La acumulación metropolitana desde la industria, el ...
Transcript of La acumulación metropolitana desde la industria, el ...
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
1
La acumulación metropolitana desde la industria, el comercio y los servicios
—Puebla 2004—
José Luis Sánchez Ramírez1
Ante la variedad definitoria de factores que inciden en la realidad social, se desarrolla la
problemática de la gestión de las ciudades, pero también se gesta el poder económico en estrecha
relación con lo político de frente a la recomposición del Estado y el reordenamiento económico
mundial, mientras lo público y privado se reprocesan hacia una racionalidad gubernamental
eficientista.
Hasta ahora, la importancia que tiene la ciudad es insoslayable, así como el mecanismo de
anclaje-desanclaje de las actividades y las relaciones sociales que se manifiestan como resultado de
la acumulación metropolitana, en donde lo local y lo tradicional se entrelazan mezclando y
reorganizando la comunidad, sin dejar de lado que las prácticas espaciales dejan huella como
resultado de experiencias individuales y colectivas. En esta perspectiva, la ciudad como expresión
de lo local-tradicional unifica relaciones sociales, y como forma fragmentada y segregativa funge un
papel importante en el análisis social. Empero lo local es también el municipio, la ciudad, la colonia y
el barrio: diferentes formas espaciales que ante la acumulación capitalista metropolitana se van
transformando.
Es necesario investigar la naturaleza, la composición y los patrones de comportamiento del
poder económico en estrecha relación con lo político en la acumulación metropolitana. Tema
determinante, es además apremiante y, sin embargo, dentro de la bibliografía que toca lo local se
presenta como problema sólo en forma enunciativa, sobreentendiéndolo como una gran verdad a
medias que no requiere ser investigada minuciosamente. Es aquí donde radica la pertinencia de este
trabajo, sin soslayar las implicaciones sociourbanas de las políticas públicas del ejercicio de
gobierno, que ante la creciente neoliberalización de la gestión pública impacta al ordenamiento del
territorio, la política de la ciudad de Puebla y el mismo desarrollo metropolitano.
De conformidad con lo expresado en cuanto a los límites del presente trabajo, y ante la
1 Maestro en Administración del Desarrollo Regional (El Colegio de Puebla), doctor en Sociología (BUAP), miembro del Sistema
Nacional de Investigadores (SNI-I) desde 2007, integrante del cuerpo académico “Sociedad, Ciudad y Territorio” y profesor investigador
del Área de Estudios Regionales del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla.
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
2
necesidad de ahondar en la forma espacial de acumulación metropolitana, así como sus principales
contradicciones, relaciones y su creciente complejidad, el objeto central de este trabajo ha sido la
caracterización de las tendencias económicas y su estrecha relación con el poder político en la
acumulación metropolitana. Entonces proceden los siguientes objetivos: a. Analizar el subsiguiente
proceso de reorganización espacial local articulado con lo político en la ciudad de Puebla; y b.
Examinar las implicaciones generales del proceso de acumulación del capital en Puebla, teniendo
como eje articulador las formas de acumulación capitalista y su relación con la forma política del
Estado, así como con la forma espacial de la ciudad.
Para fines del trabajo, nos interesa destacar una doble articulación. En primer lugar, vamos a
ocuparnos, de manera principal, de los modos en que el poder político del capital se manifiesta y se
apodera de la ciudad, al mismo tiempo que transforma al Estado mexicano, modificando y
reproduciendo instrumentalmente el territorio nacional en función de una política extranacional. En
segundo lugar, como sabemos, desde antes de la década de los ochenta se puede afirmar que las
ciudades son producto de las formas sociales superestructurales —lo político, lo económico, el
Estado—, generalidad que no nos dice nada, pero nos enmarca las referencias de las
especificidades de las distintas modalidades que asume la forma espacial de acumulación, que
interioriza los espacios de la reproducción de la fuerza y del proceso de trabajo, por los que, bajo las
relaciones de dominación/subordinación, la espacialidad capitalista manifiesta físicamente la
dualidad constitutiva de las relaciones de producción.
Así, la configuración de las modalidades de la forma espacial de acumulación —las regiones, lo
urbano, lo rural y lo metropolitano— tiene relación o, mejor dicho, es producto de las fases del
desarrollo de la relación capitalista, ya que el proceso de producción es la unidad contradictoria entre
el proceso de valorización y el proceso de trabajo, en el sentido de que la sumisión (formal o real)
del trabajo al capital necesita que la valorización someta el trabajo.
De cierta manera, las diferentes fases de la acumulación y valorización estructuran el sistema de
ciudades en México al reforzar la separación entre ciudad y campo, entre producción y consumo,
entre lo urbano y lo rural. Sistema espacial de acumulación y extracción de valor que a partir de los
años ochenta se reestructura diferente, pasando de una estructura que materializa las condiciones
del desarrollo hacia adentro, a exigencias externas del proceso de valorización internacional. Si
anteriormente la acumulación permitió la concentración de los medios de producción en
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
3
determinados lugares, después, en el momento de fraccionar las aglomeraciones con base en la
especialización de productos, la dispersa en numerosos núcleos espaciales, generando una
continua polarización de la estructura social, manifestada en desarrollos espaciales disímiles,
coexistiendo formas productivas precedentes con las actuales.
En nuestros días, las formas productivas y sociales se mezclan; los sectores monopolistas
asociados con el capital financiero, las trasnacionales y la gran burguesía nacional controlan y
comandan la dinámica de la acumulación centro-periferia, subordinando lo local a la acumulación
metropolitana que, junto con la segregación espacial que propicia, socializa tanto el proceso de
producción, circulación y consumo, como el proceso de la división social del trabajo en el territorio
dando lugar a la división técnico-económica del espacio y del trabajo.
Teniendo presente lo anteriormente expuesto, entremos en el análisis de la acumulación
capitalista metropolitana desde la industria, comercio y servicios:
Es muy común identificar la ciudad con el modernismo y si esta ciudad es metropolitana, siempre
es sinónimo de crecimiento y desarrollo ultramoderno. Pocas personas se detienen a pensar cómo
es este crecimiento-desarrollo metropolitano, quiénes pierden y ganan en la acumulación capitalista
metropolitana signada por las transformaciones estructurales neoliberales originadas por la quiebra
del Estado benefactor que, en última instancia, transforman lo social, propiciando cambios sociales
que se materializan y desarrollan en la ciudad como pautas de comportamiento sociourbanas que
van configurando un cierto ambiente de ganadores y otro de perdedores (cuadro 1).
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
4
Si desde los años cuarenta las fuerzas principales de la sociedad poblana (los caciques
regionales y locales, los campesinos, los empresarios nacionales y extranjeros de gran envergadura
y las fuerzas armadas y grupos de obreros importantes) se plegaron al avilacamachismo, después,
con la crisis política de los sesenta esto cambia radicalmente. Hasta la mitad de la década de los
sesenta, Puebla era esencialmente textilera, su economía rotaba sobre la industria textil
(principalmente la asociada con el algodón) y esto permitía una articulación estrecha entre este
poder económico textilero y el gobierno local (estatal y municipal), sin olvidar qué representaba, en
esos años, Jenkins y la oligarquía avilacamachista. Esta relación de fuerza propicia para la
burguesía local, posteriormente se tensa debido a la crisis política de los años sesenta y al impulso
modernizante del desarrollo industrial de Puebla, diseñado desde el gobierno central (federal) como
política nacional. Así, ante la presencia de capitales trasnacionales, la articulación del poder
económico textilero-gobierno local que mediaba con el Estado representado en el gobierno central,
se redefine hacia la dominación del poder económico diversificado (presencia del capital trasnacional
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
5
asociado con el local)-gobierno local-gobierno federal.
Sin embargo, ante la ausencia de análisis que nos den indicios sobre la evolución del poder
económico y político local a partir de los años ochenta, salvo lo señalado por Bonilla Fernández,
implícitamente esto nos da a entender que el gran capital comandado por Jenkins, a partir de los
años setenta se fragmenta y trasciende a nivel nacional, o que la metrópoli poblana tiende a una
terciarización de su economía. Nos asalta las interrogantes: ¿cómo es esta terciarización? y ¿existe
un comando económico que oriente el aparato productivo, como en otros lugares sucede?
Comúnmente se busca en el estudio de la Población Económicamente Activa (PEA) y algunos
datos estadísticos asociados, el mecanismo que nos muestre la distribución de la riqueza que
produce el Estado, para acercarnos de forma general a entender cómo es esta distribución vía
ingreso. Forma general que, si bien nos da una idea de conformación de sectores de clase, oculta a
los sujetos del poder. La acumulación capitalista metropolitana tiene sujetos en concreto, uno de
ellos es el poder, o mejor dicho el comportamiento del sujeto del poder; en este sentido, trataremos
de entender cómo en realidad se va configurando el poder económico local en la formación de la
acumulación capitalista metropolitana.
Veamos pues: según las cifras proporcionadas por el Sistema de Información Empresarial de
México (SIEM),2 del total de números de empresas (568 528), la CANACO concentra el 56.12%,
seguido de la CANACOPE con el 27.91%, quedando las cámaras nacionales y regional con el 14.61%
y el 1.36% respectivamente. Es decir, globalmente las empresas dedicadas al comercio y pequeño
comercio acaparan 84.03% de empresas, quedando el 15.97% repartido entre la representatividad
nacional y regional (cuadro 2).
2 A partir de que el SIEM entra en operación, en 1998, se ha consolidado como uno de los padrones más grandes de México debido a la
actualización contínua de la información referida a las empresas: quiénes son, a qué se dedican, cuantos empleados tienen, rango de venta
y capital social. Según información proporcionada por funcionarios del SIEM, actualmente (noviembre de 2004) el padrón tiene más de
602 mil empresas de los sectores de la industria, el comercio y los servicios, de un total de 2 millones 800 mil empresas que existen en el
país; de este total, un millón de ellas quedan excluidas por ser locatarios de mercados y otras 200 mil son prestadoras de servicios
profesionales que no tienen un lugar fijo. Aunque no todas las empresas están incorporadas, el 50% de las constituidas está registrado en
el SIEM por las ventajas que proporciona el sistema.
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
6
Al ser las cámaras de transformación, de restaurantes y alimentos condimentados, y de
construcción, las que tienen mayor representatividad en el ámbito nacional, entre las tres actividades
empresariales se concentra el 66% del total de empresas. A escala regional, destaca la metálica de
Guadalajara, la transformación y la alimenticia de Jalisco, la del calzado de Guanajuato y la de
transformación de Nuevo León. Se concentra el 80% entre cinco actividades empresariales y cuatro
entidades.
Con respecto al comercio y servicios, destaca la ciudad de México, seguida de un grupo de
ciudades: Guadalajara, Toluca, Cancún y Chetumal. Puebla apenas rasguña el 2%. Mientras el
pequeño comercio, de un total de 36 cámaras en las que se agrupan 158 659 empresas, se
concentra principalmente en dos ciudades: Guadalajara y la ciudad de México, entre ellas acaparan
el 44.52%, seguido de un compacto grupo: Pachuca, Mérida y Monterrey.
Ahora bien, después de haber visto el comportamiento de la concentración de empresas por
cámara y lugar donde se asientan, ahora las analizaremos por sector y subsector económico en
relación con las entidades federativas. Del total de empresas, el sector comercio domina
ampliamente, concentrando el 68%, seguido de los servicios (22%), mientras el industrial
(agropecuario, minería y extracción del petróleo, manufacturera y la construcción) apenas alcanza el
10%. El análisis por subsector nos arroja la preeminencia del comercio, seguido de los servicios,
quedando la manufactura y construcción con 7% y 2% respectivamente. Esto ratifica, ahora sí, de
forma general, que se está terciarizando la economía mexicana.
Sin embargo, esta pretendida homogeneidad que presentan los datos no es igual en las
diferentes entidades federativas, vemos cómo el D.F., Jalisco y el Estado de México acaparan el
panorama: entre los tres estados concentran el 44%; se queda Puebla con 2.3% únicamente.
El comportamiento al interior de los tres sectores económicos nos arroja similares coincidencias
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
7
respecto de la concentración de empresas en los tres estados de la República, precisando que
Puebla en industria y servicios apenas alcanza alrededor de medio punto, mientras en comercio
rebasa apenas el 1%.
Ahora bien, es necesario precisar el análisis. Si anexamos el tamaño de la empresa en el
comportamiento de los sectores económicos, tenemos que a nivel nacional las microempresas
tienen el 91% del total de 568 528, concentrándose en el comercial (65%) y servicios (20%) la
mayoría (cuadro 3).
Por entidad federativa, vemos, nuevamente, que el D.F., Jalisco y el Estado de México son las
dominantes, concentrando la mayoría de las empresas en las micro y pequeñas. Si bien en los tres
estados dominan las micro, es en el comercio seguido de los servicios donde se dan las principales
concentraciones. En las pequeñas, hay comportamientos diferentes: en el D.F. es en los servicios,
en Jalisco el industrial y en el Estado de México el comercio. Mientras, en las medianas, el D.F. y
Jalisco destacan en este orden: industria, comercio y servicios; el Estado de México distingue:
comercio, industria y servicios. Las grandes empresas se ubican en el D.F. en el sector servicios, en
Chihuahua y Baja California en el industrial, seguidas de Jalisco y Estado de México en los tres
sectores.
Por rango, tenemos que el Estado de México, el D.F. y Jalisco siguen dominando, tienen más de
50 000 empresas, seguidos de los estados de Chihuahua, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León,
Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán en el rango de 10
000 a 49 999. Entre 4 500 a 9 999 empresas se encuentran los estados de Aguascalientes, Baja
California, Baja California Sur, Coahuila, Michoacán, Nayarit, Querétaro, Sonora Tlaxcala y
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
8
Zacatecas. Mientras los estados de Campeche, Colima, Chiapas, Durango, Guerrero, Morelos,
Oaxaca y Tabasco se encuentran en el rango de 0 a 4 999 empresas.3
Si las microempresas dominan el panorama económico de México, con presencia principalmente
en el D.F. Jalisco y el Estado de México, ahora nos toca averiguar por tipo de establecimiento, es
decir, si la micro, pequeña, mediana y gran empresa es única, matriz o tiene una sucursal ya sea en
el sector industrial, comercial o servicios. Como se recordará, del total de empresas, el comercio
concentra el 68%, seguido de 22% de servicios; de estas empresas, un alto porcentaje son únicas
(57% y 17% respectivamente) y a la vez son micro (80%) (cuadro 4).
Ya hemos visto que, en el ámbito nacional, la participación de Puebla es muy raquítica; sin
embargo, veremos cómo es la distribución en el interior del estado. Del total de empresas, el sector
comercio ocupa el 55%, mientras el de servicios y el industrial concentran el 24 y 20 por ciento
respectivamente (cuadro 5).
3 Véase el Sistema de Información Empresarial de México (SIEM), julio de 2004, //www.siem.org.
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
9
La mayoría de empresas se concentran en el municipio de Puebla. Siguen: San Martín
Texmelucan, Chalchicomula de Sesma y Tehuacán. Por sector económico la situación cambia: el
industrial se concentra en Puebla, seguido de San Pedro y San Andrés Cholula y Cuautlancingo; el
sector comercio en el municipio de Puebla, seguido de San Martín Texmelucan, Chalchicomula de
Sesma y Tehuacán; y servicios en Puebla y San Martín Texmelucan. Si ahora el análisis lo hacemos
por regiones económicas del estado de Puebla, vemos como la Región Angelópolis predomina sobre
las otras seis restantes4. En esta región se concentra el mayor número de empresas (Puebla y San
Martín Texmelucan) seguida por las regiones de Serdán (Chalchicolula de Sesma y Tehuacán y
Sierra Negra (Tehuacán); también en ella se asientan la mayoría de empresas asociadas con los
sectores industrial (Puebla, San Pedro Cholula, San Andrés Cholula y Cuautlancingo), comercio
(Puebla, San Martín Texmelucán) y servicios (Puebla y San Martín Texmelúcan). Como se observa,
el municipio de Puebla aparece como el principal dinamizador regional.
Por tamaño y sector, las microempresas dominan el panorama económico de Puebla, seguidas
de las pequeñas; entre las dos absorben el 93% de 12 960 empresas, siendo el comercio su
principal actividad (56%), los servicios el siguiente, con 24%. Entre las dos actividades absorben el
80%. Estos datos, aparte de reforzar la tendencia nacional, nos muestran la terciarización de la
economía poblana y lo atomizado del capital poblano (cuadro 6).
4 De acuerdo al Plan Estatal de Desarrollo Regional 1999-2005, las otras regiones son: Región Sierra Norte, Región Sierra Nororiental,
Región Serdán, Región Valle de Atlixco y Matamoros, Región Mixteca y Región Tehuacán y Sierra Negra).
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
10
Si la economía poblana sigue la tendencia nacional de ser esencialmente micro y pequeña
empresas dedicadas a actividades del tercer sector, parece ser que no existe un comando local que
dinamice la acumulación metropolitana de Puebla, sin embargo, dónde está el quid del asunto.
Veamos en detalle el comportamiento de las empresas grandes, ya que por concentración de capital
es muy importante, aunque su participación por número de empresas es menor a 2%, tiene
presencia en los tres sectores: industria, comercio y servicios. Si las grandes empresas se asientan
principalmente en Puebla, en municipios de la zona metropolitana —en especial San Pedro Cholula
y Cuautlancingo— y algunos de influencia regional como Tehuacán, es en el municipio de Puebla
donde existe la gran concentración (cuadro 7).
Dentro de estas grandes empresas, en el sector industrial encontramos: Alen del Centro, S. A.
de C. V.; Autoteck Industrial de México, S. A. de C. V.; Bimbo del Golfo, S. A. de C. V.; Benteler de
México, S. A. de C. V.; Cadbury Adams México, S. de R. L. de C. V.; Crisoba Industrial, S. A. de C.
V.; Empacadora San Marcos, S. A. de C. V.; Federal Mogul, S. A. de C. V.; Herramientas Stanley, S.
A. de C. V.; Metaloides, S. A. de C. V.; Muebles Rústicos Segusino, S. A. de C. V.; SKF México, S.
A. de C. V.; TsubaKi Hoover México, S. A. de C. V.; por mencionar algunas.
En el sector comercio, vemos cómo domina la nueva Wal Mart de México, S. de R. L. de C. V.;
Sams, Costco de México, S. A. de C. V.; Hipermercados Correfour, S. A. de C. V.; Sears Roebuck
de México, S. A. de C. V.; Gold and Silver de Puebla, S. A. de C. V.; Liverpool Provincia, S. A. de C.
V.; Suburbia, S. A. de C. V.; Comifral, S. A. de C. V. “Fábricas de Francia”; Home Mart México, S. A.
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
11
de C. V.; Cristalería del Centro, S. A. de C. V. “Veana”; Corporación Control, S. A. de C. V.
“Woolworth Puebla”; Tiendas Comercial Mexicana, S. A. de C. V.; Tiendas Chedraui, S. A. de C. V.;
Geo Puebla, S. A. de C. V.; Distribuidora Cuauhtémoc Moctezuma, etcétera.
En el sector servicios hay cierta presencia, principalmente empresas dedicadas a la educación, a
la vigilancia y hotelería, como el Instituto Carlos Pereyra, el Colegio Benavente, Servi Angelópolis,
Transportes Blindados Tameme y Hoteles Mesón del Ángel.
En estas grandes empresas domina el capital trasnacional, en algunas la presencia de capital
nacional, muy pocas propiamente locales dedicadas a la distribución de alimentos por mayoreo, y
otras empresas que se modernizaron de la rama textil. Y por medio de la fórmula de sociedades
anónimas y de capital variable, en el interior de ellas se mezclan las tres formas de capital y se
ocultan los nombres y apellidos del poder económico.
Ahora bien, si anexamos la información proveniente de la CANACINTRA de Puebla, el resultado es
similar a la proporcionada por el SIEM, respecto de las micro y pequeñas empresas, ambas absorben
el 84% de la industria de la transformación, concentrándose principalmente en el municipio de
Puebla, seguido de los municipios de San Pedro y San Andrés Cholula y Cuautlancingo, Amozoc de
Mota, Tepexi y San Martín Texmelucan (cuadro 8).
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
12
Sin olvidar que, en el municipio de Puebla, la industria de la transformación tiene presencia en
27 actividades (cuadro 9).
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
13
Ante este panorama de atomización económica en Puebla, parece ser que, a partir de la crisis
política de los años sesenta, la gran concentración de capital comandada por Jenkins, ligado con la
oligarquía avilacamachista, cambia radicalmente. Hasta ahora, con estos datos se refuerza la idea
de que la economía poblana no tiene un comando local que oriente otros capitales, sino se presenta
atomizado y diversificado. No obstante, en dónde está el problema si localmente no hay indicios que
nos muestren grandes concentraciones de capital en solamente pocas manos. Si tomamos el
argumento de que el poder económico determina lo político, encontramos cómo, desde los años
setenta hasta la actualidad, la concentración económica se disgrega de acuerdo con los poderes
caciquiles regionales y partidarios priístas (en menor medida del PRD y PAN), encontrado en ese
lapso (1970-2000) su reproducción y concentración regional. Coinciden los datos presentados: los
municipios en donde se da la concentración del poder económico (empresas), las familias con
influencia regional que han hecho fortuna y empleado lo político para sus propios intereses. Élites,
familias, grupos formados bajo la sombra del Estado y cobijo de lo político: los terratenientes
(propiedad para vender y especular), los Morales Blúmenkron-Feldman, los Benítez, etc.; los Macip
provenientes de la zona norte del estado (Zacapoaxtla, Cuetzalan, Jolalpan, Jonotla); los Quiroz
Pérez (Lastiri) de Zacatlán y Chignahuapan, dedicados al transporte suburbano público y pesado; los
Morales y Jiménez (Huauchinango, Pahuatlán, Teziutlán); los Morales de Ciudad Serdán; los Álvarez
Romero, de Tehuacán, establecimientos avícolas y comercialización de huevo; los García Valseca,
de Tehuacán, concesión y explotación de aguas minerales; los Bachocco, de Tecamachalco,
principalmente comercialización de huevo; sin olvidar los que compran y después transforman
haciendas porfirianas; los descendientes del porfiriato y familias revolucionarias: los Sánchez
Taboada; los descendientes de ex gobernadores; los Moreno Valle, y Bautista O’Farrill quien, aparte
de ser dueño de la zona residencial de La Calera, explota mármol que casualmente está en uno de
los cerros de su propiedad, y ha sido uno de los principales beneficiarios con la construcción del
anillo periférico ya que, otra vez, casualmente, toca sus tierras.
Así vemos cómo, a partir de la crisis poblana de los años sesenta, se impone el centro federal
asociado al poder regional, alternándose el mandato estatal las familias con poder económico y
político. He ahí el éxito de la relativa calma poblana, a todos se da juego, presentándose así
diversificación económica y tranquilidad local atractiva a la inversión extranjera que, sin importarle
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
14
quién esté en el poder, se establece en Puebla, pero con la idea de reforzar la acumulación
metropolitana. Si embargo, aparte de esta disgregación del capital regional que refuerza el poder
político en la orientación que debe tomar la economía poblana, en el ámbito general se puede
afirmar que la industria de la transformación del estado se diversifica, empero, a estos resultados
cabría añadir los lazos de la gran empresa asentada, ya sea en el municipio de Puebla u otro
municipio poblano, con la inversión directa extranjera. Un indicio puede ser la Bolsa Mexicana de
Valores (BMV) y, en el sentido de que no todas cotizan en ella, nos puede servir de filtro e indicador
que muestre la fortaleza del capital, los lazos trasnacionales y haga suponer que estas grandes
empresas tienen preferencia de asentarse en las grandes metrópolis del territorio nacional.
En cuanto a los datos que arroja la BMV5, aparte de que el sistema de financiamiento rota sobre
las grandes empresas bancarias que están en la BMV y que las actividades ligadas con las
telecomunicaciones y el entretenimiento son un negocio muy lucrativo y cubren casi todo el territorio
nacional —Iusacell, Accel, América Telecom y Carso Global Telecom, América Móvil, Unefon, Biper,
Teléfonos de México, Cablevisión, Grupo Televisa y Videovisa, TV Azteca—, nos interesa resaltar
que empresas como Comercial Mexicana, Gigante, Soriana, Wal Mart, Coppel, Elektra, Sanborns, El
Palacio de Hierro, Liverpool, Bachocco, Bimbo, Corporación Moctezuma y Aristos, tienen
representación local.
Como muestra de los lazos trasnacionales de las grandes empresas mexicanas y de acuerdo a
la revista Forbes6, tenemos a Wal Mart: entre cinco miembros de la familia Walton amasan una
fortuna de 90 mil millones de dólares con fusiones como la nueva Wal Mart, dedicándose a la
comercialización de diversos productos, con grandes tiendas en territorio nacional. Mientras,
registramos a tres empresarios en el negocio derivado de la aplicación de la tecnología de la
computación (Microsoft, Dell y Oracle).
Aparte de que estas familias amasan grandes fortunas, tienen presencia en México los
consorcios ARA, GEO e ICA que se reparten la oferta-construcción de vivienda de interés social, tipo
media y residencial, en gran parte de la República mexicana.
Es tal la importancia de la construcción de vivienda que, por medio de ella, el gobierno destina
gran cantidad de recursos institucionales y económicos y puede, en un momento dado, por sus
5 La información presentada es de acuerdo a la consulta hecha el julio de 2004 a la página de Internet de la Bolsa Mexicana de Valores,
www.bmv.com.mx. 6 Revista Forbes, 2004.
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
15
efectos en cadena, dinamizar o retardar la economía nacional y el mercado inmobiliario, aparte de
dar solución a la demanda-necesidad más sentida de los trabajadores (cuadro 10).
Además, en torno de ella se agrupan diversos organismos cupulares (cuadro 11).
Sin embrago, por medio de la política de dotación de vivienda, el Estado también puede crear
una sobreoferta que solucione, ya no tanto la demanda-necesidad, sino que sirva de medio de
contención de los miles de campesinos que trabajan de albañiles temporales aparte de los efectos
dinamizadores en cadena que trae consigo la rama de la construcción,7 sólo así se puede explicar
7 1. Acabados para la construcción; 2. Acero; 3. Alambres y cables para conducción; 4. Alfombras y tapetes; 5. Aluminio; 6.
Arquitectura y proyectos; 7 Bombas autocebantes; 8. Calentadores; 9. Carpintería; 10. Cenefas; 11. Cilindros hidráulicos, neumáticos
y válvulas; 12. Comercializadoras; 13. Copiadoras; 14. Diseño eléctrico e iluminación; 15. Equipos y sistemas de seguridad; 16.
Ferretería; 17. Herrería; 18. Ingeniería, consultoría y supervisión; 19. Inmobiliarias y bienes raíces; 20. Instalación eléctrica y
electromecánica; 21. Láminas; 22. Loseta y cerámica; 23. Mantenimiento; 24. Maquinaria; 25. Material de plomería; 26. Material
para decoración; 27. Materiales para la construcción; 28. Materiales rústicos; 29. Muebles y accesorios para baño y cocina; 30.
Pinturas y recubrimientos; 31. Pisos; 32. Puertas y ventanas; 33. Remodelación; 34. Remolques de carga; 35. Renta de equipo para
construcción; 36. Suministros e instalaciones; 37. Tejas para techados, y 38. Tubos y tuberías. Clasificación de empresas relacionadas
con la Industria de la construcción en Puebla, de acuerdo con la CEMIC.
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
16
que ahora existan cientos de viviendas deshabitadas. Conjuntos habitacionales semihabitados que
nos muestran un falso crecimiento, un desarrollismo basado en premisas meramente políticas. Este
dinamismo de construir casas trae aparejado un crecimiento desmedido de la mancha urbana de la
ciudad de Puebla con su consecuente déficit de servicios y equipamiento públicos y la
comercialización no controlada y semilegal de materiales que se utilizan como insumo básico: arena,
arena de río, piedra braza (negra, gris, blanca, rosada), tepetzil, etc. Relaciones comerciales, hasta
de cierta manera clandestinas, se articulan con las propias meramente regionales y caciquiles,
aprovechándose de la situación.
Así constatamos cómo algunos cerros, montes y ríos que rodean la Angelópolis, cercanos a los
linderos con otros municipios, y aun un poco más lejos, se convierten en bancos de explotación de
materiales: sin control, a la libre. O el caso de las riberas de los ríos (la arena de río). En estas áreas
de explotación, por medio de veredas llegan grandes camiones, cargan el material y se incorporan a
las carreteras; en el trayecto y en las entradas de la ciudad, los materialistas cooperan con su
respectiva cuota a la Federal de Caminos o Tránsito del estado; después estos camiones cargados
llegan a determinadas zonas para distribuir el material en camiones chicos y de ahí apostarse en las
principales vías de la ciudad, como la 11 norte-sur por el mercado Independencia, por el rumbo de
Azumiatla, etc. Aquellos que explotan estos bancos de materiales son, principalmente, ex
comuneros, ex ejidatarios y los dueños de propiedad privada. Para ese fin sacan un permiso en la
Secretaría de Minas federal, si acaso, y, tal vez, ni el municipio ni el gobierno estatal tienen
injerencia.
Conclusiones
En el sentido de que el Estado nunca ha dejado de tener centralidad en la economía y en la
sociedad, se reafirma la premisa de que la fuerza de cada Estado-nación depende de sus capitales,
y que éstos se refuerzan por las acciones de sus Estados frente a la competencia. Empero, resulta
que no todos los Estados-nación son iguales, ya que diferentes son las fuerzas que los integran y los
impulsan, y aún más esto sucede ante la actual configuración del poder en la economía mundial
basada en el dominio de las corporaciones multinacionales e instituciones financieras
internacionales que trabajan codo con codo con sus Estados imperiales. Si en el proceso de
acumulación capitalista el capital necesita al Estado para su reproducción, en una escala más
reducida debiera ocurrir lo mismo. Respetando las dimensiones, como las regiones, los estados, las
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
17
ciudades y las metrópolis, como formas espaciales de la acumulación, los capitales requieren de la
forma operativa del Estado, la acción instrumental del gobierno para su reproducción en el ámbito
local.
Teniendo presente lo anteriormente dicho, y según las cifras proporcionadas por el SIEM, la
CANACO y la CANACOPE, hemos visto de forma general como se terciariza la economía mexicana y en
especial la poblana. En detalle, hemos observado como el comercio y pequeño comercio absorben
el mayor número de empresas (80%), quedando casi el 16% repartido entre la representatividad
nacional y regional. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que las cámaras de la transformación, de
restaurantes y alimentos condimentados, y de construcción, son las que tienen mayor
representatividad nacional; destacando regionalmente la metálica de Guadalajara, la transformación
y la alimenticia de Jalisco, la del calzado de Guanajuato y la de transformación de Nuevo León.
También hemos visto como sobresale la ciudad de México, seguida de Guadalajara, Toluca, Cancún
y Chetumal en comercio y servicios. Puebla apenas tiene un porcentaje insignificante. Mientras
Guadalajara y la ciudad de México, seguido de Pachuca, Mérida y Monterrey destacan en el
pequeño comercio.
El análisis de los datos por sector y subsector económico en relación con las entidades
federativas nos arrojo que el sector comercio domina ampliamente, seguido de los servicios;
mientras el industrial tiene menos del diez por ciento. Y por subsector tenemos la preeminencia del
comercio, seguido de los servicios, quedando la manufactura y construcción con menos del diez por
ciento. Sin embargo, por entidad federativa el comportamiento es diferente, acaparando el panorama
el D.F., Jalisco y el Estado de México (mientras Puebla queda con el 2%). La preeminencia de estos
tres estados se conserva al interior de los tres sectores económicos; mientras Puebla en industria y
servicios apenas alcanza medio punto, mientras en comercio apenas rebasa el 1%.
Ahora bien, tomando en cuenta el tamaño de la empresa por cada uno de los tres sectores
económicos, tenemos que a nivel nacional las microempresas representan más del 90%;
concentrándose en comercio y servicios la mayoría. Ante estas cifras, se puede decir que está
changarrizada la economía nacional, siendo el D.F., Jalisco y el Estado de México las más
representativas, las que concentran la mayoría de empresas micro y pequeñas. Si bien en los tres
estados dominan las micro, es en el comercio seguido de los servicios donde se dan las principales
concentraciones; en las pequeñas empresas, el D.F. destacan los servicios, en Jalisco el industrial y
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
18
en el Estado de México el comercio. Mientras, en las medianas empresas, el D.F. y Jalisco destacan
en este orden: industria, comercio y servicios; el Estado de México se distingue en las tres
actividades económicas. Quedando ubicadas las grandes empresas en el D.F. en el sector servicios,
en Chihuahua y Baja California en el industrial, seguidas de Jalisco y Estado de México en los tres
sectores. Cabe añadir que del total de empresas, si el comercio concentra cerca del 70% y los
servicios tienen el 22%, un alto porcentaje son únicas (57% y 17% respectivamente) y a la vez son
micro (80%).
Por número de empresas, lo interesante es que a la vez que nos muestra la dispersión de las
actividades industriales, de comercio y servicios en el territorio nacional, también nos da pie a como
va la concentración regional. Si dividimos el territorio nacional en tres grandes regiones, tenemos
que en el norte aparecen los estados de Chihuahua, Nuevo León, Sinaloa, Tamaulipas como los
principales dinamizadores, seguidos de las dos Baja California, Coahuila, Sonora y Zacatecas,
quedando Durango muy rezagado; en la región central, encontramos al Estado de México, el D.F. y
Jalisco dominando el panorama económico, seguidos de Guanajuato, Hidalgo, Puebla, San Luis
Potosí, Veracruz, Aguascalientes, Michoacán, Nayarit, Querétaro y Tlaxcala, quedando rezagados
Colima y Morelos; y por último, en la región sur aparecen los estados de Quintana Roo y Yucatán
principalmente, y con poca participación Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Tabasco.
También hemos visto como el estado de Puebla se especializa en el comercio y servicios (80%),
quedando el industrial con el 20%. En el nivel municipal, por número de empresas y en los tres
sectores económicos, el dominio del municipio de Puebla es muy importante; por número de
empresas le siguen San Martín Texmelucan, Chalchicomula de Sesma y Tehuacán. Mientras San
Pedro y San Andrés Cholula y Cuautlancingo le acompañan en el industrial; San Martín Texmelucan,
Chalchicomula de Sesma y Tehuacán le siguen en el comercial; y San Martín Texmelucan en
servicios. Si ahora el análisis lo hacemos por regiones económicas vemos como la región
Angelópolis predomina sobre las otras seis restantes; por número de empresas y por sector, el
municipio de Puebla comanda regionalmente la industrial, el comercio y los servicios, junto con San
Martín Texmelucan, San Pedro Cholula, San Andrés Cholula y Cuautlancingo.
Si la economía poblana sigue la tendencia nacional de ser esencialmente micro y pequeña
empresas dedicadas a actividades del tercer sector, parece ser que no existe un comando local que
dinamice la acumulación metropolitana de Puebla, sin embargo, el comportamiento de las empresas
Revista Sociedad, Ciudad y Territorio, número 01 junio 2011
19
grandes, aunque su participación por número de empresas es menor a 2%, es muy importante por
concentración de capital y tiene presencia en los tres sectores: industria, comercio y servicios.
Concentrándose principalmente en el municipio de Puebla y en dos municipios de la zona
metropolitana (San Pedro Cholula y Cuautlancingo) y algunos de influencia regional como Tehuacán.
Ahora bien, si anexamos la información proveniente de la CANACINTRA de Puebla, el resultado es
similar a la proporcionada por el SIEM, respecto de las micro y pequeñas empresas, ambas absorben
mas del 80% de la industria de la transformación, concentrándose principalmente en el municipio de
Puebla, seguido de San Pedro y San Andrés Cholula y Cuautlancingo, Amozoc de Mota, Tepexi y
San Martín Texmelucan.
Hasta ahora, se refuerza la idea de que a partir de los años setenta la economía poblana no
tiene un comando local que oriente otros capitales, sino se presenta atomizado y diversificado. Si
esta situación es un problema o no lo es, si es ventaja o desventaja, creemos que depende del
ángulo de la mirada, no obstante, en sentido propositivo si esta debilidad la convertimos en fortaleza,
la situación cambia.
Si el objetivo es impulsar la competitividad y la sostenibilidad del desarrollo, parte de la
estrategia en el ámbito metropolitano deberá contemplar la identificación de las actividades
económicas estratégicas actuales y futuras que permitan un desarrollo metropolitano, para así
insertarse en la economía global en un futuro, a través de:
a. Impulsar nuevos comandos-motores para el desarrollo económico y social;
b. Identificar e impulsar sus respectivas cadenas productivas y especialmente aquellas referidas
territorialmente;
c. Propiciar economías de escala tanto regional como urbana;
d. Con respecto a las des economías (regional y urbana), identificar los efectos en cadena que
propician su desaparición y/o transformación; y
e. Para así identificar y después fortalecer los posibles nichos o clúster s económicos.
De este modo, contestaríamos a las preguntas: ¿Qué actividades mueven y deberían mover la
economía metropolitana? O en otras palabras ¿Sobre que actividades rotaría el desarrollo
metropolitano en sus diferentes agregados territoriales?