LA TIERRA, DON DE DIOS - Repositorio Institucional

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LA TIERRA, DON DE DIOS Elementos para una Pastoral de la tierra en clave de teología de la acción JOSE RAUL SUAREZ ALFONSO PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA MAESTRÍA EN TEOLOGÍA BOGOTÁ 2011

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LA TIERRA, DON DE DIOS Elementos para una Pastoral de la tierra en clave de teología de la acción

JOSE RAUL SUAREZ ALFONSO

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA MAESTRÍA EN TEOLOGÍA

BOGOTÁ 2011

LA TIERRA, DON DE DIOS Elementos para una Pastoral de la tierra en clave de teología de la acción

JOSE RAUL SUAREZ ALFONSO

Trabajo de investigación Presentado para obtener el título de

Magíster en Teología

ASESOR: D. P. ALIRIO CACERES AGUIRRE Magíster en Teología

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA MAESTRÍA EN TEOLOGÍA

BOGOTÁ 2011

NOTA DE ACEPTACIÓN _______________________________ _______________________________ _______________________________ _______________________________ _______________________________ _______________________________

______________________________ FIRMA DEL PRESIDENTE DEL JURADO ______________________________

FIRMA DEL JURADO ______________________________

FIRMA DEL JURADO

Bogotá D.C, 28 de Octubre de 2011

Bogotá, 27 de Enero de 2012

Trabajo de Grado Señores BIBLIOTECA GENERAL Cuidad Estimados Señores:

El suscrito JOSE RAUL SUAREZ ALFONSO , con C. C. No.19174254 de Bogotá, autor del trabajo de grado titulado: “LA TIERRA, DON DE DIOS, Elementos para una Pastoral de la tierra en clave de teología de la acción” , presentado y aprobado en el año 2011 como requisito para optar al título de MAGISTER EN TEOLOGIA ; autorizo a la Biblioteca General de la Universidad Javeriana para que con fines académicos, muestre al mundo la producción intelectual de la Universidad Javeriana, a través de la visibilidad de su contenido de la siguiente manera: • Los usuarios puedan consultar el contenido de este trabajo de grado en Biblos, en los sitios

web que administra la Universidad, en Bases de Datos, en otros Catálogos y en otros sitios web, Redes y Sistemas de Información nacionales e internacionales “Open Access” y en las redes de información del país y del exterior, con las cuales tenga convenio la Universidad Javeriana.

• Permita la consulta, la reproducción, a los usuarios interesados en el contenido de este

trabajo, para todos los usos que tengan finalidad académica, ya sea en formato CD-ROM o digital desde Internet, Intranet, etc., y en general para cualquier formato conocido o por conocer.

• Continúo conservando los correspondientes derechos sin modificación o restricción alguna;

puesto que de acuerdo con la legislación colombiana aplicable, el presente es un acuerdo jurídico que en ningún caso conlleva la enajenación del derecho de autor y sus conexos.

De conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de la Decisión Andina 351 de 1993, “Los derechos morales sobre el trabajo son propieda d de los autores” , los cuales son irrenunciables, imprescriptibles, inembargables e inalienables. ___________________________ JOSE RAUL SUAREZ ALFONSO C. C. No.19174254 de Bogotá NOTA IMPORTANTE: El autor y o autores certifican que conocen las derivadas jurídicas que se generan en aplicación de los principios del derecho de autor. C. C. FACULTAD DE TEOLOGIA. MAESTRIA EN TEOLOGIA.

FORMULARIO DE LA DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE GRADO

TÍTULO COMPLETO DEL TRABAJO DE GRADO: LA TIERRA, DON DE DIOS SUBTÍTULO, SI LO TIENE: Elementos para una Pastoral de la tierra en clave de teología de la acción

AUTOR O AUTORES Apellidos Completos Nombres Completos

SUAREZ ALFONSO

JOSE RAUL

DIRECTOR (ES) TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO

Apellidos Completos Nombres Completos

CACERES AGUIRRE

ALIRIO

ASESOR (ES) O CODIRECTOR

Apellidos Completos Nombres Completos

IGNACIO

MADERA VARGAS, SDS

TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: MAGISTER EN TEOLOGIA FACULTAD DE TEOLOGIA PROGRAMA: Maestría X NOMBRE DEL PROGRAMA: MAESTRIA EN TEOLOGIA NOMBRES Y APELLIDOS DIRECTOR DEL PROGRAMA: Padre ALBERTO PARRA, S. J. CIUDAD: BOGOTA. AÑO DE PRESENTACIÓN DEL TRABAJO DE GRADO : 2011 NÚMERO DEPÁGINAS 120 TIPO DE ILUSTRACIONES:

­ Tablas, gráficos y diagramas X PREMIO O DISTINCIÓN: CUM LAUDE DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVES EN ESPAÑOL E INGLÉS:

ESPAÑOL Campesino Imaginario tierra –territorio– Cuestión ecológica Conflicto Tenencia de la tierra Desplazamiento forzado Contrarreforma agraria Ecoteología Cuidado de la Creación Reino de Dios Teología de la tierra Pastoral de la tierra

INGLÉS Peasants Imaginary Land -territory- Ecological question Conflict Land tenure Forced displacement Reverse land reform Ecotheology Care of Creation Kingdom of God Land Theology Land Pastoral

RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS: RESUMEN ANALITICO El conflicto colombiano ha tenido una innumerable cadena de consecuencias sobre la vida de la sociedad, sin embargo el abordaje y análisis se ha dado con mayor fuerza desde la realidad urbana. No así desde el campo mismo, que entraña la matriz del mismo y por ende los impactos mayores, especialmente desplazamiento forzado, así como la denominada “contrarreforma agraria”, interpelan a la sociedad y a la teología, la comprensión del fenómeno y la generación de una propuesta de acompañamiento pastoral, con acciones efectivas que contribuyan significativamente a superar la problemática de la tenencia de la tierra, entendida en doble perspectiva, como imaginario popular de la mayoría de los campesinos colombianos, y como imaginario bíblico. La compresión del problema de la tierra en Colombia, y de los impactos en las formas de la tenencia de la tierra son un lugar teológico a ser explorado. La tierra debe ser contemplada y reflexionada desde el quehacer teológico y específicamente desde una propuesta ecoteológica, para apropiar una reflexión desde la teología que contribuya a la asimilación de prácticas pastorales en defensa de la tierra, del entorno vital de la mujer y el hombre campesinos, y propicie prácticas ambientales concretas en defensa de la Creación. ABSTRACT The Colombian conflict has had an endless chain of consequences on the life of society, but the approach and analysis has been most strongly from the urban reality. Not so from the field itself, which involves the matrix of the same and therefore the greatest impact, especially forced displacement and the so-called "contrarreforma agraria " (reverse land reform) interpellate society and theology, to understanding the phenomenon and the generation of a pastoral care proposal, effective actions that contribute significantly to overcome the problem of land tenure, understood in a double perspective, as popular imaginary of the majority of Colombian peasants, and as biblical imaginary. Compression of the land problem in Colombia and impacts in the forms of land tenure is a theological place to being explored. The land should be contemplated and reflected from the theological and specifically from a proposal ecotheology focuses, to appropriate from a theological reflection to assume pastoral practices in defense of the land of the vital context of the women and men peasants and small farmers, and conducive to specific environmental practices in defense of Creation.

Artículo 23, resolución #13 de 1946: “La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus trabajos de tesis. Sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y a la moral católica y porque las tesis no contengan ataques personales contra persona alguna, antes bien se vean en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia”

Dedicatoria

A quienes han creído en mi, a mi esposa, a mis hijos,

a mi madre. Al Dios de la vida,

el mismo Dios de Jesús que modela mi sentido de humanidad plena.

Agradecimientos

A los campesinos por la inspiración de servicio, provocada en mi vida.

A mis profesores de la Facultad de Teología, por la huella de la liberación.

A Alirio Cáceres Aguirre, por ser hermano en la caminada.

Al Equipo de Investigación en Ecoteológica de la PUJ, por su compromiso con el cuidado.

A Liomer Vásquez, ocd., por su escucha generosa.

A la Iglesia que se instala en la frontera, para hacer visible el Reino.

TABLA DE CONTENIDO INTRODUCCIÓN 1. TIERRA Y TERRITORIO EN COLOMBIA 1. 1. TENENCIA DE LA TIERRA EN LA CONQUISTA Y LA

COLONIA 1. 1. 1. Tenencia de la tierra antes de la llegada de los españoles 1. 1. 2. Tenencia de la tierra con la llegada de los españoles 1. 1. 3. Conformación del latifundio 1. 2. LATIFUNDIO 1. 3. REFORMA AGRARIA 1. 3. 1. Algunos presupuestos 1. 3. 2. Luchas por la tierra y Reforma Agraria 1. 3. 2. 1. Lucha por la tierra 1. 3. 2. 2. La verdad de la Reforma Agraria. Intentos de Reforma agraria 1. 3. 3. Los señores de la guerra o de la tierra 1. 4. POBREZA RURAL 1. 5. CONTRARREFORMA AGRARIA 1. 6. LA CUESTIÓN AGRARIA: A MODO DE CONCLUSIÓN. 2. PRESUPUESTOS BIBLICOS Y TEOLOGICOS PARA UNA

PASTORAL DE LA TIERRA 2. 1. LA PALABRA DE DIOS, ILUMINA EL SER DEL CAMPESINO 2. 1. 1. Campesino, pobre rural 2. 1. 2. Cuestión ecológica 2. 1. 2. 1. En el Antiguo Testamento 2. 1. 2. 2. En el Nuevo Testamento 2. 1. 3. Tierra 2. 2. LA TIERRA Y LA IGLESIA 2. 2. 1. Los Padres de la Iglesia 2. 2. 2. El primer Magisterio Latinoamericano 2. 2. 3. La Doctrina Social de la Iglesia contemporánea 2. 2. 3. 1. León XIII

2. 2. 3. 2. Pio XI 2. 2. 3. 3. Pío XII 2. 2. 3. 4. Juan XXIII: Un papa campesino 2. 2. 3. 5. Concilio Vaticano II 2. 2. 3. 5. 1. Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual. (Gaudium

et spes) 2. 2. 3. 6. Pablo VI 2. 2. 3. 7. Juan Pablo II 2. 2. 3. 7. 1. Reforma agraria 2. 2. 3. 7. 2. Relaciones campesino-tierra 2. 2. 3. 7. 3. Tierra don de Dios 2. 2. 3. 7. 4. Cuestión ecológica 2. 2. 3. 8. Benedicto XVI 2. 2. 3. 9. La Iglesia latinoamericana 2. 3. A MANERA DE SINTESIS, TEOLOGIA DE LA TIERRA 3. ELEMENTOS PARA UNA PASTORAL DE LA TIERRA EN

CLAVE DE TEOLOGÍA DE LA ACCIÓN 3. 1. DE LA TEOLOGIA DE LA TIERRA A LA PASTORAL DE

TIERRA 3. 1. 1. La esperanza de los crucificados 3. 1. 2. El Reino de Dios que llega a los humillados e injuriados 3. 1. 3. La búsqueda del hombre nuevo. 3. 2. UNA MIRADA SUGERENTE 3. 2. 1. De la Pastoral Rural a la Pastoral de la Tierra 3. 2. 1. 1. El cuidado de la Creación 3. 2. 1. 2. Una experiencia: Los Sin Tierra y la Comisión Pastoral de la Tierra

(CPT) 3. 3. LAS ACCIONES DE LA PASTORAL DE LA TIERRA 3. 3. 1. ¿Qué Es Pastoral de la Tierra? 3. 3. 2. Desafíos 3. 3. 3. Algunos caminos posibles 3. 3. 3. 1. Incidencia política para una nueva política agraria 3. 3. 3. 2. Reanimar el compromiso por el cuidado de la Creación 3. 3. 3. 3. Renovar las instituciones de ayuda al campesino 3. 3. 3. 4. Necesidad de una reforma agraria 3. 3. 3. 5. Renovar el acompañamiento eclesial 3. 4. A MANERA DE CONCLUSIÓN CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA ANEXO 01 GLOSARIO SOBRE PASTORAL DE LA TIERRA

ÍNDICE INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..…… 1 . 1. TIERRA Y TERRITORIO EN COLOMBIA…………………………… 8 1. 1. TENENCIA DE LA TIERRA EN LA CONQUISTA Y LA COLONIA 1 0 1. 1. 1. Tenencia de la tierra antes de la llegada de los españoles……………… 11 1. 1. 2. Tenencia de la tierra con la llegada de los españoles…...……………… 12 1. 1. 3. Conformación del latifundio…………………………………………… 14 1. 2. LATIFUNDIO…………………………………………………………. 15 1. 3. REFORMA AGRARIA……………………………………………….. 18 1. 3. 1. Algunos presupuestos…………………………………………………. 18 1. 3. 2. Luchas por la tierra y Reforma Agraria………………………………. 21 1. 3. 2. 1. Lucha por la tierra……………………………………………………... 21 1. 3. 2. 2. La verdad de la Reforma Agraria. Intentos de Reforma agraria………. 25 1. 3. 3. Los señores de la guerra o de la tierra………………………………..… 30 1. 4. POBREZA RURAL…………………………………………………… 32 1. 5. CONTRARREFORMA AGRARIA…………………………………… 34 1. 6. LA CUESTIÓN AGRARIA: A MODO DE CONCLUSIÓN…………. 36 2. PRESUPUESTOS BIBLICOS Y TEOLOGICOS PARA UNA PASTORAL

DE LA TIERRA……………………………………………………. 41 2. 1. LA PALABRA DE DIOS, ILUMINA EL SER DEL CAMPESINO…. 41 2. 1. 1. Campesino, pobre rural………………………………………………… 42 2. 1. 2. Cuestión ecológica……………………………………………………… 45 2. 1. 2. 1. En el Antiguo Testamento……………………………………………… 45 2. 1. 2. 2. En el Nuevo Testamento………………………………………………… 49 2. 1. 3. Tierra……………………………………………………………………. 51 2. 2. LA TIERRA Y LA IGLESIA………………………………………… 52 2. 2. 1. Los Padres de la Iglesia…………………………………………………. 53 2. 2. 2. El primer Magisterio Latinoamericano………………………………… 56 2. 2. 3. La Doctrina Social de la Iglesia contemporánea………………………... 57 2. 2. 3. 1. León XIII…………………………………………………………….… 57 2. 2. 3. 2. Pio XI…………………………………………………………………… 58 2. 2. 3. 3. Pío XII…………………………………………………………………. 58

2. 2. 3. 4. Juan XXIII: Un Papa campesino….………………………………..… 59 2. 2. 3. 5. Concilio Vaticano II……………………………………………….…… 60 2. 2. 3. 5. 1. Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual (GS)…………. 61 2. 2. 3. 6. Pablo VI………………………………………………………………… 62 2. 2. 3. 7. Juan Pablo II…………………………………………………………… 63 2. 2. 3. 7. 1. Reforma agraria……………………………………...………………… 64 2. 2. 3. 7. 2. Relaciones campesino-tierra………………………………….………… 66 2. 2. 3. 7. 3. Tierra don de Dios……………………………………………………… 67 2. 2. 3. 7. 4. Cuestión ecológica……………………………………………………… 68 2. 2. 3. 8. Benedicto XVI…………………………………...……………………… 69 2. 2. 3. 9. La Iglesia latinoamericana……………………………...………………. 71 2. 3. A MANERA DE SINTESIS, TEOLOGIA DE LA TIERRA……….… 75 3. ELEMENTOS PARA UNA PASTORAL DE LA TIERRA EN CLAVE DE

TEOLOGÍA DE LA ACCIÓN………………………………………….. 80 3. 1. DE LA TEOLOGIA DE LA TIERRA A LA PASTORAL DE TIERRA.. 83 3. 1. 1. La esperanza de los crucificados………………………………...……… 84 3. 1. 2. El Reino de Dios que llega a los humillados e injuriados…….………… 84 3. 1. 3. La búsqueda del hombre nuevo………………………………………… 85 3. 2. UNA MIRADA SUGERENTE………………………………………… 85 3. 2. 1. De la Pastoral Rural a la Pastoral de la Tierra……………………….… 86 3. 2. 1. 1. El cuidado de la Creación……………………………………..……… 88 3. 2. 1. 2. Una experiencia: Los Sin Tierra y la C. Pastoral de la Tierra (CPT)… 88 3. 3. LAS ACCIONES DE LA PASTORAL DE LA TIERRA…………… 89 3. 3. 1. ¿Qué Es Pastoral de la Tierra?............................................................... 89 3. 3. 2. Desafíos………………………………………………………………. 90 3. 3. 3. Algunos caminos posibles……………………………………………. 91 3. 3. 3. 1. Incidencia política para una nueva política agraria………..…………. 91 3. 3. 3. 2. Reanimar el compromiso por el cuidado de la Creación…….………. 92 3. 3. 3. 3. Renovar las instituciones de ayuda al campesino……………...……. 92 3. 3. 3. 4. Necesidad de una reforma agraria…………………………………… 93 3. 3. 3. 5. Renovar el acompañamiento eclesial………………………………… 94 3. 4. A MANERA DE CONCLUSIÓN…………………………...………. 95 CONCLUSIONES…………………………………………………………………… 97 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………. 101 ANEXO 01 GLOSARIO SOBRE PASTORAL DE LA TIERRA………………..... 107

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INTRODUCCIÓN La teología de la Tierra, no se formaliza simplemente como un tema teológico entre otros, sino que viene a ser un nuevo lugar desde donde se puede pensar el acontecer de Dios. Lo nuevo reside precisamente en que se articula dentro la Ecoteología1 y las relaciones que está, establece en lo interdisciplinario, a través del dialogo de la teología especialmente con saberes de la ciencia empírico-analítica, como la biología, la física, la química, la agronomía, la agroecología y de la ciencia hermenéutica, especialmente la sociología y la antropología. Pero también con otros saberes y/o disciplinas relacionadas con las ciencias de la vida, por tanto la teología de Tierra se planta en las mismas raíces históricas de la praxis de liberación en América Latina con el plus de dicho dialogo interdisciplinar y se cosecha en el compromiso concreto del amor por la tierra y sus cuidadores naturales, los campesinos. En consecuencia la teología de la Tierra, da sentido al nuevo quehacer teológico, por su apropiación del cuidado de la tierra y referente del plan salvífico de Dios, el cual incluye, la opción por el pobre, entendida como una opción por el Dios del Reino, anunciado por Jesús; la opción por los pobres, debe ser contenida la Tierra y todos sus ecosistemas. La comprensión de opción por los pobres pasa hoy por la intuición de la cuestión ecológica y la Tierra, las cuales hacen parte de la misma, el teólogo Boff, L. tiene la certeza de lo mismo al expresar: “La tierra también grita. La lógica que explota las clases o los pueblos a los intereses de unos pocos… es la misma que depreda la tierra y expolia sus riquezas… De ahí la urgencia de incluir en la opción por los pobres al gran pobre que es la Tierra, el cual incluye la practica de la justicia en el uso y distribución de los bienes de la Creación” 2. La Tierra es el gran pobre que debe ser liberado junto a sus hijos e hijas condenados a la marginación y pobreza; en Colombia la pobreza rural surge especialmente del modelo económico agresivo con el medio ambiente y de la tenencia de la tierra, generadores de desplazamiento forzado.

1 La valoración de la problemática medioambiental supone el reconocimiento de la magnitud de los denominados

“limites planetarios”, el autor argumenta dicha magnitud, la cual incluye el uso de la tierra arable en relación con el

modelo económico prevalente, al afirmar: “se suele tener el convencimiento que el problema climático pasa únicamente por las emisiones de gases generadores del calentamiento global, sin embargo los últimos y más recientes avances reconocen que la magnitud de la cuestión medioambiental, pasa por la valoración y reconocimiento de los límites planetarios”, en: SUÁREZ, J. R. Algunos presupuestos de la inminente amenaza de la crisis ambiental. En: Revista Voices

Digital de la Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo. ASETT. 2011.

http://internationaltheologicalcommission.org/files/Voices2011-1.pdf 2 BOFF, L. Ecologia, grito da terra, grito dos pobres. Editora Atica. São Paulo. 2000.

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Una mirada a la realidad del conflicto colombiano, indica que los efectos, su abordaje y análisis se han dado con mayor fuerza desde y sobre la realidad urbana. Por el contrario, el campo que entraña la matriz del mismo y por ende de los impactos mayores, dentro de estos, el desplazamiento forzado, el cual constituye el más significativo y de mayor relevancia, no ha recibido un análisis pormenorizado, para la comprensión del fenómeno mismo, ni de una propuesta de acompañamiento, que proponga acciones efectivas sobre la cadena de consecuencias e impactos en la vida de la sociedad. Los millones de desplazados interpelan no solo a la misma sociedad, sino a la teología e invitan a la profundización de la problemática de la tenencia de la tierra, entendida en la doble perspectiva, como imaginario no solo popular de la mayoría de los campesinos colombianos, sino como imaginario bíblico, donde se arraiga una manera de comprensión del quehacer y acción de la Iglesia. El problema de la tierra en Colombia, no es solo un problema de tenencia, en el sentido social, sino que se profundiza en la cuestión medioambiental, al imponerse nuevas políticas sobre el uso del suelo la mayoría de las veces nocivas, colocan a la distancia una reforma agraria, propiciando que la tenencia de la tierra y la distribución de sus productos queden a disposición de las fuerzas del mercado. Este hecho manipula la vida de comunidades enteras, en esta perspectiva la tierra debe ser contemplada y reflexionada desde el quehacer teológico y específicamente desde una propuesta de la teología de la acción que contribuya a la apropiación de prácticas pastorales en defensa de la tierra, del entorno vital de la mujer y el hombre campesinos, y que propicie también prácticas ambientales concretas en defensa de la Creación3. La tierra –territorio–4, es eje de reflexión, al mismo tiempo que teológico, también antropológico, ético, ecológico, espiritual, y socioeconómico, desde esta multivariada perspectiva el desarrollo rural busca la construcción de una convivencia entre y con los campesinos donde se reconozcan sus culturas y por ende sus imaginarios, centrada en la dignidad de la persona humana y dinamizada por la justicia social y ambiental y el bienestar de todos. El territorio, entonces debe ser entendido como un concepto cultural e identitario, se debe abordar para la comprensión de la totalidad de la problemática de la tierra y de la cuestión agraria, dicho territorio, tiene una intima relación con la realidad y vida de las etnias, conservado dicha característica desde la Colonia; haciéndose extensiva esta compresión a la dimensión teológica, de la tierra, un don de Dios. La tierra es don de Dios, esta es la deducción teológica central, tanto del imaginario campesino, como del indígena y afroamericano, así como de la cosmovisión cristiana. La 3 Nota del Autor: La profunda discrepancia entre las formas de hacer teología, en torno a la cuestión ecológica,

especialmente en Europa, distancio el lugar teológico del cuidado de la Creación, del sujeto histórico, se llegó a

considerar a la teología, ajena y distante, en relación con este nuevo paradigma, la teología europea inducida por el

antropocentrismo imperante escasamente se ha interesado por lo ecológico. La ecoteología, de cuño latinoamericano y

cercana al quehacer teológico de la liberación, o las llamadas teologías emergentes, teologías contextuales, o mejor

teologías de Abya-Yala, las cuales colocan en el mismo plano al ser humano y a la creación, superando el

antropocentrismo, para asumir un Cristocentrismo que pasa por una visión más cosmocéntrica, e incluyente del sujeto

que valora su relación con la madre tierra. 4 Nota del Autor: La acepción tierra –territorio–, se utiliza, como referente simbólico e identitario de las relaciones entre

el tenedor de la tierra, sujeto histórico representando por campesino, indígena, afroamericano, minero, artesano, que

conforman el mundo campesino y la tierra no solo en su carácter productivo, sino fundamentalmente en su apropiación

como escenario donde transcurre la vida y sus relaciones. Para referir al planeta se hará uso de la acepción Tierra.

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percepción de un Dios en clave filial y fraterna, de un Dios cercano y amigo, que es fuente de vida y que ofrece gratuitamente a los que ama, la tierra –territorio–, para un pueblo que la demanda para que de ella reciba su alimento y así florezca la vida y vida en abundancia. La pertinencia teológica de una “teología de la tierra” surge del reconocimiento de las tradiciones y de las relaciones e imaginarios del sujeto campesino con el entorno creado y particularmente en su comprensión de la Madre Tierra y de la Encarnación en una cosmovisión afro-indígena y campesina que descubre la presencia de Dios en relación con sus imaginarios culturales. Los saberes y tradiciones ancestrales permean elementos vitales de su relación con la tierra –territorio–, leídos en clave de su experiencia de fe y su praxis religiosa. El quehacer teológico de America Latina, descubre la necesidad de sistematizar una teología de la tierra y su aplicabilidad desde el universo simbólico, entendido como la búsqueda de hombres y mujeres campesinos en el encuentro con el Dios que da la tierra, y que se encuentra en la cotidianidad campesina, comunicando su relación vital, al mismo tiempo con El mismo y con la comprensión de la tierra en su dimensión de imaginario campesino, indio o afro, que permiten la unidad entre fe y espiritualidad en la lucha por la tierra. Sin embargo en Colombia esta visión se contrasta con la praxis de la violencia y guerra y el desplazamiento forzado de las comunidades campesinas, causado por los intereses economicistas, la visión de un Dios comprometido con los pobres rurales invita a la comprensión del fenómeno del desplazamiento forzado y de los impactos sociales y ambientales generados por dicho fenómeno, particularmente en la figura de la contrarreforma agraria. El desplazamiento forzado se transformó en un problema estructural del país y aunque ha existido a lo largo de la historia de Colombia, hoy tiene unas características particulares vinculadas con cultura, identidad, biodiversidad, ecología, tenencia de la tierra; los campesinos y su propiedad han quedado a merced de los grupos armados, los desplazados, han perdido al menos 4 millones de hectáreas, no han recuperado sus tierras, la gran mayoría de estas tierras están hoy dedicadas a proyectos agrícolas extensivos y de ganadería extensiva, o simplemente en tierras improductivas que sirvieron de vehiculo para lavar el dinero del narcotráfico, esas tierras generan conflictos en la doble perspectiva de los impactos ambientales y de los impactos sociales. El desplazamiento forzado se encuentra fuertemente asociado a prácticas intimidatorias y violentas como la masacre, la amenaza, el boleteo y en general practicas que violentan los DD. HH. producidas por actores armados, en unos casos al margen de ley y otros con la inclusión del aparato militar del Estado. La motivación varía de acuerdo a las zonas, pero se reconoce una perversa alianza entre los señores de la tierra y los señores de la guerra, por el control de la tierra –territorio–, este tipo de violencia ha modificado la estructuras de la tenencia de la tierra, induciendo una alta concentración al servicio de un modelo agrícola dominante, asociado a ganadería de tipo extensiva y los megaproyectos de las multinacionales y del gobierno. Particularmente por causa del modelo económico, generador de impactos ambientales y sociales, la ausencia de una reforma agraria integral y muy particularmente por el conflicto armado interno, el cual ha contribuido de forma significativa en la generación de la figura del desplazamiento forzado, al mismo tiempo y por el contrario con el beneplácito de los señores de la guerra y de la tierra y con el

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accionar de las autodefensas, –paramilitares–, se ha producido el fenómeno de la contrarreforma agraria, hoy alimentado por las denominadas bandas criminales, que se interponen en los programas de restitución de tierras del gobierno. Los campesinos han sido expulsados de su tierra, constreñidos a venderla a precios irrisorios, bajo la amenaza de los métodos violentos, “si no vende, le compro a la viuda”, frase repetida en todas las áreas donde el desplazamiento es una realidad. Generando una interminable cadena de desplazamiento de campesinos pobres, la mayoría pertenecientes a las minorías étnicas, mujeres y niños, que provienen de zonas ricas en recursos, pero que a la vez presentan los mayores niveles de pobreza. Ante esta nueva realidad del mundo campesino, se demanda de una nueva lectura del acontecer rural en clave de la teología de la acción, que a la vez desemboque en una pastoral de la tierra, que incentive la búsqueda de soluciones a la conflictiva tenencia de la tierra, invoque la necesidad de una reforma agraria integral, ofrezca propuestas de solución para el cuidado medioambiental del mundo campesino y valore el imaginario campesino del territorio para el pueblo campesino que peregrina tras la tierra prometida, privilegiado la praxis evangélica. A Dios se le experimenta en la tierra, primera Revelación y subsiste una lógica de Dios en la realidad y la problemática de la tierra, un Dios que se expresa en esa realidad agraria fundamentalmente en la relación sujeto y tierra, es en esta relación donde acontece el Reino de Dios, en el mundo rural. La dependencia de la tierra para el ser humano recaba el sentido de fraternidad y sorocidad implícito en el discurso programático de Jesús o “sermón del monte”, donde se desprende precisamente, la idea de la koinonia del Nuevo Testamento. Un Dios se encarna y manifiesta en la Tierra, pero también en la tierra –territorio-. Por tanto la Tierra es fuente de gran esperanza para tiempos mejores, una tierra nueva, grande y espaciosa, en la que reine la justicia y la solidaridad, una tierra para todos, en la que se pueda vivir la solidaridad. El acompañamiento del hombre y la mujer campesina, por parte de ministros y laicos en el pasado fue muy significativo, la figura del cura rural fue relevante y memorable, pero, cambios significativos en la estructura rural, experimentados en Colombia, han implicado el abandono del campesinado y de sus significaciones identitarias y simbólicas propias de la cultura campesina con respecto a la tierra –territorio–. El reto de una Pastoral de la Tierra, cada vez es inexcusable y correspondiente con las propuestas de la tradición tanto del Texto Santo, como los avances doctrinales, que asocian la búsqueda de la tierra que mana leche y miel (Lev 20, 24), con el mundo campesino que demanda por formas de tenencia de la tierra no solo acordes con el momento actual, sino con la significación identitaria y simbólica común a los pueblos ancestrales y al pueblo de Israel, particularmente en una época de conflicto y generación de desplazamiento forzado campesino. La teología de la acción5 constituirá el marco en donde el escenario campesino,

5 La teología de la acción, entendida como el sentido de la praxis eclesial, es decir como el modo de actuar (ortopraxis),

o de obrar según el Evangelio. La praxis es acción, al mismo tiempo que es transformadora, es liberadora, pero también

una acción crítica, capaz de renovar y transformar la realidad presente. Y no entendida como mera repetición de cosas

hechas inconscientemente, sino por el contrario, en acción creadora, consciente, y radical a la hora de enfrentar la

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se conjuga con el imaginario de la tierra –territorio–, como clave de comprensión de la relación de la Creación y de la Encarnación, al mismo tiempo que articula lo simbólico y lo teológico, el imaginario y la ecología, elementos necesarios e imprescindibles en la configuración de una Pastoral de la Tierra, que involucre pastoralmente el concepto de la tierra –territorio-, en su quehacer6. OBJETIVOS DEL PROYECTO El presente trabajo de investigación ha sido desarrollado con el objetivo de dar a conocer la magnitud de la problemática de la tierra en Colombia y su pertinencia teológica, los objetivos marco que sirvieron para su perfeccionamiento fueron los siguientes: OBJETIVO GENERAL : Identificar elementos de una pastoral de la tierra, en clave de la teología de la acción. OBJETIVOS ESPECIFICOS: 1. Analizar la realidad campesina a la luz de los impactos recientes: el conflicto rural, el desplazamiento forzado, la perdida patrimonial de los campesinos, los imaginarios simbólicos respecto a al tierra y el territorio y la necesidad de una reforma agraria integral y humana. 2. Iluminar desde los horizontes de sentido propuestos en el Texto Santo de tradición, los escritos de los padres de la Iglesia, y el Magisterio y particularmente la Doctrina Social de la Iglesia, la representación simbólica tierra en relación con el sujeto campesino, y la tenencia de la tierra. 3. Explorar desde la reflexión de la teología de la acción en clave campesina, nuevas representaciones del actuar pastoral, que propicien una efectiva pastoral de la tierra. EL METODO La investigación se condujo metodológicamente para comprender la problemática del desplazamiento forzado y su íntima relación con la usurpación del derecho a la tenencia de la tierra, sus impactos sociales, pastorales y medioambientales y de la búsqueda de la tierra que mana leche y miel como promesa, y así reconocer uno de los “signos de los tiempos” de la actual coyuntura colombiana, se valió del método teológico-pastoral, conocido como hermenéutico latinoamericano, denominado también como el ver-juzgar-actuar.

realidad a transformar. (Cf. FLORISTAN, C. Teología Práctica: teoría y praxis de la acción pastoral. Sígueme, Salamanca,

1993. P. 176) 6 Nota del autor: Teología de la acción: enfatiza el enfoque holístico que propugna por una teología con una seria

reflexión sistemática, a partir de la experiencia cristiana en un contexto comunitario, tomando conciencia de la realidad

circundante, que desemboque en una respuesta pastoral y permita una liberación integral. Esta teología es considerada

como mediación, que pasa por la triple responsabilidad: pastoral, teológica-académica y profética con sus matices

culturales propios y con consecuencias trasformadoras contextualizadas en lugares definidos. Esta sería la teología de la

acción como una acción integralmente liberadora. Ver Anexo 01, GLOSARIO SOBRE PASTORAL DE LA TIERRA.

6

La investigación apropio dos mordientes metodológicas para el desarrollo de la misma. La Investigación documental: recabando sobre fuentes de carácter documental, esto es, en documentos de cualquier especie: la investigación bibliográfica, y hemerográfica , consulta de la web, por un lado y la Investigación Descriptiva, la que desde el testimonio histórico interpreta los acontecimientos propios del investigador, como Ingeniero Agrónomo a la luz de fe y la Revelación. El autor, es Ingeniero Agrónomo, tiene una amplia experiencia en el mundo rural, investigador en sanidad vegetal, bajo modelos y simulación estadísticos, con 4752 unidades experimentales evaluadas. Extensionista agrícola y dinamizador de procesos de Desarrollo Rural, en comunidades campesinas de los altiplanos cundí-boyacense, nariñense y antioqueño y en las sabanas de la costa norte colombiana. Facilitador de proyectos de Desarrollo Rural. Formador y tallerista con población vulnerable, victima del desplazamiento forzado. Asistente de Pastoral Rural, del Secretariado Nacional de Pastoral Social, de la Conferencia Episcopal de Colombia. Co-fundador y miembro del Equipo de Investigación en Ecoteología, de la Facultad de Teología, de la PUJ, grupo registrado en Colciencias, y con hoja de vida parcial en el CvLAC. Coordinador de la elaboración y redacción del Manual de Pastoral Rural y de la Tierra de la Conferencia Episcopal de Colombia. El texto del presente trabajo de investigación se compone de una Introducción, Tres Capítulos, Conclusiones, Recomendaciones, Bibliografía y un glosario como anexo. Los contenidos de los capítulos son los siguientes:

El primer capitulo, recaba de la problemática de la tierra en Colombia, en una corta sinopsis histórica, evidenciando los principales impactos asociados a una forma específica de tenencia de la tierra, se presenta la dimensión del conflicto rural, el desplazamiento forzado, la pérdida patrimonial de los campesinos, las dimensiones de la pobreza rural propiciada por los señores de la guerra, los imaginarios simbólicos respecto a la tierra y el territorio y la necesidad de una reforma agraria integral y humana, que valore el sujeto campesino y su responsabilidad en el cuidado de la tierra. El capitulo segundo, presenta una Iluminación desde los horizontes de sentido propuestos en la Sagrada Escritura, la Doctrina Social de la Iglesia, la tradición, los escritos de los padres de la Iglesia, y el Magisterio y las teologías contextuales, de la representación simbólica de la tierra en relación con el sujeto campesino, y la tenencia de la tierra, recabando la conexión entre la fe en el Creador y la nueva experiencia de Jesús, donde desde su praxis genera el sentido de “vivir bien”, como modelo de desarrollo integral, campesino, ecológico y ético, en contraposición al modelo vigente. Un tercer capitulo, presenta una propuesta de acompañamiento pastoral al mundo campesino, para desarrollar desde el horizonte de la reflexión de la teología de la acción en clave campesina, buscando nuevas representaciones del actuar pastoral, que propicien una efectiva pastoral de la tierra.

7

CARTA A LOS COLOMBIANOS, DE LOS U’WA, (Fragmentos)

"Nosotros nacimos siendo hijos de la tierra ... eso no lo podemos cambiar los indios ni

tampoco el hombre blanco (riowa)”.

"Mas de mil veces y de mil formas distintas les hemos dicho que la tierra es nuestra madre, que no queremos ni podemos venderla, pero el hombre blanco parece no haber entendido,

insiste en que cedamos, vendamos o maltratemos nuestra tierra”.

"Al ritmo que marcha el mundo habrá un día en que un hombre reemplace las montañas del cóndor por montañas de dinero. Para ese entonces, ese hombre ya no tendrá a quien

comprarle nada, y si lo hubiera, ese alguien no tendría nada que venderle. Cuando llegue ese día ya será demasiado tarde para que el hombre medite sobre su locura"

"Sabemos que el riowa le ha puesto precio a todo lo vivo y hasta a la misma piedra, comercia con su propia sangre y quiere que nosotros hagamos lo mismo en nuestro

territorio sagrado con el ruiria, la sangre de la tierra a la que ellos llaman petróleo".

(El Tiempo, Bogotá, noviembre 16 de 1998).

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1. TIERRA Y TERRITORIO EN COLOMBIA

Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena,

tierra de torrentes, de fuentes y aguas profundas que manan en el monte y la llanura;

tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados,

tierra de olivares y de miel,. (Dt 8, 7-8)7

En el devenir de la Colombia de hoy, no se puede intentar la realización de un análisis de la conflictiva realidad nacional, o colocar las causas de la profunda crisis nacional, afuera de las fronteras. Es mas no se puede intentar proyectar la realidad económica y social, sin dar una ojeada profunda y certera a la matriz de la problemática, a pesar de que la teoría macroeconómica contemporánea enfatice el desarrollo en la denominada sociedad del conocimiento y en el sector terciario de la economía; excluir la importancia de la tierra, su tenencia, la producción agrícola, la estructura social, política y agraria, es desconocer la historia misma de Colombia. Enfatizar la base profundamente rural y campesina del desarrollo social, económico, político, ambiental y espiritual, es desafío para la comprensión futura del postconflicto, entonces, es necesario develar la innegable conexión entre los conflictos agrario, armado y social y sus implicaciones en la realidad nacional y en la toma de decisiones políticas. No se puede comprender la Colombia del tercer milenio, en ninguna de sus dimensiones sin abordar en profundidad la cuestión agraria, y su estructura

7 Todos los textos bíblicos, son tomados de: SCHÖKEL, L. A. La Biblia de Nuestro Pueblo. Macau. Mensajero, 2009.

OBJETIVO ESPECÍFICO 1 Analizar la realidad campesina a la luz de los impactos recientes: el conflicto rural, el desplazamiento forzado, la perdida patrimonial de los campesinos, los imaginarios simbólicos respecto a al tierra y el territorio y la necesidad de una reforma agraria integral y humana.

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política, lo que conlleva a pensar la realidad nacional a partir de la causa más preponderante de la violencia, la ausencia de una reforma agraria integral y profunda. Para el creyente cristiano por supuesto la comprensión de la problemática rural y campesina, tiene su referente en la historia misma del pueblo de Israel y la búsqueda de la tierra prometida, de la tierra que mana leche y miel (Ex 3,8), partiendo de dos ejes articuladores, la cuestión agraria colombiana y la historia del pueblo de Israel, pero pasando por la mirada rápida, pero precisa de lo que demanda, “una tierra para vivir en ella” (Núm 33,5), que reclama en profundidad una mirada objetiva de la realidad campesina y agraria, donde se valore la historia de la política y la legislación sobre el campo y la ruralidad, los conflictos por la tierra y los levantamientos campesinos, así como las consecuencias económicas y sociales del modelo de desarrollo agrario, la pertinencia del también modelo de desarrollo rural, en relación con la soberanía y seguridad alimentaria del pueblo colombiano, pero en particular con la absurda consecuencia del desplazamiento forzado, y la consecuencia de este, la contrarreforma agraria, entendidos ambos como los mas pertinentes indicadores de una problemática estructura agraria. Con mucha sutileza se desconoce la pertinencia del primer sector de la economía, para propiciar un desarrollo económico a partir del sector de los servicios, por lo mismo los teóricos actúales de la economía afirman, según Fajardo, D.: “se dice (…) que la tierra ha perdido importancia como factor productivo y que el acceso a la misma no genera poder económico, ni político; por tanto, los esfuerzos encaminados a su redistribución serían una inversión inútil, que no lograría otra cosa que crear ´pobres con tierra´”8, pero la evidencia histórica de innumerables naciones, demuestra todo lo contrario, una reforma agraria contribuye significativamente al crecimiento económico y genera indicadores de paz sistemáticos. El mismo Fajardo, D. demuestra como se ha superado la resistencia en otros países a colocar el mundo rural en el lugar que se merece, al afirmar: “como resultado de las tendencias que se impusieron desde mediados de los años 80 en la política económica de una gran mayoría de países. (Empero), recientemente debió (reconsiderársele), dada la incidencia que tenía gran número de factores de base rural sobre el desempeño político, económico y social de la nación y sobre sus perspectivas”9, sin embargo en Colombia prevalece una postura, que hoy es más una cultura proclive al latifundio y a la esquilmación de la propiedad. Sin lugar a dudas la forma imperante de la tenencia de tierra, y consecuentemente, los poderes inmersos detrás del modelo, han predeterminado a través de la historia colombiana, las políticas agrarias en nuestro país, las cuales tienen una raíz histórica que nace con las formas de tenencia traídas por el coloniaje español, como la Mita, Encomienda y Yanaconazgo.

8 FAJARDO, DARÍO. “Tierra, poder político y reformas agraria y rural”. Cuadernos Tierra y Justicia, No 1, Bogotá.

Ediciones Antropos. 2002. Pág. 6. 9 Ibíd. Pág. 4.

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1. 1. TENENCIA DE LA TIERRA EN LA CONQUISTA Y LA CO LONIA

'¿Qué es el territorio?', pregunté. 'Todo lo que hemos llorado', contestó.

Indígena del Putumayo Una concienzuda revisión de la tenencia de la tierra, desde la Conquista no denota un cambio significativo, la misma no ha cambiado, el patrón fundamental prevalece desde dicha época y se afianza en la Colonia, los grandes latifundios marcan el derrotero histórico que persisten hasta hoy, como modelo de tenencia de la tierra. Al mismo tiempo se da un patrón de lucha violenta por la tierra, y de forma particular por la tenencia en forma de territorio, el que se asocia a la cultura y los imaginarios particularmente de grupos étnicos recién conquistados o conquistadores, el caso de los afroamericanos, el territorio no es solo espacio físico, sino identidad e imaginario cultural; cuando un grupo étnico o parte de ellos pierden la tierra, o son desplazados de la misma, con ella pierden su identidad, para Suárez, J. R.: “el desmembramiento de la identidad personal de quien se desplaza, especialmente de quien dentro de su imaginario e identidad tiene el territorio como parte de su cultura y su modo de ser y estar, por ende la violación del derecho a una identidad”10. La usurpación de ese derecho a la propia identidad, no es concebida para quien lucha por el territorio, como concepción economicista del mismo. La lucha por el espacio físico, por parte de diferentes grupos y organizaciones armadas que intervienen en un conflicto siempre nuevo, por la tenencia de la tierra, se ha dado desde la conquista, el señor de la tierra quiere para si la tierra, la cual entiende como un espacio físico y situado en un contexto geográfico definido, pero para el nativo, entendido como campesino, indio, afro, minero, artesano, esta es interpretada como el territorio, concebido como la suma del espacio, la acción antrópica y los imaginarios, una visión integral de tierra –territorio–, según dicha concepción se aglutinan todos los elementos de la vida y toda su diversidad natural, cultural, social, económica y espiritual, en otras palabras, la tierra con su propia diversidad y colorido, diversidad de animales y plantas, suelos, ríos, humedales, chucuas, lagunas y esteros, condiciones climáticas, ecosistemas y bosques. Para algunos grupos étnicos los ecosistemas naturales son considerados hábitat de los dioses protectores de la diversidad de la vida y gracias a ellos se mantiene la integridad y el equilibrio del bosque, de los ríos, de las lagunas y la fertilidad del suelo, lo que permite que las plantas y animales puedan vivir y reproducirse, es decir el entorno vital, el cual construye el imaginario individual en función del hábitat, elementos que sintetizan su propia identidad cultural. El territorio como concepto cultural e identitario, se debe abordar para la comprensión de la totalidad de la problemática de la tierra y de la cuestión agraria, dicho territorio, tiene una intima relación la realidad y vida de las etnias, conservando dicha característica desde la Colonia.

10

SUÁREZ, J. R Tierra, territorio e identidad. Documento de trabajo. Pastoral de la tierra. S.N.P.S. Bogotá. 2006.

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Una síntesis de la importancia del concepto territorio, la presenta el escrito y periodista Cristian Valencia en su columna dominical de El Tiempo:

“En este caso, hablaré sólo de la tierra. La que para ellos es la Madre, y para nosotros, una disculpa para matarnos. El Estado colombiano ha titulado en calidad de resguardos 31 millones de hectáreas, pero sólo ha tenido que comprar 200 mil. Treinta millones 800 mil hectáreas estaban reconocidas desde la colonia como sus predios. Ya Carlos V, en la Real Orden dada desde Barcelona el 4 de abril de 1532, había dispuesto lo siguiente: "Y a los indios se les dejen sus tierras, heredades y pastos, de modo que no les falte lo necesario". Es decir que esa tierra era de ellos por Ley de Origen, con fundamento en la ocupación histórica. Así que el Estado lo único que ha tenido que hacer es admitir la propiedad. Pero resulta que del casi millón y medio de indígenas que existen hoy en Colombia, 950.000 están asentados en resguardos. Los demás no tienen tierra. Y no pareciera haber una disposición estatal para solucionar aquello”11.

A pesar del fundamente histórico, hoy la “tierra –territorio–“, continua siendo lugar de vasallaje, tal cual las formas transferidas de España, con las apropiaciones locales, las cuales una vez articuladas permean hasta hoy, una forma particular de poseer la tierra, atípica, y muy colombiana, la cual devela los mismo intereses políticos y económicos de tiempos pasados. Desde la Conquista, los habitantes del mundo rural colombiano han tenido que negociar su derecho al uso de la tierra con el gobierno, los cuales según la época, desconocían o no los derechos de indios, campesinos, agricultores, los sin tierra, aparceros, colonos, etc. Estas categorías de identidad, fueron forjadas en la lucha y acaparadas por los gobiernos en ejercicio en favor de grupos de familias y/o intereses políticos coyunturales, mediados en la generalidad de lo casos por la violencia 1. 1. 1. Tenencia de la tierra antes de la llegada de los españoles Las formas de producción indígena a la llegada de los españoles contribuyeron a la conformación del modelo de tenencia de la tierra de hoy, por un lado contrastaba con las formas de tenencia de la península española y por otra se articularon de tal manera que constituyeron un solo modelo. A la llegada de los conquistadores estos encontraron un modelo de tenencia y producción de la tierra, con dos formas una comunitaria y una tributaria. 11

VALENCIA, Cristian. La tierra que les falta. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2725191 Consulta:

[13 de Noviembre de 2007].

12

La comunitaria se dio en comunidades nómadas y se caracterizó según Fals, B. O. citando a Montaña Cuellar, D.12, por no tener una forma de propiedad privada, sino que ya se conocía el concepto de tierra –territorio–, el cual se caracterizaba por: “La tierra no tenia valor sino en cuanto al uso que hacían las familias o parentelas de la comunidad. No había propiedad privada sobre ella. Los bosques y ríos también eran de todos y se dedicaban a la caza y a la pesca necesarias para la subsistencia colectiva” 13 y porque el intercambio de productos de la tierra o artesanales, era “simétrico”, el cual consiste en no tener casi ningún tipo de acumulación, y además tenia otras características importantes, respeto por la naturaleza, un fuerte sentido de cooperación y la cosmovisión asociada con la forma de producción y respeto por la naturaleza, en la cual leían e interpretaban las conductas a seguir para su sostenibilidad. De otro lado había la forma tributaria caracterizada por una mayor complejidad y por ser sedentarios, tenían una mayor diferenciación social, con división del trabajo, y un esquema de jerarquías, y también con una ubicación geográfica, en la costa los Zenúes y Tayronas, en el Huila, los Agustinianos. en el altiplano los Chibchas14. Las jerarquías y la división del trabajo, obligaron de alguna manera o simplemente fue la causa de la generación de excedentes, con beneficios para los caciques y la aparición sistemática de la subordinación en el trabajo, así se explican no solo las grande obras de dichas comunidades en la producción agrícola, con terrazas en la Sabana de Bogotá de los Chibchas y los sistemas de riego y desagüe en los ríos San Jorge y Cauca por parte de Zenúes, sino, la apropiación de un sistema de comercialización y mercadeo, que permitió un gran red de intercambio a nivel de lo que hoy es la nación, sin embargo el sistema de tenencia de la tierra no presento mutación alguna. La forma denominada la mita, o tanbien llamada Mita Precolombina, la que luego fue apropiada por los españoles y empoderada en perspectiva de la relación con el señor de la tierra, para colocar en firme la figura de lo que hoy conocemos como latifundio. Estas dos formas de tenencia y producción precolombinas se articularon con las aportadas por los españoles. 1. 1. 2. Tenencia de la tierra con la llegada de los españoles

Todos recibirán partes iguales. Yo juré con la mano en alto dársela a sus padres;

por eso esta tierra les tocará a ustedes como propiedad hereditaria. Ez 47,14

De España se recibieron herencias importantes y significativas: la fe, el idioma, la identidad, las técnicas agrícolas, las costumbres y hábitos alimenticios, modelos de producción y tenencia de la tierra, la mayoría de las cuales conservamos, etc., y otras que se trasformaron o simplemente no mudaron. Mientras que el resto de países hispanoparlantes se abrieron a la diversidad y transformaron su modo de producción y tenencia de la tierra, en Colombia la forma feudal o semifeudal, continua vigente y es matriz fundamental y

12

MONTAÑA, C. D. Ensayos marxistas sobre la sociedad chibcha. Bogota 1974. 13

FALS BORDA, O. Historia de la cuestión agraria en Colombia. Publicaciones de la Rosca. Bogotá 1975. Pág. 1. 14

Ibid. Pág. 4

13

fundante de la profunda crisis rural y por consiguiente de la violencia vivida en los dos últimos siglos. El régimen feudal que se desarrollo en España, tenia una variable importante, la violencia, según Fals, O. la violencia fue aprendida, aprenhendida y apropiada de las luchas contra los moros, surge de la relación del régimen señorial, el señor y la tenencia, conformada en los campos castellanos de donde provino la mayoría de conquistadores y donde se arrebataron la mayor parte de tierras a los moros15. Estas formas se modifican ligeramente o se adaptan, posteriormente a la toma de posesión por parte de la Corona Española de todas las tierras, de donde se derivan formas de tenencia modificadas en dos formas, la una el resguardo, denominado tierras de indígenas y rurales , que es la adjudicación de la tierra reconocida posteriormente por la Real Orden de Carlos V del 4 de abril de 1532, y desde entonces entendida bajo el concepto de tierra –territorio–, y el ejido, entendido como las tierras semiurbanas, las dos formas fueron controladas a través de las instituciones llamadas: Mita, Encomienda y Yanaconazgo, las cuales regulaban la dependencia en el uso de la tierra. La mita, preexistía, a la llegada de los españoles, particularmente en el sur del continente, pero con su llegada se generalizó, los españoles apropiaron ese método de explotación, y no solo se aplicó a la producción agrícola, sino a la minería, pesca y artesanía. La mita se considera de dos maneras: la mita precolombina y la mita colonial, la cual establecía una obligación de trabajar a los indígenas en ciertas actividades económicas a cambio de un salario. Como se menciono arriba, pueblos como el Inca y el Chibcha ya la conocieron, su diferencia fundamental es la presencia de un salario. Fue muy utilizada por la Iglesia para construir hospitales, monasterios, catedrales, templos y conventos y por la Corona para la edificación de casas de moneda, casas de ayuntamientos, palacios virreinales y en general edificios públicos16. La mita colonial contribuyó a la desintegración de la comunidad indígena y rompió el vínculo de ésta con la tierra, induciendo la apropiación del sentido utilitarista de la tierra y las primeras formas de comprensión capitalista de la tierra. La encomienda, fue una institución introducida por los conquistadores españoles, el Rey compensaba al conquistador, nombrándolos encomendero, por la defensa de los nuevos territorios. Le entregaba grupos de indios encomendados, los cuales trabajaban para cada encomendero. Fue una figura altamente abusiva. El encomendero “protegía” a los indios y los evangelizaba, “enseñándoles” la religión cristiana. La encomienda en otra forma de explotación de los indígenas, la cual genera también desarraigo, en relación con la tierra –territorio–. Para Fals, O., estas formas de explotación y tenencia de la tierra, por un lado derivaron en otras formas como la aparcería, el arriendo, el jornal, la behetría, ya conocida en España y también violenta en sus relaciones y utilizada para recuperar tierras en manos de los moros, y trasladada a America para usurpar tierras ganadas por los indígenas por la Orden Real de

15

Ibid. Pág. 17. 16

BANCO DE LA REPUBLICA. Historia de la Cultura Material en la América Equinoccial. Mano de obra indígena.

http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:ATD-_p-

suMsJ:www.lablaa.org/blaavirtual/historia/equinoccial_2_vivienda/cap1 Consultada: [24 de Mayo de 2010]

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Carlos V, pero de otro lado contribuyeron a la aparición de las primeras formas de producción capitalista, con acumulación de capital, uso del dinero e intercambio de excedentes17. De estas formas se desprende un régimen señorial con una servidumbre más tributaria, que feudal. La encomienda abre la posibilidad de la dominación política y económica, la que diluye la propiedad territorial de la tierra e impulsa la aparición del latifundio. Algunos misioneros, como Bartolomé de la Casas, O. P. no solo defendieron los derechos de los indios a la tierra –territorio–, sino fueron muy críticos con la Corona por permitir estas formas de explotación y tenencia de la tierra. Otros como Pedro Claver defendieron a los desarraigados de la tierra, a los sin tierra, particularmente a los afro, sin embargo el latifundio toco las puertas de la Iglesia y se conoce de las grandes haciendas en manos de comunidades, jerarcas o curas, que apropiaron los modelos y de alguna forma estimularon la propiedad latifundista, siendo participes del cinturón latifundista alrededor de las grandes ciudades18. 1. 1. 3. Conformación del latifundio

La tierra no se venderá a perpetuidad, porque es mía,

y ustedes sólo están de paso por ella como huéspedes míos.

Lv 25,23 La herencia del sistema colonial español en cuanto a la tenencia de la tierra en Colombia, fue la de una estructura latifundista, la que se conservó seguida la Independencia e luego fue incrementada con la concesión de de tierras baldías en grandes extensiones, la cuales se consideraban propiedad del Estado, a diferentes grupos humanos, relacionados con las guerras de la independencia: militares y auxiliadores de la guerra, contratistas de obras públicas, a personas influyentes en los gobiernos y también con el despojo a campesinos colonizadores de tierras baldías, En la Tabla 1, se puede apreciar el nivel de concentración de la propiedad de la tierra en pocas manos en la época de la Republica, durante el S. XIX, en la concesión de baldíos, tomado de Kalmanovitz, S. el cual es un resumen de dichas adjudicaciones de tierras baldías hasta 1881, se denota una marcada desproporción, llama la atención, que la menor proporción de tierras fueron otorgadas a cultivadores, se puede inferir, por tanto que no solo prevalece el modelo de la conquista y colonia española, sino que para la época ya se habían apropiado dos conceptos fundamentales en torno a la tierra, desde la comprensión capitalista. La tierra es un recurso19 y fuente de renta capitalista20. 17

FALS BORDA, O. Historia de la cuestión agraria en Colombia. Publicaciones de la Rosca. Bogotá 1975. Pág. 23. 18

TORO, A. H. El problema social agrario en Colombia. Ediciones Tercer Mundo. Bogotá. 1985. 19

ROLDÁN. L. D. Algunos aspectos sobre la apropiación y renta de la tierra en Colombia.

www.acceconomicas.org.co/documents/DiegoRoldnDisertacion7deJulio05.doc Consultada: [23 de Mayo de 2010]. “… la tierra… (es) un conjunto de recursos inherentes al suelo y al subsuelo y por lo tanto este concepto trasciende el espacio destinado a la siembra de cultivos y cría de ganado, e incluye entonces otros recursos como bosques, yacimientos minerales, fauna y flora, fuentes de agua, entre otros”.

15

La tierra no solo se constituye en recurso y fuente de renta, sino que apropia la oportunidad de ser fuente de poder y por tanto se hace necesario constituir estructuras y formas de defensa por parte de latifundista, y al mismo tiempo lo que conlleva a un afán desmedido de concentración de la tierra en pocas manos, forjada de la apropiación de los dos conceptos, pero, además funda la pretensión de una mayor cantidad de tierra que amplíe primordialmente la renta capitalista de la tierra, el camino mas expedito es la apropiación y usurpación de la tierra, baldíos o no, con títulos de propiedad o no, el despojo de tierras se implanta a comienzos del S. XX., pero con el también aparecen las primeras luchas campesinas por la tierra. La pasividad de los gobiernos se hizo evidente lo que ha representado un altísimo costo para la paz, los campesinos fueron despojados y desarraigados de la tierra –territorio–. Campesinos sin tierra y sin esperanzas constituyen presas fáciles para la conformación de los diferentes (para) ejércitos en la disputa por el control territorial, denominados de diferentes maneras, (pájaros, chusma, bandolero, chulavita, autodefensa, paramilitar, hoy se les denomina Bacrim, etc.), pero afines al mismo objetivo. Dichos cuerpos se conforman en algunos casos con complicidad de los gobiernos de turno o de sus funcionarios, ofreciendo entradas y oportunidades negadas por la ausencia estatal21.

Tabla 1. DISTRIBUCIÓN DE LA TIERRA EN LA REPUBLICA 22

ADJUDICACIÓN HECTÁREAS 1. Adjudicación a cambio de títulos de Concesión y bonos territoriales.

627.593

2. Por documentos de deuda pública. 359.831 3. Por concesiones especiales. 152.650 4. Auxilio apertura de caminos y construcciones del ferrocarril de Panamá.

114.440

5. Por dinero sonante. 31.624 6. No consta a cambio de que. 8.815 7. A cultivadores. 6.066

TOTAL 1.301.122 Fuente: KALMANOVITZ, S . Colombia hoy. Siglo Veintiuno Editores Bogotá. 1980. 1. 2. LATIFUNDIO La historia de Colombia no se puede examinar en plenitud, si niega el problema de la “cuestión agraria”, precisamente es lo que ha sucedido, hoy se habla de la problemática colombiana y de sus profunda crisis, sin reconocer las causas profundas de la misma. El acelerado proceso de concentración de la tierra en manos de un grupo cada vez mas

20

Ibid. Citando a David Ricardo: “La renta es aquella parte del producto de la tierra que se paga al terrateniente por el uso de las energías originarias e indestructibles del suelo”. 21

JARAMILLO, J. F. La lucha contra el latifundio. http://www.semana.com/noticias-opinion-on-line/lucha-contra-

latifundio/127254.aspx Consultada: [Lunes 10 Agosto 2009]. 22

KALMANOVITZ, S. Colombia hoy. Siglo Veintiuno Editores Bogotá. 1980.

16

pequeño de la población, se hilvana finamente en forma de filigrana de carácter perverso y malévolo en la historia de la tenencia de la tierra, desde la Conquista, hasta la Republica, desdibujando el sentido social de la tierra y el imaginario la tierra –territorio–, entendido como una herencia cultural por un lado y por otro el suspicaz silencio de la política agraria colombiana, que alimentada por el pensamiento de Lauchlin Currie, alimenta hasta nuestros días la mas profunda relatifundización por parte de los aparentes grandes productores, y que a la vez ha reducido en forma dramática el área sembrada de alimentos. Según Mondragón H23. “La ampliación de área de grandes propiedades dedicadas a la ganadería extensiva es una verdadera relatifundización del país, en la cual la compra de tierras se consolida como un negocio en sí mismo y el precio pagado por las fincas no está determinado por su productividad agropecuaria, sino por las posibilidades de valorización del predio”.

Codician campos y los roban, casas y las ocupan,

oprimen al jefe de familia y a su casa,

al propietario y a su herencia. Miq 2,2

Las tendencias y escenarios de la propiedad y el uso de las tierras agrícolas en Colombia, aunado a la evidencia histórica, fueron reafirmados por Lauchlin Currie24, para sus áulicos un gran economista, pero para sus críticos, Currie, sentó las bases teóricas del latifundio en Colombia, partiendo de algunos conceptos e imaginarios, desde la teoría económica y desde los imaginarios imaginados sobre el campesino, formuló toda una concepción en torno a que: “los agricultores pequeños son ineficientes productivamente”, contrariamente a lo que demuestra la evidencia cotidiana a lo largo y ancho del país. Por otro lado Currie, L. afirmaba en su Plan Operación Colombia, el cual es parte integral de su texto: "Desarrollo Económico Acelerado"25: que la única solución al problemática de pobreza rural, era la ciudad y su capacidad generadora de empleo, es decir la teorización del desplazamiento rural, la que impregno los términos actuales del debate sobre la tierra. Frente a una realidad contrastante, donde el pequeño agricultor si es eficiente, tanto en lo productivo, como en la productividad, se enfrentó la visión de Lauchlin Currie sobre el desarrollo, la que continua hasta nuestros días orientando toda la política macroeconómica y los planes oficiales, desde hace 45 años. Para Currie, el rompimiento del modelo demográfico, era desplazar los pobres rurales. "Sobra mucha gente en el campo y en la agricultura"26.

¡Ay, de los que planean maldades y traman iniquidades en sus camas!

Al amanecer las ejecutan,

23

MONDRAGÓN, H. COLOMBIA: ¿REFORMA AGRARIA O MERCADO DE TIERRAS?

www.acantioquia.org/documentos/.../reforma_agraria_o_mercado.doc Consultada [15 de marzo de 2008] 24

CURRIE, Lauchin 1966 "Desarrollo Económico Acelerado". F.C.E. México, 1968 25

Op. cit. 26

Op. cit.

17

porque tienen poder. Miq 2,1

El sello al modelo desplazador y el desarrollo del latifundio lo logran los políticos y las elites colombianas, basados e la propuesta de Lauchin Currie, con el “Pacto de Chicoral” de enero de 1972, el que genera una fuerte oposición a una reforma agraria efectiva, y al mismo tiempo ofrece como única alternativa a los pobres rurales y campesinos sin tierra: los contratos de aparcería o las colonizaciones de regiones marginales, Dicho pacto concertado entre terratenientes, gremios empresariales, partidos tradicionales y funcionarios del Ministerio de Agricultura y del desaparecido Instituto Colombiano de la Reforma Agraria, INCORA, generaliza lo que es la política agraria hasta nuestros días. El Pacto de Chicoral, es un acuerdo para el despojo de la tierra –territorio–, el mismo contribuyó y legitimó la avaricia del terrateniente, a costa de los derechos de los legítimos poseedores de estos territorios, profundizando desigualdad y pobreza rural, pero al mantener un modelo de tenencia de la tierra basado en el latifundio y un modelo de producción que garantice la renta capitalista de la tierra, se juntan pues, una forma de tenencia, el latifundio, con un modelo de producción basado en el uso intensivo de los “recursos”, tierra, semillas mejoradas, y agua y el uso de productos químicos como los pesticidas, maquinaria agrícola y los fertilizantes, dicho modelo es el denominado de la “Revolución Verde” 27, el cual partió de la premisa de que: permitiría alimentar a los pobres en general y disminuir los índices de “pobreza rural”, para superar la causas originales de la pobreza, lo que significaría menos hambre. Pero la verdad es otra, la Colombia rural de hoy se orienta por un fuerte proceso de contrarreforma agraria que significó el proceso de expropiación de miles de afrocolombianos, campesinos e indígenas de sus territorios, aunada a la presencia de grandes megaproyectos, especialmente de palma africana y caña de azúcar para producción de biodiesel y alcohol respectivamente, los mal llamados biocombustibles o agrocombustibles, los cuales reemplazan los cultivos básicos alimenticios; ninguno de estos proyectos marcha sin la presencia de un excesivo militarismo, el cual tiene una afinidad reconocida, frente a la existencia del paramilitarismo, esta es la estrategia de la política agraria del gobierno, empresarios y terratenientes que se oponen a los derechos de pueblos y étnias; datos recientes relativos al sector agrario, demuestran el impacto de la política para el mundo rural: el proyecto Carimagua28 y el Programa Agro Ingreso Seguro (AIS)29, los cuales desconocen una adecuada política de tenencia de tierras y de sus problemas sociales asociados. Son los mismos dueños de la tierra, dueños también del poder político, quienes legislan y orientan la política agraria colombiana, la reforma agraria; esa panacea y aparentemente utópica solución, así como la búsqueda de la tierra prometida por parte del pueblo de Israel, sigue allí expectante, esperando un cambio en el liderazgo mental de nuestro pueblo, última y definitiva instancia para llevar a cabo este propósito.

27

ROSSET, P. C. J. Y MOORE, L. F. "Revolución verde". Lecciones. http://www.biotech.bioetica.org/docta20.htm

Consultada: [15 de Marzo de 2009] 28

LÓPEZ, M. C. Carimagua, un modelo desplazador. 2008. www.semana.com/documents/Doc-1673_2008822.pdf

Consultada: [15 de Agosto de 2011] 29

LÓPEZ, M. C. Uribismo rural: Un modelo agrícola perverso. 2009. www.semana.com/documents/Doc-

1975_2009119.pdf Consultada: [15 de Agosto de 2011]

18

La legitimación del Pacto de Chicoral mediante la Ley 4a de 1973, llevo a la negación cualquier intento de Reforma Agraria en Colombia hasta el día de hoy, se ha pasado por alto la necesidad de implementar un proceso de restitución de tierras y legalización de las mismas, por parte de poseedores y pequeños campesinos, por el contrario hay una consintió la tolerancia de los gobiernos con el latifundio, desde la época todo lo relacionado con tierras ha quedado intacto, como se explicará más adelante, circunscribiendo la entrega de tierras allende la frontera agraria, con los impactos conocidos particularmente por colonos aventureros. 1. 3. REFORMA AGRARIA La tenencia de la tierra ha sido históricamente un problema en Colombia, el acceso a la tierra constituye una fuente de poder político por un lado y de conflicto social por el otro, asimismo ha sido un definitivo elemento clave en la productividad de la economía rural, afectada esta última por el carácter estructural de esa misma tenencia. Existe un problema de disparidad entre la propiedad de la tierra y la utilización de la misma. El coeficiente Gini para la propiedad de la tierra en Colombia está alrededor de 0.7730, el cual es significativamente alto e indica la también alta subutilización de la tierra, sólo 30% de las tierras agrícolas explotan totalmente su potencial; estos factores aunados, la alta concentración en la propiedad, la utilización deficiente, el desempleo rural y la pobreza, ponen de presente la necesidad de una reforma agraria integral. 1. 3. 1. Algunos presupuestos Colombia hasta el presente ha estado marcada, a pesar del desplazamiento forzado por una creciente población rural, sin derecho de propiedad de la tierra, en contraposición a una significativa acumulación terrateniente improductiva. Según Reyes, A.31 de los 114 millones de hectáreas que tiene Colombia, 60 millones corresponden a bosques primarios y secundarios y 42 millones dedicados a pastos para ganadería, habida cuenta que la vocación de dichos suelos para dicha actividad no supera los 18 o 19 millones de hectáreas. Por el contrario el número de hectáreas dedicadas a la actividad agrícola llega solo a 4,9 millones, pero la vocación agrícola real es superior a los 15 millones. Entonces, en Colombia se usa más del doble de la tierra apta para ganadería, y menos de una tercera parte de la tierra apta para agricultura. La crisis agraria colombiana tiene una matriz fundamental, es el carácter estructural de la misma y no coyuntural, como muchos han querido afirmar. La “cuestión agraria”, se agita entre los limitantes estructurales de la concentración de la tierra y la violencia, para sostener dicha propiedad.

30

CEDE. Medición del impacto de un programa de reforma agraria en Colombia. 2005.

http://prensarural.org/spip/spip.php?article1288 Consultada: [15 de Marzo de 2010] 31

REYES, P. A. Guerreros y campesinos. El despojo de la tierra en Colombia. Norma. 2009.

19

Para Fajardo, D.32, el cientista social que mejor conoce la problemática de la “cuestión agraria”, la concentración de la propiedad y la violencia, han favorecido la incubación de un escenario de crisis, evidenciado por el decrecimiento de las áreas agrícolas, con una consecuente pérdida de productividad; representada en cada uno de los siguientes aspectos: decrecimiento de la producción, desplazamiento forzado interno y externo, migración de pequeños campesinos hacia áreas periféricas sin vocación agrícola, reducción de los cultivos temporales, ampliación de cultivos permanentes y aumento de las importaciones de alimentos, todos estos aspectos enmarcados en un escenario de violencia y despojo sistemático de las tierras por parte de terratenientes, actores armados, y fuerzas del Estado, la violencia aparece como elemento regulador de la tenencia de la tierra. Fajardo, señala que no es factible una evolución de la agricultura colombiana sin resolver los problemas estructurales históricos que la constituyen. Variables como la tenencia de la tierra, y la violencia son elementos determinantes que sumados a la poca o nula atención por parte del Estado hacen más complicado el panorama agrario colombiano33. Son incontables los autores colombianos que señalan, a la altísima concentración de la tenencia de la tierra, como la causante de los constantes ciclos de violencia vividos en el país, la tenencia de la tierra en el país la caracteriza, definitivamente, una elevada concentración de la propiedad y su asociación con las consecuencias internas de la violencia, particularmente con el despojo de tierras y el desplazamiento forzado y lo que hoy se denomina de forma clara, pero, perentoria “la contrarreforma agraria”. (Contraloría General de la República, 200234, Fajardo, D. 200235 Heath, Deininger, 199736, Machado, A. 199837, Rincón, 199738). De otro lado, el experto en tierras del Banco Mundial, KLAUS, Deininger, afirma que existen evidencias empíricas y razones teóricas, que sugieren que una reforma agraria aporta beneficios de equidad y eficacia; muchos investigadores demuestran la existencia de una poderosa relación negativa entre el tamaño de un predio y su productividad, debido a los costos de la vigilancia y control y la necesidad de un significativo numero de personas empleadas, como mano de obra39.

32

FAJARDO, D. 2002.”Tierra, poder político y reforma agraria rural” Cuadernos Tierra y Justicia. No.1. Ediciones

Antropos. Bogotá. Pág. 11. 33

op. cit. 34

CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA. Modelo, política e institucionalidad agropecuaria y rural, Contraloría

General de la República, Bogotá, 2002. 35

FAJARDO, D. Para sembrar la paz. Hay que aflojar la tierra. Universidad Nacional de Colombia. Instituto de estudios

ambientales. IDEA. Bogotá. 2002. 36

HEATH, J., K. Deininger. “Implementing Negotiated Land Reform: The Case of Colombia”, The World Bank,

Washington, 1997. 37

MACHADO, Absalón. La cuestión agraria en Colombia a fines del milenio, El Ancora editores, Bogotá, 1998. 38

RINCÓN, D. Claudia. L. “Estructura de la propiedad rural y mercado de tierras”, Tesis Facultad de Ciencias Económicas,

Universidad Nacional, Bogotá, 1997. 39

KLAUS, Deininger. Making negotiated land reform work: Initial experience from Colombia, Brazil, and South Africa.

World Bank Policy Research Working Paper 2040, January 1999. http://www-

wds.worldbank.org/external/default/WDSContentServer/WDSP/IB/2000/04/05/000094946_99031911113060/Rendere

d/PDF/multi_page.pdf Consultada: [10 de agosto de 2010]. “Theoretical reasons and empirical evidence suggest that land reform may provide equity and efficiency benefits. A large body of research has demonstrated the existence of a robustly negative relationship between farm size and productivity due to the supervision cost associated with employing hired labor”.

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La historia en Colombia, caracterizada por la conflictividad del mundo rural, a partir de conflictos por la tenencia de la tierra presenta una estrecha relación con bonazas particulares, entre las que se pueden destacar: bonanza bananera, bonanza cafetera, bonanza marimbera y la actual bonanza coquera o la de la coca, de dichas bonanzas se puede inferir el marcado subyacente economicista, la secuela mas importante ha sido la perdida de la tierra, o la que ha dado por llamarse en la última bonanza, la contrarreforma agraria, la cual ha sido generadora del mayor desplazamiento forzado en la historia de America, con una guerra fraticida, centrada en el acaparamiento de la tierra por el despojo material y el abandono real y material de los predios, generando así una crisis humanitaria de proporciones nunca jamás vista. La relación entre concentración de la tierra y violencia, denota la profundidad de la crisis y explicita la centralidad de la cuestión agraria de Colombia, en la comprensión de Fajardo es precisamente un conflicto heredado del pasado, y este, se remonta a las formas de tenencia privilegiadas por el pasado lejano, como ya se expreso:

“Al iniciarse el nuevo milenio, Colombia se encontraba sumida en un amplio conflicto que tiene su origen en viejos problemas no resueltos. Uno de los problemas más agudos es el de las relaciones económicas, políticas y sociales derivadas de la concentración de la propiedad de la tierra. En torno a esta cuestión se plantean dos argumentos. Por una parte, que la tierra ha perdido importancia como factor productivo; que el acceso a la tierra no genera poder económico ni político, y que por lo tanto los esfuerzos encaminados a su redistribución son una inversión inútil que no lograría sino crear «pobres dotados de tierra». Por otra parte, y en contraposición a este planteamiento, las cifras oficiales demuestran una tendencia imparable a la concentración de la propiedad, al aumento de las tierras dedicadas a la ganadería extensiva, a la disminución de la producción de alimentos y al aumento de los desplazamientos forzados de las comunidades campesinas asentadas en los departamentos con mayor concentración de la propiedad rural (CODHES/UNICEF40, 1998; Machado, A41. 1998). Fundándose en estas cifras se pide una distribución equitativa de la tierra”42.

¡Ay de los que añaden casas a casas

y juntan campos con campos, hasta no dejar sitio,

y vivir ellos solos en medio del país! Is 5,8

40

CODHES/UNICEF. Un país que huye. Desplazamiento y violencia en un país fragmentado. Santafé de Bogotá. 1998. 41

MACHADO, A. La cuestión agraria en Colombia a fines del milenio, El Ancora editores, Bogotá, 1998. 42

FAJARDO, M. Darío. La tierra y el poder político; la reforma agraria y la reforma rural en Colombia.

http://www.fao.org/docrep/004/y3568t/y3568t02.htm Consultada [7 de agosto de 2010]

21

Aunque el fenómeno del despojo y abandono de tierras es un proceso histórico presente en diferentes fases del desarrollo de Colombia, no es nuevo, por el contrario hoy gana importancia por el tipo de violencia ejercido, por su persistencia, por su magnitud, su crudeza, su crueldad, pero, particularmente por los efectos causados en el mundo rural, pero especialmente sobre sus víctimas, entre ellas los desplazados por la violencia. Después de la época de la Violencia política y social de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, el fenómeno del despojo de tierras prácticamente pasó desapercibido, y apenas si fue recogido por la Comisión Especial de Rehabilitación creada en septiembre de 1958 durante el primer gobierno del Frente Nacional, para atender a las víctimas y el despojo de sus bienes realizada tanto por liberales como por conservadores. Sin embargo estos presupuestos no serían completos, sin representar la mutua dependencia entre tierra y producción, violencia y tenencia de la tierra y los impactos mutuos a través del tiempo, por un lado contribuye a la atomización de la propiedad, estimula la colonización de zonas periféricas, y de otro lado permea en toda la estructura agraria una modelo de producción raquítico, con gran impacto en la soberanía y seguridad alimentaria del pueblo colombiano, pero por otro lado favorece la gran propiedad, excluye al pequeño productor y privilegia el despojo de la tierra y el territorio. Como consecuencia de estos impactos se generan luchas por la tierra, las cuales han tenido los más variados matices y motivaciones. En estas circunstancias nace la necesidad de proponer una Reforma Agraria que toque las contradicciones agrarias del campo colombiano. 1. 3. 2. Luchas por la tierra y Reforma Agraria En le devenir histórico, Colombia ha sostenido un agudo conflicto agrario de alcances sociales, políticos, económicos, medioambientales y culturales; la cuestión agraria ha siso el eje del conflicto armado y este se significa en la disputa por la tierra. La estructura latifundista de la tenencia de la tierra, la cual contradicen los usos apropiados desde el concepto y praxis de nativos y campesinos que colocan la tierra como escenario de la vida y por lo mismo luchan por ella. La concentración de la propiedad y el incremento de áreas dedicadas a la agricultura (particularmente cultivos para la producción de los mas llamados agrocombustibles o biocombustibles, a partir de la caña de azúcar y la palma aceitera) y ganadería extensiva, coinciden con la disminución en producción de alimentos, y particularmente de su diversidad, el aumento del desplazamiento forzado de campesinos, precisamente en las regiones con mayor concentración de la propiedad rural. Campesinos, aparceros, indígenas, trabajadores agrícolas, negros, han dado la lucha por la tierra en abierta disputa y confrontación con terratenientes, empresarios agrícolas y empresas trasnacionales, brevemente se presentaran algunos hechos, los mas significativos. 1. 3. 2. 1. Lucha por la tierra Los orígenes de la lucha campesina contemporánea, se enraízan en los albores del S. XX, al lado de las también luchas por la tierra de afrocolombianos e indígenas. Apolinar Díaz-Callejas, abogado y político sucreño, describe el carácter político y reinvidicativo de la lucha por la tierra en la Costa Norte:

22

“Las luchas campesinas por la tierra, tomaron gran vigor a partir de la década de los años 20…, cuando aparecieron varios movimientos y grupos agraristas que luchaban por la tierra, bajo la conducción de las recién iniciadas agrupaciones revolucionarios socialistas colombianas, de los que luego se convirtieron en Partido Comunista de Colombia, así como por sectores liberales como el dirigido por Jorge Eliécer Gaitán, en los Departamentos de Cundinamarca, Tolima. Movimientos similares promovidos por socialistas ocurrieron en el antiguo departamento de Bolívar, en regiones que hoy son parte de Córdoba y Sucre. Se sumaron al debate sobre la tenencia de la tierra los intentos de reformas agrarias liberales con las leyes 200 de 1936 y 135 de 1961, así como con la creación del movimiento de usuarios campesinos durante el gobierno de Carlos Lleras Restrepo (1966 – 1970), aglutinados en torno de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, ANUC”43.

Pero una dimensión más dinámica de los alcances de esta lucha por la tierra, la presenta el economista y periodista Héctor Mondragón, quien ha dedicado toda su vida y entereza moral al conocimiento del problema de la tierra, y acompañar un sinnúmero de comunidades en todo el territorio nacional en defensa de la tierra, la que considera históricamente base de subsistencia y permanencia de las comunidades, es un agudo analista del conflicto social y armado del campo colombiano. Para Mondragón, la tierra, no es simplemente un componente productivo, sino también, el elemento del cual deviene la vida de las comunidades. Por eso su conocimiento de la realidad de la tierra y el territorio, algunos fragmentos que ubican espacio temporalmente las luchas por la tierra en nuestra geografía nacional:

“En la región Caribe, … Montelíbano en 1907 y Carlos Massenet que encabezó la resistencia campesina contra una compañía inglesa en 1928, dejaron … huella en las luchas caribeñas. Los campesinos de Córdoba llegaron a organizar el “Baluarte Rojo”… Entre tanto en el Cauca, desde 1910, surgió la lucha indígena bajo el liderazgo de Quintín Lame. … Las masacres como la de Inzá (Cauca) en noviembre de 1916, la de Caguán (Huila) en marzo de 1922 y la de Llanogrande en Ortega (Tolima) en 1931, fueron utilizadas repetidamente para tratar de frenar este movimiento indígena. … en Sumapaz, se sabe desde 1912 del movimiento campesino encabezado por Eufrosina Molina, por las tierras que ocupaban y que los latifundistas titulaban sin haber ocupado nunca. Para 1928 existían sólidas organizaciones, no solamente “Ligas Campesinas”, … se formaron el Partido Agrario Nacional, … la UNIR fundada por Jorge Eliécer Gaitán y …

43

DÍAZ-CALLEJAS, APOLINAR. Colombia la cuestión agraria. http://www.apolinardiaz.org/documentos.php Consultada:

[15 de Marzo de 2010]

23

… de todos modos esta experiencia mostró como factor importante la organización y expresión política interrelacionada con la organización campesina de base. La organización campesina se extendió a otras regiones del país, como el Tolima, norte del Valle, Santanderes y Bolívar. Las Ligas Campesinas se extendieron …”44.

Desde los albores del S. XX los campesinos estructuran las luchas de la tierra con la organización de sindicatos y oros tipos de expresiones comunitarias, que contribuyen a hacer amplia y fecunda la movilidad y el quehacer de los movimientos campesinos, estructuras que inmediatamente son rechazadas por los grandes propietarios rurales, los terratenientes fundan la Acción Patriótica Económica Nacional APEN en 1934, para oponerse abiertamente a los movimientos campesinos, a pesar que la existencia remota de Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, fundada en 1878 y de gran influencia política45. El campesinado pretendió organizarse a través de la Federación Campesina e Indígena, fundada dentro de la CTC, logró conducir movilizaciones en todo el país contra el proyecto de la APEN. La Federación Campesina e Indígena creció y se convirtió en la combativa Confederación Campesina e Indígena, la creciente violencia incrementada con los ataques contra Viotá y contra las comunidades campesinas por el ejercito principalmente, fue desatada y generalizada principalmente después del asesinato de Gaitán, el 9 de abril de 1948 y se ensañó contra la Confederación, sistemáticamente y prácticamente fue destruida toda la organización campesina e indígena, con la excepción de la Federación Agraria Nacional, FANAL, federación que fue fundada en 1946 con el apoyo de la Compañía de Jesús y la Iglesia Católica, junto con la UTC46. Respuesta a la ola de violencia desatada por los terratenientes, como materialización del proyecto de la APEN, degenera en la auge del conflicto conservador-liberal, el cual tiene un arraigo rural y unas consecuencias particulares para el hombre y la mujer campesina, y generó el mas grande desplazamiento humano vigente hasta el momento presente, con efectos muy precisos, la liquidación de la organización campesina e indígena, el desconocimiento de sus conquistas, el desplazamiento y asesinato campesinos y despojo de sus tierras en áreas agrícolas, en este contexto, florecen las luchas agrarias principalmente en Sumapaz, Viotá y la región del Tequendama y Córdoba47. Algunos hitos de esta confrontación entre terratenientes y campesinos se enmarcan en la resistencia y la derivación a organizaciones políticas, tal es el caso por ejemplo de la zona del Sumapaz, donde se establece un gobierno provisional, germen de la posterior resistencia, dirigida por Juan de la Cruz Varela, procedente del Partido Agrario, luego socialista y finalmente militante del Partido Comunista. Otro caso es el de la guerrilla

44

MONDRAGÓN, HÉCTOR. Colombia: ¿reforma agraria o mercado de tierras?

www.eumed.net/cursecon/ecolat/co/06/jhpf.htm Consultada: [15 de Marzo de 2010] 45

op. cit. 46

op. cit. 47

op. cit.

24

liberal del Tolima de la cual hizo parte Pedro Antonio Marín, conocido luego como Tirofijo o Manuel Marulanda Vélez, que llego a ser comandante de una las mas persistentes guerrillas. Con sucesivos acuerdos de paz, con los gobiernos de turno estas guerrillas son impactadas por el no cumplimiento de los acuerdos y por asesinato de quienes en alguna momento fueron campesinos y que se alzaron en rebelión, es el caso Guadalupe Salcedo, quien se acogió a la amnistía de 1953 y fue asesinado en 1957. De dichos tratados de paz con los guerrilleros, posibilitaban la discusión y posterior legislación de medidas de reforma agraria y de alguna manera la materialización del sueño campesino de su reorganización. Algunas organizaciones como FANAL, fueron fuertemente dividas, pero FANAL desarrolló un marcado proceso de revisión de lo genitivo y la consiguiente radicalización de su lucha por la tierra, contribuyó y aportó significativamente al nacimiento de otras organizaciones campesinas, las que leían su realidad a la luz de la búsqueda sistemática de una “tierra que mana leche y miel” (Ex 3,8), muchas de las cuales hoy en día no han perdido vigencia, por otro lado el gobierno propicio la organización de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, ANUC, pero al mismo tiempo el gobierno no vaciló en presionar y dividir a FANAL para impulsar la nueva organización, igual que lo hizo posteriormente de forma maquiavélica con la ANUC48. Los campesinos organizados en la ANUC desbordan las expectativas del gobierno y aumentan su lucha reivindicativa, se intensifica la toma de tierras y se ganan escenarios de autonomía e independencia, pero principalmente como organización. Sin embargo su duración fue poca en el tiempo49. La organización de los campesinos se minimizó al punto que se generaron dentro de la ANUC, dos ANUC, o dos líneas: la llamada línea Armenia, que conserva el nombre de ANUC, y es por-gobierno y la línea Sincelejo, que toma el nombre de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos -Unidad y Reconstrucción ANUC-UR, las cuales derivaron posteriormente en cerca de siete organizaciones, diluyendo de esta manera la lucha de los campesinos por la tierra, a pesar de que han nacido otras organizaciones, las cuales simplemente eliminaron de una tajo la cohesión y lógica interna de una organización que reivindique el derecho por la tierra50. ANUC alcanzó a representar el mayor movimiento de masas del presente siglo en Colombia. Es coincidente que la historia reciente del país la mayor presencia paramilitar, con zonas con fuerte representación de las organizaciones campesinas, lo que significa, como se vera mas adelante la mayor alianza entre la clase terrateniente, el poder político, y el narcotráfico para producir lo que hoy se denomina la contrarreforma agraria. Para las organizaciones campesinas, indígenas y afro no desaparece el ideal de la búsqueda de la tierra, como escenario de la vida y la identidad, pero para el terrateniente, la tierra tiene un gran componente de poder económico y político. “No es entonces extraño que sea el campo la cuna de los graves conflictos que aquejan a nuestro país y que el manejo

48

op. cit. 49

op. cit. 50

op. cit.

25

territorial sea un imperativo de esta situación, como se demuestra día a día con el desplazamiento forzado de muchas familias que son alejadas de su tierra…”51. Una historia de violencia y violación de los derechos humanos, es la verdad vivida por el campesino y sus fallidas luchas agrarias, Pierre Gilhodés, prestigioso académico francés radicado en nuestro país expreso aludiendo el trasegar de los campesinos y sus luchas, el interés de las élites, al afirmar y traslucir proféticamente la dimensión de la violencia contra el campesino: “Los hombres que detentan el poder conocen bien estos problemas y buscan soluciones para ellos. El grupo dirigente actual representa una alianza de sectores predominante urbanos y capitalistas agrícolas y para mantener frenadas las presiones crecientes de los campesinos necesitan cierto apoyo de los terratenientes tradicionales”52. De la afirmación de Gilhodés se desprende el afán de la clase política y terrateniente por detener el creciente avance de las conquistas de los campesinos en la búsqueda por la tierra, la que con el tiempo obstaculizó cualquier mejora en las conquistas de los campesinos, abortando para esto todo intento de Reforma Agraria. Hasta el momento se debe reconocer el desmantelamiento de toda intención gubernamental de una real reforma agraria, todos los intentos son correspondientes con la represión de la organización y lucha por parte de campesinos y aunque la ley aparece su aplicabilidad es siempre truncada por posteriores acuerdos de las élites, pero principalmente del parlamento. Con la disculpa de la modernización agrícola, se produjo un cambio profundo en las políticas estatales hacia el campo colombiano, a raíz del pacto entre los partidos tradicionales y gremios de propietarios que se celebró en Chicoral, para dejar de lado el incipiente y prometedor proceso de Reforma Agraria, abortado a partir del gobierno de Misael Pastrana, como ya se documento. 1. 3. 2. 2. La verdad de la Reforma Agraria. Intentos de Reforma agraria El reconocimiento a un desarrollo legislativo que llevo a la formulación de las muchos intentos de la reforma agraria, en Colombia se ha adelantado a partir de una serie de propuestas las cuales demuestran en parte el deseo de la algunos de la clase dirigente en establecerla, de un lado y del otro la fuerte presión de la lucha por la tierra de las comunidades rurales; teniendo como base a Balcázar y otros, se recorrerá la legislación a través del tiempo, sus alcances sus aciertos y sus falencias, de las principales leyes emitidas por el congreso en el ámbito de la reforma agraria53, las que presentan de que alguna manera la intervención del Estado en aras de resolver los problemas de la población rural y las alarmantes inequidades de la cuestión agraria, las cuales han sido muy precarias, y política y económicamente equivocadas. Sucesivos gobiernos y las élites del país no hicieron lo posible por transformar civilizada y democrática las estructuras agrarias, de un país preponderantemente rural.

51

FERNÁNDEZ, Adriana. La lucha de los campesinos colombianos por recuperar su tierra. http://base.d-p-

h.info/es/fiches/premierdph/fiche-premierdph-6509.html Consultada: [5 de Agosto de 2010] 52

GILHODÉS, PIERRE. Las luchas agrarias en Colombia, Editorial La Carreta. Medellín. 1976. Pág. 88. 53

BALCAZAR, Á., LÓPEZ, N. OROZCO, M. L., VEGA, M., Colombia: Alcances y Lecciones de su experiencia en reforma

agraria. ONU – CEPAL, Red de Desarrollo Agrario. Santiago de Chile. 2001.

www.eclac.org/publicaciones/xml/3/8393/LCL1602P.pdf Consultada: [15 de Marzo de 2010]

26

1. 3. 2. 2. 1. Ley 200 de 1936, cuyas motivaciones se centraron en la explotación económica de los predios de manera obligatoria, otorgando el derecho de dominio sobre los mismos o su restitución al Estado, y reconociendo el derecho de los trabajadores rurales al dominio de las tierras. Es el primer intento formal de ejecutar una reforma agraria, resultado de una concertación con el movimiento campesino en auge, la ley 200 de 1.936 creó las bases del concepto de Reforma Agraria en Colombia. Se considera hoy en día como la norma más progresista impulsada por gobierno alguno durante el siglo XX en Colombia. Fue producto de la lucha campesina de colonos e indígenas que tomaron grandes extensiones de tierras baldías de la nación, invadieron centenares de haciendas, fincas y predios inactivos, y rompiendo con la hegemonía del poder feudal hacendatario. . 1. 3. 2. 2. 2. Ley 100 de 1944, que calificó a los contratos de arrendamiento y de aparcería como de utilidad pública y decretó la ampliación de diez a quince años como causal de restitución al Estado de los predios no explotados. Considerada como un retroceso histórico, los terratenientes preocupados con la ley 200, concertaron acciones tanto legitimas y legales e ilegitimas e ilegales para contener los avances logrados. El Congreso compuesto en su gran mayoría por terratenientes conservadores, revivió la aparcería en su beneficio, al tiempo que eran asesinados decenas de dirigentes campesinos e indígenas, y se recuperaban a sangre y fuego los fincas asignadas a humildes campesinos. 1. 3. 2. 2. 3. Ley 135 de 1961, por la cual se creó el Comité Nacional Agrario, constituido por representantes de los partidos políticos, del Congreso, la Iglesia católica y las Fuerzas Armadas se fundamentaba en tres lineamientos estratégicos para adelantar el proceso de reforma agraria en Colombia:

a. dotación de tierras a campesinos carentes de ellas; b. adecuación de tierras para incorporarlas a la producción, y c. dotación de servicios sociales básicos y otros apoyos complementarios.

Por la misma ley se crea el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA), encargado como establecimiento público de la gestión de tierras, y la figura de los Procuradores Agrarios. Esta ley da inicio a lo que denominará el “mercado de tierras”. En la practica esta ley no fue otra cosa que un maquillaje a la estructura feudalista privilegiada a través del tiempo por las élites políticas y los terratenientes con su amplia representación en el parlamento colombiano. De alguna forma se velaron los intereses políticos y el provecho económico de la tenencia de la tierra y particularmente del latifundio para mantener unas prerrogativas, no importando el caldo del cultivo y la reversa que en la estabilidad económica del país, esta representa, enfrentando de esta manera la justa lucha especialmente de los sectores campesinos por la tierra. Sin embargo mas que resolver la problemática agraria y mejorar el nivel de vida del campesinado, o contribuir significativamente a garantizar la defensa de una producción enfocada en la seguridad y soberanía alimentaria de las urbes, la ley se enfocó en el

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desarrollo capitalista del campo concebido dentro del pensamiento de la filosofía de la “revolución verde”. Con la figura de la adecuación de tierras para incorporarlas a la producción, se establece más bien un mercado de tierras, gracias a las indemnizaciones para terratenientes expropiados. Se favoreció de esta manera también al terrateniente, antes que al campesino. Ocurre en la vigencia de esta ley, el “Pacto de Chicoral”, ya mencionado, lo que en la practica colocó un freno al accionar del INCORA limitando la redistribución de la tierra y por el contrario contribuye a apoyar la explotación agrícola en gran escala. Y se legaliza la criminalización de la lucha campesina, frenando las organizaciones campesinas y estimulando ampliamente las federaciones de ganaderos y terratenientes. 1. 3. 2. 2. 4. Ley 1ª de 1968, o ley de Arrendatarios y Aparceros, favoreció a agilizar los trámites y procedimientos, frenando las jugosas indemnizaciones estimuladas por la ley 135, fijó nuevos causales de expropiación, estableció la Unidad Agrícola Familiar (UAF) a fin de proteger y regular la tenencia y explotación de las porciones de tierra distribuidas individualmente a los campesinos beneficiarios, en lo que tiene que ver con su venta o transferencia. 1. 3. 2. 2. 5. Ley 4ª de 1973, legisla sobre la reducción de los trámites de adquisición de tierras a través de negociaciones directas, la agilización de la adjudicación de tierras a los beneficiarios y el establecimiento de la renta presuntiva agrícola, como una manera de ejercer presión a favor del uso productivo de la tierra y penalizar su apropiación improductiva. 1. 3. 2. 2. 6. Ley 5ª de 1973, mediante la cual se estableció un sistema de financiamiento para el agro a través del Fondo Financiero Agropecuario. 1. 3. 2. 2. 7. Ley 6ª de 1975 sobre aparcería, la cual reformó la Ley 1ª de 1968. La ley 6ª de 1.975 fue desde todo punto de vista retrograda, continua con la tendencia a asimilar la reforma agraria a un simple mercado de tierras y peor aún, legaliza de nuevo los contratos de aparcería al no reglamentar las relaciones laborales. 1. 3. 2. 2. 8. Ley 35 de 1982, conocida también como Ley de Amnistía el INCORA fue encargado de la dotación de tierras y provisión de otros servicios a las personas indultadas. 1. 3. 2. 2. 9. Ley 30 de 1988, fija en términos generales algunos lineamientos: lograr una acción más coordinada de las instituciones gubernamentales; elevar el nivel de vida de la población campesina; simplificar los trámites para la adquisición y dotación de tierras a los campesinos, eliminando la calificación de las tierras, y proveer una mayor cantidad de recursos al INCORA para el desarrollo de los programas de su competencia. En esencia la considerada legislación sobre reforma agraria, no toco el sentido de una verdadera reforma agraria integral con beneficios para la gran mayoría de de los sin tierra, los desplazados, los desarraigados y los despojados de la tierra. Las dos leyes anteriores favorecen el mercado de tierras, el cual sin lugar a dudas se convirtió en la guarida de la

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intervención de tierras por parte del narcotráfico, ya que se consideraron ampliamente favorecidos con la promulgación de estas dos leyes, principalmente por el lavado de dinero, dando comienzo a la más alta comercialización de tierras conocida en la historia de Colombia y cambiando el concepto de reforma agraria por el de competitividad e internacionalización, estimulando el ingreso de grandes volúmenes de alimentos extranjeros, mientras se agilizó la venta de tierras para quien pudiera tener capacidad de endeudamiento, y de esta manara lucrarse con el favorecimiento oficial no solo en la negociación, sino principalmente con el lavado de activos del narcotráfico y el trafico de influencias para también favorecer obras civiles en las inmediaciones de los predios. 1. 3. 2. 2. 10. Ley 160 de 1994, El principal cambio consiste en dinamizar la redistribución introduciendo el concepto de propiedad a través del mercado de tierras, mediante un subsidio para la compra directa por parte de los campesinos, El énfasis institucional se centra en facilitar la negociación directa entre propietarios y campesinos. Ante la dicotomía surgida entre el mercado de tierras y la minúscula preocupación por resolver la problemática de la cuestión agraria, y ante el crecimiento político y militar de la insurgencia, se promulga esta ley, a la cual le anteceden significativas e importantes movilizaciones campesinas, negras e indígenas. Se trata de solucionar el problema agrario mediante dicha ley, la cual termina estimulando la colonización de nuevas tierras, facilitando la titulación de baldíos, procurando con ello no afectar las tierras fértiles y adecuadas para la ganadería en manos del latifundio improductivo, fundamentalmente narcotraficante. Esta ley suscitó una reforma marginal en el mercado de tierras al crear en las nuevas áreas de colonización las Zonas de Reserva Campesina Z.R.C., y dotar de tierra a los indígenas mediante la creación de nuevos resguardos y formalizar con las comunidades negras formas de propiedad colectiva e histórica. 1. 3. 2. 2. 1. Ley de tierras, Gobierno de Uribe A pesar de que una mayoría significativa de cientistas sociales tienen claridad sobre las causas agrarias del actual conflagración; existe una fundada certeza, de que el camino para el logro de la paz, pasa por una reforma agraria integral, el gobierno Uribe logro la aprobación por parte del Parlamento de una ley, pomposamente llamada: ley de tierras o ley de Desarrollo Rural, cuya intencionalidad no era otra, que favorecer sectores minoritarios de la población con el incremento ingente de la propiedad de la tierra. Los principales aspectos de dicha ley, los mismos por los cuales fue declarada inexequible por la Corte Constitucional fueron los siguientes, el análisis de esta legislación se seguirá a partir del artículo de Suárez, J. R. 54. � Adecuar la legislación a la implementación del Tratado de Libre Comercio, TLC, con

los Estados Unidos, favoreciendo la concentración de la tierra, para la realización principalmente de megaproyectos y la actividad agropecuaria extensiva. Lo cual afectaría de forma importante los avances logrados en seguridad alimentaria.

54

SUÁREZ, J. R. Ley sobre desarrollo rural y ética cristiana. Revista Dimensión Misionera de la Consolata. Número 296.

Enero-Febrero 2007. Bogotá. 2007. Págs. 28-29

29

� El acomodamiento de la legislación a la legalización de las tierras ocupadas por el

paramilitarismo en amplias regiones del país, favoreciendo particularmente el desarrollo del latifundismo, como modelo de tenencia de la tierra; especialmente en áreas de propiedad colectiva, el proyecto era lesivo a los intereses de indígenas, afros, campesinos y desplazados, titulares de territorios colectivos, ya legalizados o próximos a legalizar. El proyecto pretendía abrir la esclusa del despojo definitivo de amplios territorios con la figura de las “clarificaciones de propiedad”, lo cual afectaría principalmente a las etnias y a las comunidades afro, desconociendo parcial o totalmente títulos recientes de estas comunidades.

� Favorecer el despojo de tierras de la población desplazada, al establecer la prescripción

de la propiedad en un término de cinco años, posibilitando que las familias desplazadas pierdan la titularidad de la tierra en un corto periodo de tiempo.

� En cuanto a la asistencia técnica, desmonta las Unidades Municipales de Asistencia

Técnica, por parte de los municipios y lo entrega definitivamente a núcleos o centros Regionales de Asistencia Técnica, manejados por los gremios de grandes propietarios y el sector privado. Con el consiguiente impacto negativo en la valoración de los recursos genéticos tradicionales (conservación de semillas), la posibilidad de generación de tecnología a partir de prácticas como la Agroecología, y la sabiduría campesina y popular.

� El proyecto pretendía cercenar de un solo tajo toda posibilidad de desarrollo rural,

desconociendo los pilares de la soberanía y seguridad alimentaria, entregando en manos del sector privado y las multinacionales la producción de alimentos y la comercialización, bajo un esquema "productividad, rentabilidad y competitividad" para el que no se encuentran preparados los hombres y mujeres rurales.

� Esta ley tenía una fuerte articulación con el programa Agro Ingreso Seguro, AIS, al

favorecer a los terratenientes impactados por el TLC, aún sin la aprobación de este, se implemento.

1. 3. 2. 2. 2. Ley de tierras, Gobierno de Santos El proyecto de ley, presentado por el gobierno de Juan Manuel Santos, establece la pregunta si realmente la ley toca la necesidad de una reforma agraria o por el contrario es una ley de restitución de las tierras arrebatas por el paramilitarismo o simplemente una ley de victimas, asimilada a la cuestión agraria para lograr dividendos mediáticos, favorecedores de la popularidad del presidente. Para la revista Semana, toda la información en torno a este proyecto de ley genera una gran interrogante, en un artículo publicado recientemente el domingo 5 Septiembre 2010, afirma:

“Cuando Juan Manuel Santos, en su discurso de posesión, dijo que las tierras van a regresar a manos de quienes "de verdad las trabajan con vocación y sudor", muchos interpretaron esta frase como un recurso retórico para adornar su primera alocución presidencial. Hoy, un mes

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después de ese lluvioso día en la Plaza de Bolívar, todo indica que la cosa va en serio. Pero el gran interrogante es si es posible solucionar un problema como el de la tierra en Colombia, que por su complejidad histórica, política y jurídica se ha convertido en un reto imposible hasta la fecha” 55.

Colombia tendrá que esperar para cumplir con la deuda pendiente con el campo y el sujeto histórico del mismo, el campesino, en sus diferentes acepciones, indio, afro, artesano, minero, campesino, la decisión de una solución de la cuestión agraria. Sin embargo todos los anteriores presupuestos sobre reforma agraria y lucha por tierra, los subyacentes y los imaginarios imaginados, sobre el campo y el campesino, permeados por las élites para impedir un desarrollo del campo justo y productivo, no serían completos, sin representar la mutua dependencia entre tierra y producción, violencia y tenencia de la tierra y los impactos mutuos a través del tiempo. 1. 3. 3. Los señores de la guerra o de la tierra La problemática colombiana agraria, tiene una doble matriz, tenencia de la tierra y violencia, la cual solo es posible entender si se hace un juicioso análisis, que resuelva las dos siguientes preguntas: ¿Quiénes son los señores de la tierra? O más bien, ¿Quiénes son los señores de la guerra? Tradicionalmente el terrateniente ha estado ligado a los círculos de poder e ideológicamente a los partidos tradicionales, especialmente al conservador, pero lo que le hace apropiar la tierra, sin importar el costo, ni los mecanismos, es el concepto de renta capitalista de la tierra, el cual es un referente importante frente a la enorme complejidad del fenómeno de la propiedad y de la renta de la tierra en Colombia, ya que presenta variadas y multiformes representaciones en las connotaciones sociales, de la violencia y de la política marcadamente diferentes; según David Ricardo: “La renta es aquella parte del producto de la tierra que se paga al terrateniente por el uso de las energías originarias e indestructibles del suelo”56. Esta concepción privilegia una forma de tenencia y concentración de la tierra, singularizada especialmente a través de siglo pasado y el presente, la que se significa en la construcción del “señor de la tierra”. Pero que hoy se ha derivado por el uso de la violencia para privilegiar la posesión de la tierra en el “señor de la guerra”, con una identificación proclive por el narcotráfico y todas sus actividades conexas57. Varios autores relacionan a los dichos señores de la misma manera como fueron vividos procesos similares de Italia y Estados Unidos, donde la mafia (en Italia) realizó acciones de control, seguridad, coerción y ajusticiamiento a nivel general, por lo cual fue considerada como una versión primitiva, surgida de una sociedad campesina atrasada; pero en el

55

SEMANA. La tierra prometida. http://www.semana.com/noticias-nacion/tierra-prometida/144024.aspx Consultada: [1

de Septiembre 2010] 56

RICARDO, D. Principios de Economía Política y Tributación. Cap II pag 51, F.C.E. 1985. 57

ROLDÁN, L. D. Algunos aspectos sobre la apropiación y renta de la tierra en Colombia.

www.acceconomicas.org.co/.../DiegoRoldnDisertacion7deJulio05.doc Consultada: [5 de Agosto de 2010]

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segundo de los casos (en Estados Unidos) se constituye como un fenómeno urbano y en relación con los sectores comercial, industrial y de los servicios, pero fuertemente asociado a negocios improductivos como el contrabando, las drogas ilegales, la contratación estatal, los servicios de personal, etc., construyendo un poderoso capitalismo productivo; y aparecer como explotadores entre la propiedad y el trabajo, entre la producción y el consumo, entre el ciudadano y el Estado, y recientemente y sobre todo con las drogas ilegales58. En ambos caos generando una fuerte infiltración del Estado, por parte de organizaciones del narcotráfico, en alianza con grupos armados ilegales como los paramilitares. Hoy se discute precisamente hasta donde llegó la penetración del Estado y de la cotidianidad por parte de los paramilitares en la construcción de lo que se ha denominado el “narcoEstado” 59, el cual se caracteriza por la filtración de las instituciones estatales en todas las esferas por parte de grupos delincuenciales, especialmente ligadas a la actividad del narcotráfico, cobijados y amparados por la histórica sumisión de la soberanía nacional por parte de las elites colombianas, a la dependencia del país, de los Estado Unidos Sin dichas precisiones no se puede comprender la dimensión de un Estado infiltrado en lo institucional por grupos al margen de la ley, pero con el poder para regular, cobrar tributos, constreñir, amenazar, coaccionar, señalar, intimidar y a veces proteger los intereses de las comunidades, al mismo tiempo cimentar el tipo de justicia, así como el orden político conveniente a sus intereses, con tal de tener el control y las pingues ganancias del narcotráfico. Los paramilitares en Colombia, lograron el control de la tierra y el territorio y se apropiaron del poder político a nivel local regional y nacional60. Otro aspecto del cual lograron tener total control fue el manejo de recursos denominados transferencias, amparos provenientes del gobierno central a los municipios y departamentos, logrando así imponer sus propias agendas, no solo en lo legislativo, sino en la administración, contratación, impuestos, y por supuesto en la propiedad de la tierra61. Conformados en la ciudad ganaron su propia dinámica y llegaron al campo, donde al servicio de grandes terratenientes, ganaderos y narcotraficantes, evolucionaron hacia estratos que imponen la seguridad, capturan los excedentes de la producción lícita e ilícita, administran la justicia y finalmente garantizan las supremacías territoriales62. Las denominaciones parecen coincidir, pero los componentes parecen no armonizar, evidentemente el país entero continúa presenciado al monstruo de las mil cabezas y de representaciones multiformes, creado por los señores de la guerra para asegurar y legitimar la espuria tenencia de la tierra, arrebata a humildes labriegos y campesinos pobres de las más apartadas regiones, seguramente al final del túnel, la Colombia del tercer milenio, encontrara las luces que iluminen y permitan dibujar y caracterizar el mencionado monstruo, también llamado paramilitarismo, o pomposamente autodefensas. 58

BETANCOURT, Darío y GARCÍA, Martha. Contrabandistas, marimberos y mafiosos. Historia de la mafia colombiana

(1965-1992). Pág. 3-4. TM Editores. Bogotá. 1994. 59

op. cit. Pág. 524. 60

DUNCAN, Gustavo. Del campo a la ciudad en Colombia. La filtración urbana de los señores de la guerra. Documentos

CEDE. No 2. Enero de 2005. Pp3 61

op. cit. Pp. 13 62

op. cit. Pp. 18-21

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Se convocaron ejércitos irregulares, que con entrenamiento y táctica militar convencional, asumieron funciones propias del Estado en lo militar y burocrático en amplios territorios y durante un tiempo indefinido, dichos ejércitos tenían o tienen una estrecha vinculación con los patrones del tráfico de drogas ilícitas, se cometieron masacres, asesinaron campesinos, usurparon sus tierras; pero estos hechos no niegan el carácter de fenómeno político que tuvieron dichos ejércitos, al servicio de una causa innoble de las élites en alianza con el narcotráfico. Con el apoyo y bendición de oficiales de las fuerzas armadas, con entrenamiento y suministro de pertrechos y armas, rápidamente coparon campos y lograron en el corto plazo la invulnerabilidad por parte de los agentes del Estado, y a la persecución por parte de las autoridades para tomar el grado de control territorial alcanzado al punto de tener presencia en todo el territorio nacional y usurpar un sinnúmero de hectáreas de tierra, el cual no se puede precisara hasta el momento, las diferentes fuentes no son coincidentes, la frase “Me vende o le compro a la viuda”, es representativa de este acaparamiento de la tierra, por parte de unos pocos. Se usurparon tierras de las siguientes formas:

� Por compra por precios irrisorios. � Por manipulación de documentos públicos, en registro y notaria. � Por posesión a la fuerza, en territorios de propiedad colectiva. (Afros e indígenas) � Por posesión a la fuerza, en territorios de Zonas de Reserva Campesina, ZRC. � Por muerte en masacre de familias enteras. � Por despojo bajo amenaza violenta. � Por dolo o engaño. � Por amenaza, factor este que es el de mayor impacto en el desplazamiento forzado.

Y por muchos otros medios, que hoy se documentan o están en proceso de investigación63. Duncan avizora en su libro el restablecimiento del paramilitarismo, y el afianzamiento de la figura del señor de la guerra con su correspondiente cultura de la muerte para recuperar las tierras. Las consecuencias del accionar de los mencionados “señores de la guerra” o “señores de la tierra”, no se ha dejado esperar, el desplazamiento de cinco millones de personas y como consecuencia inmediata del mismo desplazamiento forzado, dos fenómenos únicos y propios de nuestra realidad: La mas alta pobreza rural del continente y la contrarreforma agraria, los cuales constituyen juntos el mayor desastre humanitario de nuestro país. 1. 4. POBREZA RURAL La formulación de políticas públicas con respecto al sector rural, adolece hasta hoy del conocimiento y configuración de las identidades campesinas, como quedo dicho atrás, las cifras por si solas no denotan la intensidad del impacto de una guerra que en su matriz fundamental tiene el carácter de campesina. Pero si demuestran las tendencias de una pobreza poco asimilada y por ende comprendida, pero que tiende a crecer de acuerdo con las estimaciones. 63

DUNCAN, G. Los Señores de la Guerra. Una revolución silenciosa. Las negociaciones de Ralito o “se vuelven a barajar los naipes”. Planeta. Bogotá. 2007.

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Perfetti64, Señala como la tendencia es a incrementarse paulatinamente, distanciándose cada vez mas de la pobreza urbana, y capturando para sí un carácter particular de pobreza campesina: “Mediciones oficiales indican que la pobreza rural era, en el año 2006, del 70,1%.”. Esto representa un alza de 8 puntos porcentuales con respecto al nivel que se tenía en 2002, cuando era del 62,1%. En círculos asociados con investigadores y cientistas sociales, así como de profesionales se estima que esta puede superar el 80%. Para la CEPAL, la pobreza rural constituye su preocupación mas importante, sin embargo y como bien lo afirma existe una marcada asociación entre las causas de dicha pobreza, las políticas publicas y la tenencia de la tierra, asocia la problemática de la misma con el crecimiento económico, señalando que la ausencia de una reforma agraria real y efectiva impacta negativamente la economía nacional y por ende a los dueños de tierra. Por otro señala, el bajo aporte al consumo de la población urbana, restringiendo de alguna forma la expansión de la demanda de dicha población urbana65. El mismo Tejo, invita a gobiernos, organismos, y funcionarios a repensar el papel del Estado en la formulación de políticas públicas, superando paradigmas anquilosados e involucrando a los actores en la toma de decisiones, señala que el mundo rural demanda ante todo de equidad y comprensión de los sujetos campesinos y de sus imaginarios. Con lo cual se logaría en el corto tiempo la superación significativa de la pobreza de mujeres y hombres campesinos, pero al mismo tiempo la vulnerabilidad campesina generada por el escaso o nulo acceso a la tierra66. Para el mismo Perfetti67 “… la pobreza rural es un fenómeno endémico de la sociedad colombiana”, dado su carácter campesino y la imposibilidad para superarlo habida cuenta de los múltiples impactos que le son causales particularmente por los preconceptos con que son valorados y la baja o nula comprensión de los imaginarios campesinos. Sumado a los impactos por la guerra y la violencia en Colombia, el panorama es bastante desolador, las políticas publicas no han alcanzado a alterar en lo sustancial esta tremenda situación, el pobre rural cada vez es mas pobre; no se han modificado las bases estructurales que causan los referidos problemas; y más bien aparece un fenómeno que trata de perpetuar y legitimar la pobreza como único camino del mal llamado desarrollo; el dolor y la tragedia de un país que a pesar de tener la segunda dotación del mundo en biodiversidad, además de abundantes recursos naturales y costas sobre dos océanos, empuja a sus habitantes al drama del desplazamiento, y la carencia de la tierra –territorio–, lo que precisamente hoy se conoce como contrarreforma agraria.

64

PERFETTI DEL CORRAL J. J. Citando a Departamento Nacional de Planeación. (2007). Estimaciones de Pobreza en

Colombia. Presentación Power Point. En: Crisis y pobreza rural en América Latina: el caso de Colombia. Documento de

Trabajo N° 43 Programa Dinámicas Territoriales Rurales Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.

Santiago de Chile. 2009. 65

TEJO P. La pobreza rural una preocupación permanente en el pensamiento de la CEPAL. CEPAL, Red de Desarrollo

Productivo, Unidad de Desarrollo Agrícola, División de Desarrollo Productivo y Empresarial Santiago de Chile. 2000 66

op. cit. 67

PERFETTI DEL CORRAL J. J. Op. cit.

34

“Me vende o le compro a la viuda”. Con esta amenaza, que en algunos casos se tornó en realidad, muchos

colombianos fueron forzados a entregar sus tierras por pocos pesos,

pero, que en algunos casos no alcanzaron a recibir, o con la sola

frase, fueron despojados de su tierra.

“Contrarreforma Agraria a la colombiana”

1. 5. CONTRARREFORMA AGRARIA

Codician campos y los roban, casas y las ocupan,

oprimen al jefe de familia y a su casa.

Miq 2,2 Las dimensiones del problema de la tierra en el país, presenta muchas aristas, pero, la afirmación mas coherente y que la resume, es de que las tierras dejadas por los campesinos son ocupadas por sectores del poder, en la mayoría de los casos por paramilitares ligados al “narcolatifundio” o las también denominadas hoy en día bandas criminales, “BACRIM”, y otros sectores ligados al Estado, como los militares en retiro, empresarios rurales o simplemente por multinacionales de diferentes intereses, pero ligadas a la explotación de los recursos naturales. En otras palabras estas que antes hacían parte del imaginario tierra –territorio–, han pasado, o mejor se han articulado con un modelo extensivo asociado necesariamente a mercados externos, poniendo en riesgo seguridad y soberanía alimentaria reproduciendo un modelo excluyente de tenencia de la tierra que beneficia al 3% de los productores con el 70% de la superficie, mientras que el 57% de los campesinos posee apenas el 3% de los terrenos para cultivar. En esta perspectiva y como consecuencias mas importantes de la mencionada “Contrarreforma Agraria” se avizora un incremento de la pobreza campesina y una marcado impacto medioambiental en la biodiversidad del país, pareciera que hubiese una perversa asociación entre estos dos componentes del mundo rural y campesino. El conflicto colombiano se ha analizado en perspectiva, de los últimos eventos, por lo mismo se ha enfatizado en las consecuencias, mas que en las causas, pero la parte que más lo sufre, los que son realmente atacados y que ven sistemáticamente violados los derechos más esenciales del ser humano, son los campesinos. Entender esta absurda, perversa y brutal estrategia organizada para apropiarse de sus tierras, por un lado el Estado, acompañado por los Estados Unidos por medio del Plan Colombia y de las fuerzas paramilitares, que se entremezclan y confunden con el propio ejército, utilizan las herramientas más siniestras como el desplazamiento forzado interno, las desapariciones y asesinatos de campesinos en forma constante, quema de escuelas y poblados enteros, fumigaciones, bloqueo económico y sanitario, entre tantas otras, para tierras que engrosaran el patrimonio de algunos ganaderos, de alguna manera por razones estratégicas, en perspectiva militar y por facilitar el crecimiento superficial de la finca por parte del terrateniente, se incluyen algunos proyectos de agricultura extensiva

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Pero, de otro lado, aparece al mismo tiempo la apropiación de tierras con unos intereses diferentes, los megaproyectos, condicionados al capital multilateral y los proyectos agrícolas extractivos, o de agroindustria, avalados por el Estado colombiano, mediante el Plan Colombia y el Plan Nacional de Desarrollo, los cuales buscan sustituir las plantaciones de coca por palma africana, cacao, hortalizas de alto poder competitivo por su valora agregado como el palmito y el espárrago, caucho o maderables, dichos proyectos han sido entregados al capital multilateral. Esta doble perspectiva de la contrarreforma agraria impactó no solo la comunidad campesina y sus imaginarios culturales y sociales, sino el medio ambiente, es decir el imaginario tierra –territorio–, con referencia al modus vivendi, a la parcela del campesino con los siguientes impactos, generando: Por apropiación indebida de tierras, la mayoría de los casos, o mediante la compra por sumas irrisorias, en la minoría de los casos, cerca de un millón de hectáreas, pasaron a mansos de narcotraficantes, paramilitares y grupos armados ilegales en los últimos 20 años ejecutado la más monstruosa concentración de la tierra en el país. “Una auténtica contrarreforma agraria”. El desplazamiento forzado, como una política de Estado, la cual privilegio el despojo de las tierras y los territorios con apropiación de riquezas en biodiversidad, culturales, históricos-sociales, convirtiéndolas por parte de políticos y empresarios en una mercancía a negociar El más grande genocidio con crímenes de “lesa humanidad”, perpetrado con el concurso de acciones militares y paramilitares, quienes en complicidad con empresarios, terratenientes, políticos, apropian ilegalmente las tierras y territorios para sus intereses. Amparados en el vacío jurídico y administrativo de la legislación en materia agraria, y el concurso de los perpetradores del despojo, con la anuencia de Notarias y Oficinas de Registro Público, las que avalaron las falsedad de documentos para la legalización del despojo. La destrucción masiva y sistemática de alrededor de un millón de hectáreas de Bosque Húmedo Tropical, para establecer los megaproyectos agroindustriales, con los consiguientes impactos medioambientales, sobre aguas, suelos, atmosfera, animales y personas, al modificar significativamente los ecosistemas naturales y su biodiversidad, haciendo decrecer la producción de agua, modificando la estructura y la composición de los suelos, alterando la disponibilidad y las poblaciones de flora y fauna que son parte del sustento de las población nativas. La destrucción del modelo agropecuario tradicional para la producción alimentaria e inherente con la economía campesina, generando una grave crisis humanitaria, desafortunadamente suplida, también de forma perversa por Programa Mundial de Alimentos, PMA, a la cual le sirven de agentes oficiosos las agencias de la Pastoral Social, en por lo menos diez jurisdicciones eclesiásticas los alimentos del PMA, son entregados por las oficinas caritativas de la Iglesia, impactando marcadamente el modo de vida particularmente de campesinos desplazados y afectando la productividad de la parcela o

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chacra familiar y por ende la economía del mismo entorno, son conocidos los impactos, se recibe el mercado de PMA, el subsidio de Familias en acción, el subsidio de guardabosques y otros casos el de informante, entonces la parcela no vuelve a la producción agropecuaria, destruyendo el modelo tradicional y fomentando la importación de alimentos, por el contrario el campesino se torna ocioso y por tanto presa fácil de los grupos ilegales68. El autor tuvo la posibilidad de conocer de primera mano los detalles del convenio y de los impactos sociales y medioambientales, en diferentes diócesis del país, aunque se benefician en promedio unas 24.000 familias y cerca 127.000 personas, el beneficio es solo aparente al destruir condiciones de vida digna y la propiedad de la tierra termina siendo transferida Para concluir: Para algunos cientistas sociales la contrarreforma agraria debe denominarse como el “Complot de la Contrarreforma Agraria”, la ejecución de la misma, responde a métodos y practicas que abarcaban multitud de acciones a varios niveles, las cuales al mismo tiempo eran siniestras y perversas, la responsabilidad de las mismas corresponde a funcionarios públicos, empresarios y paramilitares de ultraderecha, los cuales tienen algo en común con los campesinos desplazados: la tierra, hoy de los primeros, fue la que les robaron a éstos últimos. De dicha alianza, en palabras de un paramilitar se puede concluir hasta donde llego la barbarie por la tierra: “Es que ahí había un complot. Uno iba matando a la gente, otros iban atrás comprando, otros iban de tercero, legalizando”, así describe el paramilitar “Pitirri”, Jairo Castillo, exilado en Canadá y a quien se considera un importante testigo sobre el quehacer del paramilitarismo y su alianza con los “parapolíticos”, dirigentes políticos implicados con la estrategia de esos grupos ilegales69. 1. 6. LA CUESTIÓN AGRARIA: A MODO DE CONCLUSIÓN. La cuestión agraria es un problema estructural del modo capitalista de producción, luego es generada desde la lógica de la reproducción ampliada del capital, el cual induce a un desarrollo desigual, por medio de la concentración de poder en diferentes formas, en el presente caso la propiedad de la tierra. Esta lógica produce no solo la concentración misma de la tenencia de la tierra en unas pocas manos, sino la concentración de poder, estableciendo la posibilidad de continuar al mismo tiempo, la misma concentración o acumulación, para reproducirse infinitamente. Esta reproducción infinita es propia del entorno y del modo de producción capitalista, por lo mismo, para perpetuar su presencia, requiere territorializarse sin límites. Para la territorialización, el capital requiere devastar territorios, por ejemplo, los territorios campesinos e indígenas.

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Nota del autor: El aparato critico sobre la afirmación de la intervención de la Pastoral Social como agente oficioso del

Programa Mundial de Alimentos, es amplio y diverso a continuación se incluyen cuatro enlaces que confirman el

convenio entre dicho programa y el Secretariado Nacional de Pastoral Social:

http://www.elcatolicismo.com.co/index.php?idcategoria=3938 http://www.acnur.org/paginas/?id_pag=5402

http://www.disaster-info.net/desplazados/informes/rut/Nutricion/rut01quevidencia.htm

http://nutrinet.org/pma/index_gerencial.php?ID=dXNlcl9pZEB1c2VyX2lkQHNlYXJjaF9yZXN1bWVAMjMlJTAlJTElJTAlJTAlJ

SUlJSUlJW1lbWNvYmVydHVyYUAyA&OP=MkBhcnV0cmVib2 Consultadas: [12 de Julio de 2011] 69

http://periodismohumano.com/en-conflicto/el-complot-de-la-contrarreforma-agraria.html. Consultada: [23 de Agosto

de 2010]

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Si en el pasado la lucha de los campesinos fue en contra del latifundio, la de hoy, es predominantemente contra el agronegocio o los denominados cultivos agroindustriales, el cual en si, es un territorio, el agronegocio se está territorializado sobre tierras del latifundio, del campesino, de indígenas, de los afro y de las selvas. Pero, la cuestión agraria no puede ser solo el análisis en perspectiva de los subyacentes e impactos en los económico, con el sacrifico por supuesto de los mas pobres, la tenencia tiene una configuración particular, caracterizada en el tiempo, por la alta concentración de predios del latifundio y por la atomización del minifundio, no se debe escuchar redundante, pero Colombia tiene microfundio y el paso del tiempo pareciera tiende a incrementarlo. En 1960 el 62.5 % del área agrícola eran predios menores de 5 has. Y representaban el 4.4 % del área total y el 6.8 % lo eran mayores de 100 has. Y representaban el 66.1 %, según el censo agropecuario de ese año. Para comprender mejor las diversas facetas de la cuestión agraria, es necesario por lo menos dar un vistazo a la más reciente y consolidado estudio sobre la tenencia de la tierra Machado, A.70, presenta la siguiente tabla sobre la distribución de la propiedad de la tierra en Colombia, en la cual se puede observar como la concentración de la tierra se incrementa en manos de unos pocos propietarios y por el contrario en el otro extremo de la tabla, es decir al inicio presenta una alta atomización de predios y un decrecimiento sustancial en el total del área. Al mismo tiempo Machado A. señala la inequitativa distribución de la tierra, utilizando el coeficiente de Gini, el cual indica el grado de concentración de la propiedad rural. En Colombia el índice de Gini es cercano al 0.85, es decir la propiedad está muy concentrada.

Predios en manos de privados 2001

DISTRIBUCIÓN DE PREDIOS RURALES POR RANGOS DE SUPERFICIE 2001

RANGOS PREDIOS PROPIETARIOS SUPERFICIE

(HAS) Menores de 1 ha 931.386 1.220.795 316.907 de 1 a 3 has 578.708 822.818 1.000.095 de 3 a 5 has 251.168 363.046 949.474 de 5 a 10 has 267.782 389.652 1.898.717 de 10 a 15 has 124.273 180.077 1.499.166 de 15 a 20 has 74.048 107.519 1.268.261 de 20 a 50 has 184.034 262.538 5.780.838 de 50 a 100 has 79.777 115.843 5.464.960 de 100 a 200 has 38.035 59.375 5.167.062 de 200 a 500 has 18.505 31.830 5.471.160 de 500 a 1000 has 5.290 9.025 3.761.012 de 1000 a 2000 has 2.519 3.724 3.397.448

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MACHADO C. A. De la estructura agraria al sistema agroindustrial. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá 2002,

capitulo I.

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mayores de 2000 has 3.028 3.639 31.631.308 total 2.558.553 3.569.881 67.606.408 Fuente: IGAC- Subdirección de Catastro 2001: excluye áreas recreación y turismo, como condominios, hoteles y de propiedad horizontal. Para Machado71 el problema agrario tiene facetas de interrelaciones múltiples, desde lo ambiental, lo económico, lo social, lo político y lo institucional, las cuales definen no solo la estructura, sino la cuestión agraria en sí. “El país no ha definido una opción por lo rural dentro de un modelo de desarrollo propio, ni ha considerado la agricultura como sector estratégico. Por tanto, no ha construido un modelo y una institucionalidad para el desarrollo del sector rural y su articulación a la sociedad. Ello crea una amenaza a la estabilidad social y política del país”. En este sentido, el problema agrario de Colombia no es solamente la tenencia de la tierra. Es precisamente este un componente de la estructura agraria sobre la cual se origina el problema. Según Machado72, citando a Antonio García: “La tenencia de tierra se ha definido tradicionalmente como el sistema de relaciones jurídico-políticas de dominio sobre la tierra, y de los recursos para su uso económico y político” (Antonio García). En una estructura agraria, donde la tierra es fuente de poder económico, político y social, quienes poseen la tierra tienen monopolio sobre los recursos y los mecanismos de intercambio, de transferencias de recursos y de representatividad política, la estructura responde a un modelo rentístico de explotación del mal llamado recurso tierra. Siguiendo a Antonio García, Machado, A. valora la estructura agraria y sus componentes, los cuales considera como cinco elementos dinámicos: 1.- La tenencia de la tierra. 2.- El sistema de empresa, o estructura de explotación agropecuaria. 3.- La estructura social, donde se relacionan las formas de organización del trabajo, las condiciones de empleo y remuneración y la estructura interna de clases. 4.- La estructura política o estructura de poder. 5.- Y por último la estructura institucional, o sistema de relaciones que articulan las comunidades, empresas, organizaciones rurales y áreas rurales a la sociedad nacional y al Estado. Las interacciones entre los elementos constituyen el modelo antes mencionado. La estructura agraria la define entonces Antonio García como: “un conjunto de relaciones –endógenas y exógenas- cuyo núcleo central es la propiedad sobre la tierra y sobre los medios de producción, y cuya dinámica depende de los diferentes modos como se inserta en la economía capitalista de mercado y de los diferentes rasgos, pasos y niveles de las economías señoriales de renta o de las economías de acumulación y costo-beneficio” (Modelos operacionales de reforma agraria y desarrollo rural en América Latina, 1982)73. La cuestión agraria no es una cuestión coyuntural, como muchos piensan, es más bien una cuestión estructural, como ya se presentó, por tanto no hay solución para la cuestión agraria desde el modo capitalista de producción. En algunos casos se podrá minimizar, pero no se resuelve definitivamente, no es posible resolver la cuestión agraria, por lo mismo se puede

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MACHADO, Absalón. La cuestión agraria en Colombia a fines del milenio, El Ancora editores, Bogotá, 1998. 72

op. cit. 73

op. cit.

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entrever que la cuestión agraria donde evolucionan las coyuntura de tiempo en tiempo, pero no se transforma para generar relaciones mas equitativas, solidarias y justas. Teniendo en cuenta las consideraciones sobre el modo capitalista de producción, reflejado en prácticas y políticas tanto capitalistas, como neoliberales y los pretextos sobre la estructura agraria, la comprensión de la crisis campesina y rural demanda entender el derrotero y significado de la pobreza en el quehacer rural y campesino. Es evidente que la raíz de la crisis de Colombia, se encuentra en la inequitativa repartición de la propiedad rural y la no socialización de la tenencia de la tierra, impulsadas por el modelo de desarrollo y las políticas públicas, con las consecuencias ya mencionadas, pero primordialmente entendida en dos categorías: Por un lado, los pobres rurales, los cuales a su vez se dividen en dos: los desplazados, que al mismo tiempo dejan la tierra sin campesinos y engrosan el gigantesco mar de pobres urbanos y los mismos campesinos pobres y rurales que se debaten en la lucha por la vida en las condiciones mas paupérrimas, con todas las vicisitudes anotadas Y por otro lado, una pobre, explotada sin misericordia, extrayendo de sus entrañas con un afán meramente utilitarista todos sus riquezas y recursos, al tiempo que llenado sus venas de materiales contaminantes, la Madre Tierra, quien también grita, como la mas pobre, la gran pobre: la tierra74, colocando en juego prácticas con relación a la misma Tierra y a sus recursos finitos. Esta perspectiva de la cuestión agraria, lleva a un momento de decepción histórica, donde toda esperanza desde los saberes, parecieran derrotados por la misma realidad, pareciera que otro mundo posible se desdibujara, un mundo donde primen la solidaridad y la justicia, pero que queda la fe y la certeza de la noche de la fe, cuando mas oscura es, es porque ya va a amanecer, esa es la certeza de la esperanza creyente. En esta configuración, si el mundo campesino es tan relevante para la vocación e identidad de un país y la realidad demuestra que no hay interés, ni vocación por salvarlo, queda la utopía, en el horizonte de la persona de Jesús y su opción por los pobres75, la cual no es otra que la construcción del Reino, y la solidaridad con los campesinos pobres, como camino para iluminar el quehacer teológico y pastoral. Esta opción y su “praxis”, como la de Jesús, incomodó y cuestionó, hoy igualmente se deben controvertir y denunciar políticas y hechos sobre el carácter del modo capitalista de producción y los pretextos sobre la estructura agraria y el carácter de la tierra, como recurso y posibilidad de desarrollo de la vida.

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BOFF, L. “Mientras existan pobres, sigue vigente la Teología de la Liberación. Pero hemos añadido algo más, porque la Teología de la Liberación nació escuchando el grito del oprimido, pero no sólo los pobres, las mujeres, los indígenas, los afro latinoamericanos gritan, sino también grita la Tierra, gritan los animales, gritan los bosques. Entonces, dentro de la opción por los pobres, se tiene que insertar al gran pobre, que es la Tierra. De ahí nació y sigue una vigorosa Eco Teología de la Liberación, muy ampliamente difundida como una de las respuestas a la crisis actual, que está por todas partes del mundo”. En: http://www.cloc-viacampesina.net/es/component/content/article/34-demo-category/479-leonardo-boff-

no-hay-otra-alternativa-que-el-socialismo 75

Documento de Aparecida. Nos. 391 y 396.

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SONETO NEOBÍBLICO PARA LA NOCHE DE LOS POBRES 76 LA NOCHE DE LOS POBRES ESTÁ EN VELA

Para traer a la memoria,

de dónde viene el día y Quién tiene la última palabra.

Sólo una cinta en flor guarda el entorno

de la garita, libres los ejidos. Tarda la lluvia, pero en el bochorno ya estalla nuestra sed de redimidos.

Para que Dios se vea Dios ahora,

hay que ir haciendo el Reino, a contramano de cualquier otro reino; y es la hora de que este mundo lobo sea humano.

¿Qué fue del latifundio, centinela?

¿Qué hay de la esperanza, compañeros? La noche de los pobres está en vela

y el Dueño de la tierra ha decretado

abrir todos los surcos y graneros porque el eón del lucro ya ha pasado.

Dom Pedro Casaldáliga

76 CASALDÁLIGA, P. y VIGIL, J. M. La noche de los pobres está en vela. Coyuntura espiritual de la

solidaridad. En: http://www.servicioskoinonia.org/relat/061.htm Consultada: [3 de Junio de 2010]

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2. PRESUPUESTOS BIBLICOS Y TEOLOGICOS PARA UNA PASTORAL DE LA TIERRA 77

El análisis de la realidad requiere de la reflexión a la luz de algunos elementos derivados de la Sagrada Escritura, la Patrística, la Doctrina Social de la Iglesia, respecto a la tierra y el mundo campesino, se esbozan como clave hermenéutica para la comprensión del quehacer de la Pastoral de la tierra. La tierra es elemento transversal en la economía de salvación, La Biblia inicia hablando de la Tierra (Gn 1,1) y cierra con el sueño de la Nueva Tierra (Ap 21,1). En Éxodo, Capítulo 3, en el relato de la zarza ardiendo, Yahvé le da a la Tierra la dimensión santa y sagrada. En tal sentido, la Tierra, nuestra Madre, como lo expresaron los Obispos recientemente en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano, refiriéndose a San Francisco de Asís,78 la tierra es pues protagonista. 2. 1. LA PALABRA DE DIOS, ILUMINA EL SER DEL CAMPES INO Vivimos un cambio de época donde la globalización genera unas exigencias a través de la lógica del mercado, una lógica que engulle la dignidad de la persona humana, minusvalorando el ejercicio de la solidaridad, haciendo al ser humano sujeto del mercado, reduciendo la vida al ejercicio instintivo del consumo, en su más mínima expresión, ponderando solo lo que tiene un precio, en una lógica economicista, procuradora de la ganancia a toda costa. Dejando a su paso una estela de agotamiento y destrucción del planeta y al mismo tiempo empobreciendo a quienes no pueden participar del carrusel del mercado, dejando en el camino una innumerable sucesión de hombres y mujeres excluidos, incrementando el sombrío panorama de la pobreza rural, con el consiguiente desastre del

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Subrayados en el presente capitulo, son del autor. 78

Documento de Aparecida. Nº 125.

OBJETIVO ESPECÍFICO 2 Iluminar desde los horizontes de sentido propuestos en el texto Santo de tradición, los escritos de los padres de la Iglesia, y el Magisterio y particularmente la Doctrina Social de la Iglesia, la representación simbólica tierra en relación con el sujeto campesino, y la tenencia de la tierra.

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planeta y la pérdida de identidad de los campesinos. Este modelo desconoce la praxis del Evangelio. La visión campesina del mundo es un ingrediente fundamental para soñar en otra humanidad; ser campesino se constituye en una alternativa para este mundo globalizado, para dar una respuesta real desde la fe en la persona de Jesucristo, y de la riqueza de contenidos de la Revelación en torno al mundo campesino; fe, en la cual se inspiran numerosos hombres y mujeres campesinos, para comprender y valorar la intima relación: tierra, fe, imaginarios, especialmente en el concepto de territorio. No basta promover esta identidad campesina en perspectiva Evangélica, se requiere al mismo tiempo generar estructuras de justicia, paz, solidaridad, recuperación del bien común, para la celebración de la comunión fraterna y pascual, a la luz de la Palabra de Dios, especialmente la de los profetas, que como lámpara brilla para alumbrar los espacios obscuros de la realidad colombiana. En este sentido la Palabra de Dios ilumina el quehacer pastoral y la propuesta de construir en Colombia, una Pastoral de la tierra de acuerdo con el encargo del Episcopado en el documento la Tierra un Don de Dios: “Optamos por una pastoral de la tierra verdaderamente evangelizadora, orgánica, profética que lleve a la práctica del amor, la paz y la justicia, que responda a las exigencias de la realidad actual del mundo rural”79. Para fortalecer esas exigencias desde el referente hermenéutico, se han seleccionado algunas categorías en la Palabra de Dios con distinciones que iluminen la realidad actual: Campesino, Pobre Rural; Tierra. 2. 1. 1. Campesino, pobre rural La identidad campesina permea toda la realidad del pueblo de Israel y presenta las características propias de una comunidad rural, Dios escoge a gente común y despreciada; elige al que menos lustre tiene para profetizar en medio de la sociedad (1Cor 1,28s). La pobreza rural ocupa lugar preferencial en la historia de la salvación, es precisamente a través de la escogencia de campesinos pobres, elegidos en la fe, que se anuncia y se denuncia (Lc 16,15); (Jdt 9,11). Los pobres rurales se asocian y ocupan lugar privilegiado de la singular y primera opción de Dios por los pobres, así Dios es padre de huérfanos y protector de viudas (Sal 68,6); la escogencia del pueblo se basa por características muy singulares, no es escogido por numeroso (Dt 7,7), o porque tuviera méritos (Dt 9,5), sencillamente porque prefiere a los más pequeños (Dt 7,8) por tanto los saca de la esclavitud y los libera, y el pueblo lo reconoce como único Dios, Él que cumple la promesa Él que se entrega y da la tierra que mana leche y miel (Dt 26, 5-11). El pueblo espera y entiende la promesa de la tierra como lazo de unión y experiencia comunitaria de vivencia de la fraternidad, asocian la búsqueda de la tierra a la situación de Abrahán, como padre en la fe, la tenencia de la tierra se convierte también en parte de la esperanza, esperan ser y tener sentido de pueblo en la fe cuando tengan la propiedad de la tierra (Gn 15). 79

La Tierra un don de Dios. Tierra de Todos, Tierra de Paz. Declaración de la LXXV Asamblea Plenaria del Episcopado

Colombiano. Nuestras opciones y compromisos como Iglesia en Colombia. No. 1. 2003.

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La confianza del pueblo de Israel se entiende en el sufrimiento por la opresión, en la liberación no solo de este, sino del encuentro de la tierra prometida, la espera es de una comunidad que como Moisés, son prófugos, atemorizados, incapaces de expresarse bien. Pero que esperan en el Dios que quita el miedo y libera al pueblo que sufre tan dura opresión (Ex 3,10ss). La condición de pueblo humilde es la espera mutua de liberación de la esclavitud y de la posibilidad de tener la tierra, describe el actuar de algunos como Gedeón, humildes familias, últimas en sus zonas, pero con toda su esperanza puesta en la plena liberación y la superación de la miseria en que vive (Jue 6,14s). Son constantes las expresiones de la identidad campesina especialmente en el Antiguo Testamento, la vida y los personajes rurales expresan la vitalidad del entorno, Dios elige a un campesino enamorado Óseas, engañado por su esposa, para ser testigo vivencial del amor hacia un pueblo entendido como adúltero (Os 1,2). Se vale de Samuel, cuando aun era un niño, empleadito del Sumo Sacerdote, y le encarga que le eche en cara el pecado a su jefe (1 Sam 3). Se vale también de jóvenes inexpertos, que no saben hablar, como Jeremías, con la terrible misión de arrancar y derribar, plantar y edificar (Jer 1,5s). Llama a hombres de labios impuros, como Isaías, y les limpia sus pecados, tocando sus labios con carbones encendidos (Is 6,5s). se vale de un pequeño pastor David, olvidado hasta por su padre (1Sam 16,11); lo busca en el campo y lo toma de detrás de las ovejas para hacerlo jefe de tu pueblo (2Sam 7,8). Rut, el símbolo de los despreciados, por ser mujer, extranjera, viuda y sin hijos, es elegida para ser abuela de David y, por consiguiente, del Mesías (Rut 4,17s). Muchos e innumerables son los hombres y mujeres que expresan los roles campesinos especialmente en el sufrimiento y el dolor de la condición humana en el mundo rural, Job conoce en el más hondo abismo de la desgracia humana (Job 42,5), a Amós el campesino lo llama mientras arrea sus vaquitas (Am 7,14). Y a Eliseo mientras araba su parcela (1Re 19,19). Al pobre Miqueas, campesino sin tierra, le da fuerza, justicia y ánimo para denunciar a los jefes y a los sacerdotes de su pueblo (Mq 3,8). Al sumo sacerdote Helí le hace entender su voluntad a través de criadito campesino Samuel (1Sam 3,18). Humilla la altanería de la reina Jezabel a través de la honradez a toda prueba del campesino Nabot (1Re 21). Al gigante Goliat lo destrozas a manos de un pastorcito David (1Sam 17,32ss). La sencillez y humildad del pueblo de Israel, es propia e inherente a las comunidades rurales, es en este entorno campesino donde se anuncia la liberación del pueblo de Israel la promesa por la tierra y el nacimiento del Mesías, en medio de un Israel, un pueblo pobre y humilde, que busca su única protección en Dios (Sof 3,12). De los “pobres de Yavé”, el resto de Israel, nacen Isabel, Zacarías, Joaquín, Ana, Simeón, José, María y, por fin, Jesús, el Hijo de Dios, que, siendo rico, se hizo pobre entre los pobres (2Cor 8,9). Dejando a un lado todo lo que era suyo y haciéndose pequeño (Flp 2,6). Semejante en todo a sus hermanos (Heb 2,17): por eso se hizo pobre (2 Cor 8,9), tomó sobre sí nuestras penalidades y cargó con nuestras enfermedades (Mt 8,17). En todo se sometió a las mismas pruebas que nosotros (Heb 4,15). En la plenitud de los tiempos (Gál 4,4) el Mesías anunciado nace en un establo y es acostado en una pesebrera, lugar campesino por excelencia (Lc 2,7); llevando la mayoría de sus años y su vivencias en un entorno rural, campesino en un pueblito perdido de mala

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fama (Jn 1,46); es un hombre sin estudios especiales, artesano de oficio, para la época este tipo de artesanos de la madera y la construcción se consideraban campesinos (Mt 13,54s). El estilo de vida de Jesús denota su gran cercanía con las actividades y costumbres campesinas, sus amigos proviene de este entorno, la cercanía con estos se hace evidente, cura a los enfermos, lisiados, leprosos ciegos, y sordos los cuales por supuesto le abordan en caminos y parajes campesinos, esto resignifica su misión (Mt 11,4s). A los considerados como malditos, Jesús los llama bienaventurados (Lc 6,20). Los más despreciados los pastores (campesinos), son los primeros en acoger del momento de su nacimiento (Lc 2,12). Jesús renuncia a apropiarse y aliarse con los que les va bien, por el contrario privilegia la cercanía con quienes lo han perdido todo (Lc 15,4-7). Prefiere a los excluidos y marginados los enfermos, y no los sanos, los pecadores y no los justos, los que lo necesitan (Mc 2,17). Elige a los que se sienten cargados y agobiados (Mt 11,28). Para la compresión del pueblo de Israel, la pobreza tiene unas causas, son innumerables las citas que se refieren a las causas estructurales de la pobreza, y su relación con la vida misma, todas estas realidades de injusticia causante de pobreza provienen de momentos y experiencias relacionadas con el mundo campesino, el pueblo de Israel reconoció la pobreza rural, sus causas y consecuencias y sus impactos en las vida de la comunidad, la tierra constituye el elemento más importante por el cual la injusticia se hace mas evidente. (Dt 24,6; Is 1,21.23; Job 24,2-12; St 2,6; Prv 30,14; Sb 2,10-14; Eclo 14,8-10; Jr 5,26s; Ez 22,3s; Os 12,8s; Am 2,6-8; Mq 2,1s; 3,2-5; Hab 2,6-12; Sof 3,1-4). Para el Pueblo de Israel, la expresión “pobre”, significa, el que es empobrecido, el que es marginado, el que es excluido, pero el Señor viene precisamente a liberar y entregar la tierra prometida: “He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los perizitas, de los jivitas y de los jebuseo”. (Ex 3,8). Un Dios que se compromete con los mas pobres y entrega instrucciones para que se ejercite la justicia con los que no tienen la tierra, el pueblo entiende la valoración de la tierra, en Dios encuentran el sentido de esta valoración y la relación de la tierra y de la identidad que genera la tierra, Dios invita a entender el carácter cultural del territorio: “Habló Yahveh a Moisés y le dijo: ”A éstos les has de repartir la tierra en herencia, conforme al número de alistados: al grande le aumentarás la herencia y al pequeño se la reducirás; a cada uno se le dará la herencia según el número de sus alistados. Pero el reparto se hará a suertes; según el número de alistados de cada tribu paterna se hará la distribución. A suertes distribuirás la herencia, distinguiendo entre el grande y el pequeño”. (Nm 26,52-56). La Palabra de Dios toca la realidad del mundo campesino cuando valora la solidaridad no solo con los pobres, sino con la herencia de los pobres, la tierra; expresada en lo fundamental con los pobres y el cuidado de la tierra y como expresión máxima de la caridad y solidaridad cristianas pero también, como forma privilegiada para tener siempre presentes a los pobres, entregando lo mejor para la superación de las causas de la pobreza, la praxis de Jesús denota especialmente las acciones de un Dios que es defensor de los

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pobres (Ex 23,10s; Is 58,6s; Prov 3,27s; Mt 25; Rm 15,26s; Lc 3,11; Hch 9,36.39; Gal 2,10; 1Jn 3,17s). La pobreza como hecho está descrita en Job 24,2-12: es un mal y una desgracia, no un valor. Causas: puede ser la pereza o despilfarro culpables (Sal 6,10s; 23,21); muchas veces la causa es la codicia ajena, la opresión y explotación, contra la cual hablan duramente los profetas, especialmente Amós, Miqueas, Isaías. En la ordenación social se consideran pertenecientes a la clase de los necesitados de modo especial los huérfanos, las viudas y los emigrantes. Para remediar la pobreza hay una legislación que exige o inculca el cuidado de los pobres, la defensa de sus derechos (Justicia), la limosna y la compasión (Éx 22,21-14; 23,6; Dt 15,7-11); a ello se añaden las recomendaciones de los sabios. Dios mismo respalda esa legislación y sale por los derechos de los pobres (tema frecuente en los salmos). Sof 3,12 identifica el resto salvado con los pobres, y Sal 37,11 pronuncia una bienaventuranza para ellos. Parece basarse en la experiencia del pueblo oprimido y liberado por Dios; es decir, su dicha es que Dios mismo se ocupará de ellos. 2. 1. 2. Cuestión ecológica Hoy se expresa con más frecuencia la necesidad de volver a la Palabra de Dios para repensar y valorar la Creación en una óptica diferente, el respeto y cuidado de la Creación, como reconocimiento de la manifestación del Creador en su obra y en los sujetos responsables de ella, los seres humanos somos responsables del cuidado de la vida en todas sus dimensiones; toda acción en contra de la obra creada es propiciadora de la cultura de la muerte y negación de la obra creada. La destrucción de la Creación se incrementa cada vez causando impactos altamente significativos, el impacto de la concentración de la tierra, como el calentamiento global, la destrucción de la capa de ozono, la deforestación, la desertificación, el modelo económico contribuye de manera manifiesta en la destrucción acumulativa de la Creación. La gran industria extractiva apropia los recursos naturales para transformarlos y obtener una ganancia de su valor agregado, en un círculo repetido a cada instante en cualquier lugar de nuestra geografía; por otro lado el pobre impacta también la Creación, no para obtener ganancia, sino simplemente para subsistir, Mirar la historia bíblica desde el punto de vista ecológico es entrar a aprender el modo como el Señor educa a su pueblo para la vida. Los pobres muchas veces son obligados a destruir el ambiente para poder sobrevivir. El que es de Dios se siente llamado a defender la tierra, las plantas y los animales, teniendo como prioridad la vida y el bien y la dignidad de las personas humanas. 2. 1. 2. 1. En el Antiguo Testamento En el sufrimiento y la esclavitud, los profetas expresaron el padecimiento por la Creación manifestaron que la tierra estaba de luto, seca y sufriendo (Os 4,3; Joel 1,10-12; Jr 14,1-6). Señalaron también que el Señor es Creador, promulgando su Creación como buena, anunciando igualmente su liberación tanto al hombre como a la tierra, pues El es su creador; Dios realiza una Alianza del mismo modo con los animales y la tierra (Os 2,20-24; Joel 2,18-27; Is 55,12s).

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La Revelación se plenifica cuando la obra de Dios es reconocida, la tierra y los seres vivos tienen un valor en sí mismos, manifiestan la perfección y la gloria de Dios. Tienen una misión y una vocación. Por lo mismo deben ser respetados en todas sus dimensiones la vida en todas sus acepciones debe responder al valor y sentido de los derechos humanos, los salmos en particular cantan a la manifestación de Dios en toda la Creación (Dn 3,57-81; Sal 65,10-14; 100,1s; 148,1-10; 150 La temática de la tierra constituye el eje transversal de la misma Palabra de Dios. “La cuestión agraria está ubicada en el centro de la escritura, en ella palpita su corazón. Tierra no es solamente uno de sus asuntos. La historia de Israel es la historia de la lucha por la tierra. Denuncia de la explotación de los hombres y mujeres de la tierra, y presenta el anuncio de su liberación. En el texto Santo retumba el grito del campesino nazareno masacrado por el Imperio Romano. En el éxodo, hebreos esclavizados por el poderío faraónico se ponen en marcha hacia la tierra libre. La cuestión de la tierra está en el centro que agita la historia de Dios con su pueblo, la humanidad, el Universo”80. Como criatura de Yahveh, la tierra le pertenece, y El ejerce un pleno señorío sobre ella (Isaías 66,1-2; Salmo 24,1; 97,5). En la Biblia, quien se benefició con un pedazo de suelo, éste no llega a ser de su propiedad; sólo es su poseedor. Los textos bíblicos amenazan sin dolor a los propietarios, denuncian, sin miedo, la existencia de los desalojados y campesinos sin tierra, y amenaza a quienes se adueñan, animando a los empobrecidos. El mismo conflicto entre campesinos y pastores (Caín y Abel) muestra la resistencia de los primeros frente al poderío ya militar en la ciudad. Y los beneficiarios de la tierra deben tener clara su generosidad con los sin tierra (Dt 15,7-11), quienes son descritos específicamente así: el migrante pobre (10,19), la viuda y el huérfano (24,19-22) y los levitas (14,27); como sin tierra ellos serán hermanos, por eso los frutos de la tierra deben ser con ellos compartidos (cap. 15). El año Jubilar, es realmente el preámbulo de la reforma agraria, invita a asumir el “derecho de rescate de la tierra” cada 50 años (Dt 25,24-28), volviendo aquella a sus poseedores primigenios. La promesa de la tierra condensa el caminar de los patriarcas y de los grupos nómadas de los primeros israelitas; la posesión de la tierra va unida siempre a la promesa de una numerosa descendencia (Génesis 12,1-2). Abraham, Isaac y Jacob lo representan con nitidez. Para los pastores las ciudades son reducto de maldad (Gn. 13. 13). La búsqueda y posesión de la tierra forman parte esencial del proceso cultural en la transición del pueblo nómada hacia un pueblo agrícola. Y ninguno de los patriarcas desciende a la planicie. Cuando se aproximaban a las pequeñas ciudades en las montañas, su vida corría peligro, eran secuestrados (Gn. 14. 12 ss; 26) El Señor lleva a los hebreos a una tierra donde corre leche y miel. Y hace de la naturaleza (piedras; arco Iris) una señal de su Alianza (Gn 9,12-17; Ex 3,8-10); la tierra es lugar privilegiado del encuentro de Dios con el hombre, procuro la tierra como el lugar donde

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SCHWANTES, Milton, Pueblo liberado, tierra rescatada, Verbo Divino. Quito 1989.

http://www.scribd.com/doc/31643873/schwantes-milton-pueblo-liberado-tierra-rescatada Consultada: [24 de Julio de

2007]

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brota la leche y la miel (Dt 26, 5). Y manifestó por la ley de la Alianza el deseo de proteger toda la vida, a los árboles y a los animales (Ex 22,8-14; Lv 22,26-29; Dt 20,19s). La tierra de Canán antes del 1.200 A.C., pertenecía a los faraones, a semejanza de una "colonia " egipcia, su poder hegemónico involucraba la continua explotación de los campesinos de Canán, la tierra era el escenario de una extensa y titánica lucha de resistencia campesina. En el Éxodo, la comunidad acompañada por Moisés se enfoca en la "tierra prometida". El Dios liberador escucha el clamor de su pueblo oprimido y se interesa por liberarlo y llevarlo a: "…aquella tierra a una tierra buena y amplia, tierra que mana leche y miel" (Éxodo 3,8). De la tierra de la opresión hacia la tierra de la libertad. Salir de la opresión, salir de Egipto y caminar hacia la tierra prometida exigen un nuevo orden social. El encuentro con Yahveh en el Sinaí, genera en la comunidad un articulador social, el cual genera el sentido de la toma de posesión de la tierra prometida, la tierra es de todos, por tanto la tiranía vivida en Egipto no deberá reproducirse al interior del pueblo de Israel. La afirmación de Garcia, A. es bastante sugerente en cuanto el sentido y significación de la Alianza y sus implicaciones en cuanto a la tenencia de la tierra, particularmente cuando presenta la figura del Jubileo como camino de comprensión de la misma tenencia: “El llamado Código de la Alianza (cfr. Ex 20,22-23,33), aunque promulgado en época posterior al tiempo del Sinaí, contiene prescripciones que manifiestan una gran preocupación por la justicia y la defensa de los pobres. En él se afirma que Yahveh mismo intervendrá, como lo hizo en Egipto, en favor de los oprimidos; por eso la ofensa a Yahveh y el pecado contra el hermano son presentados como profanación de la tierra (cfr. Lv 18, 25.27-28; Nm 35, 33-34; Jr 2,7; 3,2 etc.). Según Ex 23,12, el sábado es día de descanso con miras especialmente a los pobres y a los extranjeros. A su vez, el año sabático, en que la tierra deberá descansar, tiene como objetivo ofrecer alimento a los pobres de Israel (cfr. Ex 23,10-11). La instauración del año jubilar (Lv 25,8ss), pretende el rescate de las propiedades compradas en los últimos cincuenta años, de tal forma que sean devueltas a sus antiguos propietarios. El jubileo se extendía también al rescate de personas que habían caído en la esclavitud. Se deduce de todo esto que los israelitas no debían considerarse dueños absolutos de la tierra prometida, pues Yahveh es el verdadero propietario y ellos "no pasan de ser extranjeros y huéspedes".81 El tiempo en el desierto, cuarenta años, no solo es un tiempo de carencia, sino escenario de reflexión del cumplimiento de la promesa de Dios en el desierto, el pueblo divisa la tierra a lo lejos: la tierra es la promesa cumplida, el objetivo de la liberación se cumplió, fue la llegada a la tierra que mana "leche y miel". Por todo lo anterior no es en vano que el libro del Éxodo ha sido tradicionalmente de los más citados por las CEB´s latinoamericanas, aquellas que no renuncian a la promesa de la tierra que mana leche y miel. En el tiempo la resistencia campesina del Norte se desarrolló a la luz de los profetas Elías y Eliseo, Nabot, el campesino no cede a la presión y al soborno de la corte real de Acab y Jezabel, permaneciendo fiel a la tradición campesina que no admitía ver la tierra como

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GARCÍA R, A. “¿Dominad la tierra?, aportaciones teológicas sobre el problema ecológico”.

http://www.fespinal.com/espinal/castellano/visua/es54.htm Consultada: [24 de Julio de 2007]

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mercancía. Nabot se niega a vender su tierrita al rey “líbreme Dios de que yo vaya a entregar la herencia de mis padres”. Al ser sentenciado gana el apoyo del profeta Elías (1 Reyes 21,3). La profecía y campesinado coinciden. Al ser asesinado el campesino para que el rey poseyera “legalmente” su parcela, el profeta Elías denuncia al asesino y acaparador, adorador de Baal, el rey se apoya de sus profetas, de sus ideólogos de palacio, los cuales sustentan con un discurso ideológico la postura del terrateniente y su contrarreforma agraria. Elías reivindica así la dignidad del sin tierra, la estrecha relación generada entre profeta-campesino, construye el movimiento profético-campesino, el cual intervino en los procesos políticos y hasta exigió el cambio de los poderes establecidos, generando toda una revolución agraria. Los anuncios proféticos, en la época del reino del norte insisten en la "distribución de la tierra" para evitar la injusticia de que los pequeños propietarios terminaran convertidos en asalariados en su propia tierra y aun en esclavos (Amós 2,6; 2 Re 4,1). El campesino Amós enseña en las urbes más importantes del norte: Betel y Samaría, a pesar que reconoce ser un simple pastor de vacas (1,1) y cultivador de higueras (7,15). El denuncia como los terratenientes “pisotean al pobre exigiéndole parte de su cosecha” (5,11), que sus mujeres, como “vacas de Basán, oprimen a los débiles y aplastan a los necesitados” (4,1), que las tierras del sacerdote y latifundista Amasías serán repartidas (7, 17) El sacerdote de Betel lo denuncia ante el rey por el discurso donde denuncia la forma de tenencia de la tierra (7,10) y el profeta campesino es expulsado del país (7,12-15) pero, antes de salir proclama su confianza en el Dios que entrega la tierra propia a los sin tierra, los cuales habitarán los campos (9,14ss) y la tierra prometida les ofrecerá la abundancia de sus cosechas (9,3).

“expulsad a los jefes”, lo que sería la aprobación de una verdadera revolución campesina

para recuperar sus tierras... (Miqueas 2, 9) Traducción de la versión de los LXX

El profeta Miqueas, de la región agraria de Morasti, donde los campesinos también fueron victimas de los latifundistas y de las cargas que les impusieron como impuestos injustos; el va en la misma dirección reclamando la tierra para los despojados (2,4), y alegando que la productividad de la tierra recibe mayor atención que su injusta distribución. Al igual que los otros profetas (Miqueas; 4,4) (Amós 9,13-15; Oseas 14; Isaías 65,17 ss); denuncia la concentración de la tierras consumada por los nuevos ricos, venidos de otros lados (2,1-2), inculpándolos de la desgracia del pueblo por expulsar de sus casa a niños y mujeres (2,8-9) Los profetas denuncian el pecado que supone la utilización de la tierra sólo en provecho propio, explotando a los pobres y pequeños (cfr. Amós 6,1-7; 8,5-6; Miqueas 2,1-2; 6,9-15; Isaías 5,8-10). Pero particularmente denuncian el despojo legal de la tierra perteneciente a los campesinos (Amós 2,6) (1 Reyes 21) (Miqueas 2,1-2) El latifundismo es severamente denunciado por los profetas, el latifundismo aparece como el primer pecado en la serie de “asesinatos y lamentos” que Dios encuentra en vez de “derecho y justicia”; juntar “campos y campos” es la primera “uva amarga” que Dios recibe como pago por sus desvelos de cuidar a su pueblo (Isaías 5,8-23), y en los pobres sin

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tierra que buscan la justicia (Sofonías 2,3) estará el futuro, por ser “pueblo humilde y pobre, que buscará refugio sólo en Dios” (3,12) y no en los que viven de “violencia y fraude” en el palacio del Rey, sólo en medio de los pobres podrá brotar un futuro mejor para el pueblo. En la época de la dominación griega, siria y romana a partir del siglo V, las luchas por la tierra ocurren bajo una nueva coyuntura e introducen una nueva e importante novedad: los movimientos campesinos, que se dan en una sociedad ampliamente centrada en el templo de Jerusalén, el profeta Zacarías, reconoce que el Mesías será como un pobre campesino y vendrá montado en un burrito, animal de transporte de los humildes campesinos para comprar y vender en la ciudad; por eso no deben oprimir a los sin tierra(Za 7,10), siendo la práctica de la justicia el acto concreto de liberación de los pobres y oprimidos, para no convertir de nuevo su tierra de delicias en desolación (Za 7,9-14).

“ los malvados cambian los linderos, roban el rebaño y su pastor. Se roban el burro de los huérfanos, toman en prenda el buey de la viuda…

todos los mendigos del país han de esconderse… trabajando todo el día no tienen pan para sus hijos”

(Job 24,1-6). La Revelación se plenifica completamente cuando la obra de Dios es reconocida como el escenario de la vida, la tierra y los seres vivos tienen un valor en sí mismos, manifiestan la perfección y la gloria de Dios. Tienen una misión y una vocación. Por lo mismo deben ser respetada la vida en todas sus dimensiones, en todas sus acepciones, respondiendo de esta manera al valor y sentido de los derechos humanos, cantados ya por el salmista, como expresión de las manifestaciones de Dios en toda la Creación (Dn 3,57-81; Sal 65,10-14; 100,1s; 148,1-10; 150) 2. 1. 2. 2. En el Nuevo Testamento Si bien la tierra no es una expresión constante en el Nuevo Testamento, la mención que se hace en las bienaventuranzas, que en Mateo constituyen el comienzo o discurso inaugural, programático de Jesús. Por ende, es de alguna manera significativa esa alusión a la tierra, por el momento y el lugar donde está (Mt 5, 4); es ocasión de conexión con los pobres del Antiguo Testamento. El contexto donde Jesús se conduce es precisamente el de los pobres que esperan y tienen fundada toda su esperanza en la posesión de la tierra, como pueblo libre; la posesión de la tierra resignificaba toda la experiencia del pueblo de Israel en la época de Jesús. Dicha esperanza es puesta de relieve por la literatura apocalíptica de entonces. Jesús retoma esa expectativa y la concentra en los “anawim”, símbolo de los marginados, y oprimidos. Parece entonces que el tema de la tierra subyace en una mayor elaboración teológica, a un nivel más universal y cósmico. Pero el problema de la tierra es apremiante. Por tanto, el kerygma de la tierra como don u objeto del trabajo del hombre, expresado en el A. T., es reforzado por el anuncio de Jesús, quien promete la tierra, como expresión del Reino, a los ‘anawim a los humildes, a los pobres, excluidos y marginados.

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En este contexto Jesús convive con la naturaleza; con expresiones muy particulares, ora, al Padre en lo alto de las montañas (Lc 6,12; 9,18); enseña, a los discípulos a contemplar y aprender la lección de la naturaleza, de los pájaros y de las flores (Mt 6,26s; Lc 12,22-28; Rm 1,20; 16,2s; Jn 4,35-38; 24,32s). Los astros y toda la naturaleza participan de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y esperan la liberación (Mt 27,45s; Rm 8,22s; 28,2s). Jesús resucitado hace nuevas todas las cosas y reconstruye la armonía de la Creación, uniendo en la nueva Jerusalén jardín y ciudad, árboles y calles (Ap 21,5; 22,1s). El compromiso de Jesús con la obra creada del Padre y el amor entrañable por el entorno en que se movía, expresan en gran medida el contexto en que Jesús proyecta de principio a fin un contexto marcadamente vinculado con la naturaleza, viviendo en un medio y un entorno rural, en relación con actividades agrícolas en sumo grado (Mt 12, 1; Mc 2,23; Lc 6, 1) con conocimiento de las actividades agrícolas (Mt 13, 3-9; 18-23; Mc 4, 3-9; 13-20; Lc 8, 4-8, 11-15) otros textos descubren el profundo conocimiento que Jesús tenia del campo, en el manejo de términos propios de la actividad agrícola como cuando habla de la cizaña, del grano de mostaza, de la oveja perdida, Jesús es gran observador de su entorno, de las realidades de cada día, de los quehaceres de los hombres, luego expresados en su predicación, en las palabras de Jesús resuenan el aire libre, el canto de los pájaros, la contemplación de las flores, el amor sentido por su entorno y por las realidades de hombres y mujeres. Jesús busca la soledad del campo y del monte para orar, para hablar con su Padre (Mc 1,35), en sus palabras demuestra esa cercanía con la naturaleza, habla de árboles, flores, plantas y animales e invita a reflexionar a partir de ese entorno, muestra cercanía y conocimiento de la naturaleza (Mc 13,28), hace referencia a los elementos de la naturaleza agua, luz, enseña a interpretar y observar los fenómenos propios del entorno. Cristo se vincula de manera total con su propia Creación, no se puede aislar a Cristo de su propio entorno, que no es otra cosa que su obra creadora, Cristo como preexistente a todo lo creado, para San Pablo Él existe antes de que todas las cosas fueran creadas (Col 1, 17-18), San Juan expresa que el existía desde el principio y era la Palabra (Jn 1,1), y en virtud de la Palabra fueron creadas todas las cosas (Hb11,3). En los Himnos Cristológicos de las cartas Paulinas, Cristo Señor es cabeza de todo y sometió todo bajos sus pies (Ef 1, 3-22) y Dios le exalto y le otorgo el Nombre que este sobre todo nombre y que toda lengua confiese que Cristo es el Señor para gloria de Dios Padre. (Flp 2, 6-11) Primogénito de toda la Creación, porque en Él fueron creadas todas las cosas y reconciliar por Él y para Él todas las cosas (Col 1, 13-20). Toda la revelación tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento resalta la centralidad de la Creación primero en Dios, luego en la persona de Jesús el Cristo receptivamente. Así pues todo concluirá en Cristo Jesús Nuestro Señor no como terminación, sino como perfección y plenitud total y final. El mundo ha pasado a ser Reino de nuestro Dios y de su Cristo (Ap 11,15) y este Reino, es el Reino que será puesto por Cristo en manos del Padre, después de haber destruido todos los poderes hostiles (1Cor 15, 24). El kerygma demanda de la centralidad de la Creación en Jesús el Señor; sin embargo el anuncio no ha sido explícito y por tanto no ha tenido el elemento fundante y fundamental

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de la tierra como Creación, por tal razón hombres y mujeres hemos devastado esta obra del Señor que debemos cuidar y conservar. Surgen pues un sinnúmero de retos que tienen que ver con establecer nuevos paradigmas al servicio particularmente de los pobres rurales y de su entorno creado. 2. 1. 3. Tierra Frente a la realidad de la tierra, vista en perspectiva de un bien o regalo de Dios y como lugar para el sostenimiento del género humano, se hace necesario releer la Palabra de Dios para que oriente el discernimiento y la praxis de una ética de cuidado de la Tierra. La compresión de la tierra del pueblo de Israel debe ser revitalizada ante la amenaza que surge de los desarrollos científicos y las nuevas tecnologías; la visión de la Creación debe ser rescatada, en clave de la comprensión de la Tierra, que junto con el cielo (cosmos) compone el universo; es la morada del ser humano (Sal 115,16), y sigue siendo propiedad de Dios (Sal 24,1). En esta Tierra se distingue la superficie, tierra de los vivos (Sal 116,9), y la zona subterránea de los muertos (Is 26,19). También se distingue la Tierra universal, el orbe y los territorios, especialmente la tierra prometida. Se llama prometida porque Dios se la promete a los patriarcas para dársela a sus descendientes; pues aunque la tierra entera es de Dios, lo es de modo especial la que llamamos Palestina, como lugar escatológico. Es posesión sagrada, reservada para el pueblo de Dios. Un tiempo la habitaban los cananeos, que la han contaminado con sus abominaciones (Lv 18,24-28) y por eso son desposeídos (Sab 12). Al dar la tierra, Dios se revela dador y fiel a la promesa. Ese don inicial, que ha de ser recordado, se actualiza con el don anual de la lluvia y se materializa en el don de las cosechas, espacio para la consecución de los alimentos, la nueva tierra es posesión, en ella los israelitas ya no son emigrantes; respecto al desierto, es cultivo y descanso; la tierra es tarea en otro plano (no sólo de cultivo), tiene que ser conservada con la fidelidad del pueblo a su Dios. La tierra prometida entera es don al pueblo entero pero ese don se realiza por medio de un reparto de lotes, realizado a suertes; el lote debe quedar en la familia, dándole arraigo y constituyendo la heredad. Varias leyes quieren garantizar ese reparto contra la expropiación global de esa tierra: el que no tiene un lote en propiedad tiene derecho al sustento que da esa tierra (Josué; Dt 26) La clave fundamental en que se entiende la tierra es como la presencia del Señor Dios, Yahvé que actúa en la historia para la conquista de la tierra de los cananeos, en la cual ya muchos estaban trabajando (Jos 24), los israelitas siempre recordaron el ofrecimiento en el que Dios había prometido a Abrahán esa misma tierra (Gn 12), sin perder de vista la Alianza, como íntimamente ligada a la posesión de la tierra (Dt 4,1-3; 6,10-13; 8,1.6-11) El pueblo de Dios realiza una reforma agraria, distribuyendo la tierra entre las tribus, según el número de sus miembros. Esto permaneció como Ley de Dios (Nm 26,52-56; Sal 16,6; 33,53s; Ez 45,1-9; 36,2-7; 46,16-18; Dt 31,7; 47,14.21-23; Jos 13,7; Mq 2,5; 14,2-5). La tierra es un don de Dios, entregado para alimento de todos. El es el dueño y su pueblo es el arrendatario del Señor (Is 40,21-26; Job 38; 39; Sal 8,5-10; Prv 3,19s; 24,1s; Eclo 17,1-13; Dt 10,14; Ez 33, 23 24). La tierra bien repartida, según la voluntad de Dios, no debe ya ser vendida, ni se deben cambiar sus límites, enfatizando los periodos de descanso de la tierra y la importancia de la liberación de los esclavos (Lv 25,10,28; Jr 32,6,10; Job 24,2s)

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Pero frente a la dominación de la tierra el pueblo de Israel entiende el pecado como consecuencia de la maldición de la tierra (Gn 3,17s; Is 24,4-6; Os 4,1-3). El Señor condena el acaparamiento de las tierras y los opresores que se adueñan de ellas con la práctica de la injusticia (Is 5,8-10; Prv 23,10s; Neh 5,1-9; Mq 2,1-5; Sof 2,8-11). Hallando al mismo tiempo que la tierra es madre y señal de bendición de Dios (Ez 36,12; Job 1,21; Sal 139,13.15; Eclo 40,1) La tierra se comprende entonces como el espacio sagrado de vida. El respeto por la vida incluye la opción preferencial por los pobres, y la defensa de los pobres rurales incluyendo dentro de esta opción al gran pobre que es la Tierra. La tierra necesita ser salva. La Creación se debe respetar, el cuidado se debe orientar a todos los seres vivos, no se deben cortar los árboles ni destruir la naturaleza (Dt 20,19-20; Is 55,12; Sal 96,12) La promesa y la esperanza de que la tierra es para los pequeños no desaparece, poseerán la tierra es la promesa de Yahvé (Is 57,13; Sal 25,12-22; Jr 39,10; Mt 5,4) La primera experiencia de Jesús y de los apóstoles se lleva a cabo en un entorno campesino era la Galilea rural. Su anuncio del Reino se hizo en medio de campesinos y en primer lugar para ellos (Mt 4,12s; Mc 2,23s; 5,3s; 4,1s). El anuncio de la Buena Nueva se desarrolla en la sinagoga de Nazaret, allí Jesús anuncia un año de jubileo, (Is 61,1s), liberación de la tierra y de la esclavitud (Lc 4,16-21). El Nuevo Testamento las comunidades paulinas se inician con personas precedentes del mundo rural, que pertenecían a las periferias urbanas (suburbios). La mayoría de los primeros cristianos eran "paroiké" (las Biblias suelen traducir por "peregrinos"), extranjeros residentes, sin derecho pleno de ciudadanos, es muy marcada la procedencia y la actividad rural y su ubicación marginal y periférica (Flp 3,20; 1Pe 1,1.17; Hb 13,14; Mc 6,1-3). Algunas de estas comunidades campesinas, sufrieron la exclusión y la marginación (St 5,4). El Apocalipsis revela que la tierra es aliada de la Mujer (la humanidad) en contra del Monstruo (Satanás) (Ap 12,6.15s). La Tierra será renovada en la nueva Creación, en la que se armonizarán la ciudad y el campo (Ap 22,1s)

« Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto, y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus; sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa; a una

tierra que mana leche y miel » (Ex 3,7-8).

2. 2. LA TIERRA Y LA IGLESIA La reciente V Conferencia Episcopal Latinoamericana abordo el problema de la tierra en clave de la estrecha vinculación existente entre cultura, identidad, biodiversidad, ecología y tierra, en la doble perspectiva de los impactos ambientales y los impactos sociales, presentado la preocupación por la tierra devastada, la disminución de la biodiversidad y particularmente el agotamiento del recurso agua, los Obispos latinoamericanos exteriorizan

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su preocupación por la devastación de estos recursos físicos, pero también la agresión contra la diversidad cultural de los pueblos en relación con la problemática de la tierra y su uso utilitarista. Reclaman el cuidado de la tierra en múltiple perspectiva, por ser don de Dios, por proveer el alimento y como espacio de reconocimiento de la identidad cultural de los pueblos82. Los Obispos Latinoamericanos reconocen lo que la Tradición ha expresado en el paso de la historia, los hombres y mujeres campesinos valoran los problemas de la tierra en perspectiva de su propia cultura. En esta perspectiva se presenta un rápido vistazo del aporte del Magisterio, y su aplicabilidad en la Pastoral de la Tierra. 2. 2. 1.- Los Padres de la Iglesia Desde su experiencia y su sistematización en su propia cultura los Padres de la Iglesia difundieron la revelación de Dios en las culturas de Oriente y Occidente, desentrañaron las Sagradas Escrituras para expresar los dificultades de la época, generando criterios y principios para orientar el discernimiento de una Pastoral de la Tierra, desde su praxis se resumen las enseñanzas en torno a la tierra; los Padres de la Iglesia preparan una verdadera doctrina eclesial sobre la propiedad y la justicia, expresada en los siguientes presupuestos, los cuales tienen coherencia total con la Sagrada Escritura.

� La tierra es un don de Dios. � Todos los seres humanos tienen la misma dignidad, por tanto derecho a utilizar los

bienes terrenos. � La tierra es un bien que debe privilegiar el ejercicio del bien común.

La articulación se da en que para los Padres, la tierra, y junto con ella sus bienes, son inseparables y pertenecen a Dios, entregándolos a los hombres para bien y utilidad de todos. Enfatizan al mismo tiempo el carácter de la posesión de la tierra, no como dueños, sino administradores de la tierra y de los bienes terrenales. A continuación se presentaran algunas citas de los Padres de la Iglesia de los primeros siglos, se destacan solo algunas para matizar el discurso social en torno a la tierra desde los albores del cristianismo Lactancio:

Dios, que creó a todos los hombres y les da la vida, quiso que todos fuesen iguales... Delante de Él nadie es siervo, ni señor, pues si es Padre de todos, con igual derecho todos somos sus hijos..." Por eso "no era lícito delimitar el campo. Los cristianos lo poseían todo en común. De hecho, Dios entregó la tierra indistintamente a todos los hombres, a fin de que disfruten de todos los bienes que produce en abundancia. No la entregó para que cada uno, con frenética avaricia, lo reivindique todo para sí, ni para que nadie se vea privado de lo que la tierra produce para todos.

San Juan Crisóstomo: Fue bastante radical en su ponderación al uso debido de la tierra:

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Aparecida. Nos.83-87

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"Al principio, Dios no creó ricos ni pobres. No mostró tesoros en cantidad a unos, impidiendo que los otros lo encontraran. Al contrario, dio a todos la misma tierra para cultivarla. Si realmente la tierra es de todos, ¿cómo es posible que tengas tantas hectáreas y que tu prójimo no tenga nada?" (In ep. 1 ad Tim, hom. 12,4) "Del Señor es la tierra y cuanto hay en ella (Sal 24); luego todo lo que tenemos pertenece al Señor común, y, por tanto, a los que, como nosotros, somos sus siervos. Lo que pertenece al Señor pertenece a todos..." (In 1 ep., MG 62, 533). "Los dueños de las propiedades terrenas se enriquecen con los frutos de la tierra. No se puede encontrar gente más injusta que ellos. Pues, si alguien examinara cómo los hacendados tratan a los campesinos, descubrirían que son más despreciables que los paganos. Imponen a los hombres que, exhaustos por el hambre, se matan trabajando toda la vida, impuestos insoportables y permanentes. Los usan como burros y mulas, e incluso como piedras, sin darles un momento de descanso. Sean o no fértiles los campos, los hacendados exigen lo mismo a los campesinos y no les dan nada. No se puede imaginar nada más horrible que los campesinos; después de haber pasado el invierno con grandes preocupaciones, aguantando el frío, la lluvia y las noches sin dormir, vuelven al trabajo con las manos vacías, e incluso como deudores. ¿Qué es lo que más temen? ¿El hambre, la ruina completa, los malos tratos de los que fiscalizan el trabajo, las privaciones, la confiscación y los servicios obligatorios? ¿Quién puede calcular el comercio lucrativo que se hace a costa de estos infelices? Con el cansancio de los campesinos se llenan los graneros de los hacendados, mientras que a estos pobres no se les permite llevar una mínima cantidad de grano para alimentar a su familia. Toda la cosecha se acumula en los almacenes. Los campesinos reciben un salario ínfimo, mientras que los terratenientes siguen inventando nuevas formas de explotación que están prohibidas incluso por los paganos. Contratos horribles en los que le cobran al pobre no el uno por ciento, sino hasta el cincuenta por ciento. Y mientras tanto, la víctima, que tiene que alimentar con su pobreza a su familia y a sus hijos, llena con su trabajo los graneros del patrón. Los ricos no piensan en esto" (Sermón 61 sobre Mateo, MG 58, 591-592).

"¿Quieres decirme cómo te has enriquecido? ¿De quién recibiste esta riqueza? ¿La has heredado? Y tu padre y abuelo ¿de quién la recibieron? Así podemos continuar hasta el principio. Pero tú no has conseguido demostrar que tu riqueza sea justa. No se puede negar que todo comenzó con una injusticia" (Sermón 12 sobre 1 Tim 4, MG 62, 562).

San Gregorio de Nisa: "Mío y tuyo son palabras perjudiciales y no tenían valor al comienzo. Como el sol y el aire son comunes a todos y todo lo que viene de Dios es gracia y bendición común, de la misma manera se ofreció voluntariamente a cualquiera la participación de los bienes y no se conocía la pasión de la avaricia" (Sobre el Ecl., MG 44, 708). San Basilio: Denuncio los enormes impuestos. Entregó cuanto tenía y fundó una ciudad de la caridad. San Basilio trabajó con campesinos para liberarlos de la opresión. Para San Basilio toda riqueza proviene del pecado.

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El rico dice: ¿Qué error cometo por guardar lo que me pertenece? Pero, ¿cuáles son los bienes que en realidad te pertenecen? Te pareces a un hombre que fue al teatro y quería impedir que entraran los demás. Quería asistir él solo al espectáculo. Así los ricos se han apoderado de los bienes que por naturaleza son comunitarios. Como los ocupan primero, se creen dueños de ellos. Si cada uno sólo guardase lo necesario y entregara el resto a los necesitados, la pobreza y la riqueza quedarían suprimidas... Al hambriento le pertenece el pan que guardas. Al hombre desnudo le pertenecen la ropa que amontonas en tu armario...(Homilía contra los ricos, pg. 31)

San Ambrosio: Defendió a los más pobres, les enseñó la Biblia, presentado la historia del campesino Nabot. No fue tan radical como San Juan Crisóstomo en su visión de la propiedad. Para él, la propiedad en sí no es mala. Depende del uso que de ella se haga.

"El Señor nuestro Dios quiso que esta tierra sea posesión común de todos los hombres. Sus frutos deben servir para todos. La avaricia es la que ha engendrado el reparto de las propiedades" (Coment. al salmo 118, 9, PL 15, 1.303). "La historia de Nabot es antigua en cuanto al relato, pero actual en lo que toca a costumbres. ¿Qué poderoso hoy no quiere expulsar al campesino de sus tierras ancestrales? ¿Dónde está el rico satisfecho con lo que tiene y que no se sienta tentado por la propiedad del vecino? Todos los días nacen en el mundo nuevos Ajab y mueren otros Nabot..." (Comienzo del libro sobre Nabot, PL 14, 731). "¿Por qué, rico, desprecias al pobre? ¿No has sido concebido y has nacido como él?... Ustedes, los ricos, se enorgullecen del tamaño de sus palacios. Deberían avergonzarse. Revisten sus paredes y despiden a los pobres... El pueblo tiene hambre, y ustedes cierran sus graneros. El pueblo clama, y ustedes presumen de sus joyas. Desdichado el que tiene medios para librar tantas vidas de la muerte y rehúsa hacerlo. Con las piedras preciosas de un solo anillo de ustedes se podría salvar la vida de mucha gente" (Sobre Nabot, PL 14, 784).

San Agustín: Obispo de Hipona, Diócesis del norte de África. Su catedral se llamaba la Basílica de la Paz. El enseña la misma doctrina de los otros Santos Padres: "La tierra y todas las riquezas son de todos". San Gregorio Magno: Fue protector de los pobres de Roma. Consideraba lo mismo que los grandes Padres ya citados:

"Debemos darnos cuenta de que la tierra es común a todos. Por tanto, no son inocentes los que reclaman sólo para ellos lo que es un don de Dios para todos. Los que no reparten lo que tienen, son causa de la crueldad y muerte de sus prójimos, ya que todos los días matan a cuantos mueren de hambre, en cuanto les niegan socorro, acumulando riquezas para sí mismos. Cuando damos a los pobres lo que necesitan, les estamos

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devolviendo una deuda de justicia, más que realizando una obra de misericordia" (Regla pastoral, PL 77, 87).

2. 2. 2. El primer Magisterio Latinoamericano No se puede dejar de mencionar por su fidelidad al Evangelio, algunas citas de los sacerdotes que acompañaron a los conquistadores españoles en la colonia, que surge del choque de identidades culturales, los nativos tenían una cultura donde la tierra jugaba un papel importantísimo; son muchos los Obispos y Sacerdotes que defendieron la visión de la tierra de los pueblos latinoamericanos. Se mencionaran los dos Obispos más importantes para disponer un marco referencial de la tierra en la conquista y la construcción Magisterial en torno a la tierra. Fray Bartolomé de las Casas. Emprendió la más certera lucha contra las formas de tenencia de la tierra, particularmente se opuso a la encomienda como instrumento de expoliación de la tierra de los aborígenes. Fray Bartolomé de las Casas, persuadido por la injusticia de las encomiendas, censuró y busco su supresión. “La encomienda es incompatible con la predicación de la fe, lleva al indio a aborrecer a Dios; destruye a las Indias; los encomenderos son: codiciosos que desean y tienen por fin salir de la pobreza y llegar a ser ricos". La encomienda es contraria a la ley natural”83. Fray Antonio de Montesinos: Fraile dominico, protesto desde su predicación contra los encomenderos, denuncio a sus beneficiarios y llevo su voz a la corte española, los exhorto a salir de su pecado y respetar la dignidad de los indios, denuncio la usurpación de la tierras y la propiedad ilegitima por parte de los encomenderos, recrimino todos los actos violentos en la apropiación de la tierra; fue enfático en aseverar la carencia evangélica en la practica de la encomienda. Los encomenderos se opusieron a este tipo de prédica84. Muchos de los Obispos de la colonia se caracterizaron por la defensa de la tierra de los indígenas: Agustín de la Coruña, de Popayán; Juan de Simancas, de Cartagena; Juan del Valle, de Popayán; Pablo de Torres, de Panamá; Pedro de Agreda, de Coro; Antonio de Valdivieso, de Nicaragua; Cristóbal de Pedraza, de Honduras; Fernando de Uranga, de Cuba;; Bernardo de Alburquerque, de Oaxaca; Domingo de Santo Tomás, de La Plata; Pedro de la Peña, de Quito; Tomás de Casillas, de Chiapas Bartolomé de las Casas, Obispo de Chiapas. Algunos de ellos fueron expulsados o terminaron en la prisión, pero se comprometieron en la defensa de los derechos de los indígenas85.

83

DE LAS CASAS, FRAY BARTOLOMÉ. El Octavo Remedio. En: MARTÍNEZ DÍAZ, N. Brevísima relación de la destrucción

de las indias.

www.centroderecursos.cult.cu/.../Casas,%20Bartolome%20de%20las/Casas,%20Bartolome%20de%20las%20-...

[Consultada: 26 de julio de 2006] 84

CARAVIAS J. L. y BARROS M. Teología de la tierra. Paulinas. Madrid. 1988, Pág. 226. 85

op. cit.Pág. 227.

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2. 2. 3. La Doctrina Social de la Iglesia contemporánea El mundo campesino y sus dinámicas internas no fueron escudriñados por el Magisterio Pontificio, sino hasta el papado de León XIII, la realidad campesina y rural, recobra su sentido y prioridad pastoral. 2. 2. 3. 1. León XIII Reconoce que en la sociedad de su época algo tiene que cambiar, al hablar de la propiedad expresa: "que sean muchísimos los propietarios" (Rerum Novarum nº 35). Se ocupa de hablar en su encíclica de algunos párrafos dirigido explícitamente a la tierra, donde se privilegia el uso de la tierra y valora significativamente los productos de la tierra, y la riqueza de esta en relación con la dignidad del campesino y su manutención:

"Debe el hombre tener dominio, no sólo de los frutos de la tierra, sino además de la tierra misma, porque de la tierra ve que se producen, para ponerse a su servicio, las cosas que él ha de necesitar en lo por venir... Debe la naturaleza haber dado al hombre algo estable y que perpetuamente dure, para que de ello perpetuamente pueda esperar el alivio de sus necesidades. Y esta perpetuidad nadie sino la tierra con sus frutos puede darla..." (Rerum Novarum nº 6). "El hombre cuando trabaja en terreno que sabe que es suyo, lo hace con un afán y un esmero mucho mayores; y aun llega a cobrar un grande amor a la tierra que con sus manos cultiva, prometiéndose sacar de ella no sólo el alimento sino una cierta holgura o comodidad para sí y para los suyos. Y este afán de la voluntad nadie hay que no vea cuánto contribuye a la abundancia de las cosechas y al aumento de la riqueza de los pueblos" ((Rerum Novarum nº 37).

No se puede pasar, sin dejar de mencionar en este momento histórico la obra del Arzobispo de la Habana San Antonio María Claret, CMF, quien escribió un fecundo texto sobre la práctica de la agricultura, con un sentido muy profético: “Reflexiones sobre la agricultura” , el cual conjuntamente con otro texto: “Las delicias del Campo”, proporcionaban formas practicas de la vida rural de Cuba, con recomendaciones que vitalizaban el quehacer campesino y favorecían "e1 bien físico, moral, temporal y eterno”. En Reflexiones sobre la agricultura, Claret no solo da explicaciones sobre la agricultura, sino que presenta su gran angustia pastoral por el bienestar de los fieles cubanos, su problemática social, anticipándose en lo práctico a la problemática social de la tenencia de la tierra, anticipando la comprensión de la época, realiza una propuesta de Reforma Agraria especialmente entre pequeños agricultores, y la mismo tiempo propone una legislación para la regulación de los arriendos de las tierras, para evitar injustos desalojos por parte de latifundistas, lo que había observado en sus constantes correrías pastorales86.

86

CLARET SAN. A. M. Reflexiones sobre agricultura. En:

http://www.claret.org/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=157&Itemid=366&lang=es [Consultada: 26

de julio de 2006]

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2. 2. 3. 2. Pio XI Con motivo de la celebración de los cuarenta años de Rerum Novarum, Pío XI presenta la encíclica Cuadragésimo anno, en ella insiste en el derecho a la propiedad se debe valorar en una doble perspectiva, social e individual, en relación a que es la naturaleza la que concede al hombre el derecho a la propiedad, para poder: “atender a sí mismo y a su familia, cuanto para que los bienes que el Creador concedió a todo el género humano, sirvan efectivamente para tal fin" (Cuadragésimo anno nº 45). Pío XI hace una referencia categórica del mundo campesino, donde exhorta a actuar coherentemente de frente a la tenencia y de tierra, reclamando soluciones viables y posibles, expresando: "Añádase el ejército innumerable de asalariados del campo, reducidos a las más estrechas condiciones de vida, y desesperanzados de poder jamás obtener participación alguna en la propiedad de la tierra, y, por tanto, sujetos para siempre a la condición de proletarios, si no se aplican remedios oportunos y eficaces" (Cuadragésimo anno nº 26). 2. 2. 3. 3. Pío XII Al ser el primer papa que utilizo los medios de comunicación en sus alocuciones privilegio al dirigirse a los campesinos la propuesta del modelo cooperativo y el impulso a las organizaciones campesinas, como respuesta a la diferenciación marcada de lo urbano con lo rural, abogó por estructuras de crédito de fomento justo para los campesinos y los impulso a crear sus propias organizaciones crediticias para sanear al mismo tiempo la economía. Se caracterizó este papa por no escribir muchos documentos magisteriales, sin embargo tuvo la costumbre de trasmitir mensajes radiales, en uno de estos manifestó en referencia a la Cuadragésimo anno, retomando una propiedad para todos, reclamo la atención sobre: “el afianzamiento de la indestructible exigencia de que los bienes de la tierra creados por Dios para todos los hombres, lleguen equitativamente a todos, según los principio de la justicia y de la caridad" (Mensaje radial 1º de junio de 1941 nº 12). En el discurso a la Federación Internacional de Productores Agrícolas, enfatizo el valor y sentido de la propiedad de los bienes y el servicio de la tierra a la persona, pervertido por la creciente industrialización, en ese sentido su voz profética no fue escuchada, por el contrario se acallo en la práctica perversa de someter lo rural a lo urbano:

"Sin salir del espíritu de la doctrina social de la Iglesia, se puede denunciar un error esencial del desarrollo económico desde la aparición del industrialismo moderno: el sector agrícola se ha transformado anormalmente en un simple anexo del sector industrial, y sobre todo del mercado, o sea, del sector comercial… Cierto número de economías nacionales no ha llegado a desenvolver armoniosamente las posibilidades de producción que la naturaleza les ha brindado" (10 de Junio de 1953).

En una alocución en Roma ante la FAO, Pío XII denunció: "mientras los precios de los productos manufacturados continúan subiendo, los de los productos agrícolas disminuyen

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progresivamente desde 1952… Por lo tanto, el poder adquisitivo del campesino se reduce poco a poco, su situación se hace más precaria y, consecuencia desgraciada, el despoblamiento del campo se acentúa" (10 de Noviembre de 1957). Dirigiéndose a sus paisanos campesinos valoro la dignidad del trabajo campesino y denuncio las practicas lo que posteriormente se denomino el capitalismo agrario:

Sean adaptables, cuidadosos y activos cultivadores de la tierra natal, que deben usar, pero que no deben explotar jamás... Muéstrense hombres abiertos al progreso... No hay prejuicio más erróneo que la creencia de que el campesino no necesita una cultura seria y proporcionada para realizar durante todo el año el trabajo infinitamente diverso de cada estación... A pesar de todas las dificultades, el trabajo del campo representa todavía el orden natural querido por Dios, es decir, que el hombre debe dominar a las cosas materiales con su trabajo y no ser dominado por ellas.

Sucede hoy con demasiada frecuencia que no son las necesidades humanas las que según su importancia natural y objetiva regulan la vida económica y el empleo del capital, sino que, por el contrario, son el capital y el interés de su ganancia los que determinan qué necesidad y en más medida han de ser satisfechos. Y así ocurre que no es el trabajo humano destinado al bien común el que atrae hacia sí el capital y le pone a su servicio, sino que, por el contrario, es el capital quien mueve de acá para allá al hombre y a su trabajo como a una pelota...

Esa es, pues, la causa profunda del moderno choque entre la ciudad y el campo... Y este choque resulta tanto mayor cuanto más el capital... se introduce en el mundo mismo de los campesinos o bien le envuelve en los mismos rasgos. El hace relucir el oro y la vida de placer ante los ojos admirados del campesino para animarle a abandonar la tierra y a malgastar en la ciudad, que las más las veces le reserva solamente desilusiones, los ahorros trabajosamente acumulados y no raramente también la salud, las fuerzas, la alegría, el honor y el alma misma. Entonces el capital se apresura a tomar posesión de aquella tierra abandonada; pero no para hacerla objeto de su amor, sino de fría explotación.

La tierra, generoso motor de la ciudad lo mismo que del campo, ya no produce más que en favor de la especulación, y mientras el pueblo sufre el hambre y el campesino, cargándose de deudas, va caminando lentamente hacia la ruina, se agota la economía del país, comprando caros los aprovisionamientos, que tienen que venir del extranjero". (15 de noviembre de 1946).

2. 2. 3. 4. Juan XXIII: Un Papa campesino En su encíclica Mater et magistral, consagra un extenso contenido al mundo rural, luego de detallarlo como grupo socialmente excluido, demanda mayores estudios para comprender su diversidad y complejidad, enfatiza como los anteriores Pontífices, el valor y la dignidad del trabajo campesino:

Es necesario investigar, primeramente, los procedimientos más apropiados para reducir las enormes diferencias que en materia de productividad se registran entre el sector agrícola y los sectores de la industria y de los servicios; hay que buscar,

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en segundo término, los medios más adecuados para que el nivel de vida de la población agrícola se distancie lo menos posible del nivel de vida de los ciudadanos que obtienen sus ingresos trabajando en los otros sectores aludidos; hay que realizar, por último, los esfuerzos indispensables para que los campesinos no padezcan un complejo de inferioridad frente a los demás grupos sociales, antes, por el contrario, vivan persuadidos de que también dentro del ambiente rural pueden no solamente consolidar y perfeccionar su propia personalidad mediante el trabajo del campo, sino además mirar tranquilamente su porvenir(Mater et magistra nº 125).

Reclama de los gobiernos la puesta en marcha de una política económica agraria acorde con el perfil de los campesinos:

"Para conseguir un desarrollo proporcionado entre los distintos sectores de la economía es también absolutamente imprescindible una cuidadosa política económica en materia agrícola por parte de las autoridades públicas, política económica que ha de atender a los siguientes capítulos: imposición fiscal, crédito, seguros sociales, precios, promoción de industrias complementarias y, por último, el perfeccionamiento de la estructura de la empresa agrícola" (Mater et magistra nº 131).

Demanda de los campesinos un viraje hacia ser los propios actores y dueños calificados de sus destinos, les reclama un mayor protagonismo, expresando: "Estamos persuadidos de que los autores principales del desarrollo económico, de la elevación cultural y del progreso social del campo deben ser los mismos interesados, es decir, los propios campesinos. Estos deben poseer una conciencia clara y profunda de la nobleza de su profesión. Trabajan, en efecto, en el templo majestuoso de la Creación..." Mater et magistra (nº 144). Los invita a reconocer los valores de su trabajo y la relación de este con el Creador: "En el trabajo del campo encuentra el hombre todo cuanto contribuye al perfeccionamiento decoroso de su propia dignidad. Por eso, el campesino debe concebir su trabajo como un mandato de Dios y una misión grandiosa..." (Mater et magistra nº 149). Sobre la organización campesina:

"Hay que advertir también que en el sector agrícola, como en los demás sectores de la producción, es conveniente que los campesinos se organicen, sobre todo si se trata de empresas agrícolas de carácter familiar. Los cultivadores del campo deben sentirse solidarios los unos de los otros y colaborar todos a una en la creación de empresas cooperativas y asociaciones profesionales, de todo punto necesarias, porque facilitan al campesino las ventajas de los progresos científicos y técnicos y contribuyen de modo definitivo a la defensa de los precios de los productos del campo" (Mater et magistra nº 146).

2. 2. 3. 5. Concilio Vaticano II El Concilio Vaticano II, fue una significativa oportunidad para la comprensión del mundo rural y campesino en perspectiva de la vida económico-social, y la relación con el

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desarrollo económico, el cual debe partir según el Concilio desde su servicio al ser humano para la construcción de su propia dignidad y la superación de las enormes desigualdades económico-sociales. El desarrollo económico y los bienes de la tierra están destinados a todos los hombres, por eso los Estados y propietarios deben considerar el sentido y valor del latifundio, para que el acceso a la propiedad y dominio de los bienes sean de uso general y no supeditado al poder y servicio al capital. Por lo tanto el Concilio hace un llamado radical a todos los cristianos para que al tomar parte activa en el movimiento de la vida económico-social, al mismo tiempo luchen por la justicia y caridad, para así contribuir al bienestar de la humanidad y a la paz del mundo, apropiando el espíritu de las bienaventuranzas, y particularmente con el espíritu de la pobreza, en estrecha relación con Cristo y la búsqueda del Reino de Dios con un amor más fuerte y más puro para ayudar a todos sus hermanos para que el desarrollo humano y los bienes de la Tierra, se reapartan con justicia bajo la inspiración de la caridad. 2. 2. 3. 5. 1. Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual. (Gaudium et spes) Los gozos y esperanzas de los hombres y mujeres campesinos son recogidos en diferentes matices sobre la realidad del campesinado. Sobre la participación de los campesinos en la vida económica: "Los trabajadores y los campesinos no sólo quieren ganarse lo necesario para la vida, sino que quieren también desarrollar por medio del trabajo sus dotes personales y participar activamente en la ordenación de la vida económica, social, política y cultural..." (Gaudium et spes nº 9). Dialogo con lo técnico y apropiación de nuevos desarrollos:

"Hay que ayudar a los campesinos para que aumenten su capacidad productiva y comercial, introduzcan los necesarios cambios e innovaciones, consigan una justa ganancia y no queden reducidos, como sucede con frecuencia, a la situación de ciudadanos de inferior categoría. Los propios campesinos, especialmente los jóvenes, aplíquense con afán a perfeccionar su técnica profesional, sin la que no puede darse el desarrollo de la agricultura" (Gaudium et spes nº 66).

Función y sentido social de la propiedad: "A la autoridad pública toca impedir que se abuse de la propiedad privada en contra del bien común. La misma propiedad privada tiene, por su misma naturaleza, una índole social cuyo fundamento reside en el destino común de los bienes" (Gaudium et spes nº 71). La problemática de la tenencia de la tierra, (el problema del latifundio):

"En muchas regiones económicamente menos desarrolladas existen posesiones rurales extensas y aun extensísimas mediocremente cultivadas o reservadas sin cultivo para especular con ellas, mientras que la mayor parte de la población carece de tierras o posee sólo parcelas irrisorias y el desarrollo de la producción agrícola presenta caracteres de urgencia. No raras veces los braceros o los

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arrendatarios de alguna parte de esas posesiones reciben un salario o beneficio indigno del hombre, carecen de alojamiento decente y son explotados por los intermediarios. Viven en la más total inseguridad y en la situación de inferioridad personal, que apenas tienen ocasión de actuar libre y responsablemente, de promover su nivel de vida y de participar en la vida social y política" (Gaudium et spes nº 71).

El latifundio y su incapacidad productiva:

"Son, pues, necesarias las reformas que tengan por fin, según los casos, el aumento de las remuneraciones, la mejora de las condiciones laborales, el aumento de la seguridad en el empleo, el estímulo para la iniciativa en el trabajo; más todavía, el reparto de las propiedades insuficientemente cultivadas en favor de quienes sean capaces de hacerlas valer. En este caso deben asegurárseles los elementos y servicios indispensables que ofrece una justa ordenación de tipo cooperativo..." (Gaudium et spes nº 71).

Sobre la Reforma Agraria:

"Son varios los países que podrían mejorar mucho sus condiciones de vida si pasaran, dotados de la conveniente enseñanza, de métodos agrícolas arcaicos al empleo de las nuevas técnicas, aplicándolas con la debida prudencia a sus condiciones particulares, a una vez que se haya establecido un mejor orden social y se haya distribuido más equitativamente la propiedad de las tierras" (Gaudium et spes nº 87).

2. 2. 3. 6. Pablo VI Pablo VI, después del Concilio, manifestó sobre la reforma agraria: "la reforma agraria está destinada a desempeñar un papel de capital importancia para la eliminación del hambre y de la pobreza rural en el mundo"87 . Sobre la producción de alimentos y la labor del campesino: "No se resolverá la crisis mundial de alimentos sin la participación de los campesinos, y ésta no podrá ser plena y fructuosa si no se revisa radicalmente la subestimación de la importancia de la agricultura en el mundo contemporáneo" 88. En Populorum Progressio, se refirió a los campesinos de manera privilegiada afirmando, sobre el avance de los campesinos quienes apropian la "conciencia de su miseria, no merecida" Su carta es una voz de protesta universal: "Los pueblos hambrientos interpelan hoy a los pueblos opulentos..." (Populorum Progressio nº 9). En su visita al campo San José Mosquera, Cundinamarca, con motivo del XXXVIII Congreso Eucarístico celebrado en Bogotá y para la inauguración de los trasmisores de Radio Sutatenza se dirigió a los campesinos, reconociendo que: "han tomado conciencia de

87

Alocución a los participantes en la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria. 27 de Junio de 1966. 88

Alocución a los participantes en la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la alimentación. 9 de Noviembre

de 1974.

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sus necesidades y de sus sufrimientos y, como otros tantos en el mundo, no pueden tolerar que estas condiciones perduren siempre sin poner solícito remedio", pero al mismo tiempo con gran ternura y distinción y en nombre de toda la Iglesia, manifiesta:

"Ustedes son Cristo para mí... Son un signo, una imagen, un misterio de la presencia de Cristo...; son un sacramento, es decir, una imagen sagrada del Señor en el mundo, un reflejo que representa y no esconde su rostro humano y divino. Queremos descubrir a Cristo como revivido y padeciendo en ustedes... Hemos venido... para honrar al Señor en la persona de ustedes, para inclinarnos por tanto ante ella y para decirles que aquel amor, exigido por tres veces por Cristo resucitado a Pedro..., lo rendimos a él en ustedes, en ustedes mismos. Les amamos como Pastor. Es decir, compartiendo su pobreza, con la responsabilidad de ser su guía y de buscar el bien y le salvación de ustedes. Les amamos con un afecto de predilección y conmigo, recuérdenlo bien, y ténganlo siempre presente, les ama la Iglesia Católica. Seguiremos defendiendo su dignidad humana y cristiana. La existencia de ustedes tiene un valor de primera importancia. Su persona es sagrada. La pertenencia de ustedes a la familia humana debe ser reconocida, sin discriminaciones, en un plano de hermandad"89

Se despidió de los campesinos invitándolos a procurar el mayo amor por su trabajo campesino y por el sentido de la tierra en su vivencia de cristianos, estimulándolos a construir organizaciones de campesinos, les dijo: "Procuren estar unidos y organizados bajo el signo cristiano, y capacítense para modernizar los métodos de su trabajo rural, amen sus campos y estimen la función humana, económica y civil de trabajadores de la tierra que ejercitan ustedes"90. 2. 2. 3. 7. Juan Pablo II

"Buscad a Dios en vuestro trabajo, en las circunstancias de la vida diaria... Buscad a Dios en el trabajo bien hecho,

para poder ofrecerle algo que sea digno de Él...". Juan Pablo II, a los campesinos

El pontificado de Juan Pablo II fue intensamente prolífico en la producción magisterial abordado diferentes temas, pero sin lugar a dudas el tema social y dentro de este el tema de las relaciones del hombre ocupo un lugar privilegiado, el campesino y su relación con la tierra destaco en el discurso social de Juan Pablo II, insistió con mucha fuerza en el desarrollo del tema de la tierra como un don de Dios. Para Juan Pablo II la tierra tiene una doble perspectiva, escenario del encuentro del hombre y mujer campesinos con el Dios creador y espacio para la praxis del cuidado y la ética, el

89

Alocución a los campesinos colombianos. Campo San José. Mosquera, Cundinamarca. 23 de Agosto de 1968. 90

op. cit.

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campesino puede privilegiar en su vida cotidiana las relaciones de producción para el sustento, pero fundamentalmente es el mas experimentado en el cuidado de la tierra misma, al referirse a este último hablo con mucha propiedad de la “cuestión ecológica”, colocando u caracterizando toda la problemática ambiental en lugar privilegiado en la actividad pastoral y en la praxis de los creyentes. 2. 2. 3. 7. 1. Reforma agraria Juan Pablo II, exhortando a los Estados para propiciar una verdadera reforma agraria:

"en el estado actual de las cosas, dentro de cada país tiene que preverse una reforma agraria que implique una reorganización de la propiedad de la tierra y la asignación del suelo productivo a los campesinos, de forma estable y con disfrute directo..." En suma, hay que "devolver a la agricultura el puesto que le corresponde en el ámbito del desarrollo interno e internacional, modificando la tendencia que, en el proceso de industrialización, ha llevado, incluso recientemente, a privilegiar los sectores secundario y terciario"91.

En un encuentro con campesinos en Oaxaca, México, toco el tema de la responsabilidad de la Iglesia en la defensa de la propiedad de la tierra, expreso:

"La Iglesia defiende, sí, el legítimo derecho a la propiedad privada, pero enseña con no menos claridad que sobre toda propiedad privada grava siempre una hipoteca social, para que los bienes sirvan a la destinación general que Dios les ha dado. Y si el bien común lo exige, no hay que dudar ante la misma expropiación, hecha en la debida forma" (1979).

En El Salvador, en 1979 demandó: "el acceso de los bienes de la tierra para todos". Igualmente en Guatemala: "Recordemos que se puede hacer morir al hermano poco a poco, día a día, cuando se le priva del acceso a los bienes que Dios ha creado para beneficio de todos, no sólo para provecho de unos pocos". La insistencia sobre el derecho a la propiedad de la tierra y la necesidad de una reforma agraria se hizo oír también en nuestro país en Julio de 1986, el Papa expreso con referencia a los campesinos: "Por su dignidad como personas y por la labor que desarrollan, ellos merecen que sus legítimos derechos sean tutelados, y que sean garantizadas las formas legales de acceso a la propiedad de la tierra, revisando aquellas situaciones objetivamente injustas a las que a veces muchos de ellos son sometidos". En Chile ante comunidades indígenas y campesinas denuncio la problemática de la tenencia de la tierra, pero animo a dichas comunidades a su propia organización, expreso:

“No se me ocultan los problemas relacionados con la tenencia de la tierra, la seguridad social, el derecho de asociación, la capacitación agrícola, la

91

Discurso a los participantes de la Conferencia Mundial para la Reforma Agraria. Julio de 1979.

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participación de los hombres del campo en los diversos aspectos de la vida nacional, la formación integral de sus hijos, la educación, la salud, la vivienda y tantas otras cuestiones que preocupan”92

El Papa insistió con vehemencia en el carácter social de la propiedad de la tierra en la encíclica Centesimus Annus, escribió: “Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno. He aquí, pues, la raíz primera del destino universal de los bienes de la tierra” (Centesimus Annus nº 31). Al mismo tiempo que cuestiona la legitimidad de la tierra cuando su carácter social esta diluido: “resulta ilegítima cuando no es valorada o sirve para impedir el trabajo de los demás” (Centesimus Annus nº 43). En el Brasil, dirigiéndose a los campesinos insiste sobre la misión del estado en regular la propiedad de la tierra y la necesidad y urgencia de una reforma agraria, recordó:

Los bienes de este mundo fueron creados por Dios para provecho de todos. La propiedad privada, importante y necesaria, incluso la de la tierra, debe estar al servicio de esa finalidad original, y de ningún modo impedirla… Es misión del Estado asegurar un sistema justo de distribución de las tierras, y a la vez garantizar el derecho de todos a que se reconozca tanto su capacidad como el rendimiento de su propio trabajo93.

Y en Cuiabá:

“El emigrante sueña con una parcela de tierra donde establecerse, ya sea en el campo, ya en la ciudad. Pero es muy difícil que la encuentre. O porque el emigrante no posee condiciones técnicas o financieras para comenzar una nueva vida; o porque los grandes latifundios, a veces improductivos, no le permiten tener acceso a la tierra para trabajarla. Así, el emigrante entra en un círculo vicioso de difícil solución”94.

Durante el pontificado de Juan Pablo II, el Pontificio Consejo de Justicia y Paz, el 23 de noviembre de 1997, promulga el documento: “Para una mejor distribución de la tierra. El reto de la reforma agraria” 95, dicho documento presenta de forma sintética en tres ejes principales la necesidad de una reforma agraria integral que favorezca a los campesinos y que aquilate la paz y la justicia en cuanto a la distribución de la tierra en relación con el bien común, estos son:

� Una descripción del proceso de concentración de la propiedad de las tierras donde no está distribuida de forma equitativa;

92

Discurso a los campesinos e indígenas mapuches en Temuco, Chile. Abril de 1987 93

Discurso en el encuentro con campesinos en Sao Luís, Brasil. Octubre de 1991. 94

Discurso a comunidades rurales en Cuiba, Brasil. Octubre de 1991. 95

PONTIFICIO CONSEJO DE JUSTICIA Y PAZ, “Para una mejor distribución de la tierra. El reto de la reforma agraria”. 23

de noviembre de 1997.

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� Los principios que deben inspirar las soluciones de este grave problema, según el mensaje bíblico y eclesial;

� La solicitación de una reforma agraria eficaz como condición indispensable para

llegar a un futuro de mayor justicia. 2. 2. 3. 7. 2. Relaciones campesino-tierra La dignidad del campesino ocupó en el pensamiento y obra de Juan Pablo II un lugar privilegiado, defendió pertinazmente el respeto de dicha dignidad por parte de los Estados y las comunidades, en Oaxaca dijó a los campesinos e indígenas:

“El mundo deprimido del campo, el trabajador que con su sudor riega también su desconsuelo, no puede esperar más que se reconozca plena y eficazmente su dignidad, no inferior a la de cualquier otro sector social". "El mundo agrícola tiene gran importancia y una gran dignidad: él es el que ofrece a la sociedad los productos necesarios para su nutrición. Es una tarea que merece el aprecio y estima agradecida de todos, lo cual es un reconocimiento a la dignidad de quien de ello se ocupa”96.

En el mismo discurso Juan Pablo II, expresó una enérgica defensa de los derechos de los campesinos, centrada en las relaciones del campesino y la tierra:

“Derecho a que se le respete, a que no se le prive -con maniobras que a veces equivalen a verdaderos despojos- de lo poco que tiene; a que no se le impida su aspiración a ser parte en su propia elevación. Tiene derecho a que se le quiten las barreras de explotación, hechas frecuentemente de egoísmos intolerables y contra los que se estrellan sus mejores esfuerzos de promoción. Tiene derecho a la ayuda eficaz -que no es limosna ni migajas de injusticia- para que tenga acceso al desarrollo que su dignidad de hombre y de hijo de Dios merece”97.

En la encíclica Laborem Exercens, el Papa reclama también sobre los derechos de los campesinos y exhorta a la dignificación del trabajo rural, demanda cambios radicales y urgentes:

“Todo cuanto se ha dicho precedentemente sobre la dignidad del trabajo...tiene aplicación directa en el problema del trabajo agrícola y en la situación del hombre que cultiva la tierra en el duro trabajo de los campos...El mundo agrícola, que ofrece a la sociedad los bienes necesarios para su sustento diario, reviste una importancia fundamental... Es necesario proclamar y promover la dignidad del trabajo, de todo trabajo, y, en particular, del trabajo agrícola, en el cual el hombre, de manera tan elocuente "somete" la tierra recibida en don por parte de Dios y afirma su "dominio" en el mundo visible" (Laborem Exercens nº 21)

En Panamá, el Papa defendió intensamente la dignidad y derechos de los hombres del campo:

96

Discurso a los campesinos e indígenas en Oaxaca, México. 1979 97

Discurso a los campesinos e indígenas en Oaxaca, México. 1979

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"No vengo con las soluciones técnicas o materiales, que no están en manos de la Iglesia. Traigo la cercanía, la simpatía, la voz de esta Iglesia que es solidaria con la justa y noble causa de su dignidad humana y de hijos de Dios... Sé que la población campesina ha sido abandonada en un innoble nivel de vida y no rara vez tratada y explotada duramente. Sé que son ustedes conscientes de la inferioridad de sus condiciones sociales y que están impacientes por alcanzar una distribución más justa de los bienes y un mejor reconocimiento de la importancia que merecen y del puesto que les corresponde en una nueva sociedad más participativa"98.

En nuestro país dirigiéndose a los campesinos: "Sean ustedes, queridos campesinos, por su fe en Dios y por su honradez, por su trabajo y apoyados en adecuadas formas de asociación para defender sus derechos, los artífices incansables de un desarrollo integral, que tenga el sello de su propia humanidad y su concepción cristiana de la vida"99. En Chile el Papa insiste sobre el valor y sentido de la dignidad del campesino y su relación con la Creación: "Queridos campesinos, el trabajo de ustedes posee una especial nobleza, porque constituye un servicio básico, imprescindible para toda la comunidad, y porque, a través de él, realizan ustedes su vocación humana como colaboradores de Dios, en su contacto con la naturaleza"100. Citado por Caravias, “En el Paraguay, el Papa al reunirse en Villarrica con los trabajadores del campo 78, el 17 de mayo de 1988, además de nombrar sus problemas y la necesidad de organización, les insistió en la dignidad de su trabajo como lugar privilegiado de encuentro con Dios, dando con ello un aporte valioso a lo que hoy llamamos la "espiritualidad de la tierra":

"El trabajo en los campos y el contacto con la naturaleza crean unas condiciones favorables para que el hombre pueda acercarse mejor a su Creador... El hombre, creado a imagen de Dios, participa en la obra del Creador mediante su trabajo... Y esta verdad... se aplica de una manera especial en los trabajos del campo". "¡Cómo no recordar aquí tantas expresiones salidas de los labios de Cristo! ¡La frecuencia con que compara el Reino de los cielos a fenómenos hechos o labores que podemos contemplar casi a diario en la naturaleza! “¡El conocimiento de las faenas agrícolas que revelan sus ejemplos!..."”101.

2. 2. 3. 7. 3. Tierra don de Dios Citado por Caravias, L. J.: “En el maravilloso discurso pronunciado en Recife el 7 de Julio de 1980, dijo, entre otras cosas:

98

Discurso en Encuentro con los campesinos. Panamá. Marzo de 1983. 99

Encuentro con el mundo del trabajo. Parque el Tunal. Bogotá. 3 de Julio de 1986. 100

Saludo del Papa Juan Pablo II a los campesinos en la Explanada del Santuario de Maipú. abril de 1987. 101

CARAVIAS J. L. y BARROS M. Teología de la tierra. Paulinas. Madrid. 1988.

68

"Una reflexión seria y serena sobre el hombre y la convivencia humana en la sociedad, iluminada y robustecida por la Palabra de Dios, y por la enseñanza de la Iglesia desde sus orígenes, nos dice que la tierra es un don de Dios, don que El hizo a todos los seres humanos, hombres y mujeres, a quienes El quiere reunidos en una sola familia y relacionados unos con otros en espíritu fraterno. No es lícito, por tanto, porque no es conforme con el designio de Dios, usar este don de modo tal que sus beneficios favorezcan sólo a unos pocos, dejando a los otros, inmensa mayoría, excluidos. Más grave es aún el desequilibrio y más insultante la injusticia que trae consigo, cuando esa inmensa mayoría se ve condenada por eso mismo a una situación de escasez, de pobreza y de marginación...

La tierra es del hombre porque al hombre Dios se la confió y, con su trabajo, el hombre la domina. No es admisible, por tanto, que en el desarrollo general de una sociedad, queden excluidos del verdadero progreso digno del hombre precisamente los hombres y las mujeres que viven en zona rural, los que están dispuestos a hacer productiva la tierra gracias al trabajo de sus manos, y que tienen necesidad de la tierra para alimentar a la familia"”. "El trabajo es factor de producción, fuente de bienes económicos, medio de ganar la vida, etc. Pero debe ser concebido y vivido también como deber, como amor, como fuente de honor y como oración. Esto vale para todos los trabajadores, naturalmente, pero de modo especial para ustedes, trabajadores de la tierra. Ustedes están llamados a prestar un servicio a los hombres-hermanos, en contacto con la naturaleza, colaborando directamente con Dios, Creador y Padre, para que éste nuestro planeta -la tierra- sea cada vez más conforme a sus designios, el ambiente deseado para todas las formas de vida: la vida de las plantas, la vida de los animales, y, sobre todo, la vida de los hombres”102.

2. 2. 3. 7. 4. Cuestión ecológica Juan Pablo II, expreso de forma prolífica sobre la “cuestión ecológica” y su relación con el mundo rural en el Mensaje de la Jornada mundial de la Paz del año 1990: “Paz con Dios creador, Paz con la Creación”103, abordó le relación del cuidado de Creación con el trabajo de la tierra, este mensaje tiene una particular fuerza y en él Juan Pablo II presenta los fundamentos bíblicos de las relaciones del hombre con el mundo creado; denuncia el carácter moral de los impactos medioambientales; la búsqueda de soluciones donde exhorta a gobiernos y científicos a poner la ciencia y la tecnología al servicio de los más pobres; la necesidad de una globalización de la solidaridad no solo con los pueblos más pobres de la tierra, sino con toda la Creación, y finalmente anima a la búsqueda de soluciones comunes presentando la cuestión ecológica, como una responsabilidad de todos, concluye invitando a todos los creyentes a enfatizar su responsabilidad con la Creación y reflexionara sobre el la práctica del consumo desbordado, invita a no perder de vista los impactos que este consumo ejerce sobre la obra de Dios. En el mensaje de Cuaresma de 1992: “Llamados a compartir la mesa de la Creación”, inicia expresando: “la Creación es para todos”, pues Dios “invita a todos sin excepción… a la mesa de la Creación”. Por eso se queja de que “la tierra con todos sus bienes… en 102

op. cit. 103

Juan Pablo II. Mensaje de la Jornada mundial de la Paz del año 1990: “Paz con Dios creador, Paz con la Creación”.

69

muchos aspectos está todavía, por desgracia, en manos de unas minorías… Resulta doloroso constatar cuántos millones quedan excluidos de la mesa de la Creación”. Al referirse América Latina dice:

“Cinco siglos de presencia del Evangelio en aquel continente no han logrado aún una equitativa distribución de los bienes de la tierra; y ello es particularmente doloroso… La situación de estos hermanos nuestros clama la justicia del Señor. Por consiguiente, se ha de promover una generosa y audaz reforma de las estructuras económicas y de las políticas agrarias, que aseguren el bienestar y las condiciones necesarias para un legítimo ejercicio de los derechos humanos de los grupos indígenas y de las grandes masas de campesinos que con tanta frecuencia se han visto injustamente tratados… Debemos esforzarnos con todo empeño y sin dilaciones para que ocupen el puesto que les corresponde en la mesa común de la Creación” 104.

El Magisterio de Juan Pablo II sobre el cuidado de Creación es abundante y presenta las líneas fundamentales de acción para el cuidado de la tierra, propuesto desde tres ejes fundamentales: el agotamiento del recurso agua, los químicos utilizados en la agricultura y el futuro de la alimentación. Por considerar este un tema de la Doctrina Social de la Iglesia, pero muy poco conocido se suministran las citas de los documentos donde Juan Pablo II aborda el tema del cuidado de la Creación, en la nota del pie de pagina, se presentan los documentos más importantes y los números de la citas, se puede afirmar que por la riqueza de su contenido y por su orientación pastoral, son textos de lectura obligada para quien tenga la responsabilidad de la Pastoral de la tierra105. 2. 2. 3. 8. Benedicto XVI La producción magisterial de Benedicto XVI, en el tema medioambiental ha sido también prolífica, sin embargo se quiere destacar acá solo un documento donde con vehemencia presenta su preocupación por la tierra y particularmente por la reforma agraria. Aunque son muchos los momentos y escenarios donde el papa suele referirse a la inequidad e injusticia y el impacto sobre la dignidad de la persona humana, el campesino, causada por la ausencia de la reforma agraria.

104

Mensaje de Cuaresma de 1992. “Llamados a compartir la mesa de la Creación” 105

Redemptor hominis. Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II. 4 de marzo de 1979 Nos. 8, 15, 16. Sollicitudo rei socialis.

Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II .30 de Diciembre de 1987. Nos. 26, 29, 30, 34, 48. Dominum et vivificantem. Carta

encíclica del Papa Juan Pablo II. 18 de Mayo de 1986. No. 50. Laborem exercens Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II. 14

de septiembre de 1981. No. 4, 25. Amici dilecti. Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II. 31 de Marzo de 1985. No. 14.

Centesimus annus. Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II. 30 de Diciembre de 1987. No. 37, 38, 40, 52. Evangelium vitae.

Carta Encíclica del Papa Juan Pablo II. 25 de Marzo de 1995. No. 27, 42. Fides et ratio. Carta Encíclica del Papa Juan Pablo

II. 14 de Septiembre de 1998. No 98, 104. Vita consecrata. Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Juan Pablo II. 25

de Marzo de 1995. No. 25. Ecclesia en america. Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Juan Pablo II. 22 de Enero

de 1999. No. 20, 25. Ecclessia in asia. Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Juan Pablo II. 6 de Noviembre de

1999. No. 41. Ecclessia in oceanía. Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Juan Pablo II. 22 de Noviembre de 2001.

No. 31. Tertio millennio adveniente. Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II. 10 de Noviembre de 1994. No. 13, 46.

Incarnationis mysterium. Bula de inducción del Jubileo del año 2000. 29 de Noviembre de 1998. No. 12. Novo millennio

ineunte. Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II. 6 de Enero, de 2001. No. 51.

70

En la encíclica Caritas in Veritate, el papa presenta una síntesis, bastante ajustada a la realidad de muchos países del mundo, invitando en primer lugar a valorar el impacto del hambre con palabras muy fuertes, pero muy evangélicas: “…el hambre causa todavía muchas víctimas entre tantos Lázaros a los que no se les consiente sentarse a la mesa del rico epulón”, de otro lado reclama por la injusticia de la producción de alimentos y el impacto de la no producción local, al promover la importación de alimentos, por lo mismo aboga por cimentar las bases de la seguridad y soberanía alimentaria, exhorta a los países ricos para que velen por la sostenibilidad alimentaria de los países pobres, pide la eliminación de las causas estructurales del hambre, el papa presenta una síntesis donde relaciona hambre, seguridad y soberanía alimentaria, producción de alimentos, infraestructura rural, con el hombre campesino y el entorno medioambiental y concluyendo con un marcado énfasis sobre la necesidad de una reforma agraria: “Al mismo tiempo, no se debería descuidar la cuestión de una reforma agraria ecuánime en los países en desarrollo.”, acentuando que esto será posible si se reconocen derechos como el de la alimentación y el agua para todos los seres humanos, pero primeramente para el campesino, quien es el responsable de cuidarlos106. Por otro lado, Benedicto XVI, en el mensaje de la XLIII Jornada Mundial de la Paz, del 1 de enero de 2010, hace una relectura del Mensaje de la Jornada mundial de la Paz del año 1990: “Paz con Dios creador, Paz con la Creación”, de Juan Pablo II, y apropia concepto de desarrollo humano integral en relación con los deberes del ser humano con el entorno natural, considera como un don de Dios para todos, del cual se deriva una responsabilidad común con toda la humanidad, especialmente a los pobres y a las generaciones futuras. Por otro lado invita a contemplar y actuar en la Creación, como un don de Dios a la humanidad, reconociendo el amor del Creador, ese amor que “mueve el sol y las demás estrellas” Benedicto XVI, subraya que la valoración de la crisis ecológica se encuentra íntimamente ligada y vinculada estrechamente al concepto mismo de desarrollo y a la visión del hombre y su relación con sus semejantes y la Creación. Por lo mismo se hace necesario revisar y replantear el futuro, valorando el modelo de desarrollo, el sentido de la economía y su finalidad, para corregir los impactos sobre el estado de salud ecológica del planeta. Invita de manera especial a asumir un modo de vivir, propio de la sobriedad y la solidaridad, adoptando nuevas reglas y formas de solidaridad y compromiso. Insiste en el cambio de modelo económico ante los signos y manifestaciones de la crisis, no se puede ser indiferente ante fenómenos como el cambio climático, la desertificación, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de sucesos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales. Pero, no se detiene en los impactos medioambientales, sino que recuerda a los llamados “prófugos ambientales”, aquellos obligados a dejar su entorno natural y con frecuencia sus bienes y obligados al mal del desplazamiento forzado. Todos impactos juntos debidos a los conflictos generados por el acceso a los recursos naturales, dichas cuestiones tienen una marcada repercusión en el ejercicio de los derechos humanos, principalmente, el derecho a la vida, a la alimentación, a la salud y al desarrollo.107

106

BENEDICTO XVI. Carta Encíclica Caritas in Veritate. Libreria Editrice Vaticana. Ciudad del Vaticano. 2009. 107

BENEDICTO XVI. Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz del año 2010: “Si quieres promover la paz, protege la

Creación”.

71

2. 2. 3. 9. La Iglesia latinoamericana Las Conferencias Episcopales Latinoamericanas han expresada su preocupación por el mundo rural, de esta preocupación surgen en el mundo campesino y de las étnias afro e indígenas, en las comunidades de base, los que se tornan en los escenarios rurales, donde surge algunos elementos propios del carácter campesino, entre otros la lectura campesina de la Biblia y de organización comunitaria. Especialmente el aporte de las conferencias Episcopales, especialmente Medellín (1968) y Puebla (1979). El campesinado latinoamericano, es iluminado por el trabajo de teólogos, pastores y religiosos para asumir a partir de la relectura de los respectivos documentos un mayor protagonismo e impulso de la vida eclesial campesina, un ejemplo de la vitalidad asumida desde estas conferencias es la Pastoral de la tierra, de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), del episcopado del Brasil, la cual tomó como preocupación central de su quehacer la lucha por la tierra, facilitando e impulsando la creación y el accionar del Movimiento de los Sin tierra (MST). Otros países donde los rasgos de la Pastoral de la tierra han sido significativos a partir del impulso de Medellín y Puebla fueron: Ecuador y Paraguay. Medellín, agosto de 1968, se considera impulsa el escenario pastoral del mundo rural y la pastoral con campesinos, los Obispos comprenden la tierra desde la siguiente manera:"para uso de todos los hombres y de todos los pueblos"108. Privilegiando la acción pastoral como una "tarea eminentemente cristiana" del episcopado latinoamericano invita a los campesinos a: "alentar y favorecer todos los esfuerzos del pueblo por crear y desarrollar su propias organizaciones de base, por la reivindicación y consolidación de sus derechos y por la búsqueda de una verdadera justicia"109. Reclamando para los campesinos la construcción de: "la organización de los campesinos en estructuras intermedias eficaces"110. "Por ello la organización sindical campesina y obrera, a la que los trabajadores tienen derecho, deberá adquirir suficiente fuerza y presencia en la estructura intermedia profesional. Sus asociaciones tendrán una fuerza solidaria y responsable, para ejercer el derecho de representación y participación en los niveles de la producción y de la comercialización nacional, continental e internacional"111. Refiriéndose a la promoción humana tanto de campesinos, como de indígenas, enlaza la promoción con la necesidad de la reforma agraria y expresan: "la promoción no será viable si no se lleva a cabo una auténtica y urgente reforma de las estructuras y de la política agraria… Este cambio estructural y su política correspondiente no se limita a una simple distribución de las tierras. Es indispensable hacer una adjudicación de las mismas bajo determinadas condiciones que legitimen su ocupación y aseguren su rendimiento, tanto en beneficio de las familias campesinas, cuanto de la economía del país"112. 108

Medellín. 1.3 109

Medellín. Paz nº 20 y 27. 110

Medellín. Justicia, nº 14 111

Medellín. Justicia, nº 12 112

Medellín. 1.14.

72

Igualmente en Puebla, México, en la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano, celebrada en enero del 1979 se celebró en Puebla, los Obispos asumen la “opción preferencial por los pobres” y denuncian los rostros sufrientes de Cristo en América, rostros que interpelan y cuestionan, el Episcopado afirmo: "rostros de campesinos, que como grupo social viven relegados en casi todo nuestro continente, a veces, privados de tierra, en situación de dependencia interna y externa, sometidos a sistemas de comercialización que los explotan" 113. A partir de Medellín, Puebla y Santo Domingo son muchos los documentos pastorales elaborados por los Episcopados de los países y Diócesis Latinoamericanas que definen los lineamientos y opciones pastorales para las comunidades rurales, muchos de ellos abordan problemas específicos y sus énfasis varían de acuerdo a los contextos, pero se destacan algunos por las problemáticas enfocadas, especialmente los de las Conferencias Episcopales de Brasil, Bolivia, Ecuador y Paraguay, en donde se exhorta a los Estados para la puesta en practica de políticas de reforma agraria, otras conferencias han privilegiado como tema de sus documentos y como opción pastoral favorecer las organizaciones populares donde no existan; respaldar y acompañar a las organizaciones campesinas y solidarizarse con sus justos reclamos por la tierra. En la V Conferencia Episcopal Latinoamericana reunida en Aparecida, Brasil en mayo de 2007 los Obispos hacen un llamado especial para el cuidado del “oikos”, la casa común, hacen un llamado a redescubrir las relaciones del ser humano con la Creación, y a propicia un respeto acentuado por la Creación como obra de Dios, donde Él ha grabado un orden para ser respetado, dicen los Obispos:

Con los pueblos originarios de América, alabamos al Señor que creó el universo como espacio para la vida y la convivencia de todos sus hijos e hijas y nos los dejó como signo de su bondad y de su belleza. También la Creación es caridad, manifestación del amor providente de Dios; nos ha sido entregada para que la cuidemos y la transformemos en fuente de vida digna para todos. Aunque hoy se ha generalizado una mayor valoración de la naturaleza, percibimos claramente de cuantas maneras el hombre amenaza y aun destruye su ‘hábitat’. “La hermana nuestra madre tierra”114 es nuestra casa común y el lugar de la alianza de Dios con los seres humanos y con toda la Creación. Desatender las mutuas relaciones y el equilibrio que Dios mismo estableció entre las realidades creadas, es una ofensa al Creador, un atentado contra la biodiversidad y, en definitiva, contra la vida. El discípulo y misionero, a quien Dios le encargó la Creación, debe contemplarla, cuidarla y utilizarla, respetando siempre el orden que le dio el Creador”115.

Igualmente los Obispos asumen la praxis del cuidado de la Creación, pero abierto a la trascendencia, apropian la Creación como espacio pastoral y de establecimiento de relaciones con el otro, y con el absolutamente Otro, porque toda la Creación en Él se debe recapitular, para que en estas relaciones prime la justicia y se enfoquen a un desarrollo integral; los Obispos lo expresan así:

113

Puebla. nº 35. 114

Francisco de Asís. Cántico de las Criaturas 9. 115

DA nº 125.

73

“La mejor forma de respetar la naturaleza es promover una ecología humana abierta a la trascendencia que respetando la persona y la familia, los ambientes y las ciudades, sigue la indicación paulina de recapitular todas las cosas en Cristo y de alabar con Él al Padre (cf. 1 Cor 3, 21-23). El Señor ha entregado el mundo para todos, para los de las generaciones presentes y futuras. El destino universal de los bienes exige la solidaridad con la generación presente y las futuras. Ya que los recursos son cada vez más limitados, su uso debe estar regulado según un principio de justicia distributiva respetando el desarrollo sostenible”116.

Invitan los Obispos a dar gracias por el don de la Creación, como reflejo de la sabiduría y belleza del Logos creador y vivir en comunión con Él, prolongando esta comunión entre las personas y con toda la Creación, y con una figura muy campesina invitan a experimentar esa comunión:

“El Dios de la vida encomendó al ser humano su obra creadora para que “la cultivara y la guardara” (Gn 2, 15). Jesús conocía bien la preocupación del Padre por las criaturas que él alimenta (cf. Lc 12, 24) y embellece (cf. Lc 12, 27). Y mientras andaba por los caminos de su tierra no sólo se detenía a contemplar la hermosura de la naturaleza, sino que invitaba a sus discípulos a reconocer el mensaje escondido en las cosas (cf. Lc 12, 24-27; Jn 4, 35). Las criaturas del Padre le dan gloria “con su sola existencia”, y por eso el ser humano debe hacer uso de ellas con cuidado y delicadeza”117.

Seguidamente denuncian como los poderes políticos, tecnológicos y económicos destruyen la Creación y hacen un llamado para que la dimensión de la vida en los recursos naturales sea respetada:

“Esta herencia muchas veces se manifiesta frágil e indefensa ante los poderes económicos y tecnológicos. Por eso, como profetas de vida, queremos insistir que en las intervenciones humanas en los recursos naturales no predominen los intereses de grupos económicos que arrasan irracionalmente las fuentes de vida, en perjuicio de naciones enteras y de la misma humanidad”118.

En el nº. 473 denuncian la explotación irracional de las riquezas naturales y responsabilizan de la destrucción de los recursos al actual modelo económico: “que privilegia el desmedido afán por la riqueza, por encima de la vida de las personas y los pueblos y del respeto racional de la naturaleza”. Y previenen sobre el carácter moral de es destrucción de los recursos naturales y los impactos sobre campesinos e indígenas: “La devastación de nuestros bosques y de la biodiversidad mediante una actitud depredatoria y egoísta, involucra la responsabilidad moral de quienes la promueven, porque pone en peligro la vida de millones de personas y en especial el hábitat de los campesinos e indígenas,

116

DA. nº 126. 117

DA. nº 470. 118

DA. nº 471.

74

quienes son expulsados hacia las tierras de ladera y a las grandes ciudades para vivir hacinados en las cinturones de miserias”119. Y finalmente en el nº. 474 dan unos lineamientos pastorales, que ganan su sentido y lógica interna en la praxis de una Pastoral de la Tierra, dicen los Obispos: “Ante esta situación ofrecemos algunas propuestas y orientaciones:

� Evangelizar a nuestros pueblos para descubrir el don de la Creación, sabiéndola contemplar y cuidar como casa de todos los seres vivos y matriz de la vida del planeta, a fin de ejercitar responsablemente el señorío humano sobre la tierra y los recursos para que pueda rendir todos sus frutos en su destinación universal, educando para un estilo de vida de sobriedad y austeridad solidarias.

� Profundizar la presencia pastoral en las poblaciones más frágiles y amenazadas

por el desarrollo depredatorio y apoyarlas en sus esfuerzos para lograr una equitativa distribución de la tierra, del agua y de los espacios urbanos.

� Buscar un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una

ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se fundamenta en el evangelio de la justicia, la solidaridad y el destino universal de los bienes, y que supere la lógica utilitarista e individualista, que no somete a criterios éticos los poderes económicos y tecnológicos. Por tanto, alentar a nuestros campesinos a que se organicen de tal manera que puedan lograr su justo reclamo.

� Empeñar nuestros esfuerzos en la promulgación de políticas públicas y

participaciones ciudadanas que garanticen la protección, conservación y restauración de la naturaleza.

� Determinar medidas de monitoreo y control social sobre la aplicación en los países

de los estándares ambientales internacionales”120. Algunos teólogos han demandado la necesidad urgente de modificación del modelo de explotación de la tierra en sus países, pero con mayor acierto Boff, L. reclama por la tierra particularmente por su forma de explotación y expoliación de sus riquezas121, denunciando ante todo la falta de solidaridad con los pobres y apropiando el carácter de religación con la tierra como elemento fundamental para comprender las causas de la profunda crisis medioambiental, afirmando que la raíz ultima se encuentra en la ruptura de la religación universal122, generada por el modelo económico y sentido utilitarista y extractivista con se

119

DA. nº 473. 120

DA. nº 474. 121

“La tierra también clama. La lógica que explota a las clases y somete a los pueblos a los intereses de unos pocos países ricos y poderosos es la misma que depreda la tierra y expolia sus riquezas, sin solidaridad para con el resto de la humanidad y las generaciones futuras”. En: BOFF, L. Ecología: Grito de la tierra, grito de los pobres. Trotta. Madrid.

1996. 122

“La ruptura permanente de la religación básica que el ser humano ha introducido, alimentado y perpetuado respecto del conjunto del universo y de su Creador. … Instaura el antropocentrismo. Sitúa todo en función de sí: la naturaleza, los seres vivos, las plantas, los animales y hasta los demás seres humanos. Se apropia de ellos, los somete a su interés.

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explota la tierra, olvidando la relación cósmica entre la tierra, sus hábitats y los seres vivientes con su Creador, y la Encarnación de su Hijo, propiciando una cultura de muerte, en su ecosistema y entorno próximo. 2. 3. A MANERA DE SINTESIS, TEOLOGIA DE LA TIERRA La sempiterna discusión de lo que fue primero, la “Pastoral de la tierra” o la “Teología de la tierra”, cuestión que no se agota en sí misma, pero, que seguirá latente en la medida que otros asuman el carácter problemático de la tierra y de la Tierra como un paradigma teológico, sin embargo pareciera que fue primero la "pastoral de la tierra" fraguada al calor de las luchas campesinas, indígenas y afro, los cuales constituyen el creciente enjambre de los empobrecidos de la tierra para garantizar el acceso a un escenario de identidad particular, como se enuncio en el primer capitulo el carácter identitario de la tierra –territorio–, así como hábitat de vida y de trabajo en un contexto de conflictividad creciente, de la lucha por la tierra. Pero con el avance de la problemática medioambiental, la crisis ecológica, y los consecuentes huellas, como la contaminación y uso intensivo de suelos y aguas, el deterioro de la producción agrícola, las practicas de uso y abuso de la tierra, así como la creciente concentración de la tierra, han empeorado la cuestión de la tierra; la Pastoral de la tierra, ha contribuido ha caracterizar el problema de la tierra, favoreciendo con el análisis de la realidad a develar la mayor y mas impactante consecuencia del modelo económico aplicado al campo, la pobreza rural constituye la principal secuela de dicho modelo, así, se devela desde la praxis pastoral la mala repartición de la tierra, la cual es confirmación su alta concentración y de los impactos ecológicos generados por la misma practica, la cual genera dichos impactos en tres categorías, pero una misma matriz, la desigual repartición de la tierra:

� Una pobreza campesina generalizada � Un desplazamiento masivo � Un daño irreparable a los ecosistemas

Teniendo como punto de partida las anteriores categorías provenientes de la dinámica de la apropiación de la tierra, la teología y particularmente la ecoteología deben asumir para su quehacer y reflexión, el que "la tierra" ha de ser eje de consideración tanto socioeconómico, como ético-teológico, si lo que se quiere construir es un país en paz y caracterizado por la justicia social y el bienestar de todos, la pastoral de la tierra, tiene su correlato en una teología de la tierra, que reconoce el valor y sentido de la Creación, para servir al pueblo de Dios y su Iglesia vinculado de modo particular a la tierra, el cual reconozca la lucha de los pobres por la tierra, pero también el encuentro y experiencia de un Dios caminante, compañero y aliado de los pobres y marginados de esta tierra.

Rompe la fraternidad y sorocidad naturales con ellos, ya que todos vivimos del mismo humus cósmico… …donde se configura la actitud antiecológica”. En: BOFF, L. Ecología: Grito de la tierra, grito de los pobres. Trotta. Madrid. 1996.

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“… la teología de la tierra es fruto del trabajo pastoral, principalmente en zonas rurales de grandes conflictos de donde han surgido interrogantes que exigen una respuesta de fe y, por tanto, un acompañamiento teológico... La fe de la gente del campo, unida a sus luchas, exige una acción pastoral profundamente comprometida, una reflexión teológica más profunda y una mística de acción siempre en defensa de los pobres de la tierra. Descubrir, analizar y profundizar cómo se relaciona la fe con la vida y las luchas de la gente del campo; mostrar cuáles son los desafíos e interpelaciones que le presenta a la pastoral y a la misión de la iglesia de Jesucristo y, a su vez, qué influencia o contribución puede tener la fe cristiana en el contexto de la lucha por la tierra. La teología de la tierra pretende dar respuesta a la pregunta: ¿cómo puede la fe de la Iglesia, pueblo de Dios, en el seno de la realidad agraria, ser libertadora y transformadora, al mismo tiempo en que estamos conscientes de que vivimos en una situación de injusticia y opresión institucionalizada?”123

En dicha perspectiva aparece una doble tarea para la teología de la tierra: descubrir la lógica de Dios en la realidad y la problemática de la tierra –territorio–, y comprender que el actuar de Dios, también se enuncia en la realidad agraria en la relación persona-tierra, es decir en el escenario entendiendo la tierra como un don de Dios, pero al mismo tiempo como un espacio o contexto social, económico, ético, antropológico, político, cultural, ecológico y religioso, es decir el espacio donde acontece la vida y se multiplica. La comprensión del escenario pastoral con todas sus dimensiones, redirecciona el quehacer, la teología de la tierra, descubriendo también una nueva visión de la tierra –territorio–, donde la justicia, entendida por un lado como justicia social, es decir, como una justicia que valora y propicia el destino común de los bienes de la Creación, una tierra compartida y en función de todos, y por otro lado comprendida como justicia ambiental, es decir que no se puede explotar la Creación, colocando en peligro el ambiente como “casa”, por una sobreexplotación de la tierra –territorio–, que entiende el ambiente como “recurso” y se le explota hasta su agotamiento, favorecido por el modelo económico que privilegia la ganadería y agricultura extensivas (latifundio), las cuales generan un proceso de degradación por agotamiento, contaminación y saturación estableciendo una diabólica sinergia destructiva que acaba generando efectos como el cambio climático de consecuencias fatales para la vida sobre la tierra. La tenencia de la tierra destruye el imaginario tierra –territorio–, deteriora las condiciones de vida del hombre y la mujer campesina y contribuye a acentuar la crisis ecológica, destruyendo al mismo tiempo su relación del hombre con el mundo, el cual es elemento integrante de la identidad humana, que surge de la profunda relación de la unión del hombre con Dios.

123

FERRO MEDINA, ALFREDO, "Primeiro Encontro Latino Americano de Teología da Terra", em Primeiro Encontro

Latino-Americano de Teologia da Terra 1991, 11 -24. 1991.

77

Juan Pablo II, entendió muy temprano la cuestión ecológica, invitando a lo que denomino “El llamado a la conversión ecológica”, en enero del 2001, escribió:

“… si miramos las regiones de nuestro planeta vemos inmediatamente que la humanidad no ha cumplido con las expectativas de Dios. Los seres humanos, especialmente en nuestros tiempos, han despojado sin piedad los bosques, han contaminado las aguas, han malogrado el habitad de la tierra, han desequilibrado las esferas hidrogeológicas y de la atmosfera. Además han convertido en desiertos a lugares de una vegetación exuberante. Han desarrollado una industrialización sin límites y así humillan el jardín del universo para usar una imagen de Dante Alighieri (Paraíso, XXII, 151)” 124.

El compromiso naciente para la pastoral de la tierra es entonces alentar y patrocinar la conversión ecológica, promoviendo la religación con la tierra –territorio–, y sensibilizando en la humanidad frente a la dimensión catastrófica a la que se encamina. La dimensión de la relación personal con Dios, con el otro y con la naturaleza, para construir una civilización de amor, solo será posible en la medida de asumir la praxis de cuidado de la Creación. El cuidado de la Creación recaba en la necesidad de un profundo examen del antropocentrismo presente en el modelo vigente por tanto la valoración de lo humano y particularmente de una relectura de la antropología teológica, en clave de la ecología humana, la cual conlleve a propiciar el ejercicio de los llamados “derechos de la tercera generación”, como una critica al individualismo y marcado egoísmo prevalente en dicho modelo económico, para reconstruir la obstinación por la competencia, por una ética del cuidado, centrada en la ecología y la esperanza cristiana. La responsabilidad cristiana, no abstrae la esperanza como una fuga mundi, por el contrario se concretiza en valorar el desafío histórico presente, asumido desde la perspectiva del compromiso personal con Cristo, entendido en la escucha del grito de los pobres y el gemido de Creación, los cuales se constituyen en elementos vitales de la esperanza cristiana, el primero supone una profunda valoración y examen del sufrimiento de los pobres por los impactos medioambientales, el pathos (πάθος) de la crisis ecológica y el segundo, supone la praxis de un estilo de vida simple, austero, sencillo, en profunda relación con la tierra –territorio–, al estilo de Jesús de Nazareth. El reconocimiento de dicho modelo en la praxis de Jesús, conlleva a reconocer al cristianismo, en una visión ecológica, donde el hombre ya no es el centro de la religión, y lo es la Madre Tierra125. La idea de la tierra como madre, es común en la tradición judeo-cristiana. Existe una profunda comunión entre tierra e imaginarios, entre tierra y humanidad, recuperar para los cristianos la conciencia sentirse parte de la tierra –territorio–, como un ejercicio de comunión plena.. La novedad radical, de Jesús de Nazareth es que su presencia y su palabra siguen resonando y actuando en medio de la comunidad cristiana, y sus relaciones con la Tierra y la tierra, estableciendo una conexión entre la fe en el Creador y la nueva experiencia de Jesús, su 124

JUAN PABLO II, L´Observatore Romano, 24 de enero 2001. 125

Documento de Aparecida. Nº 125

78

praxis acumula todo el sentido de “vivir bien”, como modelo de desarrollo integral, campesino, ecológico y ético.

79

Creo Señor firmemente que de tu pródiga mente

todo este mundo nació Que de tu mano de artista

de pintor primitivista la belleza floreció.

Las estrellas y la luna las casitas las lagunas

los barquitos navegando sobre el río rumbo al mar

/los inmensos los cafetales

los blancos algodonales y los bosques mutilados

por el hacha criminal/

Extracto: CREDO CAMPESINO Carlos Mejía Godoy

80

3. ELEMENTOS PARA UNA PASTORAL DE LA TIERRA EN CLAV E DE TEOLOGÍA DE LA ACCIÓN 126

“Mi sentimiento del mundo me dice que hoy la teología en cuanto teología tiene que proclamar a gritos:

tenemos que conservar la naturaleza y entrar en armonía con el universo,

porque son el gran libro que Dios nos ha entregado. Ahí se encuentra lo que Dios nos quiere decir.

Porque dejamos de leer este libro, nos dio otro, las Escrituras, cristianas y de otros pueblos, para que reaprendiésemos a leer el libro de la naturaleza.

Hoy está siendo devastada. Y con ella destruimos nuestro acceso a la revelación de Dios.

Tenemos pues que hablar de la naturaleza y del mundo a la luz de Dios y de la razón. Sin la naturaleza y el mundo preservados,

los libros sagrados perderían su significado que es reenseñarnos a leer la naturaleza y el mundo.

El discurso teológico tiene, pues, su lugar junto con los demás discursos”127. Leonardo Boff

La comprensión de los elementos para una pastoral de la tierra en clave de teología de la acción, también denominada teología de la praxis, o teología de la acción humana, parten

126

Subrayados en el presente capitulo, son del autor. 127

BOFF, L. Teólogo: un ser casi imposible. La columna de Leonardo Boff. En:

http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=424 [Consultada: 26 de Febrero de 2011]

OBJETIVO ESPECÍFICO 3 Explorar desde la reflexión de la teología de la acción en clave campesina, nuevas representaciones del actuar pastoral, que propicien una efectiva pastoral de la tierra.

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del propio estatuto epistemológico, en cuanto da razón de si misma, en su quehacer y en cuanto disciplina o saber; así, Peresson, M. establece que una teología de la praxis es aquella que encierra dos categorías del saber teológico, por un lado se explicita por su rigurosidad, coherencia, sistematicidad y por otro lado, se valida su capacidad de entrar en dialogo con otros saberes, es decir es interdisciplinaria, es competente para desarrollar una “reflexión en torno a los problemas de la sociedad en su conjunto y del ser humano en cuanto tal, solo que la teología contribuye a la comprensión y solución de los problemas del ser humano desde la óptica de la Revelación y la fe” 128. En este sentido se desarrolló la mediación social analítica y un juicio a partir de la mediación hermenéutica del Texto Santo, el magisterio, en particular la doctrina social de la Iglesia, para propiciar la construcción de los elementos fundamentales para una pastoral de la tierra en clave de teología de la acción. Pero antes es necesario otear esos anclajes, sobre los que se construirá una teología de la acción pertinente para una pastoral de la tierra, verdaderamente dinámica y empoderadora del campesino creyente despojado de su tierra. Desde la mediación social analítica se devela la victimización de los pobres rurales, con el despojo patrimonial de sus tierras y el desplazamiento forzado, a partir de la misma victimización de millones de campesinos, aparece la necesidad de una praxis liberadora, en oposición a la practica criminal del despojo y el desplazamiento, el juicio a través de la luz de la fe, denota una tensión entre opresión-liberación, en la que se revela en concreto el lugar teológico, el loci theologici, el cual es el mundo de la pobreza rural y el impacto en la multiplicación de la misma por la contrarreforma agraria, desde donde se puede comprender de manera específica la realidad objetiva, en perspectiva humana y la realidad subjetiva desde la experiencia de la fe, para valorar y para comprender mas específicamente el sentido de la fuentes de la Revelación. La pertinencia teológica de una “pastoral de la tierra” surge del reconocimiento de las tradiciones y de las relaciones e imaginarios del sujeto campesino con el entorno creado y particularmente en su comprensión de la Madre Tierra y de la Encarnación en una doble cosmovisión indígena por ancestros y campesina por los alcances en practicas y devociones de la primera evangelización, las cuales descubren la presencia de Dios en relación con sus imaginarios culturales. Los saberes y tradiciones ancestrales permean elementos vitales de su relación con la tierra –territorio–, leídos en clave de su experiencia de fe y su praxis religiosa. El quehacer teológico de America Latina descubre la necesidad de sistematizar una teología de la tierra y su aplicabilidad desde el universo simbólico en la búsqueda de hombres y mujeres campesinos por la tierra, que descubren la relación vital con la tierra, que permiten que se unan su fe y su espiritualidad en la lucha por la tierra. “Dios se manifiesta en la tierra. Por eso la tierra es fuente de gran esperanza para... tiempos mejores, una tierra nueva, grande y espaciosa, en la que reine la justicia; una tierra que alcance para todos, en la que todos de veras se sienten hermanos” 129

128

PERESSON, T. M L. Apuntes para la discusión sobre la teología de la praxis. Notas del seminario: seminario teología de

la acción humana. Facultad de teología. PUJ. 2009 129

CARAVIAS J. L. y BARROS M. Teología de la tierra. Paulinas. Madrid. 1988.

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La articulación entre la lectura de la realidad socia-analítica y de la mediación hermenéutica, deben conducir a la reflexión teológica, para la construcción de mecanismos pastorales, que contribuyan a la superación de la marginación de los pobres campesinos en clave liberadora, tal como lo expresa Gutiérrez, G130. El quehacer teológico, por un lado se sustenta de la praxis pastoral y por otro lado alimenta la acción eclesial, de la Iglesia. Dicha praxis traduce entonces, en acciones concretas lo que se ha comprendido, desde el análisis de la realidad y la contextualización a la luz de la fe. La promesa de la tierra, tanto en términos bíblicos, como teológicos, representa para los campesinos una profecía para los despojados de la tierra y para quienes hoy demandan de acompañamiento en el retorno a la tierra prometida, estas circunstancias concretas reclaman la presencia pastoral para reivindicar el derecho a la tierra y particularmente en la defensa de la tierra, con sus imaginarios y lógica interna, así el campesino se debe entender no slo por la tierra, sino por lo que constituye su entorno, su modus vivendi, el hombre y la mujer campesinos presentan rasgos propios de su cotidianidad en ese entorno sagrado de la tierra, de su modo de ser y estar en el mundo rural, la cultura campesina se especifica por sinnúmero de prácticas, hábitos y costumbres, entendidos como característicos de su específico estilo de vida. Estos imaginarios propios a su entorno, usualmente son minimizados por la gente de la ciudad. Algunas características propias son: Cultivo de la tierra, como forma de sobrevivencia, pero con un carácter vital, relacionado con la vida misma. Cultura de la tierra, o trabajo de la tierra, espacio para el trabajo personal y en comunidad las llamadas peonadas, la organización de parcelas, la conservación de semillas, los tiempos de siembra y de cosecha, etc. Comidas propias o autóctonas, las cuales varían con la región y se asocian al piso térmico o producción agrícola preponderante, incluyen también las bebidas propias, Convivencia con animales, se acompañan siempre y conviven en el espacio vital. Cultivos propios los cuales varían de una región a otra, entre los principales maíz, plátano, fríjol, arroz, yuca, ñame, frutas, verduras y hortalizas. Pero además algunos tienen hábitos propios, fumar en pipa o cachimba, en zonas altas y comunidades indígenas es frecuente el uso de la coca para mascar o mambear. Tienen también su propia música, su propio vestido131, en suma, diversidad y diferencia, ausencia de comprensión por modos y formas no compatibles con la forma de ser de la urbe, en últimas conflictividad que nace en las entrañas del modo de ser campesinos. Desde la inescrutable conflictividad de la tierra, germina una teología campesina, la teología de la tierra, una teología, que tiene su raíz en la teología bíblica de la tierra, apela a los mitos como cargadores de nuevas cosechas de esperanza y nuevos frutos de utopía. Descubre las experticias propias de la vida campesina y las acciones de los habitantes naturales del mundo rural, los animales, para descubrir en el osar o el escarbar en la Biblia, valora la rutina del trabajo de la tierra. Parte de descubrir los estilos de vida del hombre y la mujer campesinos, su organización, economía, los valores; así, como los impactos del modelo económico neoliberal que empobrece a los campesinos, apropiándose de la tierra y el fruto del trabajo; descubre también la forma como sus valores son cambiados hacia

130

“la teología es una reflexión crítica en y sobre la praxis histórica en confrontación con la Palabra del Señor vivida y aceptada en la fe" y como “reflexión en y sobre la fe como praxis liberadora”. En: GUTIÉRREZ, G. Teología de la

liberación. Sígueme. Salamanca. 1998. 131

EQUIPO DE INVESTIGACIÓN EN ECOTEOLOGIA. PUJ. Manual de Pastoral Rural y de la Tierra. SNPS. Bogotá. 2008.

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(valores) utilitarios, (modelos) competitivos, los cuales destruyen la solidaridad campesina por un lado, y un valor muy importante propio del campesino que tiene en sus propias practicas y costumbres una valoración encumbrada del cuidado de la Creación, conocen la ética del cuidado, pero con el paso del tiempo este subyacente, como imaginario propio se ha ido destruyendo, pero también arruinan la fe y la relación vital con el Dios de la vida, reduciendo de esta manera su subyacente trascendente, su imaginario de los campesinos. Por tanto con el horizonte desde la teología de la acción es construir mecanismos reivindicadores y generadores de sentido para la praxis en el medio campesino. El acompañamiento pastoral de los campesinos pobres, busca descubrir caminos orientados a superar la opresión en que viven los hombres y mujeres campesinos, y a articular procesos con otras instancias, movimientos y organizaciones de base. La acción política de una pastoral con esta opción, valoriza la unión y organización e impulsa el quehacer pastoral, dichas acciones van encaminadas a luchar por una verdadera reforma agraria y por una sociedad justa y fraterna a partir de la tierra, donde mujeres y hombres campesinos sean los protagonistas. La lucha por la tierra no es un fin en si mismo, ni tampoco el único; existe una tarea mayor en articular a los campesinos, con los diversos sectores populares y de construir dimensiones universales de solidaridad y justicia al estilo de Jesús. 3. 1. DE LA TEOLOGIA DE LA TIERRA A LA PASTORAL DE TIERRA Teología de la Tierra tiene su base y su inicio en la vida de los campesinos, confrontada en la praxis concreta de Jesús de Nazareth, y específicamente en el lugar concreto donde Dios se revela, en el entorno campesino. Una mirada breve a la Palabra, denota la familiaridad de Jesús con el entorno campesino y cimienta la importancia de la misma en su proyección de los pobres campesinos. Israel era una sociedad fundamentalmente campesina. En su discurso programático, el Sermón del monte tiene esa singular y significativa alusión a la tierra, y descubre la conexión con el imaginario tierra –territorio–, es decir con los pobres del Antiguo Testamento (Mt 5, 4). Jesús apropia ese imaginario, lo reúne en los pobres rurales, el cual subyace en los “anawim”, símbolo de los marginados, y oprimidos campesinos. La consecuencia más importante del discurso de las Bienaventuranzas es que la liberación del pobre rural tiene su anclaje principal con la posesión fraterna de la tierra, esta es la manifestación concreta de la compasión en el medio campesino, en defensa de las víctimas y propiciando no solo la promoción de la vida de los seres humanos, sino el cuidado de la Creación entera. Así el Dios revelado en Jesucristo tiene una entrañable cercanía con los pobres rurales y la confesión de fe, demanda que al aceptar a es Dios revelado en Jesús aceptemos también por la misma confesión, la conducta de aquel hombre que vivió y murió amando y sirviendo a los demás. Para alcanzar ese objetivo primordial, la posesión fraterna de la tierra en Colombia, como consecuencia del desarrollo de una teología de la tierra se debe fortalecer la praxis y acción de la Pastoral de la Tierra. Esa teología de la tierra se debe afincar, mejor cimentar, en tres paradigmas fundamentales: 1.- la esperanza de los crucificados; 2.- el Reino de Dios que llega a los humillados e injuriados y 3.- la búsqueda del hombre nuevo.

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3. 1. 1. La esperanza de los crucificados La esperanza de los crucificados de la tierra, subyace en Resurrección en una perspectiva antropológica, es la esperanza que se torna en vida, es decir, que supera la muerte, en medio de una inmensidad de injusticias, donde son crucificados millones y millones de personas diariamente, por parte de poderes históricos. La esperanza se refleja, pues, en la Resurrección de Jesús para quienes han sido crucificados victimas del modelo económico y el modo de producción capitalista, o sea, la lógica de la reproducción ampliada del capital y sus impactos inmediatos132. Sobrino, J. intuye la esperanza de la victimas en clave de que esa esperanza es la apropiada por los empobrecidos en lo cotidiano de sus vidas: “La esperanza que hay que rehacer hoy no es una esperanza cualquiera, sino la esperanza en el poder de Dios contra la injusticia que produce victimas” 133. Afirmando al mismo tiempo la experiencia pascual, escandalosa para algunos, revitaliza la esperanza de quienes han sido puestos en la condición de victimas, precisamente es por la Resurrección se salda la perversidad de la injusticia contra el más débil, la victima y su victimario, es por la Resurrección que resurge la esperanza y el anhelo de libertad de aquellos que han sido convertidos en victimas. Esta esperanza de los pobres, descubre y valora al mismo tiempo, la opción por los pobres de la Iglesia latinoamericana, esta opción explicita la relación generada entre los crucificados y la Iglesia y se fundamenta en la praxis histórica del mismo Jesús. Es por la Resurrección de Jesús, que las victimas aciertan a comprender la esperanza en su propia resurrección y surge una estrecha relación entre resurrección y crucifixión, que es en analogía similar e idéntica a la relación existente entre pobres y Reino de Dios. 3. 1. 2. El Reino de Dios que llega a los humillados e injuriados En concordancia con lo anterior, la justicia de Dios se hace realidad con la promesa del Reino de Dios, prometido por Jesús que llega a quienes han sido vulnerados en sus derechos básicos y han tenido que experimentar al carácter de victimas, entendida como la acción dañina de otro sobre la propia humanidad, que en clave del anuncio de Jesús, es con los se comparte el comer y el beber como anticipo del Reino de Dios. Estos son los que participan del banquete de los justos, por eso Jesús los acoge no solo para celebrar con ellos, sino para apropiar la humillación, la injuria e injusticia con ellos cometidas. Moltmannn, J., proporciona una magnifica visión del Reino que llega a las victimas que han padecido la injusticia: “Aceptar a los despreciados es la curación social que Jesús trae a los “pecadores y publicanos”. Así llega el “Reino de Dios” al mundo de los humillados e injuriados y rompe las cadenas espirituales del desprecio por si mismo”… “Aquel de nosotros que reconoce el Reino en el mensaje de Jesús, lo redescubre en la comunidad con los pobres,… Para Dios, estos últimos son los primeros, estos débiles los más fuertes. Es

132

SOBRINO, J. La fe en Jesucristo Ensayo desde las victimas. Trotta. Madrid 1999. 133

op. cit.

85

bueno saber en quien puede uno apoyarse”134. Allí donde los pobres, descubren su dignidad, los enfermos, son sanados, las victimas son reparadas, allí es donde acontece el Reino de Dios. La irrupción del Reino de Dios se hace presente en la cotidianidad, Jesús uso las figuras campesinas y rurales para iluminar a que se consideraba parecido el Reino de Dios, las parábolas revelan la cercanía y conocimiento de Jesús con el mundo campesino y sus angustias y esperanzas. Así, las parábolas recurren al mundo simbólico, pero se expresan con realidades del mundo campesino, como la siembre y la tierra, el trigo y la cizaña, la semilla, la mostaza y la levadura, la oveja y la moneda perdida, los jornaleros, los labradores, los dos hijos, etc. Personajes y hechos del mundo agrario, lo que indica un conocimiento de ese escenario propio de la tierra, pero Jesús también conoce las angustias de los campesinos, particularmente en la lucha por la tierra, el hambre de los asalariados campesinos, el hambre, la enfermedad, Jesús conoce muy bien la realidad campesina de Galilea. Esta intima relación entre tierra y Reino de Dios, es desarrollada magníficamente por Pagola, J. A.: “En estas aldeas de Galilea está el pueblo mas pobre y desheredado, despojado de su derecho a disfrutar la tierra regalada por Dios; aquí encuentra Jesús como en ninguna otra parte el Israel mas enfermo y maltratado por los poderosos; aquí es donde Israel sufre con más rigor los efectos de la opresión… El Reino de Dios solo pude ser anunciado desde el contacto directo y estrecho con las personas más necesitadas de respiro y liberación… La vida itinerante de Jesús en medio de ellos es símbolo vivo de su libertad y de su fe en el Reino de Dios” 135. 3. 1. 3. La búsqueda del hombre nuevo. Desde la libertad presente en la persona de Jesús y su coherencia con la construcción del Reino de Dios, surge la necesidad por el camino para encontrar el hombre nuevo en una realidad de opresión y victimización de los pobres rurales, Boff, L. propone la búsqueda de un hombre nuevo en clave de erigir un “hombre nuevo” como condición indispensable para asegurar el conquista de la transformación social. Un hombre solidario y creativo, centro y eje de la actividad y dignidad humana en contraposición a la mentalidad capitalista de especulación y espíritu de lucro136. 3. 2. UNA MIRADA SUGERENTE La problemática de la tierra en Colombia es creciente, ya como cuestión de uso y tenencia, ya como la cuestión ecológica, no sólo porque continua siendo un conflicto, sino que el mismo tiende a agudizarse en proporción a las políticas y practicas que obligan tanto a tenencia y propiedad de la tierra, así como a la comercialización de sus productos al azar de las fuerzas del mercado y de las practicas neo-liberales, esta realidad histórica que impacta la totalidad de la vida, y el imaginario de la tierra –territorio–, dicha situación amerita desde el quehacer y la praxis apropiar la tierra como eje de reflexión teológica y pastoral, donde el sujeto histórico campesino, indio, afro, adquieran el carácter relevante que han perdido por la consideración utilitarista de la tierra. La Iglesia y la teología deben contribuir

134

MOLTMANNN, J. Cristo para nosotros hoy. Trotta. Madrid 1997. 135

PAGOLA, J. A. Jesús aproximación histórica. PPC. Madrid. 2007. 136

BOFF, L. Jesucristo y la liberación del hombre. Cristiandad. Madrid 1987.

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a limar las asperezas generadas de lo contrastante de la visiones campesinas y las del capitalismo, las cuales son diametralmente opuestas, dos modos antagónicos de ver la tierra, la radicalidad evangélica, la fuerza de la espiritualidad campesina y el carácter pastoral que se le imprima, contribuirán enormemente a la compresión de la Pastoral de la tierra. 3. 2. 1. De la Pastoral Rural a la Pastoral de la Tierra En la última década, la pastoral de algunas Iglesias particulares, caso de las diócesis del pacifico y de algunos sectores progresistas, particularmente entre la vida consagrada y ligados al campo, alcanzó, a través de algunos instrumentos críticos de la realidad y de una práctica transformadora concreta desde tres dimensiones, es decir, acompañamiento a los pobres rurales, reconocimiento de los impactos del desplazamiento masivo y compromiso con el cuidado de la Creación, construcción de procesos y dinamización de acciones de apoyo a la lucha por la tierra y en general una intervención del mundo campesino en consecuencia con las reivindicaciones de los mismos, entendido en su conjunto como una opción concreta por los pobres rurales, la misma contribuyó de manera significativa a que muchos creyentes asumieran también efectivamente una opción por el pueblo campesino. En cuanto la identidad de la mencionada opción, aunque tuvo algunos logros, se diluía en el mismo adjetivo del tipo de pastoral, la discusión se encuentra abierta, pero de pastoral rural, convendría tornar hacia una pastoral de la tierra que incluye mas bien el componente medioambiental e identitario de la relación tierra –territorio–, la que incluiría y comprendería al pueblo campesino como sujeto de su propio proceso y contribuiría a descubrir el lugar y su misión especifica al servicio de la liberación del pueblo. Es muy probable que en el caso de Colombia fuese necesario mas bien hablar de una Teología Agraria y por ende de una Pastoral Agraria, en cuanto a la legitimación de títulos, la restitución de tierras, el retorno de los desplazados y la reparación a las victimas. Con el tiempo se han ido apropiando en el trabajo pastoral las mismas comunidades campesinas la reflexión desde los textos bíblicos y descubriendo en el pueblo de Israel, un pueblo de campesinos con la misma identidad en relación con el imaginario tierra –territorio–, propio también de las comunidades en general de las comunidades campesinas y en particular de las desplazadas y desarraigadas. El biblista campesino Aníbal Cañaveral, expresa como viven hoy los campesinos la experiencia de releer su vida en torno a la Palabra: “La fuente principal de nuestra esperanza es la fe, y la referencia de nuestra fe, es la Biblia, en ese ir y volver de la Vida a la Biblia y de la Biblia a la Vida”137. Esa relectura bíblica ha fortalecido y ha animado a las comunidades a continuar en la lucha por una vida digna. Muchas de estas comunidades se han organizado en Comunidades Eclesiales de Base Campesinas y las denominadas Comunidades Campesinas Cristianas de Colombia, cuya estructura posibilita un proceso común donde se medita y celebra la vida a la luz de la Palabra de Dios, son representativas las de las diócesis de Caldas, Ipiales, Málaga-Soatá, San Gil, Santa Fe de Antioquia y las diócesis del Eje Cafetero, aunque mas incipiente. Una pastoral donde aparecen nuevos servicios y ministerios, donde crece la participación de la

137

CAÑAVERAL, A. Taller de Teología. Proyecto Justicia y Vida. En: http://www.geocities.ws/rebilac_coordcont/hc.html

[Consultada: 19 de Mayo de 2010]

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mujer y de los jóvenes, usualmente rechazada en áreas campesinas. Surge un nuevo ambiente donde la fraternidad, la sorocidad y la solidaridad fincada en la praxis histórica de la construcción del Reino de Dios abren caminos y decisiones para acciones más políticas, centradas en el proyecto de Jesús. De acuerdo con la toma de conciencia en el proceso y construcción desde la pastoral de la tierra, surgen nuevos frentes de lucha que a su vez generan nuevos retos y desafíos. Hay una valoración mayor de la lógica, la cultura y la religión popular acompañada de un proceso de formación y educación donde se experimenta un camino nuevo y original: símbolos, cantos, textos, dibujos, dramatizaciones. En las celebraciones, reuniones, fiestas populares, etc., los campesinos expresan su fe y su esperanza en un proceso histórico que avanza para la consecución del "nuevo ciclo y la nueva tierra": el Reino de Dios (Ap.21 y 22). Sin embargo, el encarnar el imaginario tierra –territorio–, en clave de un enfoque progresista de liberación desde la teología de la tierra, tiene adversarios y oposición permanente, y por lo mismo se le valora negativamente, por parte, tanto de sectores eclesiásticos retardatarios, como de algunas capas de la sociedad, representadas de manera particular por grupos poderosos, con intereses claros en la defensa del latifundio y del capital ligado a la tierra138 139.

138

Hacer evocación de las complicidades con los victimarios y con los grupos armados generadores del conflicto rural

colombiano, particularmente de la contrarreforma agraria, trae a la memoria el texto de CALVEZ, J-I. Los silencios de la

doctrina social católica. INDOSOC. México, D. F. 2003. El cual describe las ausencias magisteriales y doctrínales, con

respecto a la explicitación y denuncia de los males causados por ciertos tipos de capitales, en los mercados bursátiles. En

Colombia los obispos colombianos, no han exteriorizado su cercanía con los campesinos pobres y con los despojados de

la tierra, por un lado y tampoco han propiciado el acompañamiento pastoral de los mismos. La estructura pastoral de

Colombia en el área rural no es orgánica y no corresponde con la capacidad humana. Para tener una idea cuantitativa de

una estructura de pastoral de la tierra, la Comisión Pastoral del Brasil, la cual cuenta con cerca de quinientos agentes de

pastoral, entre obispos, presbíteros, religiosos y laicos, pero además apoya la estructura propia del MST. Los obispos

brasileños han sido prolíficos en la producción magisterial y en la proximidad pastoral. 139

PARRA, A. La Iglesia. Colección Apuntes. Facultad de Teología. PUJ. Bogotá 1996. Señala, como en el seno de la

misma Iglesia, se abusa de la función de enseñanza, reprimiendo y ejerciendo el avasallamiento ideológico que no es

otra cosa que una forma de dominación, identificando el saber con el poder, “(el que tiene es el que manda y es el que

sabe), así, impiden: “la instauración de la verdadera congregatio fidelium por la acción del Espíritu en todos y en cada

uno de sus miembros. Y se genera el acaparamiento monopólico en la determinación de lo que en la Iglesia se debe

practicar y creer, enseñar, predicar y exponer”. Parra, A. se vale de la figura de la parábola viviente de los indígenas, que

reclamaron sus por sus tierras, en la visita del Papa Juan Pablo II a Popayán el 4 de Julio de 1986, para insistir en la

dimensión de los silencios eclesiásticos: “"Tatawala Sena Tujesaing, Amadísimo Padre" fue el inicio de la lectura del mensaje de los indígenas a Juan Pablo II. La hacía en paéz el indio Guillermo Tenorio y traducía al español el indio Camilo Chocué. Ellos reclamaban en su lengua lo que ya no es suyo: Sus tierras infinitamente diezmadas. Su cultura violentamente atropellada. Su religión escandalosamente exorcizada. Su dignidad irrespetada. Su derecho a sobrevivir en la identidad y la diferencia. De repente, varios clérigos dejaron ver sus rostros descompuestos y enardecidos. Y cuando Camilo traducía "también representantes de Cristo que han estado a nuestro lado son perseguidos y asesinados, como es el caso de asesinato del Padre…", bruscamente el sacerdote Gregorio Caycedo lo interrumpió con un escalofriante ¡Basta ya! y le arrebató el micrófono. Es que los indígenas guambianos y paeces, en un acto de dignidad y de profecía, habían decidido atenerse al texto que ellos mismos habían preparado y no el que el Padre Francisco Salamanca -coordinador de la visita del Papa a Popayán- les había autorizado, previa censura y previo recorte de sustanciales párrafos denunciadores e incómodos.

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3. 2. 1. 1. El cuidado de la Creación Por otro lado surge al mismo tiempo una conciencia creciente, a partir especialmente de la denominada “Lectura Campesina de la Biblia”, una reflexión profunda sobre el compromiso con el cuidado de la Creación, entendida en clave de acción amorosa que todo lo crea y mantiene en la existencia, y que se encuentra en la praxis de Jesús, en su contacto con la vida campesina y las imágenes y figuras de la acontecer de Dios en la naturaleza, vista como la estampa cuidadosa de cómo visten con diversos colores las flores del campo, como reciben la comida las aves del cielo y como el sol sale sobre buenos y malos (Mt 5 y ss). Es todo el cosmos en función de esa mirada particular de Jesús, para recobrar el sentido de la vida y el compromiso campesino. La mirada original de Jesús en la naturaleza, se completa con la reflexión profunda de San Pablo, identificando a Jesús con el Cristo Cósmico, meta y plenitud donde la Creación tiende (Col 1, 17, Ef 1, 10)140. Esa relectura creyente y campesina de la Creación, mediada por una cosmovisión nacida en perspectiva campesina y religiosa valora el diálogo con las culturas campesinas y a su vez respeta las representaciones simbólicas del campo, mitos y leyendas, ha hecho en las comunidades que la experiencia de fe vivida en torno a la celebración de la salvación de la vida y de la tierra, y en contraste con mediaciones impuestas desde fuera, que no permitieron un acertado compromiso con la Creación, una muy significativa construcción de acciones que denotan el cuidado de la misma, para superar las propuestas de una alimentación química y transnacional, la destrucción ecológica de la tierra, y particularmente la diversidad andina, apropiadas en la perspectiva Bíblica del proyecto campesino de Jesús141. 3. 2. 1. 2. Una experiencia: Los Sin Tierra y la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) Para la comprensión de la pastoral de la tierra, vale la pena mencionar la experiencia de la CPT (Comisión Pastoral de la Tierra) en el Brasil, la cual tiene su operatividad como institución autónoma ligada a la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB). Fundada en 1975, no se concibe como un servicio técnico simplemente, ni pretende

"Nosotros nunca estuvimos de acuerdo con que se nos modificara nuestro escrito. En el texto modificado no se decía mayor cosa acerca de la muerte de nuestro Padre Álvaro Ulcué, ni acerca de los problemas indígenas. Era muy doloroso tapar tantas injusticias y era bueno que se dieran cuenta aquí y el extranjero en presencia del Papa", afirmó después Guillermo Tenorio. Las imágenes dieron la vuelta al mundo. La palabra, arrebatada al indígena, le fue concedida de inmediato a un conocido poeta y terrateniente que, en lenguaje florido y de alto vuelo, cantó ante el Papa las glorias de noble estirpe, de letras clásicas y de patriotismo de la inmortal Popayán. ¡Basta ya! Indica el silenciamiento secular; el monólogo clerical; la censura inquisitorial; la incomodidad por la denuncia; el encubrimiento del sistema; la adulación al personaje importante; el arreglo preconvenido de lo que es ortodoxo decir y de aquello de lo que no es decoroso hablar; el quitar la voz a los de nunca para ceder la palabra a los de siempre. Juan Pablo II iniciaría su inmediato discurso diciendo: "¡No sé por qué se ha hecho callar al indígena!"”. Esa parábola

viviente recuerda la aseveración de un jerarca al autor, sobre la imposibilidad de trabajar con los indígenas, en el marco

de un encuentro de Pastoral Rural: “Hay que tener mucho cuidado en el trabajo con esos, son miquitos”. 140

CAÑAVERAL, A. El escarbar campesino en la Biblia. El proyecto campesino de Jesús. Verbo Divino. Quito. 2002. 141

op. cit.

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substituir a los movimientos y organizaciones populares. Su función y objetivo es el de prestar un servicio a los agentes de pastoral y especialmente a los campesinos y a sus organizaciones mediante la asesoría a las luchas del sector agrario. Siendo de carácter pastoral tiene una misión específica, en cuanto facilita un espacio de organización y colabora para que los campesinos y los agentes no campesinos puedan explicitar y celebrar su fe. La labor pastoral de la iglesia y la cercanía con los campesinos es con el Movimiento de los Sin Tierra, (MST), en el Brasil, es reconocida en el tiempo y constituye sin lugar a dudas, por su compromiso conjunto en la lucha por la tierra y por ser registrado como el mayor movimiento de masas en Latinoamérica, caracterizado por su coherencia, por la lucha contra la pobreza campesina, y por la conquista de la tierra, es ejemplo de un quehacer pastoral donde el Reino de Dios se hace vida, en medio de los pobres rurales142. 3. 3. LAS ACCIONES DE LA PASTORAL DE LA TIERRA

La Pastoral de la Tierra es un expresión muy amplia, sin embargo, para el caso de Colombia debería contribuir a fortalecer la relación de la Iglesia con los hombres y mujeres campesinos e impulsar posiciones de consenso a nivel nacional en torno a lo pertinente pastoral, a la incidencia en políticas agrarias, al desarrollo rural y solidario y principalmente al cuidado del entorno campesino, para dignificar los sectores rurales empobrecidos y marginados, construyendo acciones encaminadas a generar conciencia en los diferentes actores que intervienen en la problemática agraria y campesina, para buscar compromisos de solidaridad con los pobres rurales, a defender los derechos de las comunidades, especialmente el derecho a la alimentación del cual se deriva el derecho a la tierra –territorio–, tomando como base los mismos principios éticos de la Iglesia, y su praxis evangélica y social, velando porque el Estado cumpla su función constitucional. 3. 3. 1. ¿Qué Es Pastoral de la Tierra? Según Caravias143, la pastoral de la tierra es una pastoral popular y tiene una metodología de trabajo común a toda pastoral popular. Algunos datos propios de la pastoral de la tierra, basados en Caravias J. L.144:

1. “La Pastoral de la Tierra surgió como forma de compromiso de los cristianos y pastores con los campesinos comprometidos en la lucha por la tierra… Es un servicio en la línea de apoyo y asesoramiento. Por eso un primer criterio metodológico es partir de las necesidades reales vividas y sentidas por los campesinos.

2. Si son los campesinos los que han de dirigir su trabajo, la pastoral de la tierra ha de cuidar de no sacar compañeros de sus bases. Ayuda a que el movimiento campesino forme sus cuadros y, si es preciso, que en la comisión pastoral un campesino sea liberado, pero sin distanciarse de su base.

142

GUEVARA, A. MST, Simiente de la vida y la esperanza. Ocean Sur. Queretaro. 2009. 143

CARAVIAS J. L. y BARROS M. Teología de la tierra. Paulinas. Madrid. 1988. 144

Tomados de: CARAVIAS J. L. y BARROS M. Teología de la tierra. Paulinas. Madrid. 1988.

90

3. El secreto del buen trabajo popular es la correcta vinculación entre acción y reflexión, entre teoría y práctica. Ni el activismo puro y simple forma a nadie, ni da buenos resultados, como tampoco el trabajo basado sólo en cursos y estudios.

4. En varios países, la pastoral de la tierra ha revalorizado los elementos de la cultura de los campesinos, sus cánticos y sus historias, sus ritos y su medicina. No hace esto como táctica de conquista o mera concesión de simpatía. Es el redescubrimiento de la riqueza real de su cultura, sin la cual los campesinos no serán ellos mismos, ni se liberarían.

5. La pastoral popular está rescatando la antigua experiencia de la pastoral de masas. La profundización del trabajo se realiza generalmente en grupos pequeños, pero la animación y la relación con la historia está ligada a la experiencia colectiva de estar entre multitudes.

6. Finalmente, cabe recordar que la pastoral de la tierra es un servicio eclesial, y que los campesinos cristianos tienen derecho a esperar de ella un apoyo a su fe, de forma que el crecimiento de la conciencia política se haga conjuntamente con una maduración de la fe”.

3. 3. 2. Desafíos Una teología y una pastoral de la tierra entendida en su sentido amplio frente a una problemática tan compleja encuentran actualmente diversos desafíos. Algunos considerados fundamentales y de cierta forma una especie de norte para su implementación.

� Conocer, comprender y analizar las expresiones de fe de los sectores campesinos como parte del imaginario tierra –territorio–, tan propio de la historia del pueblo Israel, dinamizando el carácter de la tierra como don de Dios.

� Apropiar como Iglesia institucional la lucha por la Reforma Agraria. � Releer y recuperar la tradición bíblica de la tierra para la teología de hoy. � Reflexionar teológicamente la problemática de destrucción del medio ambiente,

buscando una mayor aproximación entre teología y ecología. � Tener un conocimiento más profundo del sector campesino, sus diversas realidades,

lógicas, intereses y luchas, buscando la integración de las jerarquías eclesiásticas para una mayor toma de conciencia de la realidad agraria y de las luchas por la tierra

� Reflexión sobre la violencia y las autodefensas armadas, hoy Bacrim en las regiones rurales donde los conflictos son más fuertes. Invitando a una seria reflexión por parte de las estructuras de la Iglesia, a que se manifiesten de manera clara y decidida en favor de las comunidades campesinas permanentemente victimizadas. Denunciando injusticias, atropellos y asesinatos cometidos en la lucha por la tierra.

� Definir con mayor claridad el uso de los instrumentos de análisis histórico y socio-analítico específicamente para la realidad agraria que puedan iluminar a su vez una reflexión teológica.

� Continuar la investigación histórica y exegética sobre los asuntos bíblicos que tienen una estrecha relación con la problemática de la tierra.

91

� Posibilidad de vivir una espiritualidad que sea expresión de la práctica socio-política, especialmente para los agentes de pastoral que encuentran mayor dificultad de integrar su fe con la práctica política. Coadyuvando con una creatividad litúrgica y en las celebraciones de fe a partir de la realidad agraria y de las luchas por la tierra.

� Articular en la práctica pastoral más las luchas indígenas y las luchas campesinas en un mismo proyecto de defensa por la vida y por la tierra.

� Buscar alternativas en proyectos agropecuarios, especialmente impulsando el carácter novedoso y respetuoso con la Creación de la Agroecológica y sus prácticas benéficas para hombres y mujeres campesinos.

3. 3. 3. Algunos caminos posibles La pastoral de la tierra, demanda una nueva visión de los retos del planeta y también de los riesgos inherentes a los modelos de producción, en particular la relación tenencia de la tierra modelo de producción vigentes, así como de las prácticas eclesiales que consideran al campesino como objeto y no sujeto histórico del futuro del género humano y de la sobrevivencia sobre el mismo en clave seguridad y soberanía alimentaria. Específicamente el modelo de tenencia de la tierra debe ser revisado para cooperar con una nueva forma de ser creyente y superar la contestación de profesor de historia medieval, el estadounidense Lynn Townsend White Jr., quien reconoce los dinamismos cristianos en la Edad Media como los “fundamentos psicológicos” que llevaron posteriormente a la Revolución Industrial a unir ciencia y tecnología en la magna y religiosa empresa de explotar la tierra, atribuyendo a la teología y praxis cristiana, de legitimar dicho expolio, en los que concurren indiscutibles cimientos antiecológicos que, indudablemente, han tenido que ver con el actual deterioro de la Tierra y que en este caso contribuye no solo en la generación de calentamiento global, sino en la propiciación de los limites planetarios145. Las acciones se deben entonces encaminar por los siguientes elementos para constituir una pastoral de la tierra en clave de la Teología de la Acción. 3. 3. 3. 1. Incidencia política para una nueva política agraria La dinamización de un equipo pujante y persuasivo de incidencia política urge en la estructura eclesial con dos encargos fundamentales: el cabildeo, por un lado, frente a políticas económicas de dominación, impuesta desde los países del primer mundo, que afecten la vida del campesino y la estructura agraria, para superar aquello de que: “La economía moderna no produce los bienes y servicios que necesita la población, sino las mercancías que generan beneficios. Subordina a la lógica mercantil las necesidades humanas básicas, incluida la alimentación y, para ser atendidas por la economía, deben expresarse bajo la forma precio. A partir de aquí, la lógica de la vida queda supeditada a la lógica del mercado”,146 la cual permita la reconstrucción de un proyecto político

145

ROCKSTRÖM, JOHAN, et al. Planetary Boundaries: Exploring the safe operating space for humanity. Ecology and

Society, Stockholm Resilience Centre, Stockholm University.

http://www.stockholmresilience.org/download/18.1fe8f33123572b59ab800012568/pb_longversion_170909.pdf.

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GALINDO, P. Resistencia agroecológica a la globalización de la agricultura y la alimentación;

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10128

92

conjunto centrado en la seguridad alimentaría147 y la inclusión y fortalecimiento de las formas de vida del campo; una nueva ruralidad no impuesta desde los organismos multilaterales y compromisos internacionales, sino ideada y estructurada desde las capacidades y necesidades campesinas. Hace falta fortalecer la memoria histórica, saber aprender de las formas de operación y gestión organizativa, de los logros y fracasos en que hemos participado frente a otros sectores o el mismo Estado; y por otra parte una fuerte estructura jurídica, de acompañamiento en clave de la búsqueda de la tierra que mana leche y miel, de la tierra, un don de Dios, de los millones de campesinos, desposeídos de la tierra y desplazados. Cada jurisdicción eclesiástica debería contar con un fuerte equipo de abogados y trabajadores sociales que acompañen, no solo espiritualmente, sino profesionalmente los procesos de restitución de tierras, reparación a la victimas, legalización de predios rurales, etc. 3. 3. 3. 2. Reanimar el compromiso por el cuidado de la Creación Procurar el establecimiento de un ministerio de cuidado148, a todo nivel en las estructuras de la Iglesia que valore el compromiso con la tierra –territorio–, como escenario de producción de la vida, no solo en perspectiva alimentaria, sino que apropie la búsqueda de modelos alternativos de producción y sea adalid de la promoción de la Agroecológica, como modelo alternativo de producción, y el impulso de acciones concretas para coadyuvar en el cambio de modelo de producción que tanto impactos negativos produce en el planeta y en los campesinos149, un modelo que defienda el cambio de paradigma de la tenencia de la tierra, como un componente ambiental, entendido el modelo actual de tenencia de la tierra y considerado como un limite planetario dentro de la nueva concepción de cuestión ecológica150 151. 3. 3. 3. 3. Renovar las instituciones de ayuda al campesino La presencia institucional en el campo colombiano es cada vez disminuida en razón a exigencias de organismos multilaterales, se debe propender desde una estructura de pastoral de la tierra, el propiciar la presencia estatal, pero al mismo tiempo del acompañamiento pastoral, sobretodo en las clamores y angustias del pueblo campesino, pero también en lo celebrativo y propositivo para suplir la ausencia de las instituciones oficiales. La Iglesia tiene experiencia y puede contribuir significativamente, aún en cuestiones técnicas, ejemplo de esta posibilidad son los procesos incoados por la Compañía de Jesús en Nariño, conocido como Suyusama y el Instituto Mayor Campesino en el Valle del Cauca.

147

En el informe de la FAO: “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2004”, relacionado con el repunte de

la cifra de personas hambrientas, en el periodo 2000 y 2002, a 852 millones de personas, ... Además, reconoce que los

países en desarrollo empiezan a incluir entre sus problemas de inseguridad alimentaria los derivados de la obesidad por

sobre nutrición de mala calidad, con abundancia de grasas y escasez de frutas, verduras y cereales y con los

consiguientes impactos en la salud, asociado con enfermedades mortales o crónicas, cardiovasculares, diabetes, etc. las

cuales hoy también impactan los pobres rurales. 148

McDONAGH, S. Pasión por la tierra. Mensajero. Bilbao. 2000. 149

NATURE No. 461, 472-475 (24 Septiembre 2009); Published online 23 September 2009.

http://www.nature.com/nature/journal/v461/n7263/full/461472a.html [Consulta el 18 de noviembre de 2009]. 150

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HALLMAN, D. Ecotheology. Voices from south and north. WWC Publications. Geneva.1994.

93

3. 3. 3. 4. Necesidad de una reforma agraria Partiendo de la propuesta de FRAILE, P. se debe propiciar a nivel de toda la nación, como un compromiso creyente la divulgación de las ventajas de una reforma agraria integral “Una reorganización jurídica e institucional planeada de las relaciones entre el hombre y la tierra”.152 En este sentido no sólo sería posible dar sentido y coherencia interna a una pastoral de la tierra, sino que también se contribuiría al cambio de modelo en la explotación y tenencia de la tierra apropiando de forma al mismo tiempo “urgente y necesaria”, la percepción de la institución del “año sabático” (Dt 15), como primer intento de una reforma agraria en búsqueda de la justicia, sustentada sobre dos pilares: las transformaciones del modelo agrícola y el cuidado de la Creación. Basado en los gozos y esperanzas de los campesinos y sus imaginarios y el fortalecimiento del sector solidario agrario. La necesidad de dicha reforma agraria parte de visibilizar las causas de la crisis del campo entre otras del profundo daño producido sobre numerosas capas de la población campesina, especialmente el hambre y la pobreza rural por un lado y la especifico del derecho a la propiedad y goce de la tierra por parte de los mismos campesinos, hoy desplazados por el accionar de los señores de la guerra, por otro lado; las cuales al confrontarlas con la mediación bíblica, la teología, primordialmente de América Latina y el Magisterio, específicamente de la Doctrina Social de la Iglesia, demandan el compromiso en primer lugar de todos los miembros de la Iglesia para que llamando la atención de gobiernos y gobernantes y en general de los comprometidos con el mundo campesino, se dispongan a orientar todas sus capacidades y energías, para que la Reforma Agraria juegue un papel importante y definitivo en la eliminación del hambre y la pobreza rural153, por otro lado para que el modelo económico se enfoque también en reorganizar y redimensionar el impacto de la propiedad de la tierra en los campesinos pobres, la economía de un país puede afectarse seriamente, si la propiedad de la tierra no es estable y el disfrute de la misma, no es posible para la gran masa campesina154. Por otro lado desde el punto de vista de la cuestión ecológica, la reforma agraria, adquiere su mayor vitalidad en la comprensión de los limites planetarios en el momento histórico actual, la tenencia de la tierra en el modelo capitalista induce un daño todavía no cuantificado, pero muy significativo ya que tiene que ver en lo esencial con emisiones de carbono exponenciales, producidas en orden de importancia por: la producción ganadera, el tamaño de los predios para el monocultivo, uso de pesticidas y fertilizantes de síntesis química, uso intensivo de agua, maquinaria agrícola, el modelo a su vez demanda un alto uso de combustibles fósiles en el trasporte de productos a los lugares de consumo, todos ellos tienen como resultante una altísima presión antrópica, sobre los modos de producción y carácter utilitarista del modelo de producción agrícola, por tanto se requiere superar este

152

FRAILE, P. Las reformas agrarias y la modernización económica; http://www.ub.es/geocrit/geo93.htm [Consultada:

18 de Febrero de 2011] 153

PABLO VI. Alocución a los participantes en la Conferencia Mundial sobre Reforma Agraria. 1966. 154

JUAN PABLO II. Discurso a los participantes en la Conferencia Mundial para la Reforma Agraria y el Desarrollo Rural.

1979.

94

modelo, sin generar falsas seguridades155, con la Reforma Agraria, surgen modelos de producción, ya experimentados y reconocidos en las culturales ancestrales, los cuales produjeron hechos positivos en las salud (ausencia de caries y resistencia a patógenos severos) y bienestar de altísimo significado en comunidades ancestrales, por citar tan solo un ejemplo de estos, los tubérculos de altura (cubias, ibias, nabos y papa criolla), las frutas andinas(chirimoya, curuba, etc.), la quinua, el frijol, etc. Todos ellos reconocidos como propias de la cultura chibcha, la cual manejo un eficaz balance medioambiental y comprendió la cultura del cuidado de la naturaleza156. Entonces, la Iglesia asumirá la necesidad de una Reforma Agraria en clave de la comprensión de las barreras generadas por un modelo económico contrastante, generador y patrocinador de tres elementos significativos al interior del campesinado, que niegan y contrastan la construcción del Reino de Dios: Una pobreza campesina generalizada; El desplazamiento masivo y El daño irreparable a los ecosistemas. 3. 3. 3. 5. Renovar el acompañamiento eclesial La Iglesia se ha caracterizado por su acompañamiento histórico al campesinado, al movimiento indígena, desde la Colonia, con Montesinos, de las Casas y Claver, reconocidos por la defensa de los más pobres. La semilla entre los presbíteros y pastores estaba regada y comenzaba a dar frutos, memoria de esto fueron las monumentales obras de Acción Cultural Popular, ACPO, de Monseñor Salcedo, Hogares Juveniles Campesinos, de Monseñor Cadavid, la inconmensurable obra de Monseñor Gutiérrez en el cercano municipio de Fómeque, las granjas del padre Luna, etc., caminaron como grandes hombres comprometidos con el campesinado, particularmente con su formación, pero la lucha ha tenido altibajos. Hoy el campesinado demanda de una opción creyente de acompañamiento pastoral y el seguimiento por parte de un equipo que se dedique a promover, formar y asistir al campesino. Así, como en el pasado lo logro a través de organizaciones campesinas como FANAL, tal vez hoy en día, uno de los mayores aportes desde la Iglesia, sería la búsqueda conjunta de solución a la diversidad de problemas o limitantes internos actuales en la organización campesina, como el desgaste de dirigencias, las luchas internas por el poder, la ausencia de una ética y espiritualidad liberadoras que defienda la tierra y las conquistas de los campesinos en clave bíblica. En el nivel de práctica-reflexión vivido en las Comunidades Eclesiales de Base, existe una preocupación real por el medio ambiente, expresada sobre todo en las comunidades campesinas, con su valoración de la tierra en conexión con el don de la vida. La práctica de la solidaridad entre los seres humanos, la que debe ser una de las características más desarrolladas de esta pastoral de la tierra, implica una nueva relación con el mundo de la naturaleza, superando la mera utilización cosificante”.157 De tal forma que desde la Iglesia es necesario continuar en esta perspectiva de armonía creacional hacia un desarrollo más

155

SUÁREZ, J. R. Algunos presupuestos de la inminente amenaza de la crisis ambiental. En: Revista Voices Digital de la

Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo. ASETT. 2011.

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RODRIGUEZ, C.J.V. Los chibchas: hijos del sol la luna y los Andes. Siglo del Hombre Editores. Bogotá. 2011. 157

GARCÍA, R, A. “¿Dominad la tierra?, aportaciones teológicas sobre el problema ecológico”.

http://www.fespinal.com/espinal/castellano/visua/es54.htm Consultada: [24 de Julio de 2007]

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humano y equitativo, en clave de Reino de Dios. Igualmente propiciar entre los pastores de todas las Iglesias particulares un decidido apoyo para el campesinado “la organización de grupos intermedios, por ejemplo cooperativas, que sean instancia de defensa de derechos humanos, de participación democrática y de educación comunitaria”158, la Iglesia que es madre y maestra y que tiene la experiencia de mediadora en diferentes conflictos sociales, lograría una rápida y significativa organización campesina, la experiencia de otras latitudes demanda la valoración de nuevos estilos de vida vividos en clave espiritual y particularmente en medios campesinos159. Un aspecto relevante del acompañamiento pastoral a campesinos, hunde su razón de ser en la “Lectura Campesina de la Biblia”, muchas comunidades campesinas, surgieron y transformaron su actuar frente a la tierra, en el leer y reflexionar la Biblia, en perspectiva de la cotidianidad de la vida campesina. Cuando el campesino tiene la Biblia en sus manos se libera una fuerza arrolladora de transformación en lo personal y en lo comunitario. La experiencia de lectura bíblica por parte de los campesinos, abre nuevos escenarios del quehacer campesino, al tiempo que renueva y da sentido a una hermenéutica propia de lectura campesina de la Biblia, en otras palabras, campesinizar la Biblia. 3. 4. A MANERA DE CONCLUSIÓN La TIERRA, don de Dios, con todos sus significados e imaginarios, se ha transformado en lugar teológico predilecto de la teología de la tierra. Una teología de la acción enraizada en el Evangelio y en la tradición, que propende por conquistar para el pueblo campesino una experiencia nutrida de la praxis de la fe y la lucha de ese mismo pueblo. No se puede concebir la pastoral de la tierra sin tener en cuanta los nuevos elementos articuladores del ser y estar del campesino del siglo XXI, en este sentido aparecen algunas novedades y transversalidades que tienen que ser tenidas en cuenta por la reconfiguración de medio campesino y el quehacer de la pastoral de la tierra: 1.- La aparición de nuevos actores sociales rurales. 2.- El medio ambiente, entendido como el escenario donde ocurren hoy tanto cualitativa, como cuantitativamente la mayor cantidad de impactos ambientales. 3.- Las externalidades positivas, entendidas como oportunidades de dignificación del campesino y juego de posibilidades en otros escenarios, pero con impactos positivos en el propio, la Iglesia puede contribuir a potenciar el carácter de las mencionadas externalidades para propiciar cambios positivos de las comunidades campesinas. 4.- La seguridad alimentaria, es sin lugar a dudas la más significativa apuesta para el futuro de las comunidades. 5.- La actividad agraria como expresión de la soberanía nacional160. La producción teológica del teólogo de la tierra debe estar ligada estrechamente a las bases campesinas y en lo posible a la tierra misma, su praxis teológica debe ser fruto de la propia experiencia junto a las comunidades campesinas (lugar teológico), donde se viven y celebran las luchas por la tierra.

158

op. cit. 159

HALLMAN, D. Spiritual values for earth community. WWC Publications. Geneva.2000. 160

MARROQUIN, E. Otro Mundo es posible. Justicia, paz integridad con la Creación y vida consagrada. Publicaciones

claretianas, Madrid 2006.

96

Los despojados de la tierra pero particularmente los despojados del minifundio, constituyen: “los sin-tierra, forman una masa proletaria campesina que sólo cuenta con su fuerza de trabajo, para conseguir el sustento diario al precio que las estructuras dominantes le quieran pagar”161, allí es precisamente donde la teología de la tierra, debe prestar un servicio de primera línea a la Iglesia y en particular al pueblo de Dios ligado de manera particular a la tierra. Es una teología y una pastoral en camino, con innumerables desafíos. Vivimos en una sociedad dominada por la ideología neoliberal que nos lleva a sobrevalorar el bienestar personal, el individualismo egoísta, sobre el bien común; la propiedad privada sobre el legítimo derecho campesino a poseer la tierra. Por eso es que una de las tareas más urgentes para las personas creyentes y “de la teología de hoy, es la de mostrar a los cristianos hasta qué punto son inseparables la salvación de cada persona singular, la salvación comunitaria-social y la salvación del cosmos entero. El compromiso para superar un tipo de sociedad unidimensional y opresora no puede separarse del esfuerzo tendiente a instaurar nuevas relaciones entre los hombres y el medio ambiente” 162, pero, al mismo tiempo una mirada sacramental sobre el mundo163, para apropiar una nueva religación con esa tierra –territorio–, don de Dios. En la reafirmación de diferentes teólogos se hace vital tener una perspectiva de la liberación donde: "el objetivo utópico no es que todos tengan mucho por la vía de la apropiación privada y exclusivista, sino que tengan lo necesario y quede abierto a todos el uso y disfrute no acaparador y exclusivista de lo que es primariamente común” 164.

161

CARAVIAS. Op. Cit. pág. 15 162

GARCÍA, A. Op. Cit. 163

CACERES, A. Ecoteología, aproximaciones epistemológicas. Concilium No. 331. Junio 2009. Verbo Divino . Estella. 2009 164

ELLACURIA Ignacio."Misterium Liberationis"; UCA, San Salvador 1992. Tomo I pág. 429.

97

CONCLUSIONES

La investigación sobre LA TIERRA, DON DE DIOS, Elementos para una Pastoral de la tierra en clave de teología de la acción, se perfecciona y se proyecta con las siguientes conclusiones:

1. El conflicto colombiano ha tenido una innumerable cadena de consecuencias sobre la vida de la sociedad, sin embargo el abordaje y análisis se ha dado con mayor fuerza desde la realidad urbana. Por el contrario el campo que entraña la matriz del mismo y por ende los impactos mayores, dentro de estos, el desplazamiento forzado, constituye el más significativo y de mayor relevancia, los millones de desplazados interpelan a la sociedad y a la teología de la acción, para la comprensión del fenómeno mismo y una propuesta de acompañamiento, que proponga acciones efectivas sobre las huellas de dicho desplazamiento como la tenencia de la tierra, entendida en la doble perspectiva, como imaginario no solo popular de la mayoría de los campesinos colombianos, sino como imaginario bíblico.

2. Toda la problemática de la tierra vista en conjunto desde la cuestión del uso y

tenencia de la tierra, o como la cuestión ecológica, no sólo siguen siendo elementos que no se pueden desligar, sino que se empeora con la imposición de las nuevas políticas neo-liberales, las cuales no tienen en cuenta la dimensión de la tierra como espacio de identidad para sus poseedores y por el contrario al ser colocada a disposición de las fuerzas del mercado, olvidan la realidad histórica que toca las vidas de pueblos enteros; el desplazamiento forzado se encuentra fuertemente asociado a la tenencia actual de la tierra y las formas usurpación de la propiedad campesina, con el uso de prácticas intimidatorias y violentas como la masacre, la amenaza, el boleteo y en general practicas que violentan los DD. HH. producidas por actores armados ilegales con algún patrocinio legal. La motivación varía de acuerdo a las zonas, pero se reconoce una perversa alianza entre los señores de la tierra, asociados con los señores de la guerra, por el control de la tierra –territorio–, este tipo de violencia ha modificado la estructuras de la tenencia de la tierra, induciendo una alta concentración al servicio de un modelo agrícola dominante, asociado a agricultura y ganadería de tipo extensiva y los megaproyectos de las multinacionales, los cuales al mismo tiempo impactan la vida campesina y

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contribuyen significativamente a inducir daños medioambientales irreversibles que rompen con la praxis campesina del cuidado de la Creación.

3. La relación existente entre tierra y la forma de tenencia es mediada por el territorio.

Esta relación adquiere gran significación, pues, se trata del lugar vital, del lugar de la vida. Por tanto se lucha por ella. La diferencia y mutualidad entre “tierra” y “territorio” contribuye a entender la significación de las demandas y luchas por la tierra de campesinos y campesinas, indígenas y afroamericanos descendientes. Entonces el territorio es el lugar donde acontece la vida y la significación social y ambiental, en perspectiva de biodiversidad, de estos grupos humanos y donde se configuran las relaciones sociales, las cuales confluyen, giran en torno al terruño, entendido como construcción de memoria colectiva e identidad socio cultural y espacio de vida, para la vida.

4. El quehacer teológico redescubre la necesidad de sistematizar una teología de la

tierra y su aplicabilidad desde el universo simbólico de la demanda de hombres y mujeres campesinos por la tierra –territorio–, donde descubren la relación vital con la tierra, como espacio revelatorio donde la vida se une a la fe y espiritualidad, para encontrarse con el Dios que se manifiesta en la tierra y que dinamiza la búsqueda de la tierra. Una tierra, fuente de esperanza, una tierra nueva, grande y espaciosa, en la que reine la justicia; una tierra que alcance para todos, en la que todos vivan como hermanos.

5. La pertinencia teológica de una “teología de la tierra” surge del reconocimiento de

las tradiciones y de las relaciones e imaginarios del sujeto campesino con el entorno creado y particularmente en su comprensión de la Madre Tierra y de la Encarnación entendidas desde la misma cosmovisión con as vertientes afroamericana, indígena y campesina que descubre la presencia de Dios en relación con sus imaginarios culturales, sus saberes y tradiciones ancestrales los cuales permean elementos vitales de su relación con la tierra –territorio–, leídos en clave de su experiencia de fe y de su praxis religiosa, los cuales propician practicas de cuidado de la Creación.

6. De la cosmovisión cristiana se deriva que la tierra es don de Dios, esta es también la

deducción de las cosmovisiones y del imaginario campesino, como del afroamericano, así como del indígena, es decir existe una matriz teológica común que reconoce y entiende el actuar de Dios en clave filial y fraterna, fuente de vida y que ofrece gratuitamente a los que ama, la tierra –territorio–, para un pueblo que la demanda para que de ella reciba su alimento y así florezca la vida y vida en abundancia. En Colombia esta visión se contrasta con la praxis de la violencia y guerra y el desplazamiento forzado de las comunidades campesinas, causado por los intereses economicistas, la visón de un Dios comprometido con los pobres rurales invita a la comprensión del fenómeno del desplazamiento forzado y de los impactos sociales y ambientales generados por dicho fenómeno. Al Dios experimentado en la tierra, le subyace una lógica interna en la realidad y la problemática de la tierra, un Dios que se comunica en la realidad campesina y que fundamenta la relación sujeto y tierra con su entorno vital, es donde precisamente acontece el Reino de Dios en el mundo campesino.

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7. La compresión del problema de la tierra en Colombia, y de los impactos en las

formas de la tenencia de la tierra son un lugar teológico que se debe explorar. La tierra debe ser contemplada y reflexionada desde el quehacer teológico y específicamente desde una propuesta de la ecoteología, para apropiar reflexión desde la teología de la acción que contribuya a la asimilación de prácticas pastorales en defensa de la tierra, del entorno vital de la mujer y el hombre campesinos, y que propicie también prácticas ambientales concretas en defensa de la Creación.

8. El método apropiado fue significativo para la conducción de la investigación,

arrojando los resultados esperados y propuestos.

9. La continuidad de esta investigación se perfila en: profundizar y generar subsidios de corte pastoral con los elementos de incidencia política para una nueva política agraria, dirigidos a políticos y dirigentes gremiales. Establecer pautas de cuidado medioambiental en clave ecoteológica, para las Iglesias particulares, con el fin de reanimar el compromiso por el cuidado de la Creación. Favorecer la investigación sobre instituciones de servicio al campesino particularmente como ACPO y su esquema de radiodifusión campesina, para producir elementos de juicio entre los pastores sobre la necesidad de renovar las instituciones de ayuda al campesino. Y finalmente propiciar desde la academia la necesidad de una profunda reflexión y examen de la necesidad de una reforma agraria, en armonía con la propuesta bíblica y magisterial y dinamizar el acompañamiento eclesial.

100

LA CENA ECOLÓGICA DEL REINO

Mural da Igreja de Querência 2001 SÃO FÉLIX DO ARAGUAIA, MG. BRAZIL

Maximino Cerezo Barredo, CMF

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ANEXO 01

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GLOSARIO SOBRE PASTORAL DE LA TIERRA Abya Yala: En lengua Kuna (de los indígenas de Panamá) es la forma habitual para denominar el continente americano, significa “tierra fértil”. Los pueblos indígenas aplican este concepto como protesta frente al nombre importado de “América”. En teología se utiliza para referenciar las teologías contextuales, como la teología campesina, la teología indígena, la teología de la tierra, la ecoteología. Agente Pastoral: Expresión genérica para referirse a quienes tienen responsabilidades específicas en la acción pastoral de la Iglesia: papa, obispos, presbíteros, diáconos, religiosos, y laicos con tareas de responsabilidad en la Evangelización. Agua: Recurso natural formado por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno. (H2O). Es el componente más abundante en la superficie terrestre y en el cuerpo humano. Es la única sustancia que se puede presentar en los tres estados: sólido, líquido y gaseoso. Agricultor : La mujer y el hombre que viven de los frutos de la tierra que hacen producir. La persona de las manos duras y llenas de callos que trabaja la tierra. O los alpargatas, ruana, poncho, burros, machete, jíquera, calabazo, macana, etc. Agricultura : Es el modo de cultivar (cultura) el campo (agri), obteniendo del suelo el sustento para las personas. La encíclica “Mater et Magistra” de Juan XXIII trata de ella con asombrosa actualidad. Agroecología: Ciencia que privilegia una visión ecosistémica de la producción agrícola, como tal apropia una visión ecológica y social de los sistemas agrarios, es una manera de hacer y de pensar novedosa, la cual se vale de otras ciencias o saberes como la ingeniería ecológica, la agronomía, la teología y el conocimiento campesino, asumiendo sus sueños e inspiraciones de las personas involucradas en el desarrollo y construcción de sistemas agro y ecológicos; Agroecología es la suma de saberes tradicionales y científicos, al servicio de la persona, no del un sistema económico. Bandas criminales, BACRIM: Alianza perversa entre las autodefensas rearmadas, al servicio del narcotráfico, también son llamadas bandas emergentes, se habla de nexos con algunos militares y políticos. Para los cientistas sociales, todavía no se tiene una caracterización, pero se mueve entre las siguientes acepciones, disidentes o no desmovilizados, rearmados y emergentes, y bandas criminales o tercera generación paramilitar. Las denominadas bandas criminales emergentes están conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha que depusieron las armas en una negociación de paz con el gobierno y vinculadas directamente con el narcotráfico y su producción. Las víctimas mas reconocidas son líderes sociales, defensores de derechos humanos, funcionarios públicos, indígenas y aquellos que simplemente particulares que se niegan a colaborar o solicitan la restitución de las que tierras que les habían usurpado.

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Calentamiento global: La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, el principal gas invernadero, no para de subir. Desde el comienzo de la era industrial ha pasado de 280 a 350 ppm (partes de CO2 por millón de partes de aire). Para finales de siglo se estiman cifras que llegan hasta 450 ppm. Otros gases como el metano, contribuyen a reforzar el efecto invernadero: cuantas más moléculas floten en el aire, tanto más calor quedará atrapado en la atmósfera. Si sigue aumentando el nivel de CO2, metano y CFC, los actuales 15° promedio podrán ascender fácilmente unos puntos más en treinta o cincuenta años. La actividad humana está forzando el calentamiento terrestre: los incendios de bosques y la quema de combustibles inyectan a la atmósfera 3500 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono. Por su parte los 1200 millones de cabezas de ganado que hay en el mundo y los cultivos de arroz, desprenden grandes cantidades de metano. Conflicto armado: Presencia de grupos armados ilegales, generadores de confrontación armada y dinámicas de guerra, principalmente en el mundo rural. Imponen normas de comportamiento, señalando lo que se permite y lo que no, regulan la vida de las comunidades afectando los parámetros de convivencia y la vida institucional, cobran “impuestos o vacunas”, etc. Y generan desplazamiento, perdida de tierra de los campesinos, minusvaloración del patrimonio de los campesinos, perdidas de identidad personal y degradación de la dignidad humana. Conflicto ecológico: Colombia experimenta una preocupante realidad de deterioro de medio ambiental y social en zonas rurales, especialmente: deforestación, erosión de suelos, pérdida de reservas de agua y acuíferos, presencia de cultivos ilícitos, fumigaciones a estos cultivos, pérdida de biodiversidad de fauna y flora, resistencia genética, resistencia varietal a plaguicidas, intoxicaciones, contaminación de fuentes de aguas y suelos, violencia, migraciones, causadas por la aplicación irrestricta del modelo agrícola de la llamada “Revolución Verde”. Conflicto socio-económico: Existe una abismal diferencia económica y social entre las zonas urbana y rural, la cual impacta negativamente especialmente a ciertos grupos rurales, en primer lugar la infancia, la población joven, la mujer y los adultos mayores y particularmente los pertenecientes a los grupos afro colombianos/as e indígenas, estos impactos se singularizan en una acumulación en la tenencia de la tierra por parte de propietarios urbanos, generadores de pobreza en el campo y desplazamiento forzado y consecuentemente afectando las condiciones de vida de los actores sociales, enunciados arriba. Contrarreforma agraria: Mediante la compra o apropiación indebida de tierras, alrededor de un millón de hectáreas, fueron usurpadas a campesinos, por narcotraficantes y grupos armados ilegales en los últimos 20 años perpetrando la más aberrante concentración de la tierra en el país. La concentración en pocas manos de grandes proporciones de tierras, se logró cuando los legítimos poseedores de la tierra a fueron obligados a abandonarlas, comunidades indígenas, de campesinos, y afrodescendientes han sido obligadas a salir de su lugar de origen, dejando atrás sus tierra y su territorio, las cuales han sido usurpadas, saqueadas y usufructuadas en proyectos de la agroindustria exportadora.

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Cuestión ecológica: Expresión del papa Juan Pablo II para referirse a los impactos medioambientales en la Creación, causados por la acción humana, y mediados por un modelo económico, el cual privilegia la acumulación de capital y tierra explotando económicamente la naturaleza sin tener en cuenta los mínimos referentes éticos del cuidado y respeto por la obra de Dios. Desplazamiento forzado: El desplazamiento en Colombia surge a raíz de las guerras internas del país, suele estar asociado a masacres, amenazas y otras practicas violentas dirigidas a la población civil y en el participan todos los actores armados, incluido el Estado. La motivación de los responsables varía con las regiones y de sus alianzas e intereses en cada una de ellas, pero, existe una relación directa entre narcotráfico, paramilitarismo, despojo de tierra, latifundio y el mismo desplazamiento. Espiritualidad de la tierra : Experiencia de caminar en seguimiento de Jesús y a la comunión con el Dios vivo en comunión plena con la tierra y la práctica de la lucha por la tierra y de los movimiento de los trabajadores rurales por su liberación y por el derecho divino que tienen a habitar la tierra y sacar de ella el sustento de la vida. Comunitaria, porque nace de experiencias compartidas; Festiva, porque celebra la acción de Dios a favor de los pobres sin tierra y es fuente de resistencia; Esperanzadora, porque abre un futuro nuevo. Globalización: Tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales, caracterizada por una integración estrecha entre los países trasformando la economía y el trabajo, el comercio y las finanzas internacionales, las comunicaciones y las culturas del orbe. Este fenómeno tiene como causas los avances de la tecnología y la informática, generadoras de una fuerte red de enlaces mundiales y mercado libre, pero también de decisiones políticas y de los centros de poder. Impacto ambiental: Se dice que hay impacto ambiental cuando una acción o actividad produce una alteración, favorable o desfavorable, en el medio o en alguno de los componentes del medio. Esta acción puede ser un proyecto de ingeniería, un programa, un plan, una ley o una disposición administrativa con implicaciones ambientales. El término "impacto" no implica negatividad, ya que éstos pueden ser tanto positivos como negativos. Es la diferencia entre la situación del medio ambiente futuro modificado, tal y como se manifestaría como consecuencia de la realización del proyecto, y la situación del medio ambiente futuro tal como habría evolucionado normalmente sin tal actuación; es decir, lo que se registra es la alteración neta positiva o negativa tanto en la calidad del medio ambiente como en la calidad de vida del ser humano. Inmediato o de momento crítico; temporal o permanente; irrecuperable, irreversible, reversible, mitigable, recuperable o fugaz; directo o indirecto; simple, acumulativo o sinérgico. En Colombia los impactos ambientales, como los sociales, en el sector rural tienen una altísima manifestación negativa. Latifundio: Propiedad rural de gran extensión y sistema de explotación de la tierra en forma que reduce al mínimo el concurso humano buscando únicamente la rentabilidad neta de la misma, se caracteriza por la mala explotación de sus recursos, por ser una propiedad

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extensiva y en Colombia por la intervención perversa de paramilitares a pequeños propietarios y apropiarse de sus parcelas y construir una gran propiedad. Limites planetarios: Parámetros establecidos para definir el marco de seguridad para las sociedades humanas en relación con le sistema. Hoy en día algunos de estos ya han sido superados dentro de los se cuentan el cambio climático o calentamiento global, Pérdida de Biodiversidad y los ciclos del Nitrógeno y del Fósforo, están próximos a ser superados uso del agua dulce, uso de la tierra arable. La tenencia de la tierra en la forma de latifundio constituye un límite planetario. Método teológico: Camino para sistematizar la experiencia de fe en su entorno cultural, desde la comprensión de la Revelación en la persona misma del Dios encarnado en Jesús, el Cristo, para esclarecer la autocomprensión del ser humano situado. Neoliberalismo: Teoría política que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado en la cotidianidad y actividades de los ciudadanos. Palabra: En los antiguos pueblos orientales la palabra no es solamente la expresión de un pensamiento o deseo, sino un objeto concreto cargado de la fuerza del alma de quien la pronuncia. En el mundo bíblico la palabra expresa la persona en su totalidad, de ahí la importancia de la Palabra de Dios que viene a representar la totalidad de Dios. En griego es Logos y en hebreo Dabar. Pastoral: Expresión que designa el tipo de acción de la Iglesia, el cuidado por “el rebaño”. Es decir, la acción de la Iglesia en el mundo. Pastoral contextual: Acción de la Iglesia en relación no sólo a los sujetos, sino a sus contextos, ambientes y situaciones, como también respecto a la finalidad de la labor pastoral. Pastoral de la Tierra: Pastoral para la evangelización de las culturas del mundo campesino y la inculturación del Evangelio en los escenarios del mundo rural, siendo la cultural rural, lugar social y teológico significativo al que debe llegar el kerygma o anuncio del Reino de Dios. Reforma agraria: Los bienes del mundo han sido creados por Dios para provecho de todos. La propiedad de la tierra, debe estar al servicio de esta finalidad original, y de ningún modo debe ser impedida por los modelos económicos, los estados, o formas paramilitares de usurpación de la tierra, y privilegien la concentración de la propiedad de la tierra. Una reforma agraria eficaz es condición indispensable para llegar a un futuro de mayor justicia, en correspondencia al mensaje bíblico y eclesial, el cual invita a todos los seres humanos a compartir la mesa de la Creación. Reino de Dios/Reino de los Cielos: Situación cósmica que se explicitará plenamente tras la parusía. Él nos acercó la posibilidad del Reino de Dios. El Evangelio, la buena nueva que conlleva, su mensaje último y fundamental es que el Reino de Dios está entre nosotros, que nuestra misión, como creyentes, es la de ayudar a su construcción y propiciar el

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acercamiento de la realidad humana al ideal que representa dicho Reino. La ley fundamental de este reino es la caridad con Dios y con el prójimo. Su praxis es el amor fraternal y su base la justicia verdadera e integral. La expresión "Reino de los cielos" es propia de Mateo y su evangelio. Ambas son equiparables al de "señorío". El lugar donde Dios está por encima de todas las cosas y criaturas y gobierna la justicia, la paz y el amor, viviendo la ética de Jesús y una solidaridad plena con el absolutamente Otro, el otro y con la Creación. Responsabilidad moral del cristiano: Surge de la reflexión y el discernimiento de la naturaleza como Creación de Dios y don para el hombre, orientándose desde su propia opción fundamental, cimentada en su decisión personal por el seguimiento de Jesucristo, la responsabilidad moral del creyente se sitúa como llamada del compromiso con la obra de Dios, entendida al mismo tiempo como el escenario privilegiado de la encarnación de Dios en Jesús, y que por su voluntad quiere ser salvada en Cristo y por tanto toda la Creación confluye en Cristo, “todo fue creado por él y para él” (Col. 1,15-17). Rural : escenario de encuentro de lo cultural, asociado no solo con la tierra, ni con las familias rurales que habitan campos, valles, montañas y llanuras dedicadas a la producción de alimentos, sino el escenario cultural ligado fuertemente al entorno, a los imaginarios y sentidos sobre el territorio, no entendido solamente como una realidad biofísica, sino como espacio simbólico, generador de relaciones de arraigo y pertenencia, donde se establecen interacciones sociales, económicas, políticas, culturales y espirituales al interior de los diferentes grupos humanos que habitan y viven el mundo rural. Teologías de Abya-Yala: La teología de la liberación, comienza a abrir nuevos horizontes, a partir de los nuevos rostros y sujetos emergentes, de los nuevos niveles de conciencia y nuevos desafíos que la propia realidad plantea: la naturaleza, la tierra, las mujeres, los afro-latinoamericanos, los indígenas, el campesinado, los excluidos, por el neoliberalismo. Las teologías de Abya-Yala son sistemáticas y apropian la praxis como contexto para su elaboración, redescubriendo los «lugares teológicos» presentes en los rostros de mujeres hombres latinoamericanos que sufren. Teología de la acción: enfatiza el enfoque holístico que propugna por una teología con una seria reflexión sistemática, a partir de la experiencia cristiana en un contexto comunitario, tomando conciencia de la realidad circundante, que desemboque en una respuesta pastoral y permita una liberación integral. Esta teología es considerada como mediación, que pasa por la triple responsabilidad: pastoral, teológica-académica y profética con sus matices culturales propios y con consecuencias trasformadoras contextualizadas en lugares definidos. Esta sería la teología de la acción como una acción integralmente liberadora. Teologías contextuales: Se refiere a las teologías construidas no solo desde los sujetos, sino del entorno en que estos se mueven y desarrollan una actividad particular, valora la riqueza de las apropiaciones simbólicas del hábitat natural en relación con la persona. También denominas teologías de Abya-Yala. Territorio : Espacio físico asociado con la vida. Escenario donde se construye la identidad cultural, supera la simple oportunidad de producción, está más ligado al sentido de la vida,

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es garantía de supervivencia por el conocimiento histórico del medio, lo que permite adaptarse y desenvolverse, pretexto para configurar las relaciones sociales las que giran en torno al terruño, posibilidad de construcción de memoria colectiva e identidad socio cultural. Tiene un marcado carácter simbólico antes que físico o biótico. Tierra : Elemento transversal en la economía de salvación, la Revelación asocia la tierra con la búsqueda temporo-espacial, donde se experimenta el amor, la solidaridad, el bien común, la justicia y la paz como anticipo del Reino de Dios. Escenario y espacio entendido como Creación, como don que nos habla del misterio del amor de Dios; la tierra se comprende como el espacio sagrado de vida; el respeto por la vida incluye la opción preferencial por los pobres, y la defensa de los pobres rurales circunscribiendo dentro de esta opción al gran pobre que es la Tierra, la tierra conlleva entonces una estrecha vinculación con la cultura, la identidad, la biodiversidad, y la ecología, en una doble configuración, la de los impactos ambientales y la de los impactos sociales, es decir no solo para ser explotada económicamente, o acumulada como signo de riqueza, ni mera naturaleza para ser conquistada, sino como espacio de salvación. Forma parte esencial de la alianza y promesa de Dios a los patriarcas, así como de la renovación de la promesa que transmitió Dios a Moisés. Tierra en el Nuevo Testamento: 1. Compone con el cielo el universo (Mt 28,18), pasará con él (Mc 13,31), dando paso a otros nuevos (Ap 21,1). Con valor simbólico se opone al cielo como lo puramente humano a lo divino (Mt 6,10.19; Lc 2,14; Jn 3,31). 2. La Tierra habitada, universal (Ap 8,13; 13,3; Mt 10,34). La tierra de cultivo (Heb 6,7; Sant 5,18). 3. El suelo (Mt 10,29; Lc 22,44). La morada subterránea de los muertos (Mt 12,40; Ef 4,9). 4. Símbolo del Reino (Mt 5,5).