La Guerra de los Mundos. Orson Welles.
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Guión de "La guerra de los mundos", dramatizado por "El Teatro Mercury en el
aire"
Guión: Orson Welles
LOCUTOR 1 (L1): La Columbia Broadcasting System (C.B.S.) y sus
estaciones asociadas presentan a Orson Welles y al Mercury Theatre en
"La guerra de los mundos" de H. G. Wells.
Cortina musical
LOCUTOR 2 (L2): Señoras y señores... el director del Mercury Theatre
y primer actor de ésta emisión de radio , Mr. Orson Welles.
ORSON WELLES: Estamos al tanto de que en los primeros años del siglo
XX, seres más inteligentes que el hombre y sin embargo mortales,
vigilaban atentamente a nuestro planeta. Asimismo sabemos que
mientras los seres humanos se dedicaban a sus ocupaciones, otros los
examinaban y estudiaban con total exactitud y minuciosidad , del
mismo modo que hace el hombre, que se vale del microscopio para
examinar a las criaturas que viven y se reproducen en una gota de
agua. Alegres y despreocupados, los habitantes de éste mundo iban de
acá para allá ocupados de sus asuntos, serenos y seguros de su dominio
en éste fragmento que gira , ésta partícula solar que, por casualidad o
designio, el hombre ha heredadado en el oscuro misterio del tiempo y
el espacio. Sin embargo, a través del inmenso mar etéreo , mentes que
respecto a la nuestra son como la mía respecto a las bestias salvajes;
grandes intelectos , fríos y exentos de simpatía veían a nuestro planeta
con envidia, y lenta pero implacablemente, tramaban sus planes contra
nosotros. En el año trigésimo noveno del siglo XX ocurrió la gran
desilusión.
L1: En las últimas veinticuatro horas no se ha notado un cambio
apreciable de temperatura; sólo sabemos de una ligera perturbación
atmosférica en Nueva Escocia cuyo origen no es posible determinar que
produjo un área de baja presión que se desplaza rápidamente hacia los
estados del Nordeste. Ello anuncia lluvia y vientos huracanados.
Temperatura máxima: 18, 8 º C , mínima: 8,8ºC. Estos datos les son
proporcionados por la oficina meteorológica del gobierno.
Ahora los transportamos al Salón Meridian del Hotel Park Plaza, en
Nueva York, donde escucharán a Ramón Raquello y su orquesta...
(Tema musical)
L 3: Buenas noches, señoras y señores. Desde el Salón Meridian en el
Hotel Park Plaza de Nueva York oirán a Ramón Raquello y su orquesta.
Ramón Raquello ejecutará "La Cumparsita".
(Se escuchan los primeros acordes pero el tema es "pisado" por el L2)
L2:Señoras y señores. Interrumpimos nuestro programa de baile y
música para transmitirles un boletín especial de la Intercontinental
Radio News. A las 7:40 hora de Chicago, el profesor Farrell del
Observatorio de Monte Jennings comunica varias explosiones de gas
incandescente a intervalos regulares en el planeta Marte.
El espectroscopio indica que se trata de gas hidrógeno y que se dirige
hacia la Tierra a una velocidad portentosa. El profesor Pierson del
Observatorio de Princeton, confirma la observación de Farrell y
describe al fenómeno como una "llamarada azul".
Volvemos nuevamente a oír la música de Ramón Raquello que ejecuta
algunas piezas en el salón Meridian del Hotel Park Plaza de la ciudad de
Nueva York.
(Canción completa, aplausos)
Ahora una canción que siempre es del agrado del público: "Polvo de
estrellas". Ramón Raquello y su orquesta...
(Música)
L1: Señoras y señores: tras las noticias del boletín transmitido hace un
momento, la oficina meteorológica del gobierno ha pedido a los
grandes observatorios que comuniquen cualquier perturbación que
observen en el planeta Marte. Debido a la naturaleza extraordinaria de
éste suceso, hemos solicitado y obtenido una entrevista con el
eminente astrónomo Profesor Pierson, que nos dará su opinión sobre
éste acontecimiento. Dentro de unos minutos los conduciremos al
Observatorio de Princeton, estado de New Jersey. Mientras tanto,
volvemos a escuchar la música de Ramón Raquello y su orquesta.
(Música)
L2: Ahora los llevaremos al Observatorio de Princeton donde Carl
Phillips, nuestro periodista, entrevistará al famoso astrónomo Profesor
Richard Pierson. Llegamos al observatorio (ruidos de pasos) .
Carl Phillips : Buenas noches, señoras y señores. Habla Carl Phillips,
que se dirige a ustedes desde el observatorio de Princeton. Estoy en
una amplio cuarto semicircular pintado de negro. En el techo hay una
abertura oblonga. A través de ese resquicio puedo ver un enjambre de
estrellas que iluminan con luz fría el complejo mecanismo de un
enorme telescopio. El tic-tac que uds. escuchan proviene de un reloj.
El profesor Pierson está de pie sobre una pequeña alfombra justo
encima de mí, observando a través de las lentes gigantescas. Les pido
señoras y señores, un poco de paciencia por las demoras que pudieran
ocurrir durante nuestra entrevista. Además de la constante vigilancia
que mantiene en el cielo, las llamada telefónicas podrían interrumpir
al profesor Pierson que está en contacto permanente con los centros
astronómicos del mundo.
Profesor... ¿puedo comenzar a formular mis preguntas?
Prof. Pierson(Interpretado por Orson Welles):Cuando usted guste,
señor Phillips.
E: Profesor ¿Podría Ud. describir a nuestros oyentes lo que puede
observar en el planeta Marte con la ayuda del telescopio?
Prof. Pierson: Por el momento, nada anormal, señor Phillips. Un disco
rojo flotando sobre un mar azul. Franjas transversales a través del
disco. Ahora se ven con toda nitidez porque Marte se encuentra en el
punto más cercano a la Tierra... "en oposición", como solemos decir
nosotros los astrónomos.
E: En su opinión, profesor Pierson, ¿qué significan esas franjas
transversales?
Prof. Pierson: Puedo asegurarle, señor Phillips , que esas franjas no
son canales aunque esa sea la creencia popular y la de los que suponen
que Marte está habitado.
E:¿Qué explicación puede darnos de las erupciones observadas a
intervalos regulares en la superficie del planeta ?
Prof. Pierson: Lo siento, señor Phillips pero no puedo darles ninguna
explicación.
E: Entre paréntesis, profesor, para el conocimiento de nuestros oyentes
: ¿a qué distancia está Marte de la Tierra?
Prof. Pierson: Aproximadamente a sesenta y cinco millones de
kilómetros.
E: Parece que esa distancia supone una garantía de seguridad... ¡Un
momento, señoras y señores! Alguien ha entregado un mensaje al
profesor Pierson. Mientras lo lee, permítanme recordarles que les hablo
desde el Observatorio de Princeton, New Jersey, donde estoy
entrevistando al Profesor Pierson de fama mundia l... ¡un momento por
favor! El profesor Pierson me ha entregado un mensaje que acaba de
recibir...Profesor Pierson, ¿puedo leer el mensaje a nuestros oyentes?
Prof. Pierson: Desde luego, señor Phillips.
E: Señoras y señores. Voy a leerles un telegrama que el Dr. Gray del
Museo de Historia Natural de Nueva York ha dirigido al Profesor Pierson.
"9:15 PM, hora Este. Sismógrafo registró una conmoción intensidad
próxima terremoto dentro área Princeton. Ruego investigue. Lloyd
Gray, Jefe División Astronomía.
E: Profesor Pierson, ¿puede tener éste suceso alguna relación con las
perturbaciones observadas en el planeta Marte?
Prof. Pierson:Difícilmente, señor Phillips. Se trata probablemente de
un meteorito de gran tamaño, y el hecho de que su caída haya tenido
lugar en éstos momentos es puramente una coincidencia. No obstante,
llevaremos a cabo una investigación, tan pronto como lo permita la luz
del día.
E: Gracias, Profesor. Señoras y señores: durante los últimos diez
minutos les he estado hablando desde el observatorio de Princeton
donde me he entrevistado con el eminente astrónomo , Profesor
Pierson. Habla Carl Phillips. Ahora conectamos con nuestro estudio de
New York.
(cortina musical , que se interrumpe)
L2:Señoras y señores: éste es el último boletín expedido por la
International Radio News:
"-Toronto , Canadá. El Profesor Morse de la Universidad Macmillan,
comunica haber observado un total de tres explosiones en el planeta
Marte entre las 19:45 y las 21:20 horas de New York-". Esto confirma las
primeras comunicaciones recibidas de los observatorios
estadounidenses. Ahora, desde Trenton, New Jersey, cerca de aquí, nos
llega un comunicado especial. Se nos dice que a las 20 : 00 hs un
enorme cuerpo incandescente, probablemente un meteorito, cayó en
los campos de una granja situada en la vecindad de Grovers Mill, New
Jersey, a treinta y cinco kilómetros de Trenton. El destello en el cielo
pudo verse en un radio de varios cientos de kilómetros y el ruido
producido por el impacto fue oído hacia el norte, en la ciudad de
Elizabeth.
Hemos enviado una unidad móvil hacia ese lugar y nuestro
comentarista- Carl Phillips- les hará una descripción verbal del suceso
tan pronto como llegue desde Princeton. Mientras tanto, conectamos
con el Hotel Martinet de Brooklin, donde Bobby Millette y su orquesta
ofrecen un programa de música bailable...
(La orquesta toca música de swing un rato y se interrumpe)
Los llevamos a Grovers Mill, New Jersey.
(Se escuchan ruidos de una muchedumbre y sirenas de patrulleros
policiales)
Carl Phillips: Señoras y señores: nuevamente les habla Carl Phillips,
ahora desde la Granja Wilmuth en Grovers Mill, New Jersey. El Profesor
Pierson y yo hemos recorrido los diecisiete kilómetros que separan a
Princeton de éste lugar en sólo diez minutos. Bueno... me resulta
difícil describir la extraña escena que tengo ante mis ojos. Parece un
cuento de "Las mil y una noches" adaptado al mundo actual. Bueno,
acabo de llegar. No he tenido aún la oportunidad de echar una mirada a
mi alrededor. Creo que lo tengo frente a mí. Sí, creo que ante mí está
la...cosa. Está semi-enterrada en una especie de pozo que debe haber
abierto al chocar contra la tierra con fuerza pavorosa. El suelo está
cubierto por las astillas de un árbol que debe haber derribado al caer .
Lo que puedo divisar del objeto mismo no se parece a un meteorito,
por lo menos a los metoritos que haya visto. Más bien se parece a un
enorme cilindro... tiene un diámetro de... ¿que iba a decir Ud.,
profesor Pierson?
Prof.Pierson: Casi treinta metros.
Phillips: Casi treinta metros... el metal que recubre al objeto es...
bueno...nunca había visto nada parecido . Su color es algo así como
blanco amarillento. Los curiosos se acercan al objeto a pesar de los
esfuerzos que realiza la policía para mantenerlos a distancia. Se
interponen en mi línea de visión. ¿No le molestaría colocarse a un lado,
por favor?
Policía: A un lado, ahí. A un lado.
Phillips: Mientras los policías hacen retroceder a la multitud aparece el
señor Willmuth, propietario de la granja. Quizás tenga algo interesante
para decirnos... Señor Willmuth ¿Podría contar a nuestra audiencia lo
que recuerde de la llegada de éste extraordinario visitante que aterrizó
en su propiedad? Acérquese más, por favor. Señoras y señores: el Sr.
Willmuth...
Mr. Willmuth: Estaba escuchando lo que decía la radio.
Phillips: Más cerca y más fuerte, por favor.
Mr Willmuth: Disculpe.
Phillips: Más alto, por favor, y más cerca.
Mr. Willmuth: Sí, señor. Estaba escuchando medio adormilado lo que
transmitía la radio , mientras ese profesor hablaba de Marte. Así que
estaba medio adormilado y medio...
Phillips: Sí, señor Willmuth ¿y qué sucedió entonces?
Mr.Willmuth : Como iba diciendo, estaba escuchando la radio medio
adormilado, medio...
Phillips: Sí, señor Willmuth; y entonces usted ¿vio algo?
Mr. Willmuth: No, al principio oí algo.
Phillips: ¿Y qué oyó usted?
Mr. Willmuth: Un siseo , como ésto :"sssss" ; parecía un cohete de esos
que vuelan el 4 de julio.
Phillips: Y luego, ¿qué?
Mr. Willmuth:Me volví hacia la ventana , hubiera jurado que estaba
dormido y soñando.
Phillips: ¿Sí?
Mr. Willmuth: Ví algo parecido a un rayo verdoso en el cielo y luego
¡Zás!, algo chocó contra el suelo con tal violencia que me hizo saltar de
la silla.
Phillips: ¿Se asustó , señor Willmuth?
Mr. Willmuth: Bueno, debo reconocer que no estoy muy seguro. Admito
que me irritó.
Phillips: Gracias señor Willmuth, gracias.
Mr. Willmuth: ¿No quiere que le diga algo más?
Phillips: No... está bien. Es bastante. Señoras y señores: acaban de oír
al señor Willmuth, propietario de la granja donde ésta cosa ha caído.
Desearía recrear para ustedes la atmósfera de ésta escena... de ésta
escena fantástica. Cientos de automóviles están estacionados en un
campo cercano. La policía trata de aislar la carretera que conduce a la
granja, pero no lo logra. La gente aparece desde todas partes. Sus
linternas iluminan un punto enorme del pozo donde el objeto está
semienterrado. Algunos audaces se atreven a acercarse. Sus siluetas se
destacan sobre el resplandor del metal (se escucha un débil zumbido
que va lentamente aumentando) . Un hombre quiere tocar la cosa... Un
policía le recrimina. La policía puede... señoras y señores...hay algo
que no he mencionado con toda ésta confusión...algo que se oye con
total nitidez. Quizás ya hayan percibido ese ruido en sus radios.
¡Escuchen! (pausa) ¿Lo oyen?. Es un zumbido muy particular que parece
provenir del interior del objeto. Colocaré mi micrófono más cerca.
Aquí. (pausa) Estamos a ocho metros de la cosa. ¿Pueden oírlo ahora?
¡Oh, Profesor Pierson!
Prof. Pierson: Sí, señor Phillips...
Phillips: ¿Puede decirnos que significa ese ruido que proviene del
interior de la cosa?
Prof. Pierson: Probablemente provenga del enfriamiento irregular de
su superficie.
Phillips: Profesor... ¿sigue Ud. creyendo que se trata de un meteorito?
Prof. Pearson: No sé que pensar. Indudablemente la envoltura metálica
es, me atrevo a decir, extraterrestre... algo que no se encuentra en la
Tierra. La fricción con la atmósfera terrestre por lo general abre
agujeros en un meteorito pero la superficie de esta cosa es pulida y,
como puede apreciar, tiene una forma cilíndrica.
Phillips: ¡Un momento!...¡algo está ocurriendo!.. Señoras y señores:
¡Esto es terrible!... ¡El extremo de la cosa comienza a moverse! ¡La
parte superior comienza a dar vueltas como un tornillo!...¡El objeto
debe estar hueco!
Voces:
¡Se mueve!
¡Miren, la condenada cosa se está destornillando!
¡Atrás, ahí! ¡Atrás, le digo!
¡Quizás haya hombres adentro que tratan de escapar!
¡Está caliente hasta el rojo vivo! ¡Serán carbonizados!
¡Atrás ahí! ¡Mantenga a ese idiota atrás!
(Se oye el ruido de una gran pieza metálica que cae al suelo)
¡Ha caído! ¡La tapa ha caído!
¡Cuidado ahí! ¡Retírese!
Phillips: Señoras y señores : ésta es la cosa más aterradora que jamás
me haya tocado presenciar... ¡un momento! Alguien se desliza a través
de la abertura superior. Alguien... ¡o algo!. Puedo ver dos discos
luminosos asomarse desde ese pozo negro ¿Acaso son ojos?. Puede que
sea una cara. Puede que sea...
(se oyen gritos de terror en la multitud)
¡Dios mío! ¡Algo sale fuera de la sombra arrastrándose como si fuera
una serpiente gris! Ahora aparece otra, y otra! Parecen tentáculos.
Ahora puedo ver el cuerpo de la cosa. Es grande como el de un oso y
brilla como cuero mojado, pero ... ése rostro... es indescriptible. Me
cuesta sostener la mirada . Los ojos son negros y brillan como los de
una serpiente. La boca tiene la forma de V y la saliva chorrea de las
comisuras de sus labios sin bordes, que parecen estremecerse y latir .
El monstruo, o lo que sea, apenas puede moverse. Parece abrumado
por el peso de una gravedad desconocida para él. La cosa se levanta.
La multitud retrocede. Ya han visto bastante. Esta es la experiencia
más extraordinaria... no encuentro palabras. Arrastro conmigo al
micrófono mientras les voy hablando. Tendré que interrumpir mi relato
hasta haber tomado una nueva posición. Un momento, por favor;
volveré en un minuto.
(música)
L.2: Les estamos transmitiendo lo que ocurre en la granja de Willmuth
en Grovers Mill, New Jersey.
(nuevamente música) .
Volvemos a conectarnos con Carl Phillips, en Grovers Mill.
Phillips: Señoras y señores ... ¿estoy conectado?. Señoras y señores,
aquí estoy detrás de un muro de piedra que rodea al jardín del señor
Willmuth. Desde aquí puedo ver toda la escena. Les seguiré dando
detalles mientras me sea posible hablar...mientras me sea posible ver.
Han llegado más policías estatales. Treinta de ellos montan un cordón
alrededor del pozo. Ahora no es necesario hacer retroceder a la
multitud que espontáneamente se mantiene a distancia. El capitán está
hablando con alguien. No puedo ver quién es. ¡Oh, sí! Creo que es el
profesor Pierson. Sí, es él. Ahora se han separado. El profesor da
vueltas a un lado del pozo para observar de cerca al objeto mientras el
capitán y dos policías se adelantan con algo entre sus manos. Ahora
puedo ver lo que es. Es un pañuelo blanco atado a un palo. Una
bandera de parlamento. ¿Sabrán esas criaturas lo que significa? ... si es
que algo tiene significado para ellos... ¡Esperen! ¡ Algo está
ocurriendo!
(Se oye un zumbido cada vez más fuerte)
Un cuerpo con una joroba sale afuera del pozo. Puedo ver un pequeño
rayo de luz reflejado en un espejo. ¿ Qué es esto? Algo así como un
chorro de fuego sale lanzado de ese espejo hacia los hombres que
avanzan. ¡Los alcanza! ¡Dios mío, los convierte en llamas! (Alaridos y
gritos de terror) . ¡Todo el campo se incendia!. (Se oye una explosión) .
Los bosques... los tanques de gasolina de los automóviles... El chorro
de fuego se extiende por todas partes... ¡se dirige hacia aquí! Está a
veinte metros a mi derecha! !
(se oye el ruido del micrófono que cae al suelo, luego silencio absoluto)
L2: Señoras y señores : Debido a circunstancias ajenas a nuestra
voluntad, no podemos continuar nuestra transmisión desde Grovers
Mill. Evidentemente, ha sucedido algo que por el momento nos impide
mantenernos comunicados con ese lugar. No obstante, volveremos allí a
la primer oportunidad que tengamos. Mientras tanto, les leeremos un
boletín recién llegado desde San Diego, California. "El profesor
Indelkoffer, al hablar en un banquete ofrecido por la Sociedad
Astronómica de California, expresó su opinión de que las explosiones de
Marte no se deben a otra cosa más que a grandes perturbaciones
volcánicas en la superficie de ese planeta". Continuamos ahora con
música de piano.
(Luego de un rato, se interrumpe la interpretación)
Señoras y señores: Acabo de recibir un mensaje telefónico desde
Grovers Mill. Aguarden un momento. Al menos cuarenta personas ,
incluyendo seis soldados, yacen muertos al este del pueblo de Grovers
Mill. Sus cuerpos están carbonizados y deformados hasta el punto de
que es imposible reconocerlos. La voz que escucharán ahora es la del
general de brigada Montgomery Smith, comandante militar del Estado
de Trenton, Nueva Jersey.
Gral. Smith: El gobernador de Nueva Jersey me ha pedido que imponga
la ley marcial en los condados de Mercer y Middlessex, hasta Princeton
hacia el oeste y hasta Jamesburg hacia el este. Sólo las personas que
presenten un pase especial expedido por las autoridades federales y
militares tendrán acceso a esa zona. Cuatro compañías militares
marchan desde Trenton a Grovers Mill y ayudarán a evacuar a la
población dentro del radio de operaciones militares. Gracias.
L2: Acaban ustedes de escuchar al general Montgomery Smith
comandante militar del estado de Trenton. Mientras tanto, llegan hasta
nosotros más detalles de la catástrofe ocurrida en Grovers Mill. Las
extrañas criaturas, después de haber llevado a cabo su mortífero
asalto, volvieron arrastrándose hacia el pozo y no intentaron impedir la
labor de los bomberos para recuperar los cuerpos y extinguir el fuego.
Las dotaciones de bomberos del condado de Mercer combaten los
incendios que amenazan a toda la campiña.
Hasta ahora no hemos podido reestablecer el contacto con nuestro
equipo móvil en Grovers Mill, pero esperamos volver a hacerlo dentro
de poco. Entretanto, volvemos a... ¡Un momento , por favor!
(Pausa extensa, susurros)
¡Señoras y señores! En éste momento se me informa que por fin, hemos
podido establecer comunicación con un testigo presencial de la
tragedia. Hemos localizado al profesor Pierson en una granja cerca de
Grovers Mill, donde ha establecido un puesto provisorio de observación.
Como hombre de ciencia, les dará a ustedes una explicación de ésta
catástrofe. La voz que escucharán ahora por línea telefónica es la del
profesor Pierson.
Prof. Pierson: De las criaturas que salieron del cilindro en Grovers Mill,
no puedo darles ninguna información razonable ni en lo que refiere a
su naturaleza, ni en cuanto a su origen o propósito aquí en la Tierra. En
cuanto a su instrumento de destrucción sólo puedo intentar alguna
explicación a modo de conjetura. Como no poseo un término
apropiado, lo describiré como un rayo de calor. Es muy evidente que
estas criaturas poseen un conocimiento científico muy superior al
nuestro. Supongo que pueden generar elevadísimo calor en una cámara
con poder adiatérmico. Este intenso calor lo deben proyectar por
medio de un doble rayo paralelo contra el blanco, valiéndose de una
lente parabólica pulida de composición desconocida para nosotros, de
forma análoga a cómo el espejo de un faro lanza su rayo de luz.
L2:Gracias, profesor Pierson.
Señoras y señores, les leeré un boletín que nos acaban de enviar. En
pocas palabras nos informan que el cuerpo carbonizado de Carl Phillips
ha sido identificado en un hospital de Trenton.
Ahora nos llega otro boletín, desde Washington, D.C.: "La oficina del
director de la Cruz Roja informa que diez unidades de empleados han
sido asignadas al cuartel general militar del estado , situado en las
afueras de Grovers Mill, New Jersey".
Otro boletín que proviene de la policía de Princeton Junction dice lo
siguiente: "Los incendios en Grovers Mill y alrededores han sido
sofocados. Los testigos presenciales informan que por ahora todo está
tranquilo en el pozo y no aparece señal de vida en el cilindro".
Y ahora, señoras y señores, les leeremos un comunicado de Harry Mc
Donald que actúa como vicepresidente encargado de las Operaciones.
Mc Donald: Hemos recibido un pedido de parte del comando militar de
Trenton para colocar a su disposición todos nuestros equipos de radio.
En vista de la gravedad de la situación hemos acordado facilitar todas
nuestras disponibilidades.
L2: Ahora les llevaremos al cuartel general establecido cerca de
Grovers Mill, Nueva Jersey.
Capitán Lansing: Habla el Capitán Lansing, del Cuerpo de Señales
adscripto al comando militar del estado y actualmente realizando
operaciones en la vecindad de Grovers Mill. La situación que se ha
planteado por ciertos individuos de naturaleza no identificada, está
ahora bajo nuestro completo control.
(Pausa)
El objeto cilíndrico que yace en el pozo debajo de nuestra posición
está rodeado por ocho batallones de infantería sin piezas pesadas de
artillería pero armados adecuadamente con fusiles y ametralladoras.
Toda causa de alarma, si es que hubo lugar a ella, ya no se justifica.
Las cosas, sean lo que sean, no se atreverán a asomar sus cabezas por
fuera del pozo. Puedo ver claramente su escondrijo iluminado por la
luz de nuestros reflectores. A pesar de todos los recursos con que nos
dicen que están dotados, esas criaturas difícilmente puedan afrontar el
fuego de las ametralladoras pesadas. De todas maneras, resultará un
ejercicio interesante para nuestras tropas. Puedo ver sus uniformes
color caqui, cruzando de un lado a otro frente a las luces de los
reflectores. Casi parece un campo real de batalla. En los bosques que
limitan al río Millstone aparece una tenue humareda. Probablemente se
trate de las hogueras prendidas por la gente que está acampada allí.
Bueno, es de esperar que pronto entremos en acción. Una de las
compañías se desplaza por el flanco izquierdo. Una rápida embestida y
todo habrá terminado.
¡Esperen un minuto! Veo algo sobre la cúspide del cilindro. No... sólo
se trata de una sombra. En éste momento las tropas están en el límite
de la granja Willmuth. Siete mil hombres armados se aproximan
cerrando el cerco... ¡Esperen un momento! ¡No era una sombra! ¡Es
algo que se mueve... metal sólido... algo así como un escudo de metal
que sale fuera del cilindro . ¡Se eleva más y más! Se alza sobre unas
patas. ¡En estos momentos alcanza la copa de los árboles!¡Los
reflectores lo iluminan! ¡Atención! ¡Sostenga ésto!
(Silencio)
L:2 Señoras y señores: debo comunicarles una grave noticia. Por
increíble que parezca, tanto las observaciones de los científicos como
la evidencia de nuestros ojos nos demuestra que esos seres extraños
cuya descripción hemos realizado, son la vanguardia de un ejército
invasor procedente del planeta Marte. La batalla que ha tenido lugar
esta noche en Grovers Mil ha terminado con una de las más desastrosas
derrotas sufridas por un ejército en los tiempos modernos; siete mil
hombres armados con fusiles y ametralladoras se lanzaron contra una
sola máquina de batalla de los invasores marcianos. Que se sepa sólo
han quedado ciento veinte sobrevivientes. Los demás yacen
desparramados sobre el campo de batalla entre Grovers Mill y
Plainsboro aplastados y deshechos por las patas de metal del monstruo
o reducidos a cenizas debido a la acción de su rayo de calor. El
monstruo controla ya la mitad del sector central de Nueva Jersey y ha
divido al estado en dos .
Están cortadas las líneas de comunicación de Pennsylvania al océano
Atlántico. Las vías del ferrocarril están destrozadas y el servicio desde
Nueva York a Filadelfia, interrumpido, con excepción de algunos trenes
entre Allentown y Phoenixville. Las carreteras hacia el norte, sur y
Oeste se encuentran abarrotadas de gente que huye horrorizada. Las
reservas de la policía y del ejército son incapaces para controlar la
frenética huida. Durante la mañana los fugitivos habrán entrado en
Filadelfia, Camden y Trenton, en oleadas humanas cuyo número puede
calcularse en el doble de su población normal.
Se ha decretado la ley marcial en Nueva Jersey y en el oeste del estado
de Pennsylvania . Ahora les llevamos a ustedes a Washington, para que
escuchen una transmisión especial referida a éste caso de peligro
nacional.
Ahora va a hablarles el secretario del Interior.
Secretario del Interior: Ciudadanos de la Nación: No les intentaré
ocultar la gravedad de la situación que nos amenaza ni tampoco los
deberes de nuestro gobierno para proteger las vidas y propiedades de
sus habitantes. No obstante, quiero resaltarles a los ciudadanos
particulares y funcionarios públicos, la urgente necesidad de conservar
la calma y estar listos para echar mano de todos los recursos que la
acción requiera. Afortunadamente, éste formidable enemigo se
encuentra aún confinado a un área relativamente pequeña y podemos
tener confianza en las fuerzas militares que los siguen conteniendo en
ése lugar. Mientras tanto, manteniendo nuestra Fe en Dios, debemos
continuar cumpliendo nuestros deberes de modo que podamos
mostrarle a éste adversario destructor el frente sólido de una nación
unida, valiente y dedicada a preservar la supremacía del hombre en la
Tierra. Gracias.
Locutor: Acaban uds. de oír al Secretario del Interior desde
Washington. Los boletines que se van apilando en el estudio son tan
numerosos que es imposible leerlos a todos. Nos informan queno se
puede establecer contacto radiotelefónico con la parte central de
Nueva Jersey debido al efecto de los rayos de calor sobre los cables de
transmisión y los equipos eléctricos. Un boletín especial transmitido
desde Nueva York comunica que nos envían telegramas desde centros
científicos ingleses, franceses y alemanes ofreciendo su ayuda. Los
astrónomos informan que siguen observándose explosiones en el
planeta Marte a intervalos regulares. La mayoría de los comentaristas
opina que el enemigo intentará enviar refuerzos de nuevas máquinas
de guerra. Se intenta descubrir el paradero del profesor Pierson que ha
observado a los marcianos desde muy cerca, pero se teme que haya
muerto en la reciente batalla.
(Pausa)
"Langham Fleid, Virginia: Los aviones de reconocimiento informan
haber detectado tres máquinas marcianas que sobrepasan las copas de
los árboles y se mueven hacia el norte en dirección a Sommerville
mientras la población huye de ellos. No están utilizando el rayo de
calor pero avanzan con la velocidad de un tren expreso. Los invasores
eligen su camino cuidadosamente. Parece que hicieran esfuerzos para
evitar la destrucción de ciudades y la campiña . Sin embargo, se
detienen para destruir los cables de alta tensión, arrancar las vías del
ferrocarril y echar abajo los puentes. Su objetivo aparente sería anular
toda resistencia, paralizar las comunicaciones y desorganizar a la
sociedad humana. "
Aquí tenemos un cable que procede de Basking Ridge, Nueva Jersey:
"Cazadores de coatíes han encontrado un cilindro similar al primero.
Está semienterrado en un gran pantano a treinta kilómetros al sur de
Morristown. Piezas de artillería llegaron desde Newark para hacer volar
a esta segunda unidad invasora antes de que el cilindro se abra y entre
en acción su maquinaria de guerra. Los artilleros toman posición al pie
de las montañas Watchung. "
Otro boletín desde Langman Field: "Aviones de reconocimiento
informan que las máquinas enemigas, en número de tres, aumentan su
velocidad hacia el Norte, pasando por encima de casas y árboles con el
evidente fin de unirse a sus aliados que se encuentran al sur de
Morristown. Las máquinas también fueron avistadas por un telegrafista
al este de Middlessex".
Un cable procedente de Winston Field, Long Island: " Una escuadrilla
de bombarderos cargada con explosivos pesados vuela hacia el norte,
persiguiendo a los invasores . Los aviones de reconocimiento funcionan
como guías. Avistan al enemigo que marcha velozmente"
¡Un momento, por favor! Señoras y señores, hemos instalado líneas
telefónicas especiales en los puestos de artillería de los pueblos
adyacentes para informarles en forma directa del avance del enemigo.
Primero los llevaremos a la batería del 21º regimiento de artillería que
ha tomado posición en las montañas de Watchung.
Oficial: Eleve a treinta y dos metros.
Artillero: Treinta y dos metros.
Oficial: Proyección, treinta y nueve grados.
Artillero: Treinta y nueve grados.
Oficial: ¡Fuego!
(Estallido de un cañón de artillería)
Observador: Ciento cuarenta yardas a la derecha
Oficial: Desviación, treinta y un metros.
Artillero: Treinta y un metros.
Oficial: Proyección, treinta y siete grados.
Artillero: Treinta y siete grados.
Oficial: ¡Fuego!
(Estallido de un cañón de artillería. Pausa)
Observador:¡Blanco! ¡Hemos dado en el blanco, señor! ¡Le dimos al
trípode de una de las máquinas! ¡Se detuvo! ¡Los otros intentan
repararlo!
Oficial: ¡Rápido! Variación , cincuenta a treinta metros.
Artillero: Treinta metros.
Oficial: Proyección, veintisiete grados.
Artillero: Veintisiete grados.
Oficial: ¡Fuego!
(Estallido de cañón de artillería. Pausa)
Observador: No he podido ver la granada. Los rodea una humareda.
Oficial:¿Qué es eso?
Observador: Humo negro, señor. Viene en ésta dirección muy pegado
al suelo. Se extiende rápidamente.
Oficial:¡Ponerse las máscaras anti gas! (Pausa) . ¡Listos para disparar!
Variación a veinticuatro metros.
Artillero: Veinticuatro metros.
Oficial: Proyección, veinticuatro grados.
Artillero: Veinticuatro grados.
Oficial: ¡Fuego!
(Estallido)
Observador: Sigo sin ver nada, señor. El humo se acerca.
Oficial: Déme la distancia (Tose)
Observador: Veinticuatro metros (tose)
Oficial:Veintitrés metros (tose)
Observador: Proyección, veintidós grados (tose)
Oficial : Veintidós grados (se acaban las toses. Silencio)
(Ruido de motor de avión)
Teniente Voght: Bombardero del ejército, V-8-43 sale de Bayonne,
Nueva Jersey, con el teniente Voght al mando de ocho bombarderos.
Comunica al comandante Fairfax, Langham Field. Habla Voght al
comandante Fairfax, Langhan Field. Las máquinas trípode enemigas a
la vista. Reforzadas por otras tres máquinas del cilindro de Morristown.
Seis en total. Una máquina, parcialmente averiada , probablemente
por un cañon del ejército en las montañas Watchung.
Parece que los cañones hubieran sido silenciados. Una nube muy oscura
se extiende hacia el norte al ras del suelo . Naturaleza desconocida .
No hay señales del rayo de calor. El enemigo ahora se dirige hacia el
este, cruzando el río Passaic y los pantanos de Jersey. Otra máquina
avanza hacia el horizonte en dirección a Pulaski .El objetivo evidente
es la ciudad de Nueva York. Derriban una central eléctrica . Las
máquinas ahora están juntas y nosotros listos para atacar. Los aviones
vuelan en círculo, listos para dejar caer sus bombas. Mil metros más y
estaremos sobre la primer máquina... ochocientos ... seiscientos ...
cuatrocientos ... doscientos ... ¡ahí van! Un brazo gigante se levanta ...
hay un destello verde. ¡Nos están rociando con llamas! No hay
oportunidad para soltar las bombas. Sólo nos queda una alternativa:
lanzarse sobre ellos con avión y todo. Nos arrojamos sobre el que
tenemos más cerca. Una de las máquinas se detuvo. Ocho...
1º Operador: Aquí Bayonne, Nueva Jersey, llamando a Langham Field...
aquí Bayonne, Nueva Jersey, llamando a Langham Field... adelante por
favor.
2º Operador: Aquí Langham, adelante.
1º Operador: Seis bombarderos del ejército han entrado en combate
con las máquinas trípode del enemigo sobre las llanuras de Jersey. Los
aviones han quedado fuera de acción por los rayos de calor. Todos
fueron destruídos. Una máquina enemiga, destruída también. El enigo
ahora está descargando humo negro en dirección a ...
3º Operador:Habla Newark, Nueva Jersey... aquí Newark, Nueva
Jersey... ¡Atención! Nos invade un gas negro venenoso procedente de
los pantanos de jersey. Alcanza la calle Sur. Las máscaras antigás,
inútiles. la población debe retirarse a espacios abiertos. Los
automóviles deben tomar las carreteras 7, 23 y 24. Eviten las áreas
congestionadas. El humo va ahora a Raymond Boulevard.
4º Operador: 2X2L llama a CQ... 2X2L llama a CQ ... ¿Qué pasa?... 2X2L
llama a 8X3R
5º Operador: Aquí 8X3R, contesta a 2XL2.
4º Operador: ¿Cómo es la recepción? ¿Cómo es la recepción? K, por
favor...¿Adónde está, 8K3R? ¿Qué pasa? ¿Dónde está?
(El tañido de las campanas de la ciudad, disminuye gradualmente)
Locutor: Les hablo desde el techo del edificio de la Radio de la Ciudad
de Nueva York. Las campanas que oyen ustedes advierten al pueblo que
evacúe la ciudad ante la aproximación de los marcianos. Se estima que
en las dos últimas horas, tres millones de personas han salido por las
carreteras hacia el norte por el Boulevard del río Hutchinson, que
todavía permanece abierto para el tránsito liviano. Eviten los puentes
que llevan a Long Island que están atascados por la aglomeración de
vehículos. Hace diez minutos quedó cortada toda comunicación con la
costa de Nueva Jersey. No quedan más defensas. Nuestro ejército,
liquidado... la artillería, la fuerza aérea...todo liquidado. Ésta puede
ser nuestra última transmisión. Permaneceremos aquí hasta el final. La
gente se ha reunido en la Catedral, debajo de nosotros .
(Se oye gente cantando himnos religiosos) .
Ahora mismo echo un vistazo a la parte baja del puerto. Todo tipo de
embarcaciones repletas de gente que huye, se aleja de las dársenas.
(Se oyen sirenas de barcos)
Las calles están abarrotadas de gente. El ruido de la muchedumbre es
semejante al que se oía la noche de Año Nuevo . Un momento,
¡atención! ... El enemigo está ahora a la vista. Se observan cinco
grandes máquinas. La primera cruza en estos momentos el río. Puedo
verla desde aquí vadeando el Hudson como un hombre que atravesase
un arroyo. Me entregan ahora un boletín... En todo el país están
cayendo cilindros marcianos. Uno en las afueras de Búffalo, otro en
Chicago, en Saint Louis... Parecen caer a intervalos regulares... La
primer máquina está llegando a esta orilla. Se detiene un rato vigilando
a la ciudad. Su cabeza de acero llega al nivel de los rascacielos. Parece
estar esperando la llegada de las otras máquinas. Se yerguen como una
línea de nuevas torres en la parte occidental de la ciudad... Ahora
levantan sus manos metálicas... ¡Esto es el final! Sale humo... un humo
negro que avanza sobre la ciudad. La gente que corre por las calles,
ahora lo vé . Todos corren hacia East River ... miles de ellos caen al
agua como ratas. El humo se expande con mayor rapidez. Ha llegado a
Times Square. La gente intenta huir pero de nada sirve. Caen como
moscas. Ahora el humo está cruzando la Sexta Avenida... La Quinta
Avenida... Lo tengo a cien metros... Está sólo a quince metros ...
4º Operador: Operador 2X2L llama a CQ... 2X2L llama a CQ... 2X2L
llama a CQ... Nueva York, ¿Hay alguien escuchando allí ? ¿No queda
nadie...? 2X2L...
II
Locutor principal: Están escuchando a la Columbia Broadcasting
System que presenta a Orson Welles y al Teatro Mercury en la
Radionovela "La guerra de los mundos"por H. G. Wells. La
representación continuará después de una breve interrupción. Esta es
la Columbia Broadcasting System, transmite WABC, Nueva York.
(Interrupción de veinte segundos)
"La guerra de los mundos" por H. G. Wells , con Orson Welles como
primer actor y su compañía del Mercury Theatre.
(Música)
Pierson: A medida que escribo estas notas , me obsesiona la idea de
que pueda ser el último ser humano vivo en éste mundo. He
permanecido oculto en ésta casa vacía , cerca de Grovers Mill. Es una
pequeña isla iluminada por el sol separada por el humo negro del resto
del mundo.
Todo lo ocurrido antes de la llegada de estas criaturas monstruosas
seres a la Tierra me parece en estos momentos un fragmento de otra
vida... una vida que no guarda continuidad con la presente, la
existencia furtiva del único sobreviviente abandonado, que borronea
estas palabras al dorso de un cuaderno de notas astronómicas que
llevan la firma de un tal Richard Pierson. Miro mis manos ennegrecidas,
mis zapatos rotos, mis ropas convertidas en harapos y trato de
establecer una relación entre ésta ruina viviente y cierto profesor que
vivía en Princeton y que la noche del 30 de octubre vio con su
telescopio una explosión anaranjada en un planeta lejano . Mi esposa,
mis colegas, mis alumnos, mis libros, mi observatorio, mi ... mi mundo
¿dónde están? ¿acaso existieron alguna vez? ¿Soy yo, en realidad ,
Richard Pierson? ¿Qué día es hoy? ¿Existen ya los días si no hay
calendario? ¿Transcurre el tiempo si no hay manos humanas que den
cuerda a los relojes?. Al escribir este diario me digo a mí mismo que he
emprendido la tarea de conservar la historia humana entre las tapas
oscuras de una libreta donde sólo deberían anotarse los movimientos
de las estrellas. Pero para escribir debo vivir, y para vivir debo comer...
En la cocina encontré un pan enmohecido y una naranja. Desde la
ventana mantengo constante vigilancia.De cuando en cuando alcanzo a
divisar algún marciano que sobresale de la humareda negra.
De repente se produce un sonido silbante y veo a un marciano montado
sobre su máquina, que rocía el aire con un chorro de vapor como si
tratara de disipar el humo. Desde un costado puedo observar cómo sus
enormes patas metálicas casi rozan esta casa.
(Pausa)
Inundado por el terror, me he desmayado. Es de mañana. Penetra un
rayo de luz solar por la ventana. La nube negra de gas se ha
desvanecido y los prados que se extienden hacia el norte, aparecen
como si una tormenta de nieve negra se hubiera descargado sobre
ellos. Me aventuro a salir de la casa. Me dirijo hacia una carretera. No
hay tránsito alguno. Aquí y allí se ve un coche destrozado, un equipaje
caído, un esqueleto ennegrecido. Me dirijo hacia el norte. Por alguna
razón extraña , me siento más seguro siguiendo las huellas de estos
monstruos que escapándome lejos de ellos. Mantengo siempre una
cuidadosa vigilancia. He visto comer a los marcianos. Si alguna de estas
máquinas apareciese por encima de las copas de los árboles me
arrojaré al suelo. Me acerco a un castaño. En octubre las castañas
están maduras. Lleno mis bolsillos. Debo seguir con vida. Hace dos días
que ando vagando hacia el norte en medio de un mundo desolado. Por
último, advierto a una criatura viviente ... una pequeña y rojiza ardilla
que se mueve sobre la rama de un haya. La contemplo lleno de
profunda admiración. El pequeño animal vuelve su cabecita y me mira.
Creo que, en este momento, la ardilla y yo compartimos la misma
emoción... la alegría de encontrar a otro ser que también está vivo ...
Sigo hacia el norte. Encuentro unas vacas muertas en un campo
nauseabundo. Más alláestán las ruinas calcinadas de una lechería. La
torre de un silo permanece en pie ... , parece montar guardia sobre la
tierra arrasada , como elevándose sobre una planicie de la que se
hubiera retirado el mar. En el techo del silo se yergue el gallo de una
veleta. La flecha señala hacia el norte.
Al día siguiente, llego a una ciudad que me es vagamente familiar a
pesar de que sus edificios aparezcan extrañamente recortados y
aplastados , como si un gigante los hubiese cortado en rebanadas , de
un caprichoso y descomunal manotazo . Alcanzo los suburbios .
Encontré a Newark humillada pero intacta por algún capricho de los
marcianos en su avance. De repente , experimento una rara sensación
de que estoy siendo vigilado y entonces, advierto algo que se agazapa
en el marco de una puerta. Me dirijo allí, y en seguida ese algo se
levanta y se convierte en un hombre... Un hombre, armado con un gran
cuchillo.
Extraño: ¡Deténgase! ¿De dónde viene usted?
Pierson: Yo vengo de... muchos lugares . Desde hace mucho tiempo,
desde Princeton.
Extraño: ¿Princeton? Mmmhh... Eso era cerca de Grovers Mill. ¿no?
Pierson: Sí.
Extraño: Grovers Mill ... (Se ríe como si se tratara de una broma) . Allí
no hay alimentos. Esta es mi tierra. Toda esta parte final de la ciudad
hacia abajo, hasta el río. Sólo hay alimentos para uno... ¿Hacia qué
lado va usted?
Pierson: No lo sé. Creo que estoy buscando... gente .
Extraño: (Nervioso ) ¿Qué fue eso? ¿ Oyó algo?
Pierson: (Maravillado) ¡Sólo un pájaro! ¡Un pájaro vivo!
Extraño: Uno llega a darse cuenta ahora de que los pájaros tiene
sombra ¡Cuidado! Aquí estamos al aire libre. Vamos a buscar refugio y
allí hablaremos.
Pierson: ¿Ha visto a los marcianos?
Extraño: Se fueron a Nueva York. Por la noche en el cielo se reflejan
sus luces. Durante el día no se les puede ver. Hace cinco días un par de
ellos llevaban algo muy grande desde el aeropuerto a través de la
planicie. Creo que están aprendiendo a volar.
Pierson: ¡Volar!
Extraño: Sí, a volar.
Pierson: Entonces podemos decir que la Humanidad se acabó ,
forastero. Sólo quedamos usted y yo. Sólo dos sobrevivientes.
Extranjero: Se han hecho fuertes, han destruído al país más grande del
mundo. Esas estrellas fugaces verdes ... probablemente seguirán
cayendo todas las noches en diversas partes. Tan sólo han perdido una
máquina. No nos queda nada que hacer. Estamos deshechos. Estamos
exterminados.
Pierson: ¿Dónde ha estado? Usted lleva uniforme...
Extranjero: Lo que queda de él, querrá decir. Yo estaba en en la
Guardia Nacional. ¡Bueno! ¡Aquello no era guerra! No hubo más guerra
que la que hubiera podido haber entre hombres y hormigas.
Pierson: Pero nosotros somos hormigas comestibles. Eso es lo que yo he
averiguado. ¿Qué van a hacer con nosotros?
Extranjero: Lo he pensado bien. Hasta ahora nos tomaban a medida
que nos necesitaban. Un marciano no tiene más que ir andando un poco
e irrumpir en medio de una multitud que huye . Pero no seguirán
haciendo eso. Nos cazarán sistemáticamente... Escogerán a los mejores
y los guardarán en jaulas o algo así. ¡Todavía no han comenzado con
nosotros!
Pierson. ¿Que no han comenzado?...
Extraño: ¡No han comenzado todavía! Todo lo que ha pasado hasta
ahora, es porque no hemos tenido buen juicio como para quedarnos
quietos ; en cambio, los hemos irritado con nuestros cañones y toda esa
porquería y hemos perdido la cabeza corriendo en masa. Ahora, en vez
de andar huyendo enceguecidos debemos detenernos y vivir según las
cosas se presentan. Ciudades, naciones, civilización, progreso...
Pierson: Pero si eso fuera así, ¿qué razón queda para vivir?
Extraño: Ya habrá conciertos dentro de un millón de años o algo así, no
habrá cenas en los restaurantes. Si usted está buscando diversión,
pierde el tiempo.
Pierson: ¿Y qué es lo que queda?
Extraño: ¡Vida! Eso es lo que queda! ¡Lo que yo necesito es vivir! ¡Y
usted también! No vamos a dejarnos exterminar. Tampoco quiero
dejarme atrapar, que me domestiquen y que me engorden como a un
buey.
Pierson: ¿Qué es lo que va a hacer , entonces?
Extraño: Yo me voy... siguiendo sus pasos. Tengo un plan. Nosotros, los
seres humanos, como hombres estamos ya liquidados . Todavía no lo sé
bien, pero tenemos todavía mucho que aprender antes de que se nos
ofrezca una oportunidad. Tenemos que vivir y seguir libres hasta que
podamos aprender.
Pierson: Dígame, dígame todo lo que piensa.
Extraño: ¡Bueno! No todos estamos hechos para ser aves de presa, y es
así como debe de ser. Por eso yo lo estaba observando atentamente a
usted. En cuanto a todos esos empleaditos de escritorio que vivían en
estas casas, no servirán. Les faltan agallas. No servían más que para ir
corriendo a su trabajo. He visto a cientos de ellos corriendo como
animales para tomar el tren de la mañana , temerosos de que, si no lo
alcanzaban, tendrían que viajar luego como sardinas en lata, y otras
veces corriendo también por la noche con miedo de no llegar a tiempo
a cenar. Tenían sus vidas aseguradas. Los domingos se aburrían
soberanamente pensando en el mañana . Los marcianos serán para esos
tipos como un buen golpe de suerte. Tendrán bonitas jaulas, buena
comida, buena educación, buenas oportunidades para reproducirse y
ninguna preocupación. Después de andar una semana por los campos
con el estómago vacío, estarán muy contentos de que los agarren.
Pierson: Usted lo ha meditado ¿no es así?
Extranjero:. ¡Ya lo creo ! Pero aún hay algo más. Esos marcianos se
encariñarán con algunos de ellos como mascotas y les enseñarán a
hacer algunos trucos. ¿Quién sabe? Tendremos que lamentar al niño que
fue domesticado, después creció y luego fue sacrificado. Pero a algunos
les enseñen a a cazar a los demás.
Pierson: No, eso es imposible. Ningún ser humano...
Extraño: Si, claro que lo harían. Hay muchos hombres que harán eso
con mucho gusto. Si llego a pescar a algunos de ellos siguiéndome...
Pierson: Entretanto, usted , yo y otros como nosotros ¿como viviremos
mientras los marcianos sean dueños de la Tierra?
Extraño: Lo tengo todo planeado. Viviremos bajo tierra. He pensado en
las alcantarillas. Bajo Nueva York hay kilómetros de alcantarillado. Las
principales son bastante grandes para cualquiera. Además, hay en el
subsuelo bodegas, bóvedas, almacenes subterráneos, túneles de
ferrocarriles y del subterráneo. ¿Me empieza a comprender usted, eh?
Conseguiremos un puñado de hombres fuertes. Nada de gente débil.
Descartaremos a esas escorias.
Pierson: ¿Y usted piensa que yo podría unirme a ustedes?
Extraño: Bueno... , le estoy dando una oportunidad .
Pierson: No nos pelearemos por eso. Siga.
Extraño: Tendremos que encontrar lugares seguros para ocultarnos
¿sabe? Y deberemos conseguir todos los libros que podamos ... , libros
de ciencias, se entiende. Ahí es donde los hombres como usted,
desempeñan un papel ¿no es así? Penetraremos furtivamente en los
museos y espiaremos siempre a los marcianos. Quizás no tengamos
tanto que aprender antes de que ... Imagínese nada más que esto:
cuatro o cinco de sus máquinas de guerra que de repente comienzan a
funcionar lanzando rayos de calor a derecha e izquierda pero sin ningún
marciano adentro. ¡Sin ningún marciano adentro!, ¿me comprende?
Sólo hombres, hombres que hayan aprendido lo mismo que ellos. Podría
suceder incluso en nuestro tiempo. ¡Oh! ¡Imagínese qué sería poseer
uno de esos aparatos con su rayo de calor! Lo lanzaríamos contra los
marcianos, lo lanzaríamos también contra los hombres. Todo el mundo
caería de rodillas ante nosotros.
Pierson: ¿Es ése su plan?
Extraño: Usted, yo y unos pocos más, seríamos dueños del mundo.
Pierson: Me voy dando cuenta.
Extraño: ¡Eh! ¿qué le pasa? ¿Adónde va ?
Pierson: No a su mundo. Adiós, forastero...
(Pausa)
Pierson: Después de separarme del artillero llegué finalmente al túnel
de Holland. Penetré por ese túnel silencioso , ansioso por conocer cuál
había sido el destino de la gran ciudad situada al otro lado del río
Hudson. Con gran precaución salí del túnel y me encaminé por la calle
del Canal. Alcancé la calle 14 , allí volví a encontrar polvo negro y
varios cuerpos . Un olor malsano y nauseabundo salía desde los sótanos
de algunas de las casas . Caminé desde la calle 30 hasta la 40 y me
encontré solitario en la Times Square. Alcancé a ver un perro flaco que
corría por la séptima avenida con un pedazo de carne oscura entre sus
dientes perseguido por un montón de perros hambrientos. El animal dio
un amplio rodeo en torno a mí como si temiera que yo fuese un
competidor recién llegado. Seguí marchando subiendo por Broadway ,
en pos de las huellas de ese polvo extraño. Dejé atrás las vidrieras
silenciosas de las tiendas que mostraban sus mudas mercancías a las
veredas desiertas; dejé atrás también al Teatro Capitol, silencioso y
sombrío; pasé frente a una exposición de objetos de caza en la que una
hilera de rifles descargados apuntaba a una hilera inmóvil de patos de
madera.
Cerca del Columbus Circle vi los automóviles modelo 1939 en las salas
de exposición frente a las calles vacías. Desde la terraza del último
piso del edificio de la compañía General Motors divisé una bandada de
pájaros negros volando en círculos . Me dirigí apresurado en esa
dirección. De repente, advertí el casco de una máquina marciana que
se erguía en alguna parte del Central Park iluminada por los rayos del
sol del crepúsculo . ¡Qué idea absurda se me ocurrió! Corrí sin parar a
través del Columbus Circle y entré en el parque. Subí a una pequeña
colina sobre el estanque a la altura de la calle sesenta. Desde allí pude
contemplar a diecinueve de aquellos grandes titanes metálicos
erguidos en una silenciosa hilera , con sus cascos vacíos y sus brazos
metálicos colgando inertes a sus lados. Traté en vano de distinguir a los
monstruos que habitaban esas máquinas.
De pronto, una inmensa bandada de pájaros negros que revoloteaban
sobre mí atrajo mi atención. Describiendo un círculo, se posaron en el
suelo y ante mis ojos asombrados , pude contemplar a los marcianos
desparramados en el suelo y a las negras aves que picoteaban sus
cuerpos y sacaban tiras de carne negruzca de sus cadáveres. Más tarde,
cuando estos cuerpos pudieron ser examinados en los laboratorios, se
comprobó que habían sido víctimas de enfermedades infecciosas contra
las cuales sus organismos no estaban protegidos ... muertos, después
de que todas las armas del hombre habían fallado, por la más humilde
criatura que Dios en su sabiduría había puesto en esta Tierra.
Antes de que cayera el primer cilindro, se creía que , en la inmensidad
del espacio, no existía otra vida que la que había en la insignificante
superficie de nuestra minúscula esfera. Pero ahora vemos más allá. En
mi mente ha surgido la visión admirable pero borrosa de una vida que
lentamente se irá esparciendo desde esta pequeña semilla del sistema
solar a través del espacio sideral. Pero esto es un sueño muy lejano.
Puede ser que la destrucción de los marcianos sea solamente un acto
momentáneo. Tal vez a ellos, y no a nosotros les esté encomendado el
porvenir.
Ahora me parece extraño poder estar sentado en mi apacible estudio
de Princeton, escribiendo el último capítulo de mis Memorias
comenzadas en una granja abandonada de Grovers Mill. Me parece
extraño poder contemplar desde mi ventana los capiteles azules de la
Universidad, vistos a través de la bruma de abril. Parece extraño ver a
los niños jugando en las calles. Y no menos extraño resulta ver a los
jóvenes paseando por el verde césped, donde las nuevas hojas
primaverales van borrando las últimas huellas negruzcas de una tierra
incendiada. Me parece extraño ver entrar a los visitantes del museo
donde se exponen ante el público las piezas desmontadas de una
máquina marciana. Todo me parece extraño cuando recuerdo la
primera vez que la vi , brillante y bien perfilada , fría y silenciosa , en
el atardecer de aquel gran último día.
Habla Orson Welles, señoras y señores, que deja su caracterización
para asegurarles a ustedes que "La guerra de los mundos" no tiene más
significado que el de una broma de Halloween. En el programa de radio
del "Mercury Theatre" no podíamos cubrirnos con sábanas, saltar de
entre los matorrales y gritarles ¡Buh!. De haberlo hecho, empezando
ahora, no hubiéramos podido golpear las puertas de sus jardines
durante la noche ... Habiendo descartado hacer eso, hicimos algo
mejor. Aniquilamos al mundo ante sus propios oídos y arrasamos a la
Columbia Broadcasting System. Sin duda, se les habrá quitado un peso
de encima si les decimos que no lo hemos hecho y que ambos aún
gozan de buena salud.
Así, entonces... ¡Hasta la vista, todo el mundo! y recuerden por favor
la terrible lección que han aprendido esta noche. Ese invasor globular y
reluciente que apareció haciendo muecas en las salas de nuestras
casas, es sólo un habitante de la imaginación. Y si llega a sonar el
timbre de sus casas y no ven a nadie allí, no crean que fue un
marciano... fue el duende travieso que aparece la víspera de Todos los
Santos.
(Música)
Locutor principal: Esta noche la Columbia Broadcasting System y sus
estaciones asociadas de una costa a la otra del país han transmitido "La
guerra de los mundos" de H. G. Wells, la decimoséptima en la serie
semanal de radionovelas presentadas por Orson Welles y el Mercury
Theatre.
La semana próxima presentaremos una adaptación de tres famosas
novelas.
Transmite la Columbia Broadcasing System ...