Los sueños

16
1 LAS PRIMERAS LECCIONES PARA COLOCARLAS EN UN PORTAL La interpretación de los sueños es el arte y la técnica de asignar significado a los diversos componentes, elementos e imágenes que aparecen en los sueños. Se trata de una práctica humana milenaria, de la que se conservan registros escritos de más de 3800 años de antigüedad. Igualmente, algunas comunidades humanas y pueblos originarios actualmente existentes (por ejemplo, varios pueblos amazónicos, tales como los Shuar y Achuar, o los aborígenes australianos) incorporan la práctica a su sistema de creencias y organización social. Mientras el desciframiento de los símbolos oníricos buscaba en la antigüedad revelar un mensaje divino, a comienzos del siglo XX y a partir de los desarrollos teóricos del psicoanálisis la interpretación de los sueños se orienta a revelar contenidos inconscientes y pasa a ser una técnica clínica, utilizada hasta la época actual no solo por el psicoanálisis, sino por diversas vertientes de la psicología clínica. Manifestaciones oníricas en el pensamiento griego El sueño fue en la Antigüedad una incógnita más de cuantas rodeaban al ser humano. En un primer momento, la aproximación del hombre griego al fenómeno onírico debió plasmarse en la tradición oral, basada en la experiencia práctica e influenciada por corrientes orientales (caldeos). Las fuentes antiguas confirman un conocimiento muy difundido a nivel popular, juzgándose el sueño como el vehículo idóneo para la expresión de la voluntad divina, realizándose a su vez la interpretación de las visiones portadoras de un mensaje alegórico. Creencias muy arraigadas que perdurarán durante siglos hasta la etapa bizantina. 1 Simultáneamente discurrirá paralela una corriente que abordará el sueño desde un análisis más racional, gracias a los representantes de una clase intelectual, defensora del espíritu de la ilustración griega. 2

description

Las interrogantes que nos hacemos los seres humanos de lo que nos quieren decir los sueños.

Transcript of Los sueños

Page 1: Los sueños

1

LAS PRIMERAS LECCIONES PARA

COLOCARLAS EN UN PORTAL

La interpretación de los sueños es el arte y la técnica de asignar significado a los diversos

componentes, elementos e imágenes que aparecen en los sueños. Se trata de una práctica

humana milenaria, de la que se conservan registros escritos de más de 3800 años de antigüedad.

Igualmente, algunas comunidades humanas y pueblos originarios actualmente existentes (por

ejemplo, varios pueblos amazónicos, tales como los Shuar y Achuar, o los aborígenes australianos)

incorporan la práctica a su sistema de creencias y organización social. Mientras el desciframiento

de los símbolos oníricos buscaba en la antigüedad revelar un mensaje divino, a comienzos del siglo

XX y a partir de los desarrollos teóricos del psicoanálisis la interpretación de los sueños se orienta

a revelar contenidos inconscientes y pasa a ser una técnica clínica, utilizada hasta la época actual

no solo por el psicoanálisis, sino por diversas vertientes de la psicología clínica.

Manifestaciones oníricas en el pensamiento griego

El sueño fue en la Antigüedad una incógnita más de cuantas rodeaban al ser humano. En un

primer momento, la aproximación del hombre griego al fenómeno onírico debió plasmarse

en la tradición oral, basada en la experiencia práctica e influenciada por corrientes

orientales (caldeos). Las fuentes antiguas confirman un conocimiento muy difundido a

nivel popular, juzgándose el sueño como el vehículo idóneo para la expresión de la

voluntad divina, realizándose a su vez la interpretación de las visiones portadoras de un

mensaje alegórico. Creencias muy arraigadas que perdurarán durante siglos hasta la etapa

bizantina.1

Simultáneamente discurrirá paralela una corriente que abordará el sueño desde un análisis

más racional, gracias a los representantes de una clase intelectual, defensora del espíritu de

la ilustración griega.2

Page 2: Los sueños

2

Edición de 1713 de La República de Platón.

El desarrollo histórico de esta dualidad se puede contemplar empezando por la orientación

más especulativa:3

Libro IV del tratado Sobre la dieta del Corpus Hippocraticum. Primer documento

constatable donde los sueños son considerados signos premonitorios de desarreglos

corporales.

La República de Platón, como deducción de su división tripartita del alma (racional,

irascible y concupiscible).

Acerca de los ensueños y Acerca de la adivinación por el sueño (incluidos en Parva

Naturalia) de Aristóteles.

Todas estas exposiciones teóricas presupondrán un origen exclusivamente físico de los

sueños, dando paso con posterioridad a la hipótesis de un origen trascendente:

Las doctrinas pitagóricas ya lo habían concebido como un vehículo de

comunicación de los seres sobrenaturales, dependiendo la recepción del mensaje del

estado de pureza psíquica y corporal del soñante.

También los estoicos proclamarán la validez mántica de los sueños, al confirmar la

existencia de dioses, la providencia y el hado.

Posidonio introducirá el concepto de simpatía como vía de unión entre el alma

humana, replegada en sí y liberada de lo corporal, y el ser sobrenatural. El acceso a

dicha vía se produce por el delirio profético, el sueño y la muerte.

Los peripatéticos Dicearco y Cratipo coincidirán en idéntico origen.

Frente a esta vía metafísica es reseñable un último esfuerzo por defender una causa

fisiopsicológica en los sueños:

Page 3: Los sueños

3

El sueño sería consecuencia de la acción de unos átomos externos sobre el alma

individual. Este movimiento, el atomismo, vería su inicio en Aristóteles y

Demócrito, reflejando en esencia el pensamiento de Epicuro, así como del poeta

Lucrecio.

Finalmente, y con posterioridad, la escuela neoplatónica dará fuerza de ley al anterior

transcendentalismo estoico al ver en el sueño la mejor prefiguración de la experiencia

mística.

[editar] Oniromancia

Simultáneamente al citado desarrollo epistemológico sobre la experiencia onírica,

discurrían también importantes divagaciones y prácticas de honda repercusión cultural: la

adivinación en general y la oniromancia (del griego ὄνειρος, ensueño, y -mancia, arte que

por medio de los sueños pretende adivinar lo porvenir) en particular.4 Progresivamente

aparecerán configurados los rasgos característicos de la oniromancia en su despliegue

posterior:5

1. Creencia en que algunos sueños pueden predecir el futuro.

2. El lenguaje empleado es alegórico.

3. Existencia de profesionales de la interpretación.

Representantes obligados serán los siguientes:6

Homero relata diversas experiencias oníricas en sus dos obras fundamentales:

Odysseus und Penelope, Johann Heinrich Wilhelm Tischbein (1802).

En la Odisea, Penélope refiere a un mendigo (Odiseo) la visión que ha tenido, expresando

al finalizar:

Hay sueños inescrutables y de lenguaje oscuro y no se cumple todo lo que anuncian a los hombres.

Hay dos puertas para los leves sueños: una, construida de cuerno, y otra, de marfil. Los que vienen

Page 4: Los sueños

4

por el bruñido marfil nos engañan, trayéndonos palabras sin efecto, y los que salen por el

pulimentado cuerno anuncian al mortal que los ve cosas que realmente han de verificarse.7

En la Ilíada, Aquiles se cuestiona la actitud del dios Apolo, para lo cual consulta a un

intérprete de sueños (oneiropólos),8 mencionándose a su vez a Euridamante, viejo

practicante de dicho arte.9

En Antifonte encontramos el que es considerado el primer tratado oniromántico,

abordado desde una perspectiva más racional.

Aristandro, al servicio de Filipo de Macedonia y de su hijo Alejandro, era

procedente de Telmeso, Caria, centro neurálgico de la adivinación. Su aportación

marcaría un hito fundamental en el desarrollo posterior de la disciplina,

introduciendo en su obra una subdivisión teórica y práctica imitada en lo sucesivo.

Artemidoro citará a varios autores: Demetrio de Falero, Antípatro, Alejandro de

Mindo, Febo de Antioquía, Artemón de Mileto, Paníasis de Halicarnaso, Nicóstrato

de Éfeso, Apolonio de Atalia, Apolodoro de Telmeso y Gémino de Tiro.

Además de estos escritos existieron en gran número otros menores que compendiaban

fórmulas aplicadas por el intérprete en correspondencia a las características del sueño del

consultante. Estos documentos fueron quizá los precedentes de la posterior manualística.

Los índices de equivalencias entre imagen onírica y realidad crearon un sistema con la

intención de abarcar la totalidad de la experiencia onírica y reconducirla a un nivel

simbólico accesible al estado de vigilia. Este uso no se perdió a pesar de la abundancia

textual dedicada al estudio onírico en todos sus aspectos.10

[editar] Otras manifestaciones tardías

Cicerón, Sobre la adivinación.

Artemidoro, el tratado Oneirokritiká o La Interpretación de los sueños.

Elio Aristides, Los Discursos Sagrados.

Macrobio, el Comentario al Sueño de Escipión de Cicerón.

Sinesio de Cirene, De Insomnis.

[editar] Incubatio

En el dilatado mundo de la interpretación de los sueños existió también un área que alcanzó

un desarrollo espectacular: la incubatio que tenía lugar en determinados santuarios.

[editar] Interpretación psicológica

[editar] Psicoanálisis

[editar] Introducción

Page 5: Los sueños

5

La pesadilla de Füssli como representación del sueño en el arte.

Las elaboraciones freudianas de 1900 sobre la interpretación de los sueños no son

completamente novedosas. Además de inscribirse dentro de una tradición milenaria, forman

parte de la historia de la filosofía como continuación de un desarrollo que va desde

Aristóteles a Hegel, en un proceso que culmina con las elaboraciones del romanticismo

alemán y que aunque, desde múltiples vertientes, confluyen para describir una idea básica:

es probable que los sueños tengan un significado y que ese significado se pueda estudiar.

En este contexto, el aporte freudiano consiste en poner el acento en que ese simbolismo

tiene relación con la persona humana, con su propia vida anímica y, más precisamente, con

el sistema inconsciente que es parte integrante del aparato psíquico de un sujeto particular,

cuyo deseo se manifiesta en el sueño, en tanto este es un producto del inconsciente. La

interpretación misma (como técnica psicoanalítica que incluye, pero abarca más allá de la

interpretación de los sueños) fue definida por Freud de manera negativa: en muchísimos

pasajes de su vasta obra, Freud, en lugar de aportar una descripción técnica precisa se

refiere más bien a lo que no debe ser y a los peligros que conlleva.

Debido a que "interpretar" es una actividad psíquica que engloba diversos procesos posibles

(que van desde la simple asignación de significados para intentar explicar algo, hasta el

“delirio de interpretación”, tan frecuente como fenómeno psicótico) Freud, en diversos

intentos de formular algún tipo de reglas técnicas para la interpretación, hace hincapié en

los siguientes deslindes entre interpretación psicoanalítica e "interpretación salvaje",

estableciendo para la interpretación en psicoanálisis lo siguiente:

No es una técnica independiente. Debe enmarcarse en el tratamiento psicoanalítico

y someterse a sus mismas reglas técnicas (Freud, 1911).11

No debe contaminarse con actitudes supersticiosas, proyectivas o paranoicas.

No debe ser en ningún caso sugestiva: se trata de interpretar lo que sale a través de

la formación inconsciente y no de inducir asociaciones.

Page 6: Los sueños

6

No debe permitirse la interpretación "salvaje" (o "silvestre"), es decir, debe ser una

interpretación reflexiva y seria que hace un analista apoyándose en la observación

de la estructura psíquica del sujeto así como del análisis de sus resistencias, de lo

reprimido, de las repeticiones y de las formas y mecanismos de retorno que tiene lo

reprimido (Freud, 1910).12

No debe sucumbir a la manía y al delirio interpretativo.

No resulta conveniente trabajar con material onírico en ausencia del soñante, o al

menos solo es posible esperar en tales casos muy magros resultados (Freud 1929),13

sino que lo que se analiza es el trabajo del sueño incluida la elaboración secundaria,

el establecimiento de los vínculos que los sueños puedan tener entre sí y sus

relaciones con el mundo exterior, un proceso que solo puede darse cabalmente en

medio de la cura y en situación transferencia.

La interpretación se complementa con la construcción (Freud, 1937)14

y es una

actividad del analista que realiza en la cura, orientada a reconstruir la historia del

sujeto, particularmente en sus aspectos infantiles e inconscientes, entregando

coherencia global a dicha historia. En este marco preciso se inscribe la técnica de

interpretación de su actividad onírica.

A pesar de todas estas advertencias de Freud, el goce interpretativo salvaje (no solo de los

sueños) se difundió profusamente como práctica, incluso dentro del propio movimiento

psicoanalítico, dando así pie a muchas críticas al psicoanálisis que hasta hoy subsisten (por

ejemplo, las conocidas acusaciones de charlatanería, ocultismo o superstición) y que rara

vez se basan en los escritos de Freud, apoyándose mayoritariamente en teorías mediocres

expuestas en textos de autores menores.15

Al interior del movimiento psicoanalítico también hubo autores que criticaron esta

tendencia a interpretarlo todo (por ejemplo Edward Glover o Heinz Kohut).

El psicoanalista francés Jacques Lacan se dispuso a hacer una revisión de la teoría

freudiana. En este contexto analizó también a fines de los años '50 y de manera muy

detenida el papel de la interpretación en la técnica analítica y la manera en que engarzaba

con su teoría del significante. Según describe Lacan en dos seminarios sucesivos (el de

1957-1958 y el de 1958- 1959) el énfasis debería estar puesto en analizar el sueño como

una formación del inconsciente, que “sabe” del sujeto del inconsciente y puede dar cuenta

acerca de hacia dónde se encamina el deseo y no en asignarle verdades interpretativas.16

17

No obstante, sus discípulos cedieron a la manía interpretativa. Mientras que los freudianos hacían

surgir en todas partes símbolos sexuales, y los kleinianos “intuían” detrás de cada discurso el odio

arcaico a la madre, los lacanianos inventaron una nueva jerga interpretativa hecha de juegos de

palabras, matemas, nudos borromeos.

Elizabeth Roudinesco, op. Cit., p. 547

Con todo, la práctica psicoanalítica de la interpretación ha sido objeto de diversas críticas.

Entre ellas la que ha alcanzado mayor notoriedad es la proveniente desde la corriente

epistemológica falsacionista encabezada por Karl Popper, quien en sus intentos de deslinde

entre ciencia y no-ciencia señaló como criterio último de demarcación la posibilidad que

Page 7: Los sueños

7

una teoría ofrece para poder ser refutada. Y justamente debido a que el psicoanálisis se basa

en la interpretación (por ejemplo de los sueños u otras formaciones inconscientes) y a que

un acto interpretativo no puede ser refutado, el psicoanálisis no podría, según este autor, ser

considerado una teoría científica.

[editar] Interpretación de los sueños en psicoanálisis

Portada de la primera edición en alemán de La interpretación de los sueños de Sigmund

Freud.

Para el psicoanálisis, la interpretación de los sueños es una herramienta poderosa en la

exploración del inconsciente. En palabras de Freud: «La via regia hacia el inconsciente».18

Puesto que el psicoanálisis es sobre todo una teoría sobre el inconsciente y una terapia

basada en el análisis e interpretación de sus formaciones (sueños, lapsus, actos fallidos,

síntomas) a través de la asociación libre y en una determinada situación analítica (la

relación transferencial entre analista y analizando), la interpretación de los sueños forma

parte esencial de la técnica de tratamiento psicoanalítico.

Los sueños comparten junto a los lapsus, los olvidos inexplicables, los chistes, los actos

fallidos, su procedencia desde el mismo lugar tópico. Sin embargo, Freud es enfático al

señalar que en la cura psicoanalítica en ningún caso se trata de encontrar un inconsciente

oculto en profundidades insondables. Por mucho tiempo se habría cometido el error de

confundir a los sueños con sus contenidos manifiestos y ahora advertía del peligro,

igualmente erróneo, de confundirlos con sus contenidos latentes. En una nota agregada en

1914 a La interpretación de los sueños puntualiza:

Después de haber equiparado durante tanto tiempo al sueño con su contenido manifiesto, hay que

guardarse ahora de confundirlo con los pensamientos oníricos latentes.19

Page 8: Los sueños

8

En psicoanálisis lo esencial del sueño es, en cambio, lo que Freud llamó «el trabajo del

sueño», es decir, aquél conjunto de mecanismos y operaciones que el aparato psíquico

realiza para traducir los pensamientos oníricos latentes en simbolización onírica manifiesta.

Este trabajo, no tendría nada de creativo sino que sería más bien una suerte de traducción y

enmascaramiento que ocurre principalmente a través de cuatro mecanismos que Freud

describió como:

Condensación

Desplazamiento

Consideración de la representabilidad

Elaboración secundaria.

La interpretación de un sueño, más que deshacer lo que el trabajo del sueño ha realizado,

consistirá en descubrir y analizar ese trabajo y sus operaciones. En la obra freudiana más

leída (Die Traumdeutung, La interpretación de los sueños) se utiliza la palabra «Deutung»

(cuya traducción como «interpretación» no resulta ser muy exacta) 20

para aquella técnica

psicoanalítica que consiste en asignar una significación a los contenidos latentes del sueño.

Esto es posible tras un análisis de su contenido manifiesto (los contenidos que recuerda el

soñante y relata al analista) que conduzca a descubrir los contenidos latentes

(inconscientes) de un sueño. La interpretación, por lo tanto, no opera sobre los símbolos del

sueño, sino sobre las asociaciones que el paciente hace a partir de lo que recuerda de su

sueño.

El ejercicio interpretativo consiste en develar o desenmascarar las mociones de deseo que

se encontraban ocultas tras los contenidos manifiestos, pero es una tarea que para el

psicoanálisis sólo cobra sentido en conjunto con las asociaciones del soñante y en el

contexto de la transferencia. Debido a que la principal función del sueño sería la

satisfacción (sustituta) de deseos inconscientes y toda formación onírica estaría encaminada

hacia ese fin, la tarea de descifrar e interpretar un sueño persigue la meta de hacer que

aparezca el deseo inconsciente.

Hay otro aspecto que diferencia de manera clara la interpretación psicoanalítica de otras

formas de dar significado a los símbolos de un sueño. Aquí la interpretación es parte de la

técnica psicoanalítica y ocurre como proceso integrado a ella, es decir, en situación

transferencial. En los textos de Freud de 1911 sobre la técnica se destaca este aspecto de

una manera enfática:

Abogo, pues, por que en el tratamiento analítico la interpretación de los sueños no se cultive como

un arte autónomo, sino que su manejo se someta a las reglas técnicas que en general gobiernan la

ejecución de la cura.21

Así como la interpretación de los sueños representa una herramienta técnica esencial que

posibilita el acceso a los contenidos inconscientes, el olvido de los sueños sería una forma

de resistencia del analizando contra la develación de su inconsciente frente al analista, en

particular, de su vida pulsional y las mociones de deseo. El olvido sería entonces

interpretable como resistencia.22

Page 9: Los sueños

9

[editar] Psicología analítica

[editar] Los sueños en la psicología de Jung

El sueño de Jacob, Bartolomé Esteban Murillo, 1660-1665, Museo del Hermitage, San

Petersburgo.

De entre todos los sucesores de Freud, Jung fue el que se ocupó más a fondo de la

"interpretación de los sueños".23

Hasta la ruptura definitiva con Freud en 1913, Jung siguió

durante mucho tiempo bajo la fascinación de las ideas freudianas, echándose de menos una

auténtica toma de postura. Acontecida la ruptura, se iniciaría, simultáneamente, un punto de

inflexión en las publicaciones en torno a la teoría de los sueños.24

Será en dos obras en las

que aparezcan por primera vez los puntos de vista de la finalidad y la compensación, tan

esclarecedores para la comprensión de la psicología de los sueños:

1. Puntos de vista generales acerca de la psicología de los sueños (1916) 25

2. Sobre el significado de lo inconsciente en psicopatología (1914) 26

En la investigación de los sueños Jung pudo remitirse a varios predecesores:27

1. Eugen Bleuler, que ya en 1910 había afirmado la importancia del afecto y del

conflicto afectivo en los sueños, considerando esencial la recíproca inhibición de

afectos contradictorios. Fue uno de los primeros en establecer la función onírica

como categoría puramente psicológica, en concreto como elaboración psicológica

de los complejos.

2. Herbert Silberer, cuyos trabajos sobre la investigación de los símbolos contaron

reiteradamente con la aprobación de Jung: Imaginación y mito (1909) y Problemas

de la mística y su simbolismo (1924).

3. Alphonse Maeder, responsable del descubrimiento de la función prospectivo-

finalista de los sueños.

Page 10: Los sueños

10

Maeder ha subrayado enérgicamente la importancia prospectivo-final del sueño en el sentido de una

función inconsciente y propositiva, que prepara la solución de los conflictos y problemas actuales e

intenta representarla mediante unos símbolos elegidos a tientas.28

Tras la avanzada de Maeder, Jung presentó Puntos de vista generales acerca de la

psicología de los sueños (1914/1916), constituyendo la afirmación básica de una función

compensatoria en los sueños. No será por tanto hasta 1914 que desarrolle una teoría de los

sueños propiamente dicha: la teoría de la compensación, tras mencionar inicialmente ya en

1908 el carácter finalista (Zielstrebigkeit) de lo psíquico y la significación anticipatoria de

los sueños, descubierta en 1912 (Transformaciones y símbolos de la libido).29

[editar] El sueño como manifestación del inconsciente

"Nuestro problema especial del análisis de los sueños depende de la hipótesis de lo

inconsciente. Sin ella, el sueño es simplemente un lusus naturae, un conglomerado absurdo

de restos diurnos fragmentarios".30

La concepción de los sueños dependía así del modo en

que se entendiera lo inconsciente. Consecuentemente, sus divergencias respecto de la

teorización freudiana propiciaron una psicología de los sueños propia. El carácter creador y

espontáneo de lo inconsciente se expresaba en el mundo onírico, relegando cualquier

reduccionismo a deseos infantiles. Los sueños eran a su vez un acontecer orientado hacia

una meta, manifestándose un sentido y una finalidad. También consideraba importante que

los sueños se remontaran hasta los estratos arcaicos de la vida psíquica, explicándose así el

significado simbólico que los caracteriza.31

Para la comprensión de los mismos resultaba

esencial la distinción entre inconsciente personal y colectivo. La consecuencia de ello era la

consideración de los sueños no solo como fuentes de información acerca de los problemas

personales, sino también lugares donde se revelaba el contenido de sentido arquetípico del

fondo anímico.32

Mientras que para Freud el sentido de los sueños implicaba una

determinación causal, siendo en esencia un signo representativo, Jung les concedía un

significado simbólico, eran una unidad significativa, una expresión simbólica del

inconsciente,33

cuyo sentido solo se producía por el esclarecimiento de lo que todavía era

desconocido.34

[editar] ¿Desfiguración o configuración simbólica?

Paulatinamente a la separación mutua entre ambos autores en 1913, Jung rechazaría

finalmente la existencia de una instancia censora responsable de una desfiguración y un

trabajo oníricos. Y es que no era la instancia censora la responsable de la falta de

transparencia del contenido de los sueños, sino el propio fondo anímico, debido a la mutua

y universal contaminación de todos los contenidos inconscientes. Quedaba así también en

entredicho la distinción entre contenido latente y manifiesto, fundamentada en la existencia

de la censura. Si para Freud la falta de claridad del contenido manifiesto se debía a su

condición de disfraz del sentido auténtico, para Jung su carácter indescifrable era la

expresión espontánea del acontecer de fondo que escapaba a la transparencia racional.35

De

dicha incomprensibilidad nacía la necesidad de la interpretación, primordial a ojos de

ambos investigadores, pero mientras Freud la explicaba como un retorno a las causas

sabidas del inconsciente, Jung hallaba en ella un arte cuyo sentido profundo se revelaba en

la comprensión de los símbolos.36

Page 11: Los sueños

11

Pero en la mayor parte de las casas la «fachada» no es un engaño ni una caricatura, sino que

corresponde al contenido de la casa o incluso lo delata sin más. También la imagen onírica

manifiesta es el sueño mismo y contiene todo el sentido. Si encuentro azúcar en la orina, es azúcar y

no una mera fachada de la albúmina. Lo que Freud llama «fachada del sueño» es la opacidad del

sueño, y en realidad esto es una mera proyección del no-comprender, es decir: solo se habla de

«fachada» porque no se conoce el sueño. Sería mejor decir que se trata de algo así como un texto

incomprensible que no es que tenga una fachada, sino que nosotros no lo sabemos leer. Entonces no

necesitaremos interpretar lo que pueda haber detrás, sino que primero tendremos que aprender a

leer.37

[editar] Cumplimiento de un deseo o autorretrato

Del mismo modo que rechazara un modelo de inconsciente fundamentado exclusivamente

en la represión del deseo, tampoco el acontecer onírico sería fruto de un cumplimiento

deformado de un deseo. Así como la tendencia reguladora de la psique no podía basarse en

el principio de placer y la desgana, tampoco podía constituirse en exclusividad el deseo

sexual como motor del sueño. Existía una base teleológica en lo inconsciente no

condicionada por la pulsión, toda tendencia a la autoconsumación de la psique incluía

además de la satisfacción libidinal la consecución de fines espirituales o intelectuales. Para

Jung existía una diversidad pulsional no ceñida al carácter sexual, pulsión indiferenciada

que iba siempre acompañada de imágenes y motivos arquetípicos.38

La idea de que los sueños son el cumplimiento de deseos reprimidos está superada desde hace

mucho tiempo. Sin duda, algunos sueños exponen deseos o miedos cumplidos, pero hay muchos

tipos más de sueños. Los sueños pueden ser verdades implacables, sentencias filosóficas, ilusiones,

fantasías desenfrenadas, recuerdos, planes, anticipaciones, visiones telepáticas, experiencias

irracionales y Dios sabe cuántas cosas más.39

Para Jung el sueño no era patrimonio exclusivo de lo despreciable e inferior. Lo

inconsciente expresaba a su vez novedosas formaciones creativas así como tendencias de

desarrollo positivo. En el sueño podían manifestarse tendencias morales y nuevas

posibilidades intelectuales.

Ya en 1913 propondría Jung frente a la concepción biologicista del cumplimiento de deseo

de Freud una concepción de los sueños de base puramente psicológica: el autorretrato. El

sueño es una autorrepresentación espontánea de la situación actual de lo inconsciente

expresada simbólicamente.40

Sin embargo, a esta primera tentativa de comprensión del sueño le llegaría al año siguiente

aquella que relegaría a todas las demás: la función compensatoria de los sueños.

[editar] De la preservación del sueño a la función compensatoria

[editar] Sueños y sueño

Page 12: Los sueños

12

Frescos en la Villa Valmarana, Vicenza. Escena: Mercurio se aparece a Eneas en un sueño

y le insta a abandonar Cartago. Giovanni Battista Tiepolo, 1757.

Jung concordaba con Freud en conceder a los sueños una posición de excepción sobre la

base de las condiciones del sueño, fundamentada en los distintos grados de abaissement du

niveau mental. Sin embargo, esta reducción del nivel de conciencia del yo unida al sueño y

al dormir no equivalía para Jung a una reducción de la actividad psíquica. Al contrario, tal y

como había comprobado anteriormente, la actividad de los complejos no se suprimía,

admitiendo por tanto un aumento de intensidad de la vida interior durante el sueño,

llegando incluso a interrumpirlo.41

De este modo se constataba que además de la consideración freudiana de que en los sueños

se contenían emociones penosas, el soñar también iba acompañado de emociones intensas

incitando el despertar. Aun cuando Jung aceptara cierta función biológica en tales

fenómenos, en el sentido de que la función esencial de los sueños es mantenernos dormidos

y que la inducción al despertar hablara del carácter perturbador del sueño o de su aspecto

perjudicial para la vida, le resultó mucho más interesante una función psicológica.42

De este modo comprobó que la represión emocional en los sueños no cumplía la finalidad

biológica de la preservación del sueño, pudiendo incluso eliminar efectos negativos e

inhibidores del desarrollo sobre la psique. Pero también se producía todo lo contrario. El

incremento de la intensidad de las emociones en los sueños representaba también una

fuente de valores impulsores de la vida. En definitiva, se convencía gradualmente de que

uno de los valores fundamentales del fenómeno onírico residía en inducir a una orientación

consciente, una invitación a reflexionar y a enfrentarse con los contenidos inconscientes.43

Por esa razón he llegado a pensar que la concepción de Freud que considera como función esencial

de los sueños cumplir los deseos y mantenernos dormidos es demasiado estrecha, aun cuando la

Page 13: Los sueños

13

idea fundamental de una función biológica compensadora es sin duda cierta. Esta función

compensadora tiene que ver, solo en una medida limitada, con estar dormido; mucha más

importancia tiene con respecto a la vida consciente. Los sueños se comportan de manera

compensatoria en relación con la respectiva situación consciente. Si es posible, nos mantienen

dormidos, cosa que hacen forzosa y automáticamente bajo la influencia de nuestro estado

durmiente; pero también interrumpen dicho estado cuando su función lo exige, es decir, cuando los

contenidos compensatorios son tan intensos como para interrumpirlo. Un contenido compensatorio

es especialmente intenso cuando tiene una importancia vital para la orientación consciente.44

[editar] Sobre la función compensatoria de los sueños

Jung fue el primero en establecer en la psicología empírica la hipótesis de que los sueños

tienen una relación compensatoria con la situación de la conciencia que se dé en cada caso

en el soñante.45

Tuvo que recorrer un largo camino hasta descubrir la compensación como

tendencia general de la psique inconsciente. Confirmada inicialmente en los fenómenos

psicopatológicos, la compensación no se limitaba a ellos, sino que era, sin más, una ley

fundamental del inconsciente.46

En las personas normales, la misión principal del inconsciente consiste en actuar de manera

compensatoria y establecer un equilibrio. Todas las tendencias conscientes extremas se ven

suavizadas y moderadas por un contraimpulso en el inconsciente.47

Concepción completada en 1914 precisamente gracias al hecho de que la función onírica

representa un contrapeso de la situación psicológica consciente. En definitiva, colocó la

autorregulación en el campo de lo psíquico junto a la actividad reguladora en la vida

orgánica.48

En tanto que sistema autorregulador, el alma está equilibrada, igual que la vida del cuerpo. Para

todos los procesos excesivos se producen en seguida y forzosamente compensaciones, sin las cuales

no habría ni un metabolismo normal ni una psique normal. En este sentido, se puede ver en la

compensación una regla fundamental del funcionamiento psíquico. El defecto aquí causa un exceso

allí.49

En términos muy generales la compensación era un intento de establecer puentes entre los

opuestos psíquicos gobernado por la propia psique, reconociendo en ella una regla

universal válida para todas las formaciones psíquicas.50

A nivel onírico, existen tres

posibilidades:

Cuando la actitud de la consciencia con respecto a la situación vital es muy unilateral, el sueño se

sitúa en el lado opuesto. Si la consciencia tiene una actitud relativamente próxima al «punto

medio», el sueño se conforma con variantes. Si en cambio la actitud de la consciencia es «correcta»

(adecuada), el sueño coincide y subraya la tendencia de aquella, aunque sin perder por ello su

peculiar autonomía.51

Jung hizo especial hincapié en la compensación arquetípica o mitológica, incluyendo la

compensación religiosa, procedente de las capas profundas de la psique. En los "grandes

sueños" de este tipo se producían compensaciones que buscaban conseguir una mejor

adaptación del soñante a los cambios físicos, a las tendencias hacia la autorrealización o al

Page 14: Los sueños

14

espíritu de la época.52

También diferenció la función prospectiva de los sueños de su

función compensatoria, entendiendo la primera como una anticipación de futuras acciones

conscientes, considerando injustificado denominarla profética.53

Aunque en mi opinión la función prospectiva es una propiedad esencial del sueño, conviene no

sobrevalorar esta función, pues de lo contrario acabaríamos opinando que el sueño es una especie de

psicopompo que a partir de un conocimiento superior es capaz de proporcionar a la vida una

dirección infalible. Si bien por una parte se subestima la importancia psicológica del sueño, también

quien se ocupa demasiado del análisis de los sueños corre el peligro de sobrevalorar la importancia

de lo inconsciente para la vida real.54

Aunque en su gran mayoría los sueños son compensatorios, en algunos casos no lo son. Los

sueños no compensatorios pueden clasificarse en anticipatorios, traumáticos,

extrasensoriales y proféticos.55

[editar] Sentido de los sueños e interpretación

Morfeo e Iris, de Pierre-Narcisse Guérin (1811).

Formalmente, Jung siguió ateniéndose a las directrices freudianas. Sin embargo, su

aportación genuina se manifestó en el contenido de sentido de los sueños. Mientras Freud

entendía los sueños como fragmentos de un conjunto relacionado de recuerdos con

determinación causal, Jung veía en ellos partes del acontecer orientado hacia un fin que

evidenciaba imágenes, valores y símbolos arquetípicos. Los sueños no eran un signo

sintomático, sino una manifestación creadora espontánea de las profundidades anímicas.

Si para Freud el sentido de los sueños era equivalente al conocimiento de sus causas, Jung

veía en el sentido un valor de significado resultante de la relación del sueño con el

conjunto. Si para el primero la búsqueda de sentido se detenía en el descubrimiento de

Page 15: Los sueños

15

vivencias reprimidas, para el segundo el interés radicaba en la profundización del

autoconocimiento y de la autocomprensión.56

Concebidos los sueños como una trama de relaciones simbólicas alrededor de un núcleo de

significado, se daba también su sentido mediante la relación de este núcleo con las

estructuras de significado supraordenadas en la psique, en la escala superior de la

totalidad. El sentido inmanente de los sueños se halla mediante la aclaración de su unidad

de sentido y el sentido trascendente por la aclaración de la relación del yo consciente con el

núcleo significativo.57

Jung ponía frente al explicar, el comprender; frente a la interpretación de los signos, el

procedimiento hermenéutico. Unificaba, en definitiva, la metodología de los sueños a tres

niveles no excluyentes, considerando los dos últimos más fructíferos que el primero:58

1. Método reductor, causal, basado en la explicación, que se retrotraía hasta las

fijaciones instintivas de la infancia (Freud).

2. Método finalista, prospectivo, referido al sentido y finalidad de la realización del

individuo.

3. Método hermenéutico, basado en la comprensión de los símbolos oníricos

arquetípicos.

La comprensión hermenéutica implicaba así complementar la asociación libre con la

técnica de la amplificación, progresando desde la interpretación a un nivel personal hasta

un nivel colectivo.59

Presuponía a su vez tomar en cuenta determinados caminos simbólicos

previamente trazados, o líneas de vida individualmente trazadas. Basándose en series de

sueños (sueños sucesivos y relacionados entre sí) verificó una continuidad en el fluir de

imágenes inconscientes, así como un proceso de desarrollo de la personalidad, una

regularidad interna prefijada, con un orden interior, al que denominaría proceso de

individuación.60

[editar] Interpretación de los sueños y situación de la conciencia

Como segunda etapa en la interpretación de los sueños, tras la elaboración del sentido

onírico inmanente, venía poner en relación el sentido de un sueño con la situación de

conciencia del soñante, para lo cual era siempre orientadora la pregunta: ¿qué actitud

consciente resulta compensada por el sueño? Sin el conocimiento de la situación

consciente nunca podía interpretarse el sueño con seguridad.61

Así, dependiendo del

material onírico, el intérprete corregía la actitud consciente complementándola, llamaba la

atención sobre tendencias contrarias, o se ceñía a la compensación primigenia procedente

de la simbología arquetípica.62

A nivel metodológico:63

1. Método reductivo-causal, preferente en Freud, limitado en Jung a casos de obligado

retrotraerse a lo primitivo y elemental, haciendo recuperar al soñante la medida

adecuada. El psicoterapeuta llama la atención del soñante sobre sus "ilusiones,

ficciones y exageraciones" así como su perseverancia en el infantilismo.

2. Método prospectivo-finalista, destacándose las tendencias susceptibles de desarrollo

del soñante, completando así su actitud consciente.

Page 16: Los sueños

16

3. Método hermenéutico, ampliando la actitud consciente por referencia retroactiva del

yo a los valores depositados en las imágenes arcaicas y arquetípicas, con la finalidad

de reconciliar lo arcaico con la imagen consciente del mundo.

[editar] Asimilación del sentido del sueño

El objeto de la interpretación onírica para Jung era la asimilación del sentido inmanente del

sueño a la situación de la conciencia, representando la tercera etapa de la interpretación de

los sueños. Jung no encontraba ni mucho menos que, descubriéndose el sentido del sueño,

se garantizara su adecuada incorporación a la consciencia. El soñante tenía que conseguir la

interpenetración recíproca de los contenidos conscientes e inconscientes. La asimilación

aludía así a un acercamiento e igualamiento alternativos de las valoraciones opuestas de

consciente e inconsciente, superándose una disociación de la personalidad aún existente.64