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PARROQUÍA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO ATLAPULCO, ESTADO DE MÉXICO. HISTORIA DE LA PEREGRINACIÓN AL SANTUARIO DE CHALMA COSTUMBRES Y TRADICIONES DE LA MAYORDOMIA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO INVESTIGACION: Cecilio Jimenez Flores Comunidad de San Pedro Atlapulco año 2009

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PARROQUÍA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO ATLAPULCO,

ESTADO DE MÉXICO.

HISTORIA DE LA PEREGRINACIÓN AL SANTUARIO DE CHALMA

COSTUMBRES Y TRADICIONES DELA MAYORDOMIA DE SAN PEDRO Y SAN

PABLO

INVESTIGACION: Cecilio Jimenez Flores

Comunidad de San Pedro Atlapulco año 2009

Título original: HISTORIA DE LA PEREGRINACIÓN AL SANTUARIO DE CHALMA

© 2009, Cecilio Jiménez Flores

© De esta edición:2012, Comunidad Hñahu San Pedro Atlapulco.,Plaza Comunal Atlapulco. Teléfono 7282887014

www.facebook.com/RadioatlapulcoISBN ebook: 978 8403012509Diseño de cubierta ebook: Artemio Dionicio PeñaConfersión ebook: Emmanuel Roberto Flores DelgadoQueda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción a los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts.. 270 y ss. del Código Penal)

Agradecimientos:

En la lista de los nombres de las personas que han participado como encargados de la mayordomía del patrón San Pedro información oral e información escrita que se encuentra en el libro de recibos de la mayordomía y del santuario logre rescatar lo

siguiente:

Al Señor Alejo Molina: Por su participación como encargado de esta mayordomía y su labor enorme en la danza de los Arrieros como encargado y maestro de la misma.

Al Señor Fidencio Manuel y su esposa Joaquina María por su participación como encargados de esta mayordomía, de la mayordomía de la Virgen de la Purísima Con-

cepción y danza de los Arrieros.

Al Señor Blas Díaz y esposa Juliana Peña como encargados en esta mayordomía, encargados de mayordomía de la Santa Cruz, de la Virgen de la Purísima concep-

ción.

Al Señor Eleuterio Jiménez González y esposa Isabel Flores Díaz como encargados de esta mayordomía, encargados de la mayordomía de la Virgen de la Purísima Con-cepción, integrante de la mayordomía de los “Regidores”, integrante de la danza de

los “Moros”, como encargado para organizar el “Concilio”

Al Señor Cruz Salinas y esposa Placida Dolores, por su participación como encar-gados de esta mayordomía y como delegado en el Santuario durante la estancia de

los patrones.

Al señor Juan Solano Peña y esposa Ángela Mendieta, por su participación en esta mayordomía, como integrante de las mayordomías de San José y del Dulce Nombre

de Jesús,.

IV PARROQUÍA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO ATLAPULCO.

Al señor Andrés Rivera y esposa Josefa de la Cruz, por su participa-ción como encargados de esta mayordomía, integrantes de las siguien-tes mayordomías que inician en el año de 1940 la de San José, el Dul-ce Nombre de Jesús, Regidores hasta que Dios los llama a cuentas.

Al Señor Encarnación Galán Villada y esposa Cruza Díaz Peña por su participación como encargados en esta mayordomía, como encargados de la Virgen de la Purísima Con-cepción y como encargados de la mayordomía de los Regidores del año de 1971 a 1974.

Al señor Crispín Díaz Peña y esposa Esperanza Rivera, como encargados de esta ma-yordomía y como encargados de la mayordomía de los Regidores en el año de 1974.

A la Señora Antonia Solano Mendieta y esposo, Por su participación como encargada de esta mayordomía hasta que Dios la llama a cuentas.

A la señora Ángela Mendieta Henríquez, para ella un reconocimiento especial, por su va-liosa participación como encargada de esta mayordomía, por once largos años de trabajo.

Al Señor José Plata Hernández, como integrante de la mayordomía de San Pedro.

Cabe mencionar también a las siguientes personas que no participaron como encargados de la mayordomía de San Pedro pero si participaron en otras mayordomías: El Señor Ma-cario Rojas Solís y su esposa Margarita Peña, quienes trabajaron el cargo de “San José” del año de 1930 al año de 1951 y el cargo de la mayordomía del “Buen Nombre de Jesús”

Al Señor Dolores Díaz y esposa Tomas Sánchez, estas personas trabajaron en un principio la mayordomía de la Santa Cruz, como habitantes de este barrio, al en-tregar esta mayordomía iniciaron su trabajo en la mayordomía de los “Merinos”, posteriormente trabajaron como encargados de la mayordomía de “San Salvador”

V COSTUMBRES Y TRADICIONES DE LA MAYORDOMIA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

El Señor Dolores Días Y su esposa en el año de 1959 organizaron la danza de los “Vaqueros” que fue el ultimo año en que participo esta danza en el pueblo, en año de 1961 organiza la danza de lo Arrieros que fue el ultimo año en que esta danza bailo en la parte norte cerrando una época de antecedentes históricos de nuestra comunidad.

Al señor Cirilo Dávila y esposa Ilaria Peña Melchor, También personas humildes que tenían como costumbre servirle siempre a Dios en los quehaceres de trabajar como encargados la mayordomía de San Salvador por varios años y la mayordo-mía de la Santa Cruz.

Al Señor Luís Solano Peña y esposa Brígida Juárez Dávila como encargados de la mayordomía del Divino Salvador del año de 1984 a 1989.

Al Señor Raymundo Díaz y esposa Concepción Peña por su participación como encargados de la mayordomía del Divino Salvador del año de 1989 a 1995.

Al Señor Abundio Enríquez Solano y Esposa Pascual Vargas Victorias por su participación como encargados de la mayordomía del Divino Salvador del año de 1995 a 2009 quienes siguen trabajando.

Al Señor Camilo Díaz Peña y esposa Marcelina Peña Solano por su participación como encargados de la mayordomía de la “Purísima Concepción” de 1970 - 2009.

Al Señor Francisco Victoria Vargas y esposa Concepción Rojas J. por su parti-cipación como encargados de la mayordomía de la Virgen de “Guadalupe de las Niñas” de 1974 - 2009.

Al señor Cruz Iñigo y esposa Socorro Dávila Baltasar por su participación como encargados de la mayordomía de la “San Juanita” 1996 – 2009.

VI PARROQUÍA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO ATLAPULCO.

Prólogo:

Tenemos el gran honor de presentar la presente investiga-ción, cuyo autor desafortunadamente no pudo verla conclui-da, ya que sus complicaciones medicas lo condujeron a fallecer.

Para toda la comunidad su presente obra nos deja un legado para el pa-trimonio cultural de nuestra población, siendo una persona querida y res-petada por haber ocupado diversos cargos políticos, sociales y religiosos.

El trabajo de caracteriza por ser uno de los legados históricos más importan-tes, ya que el to fue recopilando diversas historias, cuentos, leyendas y relatos de las personas que año con año acuden para dar gracias al cristo de Chal-ma, es notable la sencillez con la que se explican acontecimientos históricos que permiten a los lectores comprender sin mayores dificultades la importan-cia de caminar por las montañas sagradas como lo han hecho nuestros abuelos.

Agradecemos la confianza que nos brindó el Tío Cecilio antes de falle-cer, ya que nos dejó un patrimonio de vital importancia para la comunidad.

VIII PARROQUÍA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO ATLAPULCO.

Introducción

Después de largos años no se ha perdido la devoción que nos heredaron nuestros abuelos, que hacen mención los primeros misioneros; los religiosos Agustinos P. P. R. R. Fray Sebastián Tolentino y Nicolás de Perea fueron los encargados de la mi-sión en los pueblos de Ocuilan Y Malinalco, quienes llenos de celo y amor divino se dedicaron con empeño a estudiar la len-gua Ocuilteca y valiéndose de la oración del buen ejemplo, la predicación sencilla y fervorosa. Bajaron desde Ocuilan con un grupo de seguidores, con dimensiones de riesgo de sus vi-das, llegando al lugar al que se adoraba al Dios Hostoc-theolt, a fin de predicar a sus adorantes para que dejaran sus cos-tumbres y adoraran a Jesucristo. Siendo confinadas las en-señanzas evangélicas de los misioneros, cuyo valor apostóli-co alcanza una victoria rotunda y definitiva al elegir el Señor para hacer su aparición, en un lugar tan humilde y apartado rincón, para edificar su trono de sus infinitas misericordias.

Escribo este libro con el entusiasmo y la fe que me ca-racteriza, con el único propósito de conocer los oríge-nes del pasado, como una más de las costumbres que nos heredaron nuestros antepasados de mi pueblo.

Para mi es una gran satisfacción el haber realizado este traba-jo y poder colaborar en mi paso por esta vida; por eso mismo, gustoso tomo nuevamente la pluma, emprendo este trabajo, dedicado a la mayordomía de San Pedro y San Pablo encar-gados de organizar la Peregrinación al Santuario de Chalma.No se como clasificar lo que he escrito, si como historia o crónica o desahogo sentimental, pero lo hago con la úni-ca intención para que se sigan preservando las costum-bres que se realizan en la mayordomía como la iniciaron nuestros abuelos y para que día con día se incremente la fe a nuestros santos patrones de San Pedro y San Pablo.

IX COSTUMBRES Y TRADICIONES DE LA MAYORDOMIA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

Así con la dicha y paciencia escribo unos renglones de esta historia, para los que lean, iré escribiendo en capí-tulos los datos que logré recabar después de una tarea nada fácil. Para presentar una información real y objetiva, recurrí a la experiencia y conocimientos sobre estas cos-tumbres, con las personas de mayor edad que vieron y vi-vieron parte de estos hechos, cuya experiencia y conoci-mientos fueron transmitidos de generación en generación.

Los datos que consigno, serán útiles por que siempre que se quiere escribir sobre el pasado se recurre a los que fueron tes-tigos oculares o estuvieron más cerca de los hechos. Yo tuve la suerte de ver y vivir parte de estos hechos con la participación de mi papá como encargado de la mayordomía de San Pedro del año 1945 a 1950 y como segundo de la misma durante más años, yo he vivido estos hechos como encargado de la misma mayordomía. Me apego a conocer los hechos del pasado rea-lizando investigaciones y entrevistas con las personas mayo-res de quienes obtuve una valiosa información oral al escuchar sus experiencias y por los conocimientos que he obtenido.

Capítulo 1

LA APARICIÓN DEL SANTO CRISTO DE CHALMA

Historia de la visita al Santuario de Chalma

Según la tradición, hace más de 400 años que los nativos del pueblo de Atlapulco iniciaron la visita al Santo Cristo del San-tuario de Chalma, que se apareció en el año de 1539 en el mes de mayo en la cueva mayor de Chalma, donde los indígenas Chachalmecas veneraban al Dios de las cuevas Ostoc-theotl, ídolo a quien los gentiles ofrecían sacrificios humanos.Los Padres predicadores Agustinos Sebastián de Tolentino y Nicolás de Perea llegaron a Ocuilan en el año de 1537, después de años de trabajo apostólico, supieron por los in-dígenas de Ocuilan que en ciertos parajes habían cuevas en donde la mayoría serbia de adoratorio a un ídolo que la tradición a conservado con el nombre de Osotoc-Theotl, Dios de las cuevas y cuyo culto exigía sacrificios humanosGuiados los misioneros por los indígenas, caminaron al punto hacia la barranca y llegaron a la cueva, no sin antes pasaron gran trabajo a causa de lo inculto y áspero de aquel bosque en donde había otras grutas, y la senda era peligrosa por lo escabroso del terreno, por lo que iban expuestos a un eminen-te riesgo de sus vidas, caminaron por veredas difíciles y aún con tantas dificultades y peligros lograron llegar a la cueva.

11 LA APARICIÓN DEL SANTO CRISTO DE CHALMA

Sebastián de Tolentino y Nicolás de Perea, pudieron com-probar en esa primera visita que hicieron a aquella cueva que en ese lugar se realizaban sacrificios humanos, pues encon-traron indicios de ritos, se propusieron hacer el proceso de evangelización, hablándole a los indígenas de Jesucristo.

Fueron varias las sesiones que sostuvieron con aquellos sacerdotes y con los gentiles que concurrían adorar al Dios Ostoc-Theotl, las primeras sesiones transcurrieron en un cli-ma tenso, pero poco a poco los seguidores del ídolo fueron cediendo y ya se prestaban a oír a los misioneros con inte-rés, aunque sin aceptar del todo la exposición de los minis-tros de la fe cristiana, hasta que un día apareció el ídolo he-cho pedazos, tirado en el pedestal sobre el que se asentaba y se erguía majestuosa la imagen de Jesucristo Crucificado.

El R.P.MTRO. Fray Juan de Magallanes, en el compendio que escribió de esta historia dijo haber oído a sus antepa-sados que los indios el día de la aparición habían llega-do antes que los misioneros a la cueva para continuar con sus idolatrías y que fue tanto el resplandor que había en la cueva que temerosos no se atrevieron a entrar a ella, pues la sagrada imagen de Cristo ya estaba en ese lugar.

El padre el P. Joaquín Sardo en su relación históri-ca y moral publicada en 1810 recoge la tradición y la transcribe así: ¡Oh estupendo prodigio! ¡Oh porten-to admirable de la divina omnipotencia! Tan luego que ponen los pies en aquel lugar los ministros de Dios

12 Historia de la visita al Santuario de Chalma

Y surge nuevamente la pregunta que se ha formulado por siglos: ¿aparición o reposición? ¿Origen divino u origen hu-mano? Es lógico que en lo personal carezca de datos que me ayuden avalar una u otra opinión y solo me resta transcribir lo que han escrito los autores mejor documentados y más próxi-mos a los hechos cuyas opiniones he recogido y resumido.

Los P.P. fray Sebastián de Tolentino y Nicolás de Perea destinados para plantar la fe de Jesucristo, en los pueblos de Ocuilan y Malinalco condenan las costumbres y resuel-tos a predicar a los idolatras la palabra de dios el día de la “aparición”, los religiosos iban a la cueva con la inten-ción de destruir al ídolo y colocar en su lugar la cruz que ellos habían formado con unos trozos de leña, con el fin de presentárselos a ellos a quien debían rendirle adoraciones para ahuyentar al común enemigo. Pero al llegar a la cueva que serbia de culto idolátrico, esta estaba inundada de luz y sobre el altar en donde estaba colocado antes se erguía la imagen de Cristo crucificado y el ídolo tirado a sus pies hecho pedazos, los ángeles revoloteaban en torno a la sa-grada imagen y la admiración impactante que causo este hecho a los religiosos y a los naturales que presenciaron a la imagen en la cueva, toda sembrada de flores y aromas exquisitos y colocada en el altar la portentosa imagen de dios Crucificado y desde entonces se le rinde culto y ve-neración. Hallaron a la sagrada imagen, en la pascua del espíritu santo el día 8 de mayo, en que la iglesia recordaba en su antigua liturgia la aparición del “Arcángel san Miguel”

13 LA APARICIÓN DEL SANTO CRISTO DE CHALMA

Desde un principio se abordaron varias opiniones sobre el modo en que la imagen hubiera sido colocada dentro de la cueva por que es la más portentosa de la cual gozamos en México, levantando opiniones acerca de su verdadero ori-gen, la primera se reduce a decir que para extirpar el culto que le hacían al ídolo pusieron los hombres en la cueva la imagen, es decir el P. fray Sebastián de Tolentino y su com-pañero fray Nicolás de Perea para que con la presencia de Jesús Crucificado lograra la reducción de los idolatras, la segunda opinión insiste en el hecho sobrenatural, por que ha venido llevando el padre Sebastián, solamente una cruz de madera para colocarla en el lugar del ídolo pero cuan-do llegaron al sitio vieron con asombro al ídolo derribado del altar en que estaba ya colocada la soberana imagen.

El padre Sardo se pronuncia por el hecho sobrenatural y adu-ce razones históricas, físicas, estéticas y morales, que una venerable imagen bien proporcionada, devota, tan superior en todas sus perfecciones, sólo pudo formarla un milagro del poder de dios porque en ese tiempo era contado lo que venia de Castilla España y en estas tierras de México no habría quien supiera hacer una imagen que que llego a cautivar a to-dos los naturales quienes le reconocieron como el dios verda-dero esto solo puede tomarse como una maravilla o milagro.

Este hecho fue definitivo para lograr la conversión de los naturales que desde ese momento abando-naron sus prácticas idolatras para venerar al San-to Cristo y lo reconocieron como el Dios verdadero.

14 Historia de la visita al Santuario de Chalma

La permanencia del Cristo en la cueva sin padecer dete-rioro por el transcurso del tiempo que en tiempos de llu-via el agua se filtraba por las peñas, agregándole el humo de las fogatas que ahí encendían, no obstante de todo esto la imagen es la misma después de largos años.

Los primeros Misioneros que llegaron al pueblo de Atlapulco para llevar la conquista espiritual, fueron los Franciscanos en el año de 1531, años después llegaron los misioneros Agustinos, los padres predicadores la palabra de Dios, se dedicaron a su misión, pero veían un escaso futuro sin la esperanza de poder convencer a la gente, pues no acep-taban la religión católica, pues tenían sus ritos estableci-dos, adorando a deidades con figuras de piedra y barro.

Los misioneros se dedicaron con empeño a estudiar la len-gua otomí y valiéndose de la oración, del buen ejemplo y la predicación sencilla, emprendieron las obras de conversión para los indígenas, notaron que sería colocar un altar cris-tiano en cada vivienda con la imagen de Jesús crucificado.

Al paso de algunos años se logro la conversión y el cristianis-mo se arraigó en ellos y dejaron de adorar a sus ídolos que enterraron el los montes, les fueron asignados como patro-nes del pueblo a los dos principales apóstoles de Cristo, San Pedro y San Pablo, de igual modo para los pobladores de At-lapulco, el milagro de la “Aparición de Jesucristo Crucificado”

15 LA APARICIÓN DEL SANTO CRISTO DE CHALMA

Con la aparición del Cristo de Chalma, Cristo, pues los in-dígenas abandonan sus creencias y reconocieron a Jesu-cristo como el Dios, junto con dicha aparición y la difusión de relatos bíblicos, se ve la importancia de que los pobla-dores de Atlapulco inicien la visita al Cristo de Chalma, des-tacándose por la humildad, respeto y seriedad, con que lle-vaban a cabo la visita, al paso de los años formalizan la peregrinación con las costumbres y tradiciones actuales,

Un relato a resaltar, es que un pasaje de la biblia mencio-na que Dios pone como señal para llegar hasta sus platas la corona de San Pedro, un tambor y el gallo que le canto a San Pedro, símbolos que se veían en la peña más alta y cercana al santuario, que fue utilizada como señal de guía a peregrinos quienes fueron respetuosos de las cosas divinas y como creyentes de Jesucristo, pensaron que este hecho se suscito por voluntad del Señor y año por año al pasar por el lugar donde se alcanzaban a ver las figuras, se detenían para observarlas, por generaciones se ha transmitido este hecho indicándoles a los vecinos del pueblo que iban por primera vez como peregrinos al santuario, donde estaban colocadas las figuras.Por su fe y devoción, su creencia en el poder de Dios, fue que se organizaron los abuelos en grupo para visitar al Santo Cristo de Chalma, en peregrinación, y ya estando ante sus plantas, le encomendaban, sus vida y la de los suyos, su salud, sus tierras, sus animales, su trabajo en el campo y las solución de sus problemas de cada uno.

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Capítulo 2Historia del Santuario

La devoción de los peregrinos, fue el factor para que Chal-ma como población, los primeros que se establecieron en el año de 1626 fue Fray Bartolomé de Jesús María, al que año más tarde hizo compañía Jesús de San José acen-to dos habitaciones construidas con tejamanil y construyo una para hospedar a peregrinos; ha estos dos religiosos se les considera como los primeros moradores de Chal-ma, con ello se vio la necesidad de sacerdotes y religiosos, para establecer el culto debidamente. En atención a los peregrinos numerosos se construyo una hospedería de dos plantas para los peregrinos por disposición del P. Pro-vincial Fray Fernando de Sosa de la Ciudad de México, en la visita que hizo al santuario el 23 de diciembre de 1672.

La devoción al Cristo, hizo que aumentara el núme-ro de peregrinos, ya resultaba insuficiente porque pre-sentaba dificultades, para que ascendieran hasta ella, las personas ancianas y enfermas, pues tenían que subir 91 escalones de 25 metros de altura y en aten-ción a ellos se empezó a construir la primera iglesia para que la imagen estuviera en un lugar más digno.

17 Historia del Santuario

Fray Diego Velásquez de la Cadena, Rector del Colegio de San Pablo quien se empeño a fundar el convento y la pri-mer iglesia. La primera iglesia fue de dimensiones modes-tas, apenas las suficientes, para que no se le considerara, una capilla. En el mes de Mayo de 1683, a los 143 años de la aparición de la imagen Crucificado fue trasladada a este templo, para mayor comodidad de los peregrinos.

Trasladada la imagen a su nueva iglesia dieron principio a la fundación del convento doce religiosos, se ocupaban del servicio del convento y en el hospedaje de los pere-grinos, estos sacerdotes y religiosos se les puede consi-derar los segundos moradores de este lugar, más tarde la población aumento, con la llegada de albañiles, cante-ros, carpinteros, herreros, etc. que hubo necesidad de em-plear durante las modificaciones que requería la iglesia.

Por muchos años en la cueva de la aparición, no se le hizo nin-guna restauración fue hasta principios del siglo XIX, cuando se inició la restauración, como en ella estuvo la santa imagen recibiendo veneraciones por 143 años, los padres se esme-raron porque la cueva, luciera cada vez más digna. El pueblo de Atlapulco aporto su limosna para la reparación y la cons-trucción del altar, por tal motivo fueron invitados los santos patrones para participar como padrinos en la bendición de la cueva y estreno de altar en el año de 1808, con un dato importante, que confirma este hecho de la visita al santua-rio que hacían los vivientes del pueblo de aquellos tiempos.

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El P. Joaquín Sardo, dejo asentado lo siguiente en un libro de recibos de la limosna que dieron los vecinos del pueblo al apadrinar la bendición del pueblo; En el mes de mayo de 1810, el mismo P. Joaquín Sardo Prior se dirigió al señor Arzobispo de México, pidiendo permiso para trasladar la imagen a una capilla provisional, por que urgía componer las bóvedas y la fabrica de la primera iglesia que fue cons-truida con materiales de baja calidad, obteniendo la licencia se procedió a la construcción de la capilla, quedando cons-truida en Septiembre, se construyo en la loma del camino real, donde fue trasladada la imagen para tirar su primera iglesia, donde permaneció por 128 años, en el año de 1813, se inicia la construcción del actual santuario y las manos de los indígenas poco a poco fueron formando la cantera y el tezontle, bajo savia dirección y fueron plasmando en las piedras con exquisita sensibilidad el arte que nos legaron Grecia y Roma, durante los años que duro la construcción que fueron 17 años, pues concluyo hasta el año de 1830.

Nuestros abuelos mencionan que parte de la madera que se utilizo en la construcción del actual santuario se llevo de aquí y nuestros abuelos utilizaron sus animales de carga y las yuntas de reses para llevar la madera, La memoria de los gastos se habré en el mes de diciembre de 1810 y se sierra hasta el año de 1930, cuando se concluye la obra; esta obra que inicio el P. Joaquín Sardo, pero casi toda la realizo el P. Vicente Peralta, gastos donde aparecen las limosnas que aporto el pueblo de Atlapulco, como de-voto del Santo Cristo y fieles a la religión católica Romana.

19 Historia del Santuario

Así también, en los tiempos de la peregrinación que ya data de siglos, han suscitado historias de hechos que sucedieron en el trayecto del camino para llegar al santuario, de las cua-les nuestros abuelos siempre respetaron, como una voluntad del señor, que ahora ha quedado como una leyenda, como por ejemplo, la corona de San Pedro, el gallo y el tambor que aparecieron en la peñas más alta y cerca al santuario.

Los encantados en el trayecto del camino que recorrían los peregrinos de Atlapulco en señalados parajes se encontra-ban piedras con tamaños y características de figuras huma-nas, de hombres y mujeres, de la cual los peregrinos mencio-naban que aquellas piedras eran peregrinos que se habían quedado encantados que en algún momento dado se arre-pintieron de haber iniciado el camino, por lo cual cuando un vecino iba por primera vez como peregrino siempre le reco-mendaban ir con fe y devoción para no arrepentirse al sentir el cansancio y no recorrer semejante riesgo del cansancio.

Según la información antigua, nuestros abuelos tenían la costumbre, de guardar los ombligos de los niños que na-cían después de la peregrinación, para que en la próxi-ma, llevarla a colgar en el árbol del Ahuehuete, decían que hacían esto para poner al niño, bajo la protección del señor de Chalma, costumbre antigua, que por mu-chos años conservaron nuestros abuelos, así como tren-zas, milagros y demás objetos que colgaron en el árbol.

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Los peregrinos que por primera vez van al santuario, de-ben ponerse una corona de flores, que conservan puesta hasta llegar al santuario, ya estando en el santuario los pe-regrinos iban al lugar donde decían que se escondía una víbora con siete cabezas, en representación del demonio y de los siete pecados capitales, esto lo veían en un pe-queño cuarto, donde se guardaban Floreros, candeleros, alfombras y algunos años atrás, guardo una peana, para el Arcángel San Miguel, patrón de Chalma, se buscaban padrinos de evangelios para los niños que iban enfermos o que en su estancia durante el santuario se enfermaban, lo mismo sucedía con las personas mayores, padrino que se buscaban al momento sin escoger a alguna persona en especial, sino a la que estuviera a su lado en el momento no importando que aquella persona fuera de otra población, y por la fe que le tenían al la santa imagen eran sanados.

Por los testimonios que han dado los sacerdotes del san-tuario de Chalma con respecto a la visita que hacen los vecinos del pueblo en peregrinación. se sabe que desde la aparición de nuestro señor Jesucristo en la cueva, los vivientes de este pueblo en esa apoca acudieron a visitar al santo al enterarse de su aparición, pues así constaba de esto lo escrito por los sacerdotes del santuario, en los archivos en donde quedaron anotadas las limosnas y par-ticipaciones como padrinos de las grandes ocasiones que se han llevado a cabo en el santuario a lo largo de más de 400 años en que el pueblo a colaborado con sus limos-nas que han aportado para las obras que han realizado

21 Historia del Santuario

. La información escrita coincide con la información oral de la generación antigua, pues por tradición comentaban los hechos ocurridos a lo largo años, decían que las primeras visitas en el año de 1539 fueron las familias únicamente, y lo hacían en fechas disponibles para cada uno de ellos y así realizaron en un principio la visita al señor por muchos años familias que han seguido la tradición de generación en generación hasta la actualidad y acuden al santuario año con año por su fe y devoción al santo Cristo de Chalma.

Después de acudir al santuario por muchos años en la fecha antes indicada, esta se vuelve a cambiar para “la pascua de navidad” para celebrar en el santuario el 24 de diciembre la fiesta del nacimiento del niño Jesús ya con la danza de las pastoras para que fueran ellas quienes arrullaran al niño dios ofreciéndole cantos en su honor por presencia esta festivi-dad; se cambiara nuevamente de fecha de la peregrinación para que esta se llevara acabo del día 21 de diciembre al 28 de diciembre, fecha que se ha mantenido hasta la actualidad y se niega a morir, pues año con año los vecinos del pueblo y principalmente los mayordomos se organizan para ir al san-tuario en peregrinación solemne, pues no se ha perdido la de-voción que nos heredaron nuestros abuelos; a partir de este cambio la fecha se comienza a formalizar todos los eventos en torno a la peregrinación y la mayordomía de San Pedro y de san Pablo como principales organizadores de el evento y de todos los actos litúrgicos a celebrarse en el santuario durante la estancia de los peregrinos y los santos patrones,

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En este lugar, la tradición de estos hechos datan del año de 1800 a 1870, cuando ya estaba definida y formalizado cada uno de los eventos a regirse en la mayordomía dentro de sus actividades de organización y participación correspondiente a realizar antes de partir a la peregrinación y al regreso de la misma, así mismo la correspondiente a realizar en el santua-rio, que fue por determinación común como heredan sus usos y costumbres, determinaron que en el santuario se haría el cambio de encargados de la mayordomía el día 25 de diciem-bre por la mañana ha realizarse en la celebración de la misa de pascua, con la entrega del símbolo y representación de la mayordomía, que son las varitas de mando, de obligacio-nes y responsabilidades, que rigen a la mayordomía, recibir y cuidar la santa imagen de San Pedro o del divino salvador.

El día 24 de diciembre por la tarde se reunirían en al puerta del santuario del lado oriente mayordomos, pe-regrinos y pastoras para hacer el reencuentro, para sa-ber si la cantidad de limosnas reunidas para la cele-bración de las misas correspondientes y limosnas al santuario que entregarían la mayordomía de San Pedro.

Los encargados de las mayordomías se encargaban de reunir las limosnas visitando a todos los habitantes de la pueblo llevan-do a la alcancía y cada mayordomía entregaría la cantidad reu-nida, el día 20 de desmabre con la mayordomía de San Pedro.

23 Historia del Santuario

La salida de la peregrinación sería el día 21 de diciem-bre con al celebración de una misa a los santos patrones como despedida, la llegada al santuario sería el día 22 de diciembre con la celebración de una misa de bienveni-da a la peregrinación, con licencia de los sacerdotes del santuario “ la misa del gallo” para el nacimiento del Niño Jesús sería costeada por los mayordomos de San Pedro.

La salida del santuario es el día 27 de diciembre por la ma-ñana con una misa de despedía, la llegada al pueblo es el día 28 de diciembre por la tarde con el recibimiento a la entrada del pueblo donde descansarían los patrones, dán-doles la bienvenida los mayordomos, mayordomías y de-más vecinos del pueblo, durante los minutos de descanso se prepararían a las imágenes para llevarlas a la iglesia en procesión solemne al estilo virreinal, para la celebración de una misa como bienvenida en honor a los santos patrones.

Después de la misa se llevan en procesión a la casa del encargado de la mayordomía de san Pedro y San Pablo donde se quedarían la noche del día 28 para realizar una velación con respeto y devoción por parte de los mayordo-mos con visitas de las mayordomías y vecinos durante toda la noche quienes ofrecen oraciones, cantos y alabanzas.

El día 29 las imágenes seguirán en la casa del mayordomo con la presencia de sus demás mayordomos y visitas conti-nuas con flores, velas y sahumerios en honor a las imágenes.

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En día 31 por la mañana nuevamente los mayordo-mos llevarían a los santos patrones a la casa del encar-gado donde estaría todo el día recibiendo veneración con continuas visitas y por la tarde harían visita la ma-yordomía de los “regidores” donde estarían por horas, hasta antes de la misa de media noche de año nuevo

Así deben de concluir las costumbres que rigen a la ma-yordomía tocante a la peregrinación, como la deter-minaron nuestros abuelos pues esta es una manifes-tación viviente que ha quedado para la posterioridad.

Las primeras imágenes de San Pedro y San Pablo como patro-nes del pueblo, según contaban los vivientes de aquel tiempo, se manifestaron como intercesores en favor de quienes los in-vocaban con verdadera devoción, en casos de enfermedad, peligros, con riesgo de sus vidas y demás necesidades siendo protegidos por la sombra maravillosa del apóstol san Pedro.

La devoción que manifestaban cada día mayor al Santo Cristo de Chalma hizo que formalizaran la peregrinación, por la tanto requerían de una imagen del apóstol San Pe-dro, para que fuera como peregrino en representación del pueblo, de forma que se facilitara llevarlo sin ningún peli-gro, por las condiciones del camino y la distancia a recorrer.

25 Historia del Santuario

Según la información antigua, la segunda imagen del apóstol san Pedro, llego al pueblo entre los años de 1780 a 1800 vestido como papa y sentado en una silla espe-cial, de manera que pudieran llevarlo como peregrino por los caminos ya indicados, siempre con respeto de-voción y seriedad, desde un principio se manifestó como una imagen milagrosa, por voluntad y en nombre de dios a favor de los habitantes del pueblo y de quienes lo invo-caban “AL GLORIOSO APÓSTOL SAN PEDRO EL PE-REGRINO” así llamado atraves de los años encargados de la imagen la mayordomía de Pan Pedro y San Pablo.

Por los tantos años que el pueblo a avistado el santuario los padres han reconocido la colaboración que se a aportado desde el pasado con sus limosnas, así como la participa-ción en los trabajos que realizaron en el actual santuario, reconocimiento que se ha manifestado el asignarles la to-talidad de un a planta de la hospedaría para los peregrinos durante su estancia en el santuario que será año por año.

La tradicional peregrinación, organizada por la mayordo-mía de San Pedro y San Pablo se lleva cabo con la com-pañía de la mayordomía del Divino Salvador, quienes son acompañados por la mayoría de la gente del pueblo para caminar un trayecto de casi 4 días iniciando el día 21 para llegar por la tarde a la capilla del puente del pueblo de Ocuílan y llegar el día 22 al santuario después del medio día, con una fe y tan grande e inconmovible, ofreciendo en cada momento a viva voz rezos y cantos de alabanzas.

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las encargados de las mayordomías (caseras) llevan-do los sahumerios para ponerle el copal, como costum-bre antigua, somear a las santas imágenes desde el mo-mento de sacarlos de sus nichos para cambiarlos de ropa en cualquier festividad y en el trayecto de la peregrina-ción a demás los peregrinos llevan flores preferentemen-te de pascua, tradicionales de aquellos lugares, ceras y veladoras y de esta manera formalizaron la peregrina-ción que llamaron del “ consuelo” como alabanza a dios.

Los antecedentes que existen sobre la peregrinación y su antigüedad como consta en el primer recibo, que esta en la pagina n. 1 expedida por el encargado del santuario de las misas de función que son las misas de “ el gallo”, la misa de pascua que fueron la devoción del pueblo, la misa de la llegada, la misa de despedida, la misa de los fieles di-funtos que ofrecieron para su eterno descanso, las misas de acción de gracias, por los beneficios que obtenían du-rante un año más, las misas por las semillas esto para las buenas cosechas del maíz que obtenían, las misas para los animales por agradecimiento a la abundancia de sus ganados de borregos (ovejas), reses, por sus semilas y asnos, “ responsos” para los difuntos en lo particular y las limosnas para el santo Cristo, los vecinos que por alguna razón no podían asistir a la peregrinación tomaron como costumbre, acudir a la casa del encargado de la mayordo-mía, un día antes de la salida para el santuario, para en-cargas su limosna, que ellos mismos señalaban que can-tidad aportaban para cada una de las misas ya indicadas.

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Aunque su aportación económica era mínima su fe y devo-ción al señor era mucho mayor y pedían al mayordomo con sentimiento de tristeza rezar un padre nuestro por ellos, ya estando en el santuario los señores mayordomos debían reunirse el día 24 para cumplir la voluntad encomendada.

Los “topiles” y sus actividades en la peregrinación, se re-presentan tres o cuatro días antes de la peregrinación, en la casa del encargado, para realizar sus actividades corres-pondientes ya en el trayecto de camino ellos aran los en-cargos de cargar y cuidar todo lo indispensable a ocupar en el camino, para las imágenes de san Pedro y el Divino Salvador cada uno con sus respectivos topiles y cosas ne-cesarias, como son alcancías para las coronas, llaves, cruz, caña, varitas, alcancía del “Niño Dios Peregrino”, la cuna con el Niño Dios de las Pastoras, la estrella de las pasto-ras, ceras, candeleros, floreros, charolas lavamanos, coji-nes y los cohetes que durante el trayecto van quemando.

El ser encargado de la mayordomías, era una bendición de Dios y como fieles devotos, se manifestaban con mu-cha seriedad, respeto, humildad y limpia voluntad cuan-do iban como peregrinos a visitar al Señor como creyen-tes de su bondad y misericordia, como responsables de las imágenes de san Pedro y del Divino Salvador los en-cargados de las mayordomías, serian los indicados para salir de la iglesia, cargando al divino salvador quien ira siempre al frente de su apóstol San Pedro, quienes se-rán despedidos, por los vecinos del pueblo que no irán .

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Así como los encargados tendrían que cargar a las imáge-nes al llegar a los pueblos, lo mismo se tendría que repetir a la llegada y salida el canto de alabanza a la sombra del señor San Pedro, pasando por los pueblos de la Magdale-na, los Reyes, Xalatlaco, Coatepec, la ranchería del Arenal, los parajes del Cajete, el Pedregal, las Cruces, las siete ba-rrancas, Santa Mónica, hasta llegar a la capilla del puente de Ocuilan donde descansaran en el primer día de camino.

Para salir al día siguiente por la mañana temprano de la ca-pilla, para iniciar su camino y pasar por el paraje del “Ahue-huete“, donde casi no había habitantes y tan sólo un árbol que dio origen al nombre de este lugar de la cual nace un manantial y sus leyendas con el paso de los años los patro-nos y peregrinos pasaron a descansar en una choza ubica-da en el monte de una familia que tenían su choza cerca de la vereda por donde pasaba la peregrinación y año con año los hacían pasar rumbo al santuario cada 22 de diciembre y regresar el día 27 del mismo mes, naciendo en ellos desde le fondo de su corazón, una fe tan grande y devoción a las an-tas imágenes de San Pedro y del Divino Salvador que cuan-do tuvieron que recurrir a la protección invocaron su nombre por medio de las imágenes, a quienes pidieron ayuda y pro-tección por la situación que vivían y el apóstol San Pedro, favoreció con un milagro, como la manifestaba dicha familia y como este hecho se han manifestado muchos más, sien-do testigos oculares en ocasiones los mayordomos quienes presenciaron la gracia de dios concebida a apóstol de Cristo.

29 Historia del Santuario

En agradecimiento al favor recibido, los integrantes de esta familia ofrecieron su choza, para que ahí pasaran a des-cansas las imágenes, cuando iban hacia el santuario y a su regreso, recibiéndolos con fe y agradecimiento que mani-festaban con la alegría con que recibían a las imágenes y a todos los peregrinos, pues ellos decían sentirse honrados con la presencia de la imagen milagrosa, que recibían con flores, velas, y sahumerios en su honor, ofreciéndole tam-bién a los peregrinos lo que estaba a su alcance de sus posibilidades de una comida, al paso de los años se Ha vuelto costumbre que los patronos pasen a descansar en dicha casa, ya por muchas generaciones de encargados de las mayordomías, y generaciones de dicha familia, todas estas manifestaciones se llevan acabo con seriedad respe-to con los saludos que caracterizaban a nuestros abuelos a la llegada y salida de esta casa para continuar el cami-nar cantando alabanzas hasta llegar al santuario, van con-templando la belleza de las flores multicolores que abundan en aquellos lugares y a su visita observaran los abundan-tes cerros y el pensamiento que los embargaba de que en breves momentos estarían ante el señor, ante la venerada imagen a la que tantos favores se le atribuye a favor de los peregrinos, este pensamiento los hacia estremecerse de emoción y pasan por el pueblo de Chalmita, para llegar a las cruses que se encuentran entre Chalma y Chalmita.

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En este lugar descansan los patrones unos minutos y los may-ordomos preparan todo para bajar en procesión solemne al estilo virreinal, los 400 metros de la bajada para cruzar parte del pueblo hasta el santuario, se escucha a lo lejos el estalli-do de los cohetones y resuena el eco en los cerros, los per-egrinos aumentan su intensidad con los cantos alabanzas.

el hecho de llegar al santuario, es motivo de alegría para todos los peregrinos y mayordomos las campanas se hachan a vuelo y una larga fila de peregrinos que se in-tegran a la feria que ya se ha iniciado con su llegada, nuestros abuelos llegaban cansados, bañados de sudor, cubiertos de polvo, con algunos girones en sus ropas, con los pies heridos por las poniendo por encima de su dolor y sufrimientos su fe y devoción al santo Cristo.

El tintineo de las campanitas de los santos patrones que seguramente algún niño encomendado por los mayordo-mos, con entusiasmo va balanceando y el sonido es inc-esante, el copal y su aroma que se escapa de los sahu-merios de las encargadas de las mayordomías de San Pedro y el Divino Salvador, que sube en continuos espi-rales, las imágenes son colocadas en el centro en el lugar de honor y los peregrinos les hacen corte de honor, porque son las principales imágenes del pueblo las campanas del santuario se echan a vuelo para darles la bienveni-da los sacerdotes salen a recibirlos con toda solemnidad.

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El motivo de haber llegado con bien es causa de alegría, de agradecimiento y los cantos de alabanza siguen

Y todo es penetrar al interior del santuario y tener ante su vista a la divina imagen, para que estallaran en sol-lozos y daban curso libre a sus lagrimas y le confesa-ban sus penas a viva vos sin importarles la presencia de los demás, porque para ellos en ese momento, no había más que sus miserias y Dios que puede remedirlas.

Todas las penas se han dado cita aquí, para ser aliviadas, todas las necesidades esperan remedio oportuno, todas las enfermedades aguardan ser piadosamente curadas y las aflicciones buscan aquí afanosamente “ consuelo”, pues viene de tiempos antiguos el amor tan grande que le mani-festaban a Dios cuando visitaban a la imagen de Jesús cru-cificado, para ellos era un lugar de recogimiento de peniten-cia, de oración, que era un remanso espiritual para el alma, pues ellos entendían que se iba a ese lugar solo a donde gracias a dios a pedirle beneficios, a llorar los propios peca-dos y no ha ofenderlo más, no convertían en fuentes de pecado lo que Dios a querido que sea manantial de gracias.

En los días siguientes a la llegada de la peregri-nación al santuario ellos no se limitaban a asistir úni-camente a los actos de culto si no que pasaban gran parte del día en la iglesia, allí estaban arrodillados o sen-tados con una vela en las manos y con los ojos fijos en la imagen con los labios trémulos y el pecho ensanchado.

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Con frecuentes suspiros y así se pasaban las horas in-móviles reflejando en su rostro una tranquilidad y mu-cha seriedad y se quedaban hasta horas muy avan-zadas entonando alabanzas y rezos, suplicándole al señor para que el remediara sus necesidades y remedi-os a sus enfermedades y el consuelo a sus aflicciones.

Además de la devoción al Cristo, se venera en el santu-ario una imagen del niño Dios, puesto en un pequeño camarín de vidrio y metal sobre una base junto a la en-trada del presbiterio de la parte de la sacristía, se le con-oce como el “Santo Niño del Consuelo”, que en el año de 1903, se verifico, la ceremonia para bendecir al San-to Niño del Consuelo, y apadrino el pueblo de Atlapulco.

Son muchas las esculturas que existen del divino infan-te que conocemos; pero casi todos ellos los represen-tan ya no digamos de meses, si no de años y en cam-bio quienes conocen esta hermosa imagen, convendrá en que representa efectivamente a un recién nacido, su anatomía es tan perfecta, que podía citarse como modelo.

Ya sea denudo con un simple pañal recostado sobre co-jines como si estuviera en un placido sueño, tiene el brazo derecho caído a lo largo, con cierto abandono reposando la mano izquierda sobre el ante brazo, la pierna derecha esta extendida y ligeramente recogida a la izquierda; los ojos en-tonados, la boca entre abierta, el pelo oscuro, la encarnación es imitación del color de la carne esta muy bien forjada.

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las mejillas dan la impresión de que el calor abochorna al niño, tiene el tórax ligeramente levantado, hasta parece percibirle su respiración, en una palabra el autor supo imprimirle vida.

Las madres de familia acostumbran llevarle al niño del “ con-suelo” los juguetes que ya han usado sus hijos, como testi-monio de habérselos encomendado. Si bien el interés de los peregrinos es la visita al señor de Chalma, no dejan de vener-ar al niño del consuelo, en la que el grupo de pastoras de At-lapulco, le cantan alabanzas, tan luego como llegan, su primer propósito es saludar al santo niño y ya ante su presencia se descalcen en requiebros y piropos con cantos para arrullarlo.

Nuestros abuelos manifestaban su fe con respeto y hu-mildad al señor como creyentes de su bondad, pues no les importaba recorrer el trayecto con los pies descalzos, además tenían que llevar cargando lo necesario para su estancia en el santuario, situación que soportaban con verdadera humildad y se lo ofrecían al señor, reconocien-do los beneficios obtenidos manifestaban su amor a dios,, pues también caminando en peregrinación, rezando el ro-sario y cantando alabanzas, alabamos a Dios y bendeci-mos su santo nombre, en la “peregrinación del consuelo”

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En pueblos y rancherías por donde pasan las imágenes son saludadas con reverencias y esperados con fe y devoción por sus habitantes al formalizar la peregrinación nuestros abuelos fueron estableciendo las costumbres, para que así las continuaran las futuras generaciones era tan im-portante para ellos, que determinaron que en el santuario debían culminar las funciones de los encargados de la may-ordomía de San Pedro y del Divino Salvador, en sus fes-tividades correspondientes dentro de la población, harían la entrega del estandarte de la mayordomía y únicamente les quedaría, la responsabilidad de organizar la peregri-nación, la danza de las pastoras y el cuidado de la imagen.

El día 25 en la misa de pascua de navidad debían hac-er la entrega de las imágenes y todo lo correspondi-ente a las misas dando así por terminadas a las mi-sas sus funciones en este día, como encargado, continuando otro vecino del pueblo como encargado.

Durante su estancia en el santuario los mayordo-mos debían realizar las siguientes actividades:

El día 23 debían comprarse las flores de pascua en Chal-mita que pondrán en charolas, para hacer la entrega de la limosna el día 24 por la tarde, el día 25 hacer la entrega del cargo, la limosna que recolectaba el Niño Dios peregrino y demás limosnas que apartan mayordomos y pastoras, li-mosna que deben cargar en un morral los encargados de la mayordomía, desde la salida del pueblo hasta al santuario

35 Historia del Santuario

El día 25 por la mañana debe llevarse la celebración de la misa de pascua a cargo de la mayordomía de San Pedro en cuya celebración se llevara acabo, el cambio de encarga-dos de las mayordomías, debe realizar este acto con solem-nidad, el encargado debe entregar las “varitas” de mando, al nuevo encargado, que son el símbolo de la mayordomía de cuando a nuestros abuelos les consideraron la merced para “fundar la mayordomía”, las varitas deberán ir al frente de las imágenes del Divino Salvador y San Pedro, a todas las partes que ellos vallan, pues representan el compromiso y la responsabilidad que adquieren al recibirlas encargados y mayordomos en turno para cumplir las obligaciones y cos-tumbres, hasta este momento pasara a ser el encargado “vie-jito” , que terminan ahí sus obligaciones y actividades que se realiza durante un año, como encargado de la mayordomía.

El nuevo encargado con sus mayordomos son quienes de-ben organizar el regreso de la peregrinación, desde el día del recibimiento queda bajo su responsabilidad la santa imagen de San Pedro y todas las cosas que se ocupan que después de la celebración de la misa se hace la entrega en el cuarto de la hospedería, donde se hospedan las mayordomías, y así termina la voluntad de quien participa como encargado de la mayordomía, quien como vecino del pueblo colabora ponien-do su granito de arena para preservar estas costumbres, el día 26 deben preparar sus cosas para el regreso al pueblo, como son regalos que traen para sus familias o vecinos que por esta vez no pudieron ir como peregrinos y solamente de-ben de esperar a los santos patrones a su llegada al pueblo.

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El día 27 se hace el retorno, los nuevos encargados salen del santuario cargando a las imágenes, los niños pul-san de nuevo las campanitas de los dos patrones, las caseras renuevan el fuego de los sahumerios ponién-doles copal y con lagrimas en los ojos, se despiden del señor se les ocurre que aquella pudiera ser la ultima vis-ita que hagan al señor y con este pensamiento se hace más dramática la despedida y nuevamente se deben de iniciar los cantos de alabanza que a viva voz se hacen.

Y la peregrinación se va alejando del santuario, la dis-tancia va apagando el sonido de las campanitas y el de los cantos, la peregrinación se va alejando de Chal-ma y solamente se escucha a lo lejos el estallido de los cohetones que el eco se encarga de repetir por en-tre los cerros, hasta llegar al pueblo de Coatepec por la tarde para descansar y pasar la noche en este lugar.

Al llegar la peregrinación a este pueblo, sus habitantes es-peran con devoción al patrón San Pedro a quien le pro-fesan una inmensa fe, por quienes han solicitado su ayu-da, a favor de los niños, que por alguna enfermedad no pueden hablar, curación que muchos niños han recibi-do de la imagen milagrosa de San Pedro, cuya fe se ha acrecentado al esperar con ansia su llegada, esperan-do el momento, en que los mayordomos lo descubran, para luego, solicitarle al encargado, que con las llaves de la imagen, persigne a los niños con esta enfermedad.

37 Historia del Santuario

El día 28 por la mañana temprano deben salir de este lugar para allegar al pueblo, donde serán esperados y darles la bienvenida para luego continuar con las costumbres definidas en el pasado.

Para concluir este capitulo, pongo como ejemplo la generos-idad de nuestros abuelos a la llegada de la peregrinación en sus respectivas casas de los peregrinos, quienes luego eran visitados por sus vecinos y familiares quienes preparaban alimentos demás para convidar a sus familiares y vecinos que habían llegado de su peregrinación y sólo esperaban su llegada para luego preparar el itacate para luego mandarle a entregar con la hija mayor a quien le decían: “ya llego la mama gahnde llévale su comida”, por respeto a si le llenaban a las personas de mayor edad y las niñas obedientes, le lev-aban la comida a la mama gahnde y ellas para corresponder a esta amabilidad, obsequiaban algún regalo que traían en sus huacales cuyo medio de trasporte eran sus animales de carga, los que no contaban con este medio, cargaban sus chiquigüites, con pan o frutas, que la mama gahnde com-partía con familiares y vecinos con generosidad y prepara-ba en las cazuelas en donde llevaba la comida fruta y pan.

Capítulo 3

Características y organización de la mayordomía de San Pedro y San Pablo

Por narración de mi abuelo materno obtuve la información de que él participo en la última década del siglo XIX, como socio de la asociación de San Pedro y San Pablo, por lo cual en un periodo de muchos años hubo asociación y mayordomía.

En la actualidad el pueblo cuenta con 15 mayordomías que en fechas diferentes celebran las festividades del pueblo, siendo 5 las de mayor actividad, como son la de “Los Regidores”, “La del Divino Salvador”, “El Buen Nombre de Jesús”, “Los merinos, la de “San Pe-dro” y “San Pablo”, la que requiere de mayor activi-dad de parte del encargado y mayordomos por todas las actividades que se realizan en un año de trabajo.

39 Características y organización de la mayordomía

Para nuestros abuelos participar en esta mayordomía era mo-tivo de agradecimiento y fe a nuestros santos patrones, par-ticipando con responsabilidad en todas las actividades que debían realizar en ellos compartían el pan y la sal, en un ambi-ente social durante los días que fuera necesarios, las mujeres abandonaban los quehaceres de sus casas, los hombres su trabajo del campo, y siendo tan humildes se adaptaban a la situación y compartía con gusto lo poco que Dios les socorría.

La mayordomía se integro de la siguiente manera: un encar-gado con participación voluntaria para tener el carguito en su casa y responsable de toda la organización correspondiente, con el apoyo de los mayordomos, llamados segundos y los también llamados socios y un grupo de 3 a 4 jóvenes que les llamaron “Topiles”, por las actividades que debían realizar.

Como primera actividad de la persona que recibía el car-go era invitar a las personas del pueblo para que partic-iparan en la mayordomía y lo apoyaran en las activi-dades, para el encargado sería una bendición tener a la imagen del apóstol en su casa, para trabajar con gusto y voluntad, nuestros abuelos, desde un principio tomaron con mucha seriedad y respeto, lo que serían las costum-bres religiosas para el pueblo, quienes por su fe y noble-za las consideraban sagradas, fe que manifestaban hu-mildemente y con responsabilidad en la mayordomía.

Cecilio Jiménez Flores 40

La obligación de los topiles, es estar presentes tres días antes de las festividades para realizar los quehaceres en la casa del encargado, en las festividades deben repicar cam-panas y quemar cohetones, antes visitar a los mayordomos para invitarlos a que se presenten en la casa del encargado.

Al cumplir con esta costumbre en esta mayordomía, se debían iniciar los preparativos para el “Recibimiento del Carguito”, que representa el estandarte y la baritas, que se llevara a cabo el día 30 de junio por la noche, debe prepararse el alatar donde debe ser colocado el estand-arte, adornados con telas o papeles recortados, activ-idades que deben de realizar todos los integrantes de la mayordomía, deben preparar los quehaceres de la cocina.

Para los que reciben, el ambiente es de gusto de alegría todos los preparativos lo realizan con mucha ilusión espe-rando el día señalado con ansia, para el “Recibimiento”, en el día indicado al acercarse la procesión que de manera solemne acompañan a la estandarte con música de ban-da y en ocasiones también lo hacen las danzas, los may-ordomos nuevos salen al encuentro de la procesión con flores, ceras y sahumerios para recibir el carguito que rep-resenta el estandarte y la varitas que todos pasan a be-sar persignándose, en un rito de culto a la imagen del apóstol San Pedro, que se lleva a cabo con el debido re-speto, seriedad y responsabilidad que a la vez viene sien-do como el “Juramento”, que cada uno hace para cumplir con todas las costumbres y obligaciones en la mayordomía.

41 Características y organización de la mayordomía

Después de haber recibido el carguito, el nuevo encarga-do y mayordomos deben organizar los preparativos para la peregrinación al Santuario de Chalma para el recibi-miento de la imagen de nuestro patrón San Pedro, nues-tros abuelos inician como costumbre, que el mayordomo que entregara el estandarte el día 30 de junio debía or-ganizar la ida de la peregrinación, el día 20 por la tarde, se debe preparar la imagen de San Pedro, recoger la al-cancía del Niño Dios Peregrino en la casa del presidente de la adoración nocturna, el día 21 la salida, el día 22 la llegada al santuario, el día 23 y 24 deben de estar pen-dientes de la imagen de San Pedro haciendo guardia.

Nuestros abuelos así definieron las costumbres para la futu-ras generaciones, el día 25 de diciembre en la celebración de la misa de Pascua se llevaría el cambio de encargados, con solemnidad se debe de llevar acabo por los sacerdotes del santuario, ante la presencia del Cristo, del Divino Sal-vador, del Apóstol San Pedro, de los mayordomos viejitos y nuevos, los mayordomos viejitos deben entregar las dos varitas símbolos de la mayordomía, el nuevo encargado y sus mayordomos, al recibir las varitas estos quedaran como responsables de la imagen y a partir de ese día 25, deben de hacer guardia para cuidar a la imagen turnándose desde el momento que abren las puertas del santuario hasta en que las sierran, para los mayordomos viejitos en ese día 25 terminan todas sus obligaciones y responsabilidades.

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El día 26 los nuevos deben preparar el regreso al pueblo, que dicha peregrinación debe salir el día 27 por la mañana y llegar al pueblo el día 28 por la tarde, donde deben de ser recibidos por todos los habitantes del pueblo y lleva-dos a la iglesia, después de un breve de descanso en la entrada del pueblo en procesión solemne, y después de la misa de bienvenida deben ser llevadas las imágenes en procesión solemne a la casa del encargado de la may-ordomía del Divino Salvador, quienes deben ser acom-pañados por todas las mayordomías del pueblo quienes deben llevar flores en charolas, ceras y sahumerios, acom-pañándolos con fe y devoción rezando y cantando can-tos de alabanza, la visita a la mayordomía del Divino Sal-vador se lleva a cabo por primero vez en el año de 1967.

Antes de ese año, a su regreso del Santuario del Señor de Chalma, las imágenes después de la misa se iban di-rectamente a la casa del encargado de la imagen de la mayordomía de San Pedro y por varias generaciones de encargados de esta mayordomía, se mantuvo esta cos-tumbre, pero en el año de 1966, por iniciativa de los inte-grantes de la mayordomía del Divino Salvador que repre-sentaba en aquel entonces el señor Felipe Torres Valencia como encargado como por iniciativa los mayordomos tu-vieron la inquietud de que las santas imágenes, a su re-greso del santuario pasaran a descansar por lo menos un rato en la casa del encargado del Divino Salvador .

43 Características y organización de la mayordomía

. Petición que le hicieron a la mayordomía de San Pedro en turno, petición que fue causa de inconformidades y dis-cusiones entre ambas mayordomías llegando al punto de exponer este caso ante el obispo de Toluca, en su visita que hizo al pueblo en el año de 1966 en el mes de agos-to, para que se les consideran y aceptaran su petición al seguir insistiendo en la misma los mayordomos de San Pedro cedieron a romper una costumbre o siglos a tras y aceptaron esta petición en el año de 1967, siendo encarga-do de la mayordomía del Señor San Pedro, el señor Crispín Díaz Peña, por primera vez las imágenes pararon a descan-sar un rato a la casa del encargado del Divino Salvador.

El día 29 por la tarde serán llevadas las imágenes a la par-roquia quedándose esa noche el día 30, y el día 31 por la mañana temprano, serán llevados nuevamente a la casa del mayordomo de San Pedro, donde deben per-manecer ese día, y por la tarde deben visitar, la casa del encargado de la mayordomía los regidores hasta llegar la hora de la santa misa de “Año Nuevo”, de media noche y después de oír misa, deben ser colocadas las imágenes en sus respectivos altares, terminando así la actividad que realizan los mayordomos y principalmente los encar-gados de las mayordomías en la peregrinación al san-tuario donde deben de disponer varios días o semanas.

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Las actividades continúan para visitar a los mayordo-mos para que se hagan presentes, en la víspera de la fi-esta de carnaval, reuniéndose por la noche en la casa del casero, para cambiarle nueva ropa a la imagen de San Pedro, con motivo de dicha festividad y en los días de fiesta deben estar al pendiente de la imagen.

Para la festividad del 29 y 30 de junio se deben de hacer con anticipación la petición al sacerdote de las misas correspon-dientes a esta festividad, organizar el novenario, contratar la banda de música, mandar hacer los programas, mandar hacer los cohetones y demás actividades. Los mayordomos también deben preparar con anticipación todo lo correspon-diente al tradicional y sabroso mole, como es costumbre en el pueblo que en todas las festividades debe compartirse con todos los vecinos del pueblo y visitantes, así como los tradicionales tamales y café que comparten en la víspera.

En la actualidad aún siguen vigentes estas costumbres pero ya no hay la responsabilidad y seriedad como la tomaban nuestros abuelos, cuando participaban como integrantes de esta y de más mayordomías, cumpliendo con todas sus obligaciones, ahora toda la responsabilidad recae en el en-cargado, quien debe de trabajar con mucha fe y devoción para realizar todas las actividades que se llevan a cabo, disponiendo del tiempo necesario como corresponde a un encargado, en quien recae la responsabilidad, de que las costumbres que rigen a esta mayordomía siguen vigentes.

45 Características y organización de la mayordomía

Incluso si es necesario debe de hacer gastos por su cuenta y así cumplir con voluntad la promesa de trabajar el carguito. En la actualidad, tan sólo nos interesa los bienes materiales y nos hemos olvidado de las costumbres religiosas que nos heredaron nuestros abuelos, que como vecinos del pueblo debemos preservar trabajando algún carguito, ya se como encargado o mayordomo en las mayordomías del pueblo, pues tan sólo un 60 o 65 porciento de los habitantes del pueb-lo, en el pasado y en el presente han participado de gener-ación en generación como una herencia y costumbre familiar y gracias a estas familias, los demás vecinos que no colabo-ramos en nada, decimos estar orgullosos de nuestra comu-nidad que aún conserva sus costumbres y tradiciones de los cuales forman parte de NUESTRA IDENTIDAD CULTURAL.

Lista de encargados de la mayordomia.

Un homenaje a nuestros abuelos, fundadores de la may-ordomía de San Pedro y San Pablo, y a todos los que a través de los siglos han participado como encargados o mayordomos, y quienes definieron las costumbres actuales, que han quedado para la posteridad donde manifestaron la Fe y devoción que los embargaba para nuestros patrones, quedando esta como ejemplo para las generaciones futuras.

Por la antigüedad de la cual. Data la “fundación” de esta mayor-domía ya no es posible conocer los nombres de estos abuelos nuestros, ni tener más información correspondiente a la misma .

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Nuestros abuelos que nos heredaron estas costum-bres que aún se mantienen vivas, pues se han transmit-ido de generación en generación como información oral.

Los datos que logre investigar acerca o relacionados de quienes han participado como encargados de esta mayordomía, datan de los últimos años del siglo XIX, del siglo XX, y principios del presente cuyos nombres aparecen anotados en este libro.

Un sincero homenaje y reconocimiento, para quienes por gracia de Dios, trabajaron este carguito, para todos ellos un agradec-imiento personal, para que todos en gracia de Dios Q.D.E.P.

Lista:

Justo Días Peña. Jesús Mendieta.

Juan Germán. Celso Ángeles.

Eugenio Callejo. Jacinto Solano.

Abundio Cosme. Máximo villa.

Asencion Sánchez. Ignacio Enríquez.

47 Características y organización de la mayordomía

Anoto año en que recibieron el carguito, y año en que entregaron:

1930-1932. Fidencio Manuel y esposa Joaquina María.

1932-1934.Faustino Nájera y esposa.

1934-1935. Pascual Prajedis y esposa.

1935-1936. Felipe Salinas y esposa Anastasia Victoria.

1936-1938. Camilo Zacarías y esposa Petra Sierra.

1938-1940. Blas Días y esposa Juliana Peña.

1940-1941. Tiburcio Plata y esposa.

1941-1942. Félix Montes y esposa Reyes Juárez.

1942-1943. Alcadio Molina y esposa.

1943-1944. Vicente Giménez Gonzales y esposa Ignacia Montes.

1944-1945. Juan Gómez y esposa Amalia Rosales Peña.

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1950-1951. Alberto Mejía y esposa Ma. Del Carmen Ánge-les Olvera

1945-1950. Eleuterio Jiménez González y esposa Isabel Flores Díaz

1951-1951. Alberto Mejía y esposa Mª. Del Carmen Ánge-les Olvera

1951-1952. Felipe Noyola Díaz y esposa María Matías Vic-toria

1952-1953. Ramón Juárez y esposa Antonia Neri

1953-1955. José V García y esposa Sabina Bernal Negrete

1955-1958. Cruz Salinas y esposa Placida Dolores

1958-1965. Juan Solano Peña y esposa Ángela Mendieta Enríquez

1965-1967. Crispín Díaz Peña y hermana Anita Díaz Peña

1967-1969. Juan Baltasar Negrete y esposa Martha Espino-sa Villela

49 Características y organización de la mayordomía

1969-1970. Jesús Domínguez Romero y esposa Remedios Gutiérrez Baltasar

1970-1972. Rosalio Rojas Peña y esposa Pascuala Juárez M.

1972-1975. Felipe de la Cruz Salvador y esposa Inés Sola-no Peña

1975-1977. Alfredo Vivar Reyes y esposa Petra Baltasar Juárez

1977-1978. Gregorio Montes de Oca y esposa Guadalupe García Peña

1978-1979. Agustín Baltasar Negrete y esposa Josefina Peña González

1979-1980. Encarnación Galán Villada y esposa Cruz Díaz Peña

1980-1981. Andrés Rivera e hija Carolina Rivera de la Cruz

1981-1982. Rubén Villada González y esposa Mercedes Rosales Peña

Cecilio Jiménez Flores 50

1982-1983. Emilio Baltasar Juárez y esposa Gregoria Díaz Díaz

1983-1984. Carmela Díaz Pérez y hermano Antonio Rubio Pérez

1984-1985. Edilberto Salinas Peña y esposa Elvira Mora Gutiérrez

1985-1986. Cecilia Solano Peña y esposo Feliciano Váz-quez

1986-1987. Margarita Salinas Peña y esposo Antonio Ro-mero

1987-1988. Cecilio Jiménez Flores y esposa Juana Torres Ramírez

1988-1990. Juan Mendieta Cortes y esposa Hermelinda Ro-sales Victoria

1990-1994. Antonia Solano Mendieta y esposo Domingo Vargas

1995-2005. Ángela Mendieta Enríquez e hijos

51 Características y organización de la mayordomía

2005-2008. Cruz Rosales Victoria y esposa Elida Campos Acosta

2008-Martín Baltasar Peña y esposa Marina Galán Díaz

Al finalizar el presente capitulo quisiéramos destacar que de-bido al fallecimiento del escritor no se incorporan los mayor-domos de la actualidad, ya que como fue mencionado en un principio el escritor el Tío Cecilio Jiménez Flores Q.D.E.P, desafortunadamente falleció sin poder ver el presente tra-bajo concluido.

Por lo que por respeto decidimos que la investigación se quedara tal y como fue escrita, está por respeto al autor.

Capítulo 4

Testimonios de fe y devoción a las imágenes de san Pedro y del Divino Salvador

Las limosnas que se han aportado al Santuario del Sr. De Chalma anotados en el libro (archivo) de la mayordomía y demás que aparecen en el archivo de recibos del Santua-rio y las limosnas que nuestros abuelos hayan aportados desde que iniciaron su peregrinación para visitar al Señor al enterarse de su aparición en la cueva, cuando acudían solo grupos en familias que data de hace ya cuatro siglos o mas, posteriormente se organizaron a nivel comunidad para la visita al Sr. de Chalma, visita que a través de los años ha tenido sus cambios de fecha para llevarla a cabo, que según la tradición se a llevado a cabo año con año hasta la actualidad y para mayor seriedad y respeto de-cidieron llevar la santa imagen del Divino Salvador y del patrón San Pedro en representación del pueblo y como organizadores la mayordomía de San Pedro y San Pablo.

53 Testimonios de fe y devoción

Seguramente que algún antecedente ya existía de la co-laboración del pueblo de Atlapulco, con referencia al pri-mer santuario del Sr. desde que fue trasladada de la cueva hasta donde permaneció por más de un siglo.

Las limosnas que se han aportado a través de los años para la celebración de misas y óbolos para el santuario y convento ha sido aportados por los verdaderos devotos del Sr. de Chal-ma, es como en la actualidad pues es solamente voluntad de quienes deseen hacerlo, por tal motivo esta aportación que-dara parte en este libro que se ha hecho a través de los siglos por la gracia de Dios para que siempre exista en el pueblo una fe limpia y devoción al Sr. de Chalma, al Divino Salvador y a nuestros santos patrones San Pedro y San Pablo para que siempre los habitantes del pueblos estén a gracia de Dios.

Desde tiempos inmemorables nuestros antepasados se ca-racterizaron por sus conocimientos y respeto a la naturaleza ya todo lo que los rodeaba, llegando a ser buenos cultivado-res de maíz por lo que tuvieron a sus dioses de la lluvia en las diferentes épocas que les tocó vivir, pero siempre pre-servaron sus raíces culturales de respeto y humildad de su dios Tlaloc dios de la lluvia, hasta a la llegada de la religión católica, y el principio de la fundación de las mayordomías como la de San Pedro y San Pablo, San Pedro a quien con-sideraron el nuevo dios de la lluvia, con sus costumbres y las enseñanzas de la doctrina no tardaron en ser fieles soldados de Cristo y fieles devotos del apóstol San Pedro,

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Quienes con fe y devoción lo invocaban como inter-cesor ante nuestro Padre Dios a la solución de sus necesidades, a la curación de sus enfermedades o bien en caso de peligro con riesgos de sus vidas.

Así como por ejemplo: narraban nuestros abuelos que en diferentes años sucedió el hecho de que la lluvia de tempo-rada no llegaba y la escasez de ella iba en perjuicio de sus milpas de cultivo, pues solo sucedía, cuando la siembra del maíz ya se había realizado y la planta requería de la lluvia pues esta ya estaba en tiempo de desarrollo y la falta de agua hacia que la planta se secara y cayera al surco, siendo para ellos el cultivos del maíz el principal trabajo en el pueblo y el sostén para la alimentación de todas las familias, surgiendo en ellos una preocupación de no saber como resolver tal situación, aunque es sabido que con la naturaleza nada se puede hacer, pero la fe y devoción a los santos patrones del pueblo que ellos les profesaban con humildad y respeto, hizo que surgiera la idea en ellos de sacar a la santa imagen de San Pedro y llevarlo por las calles del pueblo en presesión solemne, ofreciéndole cantos de alabanzas y oraciones con suplicas para que dicha situación fuera remediada, suplicas que al instante fueron escuchadas pues dijo quien narro este hecho, que después de haber recorrido las calles del pueblo y regresar las imágenes al templo solamente les dio tiempo de entrar pues en ese momento, pareciera que el cielo sol-tó toda la lluvia, que ya por algunos meses había retenido,

55 Testimonios de fe y devoción

sin duda esto fue un milagro de Dios, por la intercesión de la santa imagen del apóstol San Pedro, quien escucho las su-plicas de su pueblo el apóstol de Cristo, a quien Cristo mismo entregó las llaves del cielo, quien puso a prueba la fe a Dios a los habitantes del pueblo y los habitantes del pueblo acrecen-taron su fe a la santa imagen de San Pedro que por la gracia de Dios les había concedido un milagro mas a sus suplicas.

(Información oral que aportó el Sr. E. F. Q. P. D. quien nació en el año de 1882 y falleció en el año de 1975.)

Testimonio de agradecimiento: a la imagen del Divino Salvador.

Quien narro este testimonio dijo: desde que tuve uso de razón padecía un mal o enfermedad en los pies, que cada vez que me los mojaba por la noche padecía un dolor inten-so que hacia que llorara y en mi petate me retorcía por el mismo dolor, Dios iluminó a mis papás pues encontraron por ese momento el alivia a mi dolor, antes en el pueblo todos tenían sus cocinas de humo en sus clecuiles conservaban las brazas calientes cubriéndolas con la ceniza mantenién-dose así la ceniza caliente, a mis papás se les ocurrió que un untándome la ceniza caliente en mis pies se me calmaría el dolor y así sucedió, la ceniza caliente era o fue mi remedio por muchos años, pues cada que tenía el dolor que no era muy frecuente mi papá o mi mamá se levantaba para tomar la ceniza en una cazuela de barro y frotármela en los pies.

imágenes de san Pedro y del Divino Salvador 56

Cuando yo tenía escasos dieciséis años acompañé a mi mamá al santuario pues ella y yo teníamos la intención y voluntad de venirnos caminando del santuario al pueblo acompañando a nuestros santos patrones y así iniciamos la intención mas al llegar al paraje del arenal, el dolor de los pies, cosas que en el día nunca me había pasado, el dolor fue en aumento al grado de ya casi no poder caminar con esfuerzo crucé y bajé el cerro del cajete, yo había escucha-do que la imagen del divino salvador era menos pesado que San Pedro y en ese momento de mi doler me nació desde el fondo de mi corazón cargar la imagen del Divino Salvador y me acerque a ella para solicitar el permiso de los mayor-domos y poder cargarlo, permiso que me fue negado pues dijeron que era muy chico para hacerlo pues nuestros abue-los eran muy estrictos en estas cosas y solo una persona abogó por mí diciendo que aunque fuera un poquito me de-jaran cargar y yo por mi dolor y el ya no poder caminar me fui quedando, cuando escuché el llamado de los mayordo-mos que si me iban a dar permiso para cargar la imagen, hice un esfuerzo para llegar donde se habían detenido para hacer el cambio como es costumbre al momento de que la persona que iba cargando se hizo a un lado para que me colocara el mecapal en la frente y me amarraran el senidor en el pecho, en ese momento el dolor desapareció y em-pecé a caminar aprisa sin dolor y sin cansancio dejándome cargar un tramo largo y no un poquito como me lo habían dicho ese dolor de mis pies nunca mas lo he vuelto a sentir.

57 Testimonios de fe y devoción

. Testimonio de una devoto del Divino Salvador que la ente-rarse de que yo estaba escribiendo esta historia se acerco para narrar su propia historia de lo que hace la fe a nues-tras imágenes, como Pedro dijo al pueblo de Israel cuando curó al tullido en la puerta del templo donde iba a orar, a este hombre lo curó la fe a Jesucristo al que ustedes cruci-ficaron y como este testimonio hay muchos, muchos más.

Celebraciones de la fiesta comunal

Juan José Rendón explica que una de las funciones cultu-rales de esta institución ceremonial, la fiesta comunal, es rendir culto religioso a los santos patronos de los pueblos, los cuales sustituyeron a las deidades naturales antiguas, y al rendirles culto, también se les solicita o agradece favores.

Las fiestas también se realizan durante la transmisión de po-deres y durante la celebración de eventos sociales y civiles. Beatriz Albores plantea un análisis del ciclo ritual del maíz: (Un) aspecto característico de los otomianos se refiere a una variante del culto mesoamericano a la tierra y al agua, relacio-nado, en primera instancia, con el ciclo de temporal del maíz.

Una parte de este complejo ha mantenido una con-tinuidad a través de un grupo de fiestas católi-cas que muestran una trascendencia económi-ca, meteorológica y en términos de cosmovisión

imágenes de san Pedro y del Divino Salvador 58

Estas fechas son las de la Candelaria – del 2 de febrero- , la Santa Cruz– que localmente se celebra del 2 al 3 de mayo-, la Asunción de la Virgen –del 14 al 15 de agosto- y Día de Muertos –del 1° al 2 de noviembre. La población otomiana del Alto Lerma, y de un territorio mayor, cele-bra con el mismo significado las tres fiestas y la de febre-ro –cuando se bendicen las semillas que habrán de sem-brarse durante el ciclo agrícola, así como una serie de propiciadores para un buen temporal, es decir, para que llueva a tiempo y para alejar las tormentas y el granizo.

El ciclo festivo de San Pedro Atlapulco comienza el 2 de febrero con la Fiestade la Candelaria, en esta celebración se bendice la semilla del maíz que va aser sembrada en el nuevo ciclo agrícola.

El Anuncio de Carnaval realizado el domingo anterior al inicio del carnaval, es una festividad caracterizada por el desfile de los “changos”99, aunque son los regidores los encargados de “sacar el anuncio”100, son los changos los protagonistas de la fiesta. Los changos salen de la casa de los regidores en un carro alegórico y hacen un desfile recor-riendo las calles del pueblo hasta regresar a casa de los regidores. Son acompañados por los arrieros y en algunas ocasiones, por chinelos101 y danzantes de otros lugares.

Los changos hacen el juego de que dos de ellos van a casarse y al final del desfile fingen el matrimonio en la casa de los regidores, para festejarlo se parte un pastel. .

imágenes de san Pedro y del Divino Salvador 59

Las máscaras que utilizan los chan-gos antes eran confeccionadas con ixtle pero

esa tradición ya se ha perdido.

La celebración más importante es la Fiesta de Carnaval, que se realiza domingo, lunes y martes antes del Miércoles de Ceniza; la fecha de su celebración es móvil porque se toma como refe-rente al calendario lunar. Los tres días bailan las dos cuadrillas de arrieros en el atrio de la iglesia, cada cuadrilla en su espacio.

El martes llegan los changos a interrumpir la dan-za, invaden el espacio, bailan a otros ritmos y trans-greden el orden establecido por los arrieros.

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Durante el carnaval se coloca una feria con puestos de comida y juegos, el pueblo se llena de gente y las tías preparan pollo con mole y arroz para los invitados.

El domingo por la noche hay fuegos artificiales, un torito y un castillo en el atrio de la iglesia. Se organiza uno o dos bailes con banda o sonido, a veces hay corridas de toros, y cada año se realiza un concierto de rock con grupos locales y foráneos

Entre marzo y abril104 se realiza la celebración pop-ular de Semana Santa, conla representación en vivo de la “las tres caídas” y la “crucifixión del Señor”

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En esta representación participan tanto los fisca-les a quienes les toca organizar y“sacar la fies-ta”, los del concilio de Semana Santa105, así como las personasque interpretarán la representación.

El 3 de mayo se celebra la Fiesta de la cruz, en esta fecha se lleva a cabo la peti-ción de lluvias y es a partir de enton-ces que para los graniceros da inicio el tem-poral, y acu-den a Chalma para pedir la fuerza para trabajar ese año.

También en esta fecha se celebra “la fiesta de los valles”, y en los tres valles prin-cipales se ofrece comida y bebida.

La Fiesta de San Juan se celebra el 24 de junio y hasta hace al-gunos años se hacía una celebración en el “barrio del San Juan”, existe una mayordomía se-cundaria que tiene este cargo.

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Después del carnaval, la celebración más importante es la Fiesta patronal de San Pedro y San Pablo, santos patrones de Atlapulco, celebrada el 29 y 30 de junio. Para este día se des-hojan las plantas de maíz de las milpas para que “se caliente la planta”, y con estas hojas se envuelven tamales de haba.

El 6 de agosto se celebra la Fiesta del Divino Salvador o Señor de las Cañas, es cuando se bendicen las cañas y es hasta esta fecha que se puede tocar al maíz y “cortar una caña”. Las cañas cortadas se utilizan como adorno a lo largo del pasillo de la iglesia y en el lugar donde bailan los arrieros.

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El 31 de octubre, 1° y 2 de noviembre se celebra l a tradicio-nal Fiesta de Muertos.En esta fecha se ponen altares en los adoratorios familiares, se realizan labores de limpieza en el panteón y se adornan las tumbas con flores, velas y comida.

En diciembre ha concluido el trabajo en la milpa y la noche del 20 inician los preparativos para la peregrinación, y “las pastoras”106 hacen presencia en la iglesia. Del 21 al 28 de diciembre se lleva a cabo la Peregrinación a Chalma por la ruta milenaria El Tepeyac-Los Remedios-Chalma, que sale desde la Basílica de Guadalupe y atraviesa Atlapulco en su recorrido hacia el santuario. En esta peregrinación los comu-neros acompañan al “patrón”107 a Chalma, participan ma-yordomos, fiscales y gente del pueblo, recorren a pie aproxi-madamente 48 kilómetros del antiguo camino de terracería.

Se asiste a la Misa del 25 de diciembre, y si hay cambio de mayordomías éste se realiza en la Misa de en la ma-ñana del 25 de diciembre y consiste en que el Padre pase las “varas”108 del mayordomo que sale hacia el nuevo.

En su estancia en Chalma, los atlapulquenses se hos-pedan en un albergue para peregrinos junto al san-tuario, ocupando una buena parte de éste. Como actividades recreativas van a balnearios y a veces par-ticipan en la pastorela que se presenta anualmente.

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De regreso a Atlapulco, el 27 de diciembre en San Nicolás Coatepec, el mayordomo de San Pedro le “baja las llaves al santo” y cura “al que le falta la palabra”109 metiéndole la lla-ve a la boca y dándole la vuelta. Al regresar al pueblo se re-cibe a los “patrones” y se realiza una celebración colectiva.

Por último, el 31 de diciembre para el recibimiento del año nuevo, los regidores hacen una fiesta a la que in-vitan a las otras mayordomías y se ofrecen tamales.

Además de la peregrinación a pie al santuario de Chal-ma, se realizan otras dosperegrinaciones “la de a ca-ballo” en octubre y “la de cuatrimoto”. Los caballe-rangos a veces peregrinan a Huixquilucan, al norte de Ocoyoacac, en honor a San Martín Caballero.

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Las fiestas son oportunidades para adquirir y refren-dar la identidad comunitariay comunal, a través de la música, las danzas y el disfrute colectivo de exce-dentes. Estas celebraciones se organizan, se finan-cian, se realizan y se disfrutan en forma colectiva.

En este libro queda escrito para la posteridad el ejemplo de la buena voluntad de nuestros abuelos, la fe y devoción que manifestaban a las santas imágenes de nuestro patrón San Pedro, el Divino Salvador y al Señor de Chalma a quienes rendían culto y veneración con respeto y humildad pues así lo manifestaban en cada rito que ellos realizaban, en su honor

En este libro escribo la historia, crónica de la peregrinación que es un hecho viviente que a través de los siglos se nie-ga a desaparecer, he incluyo mis sentimientos personales como un homenaje en honor a ellos, como un homenaje y reconocimiento para nuestros abuelos fundadores de la mayordomía y a todos los que la han preservado para todos los devotos ojala que este trabajo sea de utilidad para quienes tengan interés de conocer las tradiciones y costumbres de nuestros abuelos de pueblo otomí y logr-aran el sincretismo de dos culturas la indígena con la re-ligión católica y enriquecer más nuestro acervo cultural.

CecilioJiménez Flores

Comunidad de San Pedro Atlapulco, diciembre de 2009