LABRIEGOS O BREVIARIO DE UN TIEMPO CERCANO ( V)

Felipe Martínez Álvarez

Las mentalidades , al igual que las enfermedades, necesitan su tiempo .Es sabido

que el invencible catarro requiere de tres días para entrar ,tres para estar y tres para

salir. También es claro que la fruta madura en el árbol poco tiempo dura ;los ajos no van

más allá de un año ,las androllas ni siquiera llegan ,la manteca y longanizas pierden

jugo y se hacen rancias .Ya los antiguos labriegos sentenciaban :Cada cosa en su tiempo y los nabos en el Adviento.

El cuerpo doliente ,que ya a duras penas resiste la brevedad de la vida ,envía ,una y

otra vez, claros mensajes de su condición y ,a pesar de las bizmas ,cataplasmas y

ventosas, de ensalmadores y galenos, en llegando los días en que los huesos

escasamente obedecen ,los humores huelen peor y los orificios corporales se relajan en

desgobierno, advierte: hasta aquí hemos llegado compañero del alma Aquellos modestos y laboriosos labriegos sabían, por secular experiencia, que no

eran inmunes ,ni podían serlo, a los aldabonazos de ningún tiempo y menos aún al

poderío de los tiempos modernos . Sus inmisericordes pasos les daban alcance

pretendiendo zurcir la mismísima alma .Ha llegado el momento de tener que asumir

la renuncia al tiempo viejo y vivir fuera del propio solar, sin por ello tener que culparse

de deslealtad , porque el buen tiempo viejo ni vuelve ni tropieza. Doloroso era asomarse al espejo de la vida y no poder ver la imagen de los mayores

porque “cuando eres joven-y el mundo es siempre de los jóvenes- irás a donde tú quieras ,cuando viejo ,a donde te lleven”.No sin razón advertían Generosa ,María la

Cepedana y Pepe Menora :”lo que yo he visto, hijos ,lo que vosotros veréis y lo que verán vuestros hijos, no tiene parecido”.

Porque los ancianos viven de realidades, los jóvenes de ilusiones

Los tiempos modernos y las cuitas de Fefa Marentes A Fefa Marentes, “Pillobobo ”-para algunos necios lugareños- le tenían sin cuidado

las incertidumbres de los tiempos modernos , si se pretendía comparar la brevedad de

esta vida con la vida perdurable .La incertidumbre que realmente acongojaba su ánimo

era todo lo relacionado con los Novísimos y el Juicio Final en especial ,que había de tener lugar en el Valle de Josafat y que Marentes situaba en el Bierzo ,circunscrito por

las Peñas de Ferradillo ,Pajariel ,Monte Irago ,Castro y de la Yegua.,lugares por

donde aparecerían ,en tan señalado y sombrío atardecer, los Ángeles Tromperos que despiertan a los muertos en sus sepulcros ,resucitándolos de entre el polvo ,a la vez convocan a todas las tribus del orbe para ser juzgadas ,ignorando si su suerte sería que sólo habían muerto o que estaban entre los muertos. Tenía Marentes un

grandísimo desasosiego de tan dramático ,insólito e irrepetible trance ante el Severo Juez .

Siendo moza leyó en un libro de un antepasado suyo, Cura a la sazón de Pobladura

de la Sierra, aquello del Libro de Job :”Era un hombre íntegro y recto ,temeroso de Dios y apartado del mal...¿Cómo ,pues ,puede justificarse el hombre ante Él?.¿Cómo puede ser puro el nacido de mujer?. La luna misma no brilla ,ni son bastante puras las estrellas a sus ojos .¡Cuánto menos el hombre ,un gusano ;el hijo del hombre ,un gusanillo!”.Y aquellas otras ,también del libro de meditación del cura, que decían: “Al atardecer de la vida me examinaré de amor” ,y los desconcertantes latines con música gregoriana-que Marentes no entendía-,pero su tío decía ser muy importantes,

cual:” Tuba mirum spargens sonum,per sepulcra regionum,coget omnes ante thronum .Quid sum miser tunc dicturus?,quem patronum rogaturus, cum vix iustus sit securus?”.

.Atenazada por estas cuitas ,preguntó Marentes a D .José, maestro del pueblo, que

le explicara el porqué la Banda Municipal acompañaba ,con aquellas músicas, los

entierros de la gente importante de la Villa .El maestro le confesó que él había pasado

por iguales tribulaciones , refiriéndole que, al tiempo que hacía sus estudios de

Magisterio en Oviedo, tuvo la oportunidad de asistir a los solemnes funerales que, por

el Sr. Obispo, se oficiaban en la Catedral .Que en el mismo y solemne acto, el

contralto ,Celestino San Silvestre, interpretó:”Tuba mirum spargens sonum...” del Requiem de Mozart ,como nadie hubiera cantado y escuchado jamás, después de aquel

impresionante arranque de la tuba solista que despierta a los muertos en sus sepulcros.

La angustia y tribulación ante el Juicio que ,al igual que a Marentes, habían

acongojado su alma, se disolvieron ,sobre todo al escuchar aquel fragmento que

sonorizó la tuba e interpretó Celestino San Silvestre. Eran de tal belleza ,grandeza y

solemnidad que el terror se transmutó en el bien más delicioso que hubiera deseado

cualquier hijo de mujer, aunque luego fuera confinado al Purgatorio ,lugar de

sufrimiento para los arrepentidos por los siempre inevitables excesos de la vida, pero

de esperanza siempre. Tales explicaciones y vivencias del maestro lograron sosegar el

ánimo de Fefa Marentes y así poder esperar animosa la ventura de tamaña solemnidad

y belleza .Ahora comprendía por qué en las solemnes ceremonias religiosas tenían tanta

importancia las formas musicales.

Marentes ,en realidad de verdad ,no tenía grandes cosas que confesar ni de qué avergonzarse el Último Día y ante todas las Tribus. Cierto es que durante el tiempo en

que Pótrola estuvo cortando caña de azúcar en Cuba y Haití, adonde había emigrado

escapando de la “tía Miseria” , Fefa ,sin serle infiel, estuvo a punto de enamorarse de

aquel convecino que le tiraba los tejos en la fuente y en el prado y que, aunque de

buena planta y familia, no admitía comparación con Pótrola .

Cierto ,también ,que simuló creer a pies juntillas aquel cuento que amañó Pótrola para justificar que no traía ni un peso de Cuba :”Fefa Marentes ,no traigo ni un jodío peso porque, en la travesía hacia España, nos alcanzó una terrible tempestad que levantaba olas de hasta diez metros. El barco zozobraba y el Capitán y tripulación, expertos en tamañas batallas, decidieron que todos ,sin excepción ,debíamos arrojar el baúl con ropa, papeles y dinero en oro y plata, al mar .Así que, aquí me tienes sin nada ,mal digo, pues como bien sabes soy un fumador empedernido y logré esconder esta caja de fóforos.” .

Fefa Marentes había sido ama de llaves en casa de su “tío cura” en Pobladura de la Sierra, y sabía hacer ,con escasos ingredientes, unos guisos que daban gloria. Cuando

falleció su tío cura, pasó a servir ,también como ama de llaves ,a aquel ricachón de Villar que ,por haberle hecho tan grata y sabrosa la existencia, le dejaría en testamento

una peseta diaria, como pensión, mientras viviera .

Parece que Pótrola no levantaba cabeza por los pesares de sus descarríos ,pero Fefa Marentes ,a fin de levantar su ánimo ,se dirigió en la siguiente guisa:” Pótrola ,no tenemos hijos ,así que no tengas remordimientos del pasado ,de cuanto tuviste que echar a la mar ,pues con la peseta diaria, tenemos para comprar aceite ,sal ,vinagre y pimentón ;el resto se cubrirá con los jornales que tú vas a conseguir, porque eres un hombre honrado y trabajador”.

Pasado un tiempo ,Marentes se enteró por Mazantines que aquello de la zozobra del barco era una trola de las grandes ,como ya suponía, y que los escasos pesos que

Pótrola ganaba en Haití y Cuba los gastaba en ron y juergas con aquellas espléndidas mozas cubanas .Pero bueno ,aunque mal ,era una trola bien traída y no como la que

urdió Andrés ,el de Villar, tan gorda, que hizo reir a todo Cristo :”Amada Leonor ,tú sabes que cuando marché a Puerto Rico ,llevé, por el amor que te debo ,un par de gorriones en una jaula, para, de esta guisa ,tener algo que nos mantuviera unidos en la distancia. Me dio pena ver aquellos pajaritos todo el día en la jaula ,así que, un buen día y con harto dolor, los puse en libertad .Pero de tal forma se multiplicaron, que arrasaron con todo el trigo de la isla

Pero las pesquisas de la autoridad condujeron a mi como antiguo dueño de los gorriones .Así que me decomisaron cuanto poseía ,que era mucho ,pasé tres años en la cárcel y luego me expulsaron del país .Por esta razón ,Leonor, no traigo ni un dólar . Y Leonor creyó a pies juntillas cuanto su marido le refirió.

Lo que se dice cosas graves y gordas de qué acusarse, Marentes no tenía conciencia

de tal. Bien es cierto que Marentes sentía una incontenible debilidad por las uvas doradas de palomino y que, mientras pastoreaba sus queridas vacas ,solía acercarse

hasta la viña del cura a recoger algún que otro racimo o ,en otras ocasiones, recoger

algunas las espigas de trigo que daban junto al sendero ,porque así aseguraba la puesta de las tres gallinas :dos huevos fritos para Pótrola y uno para ella. Si no podían ser los tres huevos, bastaba cantar como hacía su cuñada :”Cuando voy a la granja no llevo pena, porque traigo patatas para la cena”.

Porque otras cosas graves no había y, si las había, no tenía por qué inculparse,

como, por ejemplo, el tener que aliviar diariamente el vientre y vejiga junto a la reguera

de la fragua-su casa no tenía excusado- no podía constituir un escándalo sino ,más bien,

estado de necesidad, no siendo ella responsable de las conductas de aquel necio viejo verde o los mozalbetes que solían espiarla detrás de los zarzales de la leira.

Los criterios de Pepe “Menora”

Viajar, aunque sólo sea a Villablino, aviva el seso

Era Pepe Menora un hombre cabal ,labrador de pan y vino que, en los fines de semana, ejercía el importante oficio de carnicero .Persona célebre y ocurrente ,amigo

de sus amigos y de toda suerte de conversaciones ,especialmente las festivas, siendo su

lema: un tiempo para el trabajo y un tiempo para la vida Una buena parte de su formación como adolescente ,tuvo lugar en Molinaferrera

,donde su tío ejerció de cura ecónomo. Del tío cura había aprendido que el saber-saber de nada sirve, si no lo acompaña una buena dosis de prudencia ,porque en la vida no sólo hay fortuna e infortunio sino también prudentes o imprudentes y ,ciertamente, buena parte de las cosas que nos ocurren se deben a nuestra falta de

prudencia. Hay que tener presente que la abundancia y la alegría son siempre escasas y

efímeras y, puesto que a las cosas les somos indiferentes, hemos de cuidar con mesura

de nosotros y nuestros asuntos. Un tiempo para el trabajo y un tiempo para la vida ,era una buena línea de conducta

siempre a completar con :¡ Ojo siempre ,que dice el amigo Pestaña , y aún mejor oído, que el de aquella cerda flaca de “tía” Valentina .Habrá que tener especial cuidado porque el mal está siempre presente y vivo en cada uno de nosotros .Es bonito aquello de:” Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quienes los antiguos pusieron nombre de dorados”,pero tal cosa no existe ,ni existió ni existirá jamás ,pensaba Menora.

Habrá que ser cautelosos ,andar siempre por la vida con ojo avizor para no sufrir

desagradables sorpresas, porque si bien es cierto que los humanos nacen sinceros ,sin

embargo, en la comedia de la vida predominan y mandan los mentirosos ,locos y

envidiosos .La experiencia enseña a no fiarte de casi nadie ,porque casi todos llevan

,con disimulo, una piedra en la mano o en el bolsillo , siempre dispuestos a lanzarla a

la cabeza de alguien por intereses o envidias.

Su experiencia como carnicero itinerante ,el trato ,por razón de su oficio ,con la

autoridad, chalanes y sus ganchos y ciertos convecinos, venían a confirmar sus

expectativas.

Comparaba Menora la vida con el discurrir de un río ,unas veces manso y otras

peligroso .En cualquier caso, no se puede permanecer en la orilla de la vida como si no

tuviera que ver con nosotros. Era cosa loable mejorar de condición ,salir de la miseria,

viajando al mismísimo infierno si fuera menester, porque ver mundo suele avivar el

seso.

Solía poner como ejemplo de lo que no se debe hacer , la manía del perro de caza que le había regalado su amigo Cañizo. Cuando salían de caza y topaban un conejo ,el perro levantaba la pata y se ponía a mear. Otro tanto de lo mismo, decía, le ocurría a la

gata de la “tía” Valentina que, cuando veía los ratones ,miraba para otra lado y cerraba

los ojos.

Relataba que en sus tiempos mozos ,llevado de ciertos idealismos ,hubo de sufrir

consecuencias indeseables .Recordaba aquellos dos terribles guantazos que le propinó

un agente de la autoridad que ,en llegando a la taberna ,pidió un vaso de vino, y el azorado tabernero sirvió primero en un jarro- como era costumbre en el pueblo, pues la

costumbre era beber el vino en jarro ,jarra o porrón - pasándolo luego ,a requerimiento

del agente, a un vaso de cristal que - como el resto de los vasos- estaba un tanto

desportillado .El agente del orden tomó aquella conducta como insolencia y

menosprecio a su condición de agente de la autoridad ,sino que lo acusó de atentar contra su salud y hasta de homicidio frustrado por poder morir de tétanos .Para que

aprendiera en el futuro ,el agente sacudió al tabernero dos terroríficos guantazos. Menora ,que no pudo permanecer indiferente ante tamaño atropello y guiado por su

idealismo ,recriminó al agente su abuso y fea conducta, pero el agente pidió ,primero, a

Menora su Tarjeta de Identidad que ,por cierto, no llevaba encima en aquel momento ,

obsequiándole ,a su vez, con otros dos terribles guantazos ,uno por no identificarse y el otro por recriminar a un agente del orden en público y sin razón alguna.

Menora sacó la conclusión de que con la autoridad había que andar con pies de plomo y lo procedente era: Vista larga, cara de risa y mala intención . Pero Menora no había escarmentado del todo ,pues ,no mucho después ,siendo apercibidos los vecinos

del pueblo del toque de queda, a partir de las diez de la noche , Menora y sus amigos se

despistaron un tanto por el palique, pero los culatazos que aquellos móhames les propinaron en los cuadriles y espalda, los obligaron a andar con buen tiento en el futuro.

Gracias a los cuidados de su madre ,Benita, que ,a base de ventosas y bizmas

,consiguió recuperarlo para la labranza y carnicería .

Casarse es siempre complicado y requiere de otras condiciones

Pero tampoco se trataba de verlo todo y siempre negro .Su amigo Cañizo le refirió ,entre otras peripecias ,la que les sucedió a aquellos serrantines portugueses de Villanueva-padre e hijo ,siempre más delgados y ligeros que un silbido, desconociendo

si era por hambre o desgana en comer- y que hubieron de hacer noche en casa de

Carujín ,porque al día siguiente había que madrugar al alba esperándoles una buena

corta de chopos.

. Como no tenían reloj, el padre que siempre dormía con medio cuerpo, despertó al

hijo ,serían las tres de la mañana, para que abriera la contra y la ventana por si ya

comenzaba a clarear el día. El hijo, confundido por el agotamiento de días atrás ,se

dirigió hacia la alacena y ,abriendo las portezuelas de la misma ,dijo a su padre:¡meu pai, a noite está escura como boca de un lobo e hiede a queishu qui apesta!.

En otra ocasión el incomparable Perfecto le refirió el caso de Dominguín y Cosme

que, habiendo desertado primero del arado y luego de las minas en Villablino, por el

agotador trabajo e inseguridad, llegaron, bien entrada la noche y sin un real , a Sahagún

.Buscando un pajar donde pasar la noche, dieron ,por fin ,con uno .Dominguín dijo a

Cosme:” mira ,como tú eres más ágil que yo, sube hasta el montante de la puerta ,bajas, y me indicas si hay buena paja para poder pasar la noche .En efecto ,Cosme

saltó yendo a caer encima de unos malditos guijarros ,a la vez que gritaba:¡Ay, ay, ay, ay!.Dominguín no creyó entenderlo muy bien ,y volvió a preguntar :Cosme,¿hay buena paja? y Cosme siguió con :¡Ay ,ay ,ay , ay!.Dominguín no dudó, subió hasta el

montante y...

Le refirió Cañizo lo de aquel convecino que ,recién llegado de la mili ,y con el

permiso militar en mano para poder casarse con Elvira -noviazgo y matrimonio que no

contaba con la bendición de los padres de Elvira -le dijo: Mira Elviriña de mi alma, yo marcho para La Coruña y te esperaré todos los días en la estación del tren hasta que llegues. Elvira ,pasados unos días para despistar, una vez que hubo terminado el diario

reparto de la leche en la Villa de Ponferrada ,dejó bien atada la burra a los barrotes de la

Iglesia de San Andrés - le daba inmensa pena que su fiel y bien amado animal se

perdiese o lo robaran – y tomó el tren -correo de La Coruña. .Al cabo de un mes, los

novios hubieron de regresar ,pues el trabajo en La Coruña era escaso y peor pagado.

Parecía ser insuficiente :Contigo ,Elviriña mía, pan y cebolla . Según Menora era La Coruña un importante lugar de arribo de bercianos que, con

mejor o peor fortuna , establecieron colchonerías ,almacenes de vino ,talleres de

reparación de automóviles ,tiendas de ultramarinos... .En aquellos lares parece se fraguó

la leyenda de los tres hijos de Cabezas :”De Ponferrada salieron cuatro con cuatro escopetas en busca de los tres hijos de Cabezas .Uno en La Coruña está ,el otro cerca andará y el tercero, que es un golfo ,quién sabe por qué sitios rondará”.

Mascarón, personaje socarrón ,alegre y festivo, le contó a Menora la escena que tuvo lugar con dos operarios suyos vecinos de la Cruz de Miranda .Salieron del alambique-a eso de las diez de la noche- con el estómago bien vacío y dos copas de más

.Al pasar por el Puente Boeza ,se sintieron un tanto mareados. Apoyados en el pretil del puente ,quedaron más que perplejos al ver un enorme queso como flotando en el agua

del río que bien podía mitigar, por muchos días ,las dolencias de sus quebrantados

estómagos en aquellos tiempos de tribulación.

Mochilón era el rey y morador principal de aquel paraje ,porque entendía que el río

y el campo expulsaban las dolencias del alma. Mochilón lo mismo trepaba por las

oquedades del puente que por los chopos y negrillos . Vestía siempre igual , es decir

,casi desnudo .Conocía al dedillo toda la flora y fauna del lugar: pájaros , sus nidales y

huevos ;los refugios de truchas y peces ,de culebras y lagartos ,de cuervos ,vencejos

,estorninos...

Enamorado ,parece ser, de un amor imposible y de los tornadizos y lunáticos poderes del astro lunar, cantaba, de pie en el pretil, en aquella helada noche de enero :”Con la Luna de Enero ,amada mía, te he comparado ,la más clara de todo el año”.Escuchando Mochilón las entrecortadas palabras de aquellos dos operarios hambrientos y macilentos, no dudó en cambiar el hambre de aquellos infelices en un

alegre y divertido juego .Les propuso ,para coger el queso del río ,que lo mejor sería,

una vez él se hubiera sujeto al pretil ,se deslizaran por su cuerpo hasta los pies el

primero, luego el segundo , y así alcanzarían el ansiado queso .Pero hete aquí que el primero se cansó de aquella postura, y dijo: ¡Mocha!,¡ agárrate bien que voy ”a cupir” las manos porque se me escurren!.

Mochilón preparó luego una buena fogata y asó las cinco culebras capturadas en la mañana, que aquellos hambrientos infelices degustaron en la convicción de que eran las

insuperables anguilas del lago de Carucedo.

Menora aceptaba , casi siempre de mal grado, la autoridad .Sus relaciones con la misma no eran, precisamente ,placenteras ,habría mucha tela que contar y cortar.

Consideraba que la autoridad era responsable de buena parte de los pecados de la historia que ,como tales, no podían tener perdón de Dios ,porque su desmedida ambición llega a transformarlos en locos posesos ,sirviendo de lazarillos de los pobres mortales ,siendo claro que perdido es quien tras perdidos codiciosos ha de caminar .

Las gentes de a pie saben que no es grato ni fácil obedecer a un igual , no está en

su ánimo conceder privilegios a nadie .Pero el poder del dinero y la mentira consiguen transmutarse en autoridad .El poder es un camino para poder gobernar .El poder no desdeña en utilizar toda suerte de trucos como la mentira ,el miedo y la arrogancia .De

esta guisa llegan a autodenominarse :Excelentísimos, Señorías ,Ilustrísimos, Por la Gracia de Dios, Dios guarde a V. E muchos años ,Es gracia que espera alcanzar, Su Majestad ,que Dios Guarde .. .

Cuando un modesto labriego no puede pagar, le amenazan con embargo ,cárcel y ,lo

que es peor ,lo llevan a término .Quienes poseen el poder ,no la autoridad, tienden a ejercerlo sin límites , saben que la condición humana no es mejorable y de esta guisa

merece ser tratada ,por lo que todos los sinpoder son siempre, y de antemano, presuntos culpables. Sus gestos y ceremonias son autoritarias, arrogantes y autocomplacientes. Sus palabras grandilocuentes son la expresión de un deseo irrefrenable de figurar ,impresionar y controlar .Hasta los mismos edificios públicos ,con su monumentalidad

y magnificencia, tratan de impresionar, amedrentar y empequeñecer a los labriegos y

humildes a fin de que se sientan como gallinas en corral ajeno. Los mismos

documentos públicos utilizan un lenguaje que sólo ellos , los escribanos, alguaciles y

picapleitos entienden , así crean distancias: El poder y su autoridad sólo sirven para ser servidos.

Decía Menora que entre el campesino ,tratado siempre como palurdo y bestia de carga ,y el gobernante no podía existir vínculo alguno de lealtad .No obstante , y para evitar mayores males, era necesario aparentar sumisión: “Vd. siga bien D Gervasio “,a la vez que levanta la boina e inclina la cabeza en gesto de acatamiento. Por éstas y

tantas otras cosas ,Menora se veía inclinado a confiar más en sus vacas y gallinas que

en aquellos poderosos de quienes había que estar lo más lejos posible ,pues del “jefe y del mulo, cuanto más lejos, más seguro” .El lenguaje de sus convecinos era bien significativo:”el que está arriba, llena la barriga, y el que está abajo ,estira el papo” . Tragadores y vividores ,eran expresión liviana

Más de una vez Menora resumió las experiencias negativas de su vida, y la de

tantos otros , sirviéndose de aquellos versos de un tal Garcilaso y que aprendió en sus

años de escolino :”El ancho campo me parece estrecho ,la noche clara, para mi es oscura ,la dulce compañía ,amarga y dura, y duro campo de batalla el lecho”.

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Otros horizontes e interrogantes

Elías Rafael con su esposa e hijos

Es claro que tiempos nuevos requieren nuevos arrestos y nadie mejor que los

jóvenes para afrontar nuevas y comprometidas situaciones .El irrefrenable impulso de la

especie, la osadía ,arrogancia ,audacia ,inteligencia ,sentimiento e ilusión son su bagaje

,lo cual no es poca cosa.

Ser joven equivale a ser capaz de configurar borradores de la vida ,se lleven o no a buen puerto, porque sin ilusión la vida no sería vividera, aunque siempre haya que

explorar nuevas idas y venidas cual personajes en busca de autor .Nunca hay el último

y definitivo personaje ,como no hay el último medicamento ni la última composición

musical ,.por lo que los humanos han de cargar con el peso descorazonador y

desconcertante, a la vez que maravilloso ,de ser medida en la historia ,porque vivir es el compromiso de tener que superar cuanto se posee. ” Todo hombre es ,en cierto sentido ,como todos los hombres ,como alguno de los demás hombres, como ningún hombre”,(Murray).

Ramón Riesco era un hombre ilustrado y librepensador, bien curtido en mil

batallas ,desde la Guerra de Cuba hasta sus correrías por Sudamérica ,Ciudadano de N. York ,o en la marina mercante por las tierras y mares del Pacífico ,optando a la

vuelta por los antiguos oficios de labriego y zapatero que ejerciera su padre.

Elías Rafael ,consuegro de Riesco, era un personaje culto y austero , no

desdiciendo en nada del paradigmático hombre de la ética calvinista del trabajo .Elías

dio a conocer y saborear los productos secos del Bierzo en España y extranjero ,el poder

caminar con el paso firme y ligero de la alpargata de esparto elaborada en su taller, por

las tierras castelllanas , bien que los hados de la fortuna, en tres ocasiones ,le fueron

desleales y traicioneros.

Nuestros amigos ancianos ,ya con el pie en el estribo ,hubieron de nutrirse de las realidades de la sabia pobreza a que queda reducida toda experiencia e ilusión y en los coloquios y sentencias que definen la existencia.

La denominada economía de mercado arrasaba sin pudor alguno toda suerte de economías artesanas ,también las agrarias tradicionales ,pero esto no podía hacerse sin

grave quebranto de sus cimientos sociales .En aquella economía agraria casi todos

trabajaban en lo mismo que el cabeza de familia, siendo la tierra un bien seguro porque

llenaba ,más o menos, el siempre insaciable vientre, la alegría de trabajar y vivir y,

algo menos, los días de los pobres vergonzantes e indigentes .La seguridad del campesino se fundamentaba en los vínculos de sangre y buena

vecindad ,siendo osadía abandonarlos sin la debida prudencia ,exponiéndose a los peligros del camino quien está en ayunas y perdido anda, si tras perdidos camina .

La vida en las grandes urbes necesita y posibilitaba trabajos altamente diferenciados

y versátiles que ,por lo mismo, requieren de un largo aprendizaje y una siempre puesta

a punto .No era suficiente con sólo mirar ,escuchar y repetir .Un buen aprendizaje

posibilitaría, por otra parte, el tan deseado ascenso social. Riesco y Elías recelaban de las grandes urbes, del trabajo y la vida en las mismas a

las que inexorablemente habría de conducir el nuevo horizonte económico .Así como

son de admirar sus logros tecnológicos , cabe también deplorar la pérdida de

humanidad de las mismas, siendo las urbes un poderoso tirano que devora los

individuos de carne y hueso y, en consecuencia, se transforman en vastas necrópolis .El perverso apego de los hombres de la ciudad por el trabajo a cualquier precio ,el ascenso social y la insaciable codicia ,terminarán por cegar a todos por igual .El afán por gozar de tantos bienes y placeres que, por ser perecederos, no deben dejarse escapar , terminará por destruir la verdad ,la recta razón y la fraternidad ,tornándose esa sociedad en asiento de todos los pecados capitales.

El urbanita llegará a perder el contacto con la madre naturaleza viviendo de espaldas a la misma ,llegando a ignorar y despreciar los tiempos naturales, si es menguante o creciente ,si los ajos se siembran en menguante, si se poda en creciente, si es mediodía o poniente. El labriego sabe que la naturaleza habla siempre claro,

siempre que sepamos escucharla ,tanto en la noche estrellada como durante el día, que

no sólo está viva sino cuajada de misterios por doquier como diablos ,genios, santos

protectores y hasta de ángeles custodios y psicopompos -santos protectores de los agonizantes-.

El tiempo urbano, como la producción misma, son precisos y monótonos cual

ocurre en los hormigueros, y lo es en todos sus momentos porque el reloj y el dinero son sus mandamás y cachicanes ,que no la campana, marcando todos sus ritmos .El tiempo en la ciudad es siempre un bien escaso y , como todo cuanto hay en la ciudad,

se compra ,se vende ; todo tiene un precio ,es una cultura de las necesidades siempre crecientes. La gran ciudad no es un lugar de encuentro sino el ámbito en que el comprar y vender se viven como la solución a toda suerte de problemas .La cultura urbana se transforma en el lugar de tantas necesidades innecesarias ,ocurriendo que en cada compra elegimos el mundo que queremos .Ni siquiera el ocio ,la diversión y entretenimiento ,escapan a la condición de ser objeto de compra-venta, de negocio .

Señalaba Riesco que el tiempo urbano y el dinero serían excelentes instrumentos si se tomaran con mesura y en su justa medida o ,por el contrario, excrementos diabólicos si se tornan en la sangre del cuerpo que es la gran urbe ,porque es bien claro que no es lo mismo placer que satisfacción .No venga a ocurrir lo que aconteció a aquel labriego que echó tanta agua y esparramó tanto estiércol en la viña, que

terminó por asfixiar las vides ,generándose en el jodío abono toda suerte de asquerosos bichejos.” Todo para el hombre ,pero no sin el hombre”, apostilló Elías.

El becerro de oro y la cupiditas lucri han merecido tal suerte de consideraciones y

halagos a lo largo del tiempo que ,ya en su día, uno de los personajes de La Celestina

hubo de sentenciar:”Todo lo puede el dinero ,las peñas quebranta ,los ríos pasa en seco ,no hay lugar tan alto que un asno cargado de oro no lo pueda subir”.

Elías Rafael, desde joven, había fijado como ideal y norma de conducta la laboriosidad, el ingenio ,la sobriedad, la lealtad y el justo precio, pero la gran urbe engendra, por propia condición, logreros y codiciosos que son exhibicionistas del mentir, amos ,sin límites, de la uña y de la carne ,valedores de la sequía del resto de valores .Tanto es así, que se hace necesario afirmar :”Quien no miente ,no viene de buena gente” .Por eso, tratándose de intereses, dinero :”No cabe amistad entre dos amigos y lo mejor es siempre un notario y dos testigos”. Por propia experiencia ,en sus mismas carnes ,aunque tarde, llegó Elías Rafael a saber ,no a compartir, que el vivir honradamente ni es útil ni tiene cotización. Cierto es, consideraba, que también el Reino de los Cielos se ofrece a cuantos lo codician ,pero claro ,es el Reino de los Cielos.

El labriego es siempre sabedor del valor de los otros tiempos que los urbanitas desconocen o menosprecian y no suelen ser otros que los anunciados en los toques o repiques de campanas o matracas: nublado , arrebato ,concejo ,boda ,fiesta , procesión ,rogativas ,dolor y muerte .Tampoco ignora el labriego los tiempos fascinantes de las fiestas del Cristo ,El Salvador ,S .Jorge ,San Blas ,San Pedro ,San Bernardo... ,los tolerados de Antruejo o Entroído, el jubiloso Entierro de la Sardina, la Cuaresma de la truchuela y la tan “ necesaria privación de carne” -porque carne, carne cría, y los peces, agua fría-, tiempos de Ánimas ,magosto ,filandones ,pagos de réditos y rentas, viandas porcinas desde San Martino y rasqueta ,porque “por San Andrés el mosto vino es”.Tantas son las cosas benditas que “bendito mes que comienza con los Santos y termina con San Andrés”. El imponderable Adviento de androllas ,barbadas ,longanizas y compotas ,hasta” el San Silvestre que con el año acabeste”.Ya sólo resta el día insólito de su haber particular, de especial relieve y consideración ,presente desde el comienzo al final: “el 32 de Diciembre” .

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Los tiempos ,consideraba Elías Rafael , son también patrimonios concedidos al hombre como propiedad útil ,por lo que quienes oprimen al labriego ,al trabajador ,no sólo roban sus tiempos y su alma ,sino que alterando el valor y sentido del tiempo de ocio y trabajo, corrompen el orden natural y el de la Salvación.

Tiempos ,trabajos ,alegrías ,ilusiones y desengaños son la vida misma, siendo ,en todo caso, mejor trabajar, aunque sea en vano, que estar ociosos en vano, porque la ociosidad es la madre de mala vida ,de todo vicio ,pues el mal está vivo porque vive en cada uno de los humanos.

El urbanita ,por el contrario, necesita aprender de continuo porque ese es su tiempo

,por eso sus saberes no ocupan lugar, siempre caben otros, el mundo en que mora es

siempre cambiante y tornadizo . De la ciudad procederá todo cambio-el bueno y el malo- y su progreso ,porque nada es consistente, ni vuelve a ser jamás lo que fue.

Sus medios de comunicación, radio y prensa, pondrán al urbanita en contacto con

casi todos los mundos ,pero ni entre ellos ni con ellos cabe comunicación íntima y

sincera propia de personas ; una cosa es la comunicación y otra ,distinta, la

comunicación, por definición, interesada, cuya pretensión es que se piense conforme

sus intereses. “Todo para las hormigas ,pero sin las hormigas”.Riesco sentenció :”Ha muerto el individuo ,viva el individuo”.

Los urbanitas se creen libres , creen haber conquistado libertades .Saben que no es

posible la libertad sin la verdad y que ésta no es otra que la del gran patriarca que

dice actuar en nombre de los intereses de todos, de la sociedad civil , desdeñando, por

inútiles ,peligrosas e indigestas, la otra suerte de verdades éticas .

El aire de la ciudad hace al hombre libre, inmune a las murmuraciones y envidias

campesinas ,porque métete villano en villa y serás señor de ti mismo. La sociedad urbana exige menor conformidad que la campesina ,y hasta es tolerante con ciertas

desviaciones siempre que no se ponga en peligro el equilibrio social establecido

.Vestirás como gustes ,te casarás con quien quieras o puedas –siempre que hayas cumplido el servicio militar-,puedes pensar hasta como librepensador ,no habrás de

rendir cuentas a nadie, salvo al gran Leviathán o Guardián de la Colmena. Una cosa habrás de tener siempre presente y es: que todos los días de tu vida deberás comprar tu libertad al becerro de oro, porque sin dinero de por medio no cabe cosa alguna .El dinero es la única sangre de la ciudad y si ésta enferma ,también la ciudad, por ello mismo es su principio vital y organizador.”Pero, a veces, la sangre se hace cemento líquido y mata cuando cuaja”,comentaba Riesco.

Los labriegos comunican sus cosas y las del campo, en la casa, en el campo, en la

taberna ,a la salida de la iglesia ,en el Concejo, con Dios en casi todas partes

,especialmente en el entorno de los lugares consagrados , donde la sinceridad ,y hasta la

blasfemia, deben cohonestarse con las buenas formas y ciertos formalismos.

El trato con los convecinos y con la naturaleza es siempre menos complicado que el

de los urbanitas, porque a la urbe la mueven los hilos del lucro ,la tergiversación y la mentira ,allí tienen sus raíces los fabuladores y desorientadores de la vida.

Cierto es ,al decir de Riesco, que hasta las mujeres labriegas reciben y comunican toda suerte de verdades y sentimientos, murmuraciones y rumores en los mentideros del horno ,lavadero , camino ,sendero ,prado ,junto al pozo o la fuente. Nada de cuanto tiene lugar en la alcoba-lugar de nacimiento , vida ,muerte –,o fuera de la misma y

hasta en la iglesia, se escurre a los trasiegos de sus conversaciones ,pero eso forma

parte de la humana condición, no venga a suceder ,como manifestara el Dante:”que todos aquellos que vivieron sin alabanza ,infamia o murmuración, habrán de ocupar el lugar más bajo en el más allá” .Que hablen de uno, aunque sea para mal - así uno es alguien- y, en todo caso, no hay mal que cien años dure.

Cara y cruz de un tiempo nuevo

“Mi Buenos Aires querido, cuando yo te vuelva a ver, no habrá más penas ni olvido”

Méndez y Casimiro, después de una larga estancia y aprendizajes urbanos en

Buenos Aires, hubieron de regresar-con escasa plata- a su Bierzo ,si bien por motivos

distintos. Méndez volvió con las alforjas bien repletas de admiración por los avances

técnicos de aquel hermoso país ,también de poesía ,tangos ,charlas y artículos en prensa

del maestro Ortega y Gasset .

Casimiro había emigrado con el bagaje intelectual de sus estudios en el Seminario

Asturicense ,pero motivos de salud abreviaron su estancia en Buenos Aires , una

creciente paraplejia terminó de confinarle a una silla y cama de por vida.

En su obligado sedentarismo ,dispuso Casimiro de tiempo ,vocación y tenacidad

para rumiar la prensa diaria y cuanto de liviano o pesado formara parte del diario

acontecer. Méndez y Casimiro se mostraban gozosos no sólo de su amistad sino que

sus diarios encuentros servían de alimento ideológico en los que no podía faltar el

recuerdo a tan grande y hermoso país .Aquellas inmensas granjas de producción

agrícola y ganadera, máquinas de sembrar ,segar y empacar, silos y frigoríficos

industriales .La increíble vida urbana de Buenos Aires, sus librerías ,tiendas ,modas

,nacionalidades ,cantares ,profesiones y adelantos de toda suerte. Aquellos artilugios

como la gramola cantante-traída de Buenos Aires– o los insólitos y parlantes aparatos ,que ya tenían el cura y el maestro , con sus cables en agua , aire y tierra ,eran más

que demasiado.

Casimiro, que había trabajado como jardinero en una importante mansión, conocía

y comentaba algunos de los comportamientos de las señoras y señoritas de aquella sociedad, tratando no de ponerlas como ejemplo, sino como expresión de una sociedad abierta y plural .Aquellas lindas mujeres parecían decididas y tenaces cual si fueran ejecutivos profesionales .La disciplina a la que someten su cuerpo con dietas de

adelgazamiento ,ventosas y gimnasia rítmica, pretendía arrinconar la fealdad ,la vejez y

hasta la muerte ,si fuera preciso .Era más que importante el poder agradarse a sí mismas.

Si el erotismo otrora se basaba en esconder ,ahora es mostrar el esplendor y la

belleza corporal con el cuidado de la piel y la armonía corporal que son expresión del alma y no una magnífica tarjeta de visita. Cuidar de la piel es cuidar de la vida. Las mascarillas y maquillaje consiguen una piel radiante .La extracción de las muelas del

juicio, al ahondar las mejillas , configuran un enigmático y seductor rostro. El uso

diario del jabón perfumado y las aguas de olor posibilitan eliminar las bolsas de los

ojos, borrar el paso y peso del tiempo, las arrugas, las temibles patas de gallo y las

pecas .El empleo de los aceites de cacao ,maquillajes exfoliantes ,pintalabios ,depilación

de cejas , labios gruesos , cabellos cortos teñidos de rubio o platino ,las cejas altas y la supresión de la papada crean un rostro bello y hasta deportivo .No se sabe ,si con aquellas prendas de suaves tejidos, corporeizaban el alma, el cuerpo, o ambas cosas.

.Las poses-andróginas a veces- en la tienda ,cafetería y calle ,las complejas formas

de mirar y sonreir ,conducir el automóvil , tomar asiento ,cruzar las piernas , fumar un

pitillo , tocarse de sombrero ,guantes, gafas ...,son otras tantas formas expresivas y

novedosas de un nuevo modo de ser y estar femenino. Por contra , amando como amaban el entrañable pueblo ,no podían por menos tener

que reconocer que aquellos añosos pueblos y sus moradores vivían en otro orden de

cosas .

Coincidían con D. Julio Laredo ,D .Andresín y D. Tono ,no sólo excelentes médicos

de cabecera, en que era menester hacer lo imposible por mejorar la salud

,comenzando por las prácticas alimentarias, sanitarias e higiénicas que los labriegos

difícilmente podían asumir. Su insistencia en restringir el consumo de tocino diario

,manteca de cerdo ,unto, vino y orujo ,por leche, agua, pescado ,huevos y frutas

,chocaba con los imponderables y reticencias .Retirar los ganados y las moscas de las

cuadras de debajo de la vivienda y el estiércol acumulado en la calle eran más que un

simple asunto higiénico.

No era dificultoso tener que lavar las manos y la cara con jabón y a diario ,pero

era más cierto que las labores diarias mantienen al campesino enzafranado todo el día haciendo baldía la limpieza .Sus antepasados de siglos apenas se lavaban y, sin

embargo ,muchos llegaron a viejos. No obstante, Ermenilda ,mujer dócil a los consejos

de los galenos , no dudó en lavar hasta tres veces al día las patas de su asno y dos las

de los tres cerdos . Ermenilda hubo de apropiarse ,por propios merecimientos, del

mote:“tía Olimpia-la Relimpia “. Para los lugareños era bien claro que los perros y gatos ,parientes próximos de los

humanos ,no cepillan a diario la dentadura , presumiendo de la misma como buenos

guardianes del ganado y despedazando, si era menester, hasta al mismísimo lobo.

Ni el cura ni el maestro ,a pesar de los cuidados ,tienen mejores dentaduras que

Cañizo o Cachucha , porque no hay almendra ni nuez que resista su poder. En todo

caso, y cuando la situación lo requiera, siempre hay junto al pozo las infalibles hojas de menta para limpiar los dientes.

Es claro que lo que no mata, engorda ,pero bañar el cuerpo ,si no es en la víspera de la fiesta del pueblo, es poco saludable ,a no ser que haya que ir al médico o se trate de lavar un cadáver .Por el agua ,que siempre contiene plantas ,animales, inmundicias ,arenas ,tierra ,entran casi todos los males y pestes en el cuerpo ;las aguas llevan de todo ,el agua es la quinta cosa no natural. Los poros corporales, al igual que el resto de los orificios corporales ,sirven para expulsar al exterior lo que es malo y sobrante, consiguiendo de esta guisa de mantener el equilibrio interno del cuerpo y del alma. El

cuerpo húmedo está abierto al exterior y es más vulnerable ,por contra ,el cuerpo seco se halla cerrado y mejor protegido. Con la limpieza en seco es más que suficiente,

puesto que la ropa interior ,oculta bajo las otras prendas, sirve para recoger los humores

y suciedad del cuerpo.¿Que se huele mal ,que se huele a humo?,también las longanizas

y nadie las desprecia. Cada cosa tiene su olor propio . Por otra parte ,no siempre huele bien quien siempre huele bien.

Es claro que” el agua cocida alarga la vida”.El agua que no es de lluvia o cocida, suele ser traicionera ,ahí están las mojaduras con sus reumas y pulmonías. Lavar el pelo y los pies, una vez por semana, es un desatino; lo uno conduce a la calvicie y lo

otro puede producir gran daño ,porque es sabido que los males no sólo entran por los

orificios del cuerpo sino también por la cabeza y los pies ,por eso “ la cabeza ha de estar siempre fría y los pies calientes”.

La visita al o del médico -la iguala era dos cuartales de pan al año -no tenía mayores problemas, pero surgían cuando D .Andresín prescribía realizar un análisis o analisis de la sangre , que valía por tres días de jornal, aunque tan malo era retirar y

pagar con las escasas pesetas contantes y sonantes aquellas medicinas o melecinas de tan extraños sabores y olores .Por eso, el peor de los males que cabía desear al mayor

enemigo era ,sin duda alguna:¡Ojalá termines empuchicado y tengas que gastarlo todo en botica!. Tomar aquellos medicamentos , hervir agujas y jeringas , poner las temibles

indiciones –que estremecían el alma de pequeños y mayores –gracias al buen vecino que hacía de practicante cuya titulación no era otra que la propia práctica y ,por ende, más que suficiente.

El extraño lenguaje médico y de los prospectos no terminaba de aclarar si

aquellos positorios había que introducirlos por qué recto o por el culo .Los médicos

toleraban, al menos como males menores, las bizmas- de extraños componentes, a

veces- ventosas y fomentos ..., sonriendo burlonamente por el empleo de la triaca curalotodo de vino con miel y unto en catarros ,carrasperas y gripes .Nada era comparable a las guindas garrafas ,nueces y arándanos en aguardiente para neutralizar

los dolores en los repetidos y frecuentes torzones de barriga .Las hojas de eucalipto y orégano producen los mejores vahos para aliviar catarros y todo tipo de toses .Siempre

habrá que tener a mano las no menos eficaces manzanilla ,tila y linojo .Las hojas de nogal ,hierba luisa ,malvas y diente de león procuran mejorías en almorranas y alivio en

vejigas .Las camisas de culebra y telarañas gozan de benéficos poderes. En las

mataduras, escoceduras y encetaduras ,nada mejor que orinar sobre ellas. Los cebones y cebolla con aceite maceran los pertinaces golondrinos y paperas .

Las tisis ,aires o paralís ,fiebres palúdicas ,tericias del hígado ,cuadriles ,pulmonías... necesitaban de lavativas ,purgas ,limacos, ruda ,sabuguero ,romero,

sanguijuelas y hasta de la faja de cuatro vueltas del abuelo. Ir a mear ,a diario, junto a

los matachines del río puede cortar la tericia y la mala color. La mejor práctica para

eliminar las verrugas consiste en ir al monte y atar, de espaldas a las mismas ,dos

escobas. Para tantas otras cosas ,nada tan eficaz como la Oración a San Antonio que ,si sale entera ,conjura todo daño . Ofrecer el niño con arangallo a San Vitoiro de Lardeira, es mano de santo. Los compostores de Columbrianos o de Sisón -junto a Veguellina- saben, mejor que nadie, cómo componer los huesos ,mancaduras y encañar las roturas .En otros casos, el herrador , capador y comadrona del lugar pueden

resolver ,y con buen tino, los casos de menor urgencia. No está totalmente desacertado

lo que dice el Sr. Cura a los feligreses como práctica en evitar los catarros del membrillo y almorranas :”Mensibus ferreatis ,ne lapidubus sedeatis” que, si bien en latines ,no era tan difícil entender. En cualquier caso ,hasta que la manzana ,que está en lo alto del árbol, no caiga ,no podemos saber si está sana ,cocosa o podrida y ,en el peor de los casos ,si algo sale mal ,está claro que era su destino y contra el destino es inútil enojarse .Los muertos , hasta el presente , no suelen denunciar a los causantes de su muerte.

Recordaba Casimiro que algunos profesores del Seminario enseñaban ,entre otras

cosas, que los arquetipos del pasado y sus conductas eran siempre resultado de las

respuestas y reacciones ante las cosas que conocemos o creemos conocer ,siendo las

ideas y las creencias de todo tipo el común denominador a todas ellas y que, por cierto

,también necesitaban cambiar. Así era posible entender aquellos abigarrados y

fascinantes mundos históricos de: buhoneros ,campesinos, burgueses ,clérigos ,monjes ,juglares, emperadores, capadores ,albarderos ,prestamistas, mosqueteros ,arcabuceros ,mercaderes ,inquisidores ,canónigos ,herejes ,arbitristas ,Oidores de la Chancillería ,Corregidores ,Alguaciles, alcahuetas ,brujas ,taberneros ,obligados del abasto de la carne ,asentistas, hijosdalgo, ensalmadores, pobres vergonzantes ,doncellas ,casadas ,viudas...,y tantos otros ,y hasta el mismísimo hermético lenguaje sobre el Misterio de la Santísima Trinidad que presenta al Espíritu Santo en forma de paloma, al Padre Eterno como Venerable Anciano y al Salvador cual joven y fornido atleta .Pero casi todo había cambiado, Dios había dejado de hablar y los hombres ya no son creyentes ni herejes sino agnósticos .Hablar de Dios y territorios aledaños conduce a conversaciones de dudoso gusto y más que difícil digestión.

Entendía ,nuestro amigo Méndez ,siguiendo la estela de su venerado maestro D

.José Ortega, que para poder seguir la complicada maraña de la historia o “prehistoria” humana ,ha de haber algo en común entre los extremos de las no tan simples o complejas sociedades. Así será posible comprender y entender el pasado ,analizar el presente y prever ,en lo posible, el futuro, profesiones y conductas , órdenes y medidas introducidas en el universo, así como los tiempos culturales como referentes ideológicos .Por lo mismo ,decía ,no ha lugar a la impermeabilidad de razones y creencias porque, si así fuere ,no valdrá ni alguna de las reclamaciones ,en cuyo caso , no hay nada de qué hablar y lo más sensato será callar para siempre .Nada ,en definitiva ,es tan respetable como la realidad ,pero es el caso que hay tantas realidades como puntos de vista.

.

Consideradas éstas y tantas otras cosas del progreso y de la vida urbana , como los

tan precipitados cambios en tolerancia y licencia de costumbres , había una cuestión

que no podían pasar por alto: la dignidad de las personas que parece quebrarse al quedar su singularidad fuera de los objetivos de la ciencia, técnica y mercado que ,como tales, pueden servir para cualquier propósito: bueno o malo .Pero todo se torna problemático y desconcertante cuando en nuestras preguntas hemos de implicamos a nosotros mismos.

Por tantos motivos ajenos a la ciencia ,técnica y mercado, no resultaban

sorprendentes aquellos hermosos, desasosegados ,doloridos y veraces decires del tango

.Méndez llevó ,una vez más ,aquella enorme gramola ,venida de su otra madre patria y, así , juntos escuchar otra vez: Yira....Yira:”Verás que todo es mentira ,verás que nada es amor...” y Cambalache: “Que el mundo fue y será una porquería ,ya lo sé...¡En el quinientos seis y en el dos mil también! . Que siempre ha habido chorros ,maquiavelos y estafaos ,contentos y amargaos ,varones y dublé... Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente... ,ya no hay quien lo niegue .Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todos manoseaos....¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor...¡Ignorante ,sabio ,chorro ,generoso o estafador..!.¡Todo es igual! ,!nada es mejor !.. .Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición ,da lo mismo que sea cura ,colchonero ,rey de bastos, caradura o polizón...Mezclao con Stavisky va Don Bosco y la “Mignon”.Don Chico y Napoleón ,Carnera y San Martín.¡Qué falta de respeto ,qué atropello a la razón,¡cualquiera es un señor!¡cualquiera es un ladrón .No pienses más ,sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao .Es lo mismo el que labura ,noche y día como un buey ,que el que vive de los otros ,que el que mata ,que el que cura o está fuera de la ley.