Lección5 - Seguros en Cristo
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PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Esta sección es para usted, el maestro.
Los pasajes de la columna “Versículos de referencia” son para su estudio
personal en la preparación de esta lección. La decisión de compartirlos o
no con sus estudiantes queda a su criterio personal.
PASAJES: Génesis 3:24; 4:1-8, 15-16, 25-26; 5:22-24; 6:5-8, 13-16, 22; 7:1,
16-17, 23; 8:1-4; 9:11-13, 18-19; 11:1-9.
OBJETIVOS DE LA LECCIÓN:
Mostrar el destino de los incrédulos.
Mostrar el plan de salvación de Dios: por gracia por medio de la fe,
ilustrado por medio de la protección divina de Noé y su familia en el
arca, y por medio de Jesucristo, el arca de salvación del creyente.
Mostrar la seguridad provista para el creyente, por medio de
Jesucristo.
ESTA LECCIÓN DEBERÁ AYUDAR A LOS ESTUDIANTES A:
Entender la situación actual del mundo, el cual aún carga con la
maldición del pecado.
Apreciar la gran seguridad que Dios ha provisto por medio de la
salvación en Cristo.
Entender mejor su relación con Dios por medio de Jesucristo.
PERSPECTIVA PARA EL MAESTRO:
Los descendientes de Adán, separados de Dios; los creyentes en Cristo, nacidos en la familia de Dios
Lección
5
En esta era, a pesar de los grandes descubrimientos científicos, los
avances médicos, las noticias al instante y la constante publicidad en cuanto
a los logros del hombre, la gente no está encontrando estabilidad sino una
enorme inseguridad. Las más grandes hazañas del hombre aún no pueden
darle paz y seguridad al espíritu humano.
Ningún descubrimiento ni medicina, ni ninguna nueva proclamación ni
esfuerzo humano puede suplir la necesidad más básica del hombre: la paz
eterna con su Creador.
Dios y sólo Dios lo ha hecho posible. Y lo ha hecho como nadie más lo
haría: enviando a su propio Hijo a morir por el hombre pecador. Al igual que
la tosca arca de madera construida antes de que hubiera llovido en la tierra,
el bebé nacido en un pesebre fue la inverosímil embarcación que, por sí
sola, llevaría al hombre a salvo, fuera del peligro del juicio por el pecado.
El arca de madera estaba cubierta con alquitrán para evitar que
penetraran las aguas de muerte. Pero nuestra “arca” fue cubierta con
moretones y sangre con el fin de mantenernos a nosotros a salvo del
castigo que merecíamos.
Dios encerró a Noé y a toda su familia en el arca para que no fueran
destruidos por el diluvio. Nosotros, también, hemos sido encerrados con
toda seguridad dentro de nuestra arca, Jesucristo, y no necesitamos temer
nunca la destrucción. “De hecho, sabemos que si esta tienda de campaña
en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna
en el cielo, no construida por manos humanas” (2 Corintios 5:1 NVI).
ILUSTRACIONES GRÁFICAS*:
Lámina cronológica No. 8, “Caín y Abel llevan ofrendas a Dios”
Lámina cronológica No. 10, “El arca de Noé”
Lámina cronológica No. 11, “El sacrificio de Noé y el arco iris”
Lámina cronológica No. 12, “La Torre de Babel”
PARA ENSEÑAR A LOS ALUMNOS
(Columna de en medio únicamente)
BOSQUEJO DE LA LECCIÓN:
Repase las preguntas de la Lección 4.
A. Introducción
Vivimos en un mundo maldecido por el pecado.
Dondequiera que miremos vemos los resultados del pecado del hombre.
Enfermedades, muerte, toda clase de dolor, sufrimiento y destrucción
son los resultados de la rebelión del hombre hacia Dios.
Debido al pecado, nuestros cuerpos nacen con debilidades y somos
susceptibles a enfermedades.
El pecado de Adán trajo muerte; y todos nosotros, como sus
descendientes, enfrentaremos la muerte física.
Aunque nuestra parte física se deteriora, nuestra parte espiritual ha sido
hecha nueva en Cristo.
Aunque la muerte física le llega a todos, los creyentes en Cristo
nunca enfrentarán la muerte espiritual.
Hemos recibido vida eterna en Cristo.
B. Caín y Abel y todos los descendientes de Adán nacimos fuera del
Edén, separados de Dios.
Pero en Cristo hemos nacido de nuevo en la familia de Dios.
Lea Génesis 3:24; 4:1-2.
Caín y Abel y todos los descendientes de Adán, incluso usted y yo,
nacimos fuera del huerto, lejos del árbol de la vida, separados de Dios.
Pero al poner nuestra fe en Jesucristo, nacimos de nuevo, en la familia
de Dios.
Lea Juan 1:12.
Ya no estamos separados de Dios y de la vida eterna.
Nada nos puede separar de Él ni de su gran amor por nosotros que nos
ha dado por Jesucristo.
Lea Juan 10:27-28
C. Por la fe Abel acudió a Dios.
Nosotros nos hemos acercado a Dios por medio de la fe en
Jesucristo.
Lea Génesis 4:3-4.
Abel mató un cordero y lo llevó a Dios como sacrificio.
¿Por qué aceptó Dios a Abel y su sacrificio?
Abel se acercó a Dios de la manera que Dios había indicado.
Abel se acercó a Dios por fe, confiando en la promesa divina de
enviar un Libertador.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 8, “CAÍN Y ABEL TRAEN OFRENDAS A
DIOS”
¿Pagó la sangre del cordero los pecados de Abel?
No.
Sólo Jesucristo pudo pagar completamente los pecados.
Nosotros, también, tenemos que acercarnos a Dios en la forma en que Él
nos ha dicho: por medio de Jesucristo y su sangre derramada por
nuestros pecados.
Dios aceptó totalmente la muerte de Jesucristo como el pago completo
por todos los pecados de todo el mundo.
Nosotros hemos puesto nuestra confianza en Él.
Dios nos acepta completamente.
Nuestra deuda por el pecado ha sido totalmente pagada por siempre.
D. Caín no le creyó a Dios, sino que acudió a Él a su manera, lo cual
suelen hacer los del mundo hoy día.
Lea Génesis 4:5.
¿Por qué rechazó Dios a Caín y su ofrenda?
Porque Caín no estuvo de acuerdo con Dios en que era un pecador y
que sólo Él podía salvarlo.
Caín no le creyó a Dios.
Él no confió en la promesa de Dios de enviar un Libertador.
Y Caín se negó a llevar el sacrificio de sangre que Dios le había
ordenado.
Por el contrario, Caín se acercó a Dios a su propia manera.
Dios en su gracia le dio a Caín la oportunidad de arrepentirse, pero en
lugar de ello, Caín se enojó y mató a su hermano Abel.
Lea Génesis 4:6-8
Compare:
Dele un vistazo a la noticias de hoy.
El hombre aún está viviendo como Caín:
Rehusa escuchar a Dios.
Está lleno de ira.
Maltrata y mata a los demás.
Lea Génesis 4:15-16.
Caín se alejó de Dios, y sus descendientes siguieron su ejemplo.
Vivieron para sí mismos y para las cosas de este mundo.
Estaban llenos de egoísmo y violencia.
Y así es hoy en día.
Los que hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús todavía vivimos en un
mundo atribulado.
Lea Juan 16:33.
Pero ya no tenemos que vivir como Caín y sus descendientes.
Tenemos en nosotros la vida de Jesucristo, y Él ha vencido al
mundo.
En Cristo, tenemos el poder de resistir la atracción del mundo para
vivir vidas piadosas, a pesar de cómo nos traten los demás.
E. Dios dio a Set para reemplazar a Abel, y luego del nacimiento del
hijo de Set, los hombres comenzaron a invocar el nombre del
Señor.
Dios dio a Jesucristo, y nosotros invocamos a Dios por medio de
Cristo.
Lea Génesis 4:25-26.
Dios dio a Set para reemplazar a Abel, para que el Libertador naciera de
esta línea familiar.
Set tuvo un hijo llamado Enós.
En ese tiempo, la gente comenzó a renovar su interés en el Señor.
Invocaron el nombre del Señor pidiendo misericordia y ayuda, así
como lo había hecho Abel.
El Señor Jesús fue el Libertador que vino por medio de la línea
genealógica de Set.
Por medio de Jesucristo, tenemos acceso directo a Dios.
Dios quiere que invoquemos su nombre y que dependamos de Él
para todo.
Considere:
Hoy en día, la gente depende de muchas cosas aparte de Dios
para la ayuda que necesitan en la vida. Algunos incluso piensan
que son autosuficientes; ellos realmente creen que por su propia
voluntad pueden tener y hacer cualquier cosa que quieran. Se
niegan a reconocer a Dios y su soberanía.
Muchas personas dependen de sus condición financiera o de sus
habilidades físicas o mentales.
Algunos dependen de sus relaciones familiares o lazos sociales.
Muchas personas confían en sus buenas obras.
Otros buscan dirección espiritual en los horóscopos, en las
predicciones de los hombres o en ideas místicas.
Ninguna de estas cosas es confiable. De hecho, son detestables
para Dios, porque su Palabra dice que debemos alabarlo y
depender sólo de Él para todo.
Considere:
Antes de que pusiéramos nuestra fe en Cristo, sin duda,
confiábamos en algo diferente a Dios.
Pero ahora conocemos la verdad. Podemos encontrar lo que
necesitamos para la vida sólo en el Señor Jesucristo. Gracias a su
sangre derramada por nosotros y a su muerte en la cruz, somos
completamente aceptados por Dios.
Ya no estamos separados de Él. Ahora somos parte de su familia,
sus propios hijos. Él quiere que acudamos a Él para todo.
En cada situación, Dios quiere que nos acerquemos a Él en el
nombre de Jesús. Él promete escucharnos y darnos lo que es
mejor para nosotros, gracias a nuestra relación con su Hijo,
Jesucristo.
Esto es lo que Jesús les dijo a sus discípulos cuando iba a regresar al
cielo:
Lea Juan 16:24.
¿Por qué podemos llevar nuestras peticiones a Dios con confianza?
Lea Juan 16:26-27.
Podemos llevarle nuestras peticiones confiadamente porque Él nos ama:
Porque amamos a Cristo.
Y porque creemos en Cristo.
F. Dios se llevó a Enoc para estar con Él.
Dios se llevará a todos los creyentes para que estemos con Él en el
cielo.
En Génesis, Dios nos relata la historia inaudita de un hombre llamado
Enoc.
Lea Génesis 5:22-24.
Enoc fue directo a Dios sin experimentar la muerte.
De la misma forma, nosotros que hemos puesto nuestra confianza en el
Señor Jesús tenemos vida eterna.
Nuestra vida eterna comenzó en el momento en que pusimos nuestra fe
en Él.
Lea Juan 5:24.
Todo creyente que muere físicamente pasa de inmediato a la presencia
de Dios.
A medida que avancemos en el estudio de la Palabra de Dios,
aprenderemos más acerca de la maravillosa provisión que Él ha hecho
para sus hijos1.
G. Dios el Espíritu Santo advirtió a la gente malvada por medio de Noé.
Dios el Espíritu Santo aún advierte a la gente por medio de su
Palabra y de sus hijos.
Lea Génesis 6:5-7.
En 2 Pedro 2:5, Dios llama a Noé un predicador de justicia.
Dios el Espíritu Santo usó a Noé como su vocero a la gente rebelde
de sus días.
Pero ellos se rehusaron a escuchar y sólo Noé y su familia fueron
salvos de la destrucción del diluvio.
Así como Dios el Espíritu Santo habló por boca de Noé, Dios habla hoy
por medio de su Espíritu Santo.
Jesús habló del Espíritu Santo a quien Dios enviaría a los creyentes.
Lea Juan 16:8-11.
Nosotros, los que hemos creído en Jesucristo, tenemos al Espíritu
viviendo dentro de nosotros.
Él nos utiliza para enseñarles a los incrédulos acerca de sí mismo.
Dios el Espíritu Santo emplea la Palabra de Dios para obrar en el
corazón de las personas y persuadirles de su necesidad de ser
salvas.
H. Dios abrió un camino para que Noé pudiera ser salvo por gracia,
por medio de la fe.
De la misma manera, Dios abrió un camino para que nosotros
fuéramos salvos por gracia, por medio de la fe en Jesucristo.
Noé, al igual que cualquier otro ser humano, nació siendo un pecador y
no podía hacerse aceptable a sí mismo delante de Dios por sus propios
esfuerzos.
Pero Noé confió en el Señor y en sus promesas de enviar a un
Libertador.
Aunque Noé merecía ser destruido con las otras personas que había
en el mundo, halló gracia y misericordia porque le creyó a Dios.
Lea Génesis 6:8.
Dios y sólo Dios pudo abrir el camino para que Noé fuera salvo.
De la misma forma, nosotros, como Noé, hemos sido salvos por la gracia
de Dios.
Nosotros, al igual que Noé, no merecemos ser salvos.
Pero hemos puesto nuestra fe en el único camino de salvación que
Dios ha provisto: Jesucristo.
Dios le dijo a Noé que construyera un arca, un enorme barco.
Cada detalle de esa arca fue diseñado por Dios.
Noé le creyó a Dios y construyó el arca exactamente como Dios le
había dicho.
Lea Génesis 6:13-16, 22.
Dios planeó cada detalle del arca, y planeó cada detalle de la vida del
Señor Jesús.
El nacimiento de Jesús, su vida, su muerte, sepultura y resurrección
fueron todos llevados a cabo exactamente como lo habían escrito los
profetas de Dios.
Todo lo que dijo e hizo Jesús fue de acuerdo con el perfecto plan de
Dios.
Al igual que el arca, Jesucristo fue el medio perfecto de Dios para que el
hombre fuera salvo.
De acuerdo al diseño del arca, sólo tenía una puerta.
Por esa puerta entraron todos los animales y finalmente Noé y su
familia.
Sólo había una entrada al lugar de seguridad.
Lea Génesis 7:1,16.
¿Quién cerró la puerta del arca?
¡La cerró Dios!
¿Por qué?
Para que todos los que estuvieran adentro estuvieran a salvo, y también
para que los que estuvieran afuera no pudieran entrar.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 10, “EL ARCA DE NOÉ”
Se les había dado la oportunidad de arrepentirse pero se negaron.
La hora de juicio había llegado, y sólo a aquéllos que le creyeron a
Dios se les permitió entrar al arca, el sitio de seguridad.
Y al igual que el arca que tenía una sola puerta, Jesucristo es la única
forma de salvación para todas las personas en todo el mundo.
Entramos a la familia de Dios sólo a través de Jesucristo, la puerta
de entrada a la vida eterna.
Lea Juan 14:6.
Los que hemos creído en Cristo estamos encerrados, sanos y salvos,
en el sitio de seguridad de Dios.
I. Todos los que estaban fuera del arca perecieron.
Pero todos los que han puesto su fe en Jesucristo no perecerán
nunca.
Lea Génesis 7:17,23.
Todo ser viviente fuera del arca murió.
Pero todos los que estaban dentro del arca fueron salvos por Dios.
Lea Génesis 8:1-4.
Dios puso a salvo a Noé, a su familia y a todos los animales dentro del
arca.
Dios hizo que el agua se retirara.
Dios preparó un lugar seguro para que el arca reposara de nuevo en
tierra seca.
Prometió que nunca más destruiría la tierra por medio de un diluvio, y dio
el arco iris como señal de esta promesa.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 11, “EL SACRIFICIO DE NOÉ Y EL ARCO
IRIS”
Lea Génesis 9:11-13.
Por fe, Noé y su familia entraron al arca y fueron puestos a salvo.
Al igual que ellos, nosotros que hemos puesto nuestra fe en Jesucristo
seremos puestos a salvo en cada prueba de la vida.
No tenemos por qué temer ningún problema que enfrentemos en
esta tierra.
Estamos a salvo dentro del arca de seguridad que Dios nos ha
provisto, Jesucristo.
Ninguna tormenta de la vida, ni ningún juicio sobre los incrédulos
jamás podrá separarnos de Dios o alejarnos de su presencia.
Nunca más tenemos que temer a la muerte, porque Jesús la venció
por todos nosotros los que creemos.
Para aquéllos que rehúsan el plan de salvación por medio de Jesucristo,
el futuro sólo guarda la promesa de muerte y eternidad en el infierno.
Pero a quienes hemos puesto nuestra fe en Él, Dios ha prometido
llevarnos a salvo por todo el camino hasta que lleguemos a casa, al
cielo.
Lea Juan 14:1-3.
Jesús mismo nos ha preparado un lugar para pasar la eternidad.
Cuando nosotros como creyentes vemos el arco iris, podemos
recordar que todas las promesas de Dios son verdaderas.
Él no sólo cumplirá su promesa de nunca destruir la tierra con un
diluvio, sino que nos mantendrá eternamente a salvo en Jesucristo.
Lea Juan 3:16.
J. Todos los pueblos del mundo descendieron de los tres hijos de
Noé.
Todos los que hemos puesto nuestra fe en Jesucristo tenemos una
nueva herencia en Él.
Lea Génesis 9:18-19.
Toda persona en la tierra es descendiente de uno de estos tres hombres.
Pero los que hemos puesto nuestra fe en Jesucristo tenemos una
herencia familiar totalmente nueva.
Hemos nacido de nuevo de Dios.
Ahora somos sus amados hijos.
Lea Juan 1:12-13.
K. La gente de Babel trató de construir una torre que alcanzara el
cielo.
Dios envió a su hijo Jesucristo desde el cielo para alcanzarnos a
nosotros.
Luego del diluvio, la mayoría de las personas escogió su propio camino
como lo había hecho antes, negándose a escuchar a Dios.
Siempre hubo unos pocos que creyeron a Dios y lo obedecieron, pero la
mayoría hizo lo que mejor le parecía.
Dios les había ordenado a los descendientes de Noé que llenaran la
tierra.
En cambio, ellos querían construirse una torre y una ciudad.
Lea Génesis 11:1-9.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 12, “LA TORRE DE BABEL”
Note que estas personas estaban tratando de hacerse grandes, incluso
hasta alcanzar el cielo.
Pero Dios, en su soberanía y poder, los detuvo.
Él confundió sus idiomas para que no se pudieran entender entre
ellos.
Ellos se habían negado a obedecer al Señor, pero como resultado
del problema de los idiomas, se esparcieron por todo el mundo.
Hoy en día existen, sin exageración, miles de idiomas en todo el
mundo, debido a lo que sucedió en la torre de Babel.
Pero Dios en su gracia aún quiere que todos los hombres en todo lugar
lo conozcan.
En contraste con la torre de Babel, construida por hombres orgullosos
que pensaban alcanzar a Dios, Jesucristo descendió desde el cielo a
nosotros y se humilló para morir en la cruz por nuestros pecados. Y Él
murió no sólo por mis pecados y los de usted, sino por los pecados de
todo el mundo.
El Señor conoce a cada persona, en todo lugar.
Y Él ha enviado a Jesucristo, para ser el Salvador de todo aquél que
crea.
Él nos ha dado el privilegio de ir a contárselo a otros, por todo el
mundo.
En Apocalipsis, Jesucristo nos habla acerca de los tiempos futuros
cuando lo adorarán personas de toda lengua y tribu y nación.
L. Conclusión
¡Dios ha prometido que los que creemos en Jesús estaremos entre esa
gran multitud de adoradores!
Ya no estamos excluidos sino encerrados con Él como parte de la familia
de Dios por siempre.
Él es nuestro Padre, y se deleita en escuchar a sus hijos decirle,
“¡Gracias!”.
Demos gracias al Señor por la maravillosa salvación que nos ha dado en
Cristo.
PREGUNTAS:
1. Caín y Abel, y todos los descendientes de Adán y Eva, incluso
nosotros, nacimos fuera del huerto del Edén. ¿Qué significado
tiene el haber nacido fuera del huerto? Todos nacemos separados
de Dios, lejos del árbol de la vida.
2. Cuando ponemos nuestra confianza en Jesucristo, ¿cómo cambia
nuestra relación con Dios? Por medio de Jesucristo, somos
llevados a la unidad con Dios. Ahora somos miembros de su
familia. Tenemos vida eterna por medio de Jesucristo.
3. Abel llevó un cordero para sacrificar a Dios. ¿Por qué no tenemos
que llevar un cordero como ofrenda a Dios? Jesucristo es nuestro
cordero de sacrificio. Él se dio a sí mismo una vez y para siempre
como sacrificio a Dios, como la perfecta y completa ofrenda por
los pecados.
4. Los descendientes de Caín siguieron su propio camino y no el de
Dios. Pero, ¿qué sucedió cuando nació Enós, el hijo de Set? La
gente comenzó a invocar el nombre del Señor como lo había
hecho Abel.
5. ¿Cómo invocamos nosotros al Señor? Oramos a Dios en el
nombre de Jesucristo.
6. ¿Por qué nos acercamos a Dios en el nombre de Jesús? Porque
es sólo por medio de la sangre y muerte de Jesucristo que somos
aceptados delante de Dios.
7. ¿Cómo les advirtió Dios a las personas acerca del diluvio que iba
a enviar? Les advirtió por medio de Noé.
8. ¿Merecía Noé ser salvado del diluvio? No, Noé era un pecador y
merecía el castigo como cualquier otra persona.
9. ¿Merece alguno de nosotros el amor y el perdón de Dios? No.
Recibimos su amor y perdón sólo por su gracia por medio de
Jesucristo.
10. Dios le dio a Noé instrucciones exactas para construir el arca.
¿Cómo nos recuerda esto nuestra salvación en Jesucristo? Todos
los detalles en cuanto a nuestra salvación son de acuerdo al plan
de Dios. Cada detalle del nacimiento, muerte, sepultura y
resurrección de Jesús fue anunciado antes de que sucediera.
11. El arca tenía una sola puerta. ¿Cómo nos recuerda esto al Señor
Jesucristo? Jesucristo es el único camino por el cual la persona
puede acercarse a Dios y ser salva.
12. Cuando Noé y su familia y todos los animales estuvieron a salvo
dentro del arca, Dios cerró la puerta. ¿Cómo nos recuerda esto
nuestra salvación en Cristo? Dios ha encerrado a sus hijos dentro
del arca de salvación: Jesucristo. Estamos a salvo por siempre en
Él.
13. La gente de Babel trató de alcanzar el cielo construyendo una
torre. Dios no aceptó sus esfuerzos egoístas. ¿Qué ha hecho Dios
para abrir un camino para que lleguemos al cielo? Envió a su Hijo,
Jesucristo, a la tierra, para hacer un camino para que nosotros
nos acercáramos a Dios.
Las notas para los discípulos:
1) Memorice Juan 14:6.
2) Escriba en sus propias palabras lo que significa para usted el hecho
de estar “encerrado” en el arca de salvación de Dios, Jesucristo.
Compare este lugar de salvación con su pasada situación antes de
colocar su fe en Jesucristo, “alejado” de la familia de Dios.
3) Busque un himno que exprese su gratitud por estar seguro en la
familia de Dios. Tal vez usted quiera escribir su propia canción de
acción de gracias y alabanza a Dios.
4) Siga leyendo el evangelio de Juan. Tome apuntes sobre el carácter
de Jesucristo. Observe lo que Él dice de sí mismo, lo que hace, su
trato con las personas, cómo la gente le responde a Él le responde a
la gente. Esté atento a los versículos que muestran la relación de Él
con su Padre Celestial.
Notas del maestro
RESUMEN
Esta lección hace un contraste entre los descendientes de Adán (separados
de Dios) y los creyentes en Jesucristo (miembros permanentes de la familia
de Dios).
El arca y su única puerta son comparadas con Jesucristo como nuestro único
camino de salvación.
A través de toda la lección se enfatiza la seguridad en Cristo que tiene el
creyente.
Los ejemplos de incrédulos del Antiguo Testamento en esta lección son:
Caín, la gente del tiempo de Noé, y los que construyeron la torre de Babel.
Los ejemplos de creyentes del Antiguo Testamento en esta lección son: Abel,
Enoc y Noé.
*Puede que usted quiera utilizar los cuadros cronológicos (ver página ii)
para ayudar a ilustrar esta lección.
1La lección 12 de este estudio mencionará en forma breve el rapto de los
creyentes.
El Nuevo Testamento contiene muchos pasajes clave acerca de nuestra vida
futura con el Señor. Cada uno requiere de estudio cuidadoso y
entendimiento del contexto. Un estudio profundo no es necesario a estas
alturas de la enseñanza.
Si algunos de los estudiantes manifiestan un interés especial por el tema,
puede que usted quiera pasar algún tiempo con ellos después de la clase,
familiarizándolos con 1 Corintios 15, 1 Tesalonicenses 4:13-18, Apocalipsis
21:3-4 y 22:3-5. Con nuevos creyentes, es mejor hacer una presentación
sencilla. Es posible que con ver algunos versículos de estos pasajes, ellos
sientan la seguridad y el ánimo que busquen.
Las notas para los discípulos son actividades opcionales que les puede
ofrecer a sus estudiantes para que las realicen en su propio tiempo fuera de
clase. No se pretende que sean asignadas como tareas, sino presentadas a
aquéllos que deseen crecer.
Anime a los estudiantes a hacerlas, pero no los presione.
Si hay tiempo libre al final de la clase, es posible que algunos de los alumnos
quieran compartir algo de estos estudios personales.
Versículos de Referencia
Romanos 8:18-22
Romanos 5:12
2 Corintios 4:16
Juan 3:16; 5:24
Juan 1:12-13
Romanos 8:38-39
Hebreos 11:4
Hebreos 10:4,10
Romanos 5:9-11
1 Timoteo 2:5-6
Colosenses 2:13
Hebreos 11:4-6
1 Juan 3:12
Hebreos 9:22
Gálatas 2:20
Colosenses 1:27
1 Pedro 1:3-4
2 Pedro 2:9
Hebreos 4:15-16
Filipenses 4:6-7
1 Pedro 5:7
Lucas 4:8
Romanos 1:21-25
Colosenses 1:19-20
Romanos 8:14-16
1 Pedro 5:7
1 Juan 5:14-15
Filipenses 4:6-7
1 Juan 5:13
Lucas 23:43
2 Corintios 5:8
Romanos 3:23; 5:12
Hebreos 11:7
Efesios 2:8-9
Tito 3:4-5
Romanos 10:14
Hebreos 10:14
Hechos 4:12
Juan 10:28-29
1 Pedro 1:5
Salmo 104:7-9
Juan 14:27; 16:33
Romanos 8:28-39
Romanos 6:23
Apocalipsis 20:15
1 Timoteo 4:18
1 Pedro 1:18, 23
Efesios 2:19
Salmo 61:5
1 Juan 3:1
Génesis 9:1
1 Timoteo 2:3-6
2 Pedro 3:9
Juan 3:16
1 Timoteo 4:10
Mateo 28:18-20
Marcos 16:15
Lucas 24:47
Juan 20:21
Hechos 1:8