Mayo 2011

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Para nosotros como organización este pri- mero de mayo es distinto por diversas razo- nes y representa un desafío enorme, ya que no se trata de una fiesta ni una celebración, sino del acto político de los trabajadores, en donde se recuerda la gesta heroica de los mártires de Chicago y que nosotros hemos querido transformar en una gran oportuni- dad para entregar un mensaje de unidad, pero también de decisión de lucha. Esto porque el futuro que se viene no se ve para nada auspicioso. Este año nos tocará enfrentar una situación extremada y doblemente compleja. Primero, y aunque quisiéramos que fuera distinto, porque las debacles de la econo- mía Europea y especialmente la situación que viven Grecia, España y Portugal hacen pronosticar una segunda etapa de la crisis económica mundial más severa que la que acabamos de vivir. Grecia es calificada a la categoría de “Basura” por los organismos técnicos internacionales, en España la cifra de cesantes llega a casi 5.000.000.- Se dice que esta crisis es más profunda y grave que la de fines de la década de 1920, que des- encadenó posteriormente la segunda guerra mundial. Y nuevamente, como ya es costumbre, los costos recaerán sobre la clase trabajadora. Nuestra clase, sobre nuestras familias; es lo que está ocurriendo en Europa. Y si ya en su primera etapa, esta crisis del capitalis- mo, dejó en nuestro país a más de un millón de trabajadores cesantes, a otros cientos de miles con rebajas de salarios, con jornadas más extensas y con la pérdida de derechos y beneficios; debemos prepararnos para esta segunda fase, que los expertos dicen más dañina. Segundo, hace poco más de dos meses, su- frimos un terremoto y tsunami, catalogado como el quinto más grande de la historia desde que se tiene registros. Este cataclismo dejó 486 muertos, 79 desaparecidos, 370 mil viviendas destruidas , 73 hospitales, 4.012 escuelas, dañadas o destruidas; todo esto según los datos oficiales del Gobierno, más los incontables daños en carreteras, Puertos, aeropuertos, comunicaciones y otros. Pero, a juicio nuestro lo peor no ha suce- dido, porque, a pesar de lo que dice el Go- bierno por los medios de comunicación, en cuanto a que se han construido el 60% de las viviendas de emergencia, nosotros y todo Chile nos hemos podido dar cuenta de que eso es mentira. En muchos lugares aún no llegan ni siquiera a realizar el catastro de daños. Y aunque así fuera, todos también sabemos que las mediaguas, que son las vi- viendas de emergencia, no son ninguna so- lución para este invierno que ya se está pre- sentando y que se dejará caer sin clemencia sobre los damnificados, que somos algunos de nosotros mismos. Los damnificados son casi en su totalidad trabajadores como noso- tros, asalariados como nosotros, y también son pobres. Dentro del plan de reconstrucción nacional, que más parece un plan para salvar a la in- dustria que no se pudo levantar de la prime- ra etapa de la crisis, se contemplan medidas que tienden a aplastar las pocas conquistas que el Gobierno anterior no alcanzó a arre- batarnos, como por ejemplo, y así lo ha se- ñalado el Ejecutivo: la rebaja de la indemni- zación por años de servicios, la imposición de más flexibilidad laboral que significa mas precarización del trabajo y mas explotación, la revisión del sueldo mínimo que debemos entenderla como la intención clara de elimi- nar el ingreso mínimo mensual. Nuevamente y como siempre ha sido, quie- ren que los costos de las crisis y ahora tam- bién las consecuencias del cataclismo sean asumidos por los trabajadores, para ellos mantener sus ganancias intactas. Ante este escenario y considerando estos dos factores que podrían generar una crisis social en el país, es que nosotros nos atreve- mos a señalar dos cosas bien claras: prime- ro, que si la gente que se encuentra viviendo en mediaguas y/o en carpas no se mueve, no se rebela, seguirán viviendo en esas con- diciones quizás por años; y segundo, que si la clase obrera, nosotros, no nos unimos y no nos disponemos a luchar, pasaran sobre nosotros sin ninguna compasión. Por eso este 1º de Mayo tiene que conver- tirse en el momento en que los trabajadores tomemos la decisión de ponernos de pie y unirnos junto a otros trabajadores y organi- zaciones sindicales, con el fin de terminar con todo lo mal y con todos los males que nos aquejan y que nos seguirán atormen- tando si no cambiamos esto de una vez y para siempre. Ese es el objetivo principal que debe tener este Primero de Mayo para nosotros. En este 1º de Mayo, como decíamos, se re- cuerda la gesta heroica de los mártires de Chicago, que lucharon para establecer la jornada de 8 horas (8 hrs. De Trabajo – 8 hrs. De descanso – 8 hrs. De recreación), pero además de eso ellos luchaban y mu- rieron por establecer una sociedad distinta, en la que los seres humanos vivieran felices y no en las condiciones de miseria en que vivían. Hoy, a 114 años de aquellos combates y sacrificios que conquistaron la jornada de 8 horas en la mayor parte del planeta, son muy pocos, los que en Chile trabajan efec- tivamente 8 horas, porque la inmensa ma- yoría de los trabajadores, para alcanzar un sueldo de sobrevivencia y poder alimentar y vestir a sus familias, tienen que trabajar 11 y 12 horas diarias como mínimo. Así no es raro ver trabajadores a los 50 años de- macrados, familias destruidas, porque no tienen tiempo para compartir o recrearse en conjunto, no es extraño el alto número de licencias médicas, que según las campañas televisivas, pareciera que quieren prohibir- las. En definitiva están destruyendo nuestras familias con tal de adquirir más utilidades. Hoy como en aquellos días del 1º de mayo de 1886 encontramos seres humanos mu- riendo de hambre, sin atención médica, sin vivienda, familias enteras, millones de per- sonas cesantes y sin ninguna posibilidad de felicidad, de tranquilidad, de desarrollo. El 30% de los chilenos vive en la miseria más absoluta, hecho no muy distinto de lo que ocurre en otros países del mundo. ¿Pero, cómo podremos explicarnos eso, si hoy la producción mundial alcanza para 10 mil o 15 mil millones de seres humanos? De una sola manera: estamos siendo goberna- dos por capitalistas inhumanos, inescrupu- losos, bajo un sistema económico basado en la explotación de miles de millones de traba- jadores para la acumulación de riquezas por unos pocos. A esos que nos gobiernan sólo les importa el crecimiento de sus bolsillos, de sus grandes cuentas bancarias y nada, en lo absoluto, lo que les suceda al resto. Prueba de ello es que en Chile, cuando esta- lló la crisis, que es propia del capitalismo, el Estado invirtió miles de millones de dólares en salvar la industria salmonera, al empre- sariado inmobiliario, a la banca; y ni un solo peso para disminuir la tragedia que sufrían aquellos que iban quedando o ya estaban cesantes. Prueba de ello también es, que el Gobierno nada ha hecho contra aquellos empresarios, que aprovechándose del terremoto han des- pido a miles de trabajadores sin derecho a indemnización. Se dice que la cifra de des- pedidos llegaría a los 120 mil. Queda evidenciado así que el Estado está al servicio del gran empresariado, del gran ca- pital; quienes gobiernan son empresarios y lo hacen sólo para ellos. Ahora, este 1º de Mayo nos encuentra con los patrones en el poder ejecutivo, ya no están más sus capataces. Esta vez el Patrón prescindió de la gestión de su siervo. Por eso decimos compañeros que este 1º de Mayo tiene que convertirse en la gran opor- tunidad para la unión de todos los trabajado- res, de todos los que sufren las consecuen- cias de este sistema de explotación. Y por eso estamos aquí los mineros, los por- tuarios, los trabajadores de la agroindustria, de la construcción, trabajadores de la salud. Todos obreros honestos y valientes que que- remos construir un gran instrumento de los trabajadores y para los trabajadores. Un gran referente que sea capaz de hacer- le frente a las amenazas y ataques directos del gran empresariado que está empeñado en aplastar nuestros derechos; un gran mo- vimiento que se proponga asumir la recons- trucción del país, pero no sólo la construc- ción de viviendas, sino la reconstrucción del tejido y las redes sociales, que la dictadura y la Concertación eliminaron. Exigir y luchar para que todo el Cobre vuel- va a ser chileno, para que los servicios bá- sicos vuelvan a manos del Estado y éste le asegure a cada chileno un servicio de cali- dad y gratuito, como también necesitamos y queremos salud, educación y vivienda, como debe ser en un país tremendamente rico como el nuestro. Defenderemos el trabajo y nos opondre- mos férreamente a los despidos, como lo hemos hecho siempre y como nos tocará prontamente volver a hacerlo en defensa de nuestros socios despedidos. Porque el traba- jo es lo más importante para nosotros y no permitiremos que ningún trabajador, menos socios de nuestra organización sean despe- didos por participar de una organización sindical y abrazar estos sueños. Pero para lograr todo eso, debemos primero fortalecer y hacer crecer nuestras organiza- ciones, darles poder a los trabajadores, que sean los trabajadores los que decidan cada cosa en los sindicatos. Y eso es responsa- bilidad de todos. Debemos dejar los indivi- dualismos, los egoísmos. No podemos se- guir pensando que solos nos salvaremos. Debemos dejar los miedos, pues no puede ser ni feliz ni libre alguien que esté lleno de temores. Debemos ser capaces y lograr la unidad más amplia. Lo que no significa que a ra- zón de la unidad nos aliemos con aquellos que, ahora que no están en el poder, se dicen progresistas; no nos uniremos con aquellos que utilizan el movimiento sindical como escalera para alcanzar metas personales, o para sus intereses egoístas de partido; no nos uniremos jamás con aquellos que ayer nos balearon, nos trataron de delincuentes, con aquellos que ayer asesinaron a Rodrigo Cisternas, a Matías Catrileo y tantos otros hermanos de clase. No compañeros, la unidad que necesitamos para cambiar nuestra realidad de necesida- des insatisfechas, de postergaciones e in- justicias, la buscaremos entre los obreros y pobres honestos, como los que están hoy aquí. Porque allí está la verdadera fuerza, allí están los que tienen por misión natural cambiar esta sociedad. Aquí estamos los trabajadores diciendo que no queremos más explotación, que no per- mitiremos más flexibilidad laboral, rebaja de nuestra indemnización y aquí estamos los que lucharemos decididamente por eso y por nuestros sueños. Aquí estamos los explotados, los que pro- ducimos todo pero no somos dueños de nada, aquí estamos los que no necesitamos sillones en el parlamento para luchar, aquí estamos los que no tenemos miedo, aquí estamos los que juntos y luchando cons- truiremos una sociedad en que todos vivan tranquilos, libres y felices. Los que haremos respetar todos y cada uno de los derechos humanos de todos. Aquí estamos los que reivindicamos la lu- cha y las metas de Recabarren y Clotario, los que día a día nos esmeramos por honrar la palabra dignidad, los que ya estamos lu- chando y no negociando. Los que estamos construyendo un movi- miento obrero clasista, combativo, con in- dependencia política, solidario y con voca- ción de poder. Aquí estamos los que tenemos la tremenda responsabilidad de levantar y encausar en la dirección correcta al movimiento obrero. Y porque, aquí estamos luchando y comba- tiendo, en este acto sencillo y porque que- remos y nos merecemos gozar los frutos dulces de nuestra lucha, es que es necesario ponerle urgencia y más empeño a nuestros esfuerzos. Vivan los trabajadores de Chile y el mundo, Viva la unidad de la clase obrera, Vivan los trabajadores que luchan. Discurso del 1º de Mayo. - Siteco Rearme publica el discruso pronunciado el día Primero de Mayo en la ciudad de Rancagua por el compañero Jorge Peña dirigente de trabajadores subcontratistas de Codelco. Adherimos al contenido de su discurso el que trasunta una alta conciencia politica de clase. Sus palabras orientan, en mas de un sentido, el camino a seguir por los trabajadores en su lucha por la emancipación especial mayo - 2010 ¡ARRIBA LOS TRABAJADORES DE COLLAHUASI! AL COMBATE POR EL REARME DE LOS TRABAJADORES

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Periodico redactado para la fecha de mayo de 2011

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Para nosotros como organización este pri-mero de mayo es distinto por diversas razo-nes y representa un desafío enorme, ya que no se trata de una fiesta ni una celebración, sino del acto político de los trabajadores, en donde se recuerda la gesta heroica de los mártires de Chicago y que nosotros hemos querido transformar en una gran oportuni-dad para entregar un mensaje de unidad, pero también de decisión de lucha. Esto porque el futuro que se viene no se ve para nada auspicioso.

Este año nos tocará enfrentar una situación extremada y doblemente compleja. Primero, y aunque quisiéramos que fuera distinto, porque las debacles de la econo-mía Europea y especialmente la situación que viven Grecia, España y Portugal hacen pronosticar una segunda etapa de la crisis económica mundial más severa que la que acabamos de vivir. Grecia es calificada a la categoría de “Basura” por los organismos técnicos internacionales, en España la cifra de cesantes llega a casi 5.000.000.- Se dice que esta crisis es más profunda y grave que la de fines de la década de 1920, que des-encadenó posteriormente la segunda guerra mundial.

Y nuevamente, como ya es costumbre, los costos recaerán sobre la clase trabajadora. Nuestra clase, sobre nuestras familias; es lo que está ocurriendo en Europa. Y si ya en su primera etapa, esta crisis del capitalis-mo, dejó en nuestro país a más de un millón de trabajadores cesantes, a otros cientos de miles con rebajas de salarios, con jornadas más extensas y con la pérdida de derechos y beneficios; debemos prepararnos para esta segunda fase, que los expertos dicen más dañina.

Segundo, hace poco más de dos meses, su-frimos un terremoto y tsunami, catalogado como el quinto más grande de la historia desde que se tiene registros. Este cataclismo dejó 486 muertos, 79 desaparecidos, 370 mil viviendas destruidas , 73 hospitales, 4.012 escuelas, dañadas o destruidas; todo esto según los datos oficiales del Gobierno, más los incontables daños en carreteras, Puertos, aeropuertos, comunicaciones y otros.Pero, a juicio nuestro lo peor no ha suce-dido, porque, a pesar de lo que dice el Go-bierno por los medios de comunicación, en cuanto a que se han construido el 60% de las viviendas de emergencia, nosotros y todo Chile nos hemos podido dar cuenta de que eso es mentira. En muchos lugares aún no llegan ni siquiera a realizar el catastro de daños. Y aunque así fuera, todos también sabemos que las mediaguas, que son las vi-viendas de emergencia, no son ninguna so-lución para este invierno que ya se está pre-sentando y que se dejará caer sin clemencia sobre los damnificados, que somos algunos de nosotros mismos. Los damnificados son casi en su totalidad trabajadores como noso-tros, asalariados como nosotros, y también son pobres.

Dentro del plan de reconstrucción nacional, que más parece un plan para salvar a la in-dustria que no se pudo levantar de la prime-ra etapa de la crisis, se contemplan medidas que tienden a aplastar las pocas conquistas que el Gobierno anterior no alcanzó a arre-

batarnos, como por ejemplo, y así lo ha se-ñalado el Ejecutivo: la rebaja de la indemni-zación por años de servicios, la imposición de más flexibilidad laboral que significa mas precarización del trabajo y mas explotación, la revisión del sueldo mínimo que debemos entenderla como la intención clara de elimi-nar el ingreso mínimo mensual.Nuevamente y como siempre ha sido, quie-ren que los costos de las crisis y ahora tam-bién las consecuencias del cataclismo sean asumidos por los trabajadores, para ellos mantener sus ganancias intactas.

Ante este escenario y considerando estos dos factores que podrían generar una crisis social en el país, es que nosotros nos atreve-mos a señalar dos cosas bien claras: prime-ro, que si la gente que se encuentra viviendo en mediaguas y/o en carpas no se mueve, no se rebela, seguirán viviendo en esas con-diciones quizás por años; y segundo, que si la clase obrera, nosotros, no nos unimos y no nos disponemos a luchar, pasaran sobre nosotros sin ninguna compasión.

Por eso este 1º de Mayo tiene que conver-tirse en el momento en que los trabajadores tomemos la decisión de ponernos de pie y unirnos junto a otros trabajadores y organi-zaciones sindicales, con el fin de terminar con todo lo mal y con todos los males que nos aquejan y que nos seguirán atormen-tando si no cambiamos esto de una vez y para siempre. Ese es el objetivo principal que debe tener este Primero de Mayo para nosotros.

En este 1º de Mayo, como decíamos, se re-cuerda la gesta heroica de los mártires de Chicago, que lucharon para establecer la jornada de 8 horas (8 hrs. De Trabajo – 8 hrs. De descanso – 8 hrs. De recreación), pero además de eso ellos luchaban y mu-rieron por establecer una sociedad distinta, en la que los seres humanos vivieran felices y no en las condiciones de miseria en que vivían.Hoy, a 114 años de aquellos combates y sacrificios que conquistaron la jornada de 8 horas en la mayor parte del planeta, son muy pocos, los que en Chile trabajan efec-tivamente 8 horas, porque la inmensa ma-yoría de los trabajadores, para alcanzar un sueldo de sobrevivencia y poder alimentar y vestir a sus familias, tienen que trabajar 11 y 12 horas diarias como mínimo. Así no es raro ver trabajadores a los 50 años de-macrados, familias destruidas, porque no tienen tiempo para compartir o recrearse en conjunto, no es extraño el alto número de licencias médicas, que según las campañas televisivas, pareciera que quieren prohibir-las. En definitiva están destruyendo nuestras familias con tal de adquirir más utilidades.

Hoy como en aquellos días del 1º de mayo de 1886 encontramos seres humanos mu-riendo de hambre, sin atención médica, sin vivienda, familias enteras, millones de per-sonas cesantes y sin ninguna posibilidad de felicidad, de tranquilidad, de desarrollo. El 30% de los chilenos vive en la miseria más absoluta, hecho no muy distinto de lo que ocurre en otros países del mundo.

¿Pero, cómo podremos explicarnos eso, si hoy la producción mundial alcanza para 10

mil o 15 mil millones de seres humanos? De una sola manera: estamos siendo goberna-dos por capitalistas inhumanos, inescrupu-losos, bajo un sistema económico basado en la explotación de miles de millones de traba-jadores para la acumulación de riquezas por unos pocos. A esos que nos gobiernan sólo les importa el crecimiento de sus bolsillos, de sus grandes cuentas bancarias y nada, en lo absoluto, lo que les suceda al resto.

Prueba de ello es que en Chile, cuando esta-lló la crisis, que es propia del capitalismo, el Estado invirtió miles de millones de dólares en salvar la industria salmonera, al empre-sariado inmobiliario, a la banca; y ni un solo peso para disminuir la tragedia que sufrían aquellos que iban quedando o ya estaban cesantes.Prueba de ello también es, que el Gobierno nada ha hecho contra aquellos empresarios, que aprovechándose del terremoto han des-pido a miles de trabajadores sin derecho a indemnización. Se dice que la cifra de des-pedidos llegaría a los 120 mil.Queda evidenciado así que el Estado está al servicio del gran empresariado, del gran ca-pital; quienes gobiernan son empresarios y lo hacen sólo para ellos.

Ahora, este 1º de Mayo nos encuentra con los patrones en el poder ejecutivo, ya no están más sus capataces. Esta vez el Patrón prescindió de la gestión de su siervo.

Por eso decimos compañeros que este 1º de Mayo tiene que convertirse en la gran opor-tunidad para la unión de todos los trabajado-res, de todos los que sufren las consecuen-cias de este sistema de explotación.Y por eso estamos aquí los mineros, los por-tuarios, los trabajadores de la agroindustria, de la construcción, trabajadores de la salud. Todos obreros honestos y valientes que que-remos construir un gran instrumento de los trabajadores y para los trabajadores.Un gran referente que sea capaz de hacer-le frente a las amenazas y ataques directos del gran empresariado que está empeñado en aplastar nuestros derechos; un gran mo-vimiento que se proponga asumir la recons-trucción del país, pero no sólo la construc-ción de viviendas, sino la reconstrucción del tejido y las redes sociales, que la dictadura y la Concertación eliminaron.

Exigir y luchar para que todo el Cobre vuel-va a ser chileno, para que los servicios bá-sicos vuelvan a manos del Estado y éste le asegure a cada chileno un servicio de cali-dad y gratuito, como también necesitamos y queremos salud, educación y vivienda, como debe ser en un país tremendamente rico como el nuestro.Defenderemos el trabajo y nos opondre-mos férreamente a los despidos, como lo hemos hecho siempre y como nos tocará prontamente volver a hacerlo en defensa de nuestros socios despedidos. Porque el traba-jo es lo más importante para nosotros y no permitiremos que ningún trabajador, menos socios de nuestra organización sean despe-didos por participar de una organización sindical y abrazar estos sueños.

Pero para lograr todo eso, debemos primero fortalecer y hacer crecer nuestras organiza-ciones, darles poder a los trabajadores, que

sean los trabajadores los que decidan cada cosa en los sindicatos. Y eso es responsa-bilidad de todos. Debemos dejar los indivi-dualismos, los egoísmos. No podemos se-guir pensando que solos nos salvaremos.Debemos dejar los miedos, pues no puede ser ni feliz ni libre alguien que esté lleno de temores.

Debemos ser capaces y lograr la unidad más amplia. Lo que no significa que a ra-zón de la unidad nos aliemos con aquellos que, ahora que no están en el poder, se dicen progresistas; no nos uniremos con aquellos que utilizan el movimiento sindical como escalera para alcanzar metas personales, o para sus intereses egoístas de partido; no nos uniremos jamás con aquellos que ayer nos balearon, nos trataron de delincuentes, con aquellos que ayer asesinaron a Rodrigo Cisternas, a Matías Catrileo y tantos otros hermanos de clase.

No compañeros, la unidad que necesitamos para cambiar nuestra realidad de necesida-des insatisfechas, de postergaciones e in-justicias, la buscaremos entre los obreros y pobres honestos, como los que están hoy aquí. Porque allí está la verdadera fuerza, allí están los que tienen por misión natural cambiar esta sociedad.

Aquí estamos los trabajadores diciendo que no queremos más explotación, que no per-mitiremos más flexibilidad laboral, rebaja de nuestra indemnización y aquí estamos los que lucharemos decididamente por eso y por nuestros sueños.

Aquí estamos los explotados, los que pro-ducimos todo pero no somos dueños de nada, aquí estamos los que no necesitamos sillones en el parlamento para luchar, aquí estamos los que no tenemos miedo, aquí estamos los que juntos y luchando cons-truiremos una sociedad en que todos vivan tranquilos, libres y felices. Los que haremos respetar todos y cada uno de los derechos humanos de todos.

Aquí estamos los que reivindicamos la lu-cha y las metas de Recabarren y Clotario, los que día a día nos esmeramos por honrar la palabra dignidad, los que ya estamos lu-chando y no negociando.Los que estamos construyendo un movi-miento obrero clasista, combativo, con in-dependencia política, solidario y con voca-ción de poder.

Aquí estamos los que tenemos la tremenda responsabilidad de levantar y encausar en la dirección correcta al movimiento obrero.

Y porque, aquí estamos luchando y comba-tiendo, en este acto sencillo y porque que-remos y nos merecemos gozar los frutos dulces de nuestra lucha, es que es necesario ponerle urgencia y más empeño a nuestros esfuerzos.

Vivan los trabajadores de Chile y el mundo,

Viva la unidad de la clase obrera,

Vivan los trabajadores que luchan.

Discurso del 1º de Mayo. - Siteco Rearme publica el discruso pronunciado el día Primero de Mayo en la ciudad de Rancagua por el compañero Jorge Peña dirigente de trabajadores subcontratistas de Codelco. Adherimos al contenido de su discurso el que trasunta una alta conciencia politica de clase. Sus palabras orientan, en mas de un sentido, el camino a seguir por los trabajadores en su lucha por la emancipación

especial mayo - 2010

¡ARRIBA LOS TRABAJADORES DE COLLAHUASI!AL COMBATE POR EL REARME DE LOS TRABAJADORES

Page 2: Mayo 2011

La indemnización por años de servicio es un derecho conquistado por los trabajado-res dentro del marco del actual sistema, el capitalismo. El capitalismo es un sistema que a pesar de basarse en la explotación del hombre por el hombre, es incapaz de asegu-rar a los trabajadores un puesto de trabajo, es decir, es incapaz de asegurar la subsis-tencia a la gran mayoría de la sociedad. Por esta razón la indemnización por años de servicio es una especie de reparación que el patrón tiene que darle al obrero por el daño que le produce al despedirlo.

El gobierno de Eduardo Frei Montalva, en 1966, dicta una ley que establece el dere-cho a la indemnización por años de ser-vicio. Este gobierno se desenvolvió bajo una situación de escalada ascendente de los trabajadores, los cuales mostraban una clara conciencia de clase y potentes organi-zaciones, esto ocurrió tanto en Chile como en gran parte del mundo. Así se compren-de que se pudiera conquistar un derecho tan importante. El golpe de Estado ases-tado por la burguesía en 1973 limita este derecho a un tope de cinco años, es decir, aunque yo trabajara veinte años en una mis-ma empresa se me indemnizaría por cinco máximos. La Concertación de Partidos por la Democracia prometió volver a instaurar-la sin tope, pero al triunfar sólo aumentó el tope hasta 11 años, mostrando su verdadera esencia anti-obrera. Así, con este tope, se ha mantenido hasta hoy, sin embargo esto no es algo que deje conforme a los empre-sarios y patrones chilenos ni imperialistas. Ya en el 2006 el entonces senador del PS Carlos Ominami propuso terminar con este derecho, sustituyéndolo por un seguro de cesantía perfeccionado. El 2006 no fue un buen año para la Concertación ya que el entrante gobierno de Bachelet tuvo que ha-cer frente a potentes turbulencias sociales (contratistas del cobre, forestales, secunda-rios, transantiago, profesores, etc.) que ha-cían difícil de sopetón llevar adelante una

iniciativa tan ofensiva en contra de los mis-mos trabajadores que encabezaban las más importantes de estas movilizaciones.

Hoy, el recién iniciado gobierno de Piñera, vuelve a sacar a flote esta iniciativa, pero lo hace con una justificación adicional: Chi-le ha entrado a la OCDE, cuestión que nos tiene que parecer la mayor razón de orgullo porque el mundo nos cataloga como na-ción muy cercana a alcanzar los estándares máximos de desarrollo. Bueno, la OCDE es la que ha opinado que la indemnización por años de servicio tiene que ser eliminada porque hace más difícil para los empresa-rios efectuar un despido, lo que en el fondo y a la larga afecta a los trabajadores mismos pues los empresarios no van a querer con-tratar mano de obra o, lo harán a través de contratos más inestables (es decir, cualquier forma que no sea contrato indefinido).

Nosotros desmentimos todos estos argu-mentos con razones muy sencillas: en pri-mer lugar Chile no es un país desarrollado, sino que, por el contrario es un país en que la población vive en condiciones de abso-luta pobreza. Esto ha quedado demostrado con el terremoto y cualquier imagen dife-rente que nos quieran vender los ideólogos de los patrones debe ser rechazada por fal-sa. Durante décadas nos han dicho que den-tro de Latinoamérica estamos a años luz de nuestros vecinos, pero eso ha sido así sólo gracias a una gran mentira que se llama cré-dito. Creemos tener de todo y en realidad nada de lo que tenemos es verdaderamente nuestro. Nuestra casa, nuestras cosas son del banco hasta que no las terminemos de pagar en veinte o treinta años más. Por eso no puede exigir la OCDE que nos compor-temos como un país que no somos, porque la realidad europea es que el seguro de ce-santía cubre el 80% del salario que percibía el trabajador antes de quedar cesante, en Chile en cambio hay montos tan irrisorios como $5.000…

En segundo lugar no tiene asidero plantear que los empresarios, si se les hace caro despedir, van a contratar a menos gente. El capitalismo tiene como única y exclusi-va fuente de creación de riqueza el trabajo humano, por eso es imposible pensar que por simple capricho el patrón decidirá no contratar más mano de obra. El empleo y el desempleo de hombres y mujeres responde a causas mucho más complejas que el en-carecimiento de la fuerza de trabajo, causas que tienen que ver con los auges y las crisis por las que atraviesa la economía a nivel mundial. Dejar de contratar trabajadores sin que esto sea una exigencia y una deter-minación del curso general de la economía equivale a renunciar voluntariamente a una porción de ganancia, cuestión que un capi-talista no haría por una simple indemniza-ción, con tope, que cubre sólo al 11% de los trabajadores del país.

En tercer lugar es una provocación que se diga que las condiciones de inestabilidad en el empleo crecerán si no se pone fin a las indemnizaciones. Es una amenaza abierta que el conjunto de la burguesía lanza sobre el proletariado. Por cierto que ya es difícil imaginarse en Chile condiciones más ines-tables, en donde la inmensa mayoría trabaja a honorarios, a plazo o por obra y faena; en donde el subcontrato es la ley y el contrato directo la excepción; en donde las jornada de 8 horas diarias es un mito y las horas extra la única posibilidad de llegar a fin de mes. Los parlamentarios y el gobierno di-cen que qué más da que se acabe con este derecho, si total son tan pocos los trabaja-dores que gozan de él. Nosotros decimos que no puede solucionarse una violación a nuestros derechos legalizándola, pues sería lo mismo que decir: la corrupción se está comiendo las instituciones, entonces haga-mos una ley que la permita.

La solución es, por el momento, que todos

los trabajadores tengan garantizada su sub-sistencia y la de sus familias, de manera tal que nadie esté sin trabajo. Esto se logra distribuyendo las horas de trabajo disponi-bles entre empleados y desempleados. En segundo lugar debemos exigir la inmediata devolución de ese despojo histórico: in-demnización por años de servicio sin tope. En tercer lugar, y como punto más impor-tante, creemos que la única forma definitiva de poner fin a este problema y a tantos más, es la lucha resuelta de los trabajadores por el fin del sistema capitalista que obliga al ser humano a vender su juventud, su vitali-dad, su tiempo y su inteligencia a un patrón que se aprovecha de eso para su beneficio individual.

Una pequeña minoría social disfruta del capitalismo, la inmensa mayoría lo padece terriblemente. Defender las condiciones in-mediatas de vida de esa mayoría es un acto en el que creemos firmemente ya que no existe para los trabajadores otra escuela de lucha posible. La solidaridad obrera se pone a prueba con estas experiencias. No puede ser que el trabajador que ya tiene asegura-dos sus once años de indemnización se des-entienda del futuro de los que vienen des-pués, eso es algo que tenemos que grabar en nuestros corazones proletarios como el primero de nuestros principios. Somos una misma clase y cada pelea que no demos por las generaciones venideras recaerá sobre los jóvenes proletarios, nuestros hijos y so-brinos. Esto es muy importante, sin embar-go resaltamos nuevamente que estas peleas concretas no son más que una escuela que nos prepara para peleas mayores y decisi-vas. Si los trabajadores no ponen todos sus esfuerzos parciales y orgánicos en la pers-pectiva de una sociedad socialista no habrá victoria posible dentro del capitalismo ya que la explotación seguirá siendo nuestro yugo cotidiano.

especial mayo - 2010

LA IMPORTANCIA DE QUE LOS TRABAJADORES DEFIENDAN LA INDEMNIZACIÓN POR AÑOS DE SERVICIO

Los subcontratistas de Collahuasi en pie de lucha

El día 7 de mayo de 2010 se inició una huelga indefinida de trabajadores contra-tistas y subcontratistas que trabajan para la empresa minera Doña Inés de Collahuasi. Los trabajadores bloquearon todos los ac-cesos a la mina. Durante el primer día par-ticiparon alrededor de 2.300 trabajadores según informó la prensa de Iquique y de Antofagasta.

La empresa intentó terminar el conflicto de inmediato permitiendo que fuerzas es-peciales de carabineros ingresaran al cam-pamento de los contratistas, incluso a sus dormitorios, lanzando gases lacrimógenas y golpeando indiscriminadamente a cual-quier trabajador. Esta arremetida policial tuvo lugar el día 8 de mayo, sin embargo el conflicto no terminó. Nuevos trabajadores se sumaron a la lucha y el día 9 de septiem-bre protagonizaron una nueva toma a la que se sumaron ya más de 3.000 trabajadores.

El conflicto crecía y la empresa llamó al dialogo. Las conversaciones se verificaron entre el día 9 y el día 11 de mayo oportu-nidad en que la minera abandonó la mesa bajo el pretexto que los huelguistas man-tenían “retenidos ilegalmente” a trabaja-dores de planta. Este escenario preparaba una ofensiva represiva mas profunda que al parecer logró detener el movimiento. El día 12 de mayo más de 300 efectivos de policía con apoyo de helicópteros y fuertemente armados arremetieron contra los huelguis-tas dejando lesionados y detenidos. Al pa-recer la orden la dio el fiscal de la localidad de Pozo Almonte.

¿Quiénes son los huelguistas?

Los huelguistas son todos trabajadores ex-ternos a la mina. Vale decir son subcontra-tados. La mina utiliza su fuerza de trabajo sin reconocerlos como trabajadores pro-pios. La empresa funciona con dos tipos de trabajadores. Trabajadores propios que son alrededor de 1.600 y trabajadores externos (subcontratados, contratistas o suministra-dos) que son alrededor de 4.400 obreros proporcionados por distintas empresas que contratan con la mina.

El trabajador externo es doblemente explo-tado. Genera riquezas para la gran minería y genera riqueza para el patrón que lo con-trata en forma directa. Sobre él se erigen todas las jefaturas, de todas las empresas que se entraman en este complejo sistema de organización del trabajo.

El trabajador externo es doblemente discri-minado. Su salario es notablemente inferior al salario del trabajador de planta, no cuen-ta con los beneficios y regalías que tienen los trabajadores propios de la mina. Ade-más vive siempre en “casa ajena”.

Los huelguistas de Collahuasi se encuen-tran organizados en distintos sindicatos. Entre ellos , la Federación Nacional de Sindicatos Contratistas y Sub Contratistas, Fenasics, el Sindicato Nacional de Monta-jes Industriales (SINAMI) Sindicato Ko-matsu, Sindicato Central de Restaurantes, Sindicato Emin, Sindicato Lavandería La Ideal, sindicato TTM Chile, delegados de faena constructora Troncoso, Orica, de Vial y Vives, de Montes, Marineer y Excon. Tu-vieron la capacidad de unificarse y actuar juntos, de ahí su fortaleza.

¿Qué piden los compañeros en huelga?

Sus peticiones apuntan a terminar con la discriminación existente. Piden igualdad de salario y de trato. Piden un bono de $1.500.000.- por término de conflicto para así participar de los gananciales de la em-presa mandante, algo similar a lo obtenido por los trabajadores contratistas de Codelco. Fin a las desigualdades en materia de ali-mentación, de salud y de alojamiento. Roberto Escobar, uno de los contratistas se-ñaló: “Acá hay dos campamentos. Uno, el hotel, que usan los trabajadores de planta, y otro el campamento Los Pioneros, en el que dormimos en piezas diminutas, hay hacina-miento, e incluso compañeros que duermen en la misma cama”.También exigen que se califique para la aplicación de la ley de trabajo pesado a todos quienes laboran en Collahuasi. Esta petición apunta a obtener el derecho a jubi-lar en forma anticipada y no a los 65 años de edad como lo impuso la dictadura con el decreto ley que destruyó el antiguo siste-ma de seguridad social para dar paso a las AFP.

¿Quiénes son los patrones?

Los patrones son empresas trasnacionales. Collahuasi es una sociedad contractual mi-nera perteneciente a Anglo American y a Xstrata Copper, división de la minera suiza Xstrata, cada una con un 44% de la propie-dad. El 12% restante de la propiedad per-tenece a JCR, un consorcio de compañías japonesas lideradas por Mitsui & Co., Ltd.

En el año 1991 (gobierno de Alwyn) esta sociedad minera comenzó a realizar estu-dios en la zona en base a imágenes sateli-tales, levantamientos aerofotográficos, ac-tividades de perforación y sondaje terrestre hasta descubrir yacimientos mineros. En el año 1995 obtuvo la aprobación de estudios de factibilidad y de impacto medioambien-tal iniciando su instalación, con la venia del estado de Chile, en el año 1996.

Anglo American es líder mundial en mine-ría y recursos naturales. Sus activos com-prenden oro, platino, diamantes, carbón y otros. Mientras Xstrata es un grupo minero anglo suizo dedicado a la explotación de recursos naturales (cobre, carbón, níquel, vanadio, zinc entre otros) en 19 países del mundo. La empresa japonesa es una de las mayores en su país y se dedica a la comer-cialización, distribución, marketing y simi-lares de los recursos naturales extraídos de nuestros yacimientos mineros.

En este caso se conjugan la legislación mi-nera, medioambiental y laboral para que Chile entregue en bandeja sus recursos na-turales, a sus trabajadores y al conjunto del medio ambiente en beneficio exclusivo de las grandes empresas trasnacionales.

El conflicto de Collahuasi no ha termina-do. El conflicto recién comienza.

Los compañeros de Collahuasi han escri-to una página más en esta lucha iniciada por los contratistas y subcontratistas de Codelco y de las forestales. Los compañe-ros de Collahuasi han mostrado que existe una profunda unidad entre trabajadores que aparecen divididos en múltiples empresas externas. Han sorteado la división impues-ta enarbolando banderas justas. No a la dis-criminación. No al subcontrato. Si una em-presa quiere trabajadores que los contrate.

Si los empresarios argumentan que existen necesidades “técnicas” para operar con sis-tema de subcontrato eso no justifica man-tener trabajadores de primera clase junto a trabajadores de segunda, tercera, cuarta o quinta categoría.

Todos los compañeros que permanecen en jornadas de 10 y hasta 20 días continuos en el campamento minero, alojando en condi-ciones indignas, alejados de sus familias, entregan sus mejores esfuerzos para engor-dar a dos patrones y a unos cuantos jefes. Esta condición de vida amerita que se les reconozca la condición de trabajo pesado. Jubilarían antes, podrían disfrutar unos años de sus hijos y de la vida. Es lo mínimo que se puede pedir.

Mas allá del desalojo de los huelguistas de Collahausi estamos en condiciones de afir-mar que el conflicto no ha terminado. Que la nueva clase obrera chilena, aquella que sufre la explotación capitalista en condi-ciones de subcontratación, la clase obrera que es hoy doblemente explotada a lo largo y ancho del territorio nacional se encuen-tra realizando su experiencia, sacando sus lecciones y preparando nuevas luchas por terminar con la subcontratación, con la ex-plotación del hombre por el hombre y con el sistema capitalista. En ese camino debe construir su unidad. Debe superar la fractu-ra impuesta por la patronal entre “trabaja-dores propios” y “trabajador externo”. Esta fractura otorga una poderosa herramienta a nuestros enemigos de clase. El Obrero que goza de privilegios tiende a olvidar su con-dición de clase proletaria, quiere conservar su privilegio aun a costa de mantenerse in-diferente cuando sus hermanos subcontra-tados luchan. ¿Acaso no comprende que si es despedido no será contratado sino sub-contratado?, ¿Acaso no comprende que sus hijos y sus nietos engrosaran el ejercito de los subcontratados?

¡¡¡ VIVA LA HUELGA DE LOS TRABAJADORES

SUBCONTRATISTAS DE COLLAHUASI!!!!

¡¡¡¡ FIN A LA SUBCONTRATACION ¡!!!

HUELGA EN EL NORTE GRANDE