La música de las esferas - RAMA ARJUNA (Barcelona) · PDF file1 La música de las...
Transcript of La música de las esferas - RAMA ARJUNA (Barcelona) · PDF file1 La música de las...
1
La música de las esferas
Andrew Rooke*
El Niño Jesús con los ángeles Músicos (Juan Correa 1646 – 1717)
“Cuando interactuamos con los patrones de la naturaleza, verificamos que por el
restablecimiento de la armonía restauraremos la salud, y que la música provee un
medio natural para ello”
Todo el mundo tiene una experiencia del poder de la música sobre el ánimo. ¡Cuántas veces
buscamos en las sinfonías de la naturaleza, el consuelo para la cacofonía generada por nuestro
ambiente urbano! Las olas murmullando en la playa, el viento susurrando en los altos árboles, la
corriente en remolino en la montaña han sido el consuelo de los fatigados y la inspiración de los
poetas. Toda madre sabe del efecto calmante que el impulso rítmico y su canción tienen sobre el
niño.
La música tiene una dimensión mucho mayor que el entretenimiento. Puede contener llaves para la
comprensión de los secretos de la naturaleza y proveer una vía para que la humanidad pueda
restablecer la armonía dentro de la sinfonía mayor de la vida.
Existe evidencia de que el conocimiento oculto de la música era muy difundido en el mundo antiguo;
actualmente nos esforzamos para descubrir esos tesoros de nuestra herencia olvidada. La idea de
que el universo está constituido de varios niveles de vibración era conocida en las escuelas de
Misterio de la antigüedad. Cada entidad, desde el átomo al Sol, sigue su destino, cantando su propia
2
tónica de vida, inaudible a nuestros oídos. Desde Pitágoras, esta sinfonía cósmica se tornó conocida
como “la música de las esferas”.
A lo largo de las eras, científicos y músicos han buscado maneras de transformar las armonías
cósmicas en patrones adecuados para los oídos humanos. Desde el burbujeo de la corriente de un
arroyo a los complejos ritmos de una sinfonía clásica, las muchas formas de música que oímos son
traducciones para nuestro plano, de la música que llena el universo.
Aquí está la clave para entender el uso de la música para
la sanación en la antigüedad. Así como en una orquesta
cada uno toca su parte, también cada uno de nosotros,
cantando de modo inaudible nuestra propia tónica, está
enredado en las armonías mayores del ambiente. Un
violinista que tocase fuera del compás causará
desarmonía en la sinfonía; de la misma manera,
nuestras acciones y pensamientos inarmónicos
resultarán en alguna manera dolencia física o mental.
Hace mucho tiempo las personas aprendieron que la
música puede ser usada en la sanación de la mente y del
cuerpo. Médicos y sacerdotes en Egipto, llamaban a la
música “el remedio del alma”, se especializaron en su
uso para aliviar una vasta gama de enfermedades,
especialmente las nerviosas. Los persas tocaban el laúd
para sanar, y los hebreos registran la historia del rey David, que con su arpa aliviaba la locura de Saúl.
Galeno, médico del emperador romano Marco Aurelio, creía firmemente en la aplicación de la
música para la sanación, y durante muchos siglos fue profunda su influencia en el desarrollo de la
medicina.
Cuando interactuamos con los patrones de la naturaleza, verificamos que por el restablecimiento de
la armonía restauraremos la salud, y que la música provee un medio natural para ello. Más allá del
efecto sobre el cuerpo, los antiguos percibían el poder de la música sobre el alma. El médico y
alquimista Paracelso reafirmó el principio oculto de que la enfermedad era causada principalmente
por estados mentales contradictorios que interferían en la felicidad natural del individuo; si se
permite que esos estados mentales continúen llevarán inevitablemente a disfunciones y a
enfermedades físicas.
El poder del ritmo, tan motivador en la música actual, es un factor integrante en la vida religiosa de
comunidades tradicionales en África y en las Américas. La música de percusión, con sus efectos
hipnóticos, fue usada en algunas ceremonias en el contexto de una visión más amplia de la realidad.
El despertar y la estimulación de varios centros de la naturaleza por medio del ritmo están
evidenciados en la música religiosa de los pueblos de todo el mundo.
3
El impacto del sonido
La música como lenguaje espiritual es una fuerza motivadora en Asia. Las tonalidades sutiles de los
instrumentos indios, las orquestas populares de gamellón de Java y los impresionantes zumbidos de
los monjes tibetanos tienen el poder de elevar nuestra conciencia. Comunidades dedicadas a valores
superiores, como los sufís en el Islamismo, hasta hoy en día, entonan cánticos destinados a
transmitir el mensaje místico de sus escrituras.
Nadan Khechog (músico tibetano)
Toda la familia humana está ocupada en la búsqueda del acorde perdido de la armonía con la
naturaleza. En esa búsqueda, existe mucho de lo que podemos aprender como la sabiduría de
nuestros antepasados, para armonizarnos con la sinfonía celestial.
Desde los años 60 son realizadas experiencias para identificar y correlacionar los efectos psicológicos
de diferentes tipos de música, más allá de su eficacia para reducir la ansiedad. Estas experiencias
llevaron al uso de la música de fondo en las áreas de espera de los hospitales, consultorios y en las
salas de parto. La música también es utilizada para estimular una mayor productividad en las
fábricas.
Tal vez el descubrimiento más inesperado de los ocultos efectos de la vibración musical haya sido su
impacto sobre otros reinos de la vida. Uno de los pioneros en esa área de investigación fue el Dr.
Jagadis Chandra Bose, en Calcuta, en la India. Su libro Responses in the Living and Non Living
publicado en 1902, mostraba que propiedades de la vida animal eran compartidas por vegetales y
hasta incluso por minerales. Su obra tuvo continuidad por el Dr. T. C.N. Singh en Madrás, que
enfatizó el aumento del rendimiento de las cosechas con el uso de la música tradicional.
Este impacto del sonido sobre la forma lleva a especular al respecto de su efecto sobre la humanidad
y otras formas de vida. Las cantigas rítmicas de bardos y Rishis sugieren que los antiguos tenían
conocimiento de la potencia de la vibración sobre los planos internos de la existencia, una ciencia
que está tan solo comenzando a ser comprendida, incluso con toda la tecnología del siglo XXI. No
4
obstante, esos experimentos y sus implicaciones están lejos de ser aceptados o utilizados
ampliamente.
Lo mismo no se puede decir de la música popular y del rock, que ejerce una influencia dominante
sobre decenas de millones de personas jóvenes en todo el mundo. Cualquiera que sea el matiz, el
rock representa la moderna música folklórica, indicando, como lo ha hecho la música del pueblo a
través de las edades, las emociones, frustraciones y aspiraciones de las personas comunes,
generalmente en un nivel bastante básico musicalmente hablando.
Si seguimos el pasado del rock, a través de sus raíces, a través de blues afroamericanos y de la
vitalidad rítmica de la música africana tradicional, podremos apreciar sus limitaciones como medio
para expresar ideas místicas o espirituales. Eso es porque sus ritmos expresaban principalmente
vitalidad física y se destinaban a excitar la naturaleza del deseo. De esa forma, se constata la
popularidad del rock y sus efectos a veces negativos sobre enormes plateas.
Algunos roqueros ciertamente fueron más allá de ese nivel básico para expresar elementos místicos,
como la banda inglesa Moody Blues. Muchos intentaron corporificar ideas metafísicas orientales,
entre ellos los Beatles, especialmente George Harrison.
Otros como Bob Dylan, reflejan sus jornadas de auto descubrimiento y en años recientes algunos
muestran la influencia del fundamentalismo cristiano en la
cultura popular. A su manera todos están expresando,
aunque a veces en términos bizarros, la alegría del
hombre común y el dolor en las relaciones humanas, su
ansia por amor o por la oportunidad de una vida pacífica.
Las experiencias de Dorothy Retallack en los años 70,
mostrando que el rock pesado era destructivo para la vida
vegetal, suscitó diferentes reacciones. En una de las
extremidades, algunos “ocultistas” modernos aseguraban
que la música disonante ayuda a quebrar los moldes
armónicos en la atmósfera mental del mundo, abriendo
camino hacia una nueva era de expresión musical. En otro
extremo, científicos, según Steven Halpern, demostraron
que gran parte del rock en la música popular moderna es
contrario a los ritmos cardiaco y arterial del cuerpo.
Aunque el rock sea fuente de tremenda alegría y diversión para millones de personas, en la década
pasada engendró un estilo musical totalmente opuesto, que uno de sus principales practicantes
llamó alternativa anti frenética, más comúnmente conocido como música new age o meditativa.
Notable por la falta de ritmo pronunciado, por el uso de sonidos naturales y tranquilas
composiciones melódicas, esta música intenta crear una atmósfera que conduce a la reflexión a la
relajación y a la aspiración espiritual, muy diferente de la experiencia emocional pesadamente
cargada de la mayor parte del rock. Mucha de esta música new age está basada en el conocimiento
de los aspectos esotéricos del sonido, de la religión oriental, del yoga y de la meditación.
5
En resumen, varios efectos de gran importancia son traídos a la
superficie a través del medio proporcionado por la música: la
búsqueda de la armonía dentro de sí mismo y con la naturaleza; la
necesidad de centrar la consciencia sobre ideas inspiradoras y sobre
lo que es bello; la percepción de que el universo manifestado está
constituido de varios niveles de vibración – musical - y que cada
individuo interactúa con el ambiente de maneras que trascienden la
física, pues la belleza tiene un efecto profundamente curativo y
equilibrador. Tal vez estemos dando una vuelta completa para el
redescubrimiento de esa sabiduría antigua condensada en esa
nueva música, que detenta una gran promesa como influencia
armonizadora para el futuro.
Enya
*Andrew Rooke. Secretario Nacional de la S. T. en Australia
Sophia. Brasil. (Nov. Dic. 2014)
Ceremonia Tibetana