Migraciones y Desarrollo en El Contexto Europeo Desde Una Perspectiva Del Sur_leiva Maria Lujan

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1 MIGRACIONES Y DESARROLLO EN EL CONTEXTO EUROPEO DESDE UNA PERSPECTIVA DEL SUR Dra. María Luján Leiva Universidad de Buenos Aires Introducción La construcción del Welfare State europeo durante la segunda postguerra necesitaba para su sostenimiento y expansión de la presencia de trabajadores inmigrantes procedentes de diversas regiones del mundo, amén de la

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Migraciones y Desarrollo en El Contexto Europeo Desde Una Perspectiva Del Sur_Leiva Maria Lujan

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MIGRACIONES Y DESARROLLO EN EL CONTEXTO EUROPEO DESDE UNA PERSPECTIVA DEL SUR

Dra. Mara Lujn Leiva Universidad de Buenos Aires

Introduccin

La construccin del Welfare State europeo durante la segunda postguerra necesitaba para su sostenimiento y expansin de la presencia de trabajadores inmigrantes procedentes de diversas regiones del mundo, amn de la propia movilidad laboral interna generada en el seno de los pases que formaban parte de la Comunidad Europea y posteriormente las Unin Europea. En el perodo (1947-1973) se conocen distintas estrategias para la incorporacin de los inmigrantes a los pases capitalistas europeos. Ms a partir de la dcada del 80 se produce un importante viraje en las polticas inmigratorias asociadas al neoliberalismo y al consecuente desmantelamiento del Estado de Bienestar sea en los pases centrales como en los perifricos. Dichas estrategias de mayor selectividad estn vinculadas a los Programas de Ajuste Estructural de corte neoliberal que fueron implantados en los pases del Sur, sobre todo porque esa poltica asegura el suministro de abundante fuerza de trabajo, como refuerzo de la estrategia de abaratamiento laboral que reclama el neoliberalismo.El anlisis que se realiza en esta ponencia toma el supuesto fundamental que la desarticulacin profunda y progresiva de las economas perifricas asegura un suministro permanente de inmigrantes calificados y no calificados a los pases del norte. Esta inmigracin impulsada por desarrollo desigual y el neoliberalismo puede considerarse una nueva forma de migracin forzada, con una causacin estructural que ha acelerado el proceso de crecimiento y competitividad del capitalismo europeo. Estas nuevas migraciones masivas Sur-Norte han fragilizado el desarrollo econmico y social de numerosos pases proveedores de trabajadores y receptores de remesas.

La migracin y la nueva divisin internacional del trabajo

Desde los inicios de la dcada del 70 se verifica el desarrollo de infraestructuras econmicas y de recursos de capital humano en un creciente nmero de pases fuera de los pases centrales. Los industriales empezaron a trasladar sectores de menor productividad a sitios a bajo costo offshore (Froebel, Heinicks y Kreye, 1980). Esta nueva divisin internacional del trabajo implicaba un traslado de la produccin material desde los pases ms desarrollados a los menos desarrollados con un rol protagnico de las multinacionales y con efectos co-actuantes de desindustrializacin y dependencia. Un tipo de fordismo perifrico que concentrara el trabajo intelectual en los pases avanzados y el manual en las zonas ms atrasadas y/o emergentes en rpida industrializacin.Este nuevo orden econmico basado en las tecnologas de informacin y comunicacin (los TICs) ha acelerado un tipo de desarrollo desorgnico en el sentido ms profundo del trmino ya que el sistema econmico impuesto no estaba integrado con las instituciones polticas y culturales de los pueblos que explota. Es un desarrollo con escasa relevancia para sus vidas y sus proyectos, desorgnico, mediado y suavizado por la utilizacin de artefactos de recursos tcnicos y de la cultura capitalista (Sivanandan, 1996). Esta divisin internacional del trabajo se despleg con una profunda heterogeneidad en la distribucin de la produccin a travs del mundo y dentro de cada localidad. El capitalismo construye as un paisaje fsico adecuado para su propia condicin para luego destruirlo, no creando nuevos espacios armoniosos sino espacios de tensin y contradiccin (Harvey, 1982: 354).Esta situacin pone en crisis el concepto tradicional de la divisin internacional del trabajo, viniendo a menos la dialctica centro/periferia sobre todo por la movilidad del trabajo vivo, lo que no significa que no permanezca una distincin entre las distintas formas y grados de desarrollo ni tampoco el fin de las desigualdades (Roggero, 2009: 8-9). Los cambios tecnolgicos son tan rpidos que cualquier divisin internacional del trabajo es ad hoc y temporaria y lo que importara es la alianza internacional del capital. Es de esta alianza internacional del capital (Sivanandan, 1996) de la que podemos deducir la coordinacin de polticas migratorias, cientficas y educativas que propician y estructuran la movilidad relativa y controlada (managed) de las personas calificadas y no calificadas.Cuando las migraciones laborales logran atravesar las fronteras espaciales, el capitalismo global crea fronteras nuevas: fronteras salariales y de jerarqua laboral. El comando capitalista sigue los movimientos del trabajo vivo sea para capturarlos en origen (universidades, centros de investigacin, empresas, inversiones en outsourcing, etc.) o en los lugares de inmigracin, valorizando o desvalorizando la fuerza de trabajo en fases alternas o convergentes. Se observa entonces una nueva Organizacin Global del Trabajo (fraccionamiento de los procesos de produccin segn la naturaleza de los bloques del saber) con el fin de produccin de saberes, de innovacin permanente y valorizacin del desarrollo tecnolgico. El tradicional mapa de la divisin internacional del trabajo resulta poco orientativo en el capitalismo global: condiciones laborales semi-esclavistas no se remontan a otros tiempos o a lugares alejados del planeta, son internos en las zonas de desarrollo high-tech, a los procesos de formacin y produccin cognitiva (Mezzadra, 2008). Existe una co-presencia del Primer y Tercer mundo, modalidades de extraccin de plus valor relativo y absoluto, procesos de subsuncin real y formal, iluminadas para decirlo con Marx de un nuevo paradigma de acumulacin (Roggero, 2009: 41).La nueva economa global se convierte en una cadena global de ensamblado dirigido por corporaciones globales que se mueven de un pool de trabajo a otro, con una polarizacin de la fuerza de trabajo entre el centro y la periferia y dentro del centro y de la periferia, con distintos niveles de explotacin con un estado corporativo que vigila y permite a las esferas econmicas y polticas reforzarse mutuamente (Harvey, 1982; Sivanandan, 1990). A la estructuracin de esta nueva y cambiante divisin internacional del trabajo (multiplicacin del trabajo) responden las distintas polticas migratorias selectivas del trabajo calificado y no calificado a trmino, como las estratgicas migraciones circulares y temporarias puestas en acto desde los pases centrales.

Migraciones y capitalismo en el contexto europeo

Dos sucesos internacionales marcan el desenvolvimiento de lo que se puede designar como Polticas de Desarrollo y Migracin en el mbito de la Comunidad Europea (CE). Por una parte, la implosin del bloque socialista entre 1989 y 1990, liderado por la Unin de Repblicas Soviticas Socialistas (URSS), y que representaba el polo geopoltico opuesto al modelo capitalista de mercado refrendado por Estados Unidos. Por otra parte, se consolida la conformacin de la Unin Europea (UE) en 1992, lo que paulatinamente va cimentando el escenario para una mayor propagacin del modelo neoliberal en la regin. Desde la segunda postguerra, el Welfare State europeo, independientemente de sus diversas expresiones nacionales e ideolgicas, haba necesitado para su sostenimiento del arribo de trabajadores inmigrantes procedentes de diversas regiones del mundo, amn de la propia movilidad laboral que se generaba en el seno de los pases que forman parte de la CE y, posteriormente, de la UE.En ese perodo se conocen distintas estrategias para la incorporacin de los inmigrantes a los pases capitalistas europeos. A partir de la dcada de los ochenta se produce un importante viraje en las polticas inmigratorias asociadas al neoliberalismo y al consecuente desmantelamiento del Estado de Bienestar. Dichas estrategias estn vinculadas a los programas de ajuste estructural de corte neoliberal que fueron implantados en los pases del sur, sobre todo por el hecho de que esas polticas aseguran el suministro de abundante fuerza de trabajo, como refuerzo a la estrategia de abaratamiento laboral que reclama el neoliberalismo de los pases capitalistas centrales. Puede afirmarse que la desarticulacin profunda y progresiva de las economas perifricas es operada, entre otros propsitos igualmente relevantes, para asegurar un suministro permanente de inmigrantes y procrear un ejrcito de reserva al servicio del norte. En ese sentido, entre los pases del norte (capitalismo central) y el sur (capitalismo perifrico) se tensan mltiples relaciones asimtricas, que adems de ampliar la brecha entre desarrollo y subdesarrollo, contribuyen a que las economas del sur se especialicen, en contra de sus propios intereses de desarrollo nacional, como proveedoras de fuerza de trabajo barata. Esta migracin impulsada por el desarrollo desigual y el neoliberalismo puede considerarse como migracin forzada (Delgado, Mrquez y Puentes, 2010), definicin que remite a la consideracin de los mecanismos de causacin estructural y tambin a la forma en que apoyan el proceso de crecimiento y competitividad. Sin embargo, los inmigrantes no permanecen como sujetos pasivos de este proceso sino que generan espacios de organizacin y movilizacin polticas con miras a defender sus derechos laborales y civiles.El capitalismo neoliberal europeo necesita explotar el trabajo de inmigrantes internos y/o extranjeros (Sassen, 1988; Delgado Wise, 2010; Petras, 2007), en un contexto donde el Estado benefactor es desmantelado pese a que, en casos como los pases socialdemcratas, existen entramados polticos e institucionales que no permiten un rpido desmontaje.Esta perspectiva implica superar la teora push/pull la cual limita su anlisis a algunos actores macro-estructurales, subdesarrollo, subempleo, oportunidades de empleo en el exterior que tiende a presentar una visin armonicista de la economa de mercado que aplana las contradicciones sociales y territoriales (Basso, 2003) para avanzar en el examen de las desigualdades y relaciones histricas de explotacin entre los pases receptores y emisores, las naciones imperialistas y los pases del Tercer Mundo (Delgado Wise, 2010; Petras, 2007). Desde una perspectiva crtica , es a la divisin internacional del trabajo a la que hay que remitirse para explicar las migraciones sea de mano de obra calificada como no calificada. En esa lgica, la libre movilidad geogrfica de la fuerza de trabajo y su fcil adaptacin a la cambiante circulacin del capital en el espacio parece ser una condicin necesaria para el desarrollo capitalista (Harvey, 2007).

El capitalismo de postguerra. El Welfare State y la necesidad de trabajo inmigrante

Entre 1945 y los inicios de la dcada de los setenta, los pases industriales de Europa Occidental acudieron al reclutamiento sistemtico de inmigrantes, mediante mecanismos que restringan los tiempos de estada y los derechos sociales, econmicos y polticos. La insercin de la mano de obra extranjera bajo el modelo de produccin fordista se realizaba por etapas: primero, la mano de obra joven, masculina y soltera, luego se extenda a la mano de obra adulta con familia. La insercin de las familias signific un aumento de la demanda de infraestructura y la diversificacin del gasto social en temas como salud, vivienda, asistencia administrativa y educacin. Esto planteaba una exigencia particular sobre las polticas vigentes.Para el capitalismo, la mano de obra inmigrante es un factor indispensable para organizar la produccin. En los perodos de crecimiento, la mano de obra inmigrante (subvalorada y marginada) frena el alza de salarios y reduce o difiere la inversin en equipos y tecnologa; en los perodos de recesin, constituye una mano de obra de fcil licenciamiento a bajo precio sin provocar, en lneas generales, la protesta social, pues se antepone el argumento de la proteccin de la mano de obra nacional.En el mundo de la segunda post-guerra, la inmigracin responde a preocupaciones mltiples y convergentes: disminucin de los costos directos e indirectos de produccin; imposicin de condiciones de trabajo favorables al empresariado; movilidad de la mano de obra y posibilidades de licenciamiento en casos de crisis; economa en inversiones y disminucin del poder poltico de la clase obrera.El Estado proporciona, a travs de su legislacin migratoria, la cobertura legal para suplir las necesidades de mano de obra en el mercado interno defendiendo la posicin e intereses de cada Estado nacional sobre los principales mercados de mano de obra, por ejemplo, Francia sobre Argelia y Alemania sobre Turqua, etc. (Cedetim, 1975). La planificacin de la inmigracin por parte del Estado es la consecuencia directa de las relaciones de fuerza de la clase empresarial y el rol Estado como rbitro entre las distintas fracciones de la misma. Es el sector empresarial concentrado en los sectores menos rentables e innovadores de la economa (por ejemplo, textil y construccin), la que resulta mayormente beneficiada por la presencia de la mano de obra inmigrante en este perodo. Los sectores menos mecanizados pueden diferir la mecanizacin porque, en ltima instancia, los salarios bajos de la mano de obra inmigrante compensan la insuficiencia de la productividad (Cedetim, 1975).

La crisis del estancamiento e inflacin capitalista posterior a la llamada crisis del petrleo del 1973-74 seala el fortalecimiento de una estrategia antiobrera de la inmigracin. Se trata de la renovacin de una prctica antigua de divisin de la clase obrera. Una clase trabajadora inmigrante (aislada, privada de derechos polticos y marginada socialmente) sobredimensiona correlativamente la importancia numrica, social y poltica de los sectores medios, mientras que la propaganda racista y chauvinista de los medios masivos facilita progresivamente la identificacin ideolgica de la clase obrera autctona con la pequea burguesa (Cedetim, 1975). La inmigracin ha sido utilizada desde la crisis de los aos setenta para la experimentacin de nuevos mtodos de gestin de la fuerza de trabajo (Basso, 2003).

Gestacin del neoliberalismo y suministro de emigracin forzada desde la periferia

El abandono del orden monetario de Bretton Woods al inicio de los aos setenta puede considerarse emblemtico de la crisis que afronta el sistema capitalista: inflacin y declinacin de la productividad y las ganancias. A la vez, una ola de movimientos obreros radicalizados en los pases del Sur y en Europa, con manifestaciones de violencia urbana, se enfrenta al modelo capitalista. La stangflation de mitad de los aos setenta marca el comienzo del fin del sistema fordista en los pases industriales centrales, que se planeaba acompaar con un freno a la inmigracin y el retorno a sus pases de origen de los otrora necesarios guest workers. La historia demostr justamente lo contrario, en materia de movimientos migratorios: creci la inmigracin en forma de refugio poltico-humanitario y de reunificacin familiar con una acentuacin de la diversidad de orgenes y feminizacin. En vez de conservarse como trabajadores huspedes aislados, los inmigrantes formaron comunidades permanentes (Schierup et al. 2006). Se pueden citar casos emblemticos: Alemania, que en 1950 contaba con una poblacin de inmigrantes de 548 mil personas, en 1974 llegaba a ms de 4 millones, y Suecia, que con 124 mil obreros extranjeros, haba recibido 424 mil en 1978, constituyendo ya el 5% de su poblacin (Schierup et al, 2006).Con posterioridad al 1973/74, fueron los trabajadores inmigrantes de origen mediterrneo los que abandonaron los pases ms industrializados, sea por haber cumplido los ciclos laborales o porque sus pases ofrecan nuevas oportunidades de trabajo y de pequeas inversiones, sea por la cada de las dictaduras y la transicin a las democracias en Portugal, Grecia y Espaa y la paulatina incorporacin de sus pases al Mercado Comn Europeo.En Amrica del Sur, las lites econmicas, con el apoyo de Estados Unidos, descargaron una contrarrevolucin a favor del capital con la imposicin del terrorismo de Estado. Dicha contrarrevolucin lleva a cabo una profunda transformacin econmica, poltica y social: barre los modelos de industrializacin pos sustitucin de importaciones (ISI), el welfare y el fordismo perifrico. El grueso de Amrica Latina se convertir en un continente de emigracin, primero de carcter poltico y luego ms especficamente econmico, ante la violacin masiva de los derechos humanos, la aplicacin de polticas aperturistas que destruyen el tejido industrial y desmantelan las empresas del Estado. Millones de latinoamericanos se unieron a africanos (etopes, sudafricanos, marroques, argelinos, angoleos) y asiticos (kurdos, turcos, palestinos, iranes, etc.) en el exilio. Se convertan en mano de obra para las industrias y el sector de servicios de Europa en el momento de la reconversin industrial, la transformacin tecnolgica y cierre de la poltica de inmigracin laboral abierta. Puede decirse incluso que las polticas de refugio operadas por ciertos pases como Suecia, Noruega, Holanda y Canad fueron en cierta medida sustitutivas de la poltica de migracin de trabajo.Los aos ochenta sealaron el triunfo del Nuevo Orden reaganiano y la crisis internacional del endeudamiento externo. El Tercer Mundo fue sometido a reformas estructurales, planificadas, renovadas y controladas por el FMI, el BM y el BID para lograr crecimiento y estabilidad. Estas instituciones internacionales no se proponan solucionar como en dcadas anteriores los problemas de subdesarrollo sino cambiar las estructuras productivas e institucionales. Setenta pases fueron sujetos a la aplicacin de Programas de Ajuste Estructural en el perodo 1980-1994, programas de estabilizacin que se tradujeron en la compresin de la economa e implicaron devaluacin monetaria para lograr competitividad exportadora, reduccin del gasto gubernamental, especialmente en los gastos sociales, control del dficit, reduccin de salarios reales y control de la oferta de la moneda, con apertura econmica y consiguiente desproteccin del mercado local. La base de estos programas se inspiraba en la crtica acerba a los diferentes ISI practicados en los pases perifricos desde la postguerra, en el perodo de descolonizacin y de auge de polticas nacionalistas. El incipiente o dbil welfarismo del Tercer Mundo es catalogado por la corriente neoliberal como fuente de corrupcin y generador de dficit presupuestario. Estas recetas de disminucin de gastos estatales, de achicamiento de la economa, apertura al capital extranjero y privatizacin de servicios han resultado en una inhibicin del progreso en el mejor de los casos o en el retroceso, de-sofisticacin y desindustrializacin de la mayora de los pases de Amrica Latina (Argentina, Uruguay, Bolivia, Per, Chile, Mxico) o la expansin de hambrunas en frica. En Amrica Latina, el nmero de personas viviendo bajo la lnea de pobreza alcanzaba los 180 millones en 1990, nuevamente la mitad de la poblacin viva bajo la lnea de pobreza. En frica, 200 millones de sus 690 millones de personas estaban empobrecidos. Como sealara Walden Bello (1994), los Programas de Ajuste Estructural han provocado en los pases del Tercer Mundo el mismo conundrum que enfrentaron las economas industriales maduras durante la depresin (baja inversin, creciente desempleo, reduccin del consumo) para las cuales el modelo keynesiano fue diseado como solucin. Las economas de los pases del Tercer Mundo devienen siempre ms dependientes y sus perspectivas de desarrollo autocentrado se reducen progresivamente (Macioti-Pugliese, 2003). La transferencia de capiatales del Tercer Mundo a los bancos del Primer Mundo sum 178 billones de dlares entre 1984-1990, con esa transferencia tambin emigr una parte de la fuerza de trabajo y los profesionales y tcnicos que la desindustrializacin y el deterioro de los servicios de salud, y de enseanza, dejaba sin trabajo. La exportacin de excedente de fuerza de trabajo y de capital deviene una frmula repetida en los pases perifricos (Harvey, 2007).En esta poca de endeudamiento externo para el Tercer Mundo, los pases del Mediterrneo europeo experimentaban una transicin migratoria convirtindose en pases de inmigracin, recibiendo trabajadores del este de Europa, Amrica Latina y Asia para trabajos de poca especializacin: trabajadores a bajo precio y flexibles para el trabajo industrial, agrcola y de servicios, especialmente en el cuidado de nios y ancianos. El modelo predominante del Sur europeo se ha caracterizado por un laissez faire de la poltica laboral y migratoria, mayor flexibilizacin laboral, carencia de regularizacin de la fuerza de trabajo y de integracin social tpico de los Welfare State conservadores.Para millones de exiliados llegados a Europa, Canad e incluso en Estados Unidos (Ej., los salvadoreos, eritreos) las transiciones a la democracia logradas en la dcada de los ochenta en sus pases de origen no significaron la posibilidad de su retorno. Las polticas neoliberales aplicadas en esas transiciones democrticas, la desindustrializacin, el deterioro de los precios agrcolas con su impacto en las zonas rurales, las cadas del salario y el precario funcionamiento de las instituciones democrticas impidieron a la vasta mayora el desexilio. Los exilios polticos se convirtieron en econmicos, a la vez que se desencadenaban nuevos procesos migratorios desde Per, Colombia, Ghana, etc. El pasaje de un exilio poltico a un exilio econmico se verifica frecuentemente a una etapa previa de intencin de retorno.En sntesis, la nueva migracin masiva es estimulada por la falta de oportunidades en los pases de origen pero responde preeminentemente a las demandas de trabajadores flexibles, explotables y vulnerables en las zonas de crecimiento econmico europeo (Schierup, 1989: 30), tambin en sectores high tech que derivan de una sub-inversin crnica en los sistemas de educacin primaria y secundaria en los pases centrales (Chesnais, 1994).

Globalizacin neoliberal y nuevas migraciones internacionales

El capitalismo actuando libremente produce polarizacin de la riqueza. La desigualdad evidencia la consolidacin de una lite social que concentra la riqueza y en una base que se ensancha donde se distribuye la pobreza. Esta desigualdad tambin tiene connotaciones espaciales. La polarizacin es una expresin del carcter sistmico de los procesos (Chesnais: 1994) y a esta debemos coligar las migraciones. Se calcula que existen en la actualidad (2010) ms de 214 millones de inmigrantes y refugiados en el mundo constituyendo el 3% de la poblacin mundial mientras en el 1990 la cifra era de 150 millones. El anlisis del impacto de esta cifra depende de posturas tericas y polticas. Puede ser considerada un nmero excesivo que produce desequilibrios, culturales y polticos o una cifra modesta, funcional. Esta ltima ptica corresponde a las instituciones internacionales en materia migratoria que intentan disminuir la responsabilidad del neoliberalismo en estas migraciones que adquieren el carcter de forzadas (Delgado Wise y Mrquez Covarrubias, 2007; Petras, 2007).

El rol del Estado es fundamental en la arquitectura de la relacin capital/trabajo. La relacin Capital/Trabajo se resuelve a favor de la racionalidad capitalista (maximizacin de los beneficios) en detrimento de la mano de obra local e inmigrante, siempre y cuando no exista una confrontacin con el capital para asegurar mayor distribucin y mejores condiciones. Los flujos de trabajadores inmigrantes son regulados y restringidos por las polticas estatales. Se observa adems una convergencia y adecuacin recproca de las polticas de Estados nacionales que son expresin del proceso de globalizacin (Sassen, 1999). Las nuevas migraciones internacionales se producen en un contexto de fronteras cerradas o semicerradas con respecto a las migraciones de trabajadores y refugiados. Las polticas punitivas de los Estados en relacin a los inmigrantes juegan a favor de las empresas porque les consignan una fuerza de trabajo privada de medios legales de autodefensa que debe venderse sin capacidad de negociar (Basso, 2003).El modelo fordista, basado en el predominio de la ocupacin industrial, mayor estabilidad ocupacional, con garantas salariales y sindicales, ha sido suplantado por una forma de acumulacin fundada en la descentralizacin, flexibilizacin y reduccin relativa del peso de la ocupacin industrial con incremento de la actividad terciaria. Al aumento de las formas de ocupacin precaria en la industria corresponde la movilizacin de una oferta de trabajo no tradicional: mujeres y trabajo inmigrante (Sassen, 1999). El socilogo Enrico Pugliese sostiene que la orientacin del capitalismo industrial es ahora explcita: la fuerza de trabajo inmigrante es una necesidad y por lo tanto se favorece la importacin (Macioti-Pugliese, 2003: 83) aunque la insercin de esos trabajadores inmigrantes se realiza en los sectores de trabajo menos protegidos, sin estabilidad y sin garantas sindicales. En esta nueva etapa de acumulacin capitalista se entrelazan varios procesos: progreso tecnolgico, tercerizacin, deslocalizacin de la produccin y ocupacin informal.

La insercin del trabajo inmigrante en los sectores de servicios y en los menos dinmicos de la economa se convierte en una nueva dilapidacin de recursos humanos caracterstica del capitalismo: la marginacin laboral y social de los miles de inmigrantes como vendedores ambulantes, cuidadores de ancianos y nios, trabajadores subcontratados en la industria de la construccin y textil con bajas y modestas calificaciones. Un considerable porcentaje de esta inmigracin joven ha recibido niveles medios y altos de educacin y especializacin en sus pases de origen pero terminan desempeando trabajos descalificados y desregulados en Europa. Es discutible la interpretacin que estas migraciones calificadas extra europeas sean de menor calificacin (lo que justificara la menor jerarqua laboral) porque sera necesario un diagnstico de la calidad promedio de la actual formacin en los centros de educacin tecnolgica y universitaria europea y analizar tambin el tipo de insercin del trabajo calificado en la muy diversificada jerarqua del mismo. Las oportunidades de trabajo abiertas en los pases centrales y la expulsin desde los pases perifricos no son hechos naturales sino el producto de relaciones de poder en el plano internacional que implican re-inversin de intereses y ganancias del capital multinacional en los pases centrales. Los Estados estn sujetos al mercado y no viceversa, por lo cual las legislaciones y las medidas restrictivas deben siempre pasar por el control de los intereses econmicos. Dado que el trabajo inmigrante significa un componente estructural de la economa, los Estados y las instituciones supranacionales, practican estrategias de managed migration mediante la cual seleccionan cantidad, calidad y temporalidad de la poblacin inmigrante en funcin de los intereses de disminuir el gasto social del Estado y el costo laboral para el empresariado local y multinacional y favorecer las estrategias polticas de la clase capitalista. La polarizacin Norte/Sur no slo revela una desigual reparticin de la riqueza sino una desigual reparticin de las condiciones y posibilidades de desarrollo material (Basso, 2003).

Resquebrajamiento de la poltica social para trabajadores locales e inmigrantes

La presencia de una poblacin inmigrante creciente ha sido un factor importante en el desarrollo del sector laboral informal en Europa. Este tipo de inmigracin joven, con estudios secundarios e incluso universitarios o con antecedentes de trabajo especializado en sus pases de origen responde en primer lugar a la demanda de trabajadores vulnerables, explotables y flexibles en Europa (Schierup, 2006: 30). En 1999, entraron a la Unin Europea ms de 1.510.200 inmigrantes, recibiendo Italia 191.000 y Suecia 34.600, segn datos de Caritas Migrantes. Se trata slo de los ingresos regulares, sin contar los irregulares. Paralelamente a este proceso se produce una reestructuracin de la poltica econmica y de la sociedad europea, desregulacin del mercado de trabajo (Schierup et al, 2006). En el nuevo modelo, los inmigrantes se ubican en el sector terciario, actividades de bajo prestigio, escasa calificacin y alta precariedad. Se trata de una demanda de trabajo diferenciada, segmentada y menos dinmica que la ocupacin industrial que implica siempre un nuevo modelo de relaciones sociales y sindicales (Macioti-Pugliese, 2003).Existe una coexistencia en tiempo y espacio de modos muy diferentes de trabajo, produccin y de calidad de vida en la periferia y en el centro. Los pases europeos experimentan nuevas y simultneas necesidades de trabajadores altamente calificados y de trabajadores con escasa especializacin que se resuelven con dos esquemas de reclutamiento: reclutamiento directo y con reglas privilegiadas para los calificados, mientras que la mano de obra de menos calificacin es cubierta por trabajadores indocumentados, mujeres, nios y los jvenes (Schierup et altri, 2006). Los esquemas de seleccin se refinan. Se promueve la inmigracin de las segundas o terceras generaciones de los viejos emigrantes europeos, que formados en los pases del Tercer Mundo, preferentemente calificadas, constituyen una mano de obra ya formada, o sea econmicamente valiosa que no altera (sic) la composicin tnica de los otrora pases expulsores. La flexibilizacin laboral afecta en primer lugar a los inmigrantes pero se expande rpidamente a los trabajadores nativos. Los problemas vividos por la masa de los inmigrantes son ya los problemas de un creciente sector de la poblacin de Europa occidental no propiamente marginal, categorizada como la nueva clase baja sin trabajo, con deudas y sin perspectiva de mejora (Basso, 2003).Desde mediados de la dcada del 80, la integracin/convergencia dentro del Mercado Comn Europeo se realiza bajo lneas neoliberales en detrimento del Welfare State. Se trata, en sntesis, de una integracin desreguladora del mercado y liderada por el mercado (Schierup et al, 2006). Con el inicio del milenio, los pases de la Unin Europea adoptaron un European Social Policy Agenda (SPA) que refleja las recetas neoliberales sobre empleabilidad, flexibilidad, obligacin moral y no el derecho del trabajo, con la postergacin de derechos sociales y de redistribucin (Hansen, 2010). Se implementa entonces una poltica econmica que enfatiza la innovacin tcnica y la competitividad ms que el empleo y el planeamiento y que considera el gasto social un costo de produccin ms que un medio y un derecho a la redistribucin. El sistema del Welfare es atacado y desmantelado pues los objetivos del nuevo modelo radican en crear sujetos emprendedores y cambiar la cultura de la dependencia. Los SPAs europeos retienen an alguna faceta del welfare sea por las presiones sociales y polticas como precondicin para asegurar la competitividad global de las industrias de la Unin Europea (Hansen, 2010). La opinin pblica de los pases europeos con respecto a su laboriosa poblacin inmigrante, es ambivalente. Desde el sector de los empresarios y las clases medias urbanas se aprecia la presencia de inmigrantes que proporciona una masa de trabajadores especializados y no especializados, flexible, a bajo precio, que permite la competitividad productiva y proporciona tambin un sector de trabajadores para el rea de servicio que permite el mantenimiento a bajo costo de privilegios de clase que la devaluacin salarial, la inestabilidad laboral o el desmantelamiento de los servicios del welfare, hubieran cancelado.Contemporneamente, amplios sectores de clase media baja o trabajadores pobres o desempleados experimentan el descenso de su calidad de vida y el recorte de los servicios del welfare (conservador o social demcrata), enfrentan escasas y peores prestaciones y sienten como una amenaza la presencia de una poblacin inmigrante, compitiendo por los mismos y deteriorados servicios sociales, educativos, de salud y vivienda. El arrasamiento o debilitamiento de las uniones sindicales, la conversin de los gremialistas en empresarios o polticos de tendencias neoliberales, la cada en los niveles de educacin y pauperizacin cultural, han coadyuvado a facilitar la formacin de actitudes anti-inmigratorias, equivocando as el anlisis de las verdaderas causas de la inseguridad social y econmica.

Entre el neoliberalismo y la defensa del Estado de Bienestar

Al inicio de la dcada del noventa la inclusin social era considerada una precondicin de la ciudadana civil, poltica y social. En sntesis, una ciudadana substancial (Schierup et al, 2006), pero esta nocin de ciudadana se ha ido opacando en la medida que se ha acentuado la exclusin del trabajo y el establecimiento del mercado como regulador de la economa y de la sociedad.El concepto de ciudadana social expresado por el socilogo britnico T.H. Marshall, adoptado por el Observatory on National Policies to Combat Social Exclusion de la Comunidad Europea en 1990, fue abandonado rpidamente a posteriori de la firma del Tratado de Maastricht en 1992. Se difunde entonces un enorme entusiasmo por el poder integrador del mercado, la eficiencia econmica y la cohesin social resultaran del poder integrador del mercado de trabajo. Se opera una transicin del Welfare al Workfare, donde se promueve la creacin se sujetos emprendedores que rompan la supuesta cultura de la dependencia (Schierup et al, 2006). Segn esta concepcin, no seran los efectos distributivos del Estado de Bienestar los que facilitan la integracin sino la insercin en el sistema laboral, indiferente a las condiciones de la misma.La Unin Europea post-Maastricht ha construido un consenso neoliberal conservador, no redistributivo, que concilia la conveniencia del mercado con la exigencia de cohesin social. Las socialdemocracias europeas no han considerado como contradictorias las medidas de extensin del mercado en reas hasta ese momento protegidas: la educacin, la salud, la vivienda, la cultura, etc. promoviendo el alejamiento de su electorado o incluso el triunfo de los partidos conservadores. Las polticas de inmigracin sern paulatina y uniformemente alteradas con esta nueva perspectiva.El trmino `ciudadana cvica se introduce en los documentos de la Unin Europea a partir de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unin Europea (2000) como un objetivo a largo plazo capaz de garantizar los derechos polticos y cvicos a residentes inmigrantes de larga data. Esto no significara que se convertiran ineludiblemente en ciudadanos. Este presente de guerras, de barreras geopolticas, barreras culturales, pnico ante los refugiados, creciente pobreza e inseguridad pareciera debilitar la esperanza en la construccin de la coexistencia y el desarrollo. Como lo sealara Karl Polanyi con respecto a la dcada del treinta del siglo pasado, vastos sectores sociales del mundo global tienden a conferir el liderazgo poltico a los que ofrecen una salida fcil, dispuestos a hacer funcionar una economa libre bajo un gobierno fuerte (Polanyi, 2001: 245-246).

El crecimiento de actividades y actitudes racistas son parte de nuestra realidad, en los pases centrales y en los pases perifricos, trascienden las lneas de clase y las nacionales, aparecen en los discursos de los lderes polticos, en los escritos acadmicos y en el sentido comn de la esfera pblica.La guerra contra el terrorismo despus del 11 de septiembre del 2001 ha tenido un impacto grave en la situacin de los inmigrantes al establecerse regmenes de vigilancia especial sobre las comunidades inmigrantes. Aplicndose variantes nacionales de Leyes de Residencia se desmoviliza a travs del temor a la deportacin y la crcel la participacin en defensa de los derechos civiles y laborales. Etienne Balibar (1998) critica el argumento que presenta a los inmigrantes como depredadores de los sistemas de seguridad social a la vez que espectros de invasin y delincuencia para presentarlos en su condicin de proletarios modernos y actores de polticas democrticas que con su resistencia e imaginacin ayudan a revivificarlas. Segn Balibar, los inmigrantes con sus luchas y organizaciones han develado los mecanismos que tienden a construir un apartheid europeo, asociando la aplicacin de una legislacin de excepcin aplicable a los inmigrantes extraeuropeos con la difusin de ideologas discriminatorias. Las Organizaciones de Inmigrantes estn proponiendo un nuevo sentido de la ciudadana considerada no un status nacional sino una prctica colectiva. Desde el Foro Social Europeo de Gnova (2001) hasta los ltimos Foros Sociales y el Movimiento de los Indignados, las asociaciones de inmigrantes han ganado visibilidad y participacin proponiendo un nuevo discurso poltico sobre las migraciones y nuevas formas de activismo.

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