La Felicidad en El Matrimonio

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  • 8/19/2019 La Felicidad en El Matrimonio

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    Para revertir esto, todos aquellos que aspiran al matrimonio deben buscar recuperar lascondiciones morales y espirituales con las que contaba el primer matrimonio en el huerto

    del Edén. Si oramos y nos aplicamos a practicar las virtudes que ahí se dieron, podemoslograr la verdadera felicidad en el matrimonio.

    I. Conseguir ayuda idónea . Un aspecto importante a considerar es que con quien te

    vayas a casar tenga los mismos ideales tanto espirituales, morales y materiales que tú, delo contrario será muy difícil para los dos adaptarse. “¿Andarán dos juntos, si noestuvieren de acuerdo? ” Am.3:3

    II. Considérala (o) tu único y verdadero amor. Las muchas aguas no podrán apagarel amor, ni lo ahogaran los ríos ! (Cnt.8:7a) Una vez que te casas debes colocar atu esposa (o) en lo más alto de la escala de preferencias. Debes anular tu ego y orgullo y

    anteponer los deseos de tu cónyuge a los tuyos. La regla es esta: “Te casas parahacer feliz a la persona que amas, no para hacerte feliz a ti mismo ”. Nuncalo olvides.

    III.  Huye del pecado . Alguien podría preguntar: ¿Es posible que haya ausencia depecado cuando la tendencia del ser humano es de continuo al mal? Esto es muy cierto,pero para aquellos que han nacido de nuevo, esto es posible (2 Co.5:17). Si el nuevonacimiento es espiritual, los resultados tienen que ser espirituales (Jn.1:11-13) Si somoshijos de Dios, nuestra conducta debe ser semejante a la del Señor Jesucristo.

    IV. Incrementa tu comunión con Dios . Este es el principal secreto para lograr lafelicidad en el matrimonio. “La comunión íntima de Jehová es con los que letemen y a ellos hará conocer su pacto ” Hay un engaño común en nuestros días:Hay quienes piensan que asistir al templo, leer la Biblia, etc. es sinónimo de comunión,

    pero eso no significa que estén caminando con Dios. Vive una comunión muy íntima conel Señor cueste lo que cueste porque de lo contrario te puedes volver cínico y mal

    intencionado. La intimidad de cada matrimonio con el Señor debe ser lo más importante.(Mr.1:35; Lc.6:12)