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  • Universidad Pedaggica Nacional. Facultad de humanidades, licenciatura en espaol e ingls. Bogot, Colombia,

    27 de mayo del 2013

    Los medios de difusin pblica, como objeto de

    manipulacin y artificio de entretencin para la sociedad.

    Mass media, as an object of manipulation and artifice of

    entertainment to society. Juliana Beltrn Fonseca

    Resumen

    Este ensayo corto derivado del anlisis de cuatro obras, El maestro ignorante (2002) Jacques Rancire;

    Para leer al Pato Donald (1972) Ariel Dorfman y Armand Mattelart; Patas arriba: La escuela del

    mundo al revs (1998) Eduardo Galeano y finalmente, Como nos venden la moto (1995) Noam

    Chomsky e Ignacio Ramonet, presenta una crtica a la sociedad de hoy. Los autores recurren a la

    metodologa sociocrtica, para censurar el uso manipulativo que se ha dado al medio, para reprobar al

    maestro mediocre, y, para reprender el carcter amodorrado del ser humano ante sto. Asimismo, el

    anlisis y la argumentacin exploran de forma social e histrica el papel desempeado por la clase

    poltica y opulenta, como principal ente manipulador, dentro de la sociedad, y el juicio crtico frente a la

    condicin humana y la vida que se desenvuelve en medio de este yermo panorama.

    Palabras Claves

    Medios de difusin, crtica, clase poltica, sociedad, manipulacin.

    Abstract

    This short essay derived from analysis of four masterpieces, El maestro ignorante (2002) Jacques

    Rancire; Para leer al Pato Donald (1972) Ariel Dorfman & Armand Mattelart; Patas arriba: La

    escuela del mundo al revs (1998) Eduardo Galeano, and finally, Como nos venden la moto (1995)

    Noam Chomsky & Ignacio Ramonet, presents a critique of today's

    Society. Authors use the sociocritical methodology, to censor the manipulative use that has occurred in

    the middle, failing the humdrum teacher, and, rebuking the human beings drowsy character in the face

    of this. Also, analysis and argument explored in a social and historical way, the role played by the

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    27 de mayo del 2013

    political and opulent class, as the main manipulator entity, within the society, critical judgement against

    the human condition and the life that unfolds amidst this barren landscape.

    Keywords

    Mass media, critical judgement, political class, society, manipulation.

    El panorama de la sociedad hoy en da

    Colombia, es un pas al norte del continente, baado por dos ocanos y con aproximadamente

    47.069.583 de habitantes1 , el 30% de est en extrema pobreza. En sta nacin sudamericana, la

    injusticia, pobreza, desigualdad y el conflicto armado han sido bandera ante el mundo entero, adems

    de su caf de buen aroma y sus bellas mujeres. La cultura popular se encuentra altamente regida por la

    influencia de los medios, pero, qu papel desempean stos dentro de la sociedad? Y cul es el rol del

    espectador dentro de toda esta coyuntura?

    Cuando la propaganda que dimana del estado recibe, el apoyo de las clases de un nivel cultural

    elevado y no se permite ninguna desviacin en su contenido, el efecto puede ser enorme. Se

    conducir a las masas hacia un mundo en el que van a ser incapaces de tener control hasta de s

    mismos. (Chomsky y Ramonet, 1995, p. VII)

    La televisin, es el medio favorito dentro de las clases media y baja de la sociedad colombiana, y, los

    canales privados, son los de mayor cobertura en el pas. sta situacin es aprovechada por la clase

    poltica colombiana, la cual, sin impedimentos, utiliza estos como instrumento de manipulacin, para

    tener control sobre la poblacin. Es as como infunden miedo a travs de titulares sensacionalistas,

    difundiendo toda clase de noticias de actos delictivos pero por qu razn buscan atemorizar a un

    pueblo?

    Resulta ser esta, una estrategia de control comprobada por los gobiernos y auspiciada por el fenmeno

    de la globalizacin, Noam Chomsky hace hincapi en la utilizacin de esto, por parte de Estados

    Unidos en su intento de motivar a la gente a hacer parte de la Primera Guerra Mundial:

    1 Reloj de poblacin DANE, http://www.dane.gov.co/reloj/reloj_animado.php

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    Se fabricaron montones de atrocidades supuestamente cometidas por los alemanes, en las que

    incluan nios belgas con los miembros arrancados y todo tipo de cosas horribles que todava se

    pueden leer en los libros de historia, buena parte de lo cual fue inventado por el Ministerio

    britnico de propaganda, cuyo autentico propsito en aquel momento -tal como queda reflejado

    en sus deliberaciones secretas- era el de dirigir el pensamiento de la mayor parte del mundo.

    (Chomsky y Ramonet, 1995, p. VII)

    Colombia no es ajena a este tipo de estrategias, es as como hemos nacido, nos hemos criado, y muchos

    han muerto con el temor de la guerra, con la insensibilidad ante lo que ocurre ms all del casco urbano,

    y ese sentimiento de fracaso, tras cincuenta aos intentos fallidos por lograr la tan anhelada paz. Como

    en cada campaa poltica, los lderes, prometen construir puentes aunque no hayan ros engrandecen a

    unos, condenan a otros; liberales, conservadores, juntos pero no revueltos, en pro de mejorar las

    condiciones de vida y luchar contra el conflicto; devolvindole a los desplazados la tierra que les

    pertenece en intento de reparar los agravios de esta guerra. Mentiras disfrazadas de verdades, no se

    tiene respeto hacia el acto del sufragio, todo se convierte en un gran circo, y nosotros, en los

    espectadores.

    Hoy en da, ya la gente no respeta nada. Antes, ponamos en un pedestal la virtud, el honor, la

    verdad, y la ley La corrupcin campea en la vida americana de nuestros das. Donde no se

    obedece otra ley, la corrupcin es la nica ley. La corrupcin est minando ste pas. La virtud,

    el honor, y la ley, se han esfumado de nuestras vidas.

    (Declaraciones de Al Capone al periodista Corneluis Vanderbilt Jr.

    Entrevista publicada en la revista Liberty el 17 de octubre de 1931,

    Unos das antes de que Al Capone marchara preso)

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    27 de mayo del 2013

    Los medios de difusin pblica como artfices de manipulacin poltica

    Los medios de comunicacin no slo manipulan la informacin, la cual es la ms importante para el

    sector poltico, pues es el mecanismo de expansin en la clase popular de su doctrina. La televisin, la

    radio, el internet, etcofrecen por otro lado entretenimiento, programas que en un supuesto ideolgico

    quieren amenizar y complacer al pblico pero realmente solo busca entretenernos o por el contrario,

    intentan implantar un modelo de pensamiento nico? Es justamente en este punto, en esa delgada lnea

    entre lo que parece ser, y lo que no es, cuando aparecen las grandes industrias, disfrazadas de buenas

    intenciones, escondidas tras la publicidad, aquella que incita a las personas o comprar, a acumular y as

    mismo a desechar. Lo ms consternador del asunto, es que el desechado es el propio ser humano, el

    hombre de clase media con deseo de simular y aparentar algo que no es, endeudndose por cosas que no

    puede pagar, enriqueciendo a los bancos, y quedando desestimado y menospreciado, ante el deseo de la

    clase alta de acumular ms riquezas.

    La economa mundial es la ms eficiente expresin de crimen organizado. Los organismos

    internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crdito practican el terrorismo contra

    los pases pobres, y contra los pobres de todos los pases, con una frialdad profesional y una

    impunidad que humillan al mejor de los tirabombas. (Galeano, 1998, p. II)

    Toda esta falacia, est disponible 24/7, no hay un horario especial, ni est dirigido a un tipo de poblacin

    en particular, no hay pudor en este tipo de acto, y, las personas sin mpetu alguno, se sientan a

    presenciar ste funesto espectculo. En la sociedad colombiana, la televisin nos adiestr a sentarnos

    todos en familia, alrededor del televisor, a almorzar; a ver el partido de la seleccin; y a ver el noticiero

    porque tenemos que estar informados de lo que sucede en la actualidad, y sin ni siquiera evaluar los

    contenidos, observamos pasivamente cuanto nos muestran, y de tal forma actan nuestros hijos, los

    nios son la poblacin ms vulnerable ante este fenmeno, por poseer una mente maleable. Ellos en su

    ansia de imitar a sus dolos de la televisin, empiezan a actuar como ellos, a hablar como ellos, y a crear

    estereotipos, lo que es determinante para los medios, en ese punto han cumplido sus objetivos, porque

    aunque bien los nios son vulnerables, las dems personas tambin lo son, y actan como el mundo de la

    globalizacin quiere que acten, como tteres.

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    Es as como los dirigentes y el mercado empiezan a adiestrar al rebao desconcertado, mantenindolo

    controlado, puesto que se presupone que:

    Si los individuos trataran de participar en la gestin de los asuntos que les afectan o interesan, lo

    nico que haran sera solo provocar los, por lo que resultara impropio e inmoral permitir que lo

    hicieran. Hay que domesticar al rebao desconcertado, y no dejarle que brame y pisotee y

    destruya las cosas, lo cual viene a encerrar la misma lgica que dice que sera incorrecto dejar

    que un nio de tres aos cruzara solo la calle. (Chomsky, 1995, p. XV)

    Y con esa excusa, ejercen dominio sobre las personas. El supuesto en la sociedad, es que para los nios

    han sido creadas cosas especiales, objetos apartados de la realidad, y que permiten que los pequeos se

    desenvuelvan en un mbito sano, en un espacio distinto al del mundo real. En ese orden, los nios

    crecen con productos que vende el mercado para dicho fin, productos, que al igual que todos contienen

    un mensaje deformado dentro de s. Un ejemplo de esto son los libros infantiles:

    Los nios han sido gestados por esta literatura y por las representaciones colectivas que las

    permiten y las fabrican, y ellos -para integrarse a la sociedad, recibir recompensa y cario, ser

    aceptados, crecer rectamente-, deben reproducir a diario todas las caractersticas que la literatura

    infantil jura que ellos poseen. Y como no se les presenta otra alternativa (que el mundo de

    adultos si existe, pero que por definicin no es materia para los pequeos), ellos mismos

    persisten en la naturalidad de su comportamiento se les aparece como nico proyecto posible de

    humanidad. (Dorfman y Mattelard, 1972, p. XVIII)

    Y es as como el medio se configura como figura parental, da rdenes de como comportarse, como

    pensar, no cuestionar nada, pues esto se simplifica como desobediencia, y, eso ante los ojos del mundo

    aristocrtico en el que vivimos, esta mal. Pasa la vida, o esta farsa que la gente pretende llamar vida,

    siendo educados por el entorno, supeditado como el gran maestro explicador, que atonta, sin dejar

    pensar y actuar por si mismos a los individuos, solo volvindolos un reflejo de el mismo y preparndolos

    a su conveniencia, a pesar que ellos crean en su autonoma, ese es el tipo de preceptor que describe

    Jacques Rancire en su libro El maestro ignorante.

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    Conjuntamente con este fenmeno nace el machismo en los nios, desde pequeos resultan con esa idea

    de superioridad en la cabeza, que no los deja ver ms all y apreciar el valor de la mujer. Muchas veces

    incitados por los padres, y hasta por las mismas madres, pues stos, criados bajo estereotipos incipientes,

    consideran que la mujer est por debajo del hombre, y que no es algo ms que una sombra del varn.

    Y es muy curioso observar este hecho desde nuestros propios hogares, cuando la imagen de la mujer en

    la televisora es subordinada a ser empleada de servicio o prostituta, de por s ese es el panorama que

    desdibujan las novelas colombianas, as lo recuerda quin escribe este ensayo. sta irnica situacin

    slo nos remite a pensar en la sociedad en la que fuimos criados, en esa misma sociedad en la que

    vivieron productores, guionistas, directores, etc de dichas producciones. Y aunque evidentemente el

    estado en el que vivimos hoy en da no es el mismo de hace cinco dcadas, algo es cierto, la verdad

    sigue siendo la misma, slo con distinta mscara. O como podramos explicar que la propaganda en los

    aos cincuenta fuera la mujer pulcra, la cuidadosa de su hogar, la criadora de nios, la moza de lavar y

    planchar; y en pleno siglo XXI, ya habindose dado la Liberacin femenina, la mujer sublevada, aquella

    que no desea quedarse en casa a cumplir con las labores del hogar sino, que tiene un ferviente deseo de

    tomar el destino por sus propias, an est condenada a ser medio del hombre para procrear y objeto

    sexual del mismo. Es as como a la mujer se le disfraz de buena y de mala segn el estereotipo de la

    sociedad- hacindole creer que era libre, mientras que en la televisin, es mostrada como medio de

    placer, y como otra pieza ms para completar el monopolio. Como cita Eduardo Galeano, en su libro

    Patas arriba: La escuela del mundo al revs No hay mujer que no resulte sospechosa de mala conducta.

    Segn los boleros, son todas ingratas; segn los tangos, son todas putas (menos mam) (1998, p. 78)

    Para concluir este ensayo, la intencin de este escrito nunca fue satanizar los medios de comunicacin,

    slo busca que las personas juzguen y observen de manera crtica, los medios que hoy en da estn en

    todas partes y a todo momento, y miren ms all de lo que les venden, es claro que todo cuanto existe en

    el mundo tiene su tanto de bueno, y su tanto de malo, somos seres condicionados a ser imperfectos y a

    cometer imperfectos, pero queda la duda sembrada acerca de cun inexactos e imperfectos pueden ser

    los medios masivos que nos rodean? Considerando todo lo anteriormente dicho.

  • Universidad Pedaggica Nacional. Facultad de humanidades, licenciatura en espaol e ingls. Bogot, Colombia,

    27 de mayo del 2013

    Bibliografa

    1. Rancire, Jacques. (1998). El maestro ignorante. Barcelona: Laertes Editorial.

    2. Dorfman, Ariel y Mattelart, Armand. (1972). Para leer al Pato Donald. Buenos Aires: Siglo

    XXI Editores.

    3. Galeano, Eduardo. (1998). Patas arriba: La escuela del mundo al revs. Madrid: Siglo XXI

    de Espaa Editores S.A.

    4. Chomsky, Noam y Ramonet, Ignacio. (1995) Como nos venden la moto. Crdoba: Icario.