La Izquierda Radical Ecuatoriana Del Setenta

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UNA MIRADA A LA IZQUIERDA RADICAL ECUATORIANA DEL SETENTA

Hernn Ibarra

La evocacin de Fernando Velasco, nos hace mirar hacia el pasado, para tratar de entender aquel tiempo que luce distante donde hemos cambiado de modos de pensar.

Claro que recordar es pensar ese pasado. Pero el recuerdo es una lucha en la que emergen fantasmas. Cabe tambin un viaje al pasado de modo nostlgico con recuerdos gratificantes. De all que hayan muchas clases de recuerdos que inevitablemente son selectivos.

Ante la dificultad de manejar los recuerdos del pasado, he pensado ms bien en la aproximacin a una memoria crtica que tome en cuenta los aspectos bsicos que desde mi interpretacin personal definieron una experiencia colectiva.

Deseo con esto situar las condiciones ms generales que pueden arrojar luz a un aspecto de la vida de Fernando Velasco.

El clima poltico en el que transcurrieron los aos setenta, fue el perodo histrico ms amplio comprendido entre la revolucin cubana, y la cada del muro de Berln. Fuimos testigos del ascenso y cada del gobierno socialista de Allende y de las crudas represiones del cono sur. Existi poca conciencia de la dimensin de esas derrotas. Aunque hacia el mismo tiempo surgan las vigorosas experiencias de la izquierda peruana y brasilea, no creo que se esos procesos hayan sido apreciados en sus implicaciones reales. La revolucin sandinista, sin embargo present problemas que no estaban en el libreto: el tema de la democracia y del pluralismo. En los aos setenta se fue produciendo una creciente direccin ideolgica del Partido Comunista sobre amplios sectores de la izquierda con el acatamiento sin reservas de los planteamientos provenientes de la Unin Sovitica y el silencio sobre el autoritarismo de los regmenes de Europa oriental. La informacin crtica disponible sobre el socialismo real provocaba fuertes sospechas. La revolucin cubana estaba cubierta por un manto de prestigio que hacia ignorar la situacin de monolitismo partidario que se consolid en los aos setenta. Por eso, la transformacin de los partidos comunistas europeos latinos hacia el eurocomunismo no fue vista como referente y creo que pas desapercibida. La notable variedad de la tradicin marxista, incluyendo el pensamiento de Gramsci solo lleg limitadamente a pequeos crculos. En los aos setenta tambin se estuvo produciendo en Per el redescubrimiento de Maritegui y en Mxico una importante corriente dentro del Partido Comunista promova una crtica al estalinismo.

Mi intencin es pensar los rasgos bsicos de la izquierda radical ecuatoriana de los aos setenta tomando en cuenta sus races sociales y polticas en el marco de una poca de intensa modernizacin social.

Deseo compartir con ustedes una elaboracin personal sobre ese tiempo, pero pensando sobre todo en lo que fue la izquierda radical de esa poca.

Estoy hablando de las organizaciones polticas que se situaron a la izquierda del PC, marcando una diferencia tambin con el PCML. Era una reconfiguracin del espacio poltico de la izquierda en la que nuevas organizaciones polticas tales como la Izquierda Cristiana y el Movimiento Revolucionario de los Trabajadores se instalaban en el mismo espacio donde ya estaban antes el Partido Socialista Revolucionario y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria.

La circunstancia poltica fundacional que vivi la izquierda radical ecuatoriana fue el momento reformista de la dictadura militar de Rodrguez Lara entre 1972 y 1975 que abri un ciclo de reformas de tipo nacionalista y desarrollista. En este perodo se producen las condiciones para el desarrollo de la izquierda radical coincidiendo con un fase de cambios en el sindicalismo, el crecimiento de la organizacin del campesinado y el movimiento estudiantil. Paradjicamente, haba un clima favorable a la izquierda con el proceso de expansin del Estado y el nacionalismo militar. De all que el apoyo crtico al gobierno de Rodrguez Lara que preconiz el PC no deba sorprender, aunque estaba en la memoria la reciente experiencia de la dictadura militar de 1963-1966 que precisamente reprimi a la izquierda. La supresin de la actividad de los partidos polticos produjo una crisis en las viejas elites polticas liberales, conservadoras y velasquistas.

Las condiciones de los aos setenta fueron las del paralelo crecimiento de las clases medias asalariadas y una clase trabajadora urbana con el desarrollo industrial. La izquierda provey los activistas para el desarrollo del sindicalismo. El discurso tecnocrtico tena una apertura hacia las ideologas de izquierda.

Se puede definir a la izquierda radical tomando en cuenta algunas caractersticas que la definen:

Un conjunto de principios doctrinales que tienen como base la confrontacin al sistema establecido.

Se proponen mtodos activos de lucha para la confrontacin. As, se sita la lucha armada como una necesidad o quiz como algo que va a ocurrir, y ante lo que hay que estar preparados as solo sea mentalmente. Desde este punto de vista es una insurreccin de las conciencias. Existe la idea general de que se trata de preparar una insurreccin popular.

Existe un repertorio de ideas polticas provenientes del castrismo, el trotskismo y el maosmo, sin embargo, se insiste en algunos clsicos que deben ser de lectura obligatoria: Que hacer de Lenin, El manifiesto comunista, de Marx y Engels y los documentos partidarios. Todas estas versiones de la ideologa y la teora, tienen sus claves interpretativas que proporcionan los cuadros y los militantes ms antiguos.

Uno de los aspectos ms problemticos es la visin de la lucha de clases y la asuncin de esta como parte de la vida personal.

Una organizacin poltica radical es un grupo de gente que tiene un conjunto de valores y expectativas compartidas alrededor de un cambio que se espera se produzca en la sociedad como consecuencia de la accin de la organizacin.

Las organizaciones de izquierda radical tuvieron un ciclo de origen particular, desarrollo y posteriormente de crisis. Se trata de gente organizada no para resolver sus problemas, sino de lo que se cree son los problemas de la sociedad. Para ello se intentar algn diagnstico, objetivos y metas. Independientemente de las intenciones de los miembros, se produce como efecto una rplica de lo que se critica: el Partido Comunista o las estructuras de la izquierda tradicional y su autoritarismo. En este sentido, la izquierda radical cae presa de una tradicin organizativa previa, el llamado centralismo democrtico al reproducir formas parecidas de organizacin basadas en la jerarqua y la disciplina.

En tanto el objetivo central es hacer una revolucin social, la organizacin fija los trminos en los que se producen los revolucionarios, aquellos individuos que justamente con algn mtodo violento van a transformar la sociedad.

En mayor o menor grado, se trata de sociedades secretas que tienen sus mitos unificadores, jerarquas de poder y rituales que se articulan en varios niveles de la participacin de los miembros.

Lo que lleva a las personas a la militancia poltica puede ser visto desde diversos lados:

Una parte de los militantes proviene de un entorno familiar favorable o permisivo, donde ya ha existido una vinculacin previa con ideas de izquierda.

Contactos con la ideologa de izquierda en el sistema educativo. Para el caso, es importante tener en cuenta que en el sistema educativo se haba producido la difusin del marxismo a nivel incipiente, aunque esto fue ms del mbito universitario y parcialmente en la educacin secundaria.

EL impacto de la teologa de la liberacin que propona un acercamiento a los pobres y la educacin liberadora de Paulo Freire que produjo un efecto de radicalizacin en sacerdotes y jvenes cristianos.

As mismo, la divulgacin de la literatura realista de los aos treinta que sensibilizaba ante el tema de la opresin y las clases populares.

En la difusin del marxismo, es necesario observar varios niveles:

Escuelas de sociologa y carreras afines donde se estudia el marxismo, con mayor o menor profundidad. Ms ampliamente, la difusin del materialismo histrico en la educacin universitaria tiene como texto predominante a Los conceptos elementales del materialismo histrico de Marta Harnecker y un repertorio de manuales soviticos. A esto se refiri Carlos Ivn Degregori con lo que llam La revolucin de los manuales. El manual de marxismo de Manuel Agustn Aguirre se eclips en los aos setenta luego de haber tenido vigencia unas dos dcadas.

El nivel propio de las estructuras y formaciones polticas que incluyen cursos, lecturas dirigidas y discusiones. Es fundamental la transmisin de conocimientos del cuadro hacia el militante y al simpatizante.

Los rasgos que posean las estructuras organizativas de la izquierda radical tenan antecedentes en la vieja izquierda.

Tanto el Partido Comunista como el PCML, eran los portadores de una versin estalinista del "centralismo democrtico" cuyos rasgos predominantes consistan en la autoridad inapelable de los dirigentes y la aceptacin de la unanimidad como regla. Las discrepancias generaban sanciones y por ello no exista el pluralismo. Una consecuencia de esto era que los puntos de vista diferentes podan terminar en la marginacin o la expulsin.

En el PC y PCML, se trataba de una direccin de personajes de generaciones ms antiguas que mantenan bajo control a las generaciones ms jvenes. En el PC, la participacin en la juventud comunista era una estacin necesaria antes de pasar a la organizacin mayor. Mientras que la izquierda radical reuna a personas de aproximadamente la misma generacin donde predominaban los rasgos juveniles. En general, gente de menos de treinta aos.

Sin embargo, de una manera u otra, la izquierda radical termin por reproducir este mismo esquema organizativo. El hecho es que los militantes participaban en estructuras autoritarias y asuman la disciplina como el fundamento de su vida personal.

La estructuracin de un discurso de corte radical y con la proclamacin de la accin armada se convirti en un fuerte marcador de tipo discursivo. En un pas donde las luchas sociales haban sido esencialmente no violentas y las organizaciones laborales se institucionalizaron desde los aos treinta, la invocacin a la violencia se torn en un rasgo de identidad radical.

La militancia de izquierda tena un conjunto de rasgos que deberan ser aclarados y especificados.

La izquierda otorga un tipo de identidad. Se trata de una identidad colectiva, fundada en mayor o menor medida en la participacin en una organizacin "total", en el sentido de que abarca el mundo pblico y privado de las personas. El mbito de la vida privada se halla reprimido o represado por decir lo menos. El militante vive para y por la organizacin. Se definen pautas de vida que aluden a una moral revolucionaria cuyos fundamentos son la austeridad y el espritu de sacrificio.

Hasta cierto punto, la organizacin poltica poda ser compatible con las trayectorias de ascenso social. Poda facilitar el acceso al empleo en el aparato de Estado, el sistema educativo, o el mismo empleo que implica ser funcionario rentado en la organizacin poltica (el cuadro profesional) y despus de una ONG si es el caso.

En este sentido, la izquierda cumpli un papel organizador y racionalizador del acceso al empleo; o ms precisamente, a la formacin de una clase media profesional. Un papel que tambin cumpla la izquierda antigua.

Por ello, la izquierda como tal no estaba apartada de los procesos de desarrollo de la clase media aunque muchos militantes pusieran por un tiempo entre parntesis su insercin en el mercado de trabajo.

Ciertos aspectos culturales de la izquierda tienen que ver con la lectura de obras literarias, preferentemente las provenientes del realismo social y el realismo mgico. La msica protesta proporcion una banda sonora y las formas de vestir predominantemente informales posean un aire ligeramente hippie.

En una sociedad como la ecuatoriana, Qu papel jugaron los smbolos y significantes de la religin catlica tanto como ambiente cultural general como de vinculacin especfica en el sistema educativo?

Podemos hablar de la fe del militante. Al margen de una sociedad que tiene aspectos laicos y racionales, y que la izquierda tericamente contribuye a fomentar, hay un nivel ideolgico que se halla dado por un conjunto de creencias y valores que tienen rasgos ideolgicos. Es la fe en sus dirigentes, en las acciones, en la necesidad de mantener flameando las banderas.

Todo esto a veces se ha englobado errneamente bajo la nocin de "las utopas". Tal vez, sea ms adecuado hablar de la construccin de imaginarios sustentados en la existencia de lo que se llam el campo socialista.

Existan elementales diagnsticos de la sociedad y un escaso nivel de elaboracin terica. Ms que tericos, las organizaciones polticas producan "idelogos", con mecanismos de transmisin del conocimiento bsicamente orales en las estructuras organizativas. Era una izquierda que posea una prensa irregular que tena como caracterstica la de ofrecer poca informacin y anlisis. Junto con las hojas volantes y la folletera, se hacan llamados a la accin y reafirmacin de la lnea partidaria.

El lenguaje poltico de la izquierda estaba poblado de palabras claves: Imperialismo, lucha de clases, capitalismo, revolucin, revisionismo, reformismo, desviaciones de derecha o izquierda, oportunismo, vanguardismo, clase obrera, desviaciones pequeo burguesas, enemigo de clase. Habra que precisar que palabras claves pesaban ms en la izquierda radical y cuales ms en la izquierda reformista y sus significados.

El militante, es fruto de las circunstancias sociales y familiares originarias, pero tambin es producto de la maquinaria en la que est inserto.

Una organizacin genera un espritu de secta. La pertenencia a una formacin poltica en la que se dispone de poca visin hacia afuera con creencias afirmadas, lealtades y compromisos que incluyen las relaciones de pareja y familiares, va creando un espritu de particularismo. Surge entonces el sectario como el militante con rasgos que le pueden acercar al fantico.

S aceptamos que se trata de una comunidad sectaria en la que hay autoridades, vnculos, lealtades, y obligaciones, habra que asumir que esa comunidad tiene a su interior diferenciaciones de clase y tnicas. Estas diferenciaciones eran ignoradas a travs de la nivelacin con el trato de compaero. Esta igualacin quebraba ilusoriamente las reales diferencias y las postergaba.

Las organizaciones de izquierda radical proporcionaban seguridad y proteccin a sus miembros. Si asumimos que es un grupo de creyentes, hay una idea de proteccin grupal. Quiz ms precisamente de proteccin y control entre s.

El autoritarismo tiene que vincularse necesariamente a los procesos de representacin y delegacin del poder en estas pequeas organizaciones cerradas. Predominaba una tendencia a exagerar los roles de representacin y al desarrollo de una actitud pasiva a delegar funciones en quienes cumplen un papel de dirigentes.

La crtica y autocrtica parcialmente pueden ser entendidas como procedimientos de confesin, sancin y expiacin de culpas que cumplen un papel ritual. Se trata tambin de un sistema regulatorio de la conducta donde se produce un extrao juego entre la coaccin y auto coaccin. Es pues, un sistema de vigilancia y control. La crtica y la autocrtica posibilitaban evacuar conflictos personales, producan una catarsis grupal y permitan mantener siempre la expectativa en los objetivos y tareas. Son coacciones que surgan de un determinado modelo de accin colectiva que implica una organizacin poltica clandestina con diversos grados de compartimentacin.

Todo esto puede ser entendido como los patios interiores de la izquierda, esa cara oculta de formaciones polticas donde se desarrollan un conjunto de relaciones y experiencias que marcan la vida de los individuos que optan por la militancia.

Las mujeres militantes tenan una presencia notoria. Pero la izquierda en todas sus variantes fue resistente a la incorporacin del tema de gnero en su seno. El feminismo incipiente de los aos setenta no tena cabida. El rol subordinado de la mujer puede evidenciarse en la virtual ausencia de los lugares de toma de decisiones donde predominaban los hombres.

La ausencia del tema tnico tiene que ver con el predominio de las ideas de clase. Esto bsicamente porque haba un sujeto social portador de la revolucin, la clase obrera. Mientras que el tema rural se resolva alrededor de la alianza obrero-campesina y las demandas de clase. Un tema oculto es el racismo inconsciente de la izquierda que no poda situar la problemtica de la dominacin tnica en la sociedad.

Me pregunto sobre las diferencias entre lo que puede llamarse la sociabilidad y la socializacin como procesos en los que se halla inserto el militante de izquierda. En cuanto a la socializacin, la izquierda puede ofrecer un marco de transicin hacia la edad adulta, aunque esto no se encuentre claro para los sujetos. Los espacios de izquierda tambin contribuyen a forjar un tejido de relaciones personales con vnculos dados por la ideologa, con la tendencia a reprimir los afectos y gestar fuertes conflictos personales.

Uno de los mayores obstculos al desarrollo de un conocimiento adecuado del mundo laboral, fue el mito de la clase obrera. Este radicaba en atribuir a los trabajadores una determinada conducta radical o revolucionaria. Segn la izquierda tradicional, esas formaciones polticas eran las que representaban a ese sujeto, ya eran su vanguardia. Sin dejar de atribuir esa conducta ideal a los trabajadores, la izquierda radical consideraba que la izquierda tradicional haba carecido de una voluntad transformadora traducida en prcticas de naturaleza reformista. El mito de la clase obrera originado en la difusin del marxismo vulgar, resida en suponer que los trabajadores industriales eran el eje de cualquier proceso liberador. Este mito surgido de una teora social tena una fijacin bajo la forma de doctrina que postulaba al proletariado como una clase que tiene la misin de transformar la sociedad bajo la direccin de su partido de vanguardia que conduce a los explotados. Afirmaciones de este tipo, no necesitaban ser probadas ni discutidas. Estas ideas estaban muy enraizadas en la izquierda ecuatoriana desde sus orgenes.

Las propuestas sindicales tuvieron histricamente poca relacin con el peso social y organizativo de sus miembros. Fue una paradoja histrica la constitucin de discursos y demandas obreristas desde los aos treinta en una sociedad ampliamente rural, con un marco de organizaciones mayoritariamente conformadas entre los trabajadores de servicios, los artesanos y dbilmente entre los trabajadores industriales y campesinos hasta los aos setenta. La base social del sindicalismo estuvo ms acorde con el discurso obrerista en la dcada del setenta cuando se ampli la afiliacin a segmentos importantes de trabajadores industriales y a otros grupos laborales provenientes del empleo pblico en una poca de desarrollo industrial y crecimiento del Estado.

Una cuestin conflictiva fue la relacin contradictoria con los intelectuales. Inicialmente estaba la dificultad en definir lo que era un intelectual en esos espacios de izquierda. Se busca el apoyo de intelectuales, es ms, grupos de militantes han tenido formacin intelectual, sin embargo la estructura poltica genera un poderoso estmulo anti intelectual que consiste en gestar un anti intelectualismo. As, llega a concebirse la actividad intelectual como una desviacin, aunque en ciertos crculos se alababa la inteligencia como atributo personal. Esto tena como efecto producir la ausencia de ideas alternativas, o tambin impedir el aparecimiento de posiciones antagnicas. Con ello, tenda a predominar un solo discurso o variantes del mismo discurso. O la disponibilidad de cierto tipo de intelectuales para legitimar el discurso dominante que emana de la direccin poltica. La produccin intelectual tena que ser til a los fines de la organizacin sino careca de sentido. Esto alejaba a potenciales adherentes provenientes del mundo artstico y literario.

Las relaciones de la izquierda radical con el mundo popular estuvieron sobre todo relacionadas con el sindicalismo donde sera necesario situar la relacin entre el sindicalismo y la poltica, referida a la presencia de fuerzas polticas en el sindicalismo, y las relaciones de la organizacin laboral con el sistema poltico. El desconocimiento de la cultura popular y la vigencia del mito de la clase obrera impedan comprender la conciencia real de trabajadores y campesinos.

Frente a un control formal e informal de fuerzas polticas estaba la autonoma real de las organizaciones de base. El fundamento de esto, se halla en que el sindicalismo cumple un rol sociopoltico, donde el sindicato de base, tiene un conjunto de mecanismos de presin para resolver ocasionales conflictos con la patronal, y a cambio de eso, toleraba la presencia de fuerzas polticas en la conduccin formal de la direccin sindical. Los grupos de izquierda radical, proveyeron de activistas y discursos que promovieron la consolidacin del sindicalismo en la dcada del setenta con la formacin de una identidad obrera radical que tuvo su sentido cuando haba rasgos de confrontacin en el conflicto laboral.

A lo largo de los aos setenta estuvo presente una tensin muy fuerte entre el espritu insurreccional y la accin reivindicativa de trabajadores y campesinos que se guiaban ms por negociaciones con las que se resolvan sus demandas. Y con el retorno a la democracia, se instal la problemtica de la insercin poltica de la izquierda radical en las nuevas condiciones. Esto produjo la respuesta pragmtica de la formacin del Frente Amplio de Izquierda con la hegemona del PC, mientras que el PCML opt por crear el MPD como estructura legal.

En el ao 1979, cuando se produjeron las elecciones presidenciales que dieron el triunfo a Rolds, tambin ocurra la fundacin del Partido de los Trabajadores en Brasil, el triunfo de la revolucin sandinista y la crisis de la efmera Alianza de Izquierda Revolucionaria en Per. Y en 1980 Sendero Luminoso iniciaba las acciones armadas que llevaron a un perodo de violencia cuyas graves consecuencias seran reveladas con el trabajo de la Comisin de la Verdad.

La dcada del ochenta present un modo de resolucin del conflicto que se haba instalado en la izquierda radical entre el llamado a la insurreccin y la insercin en el sistema poltico. La crisis de las organizaciones de izquierda radical dej disponibles a militantes para formar organizaciones armadas y la participacin electoral llev a otros crculos a buscar la insercin en el Partido Comunista o en la Izquierda Democrtica.

Mi intencin de acercarme a la definicin de las coordenadas de una memoria crtica de la izquierda radical del setenta, ha sido la de sealar aspectos problemticos que hasta la fecha no han sido discutidos. Y justamente, el problema de la memoria es asumir el pasado con sus conflictos y contradicciones.

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