La isla perdida

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LA ISLA PERDIDA Departamento de Griego IES María Cegarra salcedo

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LA ISLA PERDIDA

Departamento de GriegoIES María Cegarra salcedo

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En el centro del mar Egeo encontrarás un abismo azul que un día fue isla, una leyenda de roca, ceniza y sal que esconde su pasado de fuego.La tierra de ayer hoy guarda silencio en el fondo del canoso mar. ¿Quieres oírla cantar?

Vista satélite de la antigua Tera, hoy Santorini.

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Me llamaba Tera y nací de las entrañas ardientes de la tierra. A sus pies nacieron mis ciudades, en su falda se criaron mis hijos, felices y confiados.

Tera, hoy Santorini.

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La hermana isla de Creta compartía con nosotros su riqueza y su poder. Las ciudades florecían prósperas y sus gentes disfrutaban de una vida serena y complaciente.

Frescos encontrados en Acrotiri, una de las ciudades más florecientes de Tera.

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La próspera ciudad de Acrotiri.

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El mar nos daba alimento y protección y la tierra era generosa en sus frutos.

La vida cotidiana en Acrotiri: muchachas en el campo y el joven pescador.

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La tierra se quebró y escaparon de sus entrañas las horas infernales. El viejo volcán que había dormido durante siglos despertó con furia incontenible.

Se ha constado actividad volcánica anterior a la gran explosión, ya que la isla muestra restos de migraciones y reasentamientos.Tras un periodo de calma, se calcula que en torno al 1.625 a.C. el volcán se despertó de una manera violentísima.

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Las piedras se tornaron frágiles, una negra nube de dolor y ceniza nos cubrió y volvimos al mar del que habíamos nacido.

Tras las lluvias de ceniza y material volcánico llegó la gran explosión. El volcán estalló haciendo pedazos la isla. Un enorme cráter se abrió en el fondo marino y engulló la vieja montaña. El mar se precipitaba incontenible en aquella inmensa catarata recién nacida.

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Las olas gigantes arrasaron todas las costas, el ruido se oyó en los confines de la tierra. Luego llegó el silencio.

Los efectos de la explosión fueron catastróficos para las islas vecinas, incluida la poderosa Creta. Hay testimonios de la explosión en todas las civilizaciones antiguas del entorno, desde el continente griego o Egipto hasta Siria e Irán.

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Lo que alumbraba el sol fue engullido por el abismo y las rocas de las profundidades de la tierra se alzaron en acantilados nuevos y desafiantes.

La actual isla de Santorini se encarama en los abruptos acantilados que rodean el enorme cráter. Las excavaciones arqueológicas intentan devolver a la luz las ciudades sepultadas en la ceniza, en las que la vida quedó detenida a la espera de ser redescubierta.

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Bajo las cenizas, en las cercanías de la actual ciudad de Acrotiri, se encontró uno de los más ricos yacimientos de la isla: la ciudad va surgiendo y muestra, entre sus tesoros, un espléndida colección de frescos.

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El color y la vitalidad de las pinturas pone de manifiesto una civilización bastante desarrollada, de claro parentesco minoico.

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Algunos de mis secretos permanecerán para siempre en el fondo del mar. Otros se esconden en la memoria de las generaciones en forma de leyendas.

Ya en la Grecia Clásica se contaron leyendas de civilizaciones perdidas, sumergidas en el mar. Como en muchos otros relatos antiguos la verdad histórica y la leyenda se complementan. Es posible que la Atlántida mencionada por Platón se inspirase en la desaparecida Tera.

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“Posteriormente, tras un violento terremoto y un diluvio extraordinario, en un día y una noche terribles, la clase guerrera vuestra se hundió toda a la vez bajo la tierra y la isla de Atlántida desapareció de la misma manera, hundiéndose en el mar. Por ello, aún ahora el océano es allí intransitable e inescrutable, porque lo impide la arcilla que produjo la isla asentada en ese lugar y que se encuentra a muy poca profundidad".

Platón. Timeo