Los laicos y laicas maristas - Inicio · Y con María, compañera de camino Parte III COMPARTIMOS...
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“Hoy, los discípulos de Marcelino
Champagnat no son solo los
hermanos, sino muchos más: mujeres
y hombres, solteros y casados,
jóvenes y adultos dispuestos a
compartir con los hermanos un
carisma y unos desafíos”.
Mensaje de los laicos al XX Capítulo General
Esquema general del
documento
Parte I SOMOS LAICOS
Parte II HEREDEROS DEL PADRE CHAMPAGNAT
Con un corazón sencillo
Viviendo el Espíritu de Familia
Desde la responsabilidad y esfuerzo en el trabajo
Sabiéndonos amados por Dios
Y con María, compañera de camino
Parte III COMPARTIMOS UNA MISIÓN
En nuestra familia
En nuestra escuela marista
En nuestra vida eclesial
En el servicio a la persona y sociedad centroamericana y puertorriqueña
En nuestra pastoral vocacional
Parte IV CRECIENDO EN SABIDURÍA Y GRACIA
Parte V PARA HACER REALIDAD EL SUEÑO DE CHAMPAGNAT
Somos maristas
Hemos escuchado el llamado
Queremos ser respuesta
SOMOS LAICOS
Parte I
• Bautizados
• Miembros del Pueblo de Dios
• Triple ministerio: sacerdotes, profetas
y servidores del Reino
• Nuestra santificación
• La santificación de los nuestros
• La santificación del Instituto
¿Cuál es
nuestra
identidad?
¿Cuál es
nuestra
meta?
HEREDEROS DEL
PADRE CHAMPAGNAT
Parte II
Santos al estilo Champagnat
• Sencillez
• Espíritu de familia
• Amor al trabajo
• Presencia amorosa de Dios
• Con y como María
¿Cómo
queremos
alcanzar la
santidad?
COMPARTIMOS
UNA MISIÓN Parte III
• Familia: Nazaret, Pequeñas virtudes
• Escuela: Dar a conocer y amar a
Jesús como educadores
• Parroquia: cooperación y
discernimiento
• Sociedad: vida familiar, social,
cultural y política
• Pastoral Vocacional: oración,
promoción, apoyo.
¿Cuál es
nuestro
campo de
acción?
CRECIENDO EN
SABIDURÍA Y GRACIA
Parte IV
Formación espiritual
• Oración personal y revisión del día
• Acompañamiento espiritual
• Lectura meditada del Evangelio
• Oración comunitaria y litúrgica
• Sacramentos
Plan de Formación integral
• Yo – Otros – Dios – Iglesia – Instituto –
Sociedad – Ecología
¿Cómo
hacemos
crecer
nuestra
vitalidad?
PARA HACER REALIDAD EL
SUEÑO DE CHAMPAGNAT
Parte V
Somos maristas
• Acogidos y amados por Jesús y María
• Protagonistas y responsables de la Misión
Marista
Hemos escuchado el llamado
• Vida, familia, valores, niñez y juventud
Queremos ser respuesta
• Agentes de cambio, signos de esperanza
• Haciendo vida el sueño de Champagnat
¿Cuál es
nuestro
credo?
Nuestros superiores:
constataciones
• Las Fraternidades son “signo de vitalidad reconocido por el Instituto” (Optar por la vida, 43) y uno de los medios más significativo escogido por el Instituto para compartir la espiritualidad marista entre hermanos y laicos.
• En las Fraternidades se nota un espíritu óptimo y un deseo de profundizar en la espiritualidad marista.
Nuestros superiores:
constataciones
• Normalmente una Fraternidad que
crece debería llevar a un compartir
creciente de fe y de vida, en la oración
y en la misión apostólica concreta con
la comunidad de hermanos
• Las Fraternidades son espacios
privilegiados para que los hermanos
compartan una espiritualidad sólida,
mariana y apostólica.
Nuestros superiores:
constataciones
• La vitalidad de las Fraternidades va a
depender en gran medida de la
formación y capacidad humana y
espiritual de los líderes.
• En el diálogo se han formulado dos
deseos: Una mayor animación,
coordinación y orientación desde
Roma y una formación sistemática y
profunda unida a un acompañamiento.
(Carta abierta a los Hermanos de la Provincia de América Central)
Nuestros superiores:
Laicos en Centroamérica
y Puerto Rico
• Gracias porque hemos visto en ustedes los
valores de entrega en el trabajo
• Gracias por el cariño y cuidado hacia los
niños y los jóvenes
• Gracias por la capacidad de trabajo en grupo
• Gracias por su identificación con la obra
marista
• Gracias por su amistad respetuosa y cercana
con los hermanos
• Gracias por su sentido de la gratuidad
Nuestros superiores:
retos para los laicos
1. Los proyectos educativos maristas están hoy mayoritariamente en sus manos y sus aciertos dependen de la calidad de su misión y profesionalidad, de su compromiso con que estos centros sean lo que tienen que ser: lugares donde se evangeliza y se imparte una cultura sólida
2. Ustedes tienen que hacer las preguntas justas a los hermanos: pidan a los hermanos que les abran su corazón, que les hablen de su vocación, de su manera de comunicarse con Dios y de cómo Él ha estado presente en sus vidas. Pregúntenles más sobre espiritualidad.
Nuestros superiores:
retos para los laicos
3. Y, al mismo tiempo, compartan con los hermanos la riqueza inagotable de su propia historia, de su propio modo de hacer camino en el crecimiento humano y espiritual, de su propia forma de ir descubriendo la presencia de Dios, de María y de San Marcelino en sus vidas.
4. Les invitamos a sentirse responsables de la vocación de los hermanos.
Nuestros superiores:
retos para los laicos
5. Su capacidad para vivir y llevar a nuevas cumbres, en comunión con los hermanos, la misión y la vida maristas depende en gran parte de su propia formación.
6. Nuestras obras en los últimos años van tomando, cada vez más, un rostro femenino. Su presencia, mujeres maristas de Centroamérica y Puerto Rico, nos está enriqueciendo mucho. Es como si nuestras obras hubiesen ganado en actitudes de atención a las personas, de escucha a los más pequeños, de cuidado en los detalles.