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  • 7/25/2019 La Radical Insustancialidad Del Ser- Cioran.

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    21 enero 1989

    ABC

    ABC/XIII

    Pensamiento y ciencias sociales

    A suprema sabi-

    dur a cons is t e

    en la determina-

    c in de l sent ido de l

    mundo y de la finalidad

    de la vida. Tres son las

    respuestas posibles: el

    sentido de la vida se

    encuentra en ella misma; la vida carece de

    sentido y finalidad; el sentido de la vida no se

    encuentra en ella sino fuera de ella, es decir,

    es trascendente. Goethe o Nietzsche pueden

    ser un buen ejemplo de la primera, Schopen-

    hauer o Sartre, de la segunda, y Kant o Wtt-

    genstein,

    de la tercera. Si la ms trivial pare-

    ce la primera, la ltima es la ms profunda fi-

    losf icamente, s i b ien no poseemos la

    certeza de que la verdad sea necesariamente

    profunda.

    El pensamiento de Cioran, apatrida nacido

    en Rumania en 1911 y afincado en Pars

    desde 1937, es un magnfico exponente de la

    segunda respuesta. La vida humana carece,

    para l, irremediablemente de sentido. El mis-

    mo universo es superfluo y no merece sino

    desprecio y, con l, su parte peor, el hombre.

    Su repulsa hacia tan depravado ser, su anti-

    humanismo, la afirmacin de su maldad natu-

    ral y de su propensin nativa a daar, impli-

    can toda una antropologa negativa. Slo el

    dolor es real y las lgrimas son la nica va

    hacia el conocimiento. La conciencia no pro-

    cede sino del sufrimiento. Estos presupuestos

    lo conducen a la marginal dad y al desenga-

    o

    al refugio en una irona amarga y en oca-

    siones lcida dotada de gran penetracin psi-

    colgica, al desprecio del placer y al rechazo

    de la pasin y de la-moderacin, y a una filo-

    sofa de la renuncia prxima al quietismo bu-

    dista. Sobre este fondo nihilista, el abismo de

    la desesperacin de un misticismo sin Dios,

    de un atesmo contradictorio y, a veces, blas-

    femo, que ama y a la vez odia a un Dios au-

    sente y desconocido.

    De Cioran se haban publicado ya en espa-

    ol la mayor parte de sus obras:Breviario de

    podredumbre Silogismos de la amargura La

    tentacin deexistir Ensayo sobre el pensa-

    miento reaccionario y otros textos El aciago

    demiurgo Del

    in onveniente

    de haber nacido

    Desgarradura yEse m aldito yo (los ttulos, en

    general, no dejan lugar a engao).

    De lgrimas y de santos fue publicado por

    primera vez en rumano en 1937, ao en el

    que Cioran lleg a Pars, y fue traducido al

    francs en 1986. Su valo- es inapreciable

    para conocer su pensamiento juvenil y el con-

    traste con su obra posterior. Se trata de un

    conjunto de aforismos que, pese a cierto can -

    dor e ingenuidad, poseen una fuerza y pro-

    fundidad -no un valor l iterario- probable-

    mente superiores a escritos posteriores. Es

    un ensayo de misticismo sin objeto, esto es,

    sin Dios, redactado tras una profunda crisis

    religiosa, centrado en el dolor y la santidad,

    hacia la que manifiesta un sentimiento ambi-

    valente y cuyo origen sita en la interseccin

    entre el cielo y la tierra, nacida de la enfer-

    medad y de la necesidd de consuelo. La m-

    sica es el arte del consuelo frustrado, pues al

    final procede del llanto y de la nostalgia del

    Paraso y abre ms heridas qu las dems

    artes. Pero slo ella nos da respuestas defini-

    tivas; es el pensamiento exhaustivo. En esta

    obra se manifiesta ms explcitamente que en

    C i o r a n : L a r a d i c a l i n s u s t a n c i a l i d a d d e l m u n d o

    E. M. Cioran,De lgrimas y de santos traduccin de Rafael Panizo. Editorial Tusquets (Barce-

    lona, 1988), 113 pginas, 850 pesetas. E. M. Cioran,Historia y utopa traduccin de Esther

    Seligson. Editorial Tusquets (Barcelona, 1988), 162 pginas, 1.000 pesetas. E. M. Cioran, La

    cada eneltiempo.Editorial Laia/Monte vila (Barcelona, 1988), 152 pginas, 1.300 pesetas

    las siguientes la posible clave de su pensa-

    miento: la ausencia de Dios conduce al sin-

    sentido del nihilismo. En ocasiones, parece

    blasfemar para reavivar a Dios ante la deses-

    peracin por su inexistencia. De ah que

    sien-

    ta predileccin por Rusia y Espaa, las dos

    naciones embarazadas de Dios. Algunas de

    sus principales ideas se encuentran ya en

    esta obra juvenil: el desprecio hacia el hom-

    b r e

    el pesimismo como catarsis, la contrapo-

    sicin nietzscheana entre Dios y la vida, la in-

    capacidad del hombre para ser feliz. Es un

    pensar trgico sobre la muerte y la miserable

    condicin humana desde el abismo de la de-

    sesperacin.

    De Historia y utopa (1960) exista una tra-

    duccin al espaol en Mxico. Es un conjunto

    de ensayos de tema histrico-poltico: la so-

    ciedad,

    la tirana, la utopa, el mito de la edad

    de oro y el rencor como resorte ltimo de la

    conducta humana. La perspectiva nihilista lo

    conduce al deseo del fin de la Historia, a la

    concepcin de la vida como rechazo de los

    otros y a la repulsa de los dos tipos d e socie-

    d a d la liberal y la comunista. Aqu ya la va

    hacia la marginalidad parece ser el desvaro,

    la frivolidad o la irresponsabilidad, aunque es

    improbable que cause enojo por la dificultad

    de tomarlo en serio. Su oposicin a la socie-

    dad occidental es

    total,

    es la quintaesencia

    de la injusticia. Sin embargo, Cioran se ha

    refugiado en esa deliciosa quintaesencia pari-

    siense de la injusticia. Con su descalificacin

    por igual de ambos t ipos de sociedad no

    hace sino contribuir a la ceremonia de la con-

    fusin. No o bstante,' no hay que alarmarse,

    ya que todas las sociedades son malas;

    pero hay grados, lo reconozco, y si yo he es-

    cogido sta es porque s distinguir los

    mati-

    ces de lo peor (pgina 30 y siguientes). Al-

    gunas ideas remiten directamente al totalita-

    rismo:

    Las libertades slo prosperan en un

    cuerpo social enfermo: tolerancia e impoten-

    cia son sinnimos (pgina 31). Al cabo, Oc-

    cidente es una gusanera (pgina 34). En el

    fondo parece que ms que de un pensamien-

    to se trata de un juego

    intelectual parisiense.

    En Rusia y el virus de

    l a l i be r t ad e xp l i ca

    cmo ha encontrado

    all la idea de imperio

    el clima ideal. Hay un

    repudio de toda polti-

    c a

    concebida como voluntad de someter a

    los otros para convertirlos en objeto, por lo

    que todo poltico es un tirano, y el demcrata,

    el tirano de opereta. Su lucidez irnica bri-

    l la especialmente en su crt ica del pensa-

    miento utpico, que no es sino ingenuidad y

    tontera y al que califica como literatura re-

    pugnante. No obstante, simpatiza con el ideal

    comunista al considerar a la propiedad como

    la raz de todos los males sociales. La impo-

    sibilidad de la utopa deriva de la maldad na-

    tural del hombre.

    La cada en el t iempo

    (1966) es un conjun-

    to de nueve breves ensayos centrados en l

    anlisis de la condicin humana, en su

    radi-

    cal deformidad moral. Algunas afirmaciones

    hoy ya no impresionan (tal vez lo hicieran en

    los ms apasionantes que inteligentes aos

    sesenta), si acaso, divierten, como el elogio

    del canibalismo o la perversidad del saber y

    la cultura. La preferencia por el salvaje no

    deja de ser en cierto modo coherente con su

    desprecio hacia el hombre. Ciertamente, las

    pginas ms lcidas y verdaderas son las

    que describen la situacin del hombre actual

    y la estupidez de su modo de vida, pero olvi-

    dando tal vez que nace del vaco nihilista del

    que el propio Cioran es vctima. No es extra-

    o que sea el escptico quien ms se acer-

    que a la (inexistente) verdad. Su anlisis del

    universal deseo de gloria de los hombres es

    sugestivo: ha sustituido a la creencia en la in-

    mortalidad. La psicologa del enfermo (la en-

    fermedad es la esencia de la vida), el temor a

    la muerte a propsito de Tolstoi, el rechazo

    de la sensatez como norma para el escritor

    (del que l da buena prueba) y el fin del tienv

    po histrico son objeto de su reflexin.

    Ya he apuntado que la clave de su pensa-

    miento se encuentra probablemente en el ni-

    hilismo, el absurdo y la desesperacin de la

    ausencia de Dios y que su irona no est, en

    ocasiones, exenta de lucidez, amargura y

    verdad, pero el tono general parece de una

    cnica insinceridad. Es una esttica del

    pesi-

    mismo, y ste, al parecer, es una mercanca

    que todava vende. Pero no est probado que

    la marginalidad desengaada sea sinnimo

    de lucidez. La originalidad y la independencia

    no bastan para el pensador; su imperativo es

    la veracidad. Hay momentos de suprema

    luci-

    dez pero son rfagas de luz sobre un fondo

    de tinieblas. Sus escritos estn bien, incluso

    muy bien,excepto en el caso de que preten-

    da tener razn. Una buena literatura no es

    siempre vehculo de una buena filosofa. Su

    pensamiento es trgico y existencial y slo

    vagamente filosfico, a menos que se conci-

    ba la filosofa como exabrupto desoldor. Y la

    verdad no es la absoluta desolacin. Ante su

    visin de la radical insustancialidad del mun-

    do y de la vida merecen ser recordadas las

    palabras que alguien que haba conocido la

    angustia, el sufrimiento y las miserias de la

    vida como Wittgenstein pronunciara antes de

    morir: Decidles que mi vida ha sido maravi-

    llosa.

    Ignacio SNCHEZ CMARA

    (Madrid) - 21/01/1989, Pgina 61ght (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproduccin, distribucin, puesta a disposicin, comunicacin pblica y utilizacin, total o parcial, de losidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorizacin, incluyendo, en particular, su mera reproduccin y/o puesta a disposicinesmenes, reseas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposicin expresa, a salvo del uso de lostos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.