay mucho más dinero que afl uye a los mercados de valores que inteligencia para canalizarlo. O dicho con otras palabras, hay muchos más fondos de pensiones, que hombres y mujeres perspicaces desde un punto de vista fi nanciero para administrarlos”. En segundo lugar, ha quedado al descubierto cómo los responsables económicos han sido desbordados por los acontecimientos, saltando por los aires las regulaciones y las supervisiones; y lo que es aún más grave, lo ocurrido ha roto el mecanismo de transmisión de la política monetaria, de ahí el diferencial existente entre el tipo de interés ofi cial y el vigente en los mercados. Es como si los

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

mandos del vehículo no obedeciesen al conductor, cuando se pisa el acelerador el coche se frena y viceversa. En tercero, no es efi ciente desde el punto de vista económico ni éticamente admisible santifi car al mercado en épocas expansivas y especulativas, y demonizarlo a la hora del ajuste: en este caso se admite el pecado, pero no la penitencia. Y cuarto, el tema fi nanciero nos deslumbra, pero tras él o junto a él viene el fantasma de una recesión prolongada de efectos devastadores en el mercado de trabajo y en los sectores productivos. Tal vez en la economía real resplandecerán los severos ajustes del mercado; y las intervenciones públicas brillarán, pero por su ausencia. Como suele decirse: siempre ha habido clases, y en economía más que en ningún otro tema.

En defi nitiva, estamos asistiendo a una crisis fi nanciera histórica, de liquidez, y se diga lo que se diga, de solvencia de las entidades fi nancieras; y en paralelo se está desarrollando una recesión de no menor calado. Y todo ello como consecuencia de los excesos cometidos en los años anteriores por los distintos agentes económicos; y, también, por la inacción, fundada en las virtudes del mercado, de los responsables económicos y políticos. Después de todas estas disquisiciones, lo ocurrido nos trae a la mente aquellas palabras de H. Heine, escritas en el siglo XIX y por motivos muy alejados de la economía: “Cuántas veces la excesiva prosperidad es el más seguro medio de precipitarnos en la mayor desgracia”.

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 28. BALANCE ECONÓMICO DE 2008

Seguramente 2008 establecerá un antes y un después en la evolución de la economía internacional. Durante el citado año la coyuntura económica ha sufrido un acelerado empeoramiento en sus variables clave: actividad productiva, consumo, inversión, empleo, exportaciones, etc. Como consecuencia de este negativo clima las principales economías occidentales se encaminan irremisiblemente hacia una prolongada depresión, cuya superación requeriría un programa de política económica compartido y coordinado a nivel internacional.

¿Cómo califi car lo ocurrido durante 2008, sin incurrir en reiteraciones y lugares comunes? Dado el abuso que hemos hecho de ellos, términos como crisis, recesión o depresión ya apenas nos sirven para describir lo que está pasando en el escenario económico internacional. Cuando esto ocurre lo mejor es acudir a nuestro pasado intelectual en busca de ayuda. En concreto, los títulos de dos obras, de muy distinta índole, escritas en el siglo XVII ilustran a la perfección lo que está ocurriendo en la actualidad. Cómo no pensar que el vertiginoso deterioro del clima económico y la incertidumbre sobre el futuro es una excepción que confi rma la veracidad del título de la comedia de Calderón de la Barca, No siempre lo peor es cierto; o bien cómo no acordarse del primer tratado bursátil del que se tiene conocimiento, Confusión de confusiones de Joseph de la Vega, cuando asistimos a la sucesión interminable de supuestos programas de política económica que más bien son un refl ejo de incompetencia o impotencia, que el resultado de un análisis riguroso sobre la situación y los medios más adecuados para superarla en el medio y largo plazo.

Cuando los acontecimientos están muy por encima de las capacidades de los responsables de política económica reina el desconcierto y se genera y propaga la incertidumbre. Se nos quiere hacer creer que la salvación vendrá a golpe de reuniones internacionales; o tal vez que la solución consistirá en la implementación de astronómicos programas de gasto público, como si la capacidad económica y fi nanciera de los Estados fuese ilimitada, no dándose cuenta que a los problemas de

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

insolvencia de las entidades fi nancieras, de las empresas y de los particulares vamos a sumar por este camino los del sector público, olvidando dos cosas: al fi n y a la postre todo descansa sobre la maltrecha capacidad de pago de los contribuyentes y los Estados pueden ser insolventes o entrar en quiebra si no actúan con prudencia. Asimismo, se nos quiere convencer que la salida a la crisis dependerá de lo que hagan otros, fundamentalmente Estados Unidos, que para esta misión sí es el líder mundial, pero a la hora de buscar culpables entonces es una potencia económica en declive; también se difunde la idea que la más reciente intervención en una entidad fi nanciera será la última y que en cualquier caso se trata de un caso aislado; o qué pensar cuando de forma reiterada se nos vaticina erróneamente cuándo va a terminar la recesión y en qué momento va a comenzar la recuperación. Para qué continuar, a lo largo de 2008 si algo ha quedado claro es que una cosa es lo que se dice y otra bien distinta lo que se hace.

Lo más sorprendente es la escasez, más bien ausencia total, de ideas nuevas. Es más, la política económica copia tal cual modelos de pensamiento y modos de actuación del pasado. En tiempos de incertidumbre nada más socorrido que buscar situaciones pretéritas semejantes a las actuales y de esa forma aplicar similares recetas a las arbitradas con éxito en aquel entonces. En este sentido, se ha extendido el siguiente esquema de razonamiento: como la crisis actual tiene más de un parecido con la Gran Depresión de 1929, corolario: aplíquense medidas keynesianas que en aquel tiempo dieron excelentes resultados. Es verdad que existen similitudes: las burbujas especulativas previas sirvieron de caldo de cultivo; la caída del precio de los activos fi nancieros y reales; la defl ación; etc. Pero no es menos cierto que las diferencias son notables, sobre todo las institucionales, las estructurales y las operativas, es decir, las actuales economías funcionan de forma muy distinta y los agentes económicos operan en unos marcos regulatorios muy diferentes a los existentes en 1929. Esto implica que las medidas de política monetaria y fi scal no tienen por qué tener los mismos o parecidos efectos en circunstancias alejadas en el tiempo: difi eren los mecanismos de transmisión monetaria, el multiplicador del gasto público o la incidencia de una rebaja impositiva. En defi nitiva, en política económica lo mejor no son las copias, máxime cuando éstas son burdas. Lo adecuado es la originalidad, cada crisis económica histórica, como es la del presente, ha de afrontarse con una alta dosis de nuevas ideas. Esa y no otra cosa supuso la teoría y política keynesianas en la década de los 30 del pasado siglo.

La cuestión clave es si estamos haciendo lo correcto; o si más bien, siguiendo un movimiento pendular, actuamos como contraposición a la etapa expansiva precedente en la que, supuestamente, imperó un capitalismo de libre mercado a ultranza, por lo que en consecuencia ahora tomaría el relevo la política económica de inspiración keynesiana. Por qué no nos planteamos la siguiente pregunta: ¿Si Keynes estuviese aquí y ahora, sería keynesiano? Es decir, ¿propondría, como hizo en su momento, medidas monetarias y fi scales expansivas?

Ahora que otra vez todo el mundo se ha vuelto keynesiano, milagrosamente la inmensa mayoría sin haber leído una sola línea de la obra de Keynes, sería conveniente consultar, sobre todo en España donde en materia económica se investiga mucho pero se estudia y se lee muy poco, la magnifi ca biografía que sobre el economista inglés llevó a cabo R. Skidelsky o los excelentes análisis que sobre su tiempo y su obra han escrito dos excelentes economistas españoles, Luis Ángel Rojo y Antonio Torrero. Tras esta provechosa aventura intelectual uno llegaría a la conclusión que, después de un brillante diagnóstico, Keynes sugeriría ideas y políticas nuevas. Porque, ante un presente económico tan complicado, Keynes compartiría probablemente la opinión de otro sabio como él, Albert Einstein: “Si no cambiamos nuestra manera de pensar, estamos perdidos”.

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

IV. La crónica económica de 2009: el largo y tortuoso camino de la crisis

“Lo que se olvida, alegre y absurdamente, es que el modo de vida de los seres humanos determina la naturaleza de su sufrimiento. Como cualquier otro mal social, el sufrimiento que tanto lamentamos en la actualidad hunde sus raíces en nuestras formas de vida, artifi ciosas y adocenadas; en esa costumbre, en la que se nos ha educado celosamente hasta convertirse en un hábito empedernido, de recurrir a los créditos de consumo en cuanto surge el menor problema o difi cultad. Vivir del crédito tal vez sea más adictivo que cualquier otra droga, con toda seguridad mucho más adictivo que otros tranquilizantes disponibles: la disminución o la interrupción abrupta de un suministro de drogas que durante décadas ha sido generoso conduce inevitablemente a la crisis y al trauma. Lo que se nos ofrece ahora es una salida aparentemente fácil a la crisis que sufren tanto los adictos a la droga como sus trafi cantes: reanudar el suministro de drogas confi ando en que se regularice. Es decir, que retomemos la adicción que hasta ahora nos había permitido no preocuparnos demasiado por los problemas y mucho menos por su origen”.

Z. Bauman: El tiempo apremia.

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 29. PRIMER SEMESTRE 2009

En el ámbito internacional cabe diferenciar dos trayectorias, una descendente y otra ascendente. Por un lado, si estudiamos la coyuntura en términos interanuales no se vislumbra, más bien lo contrario, ningún síntoma de recuperación. Pero por otro, si el análisis se basa en la comparación de lo ocurrido en el segundo trimestre con respecto al primero se aprecia un leve rayo de luz: las economías alemana y francesa han crecido un 0,3 por 100. Sólo el tiempo dictaminará si estamos ante el comienzo del fi n de la crisis o frente a una mejoría pasajera.

En tiempos de profunda y dura crisis, como son los actuales, con frecuencia se acude al lenguaje metafórico para ilustrar la gravedad de la situación. La lista de ejemplos sería interminable. Tal vez, en nuestra modesta opinión, lo que está ocurriendo se asemeja a una larga, no sabemos si interminable, y penosa travesía del desierto.

Las principales economías occidentales caminan lenta y cansinamente en forma de caravana, una detrás de otra. Van agrupadas, en la creencia que así soportarán mejor las penalidades; en cualquier caso, aunque juntas, siempre hay unas que ocupan las primeras posiciones y abren camino (Estados Unidos y Alemania), otras que ya bastante hacen con permanecer dentro de la formación, y alguna, España, antaño ufana de ir a la cabeza, en cuanto el camino se ha empinado se ha descolgado a la última posición.

Como es sabido, después de una prolongada exposición a las inclemencias (consecuencias) del desierto (crisis económica) comienzan a aparecer preocupantes síntomas de agotamiento. Así porque en el segundo trimestre de 2009 tanto Alemania como Francia han registrado una levísima mejoría, sus tasas de crecimiento intertrimestral han sido del 0,3 por 100, algunos responsables políticos han visto un espejismo: lo peor ya ha pasado y han oteado el oasis del fi nal de la recesión. Pero como en todo, también aquí hay grados. De manera que algún país, España, sufre alucinaciones: sin motivo alguno y desde el furgón de cola, tal vez rememorando

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

a su personaje literario por antonomasia, confunde ramajos secos (molinos de viento) con brotes verdes (gigantes). Esperemos que no acabe como Don Quijote, maltrecho y por los suelos; y todo por no atender a las recomendaciones de Sancho Panza (expertos independientes y organismos internacionales).

Se cometería un gravísimo error si se hiciera caso a los cantos de sirena de los que confunden la realidad con un espejismo y, no digamos nada, con los que están aquejados de insolación. No existe ningún dato objetivo que revele el principio del fi n de la recesión. A la ignorancia de los conceptos y fundamentos económicos que exhibe más de un responsable político, viene a sumarse ahora el desconocimiento estadístico. En buena medida lo que está ocurriendo obedece a cómo manejemos e interpretemos estadísticamente las variables económicas. De ahí la diferencia entre las tasas interanuales y las intertrimestrales. Atendiendo a razonamientos económicos y a una correcta interpretación de los datos estadísticos en su conjunto, y no selectivamente, no se aprecia un cambio de tendencia claro en las principales economías occidentales.

Supongamos, como hipótesis de trabajo, que han llegado al fondo del pozo de la recesión y que no han sufrido daños irreparables, la cuestión esencial no es que desde abajo al mirar hacia arriba se ve la luz, sino cómo salir del pozo. Porque hasta el presente las medidas adoptadas, tanto fi scales como fi nancieras, lo único que han logrado es amortiguar la caída pero no sacar a las economías del abismo.

Nos encontramos, en consecuencia, ante no pocos e intrincados dilemas de política económica: ¿Ha llegado el momento de retirar los estímulos fi scales? ¿Quién nos asegura que una vez se le retiren las muletas al enfermo éste no se desplomará? ¿Verdaderamente el sistema fi nanciero ha digerido sus problemas de solvencia, o más bien se han maquillado contablemente? ¿Qué rumbo tomará la política monetaria, permanecerá anclada en la nulidad de tipos o, por el contrario, adoptará otra estrategia? ¿Continuaremos aplicando políticas pasivas frente al problema del desempleo, olvidándonos que lo más social es crear empleo? La relación sería muy extensa.

Pero en cualquier caso, lo que no se debe es confundir un dilema con una incongruencia: ¿Cómo es posible tratar de estimular una economía mediante el incremento del gasto público y a renglón seguido congelarla con una subida de impuestos? Es como si alguien pretendiese acelerar y frenar a la vez. Haga cualquiera de ustedes la prueba, intente acelerar y frenar al mismo tiempo su automóvil: es imposible avanzar.

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 30. BALANCE ECONÓMICO DE 2009

En el escenario económico internacional, si 2008 fue el año del colapso fi nanciero, 2009 ha sido el de la crisis de la economía real. Hemos asistido a un deterioro sin precedentes recientes del consumo, la inversión y el empleo, en defi nitiva, a una pérdida notable de la capacidad productiva de las principales economías occidentales, cuyo rasgo más sobresaliente es la zona roja en la que se han instalado las tasas de variación del PIB. Si la superación de la recesión se demorase o si asistiéramos a una salida en falso, estaríamos condenados a una prolongada depresión, al estilo japonés, con unos efectos económicos y sociales devastadores. Seguramente el año 2009 será recordado como uno de los más negros desde el punto de vista económico. Durante estos doce meses la crisis económica se ha manifestado con toda su crudeza;

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

de forma que aunque el epicentro de los actuales problemas se localiza en el mundo fi nanciero, ha sido durante el pasado año cuando la economía real se ha visto convulsionada en múltiples frentes: contracción del consumo; caída de la inversión; atonía del sector exterior; desajustes productivos; y la aparición de dos de los más temidos fantasmas económicos: la defl ación y el desempleo masivo.

A mediados de 2009 las medidas de estímulo fi scal aplicadas en la mayoría de países occidentales crearon un espejismo: la moderación transitoria del pronunciado descenso de las tasas de variación interanuales del PIB y la recuperación, en algunos casos, de las intertrimestrales hicieron creer que lo peor de la crisis era cosa del pasado y que comenzaba la recuperación. La fi cción se impuso a la realidad, hasta el punto que se certifi có de manera anticipada el fi nal de la crisis y el debate económico se centraba en cómo y cuándo retirar los estímulos fi scales.

Sin embargo, los datos correspondientes a los últimos trimestres del año han supuesto una vuelta a la realidad. No sólo la solidez de la recuperación ha quedado en entredicho sino que, además, a los problemas generados por la crisis se han sumado otros de no menor gravedad, ocasionados por la actuación en materia fi scal de los responsables de política económica: el défi cit y el endeudamiento públicos. Así pues, el sector público, lejos de sacar a fl ote al privado, puede fracasar en su intento y hundirse él también.

El balance económico de 2009 proyecta un dibujo muy preocupante del escenario económico internacional. En primer lugar, los desequilibrios fi nancieros no han sido corregidos, por lo que el sistema circulatorio del crédito no funciona adecuadamente, desmintiendo la superación de la debilidad del sistema y difi cultando no sólo la actividad empresarial sino amenazando su supervivencia. En segundo, las masivas inyecciones de liquidez y los acicates fi scales por el lado del gasto han logrado contener la marea de la crisis pero, por ahora, no han solucionado ninguno de los problemas reales de las economías occidentales. Persistiendo la debilidad del cuadro macroeconómico: consumo, inversión y exportaciones. Y en tercer término, a los sumandos que hasta el momento caracterizaban la crisis, se ha añadido uno más: el acusado y preocupante deterioro de las fi nanzas públicas. No por esperado y previsible es menos grave. Muy al contrario, el desequilibrio de las cuentas públicas, con el subsiguiente recurso al endeudamiento, tiene unas consecuencias muy negativas: a) obliga a cambiar el orden de prioridades de las políticas económicas, de manera que la reducción del défi cit se erige ahora en el objetivo prioritario, relegándose a un segundo plano otros de mayor calado económico y social; b) distorsiona el funcionamiento de los mercados fi nancieros que han de absorber un ingente volumen de deuda, por lo que la estructura de las carteras de activos registrarán importantes cambios, atendiendo, más que a la rentabilidad, a la solvencia y fi abilidad de los emisores; c) entorpece la instrumentación de la política monetaria y, en el caso de la Eurozona y a raíz del caso griego, pone en cuestión la viabilidad de una unión monetaria carente de la más mínima y exigible disciplina presupuestaria; y d) probablemente retrasará la salida de la crisis, pues el ajuste fi scal, al poner el acento más en el gasto que en el ingreso, afectará negativamente al consumo y la inversión.

Si conjugamos todos los factores barajados, más de una economía occidental está al borde de padecer el problema japonés, es decir, después de una etapa expansiva, basada en una burbuja inmobiliaria y/o bursátil, la economía se sumerge en una prolongada, a veces interminable, depresión económica de la que es muy complicado y costoso salir.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

V. La crónica económica de 2010: grandes y falsas esperanzas

“Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca”

Miguel de Cervantes

BOLETÍN DE COYUNTURA ECONÓMICA Nº 31. PRIMER SEMESTRE 2010

En el escenario económico internacional éste ha sido el semestre de la decepción y de la vuelta a la cruda y dura realidad económica. Durante los primeros meses de 2010, con no mucho fundamento, se extendió la opinión de que la incipiente recuperación de algunas economías suponía un punto y aparte en la crisis fi nanciera y económica. Pero la crisis de la deuda desatada a partir de marzo y el jarro de agua fría que algunos datos arrojaron sobre la economía estadounidense, entre otros acontecimientos negativos, mostraron y demostraron que en el mejor de los casos estábamos asistiendo a un punto y seguido; y que, por tanto, el punto y fi nal del texto de la crisis se halla aún muy lejano.

La historia ejemplifi ca que las crisis económicas, máxime si son de la profundidad y gravedad de la actual, siguen una secuencia temporal propia: se gestan en la etapa de prosperidad precedente; a continuación, una vez que afl ora a la superfi cie, se ignora su existencia o bien se minusvalora se gravedad; seguidamente, y como los hechos económicos son tozudos, se reconoce a regañadientes la crisis, pero sus causas y responsabilidades se sitúan extramuros del país; una vez que se impone la realidad, se pretende hacer creer que con medidas de política económica indoloras la economía se recuperará rápidamente, sin caer en la cuenta que la ausencia de un certero diagnóstico y el diseño de un adecuado programa de actuación lo que provoca es un enquistamiento y agravamiento de la crisis; y, por último, sumidos en la depresión se pretende convencer, en un movimiento pendular y acrobático, de las virtudes milagrosas del ajuste del gasto público y de las subidas de impuestos; en poco tiempo se pasa de idolatrar al keynesianismo, sin haber leído una sola línea de los escritos de Keynes, a abrazar con fervor y alabar con desmesura la reducción apresurada y arbitraria del gasto público, y la eliminación de derechos sociales con el argumento de su insostenibilidad económica. Eso sí, todo ello aderezado con un mensaje permanente: la recuperación económica es mesiánica, se la espera cada día, se anuncia cada vez que se hace público un dato económico y se hace prestidigitación con las tasas interanuales o con las intertrimestrales; pero en verdad la recuperación nunca llega.

Todos estos papeles se han teatralizado en el escenario económico internacional durante lo que va transcurrido de 2010. En el primer trimestre se propagó el canto de sirena de la recuperación; basándose en la mejoría de la economía estadounidense y en la aparente y sospechosa inmunidad frente a las turbulencias de los países emergentes (China, India, Brasil), se proclamó con no poca ingenuidad y desconocimiento el fi nal de la etapa recesiva y la vuelta al crecimiento sostenido. A renglón seguido el protagonismo lo asumieron aquellos que, entendiendo que los problemas fi nancieros eran cosa del pasado, pedían con insistencia la vuelta a la ortodoxia y el abandono de las veleidades keynesianas.

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

Frente a estos recuerdos interesados, contrastaban los olvidos. ¿Cuántos de los problemas surgidos de la crisis están siendo verdadera, y no fi cticiamente, superados? Ninguno. En muchos países la creación de empleo es una quimera y los problemas fi nancieros dan la impresión que han sido objeto de maquillaje y no han sido abordados con seriedad y contundencia. ¿Por qué dejar fuera de balance aquellos desequilibrios que, aunque sin duda correlacionados con la recesión, han surgido o bien empeorado como consecuencia de la tardanza a la hora de actuar contra la crisis o debido a los errores de política económica elementales que se han cometido? Al respecto, la situación de las fi nanzas públicas es paradigmática. Algunos países, partiendo de unas cuentas públicas saneadas, dilapidaron en un abrir y cerrar de ojos ese balón de oxígeno que, correcta y sabiamente dosifi cado, les hubiera permitido mantener la demanda agregada y no incurrir en un deterioro sin precedentes del défi cit y el endeudamiento públicos. Al fi nal, la política de incremento del gasto público no ha tenido el efecto multiplicador esperado sobre la actividad económica y, por el contrario, ha traído consigo desequilibrios añadidos (défi cit y deuda) a los ya existentes, ha reducido drásticamente el margen de maniobra frente a la crisis de la política fi scal y, además, ha trastocado el orden de prelación de los objetivos de la política económica, de manera que lo prioritario, se diga lo que se diga, no es la creación de empleo sino el urgente saneamiento de las fi nanzas públicas para calmar el nerviosismo de los mercados fi nancieros. Incluso se llega al paroxismo de vanagloriarse tanto de la creación de un problema como de su subsiguiente intento de solución. Es como si un bombero se vanagloriase de apagar un incendio que él mismo ha iniciado y propagado.

En el segundo trimestre se ha puesto de manifi esto el auténtico calendario de la crisis. Nos hallamos ante una crisis grave, profunda y duradera, y es probable que la recuperación se encuentre lejana y más bien nos estamos encaminando hacia una situación a la japonesa: una larga e interminable depresión económica. La realidad económica, como siempre, se ha impuesto a los deseos y las ocurrencias. La economía estadounidense no termina de despegar, y una vez que se han diluido los incentivos puestos en marcha, más parece que la primera potencia mundial se está desacelerando. Por su parte, Japón sigue abonada, no se sabe por cuánto tiempo, a la depresión defl acionista. Y la Eurozona se desliza hacia una situación preocupante: la asimetría, es decir, la recuperación selectiva, a dos velocidades. Las dos economías líderes, Alemania y Francia, ofrecen una mayor robustez; si bien, sobre todo en el caso germano, es obligado esperar a que los trimestres venideros demuestren que el repunte de la actividad económica, basado en la demanda exterior, es consistente y no obedece a la depreciación coyuntural del euro con respecto al dólar. Pero en paralelo, otras economías de la zona euro (España, Portugal, Irlanda y Grecia) se encuentran abocadas a un estancamiento prolongado, expuestas a la ira de los mercados y amenazadas, si defi nitivamente se descuelgan de las economías más dinámicas, por los efectos negativos que sobre ellas tendría un cambio de la política de tipos seguida hasta ahora por el Banco Central Europeo, más atenta a las circunstancias de las economías germana y gala que a las del resto de la Eurozona.

Como es lógico y previsible en tiempos de crisis predominan la confusión, los vaivenes, los altibajos. Ahora bien, lo que no contribuye a la mejora de la situación es la creación y difusión de falsas expectativas. La economía tiene su propia liturgia, muy distinta a la de la política, y en las actuales circunstancias debemos ser realistas: la verdadera recuperación tardará. Admitir esto no debe llevarnos a la impotencia sino hacernos reaccionar y recordar, como con su habitual inteligencia hizo Keynes en mitad de la Gran Depresión: el futuro no se ve, se hace.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

VI. La crónica no escrita, por ahora: el futuro no es el pasado

“El futuro no se ve, se hace”

J.M. Keynes

Hasta aquí la crónica de la crisis desde su origen hasta el presente (primer semestre de 2010). Pero ni el relato de los hechos, ni la crisis tienen por ahora punto y fi nal. La crisis continúa. Y lógicamente surgen las preguntas inevitables: ¿Hasta cuándo durará la crisis? ¿Cuándo acabará esta incertidumbre? ¿Cuándo lograremos crear empleo y atajar la lacra del paro?

En este tema, más que en ningún otro, ha de prevalecer la honestidad intelectual: ahora mismo nada hace presagiar el principio del fi nal, ni tan siquiera procede esa expresión tan socorrida de que lo peor ya ha pasado. En verdad no sabemos si lo que está por venir será mejor o peor que el pasado; como diría Keynes, da la impresión que nos esforzamos demasiado e inútilmente oteando un futuro difuso y no hacemos nada o muy poco por construirlo. De esta manera, observamos algunos hechos que en vez de alejarnos de la crisis nos hunden más en ella.

Primero, seamos sinceros, ni uno solo de los fenómenos que están detrás de la crisis han sido atajados de raíz, más bien han sido maquillados. Siguen existiendo serias dudas sobre la verdadera salud del sistema fi nanciero y la auténtica capacidad de afrontar con garantías el elevadísimo nivel de endeudamiento de todos los agentes económicos, incluido el sector público.

Segundo, asistimos a continuos vaivenes en la dirección de la política económica. Cuando la crisis fi nanciera se hizo patente todo el mundo se volvió keynesiano, sobre todo a la hora de inyectar liquidez y apuntalar la solvencia de las entidades fi nancieras. Una vez apuntalado el sistema fi nanciero con recursos públicos, el subsiguiente deterioro de las cuentas públicas ha hecho inevitable la vuelta a la ortodoxia presupuestaria. En nada de tiempo se ha enterrado nuevamente a Keynes y, en un acto de verdadera prestidigitación, se ha vuelto a las más dura y severa política de ajuste en el terreno salarial y en materia de gasto social. Parece como si el sistema fi nanciero desafi ara las leyes de la gravedad, por más problemas que tenga siempre es sostenible o sostenido. En cambio, el Estado del Bienestar no es sostenible.

Tercero, los errores de política económica cometidos, y no la crisis, han trastocado la prioridad de los objetivos. De manera que, se proclame lo que se proclame, en realidad el fi n primordial no es crear empleo sino evitar a toda costa el riesgo de impago de la deuda, para ello no se escatima si es necesario alardear de sacrifi cios y recortes sociales para contentar a los mercados.

Cuarto, hasta ahora y desde el principio de la crisis no había hecho presencia un fenómeno muy grave y que sí se dio en anteriores periodos críticos, nos estamos refi riendo a la política de empobrecimiento del vecino. En otros momentos históricos el viraje proteccionista se realizaba mediante el proteccionismo arancelario, en la actualidad se lleva a cabo de una manera más sutil, aunque no menos dañina: la guerra de divisas. Las depreciaciones y apreciaciones inducidas de diferentes divisas puede crear un desorden monetario a nivel internacional que corte de raíz cualquier atisbo de recuperación y, además, en conjunción con el gravísimo problema del endeudamiento, puede constituir el detonante de un nuevo agravamiento de la crisis.

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CAPÍTULO I. CRÓNICA ECONÓMICA DE TIEMPOS CONVULSOS: 2006 - 2010

Por todo lo anterior, ahora mismo reina la incertidumbre entre los agentes económicos y la descoordinación entre los principales responsables de política económica a nivel internacional.

Y en mitad de todo este maremágnum se halla la economía granadina, muy azotada por la crisis, y expectante ante lo que está ocurriendo a su alrededor, pues su suerte, como no podía ser de otra forma, está íntimamente ligada a la de la economía española, sobre la que cabalgan los cuatro jinetes del apocalipsis económico: el paro, el défi cit público, la crisis de la deuda y la pérdida de derechos sociales.

CAPÍTULO II. EL IMPACTO DE LA CRISIS

ECONÓMICA EN GRANADA (I):ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA

PROVINCIA DE GRANADA

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

I. Una visión general de la actividad económica

Como es bien sabido, el resultado principal de la actividad económica de un territorio se mide, entre otros indicadores, a través del Producto Interior Bruto (en adelante PIB). En la medida en que esta macromagnitud se puede obtener a través de tres perspectivas diferentes pero equivalentes (demanda, oferta y renta), su análisis puede proporcionar una visión bastante detallada de la actividad económica de dicho territorio. En el caso concreto de la provincia de Granada, la tardanza por parte del Instituto Nacional de Estadística a la hora de publicar los datos de PIB provincial hacen imposible recurrir a esta fuente para analizar fenómenos tan recientes como la actual crisis económica. Sin embargo, la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS) desde ya hace varios años viene publicando el Balance Económico Regional, cuya última edición en diciembre de 2009 incluye variables macroeconómicas de oferta y de demanda hasta 2008, lo cual resulta de gran utilidad por cuanto ya se atisba con claridad el cambio de ciclo que se inició ese año. Es cierto que la ausencia de datos macroeconómicos correspondientes a 2009, el año de mayor impacto de la crisis económica, hace que el análisis sea parcial, sin embargo, ello será suplido con la consideración de diversos indicadores de oferta y demanda.

Entre los años 2000 y 2008 el PIB a precios básicos (PIBpb) de la provincia de Granada creció a una tasa media anual acumulativa del 3 por 100, lo que supuso 0,2 puntos por encima de la media nacional y 0,1 por debajo de la tasa andaluza. A lo largo de ese periodo dos han sido los años que han mostrado menor crecimiento del PIBpb, justamente los extremos de ese periodo, en donde la tasa de variación interanual se movió entre el 1,1 y el 1,6 por 100, de 2008 y 2001, respectivamente. De este modo, si descontásemos ambos extremos la tasa media anual acumulativa granadina se habría situado por encima del 3,5 por 100. En cualquier caso, se aprecian con total claridad varios fenómenos (Gráfi co I.1): i) la brusquedad de la caída en las tasas de crecimiento (al pasar entre 2007 y 2008 de crecer un 3,4 por 100 a hacerlo ligeramente por encima del 1 por 100); ii) la infl exión se inicia a partir de 2007; y iii) la desaceleración observada en 2008 es un fenómeno compartido por los tres ámbitos de referencia que estamos analizando: provincial, regional y nacional.

Fuente: Funcas, Balance Económico 2000-2008. Elaboración propia.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Por tanto, podemos afi rmar que el inicio de la situación actual que vive la economía española y, por ende, la granadina se inició a partir de 2007, aunque es cierto que las tasas de crecimiento en dicho año supusieron una desaceleración respecto a las del ejercicio anterior. Por ese motivo, y dado que el objeto de este trabajo es analizar el impacto de la crisis económica en la economía granadina, desde un punto de vista macroeconómico se pondrá especial énfasis en el cambio que se ha producido desde dicho año, independientemente del periodo más reciente del que se dispongan datos. En cualquier caso, a mediados de 2010 ya había publicado Funcas un avance de los datos correspondientes a Andalucía y España para 2009, y en ellos se puede apreciar una sustancial coincidencia entre ambos dado que tan sólo hubo 6 centésimas entre las tasas observadas a nivel regional y nacional (3,77 y 3,83 por 100, respectivamente). Por ello, y dado que (como se observa en el Gráfi co 1) desde 2004 las tasas provinciales son muy similares a las nacionales (y también cada vez más convergentes con las regionales), es muy probable que en 2009 el retroceso del PIBpb en Granada haya estado en línea con el observado en Andalucía y España. De hecho, y según las previsiones de primavera de 2010 realizadas por Analistas Económicos de Andalucía, durante 2009 el crecimiento económico de la provincia de Granada dibujó un perfi l muy similar al de Andalucía. Por lo que se refi ere específi camente a lo acontecido entre 2007 y 2008, el crecimiento de la provincia de Granada se situó en el 1,12 por 100, ligeramente por debajo de la media nacional

y, por tanto, en una posición intermedia respecto al conjunto de provincias españolas (véase el Mapa I.1). En concreto, Granada ocupó la trigésimo cuarta posición en el ranking nacional, pero la tercera en términos regionales, ya que en dicho año tan sólo las provincias de Almería y Málaga crecieron a mayor ritmo. Sin embargo, la situación cambió sensiblemente en 2009, no tanto porque Granada haya dejado de ocupar una posición central en el ranking andaluz, sino por el hecho de que hayan sido las provincias que experimentaron mayores crecimientos en 2008 las que han sufrido una mayor contracción de la actividad económica en 2009 (Almería y, sobre todo, Málaga).

Mapa I.1Tasas de variación del PIBpb constante en 2008

Mapa I.2Renta Interior Bruta por habitante en

poder de compra, 2008. Índice España = 100

Fuente: Funcas, Balance Económico 2000-2008. Elaboración propia.Nota: Para fi jar los intervalos se ha tomado como criterio la media más/menos la desviación típica.

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

El análisis de la Renta Interior Bruta1 por habitante en poder de compra2 (véase el Mapa I.2) permite matizar la valoración realizada respecto a la variable anterior, puesto que en 2008 seis de las ocho provincias andaluzas se encontraban por debajo del 80 por 100 de la media nacional, o ligeramente en torno a ese nivel (Sevilla), siendo las únicas excepciones Almería y Huelva. Dentro de ese grupo de provincias con menor Renta Interior Bruta3, Granada tenía el dudoso honor de ser la provincia no sólo andaluza sino incluso del conjunto de España con el menor nivel de renta (ligeramente por encima del 71 por 100 nacional). Este hecho, que no es excepcional, incluso se agravó en 2008 al distanciarse en casi seis décimas más de la media nacional. La mala situación de la provincia de Granada en Renta Interior Bruta es la que provoca que su índice de convergencia real frente a la Unión Europea de 15 miembros sea también el menor de toda España, seguida, como casi siempre, por Jaén, y a algo más de distancia por otras provincias andaluzas, de hecho cinco de éstas (las ya mencionadas junto con Cádiz, Córdoba y Málaga4) se encuentran entre las diez españolas con menor índice de convergencia real.

II. La situación de los sectores productivos

La actividad económica en la provincia de Granada desde una perspectiva sectorial viene estando determinada a lo largo de los últimos años por el sector servicios, que representaba en 2008 el 70,3 por 100 del PIBpb provincial (véase el Gráfi co II.1). Dicha importancia relativa se incrementó el último año a costa del retroceso en el resto de sectores de actividad, siendo especialmente llamativa la caída en la participación de la industria desde 2004 y de la construcción a partir de 2008, mientras que para las ramas agrarias y pesquera continúa su lenta e inexorable pérdida de importancia relativa. A la luz de todo esto se pone en evidencia que son los sectores de servicios y de la construcción los que más contribuyen al crecimiento del PIB provincial, hasta el punto de que este último tenía en 2008 prácticamente la misma importancia relativa que las ramas agrarias y manufactureras en conjunto. Una vez realizada esta consideración previa, a continuación pasaremos a analizar con más detalle la situación de cada uno de ellos poniendo especial atención a lo acontecido desde 2008, que es realmente cuando se empieza a percibir con claridad el impacto de la crisis económica.

1 La diferencia entre el PIB y la Renta Interior Bruta, ambas a precios básicos, radica en el ajuste que se produce cuando las familias perciben remuneracio nes en provincias distintas de las de su residencia, por eso para el conjunto de España han de coincidir ambas macromagnitudes.2 Es decir, ajustada a los precios corrientes según los precios relativos.3 Algo similar se podría decir respecto a la Renta Familiar Bruta en poder de compra, en la que Granada tras Guadalajara era la provincia española con menor nivel de renta. 4 Ello viene condicionado por la importante presencia de extranjeros jubilados cuyos ingresos son rentas transferidas del exterior.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

II.a. Las ramas agrarias y pesqueras.

Entre 2000 y 2008 el PIB pb de estas ramas en la provincia de Granada apenas creció puesto que su tasa media anual acumulativa quedó en el 0,1 por 100, lo que le situaría en una posición intermedia en el conjunto andaluz, cuyo crecimiento fue algo mayor (0,4 por 100). Esos bajos registros fueron la consecuencia para Granada del mal comportamiento de la producción en 2004 y 2008, cuyas caídas fueron las de segunda mayor entidad. No obstante, un rápido análisis de estos datos a nivel provincial o regional permite constatar la existencia de numerosas particularidades que responderían a factores tan diversos como la climatología, la especialización productiva (véase al respecto el Gráfi co II.2), etc. La inexistencia de datos provinciales correspondientes a 2009 en el Boletín Económico de FUNCAS nos ha obligado a buscarlos en otras fuentes entre las que se encuentran algunas tan importantes como la Contabilidad Regional de España, el Censo Agrario, u otros indicadores económicos agrarios recogidos en el Instituto Nacional de Estadística (INE), en todos esos casos con resultado negativo. No obstante, la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía publica datos de superfi cies y producciones agrícolas que unidos a los datos de empleo de la Encuesta de Población Activa (EPA) sí pueden permitir una aproximación a lo acontecido en 2009.

Por lo que se refi ere a la producción agrícola granadina, expresada en unidades de volumen, durante 2009 creció un 19,8 por 100, muy por encima del 4,4 por 100 observado para el conjunto regional, y fue como resultado de los incrementos generalizados en el sector de frutales, en particular lo no cítricos, olivar y viñedo, cuyos crecimientos compensaron con creces las caídas leguminosas y productos hortofrutícolas. Esta evolución, aún refl ejando un buen comportamiento en el campo granadino durante 2009, tiene poco que ver con la situación de crisis generalizada que se ha vivido en el mismo, sin embargo, sí puede ayudar a explicar los cambios que se han producido en el terreno laboral.

Fuente: Funcas, Balance Económico 2000-2008. Elaboración propia.

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

En concreto, nos estamos refi riendo al incremento en la actividad de las ramas agrarias y pesqueras que tiene lugar desde 2007, pero que se acelera notablemente en 2009 con un

Fuente: Consejería de Agricultura y Pesca. Junta de Andalucía. Elaboración propia.

Fuente: EPA, media anual. Elaboración propia.Nota: Desde 2009 en adelante se utilizan los criterios de ramas de actividad de la CNAE-2007.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

crecimiento interanual del 21,4 por 100 (véase el Gráfi co II.3), casi el doble del observado en el año anterior. Este hecho, que no tiene parangón con ningún otro sector de actividad, se ha debido a la confl uencia de dos factores: i) la favorable evolución de la producción agraria granadina en los dos últimos años, con el consiguiente incremento del empleo; y ii) el impacto de la crisis en otros sectores de actividad ha hecho que las ramas primarias se conviertan en un “sector refugio” en donde es relativamente más fácil encontrar un puesto de trabajo para personas con un bajo nivel de cualifi cación, en especial de las provenientes del sector de la construcción.

El hecho de que el empleo agrario en Granada creciese un 7,8 por 100 durante 2009 no impidió que el desempleo también lo hiciese dado el elevado incremento en el número de activos, hasta tal punto fue así, que este sector fue el que experimentó la mayor subida en el desempleo, en concreto en un 60 por 100. Ello tuvo como consecuencia lógica un incremento en su tasa de desempleo que pasó en tan sólo un año del 26,1 por 100 al 34,4 por 100 (la más alta desde 1999), con lo que se quedaría a tan sólo 2,5 puntos porcentuales del sector con mayor tasa de desempleo: la construcción. De todas formas, no hay que considerar este último hecho como algo negativo por cuanto a lo largo de los últimos años (como mínimo desde 1996) el sector agrario ha sido el que ha ostentado el dudoso honor de ser el sector de actividad con mayor tasa de desempleo.

Durante el primer trimestre de 2010 continuó el crecimiento del empleo en términos interanuales, aunque un 2,7 por 100 podría parecer una tasa muy reducida ello es debido a la caída en el empleo que se dio a comienzos de 2009, puesto que desde entonces no ha cesado de crecer. En términos comparativos, la situación del empleo en las ramas agrarias y pesqueras en Granada se encuentra en una posición intermedia dentro del ranking andaluz, como lo demostraría el que en el primer trimestre de 2010 fuese la quinta provincia andaluza por mayor tasa de crecimiento y con mayor importancia relativa del sector en el conjunto del empleo provincial (este último hecho también observable tomando medias anuales de 2008 y 2009).

Respecto a las medias regional y nacional, es cierto que en todos los casos la importancia relativa de las ramas agrarias aumenta, sin embargo, en Granada el incremento es mucho más destacado, por cuanto si en 2008 (media anual) suponía el 7,9 por 100, en el primer trimestre de 2010 llegaba al 12,4 por 100, incremento que contrasta con los 2,8 puntos adicionales de Andalucía, o los 0,5 de España. En general, tanto en importancia relativa como en crecimiento de la ocupación sectorial, la provincia tiene mayores indicadores, la única excepción correspondería al crecimiento interanual del empleo en el primer trimestre de 2010, que es mayor para Andalucía.

II.b. Las ramas industriales.

El PIBpb de las ramas energéticas e industriales en la provincia de Granada creció entre 2000 y 2008 a una tasa media anual acumulativa del 1,4 por 100, lo que representa no sólo la más baja de Andalucía, sino una de las menores de toda España en la que sólo siete provincias mostraron crecimientos menores en su PIBpb. Dicha tasa fue 0,5 y 1 puntos menor, respectivamente, que las medias nacional y regional, lo cual es bastante ilustrativo de la debilidad del tejido industrial granadino, incluso en etapas expansivas como la vivida hasta 2007. Independientemente del ámbito territorial considerado, en 2008 ya se aprecia con claridad el impacto sobre la industria de la crisis económica, ya que salvo para Navarra, País Vasco, La Rioja y un par de provincias más (Teruel y Santa Cruz de Tenerife) la producción industrial se redujo. En ese contexto la caída del

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

2,8 por 100 en la producción granadina no es excesiva si tenemos en cuenta que 31 provincias españolas (de ellas cinco andaluzas) tuvieron tasas aún más negativas.

El análisis de la situación vivida por las ramas industriales en la provincia de Granada adolece de un problema fundamental, como es la falta de datos e indicadores coyunturales recientes que informen sobre lo acontecido en 2009, de ahí que tan sólo se vayan a considerar datos laborales del sector. En cualquier caso, las consecuencias en el análisis de esta falta de información se mitigan por el escaso peso que tienen las ramas industriales en el conjunto de la actividad económica provincial.

La ocupación en las ramas industriales suele ser (junto con la de las ramas agrarias) la de menor entidad cuantitativa, en concreto estamos hablando de entre 20.000 y 35.000 empleos, según los años (dado el carácter cíclico de estas ramas), y suele suponer en torno al 10 por 100 del total del empleo provincial. Pues bien, en 2009 la ocupación se redujo un 14,3 por 100 respecto al año anterior (equivalente a casi 4.700 personas), cifra que siendo elevada (sobre todo teniendo en cuenta la debilidad del tejido productivo industrial) no lo es tanto si la comparamos bien con las de otros sectores de actividad como construcción en ese mismo año, o si lo hacemos en términos históricos para las mismas ramas industriales, puesto que en 1997 y en 2006 las tasas fueron aún peores (véase el Gráfi co II.4).

Ante tal destrucción de empleo no es de extrañar que el desempleo se incrementase, sin embargo lo hizo en 1.285 personas, aún siendo cierto que ello representa la cifra más alta de los últimos años, en términos relativos no lo es ni mucho menos, puesto que con una tasa de variación del 41,6 por 100 en 2009, quedó por debajo de las de 2002 y 2007, año este último en

Fuente: EPA, media anual. Elaboración propia.Nota: Desde 2009 en adelante se utilizan los criterios de ramas de actividad de la CNAE-2007.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

el que se duplicó el número de desempleados industriales. Como ya habrá podido comprobar el lector, el incremento en el número de desempleados en 2009 se situó por debajo de la reducción en la ocupación, lo que indica una reducción en la actividad laboral, de hecho, y como se puede observar en el Gráfi co II.4, las trayectorias de la ocupación y la actividad son muy similares, lo que indicaría unos importantes fl ujos de entrada y salida en el mercado laboral de las ramas industriales en función de la coyuntura que se esté atravesando.

Como a pesar de la caída en la actividad, el desempleo aumentó, el resultado fue un sustancial incremento en la tasa de desempleo, que subió casi 5 puntos porcentuales para quedar situada en el 13,5 por 100. No obstante, en relación con otros sectores de actividad las ramas industriales tuvieron un comportamiento no especialmente negativo en la medida en que tan sólo fue menor la tasa de desempleo para los servicios.

A lo largo del primer trimestre de 2010 aumentó ligeramente la ocupación industrial, si bien, en términos interanuales aún se mantenía una reducción del 1,1 por 100. Ello representa una clara mejoría respecto a la situación vivida durante el año anterior, en el que (en media anual) la ocupación se redujo un 3,2 por 100. Tan sólo se encuentran en mejor situación las provincias de Sevilla y Huelva, con una caída en el primer caso del 0,3 por 100, y un incremento del 3,1 por 100 en el segundo caso. Asimismo, la reducción del empleo industrial en Granada en términos interanuales durante 2009 fue menor que la observada para Andalucía o España, cuyas tasas interanuales superaron ligeramente el 10 por 100. Por todo ello, no nos ha de extrañar que también a nivel nacional la provincia de Granada fuese una de las que mejor comportamiento tuvo en materia de ocupación industrial, en concreto ocupó la undécima posición en el ranking nacional, siendo la tercera provincia española en la que menos cayó la ocupación.

II.c. La construcción.

Este sector es uno de los que más se ha visto afectado por la crisis económica que ha vivido la provincia de Granada, ya que a la generalizada contracción de la actividad se le ha unido un exceso de capacidad y sobrevaloración de sus productos (comúnmente llamada “burbuja inmobiliaria”). Pues bien, a partir de mediados de 2007 ya se empieza a percibir con claridad un cambio en la tendencia que se acentuará en los dos años posteriores. De esta forma, en 2008 el PIBpb del sector se redujo en Granada un 2,8 por 100, tasa que a pesar de ser 0,8 puntos porcentuales superior a la media nacional, estuvo en línea con lo ocurrido en Andalucía, en donde la caída llegó hasta el 3 por 100.

Cuadro II.1Tasas de variación anual de las principales magnitudes laborales por ramas de actividad, Granada

Activos Ocupados Parados

2007 2008 2009 2007 2008 2009 2007 2008 2009

Ramas agrarias 4,5 11,2 21,4 3,4 0,4 7,8 10,1 62,9 60,0

Ramas industriales 42,0 -4,1 -9,5 39,3 -6,7 -14,3 102,2 35,2 41,6

Construcción 4,6 6,6 -25,2 -1,5 -8,6 -39,6 179,7 160,2 26,6

Servicios 1,0 3,4 1,3 0,5 -1,6 -0,4 9,1 78,2 15,1

Fuente: EPA, media anual. Elaboración propia.Nota: en negrita aparecen las mayores (negro) y menores (verde) tasas interanuales para cada año.

5151

CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Durante 2009, y a pesar de que no disponemos de datos de producción, a diferencia de otros sectores de actividad son varios los indicadores que permiten una aproximación a la situación que ha vivido el sector: viviendas (iniciadas y terminadas), ventas de cemento y licitación ofi cial.

En primer lugar, y por lo que se refi ere a las viviendas iniciadas (véase el Gráfi co II.5) su número (en valores acumulados de los últimos doce meses) no ha cesado de caer desde mediados de 2007, tan sólo a fi nales de 2009 se aprecia un ligero repunte que fue insufi ciente como para que este año terminase con menos de 4.000 viviendas iniciadas, la cifra más baja desde 2002 y muy lejos de las cerca de 16.000 que se iniciaron en 2007. Por tanto, si en 2007 las viviendas iniciadas se redujeron un 5,7 por 100, en 2008 y 2009 sus tasas de variación interanual se situaron en torno al

-52 por 100. Dado el retardo que experimentan las viviendas terminadas respecto a las iniciadas (algo más de un año), la caída en su número se inició a mediados de 2008 y continúa hasta mediados de 2010, por ello, si en 2009 la caída en el número de viviendas terminadas se situó en el 40,1 por 100, es muy probable que durante 2010 la tasa de variación interanual se mueva en cifras similares.

Por lo que se refi ere a las ventas de cemento (véase el Gráfi co II.6), el perfi l que muestra su evolución a lo largo de la última década difi ere del observado para las viviendas, el motivo es sencillo: dentro de las ventas de cemento se incluye no sólo el destinado a la construcción de vivienda, sino también el de construcción no residencial y muy especialmente el de obra pública, en donde la construcción de la presa de Rules tuvo una gran incidencia. De todas formas, al igual que en el caso anterior, se aprecia una ligera reducción en las ventas durante 2007, pero es durante 2008 cuando realmente se produce un ajuste muy importante al quedar las ventas totales de cemento en, aproximadamente, 750.000 toneladas, casi 200.000 menos que un año antes y el menor dato de la última década. Respecto a 2009, a la hora de redactar estas líneas no estaban

Fuente: IEA. Elaboración propia.

52

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

disponibles en su totalidad los datos de ese ejercicio, pero como botón de muestra de cómo han podido evolucionar las ventas de cemento indicar que de enero a abril las ventas acumuladas habían descendido en casi 100.000 toneladas, la mitad de todo lo que lo hicieron en el conjunto del año anterior.

La evolución de la licitación ofi cial en la provincia de Granada presenta una evolución mucho más errática y ligada a la puesta en marcha de importantes proyectos de infraestructuras, de hecho, si en 2008 se observó una reducción del 12 por 100, en 2009, cuando mayor fue el impacto de la crisis económica, la caída fue tan sólo del 0,7 por 100. No obstante, las medidas de ajuste fi scal puestas en marcha a mediados de 2010 se han traducido en una reducción de la licitación ofi cial, lo cual vendrá a agravar la ya de por sí delicada situación en que se encuentra el sector de la construcción. Además, ya no se dispondrá del efecto compensador que sobre el nivel de actividad del sector han tenido los Planes E, por lo cual es de esperar que el ajuste continúe durante todo 2010.

En relación con el conjunto regional (véase el Cuadro II.2) se pueden constatar varios hechos: i) la contracción de la actividad merced al menor número de viviendas iniciadas comienza ya en 2008, siendo Granada la provincia que experimenta la tercera mayor reducción, mientras que en 2009 sería la cuarta provincia, sin embargo, ello no supone un cambio sustancial por cuanto la caída es en ambos años superior a la media andaluza y, además, se sitúa en torno al 52 por 100; y ii) en cuanto a las viviendas terminadas, en 2008 Granada era junto con Córdoba las únicas provincias con incrementos, mientras que en 2009 ya se refl eja la reducción en las viviendas iniciadas un año antes, aún así, Granada con una tasa del -40,1 por 100 se encontraba ligeramente por encima de la media andaluza. En defi nitiva, el que en 2008 aún se incrementasen las viviendas terminadas indica un cierto mantenimiento de la actividad, por lo que el grueso del

Fuente: IEA. Elaboración propia.

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

ajuste (reducción tanto de las iniciadas como de las terminadas) se ha producido en 2009. En ese año, Granada era la cuarta provincia andaluza con mayores caídas.

Lógicamente, toda contracción de la actividad en cualquier sector tiene su refl ejo en el nivel de empleo / desempleo del mismo. En efecto, en el Gráfi co II.7, puede observarse la ligera caída en el empleo acontecida en 2008 así como su aceleración en 2009. En el citado gráfi co puede comprobarse que el deterioro de las variables laborales del sector de la construcción se inicia realmente en 2007, cuando la economía española crecía aún a ritmos elevados y parecía impensable la aguda crisis que se avecinaba. Es cierto que en ese año el incremento en la actividad fue el principal responsable del mayor desempleo, pero también a ello contribuyó la caída en la ocupación en un 1,5 por 100. Esa situación se volverá a repetir en 2008 con tasas del mismo signo (positivo para la actividad y negativo para la ocupación), pero de mayor importe, lo cual explicaría el mantenimiento de las tasas

de variación para los desempleados por encima del 160 por 100. Será ya en 2009 cuando la reducción en la actividad sectorial contribuirá a que a pesar de la mayor caída en la ocupación, el desempleo crezca a tasas más moderadas (26,6 por 100).

Entre los primeros trimestres de 2009 y 2010 se suavizó algo la destrucción de empleo en el sector de la construcción que, sin embargo, se mantuvo en cotas elevadas. En concreto, la tasa interanual fue del -34,1 por 100, mientras que la media del conjunto de 2009 fue del -39,6 por 100. Si bien es cierto que ello refl eja un mejor comportamiento en el primer trimestre de 2010, también lo es que después de tres años consecutivos de destrucción de empleo en el sector es muy difícil continuar con tasas negativas de en torno al 30 por 100. Ello en el fondo refl eja una muy mala situación para el sector de la construcción granadino que persiste durante 2010 ya que en el primer trimestre Granada era la provincia andaluza y la tercera española con mayor caída interanual en la ocupación, tan sólo superada en este último ámbito territorial por Salamanca y Guadalajara (con tasas entre el 35 y el 40 por 100).

Cuadro II.2Ranking provincial andaluz de indicadores de la construcción, 2008 y 2009, tasa de variación anual

Viviendas iniciadas Viviendas terminadas2008 2009 2008 2009

Córdoba -24,4 Sevilla 25,9 Córdoba 9,1 España -32,8

España -43,8 Córdoba -22,6 Granada 8,3 Sevilla -34,8

Sevilla -44,1 Jaén -31,6 España -2,3 Jaén -35,8

Huelva -44,1 Huelva -34,0 Sevilla -4,4 Málaga -37,2

Jaén -46,9 Andalucía -35,7 Huelva -7,0 Córdoba -39,3

Andalucía -49,6 Granada -51,7 Andalucía -7,2 Granada -40,1

Málaga -52,0 Málaga -53,0 Málaga -8,3 Andalucía -40,8

Granada -52,3 España -54,0 Jaén -8,9 Huelva -41,4

Cádiz -54,1 Cádiz -60,3 Cádiz -13,8 Almería -46,9

Almería -57,7 Almería -69,6 Almería -20,4 Cádiz -52,8

Fuente: IEA. Elaboración propia.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

II.d. Los servicios.

Aunque las ramas de servicios también han sufrido las consecuencias de la crisis, en términos de ocupación, y dejando de lado las ramas agrarias cuya importancia relativa en el conjunto del empleo provincial es reducida, son las que menos destrucción de empleo han experimentado y, además, su comportamiento durante 2009 fue mejor que en 2008 (véase Gráfi co II.8). Hasta tal punto ello fue así que el incremento en el desempleo del sector durante 2009 fue prácticamente responsabilidad única de los activos puesto que aumentaron un 1,3 por 100 (menos de la mitad que en 2008), frente a la caída en la ocupación de sólo un 0,4 por 100 (cuatro veces menos que la acontecida en el año anterior).

La mejoría en materia de ocupación para los servicios durante 2009 respecto al ejercicio anterior se confi rma con los datos del primer trimestre de 2010, puesto que en ese momento ya se había retornado a tasas interanuales positivas, muy reducidas (un 0,3 por 100), pero positivas al fi n y al cabo, y que tienen el valor de confi rmar un cambio de tendencia. Asimismo, en un contexto regional este dato hay que valorarlo positivamente puesto que tan sólo dos provincias andaluzas (Córdoba y Huelva) experimentaron crecimientos en el empleo superiores a los de Granada. También a nivel nacional el dato granadino correspondiente al primer trimestre de 2010 es relativamente bueno ya que fue el vigésimo segundo más alto de toda España.

Otros indicadores, en este caso de algunas actividades concretas de servicios, pueden permitir una aproximación a la situación del sector, en concreto, nos estamos refi riendo a dos indicadores muy ligados a la actividad turística, como son la ocupación hotelera y el tráfi co aéreo (fundamentalmente de pasajeros). Respecto al primero es de destacar el deterioro de la situación que se produce en 2009,

Fuente: EPA, media anual. Elaboración propia.Nota: Desde 2009 en adelante se utilizan los criterios de ramas de actividad de la CNAE-2007.

5555

CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

puesto que salvo para la estancia media, en el resto de indicadores la tasa de variación anual es negativa y más abultada que en el ejercicio anterior, mientras que en 2010 (también con la excepción de la estancia media) la mejoría es notable hasta el punto de que incluso se observa un incremento en los viajeros en un 3,1 por 100.

Esta evolución, sin excepción alguna se aprecia igualmente para Andalucía y España durante 2009 pero no así en 2010 (véase el Cuadro II.3), cuyos datos hasta abril indican caídas muy importantes (entre el -10 y el -23 por 100) para número de viajeros, pernoctaciones y grado de ocupación hotelera. Como resultado de todo ello si en 2009 la provincia de Granada mostraba para estas variables los peores registros en el conjunto regional (ocupando entre la quinta y la séptima posición), en 2010 (hasta abril) se situó en la segunda posición. Aunque es cierto que la estacionalidad en la provincia de Granada difi ere de las de Andalucía y España es indiscutible la mejoría que están representando los primeros meses de 2010 respecto al mismo periodo del año anterior. Ello es coherente con el anteriormente mencionado cambio de tendencia que se apreciaba al analizar la ocupación sectorial, y que se verá también confi rmado con el análisis del tráfi co aéreo que realizaremos a continuación.

En cuanto al tráfi co aéreo, aunque es susceptible de análisis tanto el de pasajeros como el de mercancías, la realidad es que éste último es de muy poca entidad en la provincia de Granada, no obstante, su evolución es coherente con la observada en los otros ámbitos territoriales que estamos analizando, es decir, caídas en 2008, agravamiento de las mismas en 2009 y mejoría sensible (incluso con tasas interanuales positivas) hasta abril de 2010. En cuanto al tráfi co aéreo de pasajeros (véase el Cuadro II.3), tras la caída en casi un 3 por 100 que tuvo lugar en 2008, en 2009 llegó hasta el -16,5 por 100, y continuó hasta abril de 2010 con un -7,1 por 100; mientras que en 2008 y 2010 esos registros mejoran los de Andalucía y España, en 2009 ocurrió todo lo contrario.

Fuente: EPA, media anual. Elaboración propia.Nota: Desde 2009 en adelante se utilizan los criterios de ramas de actividad de la CNAE-2007.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Dada la incidencia que tiene el tráfi co interior de pasajeros sobre el total de tráfi co, no es de extrañar que lo recién comentado sea plenamente válido también para el tráfi co interior, salvo por lo que se refi ere a dos hechos (véase el Cuadro II.4): i) en 2008 hubo un crecimiento del tráfi co interior, cosa que no ocurrió ni en Andalucía y España; y ii) la caída de 2009 fue mayor que la andaluza y ligeramente menor que la media española. Respecto al tráfi co internacional de pasajeros las caídas son una constante a lo largo de los tres instantes temporales considerados (no ocurre lo mismo en España) y contribuyen en todo momento al deterioro en la evolución del total de tráfi co aéreo en Granada. Es cierto que la cancelación de destinos por parte de aerolíneas de bajo coste está, en parte, detrás de esa evolución tan brusca (estamos hablando de una caída del 40,6 por 100 en 2009), pero un análisis en conjunto de los aeropuertos andaluces permite constatar que este hecho no es en absoluto excepcional ya que a lo largo de todos los años considerados hubo entre uno y tres aeropuertos con tasas negativas aún más abultadas.

En relación con los servicios públicos la crisis económica no se ha dejado sentir hasta mediados de 2010, tras la entrada en vigor de las medidas de ajuste presupuestario. Ello, independiente de la valoración que se pueda hacer del notable défi cit público generado en 2009, ha tenido como consecuencia una contribución positiva al mantenimiento de la actividad económica durante ese año y el anterior, sin embargo, en 2010 ya sí se van a dejar notar ese conjunto de medidas en el nivel de actividad económica provincial. Aunque dichas medidas son muy variadas y sus efectos son tanto directos como indirectos, sí que se puede intentar cuantifi car el impacto que en el crecimiento económico provincial tendrá la reducción en el sueldo de los funcionarios públicos, cuestión esta a la que dedicaremos el siguiente apartado.

Cuadro II.3Comparación de los principales indicadores de servicios en Granada, Andalucía y España, 2008 a

2010. Tasas de variación respecto al mismo periodo del año anterior

Granada Andalucía EspañaPosición de

Granada en el ranking andaluz

2008 2009 2010 2008 2009 2010 2008 2009 2010 2008 2009 2010

Ocupación hotelera

Viajeros -1,7 -9,2 3,1 -2,2 -9,1 -14,1 -1,7 -6,5 -13,7 4 6 2

Pernoctaciones -4,5 -7,3 0,0 -1,1 -7,9 -22,6 -1,2 -6,2 -22,6 4 5 2

Estancia media -2,8 2,1 -2,5 0,7 0,7 -5,8 0,5 0,1 -6,4 8 3 6

Grado de ocupación (plazas) -7,8 -12,5 -0,5 -5,1 -9,5 -14,1 -4,6 -7,7 -10,3 7 7 2

Tráfi co aéreo

Total de pasajeros -2,8 -16,5 -7,1 -6,5 -10,5 -14,5 -3,0 -8,0 -12,3 3 3 3

Interior de pasajeros 2,6 -9,2 -4,4 -10,4 -12,6 2,1 -7,5 -8,0 -5,5 2 2 5

Internacional de pasajeros -8,3 -40,6 -23,5 -3,4 -9,1 -25,7 0,3 -8,0 -17,2 3 5 2

Total de mercancías -7,7 -38,5 0,5 -10,9 -21,0 12,8 -0,1 -9,6 -2,6 5 6 5

Nota: Datos para 2010 de enero a abril. Fuente: IEA. Elaboración propia.

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

II.e. Una estimación del impacto del recorte del sueldo de los funcionarios en el crecimiento económico provincial.

El último dato disponible para la provincia de Granada en relación con los costes salariales de los servicios públicos procedentes de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS) en su Balance Económico 2000-2008, correspondiente a 2008 era de 1962,5 millones de euros. Para obtener la de 2009 podemos suponer que creció al mismo ritmo que lo hizo la Remuneración de Asalariados en España para el conjunto de las Administraciones Públicas (AAPP.), en concreto fue un 5,6 por 100. Al aplicar ese incremento nos daría unos Costes Salariales para Granada en 2009 de 2.073,3 millones de euros.

Respecto al dato de 2010 utilizado, hay que tener en cuenta que en enero se aplicó un incremento del 0,3 por 100, por tanto, de enero hasta mayo (5 meses) a la anterior cifra prorrateada por 12 meses se le aplicaría ese porcentaje de incremento y se multiplicaría por 5, el resultado sería hasta mayo de unos costes salariales de 866,5 millones de euros. A partir de ese momento se aplica una reducción sobre los 7 meses del año restantes. Sin embargo, dicha reducción no puede ser de un 5 por 100 ya que tanto sueldos como trienios se ven afectados de diferente manera según el grupo al que pertenezca cada funcionario. Para hacerlo correctamente habría que conocer con detalle la estructura salarial de las AAPP., sin embargo, lo que sí podemos hacer es fi jar una horquilla de porcentajes de reducción media para esos siete meses que podría moverse entre el 2 y el 4 por 100. Como resultado de ello, en el Cuadro II.5 se refl eja para cada uno de los tres porcentajes de reducción supuestos, el coste salarial estimado para 2010 y la reducción que ello implica respecto al de 2009.

Como es sabido, la Remuneración de Asalariados es una parte integrante del PIB a precios básicos, por ello, una reducción de la primera macromagnitud se traducirá automáticamente en una caída de la segunda en el mismo importe en términos absolutos, de ahí que debamos estimar también el PIB a precios básicos.

Cuadro II.4Ranking provincial andaluz de indicadores de tráfi co aéreo, 2008 y 2009, tasa de variación anual

Tráfi co interior de pasajeros Tráfi co internacional de pasajeros2008 2009 2008 2009

Córdoba 149,0 Sevilla -6,5 España 0,3 Málaga -6,8

Granada 2,6 España -8,0 Málaga -1,0 España -8,0

Sevilla -2,9 Granada -9,2 Sevilla -1,3 Andalucía -9,1

España -7,5 Andalucía -12,6 Andalucía -3,4 Sevilla -10,1

Andalucía -10,4 Almería -17,6 Granada -8,3 Jerez de la Fra. -14,4

Almería -11,0 Málaga -17,9 Almería -19,3 Almería -27,6

Jerez de la Fra -15,6 Jerez de la Fra. -19,1 Jerez de la Fra. -28,1 Granada -40,6

Málaga -19,6 Córdoba -44,5 Córdoba -45,2 Córdoba -72,5

Fuente: IEA. Elaboración propia.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

En cuanto al PIB a precios básicos (PIBpb), según FUNCAS en 2008 ascendió a 14.683,4 millones de euros, dado que según Analistas Económicos de Andalucía, en sus previsiones de primavera de 2010 hablan de una caída de la actividad económica para la provincia de Granada del 3,3 por 100, podríamos estar hablando para 2009 de un PIBpb ligeramente por debajo de los 14.200 millones de euros. Evidentemente, a estas alturas de año no hay previsiones de evolución de la actividad económica a nivel provincial, sin embargo, sí son sobradamente conocidas las previsiones a nivel nacional que hablan de un crecimiento ligeramente negativo (en términos reales), que podría ser compensado a precios corrientes dependiendo de la evolución de la infl ación. Por ello, para 2010 supondremos que el PIBpb va a ser el mismo que en el año anterior.

Llegados a este punto, deberíamos minorar el PIBpb de 2009 (que sería igual al de 2010) con la reducción en términos absolutos de la remuneración de asalariados correspondiente a cada uno de los escenarios, y ver cómo afectaría ello en términos de caída de la actividad económica en porcentaje. Los resultados se pueden ver en el Cuadro II.5.

Como se puede apreciar, en todos los casos hay un impacto negativo sobre el crecimiento económico provincial, que sería mayor cuanto mayor sea la reducción media aplicada. En cualquier caso, podemos observar que dicha caída se movería entre el 0,13 y el 0,3 por 100, es decir, entre una y tres décimas.

Es preciso señalar que las caídas en el PIBpb mencionadas anteriormente tan sólo refl ejarían el impacto directo de la minoración en el sueldo de los funcionarios. El impacto total sobre la actividad económica provincial sería mayor por cuanto, primero, a ello habría que sumarle las consecuencias de la reducción en la inversión pública y, segundo, en ambos casos ello tiene un efecto multiplicador que se transmite en cascada a otras ramas de actividad, fundamentalmente a través de la minoración en el consumo.

Respecto al Consumo Privado, los últimos datos disponibles corresponden a FUNCAS para 2008 y no se pueden extrapolar en modo alguno para los años posteriores ya que, por ejemplo, en materia de consumo, si durante la última década ha venido suponiendo en términos medios algo menos del 78 por 100 del PIBpb, la crisis económica que ya se dejaba notar en 2008 permitió comprobar la caída del mismo, que en ese año no llegó al 73 por 100 del PIBpb. Ello se debe a la

Cuadro II.5Estimación del impacto sobre el PIB pb en 2010 del recorte de sueldo a los funcionarios

Supuestos de reducción media2% 3% 4%

Costes Salariales de los servicios públicos 2.055,3 2.043,2 2.031,0

Reducción absoluta respecto a 2009 18,0 30,2 42,3

Tasa de variación respecto a 2010 (%) -0,9 -1,5 -2,0

PIB total a precios básicos en 2010 sin ajuste 14.198,8 14.198,8 14.198,8

Reducción del coste salarial respecto a 2009 18,0 30,2 42,3

PIB total a precios básicos en 2010 con ajuste 14.180,8 14.168,7 14.156,5

Tasa de variación (con ajuste / sin ajuste) (%) -0,13 -0,21 -0,30

Fuente: Elaboración propia.

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

modifi cación en el comportamiento del consumidor en una etapa de incertidumbre que siempre se traduce en una moderación del consumo y en un incremento del ahorro. Algo similar se podría decir de la Renta Familiar Bruta Disponible, aunque de forma no tan marcada, ya que si bien el incremento en el desempleo se traduce de manera automática en una reducción de la misma, los subsidios de desempleo han impedido que sobre todo en 2008 (y en menor medida en 2009, dado el progresivo agotamiento de las prestaciones) el desplome sea aún mayor.

III. Análisis de la demanda provincial

Un estudio completo de la actividad de la provincia de Granada desde una perspectiva de demanda requeriría disponer de los datos agragados de consumo, formación de capital y saldo comercial con el exterior. Sin embargo el retraso con que se publican los datos provincializados por parte de la Contabilidad Regional de España nos ha obligado a utilizar los proporcionados por la Fundación de las Cajas de Ahorro en su último Balance Económico, puesto que si bien no son metodológicamente iguales que los de la Contabilidad Regional, tienen la virtud de ofrecer datos para la provincia de Granada de 2008, primer año de la crisis; para su estudio en el primer apartado se centrará la atención en el cuadro macroeconómico provincial. Para el análisis de todo lo acontecido desde entonces se hará uso en el segundo apartado de un conjunto de indicadores de demanda sufi cientemente representativo de la misma.

III.a. El cuadro macroeconómico

El análisis del cuadro macroeconómico de la provincia de Granada entre 2006 y 2008 es sufi cientemente ilustrativo de lo que ha acontecido hasta 2006 y las consecuencias de la crisis que se empieza a gestar a mediados de 2007. Dicho análisis puede realizarse atendiendo a dos aspectos interrelacionados: i) la estructura del cuadro macroeconómico; y ii) la contribución al crecimiento de cada uno de los componentes de demanda. En ambos casos la comparación con lo acontecido en Andalucía y España será una constante para valorar así mejor la situación de Granada.

En primer lugar y por lo que se refi ere a la estructura del cuadro macroeconómico de Granada (véase el Gráfi co III.1) se puede apreciar una gran similitud con la de Andalucía, sobre todo si se compara con la nacional; no obstante, en todos los casos se aprecia que a nivel nacional se acentúan las tendencias observadas respecto a Andalucía, esto es, cuando un agregado gana (o pierde) importancia relativa en Granada, ocurre lo propio pero de forma no tan intensa en Andalucía, y mucho menos en España. Veamos a continuación con algo más de detalle la evolución de la estructura porcentual de los componentes de la Renta Interior Bruta desde la perspectiva de demanda:

a) Consumo privado. El consumo privado ha venido suponiendo algo menos del 70 por 100 de la Renta Interior Bruta hasta 2006 y a partir de entonces bajó hasta algo menos del 67 por 100, como consecuencia del impacto que sobre la renta familiar empezó a tener la crisis económica. En Andalucía ocurrió lo propio pero de manera no tan intensa ya que mientras que en Granada se perdieron 2,6 puntos porcentuales, en Andalucía llegaron a los 1,7, lo cual tiene sentido si tenemos en cuenta la menor importancia relativa del consumo privado en Andalucía (65,4 por 100 en 2008). Pues bien, en España el peso del mismo es todavía menor (en torno al 61 por 100) y la reducción ha sido también inferior.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Por tanto, el mayor peso en la actividad provincial del consumo privado ha hecho que el impacto de la reducción del mismo como consecuencia de la menor riqueza fi nanciera de las familias haya sido (y también probablemente en 2009) superior.

b) Consumo público. Como es sabido, la política de solidaridad interregional emanada de la Constitución de 1978 se traduce en que las economías atrasadas (entre las que se encuentra Granada) tienen una mayor presencia del sector público, si a ello le unimos el carácter de la ciudad de Granada como centro administrativo regional de primer orden, podremos entender el por qué en la provincia de Granada es mayor la importancia relativa del consumo público (ligeramente por encima del 25 por 100, frente al en torno 22 y 16 por 100 de Andalucía y España, respectivamente). A partir de 2008 en todos los casos ha aumentado la importancia relativa del consumo público (entre 2 y 3 puntos de porcentaje) como consecuencia del papel compensador que durante ese año y el siguiente ha venido jugando el sector público, si bien hay que señalar que a menor ámbito territorial, mayor incremento en dicha importancia relativa. Así, si en 2006 el peso del consumo público en Granada superaba en 9,2 puntos al de España, en 2008 era ya de 10,1 puntos.

c) Formación bruta de capital. Es, tras el consumo privado, el componente de la demanda interna que más peso tenía hasta 2007 en la Renta Interior Bruta, sin embargo, el retroceso de la formación bruta de capital unido al crecimiento del relativo al consumo público han hecho que si en 2006 la primero casi rozase el 30 por 100 (4,4 puntos por encima del consumo público), en 2008 era 0,8 puntos inferior tras retroceder dos

Fuente: Funcas, Balance Económico 2000-2008. Elaboración propia.

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

puntos y ganar 3,2 el consumo público. Este comportamiento es también visible a nivel regional y nacional, no obstante, y a diferencia de las dos macromagnitudes anteriores no hay tanta diferencia con la importancia relativa de la formación bruta de capital en Andalucía y España, ya que en ningún caso superan los 0,2 y 0,7 puntos porcentuales, respectivamente.

d) Demanda interna. Al venir determinada por el comportamiento agregado de las tres anteriores, el resultado es que la pérdida de importancia del consumo privado y la formación bruta de capital es compensada con la mayor relevancia del consumo público, pero sólo parcialmente, ya que globalmente la demanda interna pasa del 124 al 122,8 por 100. Este hecho no tiene nada en especial en la medida en que el saldo exterior es defi citario, es decir, las compras externas superan las ventas, compensando de este modo la economía granadina su bajo nivel de desarrollo. Esta relación es observable tanto a nivel regional como provincial, de hecho, en 2008 Granada era la decimoctava provincia (véase el Cuadro III.1) en donde era mayor el peso de la demanda interna, le superaban las provincias extremeñas, tres gallegas, Teruel, varias de ambas Castillas y en Andalucía sólo por Jaén y Huelva. Por ello no tiene nada de extraño que la importancia relativa de la demanda interna en la provincia de Granada sea superior a la de las medias regional y nacional.

e) Saldo exterior de bienes y servicios. Si midiésemos la apertura frente al exterior a través de la venta externa de bienes y servicios observaríamos que a lo largo de los últimos años Granada viene siendo cuarta provincia española más cerrada en términos relativos a su dimensión, tan sólo superada por Ávila, Badajoz, y León (o la sexta,

incluyendo a Ceuta y Melilla). En ese mismo sentido podríamos hablar respecto a las compras de bienes y servicios foráneos ya que Granada tan sólo subiría dos posiciones hasta el puesto 45, sin embargo, hay una diferencia reseñable respecto a las ventas y es que mientras para las primeras no había ninguna provincia andaluza que quedase por debajo de la importancia relativa granadina, para las compras tanto Sevilla como Córdoba presentan importancias relativas inferiores. Asimismo, es de destacar la subida en tres posiciones en 2008 hasta el puesto 42 como consecuencia la crisis que ya se empezaba a notar en el tejido productivo provincial. Por último, respecto al saldo comercial (diferencia entre ventas y compras), aunque fue mejorando a medida que se

Cuadro III.1Cuadro macroeconómico: Granada, 2006 a 2008,

Evolución en su posición en el ranking nacional

ConsumoPrivado

ConsumoPúblico

FormaciónBruta deCapital

DemandaInterna

VentasExternas

ComprasExternas

SaldoExterno

2006 2ª 11ª 32ª 17ª 47ª 45ª 36ª

2007 4ª 10ª 32ª 17ª 47ª 45ª 36ª

2008 5ª 10ª 32ª 18ª 47ª 42ª 35ª

Fuente: Funcas, Balance Económico 2000-2008. Elaboración propia. Nota: Orden de mayor a menor importancia relativa de cada componente en la Renta Interior Bruta, incluyendo a Ceuta y Melilla.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

desaceleraba la actividad económica, siguió siendo defi citario hasta 2008 por importe del 22,8 por 100 de la Renta Interior Bruta provincial, 5,3 y 17,3 puntos superior al de las medias andaluza y española, respectivamente.

La evolución entre 2006 y 2008 de la importancia relativa en las anteriores macromagnitudes y su desplazamiento en el ranking provincial es consecuencia del diferente ritmo de las distintas tasas de variación respecto a las medias regional y nacional (véase el Cuadro III.2). Al respecto, podríamos destacar lo siguiente:

a) Renta Interior Bruta. Ha paso de crecer en 2006 por encima de las medias regional y nacional, a hacerlo por debajo de ambas en 2008, tras caer 5,4 puntos porcentuales su tasa de variación.

b) Consumo privado. Tras caer su tasa de variación en 9,3 puntos se situó ya en tasas negativas en 2008, lo cual no ocurría ni en Andalucía ni en España, esa caída corresponde en buena medida a lo acontecido en 2008 pues concentró 7,5 puntos de los 9,3 anteriores.

c) Consumo público. Tanto en 2006 como en 2007 su crecimiento superó al de Andalucía y, sobre todo, al de España (en 13 puntos), sin embargo en 2008 quedó por debajo del de ambos (en 0,2 y 3 puntos, respectivamente).

d) Formación bruta de capital. La mayor debilidad del tejido productivo provincial se traduce en una evolución menos fl uctuante, de ahí que en fases alcistas crezca menos que las medias regional y nacional, y en las recesivas caiga también menos que ambas.

e) Demanda interna. Su evolución viene determinada por el elevado peso que en la misma tiene el consumo privado, por ello no es de extrañar que en 2006 experimente los mayores crecimientos, mientras que en 2008 ocurra todo lo contrario.

f) Saldo externo. Para los tres ámbitos territoriales analizados 2006 y 2007 son años de crecimiento en el saldo (negativo), mientras que la crisis ya visible en 2008 se tradujo en una corrección de dicho défi cit (tasas de variación negativas). En este caso, el principal rasgo diferencial de la economía granadina es que sus crecimientos (positivos o negativos) son siempre de menor importe (en términos absolutos).

La combinación de la importancia relativa de cada componente de la Renta Interior Bruta con su correspondiente tasa de variación determina la contribución de cada uno de aquéllos en ésta. En el Cuadro III.3 puede observarse dicha contribución para Granada, Andalucía y España entre 2006 y 2008, pudiendo destacarse lo siguiente antes y después de 2008:

a) Antes de 2008. El consumo privado fue el principal motor del crecimiento económico para los tres ámbitos territoriales considerados, fundamentalmente para el conjunto nacional, siendo además el principal protagonista del crecimiento de la demanda interna. La contribución de esta última al incremento de la Renta Interior Bruta fue similar en Andalucía y Granada, si bien para la provincia fue mayor la relevancia del consumo (tanto público como privado), mientras que en el conjunto andaluz lo fue la formación bruta de capital. En cuanto al sector exterior, su contribución al crecimiento fue negativa en todos

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

los casos, pero sobre todo para Granada y Andalucía, que, aproximadamente, duplicó la media nacional. El principal cambio observable entre 2006 y 2007 para Granada se refi ere a la menor contribución al crecimiento del consumo público y la formación bruta de capital, que fue compensado con la mayor relevancia del consumo privado y a que el sector exterior no tuvo una contribución con negativa como en el año anterior.

b) En 2008. La contribución al crecimiento de la demanda interna se redujo sensiblemente como consecuencia de la notable reducción del consumo privado, especialmente para

Granada, que incluso tuvo una contribución negativa. A ello se le unió el que ocurriese lo propio también para la formación bruta de capital, en este caso fenómeno compartido con Andalucía y España, de modo que tan sólo el fuerte crecimiento en la contribución del consumo público al crecimiento pudo evitar un hundimiento aún mayor de la demanda interna. También el saldo exterior contribuyó a ello tras cambiar el signo de su contribución al crecimiento (véase el Gráfi co III.2).

En defi nitiva, y a modo de conclusión, podemos decir que a partir de 2007 hay un cambio en el modelo de crecimiento de la economía granadina, pues si hasta entonces venía impulsado por la demanda interna y, en especial, por el consumo (privado y público), desde ese año a medida que el ritmo de crecimiento iba perdiendo fuerza, también lo hacía el consumo así como el saldo exterior de bienes y servicios, que en apenas dos años ha cambiado radicalmente su contribución al crecimiento provincial. Hasta tal punto ello fue así, que en 2008, el crecimiento vino impulsado por dicho saldo pero, sobre todo, por el consumo público, mientras que tanto el consumo privado como la formación bruta de capital tuvieron una contribución negativa. A lo largo de 2009 es

Cuadro III.2Cuadro macroeconómico: Granada, Andalucía y España, 2006 a 2008,

Tasas de variación interanual (%)

RentaInteriorBruta

ConsumoPrivado

ConsumoPúblico

FormaciónBruta deCapital

DemandaInterna

VentasExternas

ComprasExternas

SaldoExterno

Granada

2006 8,9 8,8 16,0 7,5 9,8 7,5 9,4 14,0

2007 6,9 7,0 9,4 5,2 7,0 9,0 8,6 7,6

2008 3,4 -0,5 14,2 -1,8 2,2 6,5 3,8 -2,5

Andalucía

2006 8,1 6,4 11,3 15,1 9,3 7,7 9,2 16,7

2007 6,7 7,3 8,3 6,2 7,2 8,2 8,6 10,2

2008 3,6 0,5 14,4 -2,7 2,3 6,3 4,2 -4,7

España

2006 8,3 10,2 3,0 11,2 9,3 8,0 9,2 30,9

2007 6,9 7,5 8,5 6,0 7,3 5,3 5,8 13,6

2008 4,5 2,7 17,2 -2,2 3,6 5,2 4,2 -10,3

Fuente: Funcas, Balance Económico 2000-2008. Elaboración propia.

64

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

muy probable que estas tendencias se hayan intensifi cado, fundamentalmente en lo referido al hundimiento del consumo privado y la notable recuperación del saldo exterior. Realizado el

Fuente: Funcas, Balance Económico 2000-2008. Elaboración propia.

Cuadro III.3Cuadro macroeconómico: Granada, Andalucía y España, 2006 a 2008,

Contribución al crecimiento (tantos por 100)

RentaInteriorBruta

ConsumoPrivado

ConsumoPúblico

FormaciónBruta deCapital

DemandaInterna

VentasExternas

ComprasExternas

SaldoExterno

Granada

2006 100,0 68,4 42,4 25,3 136,1 47,1 83,2 -36,1

2007 100,0 70,1 34,3 22,2 126,6 72,4 99,0 -26,6

2008 100,0 -11,0 108,0 -15,1 82,0 108,3 90,3 18,0

Andalucía

2006 100,0 53,7 29,8 51,6 135,2 79,0 114,2 -35,2

2007 100,0 73,5 27,2 27,4 128,1 101,8 129,9 -28,1

2008 100,0 9,4 87,8 -21,8 75,3 144,6 119,9 24,7

España

2006 100,0 74,2 6,1 38,3 118,5 90,5 109,0 -18,5

2007 100,0 66,7 19,8 25,4 111,9 71,7 83,6 -11,9

2008 100,0 36,6 62,8 -14,2 85,2 108,2 93,4 14,8

Fuente: Funcas, Balance Económico 2000-2008. Elaboración propia.

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CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

grueso del ajuste ese año, para 2010 la situación de los diferentes componentes de demanda será mucho más estable, por un lado, el consumo público dejará de tener una contribución tan positiva como hasta 2009 como consecuencia del proceso de consolidación fi scal emprendido, y por otro, tanto consumo privado como formación bruta de capital dejarán de tener tasas de variación tan negativas como las observadas el año anterior. Algo similar se podrá observar para el saldo exterior, puesto que su recuperación, al asentarse sobre la reducción de las importaciones y no tanto del aumento de las exportaciones, se ha agotado prácticamente.

Si bien es cierto que dichos rasgos son compartidos, en líneas generales, a nivel regional y nacional, en el caso concreto de la provincia de Granada destacaría la mayor dependencia de la situación del consumo (en particular del público) y las más limitadas posibilidades de que el sector exterior pueda jugar un papel decisivo en su contribución al crecimiento económico.

III.b. Otros indicadores de demanda

El análisis del cuadro macroeconómico, al tomar como último dato el correspondiente a 2008, no aporta información alguna sobre lo que ha venido ocurriendo durante 2009 y los primeros meses de 2010, más si cabe en la medida en que en ese periodo se han producido hechos tan relevantes como la fuerte contracción de la actividad económica y la estabilización del crecimiento económico en niveles cercanos al 0 por 100. Por ello, y aunque a la hora de redactar estas líneas ya estaban disponibles los datos de crecimiento nacional para el segundo trimestre (que informan sobre la tendencia en la que se inserta la economía granadina), para poder apreciar la coyuntura provincial es necesario analizar diversos indicadores de demanda relativos a consumo energético, matriculaciones, etc.

En primer lugar y por lo que se refi ere al consumo de derivados petrolíferos, lo que más llama la atención es la caída generalizada que se ha producido en los últimos años, en concreto desde comienzos de 2008, con la única excepción del fuel óleo en 2008 y que probablemente responda a factores coyunturales. Al centrar la atención en los combustibles de automoción (véase el Gráfi co III.3) se observa el carácter de indicador cíclico del consumo de gasóleo ya que el de gasolina es mucho menos fl uctuante y se mueve en una senda descendente acorde con la confi guración de las motorizaciones del parque automovilístico.

Independientemente de ello, al analizar las tasas de variación interanual (véase el Cuadro III.4), se observa lo siguiente: i) todas ellas son negativas, tanto a nivel provincial como regional y nacional; ii) las caídas en los consumos de carburantes de automoción son siempre de mayor entidad para Granada; iii) la provincia de Granada ocupa la última (o penúltima para gasolina en 2010) posición en el ranking andaluz, es decir, es la provincia andaluza que experimenta la mayor contracción en el consumo de carburantes; y iv) a largo de los tres años analizados en ningún momento el consumo de gasolina da muestras de recuperación, sino todo lo contrario, aunque es cierto que en cuanto al gasóleo, la contracción en 2010 es menor que la de 2009 ello no supone alivio alguno puesto que la tasa es 2,3 puntos peor que la de la penúltima provincia andaluza, y 13,5 puntos menor que la de Jaén, cuyo consumo creció un 5,3 por 100.

En relación con la matriculación de vehículos, tanto industriales como turismos, la situación ha ido mejorando año tras año; así, si en 2008 las caídas fueron muy abultadas, en 2009 lo fueron algo menores, para pasar a crecer durante la primera mitad de 2010. Otro rasgo común sería

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

el que durante 2008 y 2010 las tasas de la provincia de Granada fueron inferiores a las medias regional y nacional, mientras que en 2009 ocurrió todo lo contrario (véase Cuadro III.5).

Asimismo, es de destacar la menor importancia de las caídas en las matriculaciones de turismos en 2008 y 2009, en relación con los vehículos industriales, y a pesar de lo que en principio se podría pensar al observar el Gráfi co III.4. En concreto, para Granada la caída fue

Fuente: IEA. Elaboración propia.

Cuadro III.4Ranking provincial andaluz relativo a consumo de carburantes de automoción, 2008 a 2010, tasas

de variación anual

Consumo de gasolina Consumo de gasóleo de automoción2008 2009 2010* 2008 2009 2010*

Huelva -5,1 Jaén -3,3 Jaén -1,4 Huelva 1,9 Almería 1,0 Jaén 5,3

Córdoba -5,9 España -4,5 Almería -3,6 Córdoba -2,5 Huelva -2,8 Almería 4,3

España -6,0 Almería -4,9 Málaga -5,0 Sevilla -3,6 Jaén -3,5 Córdoba 1,8

Sevilla -6,2 Sevilla -5,2 Córdoba -5,6 Andal. -3,7 Córdoba -4,2 España -1,0

Andal. -6,7 Huelva -5,9 España -6,2 Almería -3,8 Andal. -4,9 Sevilla -1,2

Málaga -6,8 Andal. -6,4 Sevilla -7,1 España -3,8 España -5,2 Andal. -1,8

Cádiz -6,9 Córdoba -6,4 Andal. -7,3 Jaén -4,0 Málaga -5,4 Cádiz -3,0

Almería -7,3 Málaga -7,2 Cádiz -7,7 Málaga -4,1 Cádiz -5,4 Málaga -4,9

Jaén -7,7 Cádiz -7,9 Granada -13,2 Cádiz -4,8 Sevilla -5,7 Huelva -5,9

Granada -8,0 Granada -8,0 Huelva -14,1 Granada -6,5 Granada -10,0 Granada -8,2

* Datos de enero a abril, tasas de variación respecto al mismo periodo del año anterior.Fuente: IEA. Elaboración propia.

6767

CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

del 34,4 y 13 por 100, respectivamente, mientras que para los vehículos industriales fue del 49,8 y 39,3 por 100. Otro rasgo que caracteriza la evolución de las matriculaciones en la provincia de Granada es su elevada volatilidad, especialmente marcada para las de turismos, ya que entre 2008 y 2009 la tasa mejoró 20 puntos, y entre 2009 y 2010 aumentó en casi 58 puntos porcentuales, de

Fuente: IEA. Elaboración propia.

Cuadro III.5Ranking provincial andaluz relativo a matriculación de vehículos, 2008 a 2010, tasas de variación

anual

Matriculación de turismos Matriculación de vehículos industriales2008 2009 2010* 2008 2009 2010*

Málaga -20,4 Granada -13,0 Jaén 51,5 Málaga -37,6 Almería -33,9 Sevilla 60,5

España -27,5 Córdoba -14,1 España 50,8 España -43,5 Huelva -34,0 Cádiz 45,4

Huelva -28,9 Jaén -15,2 Málaga 50,8 Sevilla -44,0 Cádiz -38,7 Jaén 35,2

Andal. -29,6 Cádiz -17,3 Cádiz 50,0 Andal. -46,6 Granada -39,3 Almería 33,7

Jaén -30,3 Almería -19,9 Córdoba 47,6 Jaén -48,1 Córdoba -40,9 Andal. 29,3

Sevilla -31,7 España -20,8 Andal. 46,8 Córdoba -48,5 España -41,7 Huelva 26,5

Cádiz -32,2 Sevilla -21,6 Sevilla 46,1 Granada -49,8 Jaén -42,3 Córdoba 23,3

Córdoba -34,3 Andal. -25,9 Almería 45,1 Almería -52,5 Andal. -44,1 España 23,3

Granada -34,4 Huelva -26,6 Granada 44,9 Huelva -52,6 Málaga -46,6 Granada 20,8

Almería -35,1 Málaga -45,5 Huelva 28,4 Cádiz -54,3 Sevilla -55,2 Málaga 7,4

* Datos de enero a junio, tasas de variación respecto al mismo periodo del año anterior.Fuente: IEA. Elaboración propia.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

esta forma, si en 2008 era tras Almería la segunda provincia andaluza en la que más cayeron las matriculaciones de turismos, en 2009 fue en donde menos cayó, y en 2010 a pesar de crecer un 44,9 por 100, fue la segunda provincia andaluza en la que menos lo hizo. Algo parecido, aunque de forma no tan marcada ocurrió para los vehículos industriales, en concreto, las caídas de 2008 y 2009 fueron la cuarta y quinta mayor, respectivamente, del conjunto regional.

Parece indudable el impacto que sobre ambos tipos de matriculaciones han tenido en 2009 y 2010 decisiones gubernamentales como la puesta en marcha de las ayudas del Plan 2000E, o la subida de los tipos del IVA el 1 de julio de 2010. En ambos casos han tenido un impacto positivo sobre las matriculaciones, especialmente de turismos, más ligadas al consumo privado, puesto

que las de vehículos industriales, aunque no han sido ajenas a estos acontecimientos, dependen también de una recuperación en la inversión que aún no se había producido a mediados de 2010. En la medida en que a partir de ese momento ya se está aplicando la subida del IVA y han desaparecido las ayudas gubernamentales, es muy probable que la segunda parte de 2010 muestre tasas mucho menores que las del primer semestre. Por tanto, la clara mejoría en la evolución de las matriculaciones que se observa desde 2008 ha venido influenciada por factores que han actuado básicamente en el segundo semestre de 2009 y el primero de 2010, de ahí que deba tomarse con precaución su evolución en términos de indicador coyuntural. Es cierto que ello ha tenido un efecto muy beneficioso sobre el sector de la automoción en los peores momentos de la crisis, sin embargo a nivel provincial su impacto ha sido más limitado.

El consumo de energía eléctrica, en cambio, no presenta ese tipo de problemas, sin embargo, el retardo en su publicación por el Instituto de Estadística de Andalucía se traduce en que en agosto de 2010 sólo se disponía de datos hasta junio del año anterior; de esta forma no es posible apreciar indicio alguno de recuperación o estabilización en el consumo eléctrico.

Fuente: IEA. Elaboración propia.

6969

CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

A pesar de ello, sí es posible apreciar con claridad la intensidad de la caída en este indicador en 2009 y que contrasta con los crecimientos que hubo los dos años anteriores (véase el Cuadro III.6), así como el elevado grado de oscilación (también de este indicador) para la provincia de Granada.

Así, si en 2007 y 2008 Granada fue la provincia andaluza en la que más creció el consumo eléctrico, en el primer semestre de 2009 fue la segunda en la que más se contrajo, tan sólo por delante de Cádiz que suele estar situada en las últimas posiciones en materia de consumo eléctrico. Por tanto, 2008 se podría considerar como un año de transición en el que la reducción a la mitad de las tasas a las que crecía el consumo el año anterior preludiaba la caída que se iba a producir en 2009. De todas formas, aunque es cierto que Granada con una tasa de -6,9 estaba por debajo de la

Cuadro III.7Comparación de los principales indicadores de demanda en Granada, Andalucía y España, 2008 a

2010. Tasas de variación respecto al mismo periodo del año anterior, salvo indicación contraria

Granada Andalucía EspañaPosición de

Granada en el ranking andaluz

2008 2009 2010 2008 2009 2010 2008 2009 2010 2008 2009 2010*Consumo de derivados petrolíferos*

Total consumo de gasolina -8,0 -8,0 -13,2 -6,7 -6,4 -7,3 -6,0 -4,5 -6,2 8 8 7

Total consumo de gasóleos -6,6 -9,7 -10,4 -4,0 -5,5 -3,2 -3,7 -5,7 -2,0 8 8 8

Gasóleo A (automoción) -6,5 -10,0 -8,2 -3,7 -4,9 -1,8 -3,8 -5,2 -1,0 8 8 8

Total consumo de fuelóleos 60,9 -14,2 -0,4 -1,0 -19,3 9,1 -3,2 -10,3 9,5 1 4 4

Matriculaciones**

Turismos -34,4 -13,0 44,9 -29,6 -25,9 46,8 -27,5 -20,8 50,8 7 1 7

Vehículos de carga -49,8 -39,3 20,8 -46,6 -44,1 29,3 -43,5 -41,7 23,3 5 4 7

* Datos para 2010 de enero a abril, para consumo de derivados petrolíferos.** Datos para 2010 de enero a junio para matriculaciones de turismos y vehículos de carga.Fuente: IEA. Elaboración propia.

Cuadro III.6Ranking provincial andaluz relativo a consumo de energía eléctrica, 2007 a 2009, tasas de variación

anual

2007 2008 2009*

Granada 9,2 Granada 4,5 Jaén -0,2

Almería 6,1 Córdoba 2,6 Sevilla -0,4

Málaga 4,6 Málaga 1,6 Málaga -0,6

Huelva 3,5 Almería 1,0 Córdoba -1,6

Andalucía 3,4 Andalucía 0,8 Huelva -3,4

Jaén 2,8 Huelva 0,0 Andalucía -3,6

Córdoba 2,6 Sevilla -0,2 Almería -5,7

Sevilla 2,2 Cádiz -0,3 Granada -6,9

España 1,3 Jaén -1,2 Cádiz -10,9

Cádiz -0,1 España -1,6 España -14,9

* Datos de enero a junio, tasas de variación respecto al mismo periodo del año anterior.Fuente: IEA. Elaboración propia.

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

de la mayoría de provincias andaluzas y de la media regional, también lo es que la contracción para el conjunto de España duplicaba la granadina.

Por tanto, y a modo de conclusión, podemos constatar la debilidad de la demanda granadina en 2009, con tasas de variación interanual negativas, por importe elevado y, además, inéditas a lo largo de la última década, como se ha podido apreciar en los Gráfi cos III.3 a III.5, quizás habría que remontarse a 1993 para encontrar una situación algo más aproximada a la vivida en 2009, pero en ningún caso tan negativa como la de éste. Además, y como suele ocurrir para economías con menor nivel de desarrollo como es la granadina, su fl uctuación es mucho más elevada, tanto en fases expansivas como recesivas, de ahí que no deba extrañarnos el que para numerosos indicadores (no sólo de demanda) en 2009 Granada ocupe las últimas posiciones en el ranking provincial andaluz, tan sólo hay una excepción y es la matriculación de turismos, debido a factores exógenos comentados con anterioridad.

Ese carácter excepcional se refuerza aún más por el elevado peso que en la demanda provincial tiene el consumo, que ha sido el gran afectado por la crisis económica, por ello no ha de extrañar que los indicadores más ligados a la actividad empresarial no muestren caídas tan espectaculares. Asimismo, y aunque el consumo público ha contribuido a sostener la actividad económica provincial mediante su crecimiento durante 2008 y 2009, el mayor peso del consumo privado ha hecho que la situación, en líneas generales, de la economía granadina haya sido peor que la de las medias andaluza y regional. Es cierto que el sector exterior ha invertido su contribución al crecimiento de la renta provincial entre mediados de 2009 y de 2010, sin embargo, sus fundamentos son muy frágiles al depender dicha recuperación casi en exclusiva de la reducción de las importaciones (obviamente ligadas al deterioro de la renta provincial).

IV. El comercio exterior

A lo largo de la última década, el comercio exterior de Granada se ha caracterizado en la mayoría de los años por tener una contribución positiva al crecimiento provincial, al presentar un saldo positivo en el intercambio exterior de bienes y de servicios (véase el Gráfi co IV.1); esta circunstancia no es compartida por el conjunto de Andalucía que en todo momento ha presentado défi cit comercial. En cambio, la provincia de Granada muestra mayor grado de oscilación (al igual que ya se ha comentado para otros componentes de la demanda interna), puesto que si bien a fi nales de 2009 el saldo comercial era similar al existente a comienzos de 2006 (en torno a 100 millones de euros), entre medias se ha producido un auténtico desplome del saldo que quedó cerca de los 600 millones de euros de défi cit a fi nales del verano de 2008, para a partir de ahí volver a recuperarse con gran intensidad en los doce meses siguientes. Tanto los puntos de infl exión como las fases coinciden con las observadas para el conjunto regional, si bien estas últimas son de mayor intensidad para la provincia de Granada.

Por tanto, el proceso de deterioro del saldo comercial es previo al inicio de la crisis y refl eja los problemas de competitividad de una economía, la granadina, que en las fases expansivas tiene problemas para aumentar las exportaciones, mientras que en las recesivas descienden las importaciones de forma muy acusada (con la consiguiente recuperación del saldo comercial) hasta llegar a unos niveles en los que es complicado que sigan bajando. En

7171

CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

defi nitiva, estamos hablando de una estrecha correlación entre la situación de la demanda interna provincial y el saldo comercial, de manera que cuando la primera crece a ritmos elevados, el segundo se deteriora y a la inversa. En el Cuadro IV.1, se observa cómo a fi nales de 2008 el défi cit en Granada rozó los 500 millones de euros como consecuencia de un crecimiento en las importaciones que fue seis veces superior al de las exportaciones que apenas crecieron un 3,6 por 100, la magnitud de esta desproporción es un hecho insólito no sólo para el conjunto regional y nacional, sino también para cada una de las provincias andaluzas, ya que Granada fue la segunda provincia en la que más crecieron las importaciones y la cuarta que menos vio crecer las exportaciones. A pesar de que como consecuencia de ello el grado de cobertura se redujo en 11,6 puntos, con un valor del 62,6 por 100 siguió estando ligeramente por encima de la media regional.

En 2009, el fuerte impacto de la crisis económica en las demandas interna y externa se traduce en una caída tanto de las importaciones como de las exportaciones, si bien, y a diferencia de lo que ocurrió el ejercicio anterior, las primeras fueron las principales responsables de la corrección del notable desequilibrio exterior, al reducirse en más de la mitad en tan sólo un año.

En concreto, las importaciones se redujeron un 52,4 por 100 frente al 13,4 por 100 al que lo hicieron las exportaciones, aunque el signo de las tasas coincide independientemente del ámbito territorial considerado (siempre negativas), es de destacar que la diferencia entre las mismas se va reduciendo a medida que se toman entes territoriales de mayor nivel, así, si para la provincia de Granada es de 39 puntos porcentuales, para Andalucía es de 19,4 puntos, y para España de 10 puntos. Como consecuencia de ello, tanto el saldo comercial como el grado de cobertura mejoraron de forma espectacular en la provincia de Granada, que recuperó el superávit (y por

Fuente: IEA. Elaboración propia.

72

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

tanto el grado de cobertura mayor que 100) perdido años antes. Aunque tanto en Andalucía como en España la mejoría también fue notable, no fue sufi ciente como para alcanzar el superávit ya que en ningún caso para 2009 con las exportaciones se llegó a cubrir el 80 por 100 de las importaciones.

Finalmente, en 2010 se observa el retorno al desequilibrio exterior, claramente con los datos acumulados hasta abril, o a punto de llegar al mismo utilizando valores acumulados de un año antes, puesto que las exportaciones han continuado cayendo prácticamente al mismo ritmo que en 2009, a la vez que las importaciones han comenzado a crecer al 15,5 por 100. Si bien es cierto que esto último es coherente con lo ocurrido a nivel regional y nacional, no se puede decir lo mismo respecto a la caída de las exportaciones, de hecho, Granada es la única provincia andaluza en la que se produce este fenómeno, puesto que la provincia que se situaría más próxima es Sevilla en la que las exportaciones crecieron un 2,3 por 100. Ello a su vez, se tradujo en que Granada fue la provincia andaluza en la que más se redujo el saldo comercial (en tasa de variación) y el grado de cobertura. Aún así, este último continuó superando el de Andalucía, España, y el de otras dos provincias andaluzas: Huelva y Cádiz.

Presentados los datos de esta manera, por periodos anuales, puede parecer que hay un cambio sustancial en 2010, sin embargo, y como se puede observar en el Gráfi co IV.1 a partir de mediados de 2009 es cuando empieza a deteriorarse la situación, de ahí que los datos del primer semestre de 2009 serían más abultados que los recogidos en el Cuadro IV.1. Por ese mismo motivo los datos de los cuatro primeros meses de 2010 refl ejarían menor grado de deterioro si se pusiesen en relación con los del último cuatrimestre de 2009, en lugar del primero.

Cuadro IV.1Comparación de los principales indicadores de demanda en Granada, Andalucía y España, 2008 a

2010. Tasas de variación respecto al mismo periodo del año anterior, salvo indicación contraria

Granada Andalucía EspañaPosición de

Granada en el ranking andaluz

2008 2009 2010* 2008 2009 2010* 2008 2009 2010* 2008 2009 2010*

Importaciones 22,9 -52,4 15,5 14,0 -34,2 30,1 -0,6 -26,4 9,8 2 8 5

Exportaciones 3,6 -13,4 -13,5 5,4 -14,8 23,3 2,3 -16,4 13,8 5 5 8

Grado de cobertura (dato de nivel) 62,6 113,7 94,4 61,5 79,6 80,7 66,8 75,9 76,8 6 4 6

Grado de cobertura (variación absoluta) -11,6 51,2 -31,6 -5,0 18,1 -4,5 1,9 9,2 2,7 7 2 8

Saldo comercial* (dato de nivel) -494,8 86,6 -13,9 -10.538,4 -3.675,3 -1.401,6 -94,2 -50,2 -17,4 5 5 5

Saldo comercial (tasa de variación) 78,2 -117,5 -125,1 31,0 -65,1 69,3 -5,9 -46,7 -1,6 2 7 8

* Valores acumulados para el conjunto del ejercicio. Datos para 2010 de enero a abril.** Millones de euros y miles de millones de euros para España.Fuente: IEA. Elaboración propia.

7373

CAPÍTULO II. ACTIVIDAD Y DEMANDA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Cuadro IV.2Ranking provincial andaluz relativo a comercio exterior, 2008 a 2010, tasas de variación anual

Importaciones Exportaciones

2008 2009 2010* 2008 2009 2010*

Almería 30,1 Sevilla -19,7 Cádiz 54,1 Almería 14,4 Málaga -5,2 Córdoba 45,1

Granada 22,9 Málaga -25,7 Córdoba 45,9 Sevilla 13,9 Sevilla -7,3 Huelva 44,6

Cádiz 20,7 Jaén -25,8 Huelva 37,5 Málaga 9,0 Almería -8,4 Cádiz 41,4

Huelva 17,0 España -26,4 Andal. 30,1 Huelva 8,0 Huelva -12,3 Málaga 27,5

Andal. 14,0 Córdoba -27,8 Jaén 15,6 Andal. 5,4 Granada -13,4 Andal. 23,3

Sevilla 1,4 Huelva -33,0 Granada 15,5 Granada 3,6 Jaén -13,4 España 13,8

España -0,6 Almería -33,2 Málaga 10,7 Jaén 3,1 Andal. -14,8 Jaén 9,0

Córdoba -4,8 Andal. -34,2 España 9,8 España 2,3 España -16,4 Almería 8,5

Jaén -6,2 Cádiz -38,7 Sevilla -9,6 Córdoba 2,1 Córdoba -17,2 Sevilla 2,3

Málaga -8,0 Granada -52,4 Almería -39,5 Cádiz -1,9 Cádiz -24,3 Granada -13,5

Grado de cobertura (dato de nivel) Saldo comercial

2008 2009 2010* 2008 2009 2010*

Almería 235,6 Almería 323,0 Almería 714,6 Jaén 271,3 Jaén 76,5 Sevilla 7847,5

Córdoba 211,3 Córdoba 242,2 Córdoba 225,1 Granada 78,2 Almería 9,8 Cádiz 69,4

Jaén 113,7 Jaén 132,5 Sevilla 113,3 Cádiz 49,6 Córdoba -7,8 Andal. 69,3

Sevilla 98,5 Granada 113,7 Jaén 112,2 Andal. 31,0 Huelva -43,6 Córdoba 44,4

España 66,8 Sevilla 113,7 Málaga 95,7 Huelva 22,3 España -46,7 Huelva 30,6

Granada 62,6 Andal. 79,6 Granada 94,4 Córdoba 9,1 Cádiz -50,9 Almería 24,6

Andal. 61,5 Málaga 77,0 Andal. 80,7 Almería 5,1 Málaga -56,9 España -1,6

Málaga 60,3 España 75,9 España 76,8 España -5,9 Andal. -65,1 Jaén -25,6

Cádiz 45,7 Cádiz 56,5 Huelva 51,9 Málaga -25,6 Granada -117,5 Málaga -71,5

Huelva 33,9 Huelva 44,4 Cádiz 50,1 Sevilla -87,4 Sevilla -818,4 Granada -125,1

* Datos de enero a abril, tasas de variación respecto al mismo periodo del año anterior.Fuente: IEA. Elaboración propia.

CAPÍTULO III. EL IMPACTO DE LA CRISIS

ECONÓMICA EN GRANADA (II):PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO

Y SISTEMA FINANCIERO

7777

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

II.1. Precios

Durante la crisis, los precios en Granada han aumentado débilmente, al igual que en los conjuntos regional y nacional. Si se considera la variación interanual, la evolución del IPC muestra un perfi l de desaceleración desde la segunda mitad de 2008, con una tasa negativa entre Marzo y Noviembre de 2009, y con ligeros incrementos desde Diciembre de 2009. La tasa de variación media anual entre Diciembre de 2007 y el mismo mes de 2009 ha sido del 2,5 por 100, ligeramente inferior a la registrada en los conjuntos regional y nacional.

Además, los precios en Granada han tenido un comportamiento más inestable que los conjuntos regional y nacional; de modo que la volatilidad –la amplitud de las diferencias entre los valores más elevados y más bajos- de las tasas de variación del IPC ha sido superior en esta provincia.

Durante 2008 y 2009 los artículos con mayor descenso de precios en la provincia de Granada han sido: Equipos y soportes audiovisuales, fotográfi cos e informáticos (con una disminución mayor del 13 por anual); Medicamentos; y, Electrodomésticos y reparaciones. En los dos primeros casos, la reducción de los respectivos índices ha sido superior al 5 por 100 de media anual. Por su parte, los grupos de bienes con mayor aumento de precios han sido: Electricidad, gas y otros combustible;, Tabaco; Bebidas (alcohólicas y no alcohólicas); Servicios sociales; Restaurantes; Servicios de transporte; Alquiler de viviendas; y, Utensilios de cocina y menaje.

78

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Por su parte, las mayores diferencias en la evolución de los precios en Granada, en relación a los conjuntos regional y nacional, se han apreciado en dos sentidos. En primer lugar, aquellos productos cuyos precios han tenido menor variación en Granada, destacando: Servicios recreativos, sociales y culturales; Servicios hospitalarios; Muebles y otros enseres; y, Artículos de uso personal. Por el contrario, los bienes con mayor aumento relativo de los precios, durante 2008 y 2009, han sido: Servicios sociales; Utensilios de cocina y menaje; y, Bebidas no alcohólicas.

La determinación y evolución de los precios depende de la confrontación entre oferta y demanda. Cuando en vez de tomar un producto, mercado o sector, se considera el conjunto de la economía el análisis se realiza a nivel agregado o compuesto (tanto la oferta como la demanda no se refi eren a un bien sino al conjunto de bienes que se producen y consumen en un país).

Si la demanda agregada excede a la oferta (la variación de la demanda ha sido superior a la de la oferta), las consecuencias se pueden apreciar tanto en el aumento de los precios (infl ación) como en la aparición de un défi cit exterior si se considera una economía abierta. Análogamente, una evolución de la demanda inferior a la oferta puede dar lugar a defl ación y/o superávit exterior.

En el caso de la demanda agregada – entendiéndola como la relación entre el nivel de precios y de renta-, su expansión o contracción se puede considerar desde la perspectiva del gasto. Los cambios en la demanda agregada pueden deberse a modifi caciones de las políticas monetaria o fi scal o a perturbaciones exógenas. Las alteraciones de impuestos, gastos públicos, tipo de interés, condiciones crediticias, etc., pueden afectar positiva o negativamente al nivel de gasto.

7979

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

Además, existe una serie de fenómenos que pueden afectar al nivel de gasto agregado. Así, una perturbación desfavorable del consumo –derivada de una reducción de los precios de los activos (acciones, inmuebles, etc.), de la caída del empleo, los salarios, etc.-, de la inversión –una reducción de la inversión en bienes de equipo, en construcción, etc.-, o de las exportaciones -derivada de una pérdida de competitividad o de crisis en los mercados exteriores- infl uiría sobre el gasto total y, por tanto, la demanda. Conviene tener en cuenta que entre los factores antes mencionados algunos pueden actuar como desencadenantes y otros pueden constituir meras respuestas a los anteriores y que actúan en el mismo sentido profundizando sus efectos (por ejemplo, la respuesta del empleo y los salarios a una perturbación inicial de la demanda).

También hay que considerar la infl uencia que pueden tener los cambios en la percepción del riesgo y la incertidumbre sobre las decisiones de gasto; ya que un aumento de la incertidumbre podría afectar negativamente al gasto. De forma análoga, la existencia de defl ación y deuda, al redistribuir la riqueza desde los deudores hacia los acreedores, podría perturbar sus decisiones de gasto. En este caso, si los deudores tienen una propensión al gasto superior a la de los acreedores, el gasto agregado podría reducirse.

Los cambios en sentido contrario, es decir las perturbaciones favorables, permitirían la expansión de la demanda agregada.

En el caso de Granada, se puede decir que el nivel de gasto se ha visto perturbado por diversos acontecimientos. En primer lugar, la crisis bursátil y del mercado inmobiliario han provocado la caída de los precios de los correspondientes activos y, por tanto, del valor de la riqueza de las familias. A ello se le ha unido una crisis fi nanciera y crediticia, dadas las interconexiones entre el sistema fi nanciero y el desarrollo de esos mercados, especialmente inmobiliario.

La crisis se ha dejado sentir en la producción y, especialmente en los sectores de la construcción y la industria, afectando al empleo y las rentas familiares, con lo que se ha generado una segunda ronda de efectos adversos sobre el gasto. Finalmente, todo ello se ha complicado con un aumento de la desconfi anza y de la incertidumbre, con lo que se ha deteriorado el clima crediticio y se ha creado una ambiente favorable al aumento de la tasa de ahorro, desanimando el consumo, la inversión y por tanto el gasto.

Por su parte, la oferta agregada a corto plazo establece una relación directa entre la producción y los precios. De este modo, aumentos en el nivel de los precios se corresponden con incrementos del nivel de producción, ya que los empresarios pueden esperar aumentar sus ganancias. Sin embargo, la respuesta de la oferta a cambios en los precios puede depender en gran medida del grado de competencia en la economía o de factores como la rigidez salarial. Si la competencia es elevada, una pequeña elevación de los precios podría dar lugar a un gran aumento de la producción, con lo que, en defi nitiva, la infl ación tendería a ser de escasa magnitud.

A su vez, una elevación de los precios permitiría a los empresarios obtener una mano de obra más barata cuanto más rígido fuera el sistema formación de los salarios, lo que podría estimular un elevado aumento de la producción. Por el contario, una bajada de precios podría dar lugar a una alta cifra de despidos, derivada del consiguiente ajuste de la producción.

80

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

También la oferta agregada puede verse afectada por una serie de perturbaciones externas. Así, una elevación del precio de las materias primas por factores exógenos (precio del crudo de petróleo, por ejemplo) puede dar lugar a un aumento de los costes de producción, consiguiente reducción de las ganancias empresariales y, por tanto, menor nivel de producción para los niveles anteriores de precios.

Como ya se ha mencionado, la variación de los precios en Granada se ha ralentizado e incluso se ha vuelto negativa –en consideración anual e incluso trimestral- durante gran parte de 2009, con lo que se ha estado muy cerca de una defl ación. Así, la oferta agregada se ha visto afectada traduciéndose en una reducción del nivel de producción y empleo.

La defl ación consiste en una bajada generalizada del nivel de precios de bienes y servicios en una economía que se prolongue durante varios periodos de tiempo (al menos dos trimestres consecutivos). Se excluyen las caídas de precios que se produzcan en sectores concretos de una forma puntual. Es el fenómeno económico contrario a la infl ación. La defl ación se produce cuando la oferta de bienes y servicios es superior a la demanda. Cuando la defl ación se establece de forma permanente en las expectativas de los consumidores puede conducir a una fase de depresión. Si los agentes económicos esperan que los precios de los bienes se reduzcan en el futuro, se diferirá su demanda –esencialmente de los artículos que no son de primera necesidad-.

La escasez de demanda en relación a la oferta puede dar lugar a la aparición de stocks de productos no vendidos y el deterioro de los resultados empresariales. Así, si no intervienen otros factores, la respuesta de los empresarios, a corto plazo, podría consistir en la reducción de la producción y el despido de trabajadores. Como consecuencia, podrían retroceder los salarios y las rentas en general. A su vez, la disminución de la renta podría infl uir sobre la demanda, y así sucesivamente, entrando la economía en una espiral crítica de la que sólo podría salir tras un proceso muy doloroso de pérdida de puestos de trabajos, riqueza y bienestar, o a través de la intervención de las autoridades económicas para estimular la demanda agregada.

Los principales instrumentos para ello han sido las políticas monetaria y fi scal. La primera trataría de reducir los tipos de interés para estimular el consumo y la inversión. Por su parte, la política fi scal perseguiría el mismo objetivo aumentando el gasto público y reduciendo los impuestos, es decir, incurriendo en défi cit público. La combinación y el énfasis que se otorgue a una u otra política han variado entre los diversos autores y dado lugar a importantes controversias tanto a nivel académico como político.

Esencialmente, se pueden señalar dos grupos de propuestas. La primera (monetaristas) se centra en la utilización de la política monetaria, bajando los tipos de interés y facilitando el crédito, pero obviando la política fi scal y tratando de evitar la generación de défi cit público. Por el contrario, Keynes y sus partidarios señalan que la política monetaria puede ser poco efi caz en las situaciones de defl ación y propugnan una amplia utilización de la política fi scal sin que incurrir en défi cit constituya un problema importante, al menos en el corto plazo.

8181

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

II.2. Mercado de trabajo

Después de un largo periodo de intenso dinamismo en el mercado de trabajo provincial, el empleo en Granada inició en 2007 una trayectoria de declive para internarse en una situación de profunda crisis. Así, desde la segunda mitad de 2007 se ha apreciado el constante aumento del paro, con lo que durante 2008 y 2009 el mercado local de trabajo ha pasado por una situación extraordinariamente crítica. De este modo, la comparación de los datos del cuarto trimestre de 2009 con los del mismo periodo de 2007 muestra una reducción en el número de ocupados de 44.700 (-6,9 por 100 en tasa de variación anual acumulada -TVA-), y, un aumento del desempleo en 60.900 personas (-36,3 por 100 en TVA). Estos datos muestran la intensidad del ajuste en el mercado de trabajo granadino que ha producido la crisis económica por la que está atravesando la economía mundial desde 2007.

II.2.a. La población activa

La crisis no ha tenido especiales consecuencias sobre la oferta de trabajo en la provincia de Granada. La población activa (PA) ha aumentado a un ritmo superior al de la población en edad de trabajar (PEA), con lo que ha aumentado la tasa de actividad (TA), aunque de una forma mucho más lenta que en el periodo anterior a la crisis.

A diferencia de lo ocurrido a nivel regional y nacional, el incremento de la PA masculina ha sido superior en Granada en relación a la PA femenina. No obstante, en la evolución de la PA, entre el cuarto trimestre de 2007 y el mismo período de 2009, se ha apreciado un aumento en

25

20

15

10

5

0

-5

-10

-15

2006TI 2006TII 2006TIII 2006TIV 2007TI 2007TII 2007TIII 2007TIV 2008TI 2008TII 2008TIII 2008TIV 2009TI 2009TII 2009TIII 2009TIV 2010TI 2010TII

Activos Ocupados Parados (escala derecha)

100

80

60

40

20

0

-20

-40

-60

Evolución del mercado de trabajo en Granada

82

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, mientras que apenas se ha incrementado en el caso de los varones. Ello podría signifi car que, ante la elevada pérdida de empleo de los hombres, haya aumentado la participación laboral de las mujeres. Ello implicaría que los ajustes en el mercado de trabajo son mucho más complejos que la transición del empleo al paro, sino que deberían incluir también los desplazamientos entre la situación de empleo y la inactividad y viceversa, con toda una serie de complicaciones si se tiene en cuenta las diferencias por sexo, edad, sector productivo, etc. Así, han continuado aumentando las tasas de actividad femenina y apenas lo han hecho las masculinas. Ello ha permitido un acercamiento o convergencia entre las participaciones en el mercado laboral de hombres y mujeres.

POBLACIÓN ACTIVA

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE PERSONAS) %

GRANADA AMBOS SEXOS 406,0 422,2 16,2 2,0

VARONES 230,1 240,7 10,6 2,3

MUJERES 175,9 181,5 5,7 1,6

ANDALUCIA AMBOS SEXOS 3.745,0 3.927,5 182,5 2,4

VARONES 2.212,5 2.236,2 23,7 0,5

MUJERES 1.532,4 1.691,3 158,9 4,9

ESPAÑA AMBOS SEXOS 22.404,5 22.972,5 568,0 1,3

VARONES 12.876,3 12.833,2 -43,0 -0,2

MUJERES 9.528,1 10.139,3 611,2 3,1

Fuente: Epa. Ine. Elaboración propia

Evolución de las tasas de actividad en Granada (%)

Ambos sexos Varones Mujeres

70

65

60

55

50

45

40

35

30

2005

TI

2005

TII

2005

TIII

2005

TIV

2006

TI

2006

TII

2006

TIII

2006

TIV

2007

TI

2007

TII

2007

TIII

2007

TIV

2008

TI

2008

TII

2008

TIII

2008

TIV

2009

TI

2009

TII

2009

TIII

2009

TIV

2010

TI

2010

TII

8383

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

En comparación con los conjuntos nacional y regional, el impacto de la crisis sobre las TA específi cas en Granada ha sido menos acusado. En esta provincia, la TA masculina se ha incrementado ligeramente entre el último trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2009. Por el contrario, en los casos nacional y regional las TA de los hombres se ha reducido. Por su parte, la

TA femenina en Granada ha aumentado en una cifra inferior en relación al resto de Andalucía y España, para el mismo periodo considerado.

II.2.b. Empleo

Desde principios de 2008, según EPA, el número de ocupados en la provincia de Granada se ha estado reduciendo, tanto si se considera la variación trimestral o interanual. Y, lo que es peor,

TASA DE ACTIVIDAD

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA

(PORCENTAJE)

GRANADA AMBOS SEXOS 55,2 56,5 1,3

VARONES 64,6 64,9 0,3

MUJERES 46,4 48,3 1,9

ANDALUCIA AMBOS SEXOS 56,7 58,3 1,6

VARONES 68,1 67,5 -0,6

MUJERES 45,7 49,4 3,7

ESPAÑA AMBOS SEXOS 59,1 59,8 0,6

VARONES 69,2 68,1 -1,1

MUJERES 49,4 51,7 2,3

Fuente: Epa. Ine. Elaboración propia

8

6

4

2

0

-2

-4

-6

-8

-10

Tasas de variación interanuales del empleo (%)

2006TI 2006TII 2006TIII 2006TIV 2007TI 2007TII 2007TIII 2007TIV 2008TI 2008TII 2008TIII 2008TIV 2009TI 2009TII 2009TIII 2009TIV 2010TI 2010TII

Granada Andalucía España

84

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

el ritmo de la disminución ha sido cada vez mayor – estimado por la variación interanual- hasta el tercer trimestre de 2009. Esta evolución tan desfavorable del número de ocupados en Granada, se confi rma si se consideran los datos de las afi liaciones a la Seguridad Social.

Así, entre el cuarto trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2009, el número de ocupados en Granada había pasado de 349.000 a 304.300, reduciéndose por tanto en 44.700, lo que signifi ca

una TVA negativa del 6,9 por 100. Esta destrucción de empleo ha sido de un impacto superior, en términos relativos, a la de los conjuntos regional y nacional y muestra un comportamiento más inestable del mercado de trabajo provincial, lo que se puede deber a una estructura productiva fuertemente especializada en actividades altamente dependientes de los ciclos económicos. El impacto de la crisis sobre la destrucción de empleo se ha extendido tanto a hombres como mujeres. No obstante, ha sido más grave la reducción del número de hombres ocupados, tanto en términos absolutos como relativos. La comparación con los conjuntos regional y nacional muestra una mayor incidencia relativa de la pérdida de puestos de trabajo en las mujeres en la provincia de Granada, entre el cuarto trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2010.

8

6

4

2

0

-2

-4

-6

-8

-10

Evolución de los afi liados a la Seguridad Social

Tasa

s d

e va

riac

ión

inte

ran

ual

es (

%)

España Andalucía Granada

8585

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

De esta forma, la tasa de empleo –que refl eja el ajuste que se registra en el mercado de trabajo teniendo en cuenta tanto los cambios en la tasa de paro como de participación (tasa de actividad)- tomó a principios de 2007 una senda decreciente, hasta situarse en el cuarto trimestre de 2009 en poco más del 40 por 100, nivel inferior al del conjunto regional y bastante más bajo que el de España y la Unión Europea, lo que ha afectado esencialmente al colectivo masculino, cuya tasa específi ca se ha reducido en tres años desde el 61 por 100 al 47 por 100. En cambio, el descenso en el nivel de ocupación de las mujeres ha sido bastante inferior, lo que ha permitido una reducción de las diferencias (en tasas de empleo) entre sexos en 12 puntos entre el cuarto trimestre de 2006 y el mismo periodo de 2009. No obstante, siguen manteniéndose las desigualdades.

POBLACIÓN OCUPADA

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE PERSONAS) %

GRANADA AMBOS SEXOS 349,0 304,3 -44,7 -6,9

VARONES 205,3 174,8 -30,5 -8,0

MUJERES 143,8 129,5 -14,3 -5,2

ANDALUCIA AMBOS SEXOS 3.220,9 2.893,5 -327,4 -5,4

VARONES 1.981,4 1.671,2 -310,2 -8,5

MUJERES 1.239,5 1.222,3 -17,2 -0,7

ESPAÑA AMBOS SEXOS 20.476,9 18.645,9 -1.831,0 -4,7

VARONES 11.997,1 10.440,6 -1.556,5 -6,9

MUJERES 8,479,8 8.205,3 -274,5 -1,6

Fuente: Epa. Ine. Elaboración propia

TASA DE EMPLEO

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA

(PORCENTAJE)

GRANADA AMBOS SEXOS 47,5 40,7 -6,7

VARONES 57,7 47,1 -10,7

MUJERES 37,9 34,4 -3,5

ANDALUCIA AMBOS SEXOS 48,8 43,0 -5,8

VARONES 61,0 50,5 -10,6

MUJERES 37,0 35,7 -1,3

ESPAÑA AMBOS SEXOS 54,0 48,5 -5,5

VARONES 64,5 55,4 -9,1

MUJERES 48,9 41,8 -2,1

Fuente: Epa. Ine. Elaboración propia

86

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Como ya se ha comentado, la pérdida de empleo en Granada, durante la crisis, se ha sentido en todas las actividades, excepto la agricultura. El mayor impacto de la crisis sobre el empleo se ha apreciado en la construcción, siguiéndole la industria, y, fi nalmente, los servicios.

POBLACIÓN OCUPADA POR SECTORES

I T 2008 I T 2010 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE PERSONAS) %

GRANADA AGRICULTURA 28,2 38,7 10,5 15,8

INDUSTRIA 32,6 28,1 -4,5 -7,4

CONSTRUCCIÓN 57,6 23,4 -34,5 -45,0

SERVICIOS 224,6 222,1 -2,5 -0,6

ANDALUCIA AGRICULTURA 259,2 290,4 31,2 5,7

INDUSTRIA 331,5 256,5 -75,0 -12,8

CONSTRUCCIÓN 484,5 248,9 -235,6 -33,3

SERVICIOS 2.148,8 2.095,4 -53,4 -1,3

ESPAÑA AGRICULTURA 863,7 835,2 -28,5 -1,7

INDUSTRIA 3.313,4 2.599,8 -713,6 -12,1

CONSTRUCCIÓN 2.670,3 1.663,0 -1.007,3 -23,7

SERVICIOS 13.554,8 13.296,1 -258,7 -1,0

Fuente: Epa. Ine. Elaboración propia

Evolución de las tasas de empleo en Granada (%)

Ambos sexos Varones Mujeres

65

60

55

50

45

40

35

30

25

25

2005

TI

2005

TII

2005

TIII

2005

TIV

2006

TI

2006

TII

2006

TIII

2006

TIV

2007

TI

2007

TII

2007

TIII

2007

TIV

2008

TI

2008

TII

2008

TIII

2008

TIV

2009

TI

2009

TII

2009

TIII

2009

TIV

2010

TI

2010

TII

8787

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

Bajo consideración interanual, el primer sector que ha notado la crisis de la ocupación en Granada ha sido la construcción; ya que, entre el primer trimestre de 2008 y el mismo periodo de 2010, se han perdido en Granada 30.700 puestos de trabajo en total, y, en el mismo tiempo, la construcción ha visto reducir el empleo en 34.200. Como es ampliamente conocido, esta actividad sufre unas fl uctuaciones cíclicas muy acusadas, y, había protagonizado un elevado aumento en el número de puestos de trabajo hasta mediados de 2007; sin embargo, a partir del tercer trimestre de ese año, se observa una destrucción continua de empleo. Esta rama ha ostentado el segundo lugar en importancia del empleo en Granada, y ocupaba en el cuarto trimestre de 2006 a más de 60.000 personas, el 17,7 por 100 del total de ocupados en la provincia de Granada. En cambio, según EPA, en el primer trimestre de 2010 la cifra de trabajadores empleados era de 23.400, el 7,5 por 100 del total provincial, momento en que se ha situado por debajo de la industria y la agricultura en la participación en el empleo total de Granada. Así, en tres años, el número de ocupados en la construcción se ha reducido más del 60 por 100, lo que implica un gran impacto no sólo en el mercado laboral, sino en el ambiente económico y social de la zona. Aunque parece que la fase más crítica ya haya podido suceder, no cabe aventurar que el ajuste haya acabado todavía.

Por su parte, la industria, de menor importancia que la construcción en la economía provincial hasta hace poco, también ha experimentado una grave crisis del empleo, aunque la pérdida de puestos de trabajo no se aprecia hasta el tercer trimestre de 2008, en consideración interanual. De este modo, en el primer trimestre de 2010, el número de ocupados se había reducido, en relación al mismo trimestre de 2008, en más de 4.000 (-7,4 por 100 en TVA), signifi cando casi el 9 por 100 del total provincial en 2010.

El sector servicios también ha sido afectado por la crisis que perturba al mercado de trabajo provincial, aunque de diferente forma que la construcción y la industria. En este caso, la pérdida de empleos se ha apreciado entre el cuarto trimestre de 2008 y el tercer trimestre de 2009, también en consideración anual, aunque con menor intensidad. Así, su importancia en la economía provincial ha ascendido hasta el 71,1 por 100 del empleo provincial, en el primer trimestre de 2010.

80

60

40

20

0

-20

-40

-60

2006 2007 2008 2009 2010

IT IIT IIIT IVT IT IIT IIIT IVT IT IIT IIIT IVT IT IIT IIIT IVT IT IIT

Tasas de variación del empleo por sectores en Granada (%)

Agricultura Industria Construcción Servicios

88

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

Finalmente, en el primer trimestre de 2010, la ocupación en el sector primario en Granada se había situado en segundo lugar, tras los servicios (12,4 por 100). Esto ha implicado una profunda modifi cación en la estructura sectorial del empleo desde el primer trimestre de 2008. Este cambio ha consistido esencialmente en una gran pérdida de importancia de la construcción y una elevada ganancia de las actividades primarias. Es decir, parece que la crisis ha generado una reagrarización de la economía granadina. Este rasgo se acusa de forma especial si se compara con lo ocurrido a nivel nacional, ya que de la especialización relativa en construcción existente antes de la crisis se ha pasado a que este sector tenga bastante menor importancia que en los conjuntos regional y nacional, lo que es otra manifestación de la profundidad de la crisis en la economía provincial. Por otro lado, ha aumentado, durante este periodo la especialización relativa de Granada en el empleo agrario. De este modo, se ha señalado que ha podido haber una vuelta de trabajadores del sector de la construcción a la agricultura, proceso que había sido inverso en los años anteriores.

II.2.c. Parados

Desde principios de 2007, el número de parados, según EPA, en la provincia de Granada ha estado aumentando de forma continua. De este modo, en el cuarto trimestre de 2009 había alcanzado una cifra muy elevada (117.900 desempleados). El impacto de la crisis sobre el desempleo en Granada, entre el cuarto trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2009, se puede cifrar en 60.900 nuevos parados, en términos netos, con una TVA del 36,3 por 100, un ritmo de generación de desempleo realmente elevado, que ha ocasionado graves consecuencias tanto económicas, como fi nancieras y sociales.

Por su parte, las cifras de la variación del paro registrado confi rman este continuo ascenso en la cifra de desempleados desde mediados de 2007. Y, lo peor es que la tendencia que muestran los gráfi cos es que este problema puede recrudecerse en los meses venideros; ya que las tasas de variación son muy elevadas. De este

PARADOS

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE PERSONAS) %

GRANADA AMBOS SEXOS 57,0 117,9 60,9 36,3

VARONES 24,9 65,9 41,0 48,7

MUJERES 32,2 52,0 19,8 24,0

ANDALUCIA AMBOS SEXOS 524,1 1.034,0 509,9 34,0

VARONES 231,2 565,0 333,8 44,7

MUJERES 292,9 469,0 176,1 23,5

ESPAÑA AMBOS SEXOS 1.927,6 4.326,5 2.398,9 40,4

VARONES 879,2 2.392,5 1.513,3 50,1

MUJERES 1.048,3 1.934,0 885,7 30,6

Fuente: Epa. Ine. Elaboración propia

8989

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

modo, la TP en el cuarto trimestre de 2009 era del 27,9 por 100, mientras que en el mismo periodo de 2006 era del 10,5 por 100. La gravedad que ha alcanzado el problema del desempleo en Granada se puede apreciar en que, durante el periodo de crisis, la TP ha ostentado niveles superiores a los conjuntos regional y nacional. Además, el incremento de la TP ha sido superior en esta provincia respecto a los dos conjuntos de referencia.

El aumento del desempleo ha afectado, de forma especial, a la población masculina; ya que la cifra de hombres parados en Granada, se ha incrementado, entre el cuarto trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2009, en 41.000 (48,7 por 100 de TVA); mientras que en el caso de las mujeres lo ha hecho en cerca de 20.000 (24 por 100 de TVA). Como consecuencia, a fi nales de 2009, el 56 por 100 de las personas desempleadas eran hombres; mientras que en el mismo periodo de 2007 las mujeres paradas ostentaban un porcentaje similar, invirtiéndose por tanto la distribución por sexos del desempleo.

Así, la tasa de desempleo masculina ha pasado del 7,1 por 100 en el cuarto trimestre de 2006, al 27,4 por 100 en el mismo periodo de 2009, y, la femenina del 15,7 por 100 al 28,6 por 100. De este modo, la convergencia entre sexos y la reducción de las desigualdades se han alcanzando a través del deterioro del funcionamiento del mercado laboral provincial.

2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

60

50

40

30

20

10

0

-10

-20

Evolución del paro registrado

Tasa

s d

e va

riac

ión

inte

ran

ual

es (

%)

España Andalucía Granada

90

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

La consideración sectorial del desempleo muestra que, como cabía esperar de lo mencionado anteriormente, las TP que más han aumentado en Granada, entre el primer trimestre de 2008 y el mismo periodo de 2010, han sido las del sector de la construcción con casi 20 puntos. No obstante, la principal modifi cación en la estructura sectorial del desempleo se aprecia en los parados que buscan primer empleo o han dejado su último empleo hace más de 1 año, que han pasado del 33 por 100 al 45 por 100 del total de parados, cambios similares a los de los conjuntos regional y nacional. Le siguen en importancia los desempleados procedentes del sector de los servicios, que signifi caban el 36 por 100 de los parados en Granada a principios de 2008 y el 32

TASA DE PARO

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA

(PORCENTAJE)

GRANADA AMBOS SEXOS 14,0 27,9 13,9

VARONES 10,8 27,4 16,6

MUJERES 18,3 28,6 10,3

ANDALUCIA AMBOS SEXOS 14,0 26,3 12,3

VARONES 10,4 25,3 14,8

MUJERES 19,1 27,7 8,6

ESPAÑA AMBOS SEXOS 8,6 18,8 10,2

VARONES 6,8 18,6 11,8

MUJERES 11,0 19,1 8,1

Fuente: Epa. Ine. Elaboración propia

Granada Andalucía España

35

30

25

20

15

10

5

0

2005

TI

2005

TII

2005

TIII

2005

TIV

2006

TI

2006

TII

2006

TIII

2006

TIV

2007

TI

2007

TII

2007

TIII

2007

TIV

2008

TI

2008

TII

2008

TIII

2008

TIV

2009

TI

2009

TII

2009

TIII

2009

TIV

2010

TI

2010

TII

Evolución de las tasas de paro (%)

9191

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

por 100 en el primer trimestre de 2010, aunque conviene recordar que los servicios registran más del 70 por 100 del empleo.

Por su parte, la tasa de no empleo (número de personas en edad de trabajar que no están ocupadas) ha aumentado entre el cuarto trimestre de 2006 y el mismo periodo de 2009 en más de seis puntos porcentuales –situándose en el 59,3 por 100-, perturbando especialmente al colectivo masculino, cuya tasa específi ca se ha incrementado en más de trece puntos porcentuales –siendo del 52,9 por 100 en el cuarto trimestre de 2009-, mientras que la femenina prácticamente se ha mantenido en el mismo nivel (65,6 por 100). Por lo tanto, se han reducido las diferencias entre varones y mujeres, aunque sigan manteniéndose las desigualdades (casi 13 puntos porcentuales de diferencia en el cuarto trimestre de 2009).

Para intentar entender un fenómeno tan complejo y resaltar los factores que se encuentran detrás de este aumento tan vertiginoso del desempleo, tanto en la economía granadina como española, se puede acudir al bagaje teórico acumulado y disponible.

Ha sido muy extensa la literatura sobre las causas del desempleo. Con el fi n de exponer con la mayor claridad las diferentes teorías existentes, se puede distinguir entre factores ajenos al funcionamiento del mercado de trabajo y teorías que tratan de explicar el paro en función de las instituciones y mecanismos que regulan su funcionamiento.

Las teorías que tratan de explicar el desempleo en base a factores ajenos a la regulación del mercado de trabajo se basan fundamentalmente en el comportamiento de la demanda de trabajo,

Evolución de las tasas de paro en Granada (%)

Ambos sexos Varones Mujeres

35

30

25

20

15

10

5

0

2005

TI

2005

TII

2005

TIII

2005

TIV

2006

TI

2006

TII

2006

TIII

2006

TIV

2007

TI

2007

TII

2007

TIII

2007

TIV

2008

TI

2008

TII

2008

TIII

2008

TIV

2009

TI

2009

TII

2009

TIII

2009

TIV

2010

TI

2010

TII

como factor productivo por parte de las empresas, como demanda derivada de la demanda de productos. Por tanto, todo aquello que pueda afectar negativamente a la demanda agregada puede ser considerado como causa del desempleo. En esta categoría podría incluirse en primer lugar el denominado paro cíclico, que se genera cuando la economía se encuentra en una fase de recesión o depresión por escasez de demanda. En segundo lugar, en algunas ocasiones, algunos grupos sociales culpan a la competencia internacional (o incluso al proceso de globalización) del desempleo, ya que la falta de competitividad de algunas producciones puede dar lugar a menor demanda de los productos nacionales y a la generación de paro. Por su parte, los cambios sectoriales y tecnológicos también pueden crear desempleo, aunque sea parcial y coyunturalmente. También se podría incluir en este grupo a quienes señalan que el desempleo se debe a un exceso de crecimiento de la oferta de trabajo (población activa), bien por factores demográfi cos (baby boom) o sociales (incorporación de la mujer al mercado de trabajo, inmigración, etc.). Salvo el desempleo cíclico y, lógicamente, circunscrito a determinados momentos y circunstancias, y el periodo actual de Gran Recesión ha tenido una gran responsabilidad en la evolución del paro en Granada, el resto de causas enunciadas hasta ahora no han merecido mucho interés debido a que se sostienen sobre bases muy débiles. De ahí, que la literatura económica se haya centrado en el análisis del mercado de trabajo, o, como también se puede decir en el estudio del comportamiento de la oferta agregada.

Frente a las anteriores interpretaciones, se han desarrollado diversas teorías que han tratado de explicar el desempleo en base al funcionamiento del mercado de trabajo. Se considera por parte de muchos autores que, debido a que el trabajo no es un recurso homogéneo a problemas de información y a sus aspectos sociales, es un mercado especial con problemas de ajuste.

De este modo, aquellas imperfecciones, instituciones o regulaciones que impiden o difi cultan el ajuste entre oferta y demanda de trabajo serían, en defi nitiva, las causas que permitirían esclarecer la existencia de desempleo. Conviene decir también que el desempleo es un fenómeno económico y social complejo en el que pueden intervenir diversos factores en su generación y desarrollo.

La primera de las imperfecciones del mercado de trabajo está relacionada con el problema de la información y formación de la mano de obra. Si se supone que hay diferencias entre los trabajadores y entre los puestos de trabajo, el proceso de ajuste entre oferta y demanda puede ser difícil y dar lugar a desempleo. De este modo, este tipo de fricciones puede dar lugar a que algunos empresarios tarden cierto tiempo en encontrar los trabajadores que necesitan y los desempleados en descubrir los puestos de trabajo vacantes. Algunos autores denominan a este tipo de desempleo friccional. Cuanto más importantes sean los problemas de información y las diferencias de cualifi cación que se exigen a los trabajadores, mayor es la probabilidad de que se genere este tipo de desempleo. Los cambios sectoriales que hacen que se pierdan puestos de trabajo en unas actividades y se creen en otras (paro sectorial) puede ser considerado como parte del paro friccional.

Las instituciones y regulaciones, en función de cómo se hayan conformado, pueden facilitar o difi cultar el ajuste (y dar lugar a otro tipo de fricciones). Entre las instituciones que se pueden considerar, algunos autores han destacado la existencia de salario mínimo, el sistema de fi jación de los salarios, la confi guración del seguro de desempleo, etc. Así, por ejemplo, se ha señalado que el

92

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

9393

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

seguro de desempleo, por un lado ayuda a evitar el empobrecimiento del trabajador desempleado y su familia, permitirle buscar un trabajo adecuado (es decir, darle tiempo para encontrar un puesto de trabajo en función de su cualifi cación y sus aspiraciones) y tener consecuencias positivas sobre la demanda agregada; sin embargo, puede tener teóricamente efectos negativos sobre la actitud de los parados para buscar empleo, con lo que se mantendría la situación de desempleo; ya que el coste de rechazar un puesto de trabajo es la renta salarial que se pierde mientras no se trabaja, que debe descontar el seguro de desempleo, en su caso, y el valor que tenga el tiempo mientras está en paro. Por lo tanto, habría que analizar la confi guración de este instrumento para establecer si contribuye al paro, introduciendo fricciones de carácter institucional, o no.

Por otro lado, la institución del salario mínimo puede también tener consecuencias negativas sobre el nivel de desempleo, ya que podría haber empresarios y trabajadores dispuestos a llegar a un acuerdo a niveles salariales inferiores. Así, podría verse afectada la probabilidad de emplear a determinados colectivos con baja cualifi cación o escasa experiencia (jóvenes) y, por tanto, baja productividad.

Sin embargo, la mayor parte de las teorías se han centrado en el sistema de fi jación de los salarios y en la formación de los costes laborales. De forma muy simple, se trataría de explicar la existencia de un desempleo involuntario debido a que el nivel de los salarios estaría por encima del que iguala oferta y demanda de trabajo; es decir, la existencia de una elevada rigidez salarial. De este modo, resultaría difícil de entender la convivencia entre elevados niveles de paro y salarios al alza.

Entre las más mencionadas están la teoría de salario de efi ciencia, la teoría de la dualidad laboral (trabajadores internos y externos), la negociación colectiva y el comportamiento sindical, la existencia de costes de formación y despido, etc. La teoría del salario de efi ciencia supone que el salario infl uye sobre la productividad. De este modo, para evitar pérdidas de productividad –y de ganancia- derivadas de una elevada rotación de la mano de obra, en el caso de producciones con cierta complejidad y que necesitan de cierta cualifi cación, los empresarios tienen incentivos para remunerar mejor a sus trabajadores, de modo que éstos permanezcan en la empresa, con lo que el salario podría ser superior al nivel que equilibra la oferta y la demanda.

La teoría de la dualidad laboral considera que una parte de los trabajadores (internos o insiders), debido a su cualifi cación y conocimiento de la empresa, pueden tener un cierto poder de negociación que les permite conseguir un salario superior al nivel de equilibrio.

Las teorías sobre la negociación colectiva suelen señalar que los mecanismos e instituciones que regulan la determinación de los salarios pueden dar lugar a soluciones en las que el nivel de salarios que se fi je sea superior al que equilibra oferta y demanda de trabajo, debido a la existencia de algún poder de negociación, con lo que se generaría un cierto desempleo.

En defi nitiva, se puede decir que el desempleo es un fenómeno económico y social muy complejo, en que sus causas pueden ser muy diversas. De ahí que se hayan utilizado diferentes estrategias para su solución, desde políticas macroeconómicas para tratar de infl uir en la demanda agregada (aunque de diverso signo según la teoría en la que se asientan: esencialmente keynesianas y clásicas) o de reformas del mercado de trabajo y sus instituciones.

94

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

II.3. Sistema fi nanciero

La actividad del sistema fi nanciero en Granada se ha visto profundamente afectada por la crisis, lo que se ha refl ejado en la evolución de los principales pasivos (depósitos) activos (créditos), número de ofi cinas, empleo, etc.

Desde la perspectiva de los depósitos, entre el último trimestre de 2007 y el periodo correspondiente a 2009, su variación, en términos nominales, ha sido ligeramente superior al 1 por 100 anual. Este ha sido un crecimiento muy bajo en comparación con ejercicios anteriores, que ha estado marcado por la evolución negativa durante 2009. Este comportamiento ha sido bastante más débil que lo ocurrido a nivel nacional y algo inferior al del conjunto regional.

El comportamiento de los depósitos de las Administraciones Públicas ha sido bastante diferente de los otros sectores residentes (sector privado); ya que, en el primer caso, se ha producido una importante reducción, mientras que los depósitos del sector privado han aumentado ligeramente, aunque 2009 también ha sido un año negativo para este tipo de operaciones.

En el aumento de los depósitos privados en las entidades bancarias entre los últimos trimestres de 2007 y 2009, las instituciones más dinámicas en Granada han sido las Cooperativas de Crédito, ya que han generado el 58,6 por 100 del incremento de los depósitos totales de la provincia, siguiéndoles los bancos con el 41 por 100.

25,00

20,00

15,00

10,00

5,00

0,00

-5,00

Granada Andalucía España

Tasas de variación de los depósitos (%)

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-04

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04

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no

v-04

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no

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mar

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no

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may

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no

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ene-

10

mar

-10

9595

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

Los depósitos privados a la vista han sido los más afectados por la crisis, reduciéndose en un 3,6 por 100 entre el último trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2009. El comportamiento ha sido negativo, en consideración interanual, entre el tercer trimestre de 2007 y el segundo de 2009. A partir del tercer trimestre de 2009, se empieza a recuperar la variación nominal interanual de estas operaciones. Las principales instituciones afectadas en Granada por esta evolución negativa han sido en primer lugar las Cooperativas de Crédito, siguiéndoles las Cajas de Ahorro. En cambio, los depósitos a la vista en la banca han mostrado un ligero aumento.

Por su parte, los depósitos de ahorro han avanzado ligeramente durante la crisis. Sin embargo, han tenido una evolución interanual negativa entre el tercer trimestre de 2007 y el segundo trimestre de 2009. La recuperación (en variación interanual) de este tipo de operaciones en Granada comienza con la banca en el último trimestre de 2008, siguiéndole las Cajas de Ahorro en el primer trimestre de 2009, y, fi nalmente, las Cooperativas de Crédito en el tercer trimestre de 2009. De este modo, el impacto de la crisis ha sido más favorable a los bancos; mientras que las Cooperativas de Crédito han visto disminuir estas operaciones entre el último trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2009.

Finalmente, los depósitos a plazo muestran un comportamiento muy diferente al de los otros dos tipos de operaciones; ya que, su reducción en Granada, en consideración interanual, no se observa hasta el segundo trimestre de 2009; no obstante, entre el último trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2009, experimentan un crecimiento del 5,6 por 100 anual. Las entidades con mayor dinamismo en la captación de este tipo de depósitos han sido las Cooperativas de Crédito

DEPÓSITOS TOTALES

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE PERSONAS) %

GRANADA BANCOS 2.560.858 2.758.673 197.815 3,72

CAJAS DE AHORRO 7.421.158 7.279.488 -141.670 -0,96

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO2.927.314 3.138.731 211.417 3,49

TOTAL 12.909.330 13.176.892 267.562 1,03

ANDALUCIA BANCOS 33.105.697 33.865.081 759.384 1,13

CAJAS DE AHORRO 62.168.710 62.486.386 317.676 0,25

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO15.498.659 17.094.408 1.595.749 4,90

TOTAL 110.773.066 113.445.875 2.672.809 1,19

ESPAÑA BANCOS 475.406.860 515.402.003 39.995.143 4,04

CAJAS DE AHORRO 569.016.402 623,794.450 54.778.048 4,60

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO72.447.988 80.689.519 8.241.531 5,39

TOTAL 1.116.871.250 1.219.885.972 103.014.722 4,41

Fuente: Banco de España. Elaboración propia

96

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

que, a diferencia de bancos y Cajas de Ahorro, han continuado aumentando su volumen hasta el primer trimestre de 2010. En el crecimiento de los depósitos a plazo entre los últimos trimestres de 2007 y 2009, las entidades más dinámicas en Granada han sido las Cooperativas de Crédito, ya que han generado cerca del 70 por 100 de este tipo de depósitos en la provincia, siguiéndoles los bancos con el 22 por 100.

Como consecuencia, entre 2007 y 2009 se producen algunos cambios en la estructura de las participaciones de las entidades fi nancieras en Granada, desde la perspectiva de los depósitos. Las Cooperativas de Crédito son las que han mostrado las mayores ganancias de cuota de mercado, lo que se ha debido esencialmente a un importante aumento de peso en los depósitos a plazo. En cambio, las Cajas de Ahorro han sido las entidades más afectadas por la crisis, ya que han reducido su participación en la captación de este tipo de pasivos, destacando esencialmente lo sucedido en los depósitos a plazo. Por su parte, los bancos también han mejorado su competitividad, lo que se ha apreciado tanto en el volumen de depósitos a la vista, como de ahorro.

En lo que se refi ere a las operaciones de crédito en la provincia de Granada, su evolución muestra un proceso de desaceleración desde el último trimestre de 2007 hasta hacerse negativa (en términos nominales), en consideración interanual, a partir del tercer trimestre de 2009, lo que se debe exclusivamente a la concesión de crédito al sector privado; ya que las Administraciones Públicas muestran una importante expansión en la demanda de crédito.

DEPÓSITOS TOTALES DE OTROS SECTORES RESIDENTES

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE PERSONAS) %

GRANADA BANCOS 2.317.587 2.581.810 264.223 5,40

CAJAS DE AHORRO 6.821.115 6.823.090 1.975 0,01

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO2.672.251 3.049.537 377.286 6,60

TOTAL 11.810.953 12.454.437 643.484 2,65

ANDALUCIA BANCOS 27.480.326 30.096.116 2.615.790 4,55

CAJAS DE AHORRO 57.441.584 58.181.376 739.792 0,64

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO14.742,123 16.273.975 1.531.852 4,94

TOTAL 99.664.033 104.551.467 4.887.434 2,39

ESPAÑA BANCOS 443.540.494 484.086.987 40.546.493 4,37

CAJAS DE AHORRO 529.523.710 580.022.850 50.499.140 4,55

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO69.336.059 77.902.705 8.566.646 5,82

TOTAL 1.042.400.263 1.142.012.542 99.612.279 4,56

Fuente: Banco de España. Elaboración propia

9797

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

El crédito al sector privado en Granada se resiente antes y con mayor intensidad que en el conjunto nacional; pero, en cambio, ha tenido mejor comportamiento que la media regional. Las diferencias entre tipos de entidades apenas se aprecian en la provincia, si bien las instituciones más dinámicas en la concesión de crédito han sido las Cajas de Ahorro, siguiéndoles los bancos. De este modo, aumenta ligeramente, entre los últimos trimestres de 2007 y 2009, la cuota de participación en estas operaciones por parte de las Cajas de Ahorro, reduciéndose en igual cuantían en bancos y Cooperativas de crédito.

CRÉDITOS TOTALES

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE EUROS) %

GRANADA BANCOS 9.546.895 9.818.628 271.733 1,40

CAJAS DE AHORRO 12.211.159 12.689.142 477.983 1,92

COOP. DE CRÉDITO 3.931.554 3.994.386 62.832 0,79

TOTAL 25.689.608 26.502.156 812.548 1,56

ANDALUCIA BANCOS 96.936.538 97.383.223 446.685 0,23

CAJAS DE AHORRO 115.114.202 117.248.357 2.134.155 0,92

COOP. DE CRÉDITO 21.492.391 22.399.243 906.852 2,07

TOTAL 233.543.131 237.030.823 3.487.692 0,74

ESPAÑA BANCOS 790.881.257 835.501.730 44.620.473 2,74

CAJAS DE AHORRO 846.166.858 902.016.982 55.850.124 3,20

COOP. DE CRÉDITO 91.269.998 97.657.622 6.387.624 3,38

TOTAL 1.728.318.113 1.835.176.334 106.858.221 3,00

Fuente: Banco de España. Elaboración propia

40,00

35,00

30,00

25,00

20,00

15,00

10,00

5,00

0,00

-5,00

Granada Andalucía España

Tasas de variación interanual del crédito (%)

mar

-04

may

-04

jul-

04

sep

-04

no

v-04

ene-

05

mar

-05

may

-05

jul-

05

sep

-05

no

v-05

ene-

06

mar

-06

may

-06

jul-

06

sep

-06

no

v-06

ene-

07

mar

-07

may

-07

jul-

07

sep

-07

no

v-07

ene-

08

mar

-08

may

-08

jul-

08

sep

-08

no

v-08

ene-

09

mar

-09

may

-09

jul-

09

sep

-09

no

v-09

ene-

10

mar

-10

98

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

El contraste entre el comportamiento del crédito en Granada respecto al conjunto nacional se ha debido esencialmente a la actuación de Cajas de Ahorro y bancos que han sido las entidades responsables de casi el 94 por 100 de ese diferente impacto.

Otro síntoma de la crisis es que el número de ofi cinas bancarias en Granada ha experimentado una reducción progresiva desde comienzos de 2009, afectando a bancos y Cajas de Ahorro, ya que las Cooperativas de Crédito han incrementado ligeramente este

CRÉDITOS TOTALES DE OTROS SECTORES RESIDENTES

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE EUROS) %

GRANADA BANCOS 9.230.750 9.427.413 196,663 1,05

CAJAS DE AHORRO 11.988.029 12.421.656 433.627 1,78

COOP. DE CRÉDITO 3.892.722 3.942.406 49.684 0,63

TOTAL 25.111.501 25.791.475 679.974 1,34

ANDALUCIA BANCOS 92.862.224 92.053.544 -808.680 -0,44

CAJAS DE AHORRO 113.228.168 114.686.064 1.457.896 0,64

COOP. DE CRÉDITO 21.337.916 22.018.244 680.328 1,57

TOTAL 227.428.308 228.757.852 1.329.544 0,29

ESPAÑA BANCOS 767.112.118 797.160.649 30.048.531 1,92

CAJAS DE AHORRO 831.910.816 880.528.362 48.617.546 2,84

COOP. DE CRÉDITO 90.662.708 96.459.639 5.796.931 3,10

TOTAL 1.689.685.642 1.774.148.650 84.463.008 2,44

Fuente: Banco de España. Elaboración propia

NÚMERO DE OFICINAS

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

%

GRANADA BANCOS 172 165 -7 -2,08

CAJAS DE AHORRO 473 467 -6 -0,64

COOP. DE CRÉDITO 185 190 5 1,33

TOTAL 830 822 -8 -0,48

ANDALUCIA BANCOS 1.967 1.884 -83 -2,16

CAJAS DE AHORRO 3.816 3.727 -89 -1,18

COOP. DE CRÉDITO 1.129 1.121 -8 -0,36

TOTAL 6.912 6.732 -180 -1,32

ESPAÑA BANCOS 15.542 14.840 -702 -2,30

CAJAS DE AHORRO 24.591 24.202 -389 -0,80

COOP. DE CRÉDITO 4.953 5.043 90 0,90

TOTAL 45.086 44.085 -1.001 -1,12

Fuente: Banco de España. Elaboración propia

9999

CAPÍTULO III. PRECIOS, MERCADO DE TRABAJO Y SISTEMA FINANCIERO

número. Este comportamiento ha sido similar al del conjunto nacional, aunque ha sido de menor intensidad en Granada.

La comparación de la participación de los distintos tipos de entidades bancarias, por número de ofi cinas, entre Granada y el conjunto nacional, ha mostrado una mayor presencia de las Cooperativas de Crédito que de bancos, siendo relativamente similar en lo que se refi ere a las Cajas de Ahorro. Esta característica, junto a las diferencias de comportamiento entre bancos y Cooperativas de Crédito, son los dos factores que permiten explicar la menor intensidad de la reducción en el número de ofi cinas en Granada en relación al total español. Además, la creación de ofi cinas por parte de las Cooperativas de Crédito en Granada ha sido de mayor intensidad durante este periodo.

Si se considera la evolución del volumen de negocio tradicional por ofi cina –un indicador aproximado de productividad o efi ciencia-, se puede observar que ha aumentado ligeramente en Granada, entre el último trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2009, en el caso de los depósitos (1,5 por 100); mientras que se ha reducido en el de los créditos (caída del 2,3 por 100 del volumen de créditos concedidos por ofi cina).

En contraste, el volumen de créditos concedidos por ofi cina ha aumentado, durante el mismo periodo en España, en más del 4 por 100; siendo especialmente acusada la diferente evolución de la actuación de los bancos entre el conjunto nacional y Granada. No obstante, a fi nales de 2009, el crédito otorgado por ofi cina y banco en Granada era relativamente similar al de conjunto nacional, superior en el caso de las Cooperativas de Crédito, y, bastante inferior en el de las Cajas de Ahorro.

CRÉDITO POR OFICINAS

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE EUROS) %

GRANADA BANCOS 55.505 59.507 4.002 3,48

CAJAS DE AHORRO 25.816 27.172 1.355 2,56

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO21.252 21.023 -229 -0,54

TOTAL 30.951 32.241 1.290 2,04

ANDALUCIA BANCOS 49.281 51.690 2.408 2,39

CAJAS DE AHORRO 30.166 31.459 1.293 2,10

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO19.037 19.981 945 2,42

TOTAL 33.788 35.210 1.422 2,06

ESPAÑA BANCOS 50.887 56.301 5.414 5,06

CAJAS DE AHORRO 34.410 37.270 2.861 3,99

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO18.427 19.365 938 2,48

TOTAL 38.334 41.628 3.294 4,12

Fuente: Banco de España. Elaboración propia

100

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

En el caso de los pasivos, el aumento en el volumen de depósitos por ofi cina ha sido superior en el conjunto nacional que en Granada, para el periodo considerado. Ha sido especialmente destacable el impacto de la crisis sobre las Cajas de Ahorro en Granada, ya que mientras en esta provincia ha disminuido el volumen de depósitos por ofi cina, en España ha aumentado un 5,4 por 100. A fi nales de 2009, sólo las Cooperativas de Crédito gestionaban un volumen de depósitos por ofi cina superior a la media nacional, siendo bastante inferior en las otras entidades bancarias.

DEPÓSITOS POR OFICINAS

IV T 2007 IV T 2009 DIFERENCIA T V ANUAL

(MILES DE EUROS) %

GRANADA BANCOS 14.889 16.719 1.831 5,80

CAJAS DE AHORRO 15.690 15.588 -102 -0,33

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO15.823 16.520 696 2,15

TOTAL 15.553 16.030 477 1,51

ANDALUCIA BANCOS 16.831 17.975 1.145 3,29

CAJAS DE AHORRO 16.292 16.766 474 1,43

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO13.728 15.249 1.521 5,26

TOTAL 16.026 16.852 826 2,51

ESPAÑA BANCOS 30.589 34.731 4.142 6,35

CAJAS DE AHORRO 23.139 25.775 2.635 5,39

COOPERATIVAS DE

CRÉDITO14.627 16.000 1.373 4,49

TOTAL 24.772 27.671 2.899 5,53

Fuente: Banco de España. Elaboración propia

CAPÍTULO IV.RESUMEN Y CONCLUSIONES

105105

CAPÍTULO IV. RESUMEN Y CONCLUSIONES

Buscar y encontrar el origen de algo obliga a rastrear, indagar en el pasado. Toda crisis económica se incuba en la etapa expansiva precedente: hechos ocurridos, decisiones tomadas, ideas reinantes, valores prevalecientes y acciones emprendidas, constituyen los nutrientes que hacen que germine una crisis. Desde nuestra perspectiva española y granadina, al rebobinar percibimos que la crisis actual tiene un doble nacimiento: externo e interno.

Sin duda los factores exógenos, especialmente fi nancieros, han sido muy importantes y dañinos; pero, no es menos cierto, que han incidido sobre una economía, la española, muy vulnerable tanto desde el punto de vista fi nanciero como productivo. Esta mayor vulnerabilidad de nuestra economía explica, por el lado fi nanciero, nuestros problemas de endeudamiento y de credibilidad; y, por otro, el vertiginoso y alarmante deterioro del mercado de trabajo. La situación se ha agravado aún más por la tardanza en reconocer la existencia de la crisis, la demora en tomar las necesarias medidas de política económica y, también, por no haber sabido o querido dosifi car con inteligencia el considerable margen de maniobra fi scal del que partíamos, recuérdese que en 2006 y 2007 registrábamos un superávit en las cuentas públicas cifrado en dos puntos del PIB. Nada más comenzar la travesía del desierto de la crisis dilapidamos toda el agua disponible.

Así pues, el estado actual de la economía internacional en general y de la española en particular, referente natural de la economía granadina, es más que preocupante: desempleo masivo, estancamiento económico, elevado endeudamiento, cuestionamiento del modelo social, desajustes sectoriales y ausencia de unas directrices de política económica claras, decididas y coherentes.

Refi riéndonos en concreto a la provincia de Granada, entre los años 2000 y 2008 el PIB a precios básicos (PIBpb) de la provincia de Granada creció a una tasa media anual acumulativa del 3 por 100, lo que supuso 0,2 puntos por encima de la media nacional y 0,1 por debajo de la tasa andaluza, pudiendo ser dicha diferencia incluso mayor si descontásemos los extremos de ese periodo. Ya desde 2008 se aprecian con total claridad varios fenómenos: i) la brusquedad de la caída en las tasas de crecimiento (al pasar entre 2007 y 2008 de crecer un 3,4 por 100 a hacerlo ligeramente por encima del 1 por 100); ii) la infl exión se inicia a partir de 2007; y iii) la desaceleración observada en 2008 es un fenómeno compartido por los tres ámbitos de referencia que se han analizado: provincial, regional y nacional. Dada la gran similitud entre las tasas de crecimiento económico en Granada, Andalucía y España (especialmente los últimos años) es muy probable que en 2009 el retroceso del PIBpb en Granada haya estado en línea con el observado en Andalucía y España. De hecho, y según las previsiones de primavera de 2010 realizadas por Analistas Económicos de Andalucía, durante 2009 el crecimiento económico de la provincia de Granada dibujó un perfi l muy similar al de Andalucía.

Ya no es sólo desesperanzador que ese mayor crecimiento durante buena parte de la última década no haya servido para abandonar el último puesto en el ranking nacional relativo a Renta Interior Bruta, sino que en 2008 se alejó aún más la provincia de Granada de la media nacional. Parece indudable que la estructura sectorial granadina haya sido en parte responsable de esa situación, puesto que los servicios con un 70 por 100 del PIBpb son los que más contribuyen al crecimiento del PIB provincial, seguidos por la construcción que tenía en 2008 prácticamente la misma importancia relativa (algo menos del 15 por 100) que las ramas agrarias y manufactureras en conjunto.

106

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

En primer lugar, y por lo que se refi ere a las ramas agrarias y pesqueras, quizás lo más relevante es la creación de empleo que se ha dado desde 2007 y hasta el primer trimestre de 2010, a ritmos similares a la media regional; ello ha tenido como consecuencia lógica el incremento en la actividad. Este hecho, que no tiene parangón con ningún otro sector de actividad, se ha debido a la confl uencia de dos factores: i) la favorable evolución de la producción agraria granadina en los dos últimos años, con el consiguiente incremento del empleo; y ii) el impacto de la crisis en otros sectores de actividad ha hecho que las ramas primarias se conviertan en un “sector refugio” en donde es relativamente más fácil encontrar un puesto de trabajo para personas con un bajo nivel de cualifi cación, en especial de las provenientes del sector de la construcción.

La debilidad del tejido industrial granadino se manifi esta no sólo en su escasa participación en el conjunto del PIBpb, sino en sus tasas de crecimiento a lo largo de la última década, que han sido inferiores a las medias regional y nacional. La contracción de la producción industrial que se observa desde 2008 ha tenido su refl ejo en la destrucción de empleo a unos ritmos que tanto en términos históricos para el mismo sector como para otros en esos años presentan valores elevados pero en ningún caso excepcionales. El incremento en el número de desempleados se situó por debajo de la reducción en la ocupación, lo que indica una reducción en la actividad laboral, de hecho, a lo largo de la última década se observa que las trayectorias de la ocupación y la actividad son muy similares, lo que indicaría unos importantes fl ujos de entrada y salida en el mercado laboral de las ramas industriales en función de la coyuntura que se esté atravesando. A comienzos de 2010 la situación ha mejorado por cuanto se ha reducido la destrucción de empleo (en términos interanuales) hasta el punto de ser la tercera provincia española en la que menos cayó la ocupación, de hecho, respecto al último trimestre de 2009 ya se aprecia una recuperación del empleo industrial.

La construcción ha sido uno de los sectores que más se ha visto afectado por la crisis económica que ha vivido la provincia de Granada, ya que a la generalizada contracción de la actividad se le ha unido un exceso de capacidad y sobrevaloración de sus productos. Pues bien, a partir de mediados de 2007 ya se empieza a percibir con claridad un cambio en la tendencia que se acentuará en los dos años posteriores y que tendrá un claro refl ejo en la caída tanto de las ventas de cemento como de las viviendas, tanto iniciadas como terminadas, si bien para estas últimas sobre todo a partir de mediados de 2008 dado el lógico retardo que experimentan respecto a las primeras, que han venido cayendo a ritmos superiores a la media regional. A ello habría que añadirle como rasgo diferencial el hecho de que en ese año Granada era junto con Córdoba las únicas provincias con incrementos en las viviendas terminadas, mientras que en 2009 ya se refl eja la reducción en las viviendas iniciadas un año antes. En defi nitiva, el que en 2008 aún se incrementasen las viviendas terminadas indica un cierto mantenimiento de la actividad, por lo que el grueso del ajuste (reducción tanto de las iniciadas como de las terminadas) se ha producido en 2009.

El deterioro de las variables laborales del sector de la construcción se inicia realmente en 2007. Es cierto que en ese año el incremento en la actividad fue el principal responsable del mayor desempleo, pero también a ello contribuyó la caída en la ocupación. Esa situación se volverá a repetir en 2008 con tasas del mismo signo (positivo para la actividad y negativo para la ocupación), pero de mayor importe, lo cual explicaría el mantenimiento de las tasas de variación para los desempleados por encima del 160 por 100. Será ya en 2009 cuando la reducción en la

107107

CAPÍTULO IV. RESUMEN Y CONCLUSIONES

actividad sectorial contribuirá a que a pesar de la mayor caída en la ocupación, el desempleo crezca a tasas más moderadas. Entre los primeros trimestres de 2009 y 2010 se suavizó algo la destrucción de empleo en el sector de la construcción que, sin embargo, se mantuvo en cotas elevadas. Tanto es así que en el primer trimestre de 2010 Granada era la provincia andaluza y la tercera española con mayor caída interanual en la ocupación.

Las ramas de servicios también han sufrido las consecuencias de la crisis, en términos de ocupación son las que menos destrucción de empleo han experimentado y, además, su comportamiento durante 2009 fue mejor que en 2008. Hasta tal punto ello fue así que el incremento en el desempleo del sector durante 2009 fue prácticamente responsabilidad única de los activos puesto que apenas se redujo la ocupación. Esta tendencia a la mejoría se confi rma con los datos del primer trimestre de 2010, puesto que en ese momento ya se había retornado a tasas interanuales positivas, muy reducidas, pero positivas al fi n y al cabo. Asimismo, en un contexto regional este dato hay que valorarlo positivamente puesto que tan sólo dos provincias andaluzas (Córdoba y Huelva) experimentaron crecimientos en el empleo superiores a los de Granada.

Respecto a la actividad turística, con gran incidencia en la economía granadina, es de destacar el deterioro de la situación que se produce en 2009, puesto que salvo para la estancia media, en el resto de indicadores la tasa de variación anual es negativa y más abultada que en el ejercicio anterior. Por el contrario, en 2010 (también con la excepción de la estancia media) la mejoría es notable hasta el punto de que incluso se observa un incremento en los viajeros. Esta evolución, sin excepción alguna se aprecia igualmente para Andalucía y España durante 2009 pero no así en 2010, cuyos datos hasta abril indican caídas muy importantes para número de viajeros, pernoctaciones y grado de ocupación hotelera. Como resultado de todo ello si en 2009 la provincia de Granada mostraba para estas variables los peores registros en el conjunto regional (ocupando entre la quinta y la séptima posición), en 2010 (hasta abril) se situó en la segunda posición.

En cuanto al tráfi co aéreo de pasajeros, tras la caída que tuvo lugar en 2008, en 2009 se intensifi có la misma y continuó hasta abril de 2010, si bien en este último caso se apreciaba una notable desaceleración; mientras que en 2008 y 2010 esos registros mejoran los de Andalucía y España, en 2009 ocurrió todo lo contrario. Estos rasgos son plenamente válidos para el tráfi co interior, salvo por lo que se refi ere a dos hechos: i) en 2008 hubo un crecimiento del tráfi co interior, cosa que no ocurrió ni en Andalucía y España; y ii) la caída de 2009 fue mayor que la andaluza y ligeramente menor que la media española. Respecto al tráfi co internacional las caídas son una constante y contribuyen en todo momento al deterioro en la evolución del total de tráfi co aéreo en Granada. Este hecho no es en absoluto excepcional ya que a lo largo de todos los años considerados hubo entre uno y tres aeropuertos con tasas negativas aún más abultadas.

En relación con los servicios públicos la crisis económica no se ha dejado sentir hasta mediados de 2010, tras la entrada en vigor de las medidas de ajuste presupuestario, con anterioridad el impacto sobre la economía provincial ha sido justamente el contrario. Aunque dichas medidas son muy variadas y sus efectos son tanto directos como indirectos, el impacto que en el crecimiento económico provincial tendrá la reducción en el sueldo de los funcionarios públicos es indudable. Es cierto que dicho impacto será mayor cuanto más grande sea la reducción media aplicada, por ello hemos estimado que la minoración del crecimiento del PIBpb se movería entre

108

EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

el 0,13 y el 0,3 por 100, es decir, entre una y tres décimas. No obstante, el impacto total sobre la actividad económica provincial sería mayor por cuanto, primero, a ello habría que sumarle las consecuencias de la reducción en la inversión pública y, segundo, en ambos casos ello tiene un efecto multiplicador que se transmite en cascada a otras ramas de actividad, fundamentalmente a través de la minoración en el consumo.

El análisis de la demanda provincial se ha realizado inicialmente atendiendo al cuadro macroeconómico por cuanto permite detectar las principales características del modelo de crecimiento granadino. Al respecto lo que más llama la atención es la elevada volatilidad de éste, amplifi cando la fase del ciclo por la que transite la economía granadina. Ello se aprecia especialmente a partir de 2007 ya que si hasta entonces el crecimiento venía impulsado por la demanda interna y, en especial, por el consumo (privado y público), desde ese año a medida que el ritmo de crecimiento iba perdiendo fuerza, también lo hacía el consumo así como el saldo exterior de bienes y servicios, que en apenas dos años ha cambiado radicalmente su contribución al crecimiento provincial. Hasta tal punto ello fue así, que en 2008, el exiguo crecimiento vino impulsado por dicho saldo pero, sobre todo, por el consumo público, mientras que tanto el consumo privado como la formación bruta de capital tuvieron una contribución negativa.

A lo largo de 2009 es muy probable que estas tendencias se hayan intensifi cado, fundamentalmente en lo referido al hundimiento del consumo privado y la notable recuperación del saldo exterior. Realizado el grueso del ajuste ese año, para 2010 la situación de los diferentes componentes de demanda será mucho más estable, por un lado, el consumo público dejará de tener una contribución tan positiva como hasta 2009 como consecuencia del proceso de consolidación fi scal emprendido, y por otro, tanto consumo privado como formación bruta de capital dejarán de tener tasas de variación tan negativas como las observadas el año anterior. Algo similar se podrá observar para el saldo exterior, puesto que su recuperación, al asentarse sobre la reducción de las importaciones y no tanto del aumento de las exportaciones, se ha agotado prácticamente.

Los datos de comercio exterior de mercancías disponibles para los primeros meses de 2010 confi rman el desplomen del saldo durante 2007 y buena parte de 2008 para, a partir de ahí, recuperarse con aún más intensidad y retornar al superávit a fi nales de 2009. Ello, en defi nitiva, indica la existencia de una estrecha correlación entre la situación de la demanda interna provincial y el saldo comercial, de manera que cuando la primera crece a ritmos elevados, el segundo se deteriora y a la inversa. Sin embargo, el estancamiento en ese proceso, primero, y la reducción del superávit en los primeros meses de 2010, después, pone en riesgo la contribución positiva del sector exterior al crecimiento económico provincial. Ello se ha debido al retorno al crecimiento de las importaciones a la par que las exportaciones han continuado cayendo al mismo ritmo que en 2009. Este hecho es totalmente excepcional ya que durante los cuatro primeros meses de 2010 fue la única provincia andaluza en la que ello ocurrió.

Para analizar la situación de la demanda provincial en los meses es preciso acudir a varios indicadores como serían los relativos a consumos energéticos y matriculaciones. Al respecto, podemos constatar la debilidad de la demanda granadina en 2009, con tasas de variación interanual negativas, por importe elevado y, además, inéditas a lo largo de la última década. Además, y como suele ocurrir para economías con menor nivel de desarrollo como es la granadina, su fl uctuación es mucho más elevada, tanto es fases expansivas como recesivas, de ahí que no deba extrañarnos

109109

CAPÍTULO IV. RESUMEN Y CONCLUSIONES

el que para numerosos indicadores (no sólo de demanda) en 2009 Granada ocupe las últimas posiciones en el ranking provincial andaluz, tan sólo hay una excepción y es la matriculación de turismos.

Ese carácter excepcional se refuerza aún más por el elevado peso que en la demanda provincial tiene el consumo, que ha sido el gran afectado por la crisis económica, por ello no ha de extrañar que los indicadores más ligados a la actividad empresarial no muestren caídas tan espectaculares. Asimismo, y aunque el consumo público ha contribuido a sostener la actividad económica provincial mediante su crecimiento durante 2008 y 2009, el mayor peso del consumo privado ha hecho que la situación, en líneas generales, de la economía granadina haya sido peor que la de las medias andaluza y regional. Es cierto que el sector exterior ha invertido su contribución al crecimiento de la renta provincial entre mediados de 2009 y de 2010, sin embargo, sus fundamentos son muy frágiles al depender dicha recuperación casi en exclusiva de la reducción de las importaciones (obviamente ligadas al deterioro de la renta provincial).

La crisis económica ha tenido un profundo impacto sobre el mercado de trabajo de Granada. Los años más duros de la crisis han sido 2008 y 2009, sobre los que se ha centrado la atención de este estudio. Sin embargo, la crisis tiene su origen temporal en 2007 y se ha extendido más allá de 2009, con lo que, para tener una visión más completa de las consecuencias de la crisis sobre el mercado de trabajo granadino, se puede considerar el periodo comprendido entre 2007 y 2010.

Entre mediados de 2007 y la actualidad, el empleo se ha reducido considerablemente, el paro ha aumentado de forma alarmante, y las perspectivas no son en absoluto favorables, al menos a corto plazo.

Sin embargo, la crisis no ha tenido especiales consecuencias sobre la oferta de trabajo en la provincia de Granada. La población activa (PA) ha aumentado a un ritmo superior al de la población en edad de trabajar (PEA), con lo que ha aumentado la tasa de actividad (TA), aunque de una forma mucho más lenta que en el periodo anterior a la crisis. El incremento de la PA se ha debido esencialmente a la continuidad de la incorporación de la mujer al mercado de trabajo. Así, han aumentado las tasas de actividad femenina y apenas lo han hecho las masculinas. Ello ha permitido un acercamiento o convergencia entre las participaciones en el mercado laboral de hombres y mujeres.

El empleo en Granada inició en 2007 una trayectoria de declive para internarse en una situación de profunda crisis. Según la EPA, si se considera la variación interanual, el número de ocupados en la provincia de Granada se ha estado reduciendo desde el primer trimestre de 2008 hasta la actualidad. Y, lo que es peor, el ritmo de disminución ha sido cada vez mayor –estimado por la variación interanual- hasta el tercer trimestre de 2009, momento en que la caída del empleo se ha ido moderando. De este modo, la pérdida neta de empleo entre el tercer trimestre de 2007 y el tercero de 2010 ha sido de cerca de 50.000 personas (prácticamente el 15 por 100 del empleo existente en la primera fecha). Esta evolución tan desfavorable del número de ocupados en Granada se confi rma si se consideran los datos de las afi liaciones a la Seguridad Social.

Entre 2007 y 2010, la pérdida de empleo ha afectado esencialmente a los hombres, cuya cifra de ocupados se ha reducido en 36.500, siendo la construcción la actividad en la que se ha centrado

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EL IMPACTO DE LA CRISIS ECONÓMICA EN LA PROVINCIA DE GRANADA

el principal ajuste del empleo, con la reducción de aproximadamente 33.000 puestos de trabajo. La industria y los servicios también han sido afectados, pero con menor intensidad.

Desde principios de 2007, el número de parados, según la EPA, en la provincia de Granada ha estado aumentando de forma continua. De esta manera, en el tercer trimestre de 2010 había alcanzado un nivel muy elevado (132.000 desempleados), cuando tres años antes era de 45.400. El impacto de la crisis sobre el desempleo en Granada, entre el tercer trimestre de 2007 y el mismo periodo de 2010, se puede estimar, por tanto, en alrededor de 86.600 nuevos parados, con una TVA del 35,6 por 100, un ritmo de generación de desempleo realmente alto, que ha tenido graves consecuencias económicas, fi nancieras y sociales.

Así, la tasa de paro en la provincia de Granada ha aumentado del 11,7 por 100 en 2007 al 31 por 100 en 2010, incrementándose de forma muy similar entre hombres y mujeres; ya que, en ambos casos las tasas específi cas de desempleo han aumentado en torno a 19 puntos porcentuales.

Sin duda, los datos referentes al mercado de trabajo ponen de manifi esto la elevada y negativa incidencia que la crisis ha tenido, está teniendo y tendrá en la sociedad y la economía de Granada.