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LA SEMBA MOMEA . CAMPO" ABIERT O A TODAS LAS ASPIRACIONES DEL CUERPO DE TELÉGRAFOS . DIRECTOR : DON RAFAEL DE VIDA . Este periódico se publica los días 8, 16, 24 y 50 de cad a mes . Redaccion y Administracion, calle de la Amnistía, 6 , principal izquierda . PRECIO DE SISCRICren . Madrid : un mes, 5 rs . Provincias : un mes, 4 rs .Las suscriciones siguen sirviéndose ínterin n o se dé aviso de baja . Núm . 14. Martes 16 de Febrero de 18 9 . Año II . ESTACIONES MUNICIPALES : En uno de los últimos números de l a SEMANA encontramos un suelto en qu e se extraña la apatía ó indiferencia co n que los ayuntamientos miran y no pro - curan el establecimiento del servicio te- legráfico en sus localidades respectivas . Si no conociéramos, como conocemos , las causas que á los ayuntamientos re - traen y obligan á obrar de, la maner a que lo hacen, ciertamente que mere- cerían una censura poco favoralele ; per o las corporaciones municipales no tie- nen culpa ninguna , y al contrario , sienten vivamente el que los proyecto s sean completamente inaceptables par a los municipios . Tanto es así, que todos , ó la mayor parte de los que hoy tiene n estacion telegráfica por su cuenta, es- tán deseando el cerrarlas . Esto se comprende fácilmente : lo s ayuntamientos no es lo que temen e l gasto de instalacion y entretenimiento ; lo que temen, y con razon, por lo re - cargado de trabajo de sus secretarías , es ese cúmulo de comunicaciones y documentacion que les produce . N o quieren, y con razon, esos trámites y sinnúmero de comunicaciones diarias ; no quieren cuentas de entretenimiento , de material, de utensilio, de mobilia- rio, mucho ménos de recaudacion, y sobre todo, de personal . No ; con todos esos tropiezos y otros muchos que co- nocemos, no puede haber ayuntamien- tos que pidan estaciones telegráficas ; imposible ; y lo que sucederá si est e sistema sigue, será que las pocas qu e hay abiertas se cerrarán . Hoy por hoy , todas las localidades desean estacion ; pero no la piden, porque ese deseo , por decirlo así, se estrella contra l a resistencia de las secretarías, que jus- tísimamente temen el ímprobo trabaj o que su establecimiento y conservacio n les acarrea . Y que no es el gasto l o que á los ayuntamientos les retrae , basta para convencerse de ello la con- sideracion de que, con la medida d e abonárseles el importe de las comuni- caciones oficiales, se les facilita la ma- nera, no sólo de obtener gratis el ser - vicio, sino hasta si se quiere de espe- cular ; y para ello, basta con que el al- calde y el juez dén un despacho diario , siquiera sea como el célebre circula r de un juez de la provincia de Avila , sobre la pérdida de una burra . ¿Se quiere ó no se quiere que todo s los ayuntamientos por donde pasan la s líneas pongan estacion telegráfica? S i se desea esto, quíteseles todas las tra- bas que dejamos apuntadas y las mu- chísimas que omitimos , y dígasele s lisa y llanamente : (El ayun tamiento que quiera tene r estacion telegráfica le cuesta, por ejem-

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LA SEMBA MOMEA .CAMPO" ABIERTO

A TODAS LAS ASPIRACIONES DEL CUERPO DE TELÉGRAFOS .

DIRECTOR : DON RAFAEL DE VIDA .

Este periódico se publica los días 8, 16, 24 y 50 de cad ames. Redaccion y Administracion, calle de la Amnistía, 6 ,principal izquierda .

PRECIO DE SISCRICren. Madrid : un mes, 5 rs . Provincias :un mes, 4 rs .Las suscriciones siguen sirviéndose ínterin n ose dé aviso de baja .

Núm. 14.

Martes 16 de Febrero de 189.

Año II.

ESTACIONES MUNICIPALES :

En uno de los últimos números de l aSEMANA encontramos un suelto en quese extraña la apatía ó indiferencia co nque los ayuntamientos miran y no pro -curan el establecimiento del servicio te-legráfico en sus localidades respectivas .Si no conociéramos, como conocemos ,las causas que á los ayuntamientos re -traen y obligan á obrar de, la maneraque lo hacen, ciertamente que mere-cerían una censura poco favoralele ; perolas corporaciones municipales no tie-nen culpa ninguna , y al contrario ,sienten vivamente el que los proyecto ssean completamente inaceptables par alos municipios . Tanto es así, que todos ,ó la mayor parte de los que hoy tiene nestacion telegráfica por su cuenta, es-tán deseando el cerrarlas .

Esto se comprende fácilmente: losayuntamientos no es lo que temen e lgasto de instalacion y entretenimiento ;lo que temen, y con razon, por lo re -cargado de trabajo de sus secretarías ,es ese cúmulo de comunicaciones ydocumentacion que les produce . Noquieren, y con razon, esos trámites ysinnúmero de comunicaciones diarias ;no quieren cuentas de entretenimiento ,de material, de utensilio, de mobilia-rio, mucho ménos de recaudacion, ysobre todo, de personal . No; con todos

esos tropiezos y otros muchos que co-nocemos, no puede haber ayuntamien-tos que pidan estaciones telegráficas ;imposible; y lo que sucederá si estesistema sigue, será que las pocas qu ehay abiertas se cerrarán . Hoy por hoy ,todas las localidades desean estacion ;pero no la piden, porque ese deseo ,por decirlo así, se estrella contra laresistencia de las secretarías, que jus-tísimamente temen el ímprobo trabajoque su establecimiento y conservacionles acarrea . Y que no es el gasto l oque á los ayuntamientos les retrae ,basta para convencerse de ello la con-sideracion de que, con la medida d eabonárseles el importe de las comuni-caciones oficiales, se les facilita la ma-nera, no sólo de obtener gratis el ser-vicio, sino hasta si se quiere de espe-cular; y para ello, basta con que el al-calde y el juez dén un despacho diario ,siquiera sea como el célebre circula rde un juez de la provincia de Avila ,sobre la pérdida de una burra .

¿Se quiere ó no se quiere que todo slos ayuntamientos por donde pasan la slíneas pongan estacion telegráfica? S ise desea esto, quíteseles todas las tra-bas que dejamos apuntadas y las mu-chísimas que omitimos , y dígasele slisa y llanamente :

(El ayun tamiento que quiera tene restacion telegráfica le cuesta, por ejem-

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LA SEMANA TELEGRÁFICA .

En el número 12 deciamos, hablan -do de los rumores de amalgama de lCuerpo con otro ramo de la adninis-tracion: « Por si esto pudiera ser ver-dad, y á fin de evitar inconveniencias ,hemos determinado suspender lo sapuntes de nuestro estimado compa- nuestro país , gastada la energía deñero el Sr . Veronesi . »

nuestros amigos en aquellos desespe -A pesar de que el párrafo que en- rados esfuerzos, y desanimados por e l

trecomamos no puede admitir duda, ningun resultado que de la revolucio ndebemos declarar que la palabra in-

1hemos obtenido, presa del desaliento ,

conveniencia se refiere á la que habria nadie da razon de su existencia má sen tratar una cuestion de que segun que para murmurar el ojalá de los cor-informes se estaban ocupando en otras tesanos carlistas .regiones, y de modo alguno á que esas ? Nosotros, que empezamos y conti-inconveniencias resultaran del escrito nuamos andando al paso, que camina -de nuestro amigo, en que no habia mos á nuestro objeto , sin cuidarno snada que absolutamente hiriera sus- para nada de los que nos siguen ó no sceptibilidades ni lastimara legítimos abandonan, y que solo al fin de la jor-derechos . En consideracion á lo que nada contaremos el número de los qu edejamos expuesto y con el beneplácito con buena voluntad permanezcan uni-del autor, hemos retirado definitiva- dos, y con el corazon levantado, i .nvi-mente el final de los apuntes sobre tamos de nuevo á todos para que, sa-correos y telégrafos , rogándole no se cudiendo la pereza proverbial de nues-olvide de remitirnos los otros artícu- tros naturales, el que para ello teng alos que nos tiene ofrecidos y que ten- facultades y el que nó con sus conse-dremos el mayor gusto en insertar .

jos y advertencias nos ayuden con su sRogamos asimismo á los demás com- trabajos para patentizar y dar á cono -

plo : de dia limitado, 5,000 rs . ; de diacompleto, 7,000, y entregando estacantidad anualmente en la tesorería d esu provincia, el Estado se encarga detodo y nada tiene que ver ni con mo-biliario, utensilio, recaudacion, ni nad ade todo eso que hoy les retrae porqu elo temen . »

Creemos que con esta facilidad y elaliciente del olvidado establecimient odel giro mútuo, medida la más desead ay necesaria de cuantas se han proyec-tado, veríamos abrirse ciento ó má sestaciones, que contribuirian no poc oal aumento de la importancia de unCuerpo, cuya utilidad y ventajas fuer acasi de las capitales de provincia so ntan ;desconocidas en España como lasdel cultivo del té .

Gijon 12 de Febrero de 1869 .JUSTO ALVAREZ .

pañeros que al suscribirse nos ofrecie-ron remitir trabajos, y á quien nues-tras ocupaciones no nos ha permitid ocontestár, que tendremos una satis- .faccion en darles publicidad . Nuestraprincipal idea al fundar LA SEMANA fuéabrir campo donde nuestros amigo sy compañeros expusieran el fruto d esus conocimientos y experiencia , ydonde con verdadero conocimiento d ecausa y sin la pasion de las publica-ciones políticas se juzgaran las cues-tiones de interés vital que estaban so-bre el tapete , no ya de la discusion ,sino de una realizacion más ó ménosinmediata, pero siempre próxima .

Durante el parasismo de irritacion yentusiasmo de los primeros dias quesiguieron á la revolucion, llovieron so-bre nosotros, por decirlo así, escrito sviolentos en su mayor parte, en qu ese proponian las medidas más radica -les y extremas, y que nosotros, cuy oprincipal norte era la conciliacion ytemplanza, no podiamos publicar , yasí lo manifestamos á las personas qu enos favorecian con ellos ; pero cesó di -cho estado, y como la perseverancia noes el don de que el cielo quiso dotar á

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pala que prestó grandes servicios, si nembargo de los estrechos límites enque le era dado funcionar .

En la guerra de Italia en 1859, fue-ron inmensos los servicios que la sec-cion de telégrafos de campaña prestó a lejército francés . Siempre á vanguardia ,estableciendo líneas provisionales, delas que el general en gefe se servia ámedida que avanzaba, para dar sus ór-denes á las diferentes divisiones dise -minadas en una gran estension de terre-no, salvó varias veces á parte del ejér-cito en accion, con sus rápidos y opor-tunos avisos .

No solamente el telégrafo sirve par aque el general en gefe esté en constan -te comunicacion con los diferentes cuer-pos del ejército de operaciones, sinoque tambien se emplea en los pedidosde material, municiones de guerra yboca, y en todas las necesidades pro-pias de la intendencia, que son acasoel primer enemigo que combatir .

Los cuerpos de un ejército siguenordinariamente diferentes caminos ,partiendo de una base fija, con la qu epueden estar en constante comunica-cion por medio de líneas provisionales .

Los diversos Estados mayores está nasí en comunicacion por una ó mucha slíneas, al ménos en las guerras conti-nentales, con sus gobiernos . Líneastrasversales pueden completar la redtelegráfica asegurando las comunica-ciones, si bien el trazado de unas yotras depende del terreno y circuns-tancias, y que puede ser variado cad adia, siguiendo las órdenes del genera len gefe .

En la guerra son preferibles las lí-neas aéreas á las subterráneas, no obs-tante el considerable material qu eexijen .

El telégrafo es uno de los elementos Hasta ahora se han empleado las lí-más poderosos que puede ponerse en neas aéreas por todos conocidas, per ojuego durante las operaciones militares rápidamente construidas, de postes ,que preceden y aún concurren á una alambre de hierro y aisladores ,batalla .

Se puede con frecuencia, es verdad ,En la guerra de Africa el ejército dei procurarse postes sobre el terreno : pe-

operaciones llevó una seccion de cana- ro como es preciso preveer todas las

cer todo aquello que juzguen puedeservir de utilidad á los individuos, a lCuerpo, y sobre todo al servicio .

Y no hay que desanimarse porqu eal parecer nuestras indicaciones pase ndesapercibidas, se desatiendan y hast ase critiquen y reprendan ; si ellas so nútiles y buenas el tiempo se encargar á

- de hacerlas valer, lo cual corroborare -mos con el siguiente ejemplo, que nues-tros compañeros del servicio óptico re-cordarán .

Por los años de 1849 al 50 habia e nBúrgos un torrero, que despues hamuerto allí de auxiliar, que propuso l aadopcion de una fórmula de cabecer ade despacho, que no solo simplificab asino que facilitaba en gran manera l aseguridad de la trasmision . En aque ltiempo, en mucha mayor escala qu ehoy estaba prohibida á ciertas clase stener no ya talento, sino ni aún siquie-ra buen sentido, y el torrero La Rubia ,que así se llamaba, fué reprendido ycasi castigado por el atrevimiento d ehaber inventado una fórmula el que n otenia otra mision que ejecutarlas . An-duvo el tiempo, y cuando la telegrafíaóptica tocaba ya á su fin, la fórmula decabecera del que creemos ya oficial L aRubia, fué adoptada, y circulóse sinvariacion ninguna, tal y conforme é lla habia propuesto, si bien como pro-ducto de otra combinacion .

Tomamos del Memorial y Revista de larma de caballería el siguiente artícul oque aparece en él, autorizado con la fir -ma del sub-inspector tercero del Cuer-po, D . Cárlos Orduña .

TELEGRAFÍA MILITAR .

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eventualidades, que las cortas de ár-boles podrian retardar la construccion ,es preciso llevar una provision conve-niente .

Cuando el enemigo usa el mism oelemento, se puede, llegando á tiempo ,apoderarse de una parte de su mate-rial ; la seccion de telégrafos debe ir ,pues, á vanguardia, recojer todo lo qu ees susceptible de ser empleado, impe-dir su destruccion, y hacer servir e nprovecho suyo lo que el enemigo no h apodido destruir ó llevarse .

La defensa consiste, aquí com osiempre, en destruir todo, pero sola-mente en un caso extremo y desespe-rado, cuando ya no queda esperanzade poder volver á servirse de ello ; elataque á precipitar los movimientos yá impedir ó parar la destruccion ; pue-den trabarse combates á vanguardia yretaguardia, y entónces se comprende-rá bien la energía y valor que debendesplegar los empleados ó encargado sdel establecimiento de las líneas tele -gráficas de campaña .

Es tanto más necesario que la seo-cion preceda al ejército, cuanto que ,durante la marcha de éste, los cami-nos se hallan obstruidos por tropas yconvoyes, que imposibilitarian la dis-tribucion y trasporte rápido del ma-terial .

Además de los restos de líneas aban-donadas por el enemigo, pueden utili-zarse como puntos de apoyo los árbo-les, las casas, á fin de reemplazar lospostes que constituyen la parte má spesada del material .

El soldado en campaña debe acos-tumbrarse á respetar y considerar co-mo objeto sagrado el telégrafo . En sumarcha destructora, que se aparte s ivé el telégrafo ; él es el poderoso brazodel general en gefe que alcanza á to-das partes ; él es el único medio de co-municacion con sus compañeros d earmas; él es el que puede salvarlo d euna muerte cierta por sorpresa delenemigo ; él es, en fin, el que pued ehacer derramar lágrimas de alegría á

á la madre, hermana ó sér querido ,que espera con angustioso anhelo l eavise de su existencia despues de l avictoria .

Es en efecto el elemento más pode-roso, el más grande descubrimiento d enuestro sijo .

) Puede, además, la telegrafía utili-zarse en la trasmision de avisos y ór-denes á los diferentes generales de di-vision que deban tomar parte en una

i accion ó batalla .Al efecto se han hecho ensayos d e

volantes, que se desarrollan fijando elhilo conductor en tijeras perchas, hor-quillas ó lanzas, que pueden recojerserápidamente y trasportarlas á otr o

i punto .El últimamente verificado en el cam-

po de Marte, en presencia del empe-rador, dió un resultado completament esatisfactorio, y que modificado podriadarle como sigue :

Un caballo aparejado conveniente -mente lleva sobre la montura un cilin-dro ó tambor de madera, en el que váarrollado un alambre de cobre forrad ode gutta-percha ; unido á él vá en otr ocaballo el encargado de trasmitir ó co-municar las órdenes; uno de los extre-mos del alambre arrollado al tamborvá sujeto al aparato telegráfico, qu elleva este ginete en la grupa, y el otrolo está al aparato que ha de enviar losavisos y que suponemos en el cuarte lgeneral .

Un peloton de caballería con hor-quillas lanzas, se halla dispuesto á par-tir á-una señal dada, compuesto d equince hombres próximamente por ki-lómetro á recorrer .

El general en gefe, deseando esta ren comunicacion constante con u ncuerpo de ejército dado , en vez de em-plear un ayudante para cada órden óaviso que tenga que dar ó recibirmanda partir al telégrafo ; los dos ca-ballos, con sus ginetes y con ellos e lpeloton de caballería, parten al esc ape, y el alambre arrollado, que qued asujeto por uno de sus extremos al

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aparato telegráfico del cuartel general ,se desarrolla en virtud de la carrera yde un conveniente movimiento de ro-tacion del cilindro . A los 60 metro spróximamente un soldado se destaca yengancha el alambre con su lanza ,dando á esta una vuelta á fin de qu éno pueda deslizarse; y tensándole loque pueda, le eleva á la mayor alturaque le sea posible, y allí permaneceá pié firme; á los 60 metros siguientes ,otro soldado habrá hecho la mism aoperacion , y así sucesivamente lo sdemás hasta el fin de la jornada, situa-cion ó punto de la division .

Durante la carrera ha podido comu-nicar el ginete del aparato con e lcuartel general, y á su llegada el gene-ral en gefe estará dando las órdenes quedesee. En este estado puede permane-cer la línea y los soldados que la sos-tienen; el ginete puede seguir al gene-ral de la division, formando parte desu estado mayor, prolongando la líneade la misma suerte, si es preciso avan-zar ó retroceder, avanzando ó retroce-ciendo simultáneamente los soldado stendidos en la línea, y en caso necesa-rio replegarse al cuartel general, reple-gándose toda ella á la vez, ó bien, si-guiendo su trazado va recorrido, e ncuyo caso el carrete, V haciéndole gira ren sentido contrario, irá arrollando e lhilo conductor, sin perder un momentola comunicacion con el cuartel ge-neral .

Esta ligera reseña del ensayo practi-cado en el campo de Marte da á co-nocer la posibilidad de buen éxito de-lante del enemigo, donde de segur ohabria algunas dificultades más qu evencer, que serian más ó ménos gran -des, segun la energía de los encargado sde este servicio .

Sea como quiera, dá á conocer quetodo cuerpo ó ejército debe ir provist ode un personal y material de servici otelegráfico completo, á las inmediatasórdenes de un general en gefe, y siem-pre dispuesto á establecer una comuni-cacion telegráfica . Si bien no es posi-

ble contar de una manera absoluta conuna comunicacion constante ó perma-nente, al ménos puede sacarse un gra npartido sabiéndolo utilizar ; baste decirque el envío de un aviso trasmitido átiempo puede decidir del éxito de un abatalla, acaso de una ca?apaña, y por -lo tanto de los destinos de un país .

Los señores que componen la sec-cion de Gobernacion y Fomento de lConsejo de Estado, son

Presidente . D . José de Olózaga ,Vocales. D. Constantino rdanaz .

D. Cristóbal Valera .D. Antonio Mantilla .D. José España .

Estos dos últimos señores no ha ntomado posesion .

Accediendo á sus deseos han sid otrasladados los telegrafistas D . FelipeJosé Sobrino de Plasencia á Huelva, yde este punto á Andújar D . DomingoPreciados .

El telegrafista D . Vicente Barverá yClariana pasa de Villena á Valencia, yD . Ricardo Bonache de Hnesca á Vi -llena .

El telegrafista segundo D . EugenioSanchez Alvargonzalez , que estab adestinado á Huesca, pasa en su luga rá Gijon.

Por permuta, el telegrafista segundode Adra, D . Pascual Palomino, pasa áMálaga, y de este punto á Adra el deigual clase D, Francisco TrinidadSanchez .

Por razon de servicio el oficial Do nEmilio Paredes pasa á Badajoz desde l acentral, y los telegrafistas D . José Ale-jandro Sierra, de Reinosa á Santander ,D. Mariado Diaz Ufano, de Temblequ eá la central, D . Felipe Hernandez. deZaragoza á Toledo, y D . José Rodri-

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guez Donaire, de la central á Tem-bleque .

El telegrafista de Lorca D . EstébanMinguez pasó á Murcia, reemplazándo-le el del centro de Murcia, D. EduardoRiquelme y Figueras, y el primero de lcentro de Valencia D. José Cabrera áLérida .

Se ha concedido un año de licenciaal telegrafista de Cartagena D . JuanMiguel Lopez, y reposicion de su em-pleo al telegrafista primero D . FerminFranco, con destino al centro de Zar agoza .

El auxiliar primero del primer dis-trito D. Alfredo de la Cortina, ha sidonombrado en comision con doble suel-do, con destino á Búrgos .

El telegrafista de Valladolid D . Es-tanislao Carreño ha sido destinado óSevilla . El de Velez Málaga, D . Domin-go Ayuso pasa á Málaga, y el de esta ,D . Félix Torres, á Velez .

_El subinspector primero del centro

de Madrid, D . José Ciares, pasa á en -cargarse del de Badajoz, y el segundode este, D. Miguel Navarro y Padilla ,se encarga de la subinspeccion de Cá-ceres .

El oficial segundo D . Pablo Nevado ,encargado de la subinspeccion de Tru-jillo, pasa al centro de Badajoz , y e lde Cáceres , D. Demetrio Aguilera ,se encarga de Trujillo .

El subinspector segundo D . Teodo-ro Dalmau ha sido destinado á la Direc-cion general en vez de Huesca .

CORRESPONDENCIA DE LA SEMANA .Sres . D . M . C . y D. M . A . Gijon .—D . R . M .

Granada .—D . Y . M . Valencia .—D . I. V . Ideen .—D . R . G. Astorya .—D . S. G. y D . M . C . Se-villa .—D. S . P . Coruña,.—D . T. R . Vitoria . —D. J . A . Carmona .—D . R. P . y D. A. C . Sevi-lla .—D . A. G . V . Zafra .—D . E F . Cádiz —D . F . S. Palma .—D . M . A . Barcelona .— Reci-bido el importe de las susericiones de au ehablan sus cartas .

Sr . D . S . M . Santa Cruz de .2Wiadela .—Se re-mite el número del 24 de Enero y las hoja sde situacion .

Sr . D . F . P . Carcajente .—Lo primero qu epropone seria crear un órgano de Móstoles qu eme proporcionaría disgustos que estoy po revitar . De lo otro, prevenido : descuide si n ohay fuerza mayor .

Sr . D . D . L . Castro Urdiales .—Dentro de lnúmero va lo que desea saber .

Sr . D. S . P . 112onreall .—Han hablado po ralto únicamente . Quieren gollerías .

Sr. D . F . G . Valencia .—Recibido Febrero .¿Por quién remitió Diciembre y Enero?

Sr . D . A. G . Berja .—Para presentarme áG. R. me parece oportuno me remita carta d ealguno de los sugetos que se la enviaron .

Sr. D . A H. Orihuela .—Se remite el núme-ro 11 .

Sr . D . P . R . Zaragoza .—Descuide, no acos -tumbro dar de baja á ningun suscritor má sque con su aviso .

Sr . D . J . S . Córdoba.—Mi contestacion pen-de las pamplinas del sugeto . G. me ha dich oque encontró la carta de D . E ., y que esperaresuelvan los Ayuntamientos para contes-tarle .

Sr. D . M. C. Mayorga .—Se remite el nú-mero ; recibí la suscricion .

Sr . D . A . S . Valencia .—Visto la carta denuestro amigo C . le remito como suscricio nlos números desde 1 .` de Enero, y los otro santeriores como obsequio . Cuénteme en e lnúmero de sus amigos, y todos los que lo so nde aquel .

Sr . D . J . L . Lora .—Veré en dónde está l aeo_uivocacion.

Sr . D. J . M . Coruña .—Se remite el núm . 9 .Sr . D . R . I .—Guadalajara .—Dice le falta el

número 11 del 16 de Enero . Se le envia unoy otro .

Sr . D . J . R . Barcelona.--Se remite el nú-mero 16 Diciembre .

Sr . D . J . G. R . Bilbao .—Se recibió su car-ta . Cobrado .

Sr . D . M. C . Sabadell.—Tiene pagado has-ta fin de Marzo .

Sr . D . R . M . Granada . — Recibida . Cuand orenueve, siempre del mismo modo .

Sr . D . J, C . Coruña .—Tiene abonado has-ta fin de Abril .

Sr . D . 1) . M . Padron .—Recibidas todas su scartas y los sellos .

Sr . D . J . L . Salamanca .—Recibida la su-ya. No hago lo que me dice, por aquello d eque se vea la diferencia que hay de «Un Reyvillano á un Caballero . »

Sres . D . A. P ., D. F . J . A . y D . J . C. Bar-celona . — Se remiten los números que lesfaltan .

Sr . D. A, L . Orihuela.—Hasta fin delactual .

Sr . D . J . C. Alsásua .—Recibida la suscri-cion .

Sr . D . J . U . Vergara .—Ideen y me alegrar ésea así .

MADRID : 1869 .Imprenta de M . Tello, Isabel la Católica, 23 .