IPP y el Dilema del Prisionero

Tucker inventó alrededor de los años 50 el juego en el tablero de Melvin Dresher y compuso la historia que dió nombre a dicho juego (El Dilema del Prisionero).

El Dilema del prisionero es uno de los clásicos en la Teoría de los Juegos pero “desgraciadamente” no es enseñado muy frecuentemente por parte de los profesores universitarios y, aún menos, plasmado en ejemplos prácticos para que se pueda aplicar en el futuro profesional de la persona.

Por mi parte, tuve la suerte de que me fuera explicado en la facultad por mi paso en la Universidad de Ginebra (Suiza) hace ya varios años. En ese momento, me pareció un ejemplo de toma de decisiones básico del cual desarrollo una parte de forma breve y paralelamente a la IPP (Inteligencia Profesional y Proactiva).

El Dilema del Prisionero muestra el conflicto entre los intereses colectivos e individuales. El ejemplo se basa en dos sospechosos, los cuales son detenidos e interrogados en celdas separadas. Las opciones de estos dos prisioneros son las siguientes:

· Si ambos confiesan el delito, la sentencia será de 3 años para cada uno. · Si ninguno confiesa, la sentencia será de 1 año de cárcel para cada uno. · Si uno de ellos confiesa, éste saldrá libre y, el otro, recibirá una sentencia de 6 años de cárcel.

Representado mediante una matriz, las opciones quedarían reflejadas de la siguiente forma:

Si analizamos los posibles resultados, los más conveniente (sin tener en cuenta los intereses de la sociedad en general) que puede hacer uno de ellos para salir lo menos perjudicado posible es lo siguiente:

Ø Si el otro prisionero confiesa, también le conviene confesar para no pasar 6 años en la cárcel, mientras que el otro no pasaría ninguno. El resultado sería entonces que ambos estarían 3 años en prisión. Ø Si el otro no confesara, también le conviene confesar para, en este caso, quedar libre.