La vida en un tuit
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Carola Brantome
La vida en un tuit
PARAFERNALIA ediciones digitales
Carola Brantome
La vida en un tuit
PARAFERNALIAediciones digitales
CC BY-NC-ND Carola BrantomeCiudad de Managua, Agosto 2015
Diseño de portada y diagramación Alberto Sánchez Arguello
Esta obra está publicada bajo licencia creative commonspara más información: http://creativecommons.org/licenses/
PARAFERNALIAediciones digitales
Fragmentos de “La historia mutante -tuiteratura y otras formas de escritura digital-” de Alberto Chimal Tomado de “Arte en las redes sociales” de la Universidad Nacional Autónoma de México 2013
Por sí mismo, el tuit –el mensaje transmitido por Twitter– no es un género literario, además de que la mayor parte de lo que se escribe en internet es simple comunicación cotidiana (o ruido), las características formales y temáticas de lo que sí tiene fines expresivos son demasiado variadas para intentar una descripción que las abarque a todas. Tuiteratura es, más bien, un momento o una etapa del desarrollo temprano de la escritura digital, en el que las nuevas tecnologías disponibles permiten justamente una explosión de nuevas formas de escritura.
Al hablar de la escritura en Twitter se enfatiza con frecuencia la brevedad de sus mensajes (…) La extensión limitada es a la vez una barrera infranqueable para muchos, un pretexto para lecturas ingenuas o prejuiciosas del medio y de lo que se produce en él y, en cierto número de casos, un estímulo creativo no menos potente que las reglas del soneto o las de los juegos creados por el Taller de Literatura Potencial (Oulipo) en el siglo xx.(...) Los rasgos más importantes de la moderna escritura digital que Twitter ha revelado y potenciado son:
�La escritura y la lectura comunales, abiertas y en público, al contrario de los procesos solitarios que la imprenta ha fomentado por siglos. �La interacción instantánea y diversa, más rápida que en otras redes e impensable en los medios impresos�La aparición de prácticas nuevas, que a veces son géneros sin precedentes y a veces no caben siquiera en la definición habitual de género�Por último, la que es, probablemente, la transformación más radical que se ha visto hasta ahora: la erosión de los conceptos del texto definitivo y de la permanencia.
(…) Estamos todavía en el momento de la ilusión, o la posibilidad, democrática: en la etapa en que la escritura digital es un territorio abierto a la experimentación y la exploración para millones de personas.
Hoy no sé si se
esconde o huye, y
cuando lo sepa ¡ay,
será el goce!
Amarte sin poseerte
es mi liberación.
Prefiero que las
palabras me
encuentren como un
perfume que me
llaga.
Aquella conversación
que tenemos vos y
yo...
Las huellas que he
dejado se levantan y
me siguen.
Si buscaras en mi
corazón, no
encontrarías aves
tristes, ni ciudades en
ruinas.
Atada al mástil
escucho en silencio
canto de sirenas.
Esta mañana fresca,
limpia de lluvia,
guarecido en el
matorral húmedo,
el pájaro león ruge
su canto.
Bienvenida tarde de
lluvia, lo que amo me
ama.
Con la escritura
aprecio mi capacidad
de persistencia.
Con la escritura me
afano en subsistir
en el tiempo y el
lugar, que cada día
se obstinan en
eliminarme.
Escribo para que la
memoria no sea
únicamente arena
deslizándose
insondable
hacia el fin.
Volví por esta ciudad
y resulta que se me
fue, la imaginé, la
hice, pero ella es
otra.
¡Saber lo que vale
una mirada!
Ahora voy a divisar la
arena desde el trono
de las olas.
Me encantaría ver
400 elefantes
caminando en la
playa de Pochomil,
¡qué espectáculo!
Nada más, poesía y
literatura, el mundo,
mi mundo es eso,
nada más ella
conmigo
sin preguntarnos.
Ahora estoy en los
porqués. Palabra que
Madre no me enseñó.
Esa que se ve al
espejo, ¿soy yo o
Madre aún sueña?
Un gallo canta como
en la tarde serena
de mi pueblo en los
años de mi niñez.
Recuerdo a las
mujeres que son
parte de lo que soy.
Tengo la nostalgia de
lo que no ha pasado,
la melancolía
de lo que vendrá, tu
llamada, tu visita...
Como cuando te
esperan en una cita a
ciegas, podés
encontrarte un ramo
de flores, un nuevo
amor o un tiro en la
nuca.
Escribir con el lápiz
fino en el caminito de
la hormiga; las velas
me alientan, el agua
hunde a las piedras.
La cara de mi madre
y de mi padre
navegan en mi rostro.
Levanto el vuelo,
remonto el mar, la
montaña; mama,
papa, no soy vuestra
ilusión.
En sueños persigo
otras formas y siento
otros días, no me
guía el pensar;
son nubes y corazón
mis sueños.
Tenés al tiempo en
tus manos,
el hoy es tuyo.
Nada me pesa,
excepto lo que cargo.
Mi corazón
emocionado
es un ramillete de
gardenias.
Niña que camina sola
por su primera calle
que la lleva sin
rumbo, pero feliz.
Arte-sana. Sano mi
cuerpo, sano mi voz.
Con consciencia
mi palabra es un acto
que me cura.
Una buena amante
no hace preguntas
ni las responde.
El olor del café en mi
casa, es como la
mañana que aplaude
al día que nace.
Un árbol en el suelo
florece.
La pregunta es lo que
yo no me respondo.
La respuesta es la
que yo no me
escucho.
Pienso y siento a una
niña imaginándose
en una máquina de
escribir,
¿era su sueño?
Cuando todo lo creía
seguro, todo se dio
por perdido. Ahora,
mi maestra el agua,
mi maestro el viento.
No he amado por
error.
Siento mi corazón
como de poesía.
Por cada persona
que comprendo,
me comprendo.
La felicidad no está
en otra parte.
Para siempre… hoy.
Nadie es mi dolor,
soy responsable de
mi placer.
Qué bonito es
compartir una hoja
que el viento extravió
en mis páginas.
Luz azul de la tarde
pedí al día,
para ofrecértela.
No busquen en mí
poesía, búsquenme
en mi poesía.
Comprender es
entender
más de una vez.
Mi sombra a veces se
transparenta
y pasa por mi tiempo
pasado,
presente y futuro,
dejándome vuelos.
No quiero sentir que
estando allí, no
estás…
Que mis palabras
sean actos, quiero.
Me muevo entre
bahías y arrecifes.
La locura hace
caminos cada día,
la locura nos hace
vivir en el presente
que es la vida.
Mis pasos son un
poema callejero.
La poesía, mariposa
nocturna que ronda
mi insomnio, letras
que en la madrugada
me levantan el velo
de los ojos.
Ese manto de luz que
el sol le pone a todo
lo que ve, me regala
tu sonrisa diosa de
agua, piedra clara y
dulce.
Aquí hay algo que no
está.
Al despertar supo que
era lo soñado.
El amor crece cuando
se deja vivir.
Creo más en los
actos que en las
palabras y la
escritura.
Para contarle la
lluvia, lluvia.
El jardín perfuma la
casa de azahares,
canela, hierba buena,
claveles, rosas,
campánulas, pascua;
flores pequeñas y
tiernas del camino.
Todo es añadidura
equivocada.
Nos movemos en
universos que al
vaivén de la vida
se alejan y acercan;
aunque extraño,
mejor no explicarse.
¿Cómo le explicaría
yo un reloj de arena;
con qué palabras le
describo un péndulo,
una brújula, un
ancla?
Si me pidiera que le
explicara la lluvia,
me quedaría sin
palabras, pero la
lluvia está allí para su
deleite.
Hay un dolor que no
he cobrado, que se
hunde en mi aire
y me entierra sus alas
como garras.
Imaginarle es más
difícil cuando en
verdad lo que se
quiere es la figura,
el genio, la ternura.
La belleza no tiene
mentiras.
La lluvia es río de
otras ciudades.
No inventé nada,
pero me pregunto,
¿todo pasó?
Cae suave y se
envuelve con la
bruma; escucharla es
como creer en el
rumor de duendes en
las bajuras del Sur.
La mañana precisada
con su capote
ahulado da pasitos
por las rondas de los
potreros.
Yo sondeando poesía
en esta noche que
me cansa de
ausencias, las
muchas las todas las
que sin llegar se van
las que invitadas
faltan.
Voy a imaginar que
cuando llueve
usted anda por allí.
Se me va en poemas
lo que le diría al oído.
Afilando poemas.
Escucho las ruinas
que desmorona la
lluvia, mi corazón que
vuelve de las
respuestas, las dudas
y el adiós.
No impone presencia
ni ansias de
ausencia.
La soledad me
enseña a escribir.
Leo mi pasado como
un libro que acabo de
escribir.
Gracias a mi sombra
por darme luz.
Las palabras se
realizan en mí.
Salen de mí las
palabras, visitan
el mundo, lo viven;
vuelven a mí,
actuadas.
Este es un poema de
ojos oblicuos, un
poema que camina
de noche, y habla
lumbres.
Qué bonito es andar
en estos pasos.
Cálida, taciturna, cual
película en sepia,
como pasear bajo
candilejas por los
recodos de un
parque.
Con ansias de nada
luego de una cita
sin fin y sin espera.
Esta ciudad de
madrugada
se desgasta bajo la
sombra de las horas
que ha dejado la
noche.
Vivo para vivir.
El cuidado de sus
ojos que no duermen
y preguntan;
dejándome
esa sensación del
recuerdo.
Entraño y extraño.
Habilidad de hurgar
lejanías.
La música sucede en
el presente.
Cuando apago la luz,
me ven sus ojos.
No pienso su
ausencia,
la siento.
Cuando recuerdo
ilumino mi pasado
con colores.
Mi casa es el recodo
del camino de mi
vida.
Un día que nos
encontremos
en un campo de
girasoles,
te regalaré un clavel.
Despido el invierno,
haciendo fotos del
paisaje invernal.
Las campánulas ya
cubren el zacatal del
patio, y mi niña
interior, abre en mi
alma, las puertas de
la alegría de
diciembre.
En la brisa que riega
las hojas está mi
amor por tus ojos;
aunque sé decir adiós
al invierno que se
lleva tu perfume.
Donde va la mariposa
no hay viento,
están sus alas.
En las mañanas,
cada día me dice que
he nacido.
En los abismos,
alzo el vuelo.
La mentira es hija del
miedo.
Soy poeta todos los
días, no de palabras,
de actos; como la
calandria que canta
por las madrugadas,
con un poema al día,
mi canto se hace
acto.
Cuando digás una
mentira, tené
presente que alguien
creé que es verdad.
Me gusta hacer con
las palabras un
paisaje.
Que la poesía sea el
abismo entre el
significado y yo.
Cuando la realidad no
coincide con nuestra
ilusión, entonces es
hora de convertir a la
realidad en nuestra
ilusión.
Oficios: Sembradora
de flores en el agua,
voladora nocturna,
maquinista de trenes
imaginarios,
hacedoras de luces.
Pasatiempos:
Seductora de
sombras,
jardinera de pájaros
que cantan en el
vuelo, pajarera de
luciérnagas y poeta
del aire.
La ilusión es un
espejo que se
quiebra,
cuidemos
que no nos corten
los vidrios.
He renunciado a
mañana.
Pájara guís,
zenzontla arisca,
palomita de San
Nicolás y de Castilla,
águila, ruiseñora y
alondra.
Paloma azul.
Podés creer que un
paso en el aire
es un paso en falso.
Mas, todo paso es
camino.
Tengo para navegar
remos, una pavesa
para volar; dejo mis
caminos en manos de
la poesía.
Cada quien tiene el
valor que le
devuelven sus
espejos.
No la espero porque
no viene a mí,
viene al viento, a la
tormenta, a las
corrientes de agua
que le alumbran
los caminos.
El presente es
felicidad, la felicidad
de saber, de conocer.
Todo lo que deseo
está en la libertad.
El día como un libro
leído.
Me pregunto, no con
inocencia.
Las ilusiones no
dejan ver lo
inevitable.
Tuvo razón Ulises en
taponear los oídos de
los marineros. ¡Son
tan bellos los cantos!
¿Qué hace Caronte
en mi nombre
remando sobre las
olas del mar?
Aun con el twitter,
guardo un telegrama
en mi corazón.
La que te amó ayer,
hoy es una extraña
para ese amor.
Alambrada de pájaros
enjaulados amanecí
hoy, que ni la seda de
la rosa roja, quita de
mí la púa.
Grandes galeras se
balancean en mi
sueño, como
sombras que no se
agotan en mi vigilia.
Espero a que el
puente pase y se
hunda el abismo,
así vuelo.
Soy la niña de tus
ojos, la brisa marina
de tus sueños,
me visto para
desvestirte, ahora
que salís de mis
sueños y estás en mi
cama.
Sos la fuente del
arrullo donde las
sedas de la noche
y el hilo de mis
dedos, tejen caricias
en tu piel.
¿Qué relación tiene la
luz con la sombra?,
yo abrazo a ambas.
En la luz estoy con lo
vacío, lleno.
Liberándome de la
sombra que da
sombra a mi sombra.
Cuando escribo, la
escrita soy yo.
Artimañas de mi
sombra, que aparece
en claroscuro o en
clara luz.
No me preguntés,
preguntate.
Esa foto es del
sueño. Del sueño que
vimos en sueños.
¡Sacando magas de
mi sombrero!
Lo que no se explica
lo arrincona la razón.
Mandaré abejas a
peinar la miel de tu
pelo.
Tus ojos endulzan mi
mirada.
En la distancia te
alcanzo con palabras;
ilusoria de mí, las
palabras no te tocan.
Con un poema de la
mano voy y vengo.
Una alambrada no es
un rosal.
Escribiendo convierto
mis miedos en
ángeles.
Amanecí con la negra
lumbre de tu abrazo
en mi cuerpo.
Camina por mí Nik
Wallenda, que le
temo a las alturas,
mas, viéndote acepto
mi miedo.
¿Cuando tuiteo, la tuit
soy yo?
¿Ahora mis angustias
no son poéticas,
son tuit-éticas?
Estoy siendo el
paisaje que acaricia
tu mirada.
Que lindo amar tu
nombre y no saber
qué significa.
Mi soledad se
acompaña con tu
ausencia.
Según lo que quiera
aprender, así será mi
maestro.
Las palabras que me
quedan te las voy a
dedicar a vos.
Mi amor por twitter es
claro, preciso y
conciso: exacto.
Tanto decir lo dicho,
que se me pudrieron
en la boca,
las palabras.
Walman, mis libros, la
chaqueta, "la luna, el
sol y la vieja del
tambor".
Walman, el lazarillo
de mis pensamientos
ciegos.
Quien me acompaña
a estas horas de la
madrugada,
es el día que espera
termine lo que ayer
dejé perder.
Carola Brantome. Poeta, periodista y cuentista. Nicaragua, 1961. Publica poesía desde 1982. Cofundadora de la Imposible Agrupación de Escritores Nocivos (Imagen, 1991-93), de la revista literaria 400 Elefantes, (1995), y del plegable de poesía Papalotl (1998-99). Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua, ha desempeñado numerosos cargos, relacionados en su mayoría con la promoción cultural y la edición de textos.
Libros publicados
Más serio que un semáforo, Poesía. Convocatoria del Instituto Nicaragüense de Cultura, para escritores jóvenes sin obra publicada. Fondo Editorial Asociación para el Desarrollo Internacional (ASDI). Editorial Anamá. Managua, Nicaragua, 1995. Marea convocada, Poesía. Editorial “Proyecto Piloto: Fondo Editorial de la Asociación Noruega de Escritores (ANE), Centro Nicaragüense de Escritores, (CNE) y Agencia Noruega para el Desarrollo Internacional (NORAD).” Managua, Nicaragua 1999. Si yo fuera una organillera, Poesía. Editorial ANIDE. Managua, 2003. Postales en ciudades de arena, Poesía. Ediciones En danza. Argentina, 2010.
Foto de Isabel Medel
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