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    ISSN: 1853-4112 AÑO V / Nº 5 -6 / 2014

    LA SUBVERSIÓN DEL RELATO EN LA MUERTE DE UN HOMBRECITO

    Lucía Feuillet1

    Resue!:En el presente artículo estudiamos la novela La muerte de un hombrecito, de Juan CarlosMartelli, desde el punto de vista de la técnica literaria, a partir de la construcción de la voznarrativa. El texto que nos ocupa est estructurado en !ase a la re"lexión acerca delinstrumento de tra!a#o del escritor, el len$ua#e como medio de producción literaria. Laimposi!ilidad de construir una verdad monódica, el develamiento del carcter "iccional detodo relato, las estrate$ias que sustentan el en$a%o literario, son al$unos los pro!lemasalusivos al procedimiento de escritura que desarrolla un narrador no ms !ur$ués quedelincuente. El presidente de una !ode$a atraído por el su!mundo del delito ser la voz queestructura la "icción so!re la am!i$&edad, poniendo en #aque la con"ianza del lector en laomnipotencia de la "i$ura narrativa. Este anlisis que pretende pensar la literatura comoproducción o prctica se vincula a una lectura del $énero policial desde el concepto dedelito como rama de la producción social, para desple$ar los sentidos de las o!ras literariasen "unción de sus 'conexiones sociales vivas( )*en#amin, +1+-. e esta "orma, lasor$anizaciones delictivas que sustentan los ne$ocios le$ales e ile$ales nacionales, en laetapa de retirada de la /ltima dictadura, con"i$uran las coordenadas de un policialatravesado por la traición, tanto a nivel de 0istoria como de la construcción del discurso.

    "#$#%s '$#(e: )*'!+'# $+)e&+#, e$+)., &e$#'+.!es s.'+#$es, +''+!

    A%s)'): n t0is paper 2e anal3ze t0e novel La muerte de un hombrecito, 2ritten !3 Juan CarlosMartelli, "rom t0e point o" vie2 o" literar3 tec0nique "rom t0e construction o" t0e narrativevoice. 40e text in question is structured on t0e !asis o" re"lection on t0e 2or5in$ tool o" t0e2riter, lan$ua$e as means o" literar3 production. 40e ina!ilit3 to !uild a monadic true, t0eunveilin$ o" t0e "ictional c0aracter o" ever3 stor3, t0e strate$ies underl3in$ t0e literar30oax, are some o" t0e 2ritin$ pro!lems t0at develops a narrator6s as !our$eois as criminal.40e c0airman o" a 2iner3 attracted to t0e under2orld o" crime 2ill !e t0e voice t0atstructures t0e "iction upon am!i$uit3, puttin$ at ris5 t0e reader6s con"idence in t0e

    omnipotence o" narrative "i$ure. 40is anal3sis t0at tries to t0in5 o" literature as productionor practice is lin5ed to a readin$ o" t0e detective $enre "rom t0e concept o" crime as socialproduction !ranc0, to deplo3 t0e meanin$s o" literar3 2or5s in terms o" t0eir 7livin$ socialconnections7 )*en#amin, +1+- . 40us, t0e or$anizations t0at support t0e national le$al andille$al !usinesses in t0e moment t0e dictators0ip ends set t0e coordinates o" a crimenarration crossed !3 !etra3al at !ot0 t0e 0istor3 and construction o" discourse.

    1  Lic. en Letras Modernas. octoranda en Letras en la FF389:;C. *ecaria de Colíticas de la vida, normalización 3 proli"eración de monstruos=(, diri$ido porMaría Lidia Fassi )CFF38-. ?"euilletlucia@$mail.comA

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    e-.&s: literar3 tec0nique, crime, social9relations, "iction.

    Cuántas veces me pregunto si esto no es más que escritura en un tiempo en que

    corremos al engaño entre ecuaciones infalibles y máquinas de conformismos. Pero preguntarse si sabremos encontrar el otro lado de la costumbre o si más vale dejarse

    llevar por su alegre cibernética, no será otra ve! literatura" #ebeli$n, conformismo,

    angustia, alimentos terrestres, todas las dicotom%as &'( Parecer%a que una elecci$n no

     puede ser dialéctica, que su planteo la empobrece, es decir, la falsea, es decir, latransforma en otra cosa &'(. )odo es escritura, es decir, fábula. Pero de qué nos sirve

    la verdad que tranquili!a al propietario honesto" *uestra verdad posible tiene que ser

    invenci$n, es decir, escritura, literatura, pintura, escultura, agricultura, piscicultura,

    todas las turas del mundo.

    Julio Cortzar. #ayuela

    )oda novela es un acto de mala fe, no s$lo porque se filtran en la prosa ideolog%as y

    supuestos, sino porque, también, los personajes son, inevitablemente, dobles del autor.

    Juan Carlos Martelli. Los muros a!ules

    Juan Carlos Martelli es se%alado por Jor$e La""or$ue como uno de los autores msimportantes del '>eríodo ;e$ro( del $énero policial ar$entino por su novela Los tigres dela memoria, uno de los cuatro textos destacados pu!licados en 1BD 9#unto con )he +uenos ires affair, de Manuel >ui$, -l agua en los pulmones, de Juan Martini 3 )riste, solitario yfinal, de ero el tra!a#o de Martelli con el$énero puede rastrearse en textos tanto anteriores como posteriores a esa novela )que es latercera parte de una trilo$ía-. En casi toda su narrativa aparecen or$anizaciones sociales que

    se sostienen en !ase al delito 9piratas en  -l Cabe!a  )1B- 3 etseman% )1BGB- eimportantes "i$uras vul$ares 3 a!3ectas li$adas al Estado en /ebajo de la mesa  )1BH-, 0rench y +eruti.  Los patoteros de la patria  )+- 3  1elgarejo  )1BB-9, de la mismamanera que un sostenido tra!a#o con el len$ua#e en tanto instrumento de su!versión de lanorma literaria. >or esta razón, destacamos que en nuestra lectura del $énero, el delito escomprendido desde una visión materialista, como rama de la producción social,desarrollada a partir de asociaciones delictivas que llevan adelante ne$ocios ile$ales.

    En  La muerte de un hombrecito )3 en otras novelas de Martelli- el delito opera comoanuncia!a Iarl Marx en )eor%as sobre la plusval%a texto citado en parte por Jose"inaLudmer en -l cuerpo del delito. 2n manual3, como una rama ms de la producción materialen la sociedad, que moviliza las "uerzas productivas a la vez que desequili!ra el orden!ur$ués. El delincuente así pensado, aislado de los pre#uicios sociales, no sólo producedelitos sino que de su actividad se desprenden tam!ién otras ramas de producción social,como las asociadas a la #usticia 3 la policía, inspirando pro"esores que disertan so!re estetema 3 lue$o venden sus li!ros en el mercado. K su vez, el delito extrae tra!a#adores delmercado la!oral reduciendo la competencia 3 provocando el correspondiente impacto en elsalario, impulsa descu!rimientos vinculados a la se$uridad 3 crea nuevas pro"esiones. >or/ltimo, destacamos que el delito produce literatura, en la medida en que ésta lo retomacomo tema )Marx, 1B D+9D+H-. ncluso al$unos autores como icardo >i$lia se%alan aldelito entre los modos de "uncionamiento de la literatura préstamos, citas apócri"as, pla$io3 en$a%o ponen al escritor al lado de la "i$ura del ladrón )+1 1N 3 GH-.

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    Complementariamente con esta visión del delito como rama de la producción social1,intentamos estudiar tam!ién la literatura como prctica. 4err3 Ea$leton destaca el papel delos tra!a#os de Oalter *en#amin 3 *ertolt *rec0t en las concepciones que re"ieren al artecomo producción social, desmontando la relación de distancia 3 #erarquía entre la !ase 3 lasuperestructura. e$/n el autor, al estudiar un o!#eto que sustenta la conciencia 0umana,suele olvidarse el otro lado de esta cuestión, a sa!er, que la literatura es tam!ién unaindustria los li!ros son una mercancía producida para ser vendida en el mercado editorial,los escritores son tra!a#adores que 0acen su actividad en "unción de los dictados de laseditoriales, los críticos tam!ién son pro"esores que tra!a#an en pos de producir la ideolo$íanecesaria desde el Estado, etc. )Ea$leton, +1D 1+H91+B-. Es decir que la literatura "ormaparte de la !ase económica propia entendida como prctica en la sociedad capitalista, eneste sentido, nos dice el autor, tanto *en#amin como *rec0t pensaron a la literatura comoactividad social 3 económica que coexiste con "ormas anlo$as de producción social.

    >ara Ea$leton, esta mirada de la literatura reconceptualiza la actividad estética, a la vezque permite entender las relaciones sociales como internas al arte mismo, 3 que por tanto,pueden modi"icarse 3 cuestionarse desde su interior )d 1+-. Esto teniendo en cuenta queel autor es un productor que se encuentra en cada estadio 0istórico con determinadosmateriales de tra!a#o, 3 puede trans"ormarlos. La novela policial estudiada, La muerte deun hombrecito, editada en los B, discute al interior de la "icción 3 de manera central lautilización de los medios de producción literaria en la escritura, en relación a los "enómenosdel mundo delictivo. Psta es una de las razones por la que ponemos en #ue$o aquí la técnicaliteraria en tanto su!versión del relato. El develamiento del carcter "iccional del len$ua#een la o!ra constitu3e una re"lexión so!re las maneras de construir la narración, el discurso 3sus estrate$ias, 0aciendo participar al lector de este de!ate. En 'El autor como productor(,*en#amin proporciona las claves para en"ocar la literatura desde su lu$ar en la producciónsocial. Mientras que com/nmente la crítica materialista se pre$unta por la vinculación delas o!ras literarias con las relaciones sociales de producción vi$entes en su época,*en#amin postula que 0a3 que descu!rir cómo estn las o!ras en  las relaciones deproducción, impulsando a revelar el lu$ar de la técnica literaria como elemento central enlos anlisis )+1+ B+-. e lo que se trata entonces, para este autor, es de transmutar elaparato de producción, modi"icar sus "ormas 3 sus instrumentos, 3 esto es posi!le ennuestro relato $racias a la ruptura de la autoridad discursiva 3 del estatuto monódico de suverdad.

    i !ien no es nuestro o!#eto en este tra!a#o estudiar de qué manera se inserta la novelaen la tradición del policial, tocamos este punto al$unas veces 3 podemos decir que laestructura controversial del texto da cuenta de una reescritura trans$resora del $énero. >or

    un lado, porque allí la !/squeda de la verdad permanece en el centro de interés, pero ésta escomple#a 3 paradó#ica, e inclu3e la traición 3 la re!elión e$oísta e individual contra losmodos en que las or$anizaciones delictivas con"i$uran sus ló$icas de poder. >or otro lado,la vuelta a la democracia lue$o del /ltimo $o!ierno de "acto cruza como "ondo la novela sindeterminarla, 3 la traición del narrador en los dos m!itos productivos de los queparticipa, la literatura 3 el delito9 se vuelve un modo de resistencia individual lue$o de quela dictadura 0a arrasado con el /ltimo intento colectivo de su!vertir las relaciones sociales.Ksí las cosas, nuestra 0istoria se contradice varias veces, 3 lo 0ace a partir de unamultiplicidad de estrate$ias reveladas en la narración. Mediante este esquema decontradicciones, se re"uta permanentemente lo re"erido 3 se naturalizan la am!i$&edad 3 la

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    mentira como procedimientos narrativos. Es necesario aclarar aquí que entendemos relato ala manera de Qerard Qenette, quien de"ine la 0istoria como si$ni"icado, 3 el relato comosi$ni"icante o texto narrativo )1BHB HD-, en el sentido de discurso que desplie$a uncon#unto de estrate$ias o procedimientos técnicos.

    O&#!+#'+! e$ &e$#).

    En re"erencia a los procedimientos literarios si !ien aquí utilizamos 'procedimiento(como sinónimo de 'estrate$ia discursiva(, pre"erimos el primer término porque acent/a elcarcter de la literatura como prctica9 diremos que durante todo el texto se alterna demanera con"esa la primera 3 la tercera persona, se$/n se declare la necesidad de volver lorelatado ma3ormente a#eno o propio. 8emos empleado así la desi$nación que imprime elnarrador al procedimiento, aunque un especialista en anlisis del discurso literario comoQenette rec0aza el término 'persona( por sus implicancias psicoló$icas )1BHB HG-,remplazndolo por el de 'voz(. ;o es, de esta manera, nuestra intención realizar unadetallada descripción de las estrate$ias discursivas, sino poner en "oco el carctersu!versivo de su develamiento tal como son conce!idas por el narrador. ;o discutiremosentonces la alternancia entre los se$mentos de narración 0eterodie$ética u 0omodie$ética,pero sí destacamos la si$uiente idea $enettiana lo que separa estas instancias es la actitudnarrativa de 0acer contar la 0istoria por un persona#e o por un narrador extra%o a aquélla)d +BH-. La a#enidad en nuestra novela queda así planteada por una conciencia social quese desmorona con"orme recorre el relato  -sta tercera persona que me salva de laverg4en!a de escribirme. *o se llama a eso, decorosamente, tomar distancia"   )Martelli,1BB+ 11B-. La distancia implica ver$&enza, un comportamiento que, 3a veremos,determina la moral !ur$uesa dominante en estos persona#es, 3 de"ine una dinmica socialde apariencias 3 escondri#os. Los encuentros 3 desencuentros del persona#e con el len$ua#e3 la 0istoria que le pertenece se dan en la super"icie del texto 3 no constitu3en un secreto.Es destaca!le que estos procedimientos queden revelados ante el lector que, "i$urado comoun desci"rador de este #ue$o, va descu!riendo las manio!ras de la "icción así con"i$urada.

    K partir de esto, en cada instancia narrativa se discute si el narrador participa o no de la0istoria que relata, aunque es ma3ormente su a#enidad la que se presenta comopro!lemtica *o puedo a esta altura, describir mis acciones como si fueran las de otro )dD-. En al$unas situaciones narrativas, por e#emplo, la distancia con la 0istoria permite alnarrador a#eno u!icar el empresario en "unción de su contexto productivo, como un "rívolomanipulador de n/meros que  -studia los nuevos costos de corchos, botellas, cajas,estuches, papel. Los aplica a los nuevos precios para que quede inc$lume un pilar de la

    civili!aci$n5 la rentabilidad  )d +-. entro de la paranoia que desata el in$reso del0om!recito en su actividad cotidiana, los n/meros son el /nico re"u$io porque 'secomportan razona!lemente(, a di"erencia del desarrollo del len$ua#e en esta novela que espro"undamente contradictorio 3 am!i$uo. in em!ar$o, e inmediatamente, la intervencióndel narrador con una aclaración entre paréntesis instala la tensión 3 la am!i$&edad deldiscurso literario volviendo a 0acer propia la 0istoria &me cuesta reconocerme en ese tipofr%volo, resentido, arbitrario, confuso, autoritario(  )d +7. En el "ondo del proceso deconmoción introspectiva que atraviesa el empresario 9la ruptura de su aislamiento a partirdel encuentro con el 0om!recito, que lo vuelve permea!le a la invasión de los otros en unproceso caracterizado como la 'interrupción del culto(9 se desnuda una operación literaria.

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    Esto "orma parte de una estrate$ia que inclu3e lo "iccional como cruce entre lo verdadero 3lo "also )se aclara que el relato tanto en primera como en tercera persona se a#usta a lo'verdadero( mientras que se miente so!re al$unos puntos-, 3 que su!vierte una 3 otra vez elestatuto de la verdad a lo lar$o de la novela.

    La "iccionalización de la instancia de escritura en Martelli "unciona a partir depersona#es que son "recuentemente escritores 3, por tanto, toman parte activa en la instanciade producción lin$&ística, son autores "icticios que pro!lematizan el o"icio literario. En estanovela se consi$na la necesidad de contar como un imperioso llamado al len$ua#e=tengoque escribir, desprolija, rápidamente )d 11-. R es con el anuncio de la "alsa muerte de unode los persona#es que se marca la exi$encia de una distancia con la 0istoria, indicndosetam!ién la técnica literaria requerida para sellar esta separación -l d%a siguiente tuvo labrutal inconsistencia de un sueño, pero a6n hoy me duele. Prefiero, por eso, contarlo entiempo presente, como si fuera de otro  )d +D-. En este caso, la a#enidad del narrador esindicio de una tensión entre las narraciones de lo pasado, lo 'presente( 3 lo que a/n no secontó, todo con"lu3e allí. El asesinato es el quie!re, como en toda novela policial, el pasa#e0acia el misterio "uturo, 3 el indicio del comienzo de la am!i$&edad, el in$reso de la duda 3la contradicción. En este proceso de ruptura, la 0istoria narrada desmiente 3 resi$ni"ica elpresente, 3 el "uturo est determinado por la verdad acerca del 0om!recito. En la protestacontra el orden cronoló$ico se cuela el pro!lema de la "icción como cruce entre loverdadero 3 lo "also, que queda así trazado  -l orden que impongo en el relato escronol$gico. La cronolog%a miente siempre. -l futuro es tan improbable como el pasado&'( -l hombrecito, sin saberlo, no s$lo cre$ el futuro que nos devor$ y a6n nos devora atodos, sino que cambi$ el pasado, lo torsion$, lo violent$, lo lan!$ y nos lan!$ a todos a laimpredictibilidad  )d NH-. K la manera de los ti$res que vienen del pasado a asaltar lamemoria de Cralos en Los tigres de la memoria el nom!re del persona#e ex0i!e 3a un #ue$o con el len$ua#e a partir de esa 'r( que molesta 3 parece "uera de lu$ar9, el 0om!recitoviene del "uturo a reinventar la traición del pasado entre los ami$os9delincuentes+.

    O&#!+#'+.!es e$+')+(#s

    >ara comprender esta ordenación del discurso, daremos cuenta de las contradiccionessociales que movilizan el "ondo de la 0istoria. >rimero diremos que la novela parte de unane$ociación imposi!le las ne$ociaciones intervienen "recuentemente en Martelli como unmodo de or$anización de len$ua#e que ostenta los anta$onismos 3 las dinmicas de podersu!3acentes9 entre un 0om!re )el empresario- 3 un 0om!recito. Este acto representa unaruptura a las convenciones morales del 'respeta!le 0om!re de ne$ocios(, perse$uido por

    los espectros prosti!ularios en su lu$ar de tra!a#o. En este recinto, la presencia del0om!recito sólo puede implicar una amenaza 3 una tentación -l monstruo siempre estáafuera, esperando. 7in la aquiescencia de la v%ctima no puede entrar  )d 1B-. Lainsi$ni"icancia de su tama%o es el punto de partida, pero no lo /nico que lo convierte en unser extra%o, el apunte del carcter de un derrotado es acompa%ado por el detalle de surepulsiva apariencia las arru$as, la escasa altura, las manos 3 pies 'de muc0ac0a(. En elrelato del acuerdo con el 0om!recito permanentemente se cuela la descripción de las tareascotidianas de la empresa atención de proveedores, promotores, revista de las ci"ras en lacomputadora, discusiones con el $erente de ventas, etc. Esto se vincula a la ausencia denom!re propio en el persona#e principal, lo que nos o!li$a a nom!rarlo por su lu$ar en la

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    producción social )'empresario(- 3 lo contrapone al 0om!recito, quien sí es desi$nadocomo Carlos Crespo.

    El dinero respalda la ne$ociación en torno a un so!re con in"ormación secreta que el0om!recito solicita sea res$uardado en secreto. El so!re est ase$urado por una suma decapital que va creciendo con"orme la cantidad de rec0azos, 3 que ser depositado en unacuenta ile$al en el exterior La verdadera plata recorre circuitos intangibles. Como todamagia, tiene sus propias reglas. *o es alcan!ada por la ley com6n  )d 1-. esde estaadvertencia se comienza a su$erir que los circuitos delictivos en la novela atraviesan losne$ocios le$ales, 3 son sostenidos por la ile$alidad del su!mundo económico9"inanciero. Escomo si 0u!iera en la super"icie del relato dos mundos aparentemente separados, 3a sea porel día 3 la noc0e o por los espacios que se recorren, 3 su contacto se cele!ra !a#o estrictasconvenciones. K su vez, el so!re en sí mismo es el si$no de la etapa 0istórica que termina,contiene in"ormación de lo pro0i!ido 3 de lo pasado  qu% 3gimi$3 hay asesinos yasesinados. -l sobre para él, era un cuartel y un cementerio, la muerte y la culpa8 el pa%sestaba adentro )d 1-. El Estado sostiene las or$anizaciones delictivas, que son or$nicasal capitalismo como modo de producción, 3 el so!re aparece como los rostros salvajes del poder y del prestigio )d G- que no de!en conocerse. La !ode$a, espacio donde todopuede suceder, "uera de la producción diaria "unciona como escenario de multitudinarias"iestas condensando las distintas ramas de la producción social 9':   prostitutas yadolescentes, la ley y el afuera de la ley, uniformes me!clados con ropas civiles, militares, polic%as y gángsters desnudos &'( *o ha invitado también a escritores y pintores"  )d1-.

     :na /nica re"erencia temporal u!ica la narración en una ma%ana de G de diciem!re de1BHD, a cuatro días de la asunción del $o!ierno democrtico de Kl"onsín. El cam!io del$o!ierno dictatorial por uno democrtico act/a como "ondo de esta 0istoria La democraciaha ganado. 7e acabaron los grupos de tareas &'( Los torturadores serán castigados. -lterror está guardado en un sobre marr$n )d +N-. El compromiso adquirido con Crespo seperci!e a partir de aquí como encu!rimiento a un cómplice de los crímenes de Estado. Elpro!lema le$al 3 ético que esto implica, sin em!ar$o, no es el centro de la 0istoria, sinoms !ien todo el desplie$ue delictivo oculto tras esta "i$ura. La red de tra!a#o delempresario es armada con persona#es pertenecientes al m!ito del su!mundo delictivo quetanto se desde%a en cada arre!ato de moralidad !ur$uesa su secretaria 3 ex9prostituta,María, es quien asistir al 0om!re en la !/squeda de la in"ormaciónS el ?il$metros por hora y porque, a pesar de ser profundamentereligioso &'( no ju!ga nunca. Carga en el coche los restos de la madrugada sin mirar porel espejo retrovisor )d 1+-. La apariencia ma"iosa del c0o"er nos su!sume en la sospec0ade lo que est por venir, 3 en la duda respecto a la pretendida respeta!ilidad del empresario.

    >ero el persona#e que ms "uertemente conecta los dos mundos en esta sección es aille,'el

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    "recuentemente son o!esos, 3 la $ordura es se%alada con repulsión #unto a su poderío 3perversión )tanto en Los tigres de la memoria como en etseman%  3 ente del 7ur )trilo$ía-aparecen estas "i$uras-. En este caso, el "also $ordo es el due%o del >icadill3, prostí!ulo9como lo cali"ican sólo en ocasiones, en un esfuer!o lateral de llamar a las cosas comocorresponde  )d -D9 donde se conocen el empresario con Crespo 3 de donde provieneMaría. aille es due%o de otros diez ca!arets 3 de una docena de supermercados 3, acorde asu apariencia de $ran ma$nate, est siempre rodeado de $uardaespaldas 3 dinero. Comoparte de esta or$anización, aparece la "i$ura del 0om!recito, '!u"ón( que uni"ica los dosmundos de poder económico )le$al e ile$al- Las cortes no han desaparecido. )odos losque tienen ganas y &'( poder y plata, las inventan. La de /aille me pareci$ obscena y, nosé por qué, peligrosa. 1e mantuve alejado de ella. @o ten%a la m%a. 7%, compart%amosalgunas muchachas. @ el buf$n  )d 1G-. 4an poderoso es aille, que al comienzo laaparición del 0om!recito con el so!re misterioso es perci!ida como una !roma esceni"icadapor el o!eso.

    La duda acerca de la respeta!ilidad del empresario mencionada anteriormente, encuentrasu límite exacer!ado cuando se comienza a relatar el revés de la 0istoria, 3 se devela ellu$ar de la mentira como construcción narrativa. En principio, la intención declarada delnarrador de aparecer ms ama!le presentando a los otros como a!orreci!les es la quesostiene este armado contradictorio,  s% mentimos  )d -. e eri$e a partir de aquí unrecorrido de impu$nación del relato anterior que tiene la "orma de varios descu!rimientosen la super"icie de la nueva 0istoria. Lo primero que se devela es la relación del empresariocon aille, su ami$o de la in"ancia que le presentó tanto a Crespo como a María.Contrariamente a lo dic0o, aille aquí es descrito como lo opuesto de o!eso, de una "lacura'casi transparente(. El discurso se vuelve permanentemente so!re sí mismo 3 so!re elmodo en que se constru3e la "icción violentando la apariencia misma de la voz narrativacomo supuestamente monódica 3 con"ia!le, 3 se introduce otro elemento al nivel de lasrelaciones sociales la traición. El narrador miente pero tam!ién le mienten.

    El c0oque en la in"ancia entre distintas clases sociales motiva la traición, la ver$&enzadel contacto sostenido con el a!3ecto es compartida por los ami$os !ur$ueses )Qranados 3el empresario-, 3 motiva esta "alacia. Km!os provienen de "amilias tradicionales queencu!ren sus miserias !a#o la moral de una peque%a !ur$uesía pro"esional acomodada, quei$nora a los o!reros 3 desprecia a los empleados )d N-, 3 ante las cuales la presencia deaille resulta revulsiva. En este m!ito lo que domina son las apariencias, la am!i$&edad 3la contradicción son el centro de las re"lexiones 'nunca se sab%a eAactamente qué era loque se esperaba de nosotros, porque el modelo &'( desle%do, repleto de alusionescontradictorias y de convicciones débiles, no era alentador ni amable. Carec%a de amor,

    rebosaba de una ficcionalidad que jamás llegaba a ser mito. uno lo invitaban a cumplirreglas en las que nadie cre%a )d N1-. El #ue$o "iccional opone el mundo adulto al in"anto9 #uvenil, donde se propone una dinmica de teatralización de conductas sin consistencia, queexi$e eri$ir otro orden de racionalidad c$mo dejar de jugarlos sin volvernos locos oasesinos" )d N+-.

    Ksí se consi$na el comienzo de un poderoso, que, aunque a veces ridículo por sudel$adez, su palidez 3 su vestir "uera de moda, enca!eza en el secundario 3a laacumulación de dinero $racias a la venta de artículos pro0i!idos. Los o!#etosprincipalmente vinculados al sexo 3 a las armas se presentan como una versión msrudimentaria de las mercancías "uturas cigarrillos y forros8 láminas con desnudos más o

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    menos art%sticos y cachiporras que él mismo fabricaba cuidadosamente )d N-. ncorrecto3 traidor, el delincuente desconoce la lealtad 0asta en el m!ito político mientras queQranados 3 el 0om!re militan en el comunismo, aille, peronista declarado, delata a susami$os 3 provoca que estén 'marcados(. El narrador institu3e la mencionada delacióncomo causa de la separación del trío, #unto al acercamiento no deseado al su!mundodelictivo que promueve el trans$resor /esde el d%a en que ?QranadosA me dijo que nover%a más a /aille, que no le interesaban más los tránsfugas, los matones, los adolescentes y los locos, no hablamos más de él )d NN-. >ero los ne$ocios comunes 9compra 3 venta deautos de dudoso ori$en, departamentos 3 empresas9 unen a los ami$os separados por lamoralidad "icticia. El mane#o de estos mercados siempre 'laterales(, es decir, al mar$en dela le3, impulsan a sostener la comunidad delictiva que $estiona el ne$ocio de la !ode$a ali$ual que los ca!arets, los autos con c0o"er en las "ronteras o los via#es a zonas que su$ierenel contra!ando. La tensión, no o!stante, atraviesa esta or$anización ile$al, 3 se vuelvecontradicción a partir de la traición perpetrada por el acuerdo con el 0om!recito, primero, 3lue$o por la asociación secreta Qranados9aille.

    e instala así, en el mismo momento que el relato de la amistad, el relato de la traiciónque conduce la novela 0acia la violencia 3 la persecución. La cinemato$r"ica escenaplanteada en la !ode$a cuando el 0om!re acude en !usca de los dólares que queda!an 3 seencuentra con un re$uero de vino 3 san$re, asesinando a uno de sus custodios en de"ensa,termina de coquetear con el lado ms ne$ro del $énero, li$ado al $ansterismo. Este es unmundo delictivo cercano al que descri!e 3a a3mond C0andler en -l simple arte de matar,donde los pistoleros pueden $o!ernar ciudades 3 los due%os de restaurantes 0an 0ec0o sudinero re$entando !urdeles, o una estrella del cine es #e"e de una !anda de quinieleros)1B +-. El ca"is0o aille est al "rente en la !/squeda de la in"ormación que sostendrsus ne$ocios presentes 3 "uturos, a partir de la zona li!re en el mercado que de#a la ausenciade Crespo. Cuando se descorre la cortina de los ne$ocios diurnos, se desnuda toda unaor$anización delictiva que sostiene la economía del país, tanto las zonas de mercados'le$ales( )como empresas o supermercados- con improntas ile$ales )contra!ando,circulación de mercancías pro0i!idas, monopolización de actividades económicas-, comolas actividades comerciales laterales )ca!arets, circulación ile$al de dro$as 3 armas-. Esdecir, estas or$anizaciones a!arcan varias ramas de la producción, 3 en ellas estinvolucrado el Estado, que prote$e, alimenta 3 se sostiene en !ase a estas poderosasestructuras delictivas. >ero lo que se inserta en esta tradición del policial a partir delviolento desplie$ue en la !ode$a es el en$a%o en tanto con#unción de los dos ami$ostraidores en contra del empresario /aille y ranados &cualquiera de los dos puede ser el jefe, o ambos empleados de alg6n otro( se burlan de m%. 7on s$lo un monstruo bicéfalo

    convocado por el sobre de Crespo 9': /e lo que el sobre guarde dependen sus vidas,futuras, pasadas' )Martelli, 1BB+ GG-.

    El empresario !ode$uero, constituido como anta$onista del ca"is0o, de!er 0acer sur$irsu propia asociación para oponérsele. En su recorrido a lo lar$o de la novela, su poderío vacreciendo con"orme a sus competencias, dado que 0acia el "inal mane#a armas, tam!ién espiloto, tiene ami$os in"lu3entes 3 diri$e la or$anización armada que convoca el

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    eficaces. #espetaban al ;bispo, que hab%a sido jefe de ellos /ios sabe cuándo y d$nde enque vericueto, dictadura o grupo de tareas )d 1D-. Ksí, la naturaleza de esta or$anizaciónes la misma que la de aille, violenta, ile$al, involucrada con el Estado 3 al mando dequien les pa$ue, 3a sea para sostener ne$ocios le$ales rompiendo 0uel$as9 o ile$ales.

    L#s +''+.!es e $# )+'+!

    Como vimos, en la novela se pone en #ue$o permanentemente la re"lexión so!re losprocedimientos literarios, 3 la dinmica de las or$anizaciones delictivas estructura la tramaen este contexto. Km!os e#es se cruzan en lo que denominamos "icciones de la traición unaserie de escenas montadas estraté$icamente por los persona#es en la disputa del poder. on"icciones dentro de la "icción, donde las relaciones sociales se presentan con la ló$ica deuna "arsa, una teatralización montada so!re la traición, 3a que los persona#es act/an paraque otro crea, 0a$a o delate. La primera de estas secuencias ocurre en consultorio deQranados, donde la racionalidad del comportamiento del empresario re"u$iado en losn/meros de la primera parte es metamor"oseada por pura irracionalidad. En medio delacoso a la secretaria Marcela, tam!ién ex9prostituta9 3 la a$resión al médico mientras ésteintenta #usti"icar su traición, se con"i$ura el próximo encuentro con aille en el >icadill3.

    ;o o!stante, la "arsa tiene una particularidad que 3a 0emos visto en la novela, 3 es lasu!versión de la con"ianza del lector mediante el quie!re de la certeza en la voz que narra.:na vez re"erida la primera versión excesivamente violenta del asedio al consultorio de suami$o, se est dispuesto a ponerlo todo en duda /if%cil decir por qué escribo esta escenaque me incrimina. )al ve! porque no sucedi$. Porque, se les pregunta a ranados y a 1arcela, ellos dir%an que no sucedi$  )d 11D-. El narrador se re!ela al mismo tiempocontra la pretensión de verdad del len$ua#e, 3 contra la ética 3 la moral ver$onzante de unaclase, que llevó a la traición de los ami$os. Kl i$ual que los otros delincuentes de estanovela, 3a no tiene sentido del decoro, 3 pretende que!rar lo que queda de la éticapro"esional 3 la "alsa moral de Qranados, contaminarla de violencia, prostitución 3 traiciónpara desmantelarla ranados 3ese bulto3 qued$ de todas maneras destruido, más quedesmorali!ado después de esa lucha idiota con su ética )d 11D-. Lo que interesa aquí escontar una serie de "icciones que contri!u3an a romper con la moral !ur$uesa instalando ensu lu$ar el caos delictivo, amoral 3 ad3acente al pro!lemtico concepto de verdad.Mediante este procedimiento, el narrador institu3e la duda eterna, a"irmando que nunca sesa!r lo que pasó porque la memoria no es con"ia!le, 3 nada otor$a ms credi!ilidad anin$una de las versiones por encima de las otras, por el contrario, todas ostentan al$unatrans$resión 3 por eso no 0a3 certezas en la narración  -stá bien, me averg4en!o,discrimino y me incrimino, pas$ lo que pas$ y ninguno de nosotros lo olvidará ni lo sabrá jamás )d 11-.

    La comple#a "icción montada por aille en el >icadill3 a$re$a a todo esto laconsideración acerca del per"il artístico9creativo del poderoso #e"e delictivo. u 0a!ilidadartística le permite montar s0o2s llenos de sentidos ocultos, los mejores de +uenos ires,pero tam!ién los más pérfidos )d 1+-. La "unción que presenciar el 0om!re #unto con undisminuido Qranados es un nuevo relato de la novela en otro códi$o, con un con#unto desi$nos propios del su!mundo ca!aretero 3 perverso. os actos teatrales con"i$uran laex0i!ición en el >icadill3, el primero representa la escena de Qranados 3 María 3 else$undo, la escena del so!re en 4andil, con Marcela amenazada de muerte. estituidas a su

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    m!ito de ori$en, las mu#eres son aquí los instrumentos de extorsión para los delincuentesque de!en ne$ociar por el so!re. aille o"rece a María primero, lue$o ms dólares, msne$ocios a cam!io del so!re inviolado, pero 3a nada puede sostener un pacto pueril con elpoder. :n si$no teatral se coloca por encima de todos los otros el escenario tiene la "ormade un so!re que representa, se$/n aille, el casti$o de la usura, el involucramiento delempresario con el mundo delictivo, 3 la traición al reci!ir 3 ocultar in"ormación a cam!iode una !uena cantidad de dólares.

    En esta novela, las "i$uras delictivas son do!les 3 comple#as, en el caso de aille, eldelito 3 la creación artística presentan en otro códi$o su tendencia a la trans$resión. Esdecir, el len$ua#e artístico, la representación 3 el delito se asocian para autorizar unaperspectiva de lectura distinta, realzando la #erarquía del arte en lo social 2na alusi$n esmucho más fero! que una amena!a. @ una ilusi$n que pone en tela de juicio la realidad esmás malvada que algo tangible )d 1D-. La literatura es ms peli$rosa que cualquier otrotipo de discurso social porque, como todo modo de enunciación artística, es alusivo, no secierra a una si$ni"icación unívoca 3 determinada. La serie de traiciones "iccionalizadasproduce una asociación entre la mentira o el en$a%o, la "icción 3 el delito el procedimientocreativo es producido por el #e"e delictivo para emitir un mensa#e, amedrentar o redo!lar elpeli$ro. La alusión representada demuestra la omnipotencia del delincuente que puedemanipular cualquier cosa que pase arri!a del escenario, Tno es este el correlato de laautoridad narrativa que se est queriendo desmontar durante toda la novelaU4radicionalmente, el mane#o del len$ua#e como medio de la producción literaria mantieneuna verdad enunciada por la autorizada voz narrativa. Pse es el poder que se cuestiona en lapermanente ex0i!ición de los procedimientos de construcción del discurso literario en lanovela. Kquí la voz narrativa, que es adems escritural porque representa a al$uien queescri!e para no olvidar o con#urar "antasmas, no es certera, miente, 3 reconoce la dudacomo procedimiento narrativo.

    Como parte de este manual de procedimientos del arte 3 la representación, se presentatam!ién una !reve pero valiosa re"lexión so!re la recepción. En principio, el si$ni"icado delmonta#e teatral ca!aretero es exclusivo para los involucrados en la 0istoria de 0orror que senarra, sólo quienes decodi"ican la ale$oría 3 temen a la alusión pueden apreciar el carcteramenazante de las ex0i!iciones de tortura, dolor 3 muerte. Ksimismo, para el p/!lico del>icadill3 la escena tiene otra si$ni"icación, no sólo porque en dic0o recinto la atrocidad estnaturalizada sino tam!ién por el aporte de la cultura de masas 3a que, se destaca, estasescenas no eran mu3 distintas a las que sus "amilias 0a!ían o!servado en el televisor mstemprano9. 4odo lo cual ve0iculiza el planteo de una pro!lemtica propia de la literatura, elcontraste entre realidad 3 "icción, 9':nadie distingu%a bien realidad de ficci$n8 nadie sab%asi la mujer en la rueda, los verdugos y las arrepentidas los eAcitaban más que esos peda!osde carne que pelli!caban en sus mesas. Lo obsceno es siempre traicionero )d 1DH-.

    N#&'+!, u).9# )+'+!

    La reestructuración "inal de las relaciones sociales en la novela otor$a al empresario laposi!ilidad de una revivi"icación moral, el tra3ecto 0acia el delito lo vuelve 0éroe alprota$onizar el rescate de las prostitutas9secretarias convertidas en su esposa e 0i#a. >erocomo toda relación entre los persona#es de la novela, esta /ltima est pre%ada detrans$resión, la "alsa "amilia se pro3ecta incestuosa desde su ori$en. En caravana 3 con la

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    protección de los 0om!res del

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    rompiendo con las relaciones dominantes 0acia la dirección de los ms dé!iles se escapacon las prostitutas 3 se nie$a a ne$ociar con Crespo.

    Consecuentemente con esto, el "inal de la novela es el calco de su comienzo, un pactoimposi!le entre un 0om!re poderoso 3 un 0om!recito, sólo que en su exacto revés porquelos persona#es se 0an intercam!iado, las pala!ras mismas del 0om!recito dan cuenta deesto 2sted me cre%a un payaso. hora me cree muerto y estoy vivo. 2sted siempre seequivoc$ respecto a m%  )Martelli, 1BB+ +-. La revelación de los equívocos "inales es elultimtum de la novela, el relato se termina cuando se aca!an las "allas. La escritura de esta/ltima etapa 3a no es entonces mentirosa, l/dica ni en$a%adora, es solamente ridícula por lane$ociación inadmisi!le con el poder,  1e resulta rid%culo escribirlo as% )d 1BN-. Lacon"esión 0ace a/n ms comple#o este escollo el so!re representa a Crespo, sus relaciones3 sus crímenes, él $uarda los datos de las torturas 3 la muerte 3 su poder est sostenido porel dinero. e esta manera, aparece la con"irmación de que el capitalismo es el verdadero"ondo de estas relaciones sociales, que revelan el ori$en del delito como rama de laproducción sostenida por Crespo, porque el 0om!recito no es ms un 'tecnócrata( 3 un$ran monopolista de ne$ocios ne$ros 2sted me crey$ por algo intangible5 el valor deldinero. @o compro. Compro siempre )d 1B-, así se cali"ica el mismo Crespo como unode los cinco o seis que deciden  )d 1BH-. La $ran verdad que se devela aquí es elsi$ni"icado del delito como or$anización en el con#unto de las relaciones sociales.ecordamos las alusiones de Marx a lo tan$i!le que se "etic0iza en el capitalismo parainvestirse de una apariencia m$ica, 3 de esa manera esconder las verdaderas relacionessociales que lo sostienen, como es el caso del dinero 9': esta forma acabada del mundode las mercanc%as Bla forma dinero3, lejos de revelar el carácter social de los trabajos privados, y por tanto, las relaciones sociales entre los productores privados, lo que hace esencubrirlas  )Marx, 1BD D-. El dinero "unciona así i$ual que el len$ua#e, "iccional 3tramposo, al que 0a3 que desmontar como en la novela para descu!rir las relacionessociales que su!3acen.

    Crespo se #u!ila como re$ente de un peque%o re"ormatorio, ale#ado de lossupermercados, ca!arets, armas, !ancos suizos, dro$as, contra!ando, etc., que mane#a!aanteriormente con el !eneplcito de la dictadura. R aca!ar muerto en manos de estapeque%a comunidad tandilense unida por el crimen, a partir del cual no pueden separarse nidelatar, constru3endo un sentido extremo de #usticia 7e ha reali!ado una compleja justicia)d +1D-. El 0om!recito se descu!re poderoso al mismo tiempo que preso, re$enteando unacomunidad9crcel9campo de concentración como el >icadill3, !a#o una le3 criminal 3torturadora. En estos términos, podría leerse la "i$ura de Crespo como la ale$oría de unadictadura saliente, un ma$nate económico, torturador de las mu#eres que emplea!a para la

    trata, que est aquí tocando su ocasoN. >ero leer la novela desde la ale$oría exclusivamentede#a escapar comple#idades de todo un espacio productivo que se revela a partir del crimen.

    8a3 un interro$ante que sostiene otro orden de lectura, li$ado al recorrido de unempresario involucrado 3 "ascinado por el mundo delictivo del que no le puede escapar, porlos lu$ares le$ales e ile$ales del capitalismo  usted no le gusta mi ley degenerada. Porqué se fascin$ por nuestro mundo" uién lo oblig$"  )d ++-. Kl a!3ecto mundo delpoder económico 3 delictivo se opone un camino alternativo la entre$a del so!re a aille9que tam!ién o"rece ser su mscara, siendo una vez ms rec0azado9 3 la 0uida 0acia elespacio de la utopía individualV"amiliar con las prostitutas, la casa 0undida en Qesell. Ksíqueda en manos de aille 'la le3 de las !estias(, que $o!ierna el sistema productivo

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    descrito en la novela. La narración termina con la certeza de la persecución 3 la incertezadel len$ua#e 3 de la contradicción que atraviesa la "icción De redactado dificultosamente,aterrado, un réquiem &'( @o estoy solo y no me arrepiento. -stoy solo y no me arrepiento.7i lo escribiera tres veces, ser%a verdad  )d +1G-. El "inal de la novela es la !rutalinterrupción de la escritura en la convicción de la mentira. R el que aquí decide es el lector,que desci"ra los sentidos /ltimos. 4al como desarrolla en su texto *en#amin, se rompe laseparación entre autor 3 lector, quien, 0acia el "inal se convierte en 'cola!orador( )+1+1G-, resta!lece los sentidos perdidos en la mara%a de en$a%os.

    L# su%(e&s+! e $# )*'!+'# $+)e&+#

    K lo lar$o de este artículo en"ocamos la novela desde el procedimiento de construcciónde la voz narrativa, poniendo en el centro una visión de la literatura 9.3 del delito9 comoproducción social. La o!ra literaria que a!ordamos exi$e ser leída en estas claves, parapensar la ex0i!ición de estrate$ias que ostenta. Kllí la narración "unda una verdad a medias,te%ida de en$a%o, 3 vista desde la lente del delito 3 la traición. En principio, podemos decirque la novela opera una trans"ormación de los medios de producción que apunta a poner enduda el estatuto de verdad del discurso narrativo, 3 a trans"ormar al lector en cola!oradorque de!e decidir 3 completar los sentidos su$eridos, e incluso ponerlos en duda. >or esopara *en#amin existe un carcter modélico en la producción que permite poner a sudisposición un aparato me#orado )+1+ 1N-. En La muerte de un hombrecito, se desnudanlos mecanismos de la "icción, dando a conocer las instrucciones del narrador para creare"ectos de sentido presentar a los persona#es como peor de lo que son intentando parecer élmismo ms ama!le, cam!iar de 'persona( narrativa se$/n la 0istoria se presente comoa#ena o propia, advertir so!re la mentira de las versiones narradas, etc. Las interrupcionesen la 0istoria para dar cuenta de estos procedimientos tienen una '"unción or$anizadora(similar a la de los monta#es !rec0tianos )d 1-, es decir, apuntan a que el lector tomeposición ante la am!i$&edad 3 la duda así expresadas. 4odo lo cual le exi$e identi"icar en laliteratura un con#unto de estrate$ias 3 una instancia productora de conciencia 3representaciones. Ksí, decimos que la literatura es una producción social porque estsituada en las relaciones de producción de su tiempo, a las cuales trans"orma, a la vez quepresenta las contradicciones del acontecer 0istórico.

    e plantea la posi!ilidad de re"lexionar so!re el o"icio de la escritura porque la narraciónlo pone en #ue$o permanentemente.  En este sentido, Tpuede pensarse al narrador como'do!le( del autorU Wuizs sí en re"erencia al o"icio escritural asumido por el prota$onista 3narrador de esta novela, en la medida en que esta "i$ura remite a la pro!lematización de la

    instancia de producción literaria. >0ilippe Le#eune a propósito de la auto!io$ra"ía se%ala caballo entre lo eAtrateAtual y el teAto, el autor es la l%nea de contacto entre ambos. -lautor se define como la persona capa! de producir ese discurso, y lo imagina a partir de loque produce )Le#eune, 1BN G1-. ;o 0a3 aquí a di"erencia de otras novelas de Martellicomo ente del sur, en la que aparecen iniciales que identi"ican el nom!re del autor con eldel persona#e9 otras marcas que puedan asociar el narrador al '"irmante(, como lo llamaQenette )1BHB-. 4ampoco podemos sostener, desde nuestra lectura, la identidad entre autor,narrador 3 persona#e principal que de"ine la novela auto!io$r"ica en Le#eune )1BB GD-,sino ms !ien "undamentar su clasi"icación como narración 'autodie$ética(, en términos decoincidencia entre estos /ltimos dos. En  La muerte de un hombrecito  el autor es un

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    persona#e de la "icción, que recorre todo el universo de la producción delictiva 3 desde allíproduce el relato, es un delincuenteVempresario que escri!e. Lo que nos interesa destacar,en todo caso, es el tra!a#o del narrador con los distintos modos de construir el discurso,proponiéndose como productorVtrans"ormador de la norma escritural 3 poniendo en "oco ladimensión del 0acer literario. La re"lexión del autor "icticio so!re los procedimientosliterarios 3 so!re su posición en el proceso de producción sucede en esta novela desde elespacio de la trans$resión delictiva 3 de la traición.

    En este sentido, la traición 3 el delito son dos elementos que de!en tenerse en cuentapara sostener esta lectura. >or un lado, el delito como actividad productiva desnuda unaserie de relaciones 3 tensiones sociales propias del modo de producción, 3 por otro, latraición como modo de relación por excelencia entre los persona#es pone en evidencia lacomple#idad de su participación en la or$anización social. Es así como, en esta reescrituradel $énero policial, la rede"inición del códi$o $enérico apunta a la posi!ilidad de repensartoda la literatura a partir del texto, 3 el modo de producción a partir del con#unto derelaciones sociales suscitadas por el delito. Finalmente, destacamos una re"lexión so!re latraición con la que *en#amin termina su ensa3o, retomando el de!ate entre Kra$on 3Mau!lanc  La solidaridad del especialista con el proletariado &'( puede ser solamentesolidaridad mediada &'( Por qué" Porque la clase burguesa le ha dado al intelectualmediante la cultura un medio de producci$n, que, a consecuencia del privilegio cultural, lohace estrictamente solidario con ella, y a6n más todav%a, a ella con él   )d 11-. >or lotanto, el escritor que trans"orma estos medios de producción aparece como traidor a supropia clase. El persona#e9narrador de esta "icción es un traidor social porque ostenta lamisma do!le pertenencia 9aliado a las clases que mane#an la economía nacional 3 adems asus límites ms !a#os )las prostitutas-, pone en evidencia su relación con"lictiva con laestructura social9. >ero tam!ién es un traidor literario porque ex0i!e una posi!ilidad depensar la escritura 3 su!vertir los medios de producción lin$&ística. i los persona#es sondo!les del autor, como reza uno de los epí$ra"es de este tra!a#o 9que "orma parte delpre"acio a Los muros a!ules9, en los textos literarios este e"ecto se vuelve su!versión quetiende un puente entre el acto productivo de la escritura 3 el interior la "icción misma, apartir de narradores9escritores que develan los procedimientos técnicos, trans"ormando elestatuto de la literatura 3 revelando su vínculo /ltimo con las relaciones sociales.

    e';# e &ese!)#'+!: D1VNV+1  - E(#$u#'+!: +V1V+1

    B+%$+.9#

    Kmar nc0ez, Kna María )+- Euegos de seducci$n y traici$n. Literatura y cultura demasas. *eatriz Xiter!o Editora, *uenos Kires.

    *en#amin, Oalter )+1+- 'El autor como productor(. En -scritos pol%ticos. K!ada Editores,Madrid, pp. HB9111.

    C0andler, a3mond )1B-  -l simple arte de matar. Editorial 4iempo Contemporneo,*uenos Kires.

    Cortzar, Julio )+1D- #ayuela. Kl"a$uara, *uenos Kires.

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    Ea$leton, 4err3 )+1D- 1arAismo y cr%tica literaria. *uenos Kires, >aidós.Feuillet, Lucía )+11-  /inero y delito5 la tradici$n materialista en la lecturaFescritura

     pigliana del género policial. Córdo!a, Klción.Qenette, Qérard )1BHB- 0iguras GGG . Lumen, *arcelona.8ue!e, Leonardo 'Juan Carlos Martelli el escritor que 0izo literatura con el "uturo( )+1D

     #unio +-. ?i$lia, icardo )+1- Cr%tica y ficci$n. *uenos Kires, Kna$rama.Xolos0inov, Xalentín ;. )+B- -l marAismo y la filosof%a del lenguaje. Ediciones Qodot,

    *uenos Kires.

    http://www.telam.com.ar/http://www.telam.com.ar/

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    N.)#s

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    1La producción se entiende, a partir de las tesis materialistas, como modi"icación de la naturaleza por parte del 0om!reS3 en este sentido, a la vez que los 0om!res producen sus medios de vida producen su propia vida material, su propiomodo de vida )Marx9En$els, +N 1B-. Es decir que desde la construcción teórica del materialismo, se considera al0om!re siempre en relación con su producción 'Lo que los individuos son, depende, por tanto, de las condicionesmateriales de su producción( )d-. Los individuos como productores contraen diversas relaciones entre sí, por lo cual, laor$anización social que nace desde estas relaciones proviene de la manera en que estos individuos act/an 3 producen'3 por tanto tal 3 como desarrollan sus actividades !a#o determinados límites, premisas 3 condiciones materiales,

    independientes de su voluntad( )d +N-.2 o!re la presencia del "uturo en  Los tigres de la memoria  3  -l cabe!a, Leonardo 8ue!e sostiene que 0a3 allí unpresa$io de la violencia política 3 de cam!ios de los códi$os delictivos en Kr$entina )+1D +-.3 El uso del len$ua#e 3 su relación con la verdad est presente en todas las etapas de la novela 3 es "recuente en estosdetalles donde pone en crisis los preceptos morales dominantes. En /ltima instancia, desde X. Xolos0inov )+B- 0a sidoincesantemente se%alado el 0ec0o de que la disputa por el len$ua#e "orma parte de las !atallas sociales. En este sentido,el persona#e de aille est tam!ién marcado por un len$ua#e excepcional, se$/n lo se%ala el narrador, es $uaran$o 3vul$ar, en contraposición a la corrección !ur$uesa de su propio uso del len$ua#e. >ero nuestra intención no es leersimplemente a través del len$ua#e los anta$onismos sociales sino se%alar el tra!a#o con la técnica, la re"lexión, en sucarcter tanto novedoso como trans$resor de los límites de la "icción, so!re el instrumento de tra!a#o de la producciónliteraria desde dentro de la o!ra misma.4 La relación entre len$ua#e 3 dinero se "unda en el carcter demi/r$ico 3 sí$nico que am!os ostentan. 4anto en los 1anuscritos econ$micos y filos$ficos como en -l Capital. Cr%tica de la econom%a pol%tica, Marx da cuenta del dinero

    como si$no que encu!re las relaciones sociales 3 como elemento a partir del cual todo se puede tener. icardo >i$lia, asu vez, 0a!la del poder m$ico de la escritura en los mismos términos )+1 +H-. Esta vinculación 0a sido estudiada enextenso en nuestro tra!a#o so!re el $énero policial en >i$lia )Klción, +11-.5 Fredric Jameson en 1arAism and 0orm estudia el pensamiento ale$órico de *en#amin, en torno a sus textos menosa!ordados, 3 retoma en este marco su o!sesión con el pasado 3 la memoria 3 el acento puesto en el estudio de la "ormaen las o!ras literarias. Es so!re Qoet0e, 3 al modo de una demostración de su 0a!ilidad para el pensamiento dialéctico,cuando *en#amin a!orda la idea de  LebensHeisheit  como un medio camino entre la experiencia su!#etiva 0umana o lamecnica de sus pasiones 3 la 0istoria o la in"luencia del medioam!iente 3 la situación, 3 donde re"lexiona so!re lossím!olos presentes en Las afinidades electivas Gt is the originality of +enjamin to have cut across the sterile oppositionbetHeen the arbitrary interpretations of the symbol, on the one hand, and the blan? failure to see Hhat it mean on theother5 Elective K""inities is to be read not as a novel by a symbolic Hriter, but as a novel about symbolism  )Jameson,1B G-. el mismo modo, podemos decir que La muerte del hombrecito es una novela so!re la literatura 3 su técnica,que inclu3e el tra!a#o con las ale$orías, tal como laa de"ine Jameson en el texto mencionado, como un intento de

    restaurar las continuidades 0istóricas, una reconciliación del pasado 3 el presente que el sím!olo exclu3e por su carcterinstantneo, 3 su insistencia en el presente )d +-.