Durante los primeros días ni siquiera nos ofendían: simplemente hacían caso omiso de nuestra presencia. Al anochecer se iban tranquilamente de la colonia y volvían por la mañana, escuchando con una discreta sonrisa mis reconvenciones. Rechazaban categóricamente no sólo nuestra pedagogía, sino toda la cultura humana. Nuestra vida se tornó melancólica y siniestra. Cada noche se oían gritos en la carretera principal de Jarkov. Los aldeanos acudían a nosotros y con voces trágicas imploraban ayuda. Conseguí del delegado provincial un revólver para defenderme de los caballeros salteadores, pero le oculté la situación en la colonia. Aún no había perdido la esperanza de encontrar la manera de llegar a un acuerdo con los educandos. La colonia estaba adquiriendo cada vez más el carácter de una cueva de bandidos. En la actitud de los educandos frente a los educadores se incrementaban más y más el tono permanente de burla y granujería. Se negaban resueltamente a cortar leña para las estufas y un día destrozaron … el tejado de madera del cobertizo. Lo hicieron entre risas y amistosas bromas.

Una mañana de invierno pedí a Zadórov que cortase leña para la cocina. Y escuché la habitual contestación descarada y alegre:¡Ve a cortarla tú mismo: sois muchos aquí!Era la primera vez que me tuteaban.Colérico y ofendido, llevado a la desesperación y al frenesí por todos los meses precedentes, me lancé sobre Zadórov y le abofeteé. Le abofeteé con tanta fuerza, que vacilo y fue a caer contra la estufa. Le golpeé por segunda vez, y agarrándole del cuello y levantándole, le pegué una vez más.De pronto, vi. Que se había asustado terriblemente… y probablemente yo hubiera seguido golpeándole, pero el muchacho gimió, balbuceó:Perdóneme, Antón Semionovich –Mi ira era tan frenética y tan incontenible que, me daba cuenta de ello, si alguien decía una sola palabra contra mí, me arrojaría sobre todos para matar, para exterminar aquel tropel de bandidos. En mis manos apareció un atizador de hierro. Me volví a ellos y golpeé con el atizador el respaldo de una cama:Os vais todos inmediatamente al bosque a trabajar, o ahora mismo os marcháis fuera de la colonia con mil demonios.-Y salí del dormitorio

Antón Semionovich Makarenko

Pedagogías Marxistas

Mtra. Lesli Coronado Iturralde2 octubre, 2010

Antón Semionovich Makarenko

1888-1939 Ucrania, Belopole, de la

provincia de Járkov, colonia Máximo Gorki,

1920-1927 Comuna Dzerzinski

1927-1935 Obras:

1930 “La marcha del año 30” 1932 “FD-1” 1933 “Tono Mayor” 1935 “Poema Pedagógico” 1937 “Libro para padres” 1938 “Conferencias sobre

educación infantil” 1939 “Banderas en las torres”

Contexto histórico de la pedagogía marxista

PEDAGOGÍAMARXISTA

EL CAPTAL

STANLIN 1936

RUSIA COMUNISTA

LENIN

1° MÉTODOSREVOLUCIÓN

RUSA

•Formación se da en las condiciones de trabajo

•Pedagogía del trabajo

•Necesidad de los intelectuales para llevar a cabo la revolución

•1917 el zar es depuesto

•Nación atrasada, agraria y analfabeta

•1920 un gobierno bolchevique sólido

•Método Proyectivo de William Heard Kilpatrik basado en Jhon Dewey

•Detractores como Makarenko

Sobre las distorsiones pedagógicas de los Narkomprosov

Campo experimentación desde 1917 hasta la caída del sistema

La obra pedagógica de Antón Semionovich Makarenko

• La obra de Makarenko es una especie rara entre las teorías del siglo XX, en una teoría sin concesiones al discurso naturalista y a menudo bucólico e ingenuo de la tradición rousseriana, es una teoría expuesta en forma vivenciada, experiencial y personalizada, en donde tanto su papel como educador y el de sus educados nunca son una abstracción sino personajes de carne y hueso, por lo que es difícil encontrar una sistematización de su teoría; sin embrago son dos los conceptos fundamentales que maneja claramente: la colectividad y el trabajo.

Para asombro mío, todo transcurrió bien. Estuve trabajando Con los muchachos hasta la hora de comer. En un alto, fumamos confusos de mi reserva de tabaco, y Zadórov, echando el humo hacia las copas de los pinos, lanzó de repente una carcajada:¡Que bueno! ¡ja, ja, ja, ja!-Era agradable ver su rostro sonrosado, agitado por la risa, y yo no pude dejar de sonreír:¿A qué te refieres? ¿Al trabajo?-También al trabajo, pero ¡hay que ver cómo me ha zumbado usted!Era natural que Zadórov, un mocetón robusto y grandote, se riese. Yo mismo me sorprendía de Haberme atrevido a tocar a aquel gigante.Almorzamos juntos con apetito, bromeando, pero no aludimos más el suceso de la mañana, Vóljov sonreía, pero Zadórov se me aproximó con una expresión de lo más seria:-¡No somos tan malos, Antón Semionovich! Todo irá bien. Sabemos comprender.

La colectividad y el trabajo como conceptos fundamentales …

La colectividad Se erige a la vez, en un fin y en un medio fundamental de la

educación. Señala que un carácter sólo puede formarse mediante una prolongada

participación en la vida de una colectividad bien organizada, disciplinada, forjada y orgullosa.

La colectividad siempre está por encima del individuo, pero también es necesario tener un conocimiento respetuoso de la personalidad de cada educando.

El educador no sólo actúa relacionándose directamente con el educando, sino también y quizá sobre todo organizando su medio social en el que éste se desarrolla.

Makarenko creó un colectivo fuerte, cohesionado, bien organizado, con metas claras y exigentes, en el que imperaba una disciplina conscientemente asumida por todos y que era capaz de recocerse en una tradición propia y de generar su propia historia.

Las instituciones creadas por Makarenko son consideradas como experiencias de autogestión educativa; en donde la asamblea general de los miembros de la comuna era realmente un órgano dirigente.

La colectividad y el trabajo como conceptos fundamentales …

El trabajo

Las instituciones dirigidas por Makarenko no sólo llegaron a autofinanciarse con el producto del trabajo de los chicos, sino que incluso producían excedentes que ingresaban a las arcas del Estado.

El trabajo era efectivamente productivo, no sólo un artificio con fines formativos, para el autor, la potencialidad educativa del trabajo reside en que se trate de actividades verdaderamente productivas y con sentido social.

Es una pedagogía del esfuerzo, del cultivo de la fuerza de la voluntad, de la máxima exigencia al educando, no se debía tolerar ningún defecto y a los alumnos ni siquiera deberían de pensar que era posible la más mínima complacencia en sus defectos. Era necesario exigir a los educandos un comportamiento perfecto; aunque esto no quisiera decir que siempre se alcanzara la meta, ya que de esta manera se acercarían al ideal del hombre soviético.

La técnica pedagógica …

1. Sobre el método de enseñanza2. Sobre la disciplina, el régimen, correcciones

y estímulos3. Sobre la pedagogía de la acción individual

1. Sobre el método de enseñanza El fin de la educación es un programa del

carácter humano (externo e interno) Debe dentro de las individualidades del

educando, establecerse un programas general con las consiguientes correcciones individuales.

La educación soviética adecuada, debía organizarse sobre la base de crear colectividades unificadas, fuertes, influyentes.

Para cada colectividad debe plantearse un fin colectivo común, pero no por clase, sino para toda la escuela

1. Sobre el método de enseñanza

Dentro de las comunas de Makarenko se dedicaban cinco horas al trabajo escolar, cuatro horas al trabajo productivo, haciéndose cargo los chicos también de prácticamente todos los servicios necesarios de la colonia. Esta se organizaba en destacamentos, formados por entre 10 y 15 colonos y cada uno con su jefe. El destacamento constituía la colectividad primaria a partir de la cual se organizaba la vida del colectivo completo de la colonia, que tenía como órgano de dirección al consejo de jefes. La forma de configurar los destacamentos era integrando diversas edades. Simultáneamente funcionaban los destacamentos mixtos; estos eran de carácter temporal, se formaban para tareas concretas y se disolvían una vez realizadas. Cada uno tenía también su jefe, que nombraba el consejo de jefes de manera que prácticamente todos los colonos pasaran por la experiencia de dirigir a sus compañeros.

Todos los miembros de la colonia podía expresar su opinión en la asamblea general de los miembros de la comuna, el cual era un verdadero organismo de decisión.

Dentro de toda esta estructura era indispensable la tradición, ya que para Makarenko las tradiciones embellecen la vida de los muchachos, sienten que se mueven dentro de su ley colectiva particular, se enorgullecen de ella y se esfuerzan por mejorarla; cohesionando de esta manera a la colectividad.

2. Sobre la disciplina, el régimen, correcciones y estímulos La disciplina no es un medio educativo, sino el

resultado de la educación En las colectividades el individuo indisciplinado

es una persona que se pronuncia contra la sociedad y por lo tanto, se le aborda bajo un criterio político y moral

La tarea de lograr la disciplina y su finalidad debe plantearse de cara a la colectividad, sin amages y en forma concreta

2. Sobre la disciplina, el régimen, correcciones y estímulos

TESIS MORALIZADORAS La disciplina es la forma de lograr mejor el fin que persigue

la colectividad. La disciplina en la colectividad es la defensa completa, la

seguridad plena de su derecho, de las vías y posibilidades que precisamente existen para cada individuo.

Los intereses colectivos están por encima de los personales. La disciplina ensalza a la colectividad, la belleza debe

dimanar de su propia esencia. Cuando el hombre tiene que hacer algo que le agrada,

siempre lo hace sin tener en cuenta la disciplina; la disciplina actúa, precisamente, cuando el hombre también hace a gusto algo que le desagrada.

2. Sobre la disciplina, el régimen, correcciones y estímulos

Para lograr el proceso de moralización es necesario:

Primera fase: Exigencia expresada de tal manera que no se admita la más mínima objeción.

Segunda fase: el educador organizada a su alrededor a un grupo de activistas: chicos y chicas conscientemente decididos a apoyar la disciplina.

Tercera fase: Cuando la colectividad la exige y mantiene cierto modo y estilo, entonces se puede trabajar la teoría de la moral.

o Las sanciones son necesarias y útiles, pero no debe existir dolor físico, no moral, debe solucionar problemas no crear otros, la colectividad debe respaldar al que impone el castigo y debe existir una única lógica de sanciones.

3. Sobre la pedagogía de la acción individual

Es necesario no estigmatizar El grupo primario debe cohesionar al individuo y la

colectividad La colectividad es una síntesis social honda que da paso

a la educación política No es posible centrar la educación en un solo individuo

por lo que se trabaja con colectividades y a partir de los destacamentos

La finalidad positiva del trabajo del educador, es educar un tipo determinado de ciudadanos, en estructurar un temperamento combativo, activo, vital, y esto sólo se logra si se educa a todos y no se limita a sacar partido de un solo individuo

3. Sobre la pedagogía de la acción individual

Papel del pedagogo: Saber organizar, andar, bromear, ser alegre,

enfadarse. El educador debe conducirse de tal manera que cada uno de sus movimientos eduque y siempre tener presente lo que quiere lograr en determinado momento y qué es lo que quiere.

El educador es un organismo de función activa, consciente de su trabajo como educador; y además nunca puede trabajar por su propia cuenta y riesgo, siempre debe ser parte de la colectividad, unificado a los criterios comunes, con la misma convicción por la ayuda mutua, exento de envidias hacia otros educadores y que no anda a la caza individual del cariño de los educandos.

En honor a la verdad, no me sentía atormentado por ningún remordimiento. Si, había abofeteado a un educando. Experimentaba toda la incongruencia pedagógica, toda la ilegalidad jurídica de aquel hecho, pero, al mismo tiempo, comprendía que la pureza de mis manos pedagógicas era un asunto secundario en comparación con la tarea que tenía planteada.Sin embargo es preciso indicar que no pensé ni por un minuto haber hallado en la violencia un medio todopoderoso de pedagogía. El incidente con Zadórov me había constado más caro que al mismo Zadórov. Tenía miedo a lanzarme por el camino más fácil.

Otras pedagogías marxistas del siglo XX

Lenin y su compañera N. Krupskaia y Lounatcharski

A. S. Makarenko Pavel Petrovitch Blonskij Vera Schimidt Lev Vigotsky Vasili A. Sujomlinski Bogdan Suchodolski Schulz, R. Seidel, P. Oestreich,

el latinoamericano Aníbal Ponce, el italiano Antonio Gramsci

Althusser, Baudelot y Establet, Bourdieu y Passeron, Bowlwa y Gintis, Bernstein

La actualidad de las pedagogías marxistas en el siglo XXI

• Es necesario reconocer que no queda mucho del llamado socialismo real, por esto el futuro de las pedagogías marxistas no es muy prometedor.

• Sin embargo, ideales modernos como la solidaridad y la igualdad de querer conservarse, deberán buscar filosofías que hagan crítica sobre las condiciones de desigualdad social que se dan en el mundo.

• El planteamiento de la relación de la educación y el trabajo productivo podría volver a plantearse cuando la explotación del trabajo infantil deje de ser una realidad tan cruel, no sería del todo inadecuado que los niños y los jóvenes puedan ser incluidos en alguna forma de trabajo real de acuerdo a sus condiciones.

La actualidad de la pedagogía de Makarenko en el siglo XXI

Algunos de sus elementos pueden contrapesar problemas actuales

Podemos reconocer a Makarenko como un educador genial y eficaz, con un don carismático de la influencia personal y la capacidad de crear un medio educativo, y que además consiguió lo que se propuso: transformar incipientes y consumados delincuentes en buenos ciudadanos; crear del caos instituciones organizadas y eficientes.

Makarenko no sólo fue un gran educador, también fue un excelente pedagogo del sentido común, en donde a partir de experiencias concretas y sujetos concretos estableció técnicas pedagógicas que lograran modificar la realidad.

Este acontecimiento tuvo para mí un carácter lamentable y no en el sentido de que yo llegase hasta desesperación tan extrema, sino en el sentido de que no fui yo quien encontró la salida, sino Zadórov, el chico por mí golpeado. Él supo hallar en sí una fuerza y entereza colosales para comprender hasta qué grado de frenesí yo había llegado y me tendió su mano. El éxito de este episodio no dimanaba de mi método... No todo el mundo tropieza con una persona que después de golpearla le tiende su mano y dice: voy a ayudarte, y realmente lo hace. Yo tuve esta suerte y entonces así lo comprendí …

Bibliografía

Bowen-Hobson (2003) Teorías de la Educación. Innovaciones importantes en el pensamiento educativo Occidental. México: Limusa

Trillas J. (coord.) (2001) El Legado Pedagógico del Siglo XX para la Escuela del Siglo XXI. España: Editorial Gras