La voz 20 de abril 2014

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Pág. 4 Año Nº 1538 Editor: CODIPACS Donativo: $ 5.00 Semanario de Información y Formación Católica Domingo 20 Abril 2014 Pág. 2 Pág. 5 Carta Mons. Rutilo Muñoz Zamora a la Diócesis de Coatzacoalcos Maira Jaber Pág. 8 EL TRIUNFO DEL AMOR Pág. 9 TIPOS DE TEMPERAMENTO SAN ROMAN ADAME ROSALES Nacido en Teocaltiche, Jalisco, el 27 de febrero de 1859, fue ordenado presbítero por su obispo, Don Pedro Loza y Pardavé, el 30 de noviembre de 1890, tras lo cual, le fueron con- feridos varios nombramientos hasta que el 4 de enero de 1914 llegó al que sería su último destino, Nochistlán, Zacatecas. Prudente y ponderado en su minis- terio, fue nombrado Vicario Episcopal foráneo para las parroquias de No- chistlán, Apulco y Tlachichila. Quienes lo conocieron, lo recuerdan IHUYRURVR UH]DED HO RソFLR GLYLQR con particular recogimiento; todas las mañanas, antes de celebrar la Eucaristía, se recogía en oración mental. Atendía con prontitud y de buena manera a los enfermos y Pág. 10 El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al ama- necer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro; echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.» Salieron Pedro y el otro discípulo ca- mino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el suda- rio con que le habían cubierto la TIEMPOS DE ESPERANZA

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Aunque no lo puedas ver CRISTO RESUCITO

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Pág. 4

Año Nº 1538 Editor: CODIPACS Donativo: $ 5.00

Semanario de Información y Formación Católica

Domingo 20 Abril 2014

Pág. 2 Pág. 5

Carta Mons. Rutilo Muñoz Zamora a la Diócesis de Coatzacoalcos

Maira Jaber

Pág. 8

EL TRIUNFO

DEL AMOR

Pág. 9

TIPOS DE

TEMPERAMENTO

SAN ROMAN

ADAME ROSALES

Nacido en Teocaltiche, Jalisco, el 27 de febrero de 1859, fue ordenado presbítero por su obispo, Don Pedro Loza y Pardavé, el 30 de noviembre

de 1890, tras lo cual, le fueron con-feridos varios nombramientos hasta que el 4 de enero de 1914 llegó al que sería su último destino, Nochistlán, Zacatecas.

Prudente y ponderado en su minis-terio, fue nombrado Vicario Episcopal foráneo para las parroquias de No-

chistlán, Apulco y Tlachichila.

Quienes lo conocieron, lo recuerdan

con particular recogimiento; todas las mañanas, antes de celebrar la Eucaristía, se recogía en oración mental. Atendía con prontitud y de buena manera a los enfermos y Pág. 10

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al ama-necer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro; echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»

Salieron Pedro y el otro discípulo ca-mino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el suda-rio con que le habían cubierto la

TIEMPOS DE

ESPERANZA

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014 LA VOZ DEL PASTOR

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014CONOCE TU FE

Fuente: www.rosario.org.mx

Los apóstoles de Jesús comenzaron su predicación anunciando este -- hecho indiscutible: Jesús de Naza-ret, quien fue clavado en una cruz y sepultado RESUCITÓ. Todo su mensaje giró en torno de esta noti-cia; hoy la Iglesia también centra to-do su trabajo apostólico en JESÚS RESUCITADO. A partir de esta VER-DAD, se realiza la evangelización, hace dos mil años y hasta nuestros días.

La resurrección de Jesús es el hecho más importante de toda la Historia de la Salvación. Es un asunto fundan-te -en él está fundada nuestra fe- y fundamental -sin Resurrección sería absurda, y no tendría razón de ser nuestra fe-. Si Cristo no hubiera resucitado, la Iglesia no podría -- anunciar ninguna Buena Noticia de salvación para nadie. San Pablo lo

resucitado, nuestra predicación ya no contiene nada ni queda nada de lo que creen ustedes…. Y… ustedes no pueden esperar nada de su fe…. Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos…” (1Co 15, 14; 17; 20). La Resurrección de Jesús es una VERDAD, a la que de ninguna manera debemos renunciar si nos llamamos cristianos.

PRUEBAS DE LA RESURRECCIÓN.

La máxima obra de Dios, la Resurrec-ción de su Hijo, no tuvo testigos. Sin embargo sí se puede comprobar;

EL SEPULCRO VACÍO.- Los cuatro evangelistas lo mencionan. Lo re-conocen incluso los soldados, los sacerdotes y las autoridades roma-nas. Aunque no es una prueba di-recta, es un signo especial, es el primer paso para el reconocimiento

creyó (20,8).

LAS APARICIONES DEL RESUCI-TADO.- En ellas se basa el argu-

Resurrección. NO FUERON VISIO-NES subjetivas, sino HECHOS OBJETIVOS, HISTÓRICOS. Se des-criben (en los últimos capítulos de los evangelios), como presencia real y hasta carnal de Jesús; come, camina, deja que lo toquen, platica con ellos. Son una base sólida de la fe en la Re-surrección.

EL TESTIMONIO DE LOS QUE CREEMOS.- Aunque no hubo tes-tigos de la resurrección, sí los hay del Resucitado. Quienes lo vieron co-

estaba vivo” y así es como surge la Iglesia. Nuestra fe procede de los pri-meros que creyeron y continuamos hoy transmitiendo esa misma fe en Jesús de Nazaret que murió por no-sotros, y que RESUCITÓ como pri-micia de lo que será nuestra propia resurrección. ¡desde hace dos mil años, hombres y mu-jeres han dado testimonio de la fe en la Resurrección

los tiempos!.

¿QUÉ SE ENTIENDE POR RESURRECCIÓN DE

JESÚS?

La Resurrección de Jesús es un HECHO REAL, HISTÓRICO -como todo lo que dicen los Evangelios sobre Jesús de Nazaret- y META HISTÓRICO, -va más allá, pues anticipa nuestra propia resurrección-. Cuando pienses en esta VERDAD DE FE, toma en cuenta estas cuatro

1. La resurrección de Jesús no es una vuelta a su vida anterior, para volver a morir de nuevo. Jesús entra

tado” por Dios (Hch 2,23); es una vida diferente a la nuestra. (Rm 6, 9-10)

inmortal”, ni un fantasma. Es un -- hombre completo, con cuerpo, vivo,

concreto, que ha sido liberado de la muerte, del dolor, de las limitaciones ma-teriales, con todo lo que constituye su personalidad.

3. Dios interviene, no para volver a unir el cuerpo y el alma de Jesús, si-no que ocurre un nuevo prodigio, -- una intervención -- creadora de Dios. El Padre actúa con su fuerza creadora y poderosa, levan-tando al muerto Jesús a la vida de-

4. No se trata de que Jesús resucitó

su recuerdo”. Es al-go que aconteció

verdaderamente en el muerto Jesús y no en la mente o en la imaginación. Jesús realmente ha sido liberado de la muerte y ha alcanzado la vida de-

SIGNIFICADO DE LA RESURRECCIÓN

Con la Resurrección de Jesús, Dios

da la razón en todo lo que hizo y dijo y se la quita a quienes estaban en su contra.

Jesús es su Hijo, el Cristo, el Mesías esperado.

misión está fundada no solamente en el hecho histórico, sino en la expe-riencia pascual, en el encuentro de cada cristiano con Jesús Resucitado.

historia; hace surgir una fuerza diná-mica e invita a un programa de vida para cada hombre.

vida y nuevo sentido para la muerte. La vida es un camino que se puede andar con esperanza, pues la muerte

Padre.

EL ENCUENTRO DEL HOMBRE CON EL

RESUCITADO

En los evangelios se describen va-

tado con varios de sus discípulos; hay cosas en común en estas expe-riencias:

salgan de su incredulidad y de su desconcierto.

2. El encuentro afecta a la totalidad de sus personas: transforma el mie-do en celo por el evangelio; la igno-rancia por sabiduría; la debilidad por fortaleza; la tristeza por alegría. (Gal 1,23)

3. Les descubre los enigmas de la fe:

4. Los encuentros siempre conducen a una llamada a la evangelización

16,15; Lc 24,28; Jn 20,21).

5. Comprenden que deben vivir su vida cotidiana con otro sentido y otra profundidad, el encuentro con el Resucitado es una experiencia pro-longada en la vida. (2Cor 4,10).

SE BUSCAN TESTIGOS DEL RESUCITADO

has visto. Felices los que creen sin haber visto” (Jn 20, 29) Estas pala-

a nosotros, a los cristianos de hoy que seguimos encontrando a Cristo

con los ojos del cuerpo, los efectos que se producen son exactamente

tenemos la certeza de que creemos en algo real; porque tenemos una esperanza diferente a quienes no creen; porque vamos por la vida lu-chando por hacer realidad el sueño de Jesús: vivir el Reino de Dios en-tre los hombres. Piensa, a quién le debes tu fe: ¿a tus padres?, ¿a un sacerdote?, ¿a un catequista?, ¿a algún amigo?

La fe es un don de Dios que recibimos en el bautismo, pero también es con-secuencia del testimonio de alguien que ya se encontró con Jesús -- Re-sucitado. Quizá tú has sido la causa de la fe de alguna persona. ¡Felicidades!, esa es la tarea de to-dos los cristianos. Pero…. si tú eres alguien que siente que su fe no es

has hallado a alguien que te de tes-timonio de su encuentro con Jesús Resucitado, ¿o no lo has querido ver? ¡no te desanimes!. Vale la pena que busques entre las personas que conoces; busca a alguien que ya lo haya encontrado, desde luego tienes

tán estas personas: es gente común, pero se distingue en que vive los valores cristianos: la verdad, la justicia, el amor y la paz; seguramente están entre tus compañeros de trabajo o de escuela; quizá entre tus vecinos; ven a Misa los domingos, o acércate a algún grupo parroquial; puedes encontrar aquí a esos testigos de la Resurrección que viven inmersos en el mundo transmitiendo el amor de Jesús de Nazaret. Cada vez que veas a alguien que vive esos valores del Reino de Dios, es porque es un Testigo del Resucitado; obsérvalo, pregúntale por qué cree y por qué vive de tal manera. Con toda seguridad su testimonio de contagiará y tú también serás un testigo más, ayudando a Je-sús a transformar al mundo.

¡FELICES PASCUAS

DE RESURRECCIÓN!

palpppppppppppppppaaaaaaallllllprincipppppppppppppppprrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnnccccccccccccccciiiiiiiiiiiiiipppppppppPrimera y priPPPPPPPPPPPPPPPrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmmmmmmmeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrraaaaaaaaaaaaaaa yyyyyyyyyyyyyyy ppppppppppppppprrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiimmmmmmmmmmmmm rirrrrrrrrrrrrriiiiiiiirirrrrrrrrrrrrriiiiiiiii prpppppppprrrrrrrimiiiiiimmmmmmmemmmmmeeeeePP aaaaaaaa pppppppppppppppereeeeeeeeeeeeerrrPPPPPPPPPP eePriPPPPPPPPPriiiiiiiiiiiiiiiiiiiPPPPPPPPPPPPPPPrrrrrrrrPPPPPPPPPPPPPPPrrrrrrrrPPPPPPPPPPPPPrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiPPPPPPPPPPPPPrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiirrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmmmmmmrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmmmmmmiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmmmmmmmeeeeeeeeeeeeeeeiiiiiiiiiiiiiiimmmmmmmmmmmmmmmeeeeeeeeeeeeeeemmmmmmmmmmmmmmmeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrmmmmmmmmmmmmmmmeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrreeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrraaaaaaaaaaaaaaaeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrraaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrrrrrrraaaaaaaaaaaaaaa rrrrrrrrrrrrraaaaaaaaaaaaaaa yyyyyyyyyyyyyyy yyyyyyyyyyyyyyy ppppppppppppppprrrrrrrrrrrrrrrppppppppppppppprrrrrrrrrrrrrrrppppppppppppppprrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiippppppppppppppprrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiii ipiiippiniiiiiinnnnnnciccccccccccccccciiiiipaliiippppppppppppppaaaaaaaaaallllllinciinnnnnnnnnnccccccccccccciiiiiii iiii iiiiii iiiiii iiiiii iiiiii iiiirrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnniiinnniiinnniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnnccccccccccccccciiiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnncccccccccccccccnnnnnnnnnnnnnnnccccccccccccccciiiiiiiiiiiiiinnnnnnnnnnnnnnnccccccccccccccciiiiiiiiiiiiiiccccccccccccciiiiiiiiiiiiippppccccccccccccciiiiiiiiiiiiippppiiiiiippppppppppppppppaaiiiiiiiiipppppppppppppppaaaaaaaaaaaaaaaiiiiiiiiipppppppppppppppaaaaaaaaaaaaaaallllllllllllllaaaaaaaaapppppppppppppppaaaaaaaaaaaaaaallllllllllllllpppppppppppppppaaaaaaaaaaaaaaallllllllllllllaaaaaaaaaaaaaaalllllllllllllllaaaaaaaaaaaaaaalllllllllllllllEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEFEFFFFFFFFFFFFFFFEEEEEEEESTRA FESSSSSSSSSSSSSSSTTTTTTTTTTTTTTTRRRRRRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAA FFFFFFFFFFFFFFFEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRRTRTTTTTTTTTTTTTTTRRRRRRRRRSTSSSSSSSSSSSSSSSTTTTTTTTTTTTTTTSTSSSSSSSSSSSSTTTTTTTTTTTUUUUUUNUNNNNNNNNNNNNNNNUUUUUUUUUUUUUUUNNNNNNNNNNNNNNNNVERDAD DE NUESVVVVVVVVVVVVVVVEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRRRRDDDDDDDDDDDDDDDAAAAAAAAAAAAAAADDDDDDDDDDDDDDD DDDDDDDDDDDDDDDEEEEEEEEEEEEEEE NNNNNNNNNNNNNNNUUUUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSSSSSDDDDDDDDDDDAAAAAAAAAAAAAADDDDDDDDDRRRRRRRRRRRRRVEVVVVVVVVVVVVVVVEEEEEEVVVVVVVVVVV DEDDDDDDDDDDEEEEEEEEDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDEEEEEEEREEERRRRREEE DEDEVVVVVVVVVVVVVVVEEEEEEVVVVVVVVVVVVVVVEEEEEEVVVVVVVVEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRVVVVVVVVEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRREEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRRRRDDDDDDDDEEEEEEEEEEEEEEERRRRRRRRRRRRRRRDDDDDDDDRRRRRRRRRRRRDDDDDDDDDDDDDDDAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRDDDDDDDDDDDDDDDAAAAAAAAAAAAAAADDDDDDDDDDDDDDDAAAAAAAAAAAAAAADDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDAAAAAAAAAAAAAAADDDDDDDDDDDDAAAAAAAAAAAAAAADDDDDDDDDDDDDDD AAAAAAAAAAAAAAADDDDDDDDDDDDDDD DDDDDDDDDDDDDDDEEEEEEEEEEEEEEEDDDDDDDDDDDDDDDEEEEEEEEEEEEEEE UEUUUUUUUEEEEEEEEESEEEEEESSSSSSSSEEEEEEEEEEEEEEE RRREEEEEEEEEEE SSSSDDDDDDDDDDDDDDDEEEEEEEEEEEEEEE DDDDDDDDDDDDDDDEEEEEEEEEEEEEEE NNNNNNNNNNNNNNNUUUUUUUUUUUUUUUNNNNNNNNNNNNNNNUUUUUUUUUUUUUUUNNNNNNNNNNNNNNNUUUUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEEEEENNNNNNNNNNNNNNNUUUUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEEEEEEEEEUUUUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEEEEEEUUUUUUUUUUUUUUUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSSSSSTTTTTTTTTTTTTTTEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSSSSSTTTTTTTTTTTTTTTSSSSSSSSSSSSSSSTTTTTTTTTTTTTTTRRRRRRRRRSSSSSSSSSSSSSSSTTTTTTTTTTTTTTTRRRRRRRRRTTTTTTTTTTTRRRRRRRRRRRRRRRAAAAAAAAATTTTTTTTTTTRRRRRRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEFFFRRRRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAA RRRRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAA FFFFFFFFFFFFFFFEEEEEEEEFFFFFFFFFFFFFFFEEEEEEEEFFFFFFFFFEEEEEEEEEEEEEEEFFFFFFFFFEEEEEEEEEEEEEEE

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014

cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos”. Amados hermanos en la resurrec-ción de Cristo: Comparto con uste-des las palabras dichas por el Papa emérito Benedicto XVI, en el año 2012, durante su homilía de la resu-rrección: Queridos hermanos y hermanas!

creación. Jesús ha resucitado y no morirá de nuevo. Ha descerrajado la puerta hacia una nueva vida que ya no conoce ni la enfermedad ni la muerte. Ha asumido al hombre en Dios mismo. «Ni la carne ni la sangre pueden heredar el reino de Dios», dice Pablo en la Primera Carta a los Corintios (15,50); el escritor eclesiás-tico Tertuliano, en el siglo III, tuvo la audacia de escribir refriéndose a la resurrección de Cristo y a nuestra resurrección: «Carne y sangre, tened

adquirido un lugar en el cielo y en el reino de Dios» (CCL II, 994). “Se ha abierto una nueva dimensión para el hombre. La creación se ha hecho más grande y más espaciosa, la Pascua es el día de una nueva creación, pero precisamente por ello la Iglesia comienza la liturgia con la antigua creación, para que aprenda-mos a comprender la nueva, así, en la Vigilia de Pascua, al principio de la Liturgia de la Palabra, se lee el relato de la creación del mundo. En el contexto de la liturgia de este día, hay dos aspectos particularmente importantes: En primer lugar, que se presenta a la creación como una totalidad, de la cual forma parte la dimensión del tiempo; los siete días son una imagen de un conjunto que se desarrolla en el tiempo, están ordenados con vistas al séptimo día, el día de la libertad de todas las criaturas para con Dios y de las unas para con las otras, por tanto, la creación está orientada a la co-munión entre Dios y la criatura;

existe para que haya un espacio de respuesta a la gran gloria de Dios, un encuentro de amor y libertad, en segundo lugar, en la Vigilia Pascual, la Iglesia comienza escuchando ante todo la primera frase de la historia de la creación: «Dijo Dios: “Que exista la luz”» (Gn 1,3). Como una señal, el relato de la creación inicia con la creación de la luz; el sol y la luna son creados sólo en el cuarto día, la narración de la creación los llama fuentes de luz, que Dios ha puesto en

priva premeditadamente del carácter divino, que las grandes religiones les habían atribuido, no, ellos no son dio-ses en modo alguno, son cuerpos lu-minosos, creados por el Dios único, pero están precedidos por la luz, por

naturaleza de las criaturas. ¿Qué quiere decir con esto el relato de la creación? La luz hace posible la vida, hace posible el encuentro, hace posible la comunicación, hace posible el conocimiento, el acceso a la realidad, a la verdad. Y, haciendo posible el conocimiento, hace posible la libertad y el progreso. El mal se esconde, por tanto, la luz es también una expresión del bien, que es luminosidad y crea luminosidad, es el día en el que podemos actuar, el que Dios haya creado la luz signi-

un espacio de conocimiento y de verdad, espacio para el encuentro y la libertad, espacio del bien y del amor; la materia prima del mundo es buena, el ser es bueno en sí mismo y el mal no proviene del ser, que es creado por Dios, sino que existe sólo en virtud de la negación, es el «No». En Pascua, en la mañana del primer día de la semana, Dios vuelve a de-cir: «Que exista la luz». Antes había venido la noche del Monte de los Olivos, el eclipse solar de la pasión y muerte de Jesús, la noche del sepulcro, Pero ahora vuelve a ser el primer día, comienza la creación total-mente nueva. «Que exista la luz», dice Dios, «y existió la luz», Jesús resucita del sepulcro, la vida es más fuerte que la muerte, el bien es más fuerte que el mal, el amor es más

fuerte que el odio, la verdad es más fuerte que la mentira, la oscuridad de los días pasados se disipa cuando Jesús resurge de la tumba y se hace él mismo luz pura de Dios, pero esto

de aquellos días; con la resurrección de Jesús, la luz misma vuelve a ser creada, Él nos lleva a todos tras él a la vida nueva de la resurrección, y vence toda forma de oscuridad. Él es el nuevo día de Dios, que vale para todos nosotros. Pero, ¿cómo puede suceder esto? ¿Cómo puede llegar todo esto a nosotros sin que se quede sólo en palabras sino que sea una realidad en la que estamos inmersos? Por el sacramento del bautismo y la pro-fesión de la fe, el Señor ha cons-truido un puente para nosotros, a través del cual el nuevo día viene a nosotros. En el bautismo, el Señor dice a aquel que lo recibe: Fiat lux, que exista la luz. El nuevo día, el día de la vida indestructible llega también para nosotros. Cristo nos toma de la mano, a partir de ahora él te apoyará y así entrarás en la luz, en la vida ver-dadera, por eso, la Iglesia antigua ha llamado al bautismo photismos, ilu-minación. ¿Por qué? La oscuridad amenaza verdaderamente al hombre porque, sí, éste puede ver y examinar las cosas tangibles, materiales, pero no a dónde va el mundo y de dónde procede, a dónde va nuestra propia vida, qué es el bien y qué es el mal, la oscuridad acerca de Dios y sus valores son la verdadera ame-naza para nuestra existencia y pa-ra el mundo en general. Si Dios y los valores, la diferencia entre el bien y el mal, permanecen en la oscuridad, entonces todas las otras iluminaciones que nos dan un poder tan increíble, no son sólo progreso, sino que son al mismo tiempo tam-bién amenazas que nos ponen en peligro, a nosotros y al mundo; hoy podemos iluminar nuestras ciudades de manera tan deslumbrante que ya no pueden verse las estrellas del cie-lo. ¿Acaso no es esta una imagen de la problemática de nuestro ser ilustrado? En las cosas materiales, sabemos y podemos tanto, pero lo que va más allá de esto, Dios y el bien,

eso la fe, que nos muestra la luz de Dios, es la verdadera iluminación, es una irrupción de la luz de Dios en nuestro mundo, una apertura de nuestros ojos a la verdadera luz. Queridos amigos, quisiera por último añadir todavía una anotación sobre la luz y la iluminación. En la Vigilia Pascual, la noche de la nueva crea-ción, la Iglesia presenta el misterio de la luz con un símbolo del todo particular y muy humilde: El Cirio Pascual. Esta es una luz que vive en

ilumina consumiéndose a sí misma, da luz dándose a sí misma, así, re-presenta de manera maravillosa el misterio pascual de Cristo que se entrega a sí mismo y de este modo da mucha luz; otro aspecto sobre el cual

de la vela es fuego. El fuego es una fuerza que forja el mundo, un poder que transforma. Y el fuego da calor. También en esto se hace nuevamente visible el misterio de Cristo. Cristo, la luz, es fuego, es llama que destruye

el mal, transformando así al mundo y a nosotros mismos. Como reza una palabra de Jesús que nos ha llegado a través de Orígenes, «Quien está cerca de mí, está cerca del fuego». Y este fuego es al mismo tiempo calor, no una luz fría, sino una luz en la que salen a nuestro encuentro el calor y la bondad de Dios. El gran himno del Exsultet, que el diácono canta al comienzo de la litur-gia de Pascua, nos hace notar, muy calladamente, otro detalle más, nos recuerda que este objeto, el cirio, se debe principalmente a la labor de las abejas, así, toda la creación entra en juego, en el cirio, la creación se convierte en portadora de luz, pero, según los Padres, también hay una referencia implícita a la Iglesia: La cooperación de la comunidad viva

parecido al trabajo de las abejas, construye la comunidad de la luz, podemos ver así también en el cirio una referencia a nosotros y a nuestra comunión en la comunidad de la Iglesia, que existe para que la luz de Cristo pueda iluminar al mundo. Roguemos al Señor en esta hora que nos haga experimentar la alegría de su luz, y pidámosle que nosotros mismos seamos portadores de su

la Iglesia, el esplendor del rostro de Cristo entre en el mundo (cf. Lumen gentium, 1). Amén.

TIEMPOS DE ESPERANZA

Tiempos de EsperanzaMaría Guadalupe Salgado Gama

Lectura del Evangelio de Jesús según Juan 20, 1-9

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014

Fuente: www.mairajaber.comTraducción al Español: Josy Muñoz / CODIPACS

Maira Jaber nació en Río de Janeiro. Es cantante, compositora y directora de coro, maestra de música de la UFRJ. Desde el año 2000 pone sus dones al servicio del Evange-lio, el ejercicio del ministerio de la música y la predicación por la Re-novación Carismática Católica, en grupos juveniles, grupos de oración, celebraciones litúrgicas, conferen-cias, retiros, a través de cursos de capacitación para los músicos, -- conciertos y eventos cristianos en general.

Maira Jaber es fruto de una familia muy musical, llena de cantantes e instrumentistas, de entre los cuales destaca su madre, la cantante San-dra Mara y su abuelo, Wellington Santos, que es un guitarrista, cuyo nombre aparece en el Diccionario de la Música Popular Brasileña. -- Wellington ha tocado con grandes nombres de la MPB, como Alvaro y Altamiro Carrilho, Bibi Ferreira, Cauby Peixoto, Baden Pawel, Cé-sar Faria, entre otros.

Maira comenzó a cantar desde muy pequeña. A los 2 años de edad ya cantaba algunas canciones duran-te las veladas celebradas en la casa de sus abuelos, cuando se reunían muchos músicos. A los 6 años se presentó por primera vez con el coro de la escuela donde es-tudió; siendo parte integral en su adolescencia su actuación como solista. A los 15 años, comenzó a cantar profesionalmente en bandas,

ese momento, comenzó a estudiar canto y guitarra.

En 2000, Maira tuvo un encuentro personal con Jesucristo, que cam-bió totalmente su vida y pronto lle-gó el llamado a servir al Señor a través de la música en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima. Fue el comienzo de su misión como ministro de alabanza. Después de haber recibido el Sacramento de la

a ser llamada a predicar, enseñar alabanzas y dar su testimonio en varias iglesias, grupos de oración y grupos de jóvenes.

La vida de oración y estudio de la

era dar a Dios un instrumento cada vez más pulido. De sus conversa-ciones con Dios comenzaron a surgir varias poesías y melodías, oraciones cantadas, palabras inspi-radas en Dios.

En 2005, algunas de estas cancio-nes fueron grabadas en el CD Pan del Cielo, en colaboración con su madre Sandra Mara. En este CD, Maira se desempeñó como solista, coros y productora artística.

En 2008, viajó a Italia invitada por el Ministerio Gloria y Alabanza para grabar una participación especial en el CD “Mueve las aguas”, cantando una versión en portugués de la can-ción “Vive en nosotros”.

Maira también ha sido llamada por Dios para llevar la esperanza a los corazones, con la certeza de que les espera Dios, y por tanto jamás serán decepcionados. Esto ha ocurrido no sólo a través de la música, sino tam-bién a través de sus prédicas en re-tiros, conferencias y reuniones. En 2012 fue invitada a predicar en el IX Congreso de Evangelización de

Mujeres Católicas, en Florianópolis, que ha marcado una nueva etapa en su ministerio.

En enero de 2013, recibió uno de los llamados más importantes de su vida: fue invitada para trabajar como productora musical en la Jor-nada Mundial de la Juventud por la directora musical del evento, Ziza Fernandes, que había conocido su trabajo durante la grabación del CD “El corazón de la Jornada” (Maira trabajó en el CD en la preproduc-ción y grabando las voces guía y otras voces). Más tarde, llegó la in-vitación para cantar en algunos de los momentos de los actos centrales, en presencia del Papa Francisco, lo que la hizo sentirse muy sorprendida y honrada. Entre sus actuaciones co-mo cantante en la JMJ, incluye el dúo

de la acogida al Papa (cantando la canción “Jesucristo tú eres mi vida”), la canción “La esperanza en-tre nosotros” - música con la que

su participación en la adoración del Santísimo Sacramento, haciendo un dueto con Ziza Fernandes en la can-ción “Mi todo” y una participación como uno de los vocalistas de la Misa de Envío. Ella también realizó actuaciones musicales en los esce-narios por toda la ciudad para el Fes-tival de la Juventud.

En el mismo año, fue invitada a via-jar en misión a los Estados Unidos, donde permaneció durante un mes. Allí impartió un curso de formación para los músicos católicos que sir-ven en los grupos de oración y ce-lebraciones litúrgicas, y ha sido invi-tada a predicar y enseñar música en los grupos de oración y retiros en va-rias ciudades.

Maira Jaber acaba de publicar su primer libro, “Lo que Dios me ha enseñado en el desierto”, en el -- que relata las enseñanzas de Dios, mientras se atraviesan épocas de extrema sequía espiritual. Junto con el libro, también dio a conocer su nuevo CD, “En el desierto”, con 12 nuevas canciones y fotografías iné-ditas.

CD “En el desierto “Todos pasamos por desiertos. Mu-chos, inquietos ante la demora para llegar a la Tierra Prometida, que terminan regresando. Otros, en las manos del Señor, optan por caminar con Él. Las canciones que están en este CD surgieron de conversaciones Maira con Dios en el desierto. Son oraciones, alabanzas que brotaron

hacer la voluntad del Señor sobre todas las cosas cantado. Hoy en día, estas canciones vienen a ti en este CD y nuestro deseo es que pueden animarle a seguir fuertes en Dios y no perder la esperanza y luchar por lo que se te ha prometido.

Libro “Lo que Dios me ha enseña-do en el desierto”Al cruzar el desierto interior, Maira co-menzó a estudiar la Palabra de Dios más profundamente, en especial los textos bíblicos que hablaban del desierto. Con tantas revelaciones recibidas de Dios. Asimismo, la auto-ra tuvo la oportunidad de visitar el desierto de Judea en Israel a través de la experiencia que el Señor le ha-bló a su corazón. En este libro, ella comparte lo que Dios le ha enseñado tanto en los estudios bíblicos sobre el desierto, como el desierto que cruza su vida privada y su estancia en el desierto de Judea en Israel.

MÚSICA CATÓLICA

ww.mairajaber.com En 2000, Maira tuvo un e

MAIRA JABER

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014 ESPECIAL PASCUA

¡RESUCITÓ!, ¡RESUCITÓ! ¡ALELU-YA!, es el grito de júbilo que procla-ma la Iglesia universal por el gran acontecimiento. Jesús ha cumplido

ha encomendado y vuelve a la vida para retornar glorioso y triunfante al

la muerte y se convierte en el centro de nuestra fe y razón de ser de todo

adelante en una de sus cartas: “Si Jesús no hubiera resucitado vana sería nuestra fe”.

abandonamos el color morado, para utilizar el blanco en las celebraciones como signo de triunfo y alegría, una

por cincuenta días para mostrar al mundo la grandeza de Dios y las maravillas que hizo con su Hijo. No fue vano el camino de la cruz.

Haciendo un poco de historia, dire-mos que este tiempo pascual es

se componía de 56 días, incluyendo

forma litúrgica recuperó su sentido y tiempo original de cincuenta días.

En los primeros siglos se le conocía

gesima paschalis” o “laetitiae” o

última expre-sión, originada partir del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 1, le da un nuevo contenido a

de la cosecha. Con el tiempo, esta

la manifestación del Señor en el Sinaí. Dios establece una Alianza liberadora con su pueblo. Ahora la

“cincuentena pascual” tiempo en que prolongamos la alegría de ver

venida del Espíritu Santo. Así mismo

a domingo cuando nos reunimos a

muerte y resurrección en la Santa Misa.

Ante la incredulidad de muchos, el misterio de la resurrección de Cristo es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricamente -- comprobadas, así se atestigua en el

el año 56, escribe a los Corintios:

lo que a mi vez recibí; que Cristo murió por nuestros pecados, según las Es-crituras, que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Es-

y luego a los doce” (1ª Cor. 15, 3-4). El Catecismo de la Iglesia Católica lo

de la tradición viva de la Resurrección que recibió de su conversión a las puertas de Damasco” (CIC No. 639).

el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos”. En efecto, nadie fue testigo ocular del acontecimiento mismo de la Resurrección y ningún evangelista lo describe. Nadie puede decir cómo sucedió físicamente. Me-

paso a otra vida, fue perceptible a los sentidos. El acontecimiento histórico demostrable es la señal del sepulcro vacío, verdadero nacimiento de Je-sús y de la fe ( María Magdalena –mujeres: Mt. 28, 1-8; Mc. 16, 1-8; Lc.

24, 12 y Jn. 20, 3.10), y por la reali-dad de los encuentros de Jesús re-sucitado con sus apóstoles, no por ello la Resurrección pertenece me-nos al centro del Misterio de la fe en aquello trascendental y que sobre-

no a sus discípulos a los que desde ese momento se convierten en sus “testigos” ante el pueblo.

Esos encuentros que en los Evan-gelios y el libro de los Hechos de los Apóstoles son muy claros nos hablan de la realidad de la resurrección de Jesús. Las primeras en descubrir el gran acontecimiento son las mujeres, entre ellas María Magdalena.

A las Mujeres-María Magdalena: Mt. 28, 9-10; Mc. 16, 9-11 y Jn. 20, 11-18.

de Emaús: Mc. 16, 12-34 y Lc. 24, 13-

36-53 y Jn. 20, 19-23. A los apóstoles,

24-29. A los apóstoles en Galilea: Mt. 28, 16-20 y Jn. 21, 1-23.

La resurrección de Jesús y sus apa-riciones a los discípulos fueron para

cación y para hacerles comprender el sentido de las Escrituras así como

darles las últimas instrucciones. A partir de este acontecimiento ya no vemos a los discípulos timoratos,

siendo transmisores generosos de

la resurrección gloriosa de Jesús es el punto central y clave de la religión

reunimos el domingo (Dominus-Día del Señor), para celebrar el centro de nuestra fe.

que la resurrección de Jesús hizo - una comunidad de gente honesta que inició un aprendizaje de ser gente resucitada y gente resucitadora, de

del calendario litúrgico lo es de toda nuestra vida cristiana y de la vida sa-cramental de la Iglesia.

Ya tratando de aplicar este aconte-cimiento a nuestra vida, en nuestro “mundo católico”, dividido por intere-ses mundanos, manipulado por los poderosos y buscando protagonismos triunfalistas, con actitudes semejantes a las de los fariseos, de gente de comuniones de viernes primeros y explotadores de los empleados y tra-bajadores, de gente que lleva una vida deshonesta y con dobleces, sería bueno que nos pongamos a

la resurrección, en el triunfo de Jesu-cristo, si creemos en su amor que no fue grande para impulsarlo hasta la entrega total de su vida, sino para devolverle la vida de una manera de-

la resurrección de su Hijo y sobre todo pensar si esta resurrección da sentido a nuestros esfuerzos y nuestras lu-chas diarias. En nuestra vida diaria ¿verdaderamente tenemos como centro a Jesús resucitado? ¿No nos

nueva vida como lo hizo su Hijo Je-

dejar en el sepulcro que hagan de nuestra ciudad una población que re-torne a las enseñanzas de nuestros antepasados?

La respuesta la tenemos cada uno de nosotros y si de verdad nos deci-

la convivencia y transformación de nuestras actitudes.

¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN!

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014 ESPECIAL PASCUA

La familia, comunidad de felicidaden la PascuaESPIRITUALIDAD FAMILIAR / (FA-MILIARIS CONSORTIO 57)

Vivir la pascua en familia es algo que nos suele costar porque puede pare-cer menos sencillo que las prácticas que la cuaresma nos propone, sin embargo, la pascua es el centro de la vida del cristiano y por lo tanto tam-bién debería ser el centro de la vida de la familia cristiana. Pero vivir la ex-periencia del resucitado es un poco más difícil que vivir la experiencia de

tratar con un Jesús vivo que con Jesús muerto y esto es paradójico, como si fuera más sencilla la compasión que la amistad. Y es que la compasión no siempre lleva al amor, pero la amistad se alimenta necesariamente del amor y eso implica un compromiso de cambio de vida que a veces nos cuesta llevar a cabo.

Con todo, la familia necesita de Cristo resucitado para vencer sus noches, para ir más allá de sus fracasos, para salir de sus decepciones. La familia requiere de un Cristo que la lleve al amanecer, en el que la felicidad se ha-ce compartida y se descubre como un amor sin fronteras, como un amor al que el mal, la fragilidad, la muerte ya no pueden tocar.

evangelista la ausencia de Jesús que es la Luz. Sin la presencia de Jesús resucitado, sin su aliento y su palabra orientadora, no hay frutos que duren, no hay resultados que se puedan sa-car. La “noche”, particularmente en el evangelio de Juan, simboliza la “oscuri-dad” interior, que suele estar asociada a la distancia respecto a Jesús. La no-che es el momento en que el mal se apodera de los buenos, en que parece imposible salir adelante en el buen ca-mino que nos hemos propuesto.

Muchas familias tienen que pescar en la noche. En la noche de los valores, en la noche de las virtudes cristianas, en la noche de la fe en Cristo. Tienen todo como los apóstoles, que son sie-te (símbolo bíblico para indicar mu-

desempeñado toda la vida, tienen las herramientas. ¿Qué les falta? La pre-sencia de Jesús resucitado lo único

discípulos.

Podríamos pensar en la familia moder-na que tiene todos los elementos para ser una mejor familia y curiosamente acaba siendo una familia más dis-gregada, menos sólida, más frágil, apa-rentemente con menos resultados. Queda clara una realidad: no se puede separar a Jesús de la familia humana, de la vida conyugal, por eso, El Concilio Vaticano II ha querido poner de relieve la especial relación existente entre la Eucaristía y el matrimonio, pidiendo que habitual-mente éste se celebre «dentro

de la Misa». (144) Volver a encontrar y profundizar tal relación es del todo necesario, si se quiere comprender y vi-vir con mayor intensidad la gracia y las responsabilidades del matrimonio y de la familia cristiana. Descubrir nuestras noches, es un modo de empezar a ver cómo nos podemos acercar más a Je-sús

En algunas ocasiones pensamos que de nuestros fracasos no podemos sacar nada, solo vacío. Pero se nos olvida que los planes de Dios no son siempre semejantes a los nuestros. La clave está en saber escuchar lo que Je-sús nos dice, aunque en un principio pueda parecer que ya nadie nos tiene que enseñar nada en la vida. A veces nos podemos preguntar qué tiene que decirnos alguien que está tranquilo en la orilla y que no tiene pinta de pescador.

no vemos en nuestra barca nada de lo que esperábamos haber conseguido. Sin embargo, Jesús, desde la orilla, no deja de decirnos donde están los frutos en la vida. Lo hace con respeto, dándome siempre la posibilidad de seguir o no su camino. Su mensaje

y al cabo, la responsabilidad sobre mi familia es mía, porque a mí se me ha dado para llevarla con fruto al puerto de la vida. Pero mis ojos pueden estar ce-rrados para distinguirlo.

La palabra de Jesús pide docilidad pa-ra que las cosas empiecen a cambiar.

soberbia quien consigue las cosas en la vida. Sino la apertura del corazón, que se dispone a tirar la red donde parecería que no hay nada. Con esa actitud diferente, también todo empie-za a cambiar.

En la vida no es siempre la inteligen-cia, la habilidad, la utilidad de las cosas lo que alcanza su objetivo. Tenemos que aprender que lo único que hace ver de verdad es el amor. También en la familia solo entiende de verdad aquel que ama. Cuando el amor desaparece, no se ve, como en el evangelio, más que un des-conocido en la orilla. En la familia el que ama tiene ‘ojos especiales’

hace falta ser ni el más viejo, ni el más inteligente. Basta con amar.

Posiblemente debamos volver a subir a la barca de la familia al discípulo amado. Al que ama. A lo mejor con tan-tas preocupaciones, con tantas ocupa-ciones, nos hemos olvidado de que para descubrir lo importante de la vida hay que llevar en la barca a alguien que ama. La fuente de este amor no es algo meramente psicológico o emocional.

La fuente del amor de la familia es el amor del mismo Cristo: La Eucaristía es la fuente misma del matrimonio

rístico representa la alianza de amor de Cristo con la Iglesia, en cuanto sellada con la sangre de la cruz. Y en este sa-

los cónyuges cristianos encuentran

alianza conyugal. En cuanta represen-

por su Iglesia, la Eucaristía es manantial de caridad.

Cuando se reconoce a Cristo no se puede permanecer indiferente, hay que echarse al mar como Pedro. De la certeza de saber que Cristo está en la orilla, aparece la posibilidad de que todo lo que era oscuro vuelva a ser luminoso. Reconocer a Cristo en la familia es esencial, pero es también esencial poner en práctica lo que Cris-

conocer a Cristo cambia el corazón y

forman en posibilidades de crecer. Y dejamos de tenerle miedo al mar que antes era nuestro enemigo. La familia no puede quedarse inactiva tiene que impulsarse para buscar lo que de verdad le da sentido.

es acercar a sus miembros a Jesús, para que cada uno haga la experiencia

cualquier Jesús. Del Jesús verdadero

es el auténtico salvador del mundo, del que se nos da en la sencillez del pan eucarístico. Como dice Juan Pablo II:

cristiana tiene su primera raíz en el bautismo y su expresión máxima en la Eucaristía, a la que está íntimamente unido el matrimonio cristiano.

En la familia no cabe exclusión de na-die para encontrarse con el Señor. Porque ese encuentro es la meta de

quedarse fuera de la red de quien nos va a dar sentido y un porvenir. Y el lu-gar donde todos nos reunimos para es-te encentro es la Eucaristía.

En cada eucaristía ya no hace falta que nos preguntemos quién se nos da. Todos sabemos que quien se nos da es el Señor. Cuando la familia es el camino de Jesús eucaristía para todos y cada uno de sus miembros, está lle-vando a plenitud su misión, porque está dando a los suyos la realidad más grande que un ser humano puede dar a otro: la persona de Jesús.

, es el lugar donde en la persona de Jesús se encuentra más unida que nunca la familia cristiana: en el don eucarístico de la caridad la familia cristiana halla el fundamento y el alma de su «comunión» y de su «misión», ya que el Pan eucarístico hace de los diversos miembros de la comunidad familiar un único cuerpo, revelación y participación de la más amplia unidad de la Iglesia

La familia es el lugar donde cada ser humano se encuentra en primer lugar con Dios y donde cada ser hu-mano aprende a reconocerlo en la Eucaristía.

cuando no se tiene a Cristo en la pro-pia familia. Es importante examinar las propias carencias como familia y des-cubrir cuáles de ellas tienen una raíz en una menor vida espiritual en medio de un mundo agresivo.

La familia es el lugar primero donde se debe dirigir a los hijos hacia Dios. Todos los otros esfuerzos (escuela, pa-rroquia, etc.) son suplementarios y en

en la familia no se enseña a descubrir la presencia de Jesús en la eucaristía.

la eucaristía no es un momento breve los domingos, es una presencia que se hace vida a lo lar-go de lo cotidiano. La eucaristía es una maravillosa escuela de virtudes familiares, de valores personales que enriquecen a todos los miembros de la familia. Desde la eucaristía se aprende la sencillez, la generosidad, el don per-

puede ser un momento de profundo arraigarse de mejores personas en la familia.

La eucaristía nos enseña la importancia del amor en la familia. Comulgar es ver a los otros desde la óptica del amor. Y no de cualquier amor sino del amor de Dios.

La eucaristía es la presencia de Jesús que nos enseña a poner amor donde nuestra fragilidad o la de los demás nos invitan a poner egoísmos.

además, la participación en el Cuerpo «entregado» y en la Sangre «derramada» de Cristo se hace fuente inagotable del dinamismo misionero y apostólico de la familia cristiana. De una familia en la que la presencia de Jesús es algo vivo por la eucaristía es más fácil que se de una irradiación positiva hacia el entorno. Irradiación que no son solo palabras o devociones, irradiación que es sobre todo testimonio del estilo nuevo de vida que nos trae Jesús a quienes lo vivimos en familia.

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014

PSIC. GENOVEVA MUÑOZ ALVAREZMASTER EN EDUCACION Y TERAPIA FAMILIAR ATENCIÓN PREVIA CITATEL. (044)921-13-6-98-92FACEBOOK: Consultorio Psicologico (Psi cóloga Genoveva)

El temperamento forma parte de nuestra personalidad y está determi-nado por vía genética, en él se en-

tuar, pensar, reaccionar y sentir del ser humano.

Existen cuatro tipos de temperamen-

y el melancólico, cada uno de ellos

Temperamento melancólico:

Los individuos con este tipo de temperamento se caracterizan por reaccionar de forma lenta y sentirse agravados intensamente aunque la intención no sea tan profunda. Son personas retraídas, muy pensativas y razonadoras por lo que cuando existe un evento analizan hasta los más mínimos detalles, lo que propi-cia que su forma de reaccionar sea lenta, selectiva y nada impulsiva.

Son apasionados, ilusionados, ima-ginativos, fantasiosos, muy afectuo-sos y amorosos, buenos amigos y

adaptarse al cambio, son generosos,

pan por quienes les rodean, son muy cautelosos, perfeccionistas, -- terminan lo que comienzan aunque tardan un poco, son analíticos. Tien-den a la tristeza, a sentirse abatidos y desanimados cuando algo no sale como esperaban.

Temperamento colérico:

Los sujetos con este tipo de tempera-mento se caracterizan por ser im-pulsivos, es decir, arrebatados, -- apasionados, impetuosos y llegan a ser violentos, se exaltan con facilidad, actúan sin pensar, son buenos guardando secretos, son

dores, independientes, les agrada constantemente tener la razón, son tercos, orgullosos y se molestan cuando les dicen que no la poseen, se consideran perfectos y se visua-lizan por encima de los demás; creen que otros tienen cosas que mejorar y ello los hace imperfectos, incapaces, inhábiles, inexpertos y esto les con-

otros individuos.

Su mira hacia la perfección le gene-ra ímpetu y aclamación por lo mag-nánimo, tanto a nivel personal, económico, laboral, familiar y edu-cativo, se les facilita la atención, concentración, adaptación a los cambios, son activos, trabajadores, rápidos, emprendedores; toman con seriedad todo lo que hacen, piensan, sienten, de tal manera que si se perciben ofendidos dicha ofensa la interpretarán también como algo serio y difícil de olvidar, aunque la in-tención del tercero no haya sido el agravio. Para defenderse no mide

sus palabras siendo hiriente en la forma de expresarse aunque no ocupe palabras altisonantes, como se siente demasiado lastimado y humillado puede tender a la exage-ración y a reprochar cosas poco rea-les o irreales.

Su aspiración a la perfección les produce un fuerte desprecio por lo injusto, inmoral, corrupto, ilegal, y así mismo busca lo contrario re-saltando la nobleza, la justicia, la honestidad, rectitud, igualdad, im-parcialidad, y generosidad. Son vo-luntariosos, perseverantes, visualizan la complicaciones como retos y por lo mismo no se desaniman ante la

mo experiencias de lu-cha que deben superar. Pueden llegar a realizar gran-

obtener lo de-seado y en ocasiones pueden llegar a olvidarse de sí mis-mos.

Son personas inteligentes y gus-tan de crecer a nivel intelectual provocando que su contacto con las emociones y sentimientos pro-pios sean en muchas ocasiones terrenos desconocidos para ellos. Les gusta tener gente a su cargo, sentirse dominantes, controladores y reguladores de otros y/o de las situaciones; son organizados, orde-nados, responsables y se les facilita el dominio de masas, sin embargo, su afán por conquistar sus metas personales o lo que considera mejor puede llegar a provocar roces con sus compañeros e incluso amigos por percibirse a sí mismos como el único que entiende en realidad la meta principal, debido a su impulsi-vidad puede llegar a ser agresivo en su forma de actuar, corregir y ex-

presar lo que desea, por lo que re-gularmente aparta a las personas de sí mismo.

Le gusta como se mencionó tener gente a su cargo, sin embargo, dis-fruta trabajando solo por su creencia

que nadie puede hacerlo mejor que él, menosprecia el esfuerzo de los

para cubrir sus expectativas o más bien, para hacerlo como él, otros pueden ser torpes, lentos, menos inteligentes, inexpertos, menos él. Cuando llega a percatarse de un desacierto propio trata de cubrirlo in-

queza.

Una de las características que más le cuestan controlar es su sentimiento de perfección, cree tener siempre la razón y a pesar de no poseerla considera que la disfruta. Cuando alguna persona le hace notar su

no se note su equivocación y lo más

cree estar en lo correcto.

Características que pueden obser-varse a simple vista son la forma de caminar y de mirar, en el colérico sus pasos son cortos, camina de prisa con consistencia y seguridad, avanza rápidamente; su mirada es

ruda.

El presente tema continuará en las siguientes semanas.

ORIENTACIÓN FAMILIAR

Tipos de Temperamento (PARTE 2)

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014

Autor: P. Fernando GoicocheaMaterial extraído del YouCat, Catecismo Joven de la Iglesia Católica. Ediciones Encuentro, Madrid 2011 Capítulo Segun-do: Creo en Jesucristo

Nro 106 NO HAY PRUEBAS DE SU RESURRECCIÓN EN EL SENTIDO DE LAS CIENCIAS POSITIVAS. PE-RO, COMO HECHO HISTÓRICO Y TRASCENDENTE A LA VEZ, DIO LUGAR A TESTIMONIOS INDIVI-DUALES Y COLECTIVOS MUY PO-DEROSOS, POR PARTE DE UN GRAN NÚMERO DE TESTIGOS DE LOS ACONTECIMIENTOS DE JERUSALÉN.

El testimonio escrito más antiguo de la Resurrección es una carta que escribió san Pablo a los Corintios aproximadamente veinte años des-pués de Cristo: < Porque yo os trans-mití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se pareció a más de quinientos hermanos juntos, la ma-yoría de los cuales vive todavía, otros han muerto> (1 Cor 15, 3-6).

Pablo informa aquí de una tradición viva, que él se encontró en la comu-nidad primitiva, cuando uno o dos años después de la Muerte y Resu-rrección de Jesús llegó él mismo a ser cristiano a causa de su propio en-cuentro deslumbrante con el Señor resucitado. Como primer indicio de la realidad de la Resurrección en-tendieron los discípulos el hecho de la tumba vacía (Lc 24, 5-6). Y precisamente fueron mujeres, que según el derecho entonces vigente no eran testigos válidos, las que la descubrieron. Aunque se dice del -> APÓSTOL Juan, ya ante la tumba vacía, que <vio y creyó> (Jn 20, 8b).

La certeza de que Jesús estaba vivo,

número de apariciones. La multitud de encuentros con el Resucitado

acabaron con la Ascensión de Cristo a los cielos. Sin embargo hubo des-pués y hay hoy encuentros con el Señor resucitado: Cristo vive.

Nro 104 ¿SE PUEDE SER CRIS-TIANO SIN CREER EN LA RESU-RRECCIÓN DE CRISTO?

No. <Si Cristo no ha resucitado, va-na es nuestra predicación y vana también vuestra fe> (1 Cor 15,14).

Nro 105 ¿CÓMO LLEGARON A CREER LOS DISCÍPULOS QUE JESÚS HABÍA RESUCITADO?

LOS DISCÍPULOS QUE ANTES HABÍA PERDIDO TODA ESPE-RANZA, LLEGARON A CREER EN LA RESURRECCIÓN DE JESÚS PORQUE LO VIERON DE FOR-MAS DIFERENTES DESPUÉS DE

SU MUERTE, HABLARON CON ÉL Y EXPERIMENTARON QUE ESTABA VIVO.

Los acontecimientos de la Pascua, que ocurrieron hacia el año 30 en Jerusalén, no son ninguna historia inventada. Bajo la impresión de la muerte de Jesús y de la derrota de su causa común, los discípulos huyeron (<Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel> Lc, 24,21) o se refugiaron tras las puer-tas cerradas. Sólo el encuentro con Cristo resucitado los liberó de su espanto y los llenó de una fe entu-siasta en Jesucristo, el Señor de la vida y la muerte.

Nro 107 ¿VOLVIÓ JESÚS POR LA RESURRECCIÓN AL ESTADO CORPORAL QUE TENÍA DURAN-TE SU VIDA TERRENA?

El Señor Jesús se dejó tocar por sus discípulos, comió con ellos y les en-señó las heridas de la Pasión. Sin embargo, su cuerpo ya no pertenece únicamente a la tierra, sino al ámbito divino del Padre.

Cristo resucitado, que lleva las

ligado al tiempo y al espacio. Podía pasar a través de puertas cerradas y aparecerse en lugares diferentes y bajo una forma en la que no le reconocían inmediatamente. La Re-surrección de Cristo no fue por tanto un retorno a la vida terrena normal, sino la entrada en un nuevo modo de ser: <Pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él> (Rom 6,9).

Nro 108 ¿QUÉ HA CAMBIADO EN EL MUNDO POR LA RESURREC-CIÓN?

Puesto que ya no todo termina con la muerte, la alegría y la esperanza han entrado en el mundo. Después de que la muerte <ya no tiene dominio> (Rom 6,9) sobre Jesús, no tiene ya tampoco poder sobre nosotros, que pertenecemos a Jesús. ALGUNAS PREGUNTAS QUE NOS PUEDEN AYUDAR A SEGUIR RE-FLEXIONANDO:

1.¿Cuántas son las personas que, según la Biblia, se encontraron con Jesús Resucitado?2.“Hay hoy encuentros con el Señor resucitado”: ¿qué condiciones hay para encontrarse con Él hoy? ¿Qué esperanza nos trae la resurrección de Jesús?

ARTÍCULO DE INTERES

¿HAY PRUEBAS DE LA RESURRECCIÓN?

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LA VOZ Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 20 Abril 2014

SAN ROMAN ADAME ROSALESAbril 21 - Mártir Mexicano - 1859 – 1927Fuente: www.santuariodelosmartiresdecristo.org

moribundos, predicaba con el ejem-plo y con la palabra. Evitaba la os-tentación; vivía pobre y ayudaba a los pobres. Su vida y su conducta fueron intachables y la obediencia

en su parroquia un templo a Señor San José y algunas capillas en los ranchos; fundó la asociación Hijas de María y la cofradía Adoración Noc-turna del Santísimo Sacramento.

En agosto de 1926, viéndose como todos los sacerdotes de su época, en la disyuntiva de abandonar su parro-quia o permanecer en ella aún con la persecución religiosa, el anciano párroco de Nochistlán se decidió por la segunda, ejerciendo su ministerio en domicilios particulares y no pasó un año cuando tuvo que abandonar su domicilio, siendo desde entonces su vida, un constante andar de un la-do a otro.

La víspera de su captura, el 18 de abril de 1927, comía en la ranchería Veladores; una de las comensales, María Guadalupe Barrón, exclamó: ¡Ojalá no vayan a dar con nosotros! Sin titubeos, el párroco dijo: ¡Qué di-cha sería ser mártir!, ¡dar mi sangre por la parroquia!

Un nutrido contingente del ejército federal, a las órdenes del Coronel Jesús Jaime Quiñones, ocupaban la cabecera municipal, Nochistlán, cuando un vecino de Veladores, Ti-burcio Angulo, pidió una entrevista con el jefe de los soldados para de-nunciar la presencia del párroco en aquel lugar.

El coronel dispuso de inmediato una tropa con 300 militares para capturar al indefenso clérigo. Después de la

media noche del 19 de abril; sitiada la modesta vivienda donde se ocul-taba, el señor cura fue arrancado del lecho, y sin más, descalzo y en ropa interior, a sus casi setenta años, maniatado, fue forzado a recorrer al paso de las cabalgaduras la dis-tancia que separaba Veladores de Yahualica.

Al llegar a río Ancho, uno de los soldados, compadecido, le cedió su cabalgadura, gesto que le valió injurias y abucheos de sus compa-ñeros. El Padre Adame estuvo preso, sin comer ni beber, sesenta horas. Durante el día era atado a una columna de los portales de la plaza, con un soldado de guardia y durante la noche era recluido en el cuartel; conforme pasaban las horas, su salud se deterioraba.

A petición del párroco, Francisco Gon-zález, Jesús Aguirre, y Francisco González Gallo, gestionaron su li-bertad ante el coronel Quiñones, quien, luego de escucharlos, les dijo: Tengo órdenes de fusilar a todos los sacerdotes, pero si me dan seis mil pesos en oro, a éste le perdono la vida.

Con el dinero en sus manos, el coronel quiso fusilar a quienes aportaron la cantidad, pero intervinieron Felipe y Gregorio González Gallo, para ga-rantizar que el pueblo no sufriera represalias. El azoro y el terror im-puesto por los militares y la inutili-dad de las gestiones cancelaron las esperanzas de obtener la libertad del párroco.

La noche del 21 de abril un piquete de soldados condujo al reo del cuar-

tel al cementerio municipal. Mu-chas personas siguieron al grupo llorando y exigiendo la libertad del eclesiástico. Junto a una fosa recién excavada, el sacerdote rechazó que le vendaran los ojos, sólo pidió que no le dispararan en el rostro; sin em-bargo antes de fusilarlo uno de los soldados, Antonio Carrillo Torres, se negó repetidas veces a obedecer la orden de preparen armas, por lo que se le despojó de su uniforme militar y fue colocado junto al señor cura. Se dio la orden ¡apunten!, enseguida la voz ¡fuego!; el impacto de las balas derrumbó al Padre Adame y, acto continuo, a Antonio Carrillo. Quince minutos después, cuatro vecinos co-locaron el cadáver del mártir en un mal ataúd, y lo sepultaron en la fosa inmediata al lugar de la ejecución, donde yacía el soldado Carrillo.

Años después, fueron exhumados los restos del sacerdote y trasladados a Nochistlán, Zacatecas, donde se veneran. El párroco de Yahualica, Don Ignacio Íñiguez, testigo de la exhumación, consignó que el cora-

Rosario estaba incrustado en él.

Años después fueron exhumados los restos, del panteón de Yahualica, Ja-lisco; y fueron trasladados al templo parroquial de Nochistlán, Zac., y allí

se guardan con veneración porque

que el señor Cura Román Adame Rosales murió como mártir de la fe cristiana.

El Papa Juan Pablo II declaró Beato al Sr. Cura Román Adame Rosales, el 22 de noviembre de 1992, en compañía de sus veinticuatro com-pañeros mártires mexicanos. Y el 21 de mayo del Año Jubilar 2000, fue elevado a los altares y declarado Santo de la Iglesia Universal por el mismo Papa Juan Pablo II.Una de las pinturas al óleo, hecha por el Sr. Ezequiel Delgadillo, se

el mártir: “al llegar al río Ancho uno de los soldados le ofreció su caballo porque al mártir le era ya imposible caminar, al tener las plantas de sus pies destrozadas”.

Así, con la intercesión de este san-to mártir, Nochistlán que crece apre-suradamente, podrá crecer en su fe y amor por quienes derramaron su

y a su Iglesia.

San Román Adame Rosales, que con el inicio de la cruel persecución sufriste penas espirituales y físicas semejantes a las de Cristo, ruega por nosotros.

VIDAS DE SANTIDAD

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