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94 DISEÑA DOSSIER 95 Aspectos visuales para la representación de Los empeños de una casa de Sor Juana Inés de la Cruz por la Compañía de Teatro La Calderona … toda la vida humana representación es. (Calderón de la Barca “El gran teatro del mundo”). La directora de la puesta en escena de Los empeños de una casa (escrita por Sor Juana Inés de la Cruz, en la versión de la compañía teatral La Calderona) explica el modo de representación visual que ha utilizado para esta creación.  A partir de un texto dialógico, que quiere representar la escritura dramatúrgica, el texto hace hablar a los creadores para recoger la visualidad del espectáculo. Actores, músicos, diseñadora y la propia directora toman la palabra para referirse a texto y escena; actor y espacio. Se propone un escenario limpio y funcional, en el que la casa toma un rol protagónico como espacio contenedor de la acción. En cuanto al vestuario se construye una obra de cuerpos, en la que el traje es una piel que expresa la voluptuosidad del juego amatorio que se da cita en obra y puesta en escena, inspirada en el México revolucionario y la estética de Frida Kahlo. The director of the play "Los empeños de una casa" (written by Sor Juana Inés de la Cruz, in the adaptation of "La Calderona" theater company) explains the means of visual representation that she has used for this creation. Starting from a dialogic text, which seeks to represent dramatic writing, the text makes the creators speak to collect the visual aspect of the show. Actors, musicians, the designer and the director herself manifest themselves to refer to the text and the stage; actor and space. A clean and functional stage is proposed, where the house has a main role as containing space for action. The garments help build an atmosphere of “bodies”, in which the costume becomes a skin that expresses the voluptuousness of the loving game that takes part in the play and in the stage, as inspired by the Mexico of the revolution and Frida Kahlo esthetics. Diseño teatral _ Sor Juana Inés de la Cruz _ Compañía de teatro La Calderona _ escenografía, representación visual _ teatro _ Los empeños de una casa. Theatre design _ Sor Juana Inés de la Cruz _ "La Calderona" theater company _scenery, visual representation _ theater _ Los empeños de una casa Macarena Baeza Profesora Escuela de Teatro, Pontificia Universidad Católica de Chile _ Directora de Teatro. Professor at the School of Drama, Pontificia Universidad Católica de Chile _ Theater Director. VISUAL ASPECTS FOR THE PLAY “LOS EMPEÑOS DE UNA CASA” OF SISTER JUANA INÉS DE LA CRUZ BY LA CALDERONA THEATER COMPANY

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Aspectos visuales para la representación de Los empeños de una casa

de Sor Juana Inés de la Cruzpor la Compañía de Teatro La Calderona

… toda la vida humana representación es. (Calderón de la Barca “El gran teatro del mundo”).

La directora de la puesta en escena de Los empeños de una casa (escrita por Sor Juana Inés de la Cruz, en la versión de la compañía teatral La Calderona) explica el modo de representación visual que ha utilizado para esta creación. A partir de un texto dialógico, que quiere representar la escritura dramatúrgica, el texto hace hablar a los creadores para recoger la visualidad del espectáculo. Actores, músicos, diseñadora y la propia directora toman la palabra para referirse a texto y escena; actor y espacio. Se propone un escenario  limpio y funcional, en el que la casa toma un rol protagónico como espacio contenedor de la acción.  En cuanto al vestuario se construye una obra de cuerpos, en la que el traje es una piel que expresa la voluptuosidad del juego amatorio que se da cita en obra y puesta en escena, inspirada en el México revolucionario y la estética de Frida Kahlo.The director of the play "Los empeños de una casa" (written by Sor Juana Inés de la Cruz, in the adaptation of "La Calderona" theater company) explains the means of visual representation that she has used for this creation.Starting from a dialogic text, which seeks to represent dramatic writing, the text makes the creators speak to collect the visual aspect of the show.Actors, musicians, the designer and the director herself manifest themselves to refer to the text and the stage; actor and space. A clean and functional stage is proposed, where the house has a main role as containing space for action.The garments help build an atmosphere of “bodies”, in which the costume becomes a skin that expresses the voluptuousness of the loving game that takes part in the play and in the stage, as inspired by the Mexico of the revolution and Frida Kahlo esthetics.

Diseño teatral _ Sor Juana Inés de la Cruz _ Compañía de teatro La Calderona _ escenografía, representación visual _

teatro _ Los empeños de una casa.Theatre design _ Sor Juana Inés de la Cruz _ "La Calderona" theater company _scenery, visual representation _ theater _ Los empeños de una casa

Macarena BaezaProfesora Escuela de Teatro, Pontificia Universidad Católica de Chile _ Directora de Teatro.Professor at the School of Drama, Pontificia Universidad Católica de Chile _ Theater Director.

VISUAL ASPECTS FOR THE PLAY “LOS EMPEÑOS DE UNA CASA” OF SISTER JUANA INÉS DE LA CRUZ BY LA CALDERONA THEATER COMPANY

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Sor Juana Inés de la Cruz nació el 12 de noviembre de 1648, en el pueblo de San Miguel de Nepantla, en Tepetilxpa, estado de México. Murió siendo monja profesa en 1695 en la capital.A los 16 años se ordenó monja, profesando primero en la orden de las Carmelitas Descalzas. La dureza de la regla monástica la llevó a enfermarse. Dos años después profesará en la orden de San Jerónimo, comunidad en la cual vivirá hasta su muerte.En 1691, y como una defensa, Sor Juana escribe la célebre Respuesta a sor Filotea de la Cruz¸

escrito que es considerado su autobiografía.

“Prosiguiendo en la narración de mi inclinación, … digo que no había cumplido los tres años de mi edad cuando enviando mi madre a una hermana mía, mayor que yo, a que se enseñase a leer en una de las que llaman Amigas, me llevó a mí tras ella el cariño y la travesura; y viendo que la daban lección, me encendí yo de manera en el deseo de saber leer, que engañando, a mi parecer, a la maestra, la dije que mi madre ordenaba me diese lección. Ella no lo creyó, porque no era creíble… Proseguí yo en ir y ella prosiguió en enseñarme, ya no de burlas, porque la desengañó la experiencia; y supe leer en tan breve tiempo, que ya sabía cuando lo supo mi madre…”

Respuesta a Sor Filotea de la Cruz

En el escenario, algunas estructuras de madera simulan el

laberinto de la casa donde ocurre la acción.

Cuando se abre el telón, la directora explicará las razones de

la elección de autora y obra.

Directora: Sor Juana Inés de la Cruz fue una autora excepcional del Barroco Americano. La descubrí el año 1999 bus-cando poesías para un concierto al que fui invitada a participar con el conjunto Estudio MusicAntigua del Instituto de Música de la Universidad Católica.

La idea era encontrar textos que pudiesen dialogar con piezas musicales españolas y latinoamericanas. Así, me topé con estos versos.

Al que ingrato me deja, busco amante; al que amante me sigue, dejo ingrata; constante adoro a quien mi amor maltrata;maltrato a quien mi amor busca constante. Al que trato de amor, hallo diamante, y soy diamante al que de amor me trata; triunfante quiero ver al que me mata, y mato al que me quiere ver triunfante. Si a éste pago, padece mi deseo;   si ruego a aquél, mi pundonor enojo: de entrambos modos infeliz me veo.Pero yo, por mejor partido, escojo de quien no quiero, ser violento empleo, que, de quien no me quiere, vil despojo.

Sonetos amorosos

El descubrimiento de esos versos me llevó a leer la obra poética de su autora, una monja de claustro mexicana, que vivió en la segunda mitad del siglo XVII y fue considerada uno de los intelectuales más brillantes de su tiempo. Lo más sorprendente que encontré fue que su obra me transmitía una idea tan completa, lúcida y contemporánea de la pasión amorosa brotada de la imaginación de una mujer enclaustrada desde los 16 años. A partir de este ha-llazgo no dejé de leer a Sor Juana. Y así descubrí su obra dramática, el autosacramental Divino Narciso, la comedia Los empeños de una casa y un par de piezas más escritas en colaboración con otros autores con-temporáneos a ella.

Jornada ILa directora permanece en escena. A continuación entra al

espacio la compañía de teatro La Calderona a representar la

Comedia famosa Los empeños de una casa, escrita (supues-

tamente) en 1683 por la lúcida autora.

Directora: Los empeños de una casa fue creada por su autora en un afán de celebración del poder de los virreyes. La obra la compone una comedia en tres jornadas (o actos), pero además una serie de piezas menores que completan el Festejo: una loa, dos sainetes y un sarao final.

Actriz madura: Esto era usual en el teatro del Siglo de Oro Espa-ñol, y la autora no hace sino seguir una tradición en pleno vigor.

Directora: Lo interesante es aquí recalcar qué es lo que represen-tarían comedia y piezas menores, porque una y otras prácticamente no se unen ni desde la perspectiva te-mática, como tampoco en relación a los personajes.

Actriz madura: Las piezas menores corresponden al teatro de ho-menaje, cuyo fin es declarar y afirmar la grandeza y bri-llo de los poderosos. Sor Juana busca sus aliados fuera del convento (donde ya encuentra hostilidades) y para esto homenajea a la autoridad máxima novohispana.

Directora: Por otra parte, la comedia sigue el patrón de las obras de capa y espada (comedias de enredo) de Calderón de la Barca, tan exitosas en los teatros comerciales del pe-ríodo (los corrales de comedias), y que buscan crear un reflejo del mundo de los jóvenes burgueses, sumergi-dos en sus problemas amorosos y totalmente ajenos a cualquier penuria que no tenga que ver con sí mismos.

Actriz joven: La obra de sor Juana se distancia de su modelo pe-ninsular. La autora hábilmente introduce sus propias obsesiones en el personaje protagónico, Leonor, su al-ter ego. Como la monja, Leonor es una intelectual que ha ganado fama y pretendientes por su enorme saber. Leonor, como sor Juana, es una mujer inteligente, apasionada, resuelta. Sólo una mujer con ese carác-ter puede amar y defender lo amado con la pasión que Leonor-Sor Juana lo hace.

Actor cómico: No sólo Leonor representa una particularidad. El personaje de Castaño, el gracioso tan caracterís-

tico del Siglo de Oro, es un americano. Y en la escena más delirante de la obra se viste con ropas de Leonor y en ese travestismo se encanta con la posibilidad de ser mujer. Le comenta al público:

¿Qué les parece señoras este encaje de ballena?Es cierto que estoy hermosa.¡Dios me guarde, que estoy bella!Cualquier cosa me está bienporque el molde es rara pieza.

Los empeños de una casa. Jornada III

Directora: La genialidad de Sor Juana estriba en lograr instalar estos dos personajes al interior de una obra comercial.

Actriz madura: Asimismo, mezcla comedia con drama para produ-cir una obra bella, profunda y con versos que en todo momento nos refieren su propio concepto del amor. Como dice doña Ana al inicio de la obra.

Qué es Carlos más galán, y aunque no fueratiene de más galán el ser ajeno.

Los empeños de una casa. Jornada I

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Primer entremésAparecen en escena los cuatro músicos del montaje e interpre-

tan con mucho salero y picardía la célebre canción mexicana

Ay, Chabela, popularizada por el cantante Antonio Aguilar en

los años 50.

Jornada IILa disposición de estructuras de madera ha mutado para cons-

truir un pasillo donde la directora se instala para darnos cuen-

ta cómo ha realizado esta puesta en escena.

Directora: Hacer una puesta en escena de una obra que tiene más de 300 años siempre implica, de un modo u otro, una refuncionalización de las temáticas, para permitir que lo que ya no comunica en nuestros tiempos pueda des-aparecer en virtud de recalcar lo que sí lo hace.

Es por esto que el trabajo se inicia primero en una in-tervención del texto que, en mi caso, es respetuosa del verso y de la métrica. Esto no es algo antojadizo, sino responde a mi creencia de que hay algo de esencial en ese modo de utilización del lenguaje. De algún modo, si el verso desaparece, el sentido profundo de la obra no existe. El verso, por otro lado, era el lenguaje del teatro, y el público de la época no esperaba ver en el escenario una representación mimética de la realidad, sino su forma artística. La representación, pues, no operaba con las leyes propias de la mímesis naturalista, sino con una forma de mímesis que consideraba una serie de convenciones y acuerdos tácitos con el espectador. Interesaba mucho más un sentido de verosimilitud que de realidad propiamente tal

Si bien el verso permanece en mi versión, lo hace de ma-nera más sintética, para lo cual he cortado todas aque-llas zonas del texto que sean extremadamente largas, confusas o herméticas. Asimismo, modernizo el lengua-je, en el sentido de reemplazar vocablos en desuso, por otros que sean comprensibles para el espectador de hoy.

La compañía completa se mueve por el espacio realizando un

entrenamiento vocal colectivo.

Luego de macerado el que será el texto, la primera pre-gunta que me hago como directora para comenzar a trabajar un texto antiguo es, precisamente, qué es lo que no interesa hoy. En este caso, me pareció que to-das las piezas menores responden de manera demasia-do evidente a una lógica del poder que ya no opera en estos tiempos. Ponerlas en escena resulta anacrónico, además de alargar la función innecesariamente.

La segunda pregunta fue qué debe ser subrayado en mi puesta en escena, y aquí la contingencia actual me pedía a gritos que abordara dos ideas que si bien están en la obra, pueden aparecer en ella en un plano secundario: la imagen de mujeres e indios. Ya vimos que en su per-sonaje de Leonor, sor Juana se representa a sí misma.

Cruza por el escenario la actriz joven, llevando en sus manos

el vestuario de Leonor. Desde una de las esquinas del espacio,

podemos ver a la actriz madura, quien la observa escondida.

Sólo lleva puesta la peluca de su personaje.

Pero doña Ana, su rival, también representa otra faceta de la monja: se trata de una mujer cuya visión del amor nos recuerda todo el tiempo sus poesías amorosas. Asi-mismo, y probablemente por su condición de mujer, por lo tanto, subalterna, la única forma que puede tener para conseguir sus propósitos es el simulacro. A través de esta misma estrategia, Sor Juana pudo manejarse dentro de las estrechas leyes del convento, como tam-bién bajo la estricta mirada de la autoridad eclesiásti-ca masculina, que nunca vio con entusiasmo que una monja de claustro se dedicara a las letras mundanas.

Finalmente, sus “indios herbolarios”, como se refiere a ellos en un famoso poema. Castaño, el indio criado de don Carlos, es la encarnación de todo lo que podríamos llamar el “ingenio popular”.

El actor cómico, intérprete de Castaño se encuentra en un cos-

tado del escenario con los músicos. Las dos mujeres músicos

nos interpretan el Corrido de Juana Gallo, canción de la Revo-

lución Mexicana.

He querido hacer acompañar a Castaño en mi lectura de la obra con más personajes que correspondan a su mundo. Estos serán los músicos de la puesta en escena, de modo que su presencia en la obra ya no sea margi-nal, sino protagónica Y más aún, serán ellos los que le den marco a la acción dramática, pues de algún modo, contarán la historia, la que ya no estará como en el ori-ginal ambientada en Toledo a fines del siglo XVII, sino que en México a inicios del siglo XX, en plena Revo-lución Mexicana, donde los indios, campesinos en su mayoría, fueron protagonistas.

Segundo entremésAhora los cuatro músicos nos deleitan con una nueva pieza.

Esta vez interpretan con intensidad, simulando un lamento

la canción Lástima que seas ajena, popularizada por Vicente

Fernández.

Jornada IIILa disposición de los elementos escenográficos es la del inicio.

En la primera parte de esta última jornada, directora y dise-

ñadora comentan apasionadamente los aspectos plásticos

visuales del montaje.

Diseñadora: La sala donde se representará la obra está absolu-tamente cubierta de madera. El suelo, los muros y el techo tienen esa materialidad, ya que es un espacio pensado y diseñado para la música, por lo que se optó por el mejor material para la acústica. No se trata de la convencional “caja negra” del teatro a la italiana. Por lo tanto, todos los elementos visuales deberán funcionar instalados sobre este marco contenedor.

Hemos imaginado un escenario limpio, funcional, donde la casa toma un rol protagónico como espacio contenedor de la acción

Fotografía, Diego Nawrath.

La obra es una comedia de capa y

espada, denominación española

de la comedia de enredos, don-

de la acción gira en torno a los

triángulos amorosos. En la pieza,

doña Leonor y don Carlos son

amados por don Pedro y doña

Ana, respectivamente. Asimismo,

don Juan ama a doña Ana, lo

que evidentemente complica aún

más la situación.

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Directora: Hemos imaginado un escenario limpio, funcional, donde la casa toma un rol protagónico como espacio contenedor de la acción. Es una casa que ≠durante la noche se transforma en el laberinto en el cual el ver-dadero amor se extravía y prevalecen los engaños, la mentira y los celos.

Diseñadora:Para poder realizar las mutaciones espaciales que sugiere la acción de un modo efectivo y sugerente, he propuesto módulos.

Estos constituyen el mobiliario de la casa, el cual es en una primera instancia un laberinto. Son seis estructu-ras de madera que buscan mimetizarse con la sala, y cobran movimiento a manos de actores y actrices. Para cada escena se disponen de manera diferente, de modo de crear la sensación de un espacio laberíntico y mágico.

Van entrando paulatinamente a escena todos los actores, ac-

trices y músicos del montaje, quienes ocuparán todo el largo y

ancho del escenario.

Actriz madura: La inigualable escritora novohispana creó en esta obra una compleja red de relaciones donde da-mas, caballeros y criados viven durante una noche en una especie de delirio. Como la noche de ensueño de Shakespeare, o la noche de San Juan en La señorita Julia de Strindberg.

Actriz joven: La pieza es una compleja y barroca construcción dra-matúrgica donde el lenguaje marca el ritmo de las esce-nas y donde mujeres y criados se vuelven protagonistas en ese mundo paralelo que sólo es posible en el teatro.

Directora: Es una obra de cuerpos, que en la voluptuosidad de la noche dan rienda suelta a todos sus deseos reprimidos, amparados por la propicia oscuridad y la ausencia de autoridad, ya que el padre de la protagonista entra y sale de esta casa encantada, pero no permanece en ella.

He imaginado estos cuerpos de mis actores-personajes formando grupos escultóricos que aparecen y desapa-recen en la semipenumbra. Cuerpos en primer plano, otros cuerpos que se desvanecen por los intrincados rincones de la casa-laberinto, cuerpos ataviados de una imaginería que recuerda al barroco, pero también a Frida Kahlo y el México de la Revolución. Es una es-tética que tiene mucho de kitch, de animita, que com-bina el bordado con la flor plástica, como en nuestras animitas. Es una estética colorida y casi chillona, que puede trocar en un segundo a un espacio de negros y grises como las fotografías de las soldaderas de la Re-volución Mexicana.

Se trata de cuerpos que atraviesan el tiempo, que bro-tan desde el miriñaque tan barroco, para convertir-se en los peinados de trenzas de cabello eterno, y las incrustaciones de flores y bordados tan propias de la imaginería de la Kahlo. Cuerpos que se travisten

―como el de Castaño― que juega-a-ser-Leonor, y en ese juego descubre el cuerpo-otro de la mujer. Y en ese gesto se encanta.

Diseñadora: El vestuario se transforma en una doble piel, y como ella debe ser capaz de acompañar el despliegue corpo-ral de los representantes.

Se trata de un vestuario que se regocija en el colorido de la artesanía de México, en la paleta de la genial Fri-da Kahlo, quien no se avergüenza de superponer rojos contra verdes, y de construir un imaginario mestizo y lúdico. Pero no queremos construir la imagen cliché de lo latinoamericano, sino a partir de estos referentes una propuesta limpia, sugerente y elegante.

Actriz madura: A través de nuestros cuerpos, ataviados con sus trajes, peinados, sombreros, trenzas y toda clase de elementos que ayuden a crear esta segunda piel, la intención es construir una visualidad de primeros, se-gundos y terceros planos.

Diseñadora: Hemos armado cuatro grupos de personajes, cada uno de los cuales está caracterizado a nivel de vestua-rio por un elemento. Para los dueños de casa, Pedro y Ana, y para don Juan, el pretendiente de Ana, el ele-mento que los caracteriza es la orfebrería. Ellos, los burgueses ricos harán ostentación en sus trajes de su poderío económico.

Actor joven y Actriz joven: Nosotros, los enamorados, llevamos bordados. Este

trabajo delicado y artesanal es la característica que particulariza su traje.

Actriz joven: Mi padre, don Rodrigo, también lleva bordados. Aun cuando su traje corresponda a una moda anterior al si-glo XX, lo que acentúa su estar “pasado de moda”.

El cantante: Para los músicos, los personajes más instalados en la Revolución Mexicana, son los estampados. Las anchas faldas y largos pantalones tienen un trabajo de serigra-fía en tonos grises.

La actriz cómica: Los criados tenemos piezas hechas en telar, las que se incrustan en las telas de los trajes, y de la cual penden los elementos de utilería que necesitamos ocu-par para la acción escénica.

Diseñadora: Los colores del vestuario se construirán desde tres paletas cromáticas: el rojo y sus derivados para los enamorados, el padre y Castaño; el azul y aquellos tonos que de él surgen para Ana, Pedro, Juan y Celia. Para los músicos, variedad de grises, como recogiendo el referente estudiado de las fotografías de la Revolu-ción Mexicana.

Actor viejo: La acción textual muchas veces está construida en el primero de éstos, pero puede también relegarse a los segundos y terceros, y a veces, ocurrir en paralelo (especialmente cuando la dramaturgia de la obra lo pida). Esto crea la sensación de profundidad, que será favorecida también por las características de la sala, de gran profundidad.

El vestuario se

transforma en una

doble piel, y como

ella debe ser capaz

de acompañar el

despliegue corporal de

los representantes.

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Directora: En la interpretación del texto de Sor Juana, texto y cuerpo constituyen los dos elementos que más des-tacan. En el primero de ellos, subyace una imagen de época, el Barroco Latinoamericano. En el segundo de ellos, busco crear una aproximación a nuestro tiempo, haciendo el puente a través del México de la Revolu-ción de 1910.

Diseñadora: En la mixtura de elementos, en un elegante eclec-ticismo, aparece nuestra posmodernidad, ya que ni Barroco ni siglo XX surgen en una reconstrucción ar-queológica, sino intentando tomar de cada momento ciertos gestos visuales y combinarlos de modo de pro-ducir un nuevo objeto espectacular.

Fin de fiestaToda la compañía se dispone en el escenario para interpretar el

bolero Triunfamos, que Los Panchos hizo conocido hace algu-

nas décadas. Finalmente, la directora cierra la representación

con una reflexión final.

Directora: Representar una obra teatral siempre requiere una re-interpretación del texto original. El texto directorial, la visión del director de una obra, supone un trabajo creativo, donde la obra original se conjuga con la vi-sión estética de quienes la interpretan. En ese traba-jo, el diseñador tiene un rol fundamental, como quien materializa las ideas, encarnándolas en formas, colo-res y texturas. Su propuesta, a su vez, transforma y resignifica el texto directorial, entregándoles a cada uno de los intérpretes una segunda piel, una máscara desde la cual comunicar los mundos de sus personajes. Y entregándole al director o directora un espacio con-creto donde instalar a sus personajes.

En mi visión de la puesta en escena para una obra ba-rroca, el vestuario es un creador de la ficción. Su rol es fundamental al generar una apariencia que tenga todo de artificial y poco de realidad. El vestuario para una obra del barroco, aunque se ambiente en una época distinta de éste, debe producir un impacto a los sentidos, con el uso del color, las texturas y todos los elementos de los que se construye.

DNA

Ilustraciones, Pablo de la Fuente.

La inspiración para el vestuario del montaje

surgió principalmente de imágenes de Frida

Kahlo, en las que se rescataron ciertos pa-

trones de sus peinados y atuendos, como

las largas polleras, los plisados de enaguas

y elementos folclóricos que ocupaba, con

especial distinción y prestancia, llegando a

construir en el imaginario colectivo una re-

presentación de lo que ella fue. También in-

fluyó, la observación que hizo la diseñadora,

al trabajo de "Trista", marca que representa a

los creadores mexicanos Giovanni Estrada y

José Alfredo Silva, quienes diseñan una silue-

ta actualizada de lo indígena y lo mexicano,

que calza con la limpieza que se imprimió en

la puesta en escena.

Otros referentes provienen de la investigación

de fotografías correspondiente a los tiempos

de la revolución de 1910

El repertorio musical del montaje lo constitu-

yen canciones mexicanas del siglo XX, tanto

piezas compuestas para la Revolución Mexi-

cana, como también canciones del repertorio

popular. Las obras musicales se recrean con

guitarra, acordeón, percusiones y voz..

Los empeños de una casaDe Sor Juana Inés de la Cruz.Versión: Macarena Baeza y

Ramón Gutiérrez.

Actores: Mario Lorca, Sara Pantoja, Braulio Martínez, Daniel Gallo, Lilian Vásquez, Mauricio Quevedo, Mariel Castro, Ramón Gutiérrez y

Mario Avillo.

Músicos: Gonzalo Cuadra, David González,Paulina Martínez y

Javiera Guillén

Diseño integral, Valentina San JuanDiseño iluminación, José ChahínDiseño gráfico, Ximena UlibarriIlustraciones, Pablo de la FuenteProducción, Mario Costa Dirección: Macarena Baeza de la Fuente

Centro Gabriela Mistral, Santiago, ChileJulio - agosto de 2012

La compañía La Calderona celebra

en 2013 diez años de existencia en

la Facultad de Artes. Hasta la fecha,

ha llevado a escena ocho proyectos

teatrales que vinculan el teatro, la

música y las artes visuales en la ma-

yoría de ellos.

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