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LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA I. Agüero y A. Olano Rey La coyuntura demográfica española, en su lento discurrir, no deparaba a sus observadores sobresaltos ni rupturas espectaculares, hasta un pasado muy reciente. Pues bien, los últimos datos facilitados por el Instituto Na- cional de Estadística sugieren, dentro de su provisionalidad, una aceleración súbita en la caída de todos los indicadores de natalidad y fecundidad durante los tres últimos años. Dicha aceleración arranca desde 1975-1976 y se engarza en la caída lenta que venía observándose desde 1964, como tendremos oca- sión de precisar. I. La coyuntura reciente de la fecundidad española Los rasgos de esta coyuntura más reciente son los siguientes: La cifra provisional de nacimientos para 1979 implica una tasa de nata- lidad del orden del 16,1 por 1.000, frente al 18,1 por 1.000 observado en 1977, según la cifra definitiva de nacimientos, es decir, que la tasa de nata- lidad habría perdido dos puntos en dos años. La evolución, secular de la tasa de natalidad se describe en el cuadro I. Cabe señalar que el valor provisional de la tasa de natalidad en 1979 sería el mínimo del siglo, inferior al mínimo anterior observado en 1939. 10/80 pp.121-150

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LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LAFECUNDIDAD EN ESPAÑA

I. Agüero y A. Olano Rey

La coyuntura demográfica española, en su lento discurrir, no deparaba asus observadores sobresaltos ni rupturas espectaculares, hasta un pasadomuy reciente. Pues bien, los últimos datos facilitados por el Instituto Na-cional de Estadística sugieren, dentro de su provisionalidad, una aceleraciónsúbita en la caída de todos los indicadores de natalidad y fecundidad durantelos tres últimos años. Dicha aceleración arranca desde 1975-1976 y se engarzaen la caída lenta que venía observándose desde 1964, como tendremos oca-sión de precisar.

I. La coyuntura reciente de la fecundidad española

Los rasgos de esta coyuntura más reciente son los siguientes:La cifra provisional de nacimientos para 1979 implica una tasa de nata-

lidad del orden del 16,1 por 1.000, frente al 18,1 por 1.000 observado en1977, según la cifra definitiva de nacimientos, es decir, que la tasa de nata-lidad habría perdido dos puntos en dos años. La evolución, secular de la tasade natalidad se describe en el cuadro I. Cabe señalar que el valor provisionalde la tasa de natalidad en 1979 sería el mínimo del siglo, inferior al mínimoanterior observado en 1939.

10/80 pp.121-150

I. AGÜERO Y A. OLANO REY

CUADRO I

Tasas de natalidad (1900-1979)

1900 33,771901 34,871902 35,481903 36,221904 34,111905 35,051906 33,671907 33,231908 33,601909 32,981910 32,581911 31,431912 31,691913 30,491914 29,821915 29,941916 28,981917 28,931918 29,241919 27,781920 29,361921 30,311922 30,341923 30,331924 29,591925 28,921926 29,461927 27,961928 29,001929 28,161930 28,191931 27,431932 28,251933 27,871934 26,361935 25,911936 24,881937 22,721938 26,121939 16,55

1940 24,511941 19,681942 20,271943 23,001944 22,641945 23,191946 21,561947 21,511948 23,281949 21,651950 20,181951 20,091952 20,831953 20,531954 19,961955 20,511956 20,651957 21,771958 21,821959 21,671960 21,781961 21,301962 21,211963 21,391964 22,001965 21,111966 20,691967 20,781968 20,191969 19,951970 19,651971 19,671972 19,461973 19,241974 19,461975 18,761976 18,761977 18,101978* 17,211979* 16,10

* Resultados provisionales.FUENTE: INE.

Para situar el punto de partida de esta última caída acelerada de la seriede nacimientos y detectar la posible existencia de ciclos en su evolución, sehan aplicado diversos tratamientos estadísticos de desestacionalización, loscuales implican siempre una cierta arbitrariedad y cuyos resultados se pres-tan a interpretaciones diferentes.

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Por una parte, en el gráfico 1 se representa la serie mensual de nacimien-tos desde 1960 a 1978, desestacionalizada mediante el programa X-l l dela Oficina del Censo norteamericana; se observa que desde finales de 1972la serie ciclo-tendencia resultante es claramente decreciente, aunque no sedetecta ningún ciclo en la evolución. De la observación del gráfico 2, dondeel número de nacidos de cada mes se ha sumado al número de nacidos enlos once meses anteriores al mismo, se deduce que la cifra anual de naci-mientos acelera intensamente su caída desde principios de 1977.

GRÁFICO NUM. 1

Nacimientos

Utilizando un indicador más depurado de fecundidad, la tasa bruta de re-producción, podemos constatar asimismo una caída abrupta de la fecundidadque arranca desde 1974 y se acentúa desde 1977, tal como evidencia elgráfico 3. La tasa bruta de reproducción (TBR) representa el número dehijos que tendría una mujer sin riesgo de mortalidad, sometida a las tasasespecíficas de fecundidad observadas un año dado en cada grupo de edad demujeres en período de vida fecunda. En el cuadro II correspondiente al grá-fico 3 se representa la evolución de dicho indicador desde 1922 a 1979. Elúltimo dato real es el de 1977, los valores de 1978 y 1979 se han estimado

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calculando las tasas específicas de fecundidad que, siendo proporcionales alas del año 1977 (hipótesis de calendario constante), al ser aplicadas a losefectivos de mujeres en cada grupo de edad fecunda en 1978 y 1979, dierancomo resultado el número (provisional) de nacimientos registrados en dichosaños l. En el año 1978 la TBR se mantiene por encima de las obtenidas en1939, 1941, 1951 y 1954, pero la tasa de 1979 sólo supera a la del año 1939.

GRÁFICO NUM. 2

Nacimientos anuales acumulados mensualmente

I Kl I 6 2 ! 6 3 I tit I m I Kfi I K7 I 6 0 I 6 9 > 7H I 71 < 7 2 ' 7.1 » 7HHlimiHllllItlIlllHIMIIIHIIIIl7 S I 7K I 7 7 •

Para medir la intensidad de esta caída, se ha representado en el gráfico 4la TBR tomando como índice 1.000 su valor máximo durante las últimasdácadas, observado en 1964. En este gráfico se pone de manifiesto aún másclaramente que en el gráfico anterior cómo la caída a partir de 1975-76

1977 45-49 1977 19771 Por construcción: N = 2 • <pM • Pu

u s 15.19

la estimación para 1978 resulta de la expresión:1978 45-49 1977 1978

N = 2 ' K' <pu- Puu s 15.19

Para 1979 el procedimiento ha sido semejante.

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LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

es mucho más pronunciada que la del período 1964-1975. Esta precipitaciónen la caída de la fecundidad se detecta también a través de los índices devariación interanual de la tasa bruta de reproducción que se recogen en elcuadro III y el gráfico 5. Hay que subrayar que el último dato real, el de1977, presenta ya una disminución de — 52 por 1.000, y que, por tanto, lasvariaciones negativas que implican las cifras provisionales de los dos últimosaños son bastante plausibles. Por otra parte, esta caída de la fecundidad noha sido homogénea según los diferentes grupos de edad de mujeres en edadfecunda, sino que se ha acompañado de una transformación del calendario,en el sentido de una concentración de los nacimientos en las edades másjóvenes de la madre. Tomando la variación relativa de las últimas tasas es-pecíficas de fecundidad reales, las de 1977, respecto al año de más alta fe-cundidad en los años setenta, es decir, 1974, se constata (cuadro III-B) que

CUADRO II

Tasa bruta de reproducción

1922 1,94321923 1,939651924 1,893351925 1,84591926 1,86971927 1,78461928 1,836451929 1,782851930 1,777951931 1,727151932 1,757251933 1,73231934 1,633851935 1,59751936 1,53421937 1,3951938 1,237351939 1,024651940 1,48951941 1,19051942 1,22071943 1,388651944 1,369851945 1,402551946 1,30521947 1,28971948 1,39351949 1,29331950 1,199

1951 1,195151952 1,240151953 1,232551954 1,20991955 1,24751956 1,264751957 1,34331958 1,35541959 1,350451960 1,358751961 1,343651962 1,35931963 1,398351964 1,4721965 1,412551966 1,420551967 1,439351968 1,410051969 1,40321970 1,37811971 1,38911972 1,380651973 1,372651974 1,395051975 1,34981976 1,35451977 1,284051978* 1,228611979* 1,14072

* Estimaciones.FUENTE: INE.

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si bien la fecundidad global medida por la tasa bruta de reproducción hadisminuido en un 79 por 1.000, ha aumentado, sin embargo, la fecundidadde las mujeres de quince a diecinueve años en un 227 por 1.000, mientras quela disminución es creciente con la edad desde un 15 por 1.000 en las mujeresde veinte a veinticuatro años hasta un 184 por 1.000 entre las de cuarentaa cuarenta y cuatro años y un 132 por 1.000 entre las de cuarenta y cincoa cuarenta y nueve años. Como se suele constatar también longitudinalmente,la disminución de la fecundidad se ha acompañado en un rejuvenecimiento delcalendario.

GRÁFICO NUM. 3

Tasa bruta de reproducción (19224979)

A un primer nivel de análisis cabe preguntarse si se trata de un accidentepasajero respecto a la evolución precedente o bien de un descenso prolongadocon repercusiones decisivas en la evolución ulterior de la población española.

En demografía, la interpretación de una caída tan abrupta en los indica-dores transversales (o cross-section) plantea una interrogación general bienconocida en análisis demográfico, a saber: se trata de una simple modificaciónen el calendario del fenómeno de la fecundidad o de una variación en laintensidad de dicho fenómeno, es decir, de una disminución de la descen-

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dencia final de las generaciones, que pasan actualmente por las edades de másalta fecundidad. Para dar una respuesta definitiva a dicha interrogación, ha-bría que esperar la llegada de dichas generaciones al final de su vida fecunda,momento en el que el análisis longitudinal podría conjugarse con el transver-sal en la interpretación de nuestra situación demográfica de hoy.

Pero antes de que dicho análisis retrospectivo sea factible, la referenciaal pasado reciente de la fecundidad española, así como la comparabilidad in-ternacional y la desagregación provincial podrían explicarnos en buena me-dida las evoluciones demográficas en curso. Sin duda, todas las transforma-ciones ocurridas en el régimen demográfico español a lo largo de su trayec-toria en el presente siglo, por no citar las mutaciones en sus determinantessocio-económicos, están incidiendo en la situación demográfica del momento.

Más allá de cualquier alarmismo respecto a los datos de estos dos últimosaños, todavía provisionales, este artículo, en una primera aproximación altema, intenta tanto como informar sobre la coyuntura demográfica más re-ciente, precisar en qué términos se plantea la interpretación de la evoluciónde la fecundidad en España durante las últimas décadas.

GRÁFICO NUM. 4

Variación tasa bruta de reproducción (1964—1.000)

IHBS lüKK I9K7 I9R0 - I3K3 I97H IH7I 1372 1373 I37H I37K I97K 1377 1370 1373

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CUADRO III

Variación inter anual de la tasa bruta de reproducción (°/oo)

1965 —40,391966 5,661967 13,231968 —20,361969 — 4,861970 —17,891971 7,981972 — 6,081973 — 5,791974 16,321975 —32,441976 3,491977 —52,011978 —43,181979 —71,53

CUADRO III B

Evolución de las tasas específicas de fecundidad por grupos de edaddurante el período 1974-11977

15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 JR=5 2

197419771977

1974-X 1.000—1

0,01002 0,06727 0,09597 0,06148 0,03170 0,01159 0,00098 1,395050,01230 0,06626 0,08566 0,05465 0,02764 0,00945 0,00085 1,28405

+ 227 — 1 5 —107 —111 —128 — 1 8 4 —132 — 7 9

II. El contexto demográfico actual de la fecundidaden los países industriales

En primer lugar, ¿cómo se sitúa esta evolución demográfica españolaen su contexto internacional más próximo y afín, el de los países industria-lizados de Occidente, en lo que a la natalidad y la fecundidad se refiere?

El conjunto de los países industrializados de Occidente conoce actual-mente una caída sostenida de la fecundidad, que comenzó hacia 1964. Segúnlos datos del cuadro IV, «los movimientos recientes de las tasas brutas denatalidad para el conjunto de países de la OCDE presentan una similitud* sor-prendente. Las tasas de natalidad han bajado respecto a sus niveles de prin-cipios de los años sesenta, en todos los países de la OCDE. Desde 1970-71

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estas tasas han acusado una caída rápida en la gran mayoría de los países.Sin embargo, en algunos casos las cifras más recientes manifiestan una in-terrupción al menos provisional de este movimiento a la baja»2, tal es elcaso de los Estados Unidos. En 1978, último año para el que se dispone decifras reales, las tasas de natalidad de la mayor parte de los países de Europaoccidental permanecen a un nivel muy bajo, casi todos se sitúan por debajodel 13 por 1.000, cota jamás alcanzada en tiempos de paz3.

Merece especial atención, por lo que puede suponer de signo anticipadorpara nuestro país, el caso de Italia, cuya tasa de natalidad ha perdido dospuntos y medio por mil en tres años.

GRÁFICO NUM. 5

Variación interanual tasa bruta de reproducción

I3K5C ISKK I3R7 lüfiQ I3RH I37H 1971 1372 1373 I37H I37K J37H 1377 1370 1373

La natalidad española, cuyo valor máximo se sitúa en la primera mitadde los sesenta, a casi un punto por mil sobre la media de los países de laOCDE, presenta una evolución también decreciente. Sin embargo, su ritmode caída es mucho más lento, de tal manera que en 1975 su nivel es supe-

2 OCDE, L'évolution démographique de 1950 á 1990, París, 1979, p. 7.3 Cf. A. MONNIER, "La conjoncture démographique: L'Europe et les pays déve-

loppés d'outre-mer", Population, núms. 4-5, 1979, p. 886.

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CUADRO IV

Tasa de natalidad en los países de la OCDE

1950 1960 1970 1975 1976 1977 1978 1980 1985 1990

Alemania 16,5 17,5 13,2 9,7 9,8 9,5 9,4 9,7 10,8 11,0Australia 23,3 22,4 20,6 16,9 16,7 16,1 15,7 15,3 16,9 16,5Austria 15,6 17,9 15,1 12,5 11,6 11,4 11,3 13,3 14,1 14,1Bélgica ... 16,6 17,0 14,6 12,1 12,3 12,4 12,4 — — —Canadá 27,1 26,8 17,4 15,7 15,8 15,5 15,2 16,3 16,2 14,7Dinamarca 18,7 16,6 14,4 14,2 12,9 12,2 12,2 13,8 13,8 13,9

España 20,2 21,8 19,6 18,8 18,8 18,1 — 18,7 18,6 18,4Estados Unidos . . . . 24,0 23,8 18,2 14,7 14,8 15,3 15,3 16,4 17,2 16,3Finlandia 24,5 a 18,5 14,1 14,2 14,1 13,9 13,5 14,6 14,0 13,0Francia 20,5 17,9 16,7 14,1 13,6 14,0 13,8 14,0 13,8 13,5Grecia 20,0 18,9 16,5 15,7 16,0 15,5 — — — —Irlanda 21,6 21,5 21,7 21,4 21,6 21,4 — 21,2b 21,0c _Islandia 27,1 27,9 19,6 20,2 19,5 17,8 — 22,0 22,5 21,9Italia 19,4 18,4 17,1 15,1 13,9 13,2 12,6 14,7 15,9 15,6

Japón 28,2 17,2 19,3 17,2 16,3 15,5 15,1 16,6 14,5 14,1

Luxemburgo 13,9 15,9 12,9 11,1 11,0 11,4 11,4 12,3 13,4 13,6Noruega 19,0 17,3 16,8 14,0 13,3 12,6 12,7 13,1 13,2 13,4Nueva Zelanda. ... 25,9 26,5 21,9 18,5 17,7 17,3 16,3 17,3 16,0 14,9Países Bajos 22,7 20,8 18,3 13,0 12,9 12,5 12,6 11,5 12,0 11,8Portugal ... 24,3 23,6 19,2 19,1 19,0 18,4 — — — —Reino Unido 16,2 17,5 16,3 12,5 12,1 11,8 12,3 11,7 15,3 16,2Suecia 16,4 13,6 13,7 12,7 12,0 11,6 11,2 13,0 12,7 12,9Suiza 18,0 17,6 16,0 12,3 11,7 11,5 11,3 12,0 12,5 13,6Turquía 44,0 45,1 40,4 34,7 — — — 32,2 31,6 29,4Yugoslavia 30,2 23,5 17,8 18,3 18,1 17,7 17,3 17,8 17,8 17,8Media 22,1 21,0 18,0 15,9 — — — — — —Media excluyendo

a Bélgica, Grecia,Irlanda y Portu-gal — — — 15,7 — — — 15,5 15,8 15,6

a Nacimientos en Finlandia de sólo finlandeses; el denominador comprende alos extranjeros residentes en Finlandia.

0 Para los años 1976-1981.c Para los años 1981-1986.

FUENTE: OCDE, évolution démographique de 1950 á 1990, París, 1979. Para1976, 1977 y 1978, cf. A. MONNIER, "L'Europe et les pays développésd'outre-mer", Population, núms. 4-5, 1979, p. 886. A partir de 1980, es-timaciones.

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LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

rior casi en tres puntos por mil a la media de los países de la OCDE. Estacaída lenta se prosigue hasta 1977; en dicho año la tasa de natalidad espa-ñola es todavía del orden del 18,1 por 1.000; ya hemos comentado la caídaabrupta en que se traducirían las provisionales de nacimientos en 1978 y1979, en términos de dicha tasa de natalidad.

En conclusión sobre este punto hay que dejar muy en claro que el nivelde la natalidad española en 1977 era muy alto, sólo superado por Irlanda yPortugal, y probablemente por Turquía, en el conjunto de los países de laOCDE, y que una tasa del 16,1 por 1.000 en 1979, si las cifras provisiona-les de nacimientos se confirman, es todavía alta respecto a los niveles de fe-cundidad europea e incluso respecto al área europea mediterránea.

La tasa bruta de natalidad no es un indicador adecuado para compararlos niveles de fecundidad entre diferentes países, pues está influenciado porel peso del efectivo de mujeres en edad fecunda y su estructura por edades,variables de una población a otra. Por esta razón se presenta en el cuadro Vla evolución de otro indicador más depurado, capaz de medir la fecundidaden estado puro, a saber: el número medio de hijos por mujer o índice trans-versal de fecundidad, para el conjunto de los países de la OCDE.

La caída de la fecundidad que se inicia simultáneamente en el conjuntode los países occidentales en 1965, incluida España, siguiendo una sincroníatan sorprendente como inexplicable, se prosigue durante todo el período.Sin embargo, los ritmos, aceleraciones y suelos varían en el tiempo según lospaíses: la disminución ha sido precoz en Alemania Occidental, en EstadosUnidos, en el Reino Unido; la caída rápida no se manifiesta en Francia hasta1973-74 y en Italia hasta 1975-77, mientras que se alcanzan ciertos suelosen 1970 en Estados Unidos, en 1971 en Francia, Irlanda...4. Los datos dis-ponibles, con frecuencia todavía estimaciones, para 1978, incitan a pensarque hay una ralentización de la caída. Sin embargo, sería prematuro hablarhoy día de inversión de tendencia, incluso, simplemente de final de la caída5.

En este contexto podríamos caracterizar la evolución de la fecundidadespañola durante este período, por su sincronía en la evolución con el restode los países occidentales y, sobre todo, por su tendencia a la homologacióncon los países más evolucionados demográficamente, si bien hay que precisarque el ritmo de caída de la fecundidad española hasta 1976 es más suaveque en estos últimos países y que España se integra siempre con mayor pro-ximidad en el área europea mediterránea.

Respecto al nivel de la fecundidad observado en 1976 en el conjunto delos países de la OCDE hay que observar que España tiene la fecundidadmás alta después de Irlanda, con un promedio de hijos por mujer del orden

4 J. N. BIRABEN, "L'Europe: Données statistiques", Population, núms. 4-5, 1978,páginas 992-993.

5 A. MONNBER, "La conjoncture démographique: L'Europe et les pays déve-loppés d'outre mer", Population, núms. 4-5, 1979, p. 887.

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del 2,6. Con el nivel actual de mortalidad alcanzado en estos países haría faltaun promedio de 2,1 hijos por mujer para asegurar el reemplazamiento de lasgeneraciones. La gran mayoría de los países en cuestión se sitúan por debajode dicho nivel. Por último, cabe señalar que la tasa bruta de reproducción en1979, tal como se ha estimado en el cuadro II, implica un promedio de 2,3hijos por mujer, es decir, que el reemplazamiento de las generaciones sigueasegurado y mucho más el crecimiento de la población y que el nivel de lafecundidad española es todavía alto respecto al conjunto de los países occi-dentales más evolucionados demográficamente con los que tiende a homolo-garse. Sin embargo, si esta tendencia persiste al ritmo observado en los tresúltimos años, y que se refleja en la pendiente de la curva de la tasa brutade reproducción (ver gráfico 3), cabría anticipar una continuación en la caídade la fecundidad por debajo del nivel necesario al reemplazamiento de lasgeneraciones, según ha preconizado Armando Sáez6 para la primera mitadde los años ochenta.

III . Hacia una interpretación de la caída de la fecundidad:¿tendencia secular o fluctuación?

Si lo accidentado de la presente coyuntura demográfica pudiera resultaralgo novedoso en el caso español, cabe recordar que la fecundidad de lospaíses desarrollados ha conocido, desde hace casi un siglo, toda una serie desobresaltos. El movimiento a la baja que se inicia en estos países simultánea-mente hacia 1964 tan sólo sorprende o a veces inquieta por la profundidadde la caída.

Ahora bien, ¿qué explicación dan los demógrafos de esta caída de la fe-cundidad? La demografía es una ciencia joven que ha consagrado más delochenta por ciento de su esfuerzo de investigación a la medida de los fenóme-nos y cuya capacidad hermenéutica o de interpretación de dichos fenómenosdemográficos presenta todavía un alcance limitado, consecuencia de la im-precisión de sus marcos teóricos y sus instrumentos conceptuales.

Entre las corrientes teóricas que pretenden explicar los mecanismos queregulan la evolución de la fecundidad, podemos citar las teorías de inspiraciónmicroeconómica de la Escuela de Chicago (Becker y Mincer, y en general la«nueva economía doméstica»), según las cuales, un hijo es un bien de con-sumo duradero y el comportamiento de procreación de las parejas se explicaen términos de cálculo económico coste/beneficio.

Una segunda corriente se refiere, sobre todo, a las transformaciones delas funciones del matrimonio y la familia. El postulado común a estas doscorrientes es que la función parental y, sobre todo, de procreación se ejerce

6 A. SÁEZ, "La fécondité en Espagne depuis le debut du siécle", Population, nú-mero 6, 1979, p. 1014.

132

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

cada día de una forma más deliberada y racional. Su limitación, tambiéncomún, es que no aportan gran cosa a la comprensión de los movimientos dela fecundidad7.

CUADRO V

Número medio de hijos por mujer en los países de lé OCDE!

1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978

Alemania 2,51 2,53 2,49 2,39 2,22 2,01 1,92 1,71 1,54 1,51 1,45 1,46 1,41 1,39

Australia 2,97 2,88 2,85 2,89 2,88 2,85 2,94 2,74 2,49 2,40 2,23 2,14 2,09 —

Austria 2,68 2,66 2,63 2,59 2,50 2,32 2,20 2,10 1,95 1,93 1,84 1,70 1,61 1,61Bélgica 2,61 2,52 2,42 2,31 2,25 2,25 2,21 2,09 1,96 1,83 1,74 1,75 1,75 1,75

Canadá 3,15 2,81 2,60 2,45 2,41 2,33 2,19 2,02 1,93 1,90 1,96 1,94 1,86 —

Dinamarca 2,61 2,62 2,35 2,12 2,00 1,95 2,06 2,06 1,94 1,90 1,92 1,75 1,67 1,67

España 2,95 2,92 2,98 2,91 2,89 2,86 2,87 2,84 2,81 2,86 2,76 2,76 2,60 —

Estados Unidos- 2,93 2,74 2,57 2,48 2,47 2,48 2,28 2,02 1,90 1,86 1,80 1,77 1,83 —

Finlandia 2,47 2,40 2,17 2,14 1,93 1,84 1,70 1,62 1,62 1,62 1,74 1,72 1,67 1,61

Francia 2,84 2,79 2,66 2,58 2,53 2,47 2,48 2,39 2,29 2,08 1,92 1,83 1,86 1,84

Grecia 2,32 — — — — 2,42 2,32 2,31 2,25 2,36 2,32 2,26 — —

Irlanda 4,06 3,95 3,84 3,77 3,83 3,84 3,96 3,88 3,78 3,74 3,57 3,50 — —

Islandia 3,71 — — — — 2,81 2,92 3,01 2,95 2,66 2,65 2,52 2,32 2,36

Italia 2,65 2,52 2,48 2,45 2,45 2,39 2,32 2,36 2,33 2,31 2,19 2,08 1,93 —

Japón 2,14 1,60 2,22 2,13 2,23 2,13 2,16 2,14 2,14 2,05 1,91 1,86 1,81 —

Luxemburgo. ... 2,38 2,34 2,24 2,11 2,00 1,97 1,92 1,74 1,55 1,55 1,50 1,43 1,50 1,51Noruega 2,93 2,89 2,80 2,75 2,70 2,51 2,40 2,39 2,24 2,14 1,99 1,87 1,76 1,76

Nueva Zelanda. 3,53 3,44 3,35 3,33 3,27 3,16 3,19 3,00 2,70 2,57 2,32 2,21 — —

Países Bajos. ... 3,04 2,90 2,79 2,72 2,75 2,58 2,38 2,17 1,92 1,79 1,67 1,64 1,58 1,59

Portugal 3,08 — — — — 2,85 3,11 2,92 2,85 2,72 2,52 2,65 2,45 —

Reino Unido ... 2,83 2,75 2,64 2,56 2,46 2,43 2,39 2,21 2,02 1,92 1,79 1,73 1,78 1,76

Suecia 2,42 2,36 2,28 2,07 1,93 1,92 1,97 1,91 1,87 1,89 1,78 1,69 1,65 1,59

Suiza 2,61 2,52 2,41 2,30 2,19 2,09 2,02 1,90 1,80 1,72 1,60 1,54 1,52 1,50

Turquía — — — — — — — — — — — — — —

Yugoslavia 2,71 2,65 2,56 2,48 2,44 2,29 2,37 2,34 2,28 2,25 2,24 2,21 2,20 2,19

1 Este indicador equivale a la tasa bruta de reproducción (R) dividida por laR

proporción de nacimientos femeninos, es decir, aproximadamente: S=0,489

FUENTE: Population, núms. 4-5, 1978, p. 994, y núms. 4-5, 1979, p. 886.

7 M, FRESEL-LOZEY, "Le colloque de Lille: la baisse de la fécondité. Limites etopportunité d'une action des pouvoirs publics", Population, núm. 6, noviembre-diciembre, 1979, p. 1103.

133

I. AGÜERO Y A. OLANO REY

Nos centraremos aquí en las teorías de enfoque más demográfico e his-tórico. Dentro de esta área más delimitada, podemos identificar tres tesiso interpretaciones de la evolución de la fecundidad a largo plazo: según laprimera, se da una tendencia secular a la baja; para la segunda, la evoluciónde la fecundidad en los países industriales está sometida a fluctuaciones cí-clicas; según la tercera, la última fase de la transición demográfica estaríatambién sometida a evolución cíclica. Simplificando, podríamos decir queestamos en presencia de dos tesis contrapuestas y una tercera integradora.

Para los defensores del modelo de la transición demográfica8 y para mu-chos otros autores que no se refieren explícitamente a ese modelo, la caídaactual de la fecundidad prolonga su tendencia secular a la baja. El conceptode transición demográfica en sentido amplio, independientemente de dife-rencias respecto a su periodización en tres o cuatro fases y de las caracterís-ticas atribuidas a su última fase, designa el paso, en el transcurso de unlapso más o menos largo de tiempo, desde un régimen tradicional de equili-brio demográfico caracterizado por tasas de mortalidad y natalidad muy altase invariables, a un régimen moderno de equilibrio demográfico caracterizadopor tasas de mortalidad y natalidad muy bajas y de nuevo invariables 9. Puesbien, para los defensores de esta teoría demográfica, la disminución actual dela fecundidad anuncia la fase última de la transición demográfica, caracterizadapor una natalidad y una mortalidad estables, de intensidad mínima, y enconsecuencia, un crecimiento demográfico casi nulo. La objeción que habitual-mente se formula frente a tal teoría es la subida de la natalidad (el célebrebaby-boom) después de la segunda guerra mundial. ¿Se trata simplementede un epifenómeno de una tendencia secular a la baja? ¿No se inscribe másbien en una línea de evolución marcada por fluctuaciones cíclicas del creci-miento demográfico? 10.

Para una interpretación de la evolución de la fecundidad española, entérminos de tendencia secular a la baja, segúh la cual la caída actual engar-zaría con la tendencia decreciente que ciertamente se observa desde princi-pios de siglo hasta la primera mitad de los años cincuenta, el gran escolloa superar y explicar es la subida de la fecundidad que perfila aparentementecasi un ciclo completo con un ramal al alza desde la segunda mitad de losaños cincuenta hasta 1964 y un ramal a la baja desde 1965 hasta la repen-tina caída actual.

Ahora bien, esta especie de oscilación al alza confirmada por el análisislongitudinal en términos de descendencia final de las generaciones n , ¿sería

8 Ch. F. WESTOFF, "Matrimonio y fertilidad en los países desarrollados", Scien-tifie American Rew, edición española, febrero 1979, pp. 6-13.

' J. C. CHENAIS, "L'effet multiplicatif de la transition démographique", Pop u-lation, núm. 6, noviembre-diciembre 1979, p. 1138.

10 M, FRESEL-LOZEY, O. C. En este artículo se inspiran los apartados siguientesrelativos a las tesis de Grauman y Easterlin.

11 A. SÁEZ, o. c.

134

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

un simple accidente histórico, o más bien habría que interpretarlo como unmovimiento cíclico, dentro del nuevo régimen demográfico al que habría ac-cedido la población española a partir de la segunda mitad de los años cin-cuenta?

La segunda escuela citada arranca de las ideas de John Grauman. A élse debe la idea de una relación entre la fecundidad de los padres y la delos hijos, que se traduciría en una relación negativa entre el efectivo de unageneración y su fecundidad, a través de variables intermedias como la ofertade trabajo, o la situación económica relativa. En otros términos existe unarelación entre fecundidad y mercado de trabajo: muy esquemáticamente, lasdificultades que encuentran las generaciones numerosas para entrar en elmercado de trabajo les incitarían a reducir su fecundidad; las generacionessiguientes, menos numerosas, al no conocer dificultades de empleo, adopta-rían un comportamiento menos maltusiano que se traduciría en un aumentode la fecundidad.

R. Easterlin, retomando el modelo de J. Grauman, propone una formula-ción que integra las aspiraciones y las necesidades de los individuos: éstasestán, según él, ampliamente determinadas por las condiciones de vida quehan conocido las generaciones jóvenes en sus familias de origen; en estesentido, su propensión a procrear será tanto más fuerte cuanto más compa-rable o ventajosa sea su situación respecto de las generaciones anteriores.A esta formulación económica, Easterlin ha sustituido más recientementeuna expresión más demográfica, proponiendo como indicador de las fluctua-ciones de la fecundidad la relación entre la población masculina de 30-64 añosy la población masculina de 15-29 años 12. Durante este segundo período deedades no sólo se constituyen la mayor parte de los matrimonios y se produ-cen la mayoría de los nacimientos de tales matrimonios, sino que tambiénes la edad de inserción en ei mercado de trabajo. Así, pues, un aumentode la relación entre los que tienen 35-64 años y los que tienen 15-34 años—una disminución de la relación inversa 15-29 años/30-64 años— sugeriríaun mercado de trabajo poco saturado y, en consecuencia, un alza de la fe-cundidad, e inversamente.

Aplicado a la evolución demográfica de los países industrializados, el mo-delo de Easterlin reviste aparentemente un buen valor explicativo, pues ponede manifiesto, en efecto, un paralelismo entre la curva del indicador de es-tructura por edades y la del índice transversal de fecundidad. Es decir, quea una repartición por edades desfavorable (en el sentido del modelo) corres-pondería una fecundidad reducida, y viceversa. La caída de la fecundidadactual no correspondería, pues, a una caída secular, sino que se inscribiríamás bien en un movimiento de oscilaciones sucesivas, determinadas por va-

12 R. EASTERUN y otros, "Demographic influences on Economic Stability: TheUnited States Experience", Population and Development Review, marzo 1978, pá-ginas 1-22.

135

I. AGÜERO Y A. OLANO REY

naciones de las estructuras por edad, producidas a su vez por fluctuacionesanteriores de la fecundidad.

A este respecto, dado que las proyecciones de población anticipan unamejora de la estructura por edades, según el modelo, en varios países: Es-tados Unidos 13, Francia, Alemania, Inglaterra y País de Gales 14, en la prime-ra mitad de los ochenta podría producirse una subida en la natalidad o, almenos, una inversión de su tendencia a la baja actual.

CUADRO VI

índice de estructura por edades

Varones 15-34

Varones 35-65

1900 1,04291910 1,06181920 1,11971930 1,19411940 1,13631950 1,13021960 1,00031961 0,97971962 0,95971963 0,94031964 0,92141965 0,9030

1966 0,89381967 0,88481968 0,87581969 0,85261970 0,85691971 0,86301972 0,87561973 0,89831974 0,89481975 0,90951976 0,92261977 0,9269

Hasta 1960 la estructura por edades está tomada de los Censos de población.A partir de 1961 los datos se han tomado de la publicación "Población, Actividady Ocupación en España (reconstrucción de las series históricas 1960-1978)". Minis-terio de Economía, Madrid, 1979.

Para contrastar la hipótesis de Easterlin en el caso español, hemos toma-do como índice de la estructura por edad la relación entre los varones de 15a 34 años y los de 35 a 64 años, por considerarse que la edad media alcontraer matrimonio en España es más elevada que en Estados Unidos.En el cuadro VI se recoge la evolución de esta relación; hay que notar queen las fechas anteriores a 1960 sólo se dispone de información sobre laestructura por edades en los años censales. La influencia de la fecundidadsobre la estructura por edad, unos 15 ó 20 años más tarde se observa cla-ramente en nuestros datos, basta contrastar a este respecto el cuadro II y elcuadro VI. En efecto, el índice de estructura es decreciente desde 1930

13 EASTERLIN, ibidem.14 J. BOURGEOIS-PICHAT, "La baise actuelle de la fécondité en Europe s'inscrit-

elle dans le modele de la transition démographique", Population, núm. 2, 1979.

136

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

a 1969, como consecuencia de la caída de la fecundidad hasta los años cin-cuenta, crece en el período 1970-1973, resultado del crecimiento de la natali-dad en él período 1954-1958 y aumenta de nuevo a partir de 1975, reflejan-do el alza en la fecundidad de 1961 a 1964.

GRÁFICO NUM. 6

Tasas de natalidad (1900*1979)

I

Sin embargo, no existe correlación entre la fecundidad actual y la estruc-tura por edad actual durante el período analizado 1960-1975. En otras pala-bras, la tesis de Easterlin no se verifica en el caso español, en particularel descenso en la fecundidad a partir de 1964 se produce en un período enque el número de jóvenes relativo al de mayores de 35 años es decreciente,es decir, favorable y propenso a una mayor fecundidad según la lógica delmodelo. El coeficiente de correlación calculado entre la tasa de natalidad y elíndice de estructura por edad, ambas series estudiadas durante el período1960-1975 es de 0,6639. Para el mismo período, el coeficiente de correla-ción entre la tasa bruta de reproducción y la estructura por edad es de— 0,3027 (la correlación entre la tasa bruta de natalidad y la TBR es para1960-1975 de 0,3887).

137

I. AGÜERO Y A. OLANO REY

El hecho de que en nuestro país no se verifique la hipótesis de Easter-lin no descarta la posibilidad de una evolución cíclica de la fecundidad sincorrelación con el índice de estructura por edad. En realidad la observacióndel gráfico 3 (TBR 22-79) sobre todo en el período 1954-1979, da pie parahacer esta conjetura. Para contrastar esta hipótesis se ajustó una curva detendencia a la TBR y se calcularon las desviaciones con respecto a la mismapara estudiar la existencia del ciclo. La limitación impuesta por el númerode observaciones de la serie (55 en la fecha en que se realizó el análisis,es decir, el período 1922-1976), hizo inaplicables los programas estándarde análisis de series (X-l l , Never). La función de tendencia utilizada fue detipo exponencial, exactamente se ajustó la función K(l+r)1 en cada punto,estimándose los parámetros K y r por el método de los mínimos cuadradossobre un número prefijado de observaciones de fechas inmediatamente ante-riores a la de referencia y a ella misma. El número de observaciones tomadaspara realizar la estimación mínimo-cuadrática se hizo variar de cinco a veinti-cinco. En los gráficos 7.1 a 7.5 se han presentado los valores de r obtenidosdel ajuste sobre cinco, diez, quince, veinte y veinticinco observaciones, res-

GRAFICO NÜM. 7.1

Tasa de crecimiento anual acumulativo media, estimada sobre intervalosde cinco observaciones

138

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

pectivamente. A partir de la fórmula de tendencia ajustada, K(l+r)\ sededuce que r representa la tasa de crecimiento anuad acumulativa media delperíodo de cinco, diez, quince, veinte o veinticinco años que finaliza en lafecha que corresponde en el eje de abscisas. La irregularidad de la serieoriginal se refleja en las fluctuaciones en el valor de r más acusadas lógica-mente cuanto menor es el período sobre el que está calculado. En este sen-tido, los gráficos 7.4 y 7.5 muestran claramente que el decrecimiento de laTBR en el período 1922-1941 es mucho más pronunciado que el de los añosposteriores a esa fecha, reflejándose este hecho en que r (tasa de crecimientomedio anual acumulativa) es creciente en el gráfico 7.4 desde 1942 a 1969y el 7.5 desde 1946 a 1974 y positiva en el intervalo 1962-1969 y 1959-1974, respectivamente.

GRÁFICO NUM. 7.2

Tasa de crecimiento anual acumulativo media, estimada sobre intervalosde diez observaciones

Esta comprobación pone de manifiesto que no se puede explicar la evo-lución de la fecundidad española desde principios de siglo en términos deuna simple caída tendencial secular. Efectivamente, la evolución de la fecun-

139

I. AGÜERO Y A. OLANO REY

didad en España es decreciente desde 1900 hasta la primera mitad de losaños cincuenta, medida en términos de descendencia final de las generacio-nes 15; dicha «disminución secular anterior no había sufrido ninguna altera-ción incluso después de la guerra civil» 16. A través deí indicadores transversa-les (que son siempre reconstrucciones teóricas y artificiales) podríamos esta-blecer una periodización diferente, pues la evolución de la curva de la tasabruta de reproducción, por ejemplo, es mucho más accidentada.

El aumento de la fecundidad española desde mitad de los años cincuentahasta 1964 es relativamente importante, según los indicadores transversalesy longitudinales, es decir, que la subida se tradujo en un aumento de laintensidad del fenómeno: aumentó la descendencia final de las generacionesafectadas.

GRÁFICO NUM. 7.3

Tasa de crecimiento anual acumulativo media, estimada sobre intervalosde quince observaciones

0 .9 -

0.H-

0 . 1 -

B.fi-

1.0-

1 .£-

2 .0 -

2.S-

3.0-

3.M

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i ii ii ii ii ii ii ii ii ii ii ¡

15 A. SÁEZ, o. c, gráfico 1 y cuadro 1, pp. 1008-1009.16 Ibidem, p. 1012.

140

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

Como ya hemos repetido, la fecundidad española baja suavemente desde1965 y acelera su caída en los últimos tres años, en sincronía con los paísesoccidentales. ¿Significaría esta sincronía que a partir de la subida observadadesde la segunda mitad de los cincuenta, España se habría incorporado aesos ritmos profundos que rigen la dinámica de las poblaciones, en el régimendemográfico moderno de los países industriales occidentales?

Intentando identificar algún tipo de evolución cíclica de la fecundidaden este último período se describen en los gráficos 8.1 y 8.2 las desviacionesde la serie original de la tasa bruta de reproducción respecto a la curva detendencia antes citada, K( l+ r ) ' , estimada sobre intervalos de 20 y 25 ob-servaciones. No parece posible identificar ningún ciclo.

GRÁFICO NUM. 7.4

Tasa de crecimiento anual acumulativo media, estimada sobre intervalosde veinte observaciones

Z . 7 -

0 . 3 -

- B . l -

-ÍJ.H-

-0 .G-

- 1 . 2 -

- I . G -

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- 2 . 3 -

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Aun conscientes de que no existe una causalidad directa de los deter-minantes económicos sobre la evolución de la fecundidad, hemos intentadoverificar si existía en este último período alguna correlación entre la fecun-didad y la actividad económica. En el gráfico 9 se describe la evolución del

141

I. AGÜERO Y A. OLANO REY

PIB desde 1955 a 1979. En la comparación de este gráfico con la tasa brutade reproducción (gráfico 3) se observa que durante el período 1955-1958, defecundidad creciente, se dan años de decrecimiento del PIB; sin embargo,la tasa bruta de reproducción sí parece acusar el impacto del plan de esta-bilización en los años siguientes y reacciona positivamente a la reactivacióneconómica de la primera mitad de los sesenta. La evolución a la baja de lafecundidad desde 1965, en pleno auge económico, como en los demás paísesoccidentales, demuestra una vez más la complejidad en la incidencia de lasvariables económicas sobre la fecundidad. ¿Podría explicarse entonces lacaída de los tres últimos años porque una mayor posibilidad de control de lanatalidad haría más sensible esta variable a las fluctuaciones económicas?

GRÁFICO NUM. 7.5

Tasa de crecimiento anual acumulativo media, ¡estimada sobre intervalosde veinticinco observaciones

D. I '

a .H-

0 . 1 -

- 0 . 1 -

-B.H-

-0 .7 -

-1 .0 -

-1 .2-

- I . S -

- i . e -

-2 .D- I 1 1 1 1 \ 1 1 \ 1 1 I 1 t I 1 I 1 1

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J ' '

La tercera tesis enunciada introduce la hipótesis de evolución cíclica dela fecundidad dentro del modelo de la transición demográfica. Siguiendo aJ. Grauman, J. Bourgeois-Pichat17 afirma que las ideas de un individuo res-

17 J. BOURGEOIS-PlCHAT, O. C.

142

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

pecto a la procreación se forman en la familia en que vive, de tal maneraque las personas que han nacido y se han desarrollado en pequeñas familiasserían más propensas a tener una descendencia numerosa. Se ha observado,en Francia, una correlación entre la descendencia final de las generacionesy la proporción de personas de esas generaciones que habían nacido en peque-ñas familias. La subida de la natalidad observada hacia los años cuarentacoincidió con un aumento de la proporción de individuos procedentes depequeñas familias y la caída de los quince últimos años ha comenzado cuandoesta proporción ha disminuido. Los datos de Alemania Occidental, Inglaterray Estados Unidos confirman la observación hecha en el caso francés.

GRÁFICO NUM. 8.1

Desviaciones de la tasa bruta de reproducción respecto a la línea de tendenciaK(\+r)1 estimada sobre intervalos de veinte observaciones

De hecho, la última fase del modelo de transición demográfica (baja fe-cundidad constante compensando más o menos una baja mortalidad tambiénconstante) no se ha observado nunca, y pertenece todavía al campo de laconjetura.

143

. AGÜERO Y A. OLANO REY

Lo que se observa actualmente parece indicar que esta última fase nosería una fase de fecundidad constante, sino más bien una sucesión de osci-laciones producidas por las modificaciones en la estructura de las familias,resultantes a su vez de variaciones de la fecundidad. Como en el caso deEasterlin, la evolución favorable de la estructura de las familias en los paísesoccidentales citados permite anticipar un aumento de la fecundidad despuésde 1980. Así, pues, la evolución de la fecundidad en los próximos años cons-tituirá un test decisivo para este modelo.

Está por realizar la aplicación de dicho modelo al caso español, tantopara explicar la coyuntura actual de fecundidad como su evolución futura.

GRÁFICO NUM. 8.2

Desviación de la tasa bruta de reproducción respecto a la linea de tendenciaK(l+rY estimada sobre intervalos de veinticinco observaciones

144

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

GRÁFICO NUM. 9

Evolución de la producción y la inversión en los últimos veinticinco añosTasas de variación en pesetas constantes

Invtnlón fija d« empr tuaInversión fl|a •eonomfaa domésticas

— - - - Producto Industrial brutoProducto Interior bruto

1953 56 57 38 %&/& 8 1 8 2 8 3 6 4 8 5 6 6 8 7 6 3 6 8 70*71 7 2 7 3 74 7 3 7 8 7 7 7 3 7 9 8 0

FUENTE: INE, "La Renta Nacional en 1978 y su distribución", Madrid, 1978, pág. 48.

IV. La natalidad española a nivel provincial

Como último intento para explicar la evolución reciente de la fecundidaden España, hemos pretendido verificar, con los datos disponibles, si seestaría produciendo una homologación en los comportamientos de procreaciónentre las regiones más natalistas y las más maltusianas, cuyo resultado finalsería una caída en las tasas nacionales de fecundidad y natalidad.

A nivel provincial, el único indicador que ha sido posible utilizar es latasa bruta de natalidad (TBN). En el cuadro VII se describe la evolución deeste índice en el período 1960-1978 *. En el cuadro VII I se presenta, paracada provincia, la diferencia entre la TBN de 1960 y la correspondientea 1978 y en el cuadro 9 se ha clasificado a las provincias según los resultadosobtenidos del cuadro 8. En el cuadro 10 se presenta el coeficiente de varia-ción (desviación típica dividida por la tasa nacional) para cada una de lasfechas del período estudiado.

Antes de exponer las conclusiones que se derivan del estudio de la in-formación contenida en los cuadros 7 a 10, es necesario analizar la calidad

* Las diferencias que se observan en la TBN recogida en este cuadro 7, co-rrespondiente al total nacional con la serie que se presenta en el cuadro 1, sedeben a que las señas provinciales de la TBN no han sido corregidas para elimi-nar la falta de homogeneidad que supone la nueva definición de nacido vivoadoptada a partir de 1975, que incluye los muertos al nacer y los muertos antesde las 24 horas. La TBN nacional sin corregir del cuadro 7 es más adecuada parasu comparación con las TBN provinciales, también sin corregir.

145

I. AGÜERO Y A. OLANO REY

CUADRO VII

Tasas de natalidad provinciales

Provincias 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967

1. Álava 24,322. Albacete 22,953. Alicante 22,174. Almería 26,535. Avila 18,366. Badajoz 21,617. Baleares 17,218. Barcelona 20,459. Burgos 18,94

10. Cáceres 22,2911. Cádiz 26,5712. Castellón 16,9213. Ciudad Real 24,0914. Córdoba 24,3215. Coruña (La) 17,8916. Cuenca 21,1617. Gerona 16,9018. Granada 24,9219. Guadalajara 16,3220. Guipúzcoa 26,6721. Huelva 23,2022. Huesca 15,3423. Jaén 25,1624. León 21,7625. Lérida 16,8126. Logroño 18,1227. Lugo 15,5728. Madrid 25,5929. Málaga 20,3030. Murcia 24,0031. Navarra 19,8132. Orense 14,8433. Oviedo 20,7034. Palencia 19,8535. Palmas (Las) 29,5936. Pontevedra 21,0337. Salamanca 20,8338. S. C. de Tenerife 23,1439. Santander 22,2240. Segovia 18,5841. Sevilla 23,9642. Soria 16,4643. Tarragona 16,3744. Teruel 15,5245. Toledo 19,2346. Valencia 19,4747. Valladolid 22,3148. Vizcaya 28,6349. Zamora 18,5050. Zaragoza 19,56

Nacional 21,73

22,3224,3621,3424,3519,2822,2116,9918,1919,3722,8425,9616,3023,9524,0318,1621,3116,0826,0516,7023,6620,7915,6125,9221,3518,5818,7116,2322,0521,5223,4220,0415,1218,7020,5129,2821,5220,7223,6620,9319,9323,6016,2916,8916,0120,0319,5021,4623,6718,9319,0621,13

22,2923,9621,9423,8419,1121,7917,7319,0818,7922,5725,3916,8622,2022,9717,6020,1916,7625,3716,3024,2720,0315.3824,9120,5818,1718,3415,7923,13ÍH,4924,9719,6714,5218,0319,8629,7120,8320,4123,6320,2919,1323,6216,2318,1915,6719,6019,8221,1224,4318,3519,5921,00

22,8823,7622,8125,7417.9020,9119,2619,9618,6321,6925,9417,6421,7123,4117,6919,2417,9125,3815,7524,8520,5814,8725,2819,8717,8117,9214,5023,2223,1826,1720,4214,2917,3118,6530,2820,9420,1224,4420,1818,7324,6415,5118,0315,6919,0420,5021,1324,9917,1019,2421,32

24,6524,0624,4325,8917,0020,5920,7521,5017,9121,0527,1117,5621,9424,0517,7217,8517,8926,5615,1725,6620,5914,7626,4719,2318,7518,6714,2724,8025,1725,6720,7214,3216,9515,5031,4821,0019,3025,1719,7418,5025,8214,8819,4814,7818,2621,9321,1625,8617,0420,0321,98

25.2621,7423.3325,0915,8918,2020,6921,5216,9319,0025,8618,0819,8121,4717,2516,1017,9924,7413,7925,3719,2214,3723,5217,7717,9817,5013,5924,5823,9525,0120,2413,8216,1516,9730,8121,0718,2324,2519,6316,8724,4513,6919,3813,8416,8121,7521,1425,0915,3218,9921,13

25,1321,5624.0625,1214,7617,1921,4821,7115,9618,1025,1918,4718,1620,4817,2815,1618,0323,7012,5824,4019,3613,6120,7416,8517,4416,8713,2324,2623,8624,6820,1313,3915,4015,6329,8821,7317,4423,7519,7416,2623,8812,4420,5512,9815,7222,1421,1224,5414,2319,0220,76

25.2621,1824,3224,3514,2516,4822,2922,2215,8816,7025,6019,1317,8020,3417,3514,5917,8023,3512,4823,6819,9113,1221,9415,9916,9916,9312,8724,8624,3924,7520,3413,4716,0414,8530,4521,9417,2823,4119,8015,8524,2512,5220,6912,1615,5522,7221,4724,0014,1319,1220,91

146

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

1968

21,0122,4222,1323,6114,7218,6219.8420,7317,1318,3525.4617.2719,1720,6117.6716,8816,2623,4012.7121,2420,9511,9621,5816,7716,3616,7513,2822,7423.2324,5819,4113.6616,0115,4427,6321,0018,2021,3718,9715,8722,6312,4717,7013,2717,3120,3521,0621,4614,7517,6620,22

1969

20,8422,8322,0823,2513,8518.7120,3320,3016,8317,4325,4616.5018,4920,2317,2415.6516,4722,6212,5621,1020,2612,2120,3416,6216,3316,6412,9222,6523,4224,1919,5912,9116,1914,8127,9020,7618,1221,5118,9815,9422,3512,9418,0912,5616,6820,0820,9720,8714,5517,3620,00

1970

20,4420,2621,3321,5813,7217,9219,4420,3815,5316,1525,5215,7817,6019.6917,2014,6116,3120,8712,1821,0719,4011,6019,6715,6815,9415,9512,7322,2421,5123,4318,3212,2515,7514,5528,1820,0716,5322,1118,4215,6023,4611,7416,8711,7115,6319,1519,4620,8613,5316,7519,50

1971

20,7819,9021,1721,5412,8717,6020,8520,6015,8915,6425,0416,4816,5019,0517,4513,7016,8220,6911,8520,4119,3011,5118,3715,4915,3316,1812.3822,5221,8523,4718,4412,0416,5214,0827,8919,6916,4422,5017,6315,4623,5811,7317,4910,9415,2519,0019,0421,3513,2817,0419,55

1972

20,1919,5820,5121,3912,8917,4120.5120,5815,6015,3424,5416,3916,8618,9017,9413,0016,7720,0912,9520,2419,3911,6718,6015,1215,3616,2812,3521,9621,7723,3317,8511,9316,5113,6027,0019,8515,6321,1717,6415,1923,2611,5517,5910,9715,2419,1419,5620,8912,5717,2719,37

1973

19,8219,2620,9521,2212,7517,0920,7020,4815,6515,1523,9517,0416,5518,4417,8013,2916,6219,9112,0719,4218,8611,3517,9214,3815,2616,1612,4421,4222,0823,4817,3511,6516,1613,6526,4419,5615,2522,0617,9914,3823,2311,0017,8510,6715,0719,1019,6820,0112,2316,7619,19

1974

19,8219,3121,1920,6812,4216,8720,5320,0215,8714,2824,2517,1416,3418,6718,2212,8217,2020,0712,9718,3719,1211,1717,4614,6415,8216,4212,8521,9022,0724,2417,3712,5416,8213,3225,0120,4014,8522,0217,8414,0223,7211,0418,7510,8515,5219,8020,8419,5411,8016,8619,43

1975

18,6119,9518,6120,4312,1816,6318,4019,9615,8413,8723,7116,4015,97 •18,6218,1212,2116,8819,3412,6317,2519,7111,7316,8313,4315,3916,8812,3620,6821,1522,0816,7511,9116,0313,2321,2520,7514,3620,1118,2514,2122,3710,4518,3410,8315,5919,4618,7718,6412,0917,0618,64

1976

17,9519,8020,3121,6211,2117,0317,4616,2717,3114,5824,2617,1516,1319,0217,9512,7416,8419,6813,8017,6218,7111,9017,5714,3216,2017,1712,9220,3820,9222,1617,3812,2716,6913,9121,9721,2714,9920,0918,7714,2623,5311,2519,2810,8116,5219,4820,4718,8912,5116,7918,47

1977

18,7217,3219,6120,5112,0915,8017,0218,0615,5713,8523,3417,0015,3017,6917,0912,5517,5818,2113,9817,9819,5013,2816,1513,7014,6715,7311,6919,8520,2021,4817,1110,6415,6713,3021,0319,0913,3918,0517,8014,1722,7412,1218,2912,4415,9619,1918,3318,4212,4615,6318,05

1978

16,3518,1818,0919,7211,6416,4815,8216,2414,7213,8522,1915,9815,5517,7616,8311,9716,5218,5813,1115,0819,1211,5716,0813,9515,1716,3111,7818,5619,6621,3915,8510,9514,6414,2019,9918,3514,7017,0117,4813,6822,2410,7817,1710,9815,7118,6018,1916,9612,1014,9917,21

147

I. AGÜERO Y A. OLANO REY

de los indicadores utilizados. Es sabido que la TBN no elimina el efecto de laestructura por edad al incluir en el denominador los efectivos totales, no losefectivos en edad fecunda. Por otra parte, respecto al cuadro 8, se tomaronlos valores de la TBN en 1960 y en 1978, a pesar de que el decrecimientoen el tiempo de la TBN no es continuo, porque los valores máximos de latasa no se producen en las mismas fechas en todas las provincias, lo queintroducía un elemento de arbitrariedad. La diferencia entre las tasas alprincipio y al final del período tiene la ventaja de expresar un balance de loocurrido en el mismo intervalo temporal para todas las provincias.

CUADRO VIII

Diferencia entre la TBN en 1960 y 1978

Álava 7,97Albacete 4,77Alicante 4,08Almería 6,81Avila 6,72Badajoz 5,13Baleares 1,39Barcelona 4,21Burgos 4,22Cáceres 8,46Cádiz 4,38Castellón 0,93Ciudad Real 8,54Córdoba 6,56La Coruña 1,06Cuenca 9,19Gerona 0,38Granada 6,34Guadalajara 3,21Guipúzcoa 11,59Huelva 4,08Huesca 3,77Jaén 9,08León 7,81Lérida 1,64

Logroño 1,81Lugo 3,79Madrid 7,03Málaga ... 0,64Murcia 2,61Navarra 3,96Orense 3,89Oviedo 6,06Palencia 5,65Las Palmas 9,60Pontevedra 2,68Salamanca 6,13Santa Cruz de Tenerife 6,13Santander 4,74Segovia 4,90Sevilla 1,72Soria 5,68Tarragona 0,80Teruel 4,55Toledo 3,52Valencia 0,87Valladolid 4,12Vizcaya U,67Zamora 6,40Zaragoza 4,57

El coeficiente de variación que se recoge en el cuadro X ha sido calcu-lado sin ponderar las tasas provinciales por los efectivos en cada provincia.

Con todas las limitaciones impuestas por la calidad de la informaciónque se maneja, los resultados deJ cuadro X muestran que la dispersión delas tasas provinciales respecto del promedio nacional sigue una evoluciónirregular en el tiempo; a partir de 1973 se detecta, sin embargo, un descensoen el coeficiente de variación que indica que las tasas de natalidad tiendena reducir sus diferencias, apuntando hacia una mayor homogeneidad.

148

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA FECUNDIDAD EN ESPAÑA

De la observación dd cuadro IX se puede deducir la forma en que didiahomogeneización se ha producido.

En efecto, Madrid y las tres provincias vascas, focos receptores de mi-graciones, se sitúan entre las provincias cuya TBN está por encima de lamedia nacional (véase cuadro VII) y, al mismo tiempo, entre las provinciascuya natalidad ha caído más intensamente en el período estudiado (véasecuadro IX). La adaptación de los emigrados al régimen de fecundidad de laszonas receptoras ha sido un factor a tener en cuenta en el descenso de lanatalidad a nivel nacional.

CUADRO IX

Clasificación de las provincias según la diferencia de la TBN en 1960 y 1978

Diferencia superiora 7 puntos por mil

Álava, Guipúzcoa, Vizcaya.MadridCuenca, Ciudad Real Cáceres, LeónLas PalmasJaén

Intervalo 7-5 Almería, Granada, CórdobaAvila, Badajoz, Palencia, Salamanca, Soria,ZamoraOviedoSanta Cruz de Tenerife

Intervalo 4,99-2 Cádiz, HuelvaMurcia, Albacete, AlicanteNavarra, Zaragoza, Huesca, TeruelOrense, Lugo, PontevedraGuadalajara, Santander, Segovia, Toledo,Valladolid, BurgosBarcelona

Diferencia inferiora 2 puntos por mil

BalearesCastellón, ValenciaLa CoruñaGerona, Lérida, TarragonaLogroñoSevilla, Málaga

También el fenómeno migratorio explica la caída en la TBN que se obser-va en provincias como Cuenca, Ciudad Real, Cáceres, León y Jaén, provincias

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I. AGÜERO Y A. OLANO REY

envejecidas en su estructura por edades al ser centros emisores de migra-ciones.

Se observa también en el cuadro IX que en el intervalo 7-5 se sitúan pro-vincias como Almería, Granada y Córdoba, con TBN superiores a la tasanacional, y también Avila, Badajoz, Patencia, Salamanca, Soria y Zamora,todas ellas provincias con TBN por debajo de la media nacional.

La misma observación puede hacerse si se estudian las provincias que enel cuadro IX se sitúan en el intervalo 4.99-2.

De todo ello cabe deducir que durante el período de observación, en suconjunto, no se ha producido una disminución sensible del comportamientode procreación diferencial de las provincias y que el acercamiento que sedetecta entre las tasas de natalidad provinciales a partir de 1973 se explica,sobre todo, por la interferencia del fenómeno migratorio, que ha provocadoun envejecimiento de las zonas emisoras de emigración y un rejuvenecimientoen las zonas receptoras, en las que parece haberse producido una adaptaciónposterior de los emigrados a las pautas de fecundidad del lugar de destino.

CUADRO XCoeficiente de variación interprovincial de la TBN 1960-1978

(Desviación típica dividida por la tasa nacional)

1960 0,167251961 0,150581962 0,149611963 0,164771964 0,181621965 0,188441966 0,199511967 0,207401968 0.176921969 0,18144

1970 0,189131971 0,193441972 0,188371973 0,192261974 0,190281975 0,177271976 0,178111977 0,165311978 0,16607

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