LA Perspectiva Del Desarrollo Evolutivo en Psicoanalisis

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Seligman nos presenta -en apretada síntesis- una serie de conceptos y perspectivas teóricas que muestran la mutua influencia e interdependencia entre el pensamiento del psicoanálisis relacional y el de las teorías del desarrollo

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Aperturas psicoanalticas. Revista internacional de psicoanlisis

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Le perspectiva del desarrollo evolutivo en psicoanlisis

Publicado en la revista n021Autor: Czalbowsky, SofaArtculo reseado: Stephen Seligman (2003). The Developmental perspective in Psychoanalysis. Contemporary Psychoanalysis, 39 (3): 477-508. En este artculo, Seligman nos presenta -en apretada sntesis- una serie de conceptos y perspectivas tericas que muestran la mutua influencia e interdependencia entre el pensamiento del psicoanlisis relacional y el de las teoras del desarrollo. As, ideas tales como el beb relacional, el paradigma integrador del psicoanlisis relacional, el vnculo psicoanaltico como sistema didico, el cuestionamiento al papel central otorgado al Complejo de Edipo por parte del psicoanlisis clsico o la inclusin de aportaciones que provienen de los estudios sobre gnero se nos presentan tanto en las consecuencias que implicaran para la teora como para la tcnica clnica. Estamos en presencia, por lo tanto, de un artculo denso, de gran riqueza, ya que presenta una revisin de las principales aportaciones que ha recibido el psicoanlisis relacional desde otros campos, as como las diferencias que lo separan del psicoanlisis clsico (freudiano, kleiniano). El autor, Seligman (2003), observa que el psicoanlisis relacional no slo ha tomado en cuenta el punto de vista de los enfoques sobre el desarrollo evolutivo, sino que adems incluye los estudios de gnero, la teora social, la problemtica sobre el trauma, etc. Adems, muchos de estos aportes estn anclados en una orientacin filosfica contempornea de epistemologas dialctico-constructivistas.El autor destaca la tarea de Stephen Mitchell al mostrarnos el papel que las teoras del desarrollo infantil han tenido en la teora analtica, as como en el trabajo clnico; sin olvidar su descripcin acerca de la influencia que estas ideas ejercen en la formacin del pensamiento de los analistas. En este sentido, Mitchell - acota Seligman- describi como cada teora genera su propia "metfora del beb", la cual organiza la teora misma y los datos clnicos. Implicaciones del concepto de beb relacional para las teoras del desarrollo temprano, la estructura psquica, la psicopatologa y la tcnica de la clnica.Segn Seligman, las teoras analticas pueden dividirse en tres grupos: las que enfatizan la preeminencia de lo pulsional, las que enfatizan la importancia de los vnculos y, por ltimo, los modelos mixtos.En los modelos que privilegian lo pulsional, expresa Seligman, el beb es un beb primitivo, motivado para reducir la tensin interna, con poca o ninguna diferenciacin entre s mismo y los otros. El inters en los vnculos es secundario a otras motivaciones consideradas primarias y se adquirira en el curso del desarrollo. De manera que en estos modelos el desarrollo es discontinuo, porque el estadio temprano es diferente de la madurez psicolgica y adems se basan generalmente en inferencias retrospectivas de anlisis de adultos. Por esta razn, se pueden llamar con propiedad modelos genticos, porque ms bien miran hacia atrs en vez de enfatizar el movimiento y el crecimiento. Los modelos freudianos y kleinianos, aunque diferentes entre s, son los exponentes ms llamativos de este modelo.En contraste, nos dice el autor, el beb relacional est orientado hacia el mundo exterior y particularmente preparado para la interaccin humana. Las relaciones sociales son para l una motivacin primaria. Aunque al principio se muestre muy dependiente, la mente del beb est organizada y devendr ms compleja e integrada en la medida de que el beb entre en contacto con un ambiente de apoyo y cuidado. Los vnculos de apego, las funciones self-object y las variadas estructuras yoicas autnomas, observa Seligman, son todos ejemplos de este fenmeno. En este modelo, el desarrollo se considera continuo porque los mismos procesos que encontramos en el origen van a ser tambin los que organizan la vida adulta. De forma que los nios normales no se considera que se encuentren en un estado desorganizado o primitivo, sino nicamente menos organizados o ms dependientes. Asimismo, la psicopatologa es considerada una variante del desarrollo ms que la fijacin a un estadio temprano. Podra decirse que las observaciones directas realizadas sobre infantes y nios le han dado ms peso a estas afirmaciones. En este terreno hallamos, segn Seligman, al psicoanlisis interpersonal, la psicologa del self, las teoras del apego y las concepciones acerca del desarrollo del yo en los planteamientos hartmannianos y eriksonianios.En el tercer grupo, lo que Seligman denomina modelos mixtos, se preservan ambas imgenes del beb, tanto la del primer modelo como la del segundo. Seligman considera que el esquema de Winnicott es el ms sutil y extraordinario de estos ejemplos, ya que capta la fragilidad y dependencia del mundo del beb sin sacrificar la idea de la naturaleza social del mismo. Tambin representan esta perspectiva autores como Hartmann, Mahler, Pine, Bergman, Kernberg y Anna Freud y sus seguidores.El psicoanlisis relacional y la consolidacin, extensin y sofisticacin de la perspectiva del desarrollo.Cuando en los aos ochenta emergi el psicoanlisis relacional, postula el autor, ya se haba materializado en USA una perspectiva basada en el desarrollo. Anna Freud, Erik Erikson y Margaret Mahler -dentro del grupo de los analistas de nios- empezaron a ser muy influyentes y, por otra parte, ya se haba establecido la observacin directa de infantes.Los analistas comenzaron a tener ms en cuenta al dficit en el desarrollo, al mismo tiempo que se profundiz en la infancia temprana. As empez a cobrar mucha importancia la dada padres-hijo, resaltando la funcin del cuidado y la organizacin interpersonal.Seligman observa que muchos analistas adoptaron posturas que los alejaban del modelo clsico, al que empezaron a considerar anticuado. Ms que la conflictiva pulsional, se afianzaban en aquellos postulados que privilegiaban los procesos que organizan el sentido de s mismo y los otros.Aunque Sullivan (1953), Erikson (1950) y Bowlby (1969), nos dice Seligman, ya haban delineado estas perspectivas, el surgimiento del pensamiento de Kohut (1977) con su psicologa del self, constituy un verdadero desafo para las teoras establecidas. Las tesis de Kohut tuvieron su continuacin con Stolorow y sus colegas (Atwood & Stolorow, 1984) y los investigadores intersubjetivos de la infancia como Demos (1988), Emde (1983) y Stern (1985), que fueron los pilares del gran cambio relacional intersubjetivo.Seligman destaca que, en los aos ochenta, muchos de los centros poltico-intelectuales del psicoanlisis vieron conmovidos sus presupuestos bsicos. Los analistas de orientacin relacional, y Stephen Mitchell en particular, proclamaron la vigencia de un nuevo paradigma. Las motivaciones primarias en los seres humanos tendran que ver con los vnculos, y el contexto fundamental para la construccin de la teora y la tcnica sera la dinmica de la transaccin interpersonal. El anlisis se describi como un sistema de dos personas y la autoridad del analista fue reubicada.Tambin, dice Seligman, el psicoanlisis relacional acogi numerosas corrientes de pensamiento como el feminismo, la filosofa intersubjetiva-fenomenolgica o la crtica hermenutico-constructivista de la autoridad del analista.Al mismo tiempo que ocurran estos cambios, Seligman destaca que hubo un aumento espectacular de investigaciones en el campo de las observaciones directas de infantes. Tales investigaciones mostraban que los bebs eran fundamentalmente sociales desde el comienzo de su vida y que se hallaban orientados a sus cuidadores. La dada cuidador (a)-nio(a) era la unidad fundamental de desarrollo y las estructuras didicas organizaban la vida mental desde los inicios de sta.El psicoanlisis relacional incorpor estos conceptos desde sus comienzos ya que coincidan con su concepcin de la naturaleza humana y la interaccin clnica. As, su visin del vnculo paterno-infantil era la de un sistema de influencia mutua, con el nfasis en las interacciones y comunicaciones no-verbales, las representaciones didicas internas y la conceptualizacin del apego y la intersubjetividad como los sistemas motivacionales fundamentales. Implicaciones para la teora y la tcnica clnicas: El vnculo psicoanaltico como un sistema didico.La consideracin del infante como inmerso en un vnculo, la dada infanto-parental, apoy las concepciones intersubjetivistas del anlisis visto ahora como un proceso de dos personas, seala Seligman. La imagen del analista objetivo fue cuestionada siendo reemplazada por la de un sistema co-construido, donde efectivamente participan dos personas y en el que las intervenciones estarn siempre mediadas por el marco interpersonal-intersubjetivo en el que acontecen.Seligman seala que, tanto para el psicoanlisis relacional como para las teoras del desarrollo, los constructos fundamentales son las unidades del s mismo con los otros.As como en la teora sobre el desarrollo del nio se representa a ste siempre en relacin con su madre, paciente y terapeuta van a considerarse siempre uno en relacin con otro, insertos en el sistema de dos personas. Este planteamiento no impide a Seligman advertirnos sobre el riesgo de simplificar este modelo.En suma, podra decirse que el modelo relacional del anlisis como un sistema de dos personas se halla emparentado con la visin de las teoras del desarrollo sobre la dada infanto-parental como inextricablemente unida, sin que se pueda teorizar o comprender a uno sin el otro. En este sentido, nos acota el autor, la mxima de Winnicott (1960) no hay nio...sin madre se transform en un hecho observable. Obviamente, la ptica relacional sobre el vnculo analista-paciente ha tenido su influencia sobre cuestiones tericas referentes a la transferencia-contratransferencia, ya que este modelo considera que en las respuestas del analista a su paciente se encuentra implicada siempre la personalidad del analista. Sin embargo, advierte Seligman, no se pueden realizar paralelismos y equivalencias entre analista y paciente sin tener en cuenta las peculiaridades de cada situacin. No obstante, los psicoanalistas relacionales insisten en que el paciente y el analista co-construyen un vnculo donde no se pueden diferenciar con claridad uno de otro. En este sentido, por ejemplo, la identificacin proyectiva es vista como acaeciendo en un terreno bidireccional, aunque uno de los integrantes de dicha situacin pueda ser ms influyente que el otro.Seligman aade que los investigadores de una perspectiva transaccional en la teora de los sistemas muestran que los factores en los sistemas se entienden siempre como articulados con otros factores, excluyendo as una visin lineal. Por ejemplo, un mismo factor temperamental del nio, ser diferente segn sea la personalidad la madre. Este modelo se une tambin a una orientacin epistemolgica, hermenutico-constructivista, que implica que el conocimiento analtico no puede ser evaluado sino dentro del terreno de lo intersubjetivo. Las intervenciones afectan la situacin en la cual se brindan, y la psicologa y contratransferencia del analista esta implicada en la tcnica, nos aclara el autor.Los investigadores de la niez han observado con mucha atencin las interacciones infanto-parentales las cuales nos muestran que los bebs estn orientados hacia la interaccin, mostrando lo inextricable de las dimensiones intrapsquica e interpersonal. As, denota Seligman, han surgido categoras macroanalticas -como la empata, la reciprocidad, el reconocimiento y la clasificacin del apego (seguro, inseguro o desorganizado)- y categoras microanalticas -como el entonamiento, la contingencia, lo disruptivo y la reparacin-. En esta lnea, el autor seala como los gestos y actitudes del paciente afectan la experiencia del analista. En esta perspectiva se enfatizan los patrones no declarativos, aquellos que operan desde un nivel no reflexivo en la organizacin de la personalidad. Algunos autores se han referido a estos procesos como saber procedimental. Las relaciones interpersonales, nos dice Seligman, seran como andar en bicicleta o manejar un coche, esto es, se siguen patrones de conducta sin ni siquiera pensar en ellos. Seligman cita a Lyons-Ruth que acua el concepto de saber relacional implcito para describir estos procesos en el rea social.Implicaciones para la teora y la tcnica clnicas: El entrecruzamiento de accin y reflexin, presente y pasado, mundo interno y realidad externa.Seligman subraya que la innovacin de la perspectiva del desarrollo relacional consiste en considerar que la vida interna est articulada en las interacciones didicas en general y en las interacciones teraputicas en particular. En la prctica, esta lnea de trabajo muestra al analizado cmo su comportamiento refleja su experiencia interior. As, la dinmica de la transferencia-contratransferencia girar en torno a que est pasando entre nosotros, concluye el autor.A diferencia de los analistas clsicos, los analistas interpersonales siempre han considerado los efectos directos de la interaccin sobre el cambio teraputico. Esta importancia otorgada a la interaccin analtica es apoyada por la investigacin del desarrollo y, en un sentido ms amplio -nos comenta Seligman-, supondra incluir la realidad en el paradigma relacional a un nivel diferente de la posicin secundaria que dicha realidad ocupaba en los modelos pulsionales.La orientacin relacional interpreta al pasado como contenido en el presente, expresndose y transformndose al mismo tiempo. Estas transacciones, pasado-presente, se llevan a cabo de diversas maneras y tanto aparecen en los denominados enactments (puestas en acto, actuaciones) como en representaciones internas de todo tipo: imgenes, afectos, estados corporales, expectativas, fantasas, sueos, recuerdos, etc. Estas representaciones no son precisas, pero reflejan la experiencia subjetiva a medida que se van elaborando de momento a momento en el devenir del desarrollo. Esto hace que el analista pueda estar del mismo lado del paciente, diferencindose esta postura de las concepciones clsicas donde se enfatizaba la resistencia del material clnico relativo a lo que le ocurra al paciente en contraposicin a la realidad interna de ste, considerada como lo primordial.De todas formas, contina Seligman, el anterior planteamiento no conduce a despreciar los efectos de la infancia, aunque se le d un lugar privilegiado a los eventos de la vida adulta. Lo que s se toma en cuenta es la dinmica entre el pasado que se repite y el momento actual. Seligman menciona que Mitchell fue explcito al diferenciar entre buscar las resonancias del pasado en el momento actual y sostener una orientacin ms reduccionista que buscara aquello que falt en el pasado para proveerlo en el presente. Esta es una distincin sutil, pero importante, enfatiza Seligman. No obstante, Mitchell va a ir ms all en su crtica constructiva. No se trata tanto de proveer en el anlisis lo que durante el desarrollo del paciente no se pudo completar, sino considerar que el paciente entra en el anlisis con una matriz relacional estrechada y en su bsqueda de conexin se van a ir repitiendo esquemas, experimentando todas las situaciones importantes segn patrones constreidos. De forma continua, se vuelven a re-internalizar y consolidar estas configuraciones relacionales. El propsito del tratamiento sera, por tanto, aflojar estas ataduras para permitir que el paciente se pueda abrir a nuevas posibilidades de relacionarse, de una manera ms libre y rica.Seligman aclara que la perspectiva relacional nunca se postul como una posibilidad de re-parentalizacin o la simple provisin de una experiencia infantil perdida. El tema es mucho ms complejo de manera que la teora fue evolucionando y enriquecindose con ideas como las relativas a la restauracin e integracin de experiencias de self-object disociadas. Varias intervenciones teraputicas son posibles y entre ellas se incluye el insight, la interrupcin de patrones antiguos, la creacin de nuevas condiciones de seguridad donde las expectativas previamente establecidas puedan revisarse, la contencin y el holding, la empata y el trabajo a travs de los procesos disruptivos del vinculo teraputico, el aumento de la capacidad reflexiva, la interpretacin y algunos conceptos innovadores como la negociacin de la paradoja.En el proceso teraputico se observa la relacin transaccional de la accin y la reflexin como as tambin del pasado y del presente. Segn los clnicos relacionales, nos dice Seligman, el mayor logro teraputico se produce cuando la accin y la reflexin estn en una especie de resonancia ms que cuando la primera se subsume a la segunda. El pasado esta contenido en el presente y la relacin analtica refleja el mundo interno, pero a travs de una nueva creacin.Seligman presenta una vieta de uno de sus casos. La seorita A.era una abogada exitosa y madre soltera. Rompa sus relaciones con los hombres en cuanto se insinuaba alguna cercana afectiva. En su infancia, haba sido molestada erticamente por su hermano y tos sin que los padres se dieran cuenta de esta situacin y la protegieran. Tena poca confianza en las relaciones cercanas de todo tipo ya que la exponan al peligro y la excitacin. Esta desconfianza inclua el anlisis. Justo antes de anunciar Seligman sus vacaciones, se haba trabajado positivamente en las sesiones. A partir del mencionado anuncio, la paciente decide interrumpir su tratamiento. El hecho de que la paciente decida no volver conduce a Seligman a plantearse qu puede hacer ante esta situacin, ya que invitarla a seguir podra significar para la paciente seguir expuesta a ms sufrimiento; sin embargo, no llamarla constituira una conducta de abandono y descuido dentro de lo que haba sido una productiva relacin analtica. Seligman decidi llamarla y ella accedi a volver, aunque en un modo ambivalente. Entonces, el autor le explic el dilema relacional en el que se hallaban envueltos. Si ella segua, se someta a lo que ella experimentaba como un confinamiento; si no segua, se negaba a s misma la posibilidad de algo bueno para ella, en continuidad con la presuncin, para ella establecida, de que las relaciones profundas no servan para nada. La paciente sigui hablando con gran intensidad emocional de su angustia de separacin y su sensacin de que algo malo iba a ocurrir. Cuando el analista le respondi que ella deba encontrarlo peligroso, ella contest que no, que ella saba que l no le hara dao. Esto result muy tranquilizador para Seligman ya que a nivel de la contra-transferencia senta angustia ante la posibilidad de estar presionndola para seguir en anlisis. La paciente coment que senta la situacin como un desafo, pues se hallaba presa de ansiedades que no tenan sentido. Era el momento de empezar a hablar, nos dice Seligman, de cmo nadie en su familia haba dado respuesta a su sentimiento de que algo andaba mal, no validando sus percepciones y dejndola con un sentimiento de abandono. Ella se senta con la posibilidad de considerar que en el anlisis las cosas seran diferentes lo cual auspiciaba un cambio en la direccin del mismo.Implicaciones para la teora y la prctica: Los conceptos del desarrollo y el nfasis emergente en la clnica.Seligman afirma que los conceptos relacionales han ido sufriendo una constante evolucin. Pero hay temas que el anlisis relacional y las teoras del desarrollo han generado y que merecen un lugar aparte por su trascendencia. Estos seran los relativos al apego, la reciprocidad y sus fallos, el trauma y el reconocimiento inadecuado, as como el interjuego entre el sentimiento de peligro y la seguridad, por citar algunos importantes.Para Seligman, existe un foco de atencin sobre el mantenimiento de ataduras relacionales, internas y externas, a lo largo de la vida. El apego y la regulacin afectiva generan un sentimiento de seguridad bsica. En este sentido, aclara el autor, la teora del apego da una interpretacin bsica al formular que los patrones de apego (seguro, inseguro y desorganizado) se mantienen a lo largo de la vida. Esto explicara por qu se mantienen formas dolorosas de vincularse, aunque un adulto sabe que efectivamente no se encuentra en riesgo de aislamiento y perdida de relaciones al cortar con las respuestas aprendidas en una familiapatogenica. Tambin el hecho del reconocimiento opera de manera similar, postula Seligman. Este es muy importante para los nios, pero sigue sindolo para los adultos. El concepto de self-object ha colocado la funcin del reconocimiento en un lugar de suma importancia para el psiquismo, tanto en la concepcin pionera de Kohut como en desarrollos posteriores de autores como Benjamn, Stolorow, Odgen y otros. El reconocimiento se ha articulado con otros conceptos como la dinmica entre dominacin y sometimiento, la excitacin y la claudicacin, las tensiones entre la autonoma y la dependencia o entre el amor y el odio.Tambin se la ha hecho nfasis en el trauma en lo que ste aporta a la gnesis de la psicopatologa. El autor seala que muchos de los estudios acerca del trauma tienen una orientacin desde el punto de vista del desarrollo, lo cual se relaciona con la perspectiva de buscar cuales fueron las malas experiencias que no permitieron un desarrollo adecuado y que son las causas por las que el paciente consulta. Esta perspectiva considera el material caso por caso, prestando atencin y valorizando la experiencia subjetiva de lo que ocurri realmente. Aqu se observa una diferencia con el enfoque freudiano que tiende a considerar el material que trae el paciente como sujeto a distorsiones.No slo se presta atencin al trauma sino al contexto dentro del cual ha ocurrido, ya que en ocasiones el nio padece a expensas de la misma figura de quien depende. Seligman nos subraya que en el clsico ejemplo del incesto el perpetrador del abuso es alguien que en otros momentos puede ser muy afectuoso y, al mismo tiempo, se trata de una persona de la que el nio depende tanto para recibir cuidados como para sobrevivir.Para comprender los efectos de determinadas experiencias traumticas, el concepto de disociacin cobra tanta importancia, contina Seligman, como el de represin en las teoras clsicas. Para el autor, la disociacin es una forma de organizacin defensiva que vara en su rigidez as como en las consecuencias de fragmentacin psquica segn diversos niveles del desarrollo patolgico.Siguiendo esta lnea, acota el autor, los pensamientos pueden estar fuera de la conciencia ms como efecto de procesos disociativos que por el mantenimiento del mecanismo de la represin. Una dinmica similar se plantea con respecto a la experiencia, en el sentido de considerar que existe un saber procedimental (extrapolacin de un concepto de la psicologa cognitiva, con el cual se quiere expresar que una parte de aquello que sabemos no es puesto nunca en palabras) y que en el plano de las experiencias psquicas podra entenderse como esquemas de interacciones afectivas que forman parte de nuestras formas de relacionarnos pero que nunca ha sido puestos en palabras.Relacionado con esto, prosigue el autor, se halla el nfasis del modelo relacional en la multiplicidad de la organizacin del yo. Se concibe la organizacin personal como empezando con mltiples potencialidades, ligadas a la historia, las presiones sociales y oportunidades. As, el concepto de resilencia se entiende como la integracin flexible de estas mltiples experiencias del self, que podran ser fragmentadas y desintegradas en un desarrollo traumtico. En este sentido, el anlisis se entiende que tendra como funcin la de restituir e integrar estos aspectos de la propia experiencia que han sido disociados y que se hacen presentes en las interacciones sin que su sentido se haga explcito.Muchos autores estn trabajando en la lnea de sostener estos aspectos disociados del paciente, soportando su angustia, su dolor y sus contradicciones para poder despus encontrar la forma de ir integrndolos y transformando estas imgenes de s mismo y de los dems, agrega Seligman.Otro punto crucial de la concepcin del desarrollo para la perspectiva relacional es la que atae al lugar terico que se concede al complejo de Edipo. Para la lnea clsica, esta es una fase fundamental para un desarrollo exitoso y buena parte de la psicopatologa se caracteriza por la diferenciacin entre lo edpico y lo pre-edpico. Los modelos contemporneos han suavizado esta diferencia pero, a pesar de esto, la dicotoma sealada todava se encuentra en uso. Por otra parte, la narrativa edpica tiene una funcin prescriptiva: la identificacin con el progenitor del mismo sexo, de manera que otras posibles resoluciones son consideradas como patolgicas.Los psicoanalistas relacionales, aquellos que se sitan en la corriente de la denominada psicologa del self y los ntersubjetivos no se adhieren a estas formulaciones debido a que priorizan las motivaciones relacionales por encima de las pulsionales Segn el autor, el complejo de Edipo es un artificio que necesitan estas teoras para integrar las motivaciones irracionales, no civilizadas dentro del marco de un orden social establecido. As, el complejo de Edipo se entiende clsicamente como el momento en que el gnero y la autoridad entran a formar parte de la personalidad. Los analistas relacionales, pues, contina Seligman, al focalizar sobre la dinmica interpersonal y de los objetos del self, no necesitan apoyarse en el tringulo edpico. Las motivaciones ms bsicas del ser humano, segn esta concepcin, no entran necesariamente en conflicto con lo social. Tericamente no hace falta un constructo tal como el complejo de Edipo dado que el desarrollo es ms continuo.El hecho de relativizar el Complejo de Edipo se encuentra en consonancia con la diferente concepcin que tienen los modelos relacionales sobre la autoridad del analista. Seligman considera que la autoridad edpica es paternal, oracular y represiva. Es dada como una necesidad, cuya ausencia o distorsin marcara una patologa.En la concepcin relacional, la autoridad del analista es un emergente en s mismo, contina el autor. Un aspecto contingente de la relacin analtica que se crea a partir del establecimiento de dicha relacin y es permanentemente negociada de manera conciente e inconsciente. La autoridad del analista se deriva de una transaccin entre el analista y el paciente. La competencia del analista en su rol de experto tambin es relativizada en funcin de las distintas atribuciones que le puede otorgar el paciente. As, descentrar del complejo de Edipo se correlaciona, segn Seligman, con la visin dialctico-constructivista de la autoridad del analista y el modelo de la influencia mutua que deviene de la investigacin infantil como as tambin con el nuevo modelo de dos personas de la dada analtica.Otro concepto clsico en el psicoanlisis, el supery, tambin es despojado de su peso extraordinario en este modelo relacional ya que se va a considerar que la cooperacin y el reconocimiento de los otros son la fuente fundamental del desarrollo moral. Seligman plantea que los desarrollos feministas concuerdan en apoyar esta relativizacin del supery. Estas re-lecturas promueven una formulacin nueva y ms amplia del concepto edpico. Seligman menciona a Chodorow, autora que explicita diversas resoluciones para el Complejo de Edipo y a otros autores que sostienen que el mencionado complejo y su resolucin incluyen temas que exceden el modelo clsico triangular de padre, madre e hijo. El cambio de perspectiva del modelo relacional sintoniza el poder y la autoridad del analista ms con lo materno que con lo paterno. En la concepcin didica, interaccional, del desarrollo temprano, afirma Seligman, la madre es vista bsicamente como interdependiente del infante. Aqu se puede hacer un paralelo con el concepto relacional de la autoridad del analista como co-construido. La concepcin relacional del analista enfatiza la seguridad, la sensibilidad y el reconocimiento ms que el poder hegemnico de un padre castrador o las habilidades cuasi-cientficas del analista. En cambio, afirma el autor, le da mucho peso al no-reconocimiento o el reconocimiento errneo En este sentido la prctica analtica autoritaria, seala Seligman, es vista como re-traumatizante.El autor menciona que otro efecto de la influencia mutua entre el feminismo y la aproximacin relacional al desarrollo es el reconocimiento de la subjetividad de la madre y su individualidad. Para Seligman los tericos britnicos de las relaciones objetales no le dieron mucha importancia a la psicologa de la madre, aunque enfatizaron la importancia de la funcin maternal. Winnicott representa la excepcin que confirma la regla. Sin embargo, las revisiones feministas enfatizaron el carcter independiente de la madre.Los informes de Chodorow sobre la transmisin intergeneracional, menciona Seligman, han dado una descripcin bsica de las gratificaciones internas y compromisos que se organizan en la identificacin femenina con lo materno. A partir de all, se vio a lo maternal como un proceso independiente del desarrollo, con su propia individualidad. El autor menciona a Benjamn, una autora que caracteriz las dinmicas de la sumisin y el dominio como la ruptura de una tensin necesaria entre auto-afirmacin y el mutuo reconocimiento. Desde los primeros vnculos, el beb busca reconocimiento y diferenciacin de la misma persona de quien depende primordialmente; pero, como seala la autora, tambin la madre, como sujeto, precisa reconocimiento por parte del hijo-a y auto-afirmacin como persona y no slo como madre. Es este difcil equilibrio el que marcar lo especfico de cada vnculo madre-hijo(a). Algunos observadores clnicos de nios, como Fraiberg, con su Fantasmas en la guardera, desarrollaron la idea de que eventos especficos de la historia de los padres llevan a estilos de parentalizacin especficos.El anlisis relacional, propone el autor, tambin establece una sinergia con la afirmacin post-modernista del feminismo acerca de las mltiples narrativas posibles en cuanto al desarrollo del gnero y la orientacin sexual. Seligman plantea que las teoras clsicas del psicoanlisis proponen a la estructura edpica como la supresin de lo polimrfico y la va para la eleccin de un solo objeto, el rechazo de lo homosexual y la identificacin con el progenitor del mismo sexo como un avance en el desarrollo Las teoras relacionales, sin embargo, privilegian otras estructuras, nos dice Seligman, como el apego interpersonal, la intimidad, el cuidado y el reconocimiento. Tambin en esta lnea, el cuerpo se considera relacional, ms que autnomo y pre-social. El cuerpo y el sentimiento de ser-con-los-otros estn ntimamente entrelazados, tomando formas particulares en cada familia, y acomodndose a las constricciones y oportunidades que brinda cada cultura. En general, la concepcin del gnero, lo sexual y lo ertico se evala, segn Seligman, tomando en cuenta al individuo en su situacin particular, en su interaccin con el medio social que lo circunda.Vnculos del psicoanlisis relacional con los pensamientos novedosos surgidos en otros campos.Trauma: El autor seala las investigaciones sobre los efectos del trauma infantil, as como la confluencia de los estudios sobre los nios en ambientes desfavorecidos y los estudios del desarrollo de la anatoma y fisiologa cerebral. Apego: Seligman menciona que el aporte de Bowlby se ha ampliado al considerar tambin la comprensin de los padres y el reflejo de la vida interna del beb, adems de considerar la necesidad de proximidad del beb con el cuidador.La orientacin relacional postula que el reconocimiento por parte de los otros es esencial para el desarrollo de un sentido integrado del self. Segn Seligma, esta aseveracin ha recibido un cierto apoyo emprico a partir del desarrollo de la denominada Entrevista de apego para adultos.Vnculos con otras escuelas psicoanalticas: ltimamente, destaca Seligman, algunos autores buscan acercar concepciones tericas con la escuela kleiniana-bioniana. Tambin se han realizado sntesis de las teoras del desarrollo con las teoras de Winnicott. El libro de Mitchel Relationality, nos dice Seligman, ofrece un claro ejemplo de estos acercamientos.Teoras de los sistemas dinmicos no-lineares: Estos estudios denotan el intrincado y multimodal flujo y reflujo de los procesos del desarrollo en el contexto complejo de la familia y el entorno social, siendo afectado y afectando a los factores genticos y fisiolgicos, observa Seligman.Psicoterapia y anlisis de nios: Seligman menciona que hay relativamente poco trabajo en esta rea. Una excepcin es el rea floreciente de la intervencin infantil y la psicoterapia psicodinmica infanto-parental. Desde que Selma Fraiberg propuso el modelo de psicoterapia infanto-parental, muchos clnicos tomaron como paciente a la relacin infante-cuidador.Por ltimo, el autor seala que quizs lo ms importante sea la necesidad de establecer polticas para el bienestar y desarrollo de la niez. Las teoras del desarrollo han demostrado la importancia del cuidado de las relaciones tempranas para el normal desarrollo posterior, pero los aspectos sociales y econmicos son tambin cruciales. En este sentido, finaliza Seligman, tanto los psicoterapeutas en general, como los psicoanalistas en particular, pueden hacer su aporte a la salud pblica.Comentario Tal y como lo plantea el psicoanlisis relacional, el campo que se estructura entre el paciente y el analista es un espacio configurado por las contribuciones que, en ese encuentro en particular, los inconscientes de ambos producen. De la misma manera, la lectura de la literatura cientfica nunca se hace ingenuamente sino que lo que el autor plantea es ledo desde la ptica particular del lector. En ese sentido, para una trayectoria personal, anclada en el psicoanlisis tradicional (lecturas de Freud, Klein, Lacan y algunos de sus continuadores), la propuesta de esta perspectiva en psicoanlisis resulta enriquecedora en ciertos aspectos, insuficiente en otros y provocativa en relacin a la posibilidad de profundizar en sus desarrollos.Seligman contrapone muchas veces al psicoanlisis relacional como totalmente opuesto a la postura clsica, haciendo alusin a un nuevo paradigma. Pienso que, tal como postula la interaccin entre pasado y presente para el contexto de la sesin analtica, tambin esto se podra referir a lo terico. As, el lenguaje freudiano, ms que ser rechazado, podra ser re-formulado teniendo en cuenta los continuos aportes de nuevos estudios. La perspectiva del modelo modular-transformacional (Bleichmar, 1997) es un avance en ese sentido.Sin embargo, la lectura de este artculo hace pensar que se ha efectuado una lectura de Freud reduccionista, llevndolo a clichs, que no reflejan la riqueza y complejidad de su obra. El pensamiento de Freud era muy amplio y dinmico:conceptos tales como la sobredeterminacin o mecanismos defensivos como la condensacin y el desplazamiento nos muestran una forma de pensar no lineal. Adems, no todo se reduce en Freud a lo pulsional, en un sentido simplista. Referencias al desvalimiento, al sentimiento ocenico, su aporte a lo cultural y a lo grupal ( por nombrar algunos pocos ejemplos) abren toda una gama de lneas de investigacin que luego sern continuadas. Quizs la crtica de Seligman se refiera, ms bien, a un tipo de psicoanalista norteamericano y, en este caso, nos hallaramos frente a un problema entrecruzado con lo cultural, en cuanto a una forma de pensamiento ms pragmtica y concreta, que requiere de constructos simplificados y frmulas a las que atenerse. Freud adverta sus contradicciones y se retractaba de sus formulaciones. Quizs sus intuiciones abarcaban ms cuestiones de las que l mismo poda ir procesando y, por eso mismo, tanto tiempo despus, muchos estudiosos persisten en desarrollar aspectos de su obra.A partir de la obra pionera de Freud, se inician diversas corrientes que coinciden o se oponen entre s en varios aspectos pero que tendran en comn el inters por las necesidades del paciente, el nfasis en el estudio de la relacin generada entre analista y paciente as como la evaluacin de la particularidad de cada analista en sus intervenciones, dependiendo de su personalidad y contexto. (vila et alt., 2002).En lneas generales, encontramos en esta vertiente autores tales como Freud, Klein, Fairbairn, Sullivan, Kohut, Ferenczi, Lacan y Pichn Riviere, entre otros, que actan como precursores. A partir de ellos se dan distintos desarrollos que incluyen a: Ogden, Kenberg, (Relaciones objetales); Mitchell y Lachman (Relacionales); Stolorow, Orange y Atwood (Intersubjetivos puros); Balint, Bowlby, Winnicott, Khan y Stern (Independientes); Bleger, Bernstein, Bernard, el colectivo GRITA, J. Puget e I. Berenstein (Pensamiento vincular); Aulagnier (Pensamiento lacaniano); Hoffman (Constructivista social) y Chodorow y J. Benjamin (Critica social, feminista) (vila y col., 2002). Obviamente, no se puede pretender una postura uniforme con tal dimensin de autores y escuelas. Lo que s podra sealarse sera la participacin en mayor o menor medida en algunas de las ideas bsicas mencionadas, como seran el nfasis en la relacin y en el encuentro entre dos subjetividades.En su artculo, Seligman enfatiza los aportes de las teoras del desarrollo al marco terico del psicoanlisis relacional, pero tambin involucra los estudios de gnero y hace un repaso de las variaciones en conceptos claves como el complejo de Edipo. En ese sentido, el cuestionamiento del mito de Edipo como fundante de la teora psicoanaltica (Riera, 2001) permite la configuracin de otras estructuras tericas que reflejen ms apropiadamente la realidad que se nos presenta. As, por ejemplo, en el campo del psicoanlisis infantil, temticas como el maltrato y la adopcin rebasan la posibilidad de ser trabajadas con un modelo exclusivamente pulsional e intrapsquico.Por otra parte, resulta interesante la mencin de Seligman al surgimiento de la figura de la madre como relevante en la constitucin de la subjetividad y el acercamiento que se propone del papel del analista al rol de la misma. El mito del analista omnisapiente es otro lugar comn a ser cuestionado. Ya desde la teora lacaniana se hablaba del Sujeto supuesto Sabercomo una adjudicacin por parte del paciente a la persona del analista que, al final del tratamiento, debera necesariamente caer y en ningn caso debera ser asumido por el terapeuta. Desde este enfoque, pues, el que sabe es el paciente. Sin embargo, el psicoanlisis relacional va mas all, al proponer como lugar del saber lo que se produce en el encuentro psicoanaltico, en el entrecruzamiento de ambas subjetividades, donde el en-actment ser el producto privilegiado que permitir reconocer la participacin de ambos (analista y paciente) en el proceso.Seligman seala al analista clsico como autoritario y castrador. Esta es una visin parcial, muchos analistas se hallan comprometidos" con sus pacientes y entienden qu emociones pueden dispararse a partir de la situacin analtica. Esta es el motivo de la insistencia en el largo y profundo anlisis personal que no podra remplazarse meramente con la introspeccin. Ya Lacan nos advirti que no sabemos lo que sabemos al postular la divisin bsica del sujeto.Seligman tambin seala la importancia de la teora del apego en el marco del psicoanlisis relacional. El trabajo de Bowlby a partir de la observacin de la conducta de los nios frente a la separacin y la perdida, nos lega unos principios bsicos que se basan en que el nio nace con una predisposicin a apegarse a sus cuidadores y que organizar su pensamiento y su conducta para mantener esas relaciones de apego. Relaciones que son claves para su supervivencia fsica y psicolgica, de ah su importancia capital para el nio. Adems, los trastornos tempranos del apego seran la consecuencia de la incapacidad de los cuidadores para satisfacer estas necesidades bsicas del nio. (Mitchell, 2000). Las figuras de apego reflejan y modulan las reacciones del beb. Existe una comunicacin inicial que opera a niveles sub-simblicos y que formar luego la base de los hbitos que son intuitivos y que se expresarn automticamente. Esto es lo que el grupo de Boston denomina conocimiento personal implcito.En la prctica clnica (especialmente en el trabajo con nios pequeos y sus padres), la propuesta de tener en cuenta los Modelos Operativos Internos de Bowlby (Cortina, M. y Liotti, G, 2003), modelos que se constituyen a partir de la repeticin de los distintos patrones de apego que se originan como respuesta de los nios a las conductas que tienen los padres, nos permite una visin esclarecedora de muchas problemticas.Tanto en nios (dependiendo de la edad) como en adultos, la posibilidad de una experiencia emocional correctiva que vaya produciendo a lo largo del trabajo analtico la modificacin de dichos patrones como recursos novedosos para el paciente, no invalida que simultneamente se trabajen otros aspectos ms simbolizados (Daz-Benjumea, 2002).Estas formulaciones son muy importantes para entender lo que se reactualiz en el marco teraputico, donde modos ms primitivos de conducta, pueden ser activados en el contexto del vnculo analtico. En este sentido, Seligman cita la propuesta de Lyons- Ruth acerca de los orgenes evolutivos de los procedimientos relacionales actuados. Se trata de la construccin de modos de saber cmo es algo, un saber implcito, que tendr relevancia a lo largo de toda la vida del sujeto y que puede observarse en la interaccin.Segn esta autora, lo que cristaliza el cambio en la relacin teraputica no es la interpretacin a secas, sino la relacin previa analista-paciente con sus avatares de encuentros desestabilizadores. Se trata de un trabajo realizado a un nivel implcito que crea las condiciones para un dilogo colaborativo. Se van decontruyendo modos relacionales anteriores para poder co-construir un dilogo ms amplio que incluya la verbalizacin de modos de proceder implcito. Es interesante la puntualizacin de que con los pacientes pequeos esta tarea puede desarrollarse casi por entero en un nivel implcito, a travs del juego, prcticamente con poca o ninguna intervencin de la interpretacin. Hay una re-organizacin en el modo de estar juntos del paciente y el analista, que tambin se da en el anlisis de adultos (Lyons-Ruth, K., 1999).Seligman tambin aborda la nocin de inconsciente. La concepcin sobre lo inconsciente es un hito fundamental ya que dependiendo de nuestra teora se van a derivar distintas modalidades de intervencin. Distintos autores realizan diversos planteamientos en torno al tema. Segn Bleichmar, se pueden distinguir: lo secundariamente inconciente (que sera lo reprimido por intolerable), lo inconsciente originario, lo que nunca estuvo en la conciencia pero se halla en el inconciente produciendo efectos y lo no inscripto en el inconciente (que sera lo no constituido). (Bleichmar, 1997). Adems, Bleichmar hace mencin a la desactivacin, esa prdida de fuerza de determinadas constelaciones ideo-afectivas, relacionndolo con el concepto freudiano de Untergang (sepultamiento).Daz-Benjumea, en su trabajo de revisin de la relacin de las teoras psicoanalticas con la neurociencia y la psicologa cognitiva (Daz -Benjumea, 2002), expone la posibilidad de pensar el inconsciente de manera diferente a la versin clsica y establece una distincin entre memoria declarativa y procedimental como sistemas separados cuya forma de inscripcin y recuperacin es diferente. Muchos aspectos del funcionamiento psquico no son regidos por motivacin alguna, segn esta autora, sino que seran el resultado el automatismo de la memoria procedimental (memoria de habilidades o hbitos). As, los mecanismos de defensa y la compulsin a la repeticin podran explicarse por este medio. Dentro de la memoria declarativa, accesible a la conciencia, la memoria semntica sera el sustrato de creencias matrices, que determinan como se ve el sujeto a s mismo y al mundo.En este esquema podemos incluir los patrones de apego, como formas primitivas constituir una respuesta ante la realidad. El hecho de que esto pueda ser capturado por la palabra y ser objeto de la reflexin, pero al mismo tiempo que no necesariamente sea as, nos introduce en la temtica de la complejidad de lo que ocurre en la sesin analtica. All, no todo es verbal, no todo son interpretaciones y proceso secundario con su preeminencia de la conciencia. Por el contrario, hay aspectos procedimentales que escapan al control del analista y que provocan respuestas en paciente. La propuesta de la continua revisin de la participacin subjetiva del terapeuta ilumina esta va de acceso al inconsciente. En lneas generales, en el psicoanlisis tradicional esta posibilidad estara dada por el extenso anlisis personal del analista y la continua supervisin de sus casos. En el caso del anlisis relacional, se enfatiza la introspeccin-empata.Dentro del enfoque intersubjetivo, cobra especial relevancia el espacio del encuentro. En este sentido la importancia que se le da al contexto contrasta con la concepcin del aparato psquico en su faceta intrapsquica. El aporte de autores como Gerson establece el puente entre las subjetividades y el mundo compartido con otros. La constitucin de la subjetividad sigue un camino de lo particular, interno y privado a lo compartido, donde el contexto cobra una importancia crucial al impregnar de significado pasible de ser compartido, a las experiencias y fantasas individuales. En este sentido, el inconsciente no es slo lo reprimido, sino un rea de sostn que espera desarrollarse a lo largo de las peripecias evolutivas. Seria una actividad mental potencial, similar al concepto de Bollas de lo sabido no pensado. Es fundamental tener en cuenta que, desde esta perspectiva, la mente no est aislada sino requiere la presencia de otra mente para el registro, reconocimiento y articulacin de los elementos inconscientes de la primera. As, lo intersubjetivo apuntara a aquellas reas que rodean al individuo ms que aquellas fronteras que lo separan en interno y externo. Esta influencia de las mentes entre s es lo que Gerson propone como inconsciente relacional. Es el lazo no reconocido que envuelve a toda relacin (Gerson, 2004)En este sentido la puntualizacin sobre la potencialidad transformadora de un psicoanlisis relacional resulta clarificadora para los aspectos a tener en cuenta en la estructura vincular de la tarea teraputica.Por ltimo, con respecto al tema del supery, Seligman no desarrolla en su crtica todas las posibilidades que encierra este concepto. El supery no es slo una conciencia moral. Nociones como el ideal del yo, el Yo ideal (y sus relaciones con el narcisismo) o las identificaciones tempranas, por mentar algunas cuestiones, no han sido tomadas en cuenta en su riqueza estructural. ConclusionesLos entrecruzamientos entre el psicoanlisis relacional y las teoras del desarrollo sealan un camino para continuar con un trabajo de lectura y confrontacin no slo entre las distintas teoras sino bsicamente entre teora y prctica. Cules son las categorizaciones y conceptos que brindan mejores aportaciones y hacen ms operativa la tarea analtica? Quizs el modo de enfrentar temas tan complejos como la subjetividad y la intersubjetividad, implica tener a mano mltiples instrumentos tericos que nos permitan acercarnos a ellas, evaluando su eficacia segn las circunstancias de cada caso en particular, lo cual no deja de plantear importantes obstculos metodolgicos y epistemolgicos. Se plantea el interrogante acerca de la posibilidad de que tal magnitud de perspectivas diferentes pudieran organizarse en una nueva estructura terica. Esfuerzos como los de Bleichmar (1997), Mitchell (2000), Cortina y Liotti (2003) y otros estudiosos apuntaran en este sentido, aunque desde lneas muy diferentes.BIBLIOGRAFA vila-Espada, A., Bastos, A. y col. (2002). Reflexiones sobre la potencialidad transformadora de un psicoanlisis relacional. Intersubjetivo, 4 (2)Bleichmar, H (1997). Avances en psicoterapia psicoanaltica, Paids, Buenos Aires, Barcelona.Cortina, M. y Liotti, G. (2003). Hacia un modelo pluralista de la motivacin humana basado en el paradigma de apego. Aperturas Psicoanalticas, Revista Internacional de Psicoanlisis, 2000, n 5.Daz Benjumea, M.D. (2002). Lo inconsciente psicoanaltico y la psicologa cognitiva: una revisin interdisciplinar. Aperturas Psicoanalticas, Revista Internacional de Psicoanlisis, 2000, n 5.Freud, S. (1973). Obras completas. 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